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EMPRESAS INDIVIDUALES DE RESPONSABILIDAD LIMITADA (EIRL)

ANTECEDENTES

Por medio de la ley 19.857 publicada en el Diario Oficial de


fecha 11.02.2003, se crearon las empresas individuales de
responsabilidad limitada.

Esta ley ha venido a llenar un vacío legal, por cuanto ahora,


un empresario podrá constituir este tipo de persona jurídica
sin necesidad de tener que recurrir a un “palo blanco” (socio
o accionista minoritario), para resguardar su patrimonio
personal y hacer uso de ciertos beneficios tributarios.

Hacemos presente que las empresas individuales NO son


sociedades por cuanto esta no cumple con los requisitos
esenciales de las sociedades como lo son, entre otros, la
reunión de dos o más personas y la affectio societatis, esto
es, la intención clara, precisa y definida de asociarse
permanentemente y su intención de trabajar en común.

El origen de esta ley se encuentra en un proyecto presentado


por los senadores designados D. Olga Feliu y D. Sergio
Fernández, en 1992, cuya tramitación no logró avanzar y en
definitiva, el Ministerio de Economía con la colaboración de
expertos en la materia, propuso a la Comisión Especial PYMES
de la Cámara de Diputados un conjunto de propuestas que
modificaron el proyecto original.

En nuestro ordenamiento no existen las sociedades de una sola


persona, como ocurre en otros ordenamientos jurídicos, como
ocurre por ejemplo, en el derecho español, que siguiendo las
directivas comunitarias dictaron la ley Nº 21/1995 de fecha
23.03.1995 sobre sociedades de responsabilidad limitada, en
su artículo 125, da cabida a la sociedad unipersonal de
responsabilidad limitada, en derecho inglés y en derecho
americano se ha legalizado la figura denominada “ One man
company”, también en Alemania y en Francia, etc.

Fundamentos teóricos

Es preciso tener presente que la limitación de la


responsabilidad es un instrumento para distribuir los riesgos
entre el empresario y los acreedores, cuya existencia es
necesaria en la actividad económica moderna, pero al mismo
tiempo no puede transformarse en un medio para descargar la
plenitud de los riesgos sobre los acreedores y terceros en
general. En consecuencia, una ley que crea un instrumento de
este tipo debe contener todos los resguardos necesarios para
lograr el justo equilibrio entre el incentivo de la actividad
económica de los empresarios individuales y la adecuada
protección de los derechos de los acreedores y de los
intereses de terceros.

OBJETIVOS DE LA LEY

Esta ley tuvo por objeto lo siguiente:

1. Incentivar el desarrollo de nuevas iniciativas


empresariales de pequeños empresarios;

2. Formalizar o legitimar actividades empresariales de


personas que no lo han hecho porque actúan bajo el
amparo de sociedades de hecho o de sociedades simuladas;

NORMAS APLICABLES

Conforme al artículo 18 de la ley 19857, “en lo demás, se


aplicarán a la empresa individual de responsabilidad
limitada, las disposiciones legales y tributarias, aplicables
a las sociedades comerciales de responsabilidad limitada,
incluyendo las normas sobre saneamiento de vicios de nulidad,
establecidas en la ley Nº 19.499”.

En consecuencia, son aplicables a estas empresas en primer


lugar, las disposiciones o cláusulas del estatuto de
constitución de las empresas individuales y las disposiciones
de la ley 19857.

Supletoriamente, esto es, en silencio de la ley o del


estatuto de constitución se aplican, en lo demás, las normas
de la ley 3.918 sobre sociedades de responsabilidad limitada,
las normas de las sociedades colectivas, artículos 349 y
siguientes del Código de Comercio, las normas sobre
saneamiento de vicios de nulidad y, en general, toda otra
norma que a su vez, se aplique supletoriamente a las normas
de la ley de sociedades de responsabilidad limitada.

Esta fórmula es criticada por el profesor D. Ricardo Sandoval


L., por cuanto sostiene que en nuestro ordenamiento legal
mercantil, la empresa, no está reconocida expresamente como
una categoría jurídica, ni está definida, ni está regulada
sistemáticamente, en consecuencia, se origina un grave
inconveniente, porque no existe una institución ni un marco
jurídico de referencia al que podría remitirse esta ley de
EIRL., para efectos de ser interpretada, aplicada y
complementada. Por lo tanto, cuando en la definición se
remite al Código de Comercio, esta dificultad no queda
subsanada, porque este cuerpo legal no tiene norma alguna que
regule la empresa. Y tampoco se resuelve al aplicar las
reglas de las sociedades de responsabilidad limitada por
cuanto estas no se avienen con la naturaleza jurídica de la
nueva entidad. Lo que debió hacer el legislador es
instituirla bajo la forma de sociedad unipersonal ya que en
ese evento habría quedado sustentada en una categoría
jurídica básica, la noción de sociedad o como creó este
concepto de empresa individual, debió incorporar en el
derecho mercantil chileno los conceptos de empresa y de
empresario.

