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DEFINICION RELIGION

Una noción que generalmente se cree característica de todo lo religioso es la de sobrenatural. Por
ella, se entiende todo orden de cosas que supera el alcance de nuestro entendimiento; lo
sobrenatural es el mundo del misterio, de lo incognoscible, de lo incomprensible.

lo sobrenatural es el mundo del misterio, de lo incognoscible, de lo incomprensible. La religión


sería, pues, una especie de especulación sobre todo lo que escapa a la ciencia y, más
generalmente, al pensamiento distinto. “Las religiones, dice Spencer, diametralmente opuestas
por sus dogmas, concuerdan en reconocer que el mundo, con todo lo que contiene y todo lo que
lo rodea, es un misterio que requiere una explicación”; él las hace consistir, pues, esencialmente
en “la creencia en la omnipresencia de algo que supera a la inteligencia”

la representation du temps dans la religión

mirabilia, maravilla, miracula

“La religión, dice A. Réville, es la determinación de la vida humana por el sentimiento de un


vínculo que une al espíritu humano con el espíritu misterioso cuyo dominio sobre el mundo y
sobre sí mismo reconoce y con el cual desea sentirse unido

Introduction a l histoire du bouddhisme

si la religión formara una especie de entidad indivisible, mientras que es un todo formado de
partes; es un sistema más o menos complejo de mitos, de dogmas, de ritos, de ceremonias.

el cristianismo se ha esforzado por absorberlos y asimilárselos; les ha impreso un color cristiano.


No obstante, hay muchos que han persistido hasta la fecha reciente o que aún persisten con una
relativa autonomía: fiestas del árbol de mayo, del solsticio del verano, del carnaval, creencias
diversas relativas a genios, a demonios locales

Los fenómenos religiosos se ubican naturalmente en dos categorías fundamentales: las creencias y
los ritos. Las primeras son estados de la opinión, consisten en representaciones, los segundos son
modos de acción determinados. Los ritos no pueden definirse y distinguirse de las otras
prácticas humanas, sobre todo de las prácticas morales, más que por la naturaleza especial de su
objeto

Todas las creencias religiosas conocidas, ya sean simples o complejas, presentan un mismo
carácter común: suponen una clasificación de las cosas, reales o ideales, que se representan los
hombres, en dos clases en dos géneros opuestos, designados generalmente por dos términos
distintos que traducen bastante bien las palabras profano y sagrado
las creencias, los mitos, los gnomos, las leyendas, son representaciones o sistemas de
representaciones que expresan la naturaleza de las cosas sagradas, las virtudes y los poderes que
se les atribuyen, su historia, las relaciones de unas con otras y con las cosas profanas cualquier
cosa puede ser sagrada…

El círculo de objetos sagrados no puede determinarse, pues, de una vez para siempre; su
extensión es infinitamente variable según las religiones. Es por eso que el budismo es una religión:
a falta de dioses, admite la existencia de cosas sagradas, a saber las cuatro verdades santas y las
prácticas que derivan de ellas………………..el conjunto de creencias y sus correspondientes ritos
constituye una religión…….

La magia, también ella, está hecha de creencias y de ritos. Tiene, como la religión, sus ritos y sus
dogmas; sólo que son más rudimentarios, sin duda porque, al perseguir fines técnicos y utilitarios,
no pierde su tiempo en puras especulaciones. Ella tiene igualmente sus ceremonias, sus sacrificios,
sus lustraciones, sus ruegos, sus cantos y sus danzas

Se puede definir las religiones tales como son o tales como han sido, no tales como tienden más o
menos vagamente a ser. Es posible que este individualismo religioso esté llamado a realizarse en
los hechos; pero para poder decir en qué medida, habría que saber ya lo que es la religión, de qué
elementos está hecha, de qué causas resulta, que función cumple; todas cuestiones cuya solución
no puede prejuzgarse, en tanto no se ha superado el umbral en la investigación. Solamente al
término de este estudio podremos tratar de anticipar el porvenir.

Llegamos pues a la definición siguiente: Una religión es un sistema solidario de creencias y de


prácticas relativas a las cosas sagradas, es decir, separadas, interdictivas, creencias a todos
aquellos que unen en una misma comunidad moral, llamada Iglesia, a todos aquellos que adhieren
a ellas

ANIMISMO

Una se dirige a las cosas de la naturaleza, ya sea a las grandes fuerzas cósmicas como los vientos,
los ríos, los astros, el cielo, etc., ya sea a los objetos de todo tipo que pueblan la superficie de la
tierra, plantas, animales, rocas, etc.; se le da por esta razón el nombre de naturismo. La otra tiene
por objeto los seres espirituales, los espíritus, almas, genios, demonios, divinidades propiamente
dichas, agentes animados y conscientes como el hombre, pero que sin embargo se distinguen de
él por la naturaleza de los poderes que se les atribuyen y, sobre todo, por el carácter particular de
que no afectan los sentidos de la misma manera: normalmente no son perceptibles a los propios
humanos. Se llama animismo

