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Unidad I: Tema 2: Derecho Agrario

Definiciones de Derecho Agrario

Ramón Vicente Casanova. "El conjunto de normas y principios que regula la


propiedad territorial y que orienta y asegura su función social".

Román Duque Corredor. "Es el derecho que regula la actividad agraria,


entendiendo por tal actividad no sólo la productiva, sino también el procesamiento y la
venta de sus productos por el propio productor". "Es el derecho de la empresa agraria, es
decir de la actividad agraria organizada para la producción". "Es el derecho del empresario
agrícola o agrario, entendiendo por empresario al agricultor que organiza una actividad
agraria en suelo propio o ajeno para realizar trabajos vinculados al cultivo de la tierra
haciendo de esa actividad su profesión habitual".

Víctor Gímenez Landínez. "Las normas jurídicas que establecen y regulan el


derecho del hombre a la propiedad de la tierra y las facultades y obligaciones que para el
individuo y para el Estado se derivan del mismo".

Lucio Mendieta y Núñez. "El Derecho Agrario es el conjunto de normas, leyes,


reglamentos y disposiciones en general, doctrina y jurisprudencia que se refieren a la
propiedad rústica y a las explotaciones de carácter agrícola".

Raúl Lemus García. "Es el conjunto de principios, preceptos e instituciones que


regulan las diversas formas de tenencia de la tierra y los sistemas de explotación agrícola,
con el propósito teleológico de realizar la justicia social, el bien común y la seguridad
jurídica".

Manuel Ángel Palma Labastida. "Es la rama de la Ciencia del Derecho que
estudia y regula principalmente las relaciones jurídicas atinentes a la actividad agrícola en
todas sus manifestaciones y operaciones a ella conexas, para adecuar las normas a la
realidad Social y económica del mundo moderno."

Edgar Darío Núñez Alcántara. "El Derecho Agrario es la conformación jurídica


de las normas sustantivas y adjetivas que vinculan la actividad agrícola, pecuaria,
conservacionista y agroindustrial, con el desarrollo económico de la sociedad, expresado en
leyes, doctrinas, costumbres y jurisprudencia".

Giorgio di Semo. "Es la rama jurídica de carácter prevalentemente privado, que


contiene las normas reguladoras de las relaciones jurídicas atinentes a la agricultura."

Mario Longo. "Es el conjunto de normas típicamente relativas a la agricultura."


Carrara."La totalidad de las normas que disciplinan las relaciones que se
constituyen en el ejercicio de la actividad agraria."

Antonio Vivanco C. "El Derecho Agrario es el orden jurídico que rige las
relaciones entre los sujetos intervinientes en la actividad agraria con referencia a objetos
agrarios y con el fin de proteger los recursos naturales renovables, fomentar la producción
agropecuaria y asegurar el bienestar de la comunidad rural".

Rodolfo Carrera. "Es la Ciencia jurídica que contiene los principios y normas
que regulan las relaciones emergentes de la explotación de la tierra a fin de que de la
misma se obtenga una mayor y mejor producción así como una justa distribución de sus
riquezas, en beneficio de quienes la trabajan y la comunidad."

Fernando Pereira Sodero."El conjunto de principios y de normas, de Derecho


público y privado, que disciplina las relaciones emergentes de la actividad rural, con base a
la función social de la tierra."

Objeto del Derecho Agrario

Objeto Formal

Se refiere a la actividad agrícola y a los actos vinculados con la actividad agrícola.

Objeto Material

Se refiere al suelo rural, a la tierra en general, al suelo productivo, al sujeto


dedicado a la producción agrícola, entre éstas encontramos los recursos naturales
renovables, el desarrollo de la tierra y la incorporación eficaz a las actividades agrarias.

Naturaleza del Derecho Agrario

La relación que tiene el Derecho Agrario con el Derecho Social, es debida a que el
Derecho Agrario tiene una naturaleza eminentemente social, en razón de los sujetos a
quien le da protección y ampara.

Autonomía del Derecho Agrario

El Derecho Agrario en la actualidad es un Derecho Autónomo, en el sentido de que


goza de:

1.- autonomía jurídica, representada por los principios que rigen al Derecho
Agrario;

2.- por la autonomía legislativa constituida por el conjunto de leyes que regulan
la materia agraria;

3.- por la autonomía jurisdiccional, reflejada por los Tribunales Agrarios del país
en el cual se ventilan las causas agrarias;
4.- la autonomía didáctica representada por el Derecho Agrario como materia en
las Universidades del país y,

5.- por la autonomía científica, la cual está formada por la doctrina agraria a
través de diversos textos legales de autores estudiosos en la materia.