DEFINICION
La empresa individual fue definida por el legislador en el
artículo en su artículo segundo como “una persona jurídica
con patrimonio propio distinto al del titular, es siempre
comercial y está sometida al Código de Comercio cualquiera
que sea su objeto; podrá realizar toda clase de operaciones
civiles y comerciales, excepto las reservadas por la ley a
las sociedades anónimas”.

El profesor Sandoval critica esta definición porque sostiene


que una definición debe hacerse sobre la base de los
elementos que ella tiene y, en este caso, el único elemento
que se menciona es la personalidad jurídica. Considera un
error el que diga que queda sometida al código de comercio,
piensa que pudo haberse señalado en otro inciso su carácter
comercial. Tampoco debió señalar lo que ellas pueden hacer,
“Toda clase de operaciones civiles y comerciales”, porque las
instituciones jurídicas se definen por lo que son y no por lo
que pueden hacer.

El la define como una persona jurídica formada por un fondo


suministrado por una persona natural, que responde solo por
el entero efectivo de los bienes que integran dicho fondo,
administrada por su titular o la persona que este designe y
conocida por la referencia a las actividades que constituyen
su objeto.
Características:

a) Es una persona jurídica, o sea, al constituir una empresa


individual se crea una nueva persona, un ente ficticio
distinto del titular, que, consecuencia de ello, está
dotada de todos los atributos de la personalidad, por lo
tanto, tiene capacidad de goce, una nacionalidad, un
nombre, domicilio y patrimonio propios, distintos a los
del titular en cuanto persona natural.

Por lo mismo, hay dos patrimonios, el del titular como


persona natural y el de la empresa individual en cuanto
persona jurídica.

b) Con patrimonio propio distinto del titular. El legislador


señaló expresamente la existencia de este elemento de la
empresa individual diferenciándolo del que tiene el
titular. La verdad es que ello estuvo demás porque como lo
mencionamos, el hecho de que sea una persona jurídica
genera la existencia de un patrimonio de la empresa
distinto al del constituyente.

c) Es siempre Comercial, en consecuencia, se aplicarán


respecto de los actos y contratos de estas, las
disposiciones del Código de Comercio y en forma supletoria
conforme a lo dispuesto en el artículo 2º del mismo
Código, las disposiciones del Código Civil en aquellos
casos que no estén especialmente resueltos.

d) Sometida al Código de Comercio cualquiera que sea su


objeto, nuevamente el legislador repitió o señaló algo que
era obvio considerar por cuanto el hecho de ser comercial
da origen a quede sometida a este Código.

e) Puede realizar toda clase de operaciones excepto aquellas


reservadas por ley a las sociedades anónimas.
En consecuencia, el objeto de estas empresas es bastante
amplio lo único que no puede desarrollar este tipo de
personas jurídicas son aquellas materias que por ley
expresamente se entrega a una sociedad anónima, y por lo
tanto, respecto de esas materias previstas por ley sólo
pueden ser desarrolladas a través de una forma de
organización de carácter societario, una sociedad anónima.
Ejemplos de materias que por ley se entregan a S.A., son
los bancos, afp., compañías de seguros, administradoras de
fondos mutuos, bolsas de valores, sociedades
securitizadoras, en general, las sociedades anónimas
especiales etc.
En toda otra materia una persona natural podrá constituir
una eirl y desarrollar esa actividad a través de esta
forma de organización, esta persona jurídica, no teniendo
otras limitaciones que las generales de todo acto o
contrato, que se trate de una actividad lícita y que no
sea contraria al orden público, a las buenas costumbres y
la moral.

QUIENES PUEDEN CONSTITUIR UNA EMPRESA INDIVIDUAL

Conforme al artículo 1º “toda persona natural se encuentra


autorizada para establecer empresas individuales de
responsabilidad limitada”.

Por lo tanto, sólo pueden constituir una empresa de este tipo


las personas naturales, es más, por cada empresa individual,
como lo dice su nombre sólo una persona natural puede ser su
constituyente. Las personas jurídicas no pueden constituir
este tipo de empresa.

Una persona natural puede constituir las EIRL que desee, no


hay disposición legal que establezca una limitación al
respecto, por lo tanto, podrá constituir tantas empresas
individuales como actividades quiera desarrollar.

Tampoco distingue la ley en materia de nacionalidad de las


personas naturales facultadas para constituir estas
empresas, en consecuencia, tanto un chileno como un
extranjero puede constituirlas, con la salvedad que si se
trata de un extranjero previo a ello deberá a lo menos
obtener RUT en el Servicio de Impuestos Internos.

FORMALIDADES DE CONSTITUCIÓN

La ley exige que, para constituir una empresa individual,


debe hacerlo por escritura pública, y el extracto de esta
debe inscribirse y publicarse, en consecuencia, la
constitución de estas constituye un acto solemne. Deben
cumplirse las solemnidades prescritas por la ley para que el
acto se repute perfecto.

