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Seis Estudios de Psicología.

EL DESARROLLO MENTAL DEL NIÑO

El desarrollo psíquico, consiste esencialmente en un un perpetuo pasar de un estado de menor equilibrio a un


estado de equilibrio superior. El desarrollo es, por lo tanto, una progresiva equilibración.
El desarrollo mental es una construcción continua, pero conviene introducir un distinción importante entre dos
aspectos complementarios de este proceso de equilibración: las estructuras variables y las invariantes funcionales.

Existen mecanismos constantes, comunes a todas las edades; y otras estructuras que son variables, progresivas, que
dan cuenta de las formas sucesivas de equilibrio.

MECANIMOS FUNCIONALES COMUNES A TODOS LOS ESTADIOS -INVARIANTES FUNCIONALES-:

 ORGANIZACIÓN MENTAL DE LAS ESTRUCTURAS COGNOCITIVAS:


La acción humana responde siempre a una necesidad, tal necesidad es una manifestación de desequilibrio:
algo ha cambiado, de tal manera que se impone un reajuste de la conducta en función de esa
transformación. La acción termina en cuanto la necesidad está satisfecha, es decir, desde el momento en
que el equilibrio se ha reestablecido.
Cada conducta nueva no sólo consiste en reestablecer el equilibrio, sino que tiende también hacia un
equilibrio más estable que el que existia antes de la perturbación.
en este mecanismo continuo y perpetuo de reajuste o equilibración consiste la acción humana, y es por esta
razon que las estructuras mentales pueden conciderarse sucesivas, cada una de las cuales representando un
progreso en la organización mental, respecto de la anterior.
 ADAPTACIÓN:
La adaptación debe caracterizarse como un equilibrio entre las acciones del organismo sobre el medio y las
acciones inversas.
ASIMILACIÓN es la incorporación de los objetos del medio ambiente (mundo exterior) a los esquemas
previos del sujeto. Significa la trasnformación de los objetos por parte del hombre: el sujeto le añade algo al
objeto que no se encuentra en el objeto. Le añade un significado, coordinaciones, establece relaciones.
Reciprocamente, el medio actua sobre el individuo, puediendo designarse esta acción inversa con el
termino de ACOMODACIÓN. El ser viviente no se limita a asimilar los objetos a sus esquemas previos, para
conocerlos, y de esta manera tranformar al objeto. Se produce un cambio en los esquemas asimiladores
gracias al mecanimos de acomodación.
La acomodación es la diferenciación paulatina de los esquemas de asimilación para adaptarlos a los
caracteres particulares de los objetos.
La adaptación, puede definirse entonces, como un equilibrio entre la asimilación y la acomodación, que es
como decir un equilibrio de los intercambios entre el sujeto y los objetos.

ESTRUCTURAS VARIABLES:
Pueden distinguirse seis estadios o periodos de desarrollo que marcan la aparición de estas estructuras
sucesivamente construidas.

1. Estadio de los reflejos- tendencias instintivas-primeras emociones.


2. Estadio de primeros hábitos motores- primeras percepciones organizadas- primeros sentimientos
diferenciados.
3. Inteligencia sensorio-motriz o práctica- regulaciones afectivas elementales- fijaciones exteriores de la
afectividad.
4. Inteligencia intuitiva- sentimientos interindividuales espontanéanos- relaciones sociales de sumisión al
adulto.
5. Operaciones intelectuales concretas- sentimientos morales y sociales de cooperación-.
6. Operaciones intelectuales abstractas - formación de la personalidad- inserción afectiva e intelectual en la
sociedad de los adultos.
1 EL RECIEN NACIDO Y EL LACTANTE (PERIODO QUE VA DEL NACIMIENTO A LA ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE)

Organización mental en el plano Organización mental en el plano


Organización mental en el plano motor.
intelectual. afectivo.
1° estadio: actos reflejos. Construcción de la categoría objeto: 1° estadio: emociones primarias:

En el momento del nacimiento, la vida Durante los primeros meses el lactante Las emociones primarias son reflejos
mental se reduce al ejercicio de no percibe a los objetos propiamente afectivos asociadas con el sistema
aparatos reflejos, es decir, de dichos, reconoce cuadros sensoriales fisiológico de actitudes o posturas.
coordinaciones sensoriales y motrices pero tan pronto como quedan fuera de
montadas de forma absolutamente su campo perceptivo, “desaparecen”. Los primeros miedos, por ejemplo,
hereditarias que se correspondes a Todo lo percibido está centrado en su pueden estar asociados con la perdida
tendencias instintivas tales como la propia actividad porque todavía no ha de equilibrio o contrastes bruscos entre
nutrición. logrado una diferenciación entre el yo y un acontecimiento fortuito y la actitud
el mundo exterior (egocentrismo anterior.
Estos reflejos desempeñan un papel integral primitivo).
fundamental en el desarrollo psíquico. Recién hacia el final del presente
Manifiestan desde el principio una periodo el niño logra elaborar un
autentica actividad, que prueba la universo exterior.
existencia de una asimilación sensorio-
motriz precoz.
2° estadio: organización de las Construcción de la categoría espacio. 2° estadio: sentimientos elementales o
percepciones y hábitos. afectos perceptivos.

Los actos reflejos del estadio previo Al principio, hay tantos espacios, no Los sentimientos elementales o afectos
serán el punto de partida para la coordinados entres sí, como campos perceptivos se encuentran relacionados
conformación de hábitos y sensoriales (espacio bucal, visual, táctil, con las modalidades de la actividad
percepciones organizadas adquiridas etc.) y cada uno de ellos está centrado propia: lo agradable y desagradable; el
con ayuda de la experiencia. en los movimientos y actividad propios. placer y el dolor; el éxito y el fracaso.
En el ejercicio de los actos reflejos, Al final del segundo año, en cambio
estos no se repiten sin más, se existe ya un espacio general que Este nivel de afectividad denota una
incorporan nuevos elementos comprende a todos los demás. especie de egocentrismo general que
permitiendo acceder a formas más los psicoanalistas han llamado
evolucionadas de asimilación. “narcisismo”.
3°estadio: inteligencia sensorio- Construcción de la categoría causalidad. 3°estadio: la “elección del objeto”.
motriz propiamente dicha.
En un principio la causalidad se halla Con la elaboración de un universo
Se trata de una inteligencia relacionada con su propia actividad. Se exterior se hace posible la construcción
exclusivamente práctica, que se aplica a trata de una relación entre un resultado del esquema del “objeto”. Aparece,
la manipulación de los objetos y que no empírico y una acción que lo ha entonces, un tercer nivel de afectividad
utiliza más que percepciones y producido. Tal esquema causal se que está caracterizado, precisamente,
movimientos organizados en generaliza y usa indiscriminadamente por la “elección del objeto”. Es decir,
“esquemas de acción”. (causalidad mágica). por la objetivación de los sentimientos
En el curso del segundo año el niño/a y su proyección en otras actividades
Los esquemas de acción construidos en objetiva y localiza las causas. que no son sólo las del yo.
el nivel precedente (por ejemplo coger,
sacudir, prensar, etc.) se coordinan
entre sí de un modo mucho más móvil y
flexible que en el estadio anterior,
permitiendo que algunos le sirvan como
Construcción de la categoría tiempo.
objetivo para una acción total, mientras
que otros sean utilizados como medio.
Se objetivan series temporales en un
Una acción apta para ser repetida y
paralelo a la de la causalidad.
generalizada a nuevas situaciones es
comparable a una especie de concepto
senrio-motor.
1.1 BREVE MENCIÓN SOBRE EL RECIEN NACIDO Y EL LACTANTE:

El periodo que va del nacimiento a la adquisición del lenguaje está marcado por un desarrollo mental extraordinario.
Consiste nada menos que en una conquista (a través de las percepciones y de los movimientos) de todo el universo
práctico que rodea al niño. Está asimilación sensorio-motriz sufre, en 18 meses o dos años, toda una revolución
copernicana: mientras que en un comienzo el recién nacido lo refiere todo a sí mismo, o más concretamente, a su
propio cuerpo, al final, es decir, cuando se inicia el lenguaje y el pensamiento, se sitúa ya prácticamente como un
cuerpo entre los demás, en un universo construido poco a poco, y que ahora siente como algo exterior a él.

