Universidad de La Salle:

50 años para pensar, decidir y servir

LA APUESTA SOCIAL Y ACADÉMICA DE LA UNIVERSIDAD
DE LA SALLE 1964-2014
Universidad de La Salle:
50 años para pensar, decidir y servir
La apuesta social y académica de la Universidad
de La Salle 1964-2014
 Catalogación en la publicación – Biblioteca Nacional de Colombia

Universidad de la Salle: 50 años para pensar, decidir y servir : la

apuesta social y académica de la Universidad de la Salle 1964-
2014. – 1a. ed. -- Bogotá : Universidad de la Salle, 2015.
p.: 268.

Incluye bibliografía.
ISBN 978-958-8844-79-4 (impreso)

1. Universidad de la Salle - Historia 2. Responsabilidad social

universitaria 3. Educación superior - Colombia

CDD: 378.861 ed. 20 CO-BoBN– a959655

ISBN impreso: 978-958-8844-79-4

ISBN ePub: 978-958-8844-80-0
ISBN Mobi: 978-958-8844-81-7
ISBN Uflip: 978-958-8844-82-4
ISBN App Android: 978-958-8844-83-1
ISBN App iOS: 978-958-8844-84-8

Primera edición, mayo de 2015

© Derechos reservados Universidad de La Salle
2
Edición
Universidad de La Salle
Cra. 5 # 59A-44
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Andrea del Pilar Sierra Gómez, Edición general
Dirección editorial
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Milton Molano Camargo Carlos Velásquez Vega, Coordinación producción digital
Tatiana Buitrago Tibaduiza, Corrección de estilo
La Universidad de La Salle es una comunidad inspirada en el modelo Asesoría editorial
Guillermo Alberto González Triana Milton Ruiz Clavijo, Diseño impreso
universitario católico y en la misión y el estilo pedagógico de los
Óscar Arias Peralta, Producción digital
Hermanos de las Escuelas Cristianas y de su fundador San Juan
Fotografía y video
Bautista de La Salle —de quien deriva su nombre— se dedica a la José Javier Torres Ortega Impresión
búsqueda sistemática y rigurosa de la verdad y del bien, al ejercicio libre Alexander Valencia Martínez Cmyk Diseño e Impresos SAS
y responsable de la crítica, de la cátedra y del aprendizaje. Hermano Frank Leonardo Ramos Baquero Calle 70 # 28A-10 - Bogotá
(Estatuto Orgánico) Archivo Universidad de La Salle PBX: (571) 311 5975
Consejo Superior Año 2015
Principales
Hno. Leonardo Enrique Tejeiro Duque
Presidente del Consejo Superior
Hno. Diego José Díaz Díaz
Hno. Niky Alexander Murcia Suárez
Hno. William Fernando Duque Duque
Hno. Miguel Ernesto García Arévalo
Hno. José Vicente Henry Valbuena
Dr. Andrés Cuesta Beleño
Representante de los profesores
Dr. César Pompeyo López Bandera
Representante de los egresados
Srta. María Paula Ortiz Rodríguez
Representante de los estudiantes
Consejo de Coordinación Año 2015
Hno. Carlos Gabriel Gómez Restrepo
Rector
Hno. Carlos Enrique Carvajal Costa
Vicerrector Académico
Suplente personal
Hno. Carlos Andrés Forero Forero
Hno. Isidoro Daniel Cruz Rodríguez
Hno. Pablo Iván Galvis Díaz
Hno. Camilo Andrés Vargas Castillo
Hno. César Andrés Carvajal Castillo
Hno. Fabio Humberto Coronado Padilla 3
Dr. Carlos Arturo Meza Carvajalino
Representante de los profesores
Dr. Ricardo Enrique Arenas Ovalle
Representante de los egresados San Juan Bautista de La Salle, fundador del Instituto de
los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
Dr. Eduardo Ángel Reyes Dr. Luis Fernando Ramírez Hernández
Vicerrector Administrativo Vicerrector de Investigación y Transferencia
Hno. Frank Leonardo Ramos Baquero Dra. Patricia Inés Ortiz Valencia
Vicerrector de Promoción y Desarrollo Humano Secretaria General
 Consejo Académico Año 2015
Consejo de Coordinación
Hno. Carlos Gabriel Gómez Restrepo
Presidente del Consejo Académico
Hno. Carlos Enrique Carvajal Costa
Vicerrector Académico
Dr. Eduardo Ángel Reyes
Vicerrector Administrativo
Hno. Frank Leonardo Ramos Baquero
Vicerrector de Promoción y Desarrollo Humano
4
Dr. Luis Fernando Ramírez Hernández
Vicerrector de Investigación y Transferencia
Dra. Patricia Inés Ortiz Valencia
Secretaria General
Decanos (as)
Dr. Jairo Alberto Díaz Perdomo
Facultad de Ciencias Administrativas y Contables
Dra. Claudia Aixa Mutis Barreto
Facultad de Ciencias Agropecuarias
Dra. Adriana Patricia López Velásquez
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Dr. Daniel Lozano Flórez
Facultad de Ciencias de la Educación
Dra. Liliana Giraldo Arias
Facultad de Ciencias del Hábitat
Dr. Jairo García Touchie
Facultad de Ciencias de la Salud
Dra. Mery Castillo Cisneros
Facultad de Filosofía y Humanidades
Dr. Carlos R. Costa Posada
Facultad de Ingeniería
Representantes elegidos
Dr. Juan Manuel Torres Serrano
Representante de los profesores
Srta. Olga Patricia Restrepo Gómez
Representante de los estudiantes
Dr. Jorge Eliécer Rangel Díaz
Representante suplente de los profesores
Sr. Julián Alfonso Gil Castillo
Representante suplente de los estudiantes
Invitados Permanentes
Hno. Diego Andrés Mora Arenas
Director del Departamento de Formación Lasallista
Dr. Francisco Javier Sepúlveda Cardona
Director del Departamento de Ciencias Básicas
Dr. Milton Molano Camargo
Jefe de la División de Planeamiento Estratégico
 5

Iglesia de la Inmaculada Concepción, sede Norte.

 Presidentes del Consejo Rectores Vicerrectores Académicos
Superior
Hno. Antonio Bedoya Cardona Dr. Ignacio Ramírez Sánchez Hno. Jaime Panqueva Osma
1965 - 1970 1964 - 1965 1970
1984 - 1988 Dr. Jorge Enrique Gutiérrez Anzola Hno. Hernando Sebá López
1965 - 1971 1971 - 1972, 1981 - 1983 y 1999
Hno. Juan de Jesús Vargas Muñoz
Dr. Jaime González Santos
1970 - 1974 Dr. Zven Zethelius Peñaloza 1973 -1977
Hno. Hernando Sebá López 1972 - 1977 Dr. Luis Eduardo Illera Dulce
1974 - 1980 Dr. Jaime González Santos 1978 - 1980
Hno. José Otto Pántamo Guevara 1978 - 1984 Hno. Fabio Gallego Arias
1980 - 1984 1984 - 1986
Hno. Juan de Jesús Vargas Muñoz
Hno. José Agustín Nieto Cortés
6 Hno. Fabio Gallego Arias 1984 - 1993
1987 - 1989
1988 - 1992 Hno. Jose Vicente Henry Valbuena Hno. José Arcadio Bolívar Rodríguez
Hno. José Arcadio Bolívar Rodríguez 1993 - 1996 1990 - 1992
1992 - 1996 Hno. Hernando Sebá López Hno. Luis Humberto Bolívar Rodríguez
2000 - 2004 1996 1993 - 1996
Hno. Alberto Prada Sanmiguel
Hno. José Vicente Henry Valbuena Hno. Fabio Gallego Arias 1996 - 1999
1996 - 2000 1996 - 2007 Dr. Humberto Caicedo López
Hno. Jorge Enrique Molina Valencia Hno. Carlos Gabriel Gómez Restrepo 2000 - 2002
2004 - 2012 2008 a la fecha Hno. Henry Alberto Ramírez Romero
Hno. Leonardo Enrique Tejeiro Duque 2002 - 2005
2012 a la fecha Hno. Carlos Gabriel Gómez Restrepo
2005 - 2007
Hno. Fabio Humberto Coronado Padilla
2008 - 2013
Hno. Carlos Enrique Carvajal Costa
2013 a la fecha
 7

Iglesia de la Santa Cruz, sede La Candelaria.

 Vicerrectores Vicerrectores de Promoción Vicerrectores de
Administrativos y Desarrollo Humano Investigación y Transferencia
Hno. Juan de Jesús Vargas Muñoz Hno. Hernando Sebá López Hno. Manuel Cancelado Jiménez
1970 1985 - 1987 2008 - 2013
Hno. Hernando Sebá López Hno. José Vicente Henry Valbuena Dr. Luis Fernando Ramírez Hernández
1971 1988 - 1992 2013 a la fecha
Jaime González Santos Hno. José Antonio Rodríguez Otero
1971 - 1972 1992 - 1996
Hno. Jaime Calderón Rodríguez Hno. Édgar Figueroa Abrajim
1973 - 1976 1996 - 2008
Hno. Enrique Bejarano Moreno Hno. Carlos Alberto Pabón Meneses
8 1977 - 1980 2008 - 2010
Luis Eduardo Illera Dulce Hno. Frank Leonardo Ramos Baquero
1981 - 1986 2010 a la fecha
Orlando Ortiz Peña
1987 - 2002
Mauricio Fernández Fernández
2002 - 2009
Dr. Eduardo Ángel Reyes
2010 a la fecha
Secretarios (a) Generales
Hno. Gonzalo Carlos Aristizábal
1964 - 1967
Hno. José Arturo Penagos Morales
1968 - 1969
Hno. Gilberto Fabián Alfonso
1970
Hno. Daniel Ángel Gutiérrez
1971
Carlos José Miranda
1972 - 1975
Julio Zuluaga Giraldo
1975
Gustavo Sandoval Valderrama 9
1976 - 1978
Jaime Isaza Bernal
1978 - 1979
Álvaro González Santana
1979 - 1980
Carlos Javier González Franco
1980 - 1989
Fernando Augusto Galvis Gaitán
1989 – 1990 y 1993
Álvaro González Navas
1991 - 1992
Juan Guillermo Durán Mantilla
1994 - 1996
Guillermo Panqueva Morales
Vista de la ciudad desde la sede La Candelaria.
1996 - 2007
Patricia Inés Ortiz Valencia
2008 a la fecha
10

Vitral iglesia de la Inmaculada Concepción, sede Norte.

Tabla de contenido

Prólogo 17

Presentación 19

1 Una historia lasallista en cinco lienzos 27

2 Memoria y horizonte de las unidades académicas en

la construcción de la paz 63
11

3 Sembradores de paz 139

4 Manifiesto para la construcción de una paz sostenible

para todos 225

5 Atisbos de futuro para la Universidad de La Salle

Bibliografía
249

263
“Somos una Universidad Católica y Lasallista, fundada, orientada y dirigida por los Hermanos de las Escuelas
Cristianas, que a partir de un proyecto formativo inspirado en la tradición lasallista ofrece programas académicos
de educación superior, realiza investigación con pertinencia e impacto social, y se proyecta socialmente con el objetivo
de promover la dignidad y el desarrollo integral de la persona, la transformación de la sociedad, el fomento de la
cultura y la búsqueda del sentido de la verdad.
Nuestra misión es la educación integral y la generación de conocimiento que aporte a la transformación social y
13
productiva del país. Así, participamos activamente en la construcción de una sociedad justa y en paz mediante la
formación de profesionales que por su conocimiento, sus valores, su capacidad de trabajo colegiado, su sensibilidad
social y su sentido de pertenencia al país inmerso en un mundo globalizado, contribuyan a la búsqueda de la equi-
dad, la defensa de la vida, la construcción de la nacionalidad y el compromiso con el desarrollo humano integral
y sustentable.
El Proyecto Educativo de la Universidad de La Salle marca los derroteros y nos inspira el compromiso de “Educar
para pensar, decidir y servir” a las generaciones que encuentran en esta propuesta la posibilidad de construir una
sociedad pluralista, respetuosa de los derechos humanos, orgullosa de los elementos propios de la cultura nacional y
de sus tradiciones, e inserta en un mundo globalizado que espera transformaciones hacia la justicia y el desarrollo
integral y sustentable”.
Proyecto Educativo Universitario Lasallista (PEUL, 2007)
14

El PEUL ha establecido que los procesos articuladores de la praxis universitaria

son: docencia con pertinencia, investigación e innovación con impacto social,
gestión dinámica del conocimiento, formación integral para el desarrollo humano
y compromiso con una sociedad más democrática y justa.
Agradecimientos Detrás del diseño y arquitectura de esta obra y de la celebración de las Bodas de Oro de la
universidad, hay un grupo de personas quienes, con inmenso cariño y compromiso, han aportado
y hecho posible que sus textos, ilustraciones, experiencias y relatos sean conocidos.
Gracias a ellos, todo el contenido y resultado de este libro es tanto homenaje como promesa.
Homenaje y reconocimiento a quienes han hecho parte de este cincuentenario de historias. Y
promesa y anhelo de seguir creando esperanza hacia el futuro de nuestra Universidad de La Salle.

Abelardo Conde Pulgarín Hno. Diego Andrés Mora Arenas

Adriana Patricia López Romero Hno. Fabio Gallego Arias
Adriana Patricia López Velásquez Hno. Frank Leonardo Ramos Baquero
Alexander Valencia Martínez Jairo Hernando García Touchie
Andrés Felipe Valdés Martínez Jairo Guillermo Isaza Castro
Antonio Bernal Acosta Jeanneth Sofía Hernández García
Ariel Tovar Gómez Jimmy Fernando Reyes Domínguez
Camila Herrera Umaña Jorge Alberto Dueñas 15
Carlos Mario Ramírez José Javier Torres Ortega
Carlos Rufino Costa Posada Liliana Amparo Garzón Forero
César Augusto Corredor Velandia Liliana Giraldo Arias
Claudia Aixa Mutis Barreto Luis Fernando Cárdenas Menjura
Claudia Astrid Ballesteros Caro Luis Fernando Molano Mateus
Claudia Patricia Álvarez Ochoa Luis Sneyder Ortiz
Daniel Lozano Flórez Marcel Hofstetter Gascón
Daniel Varela Muñoz Mariela Álvarez Rodríguez
David Leonardo Flechas Hernández Mery del Rocío Castillo Cisneros
Édgar Gustavo Gutiérrez Vélez Milton Molano Camargo
Elkin Sánchez Montenegro Nelson Javier Pulido Daza
Elsa Rodríguez Caldas Óscar Eduardo Garavito Cantor
Ernesto Andrés Dalmau Barros Patricia Inés Ortiz Valencia
Francisco Sepúlveda Cardona Pilar Calvo Robayo
Gerardo Santos Ricardo Buitrago Rubiano
Giovanni Anzola Pardo Roberto Blanco Pulido
Giovanny Pinzón Salamanca Román Leonardo Villarreal
Guillermo González Triana Yebrail Castañeda Lozano
Hno. Ariosto Ardila Silva
16

Entrada sede Chapinero.

