Carlos Gómez es un chico de 17 años de edad, proveniente de una familia adinerada,
estudiada y con valores admirables, Carlos estudia derecho en la mejor universidad del país, tiene todo lo que un joven de esta edad puede desear, un apartamento cerca de la universidad, un carro último modelo, ropa de la mejor marca y una educación que posiblemente lograra abrirle las puertas en las mejores empresas del país, actualmente cursa último semestre y sus calificación son muy buenas, pero hay algo que no deja dormir en paz a Carlos y es la escasez de amigos que lo rodean, es un chico tímido y de muy pocas palabras, a pesar de tener más de lo necesario Carlos no es del todo feliz, pues para el su vida social es muy reducida, habla con uno que otro compañero pero no tiene la suficiente confianza para compartir con ellos momentos de diversión. Carlos hoy después de 5 años de preparación y esfuerzo continuo celebra su pronta graduación, todos sus compañeros de curso preparan con ansias una despedida inolvidable, por su puesto Carlos a pesar de ser distante es invitado, feliz y con ganas de disfrutar por primera vez con sus compañeros decide asistir, emocionado y temeroso se viste con su mejor traje, recibe la bendición de su madre y padre quienes se sienten orgullos de su hijo. A pesar de que todo parecía estar bien y ser una reunión común y corriente, Carlos llega al sitio del encuentro, al entrar percibe un olor y música extraña para él, pero decide no darle importancia al fin y al cabo estaría reunido con sus compañeros. Llegando la media noche Carlos se encuentra reunido en una mesa con dos de sus compañeros con lo que interactuaba comúnmente, estaban tomándose unos tragos y bailando, de repente apareció un joven que no pertenecía a su curso pero si a la universidad conocido por su mala fama, saco del bolsillo una especie de cigarrillo blanco, y decir una palabra se lo paso a sus dos compañeros, Carlos prefirió callar y no decir nada, el joven se alejó y enseguida estos prendieron el supuesto ``cigarrillo`` o por lo menos para Carlos lo era, al darse cuenta que salía un mal olor y empezaron a reírse por todo, con sus personalidades cambiadas, Carlos quedo anonadado pues nunca pensó que esta reunión alegre se convertirá en un abismo en el cual él podía caer en cualquier momento, era una situación difícil, porque por una parte Carlos quería conocer amigos para compartir hobbies, pero por otro lado no se sentía preparado para probar cosas que podrían fácilmente destruir su carrera y vida, en pocas palabras se encontraba en una situación difícil y decisiva para su vida. Al día siguiente Carlos como todos los días se levanta, ora, desayuna y se va a la universidad, al llegar todos lo miran como el raro del salón, pero este astuto joven tienen su fe y sus valores intactos, que le permitieron decir NO la noche anterior y seguir con su vida. Aunque solitaria completa sin miedos a enfermedades y fracasos, de esto Carlos está feliz y muchos de sus compañeros envidian su posición firme de decir NO a lo que destruiría su futuro y familia, sabe que a pesar de poseer pocos amigos tiene una familia que lo apoya siempre y a ellos les debe la firmeza de sus decisiones. Hoy en día Carlos es uno de los abogados más prestigiosos del país, reconocido por su firmeza y el amor a su labor, formo una familia, y a sus hijos les inculca los mismos valores que hoy en día lo caracterizan. MANOS A LA OBRA