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Código Penal Federal

LIBRO PRIMERO
TÍTULO SEGUNDO.
CAPÍTULO II. Prisión.

Artículo 25. La prisión consiste en la pena privativa de libertad personal. Su duración será de tres
días a sesenta años, y sólo podrá imponerse una pena adicional al límite máximo cuando se
cometa un nuevo delito en reclusión. Se extinguirá en los centros penitenciarios, de conformidad
con la legislación de la materia y ajustándose a la resolución judicial respectiva.

La medida cautelar de prisión preventiva se computará para el cumplimiento de la pena impuesta


así como de las que pudieran imponerse en otras causas, aunque hayan tenido por objeto hechos
anteriores al ingreso a prisión. En este caso, las penas se compurgarán en forma simultánea.

El límite máximo de la duración de la pena de privación de la libertad hasta por 60 años


contemplada en el presente artículo no es aplicable para los delitos que se sancionen de
conformidad con lo estipulado en otras leyes.

CNPP Artículo 165. Aplicación de la prisión preventiva

Sólo por delito que merezca pena privativa de libertad habrá lugar a prisión preventiva. La prisión
preventiva será ordenada conforme a los términos y las condiciones de este Código.

La prisión preventiva no podrá exceder del tiempo que como máximo de pena fije la ley al delito que
motivare el proceso y en ningún caso será superior a dos años, salvo que su prolongación se deba
al ejercicio del derecho de defensa del imputado. Si cumplido este término no se ha pronunciado
sentencia, el imputado será puesto en libertad de inmediato mientras se sigue el proceso, sin que
ello obste para imponer otras medidas cautelares.
La medida cautelar de la prisión
preventiva: oficiosa y justificada
La prisión preventiva es una excepción a las
garantías de libertad que establece nuestra
Constitución y a las medidas cautelares

La prisión preventiva no significa adelantar la pena

Autor
Fiscalía General de la República

Fecha de publicación
28 de septiembre de 2017

A raíz de la Reforma Constitucional de 2008 se reconoce por primera vez


la presunción de inocencia como un derecho humano. Este derecho,
junto con el derecho a la libertad, son garantizados por el nuevo Sistema
de Justicia Penal.
“Sólo por delito que merezca pena privativa de libertad habrá lugar a
prisión preventiva…”. Art. 18 CPEUM

El Sistema de Justicia Penal Acusatorio privilegia el derecho a la libertad


de las personas que cometen un delito. Sin embargo, la propia
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos determina
limitantes y la aplicación de medidas cautelares como la prisión
preventiva oficiosa cuando se trata de ciertos delitos y la prisión
preventiva justificada para garantizar que la persona imputada esté
presente en el desarrollo del proceso y se proteja a las víctimas.

Las medidas cautelares no privilegian la prisión preventiva puesto que


existen delitos que no la ameritan y por los que se aplican otro tipo de
medidas establecidas en el Código Nacional de Procedimientos Penales.

El Artículo 19 de nuestra Carta Magna y el Artículo 167 del Código


Nacional de Procedimientos Penales establecen las condiciones por las
que se procede la prisión preventiva.

Se consideran delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, los


previstos en el Código Penal Federal:

I. Homicidio doloso previsto en los artículos 302 en relación al


307, 313, 315, 315 Bis, 320 y 323;
II. Genocidio, previsto en el artículo 149 Bis;

III. Violación prevista en los artículos 265, 266 y 266 Bis;

IV. Traición a la patria, previsto en los artículos 123, 124, 125 y


126;

V. Espionaje, previsto en los artículos 127 y 128;

VI. Terrorismo, previsto en los artículos 139 al 139 Ter y


terrorismo internacional previsto en los artículos 148 Bis al 148
Quáter;

VII. Sabotaje, previsto en el artículo 140, párrafo primero;

VIII. Los previstos en los artículos 142, párrafo segundo y 145;

IX. Corrupción de personas menores de dieciocho años de edad


o de personas que no tienen capacidad para comprender el
significado del hecho o de personas que no tienen capacidad
para resistirlo, previsto en el artículo 201; Pornografía de
personas menores de dieciocho años de edad o de personas
que no tienen capacidad para comprender el significado del
hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo,
previsto en el artículo 202; Turismo sexual en contra de
personas menores de dieciocho años de edad o de personas
que no tienen capacidad para comprender el significado del
hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo,
previsto en los artículos 203 y 203 Bis; Lenocinio de personas
menores de dieciocho años de edad o de personas que no
tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de
personas que no tienen capacidad para resistirlo, previsto en el
artículo 204 y Pederastia, previsto en el artículo 209 Bis;

X. Tráfico de menores, previsto en el artículo 366 Ter;

XI. Contra la salud, previsto en los artículos 194, 195, 196 Bis,
196 Ter, 197, párrafo primero y 198, parte primera del párrafo
tercero. El juez no impondrá la prisión preventiva oficiosa y la
sustituirá por otra medida cautelar, únicamente cuando lo
solicite el Ministerio Público por no resultar proporcional para
garantizar la comparecencia del imputado en el proceso, el
desarrollo de la investigación, la protección de la víctima y de
los testigos o de la comunidad. Dicha solicitud deberá contar
con la autorización del titular de la Procuraduría o el funcionario
que en él delegue esa facultad.
Por otra parte, las leyes generales de salud, para prevenir y sancionar los
delitos en materia de secuestro; para prevenir, sancionar y erradicar los
delitos en materia de trata de personas, así como la ley federal contra la
delincuencia organizada establecen los supuestos que ameritan prisión
preventiva oficiosa.

La supervisión de la prisión preventiva quedará a cargo de la autoridad


penitenciaria en los términos que establece ley.

El Ministerio Público es quien podrá solicitar la prisión preventiva


justificada ante el juez cuando las medidas cautelares no sean
suficientes para garantizar la comparecencia del imputado en el juicio, el
desarrollo de la investigación, la protección de la víctima, de los testigos
o de la comunidad, así como cuando el imputado esté siendo procesado
o haya sido sentenciado previamente por la comisión de un delito doloso.

Es muy claro que la prisión preventiva no es adelantar la pena. La prisión


preventiva justificada evita que las personas imputadas puedan
sustraerse de la acción de la justicia o manifiesten una conducta que
haga presumible su riesgo social

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