Prólogo
Hermano Pedro Antonio Bedoya Cardona
L as grandes obras dedicadas a la edu-
cación de la juventud, con la gracia y
voluntad del buen Dios, se rodean por
una serie de impulsos que animan su nacimien-
to y sostienen su espíritu a lo largo del tiempo.
Así ha sido la historia de la Universidad de La
Salle, una obra forjada por una serie de fuer-
zas que la hicieron posible, “un acto de fe, de
aventura e idealismo quijotesco”, en palabras
del recordado Hermano Martín Carlos Morales
Flórez, que significó el paso trascendental que se
dio aquella noche del 15 de noviembre de 1964.
Sin sede propia ni alquilada y prácticamente sin
ningún presupuesto se sembró una semilla que,
como la de mostaza de la parábola del Evange-
lio, ha crecido después de 50 años hasta con-
vertirse en un árbol frondoso y fuerte que, a
través de la educación, brinda refugio y abrigo
a tantos que lo buscan.
Tres fueron las fuerzas que hicieron posible el
sueño de lo que en un inicio se llamó de mane-
ra redundante Universidad Social Católica de
La Salle. La primera, el empeño y el trabajo
de los Hermanos del Distrito Lasallista de Bo-
gotá, quienes con férrea convicción hicieron
realidad esta obra y pusieron todos sus sueños
y anhelos en ella; la segunda, la prudente guía
de la Casa General del Instituto de los Herma-
nos de las Escuelas Cristianas en Roma, quie-
nes fueron la voz de advertencia y de cuidado
en los primeros pasos por dar; y la tercera, los
distintos grupos de exalumnos lasallistas pre-
sentes en diversos ámbitos de la vida del país; la
Corporación Científica y Cultural La Salle, con
su impulso por la investigación; y los padres
de familia con su deseo de tener una propuesta
educativa lasallista completa en sus diferentes
niveles. Todas estas fuerzas reunidas orientaron
el siguiente paso de La Salle en Colombia.
Así, el nacimiento de la Universidad en medio
de las incertidumbres y las dificultades tuvo 17
como base fundamental una fértil conciencia
comunitaria, un nosotros lasallista, un signo de
fe que nos mantiene indivisibles y siempre unidos,
reconociendo en cada uno de los rostros que
la integran, los valores de la fe, la fraternidad,
y el servicio.
Por eso, al llegar a los 50 años de existencia de
la Alma Máter, es el tiempo propicio para cele-
brar con gratitud el beneficio de haber llegado
a esta cima. Primero, celebrar la presencia de
Dios que ha sido generoso con nosotros: nos
ha conducido, nos ha guiado; nos ha dado las
fuerzas para no fracasar, para cargar las cruces
que la vida institucional conlleva y para que a
ejemplo de nuestro fundador, San Juan Bautis-
ta de La Salle, hayamos procurado siempre que
la escuela vaya bien, en caminos de excelencia.
 También, celebrar con gratitud a La Salle, en la
que cabemos todos, pues es el trabajo asociado
de Hermanos y Seglares el que ha construido
esta gran obra. En el año 2008, al momento de
recibir el Doctorado Honoris Causa por par-
te de la Universidad, recordaba que cuando
Simón Bolívar triunfó en Boyacá y entró en
la capital, las damas santafereñas colocaron
sobre su cabeza una corona de laurel. Él se la
quitó y la arrojó sobre sus soldados diciendo
“ellos son los triunfadores, ellos son los que
atravesaron las llanuras infinitas y medio des-
nudos treparon a los páramos y experimenta-
ron el frío de la muerte. Esa corona luce muy
bien sobre sus sienes”. Es así como hay que
celebrar por esos trabajadores de la Univer-
18 sidad, quienes lo merecen y quienes han ido
hasta el monte Tabor de la luz, y el monte
Calvario para estar al pie de la cruz en los
momentos de insomnio y dificultad.
Celebrar además los logros institucionales, so-
bre todo el reconocimiento de ser una institu-
ción de excelencia. Con una calidad expresada
en la academia, en mejor formación para me-
jores y más comprometidos profesionales, en
más rigurosa y notable investigación en todos
los campos del conocimiento, en una educación
que trasforma y es pertinente, porque convier-
te a los jóvenes en líderes del cambio social en
fidelidad al espíritu del Fundador. En una pro-
puesta educativa universitaria que muestra que
el cristianismo es posible sentirlo y vivirlo.
Hemos trabajado incansablemente por hacer
posible la mejor Universidad, hemos seguido las
huellas de San Juan Bautista de La Salle, quien
amó a los pobres y se dedicó a ellos e hizo que
la escuela fuera un lugar deseado y buscado,
quien propició además que la sociedad viera el
cambio de los jóvenes y de los niños, y logró
que hablaran no las palabras sino la elocuencia
de los hechos de una buena formación.
Así, en esta conmemoración de los cincuenta
años de vida de nuestra Universidad, celebra-
mos también el camino que tenemos adelante.
Celebramos la oportunidad de seguir constru-
yendo un mejor porvenir, unidos en los cami-
nos de la fe y la esperanza que otros sembraron.
Celebramos dando gracias a los que han tenido
sueños y a los que los han convertido en reali-
dad; a los que han entregado su tiempo y voca-
ción, y a los que nos proponen nuevos retos;
a los que aparecen en las páginas de este libro
junto a la historia de una gran institución, y a
los que silenciosamente siguen regalándonos
nuevas utopías.
Por eso, podemos decir, como en los himnos
de los primeros cristianos, Te Deum laudamus
(A ti, oh Dios, te alabamos) y a la vez suplicar
que sigamos manteniendo un papel de lideraz-
go para las demás obras lasallistas: ser un faro
en el camino. No podemos pensar en aflojar a
pesar de las dificultades. Así empezó la Univer-
sidad, así fue la vida del Fundador, cargada de
dificultades y tropiezos pero siempre animada
por la fe y la esperanza. Siempre adelante lo
que sea menester por Dios, por la patria y por
La Salle.
Y termino recordando el coro del himno que
con voz juvenil cantaban hace algunos años los
alumnos del que fue nuestro querido Instituto
de La Salle:
“Alerta, La Salle, alerta.
La hora sonó en el cuadrante de la eternidad.
Se anuncian jornadas ignotas.
Hay nuevas estrellas en la inmensidad”.
Hermano Pedro Antonio Bedoya Cardona
Primer Presidente del Consejo Superior
de la Universidad de La Salle
(1965-1970 y 1984-1988)
Presentación
S iempre existen regalos que el buen Dios y
la vida nos prodigan y que nos hacen sen-
tir bendecidos y honrados. Sin duda, para
mí, uno de estos regalos es tener la oportunidad
de escribir la presentación del libro conmemo-
rativo de los 50 años de la Universidad de La Sa-
lle. ¡Qué honor poder unirme con estas palabras
a todos los que nos precedieron en el signo de
la fe y construyeron paso a paso, generosa y
dedicadamente, esta cincuentenaria historia!
Desde los inicios de la planeación de la celebra-
ción, tuvimos claro que se trataría de una ac-
ción de gracias que permitiera, con humildad,
resaltar los muchos logros que puede contar
la Universidad, al mismo tiempo que una re-
flexión y autocrítica que nos permitiera mirar la
historia y encontrar desafíos para seguir cons-
Hermano Carlos G. Gómez Restrepo
truyendo nuestra propuesta educativa.
Rector
Este libro no puede leerse como “la historia”
de la Universidad de La Salle. Si bien, hace
algunos recorridos descriptivos y gráficos de
estas cinco décadas, no es su cometido contar
y analizar su historia. Quisimos presentar solo
algunos aspectos e instantes que, en ningún
momento, agotan el rico itinerario de la Uni-
versidad. El acento principal está puesto en
resaltar cómo, desde su propuesta académica
universitaria, se ha vivido y realizado su res-
ponsabilidad social y su incesante búsqueda
para ser un proyecto educativo que responde
a las necesidades de Colombia y que realiza lo
expresado claramente en el Proyecto Educati-
vo Universitario Lasallista —PEUL— sobre
su identidad “…un proyecto formativo inspirado en
la tradición lasallista (que) ofrece programas acadé-
micos de educación superior, realiza investigación con
pertinencia e impacto social, y se proyecta socialmente
con el objetivo de promover la dignidad y el desarrollo
integral de las personas, la transformación de la socie-
dad, el fomento de la cultura y la búsqueda del sentido 19
de la verdad”.
Gracias al entusiasmo y participación de varios
colaboradores de la Universidad, se ha pro-
puesto el desarrollo de esta obra en cinco ca-
pítulos. El primero, Una historia lasallista en cinco
lienzos, escrito con la importante colaboración
del Hno. Fabio Gallego Arias, rector de la Uni-
versidad por un periodo de once años, integra
algunos elementos constitutivos de la evolu-
ción de la Institución en estos cincuenta años,
década por década.
El segundo, Memoria y horizonte de las Unidades
Académicas en la construcción de la paz, escrito por
varios equipos en las Unidades Académicas,
hace un recorrido por la historia de las Faculta-
des, Programas y Departamentos que integran
 la Universidad de La Salle, por sus más importantes aportes al de-
sarrollo del país y muestran una prospectiva respecto a su papel en
la construcción de la paz.
Con Sembradores de paz, tercer capítulo de la obra, resultado del tra-
bajo de un equipo interdisciplinar de la Universidad, el lector se
trasladará al proyecto Utopía donde, por medio de las voces de
quienes lo han vivido, se vislumbra una luz de esperanza para los
jóvenes del agro colombiano y se detallan los alcances de este im-
portante proyecto que marca un hito en la historia y la educación
superior de Colombia.
El cuarto capítulo, Manifiesto para la construcción de una paz sostenible
para todos, fruto de una amplia reflexión colectiva recogida por el
Hno. Frank Leonardo Ramos Baquero, despliega algunas de las ac-
ciones de la Universidad en la búsqueda del camino para encontrar
esa paz que solo será posible con la destacada participación de la
20 academia, los sectores sociales, el Gobierno y los empresarios.
El capítulo final, Atisbos de futuro para la Universidad de La Salle, busca
ser una reflexión que recoge los valiosos aportes de quienes han
construido la Universidad en su rica historia y también busca plan-
tear unas líneas que emergen como importantes para la Institución
tanto en este momento como de cara al futuro.
Apreciados lectores: las páginas que vienen a continuación tratan
de dejar clara la esencia de la Universidad de La Salle y mostrar el
sello diferenciador de esta querida Institución que, con paciencia,
seriedad y responsabilidad, ha ido encontrando un espacio y una
misión en el contexto nacional, internacional y en el mundo lasa-
llista, con especificidades propias y compromisos fehacientes para
ser pertinente y proactiva en la construcción de un mejor país.
 Nuestra gratitud a todas las personas que en cincuenta años forja-
ron esta historia; nuestro reconocimiento a quienes en el presente
lo siguen haciendo con pasión y consagración; y nuestra invitación
para que quienes en el futuro asuman la responsabilidad continúen
esta estela y este recorrido en los nuevos escenarios sociales y po-
líticos. ¡Qué el buen Dios sea alabado y no cese nunca de bendecir
el proyecto educativo de la Universidad de La Salle de Colombia!

Carlos G. Gómez Restrepo, fsc

Rector
Universidad de La Salle
Mayo 15 de 2015

21

Eucaristía con motivo de la

celebración de los 50 años de Panorámica de la sede La Candelaria.
la Universidad de La Salle.
22
Innovación editorial para Ecosistema digital
un mundo digital Acceda al ecosistema digital a través
Con motivo de la celebración de los 50 años de fundación de la Universi- del siguiente código QR o digitando
dad de La Salle, hemos desarrollado el presente proyecto editorial enmar- el enlace:
cado en la tradición innovadora de la Universidad, que a su vez la proyecta
hacia el futuro como una Institución de excelencia. http://www.lasalle.edu.co/cincuentenario/
Por ello, con el fin de plasmar las cinco décadas en las que se reafirma la
labor que la Institución ha llevado a cabo influyendo en la transformación
social y económica de Colombia, así como el importante aporte de la Uni-
versidad de La Salle a la paz y a la educación del país; hemos creado un
ecosistema digital con múltiples formatos y plataformas acorde con los
desarrollos actuales y tendencias del digital publishing. 23

Es la primera vez en Colombia que una institución plantea el desarrollo de

un proyecto editorial de estas dimensiones, el cual nos permite dar cuenta
de algunos elementos clave en nuestra historia de vida y sus cambios, junto
con las posibilidades editoriales, que se despliegan en una visión futuris-
ta y de vanguardia en la que la Universidad de La Salle sigue aportando
al desarrollo del país y al fortalecimiento de una cultura de la paz en los
años venideros.
Este ecosistema digital incluye múltiples formatos adecuados para todos
los dispositivos existentes en el mundo: publicación electrónica (ePub,
MOBI –Amazon-), Uflip, App para Android e iOS; lectura en streaming,
además de la presente obra impresa y una selecta galería audiovisual de
la Universidad.
 Ecosistema digital
Los siguientes formatos tienen variaciones en contenido y
forma y todos son de acceso gratuito.

24
ePub: libro electrónico disponible para iOS y Android. App: aplicación interactiva con imágenes animadas, videos,
Mobi: libro electrónico ideal para lectura en dispositivos Kindle. botones personalizados, lectura guiada, audio y texto
fluido para una experiencia diferente. Descarga gratuita
Uflip: publicación electrónica enriquecida con complementos desde las tiendas de Google y Apple.
multimedia. Disponible para PC y dispositivos móviles
iOS y Android.
 Índice de videos
Antiguo Instituto y Museo de La Salle, hoy sede de
la Universidad en el Centro de Bogotá 28
Laboratorio Instrumental de Alta Complejidad 61
Román Flórez, arquitecto. “El mundo como lo
imaginamos” 102
Utopía es una realidad 140
Utopía como laboratorio de paz 149
Lugares recorridos durante las convocatorias 153
Proyecto musical Valor-Arte 171
Isabel, ingeniera agrónoma del proyecto Utopía 178
Proyecto en la zona de origen, Maidon Pérez,
ingeniero agrónomo de Utopía 181
Jaime y Leidy presentan su proyecto productivo de
piña en Villanueva, Casanare 192
Shirley Arango, estudiante de Utopía, el día
de llegada al campus 212
Documental “Utopía”, una producción que cuenta
cómo tres jóvenes víctimas de extrema violencia en
Colombia transformaron sus vidas 219
Fatuma Ahmed, experta en estudios de paz,
Docente US University Nairobi, Kenia 231 25
Petra de Llanos, Hispanista Universidad de
Radio y Comunicación de Pekín 239
Alfredo Sarmiento, experto en desarrollo rural,
Social y Comunitario 241
Francesc Torralba, catedrático de Ética de
245
la Universidad Ramón Llull (España)
Una historia lasallista
en cinco lienzos
28

Video: antiguo Instituto y Museo de La Salle,

hoy sede de la Universidad en el Centro de
Bogotá.
En los 50 años de la Universidad de La Salle
1964 – 2014
El trabajo de los Hermanos del Distrito Lasallista de
Bogotá, la guía de la Casa General del Instituto de los
Hermanos de las Escuelas Cristianas en Roma y los
distintos grupos de exalumnos Lasallistas fueron las
fuerzas que reunidas en un grupo orientaron el siguiente
paso de La Salle en Colombia: la educación superior a
través de la Universidad de La Salle.
N o es posible consignar en unas bre-
ves pinceladas los principales logros
de la Universidad de La Salle en es-
tos primeros cincuenta años de su fecunda
existencia sin reconocer previamente que esos
logros se deben no solo a decenas sino a mi-
les de personas que, como valor fundamental y
como condición para todo, encontraron en ella
e hicieron de ella su espacio preferencial, desde
lo físico hasta lo espiritual, pasando por lo aca-
démico, lo cultural, lo político, lo psicológico,
lo pedagógico, lo ético y lo social.
Quienes tuvimos el privilegio de estar vincula-
dos a la Universidad de La Salle durante varios
lustros a lo largo de estos cincuenta años, ya
sea desde las posiciones más humildes o desde
los cargos más connotados, recordamos con
emocionada admiración y gratitud a muchas de
esas personas, cada una con su diversa riqueza
de momentos felices, de penas secretas, de dra-
mas del pasado y de grandes retos de futuro.
Pero, sobre todo, las recordamos por su traba-
jo universitario vivido con pasión y esperanza,
con transparencia y verdad, con audacia y sano
realismo, con gran sentido de pertenencia y
lealtad, así como ejecutado con persistente e
incansable dedicación, alta calidad e inquebran-
table confianza en Dios.
Podríamos elogiar a muchas de esas personas y
contar, como el autor sagrado en el capítulo 44
del Eclesiástico, que fueron ‘consejeras por su
29
inteligencia’ y ‘guías por sus consejos’; que ‘en su
instrucción siempre había sabias palabras’; que
fueron ‘honradas en su generación’ y que ‘hubo
quienes dejaron nombre para que se hablara de
ellas con elogio’. Aunque también es cierto que
‘de otras no ha quedado recuerdo’, que ‘desapa-
recieron como si no hubieran existido’.
Damos gracias a Dios por todas esas personas
con las cuales compartimos los sueños que hoy
son hermosas realidades, aunque somos cons-
cientes de que con el transcurrir de los años
irremediablemente se va desvaneciendo en
nosotros el recuerdo vivo de muchas y que a
la vez iremos desapareciendo de la mente de
otras más.
 La sabiduría china nos aconseja que “si en nuestro camino nos
detenemos para descansar, nos sentemos frente al camino que nos
queda por recorrer, y de espaldas al ya recorrido” y, el filósofo y
teólogo danés Sören Kierkegaard nos enseña que “para compren-
der la vida hay que mirar hacia atrás; pero para vivir la vida hay que
mirar hacia delante”. Esas dos miradas, hacia atrás y hacia delante,
son como dos compañeras inseparables que se complementan y
carecerían de pleno sentido si se las separara. No obstante, en estas
líneas que son apenas unas breves pinceladas, intentaremos mirar
hacia atrás con el fin de recuperar la memoria de algunas acciones y
procesos que nos permiten celebrar la fecunda existencia de la Uni-
versidad a lo largo de cincuenta años. Ello no significa que dejemos
de mirar hacia delante para fijarnos nuevos retos, ni que ignoremos
las dificultades que fue necesario enfrentar. Pero como dice la sabi-
duría popular, cuando se llega sano y salvo a su destino se olvidan
los porrazos del camino y es comprensible que se olviden las penas.
30 Al reunir por décadas estos recuerdos, asumimos que muchos te-
mas se nos quedarán por fuera de estas líneas, sea por involuntario
olvido o por exigencia del espacio disponible para hacerlo.