Fuentes del Derecho Agrario

1.-Formales: Son los procedimientos para la


creación de la norma jurídica, dentro de esta categoría
vemos la Costumbre, la Legislación y la Jurisprudencia.

2.-Históricas: Se consideran a las instituciones


jurídicas que tuvieron vigencia en otras épocas y
sirvieron para alimentar las actuales, tal como los
papiros, documentos, libros, etc.

3.- Reales: Abarcan los hechos, circunstancias


y consideraciones que nutren la conducta del legislador
y que se plasman en el contenido de las normas.

Así vemos las Fuentes del Derecho Agrario, en dos manifestaciones que son:

a. Directas: La Ley.

Indirectas: La costumbre, usos y prácticas.

Principios Constitucionales y Legales que lo sustentan

Principio de la Promoción de la Agricultura para la Seguridad


Alimentaria

La seguridad agroalimentaria de la población se ha enfocado a atender el


abastecimiento inmediato de los suministros de bienes básicos y a crear la base
productiva interna, capaz de enfrentar en el mediano plazo la insuficiencia de la
producción nacional de alimentos, como parte del objetivo estratégico de garantizar la
soberanía económica de la Nación.

Venezuela es un país que presenta una gran biodiversidad ambiental y riqueza


natural que lo hacen potencialmente viable para lograr satisfacer las necesidades
alimentarías y nutricionales de la población nacional, particularmente de aquellos
sectores con grandes restricciones de medios de producción y bajo nivel de desarrollo
humano y social.

De tal manera, que las políticas que debe tomar el Ejecutivo Nacional en pro
del desarrollo de la Nación, tengan su efectividad, las mismas deben tener un
basamento legal firme, los cuales se encuentran establecidos en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (Ob. cit.), en su título VI, del Sistema
Socioeconómico, Capítulo I, del Régimen Socioeconómico y de la Función Social del
Estado en la Economía, establece la promoción de la agricultura como base estratégica
para el desarrollo rural, integral y sustentable de la Nación, tal como lo señala en su
artículo 305:

El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del


desarrollo rural integral, y en consecuencia garantiza la seguridad alimentaria de la
población; entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el
ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente a éstos por parte del público
consumidor. La seguridad alimentaria deberá alcanzarse desarrollando y privilegiando
la producción agropecuaria interna, entendiéndose como tal la proveniente de las
actividades agrícola, pecuaria, pesquera y acuícola. La producción de alimentos es de
interés nacional y fundamental al desarrollo económico y social de la Nación. A tales
fines, el Estado dictará las medidas de orden financiera, comercial, transferencia
tecnológica, tenencia de la tierra, infraestructura, capacitación de mano de obra y
otras que fueran necesarias para alcanzar niveles estratégicos de autoabastecimiento.
Además, promoverá las acciones en el marco de la economía nacional e internacional
para compensar las desventajas propias de la actividad agrícola.

El Estado protegerá los asentamientos y comunidades de pescadores o


pescadoras artesanales, así como sus caladeros de pesca en aguas continentales y los
próximos a la línea de costa definidos en la ley.

Del referido artículo, se desprende que el Estado Venezolano debe cumplir con
dos garantías, a saber: a) La disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el
ámbito nacional y; b) El acceso oportuno y permanente a éstos por parte del público
consumidor.

De esta manera, el constitucionalista patrio, ha dado rango constitucional a la


producción de alimentos, siendo catalogada como de interés nacional y fundamental
para el desarrollo económico y social de la Nación.

Ahora bien, para cumplir y hacer cumplir el mandato popular expresado en la


Carta Magna, y garantizar el derecho a la alimentación como derecho humano básico,
el Estado retoma su papel rector en materia agraria y promueve la participación
corresponsable de la sociedad en planes y estrategias, a fin de garantizar productos
suficientes para satisfacer las necesidades básicas de alimentación de la población
venezolana.

