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"Infórmate Bien"
30 de enero de 1911.
Sede Bogotá
Idioma Español
(lunes a sábado)
ISSN 0121-9987
Índice
1 Historia
2 Galardones
4 Controversias
7 Referencias
8 Véase también
9 Enlaces externos
Historia
El periódico fue fundado el 30 de enero de 1911 por Alfonso Villegas Restrepo empezando con
300 ejemplares de cuatro páginas, en tamaño octavo de pliego. Ideológicamente, se alineó con
la Unión Republicana, coalición que había llevado al poder al entonces presidente Carlos E.
Restrepo.
Los comienzos
Sus primeras oficinas se ubicaron en una casa en el marco del Parque Santander. No contaba
con equipos de impresión, por lo que el diario se editaba en las prensas de la “Gaceta
Republicana”.5 Unos meses más tarde, en julio de 1911, se trasladó a otra edificación del
mismo parque, en el costado en donde actualmente se encuentra el Museo del Oro. Allí ya
pudo imprimirse en sus propias maquinarias, pero la composición de las páginas se seguía
realizando manualmente, letra por letra, con caracteres de plomo. Un tercer traslado tuvo
lugar en marzo de 1912, a la calle 14, cerca de la Calle Florián, sector en el que hasta finales del
siglo XX funcionó la Bolsa de Valores de Bogotá. En la nueva sede quedaban las oficinas del
periódico, los talleres de impresión y en el piso superior, la residencia de la familia Villegas
Restrepo.6
Tras la muerte de doña Carlota Restrepo de Villegas, madre del fundador, este se retiró
transitoriamente de la dirección del diario, siendo remplazado por Tomás Rueda Vargas.5 Para
junio de 1913, dado el evidente fracaso de la Unión Republicana y el hecho de que el periódico
tenía bastantes deudas,7 Villegas optó por retirarse de la política y del periodismo. Le vendió la
empresa al joven funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, Eduardo Santos Montejo,
quien venía siendo columnista de la publicación desde su segunda edición. El valor de la
negociación fue de cinco mil pesos, que Santos pagó con dineros provenientes de un préstamo
bancario.68 A partir del número 686, del 10 de julio de 1913,9 Eduardo Santos figuró como
único director-propietario de El Tiempo. Cuatro años más tarde, Santos se casó con doña
Lorenza Villegas, hermana del fundador del diario.
Para resolver el caos económico dejado por su predecesor, Santos designó a Fabio Restrepo
como gerente. Este saneó las finanzas del diario, pagó las deudas y administró el diario durante
los siguientes 36 años.10 En la parte periodística, Enrique Santos Montejo "Calibán", hermano
de Eduardo Santos y fundador de La Linterna, de Tunja, se sumó a las páginas editoriales.
Empezó a publicar el 20 de agosto de 1915, su columna "Danza de las Horas", la cual escribió
hasta su fallecimiento, en septiembre de 1971. La llegada de Eduardo Santos a la dirección de
El Tiempo significó su paulatino alejamiento del republicanismo. Para 1921, el diario proclamó
su adhesión total al ideario del Partido Liberal,11 que en esa época era minoría en el Congreso
y opositor al conservatismo, colectividad que se mantenía hegemónicamente en el poder
desde 1886.