La idea de alma habría sido sugerida al hombre por el espectáculo, mal comprendido, de la doble
vida que lleva normalmente en estado de vigilia, por una parte, y durante el sueño por la otra.
Se dice “que ella es la parte más sutil y más aérea del cuerpo”, “que ella no tiene ni carne, ni
huesos, ni nervios”; que, cuando se quiere tomarla, no se siente nada; que es “como un cuerpo
purificado99“. Por otra parte, alrededor de este dato fundamental del sueño, llegaban
naturalmente a agruparse otros hechos de experiencia que inclinaban a los espíritus en el mismo
sentido: el síncope, la apoplejía, la catalepsia, el éxtasis, en una palabra todo los casos de
insensibilidad temporaria.

conciliar su benevolencia o apaciguarlas cuando están irritadas: de allí, las ofrendas, los sacrificios,
los ruegos, en una palabra todo el aparejo de observancias religiosas

los primeros ritos habrían sido ritos mortuorios: los primeros sacrificios habrían sido ofrendas
alimentarias destinadas a satisfacer las necesidades de los difuntos; los primeros altares habrían
sido tumbas

las almas de las cosas residen ante todo en las cosas y son consideradas las causas productoras de
todo lo que les sucede. Las primeras dan cuenta de la salud o de la enfermedad, de la habilidad o
de la torpeza, etc.; por las segundas se explican ante todo los fenómenos del mundo físico, la
marcha de los cursos de agua o de los astros, la germinación de las plantas, la proliferación de los
animales, etc

Por ejemplo, los animales que frecuentan los alrededores de las tumbas o de las casas de los
hombres, se habrían tomado por almas reencarnadas y con este título se les habría adorado104; o
bien la montaña que la tradición hacía el lugar de origen de la raza, habría terminado por ser
tomada por el tronco mismo de esta raza; se habría creído que los hombres eran sus
descendientes porque se creía que los antepasados provenían de ella y se la habría tratado, en
consecuencia, a ella misma como un antepasado

Para comprender cómo, mientras su cuerpo permanecía acostado en el suelo, podía ver durante
su sueño lugares más o menos distantes, habría sido llevado a concebirse como formado por dos
seres: su cuerpo por una parte y, por la otra, un segundo yo, capaz de dejar el organismo en el cual
habita y recorrer el espacio.

volvemos a ver lo que hemos visto o hecho, en estado de vigilia, ayer, anteayer, durante nuestra
juventud, etc., y estos tipos de sueños son frecuentes y tienen un lugar bastante considerable en
nuestra vida nocturna.

¿Por qué los creería más infalibles de noche que de día?

La idea de majestad es esencialmente religiosa. Por eso, no sé ha explicado nada, por así decir, de
la religión, en tanto no se ha encontrado de dónde proviene esta idea, a qué corresponde y qué
puede haberla despertado en las conciencias
el ejemplo de Melanesia. Los melanesios creen que el hombre posee un alma que deja el cuerpo
en el momento de la muerte; cambia entonces de nombre y se transforma en lo que ellos llaman
un tindalo, un natmat,

El mana, dice Codrington, “es lo que permite producir efectos que están fuera del poder ordinario
de los hombres, fuera de los procesos ordinarios de la naturaleza

Origine du mariage dans l espece humaine

Essai de mythologie comparée

Novelles études d'histoire religieuse

Max Müller rechaza esta solución150. Según él, el lenguaje, por la acción que ejerce sobre el
pensamiento, es el que habría operado esta metamorfosis.

algo que hunde el suelo al caer o que expande el incendio, el viento algo que arroja a través del
espacio flechas doradas, el río algo que corre

lejos de ser el índice de una religión muy primitiva, ellas no serían el producto tardío, ya sea de
préstamos directos, ya sea de encuentros naturales

“Cuando, dice, he tratado de caracterizar brevemente la mitología en su naturaleza íntima, la he


llamado enfermedad del lenguaje antes que enfermedad del pensamiento. Pero, después de todo
lo que había dicho, en mi libro sobre La ciencia del pensamiento, de la inseparabilidad del
pensamiento y del lenguaje y, en consecuencia, de la identidad absoluta de una enfermedad del
lenguaje y de una enfermedad del pensamiento, parece que no era ya posible ningún equívoco...
Representarse al Dios supremo como culpable de todos los crímenes, engañado por hombres,
peleado con su mujer y golpeando a sus niños, es seguramente un síntoma de condición anormal o
enfermedad del pensamiento, digamos mejor, de locura bien caracterizada”1

el rito no es otra cosa que el mito en acción; la comunión cristiana es inseparable del mito pascual
del que extrae su sentido. Sí, pues, toda mitología es el producto de una especie de delirio verbal,
la cuestión que planteábamos permanece íntegra: la existencia y sobre todo la persistencia del
culto llegan a ser inexplicables. No se comprende cómo, durante siglos, los hombres han podido
continuar haciendo gestos sin objeto.

hay una impresión que el hombre no puede no experimentar en presencia de la naturaleza. Él no


puede entrar en relaciones con ella sin darse cuenta de que lo desborda y lo supera. Lo aplasta con
su inmensidad. Esta sensación de un espacio infinito que lo rodea, de un tiempo infinito que ha
precedido y que seguirá al instante presente, de fuerzas infinitamente superiores a las que él
dispone no puede dejar, parece, de despertar en él la idea de que existe fuera de él una potencia
infinita de la que depende. Pues bien, esta idea entra, como elemento esencial, en nuestra
concepción de lo divino.