En consecuencia, para constituir estas personas jurídicas se


requiere de la observancia de las siguientes solemnidades:
a) escritura pública
b) Inscripción del extracto de la escritura pública en el
Registro de Comercio del Conservador de Bienes Raíces
respectivo y,
c) Publicación del extracto en el Diario Oficial por una sola
vez.
d) Plazo.- Todo esto dentro de los 60 días siguientes
contados desde el otorgamiento de la escritura pública.

Escritura Pública

Esta conforme al artículo 4º debe contener a lo menos las


siguientes menciones:

1. El nombre, apellidos, nacionalidad, estado civil, edad y


domicilio del constituyente.

Esta es la individualización del constituyente que


comparece en la escritura. Los requisitos son bastante
extensos, siendo mayores a los que la ley contempla a
propósito de los socios de una sociedad de personas o una
de capital. En las sociedades de responsabilidad limitada
se exige el nombre, apellidos y domicilio y en las
anónimas el nombre, profesión y domicilio de los
accionistas constituyentes.
El que contemple la edad del constituyente puede
constituir un elemento de discriminación, puesto que este
elemento puede inducir a que no se contrate con la empresa
o a que no se le conceda un crédito.
Con todo, parece una medida acertada del legislador ya
que al mencionar todos estos requisitos parece imposible
que no exista certeza respecto de la persona del titular y
es muy difícil que a pesar de todos esos elementos se
produzca algún error en cuanto a la persona del titular.
Al parecer esta es una clara medida de protección a los
intereses de los terceros que contraten con una empresa
individual, cosa que se manifiesta en más de una
disposición legal de la ley 19857.

2. El nombre de la empresa, que contendrá, al menos, el


nombre y apellidos del constituyente, pudiendo tener
también un nombre de fantasía, sumado al de las
actividades económicas que constituirán el objeto o el
giro de la empresa y deberá concluir con las palabras
“empresa individual de responsabilidad limitada” o “EIRL”.
Al respecto surgen dudas de cómo configurar el nombre.
Pareciera que el legislador está exigiendo sólo el nombre
y apellido del constituyente más la referencia a la
empresa, pero en realidad, revisando la historia de la ley
se entiende que el nombre de la empresa individual debe
siempre incluir tres elementos: el nombre y apellido del
constituyente, las actividades económicas que constituirán
su objeto y la palabra final o abreviatura EIRL., es
decir, el nombre de la empresa debe ser así: Pedro Perez
Pereira, metalurgia, EIRL.

También puede tener un nombre de fantasía al igual que las


sociedades anónima y de responsabilidad limitada, elemento
que es opcional, no forma parte de su denominación ni
puede utilizarse para obligar jurídicamente a la empresa.

3. El monto del capital que se transfiere a la empresa, la


indicación de si se aporta en dinero o en especies, y en
último caso el valor que se les asigna.
Al respecto debemos aclarar que el capital no se
transfiere sino que se aporta, se constituye o se integra
en una entidad diferente del sujeto aportante.

Al igual que en las sociedades el aporte puede ser en


dinero o en especies y en caso que se haga de esta última
forma, debe avaluarse la especie. Sin embargo creemos que
debió establecerse al respecto un sistema para su
avaluación de manera tal que no se puedan producir abusos
en su valoración.

4. La actividad económica que constituirá el objeto o giro


de la empresa y el ramo o rubro específico en que dentro
de ella se desempeñará.

Esta debe complementarse con la disposición que permite


constituir eirl de objeto civiles o comerciales salvo las
reservadas por ley a S.A.

Analizada la historia de la ley al respecto y tomando en


cuenta los párrafos anteriores, concluimos que el objeto
puede consistir tanto en la ejecución de actos civiles
como de actos de comercio y que al igual como ocurre con
las Sociedades Anónimas el objeto debe ser específico,
debe señalarse con toda precisión. Respecto de esto
último, la ley exige no solo señalar la actividad
económica ( comercial, industrial, agrícola, minera,
servicios, pesca, construcción etc..) sino también,
indicar el o los rubros o ramos específicos dentro de
ella, o sea, los negocios que dentro de la actividad va a
desarrollar el empresario. Esto tiene mucha importancia
para efectos de la responsabilidad de la empresa y del
empresario que será tratada más adelante. Basta decir en
este momento que por motivos de la responsabilidad que los
actos de la empresa pueden acarrear a su titular. se debe
tener mucho cuidado con los actos que se realizan a nombre
de la empresa en relación al giro, objeto y actividad
específicas que en su escritura de constitución se señale.

Sólo el Sii ha elaborado una lista de “ rubros o ramos de


actividades económicas” de manera que se advierte aquí la
remisión en el hecho a esa nómina.

5. El domicilio de la empresa.

Al igual que en las sociedades la ley exige que se señale


un domicilio de esta. Esta mención no es esencial por
cuanto si nada se dice al respecto, debemos aplicar la
disposición del artículo 355, en cuyo caso, la empresa se
entiende domiciliada en el lugar en que se otorgó la
escritura pública de constitución.
Este elemento detemina el Conservador de Bienes Raíces
competente para efectuar la inscripción del extracto de la
escritura de constitución.

