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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario

Consuelo Varas Catalán

Andrés Bordalí: Proceso civil de mayor cuantía y sumario

Jurisdicción: Artículo 1 del COT


“La facultad de conocer las causas civiles y criminales, de juzgarlas y de hacer ejecutar lo juzgado
pertenece exclusivamente a los tribunales que establece la ley.”

En esta definición de jurisdicción se encuentra la clasificación de los tipos de pretensiones que


existen en un proceso.
En este sentido, la tutela declarativa y la ejecutiva se desprenden del concepto de “conocer y
hacer ejecutar lo juzgado”.
Seguidamente en la doctrina, se reconoce una tercera sub-función de la jurisdicción, la cual sería
la tutela cautelar, la que se ocupa de garantizar el fiel cumplimiento o eficacia de los
pronunciamientos declarativos que puedan tener lugar en un proceso determinado.

Este curso se ocupa de los dos procesos que se enmarcan dentro de la tutela declarativa civil.

En el marco de la tutela declarativa en el proceso civil, se distinguen tipos de pretensiones:

1. Meramente declarativas: cuyo propósito es conseguir que el órgano jurisdiccional declare la


existencia de un derecho o un interés jurídicamente tutelado en favor del actor. En nuestro
ordenamiento son excepcionales.
2. Declarativas de condena: Son las más frecuentes y tienen por finalidad obtener la declaración
de un derecho o un interés jurídicamente tutelado e imponer a favor de esa declaración, la
condena del sujeto pasivo, o sea el demandado a una prestación determinada, que puede
consistir a su vez en dar, hacer o no hacer.
3. Constitutivas: estas pretensiones constitutivas buscan declarar al igual que las otras, pero no
se pide la declaración de un derecho subjetivo, sino que se pide la declaración de una
situación o declaración de un nuevo estatus jurídico de la persona, el cual surge con relación
a otros.

El legislador discierne y establece procesos declarativos distintos, aun cuando sería posible
establecer un solo proceso.

Para todos los otros procesos civiles declarativos especiales, operan dos procesos declarativos
ordinarios, que a su vez en cuanto ordinarios son comunes y supletorios. Estos son el
procedimiento ordinario de mayor cuantía y el juicio sumario.

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I. Procedimiento Ordinario de Mayor Cuantía

Es un proceso declarativo que está previsto en el código en el libro II.


El CPC opera como una ley procesal común y supletoria, siempre y cuando no exista un
procedimiento especial distinto. En este sentido, el artículo 1 establece este carácter ordinario
de todas las normas del CPC.
El artículo 3 por otra parte, establece que el carácter supletorio del procedimiento ordinario en
cuanto se regula el proceso declarativo común.

El proceso declarativo regulado a partir del artículo 253 y siguientes, es un proceso que será
aplicable para cualquier tipo de pretensión procesal (meramente declarativa, declarativa de
condena o constitutiva) siempre que no haya un procedimiento especial aplicable.

La ley del consumidor establece por ejemplo, la posibilidad del consumidor frente a un producto
o servicio defectuoso perseguir la responsabilidad civil derivada de la infracción al deber de
garantía que tiene el proveedor. Este tipo de responsabilidad civil tiene un procedimiento
especial que se lleva a cabo en el Juzgado de Policía Local.

Todos los litigios referidos al derecho de familia tienen un procedimiento declarativo especifico
en la Ley 19.668 que establece una jurisdicción especial que son los tribunales de familia.

Por ejemplo la responsabilidad civil derivada de un delito penal, persigue la responsabilidad


extracontractual, la cual puede ser ejercida dentro del contexto de un proceso penal. Por tanto,
no se aplica el proceso declarativo común.

Hay otros procesos declarativos en el CPC que son distintos del procedimiento ordinario de
mayor cuantía, estos son el proceso declarativo de menor y mínima cuantía.
Estos son procesos especiales respecto del proceso ordinario de mayor cuantía al no alcanzar una
cuantía determinada y que por tanto el legislador los sustrae y los somete a un proceso distintos

a. Procedimiento declarativo de mínima cuantía: Aquellos asuntos civiles y comerciales cuya


cuantía no supere las 10 UTM.
b. Procedimiento declarativo de menor cuantía: Aquellos asuntos civiles y comerciales cuya
cuantía supere las 10 UTM pero que no exceda de 500 UTM.
c. Procedimiento declarativo de mayor cuantía: Aquellos asuntos civiles y comerciales cuya
cuantía supere las 500 UTM.

La cuantía se encuentra regulada en el artículo 45 nº 2 del COT: “Los jueces de letras conocerán
en única instancia aquellos asuntos que no superen las 10 UTM”. Sin embargo, sí podrían conocer
en única instancia en los casos en que concurren los supuestos del denominado fuero menor,
esto es que intervenga como parte o interesado alguna de las personas que en este precepto se
indican.

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¿Cómo se inicia un Procedimiento Civil Ordinario?

El artículo 253 del CPC señala que “Todo juicio ordinario comenzará por la demanda del actor, sin
perjuicio de lo dispuesto en el Título IV de este libro.”

En consecuencia, el procedimiento civil ordinario se inicia por regla general a través de la


interposición de la demanda, ya que el juicio civil ordinario también puede iniciarse a través de
las medidas prejudiciales.
Este acto de postulación o pretensión procesal civil, está expresamente contemplado en el
artículo 254, regulando los requisitos o menciones que debe contener el escrito de demanda.
Artículo 254: La demanda debe contener:
1°. La designación del tribunal ante quien se entabla;
2°. El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandante y de las personas que lo representen, y la
naturaleza de la representación;
3°. El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado;
4°. La exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya; y
5°. La enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión de las peticiones que se sometan al fallo
del tribunal.

Sin embargo, existen otras formas de incoar el proceso, ya que el código contempla
paralelamente las medidas prejudiciales, las cuales se realizan antes de la interposición de la
demanda.
Estas se encuentran reguladas en el título IV del libro II en los artículos 273 y siguientes del CPC,
preceptos en los que el legislador ha regulado 3 tipos de medidas prejudiciales:
a. Medidas prejudiciales preparatorias: Tienen por objeto preparar la entrada en juicio del
actor y en consecuencia a facilitar la correcta interposición de la demanda.
b. Medidas prejudiciales probatorias: Son aquellas medidas que solicita en principio el actor
y eventualmente el demandado, las cuales están destinadas a la práctica de determinados
medios de prueba de forma anticipada con el fin de evitar la pérdida o destrucción de una
fuente probatoria.
c. Medidas prejudiciales precautorias: Tienen una finalidad distinta a las dos anteriores, la
cual consiste en cautelar la eficacia de la acción procesal que se hará valer en juicio.

Medidas prejudiciales preparatorias

Su función es facilitar la correcta interposición de la demanda, en otras palabras se hacen cargo


de una cuestión que antecede la iniciación del juicio, ya que antes de que se inicie formalmente
el proceso civil, las partes con sus futuros abogados deben prepararse.
La preparación del juicio civil no se encuentra expresamente reglamentada en ningún
procedimiento, por tanto las partes por su cuenta deben recaudar la información necesaria para
poder obtener una STC favorable.

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Existen casos en que el legislador ha entendido que esa actividad de preparación de entrada al
juicio, requiere de la intervención de la autoridad jurisdiccional y en dichos casos se han
regulados las medidas prejudiciales preparatorias.

La regla básica que contempla estas medidas se encuentra en el artículo 273 del CPC y del
encabezado de dicho artículo se desprende que puede solicitarla el que pretende demandar, es
decir, el futuro actor o demandante, ya que es quien está en principio legitimado para solicitar
estas medidas prejudiciales preparatorias, en un principio también, en contra del futuro y
eventual demandado.
Artículo 273: El juicio ordinario podrá prepararse, exigiendo el que pretende demandar de aquel contra
quien se propone dirigir la demanda:
1° Declaración jurada acerca de algún hecho relativo a su capacidad para parecer en juicio, o a su
personería o al nombre y domicilio de sus representantes;
2° La exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la acción que se trata de entablar;
3° La exhibición de sentencias, testamentos, inventarios, tasaciones, títulos de propiedad u otros
instrumentos públicos o privados que por su naturaleza puedan interesar a diversas personas;
4° Exhibición de los libros de contabilidad relativos a negocios en que tenga parte el solicitante, sin
perjuicio de lo dispuesto en los artículos 42 y 43 del Código de Comercio; y
5° El reconocimiento jurado de firma, puesta en instrumento privado.
La diligencia expresada en el número 5° se decretará en todo caso; las de los otros cuatro sólo cuando,
a juicio del tribunal, sean necesarias para que el demandante pueda entrar en el juicio.

