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Lenguaje y subjetividad

en el pensamiento de
Emmanuel Levinas

Carlos Ham Juúrez *

E 1 presente artículo tiene como objetivo principal


anaiizar la problemática del sujeto moderno y
su relación con el lenguaje desde la postura de
Levinas. En un primer momento tratamos de visualizar
el entramado existencial y metafísico que entraña la
idea de sujeto, para luego observar cómo una visión
que se encierra en un fundamento subjetivo corre el ries-
go de olvidar o excluir la participación del otro. El otro,
a quien desde la modernidad y quizá desde mucho antes
se le ha negado eldstencia. pero que indudablemente
ha sido un elemento muy importante para la afirmación
de los espacios del sujeto. Consideramos que la pro-
puesta de Levinas de dirigir nuestra mirada hacia el
otro, y en especial de hacerlo desde la perspectiva del len-
guaje, enriquece los estudios que se realizan en torno ai
sujeto. Por último, analizamos brevemente el sentido
que atribuye Levinas ai lenguaje, sobre el cual nos hace
ver una salida y una posible solución al logocentrismo,
solipsismoe individualismo en los que muchas veces pue-
den caer las tesis de corte subjetivo. El interés de este
texto, por lo tanto,también es sefiaiar que el lenguaje

IZTAF’íUAPA 50
enero-junio del 2001 * Candidato a doctor en Füosofia por la Facultad de Filosofia
pp. 297-320 y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de Méxlco.
Carlos Ham Juárez

es, ademas de sus diversas funciones ya que el sistema le asigna sus roles y sus
conocidas. un elemento sustancial en tareas a los particulares pero ¿qué hay
la comprensión del otro y una manera fuera de ese papel y de esa meta de
de acercarse e interrelacionarse unos eficacia? Los teóncos de sistemas di-
con otros, en donde impera el diálogo y maríanque más ailá del sistema no hay
no el sometimientode una de las partes. nada, que el hombre fuera del sistema
es impenable porque hasta lavida pn-
vada ha sido codificada para ser vivida
LA SOLEDAD DEL EXISTIR dentro del propio sistema. No obstante,
peseaestapustwadelossistémiicos.pard
iiabiar del sujeto parece superfluo en aigunos teóricos. como Levinas. la cues-
un mundo dominado por sistemasy por tión todavía necesita ser contestada
órdenes que trascienden la voluntad de muchas maneras y desde diferentes
particular de cada hombre y mujer. Se perspectivas.
impone la necesidad de ser eficaz y efi- La propuesta de este resulta mtere-
ciente dentro de las estructuras en las sante porque plantea la posibilidad de
que hemos crecido y que nos han for- analizar al sujeto desde un punto de VIS-
mado. No hay sujetos más que en el ta radical, a tal grado que sus tesis nos
sentido en que sirven y funcionan para hacen revalorar y reconsiderar la tarea
el sistema, los sujetos no son más que el del pensamiento occidental desde los
efecto de los códigos y de las reglas úIs- griegos hasta la actualidad. Pero cabria
titucionallzadas y creadas mucho an- aclarar que la postura de Levhas no es
tes de todos los tiempos. En este tenor, una defensa a ultranza del sujeto ni
el sujeto en nuestros días no es por- tampoco asume la actitud retrógrada
tador de ninguna esencia o sustancia de defender un humanismo abstracto
ni es comprendido bafo los parámetros y moralizante. Por lo contrario, Lainas
de un humanismo pasado de moda. La critica severamente al pensamiento
acción social de los sujetos es mejor com- occidental basado en el sujeto que re-
prendida por los modelos de Parsons o troaiimenta el pensamiento de lo mismo
Luhmann, desprovistos de cualquier y coloca al egoísmo como rector del ac-
tipo de trascendencia, que por una an- tuar humano, olvidándose de que hay
tropología e x i s t e n d de corte cristiano, otro que es reprimido y suidmente ex
por ejemplo. cluido del juego de las diferencias.
Sin embargo, la pregunta en torno Es en esto último donde Levinas en-
al sujeto no ha sido contestada. el ol- cuentra una vez más la oportunidad de
vido de su ser y su rebajamiento a un hablar de un humanismo nuevo. La on-
mero efecto del mundo pracgnáticono so- gmdidad de este humanismo radicaría
luciona el misterio de lo que es y lo que en reactivar los signiacantes que la tra-
signiAca el ego de una persona. Cierto dición occidental ha intentado hacer a

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LenguaJe y subJetlvidad en el pensamiento de Emmanuel Levuuis

un lado y que se refieren al papel que que tendríamos que advertir de su tra-
ha asumido el otro en la relación que ha bajo es la tendencia a seguir el méto-
mantenido con el sujeto. Ello implica do fenomenológico de su maestro, pero
pensar radicalmente al otro y decons- enfocado hacia una deconstmcción del
truir al sujeto, pero sin ignorar que hay sujeto y con el objetivo de penetrar en
un entorno y un sistema que también el incognoscible mundo del otro.
tienen que ser trascendidos,según opi- Resulta ilustrativo observar que Le-
na el propio ievinas. vinas inicia su búsqueda de la otredad
En cierto sentido, la fflosoña de Levi- en los terrenos de Husserl, pero sepa-
nas trata de ser un pensamiento que rándose de éste y dando un giro diame-
se ubica fuera del sujeto. La pregunta tralmente opuesto al planteamiento
de Levinas que marca gran parte de su del sujeto trascendental. Ello se puede
trayectoriaconsiste en interrogarse so- percibir desde sus primeros escritos
bre la apertura de un pensamiento ego- en donde su propuesta gira en torno al
lógico. ¿Hasta dónde podemos pensar abandono de un yo puro y U M vuelta
más allá del sujeto? O, de otra manera, al existente en su carácter concreto y
¿cuándo el pensamiento deja de situar- dinámico.
se en el discurso de la mismidad para Entre 1946 y 1947 Levinas expuso
redimensionarse en una alteridad nun- en una serie de conferencias -reuni-
ca antes visuallzada ni experimentada? das en E1 tiempo y elotrc-la necesidad
En Rn,¿cuáles son los límites de la con- de saiir de la autorreferenciadel sujeto
ciencia y qué hay más allá de esos lími- consigo mismo y de que éste enfrente s u
tes si se traspasan? papel en relación con los demás. De ahí
Ai respedo Husserl cimentó las bases que un tema por demás interesante y
de un pensamiento que llevó a plantear original que lleva a Levinas a plantear
el problema del sujeto fuera del psicolo- la relación del sujeto y lo otro es el tema
gismo naturalista y lo elevó a un espacio del üempo como dinámica de la alte-
ontológico fundamental, de tal manera ridad: "El objetivo de estas conferencias
que todo discurso y práctica social re- consiste en mostrar que el tiempo no re-
sultaba ser producto de un ego puro y mite a un sujeto aislado y solitario, sino
universal. Salir de este pensamiento que se trata de la relación misma del su-
envolvente no es tarea fácil. Lainas en- jeto con los demás" (Levinas. 1993: 77).
frenta U M reflexión en los límites de En efecto, ya desde Husserl encon-
este pensamiento husserüano, pero to- tramos a un sujeto que no evade la tem-
mando en cuenta sus tesis más relevan- poralidad y la dinámica de su ser: de
tes (Husserl, 1986: 47-69). hecho,la concienciase conAgura en las
A continuaciónveremos cómo Levi- vivencias que experimenta, en el antes,
MS busca radicalizar la problemática ahora y después, en las cuales puede
de la subjetividad. En primer lugar, lo aprehender su relación con los otros y.

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en un sentido trascendental,constituir mismas”. suspendiendo toda percep-


