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Datos de Contacto
Nombre y Juan Miguel Flores
Apellido:
Dirección: Bº Mirador del Cerro 2, Mza. D, Ca 2417, CP 5700
País: Argentina
Provincia: San Luis
Teléfono: 0266-4699294
Correo flores.juanmiguel@gmail.com
electrónico:
Introducción:
El presente trabajo tiene como objeto describir una experiencia de gestión municipal llevada
adelante por la Dirección de Cultura y Educación de la Municipalidad de la ciudad de San Luis,
Argentina, entre los años 2012-2013, la cual incorporó la participación activa de la ciudadanía
en el ampliación y acceso a los derechos culturales. Entre sus características principales se
destaca el trabajo articulado entre vecin@s, organizaciones sociales y deportivas, instituciones
educativas y gestores municipales en la construcción y ejecución de acciones de política
pública.
La modificación producida en el vínculo entre el ciudadano y el municipio, que implicaba una
mayor participación de los primeros en la gestión municipal en distintas áreas de trabajo, tuvo
como objetivo, además, construir y ampliar la capacidad estatal para dar respuesta, en este
caso, al reclamo por derechos culturales de las y los ciudadanos.
La propuesta tomó forma mediante una serie de nueve programas de trabajo, a saber: Talleres
Educativos, de Artes y Oficios en los barrios y en la ciudad; Bibliotecas Populares; Semanas del
Arte; Ciclos y Foros de Arte, Cultura y Educación; Grandes Festivales; Vacaciones de Invierno;
San Luis Baila; Milongas y Peñas; Auspicio y Cogestión de Proyectos Culturales.
En este escrito trataremos en particular el Programa Talleres Educativos, de Artes y Oficios en
los barrios y en la ciudad, del cual poseemos mayor conocimiento por haber participado en el
mismo en nuestro carácter de técnicos profesionales provenientes del Curso Psicología Social
Comunitaria, Facultad de Psicología, de la Universidad Nacional de San Luis.
Objetivos:
- Garantizar el acceso a los bienes culturales y sociales a la comunidad de la ciudad de San
Luis.
Y dentro de este, como objetivos específicos:
-Formar y reconstruir los tejidos socioculturales de la comunidad.
- Facilitar la formación cultural, artística y en oficios en el territorio.
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-Generar herramientas para la obtención de oficios que posibiliten la inserción laboral.
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implementación de acciones públicas, y este rol se entiende como un derecho
Por su parte Parry et. al (1992, citado por Guillen, Sáenz, y Castillo 2009) sostiene que el nivel
local de gobierno es propicio para la elaboración de herramientas participativas, por la cercanía
entre gestores y ciudadanos, y la “…proximidad de los temas a los ciudadanos provoca una
mayor disposición por su parte a implicarse y participar “(pág. 182).
Ahora bien, el desarrollo de los espacios participativos no se genera de manera espontánea.
Nuestra cultura política, marcada por una práctica de expresarse a través de representantes,
así como una desconfianza general hacia los modelos tradicionales de participación, nos
conducen a la necesidad de contar con dispositivos apropiados. Los mismos deben guiarse por
metodologías que comprendan el proceso que significa para los ciudadanos convertirse en
participantes activos de una política pública.
Objetivos del Proyecto
Una vez asumida la gestión en diciembre de 2011, y frente al panorama arriba descripto, los
funcionarios de la Dirección de Cultura se plantean alternativas para llevar adelante su proyecto
político en el área de educación y cultura municipal. Este proyecto tenía como principal
objetivo:
- Garantizar el acceso a los bienes culturales y sociales a la comunidad de la ciudad de San
Luis.
Y dentro de este, como objetivos específicos:
-Formar y reconstruir los tejidos socioculturales de la comunidad.
- Facilitar la formación cultural, artística y en oficios en el territorio.
-Generar herramientas para la obtención de oficios que posibiliten la inserción laboral.
Para dar respuesta a estos objetivos se consideró en primera instancia en qué medida la
estructura institucional-administrativa con la que se contaba al inicio, los recursos que
tradicionalmente se asignaron al área, el nivel de inserción territorial, la modalidad de gestión
(top down), podían alcanzar las nuevas metas propuestas. Se valoró potencialmente que la
suma de estos elementos no brindaba el marco óptimo para ello.
El giro que se deseaba implementar en la gestión de la Dirección de Cultura y Educación,
necesitaba de metodologías y herramientas que favorecieran la participación e implicación de
l@s vecin@s a lo largo del desarrollo de las propuestas de trabajo, cimentando en última
instancia una nueva relación vecinos – municipio (modelo bottom up). Aquí, la Psicología Social
Comunitaria podía actuar con sus herramientas en favor del fortalecimiento de la comunidad
participante a fi n de equilibrar el poder ante las decisiones de la estructura municipal.