6. El plazo de duración de la empresa, sin perjuicio de las


prórrogas que puedan ser estipuladas por el titular. Si
nada se dice al respecto, de debe entender que la duración
es indefinida.
Al igual que en las sociedades, se exige un plazo y se
faculta establecer prórrogas para su continuidad. Sin
embargo, y como ocurre a propósito de las sociedades
anónimas, este elemento no es esencial por cuanto si nada
se expresa se entiende que el plazo es indefinido.

Extracto

Este debe otorgarlo el mismo notario que otorgó la escritura


pública y aunque nada se dice al respecto, no cabe sino
concluir que el notario debe individualizarse y firmar el
extracto.

La ley señala que debe contener un resumen de las menciones


contenidas en la escritura pública, a diferencia de lo que
ocurre en materia de sociedades anónimas y de responsabilidad
limitada en las que la propia ley establece lo que debe
contener el extracto.
A nuestro juicio el extracto de la eirl debe contener un
resumen de las menciones esenciales de la escritura, o sea,
las establecidas en la ley con excepción del domicilio y de
la duración, en el evento que estos dos últimos elementos no
hayan sido señaladas en la escritura por cuanto existen
disposiciones supletorias al respecto, y en ese evento se
aplican ellas.

Este extracto debe publicarse por una sola vez en el Diario


Oficial e inscribirse en el Registro de Comercio del
Conservador de Bienes Raíces respectivo, o sea, el que
corresponda al domicilio de la empresa.

El plazo para efectuar estos trámites es de 60 días contados


desde el otorgamiento de la escritura. Este plazo es de días
corridos, en consecuencia no se suspenden en días domingos ni
en días festivos. Es de 60 días NO de 2 meses

MODIFICACIONES DE UNA EIRL.

Conforme a lo dispuesto en el artículo 6º de la ley, las


modificaciones de una eirl debe hacerse por escritura pública
y su extracto debe inscribirse y publicarse dentro de los 60
días siguientes al otorgamiento de la escritura.
En consecuencia, se sigue el mismo procedimiento que el de
constitución. Sin embargo, en cuanto a las menciones del
extracto, este debe hacer referencia al contenido específico
de la modificación que se practica.

RESPONSABILIDAD

Al referirnos a este tema nos estamos contestando las


siguientes preguntas a saber, ¿De que actos responde? y ¿Con
que medios o bienes responde por ello?

Al respecto distinguimos:

a) Responsabilidad de la empresa
b) Responsabilidad del empresario

a) Responsabilidad de la empresa
La empresa es responsable exclusivamente por las
obligaciones contraídas dentro de su giro y siempre que
se trate de actos ejecutados en nombre y representación
de ella por la o las personas facultadas para ello.
Esta responderá con todo su patrimonio, con todos sus
bienes.

b) En cuanto a la responsabilidad del empresario, este en


principio y por regla general, como su responsabilidad es
limitada, responde del hecho de haber pagado, enterado o
ingresado efectivamente a la caja empresarial el dinero o
especies avaluables en dinero que se comprometió a enterar
en el acto constitutivo o en alguna modificación posterior
del capital de la empresa.

Sin embargo, en ciertos casos, su responsabilidad va a ser


ilimitada, en consecuencia, va a responder con todo su
patrimonio por ciertos actos en los que actuó como si lo
hiciera la empresa.
Se trata de actos que en principio el titular los ejecutó
pensando en que actuaba a nombre de la empresa pero que en
definitiva no son considerados actos de la empresa, o
bien, actuando en nombre y representación de ella la ley
dispone que el titular de la empresa debe responder por
esos actos con todo su patrimonio. Estos casos son:

1) Por los actos y contratos efectuados fuera del objeto de


la empresa, para pagar las obligaciones que emanen de esos
actos o contratos.

En realidad como son actos que no están dentro del


objeto de la empresa esta no los puede ejecutar a menos
que se ampliara el giro y se modificara el objeto
empresarial antes de ejecutarlos o celebrarlos. Como no
los puede celebrar la empresa la ley dispone que el
responsable de las obligaciones que emanan de esos actos
o contratos es el titular con todo su patrimonio.
Es por ello que es necesario determinar claramente en la
escritura de constitución el objeto de la empresa y la
actividad que dentro de ella se va a desarrollar.

2) Por los actos y contratos que se ejecutaren sin el nombre


o representación de la empresa, para cumplir las
obligaciones que emanen de tales actos y contratos.

En este caso estrictamente no son actos de la empresa


sino que son actos del que actúo ya que si el que actúa
no señala que actúa a nombre y en representación de
ella, la empresa no actúa y respecto de ella no se
producen los efectos de la representación , en
consecuencia, no le pueden afectar los efectos de ese
acto porque nunca actuó. El que celebró el acto está
actuando a nombre propio y debe responder con su
patrimonio por los efectos que aquel produzca. Es una
consecuencia lógica y corresponde que sea el titular del
acto ejecutado que responda con su patrimonio.

3) Si la empresa celebrare actos y contratos simulados,


ocultare sus bienes o reconociere deudas supuestas, aunque
de ello no se siga perjuicio inmediato.