El artículo 287 establece un requisitos común: Para decretar las medidas de que trata este Título,
deberá el que las solicite expresar la acción que se propone deducir y someramente sus fundamentos.
Dicho de otro modo, el requisito común consiste en que el solicitante debe:
a. expresar por escrito la acción que pretende deducir; y
b. dar una indicación somera de sus fundamentos.

Ahora bien, el artículo 273 contempla 5 medidas prejudiciales preparatorias distintas:

1. Declaración jurada sobre un hecho relativo a la capacidad del futuro demandando para
comparecer en juicio, o a su personería o al nombre y domicilio de sus representantes:
Puede ser necesario para el actor obtener esta medida prejudicial preparatoria en caso
de desconocer alguna de estas circunstancias procesales que son fundamentales para
saber a quién demandar.

Respecto de esta diligencia probatoria, el juez no tiene en un principio el deber de


concederla, pero en la práctica sí la va a conceder casi siempre cuando se constate como
razonable la existencia de una duda por parte del actor sobre estos extremos, lo cual se
desprende del inciso final del artículo 273 en el cual se faculta al juez para decretar dichas
medidas cuando él lo estime necesario.
El juez va a decretar esta medida con conocimiento, lo cual supone que deberá notificar
al futuro demandando la concesión de esta diligencia y citar a una audiencia personal

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ante el juez competente, a la cual deberá comparecer y declarar sobre estas


circunstancias.
Ahora bien, ¿qué ocurre si el futuro demandado no comparece o si de comparecer se
rehúsa a responder las preguntas que se le formulan?
Artículo 274: Si, decretada la diligencia a que se refiere el número 1° del artículo anterior, se
rehúsa prestar la declaración ordenada o ésta no es categórica, en conformidad a lo mandado,
podrán imponerse al desobediente multas que no excedan de dos sueldos vitales, o arrestos hasta
de dos meses, determinados prudencialmente por el tribunal; sin perjuicio de repetir la orden y
el apercibimiento.

2. Exhibición de la cosa litigiosa que haya sido objeto de la acción:


Por “cosa litigiosa” se ha entendido que se trata básicamente de bienes muebles,
documentos públicos o privados, o bien libros de contabilidad.
En cualquier caso, la exhibición opera por regla general respecto de las cosas muebles, las
cuales pueden ser ocultadas y puede surgir dudas sobre su existencia y estado de
conservación.
Respecto de esta medida prejudicial preparatoria, el juez la decreta con conocimiento del
sujeto que debe proceder a la exhibición y para esta finalidad junto con poner en
conocimiento la resolución que decreta la diligencia, cita además al futuro demandado a
una audiencia ante el juez civil competente, para que en la misma y frente a la parte
contraria exhiba la cosa.
El artículo 282 del CPC regula la situación en la cual el futuro demandado puede tener la
cosa debiendo declarar la calidad en la que se encuentra y el título de su tenencia o según
sea el caso, declarar bajo juramento que carece de él. En consecuencia, el legislador con
esta medida se "asegura" que el futuro demandante tenga a quién demandar.
Artículo 282: Si aquel a quien se intenta demandar expone ser simple tenedor de la cosa de que
procede la acción o que es objeto de ella, podrá también ser obligado:
1°. A declarar bajo juramento el nombre y residencia de la persona en cuyo nombre la tiene; y
2°. A exhibir el título de su tenencia; y si expresa no tener título escrito, a declarar bajo
juramento que carece de él.
En caso de negativa para practicar cualquiera de las diligencias mencionadas en este artículo,
se le podrá apremiar con multa o arresto en la forma dispuesta por el artículo 274.

¿Podría intentarse la exhibición de la cosa litigiosa respecto de un tercer o? Es decir,


¿Vale pedir la medida prejudicial en contra de un sujeto frente al cual no se va a dirigir
la acción futura? El artículo 275 permite expresamente esta diligencia respecto de
terceros: La exhibición, en el caso del número 2° del artículo 273, se hará mostrando el objeto
que deba exhibirse, o autorizando al interesado para que lo reconozca y dándole facilidades para
ello, siempre que el objeto se encuentre en poder de la persona a quien se ordene la exhibición.
Si el objeto se halla en poder de terceros, cumplirá la persona a quien se ordene la exhibición,
expresando el nombre y residencia de dichos terceros, o el lugar donde el objeto se encuentre.

3. Exhibición de fuentes probatorias documentales, como instrumentos públicos o


privados que puedan por su naturaleza interesar a diferentes personas: Esta medida
tiene por finalidad cerciorarse de la existencia de ciertos documentos que pueden servir
como documentos fundantes de la acción.
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La característica principal es que se trata de documentos que interesan a varias personas.


La forma de proceder de estas medidas es también con conocimiento del futuro
demandado quien tiene el deber de comparecer a la audiencia fijada para poder exhibir
el documento.
La exhibición que se decreta impone un deber al futuro demandado. Este deber tiene
matices, ya que el artículo 277 establece una norma que es necesario analizar, debido a
que de no querer exhibir estos documentos, el futuro demandado no podrá hacer valer
los mismos en el futuro.
Dicho de otro modo, el legislador ha establecido una sanción procesal especifica diversa
ante la negativa de exhibir documentos públicos o privados, la cual consiste en que el
sujeto, en un principio, no podrá posteriormente hacer valer dichos documentos en juicio.

Artículo 277: Siempre que se dé lugar a las medidas mencionadas en los números 3° y 4° del
artículo 273, y la persona a quien incumba su cumplimiento desobedezca, existiendo en su poder
los instrumentos o libros a que las medidas se refieren, perderá el derecho de hacerlos valer
después, salvo que la otra parte los haga también valer en apoyo de su defensa, o si se justifica
o aparece de manifiesto que no los pudo exhibir antes, o si se refieren a hechos distintos de
aquellos que motivaron la solicitud de exhibición. Lo cual se entiende sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo precedente y en el párrafo 2°, Título II, del Libro I del Código de Comercio.
Si bien es cierto que el legislador establece un deber de colaboración, este no es estricto,
pero aun así establece una sanción para aquellos casos en que se vaya en contra de este
deber.
El artículo 349 repite esta lógica cuando la exhibición de documentos se solicita como una
diligencia probatoria.

*Principio de adquisición procesal: Si una parte aporta un antecedente probatorio e


ingresa ese antecedente al proceso, el aprovechamiento de ese antecedente es para
cualquiera de las partes. En otras palabras, si una de las partes incorpora un antecedente
que le perjudica, la parte contraria puede aprovecharse del mismo.
Bajo esta lógica, es posible que un hecho puede resultar probado por la contraria.

4. La exhibición de libros de contabilidad relativos a negocios en que tenga parte el


solicitante: Esto sin perjuicio de lo dispuesto en los artículo 42 y 43 del código de comercio
relativo a los libros de contabilidad.

5. Reconocimiento jurado de firma: En primer lugar, es la única diligencia en que el juez


tiene el deber de concederla o decretarla una vez que esta es solicitada.
En segundo lugar, es la única diligencia prejudicial preparatoria que puede solicitar el
futuro demandado.
El artículo 278 le concede esta facultad al futuro demandado: Toda persona que
fundadamente tema ser demandada podrá solicitar las medidas que mencionan el número 5° del
artículo 273 y los artículo 281, 284 y 286, para preparar su defensa.
Esta diligencia también es decretada con conocimiento, vale decir debe ser notificada
personalmente al futuro demandado y será emplazado para comparecer a la

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correspondiente audiencia que se fija, en la cual deberá responder directa y


categóricamente si la firma en el documento le pertenece o no.

Existe una norma referente al juicio ejecutivo que es el artículo 435, el cual regula un
reconocimiento de firma como gestión preparatoria en el marco de un procedimiento
ejecutivo.
Artículo 435: Si, en caso de no tener el acreedor título ejecutivo, quiere preparar la ejecución
por el reconocimiento de firma o por la confesión de la deuda, podrá pedir que se cite al deudor
a la presencia judicial, a fin de que practique la que corresponda de estas diligencias.
Y, si el citado no comparece, o sólo da respuestas evasivas, se dará por reconocida la firma o
por confesada la deuda.