Damos gracias a Dios por todas esas

personas con las cuales compartimos
los sueños que hoy son hermosas
realidades.

Arriba: primera sede de la Universidad de La Salle en la avenida Caracas No. 36-09.

Abajo: segunda sede de la Universidad de La Salle en la calle 43 No. 8-39.
 31

De derecha a izquierda: Hno. José Otto Pántamo Guevara,

Hno. Juan Vargas Muñoz, Hno. Martín Carlos Morales
Flórez, Hno. Antonio Bedoya Cardona, Hno. Daniel Ángel
y Hno. Fabio Gallego Arias.
32

Panorámica sede Norte de la Universidad en

la que funciona actualmente la Facultad de
Ciencias Agropecuarias.
Primera década
Noviembre de 1964 a diciembre de 1974
Podríamos decir que esta primera década fue de despegue, de pro-
gresiva estructuración y de afianzamiento de la identidad institu-
cional, puesto que una vez firmada el ‘Acta de Constitución’ del
Instituto de Cultura Superior ‘Universidad Social Católica’, que fue
su primer nombre, se empezaron a dar los pasos pertinentes para
ponerla en marcha, explicitar su identidad y ajustarla a todas las exi-
gencias legales.
Por eso uno de los primeros pasos fue el de la estructuración y
aprobación del Estatuto Orgánico y, de conformidad con el mis-
mo, la designación de los cuadros directivos a quienes se les en-
comendó la responsabilidad concreta de dar inicio, lo más rápido
posible, a las labores académicas y administrativas. 33

Este Estatuto Orgánico, revisado y reformulado a lo largo de estos

cincuenta años, se constituye en la norma rectora que garantiza la
identidad y visibilidad de la Universidad, señala su misión, visión, ob-
jetivos, funciones, procesos y procedimientos; favorece el ejercicio
responsable de la autonomía, de la colegialidad y de la participación Vida universitaria primera década sede La Candelaria.
y crea las condiciones que permitirán, cuando sea necesario, adoptar
nuevas y flexibles estructuras organizacionales que respondan a los
imperativos del quehacer educativo en un mundo dinámico.
Del mismo modo, el afianzamiento de la identidad gracias a la crea-
ción del Consejo Superior en cuya composición quedó reafirmado
el liderazgo de los Hermanos de las Escuelas Cristianas del Distrito Podríamos decir que esta primera
Lasallista de Bogotá, tanto en la fundación como en la orientación década fue de despegue, de progresiva
y dirección de la Universidad, al establecerse en enero de 1970 que estructuración y de afianzamiento de la
dicho Consejo estuviera integrado por el Hermano Visitador Pro- identidad institucional.
vincial, quien sería su presidente y cinco Hermanos más del Distrito
Lasallista de Bogotá, además de otros miembros señalados por la ley.
 La identidad institucional y los aspectos legales se fortalecieron, ade-
más, con la obtención de la Personería Jurídica con Resolución 0597
de febrero 12 de 1965 del Ministerio de Justicia; la autorización de
los Superiores de la Congregación, en mayo de 1965, para que al
nombre Universidad Social Católica se le adicionara ‘de La Salle’;
la aprobación como Institución de Educación Superior concedida
por el Ministerio de Educación Nacional mediante el Decreto No.
1772 del 11 de junio de 1966; la aprobación en 1971, por parte del
Consejo Superior, de la Declaración de Principios que en términos
concisos y profundos precisó la identidad, la misión, la razón de
ser, los propósitos e ideales de la Universidad y sirvió de inspiración
para la posterior elaboración del Lema, del Marco Doctrinal y del
Proyecto Educativo Universitario Lasallista; finalmente el recono-
34
cimiento como Universidad por parte del Ministerio de Educación
Nacional, mediante el Decreto No.1583 del 11 de agosto de 1975.
La primera estructura orgánica de la Universidad que funcionó
hasta 1970 estaba conformada por los siguientes estamentos:
Consejo Directivo, Revisor Fiscal, Rector con las dependencias de
Secretaría General, Planeación, Sindicatura, Relaciones Públicas,
Capellanía, y Vicerrector apoyado por el Consejo Académico y
el Decano Académico quien dirigía las facultades de Economía,
Educación, Ciencias Sociales, Ingeniería, Optometría, Filosofía y
Pastoral Catequética.
En el ámbito académico son de resaltar las rápidas y exitosas ac-
ciones que permitieron dar inicio a las labores académicas el día 7
de marzo de 1965 con un total de 98 estudiantes, 74 hombres y 24
Arriba: estudiantes de Medicina Veterinaria,
Zootecnia y Administración de Empresas Agropecuarias.
Abajo: instalaciones del antiguo Liceo de La Salle que
fueron utilizadas por la Universidad sede Chapinero.

Primeros estudiantes durante actividades
de esparcimiento en la sede Chapinero.
mujeres, un grupo de 18 profesores y un elenco de cinco progra-
mas académicos: Economía, Ingeniería Civil, Filosofía y Letras, y
Ciencias de la Educación con dos Departamentos: Química y Bio-
logía, y Matemáticas y Física, Programas que se inscriben dentro de
la tradición educativa de los Hermanos de La Salle.
En 1965, en la parte académica y administrativa se destaca la
creación y organización de la Oficina de Personal y del Área de
Formación Lasallista; en 1969 de las Oficinas de Biblioteca, de Pla-
neación y de Bienestar Universitario, así como la puesta en marcha
del Primer Plan Decenal de Desarrollo; y en 1970 la creación del
Comité de Admisiones, y especialmente de la Vicerrectoría Aca-
démica y de la Vicerrectoría Administrativa, que le dieron un peso
mayor a la estructura directiva y organizativa de la Universidad1.
La apertura de nuevos programas académicos se enmarcó desde
comienzos de esta década dentro de la filosofía institucional y las 35
opciones de tipo social destinadas a favorecer la democratización
del saber mediante tarifas económicas y auxilios educativos. En
1966 iniciaron labores Optometría, primer programa de ese género
en América Latina, Trabajo Social y Sociología; en 1969, Lenguas
Modernas y Ciencias Religiosas; en 1971, Administración de Em-
presas, Administración de Empresas Agropecuarias y Biblioteco-
logía y Archivística, conocida hoy como Sistemas de Información
y Documentación.
Durante esta década se colocaron las bases para la progresiva con-
solidación de la planta física. Es bueno recordar que la Universidad
de La Salle funcionó, desde sus inicios y hasta comienzos de la
quinta década, en instalaciones tomadas en arriendo: primero en
la avenida Caracas No. 36-09, en marzo de 1965 en donde acogió
a sus primeros 98 estudiantes; dos años después, en noviembre de
1967, se trasladó a la calle 43 No. 8-39 al llegar a 420 estudiantes;
finalmente, gracias a la colaboración del Distrito Lasallista de Bo-
gotá, empezó a utilizar poco a poco las aulas de varios colegios
 lasallistas: en 1970 las del entonces Instituto de La Salle, ubicado
en la carrera 2 No. 10-70, con los 1.185 estudiantes del momento;
en 1974 las aulas del entonces Liceo de La Salle en la carrera 5ª No.
59A-44, cuando el número de estudiantes ascendió a 2.239, para
ubicar allí estudiantes de varios programas; finalmente en 1979 las
aulas de la Academia La Salle en la carrera 7 No. 172-85, para recibir
allí a los estudiantes de los programas de Medicina Veterinaria, Zoo-
tecnia y Administración de Empresas Agropecuarias.

36
Con el pasar de los años las instalaciones del Instituto de La Salle, del
Liceo de La Salle y de la Academia La Salle fueron ocupadas totalmente
por la Universidad una vez concluido el proceso de cierre definitivo del
Instituto y del Liceo, reemplazados por el Colegio de La Salle de la calle
170, así como el cierre definitivo de la Academia La Salle. Estos tres
colegios se transformaron en lo que hoy conocemos como la ‘sede La
Candelaria’ en la calle 11 con carrera 2ª, la ‘sede de Chapinero’ en la calle
60 con carrera 5ª y la ‘sede Norte’ en la carrera 7ª con calle 172; todas
forman ya parte del patrimonio de la Universidad.

Hermano Martín Carlos y el doctor Jorge Enrique

Gutiérrez Anzola, segundo rector de la Univesidad
entre 1965 y 1971.
En esta primera década, los 98 estudiantes de 1965 pasaron a ser 2.317
en 1974; los 26 miembros del personal administrativo y de servicios de
1965 llegaron a 102 en 1974; los 18 docentes de 1965 eran ya algo más
de 250 en 1974 y, los dos primeros hombres graduados a finales de 1968
llegaron a finales de 1974 a un total acumulado de 593, —265 mujeres y
328 hombres—.
En esta década fueron rectores de la Universidad: el doctor Ignacio
Ramírez Sánchez, durante medio año, de noviembre de 1964 a julio
de 1965; el doctor Jorge Enrique Gutiérrez Anzola, durante seis años
37
y medio, de agosto de 1965 a diciembre de 1971; y el doctor Sven
Zethelius Peñalosa, de 1972 a 1974, (su primer periodo, puesto que
siguió desempeñándose como rector por tres años más).
Fueron presidentes del Consejo Superior, el Hermano Antonio Be-
doya Cardona, desde la creación del mismo hasta 1970; el Hermano
Juan de Jesús Vargas Muñoz, de 1971 a julio de 1974; y el Hermano
Hernando Sebá López, a partir de julio de 1974.

Acta de Constitución de La Universidad de

La Salle, firmada en la noche del 15 de
noviembre de 1964.
38

Instalaciones del antiguo Liceo de La

Salle que empezaron a ser propiedad de la
Universidad durante la segunda década.

Estudiantes en clase durante la segunda década de
la Universidad de La Salle.
Segunda década
Enero de 1975 a diciembre de 1984
Esta segunda década, como ya se dijo, se inició con el reconocimien-
to como ‘Universidad’ concedido por el Ministerio de Educación
Nacional mediante el Decreto No.1583 del 11 de agosto de 1975.
Con la adopción del Himno de la Universidad en 1979, quedaron
establecidos sus tres símbolos característicos: la bandera, el escudo y
el himno; y la aprobación por parte del Consejo Superior del ‘Marco
Doctrinal’, en 1983, aportó un nuevo elemento a su identidad.
Fiel a la tradición lasallista, que desde la fundación de la Congre-
gación en 1680 tuvo entre sus prioridades la formación de los
‘maestros’, la Universidad de La Salle asumió como una de sus
prioridades la de la ‘Formación Pedagógica y Lasallista de su Pro-
fesorado’, consciente de que el quehacer educativo pasa necesaria- 39
mente por las manos, la inteligencia y el corazón de los profesores
y que ellos con su trabajo desarrollado dentro de las exigencias de
la ética, del rigor científico, de la permanente renovación intelec-
tual y de la innovación pedagógica son los llamados a hacerla dig-
na y respetable, coadyuvando a su propósito de formar personas
con sólidos valores humanos y cristianos, que los conviertan en
personas confiables, responsables, leales y comprometidas y como
profesionales idóneos, honestos, respetuosos, competentes, inno-
vadores y líderes que le apuesten a la inclusión con sentido de país.
La creación en 1982 de la Oficina de Docencia y de la Oficina de Ad-
misiones y Registro, la estructuración en 1981 de los ‘Cursos de Peda-
gogía y Lasallismo’ en tres niveles y, la participación en los mismos
como uno de los requisitos para ascender en el Escalafón Docente,
hicieron posible que todo el profesorado se beneficiara de los mis-
mos. Con el pasar del tiempo estos cursos se fueron consolidando,
al tiempo que adoptaron diferentes modalidades según las necesi-
dades de cada época.
 En 1981, mediante el Acuerdo 017 de noviembre 16, el Consejo Su-
perior aprobó que en lo sucesivo la institución se denominará ‘Uni-
versidad de La Salle’, siendo este su cuarto y definitivo nombre legal.
Los desarrollos de la Universidad permitieron darle nuevo impulso
a los posgrados a través del Departamento de Posgrados que se
encargó de dinamizar las especializaciones ya existentes, así como
las tres maestrías de Filosofía y Letras, Administración y Docencia
creadas en 1976, 1977 y 1979, respectivamente, al tiempo que em-
prender la tarea de diseñar nuevas especializaciones y maestrías.
En esta segunda década se abrieron varios programas académicos,
entre ellos Contaduría Pública en 1975, Arquitectura en 1977, Me-
dicina Veterinaria en 1979, siendo La Salle una de las primeras, si no
la primera universidad privada, en hacerlo; esta oferta se consolidó
con la construcción y apertura de la Clínica de Medicina Veterinaria
en 1981. Además se abrió el programa de Zootecnia.
40
En 1980 las instalaciones del entonces Liceo de La Salle pasaron a
ser propiedad de la Universidad, y ello permitió diseñar un plan de
construcciones para ser ejecutado en tres etapas, iniciándose la pri-
mera en 1983 que fue inaugurada en 1986 con el nombre de ‘Edificio
Fundadores’.
Los 2.217 estudiantes de 1974 se convirtieron en 6.891 en 1984,
así que no es difícil imaginar todas las acciones relacionadas
con la vinculación de nuevos profesores, la adecuación de nue-
vas aulas, la creación de nuevas dependencias, la apertura y do-
tación de laboratorios, la búsqueda de nuevos espacios para el
bienestar y la administración. El personal administrativo y de ser-
vicios pasó de 102 a 329, los docentes eran 493 en 1984 y los 593
graduados hasta 1974 se transformaron en 4.283 en 1984, 2.165
mujeres y 2.118 hombres. Arriba: estudiantes del programa de Medicina Veterinaria
en el laboratorio de la sede Norte.
En esta segunda década fueron rectores de la Universidad: el doc- Abajo: estudiantes del programa de Optometría en
práctica clínica.
tor Sven Zethelius Peñalosa, 1975-1977, quien había sido rector en
 los tres últimos años de la anterior década; lo reemplazó el doctor
Jaime González Santos, que desempeñó el cargo durante seis años,
1978-1983, siendo el último rector seglar de la institución. Además,
en 1980, se abrió el programa de Zootecnia.
Luego de diecinueve años con rectores seglares, el Distrito Lasa-
llista de Bogotá consideró llegado el momento para que un Her-
mano de La Salle asumiera la Rectoría de la Universidad y por
este motivo el Consejo Superior nombró como rector, a partir de
enero de 1984, al Hermano Juan de Jesús Vargas Muñoz, quien en
otras oportunidades había desempeñado varios cargos en la insti-
tución, entre ellos el decano de Educación, vicerrector administra-
tivo y presidente del Consejo Superior. El Hermano Juan Vargas
Muñoz desempeñó el cargo de rector durante nueve años, de 1984
a 1992, es decir, durante el último año de esta segunda década y los
siguientes ocho años de la tercera década.
Fueron presidentes del Consejo Superior: el Hermano Hernando 41

Sebá López, de julio de 1974 a noviembre de 1980; y el Hno. José

Otto Pántano Guevara, de noviembre de 1980 a noviembre de 1984.

En esta segunda década se abrieron varios

programas de pregrado, lo que permitió
ampliar la oferta académica y se le dio
un nuevo impulso a los posgrados hasta
ahora incipientes.