De la oposición al gobierno
Para las elecciones presidenciales de 1946, el liberalismo llegó a las urnas dividido en dos
bandos: el oficialista, con Gabriel Turbay, candidato apoyado por el director del partido (que
era el propio Eduardo Santos) y por ende contaba con el respaldo de El Tiempo, y el sector
disidente, liderado por Jorge Eliécer Gaitán.18Mariano Ospina Pérez, candidato único del
conservatismo, se impuso en las votaciones y durante su mandato se desarrolló plenamente La
Violencia partidista entre liberales y conservadores, cuyo hecho más grave fue el asesinato de
Gaitán, suceso conocido popularmente como El Bogotazo, el 9 de abril de 1948. Debido a los
serios incidentes de orden público que tuvieron lugar en la capital, El Tiempo, al igual que su
colega El Espectador, dejó de circular por tres días.19 Ese mismo año, se puso en
funcionamiento la rotativa Goss, que permitió imprimir quince mil ejemplares de 48 páginas
por hora.11
La situación política continuó empeorando. Ospina cerró el Congreso, decretó el estado de sitio
y se impuso la censura.2011 El 6 de septiembre de 1952, las instalaciones de El Tiempo, El
Espectador, la dirección del Partido Liberal y las residencias de Alfonso López Pumarejo y Carlos
Lleras Restrepo fueron saqueadas e incendiadas por una turba de conservadores que asistían al
funeral de unos policías asesinados en el Tolima.21 Tuvo que suspenderse su circulación por 48
horas y durante doce días se publicó en formato tabloide, impreso en equipos prestados. La
gente llamó «El Tiempito» a este periódico, por su reducido tamaño.22
El régimen ordenó a El Tiempo publicar en primera plana una nota en la que se le presentaban
disculpas al Presidente de la República por «agraviar injustamente» al gobierno que él
encabezaba, ya que la versión oficial, y por tanto, la única permitida, era la del accidente.28 Al
negarse El Tiempo a pedir perdón,26 se hizo efectivo el Decreto 036 del 4 de agosto de 1955,
que determinó la suspensión indefinida de sus ediciones.2628 Semanas después, Rojas se jactó
en un discurso de haber sido capaz de destruir a un medio de comunicación que él consideraba
un superestado, un gobierno paralelo, y sentenció que «a partir del 4 de agosto de 1955, el
país ha quedado notificado de que el Jefe del Estado está en el palacio de los presidentes y no
en la redacción de ningún diario».26
Viendo que el cierre del periódico significaba, por un lado, una enorme pérdida económica, y
por el otro, el dejar sin trabajo a casi un millar de empleados, Eduardo Santos decidió fundar la
Casa Editorial El Tiempo, distribuyendo parte de las acciones que él poseía en compañía de su
esposa, entre el grupo familiar Santos, Roberto García-Peña y varios altos funcionarios de vieja
data del periódico.30 Luego de tramitar los permisos necesarios, salió a las calles Intermedio, el
21 de febrero de 1956,313233 bajo la dirección de Enrique Santos «Calibán». El logotipo del
cabezote del nuevo diario utilizaba la misma fuente de El Tiempo, e incluso los voceadores lo
anunciaban como El Tiempo.33 El nombre de “Intermedio”, se escogió a propósito, haciendo
una alusión velada a que esta situación era apenas una breve pausa, como un entreacto de una
obra de teatro, y que el régimen dictatorial no iba a durar mucho.34 La caricatura de Chapete
en la portada de la primera edición era clara al respecto. Un actor en escena saludaba a los
asistentes, diciendo: “Respetable público, mil gracias. Y a continuación, unos momentos de
Intermedio”.35 En abril de 1956, ocho meses después del cierre, Rojas le ofreció a los
hermanos Santos la opción de que reanudaran la publicación de El Tiempo, pero éstos se
negaron.26 Aunque la censura a Intermedio continuó, fue un tanto permisiva de ahí en
adelante.36
El 10 de mayo de 1957, tras un paro cívico nacional que se extendió por varios días, Gustavo
Rojas Pinilla renunció a la presidencia,37 nombró una junta militar de cinco integrantes y salió
del país. Las manifestaciones de júbilo por la caída de la dictadura se dieron espontáneamente
en las ciudades colombianas. Un grupo de ciudadanos se agolpó frente al edificio de El Tiempo,
varios de ellos treparon por los balcones y arrancaron el letrero de «Intermedio» que ocultaba
el nombre del diario tradicional.3338 Horas más tarde, se anunció que El Tiempo reaparecería
tan pronto regresara Eduardo Santos a Colombia (estaba exiliado en Francia) y se dieran las
condiciones para volver a publicarlo.39 La Resolución 0199 del 4 de junio de 1957 anuló la
orden de clausura del periódico.40 “Intermedio” le dijo adiós a sus lectores el 7 de junio,
cerrando su editorial de esta manera: «No es una despedida la que estamos escribiendo.
