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Sobre la Estrategia Pedagógica del

Círculo o reloj metodológico


en la Educación Superior*

Formulación:

El Espiral o reloj metodológico es una estrategia pedagógica que


ordena los métodos, les da secuencia y operacionaliza la
intencionalidad del proceso educativo o formativo en la educación
superior, en los ciclos de formación técnica, tecnológica profesional y
académica. Se trata de una formulación pedagógica de carácter
científico que obliga al profesor y al estudiante a usar con rigor los
métodos, a ordenar y a darle secuencia a los eventos y a las
experiencias del proceso educativo o formativo, posibilitando practicar
conscientemente un ritmo de estudio. Esta estrategia pedagógica hace
funcionales los proyectos educativos y concreta las propuestas de
formación, eleva los niveles de participación consciente del estudiante
dentro del acto formativo, democratiza las relaciones sociales entre
profesor y estudiante en el marco del proceso apropiación de los
nuevos conocimientos y de la formación académica.

1. CARACTERÍSTICAS Y CRITERIOS QUE ORIENTAN LA RELACIÓN


ENTRE LOS MÉTODOS DEL ACTO FORMATIVO.
Partirnos de las siguientes dos (2) afirmaciones básicas, a saber:
Primera afirmación: Cada fuente o parte integrante de los métodos del acto
formativo, como son: el área del conocimiento, el proceso de conocimiento y
los subprocesos de enseñanza y de aprendizaje tienen, reconocen y
aportan sus propios métodos al acto educativo, que son diferentes entre sí,
no siendo ninguna de ellas mono metodológica y
Segunda Afirmación: El acto formativo, en sí mismo, hace que concurran
simultáneamente métodos de diversa procedencia, los cuales establecen
una relación diferente a la propia de su origen, en relación con otros
métodos.
Este par de afirmaciones básicas obligan a interrogamos, al menos lo
siguiente: ¿Cómo hacer circular, sin que entren en oposición, métodos

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de origen distinto dentro del proceso formativo? ¿Cuáles criterios pueden
ser orientadores de la relación entre los métodos?.
Al respecto señalaré a continuación los criterios con arreglo a los cuales se
formula hacer entrar en relación y circular dentro del acto formativo los
distintos métodos.

1.1 Primer criterio: Los métodos son particulares.


Esta es la característica fundamental. El carácter relativo y limitado de los
métodos, se revela como la primera característica de los métodos y como el
primer criterio que propicia la relación entre los mismos. Ningún método por
sí solo da cuenta de las regularidades internas de un fenómeno o situación.
Así se ilustró para el caso de las áreas del conocimiento, para el proceso de
conocimiento y la enseñanza y el aprendizaje. Los métodos están ligados a
la estructura interna de cada situación y experiencia, que son en sí mismas
complejas y diversas, y responden con bastante frecuencia a la gramática
interna de un aspecto de las mismas.
Un método ayuda a resolver significativamente y no exclusivamente parte de
una situación o de un problema. En unos casos puede actuar como método
principal o dominante y en otros como -secundario. De esta forma los
métodos, por lo general tienen un carácter limitado y no una aplicación
universal. En esto radica la fuerza y la importancia de los métodos: en
conocer con precisión sus alcances y limitaciones. El asunto estriba en
saber con precisión cual es el método más indicado para enfrentar una
situación particular.
Los académicos y los educadores debemos ser lo suficientemente hábiles
para identificar, para reconocer, para comprender el alcance de los
métodos, incluso para reestructurarlos o para construir nuevos métodos de
trabajo académico.

1.2 Segundo criterio: Complementariedad armónica. Los


métodos deben estar en relación armónica.
Este criterio nace de preguntarnos: ¿ Si en algún momento entraran en
contradicción los métodos de la enseñanza con los métodos de la ciencia a
cuáles debo dar prioridad?. En principio no hay razón para que entren
dentro del acto formativo en contradicción los métodos de la ciencia con los
de la enseñanza.
Sin embargo puede ocurrir por la falta de dominio metodológico del