una temporaiidad como “forma necesa- ción teórica o prejuicio ideológico, Levi-
ria de unión de unas vivencias con otras” nas profundiza en la soledad del existir
(Husserl, 1962: 193). Levinas continua y no lo deduce a partir de ningunateoría
en el examen de estas tesis husserlia- o concepción abstracta. sino que va al
nas y les da un seguuniento hacia los te- hecho mismo del existir en su situación
rrenos de la alteridad, hacia los espacios cotidiana y singular. El existir se dilu-
de la otredad. Para ello comienza con cida en el ente que existe y no en el exis-
U M indagación muy certera en torno a tir como noción abstracta y generaüzada.
la soledad del existir. Ciertamente, si pensamos en un exis-
Efectivamente, la temporalidad como ür sin existente desaparecerían todas
trhsiio del sujeto al otro pasa por un las determinaclones del existir quedan-
anáiisis del existir. En un primer acer- do éste absolutamentevacío. Por lo mis-
camiento, el existir parece ser un proce- mo se es capaz de pensar un ser seme-
so transitivo en el que nos relacionamos jante a la nada en donde todas las
con objetos y con otros seres humanos, cosas, los entes y las personas han des-
pero el hecho concreto de existir es ab- aparecido y han sido anulados. El existir
solutamente intransitivo. nadie puede impersonal es la nada, sin un comienzo,
ewistir por mi,nl experimentar este even- sin un final, un abstracto “hay” corno
to que me ocuf~esólo a mi. Como Husserl, lo nombra Levinas (1993: 84-86). El
kvinas añrma el sentido de aislamiento existir sin existente sólo se afirma como
que conlleva el sujeto en el mismo mo- forma intemporai, en una eternidad sin
mento de estar consciente de su existen- inicio ni ocaso y que, por Io mismo, nie-
cia, la cual se toma de una manera par - ga toda dinámica y transitoriedad ha-
ticular y concreta. Levinas señala que cia los otros. Abandonarse al ser, en su
“...el existirrrchaza toda relación. toda sentido radical. no sólo es desespera-
multiplicidad. No se refiere a nadie mas ción sino también ia inacciónpor perm-
que al existente. Así pues, la soledad necer en el mismo presente de siempre,
no aparece como aislamiento factual (...I en el mismo lugar de siempre, dond?
sino como la unidad indisoluble entre no hay nada. El mismo Heidegger reco-
el existente y su acción de existir (Levi- noce que es necesario acudir al ser-ahi
nas. 1993: 81-82). (existente) para desarrollar el ser en el
En la concepción de Lwinas, la sole-. tiempo. En efecto, el existente es quien
dad es el resultado de esta unidad entre puede tener, por lo menos desde su vida
el existente y su existir: entre quien exis- natural, noción de un tiempo que trans-
te y su accion de existir. Puede notarse curre en su existencia. En cada caso
aquí un predimiento que ya la feno- tenemos un punto de arranque del exis-
menología de Husserl pretendía esta- tir por la propia vivencia y experiencia
blecer, consistente en ”ir a las cosas del existente.

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Lenguaje y subjetividad en el pensamiento de Emmanuel Leuinas

Para k v i se~trata ~ de tomar par- bién significar un momento de autoa-


tido en este caso por el existente y, en fnmación y dominio sobre la existencia
un momento dado, por la libertad que misma, porque se sabe que nadie más
debe alcanzarse fuera de este imperia- tomará como propia la existencia, sino
lismo ontológico del ser. Libertad que aquel existente que está solo. La exis-
reconoce en el existente el lugar propio tencia será tomada por las riendas de
de una concreción, de una experiencia cada uno de los existentes, y esto en sí
signiíicante y proyectada a la posibili- es ya un poder y un dominio propio de
dad de socavar las estructuras del ser. la subjetividad.
Sin embargo, Levinas piensa que el ente Sin embargo, pese a la autonomía
o existente no es sólo abandono del ser o del sujeto en el que gana el poder de su
pasividad nostalgica por el olvido del existir, en el que gana el dominio de
ser, sino también la muestra de una po- su ser, no deja de notarse una imposibi-
tencia de actuar y de proyectarse en el lidad. El hecho de que el existente domine
tiempo como ser en soledad, por ello su existir lo separa de otros, lo diferen-
mismo se puede decir que: cia de los demás, y por lo mismo no se
relaciona con los semejantes: entre otras
La soledad es la unidad misma del exis- cosas, la falta de alteridad se explica
tente,elhechodequehayalgoeneiexistir porque también la soledad conlleva una
a parllr de lo cual tiene lugar la existen- ausencia de tiempo y. como afirma Le-
cia. EL sujeto está solo porque es uno. vinas:
Se precisa tal soledad para que exista la
libertad del comienzo. el dominio del La soledad no es trágica porque sea pn-
existente sohre el exkm,es de&, en suma, vación del oiro. sino porque está ence-
para que haya existente. Así pues, la so- rrada en la cautividad de su identidad,
ledad no es solamente desesperación y porque es materia. Quebrantar el enca-
desamparo, sino también, virilidad. or- denamientode la materia sena quehm-
gullo y soberania (Levinas. 1993: 92). tar lo deflnitivo de la hipóstasis. Ser en
el tiempo. La soledad es una ausencia del
Así. la soledad brinda al sujeto la Uempo. El tiempo dado, él mismo hl-
oportunidad de captarse como ser único postasiado. experimentado. el tiempo
pero diferente de otros. En su existir, el que se recorrey a través del cual m s I m
existente se sabe y se siente solo, pero el sujeto su identidad, es un tiempo in-
esta percepción que lo ubica como ser capaz de deshacer el vínculo de la hipiis-
diferente y único (no transitivo en s u tasis [Levinas, 1993: 951.
existir) también le significa la ocasión
para su libertad y su aut0nom.a. Más Está clam que esta ausencia de tiem-
que propiciar un estado de desespera- po que paraliza al sujeto en el instante
ción y abandono, la soledad puede tam- de ser se explica en la dinámica de la

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hipóstasis. El término de hi@tasis hay salvación por medio de los nutrimentos


que entenderlo como la concreción de y la consecución de ellos: esto signiika
ser en el flujo de un ente. Así,la aparidón actuar y estar en el mundo con mirasa
de la soledad es propia de una hi@- permanecer en nuestra propia existen-
iasis que encadena a un sujeto dentro cia; en el ser vivo, en soledad, se mues-
de sus propios limita.El sujeto no puede tra este poder del sujeto que Spinoza
romper con la materia (negar la. hipós- concibió como la preservación en su ser
iasis) porque sería romper con su existir de todo ente vivo (Spinoza, 1977: 142-
mismo, la materia es la propia respon- 148). Es un ser práctico en el sentido
s u d a d que adquiere el sujeto sobre de ser productivo, que antes que nada
sí mismo; desde su soledad el ego es trabaja y transforma su realidad, como
libertad, pero paradojteamente es un re- bienloseñalóMarx(1982: 17). Deigual
torno hacía sí mismo en la responsa- forma aunque en otras términos lo ex-
biiidad de cuidar de si y de responder pilea Heidegger en el ‘Ser en el mundo”
por sus propios actos. Esta materia- (Heidegger, 1983: 87 y 110). Levinas
lidad son todas los límites que apresan estaría de acuerdo con todos ellos, pero
al sujeto en su ser responsable, y esto señalaría que es un movimiento que
forma parte de s u soledad. -esta la soledad del sujeto.
Encontramos aqui que el sujeto no Ciertamente, no sólo trabajamos y
transita a otros, su mismo yo respon- existimos en medio de un mundo de
sable y fuera del tiempo - e n el que five útiles con sus midtipies referencias y con
un ego que siempre es idéntico a sí los campos semánticos que estos útiles
mismo- le impide mantener un juego crean en su actuar: todo ello es un tra-
de aiteridad. Pero ahora es preciso re- bajo que retorna a iln de cuentas al con-
visar el carácter material de este ego, sumo de un ser solitario. El mundo para
situarloen concreto en la vida cotidiana este existente es un mundo de nutrien-
para esclarecer cómo se da su soledad tes, de aiknentos que es necesario con-
en otros terrenos. sumir para sobrevivir (Levinas, 1993:
Esta materiaüdad del sujeto se desa- 102).
rrolla en la vida cotidiana, en el mundo Este actuar ya marca una salida de
de la necesidad. La soledad del sujeto si del sujeto a i momento de alimentarse,
se muestra no como algo accesorio ni pero sólo es una saiida limitada por el
como la inquietud de un espíritu supe- objeto de disfrute. Esta experiencia tie-
rior que ha solucionado todos sus prw ne un carácter duai, nuestro existir nos
blemas y espera en qué gastar su tiempo. llwa hacia el otro en la necesidad de
No,la soledad es solidarla ron la necesi- alimentarnos. pero esto sólo es un acto
dad del existir. y una a otra se revelan que adquiere sentido en el retorno ha-
por sus acciones. En la vida cotidiana cia nosotros mismos y en la conser-
Levinas observa la oportunidad de la vación de nuestra existencia. Dejamos

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Lenguaje y subjetividad en el pensamiento de Emmanuel Levinas