En este sentido, un instrumento privado no es un título ejecutivo y no confiere a las partes


en caso de incumplimiento, la facultad para iniciar un juicio ejecutivo de cumplimiento
forzoso. Sin embargo, ese instrumento constituye un título ejecutivo imperfecto, lo cual
significa que si bien no permite a la parte iniciar un juicio ejecutivo, esta puede realizar
una gestión preparatoria destinada a dotar de eficacia ejecutiva a dicho título.
Dicha norma establece además una sanción para aquellos casos en que el sujeto llamado
realizar el reconocimiento jurado no comparezca o se niegue realizar dicho
reconocimiento, la cual consiste en que ante cualquiera de estas conductas el
reconocimiento se entiende por hecho.
En consecuencia, se aplica esta norma cuando el reconocimiento de firma se practica
como una medida prejudicial y se aplica de la misma manera cuando el sujeto no
comparece o de comparecer entrega respuestas evasivas.

Interposición de la demanda

Una vez interpuesta la demanda del artículo 254, el juez debe proveer la demanda mediante la
realización de un juicio de admisibilidad:
1. Si estima la demanda admisible: El juez va a dictar una resolución de mero trámite para
darle curso progresivo a los autos. Dicha resolución se denomina traslado, la cual es por
regla general la primera resolución del juicio y tiene naturaleza jurídica de proveído.
Esta resolución es bastante escueta y dirá: “A LO PRINCIPAL: TRASLADO”, esta frase está
resolviendo la petición que va en lo principal de la demanda y sobre eso ha recaído una
resolución.
Luego en el primer otrosí que se trata de prueba documental: “Por acompañado con
citación” si son documentos públicos o si son documentos privados emanados de
terceros.
En caso de ser acompañados de la contra parte se señala: “bajo apercibimiento de la
contraria”.
En el segundo otrosí: “Cómo se pide”
Por último, en el tercer otrosí: “Téngase presente el patrocinio y poder” vale decir que el
juez ha tomado conocimiento del patrocinio y poder que se ha conferido en la causa.

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Ahora bien, la palabra “traslado” significa que el juez ha considerado que la demanda es
admisible y que en consecuencia la ha acogido a tramitación, con lo cual se dispone el
emplazamiento de la contraria, o sea del demandado.

2. Si la declara inadmisible: Esto es posible con ciertas limitaciones, ya que esta posibilidad
está expresamente prevista en el artículo 256 y en dicho precepto, el juez puede no dar
curso a la demanda cuando esta no contiene los requisitos del número 1, 2 y 3 del artículo
254, debiendo expresar el juez cuál de estos requisitos no está contemplado en la
demanda
Esta declaración de inadmisibilidad produce el impedimento de incoar el proceso pero el
demandante puede subsanar dichos errores pudiendo nuevamente presentar la
demanda, por tanto, dicho impedimento no supone la extinción de la acción del
demandante.
¿Existe un motivo adicional a los ya indicados por el cual se pueda negar el juez a
tramitar la demanda? Existe un requisito común con el cual debe cumplir toda primera
presentación en un procedimiento contencioso, y es que acorde a la Ley 18.120 se
establece un precepto que obliga al solicitante conferir patrocinio y poder a un abogado
habilitado para el ejercicio de la profesión y de no hacerlo viene aparejada una sanción la
cual es justamente que se entenderá por no presentada. En cambio, si se trata de la falta
del mandato judicial, se apercibe a que este constituya mandato dentro de 3ro día y en
caso de no hacerlo dentro de ese plazo se aplica la sanción de tener por no presentada la
demanda.

Ahora bien, una vez declarada admisible la demanda, se ordena emplazar a la contraria y ¿cómo
se notifica esa resolución? Debe hacerse personalmente, porque el artículo 40 en su inciso
primero así lo dispone.
Esta notificación de la resolución en que recae la demanda, es una notificación-emplazamiento,
lo cual quiere decir que se comunica una resolución a las partes y eventualmente terceros,
generando en consecuencia una oportunidad procesal para que dichos sujetos puedan realizar
algún acto procesal en post de sus intereses dentro del proceso.
Esta notificación-emplazamiento, se vincula con una idea básica en todo proceso, la cual es el
principio de contradicción y la bilateralidad en la audiencia, siendo por esta razón que el
emplazamiento es un trámite esencial en todo juicio civil consagrado en el artículo 795 del CPC,
precepto en el cual señala que debe haber emplazamiento de las partes en la forma prescrita por
la ley.
Que se considere un trámite esencial supone que se trata de un elemento de validez del proceso
para el correcto establecimiento de la relación jurídico procesal, al punto que la omisión de un
trámite esencial como el anteriormente descrito, configura una causal de casación en la forma al
amparo del artículo 768 numeral 9.

El emplazamiento es un acto complejo porque tiene más de un elemento, los cuales son:
1. La notificación personal; a contar de la cual comienza
2. El termino de emplazamiento que delimita temporalmente la oportunidad procesal de
realizar alguna gestión procesal. La duración de este plazo no es de duración fija, ya que

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la ley se establece distintas hipótesis y en función de estas establece plazos diversos en el


artículo 258:
a. Si la demanda se notifica en la ciudad o comuna que sirve de asiento al tribunal, el
plazo es de 15 días.
b. Si se notifica dentro del territorio jurisdiccional del tribunal pero fuera de la comuna
de este el plazo es de 15 + 3.
c. Por ultimo si se notifica fuera del territorio jurisdiccional pero dentro del territorio de
la república se aplica el plazo de 15 + 3 más una tabla de emplazamiento que configura
para estos efectos la C.S cada 5 años.
Este plazo se considera por la ley y por la jurisprudencia como un plazo común y no como
un plazo individual, en tanto se establece como un plazo extintivo. En este sentido, los
plazos comunes corren de la misma manera para todas las partes y el termino de
emplazamiento empezará a correr desde que se notifica al último de mandado; y en caso
contrario, los plazos individuales están referidos a cada una de las partes en forma
separada.
Esto se encuentra regulado en el artículo 270: Si los demandados son varios, sea que obren
separada o conjuntamente, el término para contestar la demanda correrá para todos a la vez, y
se contará hasta que expire el último término parcial que corresponda a los notificados.
En los casos en que proceda la pluralidad de demandantes de acuerdo al artículo 18, el
plazo para contestar la demanda, determinado según lo dispuesto en los dos artículos anteriores,
se aumentará en un día por cada tres demandantes sobre diez que existan en el proceso. Con
todo, este plazo adicional no podrá exceder de treinta días.
En caso de existir varios demandantes, el plazo para contestar la demanda aumentará en
un día por cada 3 demandantes sobre 10 que hayan en un proceso, teniendo como límite
30 días.

El termino de emplazamiento es un plazo legal al tener como fuente la ley, y por tanto es
un plazo fatal e improrrogable, lo cual significa que se extingue el mismo con la expiración
del último día del término.
En caso de que el demandado no realice ninguna actuación dentro de este plazo se va a
traducir en la rebeldía del mismo.
Por último, se trata de un término de días hábiles o útiles de conformidad al artículo 66,
por tanto, no se deben computar los días inhábiles como lo son los domingos y festivos.

En el término de emplazamiento que la ley concede al demandado, corresponde a una


oportunidad procesal con la que cuenta el demandado para adoptar distintas conductas dentro
del proceso.
En principio, todo demandado se enfrenta a una alternativa con dos opciones:
1. Comparecer: La comparecencia supone que el demandado acude o se apersona en el juicio.
Esta comparecencia puede tener distintos efectos o actitudes del demandado.
2. No comparecer: La no comparecencia se traduce en la rebeldía del demandado.

Rebeldía

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En nuestro derecho, los plazos legales como el termino de emplazamiento, son plazos falales y
en este caso importa que la rebeldía se verifique con el solo ministerio de la ley, por tanto, no es
necesaria la declaración de la misma.
El artículo 64 señala que en función de esta regla no es necesario que se declare la rebeldía y en
caso de que el demandado no se apersone, el juez debe dar traslado para una eventual replica
de parte del demandante. Dicho de otro modo, una vez que se tiene por evacuado el trámite de
rebeldía se da traslado al demandante para que este haga la actuación procesal de réplica.

La comparecencia en juicio, no es una obligación, sino que es una carga procesal al ser un
imperativo jurídico que el demandado soporta en su propio beneficio, con lo cual él no infringe
ningún deber y en consecuencia, no se puede castigar esa actitud. Sin embargo, al no comparecer
ve disminuida su posibilidad de obtener una STC favorable, ya que existe un impedimento de
deducir en primer lugar, excepciones perentorias o dilatorias, lo cual genera una merma de sus
posibilidades para poder obtener una STC favorable.