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profesor. Por ejemplo, se enseña física y se está en el tema de óptica. El
profesor se plantea la disyuntiva equivocada de preparar una clase o grupo
de clase con acetatos en lugar de realizar las correspondientes prácticas de
laboratorio. El profesor estima que es suficiente con las exposiciones de
clase. Yo le recomendaría al profesor que no hiciera entrar en contradicción
ambos métodos, que no reemplazara por una buena conferencia con unos
buenos acetatos la práctica de laboratorio, que hiciera todo el esfuerzo por
llevar a los estudiantes a la experimentación, a que vivenciaran
efectivamente cómo el haz de luz se comporta bajo determinadas
circunstancias en tanto como fenómeno ondulatorio o corpuscular.
El carácter experimental de la física como ciencia no puede esconderse, en
el proceso de enseñanza. Es factible deducir que el estudiante no se podrá
apasionarse por una ciencia experimental sino experimenta. Además,
aprenderá a experimentar, solo experimentando. Es muy difícil apasionarse
por una ciencia experimental a través de métodos expositivos únicamente,
es necesario que el estudiante vivencie, que se meta que disfrute y
padezca; y si además el estudiante tiene a un profesor tutor que le ayuda a
resumir la experiencia, a tomar distancia de la evidencia de los sentidos,
desde luego que mucho mejor.
Lo importante no es solo que entren en armonía los métodos, sino que se
tenga claridad sobre, el preciso papel de cada uno y se pueda precisar, bajo
las circunstancias particulares del proceso de formación, cual hace de
método principal y cual de secundario, en ese preciso momento.

1.3 Tercer criterio: Adoptar un enfoque multimetodológico para enfocar


el proceso formativo.
Se desprende del desarrollo de los dos criterios anteriores. Si dentro del
proceso formativo, desde un punto de vista metodológico, intervienen tres
fuentes o partes que comportan sus propios métodos y si aceptamos que
cada uno cumple un papel particular es apenas sensato que se deba
adoptar un enfoque multimetodológico para el acto formativo. Además debo
adoptar tal enfoque reconociendo la primera característica de los métodos:
su carácter limitado.
Si las áreas del conocimiento, el proceso de conocimiento y procesos de
enseñanza y aprendizaje requieren de varios métodos en las dinámicas que
les son propias es por el carácter limitado de los mismos, que solo se suple
con un enfoque multimetodológico, que adopte y reconozca la concurrencia
armónica de métodos con origen de distinta procedencia.

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2. HACER EXPLÍCITA LA INTENCIONALIDAD DE ENSEÑANZA Y DE
APRENDIZAJE DENTRO DEL ACTO FORMATIVO.
Mucho de la crisis del proceso de enseñanza aprendizaje, está en que no se
tiene claridad metodológica. Pero esa carencia de claridad metodológica
pasa también por que "Se ha perdido la intencionalidad de enseñanza y se
ha perdido la intencionalidad de aprendizaje".
Los profesores con frecuencia manejamos información actualizada, valiosa e
inquietante, pero al enseñar no lo hacemos con pasión, damos información,
pero poco nos preocuparnos por cuestionar al estudiante, por hacerle
seguimiento a las dificultades que va teniendo al confrontar la información
que recibe contra su experiencia y su conocimiento anterior. Pocas veces
planteamos con claridad una intencionalidad de enseñanza. Por eso cada
vez somos menos maestros, el maestro se comporta al revés: puede que no
este muy bien informado pero sabe que quiere, sabe que debe producir en
el estudiante, a que situaciones se debe llevar.
El profesor está en la obligación, primero: de recuperar su pasión, su deseo
por enseñar, por comunicarse, y segundo: de hacer explícita su
intencionalidad de enseñanza a través de una clara y explícita estrategia
metodológica de trabajo para el acto formativo. En ambos deberes existe
actualmente un verdadero campo de trabajo.
Algo análogo ocurre con los estudiantes. Antes los estudiantes, sobre todo
en la antigüedad, eran confiados casi que de manera absoluta al maestro,
eran discípulos que debían obedecer todos los preceptos y las exigencias
que plantearan los maestros, obedecían para aprender. Se narran episodios
brutales de este tipo realizados por maestros en Japón y en China, que eran
aceptados culturalmente. Mucho de obediencia ciega queda en algunas
áreas como la milicia, las artes marciales y el ballet.
De ninguna manera reivindicamos esto para la época. Pero se nota que
muchos estudiantes no tienen intencionalidad de aprendizaje, perdieron o no
cultivaron el deseo de aprender. Y se pierde cuando se está en los dos
extremos: cuando se está pletórico, cuando el estudiante considera que "lo
sabe todo", está lleno, no tiene actitud para darle entrada a los asuntos
nuevos. Se pierde también cuando se considera que la responsabilidad de
aprender, no es mía en tanto estudiante, sino de] profesor. Son extremos
perniciosos para el conocimiento: se debe dejar siempre un vacío, tener
apertura, permitirse la existencia de nuevas experiencias y vivencias que no
conocía, entusiasmase como los