En el punto de partida de la evolución mental no existe, seguramente, ninguna diferenciación entre el yo y el mundo
exterior. La consciencia empieza con un egocentrismo inconsciente e integral, mientras que los progresos de la
inteligencia sensorio-motriz desembocan en la construcción de un universo objetivo.
2 LA PRIMERA INFANCIA (DE LOS DOS A LOS SIETE AÑOS)

Mientras el lenguaje no se ha adquirido de forma definida, las relaciones interindividuales, se encuentran limitadas
por la imitación y por una relación afectiva global sin comunicaciones diferenciadas. Finalmente, con la adquisición
del lenguaje propiamente dicho (primero palabras frases elementales, luego sustantivos y verbos diferenciados, y
posteriormente, frases completas) se ponen de manifiesto 3 grandes hechos:

A. PRESIÓN ESPIRITUAL EJERCIDA POR EL ADULTO SOBRE EL NIÑO.


El niño/a magnifica la figura del adulto y se somete a él afectiva e intelectualmente. un “Yo ideal” se
La socialización de la acción

propone al Yo del niño/a


B. INTERCAMBIO CON ADULTOS Y CON OTROS NIÑOS/AS
Hasta alrededor de los siete años, los niños no saben discutir entre sí. Se limitan a confrontar afirmaciones
contrarias. En este periodo se hacen evidentes los “monólogos colectivos”, creen que se escuchan y
comprenden, pero en realidad lo que hacen es excitarse mutuamente a la acción que intercambiar
pensamientos reales.
C. EL NIÑO NO HABLA SÓLO CON LOS DEMÁS, TAMBIÉN SE HABLA ASÍ MISMO mediante monólogos variados
que acompañan a sus juegos y acción.

Las primeras conductas sociales están a medio camino de la socialización verdadera: en lugar de salir de su
propio punto de vista para coordinarlo con el de los demás, el individuo sigue inconscientemente centrado
en sí mismo, y ese egocentrismo con respecto del grupo social reproduce y prolonga el que ya hemos
señalado en el lactante con relación al universo físico; se trata en ambos casos de una indiferenciación entre
el Yo y la realidad exterior, representada aquí por los demás individuos y no ya únicamente por los objetos.

La asimilación egocéntrica – que deforma la realidad en la medida que la incorpora a su Yo y su propia actividad-
caracteriza los inicios del pensamiento del niño y de su socialización.

De los dos a los siete años, se dan todas las transiciones entre dos formas extremas de pensamiento: el
pensamiento egocéntrico, y el pensamiento intuitivo.
El PENSAMIENTO EGOCÉNTRICO excluye toda objetividad, puede observarse – casi en estado puro- en esa especie
de juego que cabe llamar, juego simbólico. El juego simbólico, hace intervenir al pensamiento, pero un
pensamiento individual casi puro, con el mínimo de elementos colectivos. Su función consiste, efectivamente, en
satisfacer a su Yo merced de una transformación de lo real en función de sus deseos.
En el extremo opuesto al pensamiento se halla la forma de pensamiento más adaptada a lo real que puede
conocerse en la primera infancia. Se trata del PENSAMIENTO INTUITIVO.
Hasta alrededor de los siete años, el niño sigue siendo pre-lógico y suple a la lógica por los mecanismos de la
intuición: simple interiorización de las percepciones y los movimientos en forma de imágenes representativas y de
Génesis del pensamiento:

“experiencias mentales”, que prolongan, por lo tanto, los esquemas sensorio-motores sin coordinación
PLANO INTELECTUAL

propiamente racional. Todavía no son operaciones generalizables y combinables entre sí.