La rebeldía en nuestro derecho, no supone la aceptación de los hechos ni de la pretensión del


demandante, sino que esta supone más bien una resistencia implícita de la demanda, en cuanto
se entienden genéricamente negados los hechos fundantes de la demanda deducida en contra
del demandado.
En otras palabras, el comportamiento del sujeto que no comparece y está en actitud pasiva,
supone la resistencia implícita de la demanda, por tanto no se está allanando a la parte contraria,
sino que se opone a dicha pretensión.

La rebeldía, en este sentido, no altera la carga de la prueba prevista en el artículo 1698 del Código
Civil, ya que si esta importase se trataría de hechos no controvertidos y que en consecuencia no
serían motivo de prueba.
Sobre esta base, un hecho reconocido altera la carga de la prueba porque el actor no debe probar
los hechos que este afirma y que la parte contraria los acepta como veraces.

¿Qué ocurre si el demandado comparece?


En el término de emplazamiento, pueden darse distintas actitudes por parte del demandado en
caso de comparecer:

1. Contestar la demanda y allanarse (artículo 313 del CPC): Si el demandado acepta


llanamente las peticiones del demandante, o si en sus escritos no contradice en materia
substancial y pertinente los hechos sobre que versa el juicio, el tribunal mandará citar a las partes
para oír sentencia definitiva, una vez evacuado el traslado de la réplica.
Igual citación se dispondrá cuando las partes pidan que se falle el pleito sin más trámite.
Dicho artículo regula en primer lugar el allanamiento en sentido estricto o expreso, el cual
consiste básicamente en aceptar la pretensión o peticiones que formula el demandante,
con lo cual el acto de contestación de la demanda supone la manifestación de la voluntad
del demandado en orden a someterse a la pretensión deducida por el demandante.

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En segundo lugar, se refiere a un segundo tipo de allanamiento, ahora tácito, el cual


consiste en la no contradicción o negación de los hechos fundantes de la demanda, lo cual
en la práctica desaparecen los hechos planteados por el demandantes al no ser
controvertidos por el demandante siendo hechos pacíficos, los cuales no aparece
necesario probarlos.
En estos dos casos el juez debe sin más, citar a las partes a oír STC una vez que se ha dado
traslado a la réplica, con lo cual se pasa de la fase de discusión a la fase de STC,
suprimiendo la fase probatoria, la cual carece de sentido al no existir controversia.
El punto discutible es si ¿está o no el juez en el deber de dictar STC estimatoria de la
demanda? O sea ¿está en deber de acoger necesariamente la demanda? Es razonable
distinguir en función de la diferenciación anterior, ya que en el primer supuesto el
demandado al allanarse a la pretensión, el juez no tiene más remedio que dictar STC
definitiva estimatoria de la demanda en cuanto se encuentra vinculado a un acto de
disposición del demandado.
En cambio, en el segundo caso al no existir hechos no se limita al juez en la correcta
aplicación de la norma sustantiva y bien podría dictar STC desestimatoria de la demanda,
es decir que rechazar la pretensión.

Existe también un tercer tipo de allanamiento en el último inciso del artículo 313, ya que
en esta disposición no existe un allanamiento propiamente tal, debido a que son las
partes las que convienen solicitarle al juez dictar STC sobre el fondo sin que haya término
probatorio.
Hay un punto común con estos 3 casos, debido a que una vez que termina la fase de
discusión, el juez en lugar de recibir la causa a prueba procederá a citar a las partes a oír
STC y la dictará sin necesidad de termino probatorio alguno.
Sin embargo, la diferencia está en la trascendencia jurídica de ese allanamiento, ya que
en el primer supuesto se esgrime que el juez no puede sino acoger la demanda, porque
en ese caso el allanamiento lo vincularía teniendo que dictar una STC estimatoria.
En cambio, en los otros dos supuestos, el juez no estaría vinculado o no tiene el deber de
dictar STC estimatoria de la demanda, porque en la práctica el allanamiento no ha
operado respecto de la pretensión, sino que más bien ha operado solo respecto de los
hechos, los cuales son pacíficos o no controvertidos y por tanto, el juez sigue siendo libre
para extraer las consecuencias jurídicas que derivan del hecho que ha sido tácitamente
reconocido al no haber sido expresamente controvertido.

2. Demandado comparece en el término de emplazamiento y en lugar de contestar la


demanda en dicho término deduce excepciones dilatorias: Están reguladas en el artículo
303 y en el numeral 6to ofrece una cláusula abierta que permite definirlas como aquellas
que van a suspender la sustanciación del procedimiento o van suspender la entrada en
juicio, siendo este uno de los efectos de las mismas. Tienen como característica reparar
algún vicio o problema formal o procedimental relativo a la valida constitución del
proceso.
En este sentido, los procesalistas antiguos las clasificaban como aquellas que estaban
destinadas a corregir vicios del procedimiento.

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Artículo 303 contempla cuales son las excepciones dilatorias: Sólo son admisibles como
excepciones dilatorias:
1a. La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda;
2a. La falta de capacidad del demandante, o de personería o representación legal del que
comparece en su nombre;
3a. La Litis pendencia;
4a. La ineptitud del libelo por razón de falta de algún requisito legal en el modo de proponer la
demanda;
5a. El beneficio de excusión; y
6a. En general las que se refieran a la corrección del procedimiento sin afectar al fondo de la
acción
deducida.

Un presupuesto procesal de validez del proceso es la competencia de un tribunal, por


tanto ¿como se alega incompetencia? A través de una excepción dilatoria, mediante la
cual la parte hace valer la falta de concurrencia de un presupuesto de validez.
Otro caso es el beneficio de excusión, ya que se vincula a otro presupuesto procesal, que
es la legitimación pasiva radicada en este caso en el deudor principal.

¿Cómo se hacen valer las excepciones dilatorias? En primer lugar, son tramitadas como
un incidente de previo y especial pronunciamiento, y la forma de hacerlas valer es durante
el termino de emplazamiento, ya que aquí se deben deducir estas excepciones por un
solo escrito, aun cuando sean más excepciones.
El artículo 307 del CPC: Las excepciones dilatorias se tramitarán como incidentes.
La resolución que las deseche será apelable sólo en el efecto devolutivo.
En caso de rechazar las excepciones dilatorias el demandado dispone de 10 días para
contestarla contados desde la resolución que la rechaza para contestar la demanda.
Ahora bien, si se acoge alguna excepción dilatoria hay que distinguir cuál de estas se
acoge, ya que si se trata de la excepción de incompetencia del tribunal, el proceso termina
ahí. Sin embargo, si se acoge una excepción de ineptitud del libelo, el demandante tendrá
que proponer correctamente la demanda y a contar de la corrección de esos vicios,
contará con 10 nuevos días para contestar la demanda.
Esto último se contempla en el artículo 308 del CPC: Desechadas las excepciones dilatorias
o subsanados por el demandante los defectos de que adolezca la demanda, tendrá diez días el
demandado para contestarla, cualquiera que sea el lugar en donde le haya sido notificada.

¿Pueden hacerse valer excepciones perentorias como dilatorias? Las perentorias son
aquellas destinadas a enervar la acción en un juicio. Dicho de otro modo se extingue la
acción procesal de la parte demandante dejando sin efecto los hechos en que se funda la
demanda.
El artículo 304 contempla dos excepciones perentorias que se pueden hacer valer como
dilatorias, o sea antes de la demanda las cuales son:
a. La transacción
b. La cosa juzgada

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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario
Consuelo Varas Catalán

3. Comparecer y contestar la demanda y resistir la pretensión procesal deducida por el


demandante: El demandado puede resistirse en primer lugar, mediante la negación de
los hechos constitutivos de la pretensión, en los cuales se funda la misma, los que son
esgrimidos por el demandante.

Por otra parte, puede negar los hechos añadiendo alguna circunstancia que altera la
eficacia jurídica de un hecho constitutivo. Esto se denomina negación fundamentada.
El demandado puede además alegar hechos completamente distintos del hecho
constitutivo que extinguen, impiden o excluyen la eficacia jurídica del mismo.
Estas alegaciones se conocen por regla general como excepciones perentorias, las cuales
introducen un hecho distinto del hecho constitutivo, el cual se traduce o produce un
efecto extintivo, impeditivo o excluyente de ese hecho constitutivo hecho valer por el
demandante.