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niños, ser vulnerable a la existencia; y se debe aportar sacrificio, entrega
para aprender y transformarse.
Al parecer tanto profesores como estudiantes hemos perdido en Colombia y
en América Latina intencionalidad y compromiso en el acto formativo: le
ocurre al profesor y le ocurre al estudiante, se llega por cumplir al salón de
clase, sin la intención de enseñar y de aprender, lo que genera no un
"círculo de recriminación", si no un "círculo de mediocridad", no me
incomodes, no te incomodo.
El profesor está en el deber de practicar una intencionalidad de enseñanza y
de plantearle a sus estudiantes una propuesta metodológica de trabajo y los
estudiantes están en el deber de afirmar sus intensiones de logro y de
practicar la propuesta metodológica postulada por el profesor. Esto lleva
responsabilidad y seriedad al acto y al proceso formativo, haciendo
transparente y explícita la relación en su seno entre profesores y
estudiantes.
Es algo equivalente a esta situación: "Ustedes quieren aprender respecto de
este tema esta es mi propuesta de trabajo metodológico: asistir al grupo de
clase, tomar notas, ir al grupo autónomo de estudio, ir a biblioteca, hacer el
análisis y la síntesis, realizar el taller de discusión, escribir un ensayo , ir a la
tutoría. Si usted hace esta secuenciación, práctica la propuesta
metodológica sugerida aprende conmigo".
La intencionalidad de enseñanza y la intencionalidad de aprendizaje deben
ser develadas, se deben concretar a través de la secuenciación y de] círculo
metodológico. La intencionalidad de aprendizaje se puede contrastar: "Yo
hice la secuencia" dice el estudiante "pero no aprendí". Si el estudiante ha
trabajado, como profesor debo revisar la secuencia metodológica, modificar
los métodos o la estrategia pedagógica.

3. PASOS BÁSICOS PARA EL DISEÑO DEL CÍRCULO O RELOJ


METODOLÓGICO.
El círculo metodológico es una estrategia pedagógica que permite recuperar
la capacidad prepositiva dentro del acto formativo por el profesor y poner en
práctica el principio de la intencionalidad de enseñanza.
Con el interés de que gane penetración e irradiación académicas y de llevar
a diseño y aplicación sus potencialidades, se presentará a continuación
los principales pasos técnicos que permiten su

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construcción y posterior utilización y validación dentro de los procesos de la
formación técnica y tecnológicas profesional, académica y especializada.
Los pasos básicos identificados son los siguientes:

3.1 Primer paso: Practicar la sensibilización y el conocimiento de


los métodos.
Los maestros debemos trabajar más en el conocimiento de los métodos.
Debemos aprender a identificarlos, a reconocerlos y a distinguirlos con
propiedad. Tener claros y precisos los alcances y las limitaciones de cada
uno, su carácter y pertenencia al área del conocimiento respectiva, al
proceso de conocimiento o a los subprocesos de enseñanza o de
aprendizaje.

3.2 Segundo paso: Ordenar en secuencia los métodos y comparar


esa secuencia de los métodos contra los fines del acto formativo.
El profesor en este paso ordena los métodos, los hace entrar en relación,
los organiza y propone una secuencia para diseñar la estrategia
metodológica definida del acto formativo.

