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Pedagogía tradicional
La pedagogía tradicional comienza a gestarse en el siglo XVII con las escuelas públicas en Europa y América Latina, con el
éxito de las revoluciones buscadas en la doctrina política y social del liberalismo, en esta etapa se concede a la escuela el
valor de ser la institución social para todas las capas sociales, para la construcción de la nación y reconocimiento moral y
social, esta escuela tradicional, adquiere carácter de pedagógica. La escuela, es el medio ideológico y cultural con
propósitos de formar a los jóvenes, enseñarle los valores y la ética, así como educarlos en las conductas de la
comunidad. El maestro es el centro del proceso de enseñanza, trasmisor de información y sujeto del proceso de
enseñanza, piensa y transmite los conocimientos con poco margen para que el alumno elabore y trabaje mentalmente.
Exige memorización, narración y exposición. En la actualidad, instituciones escolares, basadas en estos principios
ofrecen resistencias a los cambios. El contenido de la enseñanza es llamada enciclopedista e intelectualista.
Escuela Nueva
JOHN DEWEY: Nació en 1859, fue un filósofo, psicólogo y pedagogo estadounidense.
Desde el punto de vista epistemológico, Dewey considera que los conceptos en los que se formularon las creencias son
construcciones humanas provisionales. Dewey critica el enfoque tradicional sobre el conocimiento. El concepto
principal relacionado con la teoría del conocimiento es "experiencia".
Dewey mantiene una concepción enteramente dinámica de la persona. Lo que él propone es la reconstrucción de las
prácticas morales y sociales, y también de las creencias. Mantiene una posición crítica respecto a la sociedad industrial, y
una distancia enorme respecto del marxismo. La educación progresiva debemos contraponerla a la concepción
educativa tradicional. Pretendía formular sobre bases nuevas una propuesta pedagógica en oposición a la escuela
tradicional y antigua. Pensaba que la nueva educación tenía que superar a la tradición no sólo en los fundamentos del
discurso, sino también en la propia práctica. Sin embargo, no existe un método Dewey para ser aplicado. Cuando él
habla del método, lo hace a nivel abstracto, él piensa que no existen métodos "cerrados y envasados". Dewey estima
que la praxis educativa implica un manejo inteligente de los asuntos, y esto supone una apertura a la deliberación del
educador en relación con su concreta situación educativa y con las consecuencias que se pueden derivar de los
diferentes cursos de acción.
La propuesta metodológica de Dewey consta de 5 fases: 1. Consideración de alguna experiencia actual y real del niño.
2. Identificación de algún problema o dificultad suscitados a partir de esa experiencia. 3. Inspección de datos
disponibles, así como búsqueda de soluciones viables. 4. Formulación de la hipótesis de solución. 5. Comprobación de la
hipótesis por la acción.
La escuela, para Dewey, se concibe como reconstructora del orden social, el educador es un guía y orientador de los
alumnos. De todo esto surge el famoso Método del problema.
El Niño Esta educación tiene como base la Psicología del desarrollo infantil. Se impone entonces la obligación de tener
una imagen justa del niño, tratar a cada uno según sus aptitudes, permitirle al niño dar toda su propia medida. La
infancia es una edad de la vida que tiene su funcionalidad y su finalidad, regida por leyes propias y sometidas a
necesidades particulares. La educación debe entonces garantizar al niño la posibilidad de vivir su infancia felizmente. No
hay aprendizaje efectivo que no parta de alguna necesidad o interés del niño, ese interés debe ser considerado el punto
de partida para la educación.
Relación Maestro – Alumno Sufre una transformación en la Escuela Nueva. De una relación de poder-sumisión que se
da en la Escuela Tradicional se sustituye por una relación de afecto y camaradería. Es más importante la forma de
conducirse del maestro que la palabra. El maestro será un auxiliar del libre y espontáneo desarrollo del niño. La
autodisciplina es un elemento que se incorpora en esta nueva relación, el maestro cede el poder a sus alumnos para
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colocarlos en posición funcional de autogobierno que los lleve a comprender la necesidad de elaborar y observar reglas.
El Contenido La función del educador será descubrir las necesidades o el interés de sus alumnos y los objetos que son
capaces de satisfacerlos. Están convencidos de que las experiencias de la vida cotidiana son más capaces de despertar el
interés que las lecciones proporcionadas por los libros. Se trata de hacer penetrar la escuela plenamente en la vida; la
naturaleza, la vida del mundo, los hombres, los acontecimientos serán los nuevos contenidos. En todo caso los libros
serán sólo un suplemento de las demás formas de aprender. La educación es un proceso para desarrollar cualidades
creadoras en el niño.