Arriba: Hermano Antonio Bedoya condecorado por Jaime González Santos,

quien desempeñó el cargo de rector durante seis años (1978-1983).
Abajo: Dr. Sven Zethelius Peñaloza, rector entre 1972 y 1977.
42

Edificio de la sede La Candelaria en la tercera

década de existencia de la Universidad.
Tercera década
Enero de 1985 a diciembre de 1994
En el año 1985 se creó la Vicerrectoría de Promoción y Desarrollo
Humano cuyos alcances, como su nombre lo indica, fueron mu-
cho más allá de lo que hasta entonces se denominaba Bienestar
Universitario. En 1988 se le dio una nueva estructura organizativa
con tres áreas: la de Pastoral Universitaria, la de Bienestar (Servicio
de Salud, Asesoría Psicológica, Actividades Culturales, Promoción
Social, Deportes y Recreación, Inducción e Integración Lasallista
y Programas de Supervivencia Académica) y el área de Extensión
Universitaria. Todo ello dio origen a un conjunto de dependencias
adscritas a la misma.
Esta nueva Vicerrectoría fortaleció la labor del Consejo de Coordina-
ción compuesto por el rector, los vicerrectores y el secretario general. 43

Las remodelaciones que se adelantaron en las Sedes de La Cande-

laria y Norte y, la inauguración en 1986 del ‘Edificio Fundadores’
permitieron a la Universidad disponer de nuevos espacios en su
planta física, la que se incrementó con la construcción de la segunda
etapa de la sede de Chapinero, inaugurada en 1993. La conformaron
tres edificios: el edificio de ‘Optometría’, que acogió el programa de
Optometría y el Instituto de Investigaciones Optométricas; el edifi-
cio ‘Hermano Justo Ramón’, que acogió los posgrados, los Módulos
de Investigación, la Oficina de Formación Lasallista, el Auditorio
Houston y algunas carreras de pregrado’ y, el edificio ‘G. M. Bruño’
en donde se ubicaron la cafetería, la biblioteca, el salón social y área
de Bienestar Social.
En esta década se conformaron los ‘Centros de Capacitación
e Investigación’ que servían de apoyo a las prácticas académicas,
en especial de los programas de Medicina Veterinaria, Zootecnia
y Administración de Empresas Agropecuarias. Estos Centros se
De izquierda a derecha: Hermano Alberto Prada Sanmiguel, Hermano Juan Vargas
Muñoz y Monseñor Mario Revollo Bravo, durante la inauguración del edificio
Fundadores, sede Chapinero.
Esta tercera década fue de grandes y positivas
repercusiones, con la aprobación en 1994, por
parte del Consejo Superior, del ‘Proyecto Educativo
Universitario Lasallista’ —PEUL—, que con la
Declaración de Principios, el Marco Doctrinal, el
‘Modelo Formativo’ y el ‘lema’, se constituyeron, por
decirlo de alguna manera, en los textos iluminadores
del ser y del quehacer de la Universidad de La Salle.
 ubicaron en las fincas ‘La Isla’ —en Sasaima—, ‘San Miguel’ en
Facatativá, ‘Matadepantano’ en Yopal y ‘Santa María El Puyón II’
en Sopó, amén de otros Centros que trabajaron en convenio con la
Universidad de La Salle.
Aunque en 1978 la Universidad empezó a incursionar en el campo
de la informática aplicada, creando el Centro de Cómputo, fue a
partir de 1987, con la creación del Centro de Sistemas e Informá-
tica, cuando se empezó a consolidar la infraestructura que poco a
poco hizo posible el uso masivo de los computadores por parte de
administrativos, docentes y estudiantes.
Correspondió a esta década la creación de nuevas especializaciones
como las de Gerencia Financiera, Gerencia de Mercados y Análisis
de Datos en 1985 y la aparición de la de la División de Formación
Avanzada en 1987. En 1992 se dio inicio a la Especialización en
44 Gerencia de Empresas Agropecuarias, y nuevos programas de pre-
grado, entre ellos Ingeniería Ambiental y Sanitaria en 1986; Licen-
ciatura en Electromecánica en Convenio con el Instituto Técnico
Central —ITC— en el mismo año; Ingeniería de Alimentos e In-
geniería Eléctrica en 1988; Ingeniería de Diseño y Automatización
Electrónica en 1992.
En el año 1989 se creó la Federación de Asociaciones de Egresados
de la Universidad ‘Fexunisalle’, respondiendo al interés por acercar
cada vez más entre ellos a los egresados de los diversos programas
académicos, así como involucrarlos en la vida de la institución.
Esta tercera década se cerró con un logro de grandes y positivas
repercusiones, el de la aprobación en 1994, por parte del Con-
sejo Superior, del ‘Proyecto Educativo Universitario Lasallista’
—PEUL—, que con la Declaración de Principios, el Marco Doctri- Arriba: Hermano José Vicente Henry, rector entre 1993 y 1995.
nal, el ‘Modelo Formativo’ y el ‘lema’, se constituyeron, por decirlo Abajo: Hermano Hernando Sebá López, rector de la Universidad en el año 1996 y
de alguna manera, en los textos iluminadores del ser y del quehacer primer vicerrector de Promoción y Desarrollo Humano en el año 1985, junto con el
Hermano Gonzalo Carlos Aristizábal, primer Secretario General de la Universidad.
de la Universidad de La Salle.

Estudiantes de la Facultad de Arquitectura
durante un evento deportivo organizado por
el área de Bienestar.
En efecto, el Proyecto Educativo Universitario Lasallista, cuyos prin-
cipios prevalecen sobre cualquier otra disposición interna y sobre
cualquier otro interés, es el que marca el horizonte de los procesos
universitarios al definir en forma clara, concisa y pertinente la iden-
tidad institucional, la misión, la visión, los horizontes de sentido, los
procesos articuladores de la praxis universitaria y las estrategias para
su implementación.
De otra parte, el lema: “Universidad de La Salle: Educar para Pensar,
Decidir y Servir”, en breves palabras nos recuerda constantemente
para qué educamos. Años más tarde, el Hermano Carlos Gómez
Restrepo lo puntualizó, al decirnos que había que: “Pensar con rigu-
rosidad, con sentido crítico, con creatividad; decidir con responsabi-
lidad, con coherencia, con oportunidad y servir con solidaridad, con
valentía, con esperanza”.
El número de estudiantes pasó de 6.891 en 1984 a 10.282 a finales
de 1994; el número de docentes llegó a algo más de 800; el personal 45
administrativo y de servicios pasó de 329 en 1984 a 514 en 1994 y el
número de graduados, de 4.283 en 1984 a un acumulado de 13.986 en
1994, 6.599 mujeres y 7.387 hombres.
En esta tercera década fueron rectores de la Universidad: el Hermano
Juan de Jesús Vargas Muñoz, quien ejerció el cargo durante nueve años,
desde enero de 1984 hasta diciembre de 1992; y el Hermano José Vicen-
te Henry Valbuena, quien se desempeñó en el cargo durante tres años,
de enero de 1993 hasta diciembre de 1995.
Fueron presidentes del Consejo Superior el Hermano Antonio Bedo-
ya Cardona, de noviembre de 1984 a noviembre de 1988; el Hermano
Fabio Gallego Arias, de noviembre de 1988 a noviembre de 1992; y
el Hermano José Arcadio Bolívar Rodríguez, de noviembre de 1992 a
noviembre de 1996.
46

Las tres sedes de la Universidad en Bogotá

durante la cuarta década.

Hermano Fabio Gallego durante su posesión como
rector de la Universidad.
Cuarta década
Enero de 1995 a diciembre de 2004
La aprobación del Proyecto Educativo Universitario Lasallista a
finales de 1994 y su puesta en marcha a principios de esta cuarta
década consolidó el pensamiento universitario lasallista ya explícito
en buena medida en la Declaración de Principios, el Marco Doctri-
nal y el Modelo Formativo.
La expedición de la Ley 30 de diciembre 28 de 1992, por la cual se
organizó el servicio público de la Educación Superior marcó pro-
fundamente esta cuarta década, no solamente por los cambios que
la misma planteó a las instituciones para ajustarse a la nueva Ley,
sino también por la introducción, en esta Ley, de la figura de la
‘Acreditación Voluntaria de Alta Calidad’ tanto de programas aca-
démicos como institucional.
47
Por ello esta es una década de intenso compromiso con la Cultura
de la Triple A: Autoevaluación, Autorregulación, Acreditación, que
permitirá, luego de un intenso y participativo trabajo de toda la
comunidad educativa, emprender progresivamente una concienzu-
da autoevaluación de todos los programas académicos, así como
avanzar en el proceso de autoevaluación institucional, todo ello en
la línea de crear las condiciones necesarias para iniciar los procesos
encaminados a la obtención de la Acreditación de Alta Calidad de
los programas académicos y posteriormente la Acreditación Insti-
tucional de Alta Calidad.
Es cierto que desde 1979 la Universidad adelantaba procesos sis-
temáticos de autoevaluación, pero es sobre todo a partir de esta
cuarta década cuando se crean las nuevas estructuras, se organi-
zan seminarios de información y sensibilización, se crea un Comité
Institucional de Autoevaluación, diez Comités de Autoevaluación,
una Oficina de Acreditación que coordine todas las acciones y ade-
más se crea un modelo propio de autoevaluación. Este trabajo de
 varios años permitió iniciar formalmente ante el Consejo Nacional
de Acreditación, CNA, los procesos encaminados a la obtención
de la Acreditación de Alta Calidad de los programas académicos,
de conformidad con lo señalado en la Ley 30 de 1992.
Es oportuno resaltar que estos procesos encaminados a la Acre-
ditación de Alta Calidad, tanto de programas académicos como
institucional, como en una oportunidad lo expresó la Universidad
ante los miembros del CNA, los asumió “siendo consciente de que
en este campo específico de la acreditación su única fuerza era la de
la persuasión, cimentada en la búsqueda permanente de la calidad
y de la excelencia académica que se fundamentan en la verdad, la
transparencia, la autenticidad, el esfuerzo”.
La primera tarea emprendida estuvo relacionada con los proce-
sos de ‘Acreditación Previa’ de todos los programas de Ciencias
de la Educación, tanto a nivel de pregrado como de posgrado, de
48 conformidad con lo establecido en el Decreto 0272 de febrero de
1998, emanado del Ministerio de Educación. Este proceso se inició
formalmente ante el CNA en el año 1998 y culminó exitosamente
con la obtención de la Acreditación Previa de cinco licenciaturas y
dos especializaciones en Educación en el año 2000 y la Acredita-
ción Previa de la Maestría en Educación en el año 2001.

El programa de Medicina Veterinaria recibió la

Acreditación de Alta Calidad por parte del Consejo
Nacional de Acreditación en el año 2003, primer
programa de la Universidad en lograrlo.

Panorámica de la sede Chapinero, en la que tras
dos años de construcción de más de 25.000 m2, en
2003 se inauguraron dos edificios, uno para oficinas
administrativas y otro para aulas, además de diversas
áreas destinadas a bienestar y a parqueaderos.
En el año 2000 la Universidad inició formalmente ante el CNA
el proceso de Acreditación de Alta Calidad. Los días 9 y 10 de
agosto del año 2001 los pares académicos nombrados por el CNA
realizaron la visita para condiciones iniciales de seis programas y
dieron luz verde para que se continuara el proceso. A lo largo de los
años 2002 a 2006 la Universidad le entregó al CNA los informes
de autoevaluación de otros nueve programas académicos. Después
de la visita de los pares académicos designados por el CNA para
visitar poco a poco cada uno de los programas, la Universidad
recibió la Acreditación de Alta Calidad de Medicina Veterinaria
en el año 2003; de Optometría, Filosofía y Letras y Arquitectura en
el 2004; de Administración de Empresas Agropecuarias, Trabajo
Social, Zootecnia e Ingeniería Ambiental y Sanitaria en el 2005; de
Ingeniería de Alimentos y Economía en el 2006; posteriormente
recibieron la Acreditación de Alta Calidad varios programas más,
hasta lograr la totalidad antes de que culminara la quinta década.
49
Los procesos de Acreditación de Alta Calidad de los Progra-
mas Académicos, así como de la Acreditación Institucional de
Alta Calidad, desencadenaron todo un conjunto de exigentes e
ineludibles compromisos de orden académico, administrativo y
financiero. Aunque no es posible hablar de todos, se menciona-
rán algunos:
Someter a profunda revisión y reformulación el Estatuto Orgá-
nico, el Proyecto Educativo Universitario Lasallista, el Reglamen-
to del Profesorado, el Reglamento Estudiantil, el Reglamento de
Trabajo y los Manuales de Funciones, así como ir elaborando
un nuevo Plan Institucional de Desarrollo. Este trabajo culminó
con la aprobación que entre los años 2003 y 2007 les impartió el
Consejo Superior.
Fortalecer la investigación redefiniendo las políticas, las líneas, los
proyectos y la composición de los grupos de investigación, traba-
jo que permitió inscribir 83 en Colciencias, unos Registrados, otros

50
Hermano Édgar Figueroa Abrajim, vicerrector de
Promoción y Desarrollo Humano durante esta década.
Durante la cuarta década, la
Universidad empezó sus procesos
de acreditación y los asumió
“siendo consciente de que en este
campo específico su única fuerza
era la de la persuasión cimentada
en la búsqueda permanente de
la calidad y de la excelencia
académica que se fundamentan
en la verdad, la transparencia, la
autenticidad y el esfuerzo”.
Reconocidos y otros Escalafonados, según la
terminología de entonces.
Mejorar la cualificación y dedicación del cuerpo
docente mediante el apoyo con becas y créditos
que les permitieran iniciar estudios de maestría
y de doctorado, dentro y fuera del país. Igual-
mente se incrementa del 10% al 40% el profe-
sorado con vinculación de medio tiempo o de
tiempo completo, a más tardar hacia mediados
de la quinta década. Finalmente, no vincular en
lo sucesivo sino profesores con maestría o doc-
torado, proyectando que para mediados de la
quinta década el 90% del profesorado tuviera
maestría o doctorado.
Incrementar las inversiones en dotación de labo-
ratorios, de salas de sistemas, de bibliotecas, de
apoyos audiovisuales y tecnológicos, así como
todo lo relacionado con el Bienestar Universita-
rio y la Pastoral.
No menos importantes fueron las inversiones
financieras orientadas a la consolidación patri-
monial, para lograr que además de las instala-
ciones del antiguo Liceo de La Salle, también
las del antiguo Instituto de La Salle y de la Aca-
demia de La Salle pasaran a ser propiedad de
la institución y, de esta manera emprender la
elaboración de un Plan Maestro de Planta Fí-
sica de las tres sedes y de Planes Parciales de
Regularización y Manejo para cada una. Este
Plan Maestro quedó consignado en la Memoria
de Gestión del año 2007.
También puede considerarse como logro im-
portante de esta cuarta década el desarrollo to-
tal de la planta física de la sede de Chapinero,
mediante la construcción de la tercera etapa
del proyecto arquitectónico. Esta construcción
se empezó el 20 de abril del año 2002. El área
construida alcanzó algo más de veinticinco mil
metros cuadrados y comprendió un edificio
para 14 aulas, dos auditorios, dos salas de sis-
temas con capacidad para 400 computadores,
una sala de conferencias, y un segundo edificio
destinado a acoger la Administración Central
de la Universidad, con espacios suficientes para
las Oficinas de Rectoría, de las Vicerrectorías,
de la Secretaría General, de la Asesoría Jurídi-
ca, de Planeación, de Admisiones y Registro,
de Personal, de la Financiera, de Relaciones In-
terinstitucionales, de Docencia, de Currículo,
de Medios Audiovisuales, de Publicaciones, así
como el Centro de Sistemas e Informática.
Además se acondicionaron un gimnasio de
cuatrocientos setenta metros cuadrados, am-
plias áreas de bienestar, dos canchas deportivas
múltiples y dos sótanos de parqueaderos con
capacidad para seiscientos once vehículos.
Todo debidamente terminado y dotado
fue inaugurado el 14 de noviembre del año
2003, lo que permitió que la Administra-
ción Central que estaba ubicada en la sede
Centro de la calle 11, empezara a funcio-
nar a partir de enero del año 2004 en la sede
de Chapinero.
Aunque fue una década de autoevaluación exhaustiva de los pro-
gramas académicos existentes y de fortalecimiento de los mismos,
ello no impidió la apertura de una serie de especializaciones entre
las cuales se pueden mencionar: Optometría Pediátrica, Sistemas
de Información y Gerencia de Documentos, Gerencia de Pro-
yectos en Ingeniería, Medicina y Producción Aviar en 1994; Tec-
nología Aplicada a la Didáctica del Inglés en 1997; Filosofía de
la Educación en 1998, Gestión Energética y Ambiental en 1999;
Pedagogía, Planeación, Gestión y Control del Desarrollo Social en
el 2002; Gerencia en Diseño y Diagnóstico Organizacional, Salud
Ocular del Segmento Anterior en el 2004; Consultoría en Familia
y Redes Sociales en el 2006.
Son de resaltar también los avances en el campo de las relaciones
interinstitucionales, no solo a través de los numerosos convenios
que se renovaron o que se firmaron, sino también a través de
la vinculación y participación de la Universidad en importantes 51
asociaciones universitarias de orden nacional e internacional, e
igualmente las experiencias de intercambio de estudiantes a través
de pasantías, por lo general de un semestre, que a partir de 1997
permitieron que unos 160 estudiantes de la Universidad cursa-
ran algún semestre en Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Croa-
cia, España, Estados Unidos, Francia, Irlanda, México, Polonia
o Rusia; y que 49 vinieran a nuestra Universidad procedentes de
Alemania, Argentina, Austria, Bosnia, Brasil, Croacia, Eslovenia,
España, Grecia, Inglaterra, Israel o México.
Habría que mencionar también la apertura en la ciudad de Pasto,
del programa de Arquitectura en Convenio con el CESMAG en La autoevaluación en la cuarta década fue un
proceso fundamental para la Acreditación de Alta
1997 y más adelante de la Maestría en Docencia. También la aper- Calidad de la Universidad en la quinta década.
tura en Medellín del programa de Medicina Veterinaria en Conve-
nio con la Corporación Universitaria Lasallista; primeros pasos en
la línea de la oferta de programas en otras ciudades.
 Finalmente, y omitiendo muchas otras cosas, hay que decir que fue
un logro importante, gracias a la colaboración del programa de Sis-
temas de Información y Documentación, la organización técnica
del Archivo de la Universidad.
Los 10.282 estudiantes de 1994 se convirtieron en 13.426 a finales
del 2004; los profesores ascendieron a unos 870, la planta de per-
sonal administrativo y de servicios pasó de 514 en 1994 a 629 en el
2004, y los 13.986 graduados de 1994 se convirtieron en 31.090 a
finales del año 2004.
Durante esta cuarta década desempeñaron el cargo de rector el
Hermano José Vicente Henry Valbuena de 1993 a 1995; el Her-
mano Hernando Sebá López en 1996 y el Hermano Fabio Gallego
quien estuvo once años, de 1997 a 2007.
Fueron presidentes del Consejo Superior el Hermano José Arcadio
52 Bolívar, de noviembre de1992 a noviembre de 1996 y de noviem-
bre del 2000 a noviembre de 2004; y el Hermano José Vicente
Henry Valbuena, de noviembre de 1996 a noviembre; del 2000.