En general se trata de actos fraudulentos que se


ejecutan a nombre de la empresa con el objeto de
ocasionar un perjuicio a terceros, aunque este perjuicio
no sea inmediato.
En este caso, podríamos concluir que el legislador
establece una sanción en contra del titular que efectúa
o ejecuta actos simulados, o sea, el legislador busca
con ello evitar la ejecución de este tipo de actos
fraudulentos.

4) Si el titular percibiere rentas de la empresa que no


guarden relación con la importancia de su giro, o
efectuare retiros que no corresponden a utilidades
líquidas y realizables que pueda percibir.

En este caso, el legislador busca evitar que perciban


dineros que no corresponden a la actividad que
desarrollan o que celebren transacciones a valores
mayores a los de mercado o se perciban rentas o ingresos
en forma simulada ocultando el verdadero valor de la
operación.
Este caso también constituye una sanción al titular que
retira estas de la empresa o las percibe por parte de la
empresa.

Al respecto, el profesor Ricardo Sandoval hace los


siguientes comentarios:

Destacamos que esta responsabilidad indefinida del


titular se funda en el hecho de percibir "rentas", lo
que evidencia el empleo de una terminología propia de la
legislación tributaria y no la que se usa en el derecho
de sociedades, corporaciones y entidades, en que se
alude a remuneraciones u otros estipendios. Además, las
"rentas" percibidas por el titular no han de guardar
relación "con importancia de su giro", lo que creemos
que no es un requisito apropiado para establecer la
responsabilidad ilimitada del titular. El giro u objeto
de la entidad no puede ser calificado de "más
importante" o "menos importante" para los efectos que
estamos analizando, sino que hay que atender a la cifra
de negocios de la entidad o al monto de la facturación o
de las ventas realizadas en un ejercicio o al volumen de
producción, etc.

5) Si la empresa fuere declarada en quiebra culpable o


fraudulenta.

Este último caso también es una sanción al titular. Si


se produce la quiebra de la empresa el titular
responderá con todo su patrimonio por las obligaciones
de la empresa quebrada, salvo que se trate de una
quiebra fortuita. Habrá que estar a la calificación que
de ella se haga para saber que tipo de responsabilidad
generará en el titular y particularmente en el
patrimonio de este.

ACTOS Y ADMINISTRACION DE LA EMPRESA

Conforme al artículo 9º son actos de la empresa los


ejecutados bajo el nombre y representación de ella por su
administrador.

En consecuencia, para estar ante un acto de la empresa es


necesario que su administrador ejecute un acto o celebre un
contrato en su nombre y representación y siempre que sea
dentro de su giro, si bien en esa parte pertinente la ley no
lo señala, se concluye de una interpretación armónica de la
ley.

En consecuencia, para estar ante un acto por medio del cual


la EIRL resulte obligada deben cumplirse los siguientes
requisitos, a saber:

a) Que la obligación sea contraída dentro del objeto o giro


de la empresa;

b) Que el acto o contrato del que nace la obligación sea


ejecutado o celebrado por su administrador , y
c) Que el administrador al ejecutar el acto o al celebrar
el contrato actúe en nombre y representación de la
empresa.

¿Quién ejerce la administración de la empresa individual?

a) Al respecto la ley señala que la administración


corresponderá al titular de la empresa, o sea, a su
constituyente. Este la representa judicial y
extrajudicialmente para el cumplimiento del objeto social,
con todas las facultades de administración y de
disposición. Por lo tanto, en primer lugar el
administrador de la empresa es el propio titular y podrá
ejecutar todo tipo de actos de la manera más amplia y
obligar a la empresa, siempre dentro de su objeto o giro
específico.
Aparentemente este artículo fue tomado del artículo 40 de
la ley 18.046, incluso el texto dice objeto “social” y
esta tiene objeto empresarial. Además confiere al titular
todas las facultades de administración y de disposición
por lo que no es necesario señalar facultades en la
escritura de constitución. Está facultado para ejercer
poderes de administración, de conservación o de
disposición con las más amplias facultades para actuar en
toda circunstancia en nombre de ella, ejerciéndolas dentro
de los límites del objeto. Por lo tanto, el constituyente
se encuentra está limitado por el objeto de la empresa el
que en consecuencia debe quedar perfectamente determinado,
lo que no ocurre en este caso según las exigencias que el
legislador formula respecto de su descripción en la
escritura fundacional.

b) También pueden actuar a nombre de la empresa como


administrador un mandatario debidamente facultado por el
administrador. En este caso, el administrador debe
conferir el mandato por escritura pública que se anotará
al margen de la inscripción de la empresa y se inscribirá
en el Registro de Comercio del domicilio de la empresa. Al
respecto, la ley no señala plazo alguno para cumplir con
estas formalidades, pero entendemos que debe hacerse antes
que este administrador ejecute algún acto.

c) También puede administrar la empresa un gerente general.