la soledad por un momento. daremos todo ente de perseverar en su ser y. en


unavuelta de regreso después de haber la medida en que se favorezca el poder
consumido los nutrientes. de sobrevivir, se conseguirá estar aíec-
Digna de caracterizar esta relación tad0 por la alegría. De esta manera, en
del sujeto con el nutriente es s u capa- la alegría encontramos la ocasión de
cidad de goce. El sujeto no experimenta pasar de una perfección menor a una
sino alegria de vivir e n este goce de con- perfección mayor (Spinoza. 1977: 146-
sumir el objeto. 1501.
En Totalldad e injinito Levinasexpre- Asi, en el caso del sujeto que se en-
sará más profundamente la relación de cuentra solo, el consumir el alimento
disfrute que conlleva la vida misma. aumenta su potencia de vivir cierto, ne-
Esta oportunidad del sujeto de reali- cesita del otro, que se manifiesta en &-
zarse en y por el objeto se plasma t a m - mento, pero sólo para consumo, para
bién en la felicidad. kvinas no concibe asimilarlo, digerirlo y con ello alimen-
lafelicidad solamentecomo un noble ideal tarse para sobrevivir a través de esta
o resultado de nuestms valores morales sustancia. El destino del objeto es ser
más dignos. La felicidad es terrenal, de- desechado después de haber servido a la
pende en un primer grado de lo que viv- existencia del sujeto: mientras tanto,
mos al respilar.al alimentamos, al crecer. el sujeto penlve y existe.
En palabras de Lainas podemos decir Que a esto se le llame egoísmo de vi-
que: "...el gozo es la conciencia última vir,no cabe la menor duda: el gozo re-
de todos los contenidos que llenan mi presenta asimismo la liberiad en la cual
vida, los abarca. La vida que yo gano el ego no se esclaviza sino que vive la
no es una existencia desnuda, es una plenitud de su existir (Levinas, 1977:
vida de trabajo y alimento..." (Lainas, 133). Es un vivir explotando al otro, es
1997 130). la libertad del amo que se autodeter-
Cabe señalar que el goce no se expli- mina, si recordamos la dialéctica hege-
ca por una reflexión o UM abstracción liana (Hegel. 1982: 113-121). Es bien
realizada por el sujeto, sino que el gozo cierto que existe la carencia y la insu-
se muestra en el movimiento mismo de ñciencia, el hambre y el miedo, pero todo
vivir, de perseverar en la existencia ello, que nos habla de un ser necesita-
como lo señalaria Spinoza. En este sen- do y dependiente, no queda en la mera
tido hay una cierta semejanza entre lo frustración. Por esta precisa necesidad,
dicho por kvinas y lo expresado por y por la intencionalidad de un sujeto que
autores como Spinoza y Hobbes, pues desea conservarse. se da s u propia libe-
esta alegría de vivir en el consumo del ración, liberación por el trabajo diria
otro es un presupuesto de la existen- Hegel y que signinca el esfuerzo que re-
cia misma. Recuérdese que Spinoza ya dunda en la autoaíhmaciónde esa con-
había indicado la necesidad que tiene ciencia que consume su alimento. El

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sujeto se libera de la necesidad en la Ahora bien, toda esta determinación


necesidad misma de su actuar y de su del consumo y el alimento del sujeto se
disfrutar. aplica también al mundo de la razan y
Todo esto nos habla de un sujeto en el conocimiento. La 1-azón no aparece
soledad y encerrado en su egoísmo, que en kvinas como un concepto que tras-
aun teniendo necesidad del otro no ad- ciende la economía del goce y la sole-
vierte su presencia sino cuando la capta dad sino que se encuentra en el mismo
como objeto de satisfacción. Su actuar acontecer de la identidad del ego. Existe
egoísta muestra la dimensión de su so- una identidad entre los nutrientes y los
ledad sin embargo, ya ohsenamossigpos objetos de conocimiento. pues en am-
de una relación con los o h , aunque de bos casos son consumidos y sirven de
U M manera incipiente y poco advertida mediopamla~nsoiidadún delexistente.
para el sujeto material. Habrá que espe- En el caso de la razón, ésta se convier-
rar una hascendenciamayor que la mera te en una luz que ituminaa los objetos y
satisfacción y el goce de vivir para en- los vuelve para sí. Pensadores clásicos
contrar el rostro del otro. como Platón, Descartes, Spinoza, Kant
Mientras tanto, el tiempo en el cual y Hegel habían puesto en evidencia la
se desarrolla esta sobrevivencia del su- capacidad enguliidora del pensamien-
jeto sigue siendo el presente, el instante to y de la &n; más cercanos a nuestro
eterno que retorna a los propios límites tiempo, Husserl y Heidegger son dos
de la existencia. En el nutriente se a l - claros ejemplos que reconocen en el co-
menta tambih la presencia de un estar nocimiento un medio para consumir
aquí, de un ser estático, que no transcu- objetos. Ai igual que eiios, M a s ad-
rre porque no transita hacia otro, sino v i d e que el conocimiento de a!go es un
que lo consume a éste. El acto de consu- proceso que se resuelve en una suerte
mir el dimento abre la puerta al objeto de caceria que culmina en la satisfac-
y por instantes el ser del sujeto advierte ción de aprehender el objeto, comerlo y
una inconsistencia, una carencia que digerirlo después. Captar al objeto, di-
es el hambre, no obstante, es un ins- seccionarlo en atributos y cualidades
tante de alteración que termina restitu- primarias y secundarias, así como ade-
yendo el tiempo actual en que se mm- rezarlo con las múltiples categorias ló@-
tiene el existente. Cada vez que se nutra cas, entraña en el fondo un trabajo del
y el ego experimente el goce de existir cual se alimenta un ego cognoscente.
será la consolidación de su ser presente. Pero hay algo más por lo que la razOn
Así.todo objeto termina por penna- y el conocimiento son solidarios con el
necer en el tiempo presente que el ego mundo ególatra del sujeto. La luz (el co-
determina, el objeto ayuda a que el su- nocimiento, la rmán] ilumina ai objeto
jeto permanezca unido a sí mismo en aprehendido, pero ésta es una luz que
el iiempo. pareciera salir del mismo sujeto desde

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su particular perspectiva, por eso dice de arranque. A este nivel del nutriente
Levinas que, y del objeto, puestos para el consumo,
la intencioddad de la conciencia se
El objeto iluminado es ai mismo tiem- advierte en la paradoja del desaparecer
po aigo que encontramosy. por el mismo del objeto. Entre sujeto y objeto la diná-
hecho de estar iluminado, que encon- mica de la relación se vuelve uniiateral,
tramos como si saliese de nosotros. No el ir hacia el objeto sólo es el camino de
hay en él extrañeza radical. Su trascen- un sujeto que se apropia del ser del otro,
dencia está envuelta en la inmanencia. el cual queda asimilado en y para la
En el conocimiento y en el goce vuelvo a conciencia del ego.
encontrarme conmigo mismo. La exte-
rioridad de la luz no basta para la libera -
cióndelyocautivodesí... (Levinas, 1993: ELSUJETO Y EL OTRO
104).
Hasta aquí nos hemos enfrentado al su-
La supuesta salida del sujeto en el jeto en su recorrido por su existencia.
conocimiento no es tal:parece que nos Desde Husserl. el ego se constituía como
encontrábamoscon el exterior, pem el ex- centro y sustento de todo pensar y de
cuentro se vuelve un retorno hacia lo toda práctica mundana, y aunque el re-
mismo. Afectado de identidad, el cono- corrido del sujeto únicamente sea un
cimiento sienta sus bases en ser uno retorno hacia el sí mismo de la concien-
con el sujeto. Nuevamente el sujeto estA cia queda marcado un rasgo de exterio-
solo. Con el conocimiento se puede ridad que contradice la unicidad del
apropiar y dominar al mundo, es adem& sujeto. Este rasgo exterior está señalado
el poder de subsistir en el mundo como por aquello que no es el sujeto, estávis-
lo es también consumir alimentos. lumbrado por la paradoja de una ausen-
La posesión seria la palabra directriz cia: si el ser del sujeto se explica por la
de este actuar de la conciencia material. presencia, por la autoafirmación y por
Tanto en el alimento como en el cono- el estado presente que, pese al tiempo,
cimiento sólo se r e d m a n los mismos siempre se actualiza, todo esto lo logra
límites subjetivos. Al adueñarse del por un opuesto ajeno, exterior y fuera
mundo por los nutrientes y los conoci- del presente del existente: el otro, que
mientos, el existente es dueño de su ser, siempre está ausente.
su tiempo y su cuerpo. La alegría, el goce Dentro de la dialéctica impuesta por
devivir, tiene su sentido en este solipsis- el mismo sujeto, el otro adopta la forma
mo. La intencionaiidad de la conciencia de un sucedáneo, de un extrar;Jero inde-
de la que se ha hablado en este trabajo seable, del enemigo a vencer. En esta
se ve reflejada en el ir hacia los objetos, dialéctica no se niega la relación del su-
pero regresando de inmediato al punto jeto con el objeto, pero se adopta como