En cumplimiento del Principio Constitucional de la Seguridad Alimentaria, el


Ejecutiva Nacional, entre sus políticas ha implementado, la Misión Mercal, relacionada
con el objetivo de mejorar la Seguridad Alimentaría de la población general, y de
ciertos grupos vulnerables o de alto riesgo, las cuales tienen como finalidad el
desarrollo de programas en los cuales se hace énfasis en los aspectos sociales de la
calidad de vida del individuo y están diseñados para que la propia población sea
protagonista en su implementación y perfeccionamiento.
Es así que el Mercado de alimentos es uno de los programas sociales
incentivados por el actual gobierno venezolano. Creada oficialmente el 24 de abril de
2003, está destinada al sector alimentario, dependiente del recientemente creado
Ministerio de la Alimentación.

El programa consiste en construir y dotar almacenes y supermercados con


alimentos y otros productos de primera necesidad a bajos precios para que sean
accesibles a la población más necesitada. Los alimentos están subvencionados y llegan
a los estantes sin intermediarios, de manera que los precios ofrecidos suelen tener un
descuento de entre el 30 y el 45 por ciento de los observados en las otras cadenas de
distribución.

Ahora bien, el objeto fundamental de MERCAL es la comercialización y el


mercadeo de productos alimenticios y de otros productos de primera necesidad, para
ser distribuidos al mayor y al detal, en centros de venta fijos o móviles.

Dentro de este mismo contexto, Mercal ofrece productos frescos, como víveres,
frutas, aceites vegetales, cereales, granos, además de productos empacados, como de
aseo personal, enlatados; desde 2005 se incluye cárnicos, lácteos (incluyendo
embutidos y quesos), que necesitan refrigeración, con anterioridad solo se vendían
"productos secos". Estas mercancías se ofrecen en establecimientos de mercal y los
afiliados con descuentos de hasta un 45%.

Asimismo, se ubica al Programa para la Seguridad Alimentaría (PESA), que


tiene por finalidad fortalecer las capacidades de gestión y el capital social de la
población rural agrícola y sus familias, a los fines de transformar y diversificar la
producción agropecuaria y mejorar su condición de grupos organizados y su
articulación con los mercados agroalimentarios; asimismo, elevar los ingresos netos de
los pequeños agricultores, garantizando el empleo rural, el equilibrio social, económico
y la igualdad de género.

Dentro de este orden de ideas, el referido Programa Alimentario tiene como


propósito abordar la Seguridad Alimentaría en su sentido más amplio, ocupándose de:
aumento de la producción y productividad de los rubros agrícolas (vegetal, pecuario,
pesquero y acuícola), propiciando la generación de empleo productivo; estabilidad del
nivel de disponibilidad y accesibilidad de los alimentos a la población; y desarrollo rural
integral vinculado al sector agrícola.

Principio Antilatifundista

En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Ob.cit.), está


dispuesto el Principio Antilatifundista como sistema contrario al interés social y a la paz
en el campo.

Al efecto, el artículo 307 constitucional dispone:

El régimen latifundista es contrario al interés social. La ley dispondrá lo


conducente en materia tributaria para gravar las tierras ociosas y establecerá
las medidas necesarias para su transformación en unidades económicas
productivas, rescatando igualmente las tierras de vocación agrícola. Los
campesinos o campesinas y demás productores o productoras agropecuarios
tienen derecho a la propiedad de la tierra, en los casos y formas especificados
por la ley respectiva. El Estado protegerá y promoverá las formas asociativas y
particulares de propiedad para garantizar la producción agrícola. El Estado
velará por la ordenación sustentable de las tierras de vocación agrícola para
asegurar su potencial agroalimentario.
Excepcionalmente se crearán contribuciones parafiscales con el fin de
facilitar fondos para financiamiento, investigación, asistencia técnica,
transferencia tecnológica y otras actividades que promuevan la productividad y
la competitividad del sector agrícola. La ley regulará lo conducente a esta
materia.

Con respecto a este artículo, se puede afirmar que en atención a los


principios socioeconómicos establecidos en la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela (Ob.cit.), se orientan las nuevas bases del derecho Agrario Venezolano,
en razón de Derecho y de Justicia que persigue reorganizar la tenencia y uso de las
tierras ociosas, con vocación agrícola para erradicar el latifundio, incorporando al
campesino y al pequeño productor a un sistema de producción y comercialización,
permitiendo avances en la seguridad y soberanía alimentaria revirtiendo
progresivamente el problema de la propiedad y la falta de productividad del campo.