Este puede ser nombrado por el titular de la empresa o por
un mandatario con facultades para hacerlo. El gerente
general tendrá todas las facultades del administrador
excepto aquellas que se le excluyan expresamente. El
nombramiento y las facultades que se le excluyen se hacen
por escritura pública que se anota al margen de la
inscripción de la empresa y se inscribe en el Registro de
Comercio del domicilio de la empresa.
En este caso tampoco hay plazo y al respecto aplicamos lo
mismo señalado en el caso anterior.

Nos parece que de haber este cúmulo de administradores,


se perjudicará la seguridad y certeza que debe existir en
esta materia, para la protección de los terceros que
contraten con la empresa.

TERMINO DE UNA EIRL

La ley ha previsto varias causales de disolución de las


empresas individuales de responsabilidad limitada a saber:

a) Por voluntad del empresario.

El titular de la empresa individual de responsabilidad


limitada puede en forma anticipada al vencimiento
estipulado en el acto de constitución o de alguna de sus
prórrogas, poner término a esta. Así como tuvo voluntad
para crearla tiene voluntad para ponerle fin.

b) Por la llegada del plazo previsto en el acto constitutivo.

Es la causal natural de término de una empresa individual


y siempre que se haya estipulado en la escritura de
constitución por cuanto si nada se señala respecto de la
duración de la empresa esta será indefinida. Esto sin
perjuicio que, antes de extinguirse el término previsto en
la constitución este pueda ser prorrogado observando las
formalidades legales previstas para la modificación del
acto constitutivo.

c) Por aporte del capital de la empresa individual a una


sociedad.

En este caso se trata de una fusión por incorporación o


absorción de una empresa en una sociedad. En este evento,
la sociedad que absorbe a la empresa individual se hace
cargo de todas las obligaciones contraídas por la empresa
en el ejercicio de su giro, salvo que el propio
constituyente declare que las asume con su propio
patrimonio.

d) Por quiebra

Es curioso esta causal porque la quiebra por si sola no


produce el término o disolución de una sociedad ni el
término de los actos y contratos preexistentes. Es más, un
fallido declarado en quiebra puede celebrar convenios para
solucionar ese estado, sin que se produzca la disolución.

En este caso, se termina la empresa pero no se produce la


quiebra personal del titular. Sin embargo, el titular va a
responder de las obligaciones de la empresa en forma
ilimitada según lo dispone el artículo 12 letra E de la
ley, al que ya nos referimos, si esta es culpable o
fraudulenta, o sea, si hay culpa o dolo del titular en los
actos que dieron origen a ella.

En este caso, si de la quiebra se sigue el hecho que una


sola persona se adjudique tal empresa, la ley lo faculta a
este para continuar con la empresa. Para ello así deberá
declararlo y entendemos que deberá efectuar las
modificaciones de rigor. En consecuencia, deberá modificar
a lo menos el nombre y apellido del titular. Nos parece
que esta continuidad contraviene la disposición que
establece la disolución porque si termina no puede luego
continuar. Supone además que el legislador estaría
disponiendo la continuación importa sobrevivencia. Por lo
demás supone que el adjudicatario se hizo dueño de todo el
activo de la EIRL, el que seguramente se realizó como una
unidad jurídica.

e) Por muerte del titular.

Este caso se produce por la estrecha relación o


vinculación que existe entre el titular y la empresa.

En este caso, la ley ha permitido, al igual como ocurre en


las sociedades de responsabilidad limitada, la
continuación de la empresa. Al respecto, la ley señala que
los herederos podrán nombrar un gerente general común para
efectos de la continuación del giro de la empresa hasta
por el plazo de un año, al cabo del cual termina la
responsabilidad limitada. El plazo que habría que contarlo
desde el fallecimiento, aunque la ley nada dice al
respecto.
En consecuencia, al cabo del año no se produce el término
de la empresa sino que se produce el término de la
responsabilidad limitada, por lo tanto, debemos concluir
que hacia delante los herederos responden ilimitadamente
con su patrimonio por las obligaciones de la empresa.

Formalidades en caso del término de la empresa individual.

Cualquiera sea la forma en que termina la empresa


individual, esta debe declararse por escritura pública, la
que debe inscribirse en el Registro de Comercio
correspondiente y publicarse en el Diario Oficial.
Entendemos que el plazo debe ser también el de 60 días del
otorgamiento de la escritura pública.

La Liquidación de una EIRL

Al respecto la ley no estableció normas particulares por


lo que al respecto habría que aplicar supletoriamente las
normas de las sociedades de responsabilidad limitada,
haciendo presente que dichas normas son para sociedades y
no existe en el código de comercio normas generales sobre
empresas. Al respecto hay que señalar que las normas sobre
liquidación de las sociedades de responsabilidad limitada
las encontramos a propósito de las sociedades colectivas
comerciales en el código de comercio, y en las
disposiciones sobre sociedades civiles contenidas en el
código civil.
Al respecto además, debemos aplicar lo que ya mencionamos
sobre el tema de los acreedores en las EIRL.

¿Puede Cederse o transferirse una EIRL?