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centro rector de esta nlación la concien- servación y defensa del sujeto moderno.
cia misma. Como hemos visto, el otro es Habrá que investigarjusto en las fron-
aceptado bajo la condición de semr al teras de lo que se ha excluido, de lo que
desarrollo del sujeto como nutriente. no se ha dicho, y fueradel pensamiento
como objeto de irabajo,coma comparie- reducciomsta del suJeto.
m aiienado, ésas son las formas del otro La tarea, pues, que se impone es la
aceptadas por la conciencia. descentralización del sujeto, no para
Sin embargo, la muerte - q u e es otro que éste desaparezcasino para desen-
límite inevitable del s u j e t e nos enfren- mascarar~~ ~ t u r a l Q aparentemente
a
ta a un otro fuera del alcance del exis- mcontmvertible. El pensamiento occi-
tente. En su sentido más radical el otro dental nos ha enseñado que toda p m -
es un misteno, una ausencia que niega blemátka ha de basarse en un origen,
la dialéctica del ser presente. Es aqui en un centro, en una vendad. en un su-
donde el trabajo de kvinas anuncia jeto: esta W ó n . centmiistapor supues-
l a r a d i i c a l i d a d d e e t a r a l o & o . La to, otorga un sentidoy una signühción
muerte ha hecho “aparecer”al otro sin unívoca de la realidad y del discurso,
las restricciones o las condiciones del por esto mismo el problema de la es-
sujeto. El aparecer aqui es una metafo- trategia centralista es que no se queda
ra, porque en reaüdad no se trata de en un mero ejercicio de autoafhmadón,
ningún ‘aparecer” de la muerte. es un sino que produce un efecto de exciusión
ocultamiento de la luz, de la razón hu- y marginación del otro. El trabajo del
mana. ‘El aparecer en la oscuridad del sujeto puede entenderse entonees como
otro” tiene un signüicado opuesto ai esta imposición que convierte en con-
fenómeno de Husserl: lo otro radical es trario a lo que simplemente es distznto
la muerte que no aparece como ’fenó- de su ego. La consecuencia natural de
meno”, no se muestra, no se ilumina una posicion que ubica un solo centro
por la razón. el porvenir que se exteno- directriz es el estabkimiento de una po
rizaes un misterio,un riesgo, una a x n - laridad que a hal de cuentas es con-
tura. Y es en esta experiencia de la vencional y no natural, como aparece
muerte donde se vislumbran losrasgos en ciertos rasgos del pensamiento occi-
de la oiredad que enfrentan al sujeto a denial, de cuya esiratxgia nos advierte
una reaiidad que no es él mismo. Derrida al hacer una crítica al logocen-
h i , el acontecer del o h sólo puede trismo (Derrida, 1989 11- 126)
serrefaM0 por las &mas de lo d- Enlasopuestosbinancsdeestacultu-
noddo y el tníhito. Esta es laradicaüdad ra (espíritu-matata, naturalezaculhira,
a la que nos quiere enkentar J..-=vmas, alma-cuerpo. verdad-falsedad, sujeto-
lo cual impiica separarse de estrategias objeto) se fija un juego de ‘alteridad” en
y códigos que la tradición N&fica ha donde se concede a un término central
mantenídoyquesonmhdarimmnlam- la oportunidadde definirse en oposicion

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Lenguaje y subjetividad en el pensamiento de Emmanuel Leuvuis

a otro. El papel de maginalldad del otro transitivas que nadie más puede expe-
no es gratuito ni caprichoso, es el efecto rimentar sino el existente mismo: pero
mismo de esta diferencia establecida y su estructura subsiste gradas a que en-
tiene una función especifica. Ya mendo- cuenha objetos que comer, consumir, o
nábamos que el papel del otro es cons- explotar, es decir, gracias a un exterior.
tituir una maginalldad reprimiday que Sabemos que en la naturaleza del
esto es un ejercicio de violencia, pero existente la economía del sujeto requie-
es UM marginalidad y violencia Útil re del insumo material para mantener-
para la consoiidadón de un poder, el po- se, que sus procesos fisiológicos y meta-
der del fundamento y el origen del pen- bólicos atienden a su finalidad de existir
samiento &dental. a través de un bgos fuera del tiempo, que su trabajo es otra
omnisciente y omniabarcante. forma más de asimüadóny que la muerte
Cabe hacer mención que este poder es un ejercicio integraüvo de su ser h-
de autodeterminación del espíritu, del dividual ai hacerlo consciente de sus
alma. del sujeto, etcétera, se evidencia límites. En todo ello no se ha pregun-
de manera muy clara en las reglas de tado por la ausencia del objeto, por su
este juego de alteridad, las cuales son resistencia, por su exterioridad¿de qué
determinadas por el centro único en el manera articular “ausencia”,“resisten-
que gira la relación de los opuestos. De- cia” y “exterioridad“,cuando ellos mis-
mda mencionaba que esto es el trab- mos son signiücantes que están más allá
j o de lo que genéricamente podríamos de cualquier articulación, y el solo he-
iiamarlogocentns ’ mo,la estrategia con- cho de tratar de vincularlos los dejaría
ducente a pride@ el centralismo de reducidos a un significado que perde-
los fundamentos ya conocidos en la ría su sentido subversivo?
historia del pensamiento occidental Pensar en esa lejanía ha sido la pro-
(Derrida, 1989: 11- 95).El caso es que puesta de Levinas, ademaS de reactivar
a partir de un centro como el “sujeto”, signitlcadas no presentes en la relación
el ‘alma” o el “espíritu”se determinan bipolar del sujeto y del otro. La postura
lascondicionesque han de regirlos dit- de Levinas implica ir más allá de las ar-
cursos y los saberes de una determi- ticuiaciones de la subjetividadque b-
nada región. así como sus prácticas. quiuzan su existir y profundizar en la
La soledad entonces, desde la pers- negatividad que se le asigna el otro.
pectiva que nos ha señalado Levinas, Y es en esta ausencia y negatividad
se desenvuelve en la ambigüedad es- que el otro deja entrever una serie de
tructurante del otro, por poco advertida características no visibles ni percibidas
que parezca. Ciertamente la soledad es en la inmediatez de la experiencia del
una estructura ontológica del existir del sujeto. También la ausencia del otro si&
sujeto, y el nutriente del dolor o de la niflca aigo y no necesariamente sólo el
muerte constituyen experiencias in- vacío carente de signi6cadoy punto cero

307
Carlos HamJuárez

de la relación con el sujeto. Habria que y en toda relación donde el sujeto bus-
decir, junto con Heidegger, que la nada que asimilar o consumir ai otro que se
en cierto modo también es (Heidegger, le presenta como distinto. Siempre ha-
1995:11- 401. Por supuesto, con un cri- brá un espacio no cubierto. o una zona
terio positivista sólo deberiamos hablar que ni el trabajo ni el conocimiento po-
del ente presente, del ser manifestado, dr&n llenar. Esa zona es la dgerencia
mientras que la nada carece de sigmfi- en cuanto tal,en cuanto ella establece
cado o es una clase vacía que nada dice la radical falta de unidad de la concien-
excepto bu no-ser, sunulidad. Pero des- cia con el mundo. La cli&rmcia es la
de otra perspectiva, la nada del otro, diáspora que evidencia lafalta de recon-
su ausencia, nos interroga y afirma su ciliación y de unidad entre la conciencia
exclusión en un decir alternativo, que y su objeto, pero es frente a sí misma la
no es sólojuicio sino también una expe- constituyente del juego de las alterna-
riencia real que se percibe o se siente. tivas (Denida, 1989 37- 62). Es preci-
Y ciertamente, la ausencia del otro está samente por esta diferencia que la au-
cargada de un caudal de palabras no senda del otro se convierte en insalvable
dichas y experiencias secretas. La ail- y da paso a lo que Levinas ha llamado
sencia del otro es la ausencia del amigo. la trascendencia del otro. Aquí, tracen-
de la persona que no está en el lugar ciencia no es un concepto que refiera a
esperado, o del enemigo que por fortu- mundos idíícos o utópicos: trascenden-
na desaparece o se aleja. Son ausencias cia se refiere a este alejamiento del otro,
cargadas de una emotividad que hace a su ausencia siempre latente y a su
del vacío algo signúicativo (Sartre. 1984 ubicación diferenciante del sujeto, de la
39-80). Porque no está quiencspero in- conciencia o del ego. El otro está ausen-
terpreto que su ausencia es lejanía por te por su diferencia y esto le ocasiona
algo, alejamiento por una falta de coin- ser trascendenle respecto al sujeto que
cidencia. Lo primero que sabemos es quiere limitarlo. Si el sujeto se autoafu-
que la identidad de sujeto y objeto no ma como ser libre y autosuficiente en
se da desde el principio como pensaba el mundo que conquista, el otro ad-
Schelling, pero tampoco aparece des- quiere s u dignidad y valor en la trascen-
pues del trabajo de la concienciacomo dencia de su diferencia. en su rechazo
suponía Hegel. Queda siempre un res- a la unidad y a la asimilación, en su re-
quicio por el cual se respira un aire de sistencia al poder.
ausencia, una carencia que es la incom- Ahora bien. la diferencia constitu-
pletud de una relación, pero que tam- ye el juego de las alternativas. es decir,
bién integra a esta a su modo. gracias a la diferencia puede darse la
La ausencia del otro marca una dife- relación de alteridad en que participa el
rencia por demás insalvable en la rela- sujeto y el otro; sin embargo, en la tra-
ción cognoscitiva entre sujeta y objeto dición occidental estejuego se havuelio

