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JORGE EDUARDO

HURTADO GÓMEZ

Ingeniero Civil, vinculado a la Universidad Nacional como


profesor temporal entre 1979 y 1983, y en forma definitiva
desde 1986; es el actual Vicerrector de la Sede Manizales.

Su trabajo académico ha estado relacionado con las estructuras;


posee tres postgrados en esa área del conocimiento, uno en
resistencia de materiales en San Petersburgo, Rusia, una
Maestría en Ingeniería Sísmica en Barcelona, España y un
Doctorado en Ingeniería en la Universidad Politécnica de
Cataluña, España. Al terminar de estudiar esa temática se
involucró con el área ambiental y, a partir de entonces inició
una serie de trabajos alrededor del tema de los riesgos, pero ya
no circunscritos a los movimientos sísmicos.

Todas sus investigaciones por estar relacionadas con riesgos naturales se han hecho dentro del
IDEA. A comienzos de 1990 realizó una investigación sobre la vulnerabilidad sísmica de viviendas
de Manizales y, posteriormente, se hicieron investigaciones similares para la ciudad de Cali; luego
vino una investigación sobre la microzonificación sísmica de Manizales y, actualmente, se adelanta
otra financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo sobre indicadores de riesgos naturales.

El profesor Hurtado también ha ejecutado propuestas desde la extensión universitaria, relacionadas


todas con el tema de riesgos, como un evento realizado por el BID en el año 2001.

El estudio de la vulnerabilidad sísmica de Manizales fue financiado en su totalidad por la


Universidad y los resultados fueron muy tranquilizadores porque se encontró que en términos
generales la condición de la vivienda en la capital caldense es buena, y que las viviendas analizadas
no corrían peligro en caso de terremoto. El profesor Hurtado asegura que la ocurrencia de este tipo
de fenómenos naturales en Manizales de manera cíclica ha hecho que se mejore considerablemente
la calidad de la construcción, y la ciudad ha aprendido a construir ese tipo de edificaciones, en
contraste con el panorama que ofrecen otras ciudades colombianas donde la calidad de sus
viviendas es muy precaria, particularmente en Bogotá, donde su dirigencia vive preocupada por lo
que puede acontecer en caso de un evento sísmico. En Manizales no se ha podido avanzar en el
tema de los grandes edificios porque se requiere de una financiación que no ha sido posible
conseguir, aunque “ esperamos que la Alcaldía de Manizales nos apoye en esta propuesta”.

El trabajo de Microzonificación Sísmica se hizo con la Universidad de los Andes y consiste


funda mentalmente en la creación de un mapa donde se refleja la intensidad de los movimientos del
suelo en los diferentes sectores de la ciudad para con ese instrumento elaborar adecuadamente los
diseños de estructuras, obras civiles al fin y al cabo.

Otra de las investigaciones que orienta el Dr. Jorge Eduardo Hurtado, financiada por el BID, en la
que el IDEA actúa como coordinador, con el aporte de expertos de varios países, apunta a la
generación de una serie de indicadores que puedan medir el posible impacto de los riesgos y la
capacidad de preparación y de respuesta que tienen los países para afrontar los desastres. Los
bancos son las instituciones llamadas a financiar obras de desarrollo y estas a veces pueden colapsar
por la acción de huracanes, terremotos, etc, y de nuevo vuelven a ser empleados para la financiación
de la recuperación y la reconstrucción, y así sucesivamente. En la medida en que existan los
indicadores, se podrán detectar en qué zonas están situadas las falencias y se determinará cómo
atacarlas desde la financiación de determinadas obras.

En la región existe un compromiso institucional muy fuerte con el tema de riesgos, y


particularmente el Municipio de Manizales desde 1980 está muy responsabilizado con esa materia.
Manizales fue la primera ciudad en el país en contar con un Código de Construcciones Sismo-
resistentes y lo elaboraron fundamentalmente profesores de la Universidad Nacional , con algunos
consultores externos. En términos generales, la administración municipal ha sido tradicionalmente
muy consciente de la relación que existe entre los riesgos naturales y el problema ambiental en
general.

Considera que es necesario profundizar en las investigaciones sobre los riesgos sísmicos en
edificaciones altas y buscar alternativas de nue vos materiales y técnicas de construcción más
económicas. El profesor Hurtado tiene una investigación sobre el bahareque, recurso que a su juicio
posee grandes propiedades sismorresistentes, y otras investigaciones sobre seguros, cubrimiento de
seguros con transferencia de riesgo.

Estima que la frecuencia histórica de los sismos en Manizales ha desarrollado toda una cultura en la
región alrededor de ese tema y ha posibilitado la presencia de la Universidad Nacional, vinculada a
la construcción con la Facultad de Ingeniería Civil en Manizales desde hace 55 años.

Pero Manizales no posee problemas de riesgos por sismos únicamente. También tiene riesgos por
inundaciones, por deslizamientos y hasta por incendios. El riesgo por deslizamientos es el que
mayor número de víctimas ha cobrado en Manizales, y la idea es trabajar en esos otros frentes. El
profesor Hurtado destaca por ejemplo la investigación que se ejecuta sobre coberturas vegetales
para cubrimiento de taludes, a cargo del profesor Carlos Enrique Escobar.

Considera que la Universidad está conectada de manera muy estrecha con el medio y destaca
propuestas concretas como la Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo, o los cursos de contexto
masivo en Pensamiento Ambiental ofrecidos por el IDEA, o el doctorado que comienza a perfilarse
con el aliento de un grupo de profesores de la sede con ese nivel académico, o con los observatorios
para el desarrollo sostenible propuestos por el IDEA, o los trabajos sobre riesgos y las campañas
educativas sobre educac ión ambiental. “ Yo creo que la presencia del IDEA en la región es muy
pronunciada y puede ser mayor todavía, puede crecer mucho, dependiendo de la empatía con
entidades externas”.

Destaca otros programas del IDEA como un seminario permanente abierto para la reflexión de
profesores, estudiantes, alrededor de los temas ambientales en general. “ Es una actividad silenciosa
que ha permitido propagar la conciencia de los problemas ambientales entre la ciudadanía, y resulta
muy reconfortante cuando uno se encue ntra allí con el ciudadano común buscando una bibliografía,
o el maestro tras nuevas teorías”.

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