Métodos de Enseñanza. Si hay un cambio en los contenidos, debe darse también un cambio en la forma de
transmitirlos. Se introducen una serie de actividades libres para desarrollar la imaginación, el espíritu de iniciativa, y la
creatividad. No se trata sólo de que el niño asimile lo conocido sino que se inicie en el proceso de conocer a través de la
búsqueda, respetando su individualidad. Esto hace necesario tener un conocimiento más a fondo de la inteligencia, el
lenguaje, la lógica, la atención, la comprensión, la memoria, la invención, la visión, la audición, y la destreza manual de
cada niño, para tratar a cada uno según sus aptitudes. Se propone la individualización de la enseñanza.
Funciones. El profesor debe intentar que se inicien en el pensamiento y comportamiento de los estudiantes procesos de
solución de problemas y, al resolverlos, alcance los esquemas de acción, las operaciones y los conceptos que deseamos
transmitirles. Es importante proporcionar al estudiante un instrumental de herramientas preparadas para ser aplicadas,
y ponerle en situación de hacer uso de ellas. El profesor debe conocer el desarrollo de los procesos de aprendizaje tanto
teórica como prácticamente, que posee una sensibilidad de captar la secuencia de las fases necesarias ( o funciones) de
ese proceso. Un buen profesor se da cuenta de las necesidades de aprendizaje.
Pedagogía Crítica
Peter Mclaren: Cofundador de la pedagogía crítica en el mundo. Ha realizado análisis políticos en contra del
capitalismo influenciado por una filosofía marxista humanista. Impartió clases en educación básica y educación media de
1974 a 1979. Actualmente es profesor de educación en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Educador de
izquierda congruente con su pensamiento. Sus aportes teóricos han trascendido las fronteras norteamericanas llevando
su pensamiento a diversas regiones alrededor del mundo; sus textos han sido traducidos a numerosos idiomas y han
servido como inspiración a una gran cantidad de educadores críticos.
Cultura: Conjunto de prácticas, ideologías y valores a partir de las cuales los diferentes grupos otorgan sentido a su
mundo.
Cultura Dominante: Prácticas y representaciones sociales que afirman los valores centrales, intereses y compromisos
de la clase social que controla la riqueza material y simbólica de la sociedad.
Cultura Subordinada: Conjunto de prácticas, ideologías y valores que poseen los grupos subordinados a la cultura
dominante.
Subcultura: Subconjuntos de las dos culturas de origen. Sus miembros emplean símbolos distintos y prácticas sociales
para favorecer una identidad distinta de la cultura dominante. En ocasiones, se involucran en actos de oposición.
Escuelas:
Son arenas culturales donde una heterogeneidad de formas sociales e ideológicas suelen enfrentarse en una lucha
irremisible por la dominación.
Poseen una doble forma: como mecanismos de clasificación en el que grupos seleccionados de estudiantes son
favorecidos con base en la raza, la clase y el género; y, como agencias para dar poder social e individual.
Espacios para la transformación social y la emancipación.
En ella se da un proceso cultural e histórico, en el que grupos selectos ocupan relaciones asimétricas de poder.
Pueden ser caracterizadas como terreno de transacciones, intercambios y luchas entre los grupos subordinados y la
ideología dominante. Allí la gente resiste.
Programas escolares: Refleja los intereses que le rodean; las visiones particulares del pasado y del presente que
representan, las relaciones sociales que afirman o descartan.
Contenidos escolares: Es histórico y socialmente arraigado y limitado por intereses. El conocimiento esta socialmente
construido, es decir, es producto del acuerdo o consentimiento entre los individuos que viven relaciones sociales
particulares.
Henry A. Giroux: Crítico cultural estadounidense, teórico fundador de la pedagogía crítica. Conocido por sus trabajos
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pioneros en pedagogía pública, estudios culturales, estudios juveniles, enseñanza superior, estudios acerca de los
medios de comunicación y la teoría crítica. Su obra ilustra un número de tradiciones teóricas que se extienden desde
Marx hasta Paulo Freire. Férreo defensor de la democracia radical; se opone las tendencias antidemocráticas del
neoliberalismo, el militarismo, el imperialismo, el fundamentalismo religioso, y los ataques que ocurren bajo el estado
neoliberal sobre el salario social, la juventud, la pobreza, y la enseñanza pública y superior. Su trabajo más reciente se
enfoca en la pedagogía pública, los medios de comunicación así como la fuerza política y educativa de la cultura global.