Cree poder, como ya lo hemos dicho, dictar leyes a los elementos, desencadenar el viento, obligar
a la lluvia a caer, detener el sol con un gesto, etc.173 La religión misma contribuye a dar esta
seguridad; pues se cree que ella le proporciona amplios poderes sobre la naturaleza. Los ritos son,
en parte, medios destinados a permitirle imponer sus voluntades al mundo. Lejos, pues, de
deberse al sentimiento que el hombre tendría de su pequeñez frente al universo, las religiones se
inspiran más bien en el sentimiento contrario. Hasta las más elevadas e idealistas tienen por
efecto afirmar al hombre en su lucha con las cosas: profesan que la fe es, por sí misma, capaz de
“mover montañas”, es decir de dominar las fuerzas de la naturaleza

Los primeros seres a los que se ha dirigido el culto - la prueba se tendrá en los capítulos que siguen
- son humildes vegetales o animales frente a los cuales el hombre se encontraba, al menos, en un
pie de igualdad: el canario, la liebre, el canguro, el avestruz, el lagarto, la oruga, la rana

EL TOTEMISMO COMO RELIGIÓN ELEMENTAL

tratan de construir la noción de lo divino con las sensaciones que despiertan en nosotros ciertos
fenómenos naturales, ya Jean físicos o biológicos. Para los animistas, ciertas manifestaciones
cósmicas habrían sido el punto de partida de la evolución religiosa. Pero para unos y para otros, en
la naturaleza, ya sea del hombre, ya sea del universo, habría que ir a buscar el germen de la gran
oposición que separa lo profano de lo sagrado.

Solamente al fin del siglo XVIII la palabra tótem aparece en la literatura etnográfica. Se la
encuentra por primera vez en el libro de un intérprete indio, J. Long, que fue publicado en Londres
en 1891

La Parente et le mariage dans l árabe primitive

La especie de cosas que sirve para designar colectivamente al clan se llama su tótem. El tótem del
clan es también el de cada uno de sus miembros.

En cuanto a la palabra tótem, es la que emplean los Ojibway, tribu algonquina, para designar la
especie de cosas cuyo nombre lleva el clan

entre los cuales muchos designan no una especie animal, sino un órgano particular de los animales
de esta especie, por ejemplo, la cola, el estómago de la zarigüeya, la grasa del canguro

Ante todo, forzosamente es ese caso todas las veces en que es una cosa única en su género que
sirve de tótem, como el sol, la luna, tal constelación, etc. Pero ocurre también que los clanes
tomen su nombre de tal pliegue o depresión del terreno, geográficamente determinado, de tal
hormiguero, etc
El tótem es, primero y ante todo, un nombre, y como veremos, un emblema

emblemas heráldicos de las naciones civilizadas, y que cada persona está autorizada a llevar como
prueba de la identidad de la familia a la cual pertenece. Lo cual demuestra la verdadera etimología
de la palabra, que se deriva de dodaim que significa pueblo o residencia de un grupo familiar

etiqueta colectiva, con carácter religioso. Y en efecto, en relación con él las cosas se clasifican en
sagradas y en profanas. Es el tipo mismo de las cosas sagradas.

aritna churinga (aritna quiere decir nombre)314. Más generalmente, la palabra churinga designa
todos los actos rituales; por ejemplo, ilia churinga significa el culto del Avestruz315. La churinga sin
más, empleada substantivamente, es pues la cosa que tiene por característica esencial el ser
sagrada

los seres de la especie totémica y los miembros del clan

despiertan sentimientos religiosos, es natural que las cosas cuya forma reproducen estos dibujos
tengan, en alguna medida, la misma propiedad

La mayor parte son animales y plantas

Cada individuo tiene, pues, una doble naturaleza: en él coexisten dos seres, un hombre y un
animal

El antepasado epónimo se presenta aquí como un ser humano pero que, como consecuencia de
diversas peripecias, habría tenido que vivir durante un tiempo más o menos largo en medio de
animales fabulosos de la misma especie que ha dado su nombre al clan. Como consecuencia de
este comercio íntimo y prolongado, llegó a ser tan semejante a sus nuevos compañeros que,
cuando volvió entre los hombres, éstos no lo reconocieron

tres categorías de cosas que se reconocen, en grados distintos, como sagradas: el emblema
totémico, la planta o el animal cuyo aspecto reproduce el emblema, los miembros del clan

géneros y los clanes

la gente del clan y las cosas que están clasificadas allí forman, reunidas, un sistema solidario cuyas
partes están todas ligadas y vibran simpáticamente. Esta organización que, desde luego podía
parecernos lógica es, al mismo tiempo, moral. Un, mismo principio la anima y la une: es el tótem.

también, sagradas, y las clasificaciones que las sitúan en relación a las otras cosas del universo les
asignan al mismo tiempo un lugar en el conjunto del sistema religioso
Cuando, en las religiones que se formarán ulteriormente, aparezcan los dioses propiamente
dichos, cada uno de ellos será encargado de presidir una categoría especial de fenómenos
naturales, éste el mar, aquél la atmósfera, otro la cosecha o los frutos, etc