Los hechos impeditivos no extinguen la obligación, sino que más bien obstan la eficacia
jurídica del hecho constitutivo. Un ejemplo de esto es la nulidad relativa.

En cambio, los hechos excluyentes son aquellos que siendo autónomos del hecho
constituyente, confieren un derecho potestativo a alguna de las partes para oponerse a
la eficacia jurídica de una obligación.
Un ejemplo de esto es la prescripción extintiva, la cual le confiere a cualquiera de las
partes contratantes un derecho potestativo para hacerla valer en sede judicial como
excepción perentoria y en consecuencia excluir de este modo la eficacia jurídica de una
obligación.
Desde un punto de vista procesal, la prescripción extintiva, es un hecho excluyente más
que un hecho extintivo porque a diferencia de un punto de vista civil, la prescripción
extintiva en este último no puede declararse de oficio lo cual demuestra su esencia de
potestad facultativa de las partes, ya que si estas no la hacen valer, la obligación es
perfectamente válida desplegando todos sus efectos.

Las excepciones perentorias solo pueden hacerse valer en la contestación de la demanda.


Sin embargo, esta afirmación tiene ciertos matices:
a. En primer lugar, dichas excepciones pueden hacerse valer incluso antes de la
contestación de la demanda como excepciones dilatorias, siendo denominadas
excepciones anómalas.
b. En segundo lugar, existe una norma que es el artículo 310 el cual permite hacer valer
las excepciones perentorias con posterioridad a la contestación de la demanda.
En dicho artículo, se regulan 4 excepciones que pueden hacerse valer después de la
contestación de la demanda.
Artículo 310: No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, las excepciones de
prescripción, cosa juzgada, transacción y pago efectivo de la deuda, cuando ésta se funde en
un antecedente escrito, podrán oponerse en cualquier estado de la causa; pero no se
admitirán si no se alegan por escrito antes de la citación para sentencia en primera instancia,
o de la vista de la causa en segunda.
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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario
Consuelo Varas Catalán

Si se formulan en primera instancia, después de recibida la causa a prueba, se tramitarán


como incidentes, que pueden recibirse a prueba, si el tribunal lo estima necesario, y se
reservará su resolución para definitiva.
Si se deducen en segunda, se seguirá igual procedimiento, pero en tal caso el tribunal de
alzada se pronunciará sobre ellas en única instancia.

4. El demandado también puede aprovechar la contestación de la demanda para


interponer él en contra del demandante: El demandado tiene esta posibilidad añadida,
la cual es aprovechar el mismo escrito de contestación de la demanda para interponer él
una demanda en contra del demandante, la cual se denomina demanda reconvencional.
Esto se contempla en el artículo 314 del CPC: Si el demandado reconviene al actor, deberá
hacerlo en el escrito de contestación, sujetándose a las disposiciones de los artículos 254 y 261; y
se considerará, para este efecto, como demandada la parte contra quien se deduzca la
reconvención.
En este caso el demandado recibe el nombre de demandante reconvencional y por otra
parte el demandante del juicio principal se denomina demandado reconvencional.
La ley en el artículo que sigue, establece los requisitos de procedencia de la demanda
reconvencional, señalando que el requisito básico y elemental es que el tribunal que
conoce de la demanda principal tenga competencia para conocer también de la demanda
reconvencional o bien si en caso de incompetencia territorial, hubiese operado la
prórroga de la competencia.

El legislador chileno consiente de forma generosa la demanda reconvencional, debido a


que las pretensiones pueden ser referidas obligaciones completamente distintas y por
tanto no es necesario que tengan un vínculo de conexión, bastando únicamente que el
demandado aparezca eventualmente como sujeto activo en una relación jurídica distinta
que la misma parte que está demandando.
Se permite en consecuencia, una reconvención inconexa para lo cual no es requisito para
la misma el que la demanda reconvencional tenga conexión objetiva con la demanda
principal, no deben estar ligadas para ser acumuladas.
El único presupuesto básico es que el tribunal sea competente tanto en términos
absolutos como relativos, y en caso de no tener competencia relativa existe la posibilidad
de que haya operado la prórroga de la competencia.

La demanda reconvencional tiene importancia al ser un caso típico de acumulación


sobreviniente de acciones, que persigue que dos acciones distintas sean sustanciadas o
tramitadas conjuntamente en un solo procedimiento con más de un proceso que va a ser
resuelto en definitiva con eficacia de cosa juzgada.
Esto está expresamente contemplado en el artículo 316: La reconvención se substanciará y
fallará conjuntamente con la demanda principal, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 172.
De la réplica de la reconvención se dará traslado al demandante por seis días.
No se concederá, sin embargo, en la reconvención aumento extraordinario de término
para rendir prueba fuera de la República cuando no deba concederse en la cuestión principal.

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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario
Consuelo Varas Catalán

Lo dispuesto en el artículo 172, es un supuesto excepcional que consiste en que el juez de


letras podría dictar STC cuando una cuestión se encuentre resuelta antes que la otra.

Artículo 172: Cuando en un mismo juicio se ventilen dos o más cuestiones que puedan ser
resueltas separada o parcialmente, sin que ello ofrezca dificultad para la marcha del proceso, y
alguna o algunas de dichas cuestiones o parte de ellas, lleguen al estado de sentencia antes de
que termine el procedimiento en las restantes, podrá el tribunal fallar desde luego las primeras.
En este caso se formará cuaderno electrónico separado con las piezas necesarias para dictar
fallo y ejecutarlo.
En este caso, cuando el demandado reconviene se da tanto traslado de la contestación
como de la reconvención y por tanto, el demandante que pasa a ser demandado
reconvencional recibe el traslado o es notificado del traslado para evacuar ahora dos
actos procesales distintos, ya que por un lado tendrá la réplica de su acción y la
contestación de la demanda reconvencional.

Artículo 311: De la contestación se comunicará traslado al actor por el término de seis días, y de
la réplica al demandado por igual término.
Tanto de la interpretación del artículo 314 como la del 311, se llega a la conclusión de que
existe un traslado doble de dos actos distintos en caso de reconvención, siendo el termino
en ambos casos de 6 días.
El traslado corresponde a un decreto y siempre va a notificarse por el estado diario.

Los presupuestos para la reconvención son dos:


a. Tribunal ante el cual se reconviene sea competente para conocer de la reconvención
considerada esta como demanda.
b. Que el procedimiento en el que se deduce la reconvención sea el adecuado para ese
asunto entendido como demanda principal. A modo de ejemplo, si se quiere
reconvenir sobre un procedimiento ordinario la demanda principal no puede ser un
procedimiento sumario.

A raíz de esto, los preceptos relevantes son el artículo 315 y el artículo 316:
Artículo 315: No podrá deducirse reconvención sino cuando el tribunal tenga competencia para
conocer de ella, estimada como demanda, o cuando sea admisible la prórroga de jurisdicción.
Podrá también deducirse aun cuando por su cuantía la reconvención deba ventilarse ante un juez
inferior.
Para estimar la competencia, se considerará el monto de los valores reclamados por vía de
reconvención separadamente de los que son materia de la demanda.

Artículo 316: La reconvención se substanciará y fallará conjuntamente con la demanda principal,


sin perjuicio de lo establecido en el artículo 172.
De la réplica de la reconvención se dará traslado al demandante por seis días.
No se concederá, sin embargo, en la reconvención aumento extraordinario de término
para rendir prueba fuera de la República cuando no deba concederse en la cuestión principal.

Una vez que se ha evacuado el traslado para que se efectué la réplica o la contestación
de la demanda reconvencional en su caso, el demandado reconvencional puede contestar
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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario
Consuelo Varas Catalán

la demanda reconvencional en los mismos términos en que se hace la contestación en la


demanda principal (6 días).
Incluso puede a su vez presentar excepciones dilatorias pero con una diferencia, la cual
consiste en que si la excepción dilatoria es acogida y se trata de aquellas que requieren
de subsanación, el demandante reconvencional tiene un plazo perentorio o fatal de 10
días siguientes una vez que se ha notificado la resolución.
Artículo 317 del CPC: Contra la reconvención hay lugar a las excepciones dilatorias enumeradas en el
artículo 303, las cuales se propondrán dentro del término de seis días y en la forma expresada en el artículo
305.
Acogida una excepción dilatoria, el demandante reconvencional deberá subsanar los defectos de que
adolezca la reconvención dentro de los diez días siguientes a la fecha de notificación de la resolución que
haya acogido la excepción. Si así no lo hiciere, se tendrá por no presentada la reconvención, para todos los
efectos legales, por el solo ministerio de la ley.