En la cuarta década las apuestas

por la investigación, la formación
de profesores, el crecimiento de la
planta física y la estabilidad financiera
permitieron tener las bases para la
consolidación de la Universidad en la
quinta década.

La investigación tuvo un aporte significativo desde los diferentes programas

académicos lo que permitió las acreditaciones de Alta Calidad.
 53

Estudiantes de diferentes programas en la

sede Chapinero.
54

Sede del proyecto Utopía en Yopal, Casanare.

Quinta década
Enero de 2005 a diciembre de 2014
La última década de la vida de la Universidad ha expresado nu-
merosas dinámicas y profundas transformaciones tanto al inte-
rior de la institución como en sus relaciones con los contextos
nacionales e internacionales. En el año 2005 se reformó el Es-
tatuto Orgánico y se inició un proceso muy complejo de evalua-
ción institucional que renovó el marco jurídico de la vida uni-
versitaria y creó los insumos fundamentales para la revisión de
los marcos de referencia institucionales y la reglamentación de la
Universidad. Estos pasos fueron muy importantes, que se acre-
centaron en el 2007 con la renovación y actualización del Pro-
yecto Educativo Universitario Lasallista, proceso que congregó
la participación de toda la comunidad educativa.
55
El nuevo peul estableció el marco inspirador de la reflexión y
acción de la Universidad a la vez que expresó para los actua-
les tiempos la identidad, misión, visión, horizontes de sentido,
los procesos articuladores de nuestra praxis universitaria y las
estrategias permanentes para su implementación. Siguió la ela- La Universidad, en cabeza del Hermano Carlos Gómez
boración del Enfoque Formativo Lasallista que determina el Restrepo, recibió la Acreditación Institucional de Alta
Calidad en el año 2008.
cómo se educa en La Salle; documento que señala caminos para
entender la relación pedagógica particular de profesor-estudian-
te-ambiente de aprendizaje. Luego vendría el Plan de Desarrollo
Institucional (2009-2015) como punta de lanza estratégica de la
institución para hacer posible la misión y que fijaría su apuesta en La Acreditación de Alta Calidad recoge una
el desarrollo regional y rural del país, privilegiando el desarrollo historia sobre la que se ha constituido la
agropecuario como sector estratégico y la participación en los Universidad con el concurso de muchas
personas y exalta el papel que ha jugado la
procesos de formación para la democracia y de fortalecimiento institución en la formación de profesionales
del tejido social en el ámbito local. idóneos y sus dinámicas investigativas y de
impacto social.
El año 2008 será siempre recordado porque la Universidad reci-
bió la Acreditación Institucional de Alta Calidad, previa visita y
 evaluación de los pares académicos y el pronunciamiento del Conse-
jo Nacional de Acreditación. El Ministerio de Educación Nacional
con Resolución 16517 del 14 de diciembre de 2008 otorgó tan alto
reconocimiento que, sin duda, recoge una historia sobre la que se
ha construido la Universidad con el concurso de muchas personas y
exalta el papel que ha jugado la institución en la formación de profe-
sionales idóneos y sus dinámicas investigativas y de impacto social.
Asimismo, en el año 2008 se pone en funcionamiento la Vicerrecto-
ría de Investigación y Transferencia. Al tiempo que se acreditaba la
Universidad, también se recibió la Certificación de Calidad para los
procesos académico-administrativos por parte del Icontec.
En 2009 algunos equipos muy calificados de académicos, arqui-
tectos, ingenieros y pedagogos fueron allanando el camino para
la creación del campus de Yopal, Casanare, donde funcionaría el
programa de Ingeniería Agronómica. Se inició la construcción al
56 tiempo que se empezó la búsqueda de los estudiantes y profesores.
Así, el 22 de mayo de 2010 se dio comienzo a uno de los más gran-
des proyectos acometidos por la Universidad en su historia: Uto-
pía, lo que podría llamarse en palabras del Hermano Fabio Gallego
Arias, la “joya de la corona”. Desde entonces, su consolidación
y crecimiento ha sido preocupación constante pero, de la misma
manera, ha generado muchas oportunidades para el entendimiento
de la responsabilidad social universitaria y el papel de La Salle en la
construcción de la paz.
Entre tanto, aparecieron nuevos programas de pregrado y pos-
grado que enriquecieron la oferta académica de la Universidad:
Finanzas y Comercio Internacional, Negocios y Relaciones In-
ternacionales, Ingeniería Industrial, Urbanismo, Biología, nuevas
maestrías y especializaciones que han generado una presencia muy
importante de La Salle en la formación posgradual. Paralelamente Arriba: Consejo Directivo de la Universidad de La Salle.
se realizó la reforma de la administración académica creando las Abajo: Consejo de Coordinación 2015.
actuales ocho facultades que agruparon toda la oferta académica;
Ciencias Administrativas y Contables, Ciencias Agropecuarias,
Ciencias Económicas y Sociales, Ciencias de la Educación, Cien-
cias de la Salud, Ciencias del Hábitat, Filosofía y Humanidades, e
Ingeniería; y dos departamentos académicos: Ciencias Básicas y
Formación Lasallista.
En esa dinámica de transformación de la Universidad, en el
año 2011, la Vicerrectoría de Promoción y Desarrollo Humano
—VPDH— propuso una nueva estructura no solo orgánica sino
funcional que permitió optimizar recursos y programas con el fin
de responder a las necesidades y expectativas de los miembros de
la comunidad universitaria, desde la perspectiva del Proyecto Edu-
cativo Universitario Lasallista. Este esquema fortaleció el trabajo
en la lógica de redes funcionales, cuyos nodos o puntos de contac-
to los constituyen los programas liderados desde cada Centro de
Desarrollo Humano: Formación Integral y Cultura Universitaria
—FICU—; Servicios, Promoción y Apoyo Estudiantil —SPAE—;
Extensión y Educación Continuada —EXEC—; y Seguimiento a 57
la Trayectoria de Egresados—STEG—; los cuales asumen el com-
promiso de encarnar en sus acciones un estilo particular que logra
marcar una diferencia esencial respecto a una concepción tradicio- Entrega oficial de la renovación de la Acreditación institucional por
nal del bienestar por una nueva lógica desde el desarrollo humano. parte de la viceministra de Educación, Patricia Martínez Barrios al Hno.
Con esto se quiere subrayar que la nueva apuesta de la Vicerrectoría Carlos Gómez y al Hno. Leonardo Enrique Tejeiro Duque, presidente
no implica solamente una metodología particular sino que presupo- del Consejo Superior.

ne una condición sine qua non: la de trabajar en una lógica que tiene
cuatro grandes elementos iluminadores: 1) Pensamiento Social de la
Iglesia, 2) Responsabilidad Social Universitaria, 3) Inclusión, partici-
pación y democratización, y 4) Universidad, cultura y conocimiento.
En el año 2012, la Universidad vivió otro hito de su historia al La última década de la vida de la Universidad
crear sus primeros programas doctorales, a saber, Doctorado en ha expresado numerosas dinámicas y
Agrociencias y Doctorado en Educación y Sociedad. Este año profundas transformaciones tanto al interior
también se renovó la Acreditación Institucional de Alta Cali- de la institución como en sus relaciones con
los contextos nacionales e internacionales.
dad otorgada por Resolución No. 16517 del 14 de diciembre de
2012 por un tiempo de seis años y luego del reconocimiento de
importantes cambios cualitativos.

58 La Universidad ofrece espacios lúdicos para
los estudiantes.
Poco a poco, al llegar a la
celebración de los 50 años de
fundación de la Universidad de La
Salle, la Institución consolida sus
procesos, se posiciona en el país,
se internacionaliza fomentando la
movilidad académica, el intercambio
de profesores y una visión global
que la hace interlocutora de
numerosas instituciones académicas
y gubernamentales extranjeras, y se
le reconoce como una institución
comprometida con la transformación
social y productiva del país.
En el año 2013 la antigua Oficina de Autoeva-
luación se incorporó a la División de Planea-
miento Estratégico que reorganizó sus proce-
sos; y se reabrió la Oficina de Control Interno
que había existido en los inicios de la Universi-
dad. De igual forma, la coordinación de Planta
Física pasó a la recién creada División de In-
fraestructura en el año 2014.
Tampoco se puede desconocer el importante
proceso de redimensión curricular llevado a
cabo en estos años que permitió la actualiza-
ción de todos los programas académicos de
pregrado y posgrado en un inmenso esfuerzo
que hicieron posibles propuestas académicas
más pertinentes, flexibles, centradas en compe-
tencias y en perspectivas más interdisciplinares.
El novedoso proyecto de El Canon de los 100
libros merece una mención especial. Fue lidera-
do desde el año 2005 por la Vicerrectoría Aca-
démica e involucra a todo el profesorado en
una política de fomento de la lectura entre todo
el estudiantado, fijando como meta que antes
de terminar su carrera cada estudiante haya
leído por lo menos cien libros. Este proyecto
se plasmó en la publicación ‘El Canon de los
100 Libros’; el listado completo se publica en la
Revista Institucional de la Universidad No. 43.
Los 13.426 estudiantes de 2004 se convirtieron en
15.189 a finales del 2014; los profesores ascendie-
ron a unos 1.096, la planta de personal administra-
tivo y de servicios pasó de 624 en 2004 a 799 en el
2014 y los 31.090 graduados de 2004 se convirtie-
ron en 52.588 a finales del año 2014, superando el
mágico número de los 50.000.
Durante esta quinta década desempeñó el car-
go de rector el Hermano Fabio Gallego Arias
desde 2004 hasta 2007 (fueron sus tres últimos
años de un periodo total de 11 años en el car-
go); y desde el año 2008 la rectoría es encabe-
zada por el Hermano Carlos Gómez.
Fueron presidentes del Consejo Superior el
Hermano Jorge Enrique Molina Valencia, de
noviembre de 2004 a noviembre de 2012, y el
Hermano Leonardo Enrique Tejeiro Duque,
quien inició su periodo en noviembre de 2012.
Poco a poco, al llegar a la celebración de los
50 años de fundación de la Universidad de La
Salle, la institución consolida sus procesos, se
posiciona en el país, se internacionaliza fomen-
tando la movilidad académica, el intercambio
de profesores y una visión global que la hace
interlocutora de numerosas instituciones aca-
démicas y gubernamentales extranjeras, y se le
reconoce como una institución comprometida
con el país, su participación en los procesos de
desarrollo rural, en la inclusividad de su pro-
puesta, y su seria apuesta social que expresa su
responsabilidad universitaria. Los 50 años nos
permiten celebrarlos reconociendo con humil-
dad los grandes logros y siendo partícipes pro-
tagónicos de procesos como la educación del
mayor grupo de estudiantes del “Ser pilo paga”,
política de gobierno orientada a dar auxilios
educativos a jóvenes talentosos que de otra
manera quedarían excluidos del sistema, y de
nuestra presencia en la ruralidad como colabo-
radores decididos en la construcción de la paz.
 59

Estudiantes del programa “Ser pilo paga” con el

presidente Juan Manuel Santos Calderón. La Universidad
de La Salle fue la Institución en todo el país que más
estudiantes recibió en el marco de este programa.
 Notas
1 El 22 de enero de 1970 el Consejo Directivo expidió el Acuerdo 001 “por el cual se reestructura la organización de la Universidad Social Católica de La Salle
según plan decenal 1970-1979, aprobado por el Consejo Directivo el 5 de noviembre de 1969. La Universidad queda organizada de la siguiente manera: Consejo
Directivo, Revisor Fiscal, Rectoría (Comité de Coordinación y Oficina de Planeación), Vicerrectoría Académica (Comité Académico, Comité de Admisiones, Se-
cretaría Académica, Decanatura de Estudios Generales, Decanatura de Estudiantes, Decanatura de Estudios Profesionales y Decanatura de Estudios de Posgrado)
y la Vicerrectoría Administrativa (Auditoría Interna, Oficina de Servicios Generales, Oficina de Personal y Oficina Financiera).

60
 61

Video: el Laboratorio Instrumental de Alta Complejidad

fue inaugurado en el año 2010, el mismo presta servicios
a investigadores y empresarios desde las áreas de:
Biología Molecular, Microbiología, Biotecnología y
Química.
unidades académicas en la
construcción de la paz

2
Memoria y horizonte de las
64
Memoria y horizonte de las unidades académicas en la
construcción de la paz
Uno de los lineamientos de
la pedagogía lasallista es el
acompañamiento a los estudiantes,
tanto en el aula como en la dinámica
institucional universitaria.
E l lector atento habrá tenido con la lectura del
primer capítulo la experiencia de encontrarse
recorriendo un camino apasionante de conti-
nuidades de un proyecto llamado Universidad de La
Salle y a la vez una serie de discontinuidades que le
han permitido a la institución crecer y consolidarse a
través de unos hitos que han definido su identidad.
La continuidad se identifica desde la fundación de la
Universidad y puede leerse en sus diferentes marcos ins-
titucionales entre los cuales se destacan: la Declaración
de los Principios de la Universidad Social Católica de
La Salle (1973), el Marco Doctrinal de la Universidad
de La Salle (1983), los proyectos educativos instituciona-
les de 1990 y 1996, junto con los documentos del perfil
deseable del universitario lasallista y el Modelo Forma-
tivo Universitario Lasallista. En el nuevo milenio, sin
duda, están el Proyecto Educativo Universitario Lasallis-
ta (PEUL 2007) y el Enfoque Formativo Lasallista (EFL
2008), que marcan el sello identitario de una Universidad
preocupada por la transformación social y productiva
del país, que busca mejores y mayores oportunidades de
acceso a la educación superior para una formación inte-
gral, basada en los valores del Evangelio, y que le apuesta
a una educación de calidad asequible para todos y a la
generación de un conocimiento pertinente y necesario
para un desarrollo a la medida de las personas.
En ese sentido, el propósito de este segundo capítu-
lo es presentar una panorámica general de la historia
vivida por las unidades académicas en estos años, ha-
cer una revisión de sus logros y contribuciones a la mi-
sión de la Universidad y atisbar el camino por recorrer
en la contribución a la construcción de una paz esta-
ble y duradera para Colombia. Tal lectura permitirá de
mejor manera identificar las discontinuidades que han
ido consolidando los saltos cualitativos institucionales
y que delinean el horizonte esperanzador de la Univer-
sidad de La Salle.
Cada unidad académica, las diez conformadas con la
reestructuración administrativa del año 2008, ha escri- 65
to un texto en el que se traza la historia de sus progra-
mas académicos, se identifican los principales logros y
aportes en el cumplimiento de la misión trazada por el
PEUL y se plantean los aportes a la paz de Colombia
que prospectivamente se proponen como grandes re-
tos para el futuro.
La lectura de cada relato ayudará a identificar al lector
esos hilos comunes, esos conceptos recurrentes que
permiten captar lo lasallista de la Universidad, pero
también encontrar los elementos propios y apuestas
diferenciadoras de cada unidad académica que ilustran
la heterogeneidad que hace rica y poderosa a la insti-
tución, gracias a una unidad en la diversidad que llena
de colores, matices y perspectivas el trabajo de educar
para pensar, decidir y servir.