Todas las cosas clasificadas en un clan dependen en su realidad de este tronco, ya que son
concebidas como modos variados del ser totémico; para retomar nuestro ejemplo, la lluvia, el
trueno, el relámpago, las nubes, el granizo, el invierno, se consideran como diferentes tipos de
cuervos. Reunidas, estas diez familias de cosas constituyen una representación completa y
sistemática del mundo;

Sin duda, el culto de cada tótem tiene su centro en el clan correspondiente; es allí y sólo allí donde
se lo celebra; los miembros del clan son los encargados de ello; gracias a ellos se transmite de una
generación a otra, así como las creencias que constituyen su base

La gente del cuervo está convencida, también, de que la gente de la serpiente tiene una serpiente
mítica como antepasado y debe a este origen virtudes especiales y poderes maravillosos

Este ser protector tiene nombres diferentes, naturalmente, según las sociedades: nagual, entre los
indios de México511, manitu entre los algonquinos, y okki entre los hurones512, snam entre
ciertos salish513, sulia entre los otros514, budjan, entre los yuin515, yunbeai, entre los euahlayi5

ORIGEN DE ESTAS CREENCIAS I.- EXÁMEN CRÍTICO DE LAS TEORÍAS:

Una religión tan estrechamente solidaria del sistema social que supera a todos en simplicidad,
puede considerarse la más elemental que podamos conocer. Si, pues, llegamos a encontrar los
orígenes de las creencias que acabamos de analizar, tenemos la posibilidad de descubrir al mismo
tiempo las causas que hicieron surgir el sentimiento religioso en la humanidad.

la transmigración del alma humana al cuerpo de animales”

El animal que sirve así de receptáculo a un ser venerado llega a ser, para todos los descendientes
del antepasado, es decir para el clan que ha nacido de él, una cosa santa, objeto de un culto, en
una palabra un tótem.

El totemismo no seria sino el produto de una religión mas compleja que le había precedido

Wundt, que ha retomado, en sus líneas esenciales, la teoría de Tylor, ha tratado de explicar de
otro modo esta relación misteriosa del hombre y del animal; la idea se la habría sugerido el
espectáculo del cadáver en descomposición. Viendo los gusanos que escapan del cuerpo, se habría
creído que el alma estaba encarnada allí y se escapaba con ellos. Los gusanos y, por extensión, los
reptiles (serpientes, lagartos, etc. ) serían, pues, los primeros animales que habrían servido de
receptáculos a las almas de los muertos, y, en consecuencia, habrían sido, igualmente, los
primeros en venerarse y en desempeñar el papel de tótems. Sólo más tarde se habrían elevado a
la misma dignidad a otros animales y aun a plantas y objetos inanimados. Pero esta hipótesis no
esta basada tampoco en un comienzo de prueba Wundt afirma (Mythus und Religion, II, p. 269)
que los reptiles son tótems mucho más extendidos que los otros animales; de donde concluye que
son los más primitivos. Pero nos es imposible darnos cuenta lo que puede justificar esta aserción
en cuyo apoyo el autor no aporta ningún hecho. De las listas de tótems levantadas, ya sea en
Australia o en América, no surge de ningún modo que una especie animal cualquiera haya
desempeñado en alguna parte un papel preponderante. Los tótems varían de una región a otra
según el estado de la fauna y de la flora. Sí, por otra parte, hubiera sido tan estrechamente
limitado el radio original de los tótems, no se ve cómo el totemismo habría podido satisfacer el
principio fundamental, en virtud del cual dos clanes o subclanes de una misma tribu deben tener
dos tótems diferentes. 561 “A veces se adora a ciertos animales, dice Tylor, porque se los ve como
la encarnación del alma divina de los antepasados; esta creencia constituye una especie de enlace
entre el culto rendido a los manes y el culto rendido a los animales” (Civilisation Primitive, II, p.
305; cf. 308 in fine.) Del mismo modo, Wundt presenta al totemismo como una sección del
animalismo

Una vez que el hombre, bajo la impresión de sorpresa que le causaron las irregularidades
comprobadas en el curso de los fenómenos, hubo poblado el mundo de seres sobrenaturales564

una especie de cosas que está unida a un clan por vínculos de parentesco es, dice Jevons, un
tótem

Hemos visto que existen dos tipos de totemismo: el del individuo y el del clan

Estos pueblos parecen tener, pues, en el tótem colectivo un tótem individual que se habría
perpetuado en una misma familia5

estaba ocupada cosechando alguna planta o vigilando a algún animal, creerá que el alma de este
animal o de esta planta ha penetrado en ella. Entre las cosas a las que se inclinará particularmente
a atribuir su embarazo, se encuentran, en primer término, los alimentos que acaba de tomar.

“para espíritus primitivos, los nombres y las cosas designadas con estos nombres están unidas por
una “para espíritus primitivos, los nombres y las cosas designadas con estos nombres están unidas
por una

la transformación del culto de los muertos en culto de la naturaleza.

el totemismo es la religión, no de tales animales, o de tales hombres, o de tales imágenes, sino de


una especie de fuerza anónima e impersonal, que se encuentra en cada uno de estos seres, sin
confundirse, sin embargo, con ninguno de ellos.