De no establecerse un término en este caso, el demandante reconvencional de mala fe


podría presentar una demanda con un vicio para poder obtener la dilación del proceso.
El artículo 316 establece la regla de que la reconvención se tramitará conjuntamente con
el juicio principal y por tanto, de no existir un término para proceder a la subsanación, el
demandante reconvencional de mala fe podría presentar una demanda con un vicio para
poder interponer una dilatoria la cual sea acogida y se disponga que debe hacerse la re-
corrección y en este sentido él podría no efectuar la subsanación de esos errores, dejando
estancado de mala fe el procedimiento porque el juez en ese caso no podría tener por
evacuado el trámite.
En el caso del demandante principal, no existe un plazo para subsanar los errores porque
es quien tiene el impulso procesal y es a quien le interesa obtener el curso progresivo de
los autos, ya que de otra manera su acción queda estancada o detenida.

Replica y duplica

Una vez contestada la demanda con o sin reconvención va a tener por evacuado el trámite de la
contestación y seguidamente va a dar traslado al demandante principal para que este evacué en
el término de 6 días hábiles el trámite de la réplica como actor principal y en su caso la
contestación de la demanda reconvencional.

¿Qué se puede hacer en la réplica y en la duplica?


Estos actos de postulación tienen la misma naturaleza que la demanda y la contestación, y tienen
por objeto afianzar las posiciones procesales de las partes.
El código se refiere con más precisión a esta cuestión en el artículo 312: En los escritos de réplica y
dúplica podrán las partes ampliar, adicionar o modificar las acciones y excepciones que hayan formulado en la
demanda y contestación, pero sin que puedan alterar las que sean objeto principal del pleito.

En consecuencia, las partes pueden hacer alegaciones complementarias o correcciones a las


formuladas en los dos primeros actos de demanda o contestación. Con todo, no va es posible que
se añadan acciones o excepciones que no se hicieron valer respectivamente en la demanda o en
la contestación de la demanda.
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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario
Consuelo Varas Catalán

La jurisprudencia entiende de modo restrictivo la interpretación de este precepto, ya que se


señala que se pueden adicionar o agregar nuevas acciones sin que estas alteren la identidad del
juicio. Por ejemplo, si se alega la resolución del contrato pero no la indemnización de perjuicios,
no puede añadirse en la réplica esta última al ser acciones distintas.

Texto de Gonzalo Cortes


Replica y duplica son escritos complementarios a la demanda y su respectiva contestación. No se
puede prescindir de estos escritos salvo que las partes pidan que se falle sin más trámite.
Existen límites a esta facultad de ampliación o modificación de los escritos iniciales a través de la
réplica y duplica:
1. Debe referirse necesariamente a acciones y excepciones que efectivamente se hayan
formulado. No puede efectuarse alegaciones que debieron hacerse en el trámite de la
contestación.
2. Aun cuando se trate de ampliaciones o modificaciones que tengan relación con las
acciones y excepciones que se hayan propuesto oportunamente, no se pueden alterar
aquellas que guarden relación con el objeto principal del juicio. Por alterar se entenderá
cambiar la esencia, y objeto principal del juicio es aquel introducido en la demanda y su
respectiva contestación, por lo que la duplica y replica no puede introducir cambios en la
causa de pedir.

En caso de que exista demanda reconvencional es necesaria la evacuación de otro tramite, ya


que deberá darse traslado para la duplica del demando reconvencional, por tanto, en este caso
la fase de discusión no se agota con el solo traslado de la duplica de la demanda principal.

El trámite de Conciliación
Ley 19.334 de 1994 incorporó en el periodo entre la discusión y antes de la recepción de la causa
a prueba, el trámite necesario de llamar a las partes a conciliación, constituyendo un mecanismo
que pretende poner término anticipado al juicio.

Una vez cerrada la fase de discusión, cuando ya se tiene por evacuado el trámite de la duplica
por el juez, surge de conformidad al artículo 252 el llamado a un trámite esencial de los procesos
civiles ordinarios, esto es el trámite de conciliación.
Este trámite procede por regla general, en todos los casos salvo los expresamente señalados en
el artículo 262 del CPC.
Artículo 262: En todo juicio civil, en que legalmente sea admisible la transacción, con excepción de los juicios o
procedimientos especiales de que tratan los Títulos I, II, III, V y XVI del Libro III, una vez agotados los trámites de
discusión y siempre que no se trate de los casos mencionados en el artículo 313, el juez llamará a las partes a
conciliación y les propondrá personalmente bases de arreglo.
Para tales efectos, las citará a una audiencia para un día no anterior al quinto ni posterior al decimoquinto contado
desde la fecha de notificación de la resolución. Con todo, en los procedimientos que contemplan una audiencia para
recibir la contestación de la demanda, se efectuará también en ella la diligencia de conciliación, evacuado que sea
dicho trámite.
El precedente llamado a conciliación no obsta a que el juez pueda, en cualquier estado de la causa, efectuar la
misma convocatoria, una vez evacuado el trámite de contestación de la demanda.

En estos juicios civiles es admisible la transacción cuando se trate de derechos disponibles.


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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario
Consuelo Varas Catalán

Con todo, si se trata de derechos personalísimos los cuales son indisponibles, no puede existir
transacción y por tanto tampoco hay conciliación (derechos legales de retención, juicios de
hacienda, evicción).
El juez debe citar a las partes una vez evacuado el trámite de la duplica un día no anterior al 5to
ni posterior a 15 días después de notificada dicha resolución (se notifica por cédula).
Sin embargo, nada impide al juez llamar a este trámite una vez evacuada la contestación de la
demanda.
Las partes pueden comparecer por sí o con apoderados, sin perjuicio de que el juez pueda
solicitar la comparecencia personal de las partes.
El juez debe:
1. Proponer las bases de arreglo (art. 262 inc. 1) obrando el juez como amigable
componedor, teniendo en consideración que todas las opiniones que vierta en dicha
calidad no lo inhabilitarán para seguir conociendo de la causa, ya que de no existir dicha
precisión en la norma y la conciliación no prosperase el juez quedaría inhabilitado para
seguir conociendo del proceso.
2. Obrar como amigable componedor y tratar de obtener un avenimiento total o parcial sin
que sus opiniones lo inhabiliten para seguir conociendo del asunto (263)
3. Debe ordenar de oficio la agregación de aquellos antecedentes y medios probatorios que
estime pertinente (266).

Si las partes lo solicitan, la audiencia puede suspenderse hasta por media hora para deliberar y si
el tribunal lo estima necesario puede postergar la audiencia para dentro de 3er día salvo que se
acuerde un plazo mayor, de lo cual se debe dejar constancia.
Deberá levantarse un acta de la conciliación total o parcial, la cual consignará solo las
especificaciones del arreglo y deberá ser suscrita por el juez, las partes que lo deseen y el
secretario, estimándose como STC ejecutoriada para los efectos legales.
En caso de que las partes no comparezcan, el comparendo se frustra, teniendo el secretario como
ministro de fe, certificar que llamadas las partes a conciliación la audiencia se ha frustrado por la
falta de comparecencia de las mismas o que ante la comparecencia de estas, las bases de arreglo
no fueron acogidas.
El juez con esta certificación tiene que proceder a dictar una resolución básica y elemental, la
cual es la resolución prevista en el artículo 318 dando lugar a la apertura de la fase de prueba del
juicio ordinario, siendo esta una STC interlocutoria de prueba, con la cual termina en
consecuencia la fase de discusión del proceso.

Fase probatoria

Una vez que la fase de discusión se encuentra afinada, el artículo 318 marca la apertura de la
segunda fase del procedimiento ordinario de mayor cuantía, la cual es la fase probatoria.
Esta apertura, se verifica con el pronunciamiento de una resolución que recibe la causa a prueba.
Vulgarmente se le denomina auto de prueba, sin embargo esto no es correcto, ya que la
resolución que recibe la causa a prueba es una STC interlocutoria de 2º, debido a que sirve de
base para el pronunciamiento de una STC interlocutoria de 1º o para una STC definitiva.

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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario
Consuelo Varas Catalán

Esta STC interlocutoria de 2º que da lugar a un trámite esencial, como lo es la recepción de la


causa a prueba y en consecuencia resulta un presupuesto de validez del mismo proceso, estando
expresamente contemplado en el artículo 795 nº 3, por tanto si se omite este trámite esencial,
se incurre en una causal de casación en la forma (798 nº9).

