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Exposición a las Radiaciones UV

La radiación UV forma parte de los rayos invisibles que provienen del sol y también pueden ser
emitidas lámparas solares y camillas de bronceado.

Las consecuencias físicas y mentales que pueden manifestarse al estar bajo el sol, tienen que ver
principalmente con el tiempo de exposición. A mayor tiempo, mayor serán los efectos
acumulativos, por lo que la primera indicación es controlar los periodos de exposición y contar
siempre con un espacio sombreado que permita evitar el contacto directo.

Los peligros de la exposición prolongada

Quienes trabajan al sol pueden manifestar algunos de estos síntomas, dependiendo de la radiación
del momento y el tiempo de exposición:

• Fatiga.

• Quemaduras solares.

• Fotoenvejecimiento.

• Disminución de la habilidad motriz.

• Náuseas.

• Falta de concentración.

• Calambres.

• Daños a la vista.

Muchas de estas molestias pueden derivar en patologías graves como cáncer a la piel o cataratas,
por eso es imprescindible contar con vestimenta y elementos de protección adecuados, adoptar
conductas de autocuidado y seguir ciertas recomendaciones:

• Utilizar protector solar todos los días, incluso cuando esté nublado.

• Aplicar protector solar 20 minutos antes de exponerse al sol y reaplicar cada 2 horas.

• Evitar la exposición al sol entre las 11 a.m. y las 16 p.m.

• Escoger ropa liviana que cubra gran parte de la piel, evitando exponerla directamente al sol.

• Beber agua constantemente, en pequeños sorbos cada 10 ó 15 minutos.


• Usar sombreros que protejan partes sensibles como las orejas y el cuello.

• Planificar pausas de descanso cada 45 minutos como máximo.

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