Características
En primer lugar, señalar que el municipio decidió otorgar en el presupuesto la cantidad de $
3.200.000 pesos (al año 2011), para los programas de la Dirección de Cultura y Educación, un
monto mucho mayor al que se le asignaba al área en gestiones anteriores. Esta decisión
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política fue fundamental para permitir el desarrollo de los programas propuestos.
Una segunda característica refiere al diseño e implementación de los programas, en particular
del Programa Talleres Educativos, de Artes y Oficios en los barrios y en la ciudad, para lo cual
fueron convocados diversos actores de la comunidad. Entre ellos los antiguos talleristas
municipales, docentes del área de Psicología Comunitaria de la UNSL que asesoraron en
metodologías participativas, vecin@s con propuestas de nuevos talleres de arte y oficio,
uniones vecinales y clubes sociodeportivos interesados en incorporarse la oferta de talleres,
personal administrativo y de gestión de la municipalidad.
Otro factor a señalar es la descentralización del proceso hacia los barrios, tanto en el diseño
como en la ejecución, manteniendo una articulación constante con la Dirección de Cultura y
Educación.
Por último, la articulación con el área laboral del municipio a fin de que la oferta de talleres
integrara formación en oficios.
Momentos del Programa
1° etapa: Se inicia el acercamiento a los barrios con el fin de dar a conocer las propuestas
generales del programa, recolectar las necesidades y demandas de vecin@s, asociaciones,
clubes sociodeportivos en tema de derechos culturales, así como sus propias propuestas para
atender a las mismas. En el mismo proceso se realizó un relevamiento de espacios físicos con
potencial para recibir los diversos talleres. Para todo ello se utilizó metodología de diagnóstico
participativo.
A continuación, se recibieron las propuestas de aquellos vecin@s interesados en ofrecer
talleres culturales y de oficio. Las mismas fueron valoradas por la Dirección de Cultura y
Educación y, en el caso que la propuesta necesitara modificaciones, se asesoraba a su autor/a
para realizarlas. En total se aprobaron 50 propuestas que derivaron en 70 espacios de talleres
gratuitosi.
Paralelamente, con los talleristas (8) que quedaron de anteriores gestiones (tenían entre 15 y
20 años haciendo esa labor) se llevó adelante un trabajo de recopilación de su experiencia
mediante entrevistas en profundidad. El objetivo fue, en primer lugar, reconocer su trabajo y a
la vez aprovechar su conocimiento respecto a sugerencias para con el nuevo espacio creado
con el fin de ajustar y mejorar el programa de la Dirección de Cultura y Educación.
2º Etapa: Una vez organizado el diagrama de talleres, los mismos se distribuyeron en 8 centros
barriales alrededor de la ciudad, recibiéndose las inscripciones gratuitas de l@s interesad@s.
Para un total 70 talleres de artes y oficios se registraron cerca de 2000 inscripciones. Dentro
del programa se definieron los siguientes roles: talleristas, encargados de lugar, articuladores
municipio-taller, equipo de capacitadores, equipo municipal de gestión, cada una de estas
funciones con una remuneración acorde brindada por el municipio.
Transcurridos dos meses aproximadamente de la puesta en marcha, se comenzó a realizar la
primera evaluación en proceso. Para la misma se llevaron a cabo encuentros en los diversos
centros barriales con l@s talleristas. En estos encuentros colectivos se proponía una
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evaluación por parte de talleristas y articuladores municipio-taller de la puesta en marcha del
programa, dificultades con las que se encontraban, sugerencias de mejora para la gestión.
La información obtenida fue sistematizada y de la misma se desprendía, entre otros temas, el
pedido de l@s talleristas de conocerse entre ellos e intercambiar experiencias en busca
además de una identidad común. En vista de ello, se programó una jornada de integración y en
la cual se haría una devolución de la información sistematizada en los encuentros barriales con
el fin de que ellos la evaluaran y completaran.
En la jornada de integración se dieron cita la gran mayoría de las personas involucradas en el
desarrollo del programa. La misma ayudó a aclarar los distintos roles (talleristas, encargados
de espacio físico, articuladores municipio-talleres, equipo municipal de gestión y
capacitadores), el alcance y lo que se esperaba de los mismos. Esta definición de roles fue
realizada de manera colectiva entre todos los presentes y colaboró en la superación de
conflictos que se daban en el desarrollo cotidiano de la tarea.