3.3 Tercer paso: El alumno debe practicar la secuencia


metodológica que contiene la estrategia pedagógica sugerida por
el circulo metodológico.
El tercer paso es que el estudiante ponga en práctica la secuencia
metodológica que contiene la estrategia pedagógica sugerida por el círculo o
reloj metodológico. Que trabaje y practique conscientemente los distintos
métodos, que realice las actividades seleccionadas para constatar si la
estrategia pedagógica postulada por el profesor es efectiva, es útil. Al
practicar la secuencia pedagógica conscientemente, el estudiante adquiere
hábitos de estudio y de trabajo académico y comienza a adquirir un ritmo de
estudio. Así, de tanto practicar los métodos termina dominándolos y se le
convierta en un hábito constante su uso. El uso de la estrategia pedagógica
gana fuerza en el estudiante si este es capaz de asociar la secuencia con
sus propios propósitos e intencionalidad de aprendizaje.
Con el ciclo metodológico el estudiante tiene la oportunidad de enfrentarse a
una propuesta específica de formación y a una estrategia pedagógica, de
trabajarla conscientemente, lo cual aporta mayor transparencia al acto
formativo y hace más horizontales las relaciones sociales entre el profesor y
el estudiante.

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3.4 Hacer seguimiento y control a la secuencia metodológica.
Una vez practicada por el estudiante la secuencia de estudio y trabajo
académico que presenta el círculo metodológico, el profesor debe diseñar y
aplicar mecanismos de control y seguimiento para registrar los grados de
progreso y de dificultad que vaya teniendo en la comprensión y utilización de
los métodos y de manera especial al ritmo de estudio que vaya ganando
dentro del proceso formativo del curso. Esto permite, de una parte,
cerciorarse que la estrategia pedagógica diseñada está siendo aplicada y,
de otra, detectar las dificultades de aprendizaje que van teniendo los
estudiantes. Puede ocurrir que la estrategia pedagógica formulada resulte
impertinente o inconveniente para la población estudiantil con que se
trabaja, por falta de experiencia o de formación previa: en este caso el
seguimiento a la estrategia resulta central para ajustaría y mejorarla.

4. EL CIRCULO O RELOJ METODOLÓGICO ES FUENTE VALIOSA


FUENTE PARA LA INVESTIGACIÓN PEDAGÓGICA EN EL AULA Y DEL
ACTO FORMATIVO.
La secuenciación pedagógica expresada en la estrategia pedagógica del
círculo o reloj metodológico le hace explícitos al estudiante los compromisos
académicos y de estudio que se le demandan; puede inquerir que se haga
explícita la relación existente entre los métodos de formación propuestos y la
intensionalidad de enseñanza y aprendizaje; se hace dueño de su propio
proceso de aprendizaje practicando su propio ritmo de estudio.
La necesidad de trabajar con métodos claros y precisos y con una estrategia
y una secuencia pedagógica pasa también por el estudiante. Con toda razón
si es quien soporta el proceso formativo, "Deseo estudiar y transformarme:
pero no sé cómo. Poco entendiendo lo que debo lograr, ni se me plantea
como: el profesor no orienta con claridad el proceso". Con la propuesta de
círculo metodológico queda formulada una propuesta de manejo, una
estrategia pedagógica para el acto formativo sobre la cual trabajar; queda
establecido en forma gruesa que hacer y en que momento.
El profesor ha planteado si usted estudia, se ejecuta y practica los métodos,
adquiere un ritmo de estudio y hace todas estas cosas conscientemente: no
se preocupe que va a aprender porque está estudiando. Entonces se puede
enfrentar al primer enemigo del conocimiento que es el miedo, con mayor
éxito. El camino sinuoso del

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conocimiento, que uno inicia pero no sabe a donde llega, es lo que produce
ansiedad, temor y miedo. La estrategia metodológica ayuda a confrontarlo,
porque solo lo puede vencer la persona encarándolo, confrontando su
propio miedo.