Sentido unidad tribal lo q despertó el sentido de la unidadel mundo


Tótem= propio de un clan. Magia= institución tribal

Por arunkulta, dice Strehlow, el indígena entiende una fuerza que suspende bruscamente la vida y
trae la muerte de aquél en quien se ha introducido”646. Se da este nombre a las osamentas, a los
trozos de madera de donde se desprenden los hechizos maléficos, a los venenos animales o
vegetales.

El culto propiamente totémico no se dirige a tales animales ni a tales plantas determinadas, ni aun
a una especie vegetal o animal, sino a una especie de potencia vaga, dispersa a través de las cosas

Los espíritus, los demonios, los genios, los dioses en todos sus grados sólo son las formas
concretas que ha tomado esta energía, esta “potencialidad

Usener, en sus Götternamen ha demostrado que los dioses de Grecia, como los de Roma, eran
primitivamente fuerzas impersonales que no se pensaban más que en función de sus atribuciones

en religiones evolucionadas, se las representa bajo la forma de vagos efluvios que se desprenden
automáticamente de las cosas en las que residen, que también tienden, a veces, a escaparse por
todos los caminos que se les abren: la boca, la nariz, todos los orificios del cuerpo, el aliento, la
mirada, la palabra, etc

o. El wakan es la causa de todos los movimientos que se producen en el universo.

“todo lo que supera el poder del hombre, todo lo que está fuera de la marcha ordinaria de la
naturaleza”

Así, el tótem es ante todo un símbolo, una expresión material de alguna otra cosa

Del análisis mismo al que hemos precedido, surge que él expresa y simboliza dos tipos de cosas
diferentes. Por una parte, es la forma exterior y sensible de lo que hemos llamado el principio o el
dios totémico. Pero por otra parte, es también el símbolo de esa sociedad determinada que se
llama el clan. Es una bandera; es el signo por el cual cada clan se distingue de los otros, la marca
visible de su personalidad, marca que lleva todo lo que forma parte del clan, con cualquier título,
hombres, animales y cosas. Si es, pues, a la vez, el símbolo del dios y de la sociedad

es la conciencia moral de la cual, por otra parte, el común de los hombres no se ha hecho nunca
una representación un poco precisa más que con la ayuda de los símbolos religiosos.

Idea religiosa nace en medios sociales efervescentes

Porque se ha comprobado que ella encierra en sí a la realidad entera, al universo físico tanto como
al universo moral, las fuerzas que mueven los cuerpos como las que conducen a los espíritus han
sido concebidas bajo forma religiosa. Es así como las técnicas y las más diversas prácticas, las que
aseguran el funcionamiento de la vida moral (derecho, moral, bellas artes) y las que sirven a la
vida material (ciencias de la naturaleza, técnicas industriales), están derivadas, directa o
indirectamente, de la religión

Lo que está en la raíz del totemismo son, en definitiva, sentimientos de gozosa confianza más que
de terror y de opresión. Si se hace abstracción de los ritos funerarios - lado sombrío de toda
religión - el cuadro totémico se celebra en medio de cantos, de danzas, de representaciones
dramáticas.

Las rocas tienen un sexo; tienen el poder de engendrar; el sol, la luna, las estrellas son hombres o
mujeres, que experimentan y expresan sentimientos humanos, mientras que los hombres, al
contrario, se conciben como animales o plantas. Este estado de indistinción se encuentra en la
base de todas las mitologías.

LA NOCIÓN DE ALMA

En un cierto número de casos, se nos dice que tiene el aspecto exterior del cuerpo740. Pero
sucede también que se la represente del tamaño de un grano de arena; tendría dimensiones tan
reducidas que podría pasar por las menores grietas y las más pequeñas fisuras741. Veremos que
se la concibe, al mismo tiempo, bajo especies animales. Es decir que su forma es esencialmente
inconsistente e indeterminada742; se modifica de un instante a otro según las circunstancias,
según la exigencias del mito y del rito. La sustancia de la que está hecha no es menos indefinible.
No carece de materia ya que tiene una forma, por vaga que sea. Y, en efecto, aún durante esta
vida, tiene necesidades físicas: come, e inversamente, puede ser comida. Puede ocurrir que salga
del cuerpo y, en el curso de sus viajes, se alimente a veces con almas extranjeras743. Una vez que
se ha liberado completamente del organismo, se cree que lleva una vida totalmente análoga a la
que llevaba sobre esta tierra: bebe, come, caza. etc.744. Cuando revolotea por las ramas de los
árboles, provoca zumbidos y crujidos que hasta los oídos profanos perciben74