66
La Clínica de Medicina Veterinaria empezó a prestar los servicios
al público en el año 1981 con lo que se consolidó el programa de
Medicina Veterinaria.
Sede Norte
Facultad de Ciencias
Agropecuarias
Historia de la Facultad
El sueño lasallista en Colombia
Contar historias es finalmente tejerlas en una urdimbre de coinci-
dencias y significados que permiten comprender que nada ocurre
al azar. En el caso de la historia de la Facultad de Ciencias Agrope-
cuarias se trata sin duda de remontarse a finales del siglo xix cuando
los Hermanos de La Salle llegaron a Colombia y trajeron el sueño
del desarrollo agropecuario como uno de los pilares de su misión
educativa (Gómez, 2008). Para esa misma época se había creado
el Instituto Nacional de Agricultura en Bogotá y había aparecido
la primera escuela de medicina veterinaria en el país con inmensos
retos en el cuidado animal, la producción y la salud pública en una
nación que, en medio de convulsiones y guerras, quería encontrar
caminos de bienestar para su gente.
Este sueño lasallista empezó a realizarse gracias a la fundación de la
Sociedad de Ciencias Naturales, la misma que fue base para la Aca-
demia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Colombia, y así
con cada nuevo espacio que los Hermanos de La Salle abrían para
la formación y educación también iban favoreciendo las condicio-
nes que impulsarían el ánimo de estudiar e investigar de manera
muy intencionada todo lo referente al sector agropecuario.
Luego, este sueño se formalizó con el naci-
miento del programa técnico de Administra-
ción Agropecuaria, en 1971, destacándose
como el primero en su modalidad en Colombia
que buscaba dar respuesta a la escasez de perso-
nal calificado para orientar la actividad agrícola
y pecuaria.
Unos años después vendría la creación de la
Facultad de Medicina Veterinaria con el primer
programa de este tipo en el país instalado en
una universidad privada, y cuyo aporte sería
fundamental en la configuración del concep-
to de salud como elemento articulador para el
sector; posteriormente se crearía la Facultad de
Zootecnia, y con ella las posibilidades para el
desarrollo del mundo rural a través del estudio
científico de la crianza y mejoramiento gené-
tico de los animales domésticos. Así se confi-
guraba la triada: gestión, producción y salud.
Con los años y como resultado de un sólido
recorrido académico de los pregrados nacen
los programas de posgrado. En el año 2008, la
reforma administrativa en la Universidad de La
Salle agrupó las anteriores Facultades de Me-
dicina Veterinaria, Zootecnia y Administración
de Empresas Agropecuarias, en lo que hoy en
día es la Facultad de Ciencias Agropecuarias1.
La cristalización de ese sueño original lasallista
del aporte al desarrollo agropecuario del país
llegó en el año 2009 con el nacimiento del
proyecto Utopía y su programa de Ingeniería
Agronómica como uno de los componentes
que junto con la formación para el liderazgo
social y productivo, la empresarización del
campo, el Centro de Investigaciones Agrícolas
y Ganaderas y el Laboratorio de Paz, confor-
man un nuevo modelo de educación superior
rural para la reinvención de la Colombia agrí-
cola y se constituye en uno de los aportes más
importantes de la Universidad en estos 50 años
con vista al posconflicto a través de la transfor-
mación social y productiva de la nación.
Aportes de los programas
de la facultad de Ciencias
Agropecuarias al desarrollo
del país
67
Retomando el recorrido histórico es impor-
tante detenerse ahora en cada uno de los pro-
gramas. El programa de Administración de
Empresas Agropecuarias en sus inicios era de
cinco semestres y para ese entonces otorgaba
a sus estudiantes el título de: “Técnico Univer-
sitario en Administración Agrícola”. En 1972
pasó a ser parte del Departamento de Admi-
nistración, y en 1973 el Instituto Colombia-
no para el Fomento de la Educación Superior El programa de Zootecnia brinda múltiples
posibilidades para el desarrollo del mundo rural
—ICFES— concedió la licencia de funciona-
a través del estudio científico de la crianza y
miento al programa de Administración Agro- mejoramiento genético de los animales domésticos.
pecuaria, a nivel tecnológico. En 1978 se dio
inicio a la jornada diurna. Este programa téc-
nico fue convertido en Facultad en el año de
1981 y en 1992 el programa tecnológico se
transformó en programa profesional de Admi-
nistración de Empresas Agropecuarias2.

68
Hermano Luis Enrique Jurado Laverde, administrador de
la sede Norte durante más de 20 años.
Los procesos de acreditación iniciaron en el
año 2005 cuando el MEN otorgó la Acredita-
ción de Alta Calidad al programa académico de
Administración de Empresas Agropecuarias,
primer programa en el área que recibió esta
certificación a nivel nacional. Luego ha habido
dos renovaciones, siendo la última la del año
2013 por un periodo de seis años.
El programa de Administración de Empresas
Agropecuarias, en sus 22  años de existencia
como programa profesional y 43 desde la crea-
ción como programa tecnológico, se ha desta-
cado como líder en Colombia por la formación
de profesionales éticos, con sólidos conoci-
mientos de la administración y su aplicación en
la gestión de organizaciones agrarias, así como
en la creación de empresas responsables que
aportan al mejoramiento de la competitividad
del agro colombiano y el bienestar de la po-
blación rural. En el sector agrario colombiano
ha sido reconocido el aporte de los adminis-
tradores de empresas agropecuarias no solo
por el mejoramiento de las organizaciones sino
también por su trabajo con comunidades y en
programas de desarrollo rural.
Para garantizar la pertinencia académica y la
relación con el medio, los diferentes miem-
bros del programa han adelantado proyectos
relacionados con las agrocadenas, las organi-
zaciones agroempresariales y la gestión, con el
fin de contribuir a las problemáticas del medio
rural colombiano; igualmente se mantiene una
presencia activa en gremios y asociaciones
relacionadas con el sector agropecuario y la
disciplina. Los logros obtenidos por el pro-
grama se sustentan en un equipo de trabajo
interdisciplinar de las más altas competencias
profesionales y personales, que realizan pro-
cesos centrados en el desarrollo de la persona
y su proyección en el entorno.
Respecto al programa de Medicina Veterina-
ria3, se creó en 1978 autorizado por el ICFES
mediante el Acuerdo 148 e inició labores en
febrero de 1979. Luego, por medio del Acuer-
do N°11 de noviembre en 1981, el Consejo
Directivo de la Universidad creó la Facultad de
Medicina Veterinaria. Este programa surgió en
un momento oportuno, ya que el impulso dado
al crecimiento agropecuario junto con las ex-
pectativas para la economía nacional requerían
de profesionales renovados, comprometidos,
éticos, emprendedores, capaces de repensar,
dirigir y orientar otras prácticas y políticas en
lo referente a la salud, genética, productividad
e investigación en todas las especies animales.
Así, el programa de Medicina Veterinaria de la
Universidad de La Salle, marca la historia de la
medicina veterinaria en Colombia, ya que no
solo irrumpió como la primera escuela privada
del país sino que además aportó nuevos espa-
cios para la educación, otras estructuras físicas,
equipos de apoyo diagnóstico actualizados,
visiones diferentes, impulsó una formación
integral fundamentada en valores, y además,
desafió la hegemonía de las universidades pú-
blicas en este campo del conocimiento, pues
fracturaba el monopolio que ostentaban desde
hacía muchos años.
Esta nueva sangre, su gran brío y la visión di-
ferente del papel del médico veterinario en la
salud pública en la sociedad, en su rol de em-
presario y asesor, permitió al país y al gremio
ampliar conceptos en sanidad y bienestar ani-
mal en la conservación y en el respeto por el
medio ambiente y la naturaleza, contribuyendo
con gran entusiasmo a la transformación de
muchos sectores que fueron y continúan sien-
do positivamente influenciados con el trabajo
de estos médicos veterinarios lasallistas.
De la misma manera que los demás programas
de la Facultad y bajo la política de calidad de la
Universidad, ha realizado los procesos de au-
toevaluación para obtener la Acreditación de
Alta Calidad. Es importante destacar que fue el
primer programa de la Universidad en obtener
ese reconocimiento en el año 2003 y con una
validez de seis años. Posteriormente le fue con-
cedida la reacreditación de Alta Calidad por un
tiempo de ocho (2011 al 2019), el más alto ran-
go obtenido por un programa en la institución
hasta ese momento.
Desde su fundación, el programa ha demos-
trado su capacidad para aportar soluciones y
afrontar, sin ambigüedades, los cambios políti-
cos, económicos y administrativos del país, con
el acompañamiento de muchos de sus egresa-
dos que desarrollan sus labores profesionales
como líderes y dirigentes a nivel gubernamental,
gremial y privado; pero sobre todo como hom-
bres y mujeres de paz y bien. Es importante
mencionar que es uno de los programas que
más egresados aporta al sector, lo que le per-
mite una importante posición gremial y tener
presencia e impacto a nivel regional. Además,
un número significativo de egresados se desta-
ca por su desempeño profesional en el ámbito
internacional en los diferentes campos de la
medicina veterinaria.
Frente a Zootecnia es importante decir que
este tipo de programas poseen diferentes de-
nominaciones a nivel internacional y su desa-
rrollo en Estados Unidos, Canadá, Australia,
Reino Unido y Japón, ha estado estrechamente
El aporte de los administradores
ligado a las escuelas de Medicina Veterinaria. 69
de empresas agropecuarias
Por otro lado, en países como Argentina, Bra- ha sido reconocido no solo
sil, España, Italia, Costa Rica, Chile, Venezuela por el mejoramiento de las
y Bolivia, entre otros, se encuentra más relacio- organizaciones sino también por
nado con las escuelas de Agronomía e Inge- su trabajo con comunidades y en
niería Agronómica. En el caso de Colombia se programas de desarrollo rural.
presentan las dos modalidades, algunos progra-
mas, como los de las universidades Nacional
(sede de Bogotá), de Antioquia y La Salle, se
han desarrollado a partir de escuelas de Medici-
na Veterinaria, mientras que los de la Universi-
dad Nacional (sede Medellín y sede Palmira) lo
han hecho a partir de facultades de Agronomía.
El programa de Zootecnia4 en la Universidad
de La Salle, surgió en el año 1978, como parte
de la Facultad de Ciencias Agropecuarias. Los
estudios se iniciaron en el primer periodo de
1980, luego se transformó en Facultad en 1981,
 con diez semestres en horario diurno en la sede Norte. En 1985 el
ICFES aprobó el programa de Zootecnia y autorizó otorgar el título
de zootecnista. Por su aporte a la sociedad y la calidad de sus pro-
cesos académicos, el programa de Zootecnia recibió la acreditación
de alta calidad en el año 2005, con vigencia de cuatro años, renovada
luego por un periodo de seis años.
El objetivo del programa consiste en ofrecer al país, y especialmente
al sector pecuario, profesionales idóneos que ayuden al desarrollo
de la economía nacional, incrementando eficientemente la produc-
ción, industrialización y comercialización de productos y subpro-
ductos animales que pueda aprovechar el hombre. En la actualidad,
la zootecnia está integrada por cuatro pilares fundamentales que
son: nutrición y alimentación animal, reproducción animal, genética
y mejoramiento animal, y, administración y economía pecuaria; que
buscan proveer bienestar al hombre para garantizar su seguridad
70 alimentaria, mediante el desarrollo de alternativas sustentables de la
producción animal.
El zootecnista de la Universidad de La Salle se caracteriza por su
capacidad de identificar las problemáticas y oportunidades del me-
dio rural, aportando al desarrollo humano sustentable, promovien-
do y proyectando la producción pecuaria para contribuir a la segu-
ridad alimentaria, bajo los criterios de sustentabilidad económica,
social y ambiental, por medio de la construcción de conocimiento
y la búsqueda de alternativas tecnológicas de acuerdo con el con-
texto de región, nación y trópico, con enfoque de cadena y dentro
del bienestar animal.

El programa de Medicina Veterinaria

de la Universidad de La Salle fue la
primera escuela privada del país.
Los profesionales que se forman en el programa se distinguen por
sus conocimientos, sus valores, su capacidad de trabajo colegiado,
su sensibilidad social y su sentido de pertenecía al país, que contri-
buyen a la búsqueda de la equidad, la defensa de la vida y la cons-
trucción de comunidad, mediante el desarrollo de unos espacios
académicos que están conectados con las realidades del mundo
rural y urbano.
En la dinámica de la triada ya mencionada, y luego de varios años
de maduración de los programas de pregrado, apareció el primer
programa posgradual en el área de la gestión, en el año 1992, se tra-
tó de la Especialización en Gerencia de Empresas Agropecuarias; y
casi 20 años después, en el año 2011, vendría la Maestría en Agro-
negocios. Estos programas han contribuido en la comprensión de
las distintas problemáticas del medio rural que hoy comprometen
su desarrollo, a partir del actual entorno competitivo, problemáti-
cas centrales también para el desarrollo mismo del país, abriendo el 71
espacio para discutir y proponer alternativas de solución en el cor-
to, mediano y largo plazo. Esto, indudablemente, tiene una relación
estrecha con la formación del talento humano, en términos no solo
de comprender las dinámicas de lo rural y sus implicaciones en las
apuestas de país, sino en la forma como estas deben ser abordadas
por los individuos, es decir, con criterios de respeto, responsabi-
lidad, compromiso y ética, entre otros aspectos. Como expresión
del compromiso con la regionalización de la educación, se obtuvo
el registro calificado para llevar la Especialización de Gerencia de
Empresas Agropecuarias a Barrancabermeja, lo cual es un proceso
importante para el impacto que se quiere con los programas de alta
calidad académica en la región colombiana.
En el campo de la salud, en noviembre de 2005 se crearon: la
Maestría en Ciencias Veterinarias, la Especialización en Medicina
Interna de Pequeños Animales y la Especialización en Biotecno-
logía de la Reproducción. Estos programas ofrecen actualización
en un sector en permanente cambio y el desarrollo de capacidades
 investigativas para la generación del nuevo conocimiento que de-
mandan los temas de la salud y el cuidado animal.
En el campo de la producción, se creó la Maestría en Ciencia Ani-
mal que inició en el segundo periodo de 2011, orientada al desarro-
llo tecnológico para optimizar los sistemas de producción animal y
contribuir a la seguridad alimentaria desde la perspectiva de susten-
tabilidad económica, social, ambiental e institucional. Esta maestría
tuvo una modificación en el contenido y en el título que otorga con
el fin de ofertarla como Maestría en Agrociencias y direccionarla
hacia un enfoque integrador de las Ciencias Biológicas, del agro y
su relación con el entorno social y económico. Así mismo, trae con-
sigo una propuesta de continuidad académica con el Doctorado en
Agrociencias, con el que se inaugura un nuevo modelo en la forma-
ción posgradual en la Universidad.
A propósito de este programa, el Doctorado en Agrociencias5
72 (aprobado en 2011 y con inicio de estudios en el segundo periodo
de 2012) surgió como consecuencia de la madurez académica de
la Universidad y su fortaleza en el sector agropecuario. Se tuvo
en cuenta la necesidad de formar doctores, dado el déficit de los
programas disponibles a nivel nacional, las políticas de ciencia y
tecnología, y la necesidad de inversión en investigación para el de-
sarrollo del país y especialmente del sector agropecuario. El PEUL
señala una meta: la transformación social y productiva del país,
así el doctorado permea el mundo rural con una visión sistémica
y transdisciplinaria que integra la investigación con procesos de
desarrollo tecnológico que permitan acelerar la innovación y ge-
nerar cadenas de valor, para la solución de las problemáticas de la
agricultura tropical.
Respecto a la Clínica Veterinaria6, inició su construcción en el año
1981 y se inauguró el 23 de mayo de 1983 bajo la rectoría del Her- Con la necesidad sentida de actualización en un
sector en permanente cambio, la Facultad ha creado
mano Juan Vargas Muñoz. En la actualidad, las instalaciones han especializaciones, maestrías y un doctorado que
mejorado notablemente con el fin de prestar un mejor servicio y abarcan temas con carácter interdisciplinar.
atender las demandas que exige esta Unidad de
Extensión que sirve a los propósitos de la do-
cencia asistencial de la Facultad, a los múltiples
servicios de salud que requiere la comunidad y
que pasan por temas de prevención, aspectos
clínicos e investigación aplicada.
Hoy en día, la Clínica Veterinaria cuenta con un
reconocimiento muy importante en el sector
educativo y de servicios, pues además de la gran
experiencia de sus docentes y la excelente dota-
ción de equipos clínicos, cuenta con el servicio
al público de especialidades como: ortopedia,
medicina interna, cirugía general, dermatología,
oncología, toxicología, histopatología, labora-
torio clínico, oftalmología, imaginología, entre
otros. Además, busca posicionarse como centro
de referencia nacional e internacional en clínica
y cirugía de pequeños animales, y fortalecerse
como referente en la investigación médico-qui-
rúrgica de estas especies.
Compromiso de la Facultad
con el desarrollo humano
No es fortuito que la apuesta estratégica de la
Universidad en su Plan Institucional de De-
sarrollo (2009-2015) se orientara al desarrollo
regional y rural del país, privilegiando el sector
agropecuario como área estratégica así como
la participación en los procesos de formación
para la democracia y de fortalecimiento del te-
jido social en el ámbito local. Es claro que no
se trata de una tarea exclusiva de la Facultad de
Ciencias Agropecuarias, sino de toda la Univer-
sidad, pero que sí encuentra en esta un actor
fundamental en su dinamización. En este con-
texto, la Facultad entiende que el aporte a la paz
de Colombia pasa por estos aspectos centrales:
La trasformación social y productiva
del agro colombiano
Dadas las condiciones históricas del conflicto
interno colombiano, la paz del país pasa necesa-
riamente por el campo y por su transformación
Hoy en día, la Clínica Veterinaria
social y productiva, es decir, por la construc- cuenta con un reconocimiento
ción de unas condiciones que hagan posible la importante en el sector educativo
generación de riqueza y bienestar para todos. y de servicios; no solo por su
En esta tarea es fundamental el desarrollo de excelente dotación de equipos
clínicos, sino además porque 73
las capacidades de los actores de las sociedades
brinda un variado servicio al
rurales, la transferencia de conocimiento para público de especialidades como:
mejorar las prácticas agropecuarias rescatando ortopedia, medicina interna, cirugía
los diversos saberes, la formación de liderazgos general, dermatología, oncología,
políticos y sociales para la región colombiana, toxicología, histopatología,
laboratorio clínico, oftalmología
el despertar del arraigo y el amor por la tierra.
Todas estas acciones son sin duda responsabi-
e imaginología.
lidad institucional pero tienen en la Facultad de
Ciencias Agropecuarias un acento particular
que reta el trabajo futuro de esta unidad acadé-
mica que debe pensarse desde estos referentes.
En este marco la opción por lo rural y por lo
local debe ser el horizonte de sentido de las
funciones sustantivas de la Facultad y el mo-
tor que genere el impacto que debe tener en
el contexto colombiano. El proyecto Utopía
con su programa de Ingeniería Agronómica es

