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‐ LITOESTRATIGRAFÍA:

En el área objeto de este estudio afloran sucesiones sedimentarias que pertenecen a dos
unidades paleogeográficas diferentes: el Dominio del Antiforme del “Ollo de Sapo” (DOS) y el
Dominio Esquistoso de Galicia‐Trás‐os‐Montes (DEGTM). El primero de ellos se incluye en la
Zona Centroibérica de JULIVERT et al. (1972), mientras el segundo pertenece a la Zona de
Galicia‐ Trás‐os‐Montes (FARIAS et al., 1987), que cabalga sobre la primera. MARTÍNEZ GARCÍA
(1973) estableció una sucesión para los materiales que afloran en el Antiforme del “Ollo de
Sapo” y que de muro a techo incluye la Serie de Porto, la Formación “Ollo de Sapo”, la
Formación Puebla y la Formación Culebra. La Serie de Porto está constituida por cuarcitas,
esquistos, rocas carbonatadas, gneises anfibólicos, gneises piroxénicos y anfibolitas. La
Formación “Ollo de Sapo” tiene un espesor de 1.500‐2.000 metros y está formada por rocas
volcánicas ácidas e intermedias, con cierto aporte detrítico. Este autor propone que dentro de
la misma roca tuvo lugar el crecimiento de los megacristales idiomorfos de feldespato potásico
durante un evento metamórfico preherciniano. Además atribuyó a esta formación una edad
que puede abarcar desde el Precámbrico‐Cámbrico Inferior hasta el Cámbrico Superior e
incluso el Ordovícico. La Formación Puebla consiste en una serie monótona de pizarras y
cuarcitas en transito gradual sobre el “Ollo de Sapo” y sobre ella reposa la Formación Culebra,
que corresponde a la Cuarcita Armoricana. Una sucesión comparable se identifica en la región
de Hiendelaencina, en el Sistema Central (GONZÁLEZ LODEIRO, 1980, 1981a). El cuadro 2.1
muestra la correlación llevada a cabo por AZOR et al. (1992) entre las formaciones de Sanabria
y áreas colindantes con las de Hiendelaencina. Posteriormente, ARIAS et al. (2002), en base a
la realización de una cartografía en la región de Viana do Bolo, establecieron una semejanza
entre las series que afloran en esta zona con las que afloran en la ZAOL. De esta forma, los
afloramientos más bajos en la serie serían las cuarcitas superiores del Grupo Cándana, sobre
las que se encuentran las Capas de Transición y sobre éstas han cartografiado un nivel
continuo de rocas carbonatadas que correlacionan con la Caliza de Vegadeo. Por encima de
estos materiales se encuentra la Serie de Los Cabos, en la que según estos autores aparecen
intercalados los materiales de la Formación “Ollo de Sapo”. En lo referente a la nomenclatura
de las distintas formaciones, y con el fin de no crear una mayor confusión con los nombres, se
ha procurado respetar, en la medida de lo posible, aquellas denominaciones utilizadas por los
distintos autores precedentes, escogiendo la más utilizada en el caso de existir más de una. Por
lo que respecta a la descripción de las rocas, se ha procurado que la terminología se ajuste a la
nomenclatura petrológica más habitual en la literatura geológica. En este capítulo se efectúa
una descripción de las rocas en paralelo a la descripción de las formaciones, realizándose en el
capítulo de metamorfismo el análisis más detallado de las distintas asociaciones de minerales
índice y sus relaciones temporales.

Bioestratigrafía:

Estudio de los estratos basado en los fósiles que contienen.

La bioestratigrafía nació para dar una solución a estos y otros problemas que se le
plantearon a los antiguos geólogos. William Smith, un ingeniero civil inglés, propuso en
1796 añadir el principio de sucesión faunística a las sucesiones estratigráficas de Steno
y Hutton.

El principio de sucesión faunística postula que las unidades litológicas han de presentar
una serie de fósiles característicos, que solo se presentan en dicha unidad y no se repiten
en ninguna otra. Los fósiles característicos deben ser diversos y además presentarse en
diferentes tipos de rocas.

De entre los fósiles representativos, los mejores para la datación relativa de las rocas
son, los denominados, fósiles índice (fósiles guía). Estos fósiles se presentan en una
gran extensión geográfica, son comunes y están bien conservados y por último las
especies deben aparecer en cortos periodos de tiempo, aunque el género debe
permanecer por mucho tiempo. Para la escala de tiempo geológico, las especies
aparecen y se extienden prácticamente en el mismo espacio de tiempo.

En contraste con los fósiles índice, los fósiles de facies son aquellos que aparecen
asociados a una roca concreta, pero han permanecido casi sin cambios durante un
periodo muy largo de tiempo.

Cronoestratigrafía:
El estudio de las edades de los estratos. La comparación, o correlación, de estratos separados puede
incluir el estudio de sus edades relativas o absolutas.