Mañana reanudaremos la batalla desde otra trinchera y ya al amparo de más propicios signos
(...) Vamos hacia adelante, hacia esa nueva república renacida del caos, del dolor y la
desesperanza. El intermedio ha concluido. Va a alzarse el telón.»41 A su vez, en la Danza de las
Horas, «Calibán» agradeció el respaldo que el público le dio al periódico transitorio y señaló la
continuidad de su labor nuevamente desde El Tiempo, diciendo: «Así desaparece Intermedio
por el foro. Y como en los viejos dramas, sólo nos resta a los actores pedirle al pueblo un
aplauso, que es la única recompensa que aspiramos. Y El Tiempo sigue su marcha…»33
Con motivo de los 50 años de fundación del diario, el 30 de enero de 1961, se inauguró
oficialmente el Edificio El Tiempo de la Avenida Jiménez con Carrera Séptima5 y se puso en
funcionamiento la rotativa Goss Headliner, con una capacidad de imprimir 50 mil periódicos
por hora.11 En esta década también llegó el color a las páginas del periódico. Aunque no eran
una novedad, en los años 60 fueron famosas las ediciones extraordinarias, que salieron a la
calle más rápido que en épocas anteriores, gracias a los avances tecnológicos, como ocurrió
con las del asesinato de John F. Kennedy,53 el de Robert F. Kennedy,54 la visita del Papa Paulo
VI a Colombia55 y la llegada del hombre a la Luna.56 El 16 de enero de 1972,57 El Tiempo
estrenó una nueva diagramación y estilo tipográfico, que con pequeños retoques, se mantuvo
vigente hasta marzo de 1988.58
La primera parte de la década del 70, trajo consigo la pérdida de los dos hermanos Santos.
Calibán murió el 28 de septiembre de 1971, apenas cuatro días después de escribir por última
vez su «Danza de las horas»,59 y el expresidente Eduardo Santos falleció el 27 de marzo de
1974.156061 Al no tener hijos que le sobrevivieran, Eduardo Santos dejó el legado a sus
sobrinos, Hernando y Enrique Santos Castillo, quienes quedaron a cargo de administrar la
empresa periodística, el primero como subdirector y el segundo como editor general.6263
La era del linotipo terminó el 27 de abril de 1978.64 A partir del día siguiente, El Tiempo
trasladó sus oficinas y talleres a su sede actual en la Avenida El Dorado con carrera 69,
diseñado por el arquitecto Germán Samper Gnecco.6566 El número 23 285, del viernes 28 de
abril,67 fue editado por el sistema de fotocomposición e impreso en las nuevas rotativas ófset
Metro Headliner, con capacidad de imprimir 70 000 ejemplares de 56 páginas a color, por
hora.11 En años posteriores, se adquirieron dos rotativas Metroliner (1981 y 1995) y una
Newsliner (1998).6869
Hernando Santos Castillo "Hersán" sustituyó a Roberto García-Peña el 18 de julio de 1981,70 y
ejerció como director hasta su muerte, en abril de 1999.7172 A su vez, García-Peña pasó a ser
"director emérito", hasta su fallecimiento en 1993.73
Desde último tercio de los años 70 y comienzos de los 80, el periódico ha publicado revistas
especializadas en diferentes temas. Así, aparecieron "Carrusel" (temas femeninos, moda y
decoración),74 el 20 de marzo de 1977,75 "Elenco" (Televisión, cine, música y farándula),76 el
1 de noviembre de 1979,75 "Motor" (Vehículos),77 el 28 de noviembre de 1980,75 "Habitar"
(Arquitectura), el 5 de noviembre de 1983,75 y "Viajar" (Turismo), el 9 de noviembre de
1983.75
A raíz de la ola de violencia desatada contra los periodistas por parte del narcotráfico a
mediados de los 80, y luego del asesinato de Guillermo Cano Isaza,80 director de El Espectador,
El Tiempo, los principales periódicos nacionales, noticieros de radio y televisión, y revistas de
opinión, formaron el "Frente Unido", a través del cual los medios agrupados produjeron,
redactaron y publicaron de manera conjunta y simultánea una serie de informes especiales en
los que revelaban los vínculos de los narcotraficantes con la actividad política, económica y
social del país, y su responsabilidad en las acciones contra los comunicadores.8182
Con la creación de las ediciones regionales, fueron naciendo diferentes separatas dedicadas a
cada parte del país,68 tales como "El Tiempo Cali", en 1991, "Tolima 7 Días", en 1992, "Llano 7
Días" y "Boyacá 7 Días", en 1993, "El Tiempo Caribe", en 1994, "Cundinamarca 7 Días", en
1996,75 "Café 7 Días", en 1998,84 y "El Tiempo Medellín", en 2000.85 La mayoría de estas
separatas empezaron a circular de manera semanal, en formato tabloide, y paulatinamente se
convirtieron en secciones diarias, en formato universal.