Los incrementos en los gastos gubernamentales fueron la única forma de
engañar a las personas en Estados Unidos en los años 50 con el creciente desempleo tecnológico y la demanda insuficiente. Los gobiernos federales optaron por tomar estrategias de gasto público con la compañía de un incremento en los déficit
En todo el mundo las naciones comenzaron a recortar sus presupuestos
con la finalidad de solucionar el problema del déficit público.
Uno de los casos más impactantes es el de Estados Unidos ya que la gran
mayoría de los recortes que ha ejecutado fue en su Defensa, el presupuesto que tenía para el Pentágono fue recortado bruscamente como respuesta a la disolución de la Unión Soviética despidiendo a miles de trabajadores de la industria.
También hubo recortes en los programas gubernamentales porque
estos están en proceso de reducción de sus operaciones y automatización de sus servicios. El plan también consiste en introducción de sistemas de ordenadores para acortar y favorecer las prácticas administrativas y esperan que esta reingeniería permita que se ahorre mucho dinero.
El objetivo de todo esto es que estas reducciones permitan la bajada de
los tipos de interés que hará que se dinamice el consumo y las inversiones en las empresas pero los tipos de interés son cada vez menos relevantes si no hay suficientes clientes para comprar los productos.
El economista Gar Alperovitz afirma que el déficit no es algo tan terrible
como puede parecer ya que un incremento poco significativo en el déficit a corto plazo estimulara un fuerte crecimiento en los años venideros. A pesar de la evidencia de los impactos desestabilizadores de la nueva revolución tecnológica, aun los líderes gubernamentales siguen defendiendo la idea de la tecnología cambiante como elemento de cambio; considerando que atraían avances en productividad y el descenso de los precios precios generara suficiente demanda y llevaran a la creación de un mayor numero de nuevos puestos de trabajo que los que se destruirán ,por lo tanto esto se traduce en que la capacidad de empleo históricamente se amplia .y se piensa que, para un futuro inmediato, que las reducciones de los requisitos establecidos sobre la fuerza de trabajo por unidad de producto, resultantes de nuevas tecnologías de proceso, han sido y seguirán siendo sumamente importantes por sus efectos beneficiosos en el empleo, como consecuencia de la expansión generalizada de los productos ofertados.
En un mundo en el que los avances tecnológicos prometen incrementar
de forma dramática la productividad y la fabricación de productos terminados mientras que se marginan o se eliminan del proceso económico millones de trabajadores, la tecnología cambiante emerge de forma inocente y hasta absurda. Aferrarse a un paradigma económico viejo y pasado de moda en una nueva era postindustrial podría resultar desastroso y peligroso para la economía global y para la civilización del siglo XXI.
La idea de la tecnología cambiante ha dominado el pensamiento de los
líderes empresariales y de los políticos electos durante buena parte del presente siglo. Los empresarios han contemplado siempre las nuevas tecnologías como un medio para generar mayores niveles de producción, mayores beneficios y mas trabajo; el público ha sostenido de forma sistemática una visión alternativa de que algún día la tecnología sustituirá al ser humano y lo liberara de por vida , dándole mas capacidad para disfrutar de su tiempo libre y de ocio.
Esta opinión no es de consecuencia de promesas incumplidas o de vagas
ideas políticas y económicas, sino de miles de escritores y ensayistas americanos en sus intensas descripciones de un futuro tecnoparaíso , libres de trabajos y cargas. En la actualidad, muchas personas están a punto de empezar comprender cómo los ordenadores y las otras tecnologías derivadas de la revolución de la información que hasta hoy debían ser los elementos fundamentales para su liberación se han convertido, realmente en unos monstruos mecánicos que han producido reducciones en los niveles salariales, que han eliminado puestos de trabajo y que han empezado a amenazar seriamente sus vidas cotidianas. Los trabajadores americanos han considerado durante mucho tiempo que siendo mas y mas productivos podrían finalmente llegar a liberarse de un trabajo sin fin.
En la actualidad, por primera vez en sus vidas, se les esta empezando a
hacer evidente que las ganancias en productividad no llevan a menudo a un mayor nivel de ocio, sino a situaciones de desempleo. Para llegar a comprender como un sueño sobre un mañana mejor puede haberse transformado en una pesadilla tecnológica de la noche a la mañana será necesario repasar las raíces utópicas de la otra visión tecnológica de américa, aquella que prometía un futuro libre de necesidades y de cargas y de las implacables exigencias propias del mercado.