Artículo 318: Concluidos los trámites que deben preceder a la prueba, ya se proceda con la contestación expresa
del demandado o en su rebeldía, el tribunal examinará por sí mismo los autos y si estima que hay o puede haber
controversia sobre algún hecho substancial y pertinente en el juicio, recibirá la causa a prueba y fijará en la misma
resolución los hechos substanciales controvertidos sobre los cuales deberá recaer.
Sólo podrán fijarse como puntos de pruebas l os hechos substanciales controvertidos en los escritos anteriores a
la resolución que ordena recibirla.

Se da a entender que el auto de prueba, es una decisión que adopta el juez de letras de oficio.
Sin embargo, aquello no obsta a que las partes puedan solicitar la recepción de la causa a prueba
lo que generalmente ocurre cuando haya procesos con partes diligentes.

¿Podría el juez no recibir la causa a prueba aun cuando es un trámite esencial? Sí:
1. Si ha operado allanamiento tácito, con lo cual corresponde directamente citar a las partes
a oír STC como lo dispone el artículo 313.
2. Si las partes lo han solicitado de mutuo acuerdo (también hipótesis del 313)
3. Conciliación total.
4. El juez podría estimar que no existen hechos sustanciales y controvertidos al tratarse de
un asunto sobre cuestiones estrictamente jurídicas, lo cual no es raro si estamos frente a
una relación contractual en la cual existe acuerdo respecto del tipo de contrato y sus
cláusulas, pero las partes discuten acerca de la interpretación de una de esas cláusulas.
En este sentido, sería absurdo que el artículo 318 obligase al juez a recibir la causa a
prueba cuando no hay controversia o si esta se limita a cuestiones netamente jurídicas.
Si aun así las partes solicitan que se reciba la causa a prueba, el juez va a negarse y esa
resolución es susceptible de “reposición” y de “apelación”.

Ahora bien, la resolución que recibe la causa a prueba habrá de contener las siguientes
disposiciones:
1. Debe consignar que recibe la causa a prueba.
2. Debe consignar los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos.
3. Debe consignar los días y horas en que se recibirá la prueba testimonial dentro del
término probatorio. Esto es importante porque por regla general, estas resoluciones se
fijan los últimos 5 días del probatorio.
La prueba testimonial corresponde a una prueba que se puede practicar dentro del
término probatorio solamente y la prueba documental, otro medio probatorio, se puede
aportar durante todo el procedimiento en primera instancia e incluso en segunda
instancia hasta la vista de la causa.
Otra diferencia, es que la prueba testimonial hay que ofrecerla antes de rendirla con una
minuta de prueba que debe aportarse en los primeros días del probatorio y la prueba
documental por otra parte solamente debe acompañarse.

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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario
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¿Pueden las partes impugnar el auto de prueba? Sí, mediante un recurso de reposición, el cual
tiene un plazo especifico de 3 días y junto con esta reposición podrían interponer apelación
subsidiaria de la resolución en el mismo plazo.
Pueden reponer al señalar que no es necesario recibir la causa a prueba objetando dicha
resolución. Sin embargo, lo lógico no es que se discuta sobre esto, sino más bien acerca de la
fijación de los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, y las partes van a alegar que
esos hechos no son los que debiesen ser, pudiendo solicitar que se supriman ciertos hechos o
bien que se añadan o modifiquen hechos determinados.

El juez de letras puede resolver la reposición de plano o tramitarla como incidente dando traslado
a la contraparte por un término de 3 días para que esta evacue el traslado y una vez que esto
ocurra el juez va a resolver.

En caso de rechazar la reposición, se debe conceder la apelación para que esta sea interpuesta
en la C.A respectiva, la cual deberá pronunciarse respecto de si suprime, añade o modifica esos
hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos.

Término Probatorio

Corresponde a un término legal por regla general al estar establecido por la ley, debido a que
existen otras situaciones en las cuales podría corresponder también a un término judicial en
cuanto a que el juez podría fijar la duración de un término especial de prueba al amparo del
artículo 339.
Artículo 339: El término de prueba no se suspenderá en caso alguno, salvo que todas las partes lo pidan. Los
incidentes que se formulen durante dicho término o que se relacionen con la prueba, se tramitarán en cuaderno
separado.
Si durante él ocurren entorpecimientos que imposibiliten la recepción de la prueba, sea absolutamente, sea
respecto de algún lugar determinado, podrá otorgarse por el tribunal un nuevo término especial por el número de
días que haya durado el entorpecimiento y para rendir prueba sólo en el lugar a que dicho entorpecimiento se
refiera.
No podrá usarse de este derecho si no se reclama del obstáculo que impide la prueba en el momento de
presentarse o dentro de los tres días siguientes.
Deberá concederse un término especial de prueba por el número de días que fije prudencialmente el tribunal, y
que no podrá exceder de ocho, cuando tenga que rendirse nueva prueba, de acuerdo con la resolución que dicte el
tribunal de alzada, acogiendo la apelación subsidiaria a que se refiere el artículo 319. Para hacer uso de este derecho
no se necesita la reclamación ordenada en el inciso anterior. La prueba ya producida y que no esté afectada por la
resolución del tribunal de alzada tendrá pleno valor.

También puede darse un término convencional, en el sentido que las partes de mutuo acuerdo
podrían fijar una duración del termino probatorio menor que la establecida en la ley.
Artículo 328: Para rendir prueba dentro del territorio jurisdiccional del tribunal en que se sigue el juicio tendrán
las partes el término de veinte días.
Podrá, sin embargo, reducirse este término por acuerdo unánime de las partes.

El termino probatorio corresponde además a un término fatal, debido a que solamente se puede
realizar un acto procesal determinado dentro de ese periodo y fenecido dicho termino el acto
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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario
Consuelo Varas Catalán

procesal no puede ser realizado, lo cual es importante ya que dentro del probatorio se van a
realizar actos de prueba o medios de pruebas específicos, por tanto una vez que expire dicho
termino fatal esas pruebas no van a poder rendirse precluyendo dicha posibilidad.
Con todo, debe precisarse que es fatal en sentido estricto para la prueba testimonial, en cuanto
a que los demás medios de prueba pueden practicarse después del termino probatorio.

Dicho termino es además común en oposición a aquellos plazos individuales, debido a que corren
para todas las partes en un mismo momento y desde aquí empieza la última notificación de la
resolución o auto que recibe la causa a prueba, la cual se notifica por cédula de conformidad al
artículo 48.
Esto es importante, porque al tener varias partes la notificación por cédula no será simultanea
para todas ellas, pudiendo existir una diferencia significantes de días en las notificaciones de las
diferentes partes pero que teniendo la ventaja de ser común, dicho plazo empieza a correr desde
que se notifica a la última parte.
El 10 aquo es el primer día útil del plazo, siendo el día siguiente a la última notificación del auto
de prueba, y el 10 aquem es el último día útil del plazo.

El termino probatorio por regla general no se suspende, salvo que las partes lo soliciten de común
acuerdo, lo cual se encuentra contemplado en el artículo 339 del CPC.

Corresponde además, a un término de días hábiles, lo que supone que no se computan los días
inhábiles y se dice a menudo que ese término probatorio se suspende durante los días feriados
y festivos, esto conforme al artículo 66 del CPC.

Tipos de Términos Probatorios

1. Término probatorio ordinario: Es previsto por la ley como el termino probatorio básico,
siendo este legal, fatal, de días hábiles y que además no se suspende, teniendo una
duración establecida por la ley de 20 días, salvo lo dispuesto en el artículo 328 del CPC.
Este término se contempla para rendir prueba dentro del territorio jurisdiccional del
tribunal en que se sustancia el juicio.
El termino ordinario está previsto para rendirse dentro de 20 días dentro del territorio
jurisdiccional, pero de esto puede inferirse algo incorrecto, ya que de igual manera
pueden practicarse una diligencia fuera del territorio jurisdiccional.
Esto nos remite al termino extraordinario.

2. Término probatorio extraordinario: Corresponde también a un término que se


contempla por el legislador, pero en contraposición al termino ordinario, se contempla
para rendir prueba fuera del territorio jurisdiccional del tribunal, ya sea dentro o fuera
del país.
En la práctica, este término opera como un aumento del termino ordinario de prueba, en
la medida que se estime que la duración del termino ordinario no es suficiente para
realizar una prueba determinada fuera del territorio jurisdiccional del tribunal.