Las escuelas:
Son algo más que aparatos de reproducción ideológica para fortalecer la dominación. Son espacios donde se cuestiona
la dominación y, por lo tanto, poseen un gran potencial para la transformación de estructuras dominantes y
antidemocráticas. Son lugares públicos donde tienen lugar formas alternativas de conocimiento, de valores y de
relaciones sociales. En ellas, estudiantes y maestros críticos pueden realizar una acción cultural contraideológica que
cuestione la subordinación y el sometimiento a la cultura de la dominación.
Los maestros:
Requieren de una formación que promueva una nueva visión de la escuela y la enseñanza: un concepto de ciudadanía
crítica. Necesitan saber más que la materia que van a enseñar, requieren aprender un lenguaje interdisciplinario que se
centre en la historia, la sociología, la filosofía, la economía y la política. Trabajar como investigadores reflexivos en
colaboración con maestros y estudiantes. Intelectuales transformadores. Pueden trabajar con la comunidad donde se
hallan inmersos.
El salón de clases/la vida del aula:
Tradicionalmente se presenta como un conjunto unidimensional de reglas y prácticas regulatorias, y no como un terreno
cultural donde chocan una gran variedad de intereses y prácticas, en una lucha constante y a menudo caótica en pos de
la dominación. Se presenta como libre de ambigüedades y contradicciones; como un terreno neutral y transparente.
Las diferencias culturales entre los estudiantes con frecuencia se consideran deficiencias: las historias, experiencias y
conocimientos de los alumnos se ignoran. Dentro de la cultura escolar dominante, los conocimientos subordinados son
marginados, son tratados como si no existieran o se desacreditan. Por el contrario, aquellas ideologías que no ayudan a
los grupos subordinados a interpretar la realidad, pasan por formas objetivas de conocimiento.
Paulo Freire (Recife, 1921-São Paulo 1997) Nacionalidad: brasileña Doctor en Filosofía e Historia de la Educación.
Docente y funcionario universitario. Experto de la UNESCO y Profesor de la Universidad de Harvard. Recibe el premio
internacional ‘Paz y Educación’ de la UNESCO.
Dada la extensión de la obra de este educador, se han escogido sólo algunos pares de conceptos que nos ayudan
a reflexionar en torno a las condiciones necesarias para crear espacios de autonomía en los establecimientos educativos.
Se han tomado las nociones que aparecen recurrentemente en los escritos de Freire:
-Integrarse o acomodarse. -Estar en o con el mundo. -Permanecer pasivo o utilizar la capacidad creadora. -
Ser asistido o dialogar. -Utilizar la polémica o dialogar. -Conciencia ingenua o conciencia crítica.
Cabe aclarar que Freire acuña estos conceptos en el contexto de la educación de adultos y de la liberación de los
pueblos de su condición de explotación, enajenación y pobreza. Sin embargo, son relevantes para repensar también la
relación que los adultos-maestros establecen con las generaciones jóvenes, en formación.
Integrarse o acomodarse
La capacidad de enfrentar la realidad es ciertamente lo que se observa en los niños y niñas pequeños, cuando se
les permite desenvolverse en un contexto de libertad para jugar en espacios llenos de desafíos interesantes. Esta forma
lúdica de abordar el mundo, buscando respuestas, relacionándose de diversas maneras con los actores y los objetos en
situaciones concretas, permite al niño encontrar su propia manera de integrarse al mundo en el que le es dado habitar.
Cuando se goza de esta libertad básica de responder como ser humano, utilizando y poniendo en juego las habilidades
físicas y mentales, los niños se convierten en sujetos capaces de vincularse activamente a su entorno aportando
elementos nuevos para su interpretación y transformación. En cambio cuando se tiene al niño en un ambiente protegido
y dirigido, de tal manera que el adulto que lo cuida –sea su madre, padre o maestro– establece rutinas y actividades en
las que el niño sólo puede obedecer y actuar como se espera de él, el proceso de formación se convierte en una práctica
de mutilación cognoscitiva sistemática, cuyo resultado es precisamente lo que Freire llama un acomodamiento que
conduce hacia la deshumanización (Freire, 1969: 31).