Lo que caracteriza a esas intuiciones primarias es, en efecto, que son rígidas e irreversibles: son comparables a
esquemas perceptivos y actos habituales.
La intuición primaria es, por la tanto, un esquema sensorio-motor transpuesto al acto de pensamiento, y hereda,
por lo tanto, sus caracteres.
La intuición articulada, es también irreversible, pero más estable y móvil que la acción senrio-motriz, y en ello
reside el gran progreso de este estadio.
Entre estas dos formas extremas del pensamiento, se halla una forma de PENSAMIENTO SIMPLEMENTE VERBAL,
que es la forma de pensamiento corriente en el niño de dos a siete años, y que constituye una prolongación de los
mecanismos de asimilación y de la construcción de la realidad propio del periodo pre-verbal.
A través de las preguntas que formulan los niños (sobre todo en la etapa de los “por qué”) puede vislumbrarse la
tendencia a averiguar la razón, a la vez, causal y finalista, de los fenómenos que lo rodean. Porque hay que tener
una razón para cada cosa, el niño tropieza con fenómenos fortuitos y hace preguntas a su respecto.
La realidad es animada y viva. El animismo es una consecuencia del egocentrismo infantil. El animismo le sirve al
niño para ir conociendo afectivamente el mundo, cuando todavía no puede acceder al conocimiento científico y al
razonamiento abstracto. Será una primera forma de aprehensión de la realidad. El niño es animista porque su
propio yo lo proyecta al exterior. Los caracteres de su personalidad se confunden o mezclan con lo exterior. El
animismo es un problema epistemológico producto de una dificultad para diferenciar el sujeto que conoce del
objeto conocido, y que lleva por tanto a tribuir a éste una capacidad para sentir o saber propia sólo del primero.
El animismo y el finalismo, expresan una confusión o indisociación entre el mundo interior o subjetivo y el universo
físico.
Con el finalismo y el animismo, cabe relacionar el artificialismo o creencia de que las cosas han sido construidas
por el hombre y para el hombre, o por una fuerza divina semejante a la forma de fabricación humana.
Por último, la causalidad, participa de esos mismos caracteres de indiferenciación entre los psíquico y lo físico y de
egocentrismo intelectual. Es así como, los movimientos están dirigidos hacia un objetivo, porque los movimientos
propios así están orientados; la fuerza es activa y sustancial, porque así es la fuerza muscular; en una palabra: todo
actúa sobre el modelo del Yo.
Las tres novedades afectivas esenciales son el desarrollo de los
LA VIDA AFECTIVA

 sentimientos interindividuales (afectos, simpatías, antipatías).


 la aparición de los sentimientos morales intuitivos surgidos de las relaciones entre los adultos y los niños.
 y las regulaciones de los intereses y valores, relacionadas con el pensamiento intuitivo en general.
3 LA INFANCIA DE SIETE A DOCE AÑOS
La edad de siete años – que coincide con el principio de la escolaridad del niño- asistimos a la aparición de formas de
organización nuevas, que aseguran un equilibrio más estable, al mismo tiempo que inauguran una serie
ininterrumpidas de construcciones nuevas.

3.1 LOS PROGRESOS DE LA CONDUCTA Y SU SOCIALIZACIÓN.


A partir de los siete años puede observarse un doble progreso: desde el punto de vista individual, el niño logra
concentrarse y trabajar solo; desde el punto de vista interindividual, adquiere cierta capacidad de cooperación,
dado que ya no confunde su punto de vista propio con el de los otros, sino que los disocia para coordinarlos.
En el comportamiento colectivo de los niños se observan cambios notables que se manifiestan, por ejemplo, en el
juego reglado.
En lugar de las conductas impulsivas de la primera infancia, los niños de siete u ocho años piensan antes de actuar, y
comienzan a conquistar así esa difícil conducta de la reflexión.
El lenguaje “egocéntrico” desaparece casi por completo pudiendo observarse, en sus discursos, una estructura
gramatical que atestigua la conexión entre las ideas y justificaciones lógicas.

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