No solamente hay entre el alma y el cuerpo estrecha solidaridad, sino parcial confusión. Del
mismo modo que hay algo del cuerpo en el alma, ya que ella reproduce a veces su forma, hay algo
del alma en el cuerpo. Se cree que ciertas regiones, ciertos productos del organismo tienen con
ella una afinidad totalmente especial: el corazón, el aliento, la placenta754, la sangre755, la
sombra756, el hígado, la grasa del hígado, los riñones757, etc. Estos diversos substratos materiales
no son, para el alma, simples hábitats; son el alma misma vista desde afuera. Cuando corre la
sangre, el alma se escapa con ella. El alma no está en el aliento, es el aliento. No hace más que uno
con la parte del cuerpo donde reside. De allí proviene la concepción según la cual el hombre tiene
una pluralidad de almas. Dispersa a través del organismo, el alma se ha diferenciado y
fragmentado. Cada órgano tiene como individualizada la porción de alma que contiene y que se ha
transformado así en una entidad distinta. La del corazón no podría ser idéntica a la del aliento o de
la sombra o de la placenta. Aunque todas sean parientes, sin embargo deben distinguirse y hasta
llevan nombres diferentes
Se habla en esos diferentes pasajes de espíritus malos que matan a niñitos, cuya alma, hígado y
grasa comen, o bien el alma, el hígado y los riñones. El hecho de que el alma esté colocada así en
el mismo nivel que las diferentes vísceras o tejidos y que constituya un alimento del mismo tipo
muestra bien el estrecho parentesco que mantiene con ellos. Cf. Schulze, p. 246. 758 Por ejemplo,
entre la gente del río Pennefather (Roth, ibíd., § 68), hay un nombre para el alma que reside en el
corazón (Ngai), otro para la que reside en la placenta (Cho-i), un tercero para la que se confunde
con el aliento (Wanjí). Entre los euahlayi, hay tres y hasta cuatro almas

los oknanikilla, esas especies de santuarios donde se conservan las churingas del clan y que son
como los centros de los diferentes cultos totémicos. Cuando una de las almas que yerran
alrededor de uno de estos santuarios se introducen en el cuerpo de una mujer, resulta una
concepción y, más tarde, un nacimiento784. Cada individuo se considera pues como un nuevo
avatar de un antepasado determinado: es este mismo antepasado, reaparecido en un cuerpo
nuevo y bajo nuevos rasgos

un personaje del Alcheringa que pertenece al tótem del Canguro, por ejemplo, se representa a
menudo en los mitos como un hombre/canguro o un canguro/hombre. Su personalidad humana
es a menudo absorbida por la de la planta o del animal de los cuales se cree que ha descendido

Ya que no existen otras almas que aquéllas, llegamos a la conclusión de que el alma, de una
manera general, no es otra cosa que el principio totémico, encarnado en cada individuo.

Cada uno de esos fragmentos es un alma

el origen de cada clan no a una pluralidad de antepasados, sino solamente a dos787, o hasta uno
solo7

Según Strehlow, el alma, una vez definitivamente liberada del cuerpo por los ritos del duelo, no se
reencarnaría más de nuevo. Se iría a la isla de los muertos, donde pasaría los días durmiendo y las
noches danzando, hasta que llueva sobre la tierra. En ese momento, volvería en medio de los vivos
y desempeñaría el papel de genio protector de los hijos de corta edad o, en su defecto, de los
nietos que el muerto ha dejado tras de sí; se introduciría en sus cuerpos y facilitaría su
crecimiento. Permanecería así, en medio de su antigua familia, durante un año o dos; después de
eso, volvería al país de las almas.

Donde se cree que un antepasado del Alcheringa791 se ha hundido en el suelo, se encuentra una
piedra o un árbol que representa su cuerpo. Se llama ngarra, según Spencer y Gillen792, ngarra,
según Strehlow793, al árbol o a la piedra que mantienen esta relación mística con el héroe
desaparecido.

Ngarra significa eterno y para los loritja solo las rocas ocupan ese papel
Strehlow traduce por Kinderkeime (gérmenes de niños). Spencer y Gillen están lejos de ignorar,
por otra parte, el mito de la ratapa y los trajes que se relacionan con ellos. Nos hablan
explícitamente de él en Nat. Tr., p. 366 y sig. y p. 552. Señalan en diferentes puntos del territorio
aranda, la existencia de piedras llamadas Erathipa, de donde se desprenden spirit children, almas
de niños, que se introducen en el cuerpo de las mujeres y lo fecundan. Según Spencer y Gillen,
Erathipa significaría niño, aunque, agregan, esta palabra solo se emplee raramente con ese
sentido en la conversación corriente (ibíd., p. 338). 795 Los aranda están repartidos en cuatro o en
ocho clases matrimoniales. La clase de un niño está determinada por la de su padre,
inversamente, de la primera puede deducirse la segunda. (Ver Spencer y Gillen, Nat. Tr., p. 70 y
sig.; Strehlow, I, p. 6 y sig.) Queda por saber cómo el ratapa tiene una clase determinada;
volveremos más lejos sobre este punto. 796 Strehlow. II, p. 52. Sucede a veces, pero raramente,
que surjan dudas sobre la naturaleza del tótem del niño.

el antepasado mismo opera en persona. En un momento dado, sale de su retiro subterráneo y


arroja sobre una mujer que pasa una pequeña churinga, de una forma especial, llamada
namatuna797. La churinga penetra en el cuerpo de la mujer y allí toma una forma humana
mientras que el antepasado desaparece de nuevo en el suelo

toda concepción el producto de una encarnación.

