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La lluvia roja de Kerala fue un acontecimiento ocurrido entre el 25 de julio y el 23 de

septiembre de 2001 en la meridional región india de Kerala. Este fenómeno meteorológico


consistió en una lluvia de color escarlata,1 aunque también se informó de lluvias amarillas,
negras y verdes.234

Antecedentes[editar]
Se tiene constancia que desde 1896 estas lluvias de color han tenido lugar varias veces.5
En un principio se pensó que las inusitadas lluvias eran debidas a partículas. Sin embargo,
posteriores investigaciones de una comisión del Gobierno indio mostraron que en el caso
de otras lluvias con coloración, esta se debía a esporas de alga que se dispersaban por el
aire.5
No obstante, a principios del año 2006 el fenómeno ocurrido en Kerala alcanzó gran
notoriedad en los medios de comunicación debido a que la revista científica Astrophysics
and Space publicó un estudio sobre el resultado del análisis de este fenómeno
meteorológico, en el cual se hablaba de la controvertida hipótesis de Godfrey Louis y
Santhosh Kumar, de la Universidad Mahatma Gandhi, que proponían que el origen
de células encontradas en la lluvia roja de Kerala tendrían un posible
origen extraterrestre.3
En 2018 ocurrió un caso similar en Norilsk, Rusia. Allí se vio una especie de lluvia roja,
atribuida a residuos de óxido en suspensión que llegaron arrastrados por fuertes vientos.6

Hipótesis panspérmica[editar]
La hipótesis de un origen panspérmico de estas células recogidas en Kerala proviene del
estudio de muestras de aguas recolectadas luego del fenómeno. Tras ser analizadas por
microscopía por el físico Godfrey Louis, en busca de contaminación, se observó que la
muestra de agua no tenía polvo ni arena, sino que estaba plagada de estructuras con
forma de células rojas, muy parecidas a los microbios de la Tierra. A partir del análisis (y la
recopilación de informes de que, antes de la lluvia, se habría escuchado un ruido similar al
de un objeto que superaba la barrera del sonido, junto a luces rápidas y fugaces que
atravesaban el cielo) sirvieron de sustento a la teoría de un origen panspérmico de tan
inusual fenómeno.7
Posteriormente, en 2010, se habría descubierto que estas células serían inertes a
temperatura normal, no tienen rastros de ADN, presentan características extremófilas y
que incluso serían capaces de reproducirse a 121 grados centígrados (algo que no sucede
en organismos extremófilos conocidos).87
En el 2015 quedó establecido por las principales corrientes científicas que serían esporas
del alga Trentepohlia.

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