Ahora bien, una de las vías que se ha trazado el Estado Venezolano para combatir el
latifundio, es a través de las adjudicaciones de parcelas que efectúa el Instituto Nacional de
Tierras, que otorga al campesino o campesina el derecho de propiedad agraria sobre unas tierras
para que puedan trabajarlas y percibir sus frutos, basado en un proyecto de desarrollo integral
sustentable, teniendo siempre presente el compromiso de trabajar la tierra y adaptado a los
planes agrícolas de la Nación.

En este sentido, la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (Ob.cit.), en su artículo


12, se refiere a la propiedad agraria derivada de la Adjudicación de una parcela al
establecer que:

“Se reconoce el derecho a la adjudicación de


tierras a toda persona apta para el trabajo agrario, en
los casos y formas establecidos en esta Ley.

Las tierras propiedad del Instituto Nacional de


Tierras, con vocación agraria, pueden ser objeto de
adjudicación permanente, a través de la cual se otorga al
campesino o campesina el derecho de propiedad agraria.

En ejercicio de ese derecho, el campesino o


campesina podrá usar, gozar y percibir los frutos de la
tierra. El derecho de propiedad agraria se transfiere por
herencia a los sucesores legales, pero no puede ser objeto
de enajenación alguna”.

Dentro de este orden de ideas, el propietario de las tierras con vocación agraria
puede usar, gozar y percibir los frutos de la tierra, pero subordinado al cumplimiento
de una función social, en tanto que sólo podrá disponer de los frutos que produzca, es
decir no dispone de la tierra, pero con respecto a la misma si puede usar y gozar
plenamente de ella.

Principio de la Propiedad de la Tierra

La propiedad es una institución que ha ido evolucionando en función de su


ejercicio a través del tiempo y pasó de una propiedad de derecho absoluto a ser una
propiedad restringida y limitada por la ley; la cual exige el cumplimiento de la función
social como elemento característico de la propiedad.

El fundamento constitucional de este principio, se ubica en el artículo 115 de


la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (0b.cit.), que expresa:

“Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene derecho al


uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad estará sometida
a las contribuciones, restricciones y obligaciones que establezca la ley con
fines de utilidad pública o de interés general. Sólo por causa de utilidad
pública o interés social, mediante sentencia firme y pago oportuno de justa
indemnización, podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de
bienes…”.

Ahora bien, cuando se habla de propiedad agraria, necesariamente hay que


remitirse a lo establecido en el artículo 307 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en concordancia con los artículos 12 y 66 de la Ley de Tierras
y Desarrollo Agrario (2005), que contemplan la propiedad agraria como un derecho
que tienen los campesinos o productores agropecuarios, la cual es protegida por el
Estado en busca de garantizar la producción y la incorporación al desarrollo económico
del país.

Dentro de este orden de ideas, la propiedad agraria esta íntimamente ligada


a la confección de lo que es la posesión, puesto que para que exista propiedad agraria
debe existir la posesión. En este sentido se define a la posesión como: “Estrictamente,
el poder de hecho y de derecho sobre una cosa material, constituido por un elemento
intencional el animus (la creencia y el propósito de tener la cosa como propia) y un
elemento físico o corpus (la tenencia o disposición efectiva de un bien material)”.
(Cabanellas, 1974, p.330).

En este sentido, se trata de un poder de hecho sobre la cosa, que


corresponde exteriormente al ejercicio de un derecho. La posesión se compone de dos
elementos uno material denominado corpus y el otro espiritual denominado animus.

De manera tal, que el artículo 307 de la constitución de la República


Bolivariana de Venezuela (Ob.cit.), garantiza a los campesinos el derecho de propiedad
sobre las tierras cuando establece “…que los campesinos o campesinas y demás
productores agropecuarios o productoras agropecuarias tienen derecho a la propiedad
de la tierra, en los casos y formas establecidas por la ley respectiva…”.
Principio de la Promoción del Desarrollo Rural Integrado

Está establecido en el artículo 306 de la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela (Ob.cit.):

El Estado promoverá las condiciones para el desarrollo rural integral,


con el propósito de generar empleo y garantizar a la población campesina un
nivel adecuado de bienestar, así como su incorporación al desarrollo nacional.
Igualmente fomentará la actividad agrícola y el uso óptimo de la tierra
mediante la dotación de las obras de infraestructura, insumos, créditos,
servicios de capacitación y asistencia técnica.