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Derecho Procesal III: Juicio Ordinario y Sumario
Consuelo Varas Catalán

Artículo 329: Cuando haya de rendirse prueba en otro territorio jurisdiccional o fuera de la República, se
aumentará el término ordinario a que se refiere el artículo anterior con un número de días igual al que concede
el artículo 259 para aumentar el de emplazamiento.
En consecuencia, ese término extraordinario entendido como el aumento del termino
ordinario para rendir prueba fuera del territorio jurisdiccional, se regirá por las reglas del
emplazamiento, en este sentido, las reglas señalaban que:
a. 15 días en caso de ser la ciudad o comuna que sirve de asiento para el tribunal
b. 15 días + 3 en caso de ser fuera de la comuna pero dentro del territorio jurisdiccional
c. 15 + 3 + tabla de emplazamiento en caso de ser fuera del territorio jurisdiccional

Ahora, la parte que quiere practicar una prueba fuera del territorio jurisdiccional del
tribunal deberá solicitar el aumento del termino ordinario para que se convierta en
extraordinario conforme a las reglas del emplazamiento.
El artículo 330 regula esta situación, señalando que el juez debe siempre conceder ese
aumento del término ordinario, salvo que exista un justo motivo para no hacerlo (mala
fe)
Artículo 330: El aumento extraordinario para rendir prueba dentro de la República se concederá siempre
que se solicite, salvo que haya justo motivo para creer que se pide maliciosamente con el solo propósito de
demorar el curso del juicio.

En el caso del termino extraordinario que se solicita para practicar la prueba fuera del
territorio jurisdiccional y fuera del país la regla es mucho más restrictiva:
Artículo 331: No se decretará el aumento extraordinario para rendir prueba fuera de la República sino
cuando concurran las circunstancias siguientes:
1a. Que del tenor de la demanda, de la contestación o de otra pieza del expediente aparezca que los
hechos a que se refieren las diligencias probatorias solicitadas han acaecido en el país en que deben
practicarse dichas diligencias, o que allí existen los medios probatorios que se pretende obtener;
2a. Que se determine la clase y condición de los instrumentos de que el solicitante piensa valerse y el
lugar en que se encuentran; y
3a. Que, tratándose de prueba de testigos, se exprese su nombre y residencia o se justifique algún
antecedente que haga presumible la conveniencia de obtener sus declaraciones.

Se debe solicitar el termino extraordinario antes del vencimiento del termino ordinario.
Artículo 332: El aumento extraordinario para rendir prueba deberá solicitarse antes de vencido el
término ordinario, determinando el lugar en que dicha prueba debe rendirse.

3. Término probatorio especial: Se trata de un término vinculado al concepto procesal del


entorpecimiento, ya que por distintas situaciones de hecho, alguna de las partes puede
encontrarse en una situación que le impida aprovechar en toda su extensión dicho
termino de prueba.
En este caso, al verificarse un entorpecimiento en estos términos, el juez puede fijar un
término especial de prueba con la finalidad de franquearle a la parte la oportunidad
procesal de la que se ha visto privado, siendo en este caso el termino probatorio.
Esto se contempla en el artículo 339: El término de prueba no se suspenderá en caso alguno, salvo
que todas las partes lo pidan. Los incidentes que se formulen durante dicho término o que se relacionen
con la prueba, se tramitarán en cuaderno separado.
Si durante él ocurren entorpecimientos que imposibiliten la recepción de la prueba, sea absolutamente,
sea respecto de algún lugar determinado, podrá otorgarse por el tribunal un nuevo término especial por el
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número de días que haya durado el entorpecimiento y para rendir prueba sólo en el lugar a que dicho
entorpecimiento se refiera.
No podrá usarse de este derecho si no se reclama del obstáculo que impide la prueba en el momento de
presentarse o dentro de los tres días siguientes.
Deberá concederse un término especial de prueba por el número de días que fije prudencialmente el
tribunal, y que no podrá exceder de ocho, cuando tenga que rendirse nueva prueba, de acuerdo con la
resolución que dicte el tribunal de alzada, acogiendo la apelación subsidiaria a que se refiere el artículo
319. Para hacer uso de este derecho no se necesita la reclamación ordenada en el inciso anterior. La prueba
ya producida y que no esté afectada por la resolución del tribunal de alzada tendrá pleno valor.
En este sentido, la parte afectada puede alegar el obstáculo cuando este se presente a
más tardar dentro de 3ro día y el juez fijar el termino especial el corresponde a un término
judicial y no legal, el cual no podrá exceder 8 días.

También existe un término especial que se fija ya no a partir de un obstáculo, el cual se


encuentra regulado en el último inciso del artículo 339, siendo necesario conceder otro
término cuando se acoja la apelación del auto de prueba y este se modifica.
En consecuencia, si se dictó el auto de prueba, el cual es susceptible de ser recurrido de
reposición y apelación en subsidio dentro de 3ro día y en caso de que esto ocurra, la
apelación no suspende el procedimiento, sino que el auto se va el auto “apelado” y
continua el juicio no obstante que existe un recurso pendiente. En este sentido, puede
ocurrir que el termino probatorio se acabe y una vez acabado se dicte STC respecto del a
apelación y que esta sea acogida, incorporándose hechos sustanciales, pertinentes y
controvertidos nuevos, existiendo la necesidad de contar con un término probatorio
nuevo para esta nueva controversia.

Otras situaciones

Existe una situación adicional que es la del 321: No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, es admisible
la ampliación de la prueba cuando dentro del término probatorio ocurre algún hecho substancialmente relacionado con
el asunto que se ventila.
Será también admisible la ampliación a hechos verificados y no alegados antes de recibirse a prueba la causa, con tal
que jure el que los aduce que sólo entonces han llegado a su conocimiento.
Se trata de hechos nuevos, no hechos agregados, sino que surgen expos una vez iniciado el
probatorio.

Es posible también que en el proceso civil acontezca lo que se denomina hipótesis de anticipación
de la prueba.
En este sentido, puede existir actividad probatoria que se aprovechara en un juicio futuro, lo que
se denomina medidas prejudiciales probatorias.

A partir de esto debe tenerse en cuenta:


Artículo 281: Puede pedirse prejudicialmente la inspección personal del tribunal, informe de peritos nombrados por
el mismo tribunal, o certificado del ministro de fe, cuando exista peligro inminente de un daño o perjuicio, o se trate de
hechos que puedan fácilmente desaparecer.
Para la ejecución de estas medidas se dará previamente conocimiento a la persona a quien se trata de
demandar, si se encuentra en el lugar del asiento del tribunal que las decreta, o donde deban ejecutarse. En los demás
casos se procederá con intervención del defensor de ausentes.

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En este sentido, se permiten 3 tipos de diligencia probatoria.

Artículo 284: Si hay motivo fundado para temer que una persona se ausente en breve tiempo del país, podrá
exigírsele como medida prejudicial que absuelva posiciones sobre hechos calificados previamente de conducentes
por el tribunal, el que, sin ulterior recurso, señalará día y hora para la práctica de la diligencia.
Si se ausenta dicha persona dentro de los treinta días subsiguientes al de la notificación sin absolver las posiciones,
o sin dejar apoderado con autorización e instrucciones bastantes para hacerlo durante la secuela del juicio, se le dará
por confesa en el curso de éste, salvo que aparezca suficientemente justificada la ausencia sin haber cumplido la
orden del tribunal.
Vale decir que la denominada absolución de posiciones puede darse antes de la iniciación del
juicio, ya que se consciente la diligencia estableciendo la confesión ficta para el caso de que el
defensor de ausentes no comparezca o se verifique la situación del inciso 2º.

Artículo 286: Se podrá, asimismo, solicitar antes de la demanda el examen de aquellos testigos cuyas
declaraciones, por razón de impedimentos graves, haya fundado temor de que no puedan recibirse oportunamente.
Las declaraciones versarán sobre los puntos que indique el actor, calificados de conducentes por el tribunal.
Para practicar esta diligencia, se dará previamente conocimiento a la persona a quien se trata de demandar, sólo
cuando se halle en el lugar donde se expidió la orden o donde deba tomarse la declaración; y en los demás casos se
procederá con intervención del defensor de ausentes.

En todos estos casos se están regulando hipótesis de prueba anticipada, o sea medidas
prejudiciales probatorias y se decretan previo conocimiento de lo que va a ser la parte contraria.

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