En ambos proceso descritos se puede llegar a la autonomía, es decir, al autogobierno, sin embargo, las
características del logro educativo son cualitativamente muy diferentes. La autonomía que logra un niño que se integra
a su entorno social y cultural, en términos de Freire, es la de un sujeto que desenvuelve su esencia como ser humano
que puede y tiene la capacidad de gobernarse a sí mismo. La autonomía de un niño que se acomoda al mundo que lo
rodea es una falsa autonomía, la de un sujeto deshumanizado, ya que sólo responde a imposiciones diversas, y dejar de
pensar por sí mismo. Son sobrevivientes de entornos impositivos cuya única norma es la ciega obediencia, el simple
condicionamiento.
Estar en o con el mundo
Los niños y niñas desde que nacen y aún antes se encuentran inmersos en procesos de aprendizaje. Durante los
primeros meses y en gran medida hasta que ingresan a la escuela tienen la libertad de aprender con relativa autonomía,
es decir, de determinar cómo y bajo qué reglas se vinculan con su entorno. Experimentan y establecen por sí mismos de
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qué modo interactúan con lo que les rodea: chupan las cosas, las tocan, las avientan, las manipulan, en otras palabras,
juegan. El juego como acción espontánea de todos los seres humanos durante su infancia es fundamental en la
conformación de su personalidad y el establecimiento de sus lazos con el mundo. Paulo Freire (1986:29) define al
hombre como un ser de la praxis, de la acción y de la reflexión. Los niños pequeños gozan de la autodeterminación
propia de la acción y la reflexión, aunque no utilizan el lenguaje de los adultos. Hoy en día la neuro-ciencia nos ha
revelado que un bebé que tira objetos y los vuelve a hacer, está activamente interactuando con el medio, ya que está
indagando cuánto tiempo tarda el objeto mismo en caer, qué pasa cuando cae, qué distancia recorre, etc. Dada la
incapacidad del adulto de comprender estos procesos internos del bebé, no interviene en la relación de éste con su
contexto. Lo que plantea Freire es que el educador debe fomentar la capacidad humana de buscar explicaciones, de
experimentar, de expresarse de maneras diversas para actuar y transformar el mundo. Textualmente Freire nos dice:
La educación, cualquiera que sea el nivel en que se dé, se hará tanto más verdadera cuanto más estimule el desarrollo
de esa necesidad radical de los seres humanos, la de su expresividad. (Freire, 2003:54)
Cuando educador y educando están con el mundo establecen una serie de relaciones productivas, cada una
con su propia especificidad, enriqueciéndose a sí mismos en tanto conciencias autónomas. Por el contrario, cuando los
actores en el aula están en el mundo únicamente establecen contactos entre sí, no son capaces de trascender esta
forma superficial y poco significativa de vincularse.
Permanecer pasivo o utilizar la capacidad creadora
Cuando un sistema educativo fomenta la pasividad de los alumnos, inhibe su capacidad creadora. Cuando los
contenidos educativos no son más que la repetición fragmentada de información que no hace sentido, se está
promoviendo una respuesta pasiva, cuyo resultado observamos hoy en día en tantos adolescentes sin plan de vida, sin
capacidad de insertarse en su contexto ni transformarlo. Y no es de llamar la atención que esto suceda, pues si se
analizan los resultados de las evaluaciones de nuestros alumnos en las pruebas de PISA, nos queda claro que no pueden
obtener mejores puntajes porque no comprenden lo que leen, ni son capaces de utilizar el pensamiento lógico para la
resolución de problemas. Es decir, que la imposición de contenidos ha sido tal, que ni siquiera la lecto-escritura cobra
sentido para éstos, y se pueden pasar hasta nueve años sentados en las bancas cultivando digamos una pasividad
gnoseológica (facultad de conocer). Estas realidades de nuestro sistema educativo delatan que están ausentes las
relaciones humanas críticas y dialógicas, razón por la cual se conduce a los alumnos a la alienación, al acomodo, a
estar en el mundo, a la pasividad misma.
Es a partir de interrelaciones en el aula, como se estimula la creatividad y se supera la pasividad. Lo que
aporta un vínculo profundo es un estímulo, un reto, una nueva manera de mirar las cosas, preguntas bien planteadas,
una recta aprehensión de la realidad que se construye en conjunto.
Las relaciones verdaderas invitan a la participación genuina y trascienden la pasividad que se provoca desde la
manipulación o la imposición. En este sentido el desarrollo humano y la creatividad son esencialmente producto de
relaciones que fomentan el juego, la toma colectiva de decisiones, una comprensión razonada del entorno.