308
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Lenguaje y subjetividad en el pensamiento de Emmanuel Levinas

uniiateral y en un solo sentido, bajo el grado irracional, en la medida en que


imperialismo del iogos y de la razón no hay una justificaciónválida que am-
del sujeto moderno. En otras palabras, pare a la violencia ejercida. La única
el juego establece las reglas que ase- justifcación de tal proceder es el pará-
guran el beneficio de uno de los partici- metro establecido por el propio sujeto
pantes, porque en el fondo no es un y los presupuestos de las fflosofias de
juego sin más,sino un juego de poder. la identidad.
Ya hemos visto a lo largo de este ca- De igual manera sucede en el mun-
pituio de qué manera se juega con d otro do del trabajo y del conocimiento. La
y sobre la base de qué reglas el sujeto violencia ha sido excluiday la teoría so-
se constituye en la diferencia del otro, lamente ha b a d o la justificación del
y ese otro queda absorbido por la misma poder del ego sobre el mundo. En tanto
normatividad de un juego que desde un trabajo. éste se conforma a los requeri-
inicio estuvo dirigido por el logos. mientos o las necesidades del ego y se
Hegel no tiene duda aiguna al señalar b a como trabajo de apropiación y
que la continuidad del juego necesita de esfuerzn que redunda en una satis-
la garantía de que ninguno de los opo- facción, pese al dolor y sufrimiento que
nentes será exterminado por completo esto ocasione. No obstante, aunque el
y en tal virtud subsiste la dialéctica del trabajo sea justificado como un hecho
amo y el esclavo y demás formas opo- natural (Lockel, no debe olvidarse que
sitoras, porque el juego bplica la asimi- es un trabajo cifrado en la explotación
lación (au&eben) de los opuestos, pero y en la acumulación onginaria del robo y
no su exterminio o muerte definitiva el despojo, como Man: lo señaló algu-
(Hegel, 1982: 107- 139). Peroen elcaso M V ~ Z (Marx, 1984: 607-6581, El trabajo
de la otredad moderna, la exclusión y se ha convertido, sobre todo en el mun-
el silencio funcionan casi como la muer- do moderno. en la explotación feroz del
tequebuscaterniinarmneljuegomismo. mundo natural, que marca un tipo pe-
Por supuesto, el sujeto necesita de culiar de relación entre hombre y natu-
la lucha y la guerra para sobreviv% la raleza; es U M relación signada por un
lucha es el medio para defenderse de encuentro en el que no se convive con
la agresión de los otros, pero también la naturaleza, sino que se le violenta,
vuelve al sujeto agredido en agresor si se le explota y se le trata de controlar.
es que quiere seguir existiendo. Su au- Y eso mismo sucede en el mundo
toconstitución (la del ego) se da sobre social en donde los hombres que traba-
la base de esa agresión y esa violencia, jan no sólo producen bienes materia-
en todo caso, el mundo de la naturale- les sino también dolor y sufrimiento;
za es objeto de nubiaón y de disfrute que aclaranos que estos úiümos no nacen
esconde el signiikado de una apropia- solamente por la resistencia que opone
ción a la fuerza y un consumo en cierto el objeto de trabajo, sino también por

309
Carlos Ham Juárez

las relaciones de producción que r ~ l o - su existencia: fundamento paradójico.


cana los hombres al SeMCio de otros con pues la existencia reclama la salída de
mayores poderes yen relaciones intole- la mismidad y de la identidad, implica,
rables de explotación. mciuso, dejar de ser (porlo menos dejar
De manera semejante se constituye el estado presente y estar en el tiempo).
el modelo de d t a c i ó n en el conoci- Pero para que llegue a comprender su
miento y en la esperanza de la muerte. destino externo el sujeto está obliga-
Esa variable oscura que es la violencia do a dialogar con el otro, a enfrentarlo
y la explotación del otro nunca aparece cara a cara en una experiencia irreduc-
~ revestidade una teoríacognos-
m á que tible y trascendente. En el siguiente
ciUva racionai o al modode una reJ@Ón apartado veremos en qué consiste la
esperanzadora. La tmria cogmscitiva propuesta de Levinas que nos cctloca
aprehende el objeto en una diaiécüca en el camino de esa experienciaque nos
subjetiva y la reUgión remite a un más lleva al misterio del otro y hack la p-
allá que olvida la mortaja, la podre- sibilidad de hablar todavía con ese otro.
dumbre y la basura que acompaña a la
muerte. Entre esos discursos de olvido
y sanación que suturan y cubren la he- LENGUAJE
Y EXPERIENCIA
rida de la violencia, siempre queda el
requicio del otro y su discursono dicho. UM particularidad del lenguaje es que
El propósito de Levinas consiste no se reduce a la expresión de los datos
entonces en su búsqueda de ese len- de los sentidos ni tampoco busca ser
guaje reprimido del otro que la fflosoña expresión de un pensamiento logocén-
de la identtdad solamente ha ausentado tnco. El lenguaje en su sentido de tras-
y silenciado. Su pensamiento ahonda cendenciametafórica siempre está más
en la pobreza en que puede caer la fflo- allá del dato y crea nuevos universos
soña del su]etn que no admik el derecho que se sintetizan en obras culturales,
del otro a hablar. El soiipsisrno necesi- por lo mismo, el lenguaje no es mera
ta del existente para su constitución. comunicación de necesidades, se di-
no puede permanecer siempre estable- rnensiona en otro terreno, creando una
udo en un presente sin más.Existir mtercomunicadón ética con otros seres
también significa salir de si y ubicarve humanos.
en otras dúnensiones, sign&ca ademas Al respecto habría que señalar que
elpeügrodenovdverhacíasi,perotam- en la visión de Levinas la sociabilidad
bién el arrojo frente a la aventura que del lenguaje no estriba en el vinculo
nadie, sino ncsotros, ha experimntado. económico de la necesidad, es decir, el
Del sujeto únicamente podemos decir lenguaje no se origina porque los hom-
que está solo, que la soledad es la es- bres tengan necesidades y sobre este
tructura ontológica fundamentai para plano busquen mtercomunicarse. Para

310
. . , . I

Lenguaje y subjetividad en el pensamiento de Emmanuel Leuinas

él, el carácter trascendente del lenguaje propio beneficio,y si trabaja en sociedad


lo obliga a mantenerse en un plano que es tan sólo porque este trabajo le redi-
no sólo refleja la necesidad humana, tuará un beneficio individual, es decir,
sino que la redimensiona en una rela- que el gozo mismo de la satisfacción lo-
ción de mayor pluraiidad. Para Levinas grada en el trabajo bien cumplido opera
la necesidad es entendida en su carác- en la individuaüdad humana. En este
ter netamente subjetivo, es el reflejo de terreno el objeto existe como objeto que
la carencia del sujeto y de la perseve- puede consumirse, exploiax, y del cual
rancia en su ser. Vale la pena detenerse puede obtenerse una utilidad; por otro
un poco en esta reflexión. lado, los demás hombres son competi-
Comprendida así, la necesidad per- dores y rivales y también son objetos de
tenece al sujeto egoísta preocupado por conocimiento, pues existe el interés
satisfacer las carencias propias de la de conocer los impulsos y las causas del
naturaleza humana; en este plano, el comportamientohumano a finde con-
ser individual se preocupa por sobre- t r o l a r ~dirigir a los sujetos hacia objeti-
vivir y mantenerse existiendoy para ello vos bien definidos;en todo ello no existe
se apropia y consume las frutas de la el interés por establecer una relación
naturaleza y simultáneamente traba- más profunda de carácter ético entre
ja para transformar el mundo en bienes los seres humanos, sólo basta que éstos
que satisfagan sus deseos, como ya lo sean producüvos y eficaces en su trabajo.
habíamos advertido en la parte prime- Ai parecer, Levinas sostiene la tesis
ra de este trabajo. Desde luego, lavisión de un lenguaje que pueda trascender
de Levinas contrasta con la visión de el mundo eomómico y ser el vinado que
Marx. pues este Úlümo sostiene que en estreche más profundamente a unos y
la economía del ser ya existe un carácter a otros seres humanos, sin que esto re-
de integración social, los hombres pro- presente una conciliación ingenua y
ducen y trabajan en sociedad debido a abstracta al olvidar el mundo de con-
que sus necesidades no pueden ser tradicciones y el plexo de inconmen-
satisfechas por medio de una labor in- surabilidad de los proyectos y destinos
dividual. El lenguaje maniflesta la ne- que se plantean los distintos actores so-
cesidad de comunicarse debido a que ciales. Por lo contrario, el lenguaje no
los procesos productivos de la sociedad puede hacer a un lado el universode mn-
obligan a esta misma interrelación lir- tradicciones y diferencias que nos cir-
güística. cundan, pero si establecer el campo en
Levinas mantiene una opinión diíe- que puedan dirtmirse, discutirse y en-
rente. Aunque considera esencial el trar en un diálogo pacifico las diversas
mundo de la economía, obsenra en éste posiciones existentes. ia relación que
un mundo de apropiación subjetiva. se mantiene entre el lenguaje y la moral
Cada hombre mira para sí, para su adquiere aquí un sentido peculiar, pues