El segundo modo de concepción, distinguido por Strehlow, tiene la misma significación. La


churinga, en efecto, y especialmente esa churinga particular que se llama el namatuna, se
considera como un avatar del antepasado; es su cuerpo, según Strehlow806, como el árbol nanja.
En otros términos, la personalidad del antepasado, su churinga, su árbol nanja son cosas sagradas,
que inspiran los mismos sentimientos y a los cuales se atribuye el mismo valor religioso. Por esto
se transforman unas en otras: allí donde el antepasado ha perdido una churinga, han brotado de la
tierra un árbol o una piedra sagrada, como en los lugares donde él mismo se ha hundido en el
suelo807. Hay pues una equivalencia mítica entre un personaje del Alcheringa y su churinga; en
consecuencia, cuando el primero arroja un namatuna en el cuerpo de una mujer, es como si él
mismo penetrara.

Parece, pues, que el tótem se representa a veces en los espíritus bajo la forma de una colección de
seres ideales, de personajes míticos que son más o menos indistintos de los antepasados. En una
palabra, los antepasados son el tótem fragmentado

la churinga expresa la personalidad del individuo que se cree ha nacido de ella

La palabra ratapa y, en la lengua de los loritja, la de aratapi, designan al embrión mítico que se
desprende del antepasado y que llega a ser el niño; así pues las mismas palabras designan también
al tótem de este mismo niño, tal como se determina por el lugar donde la madre cree haberlo
concebido
En las tribus del río Pennefather, se cree que todo hombre tiene dos almas: una llamada ngai,
reside en el corazón, la otra, choi, permanece en la placenta. En seguida después del nacimiento,
la placenta se entierra en un lugar consagrado. Un genio particular, llamado Anje-a, que está
encargado del fenómeno de la procreación, va a recoger ese choi y lo conserva hasta que el niño,
ya adulto, se haya casado.

Las mismas ideas se encuentran en las tribus indígenas de América. Entre los tlinkit, dice Krause,
se cree que las almas de los difuntos vuelven a la tierra para introducirse en el cuerpo de las
mujeres encinta de su familia.

Entre los kwakiutl se cree que el último muerto vuelve a la vida en la persona del primer niño que
nace de la familia

“los geawe-gal (tribu de la Nueva Gales del Sur) creen que cada uno tiene en sí una afinidad con el
espíritu de algún pájaro, bicho o reptil. No es que se crea que el individuo ha descendido de este
animal; pero se estima que hay un parentesco entre el espíritu que anima al hombre y el espíritu
del animal

Por esto el alma se representa a menudo bajo forma animal. Se sabe que, en las sociedades
inferiores, la muerte no se considera nunca un acontecimiento natural, debido a la acción de
causas puramente físicas; se la atribuye generalmente a los maleficios de algún brujo.

Los indígenas de cabo Los Bedford (Queensland del Norte) creen que el niño, en el momento en
que entra en el cuerpo de la madre, es un chorlito real si es una niña, y una serpiente si es un niño.
Sólo luego toma forma humana850. Muchos indios de America del Norte, según el príncipe de
Wied, dicen que tienen un animal en el cuerpo851. Los bororo del Brasil se representan su alma
bajo la forma de un pájaro y, por esta razón, creen ser pájaros de esta misma variedad852. En
otras partes, se la concibe como una serpiente, un lagarto, una mosca, una abeja

Pero sobre todo después de la muerte se manifiesta esta naturaleza animal del alma

casos en que el alma, después de la muerte, se presenta netamente bajo forma animal están
tomados de las sociedades en que el totemismo está más o menos desgastado

El alma, en efecto, se ha considerado siempre una cosa sagrada, como tal, se opone al cuerpo que,
en sí mismo, es profano.

…en la medida en que su inmortalidad sea útil para hacer inteligible la continuidad de la vida
colectiva

La idea de alma ha sido durante largo tiempo, y permanece todavía en parte, la forma popular de
la idea de personalidad
Es que la individuación no es característica esencial de la persona. Una persona no solamente es
un sujeto singular que se distingue de todos los otros. Es, además y sobre todo, un ser al que se
atribuye una autonomía relativa en relación al medio con el cual está en contacto más
inmediatamente.

LA NOCIÓN DE ESPÍRITUS Y DE DIOSES

Sin embargo, un aparecido no es un verdadero espíritu. Primero, solo tiene generalmente un


poder de acción restringido; luego, no tiene atribuciones definidas.

Se ve cuán grande es el parentesco de este espíritu ancestral con el genius de los latinos, y el
δαιµων de los griegos869. La identidad funcional es completa. El genius, en efecto, es ante todo el
que engendra qui gignit; expresa y personifica la potencia generadora

Como se cree que este árbol o esta roca representan el cuerpo del héroe, se imagina que su alma
misma vuelve allí constantemente y habita allí a título más o menos permanente; por la presencia
de esta alma se explica el respeto religioso que inspiran esos lugares. Nadie puede cortar una
rama del árbol nanja sin exponerse a la enfermedad874. “En otro tiempo, el hecho de cortarlo o
deteriorarlo era castigado con la muerte. Un animal o un pájaro que se refugia allí no debe
matarse. Hasta los bosques que lo rodean deben respetarse: el césped no debe quemarse. Las
piedras, también, deben tratarse con respeto. Está prohibido desplazarlas y quebrarlas”875. Como
este carácter sagrado se atribuye al antepasado, éste aparece como el espíritu de este árbol, de
esta piedra de este pozo de agua, de esta fuente