La ley nada dice expresamente al respecto, sólo en materia


de quiebras, se permite que una persona se lo adjudique
como una unidad económica en cuyo caso debe ajustar el
estatuto. A la luz de lo anterior, y aplicando las normas
de las sociedades de responsabilidad limitada y teniendo
en cuenta que estamos en materia de derecho privado en
virtud del cual se puede hacer todo aquello que la ley
expresamente no prohiba y rige claramente el principio de
la libertad contractual, nos parece que no existe ningún
problema para ello pero se debe modificar el estatuto e la
parte pertinente.
El Sii en un oficio reciente ha sostenido lo que a
continuación se agrega lo que está en el mismo sentido
anteriormente señalado:

RENTA – ACTUAL LEY SOBRE IMPUESTO A LA – CÓDIGO TRIBUTARIO,


ART. 8°, N° 13 – LEY N° 19.857, DE 2003, ART. 6°, ART.
17°, ART. 18° – CIRCULAR N° 17, DE 1995. (ORD. N° 4.653,
DE 27.11.2006)

Venta de una Empresa Individual de Responsabilidad Limitada


(EIRL), por parte de su titular, a otra Persona Natural que
adquiere la Empresa – El Derecho del Empresario sobre la EIRL
es de Naturaleza Incorporal Mueble y por su contenido
patrimonial es esencialmente transferible – El Cesionario,
persona natural que adquiere la empresa, puede continuar
operando bajo el mismo RUT y giro, en la medida que subsista
la persona jurídica – Modificaciones – Solemnidades.

1.- Por Oficio Reservado indicado en el antecedente, se


solicita un pronunciamiento, respecto a la procedencia de
una operación de venta de una Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada (EIRL) por parte de su titular, a
otra persona natural, y si esa operación, de ser
procedente, permite que la persona natural que adquiere la
empresa, pueda continuar operando bajo el mismo RUT y
giro.

Sobre la materia en cuestión, la opinión de esa Dirección


Regional es que resulta factible la procedencia de la
operación comercial por la cual se pueda vender una EIRL a
otra persona natural, pudiendo este último continuar con
el RUT y giro de la EIRL adquirida, pero cumpliendo con el
trámite de cambio de razón social y estableciendo una
cláusula de responsabilidad por impuestos.

Agrega, que ello es factible conjugando lo dispuesto en el


artículo 2° de la Ley N° 19.857, que en su definición de
la EIRL, señala que ésta es una persona jurídica con
patrimonio propio, distinto al de su titular, adoptando de
ese modo la calidad de "contribuyente" al tenor del
artículo 5° N° 8 del Código Tributario, por lo que en sí
misma, se entiende que constituye una unidad económica con
personalidad jurídica propia, independiente de la persona
natural que la constituye. No se aprecia en la ley, que
dicha unidad económica no pueda transferirse como tal,
obviamente conservando los elementos del marco legal de
dicha institución.

En abono de su opinión indica lo dispuesto en el artículo


17 de la Ley N° 19.857, que se refiere a una de las
causales de término de la EIRL, la quiebra. En el contexto
de las formas de término de una EIRL, en el evento de que
ocurra la quiebra de ésta, se permite que exista un
adjudicatario único de la empresa, que pueda continuar con
ella como unidad económica EIRL, para lo cual debe el
adjudicatario así declararlo y efectuar los ajustes en la
escritura de constitución de la misma, según el artículo
6° de la mencionada Ley N° 19.857.

Finalmente indica, que al permitirse la adjudicación como


unidad económica de una EIRL en manos de un adjudicatario
único, persona natural, es perfectamente posible que se
pueda transferir dicha unidad económica (por venta por
ejemplo) a otra persona natural, quien podría continuar
con ella, pero efectuado los ajustes en su escritura de
constitución, referidos a cláusula de responsabilidad por
impuestos y de razón social, titular, domicilio, etc.,
cambios que deben ser informados al Servicio conforme a
las instrucciones pertinentes, contempladas en la Circular
N° 17 de 1995, sobre modificación de información del
contribuyente.

2.- Respecto al problema planteado debe, en primer lugar


aclararse que para que una empresa que cambia de
propietario o dueño pueda seguir operando bajo el mismo
RUT, es necesario que se produzca la subsistencia de la
persona jurídica, como ocurre en el caso de transformación
de sociedades (Cód. Trib. Art. 8 N° 13).

Luego, debe analizarse si la Empresa Individual de


Responsabilidad Limitada puede cambiar de dueño o de
titular y si en dicho cambio subsiste o no la personalidad
jurídica de la primitiva empresa.

Sobre este particular, coinciden los autores Luis


Eugenio Ubilla Grandi y Joel González Castillo. El
primero de ellos - Ubilla - en su obra De las sociedades
y la EIRL, pág. 278, sostiene que "el derecho del
empresario sobre la EIRL es de naturaleza incorporal
mueble y por su contenido patrimonial es esencialmente
transferible, de modo que nada impide, y esta ley que
comentamos no lo hace, que el derecho se transfiera a
otra persona natural, ya sea total o parcialmente".