31 1
Carlos Ham Juarez

se trata de que las palabras logren esta- sus necesidades vitales basta con que
blecer un contacto no sólo con la razón se emplee a fondo con todas sus fuerzas
humana, sino con las pasiones y los físicas e instintivas.
valores humanos. De inmediato surge Con esta idea puede comprende-
en la mente el posible parecido entre la razón por la cual Rousseau señaló
Levinas y Rousseau en lo referente al que las necesidades apartan a los hom-
problema del lenguaje, si se recuerda bres. Cada hombre se basta a sí mismo
que Rousseau, en el Ensayo sobre el y los otros son vistos como rivales en la
ongen de las lenguas,aíirma que el ini medida en que también buscan sobrev-
cio de la comunicación humana ha de vir y satisfacerse con los mismos frutos
buscarse en las pasiones y no en las de la naturaleza que otros, es decir, en-
necesidades de los hombres. tran en competencia, lo cual hace que
se separen y se disgreguen. Por el con-
Se pretende que los hombres inventaron trario, las pasiones y los sentimientos
la palabra para expresar sus necesida- propicianlanecesidaddeunirseydeacer-
des. Tal opinión me parece insostenible. carse unascon oiros. Aunque Rousseau
El efecto natural de las primeras nece- no fundamenta del todo su tesis acerca
sidades fue separar a los hombre8 en vez del origen de la sociedad, parece supo-
de acercarlos. Así fue preciso para quc ner y sugerir que las pasiones como la
la especie Negara a extenderse y la tierra piedad, el amor a sí mismo, el reconwi-
se poblara con rapidez. sin lo cual el gé- miento por parte de los otros o el amor
nero humano se habna amontonado en sexual, contribuyeron a formar los pro-
un rincón del mundo, y todo el resto ha- pios grupos sociales, en donde el len-
briaquedadodesierto,,.aedóndepuede. guaje asume un papel muy importante
pues. venir ese origen? De las necesi- (Rousseau. 1985: 205-2481,
dades morales, de las pasiones. Todas Sin duda la postura de Rousseau
las pasiones acercan a los hombres, a los resulta muy discutible y polémica. pero
que la necesidad de vivir obliga a eviw- para efectos de este trabajo nos pareció
se. No es ni el hombre ni la sed, sino el necesario mencionarla,a An de contras-
amor, el odio, la piedad, la cólera los que larla posición de Levinas que en aigu-
les han arrancado las primeras voces nos puntos es semejante a la del autor
(Kousseau, 1980: 331. ginebrino. Sobre todo nos resulta de in-
terés remarcar la idea de un lenguaje
Como es bien sabido, en la concep- vinculado estrechamente con las pa-
ción de Rousseau el hombre en estado siones humanas y el ámbito moral,
de naturaleza es autosuficiente y fisica- todo lo cual señaia hacia lascondidones
mente fuerte, por lo cual puede resolver de la sociabilidad humana. En el fondo,
cualquier problema que se le presente al igual que Rousseau. Levinas marca
para su sobrevivencia, asi, para cubnr como inicio de la sociabilidad humana

312

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Lenguaje y subjetividad en el pensamiento de Emmanuel Leuinas

la variable ética: la cooperación entre los términos violentos ni intenta reducir al


seres humanos no nace tan sólo de la otro a lascategorías de un pensamiento
necesidad económica y de sobreviven- racional y subjetivo. La noción de rostro
cia como pensarian Aristóteles, Marx o marca un punto donde la sociabilidad
Durkbeim, sino de una pasionalidad humana puede considerarse de otra
moral que observa en el reconocimiento manera. Cabe afirmar que aunque la
del otro la posibilidad de mantener una experiencia del rostro implica el hecho
relación de mayores vinculos. Esto no de mirary observar al otro, esto no quie-
quiere decir que la relación que man- re decir que esa mirada sea la misma
tienen los hombres en el mundo de la con la que consideramos a cualquier
economía no sea importante y vaiiosa: otro objeto de la realidad. es más, a pe-
muy al contrano, la economía cubre un sar de que Levinas nos hable de una
ciclo vitalque atiende a las bases mismas mirada al rostro del otro. esto no se re-
de un organismo en crecimiento, pero no Bere a una exploración externa de los
agota ahí la relación de un sujeto con rasgos fisicos de U M persona; el rostro,
la otredad. más bien, adquiere un sentido en el te-
Lainas busca trascender el plano rreno de la ética, en donde la mirada di-
de la acción económica en donde la re- rigida hacia el otro atiende más hacia
lación del sujeto con la otredad ya no la diferencia y el compromiso moral que
se resuelva en la apropiación, consumo adquirimos cuando estamos frente a
y utilización del otro, es decir, donde el otro que no se deja reducir ni someter.
otro ya no es considerado mero objeto Estamos hablando entonces de una
de satisfacción de las necesidades del experiencia en la cual el sujeto se en-
sujeto. Parael mundo económico no im- frenta a otro que es totalmente distinto
poria el otro, ni su rostro, ni lo que pue- y que le muestra un rostro inasible; de
da significar su &stencia, pues sólo esta diferencia e inconmensurabilidad
vale como medio e instrumento de inte- nace el encuentro moral, por eüo J.A.
resessubjetivosy de apropiación. Ahora Méndez, comentador de la obra de Lai-
bien. Lainas plantea como posible el nas, señala lo siguiente:
intentar una relación con la otredad en
términos morales, y para eUo elabora Que el sujeto pueda desear establecer
la categoría de rostro, encaminada a se.- relación con el otro como diferente, como
ñalar que el otro existe en su propia 1ó.- mimétrico, como eminente, significa que
gica y determinación (Levhas, 1977: la estructura de la subJetividadno es,
20 1-261). al menos, totalmente ontológica. o que
La idea de rostro en Levinas remite puede no serlo. Signiika que el yo puede
a una cierta visión que mantenemos establecer una relación en la que no as-
frente a los otros, no es la visión que pira a volver a si mismo.porque el otro
intenta apropiarse y explotar al otro en es inapropiable en cuanto rostro. El su-

313
Carbs Ham Juárez

jeto que se acerca ai rostm. que se mueve acción etica que involucre a los actores
hacia el otro. que responde a su interro- sociales: a i conirano de lo que suponen
gación o mandato (no maiarás)).a su a- otra~teoríaséticasquebasanlanorma-
terioridad, es un sujeto para el que se tividad y la acción moral en el supuesto
abre una &da de si que no va acornpa- de una igualdad bumana o una identi-
ñada de un cálculo para volver a si. El dad entre los hombres gracias a la cual
rostro me brindala posfbludad de iiap pueden crearse normas y leyes genera-
y de lenguaje. de novedad. de salida de les y unnrersales,Levinas mantiene una
la soledad (Múidez, 1994: 113). concepción moral sustentada en la no-
ción de la &ferencia La diferencia que
En efecto. como senala Méridez,el existe entre unos y otros hace de los
ená-entamiento con el otro marca para seres humanos seres mtemctuantes y
el sujeto la salida de su soledad y fa en- capacesdegeneraruncomporiamiento
trada al mundo de la moral y de la so- moral Ya que el otro es diferente e irre-
ciedad. No es que en el mundo de la ductible, se abre la Fibilldad de que
economíay de la s u
- 'loshom- el sujeto cuestione su actuar y su nor-
bres no se relacionen,al conbario, si lo ma en relacion con el otro El sujeto ya
hacen y de muchas maneras, pero toda no actuaráy se regirácomo si los demás
esa acüvidad redunda en un benfdlcio fueran una impiicación de su mismi-
individual, en la soiedad de la sobrevi- dad, pues al tomaren cuenta la diferen-
vencia. Por otra parte, en la mirada ha- cia del otro, sus acdones (las del sujeto)
cia el rostro del otro nace la pibilided se encuentran limitadas por esa otre-
de otro tipo de relación humana: sólo dad. Ahora bien, la moral en la visión
así se oMiga al sujeto a salir de sí mismo de Levmas es el comportamiento y la
y a buscar la intemcción con otros hom- normatividad que se construyena par-
bres,el rostro hace que el su]eto empie- tir de una expenenciade diferenciación
ce a considerar el compromisoque tiene y de pluraiiáad
con la otredady de esta maneraadquirir Sobre esta base puede entenderse
la concienciamoral que involucran sus el papel esencial que juega el lengua]e
actos; la individualidad ya no es el cen- Hay lenguale porque hay diferencia, y
tro alrededor del cual gira todo lo de- hay diferencia porque hay lenguaje El
más, ahora empieza una relación de lenguaje instaura la diferencia en la
alteridad entre el yo y el otro descono- cual se ha de mover la dinamica de1 su-
cido y totalmente distinto. jeto y el otro Al respecto setiataLevinas
Veamos pues que lo que caracteriza
al rostro es el patentizar la asime~a y La diferenda absoluta, inconcebible en
la diferencia existente entre el yo y la tenninos de Iogicai o d sólo se rnstau-
otredad. Es sobre esta asimetríay dife- ra por el lenguaje El lenguaje Ilwa a
rencia que está asentadala moral y toda cabo una relaaon en& los términos que

314
_. . . , .. .

