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Sobre Estrategia Pedagogica Circulo o Reloj Metodolog PDF
Sobre Estrategia Pedagogica Circulo o Reloj Metodolog PDF
Formulación:
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de origen distinto dentro del proceso formativo? ¿Cuáles criterios pueden
ser orientadores de la relación entre los métodos?.
Al respecto señalaré a continuación los criterios con arreglo a los cuales se
formula hacer entrar en relación y circular dentro del acto formativo los
distintos métodos.
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profesor. Por ejemplo, se enseña física y se está en el tema de óptica. El
profesor se plantea la disyuntiva equivocada de preparar una clase o grupo
de clase con acetatos en lugar de realizar las correspondientes prácticas de
laboratorio. El profesor estima que es suficiente con las exposiciones de
clase. Yo le recomendaría al profesor que no hiciera entrar en contradicción
ambos métodos, que no reemplazara por una buena conferencia con unos
buenos acetatos la práctica de laboratorio, que hiciera todo el esfuerzo por
llevar a los estudiantes a la experimentación, a que vivenciaran
efectivamente cómo el haz de luz se comporta bajo determinadas
circunstancias en tanto como fenómeno ondulatorio o corpuscular.
El carácter experimental de la física como ciencia no puede esconderse, en
el proceso de enseñanza. Es factible deducir que el estudiante no se podrá
apasionarse por una ciencia experimental sino experimenta. Además,
aprenderá a experimentar, solo experimentando. Es muy difícil apasionarse
por una ciencia experimental a través de métodos expositivos únicamente,
es necesario que el estudiante vivencie, que se meta que disfrute y
padezca; y si además el estudiante tiene a un profesor tutor que le ayuda a
resumir la experiencia, a tomar distancia de la evidencia de los sentidos,
desde luego que mucho mejor.
Lo importante no es solo que entren en armonía los métodos, sino que se
tenga claridad sobre, el preciso papel de cada uno y se pueda precisar, bajo
las circunstancias particulares del proceso de formación, cual hace de
método principal y cual de secundario, en ese preciso momento.
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2. HACER EXPLÍCITA LA INTENCIONALIDAD DE ENSEÑANZA Y DE
APRENDIZAJE DENTRO DEL ACTO FORMATIVO.
Mucho de la crisis del proceso de enseñanza aprendizaje, está en que no se
tiene claridad metodológica. Pero esa carencia de claridad metodológica
pasa también por que "Se ha perdido la intencionalidad de enseñanza y se
ha perdido la intencionalidad de aprendizaje".
Los profesores con frecuencia manejamos información actualizada, valiosa e
inquietante, pero al enseñar no lo hacemos con pasión, damos información,
pero poco nos preocuparnos por cuestionar al estudiante, por hacerle
seguimiento a las dificultades que va teniendo al confrontar la información
que recibe contra su experiencia y su conocimiento anterior. Pocas veces
planteamos con claridad una intencionalidad de enseñanza. Por eso cada
vez somos menos maestros, el maestro se comporta al revés: puede que no
este muy bien informado pero sabe que quiere, sabe que debe producir en
el estudiante, a que situaciones se debe llevar.
El profesor está en la obligación, primero: de recuperar su pasión, su deseo
por enseñar, por comunicarse, y segundo: de hacer explícita su
intencionalidad de enseñanza a través de una clara y explícita estrategia
metodológica de trabajo para el acto formativo. En ambos deberes existe
actualmente un verdadero campo de trabajo.
Algo análogo ocurre con los estudiantes. Antes los estudiantes, sobre todo
en la antigüedad, eran confiados casi que de manera absoluta al maestro,
eran discípulos que debían obedecer todos los preceptos y las exigencias
que plantearan los maestros, obedecían para aprender. Se narran episodios
brutales de este tipo realizados por maestros en Japón y en China, que eran
aceptados culturalmente. Mucho de obediencia ciega queda en algunas
áreas como la milicia, las artes marciales y el ballet.