Asimismo, en la jornada de integración se discutieron aquellos temas respecto a los cuales l@s
talleristas deseaban recibir mayor capacitación, por ejemplo, trabajo con adolescentes y
jóvenes; recursos pedagógicos para la educación no formal; revisión del concepto de cultura y
los vínculos entre arte y oficios; recursos de mediación comunitaria y educación popular.
3º Etapa. Programación y ejecución de Exposición de Talleres de fin de ciclo lectivo. En este
punto se puso particular empeño ya que significaba una evaluación del primer año de gestión
en el área y de la modalidad elegida de trabajo.
Meses antes del cierre del ciclo lectivo de talleres de artes y oficios, a través de la metodología
participativa, se fue discutiendo y consensuando con los centros barriales las actividades que
marcarían el fin del dictado de los talleres ante el periodo vacacional. Se acordó una sola
jornada que reuniera el producto de todos los espacios del programa mediante una exposición
abierta al público. En esta actividad se entregaron los certificados de cursado de tdo@s l@s
inscript@s, participando los propios talleristas en la organización y puesta en escena de la
misma.
El programa tuvo una duración de dos años y su finalización se produjo como consecuencia de
conflictos en la coalición de partidos políticos que habían asumido en su momento la
administración municipal.
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involucramiento de los ciudadanos desde el inicio del desarrollo de política públicas a nivel de
gobierno local. Las herramientas y metodologías participativas aportadas por la psicología
social comunitaria, permiten comprender los procesos de involucramiento de las personas en
los espacios públicos. Este punto resulta de importancia para l@s gestor@s a la hora de
pensar un modelo de gestión que incorpore a vecin@s de manera efectiva y admita a la vez
mejorar la capacidad estatal.
A su vez, el trabajo entre los distintos actores que participan de una política pública siempre
resulta arduo, de ahí que contar con abordajes que faciliten el mismo es necesario. Esto abre
espacios para el desarrollo de capacidades y habilidades a l@s psicólog@s comunitari@s
desde los cuales aportar.
Las herramientas participativas en gestión, permiten además que l@s vecin@s se sientan
reconocidos en sus capacidades tanto por los pares como por el gobierno municipal. Esta
valoración consiguió, junto a otros factores, la apropiación de l@s ciudadan@s del proyecto de
la Dirección de Cultura y Educación, por una parte, y por otra, la constitución de un tejido de
relaciones entre vecinos de diferentes barrios. El tejido de relaciones es una necesidad para las
comunidades y su existencia facilita la vida cotidiana. Favorecer su constitución es otra meta
importante para una política pública de orden local, lo cual a la larga asegura la efectividad de
dicha política.
Cómo espacio de intervención comunitaria, el punto de encuentro entre Estado municipal con
sus agentes y estructuras, vecin@s, técnic@s, ofrece un complejo campo de relaciones
afectado por las diversas racionalidades (Lapalma, 2001) que entran en juego. La Psicología
social comunitaria, la cual como disciplina científica cuenta con elementos para poder jugar en
dicho campo, debe profundizar en teorizaciones y formación que permitan explotar el espacio
de las políticas públicas como posibilidad de organización comunitaria y generación de
subjetividades.
Bibliografía:
Bertranou, J. (2015). Capacidad estatal: Revisión del concepto y algunos ejes de análisis y
debate. Revista Estado y Políticas Públicas, 4: 37-59.
Guillen, A.; Sáenz, K.; Badii, M.H. y Castillo, J. (2009). Origen, espacio y niveles de
participación ciudadana. Daena: International Journal of Good Conscience. 4(1): 179-193.
Lapalma, A. (2001). El escenario de la intervención comunitaria . En Revista de Psicología de
Universidad de Chile. Dpto. de Psicología. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de
Chile. Vol. X. Nro2.. 61-70
Montero, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria. Desarrollo, conceptos y procesos.
Editorial Paidós. Buenos Aires. Argentina.
Sanhueza, A. (2004). Participación ciudadana en la gestión pública. Corporación PARTICIPA,
Santiago.
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Organizan:
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Los talleres propuestos ofrecieron, además de los que se incorporaban de las gestiones anteriores, una amplia gama
de actividades que iban desde las artísticas (pintura, escultura, música, danza, manualidades, dibujo de historieta, hip-
hop, etc), oficios (construcción en seco, plomería, electricidad, mecánica, gasista) y lúdico-recreativas. Varios de ellos
se replicaban en distintos barrios, de ahí el número de 70 espacios de talleres.