Lenguaje y subjetividad en el pensamiento de E m u e l Leuinas

rompen la unidad de un género. Las t&- sea en verdad, debe permitir la transiti-
mince, los interl~tores, se absueh9ide vidad y el flujo de los agentes sociales,
la reladón o siguen siendo absohrtasen la debe permitir el intercambio de pala-
relación. El lenguaje se define tal vez bras, es decir, ser dialógica.
como el poder mismo de romper la conü- En efecto, también en un primer m o
nuidad del ser o de la historia (ievinas, mento puede considerarse que el len-
1977: 208). guaje es un instrumento de apropiación
del sujeto, es decir, un medio que le
Lo anterior nos recuerda lo dicho por sirve al yo para atrapar lo que son las
Ferdinand de Saussure al referirse al cosas mediante el concepto, la idea o la
sistema de la lengua como uno de dife- palabra. Recordemos lo que decía Hegel
rencias y en el cual un signo adquiere acerca del nombrar: el hombre, al po-
valor y sgniflcado por la conexión que ner nombre a la cosa en cierta medida
tenga con otros signos diferentes al la bansformay se apodera de ella, la en-
primero: y en esa cadena de relaciones gulle y la transforma para sí. En la di-
sintagmáticasse va tejiendo entre dife- námica de un sujeto que se encierra en
rencias e identidades el fenómeno lin- sí mismo las palabras son vehículos de
guisaco ISaussure, 1945 197,200-205). apropiación, ejercicio de un poder sub-
De manera semejante, Levinas en- jetivo.
tiende que las palahras reactivan la di- Más aún, podría decirse, como seria-
ferencia en la que habrán de moverse la Maurice Blanchot, que el lenguaje así
el sujeto y el otro. indudablemente el len- entendido es un ejercicio de muerte.
guaje rompe con el monólogo en el que pues quien nombra mata o asesina a la
cae el individuo pues, aunque algunos cosa o ser que nombra, ya que la pala-
piensan que puede haber un lenguaje bra suplanta en un signo la existencia
privado, lo cierto es que de hecho em- del otro. En este sentido, la palabra no
pleamos las palabras para referirnos a reconoce al otro, se apodera, en el nom-
otros, para comunicamos o e x p r e s - bre de la existencia, de un ser que per-
nos sabiendo que hay un interlocutor manece exterior al sujeto; para poder
al que real o virtuaimente va dirigido degárselo el sujeta lo nombra, lo desig-
nuestro mensaje. Más que la privaci- na, asesina en el nombrar su ser otro,
dad, lo que caracteriza al lenguaje es para que sea un ser para el sujeta. B h -
su cuaiidad social y su capacidad de chot señala que:
relacionar a los individuos. Asimismo,
la moral es un movimiento de alteridad Milenguaje sin duda no mata a nadie.
que se clausura o termina en el momen- Sin embargo,cuando digo "estamujef. la
to en el cual uno de los interlocutores muerte real se anuncia y está presente
se cierra en sí mismo y se mantiene en ya en mi lenguaje. Milengije quiere de-
soledad, por eso la moral, para que lo cir que esta persona. que está aqui, aho-

315
Carlos HamJuárez

ra, puede ser separada de SI misma, pero con ello pierde la oportunidad de
susiraida de su presencia y su existen- relacionarse con su entorno. Sartre ha
cia y hundida de pronto en una nada de señalado con claridad, en las relaciones
existencia y de presencia; mi lenguaje: concretas con el prójimo, cómo se con-
signiRcaen esencia la posibiiidadde esa forma una actitud sádica en la que el
destrucción; en todo momento es ah- sujeto se apropia del otro y lo esclaviza
siónresuelta a ese acontecimiento( B h - mediante la mirada, el cuerpo, la imagi-
chot, 1991: 451. nación, el pensamiento cosiíicante. Por
el contrario, Levinas piensa que aun
No cabe duda de que lo que apunta tomando en cuenta el riesgo que existe
Blanchot tiene gran parte de verdad. en las relaciones humanas denuncia-
No se puede olvidar que las palabras das por sartre es posible trascender el ü-
asumen un trabajo deposesióny muer- mite de la cosifcación y la mala fe: el
te y patentizan el caracter egoísta del rostro también es resistencia al poder
sujeto. Pero el lenguaje es también del sujeto. Siendo inconmensurable y
comunicación, no es un fenómeno ais- asimétrica la relación del sujeto y el
lado producto de individuos desconec- otro, no hay manera de que exista re-
tados unos de otros. Y es aquí donde ducción o absorción, pues no hay para-
adquiere relevancia el rostro del otro. metro de comparación, el sujeto debe
En función del rostm y del enfrenta- comprender que el otro no está ahi. a
miento del sujeto con alguien exterior su disposición e interés: sabe que el in-
a él, el lenguaje se vuelve diálogo. Mien- tento por absorberlo. por reducirlo, ase-
tras el individuo es para si únicamente sinarlo, rompe todo deseo de relacio-
puede articular un monólogo. en cam- narse con la otredad. Puede establecer
bio el rostro le e&ge una respuesta que una relación de guerra con la otredad.
sólo se puede dar partiendode si, hacia pero en ella no se gana nada y termi-
el otro, que es su interlocutor. na por ser contraproducente dado que
Aun cuando el rostro no articule una el ser mismo puede terminar su existen-
palabra audible es un rostro que habla, cia. J.A. Méndez contirnia este parecer
capaz de expresarse en silencio. que cuando nos señala que:
obliga al otro a hablar y establecer co-
municación. Se expreen en la postura La palabra que mejor describe el encuen-
y el gesto, en el poder siempre latente tro con el rostro es resistencia. Este con-
de decir algo. El sujeto que se enfrenta cepto aparece en la obra de Lainas en
al rostro del otro es interrogado por este otros lugares: el existenteresiste los em-
último quien le pide una contestacióri. bates del s a que amenaza con invadir
Es bien cierto que ante el rostro de otro su instante, el otro económíco se resis-
puede el sujeto adoptar la posición es- te a que me apoderede lo suyo. Pero. en
catológica de absorberlo y cosificai-lo. ambos casos, se iraia de una resistencia

316
. . . ., , .~ , .., ,

Lenguaje y subjetiuidad en el pensamiento de Ernmanuel Leuinas

en la lucha o la conquista, de una re- La resistencia del otro es moralmen-


sistencia potencialmentevencible o con- te una invitación a un acercamiento en
denada a ser vencida ... l a resistencia el cual cada una de las partes se re-
que me ofrece el otro en su rostreidad conozcan Ubres e independientes de un
es muy distinta... El rostro se resiste a apoderamiento obsesivo. El rostro del
mi poder no porque no pueda aniquilnr- otro no opone una fuerza mayor a la
lo. De hecho. realmente, puedo hacerlo. del sujeto, no se muere en esta dialéc-
La vida cotidiana está llena de asesina- tica de la violencia que opondría una
tos. El rostro se me reslste porque no fuerza mayor a la recibida por el sujeto;
puedo apoderarme de él en cuanto tal, en una dialéctica de laviolencia, sujeto
porque no puedo aprehenderlo en cum- y objeto entablan una relación de do-
to rostro (Méndez, 1994: 112). minados y dominantes y una lucha que
no termina sino con el sometimiento de
En verdad, el rostro en su resistencia una de las partes. Siguiendo la misma
muestra la esencia de lo que para Levi- dialéctica,los sometidos podrán conver-
nas sería una relación moral. No bastan iime en opresores si estos primeros opo-
las leyes morales ni los imperativos ca- nen una fuerza mayor a la de los se-
gundos en un momento dado, pero sólo
tegóricos para hablar de una relación
se da un cambio de actores, no de es-
ética, en la concepción de Levinas la
íxuctura, por lo cual se seguiriarepitiendo
moral se constituye a través de este en-
la misma relación de dominantes y domi-
frentamiento directo cara-a-cara con
nados. La propuesta de Levinas invita
la otredad y en la resistencia de ésta a
a salir de esa estructura de dominación,
cualquier reducción que se le quiera ha-
pues el rostro ofrece una resistencia que
cer. Cierto, no es la resistencia de la
no opone una fuerza sino una trascen-
guerra o de la política entendida en un
dencia: el rostro está más alia del poder
sentido maquiavélico, es la resistencia
no porque no pueda ser destruido, ase-
moral que simplemente se opone y se
sinado o muerto, sino porque su ser di-
muestra en su calidad de diferente. Ni ferente, asimébico, no puede ser redu-
siquiera la raíón puede forzar esta resis- cido, no hay poder que lo contenga, lo
tencia: entender, comprender, apreheri- aprese o lo domine. Escapar a la reduc-
der, conocer son términos que tienden ción del poder propone otro tipo de re-
una red racional sobre el otro, buscan lación: una resistencia pacifica y moral.
atraparlo en las categonas de un cono- Levinas senala que la trascendencia
cimiento interesado; pero el otro se re- donde se ubica el otro queda plasmada
siste a este conocimiento racional. Y en un principio ético originario: “no ma-
aunque el no conocer frustra, esto pur.- tarás”. En la relación de poder poco
de incentivar ai sujeto a buscar otra importa este principio mencionado, ya
manera de relacionarse con el otro. que en una relación política de sobrevi-