De ninguna manera reivindicamos esto para la época. Pero se nota que
muchos estudiantes no tienen intencionalidad de aprendizaje, perdieron o no
cultivaron el deseo de aprender. Y se pierde cuando se está en los dos
extremos: cuando se está pletórico, cuando el estudiante considera que "lo
sabe todo", está lleno, no tiene actitud para darle entrada a los asuntos
nuevos. Se pierde también cuando se considera que la responsabilidad de
aprender, no es mía en tanto estudiante, sino de] profesor. Son extremos
perniciosos para el conocimiento: se debe dejar siempre un vacío, tener
apertura, permitirse la existencia de nuevas experiencias y vivencias que no
conocía, entusiasmase como los
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niños, ser vulnerable a la existencia; y se debe aportar sacrificio, entrega
para aprender y transformarse.
Al parecer tanto profesores como estudiantes hemos perdido en Colombia y
en América Latina intencionalidad y compromiso en el acto formativo: le
ocurre al profesor y le ocurre al estudiante, se llega por cumplir al salón de
clase, sin la intención de enseñar y de aprender, lo que genera no un
"círculo de recriminación", si no un "círculo de mediocridad", no me
incomodes, no te incomodo.
El profesor está en el deber de practicar una intencionalidad de enseñanza y
de plantearle a sus estudiantes una propuesta metodológica de trabajo y los
estudiantes están en el deber de afirmar sus intensiones de logro y de
practicar la propuesta metodológica postulada por el profesor. Esto lleva
responsabilidad y seriedad al acto y al proceso formativo, haciendo
transparente y explícita la relación en su seno entre profesores y
estudiantes.
Es algo equivalente a esta situación: "Ustedes quieren aprender respecto de
este tema esta es mi propuesta de trabajo metodológico: asistir al grupo de
clase, tomar notas, ir al grupo autónomo de estudio, ir a biblioteca, hacer el
análisis y la síntesis, realizar el taller de discusión, escribir un ensayo , ir a la
tutoría. Si usted hace esta secuenciación, práctica la propuesta
metodológica sugerida aprende conmigo".
La intencionalidad de enseñanza y la intencionalidad de aprendizaje deben
ser develadas, se deben concretar a través de la secuenciación y de] círculo
metodológico. La intencionalidad de aprendizaje se puede contrastar: "Yo
hice la secuencia" dice el estudiante "pero no aprendí". Si el estudiante ha
trabajado, como profesor debo revisar la secuencia metodológica, modificar
los métodos o la estrategia pedagógica.
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construcción y posterior utilización y validación dentro de los procesos de la
formación técnica y tecnológicas profesional, académica y especializada.
Los pasos básicos identificados son los siguientes:
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3.4 Hacer seguimiento y control a la secuencia metodológica.
Una vez practicada por el estudiante la secuencia de estudio y trabajo
académico que presenta el círculo metodológico, el profesor debe diseñar y
aplicar mecanismos de control y seguimiento para registrar los grados de
progreso y de dificultad que vaya teniendo en la comprensión y utilización de
los métodos y de manera especial al ritmo de estudio que vaya ganando
dentro del proceso formativo del curso. Esto permite, de una parte,
cerciorarse que la estrategia pedagógica diseñada está siendo aplicada y,
de otra, detectar las dificultades de aprendizaje que van teniendo los
estudiantes. Puede ocurrir que la estrategia pedagógica formulada resulte
impertinente o inconveniente para la población estudiantil con que se
trabaja, por falta de experiencia o de formación previa: en este caso el
seguimiento a la estrategia resulta central para ajustaría y mejorarla.
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conocimiento, que uno inicia pero no sabe a donde llega, es lo que produce
ansiedad, temor y miedo. La estrategia metodológica ayuda a confrontarlo,
porque solo lo puede vencer la persona encarándolo, confrontando su
propio miedo.
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hidrográficas y su conservación; los ciclos de las plantas que hace posible
su cultivo y preservación.
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