Este artículo evidencia el fuerte carácter social, puesto se refiere a la


promoción del desarrollo rural para beneficiar a la población campesina. Por otra parte
se hace mención de una deficiente explotación de las tierras, que no es más que el
llamado latifundio, el cual constituye un problema agrario que perjudica la efectiva
explotación de la tierra, dejando a las mismas en condición de ociosas e incultas, es
decir improductivas.

Principios legales referentes a la seguridad y soberanía agroalimentaria


en Venezuela

En Venezuela, existen diversos textos legales normativos que comprende a


la seguridad alimentaria, entre las cuales se encuentran son la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario (Ob.cit.) y el Decreto con rango, valor y Fuerza de Ley Orgánica de
Seguridad y Soberanía Alimentaria (Ob.cit.).

En este orden de ideas, en lo que respecta a la Ley de Tierras y Desarrollo


Agrario (Ob.cit.), se ubican las siguientes disposiciones que tienen relación con la
seguridad alimentaria:

Principio del Desarrollo Rural Integral y Sustentable

Artículo 1: dispone que el objeto de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario


(Ob.cit.) es establecer las bases del desarrollo rural integral y sustentable; entendido
éste como el medio fundamental para el desarrollo humano y crecimiento económico
del sector agrario dentro de una justa distribución de la riqueza y una planificación
estratégica, democrática y participativa, eliminando el latifundio como sistema
contrario a la justicia, al interés general y a la paz social en el campo, asegurando la
biodiversidad, la seguridad agroalimentaria y la vigencia efectiva de los derechos de
protección ambiental y agroalimentario de la presente y futuras generaciones
De lo cual se infiere que el desarrollo humano permite el crecimiento del país
para que sea más democrático y participativo, evidenciándose en el acceso al ingreso y
al empleo, a la educación y a la salud, en un entorno limpio y seguro.

Principio de la Igualdad de Oportunidades

El cual se encuentra establecido en el artículo 3 de la Ley Especial Agraria, que


hace referencia al Principio de Igualdad de Oportunidades, al disponer que con el
objeto de dar cumplimiento al desarrollo humano y al crecimiento económico
establecido en el artículo 1 de la Ley in comento, el Ejecutivo Nacional promoverá
planes especiales de desarrollo integral para incorporar progresivamente a todas las
regiones al desarrollo económico del país, manteniendo igualdad de oportunidades
para todas las regiones.

Cabe resaltar que este principio se establece con la finalidad de dar


cumplimiento al desarrollo humano y crecimiento económico de la Nación. Para ello es
necesario que el Ejecutivo Nacional promueva planes especiales de desarrollo integral
manteniendo igualdad de oportunidades para todas las regiones del país, y así ser
solidarios con todas las personas que conforman la Nación y lograr un mayor
crecimiento y desarrollo humano de toda la población, lo cual de manera indudable
conduce al cumplimiento de la seguridad alimentaria de la población venezolana.

Ahora bien, en lo que respecta al Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
Orgánica de Seguridad y Soberanía Alimentaria, se ubican los siguientes principios que
guardan relación con el objeto de estudio de la presente investigación:

Disponibilidad y acceso oportuno de los alimentos

Artículo 8º. Todas las ciudadanas y los ciudadanos, en todo el territorio de la


República Bolivariana de Venezuela tienen el derecho a la disponibilidad y acceso
oportuno y suficiente de alimentos de calidad.

Conforme a lo anterior la Ley protege a las personas en el acceso a alimentos


inocuos, es decir sin ningún riesgo nocivo para la salud, y de calidad, determinando
parámetros y sistemas de rastreabilidad, con el fin de mejorar los procesos productivos
y adecuarlos a las nuevas tecnologías.
Derecho a producir y consumir los alimentos propios del territorio
nacional

Artículo 9º. El Estado reconoce, garantiza y protege los derechos de la


productora y el productor nacionales como protagonistas de la producción para la
satisfacción de las necesidades agroalimentarias del país y el derecho de todas las
ciudadanas y los ciudadanos a alimentarse de manera preferente con productos
nacionales, como ejercicio pleno de soberanía agroalimentaria del pueblo venezolano.

El Estado incentivará la producción nacional de alimentos y la disminución


progresiva de las importaciones y la dependencia de alimentos, productos e insumos
agrícolas extranjeros.