LIBRO TERCERO LAS PRINCIPALES ACTITUDES RITUALES CAPÍTULO PRIMERO EL CULTO NEGATIVO Y
SUS FUNCIONES LOS RITOS ASCÉTICOS

tratar de captar las actitudes más características que el primitivo observa en la celebración de su
culto, clasificar las formas más generales de sus ritos, determinar sus orígenes y su significación

Reville, Religion des peuples primitifs, II, p. 55; Richard, La femme dans l’histoire

Un culto esta constituido por relaciones regulares entre lo profano y lo sagrado como tal

El muerto es un ser sagrado

Warramunga. La serpiente mitica llamada wollunqua

A la luz de estos hechos, puede comprenderse lo que es el ascetismo, el lugar que ocupa en la vida
religiosa, y de dónde provienen las virtudes que se le han, muy generalmente, atribuido. No hay,
en efecto, interdicción cuya observancia no tenga, en ningún grado, un carácter ascético.
Abstenerse de una cosa que puede ser útil o de una forma de actividad que, ya que es usual, debe
responder a alguna necesidad humana, es, necesariamente, imponer molestias, renunciamientos.
Para que haya ascetismo propiamente dicho, basta pues, que esas prácticas se desarrollen hasta
llegar a ser la base de un verdadero régimen de vida. Normalmente, el culto negativo no sirve casi
más que de introducción y de preparación al culto positivo.

Pero el ascetismo no sirve solamente a fines religiosos. Aquí, como en otra parte, los intereses
religiosos no son más que la forma simbólica de intereses sociales y morales. Los seres ideales a
los que se dirigen los cultos no son los únicos que reclaman de sus servidores un cierto desprecio
del dolor: la sociedad, también, no es posible más que a ese precio. Exaltando las fuerzas del
hombre, es a menudo ruda para con los individuos: exige necesariamente de ellos perpetuos
sacrificios; violenta constantemente nuestros apetitos naturales, precisamente porque nos eleva
por encima de nosotros mismos. Para que podamos cumplir nuestros deberes hacia ella, es
necesario pues que estemos dispuestos a violentar a veces nuestros instintos, a remontar, cuando
es necesario, la cuesta de la naturaleza. Así, hay un ascetismo que, inherente a toda vida social,
está destinado a sobrevivir a todas las mitologías y a todos los dogmas; es parte integrante de toda
cultura humana. En el fondo, él es la razón de ser y la justificación de aquel que han enseñado las
religiones de todos los tiempos.

EL CULTO POSITIVO I. -LOS ELEMENTOS DEL SACRIFICIO

Tiempos sagrados y los tiempos profanos

LOS RITOS MIMÉTICOS Y EL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD

En las ceremonias mismas que hemos descrito, junto a las oblaciones, sangrientas o de otro tipo,
se celebran a menudo ritos diferentes que están destinados a completar los primeros y a
consolidar sus efectos. Consisten en movimientos y en gritos que tienen por objeto imitar, en sus
diferentes actitudes o bajo sus diferentes aspectos, al animal cuya reproducción se desea; por esta
razón, los llamamos miméticos

Así el Intichiuma de la Oruga witchetty, entre los aranda, no comprende solamente los ritos que se
llevan a cabo sobre las rocas sagradas de las que hablamos precedentemente. Cuando ellos han
terminado, se ponen en camino para regresar al campamento; pero cuando no se han alejado de
allí más que alrededor de una milla, se hace un alto y todo el mundo se decora ritualmente;
después de lo cual, se retoma la marcha. Las decoraciones con las cuales se adornan de este modo
anuncian que va a tener lugar una importante ceremonia. Y, en efecto, mientras que el grupo
estaba ausente, uno de los ancianos que se han dejado guardando el campo, ha construido un
abrigo de ramas, largo y estrecho, llamado Umbala, y que representa la crisálida de donde emerge
el insecto

William James, Principies of Psychology

Otra razón explica que los elementos constitutivos de las categorías han debido tomarse de la vida
social: las relaciones que ellas expresan sólo podían hacerse conscientes en y por la sociedad. Sí,
en un sentido, son inmanentes a la vida del individuo, éste no tenía ninguna razón ni ningún medio
de aprehenderlas, de reflejarlas, de explicitarlas y de erigirlas en nociones distintas. Para
orientarse personalmente en la extensión, para saber en qué momentos debía satisfacer a las
diferentes necesidades orgánicas, no tenía necesidad de hacerse, de una vez para siempre, una
representación conceptual del tiempo o del espacio. Muchos animales saben encontrar el camino
que los lleva a lugares que les son familiares; se dirigen a él en el momento conveniente, sin qué
tengan, sin embargo, ninguna categoría; las sensaciones son suficientes para dirigirlos
automáticamente. Ellas bastarían igualmente al hombre si sus movimientos no tuvieran que
satisfacer más que necesidades individuales. Para reconocer que una cosa se parece a otra cuya
experiencia ya tenemos, de ningún modo es necesario que ubiquemos unas y las otras en géneros
y en especies: la manera en que las imágenes semejantes se llaman y se fusionan basta para dar la
sensación de la similitud.

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