La Cuenca terciaria de Calatayud-Montalbán consta de dos subcuencas diferentes separadas


por el umbral de Daroca (Cuenca de Calatayud en el sector septentrional y Cuenca de
Montalbán en el sector meridional). Estas cuencas presentan una evolución sedimentaria muy
similar de los sistemas lacustres neógenos evaporíticos y carbonáticos, que generalmente
ocupan los sectores centrales de ambas depresiones. En la Cuenca de Calatayud, se reconocen
tradicionalmente en el Neógeno tres unidades sedimentarias mayores denominadas Unidad
Inferior, Intermedia y Superior separadas por dos rupturas sedimentarias principales. Las dos
primeras tienen carácter evaporítico, mientras que la última tiene un carácter fluviolacustre.
En los sectores centrales de la Cuenca de Montalbán, el sondeo Barrachina-1 y las secciones
estratigráficas complementarias han permitido apreciar una evolución sedimentaria muy
similar para las unidades neógenas, con facies evaporíticas y carbonáticas muy parecidas,
aunque con una cronoestratigrafía diferente y la ausencia del registro sedimentario del
Mioceno medio a Plioceno. En este trabajo también se describe por vez primera la presencia
de un nivel volcanoclástico intercalado entre las facies evaporíticas del Mioceno inferior de la
Cuenca de Montalbán. Las asociaciones minerales identificadas en los depósitos lacustres del
Mioceno inferiormedio de ambos sectores de la cuenca, muestran una secuencia que
evoluciona desde facies lacustres evaporíticas de alto grado de hipersalinidad, hacia facies
lacustres evaporíticas de baja-moderada salinidad. Solamente, el registro sedimentario de la
Cuenca de Calatayud permite asegurar que esta evolución sedimentaria se completa con la
presencia de facies carbonáticas fluviolacustres características de aguas dulces en el Mioceno
superior. Esta secuencia de precipitación salina responde a un cambio progresivo en la
hidroquímica de los sistemas lacustres relacionado con un cambio gradual de las condiciones
climáticas que comenzaría en el Rambliense y se extendería, al menos, durante todo el
Mioceno medio. Las diferencias cronoestratigráficas entre los dos sectores de la misma
depresión deben estar relacionados con los diferentes condicionantes tectónicos y10
geomorfológicos a los que se han visto sometidas ambas cuencas durante el Mioceno.
Análisis de facies :

Facies 1: Rampa externa restringida a cuenca

Estas facies son atribuidas a una rampa externa restringida a cuenca, en donde la depositación
principal ocurrió por debajo del nivel de olas de tormenta y en condiciones anóxicas (figura 6).
Los procesos de transporte y sedimentación interpretados fueron eventos de tormenta que
pusieron en suspensión partículas, procesos de floculación y posterior decantación y
productividad de organismos. La laminación horizontal se desarrolló a partir de la decantación
y floculación de partículas en condiciones de baja energía. La deficiencia de oxígeno queda
evidenciada por la ausencia de bioturbación y el color negro a gris oscuro en estos depósitos.
La abundancia de intraclastos, la fábrica lenticular microbiana y los bioclastos asociados a las
tobas indicarían que la depositación ocurrió a partir de la erosión de zonas más someras
debido a la acción de tormentas, con el consiguiente transporte del material sedimentario a
zonas más distales de la rampa como flujos de tipo turbidíticos o corrientes de fondo. Los
bindstones microbianos sugieren una baja tasa de sedimentación, una muy baja energía y un
medio pobremente oxigenado.

Facies 2: Rampa externa

Esta facies y sus asociaciones son interpretadas como un ambiente de rampa externa, donde
imperaron en forma alternada períodos de tormenta y buen tiempo (figura 6). Las margas y
pelitas reconocidas sugieren una sedimentación producto de la decantación de material
transportado en suspensión o como flujos de tipo turbidíticos. Los packstones intraclásticos y
peloidales indicarían sedimentación asociada a procesos de tormentas, mientras que los
wackestones con epistominas o abundantes radiolarios, y las tobas reemplazadas se podrían
asociar a sedimentación a partir de flujos densos o a la acción de corrientes de fondo. La
presencia de concreciones indicaría la recirculación de carbonatos durante períodos de baja
tasa de sedimentación y en etapas de diagénesis temprana. En cuanto a la abundancia de beef,
su presencia estaría asociada a la sobrepresión producto de la generación y expulsión de
hidrocarburos

Facies 3: Offshore – zona de transición

Esta facies pertenecería a depósitos de la zona de offshore a transición, con depósitos por
debajo del nivel de olas de tormenta (figura 6). El color oscuro y la laminación horizontal
sugieren un depositación por decantación en un ambiente de baja energía y anóxico. La
presencia de limolitas y areniscas laminadas con ausencia de bioturbación sugeriría una
depositación producto de la acción de tormentas en áreas adyacentes que promovieron la
removilización de material sedimentario como flujos de tipo turbidíticos o corrientes de fondo.

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