Este reto de país necesita del
concurso de todas las facultades
pues solo desde un abordaje
74 interdisciplinar se pueden encontrar
los caminos y las respuestas que la
innovación exige a una Facultad de
Ciencias Agropecuarias capaz de
convocar y articular una dinámica
institucional que le aporte al país.
el mejor ejemplo de lo que es posible lograr
y debe iluminar desde sus componentes la
articulación de los programas y proyectos de
la Facultad.
Investigación aplicada que responda
a las necesidades del contexto
agropecuario
En el contexto de la política de investigación
que la Universidad ha establecido, la Facultad
de Ciencias Agropecuarias impulsa una agenda
de investigación que, articulada a las líneas de
investigación institucional, sobre todo en los
temas de la ruralidad y la seguridad alimentaria:
salud; cuidado humano, animal y del ecosiste-
ma; ambiente y sustentabilidad; debe conver-
tirse en referente nacional e internacional por
la calidad de la producción académica, pero so-
bre todo por la generación de un conocimiento
pertinente que responda preguntas y proble-
mas del contexto agropecuario y que genere
múltiples posibilidades de transferencia que
beneficie, de manera privilegiada, a los ciuda-
danos rurales del país.
De manera especial, el Doctorado en Agro-
ciencias, desde su perspectiva transdiciplinar
e integradora, es un aporte a la paz a través
del desarrollo del sector agropecuario colom-
biano que necesita la construcción de un co-
nocimiento propio, que permita como nación
comprender la dimensión de las riquezas que
se tienen para potenciarlas a través de procesos
de transformación respetuosos de los recursos
naturales y culturales.
Innovación en procesos de
transformación agropecuaria
Si bien es cierto que muchas condiciones es-
tructurales del país en temas de infraestructura,
movilidad y seguridad son una talanquera para
el desarrollo, es indudable que otro aporte a la
paz, que se convierte en reto para la Facultad
de Ciencias Agropecuarias, es la necesidad de
generar y transferir innovación que permita a
los sectores agropecuarios de Colombia mejo-
rar los indicadores de producción agropecuaria
reduciendo el costo y aumentando la calidad,
de tal manera que las cadenas productivas pue-
dan entrar en los circuitos internacionales y ser
competitivas en los actuales contextos globales.
Participación en política pública para
el desarrollo rural
Finalmente, la gran contribución de la Facultad
de Ciencias Agropecuarias a la paz de Colom-
bia es participar desde su conocimiento, expe-
riencia y liderazgo en la definición e implemen-
tación de la política pública para el desarrollo
rural en tiempos de posconflicto.
Proyectos como Utopía indican que solo la ex-
periencia de alto impacto, demostrada en resul-
tados tangibles, sistematizada y ampliamente di-
vulgada, convierte a la institución en referente
 para ser convocada a la definición de las políticas que impacten al
país. La Facultad de Ciencias Agropecuarias desde la triada de la
gestión, la salud y la producción, tiene el inmenso reto de mantener
e incrementar el reconocimiento que le permita seguir participando
de manera más fuerte en las deliberaciones y decisiones que el país
deberá tomar en los próximos años para la consolidación de una
paz estable y duradera, que pasa por el desarrollo rural.

Notas
La Facultad de Ciencias Agropecuarias participa en
Agroexpo, el evento que reúne en un solo lugar,
cada dos años, la mayor oferta agrícola, pecuaria y
agroindustrial de América Latina.
75
1 LosdecanosdelaFacultaddeCienciasAgropecuariashansido:LuisCarlosVillamilJiménezy
Claudia Aixa Mutis Barreto.
2 LosdirectoresdelprogramadeAdministracióndeEmpresasAgropecuariashansido:Bernardo
DíazArbeláez,LuisEduardoIlleraDulce(cuandoelprogramapertenecíaalDepartamentodeEm-
presasyContaduría),AquileoParraArteaga(quienmásveceslofueendistintosmomentosde
lahistoriadelprograma),ÓmarSánchezPascually,GuillermoToroGómez,Hno.JaimeCalderón
Rodríguez,MauricioGonzález,RicardoOjedaCastro,CarlosArturoGonzálezCastañeda,Héctor
HoracioMurciaCabra(quienejerciódurantemásañoscontinuosladireccióndelprograma)y
Claudia Patricia Álvarez Ochoa (actual directora y primera mujer en serlo).
3 LosdirectoresdelprogramadeMedicinaVeterinariahansido:LuisEduardoIlleraDulce,Juan
JoséSalazarCruz(endosperiodosdistintos),MiguelEduardoVillarrealTorres,GustavoManrique
Londoño,FernandoVillafañeArévalo,GonzaloLuqueForero,FabioRodríguezTorres,PedroPablo
MartínezMéndez(primeregresadoenserdirectordelPrograma),JuanFernandoVelaJiménezy
Fernando Nassar Montoya (actual director).
4 LosdirectoresdelprogramadeZootecniahansido:RafaelVicenteOspinaRomero,HernánCi-
fuentesSguerra,AquileoParraArteaga(endosocasiones),CarlosAlbertoEstefanUpegui,Luis
FernandoAlviarMachado,GermánSerranoQuintero,RafaelIgnacioParejaMejía,RuthRodríguez
Andrade(primeramujeryegresadaenserdirectoradelprograma)yAbelardoCondePulgarín
(actual director).
5 LosdirectoresdelDoctoradoenAgrocienciashansido:GermánRodríguezMartínezyelHno.
Ariosto Ardila Silva.
6 LosdirectoresdelaClínicaVeterinariahansido:GermanParraMartínez,JuliaGómez,Óscar
Benavides,GerardoGómez,HumbertoVásquez,JuanPabloPinedoMéndezyÉdgarGustavoGu-
tiérrez Vélez (actual director).
 Sede
Chapinero
Facultad de Ciencias de
la Educación
Historia de la Facultad

76
Una Facultad de la esencia de una Universidad
lasallista
No podría pensarse en una Universidad que tuviera el apellido La
Salle y que no contara desde su fundación con una unidad dedica-
da a la formación de maestros, médula, memoria y esperanza del
lasallismo y uno de los grandes sueños de los hermanos de La Salle
cuando llegaron hace 125 años a Colombia. Por eso, la Facultad
de Ciencias de la Educación se fundó en el primer semestre de
1965, pocos meses después de la firma del Acta de Constitución
del Alma Máter, con el fin de participar en el proceso de forma-
ción de docentes que por estos años se impulsaba en Colombia en
el marco de las políticas formuladas por el Gobierno Nacional de
expansión de la escuela. Así pues, desde entonces, la Facultad ha
sido testigo y protagonista de los cambios en el Proyecto Educa-
tivo Universitario y de los diferentes momentos que ha tenido el La Facultad de Ciencias de la Educación se fundó en el
desarrollo institucional de la Universidad. primer semestre de 1965, pocos meses después de la
firma del Acta de Constitución del Alma Máter.
La Facultad7 ha sido protagonista de la re-
flexión y la elaboración de los documentos
institucionales que han direccionado a la Uni-
versidad. Esta tradición reflexiva institucional
e identitaria ha sido traducida por la Facultad
durante estas cinco décadas en la definición de
un perfil de docente en el cual está presente la
pedagogía como mediación; la reflexión crítica
y constructiva como ejercicio de pensamiento;
la formación ética y en valores como propuesta
de sentido; el diálogo con las pedagogías clási-
cas, modernas y contemporáneas, y la didáctica
como espacio de acompañamiento activo pro-
pio del espíritu lasallista. Estos elementos del
perfil docente ofrecidos por la Universidad al
país se forjan en el aula y en las prácticas peda-
gógicas mediante la enseñanza de unos conte-
nidos que son trabajados en diferentes espacios
académicos de los programas de Licenciatura
en Lengua Castellana, Inglés y Francés y de Li-
cenciatura en Educación Religiosa, así como en
la Maestría en Docencia y recientemente en el
Doctorado de Educación y Sociedad.
Aporte de los programas
de la Facultad de Ciencias de
la Educación al desarrollo
del país
En relación con el desarrollo de la oferta de
programas de formación por parte de la Fa-
cultad, es pertinente señalar que estos fueron
coordinados en un inicio por el Departamento
de Docencia, instancia encargada de la orienta-
ción de los programas de Filosofía y Sociología,
Estudios Profesionales de Docencia, Ciencias
Religiosas, Matemáticas y Física, Química y
Biología e Idiomas. La gestión adelantada por
el Departamento de Docencia se afectó prime-
ro con el cierre del programa de Sociología en
1973 y luego, en los años ochenta, con la crea-
ción del programa de Filosofía, ya que a causa
de ello y, sobre todo de la entrada en vigencia
del Decreto Ley 080 de 1980, los programas de
Licenciatura quedaron adscritos a la Facultad de
Ciencias de la Educación, incluido el de Licen-
ciatura en Filosofía.
La tendencia de cambio del Departamento de
Docencia continuó en los años noventa con la 77
creación de los departamentos de Química y
Biología, Matemáticas y Física, Lenguas Moder-
nas y Ciencias Religiosas. A finales de esta déca-
da y principios del siglo xxi, se inició un proceso
de reestructuración y de cambio en la nomina-
ción de los programas de licenciatura ofrecidos
por la Universidad. En el contexto de estos pro-
cesos surgió la Licenciaturas en Matemáticas y
Ciencias de la Computación, Ciencias Natura- El Centro de Lenguas fue creado en 1990
les y Educación Ambiental, Lengua Castellana con el fin de ofrecer cursos de inglés a la
comunidad educativa.
Inglés y Francés y en Educación Religiosa.
La historia de los programas de pregrado ofre-
cidos por la Facultad se complementa con los
programas de posgrado, especialmente con
la Maestría en Docencia, programa ofrecido
de manera continua durante más de treinta

El programa de Maestría en
Docencia ha sido ofrecido de
78
manera continua durante más
de treinta años.
años; el Doctorado en Educación y Sociedad,
creado recientemente; y la Especialización en
Pedagogía, la cual dejó de ser ofertada hace
aproximadamente diez años.
Cada programa tuvo sus propios hitos; inician-
do con la Licenciatura en Educación Religiosa8,
creada el 12 de febrero de 1965, constituyéndo-
se en la Facultad de Pastoral Catequética ane-
xa a la Universidad. Hacia 1972 el programa
pasó a denominarse Departamento de Ciencias
Religiosas y en 1973 surgió la Licenciatura en
Educación con énfasis en Ciencias Religiosas.
Posteriormente, en 1975, se aprobó el progra-
ma de Licenciatura en Educación, con especia-
lidad en Estudios Religiosos. Y en el año 2011
se le otorgó la Acreditación de Alta Calidad por
un lapso de seis años.
El Departamento de Lenguas Modernas9 sur-
gió como un anexo de la Facultad de Filosofía
y Letras en 1970. Posteriormente, en el mes de
octubre de 1971 este Departamento se trasladó
a la Facultad de Ciencias de la Educación. En el
transcurso de la década de los setenta y ochen-
ta, el Departamento reflexionó sobre su fun-
ción de educar estudiantes en el conocimiento
del idioma inglés y del español, en la perspec-
tiva de formar docentes en lengua materna y
extranjera para los establecimientos educati-
vos públicos y privados. En 1990 fue creado el
Centro de Lenguas con el fin de ofrecer cursos
de inglés a la comunidad educativa.
En 1999 la Licenciatura en Español y Lenguas
Extranjeras en sus jornadas diurna y nocturna
presentó los documentos para la Acreditación
Previa conforme a los requisitos del CNA.
Entre los resultados de estos procesos evalua-
tivos se destaca en el año 2000 el surgimiento
del nuevo programa de la Licenciatura en Len-
gua Castellana, Inglés y Francés. En el 2004 el
Departamento de Lenguas inició su proceso
de autoevaluación con el fin de rediseñar el
programa, ajustar el plan de estudio e imple-
mentar el sistema de créditos, flexibilizarlo
curricularmente y renovar sus fundamentos
disciplinares. En el año 2014 el programa re-
cibió la Acreditación de Alta Calidad por un
periodo de seis años.
La Maestría en Docencia fue creada en el pri-
mer semestre de 1978 con base en la propuesta
presentada en el documento “Postgrados en
Docencia Universitaria”. Luego, la Facultad de
Ciencias de la Educación asumió la organiza-
ción del posgrado en Docencia Universitaria,
anexo al Departamento de Estudios Profesio-
nales de la Docencia. Al comenzar el año 1979
se iniciaron los cursos de Magíster con los pro-
fesores de la Universidad como estudiantes y
al año siguiente, el programa de Maestría re-
cibió su primera reforma, mediante la cual se
establecieron como ejes de la formación el
estudio de la pedagogía y la didáctica, y de los
métodos de investigación.
Un nuevo hito en la historia de este progra-
ma se presentó en el año 1983 con la adscrip-
ción a la División de Formación Avanzada,
dirigido a la formación de docentes en ejercicio,
directivos docentes e investigadores en educación,
con el fin de proporcionarle conocimientos en los
campos de la educación y en la formación en inves-
tigación para que tuvieran un mejor desempeño en
el ejercicio de la función docente y de la administra-
ción educativa. El programa permaneció en esta
División hasta el año 2008 cuando el Consejo
Superior adecuó la estructura orgánica de la
Universidad y actualizó las dinámicas académi-
cas, investigativas y de transferencia implicadas
en el PEUL; donde la Maestría10 pasó a ser parte
de los programas de la Facultad de Ciencias de
la Educación.
Conviene subrayar, como hechos relevantes
en el proceso académico de la Maestría a lo
largo de su historia, su aporte al desarrollo
educativo regional. Es significativo el proceso
de formación de docentes que adelantó en la
ciudad de Pasto a partir del año 2006, don-
de se formaron, en cuatro cohortes, alrede-
dor de cien profesores de diferentes niveles
educativos, adscritos a instituciones públicas y
privadas. Los egresados de la maestría en esta
región del país alcanzaron un alto nivel profe-
sional, que les ha permitido incidir en el desa-
rrollo de la educación en la región y alcanzar
reconocimientos académicos importantes.
Igualmente, en el 2012, la Maestría inició un
proceso de formación de docentes a través de
su programa en extensión en la sede de Yopal
(Casanare). En la actualidad es el único pro-
grama de Maestría ofrecido en la región en la
modalidad de educación presencial. Cuenta
con estudiantes procedentes, principalmente,
de instituciones educativas públicas de la ciu-
dad de Yopal. Indudablemente, cuando estos
estudiantes culminen su proceso formativo e
implementen en las instituciones donde labo-
ran y, sobre todo, en el aula de clase los co-
nocimientos aprendidos, la Maestría habrá
hecho un aporte a la calidad de la educación
del Casanare.
Finalmente, el programa de Doctorado en
Educación y Sociedad11 fue creado en el año
2011. Tiene como objetivo la formación de
profesionales con un alto nivel académico,
con capacidad de investigar en el campo de la
educación y de producir conocimiento sobre
hechos sociales que aporten a la resolución de 79
problemáticas sociales y educativas locales, re-
gionales y nacionales. De esta forma, el pro-
grama de Doctorado aportará a la comunidad
educativa y a la sociedad un profesional con ca-
pacidad de producir conocimiento pedagógico
de punta y de liderar procesos de investigación
y de gestión de la educación en diferentes insti-
tuciones del sector.
En el año 2012, la Maestría en Docencia inició su
Compromiso de la Facultad proceso de formación de docentes como un programa
de extensión en Yopal, Casanare. Actualmente, es el
con el desarrollo humano único programa en la región con la metodología de
educación presencial.
Hacia el futuro, los aportes de la Facultad de
Educación están relacionados con la consoli-
dación de las acciones y procesos formativos
e investigativos que deben asegurar una oferta
educativa de calidad y con la identificación de