Según el artículo anteriormente transcrito, el referido Decreto Ley , la


Soberanía Agroalimentaria es considerada como un derecho inalienable de la nación a
definir y desarrollar políticas agrarias y alimentarias apropiadas a sus circunstancias
especificas, a partir de la producción local y nacional, respetando la biodiversidad
productiva y cultural, privilegiando la producción agrícola interna, cogestión en la
planificación con la participación de todos los actores y actoras que intervienen en las
actividades agrícolas, medidas de protección, supervisión de los productores
nacionales, entre otras que determine la Ley.

Dentro de este orden de ideas, el referido decreto ley prioriza la producción


agrícola local para alimentar a la población, el acceso de los/as campesinos/as y de
los/as sin tierra a la tierra, al agua, a las semillas y al crédito. Así como el derecho de
los/as campesinos/as a producir alimentos y el derecho de los/as consumidores/as a
decidir lo que quieren consumir y, como y quien se lo produce.

Producción sustentable

Artículo 10. Se reconoce el derecho de las ciudadanas y los ciudadanos a la


producción sustentable, enfocada en la sostenibilidad medioambiental, social y
económica de las actividades agrícolas, de sus trabajadores y trabajadoras. Se
consideran contrarias al presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica
las prácticas del monocultivo intensivo y aquellas dirigidas a permitir el control del
mercado de productos agroalimentarios.
La sustentabilidad de la producción agrícola nacional se garantizará a partir del
desarrollo rural integral de las comunidades de productoras y productores en
condiciones de igualdad y justicia.

El Reglamento del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica
de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria, determinará cuando se esta en presencia
de un monocultivo intensivo.

La palabra endógeno significa “desde adentro”, lo que quiere decir, en


conjunción con el vocablo desarrollo, la posibilidad de impulsar económicamente a un
país partiendo de las potencialidades propis que estos posean.
Según la tesis de Oswaldo Sunkel (1995), “la estrategia de desarrollo
industrial desde dentro tiene implicaciones muy diferentes. En síntesis se trata, en
palabras de Fajnylberg (1983) de “un esfuerzo creativo interno por configurar una
estructura productiva que sea funcional a las carencias y potencialidades específicas
nacionales. Respondiendo a esta lógica se comienza por establecer las industrias
consideradas pilares fundamentales para crear lo que hoy llamaríamos un núcleo
endógeno básico para el proceso de industrialización, acumulación, generación y
difusión del progreso técnico e incremento de la productividad…”
“… En definitiva, un verdadero desarrollo nacional y regional tendrá que
basarse primordialmente en la transformación de los recurso naturales… en el
aprovechamiento mesurado y eficiente de la infraestructura y capital acumulado, en la
incorporación del esfuerzo de toda su población – en especial aquella relativamente
marginada – y en la adopción de estilos de vida y consumo, técnicas y formas de
organización más apropiada a ese medio natural y humano.”
Dentro de este orden de ideas, se precisa la definición aportada por Fondafa
(s.f.):

Una forma de llevar adelante la transformación social, cultural y


económica de nuestra sociedad, basada en la reconquista de las tradiciones,
el respeto al medio ambiente y las relaciones equitativas de producción, que
nos permita convertir nuestros recursos naturales en productos que podamos
consumir, distribuir y exportar al mundo entero. (s.p.).

De lo cual Pérez (2008) indica al respecto “ De tal manera que mediante los
núcleos endógenos se les confiere poder a las comunidades organizadas para que
desarrollen las potencialidades agrícolas, industriales y turísticas de sus regiones,
atendiendo a las características propias de cada área”.
Según Sergio Boisier, los núcleos de desarrollo endógeno son "iniciativas
productivas que emergen del interior de un territorio, sector económico o empresa,
para aprovechar las capacidades, potencialidades y habilidades propias, con el fin de
desarrollar proyectos económicos, sociales, ambientales, territoriales y tecnológicos,
que permitan edificar una economía más humana, para una nueva vida económica del
país". En otras palabras, el desarrollo de un territorio debe ser el resultado de
esfuerzos endógenos.
Para Vásquez Barquero (ob.cit.), "el desarrollo endógeno puede entenderse
como un proceso de crecimiento económico y cambio estructural por la comunidad
local, utilizando el potencial de desarrollo que conduce a la mejora del nivel de vida de
la población".