317
Carlos Ham Juárez

vencia se observa al otro como un ser a hibe su propio ser como unicoy valioso:
quien es preciso someter: "amigo o ene- el respeto, en cierto modo. está en fun-
migo", tales el principio que estructura ción de que sea admitida la diferencia
las relaciones humanas del poder. e in- y la pluralidad de las personas,es decir,
cluso, si en la lucha se llegara a matar el respeto se da donde es posible aceptar
(yasea que se hable de una muerte real que el otro es trascendente a mis intere-
o Imaginarla)).esto es resultado obvio ses e intenciones, además de conside-
de la contienda: en todo caso la muer- rar que su diferenciavale por sí misma,
te del otro es una consecuencia lógica de tal suerte que el principio morai ha de
de la guerra política. donde la sentencia mantener esta pluralidad y diferencia
"no matarás" no es un principiaque re- y esto lo consigue en la dinámica que
guie la conducta respecto ai otro en ese el propio lenguaje marca a los seres m-
mundo de dominadosy dominantes. En teractuantes. Al respecto,Xavier Antich
la propuesta de Levinas. por el con- establece lo siguente.
trario, en el rostro del otro se represerita
ese prinapio. "no mataras", el cual n m - .el lenguaje. más aiiá de la soledad del
ca la misma trascendencia del acon- monókga y de la urgenda solicita del im-
tecer moral: es el reconocimiento de la perativo, descubre su dimensiónética y
existenciadel otro como &tinto. al que social en la naturaieza del diálogo y en
se le afirma como ser viviente.del cual la 5gura del interlocutor: el lenguaje
ningún sujeto puede apropiarsey al que corno diálego. gaxanüza el mantenimien-
se le debe respetar su vida. to de la pluralidad y la multipücidad, el
Levinas propone que miremos y es- respeto ético por lo que el otro dice que
cuchemos al otro en una nueva dimen- estoy obügado a escuchar, más ailá o
sión que involucre el reapeto a su liber más aCa de lo que me dlce. La subjew-
tad y a su vida, en ñn. el respeta a su dad,asi. enira. en contactocon otra sub-
diferencia. El respeto en su sentido más jethidad sin fundlraenlidentiticame con
profundo nace del reconocimiento de eüa. pero sin que pueda ser indikrenie
que el otro es Merente y asimériicocon a io que ella dice: cada una en su sin@-
respectoa nosotros. de que tiene su pro- IarIdad y. en cuanto tal, irreemplazaMes
pia dignldad en sí misma y no porque ambas, porque nila presencia del otro
se la atribuyamos desde nuestro ser. es gratuita ni t a m p 0 a mí puede ya
En tanto no se reconozca la diferencia sustituirmenadie en la responeabiüdad
del otro, éste es un ser indiferente para de lo que no me puedo übrar (Anoch.
el sujeta o el sistema, que pueden inter- 1994 242)
cambiarlo ya por otro esclavo, ya por
otro elemento reemplazable para el Como senalaAntich. el lenguajees-
funcionamiento de cualquier estruc- tablece las bases de una relación moral
tura. Pero en tanto düerente, el otro e x no sólo porque establece un diáiogo entre

318
~- .. . . . . I , . I . . . , . ,,

Lenguaje y subjetiuidad en el pensamiento de Emmanuel Levinas

las partes, sino porque ese diálogo su- existe y actúa dentro de sistemas que
pone respeto y responsabilidad. El len- limitan su voluntad y su libertad?
guaje es respeto porque el diáiogo obliga La respuestade Levinas es totalmen
a escuchar ai o h y ob@ a respondera te ailrmativa. Si,puede pensarse en el
partir de ese escuchar que también es sujeto siempre y cuando también se
entender lo que el otro ha dicho, lo cuai piense en el otro. El sujeto del h u m -
hace responsable a los interlocutores. nismo clásico suponíaun individuo ais-
Vemos pues, según esto, que la cua- lado, encerrado en las propias dimen-
lidad m o d no es aigo que sea un capri- siones de un ego autosuficiente; tarde
cho relacionado con el lmguaje, sino que que temprano fue necesarioaceptar que
es parte Inherente de la comunicación aquel sujeto libre en verdad estaba
misma. Sobre esta base consideramos envuelto en una serie de determinacio-
que puede darse un enfoque distinto en nes históricas, sociaies o sistémicas. La
las relaciones enire el sujeto y el otro aportación de Levinas reside en darle
en donde el diáiogo diferenciantesea lo otro nombre a esta determinación que
prioritario. h i t a al sujeto: el otro, el ser exterior.
En la medida que se comprenda que
el ejercicio del sujeto en su autoatirma-
cONCuiSI6N ción se ha realizado a costa de reprimir.
esclavizar y negar ai otro, se compren-
iaobrade Levimsrequiezede un anáii- derá también la necesidad de liberar o
sis más detaliado y profundo del que por lo menos de cederle la palabra a ese
hemos hecho aquí. Tan sólo nos hemos extraño suplemento que no ha tenido
aproximado a su visión y a una lectura oportunidad de hablar debido al auto-
breve que captura aigunas de sus tesis ritarismo de ese mismo sujeto.
prindpales. Pero esto no obsta paraque Por ello es importante el lenguaje en
reflexionemos, a modo de conclusión, este úlümo punto. Entre el yo y el otra
sobre la propuesta de este autor funda- no hay más que desconocimiento, no
mental. hay más que una diferencia insalvable.
Por ello. podríamos señalar que la El lenguaje no viene a unirlos espacios
teoría de Levinas rescataun espacio que inconmensurables del sujeto y el otro,
había sido abandonado por otros teóri- ni a s u a la herida que la incompren-
cos,el espacio del sujeto que se enfrenta sión hace cada vez más profunda. Pero
ai fenómeno de la globaiización y de los precisamente por esto, porque el len-
sistemas &Cómopensar ai sujeto fuera guaje hace más patente la diferencia
del voluntarismo y de la libertad que entre unos y otros. es que se hace indis-
suponen las ailrmaciones humanistas pensable el diáiogo. El diálogo no para
clásicas? Es decir ¿puede hablarse del converger y darnos cuenta que habla-
sujeto hoy, sin olvidar que éste piensa, mos sobre lo mismo y de la misma ma-

319
Carlos Ham JuÁrez

nera, sino para entender que somos di- Demida. Jacques


1989 Delagramatdogia . siglomedito-
lerentes. que pensamos y actuamos de res. México.
diferente modo y que tenemos Otros Pro- Hegel, George Wiihelm F.
yectos de vida distintos a los que puede 1982 Fenomendogía del espíritu, Fon-
do de Cuitura EconiKnica,México.
suponer un sistema de valores estabie- Heidegger, Marün
cido. El que unos y otros puedan dla- 1983 Ser y tiempo. Fondo de Cultura
logar sobre la base de su condición de Económica, México.
1995 íntroducciónalametajislni.Gedi-
diferentes y sin que ni unos ni otros
sa. Barcelona.
impongan su "verdad o sus "razones" Husserl,Edmund
es ya un avance para la paz. El p e n s - 1962 Ideas lat ti vas a unafenomenob
miento pacífico se da no porque todos gia pura y wiafuosofía fenome-
nológic~ Fondo de Cultura Eco-
piensen y actúen de la misma forma, nómica. México.
sino por el reconocimiento de que el otro 1986 Meditaciones cartesinnas, Fondo
tiene derecho a existir en su diferencia de Cultura EConómlca, Méxlco.
Levinas. Emmanuel
Hasta hoy el pensamiento del sujeto 1977 Totalidad e infinito.Sigueme. Sa-
ha consistido en un monólogo, es una lamanca.
verborrea sin más interlocutor que el 1993 El tiempo y el otm,Paidós, Bar
ce1ona.
individuo mismo. El otro, cualquiera
Mam,Karl
que sea el rostro en el que se maniñeste, 1982 La ideologia alemana Pueblo y
permanece en un silencio compromete- Educaciún,La Habana
1984 El capita,Fondo de Cultura Eco-
dor. Nos responsabiliza a escucharlo. nómica, México, i. I.
como diría Levinas. y nos obhga a eri- Méndez, J. A.
tender que el lenguaje, en cierto modo, 1994 "Significados de la subjetivka-
ción". en Gtica y Subjetividad.
es la ünica moral en la cual se puede Lecturas de Emmanuel Leuinas,
dar todavía un espacio de respeto y Complutense,Madrid.
aceptación. Rousseau, JeanJacques
I980 hsayo sobreel origende las kii~
guns, Akal,Madrid.
1Y85 Discurso sobre el origen y losfun~
BIBUOGRAFIA damentasdeladesigualdadentre
los hombres. Alianza, Madrid.
Antich. Xavier %re. Jean-Paul
1994 "laasimebía de la iniersubjetivi- 1984 El ser y h nadaAUanza. Madrid.
dad", en &ka y s u b j e t i v ~ ~ . Caussure, Ferdinand de
Lecturas de Emmanuel Leuinas, I945 Curso de lingüística generd Lo-.
Complutense. Madrid. sada. Buenos Aires.
Bianchot. Maurice Spinoza, Baruch
1991 DeeKafkaa K-fkaFondodrCul~ 1977 Étim,Universidad Nacional Autó-
tura Económica, México. noma de México, México.

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