"Es obvio que si la cesión es parcial desaparecería la


unipersonalidad, transformándose la empresa en una
sociedad,..."

Más adelante agrega que la cesión total importa un


cambio del titular de la empresa, "En tal caso, en la
escritura (de cesión) y en el extracto deberá
individualizarse también al cesionario del derecho, en
la escritura en la forma que indica el artículo 4 N° 1,
y en el extracto en la forma que lo indica el artículo
30 N° 1 del Reglamento para el Registro de Comercio.".

Este mismo autor, en la pág. 298 de la obra citada,


concluye que en el caso que la cesión se efectúa a una
persona natural “subsiste la EIRL con su personalidad
jurídica, sólo cambia el titular, lo que constituye una
modificación que debe cumplir con los requisitos de
fondo y formales antes estudiados”.

El segundo de los autores citados, señor González, en su


obra Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada,
pág. 91, expresa "No vemos reparos que el titular de una
EIRL pueda cederla. El principio de la libre circulación
de los bienes, salvo norma en contrario, impone tal
solución. Por lo demás, así es en derecho comparado.".

Añade, enseguida, que "En nuestro país al efectuarse la


transferencia de la EIRL se está cambiando el
constituyente por lo que debe procederse a la
modificación de la empresa y en la escritura pública que
se otorgue al respecto hay que individualizar al nuevo
titular y, consecuencialmente, cambiar el nombre de la
empresa, ya que no olvidemos que el artículo 4° letra b)
de la ley exige incluir en el nombre de la empresa el
nombre y apellido del constituyente. En definitiva, la
cesión de una EIRL significa modificación del titular de
la empresa y del nombre de la misma por lo que hay que
dar cumplimiento al art. 6° de la ley, esto es,
escritura pública inscrita y publicada".

3. - Respecto de la materia en análisis cabe expresar


que esta Dirección Nacional comparte las razones dadas y
las conclusiones a las cuales arriban los autores
señalados, considerando, además, que de lo dispuesto en
los artículos 17 y 18 de la ley puede llegarse a igual
conclusión.

En efecto, el artículo 17 citado contempla expresamente


una posibilidad de sobrevivencia de la personalidad
jurídica de la EIRL, después de su transferencia desde
el constituyente o primer titular a un segundo titular
que la adquiera en un proceso de quiebra, señalando,
además, esta norma que para tal efecto debe efectuarse
una declaración con sujeción a las formalidades del
artículo 6° de la ley.

Por su parte, al prescribir el artículo 18 que, en lo


demás, "se aplicarán a la empresa individual de
responsabilidad limitada, las disposiciones legales y
tributarias, aplicables a las sociedades comerciales de
responsabilidad limitada", permite, en este caso, equi-
parar la cesión que efectúa el constituyente de la EIRL
con la que pueda realizar el socio de la sociedad
comercial de responsabilidad limitada, la cual no afecta
ni modifica la personalidad jurídica de la sociedad
sobre la cual recaen los derechos cedidos.

4.- En consecuencia, respecto de la primera de las consultas


que formula, esto es, sobre la procedencia de una
operación de venta de una Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada (EIRL) por parte de su titular,
a otra persona natural, cabe expresar, tal como ya se
indicó, que el derecho del empresario sobre la EIRL es
de naturaleza incorporal mueble y por su contenido
patrimonial es esencialmente transferible, de modo que
nada impide, que el derecho se transfiera a otra persona
natural, ya sea total o parcialmente.

Aclarado lo anterior, respecto de su segunda consulta


procede expresar que el cesionario, persona natural que
adquiere la empresa, puede continuar operando bajo el
mismo RUT y giro, toda vez que de conformidad a lo
precedentemente señalado, para que una empresa que
cambia de propietario o dueño pueda seguir operando bajo
el mismo RUT, es necesario que se produzca la subsis-
tencia de la persona jurídica, circunstancia esta última
que se cumple en el caso que la cesión se efectúe a una
persona natural.

Sin perjuicio de lo indicado procede además expresar que


en tales casos deberá observarse estrictamente lo
establecido en el artículo 6° de la Ley N° 19.857, de
2003, en cuanto al cumplimiento de las solemnidades que
establece el artículo 3° de esta misma ley respecto de
cualquier modificación a las menciones que detalla el
artículo 4°. Es decir, la cesión deberá hacerse por
escritura pública que se inscribirá y publicará con
arreglo a lo dispuesto en los artículos 4° y 5°; y en el
extracto de la misma deberá hacerse referencia al
contenido específico de la o las modificaciones,
especialmente dentro de ellas la identificación del
cesionario o adquirente de la Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada (EIRL).

De igual forma, tales modificaciones deberán ser puestas


en conocimiento de este Servicio en la forma y dentro de
los plazos que al efecto se establecen en las
instrucciones contenida en la Circular N° 17, de 1995.

RICARDO ESCOBAR CALDERON


DIRECTOR

Oficio N° 4.653, de 27.11.2006.

Subdirección Normativa
Dpto. de Impuestos Directos

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