Prosigue Pérez (ob.cit.) señalando al respecto que “se observó en esta


investigación que el desarrollo económico de la Nación en el ámbito agrario y con la
inclusión de los Núcleos de Desarrollo Endógeno para el Desarrollo Rural Sustentable,
tiene una estrecha vinculación con los principios constitucionales y legales como el
derecho al trabajo, a la libertad económica, entre otros. Es así que, la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela (ob.cit.) establece el principio de la
productividad agraria y el de la agroalimentaria postulados que están entrelazados con
la finalidad de desarrollar, promover la actividad agraria a los fines de producir
cantidades de alimentos suficientes para asegurar la disponibilidad de los mismos a la
población del país.

Ahora bien, el desarrollo endógeno para el desarrollo rural sustentable se


corresponde más a un conjunto de características que por contraste revelan las
debilidades de procesos de desarrollo intentados en ámbitos específicos. De manera
tal, que el desarrollo endógeno en el desarrollo rural sustentable, se caracteriza por la
decisión local de las opciones de desarrollo, el control local sobre estos procesos y la
retención de los beneficios del desarrollo en la misma localidad”

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, los núcleos de desarrollo


endógeno para el desarrollo rural sustentable son centros de formación, organización
y asistencia permanente de las nuevas unidades productivas (cooperativas y
constituyen una herramienta importante para combatir el desempleo, la pobreza y la
dependencia económica producida por un modelo importador y monoproductor basado
en el petróleo). Con la implementación de los núcleos de desarrollo endógeno en
Venezuela para el desarrollo rural sustentable se exalta la fuerza creativa del pueblo,
a través de su participación protagónica en la producción de bienes y servicios, los
cuales garantizaran la soberanía alimentaria.

De esta manera el Estado Venezolano, impulsa un nuevo modelo de


desarrollo -desde adentro- cuyo objetivo es impulsar la producción nacional y que los
venezolanos seamos capaces de producir la semilla que sembramos, la comida que
comemos, la ropa que usamos, los bienes y servicios que requerimos, para romper la
dependencia económica, cultural y tecnológica que ha frenado el proceso productivo de
la Nación.

Sujetos que intervienen en las relaciones jurídicas agrarias

Sujeto de Derecho Agrario


Se considera a una persona como Sujeto de Derecho Agrario cuando
interviene en una relación jurídica agraria. Es la persona que interviene en una relación
jurídica agraria.

Clasificación de los Sujetos de Derecho Agrario

El Sujeto de Derecho Agrario podemos clasificarlo tomando en cuenta los


siguientes aspectos:

Según su naturaleza: Los sujetos pueden ser:

Físicos: Son personas, seres humanos considerados individualmente. Ej. El


campesino.

Jurídicos: Son entes ideales que por ficción adquieren la personalidad jurídica.
Ej.: El Instituto Nacional de Tierras, las comunidades indígenas. Estos sujetos agrarios
jurídicos pueden ser públicos, que vendrían a ser el Estado y sus entes con
personería jurídica. Ej.: La Corporación Venezolana Agraria; y privados como serían
las comunidades indígenas, las cooperativas agrícolas, etc.

Según su actividad: Según esta clasificación, la base está en sí la actividad


desempeñada produce algo económicamente valorable. Luego entonces, los sujetos
agrarios son:

Productores: que son aquellos que realizan o dirigen una actividad agraria.
Ej.: el que siembra, el capataz de un fundo.

No Productores: Son aquellos sujetos que desempeñan labores de control y


fomento de los recursos naturales renovables. Esta clasificación no olvida que la
actividad conservacionista es en su último fin, una actividad productiva, pues el control
del uso de los recursos naturales renovables, entre ellos la tierra, permite y es la única
garantía de que la actividad productiva, propiamente dicha, continúe.

Según la intensidad del ordenamiento: Conforme a esta clasificación, el


Sujeto de Derecho Agrario, puede ser:

Positivo: Quien es titular de un poder o facultad de carácter agrario, cuya


actividad se encuentre dentro de los lineamientos de la función social. Este sujeto
positivo puede a su vez ser: beneficiario directo, que es aquel que recibe los
beneficios de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, pues es debido a la situación
socioeconómica en que éste se encuentra, que ha de producirse con el proceso de
desarrollo integral y sustentable. El otro sujeto positivo que se podrá hallar es el
beneficiario incidental que es aquel que en forma eventual, está incurso en un
beneficio agrario.

Negativo: Es aquel que está inmerso en una relación jurídico- agraria, sin que
su actuación encuadre dentro de una institución que tienda al cumplimiento de la
función social. Ej.: el que comete un delito contra la naturaleza.

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