5. LA PRECISIÓN Y LA SENCILLEZ DE LAS FORMULACIONES


CIENTÍFICAS
La periodización ha sido una inquietud científica grande, que aportó la
Geología, pese a lo poco que se le reconoce fue la primera ciencia que
habló de periodización. Las eras geológicas, la formación de las capas
tectónicas, de los peces se pasa a la invasión de los árboles, que terminan
cubriendo todo lo que antes no estaba bajo agua, vienen los saurios y los
dinosaurios, las aves y demás, los cambios de clima: grandes mutaciones
que se sintetizan en la aparición y desaparición de diversas formas de vida y
en la periodización con base en edades, eras y periodos.
Sin embargo, fue la Biología la que inspiró la noción ciclo, que luego he
venido modificando a círculo o reloj y más recientemente a espiral
metodológico. La noción de ciclo fue la más cercana al interés de hacer
operativa la noción de secuencia y de ritmo propio. Es prestada de otras
ciencias, en particular de la biología, que la ha desarrollo bastante bien. El
ciclo hidrológico o del agua: el agua de los mares, de los ríos, de los lagos y
lagunas se evapora por la acción del sol y del calor, se forman las nubes
que los vientos llevan a las montañas y a las cordilleras, se producen las
lluvias y las tormentas y se produce la retención que hacen los arboles, el
aumento de los causes, la filtración a las corrientes subterráneas, la que el
hombre retiene y utiliza, pasa por las ciudades, los procesos industriales al
final vuelve al mar y se evapora, reiniciando su ciclo. Los biólogos llegan a
una conclusión fantástica: el agua es la misma desde que surgió la vida,
cambia de estados a pesar de sus distintos usos, tiene una secuencia
previsible, tiene un ritmo: tiene un ciclo.
Gracias a la biología, a la medicina, la genética y la embriología, a la
ecología, a la agronomía podemos referirnos a diversos ciclos de vigente
lucidez: el ciclo del nitrógeno: las plantas lo toman del oxigeno, los animales
de las hojas y los frutos, vuelve a la tierra por los procesos de digestión y
excreción de los herbívoros, donde vuelve y se evapora; el ciclo circadiano
o del sueño; el ciclo menstrual; los ciclos reproductivos sexuado y asexuado,
intentando explicar las maravillas de la fecundación y de la procreación;
los ciclos de las cuencas

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hidrográficas y su conservación; los ciclos de las plantas que hace posible
su cultivo y preservación.

De la medicina biológica se tomo la noción de reloj, asociado a ciclo. La


noción de reloj biológico, propio de las medicinas alternativas, le establecen
una secuencia y un ritmo de funcionamiento y desarrollo a los distintos
órganos en horas durante las 24 horas del día, señalando períodos precisos
de máxima actividad.
Estos grandes avances de la ciencia se tienen que expresar en fórmulas
sencillas, en formas directas y claras o si no, no se popularizan. El ciclo de
reproducción del zancudo que transmite el dengue y la malaria es ilustrativo
de este esfuerzo. Se sabe que se reproduce en las fuentes de aguas quietas
y se tiene estudiado su ciclo vital, lo que arroja criterios y elementos para
combatirlo.
Lo que resulta importante destacar es que la noción de ciclo, de círculo o de
reloj aplicada a la pedagogía para darle forma y diseño a la estrategia
pedagógica, tiene una importante historia de uso y de aplicación en distintas
ciencias y ha probado plenamente su validez en los procesos de
vulgarización y de alfabetización científica, a demás de ayudar a modelar
con precisión las conceptos y los hallazgos científicos.
La noción de ciclo, de espiral o de reloj, así mismo, encarnan, expresan y
hacen funcionales las nociones de secuencia o secuenciación y de ritmo
razón por la cual su utilización resulta propicia para presentar de manera
sencilla y explícita esta herramienta teórica de análisis, que descifra la
estrategia pedagógica y la gramática interna del acto formativo, dentro del
proceso formativo de la educación superior.
Queda claramente demostrada la posibilidad de definir para cada acto
formativo el proceso de la definición de una estrategia pedagógica, paso por
paso y a partir de la misma delimitar problemas, que orienten procesos de
investigación pedagógica. En adelante hacer investigación pedagógica será
más fácil, se focalizará en los aspectos centrales y nucleares de la misma y
se puede iniciar con mayores probabilidades de éxito.

Cali, junio de 2000

* RENATO RAMIREZ RODRÍGUEZ, Profesor Instituto de Educación y


Pedagogía, Universidad del Valle, Cali - Colombia, Octubre 1.998

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