80
Existe una evidente brecha y rezago de todos los
indicadores entre la educación urbana y la educación rural
que hacen necesario trabajar en el desarrollo de modelos
de educación de calidad para los jóvenes rurales.
una ruta que le permita a cada uno de sus pro-
gramas contribuir a la construcción de escena-
rios de una paz justa y sustentable para Colom-
bia, en los cuales se consolide la democracia y
el desarrollo de unas relaciones sociales sopor-
tadas en los valores del respeto, la solidaridad,
la justicia y la tolerancia.
Sobre esto hay dos puntos esenciales que se
constituyen en grandes retos para la Facultad:
el primero tiene que ver con el necesario desa-
rrollo que el país necesita con respecto a la edu-
cación rural como condición de consolidación
de la nueva sociedad del posconflicto. La evi-
dente brecha y rezago de todos los indicadores
entre la educación urbana y la educación rural
invitan a trabajar en el desarrollo de modelos
Facultad de Ciencias de la Salud
Historia de la Facultad
La historia de la Facultad de Ciencias de la Salud
—antes Facultad de Optometría— necesaria-
mente está ligada a la historia de la propia Op-
tometría, porque como profesión en Colombia
y en América Latina, nació en la Universidad
de La Salle. Su aparición en el escenario de la
salud, particularmente de la salud visual, tiene
varias historias, héroes y anécdotas. Para po-
nerlo todo en perspectiva, teniendo como re-
ferente los 50 años de existencia de la Universi-
dad, es posible visualizar los años recorridos en
cuatro momentos principales: primordios, naci-
y propuestas que hagan posible el sueño de
una educación de calidad para los ciudadanos
rurales que sienten las bases para un auténtico
desarrollo centrado en las personas.
El segundo, relacionado con el tema anterior,
tiene que ver con la formación de los maestros
en las distintas regiones de Colombia. Este ejer-
cicio es de una importancia fundamental para
lograr impactos reales en los procesos educa-
tivos. Solo profesores bien formados en una
perspectiva integral, es decir, en su ser, en sus
saberes disciplinares y en sus saberes pedagó-
gicos, podrán hacer las innovaciones educativas
que esa Colombia profunda requiere para lograr
las grandes transformaciones sociales, cultura-
les y políticas que una paz auténtica necesita.
miento de la profesión en la Universidad, momen-
to actual y compromiso de la Facultad con la paz
de Colombia.
Primordios
La optometría en Colombia comenzó for-
malmente en 1912 con la comercialización de
lentes para lectura importados desde Europa;
fue una época caracterizada por un próspero
y rentable panorama comercial. En 1916 llega-
ron al país los primeros optómetras graduados
de universidades norteamericanas instalándo-
se en consultorios para realizar exámenes vi-
suales. Para 1929, con la Ley 35 por la cual se
reglamentó el ejercicio de la profesión médica
en Colombia, figuraban los optómetras en el
Artículo 19. Se autorizó entonces el ejercicio
de la profesión, enmarcándola en la elabora-
ción, prescripción y adaptación de lentes oftál-
micos, basados en los principios de la óptica
geométrica, aclarando que su quehacer debería
realizarse “… sin el uso de drogas, medicina o
intervención quirúrgica”.
En 1950 se creó la Federación Colombiana de
Optómetras y cuatro años después, en 1954, se
renovó la reglamentación de la profesión con
dos elementos particularmente relevantes: la
transformó en profesión libre y con proyección
social, conservando su limitación de no usar
medicamentos oftálmicos o intervenciones qui-
rúrgicas. Así las cosas, se dieron todos los ele-
mentos necesarios y suficientes para constituir
una Facultad de Optometría en el país.
Nacimiento de la profesión en la
Universidad de La Salle
Tras 12 años de sancionado el Decreto 0825,
el 4 de agosto de 1966 se fundó la Facultad
de Optometría12 en la Universidad de La Salle,
que para entonces era la primera Facultad en el
país y en América del Sur. En 1970 se inaugu-
ró la Clínica de Optometría, denominada an-
tes Instituto de Investigaciones Optométricas;
con cuyo nombre permaneció durante 37 años.
En 1971 se graduó la primera cohorte de op-
tómetras colombianos marcando el inicio de
los profesionales en el país. En 1974 asume el
cargo de decano de la Facultad de Optometría
tan solo por un año, el eminente Hno. Daniel
González Patiño, un periodo breve pero que
llena de orgullo a la optometría colombiana.
En 1975 la Facultad articuló su plan de estu-
dios con los lineamientos de la educación op-
tométrica en Estados Unidos, concebida así
como centro piloto para América Latina; por
eso la trayectoria en la formación de profesio-
nales de la salud visual y ocular posiciona esta
Facultad con el mayor número de egresados,
más de 3.500 profesionales correspondientes al
85% del total de optómetras graduados actual- El 4 de agosto de 1966 se fundó 81
mente en el país. la Facultad de Optometría en la
Universidad de La Salle, que para
En 1979, la Universidad de La Salle adquirió entonces era la primera Facultad en
una casa en el barrio Quesada, Bogotá, la cual el país y en América del Sur.
se habilitó para ser el Instituto de Investiga-
ciones Optométricas. Allí comenzó el servicio
asistencial para la comunidad que duró dos
años, al cabo de los cuales la Clínica se instaló
en la Iglesia Nuestra Señora de la Estrella en
Chapinero, tiempo en el cual la casa fue rees-
tructurada para ser una Clínica acorde con las
normas de la Secretaría Distrital de Salud de
entonces13. El breve paso por la Iglesia duró
también dos años, y, en 1984 ya construidas las
nuevas instalaciones, el Instituto de Investiga-
ciones Optométricas continuó su operación
hasta 1993, año en el cual se trasladó al edificio
actual en la sede Chapinero.
 Con la reforma a la salud de la Ley 100 y sus decretos reglamen-
tarios, se hizo necesario modificar los alcances de la profesión.
Se iniciaron las gestiones políticas y gremiales para la paradigmática
Ley 372. Se pretendía, con esta, que el profesional en Optometría
pudiera intervenir en el primer nivel de complejidad y fuera visible
su participación en escenarios de la salud pública. El proyecto de
ley se centró en un punto, según el cual, el optómetra estaría ha-
bilitado para usar fármacos oftálmicos. Finalmente, por mandato
presidencial, en 1997 se sancionó y fue aprobada en mayo de 1998.
Posteriormente, apareció el Decreto Reglamentario 1340 de 1998,
que definió los fármacos oftálmicos que pueden ser prescritos,
también surgió la Ley 650 de 2001 sobre el Código de Ética Op-
tométrica y el Decreto 1030 de 2007, que reglamentó los estableci-
mientos que ofrecen servicios e insumos oftálmicos, estos últimos
descritos como dispositivos médicos para la salud visual y ocular.
82 Este momento histórico exigió dos escenarios académicos: homo-
logar a los optómetras formados y redimensionar los currículos de
las Facultades de Optometría para que los nuevos profesionales
pudieran ejercer a la luz de esta nueva norma.
De esta manera, la Facultad de Optometría ajustó su plan de estu-
dios para que los egresados tuvieran las competencias necesarias
en el marco de dicha Ley. Reestructuraciones institucionales hicie-
ron que, desde 2009 se creara la Facultad de Ciencias de la Salud
agrupando a la fecha el programa de Optometría, la Maestría en
Ciencias de la Visión y la Especialización en Entrenamiento Visual
y Ortóptica.

En 1971 se graduó la primera cohorte

de optómetras colombianos marcando
el inicio de este ejercicio profesional
en el país.
Momento actual
El programa de Optometría a lo largo de su historia, ha estado
orientado y dirigido a partir de los proyectos formativos inspira-
dos en la filosofía lasallista. Pensando en la educación integral, el
optómetra egresado se ha caracterizado por ser líder responsable y
profesional en el medio donde participa; está comprometido con
el desarrollo humano, con alta sensibilidad social que le permi-
te transformar el país, siendo consciente de que pertenece a un
mundo dinámico que requiere de profesionales de la salud visual
estructurados en aspectos clínicos, investigativos, tecnológicos
y administrativos.
La Facultad forma profesionales optómetras en las áreas científicas
y humanísticas, con criterio cristiano lasallista; con sentido ético
para servir a la sociedad y al hombre, a través de acciones de pre-
vención, diagnóstico, tratamiento y corrección de alteraciones de la 83
visión; de las enfermedades de segmento anterior ocular; el diseño,
cálculo, adaptación y control de lentes de contacto y oftálmicos; la
práctica de ejercicios de terapia y entrenamiento visual, así como
de su accionar bajo la mirada de la salud pública y colectiva. Está
capacitado para ampliar su campo de acción hacia la docencia, la
investigación y el desarrollo de planes, programas y proyectos que
contribuyan a la solución de los problemas generales de la salud,
reconociendo el carácter ético y moral de las decisiones tomadas,
teniendo en cuenta siempre el bien común.
El optómetra egresado de la Universidad de La Salle, incorpo-
ra valores que le permiten buscar la equidad, la justicia y la paz
aportando servicio de calidad, especialmente a los sectores so-
cialmente más vulnerables y menos favorecidos. Es por ello que
la optometría ha contribuido de forma directa con los avances
científicos y tecnológicos aplicados al servicio de la salud visual
y ocular al alcance de todas las comunidades sin discriminación
social, económica o étnica; esto se ha logrado a través de las

84
La Clínica de Optometría, de carácter privado, científico
y asistencial, funciona además como Institución
Prestadora de Servicios de Salud, IPS,
en un espacio de 6.000 m2.
prácticas clínicas, lideradas por los convenios
docencia-servicio y el desarrollo de lo que
se ha denominado “prácticas extramurales”
en las que se cubre el servicio de optometría
asistencial, así como la atención de urgencias
y la educación en salud visual a los usuarios
de entidades e instituciones a nivel nacional
e internacional.
A su vez, el programa de posgrado Maestría en
Ciencias de la Visión, creado en 2007, es úni-
co en Colombia y Suramérica. Aborda la salud
visual y ocular, profundizando en el cuidado
primario, en lentes de contacto y en entrena-
miento y rehabilitación de la salud visual, apo-
yado en fuentes de conocimiento provenientes
de las ciencias básicas y complementado por la
práctica y la investigación clínica y disciplinar,
teniendo presente la innovación tecnológica.
Su valor agregado es la profundización clínica
desarrollada mediante proyectos de investiga-
ción con apoyo de otras ciencias y disciplinas,
y mediante las prácticas clínicas en instituciones
nacionales e internacionales con las cuales el
programa tiene convenios. Al ser el único pro-
grama de Maestría en esta área en Latinoaméri-
ca es conveniente para los optómetras y demás
profesionales de la salud visual, pues además de
que permite generar un diferencial en cuanto a
los niveles de formación, genera mayor conoci-
miento de las ciencias de la visión y por lo tanto
amplía las posibilidades laborales.
La Maestría aporta al profesional conocimien-
tos profundos para trabajar en áreas clínicas,
de investigación, docencia, y en proyectos cien-
tíficos y tecnológicos con equipos multidisci-
plinarios que beneficien la salud visual y ocular
de la comunidad, y por ende el crecimiento y
desarrollo de la profesión y del país.
Por su parte, el programa de Especialización en
Entrenamiento Visual y Ortóptica, creado en el
año 2015, presenta una metodología presencial
con elementos de virtualidad y e-health, su ob-
jetivo es generar entrenamiento del sistema vi-
sual para así incrementar el nivel de rendimien-
to, especialmente en el deporte y el aprendizaje,
siendo el primer programa de especialización a
nivel mundial con este enfoque, involucrando
también los elementos esenciales de terapia vi-
sual dinámica y ortóptica.
Las prioridades en investigación de la Facultad son
la consolidación de datos acerca de la situación de
la salud visual en Colombia y en Latinoamérica,
investigaciones interdisciplinares y multisectoria-
les para desarrollar sistemas de atención integrales,
equitativos, de gran calidad y sostenibilidad,
desarrollar sistemas de información ágiles y con-
fiables con el fin de determinar las tendencias y
fijar objetivos, establecimiento de redes para crear
vínculos con las principales organizaciones, insti-
tutos, centros y empresas nacionales e internacio-
nales y robustecer los recursos humanos dedica-
dos a la salud visual y ocular.
También es importante mencionar, como Uni-
dad de Extensión, la Clínica de Optometría14,
Institución Prestadora de Servicios de Salud
IPS, de carácter privado, científico y asistencial,
cuenta con una infraestructura organizada en
un espacio de más de 6.000 m2 con 45 consulto-
rios habilitados, totalmente dotados para ofre-
cer espacios de docencia-servicio y atención de
calidad a las personas que así lo requieran en
áreas de optometría integral, optometría pediá-
trica, lentes de contacto, rehabilitación visual
y baja visión, entrenamiento visual, patología
ocular y exámenes especiales como el electro-
diagnóstico ocular para el análisis de la función
de la retina y vías visuales; el pentacam, que
permite estudiar la córnea del ojo humano, su
espesor, estabilidad y biomecánica; la tomogra-
fía de coherencia óptica/OCT y cámara retinal
para la visualización y estudio de la morfofisio-
logía de retina, nervio óptico y córnea.
Toda esta capacidad instalada ha servido para
generar un alto impacto en la salud pública;
como en el proyecto Salud al Colegio en el que
fueron atendidos más de 10.000 niños de cole-
gios distritales de Bogotá en situación de vul-
nerabilidad, y docentes capacitados para la pre-
vención e identificación de problemas visuales,
con el impacto que esto tiene en el aprendizaje
de los niños.
A la fecha se está construyendo lo que aspira a
ser una de las mejores ópticas de la ciudad, qui-
zás del país, con sofisticadas herramientas tec-
nológicas. Además de los espacios destinados
para monturas se está haciendo especial énfasis
en lentes oftálmicos de alta tecnología. Exis-
tirá un área destinada para lentes de contacto
y un área de salud visual infantil. También un
laboratorio oftálmico con tecnología para el
trazado, corte, bisel y montaje de lentes en
monturas donde el usuario podrá seguir, en
tiempo real, la consecución de su trabajo oftál-
mico de inmediato, si así lo desea.
Compromiso de la Facultad con el
desarrollo humano
La Facultad de Ciencias de la Salud de la Univer-
sidad de La Salle quiere consolidar su amplia y
reconocida trayectoria nacional e internacional,
formando profesionales integrales en el área de
la salud visual y ocular, comprometidos con el
mejoramiento permanente y sustentable de la
calidad de vida de las comunidades, con sensibi-
lidad social, con un alto liderazgo encaminado al 85
desarrollo y emprendimiento de la mano del co-
nocimiento de la última tecnología, con aspectos
éticos arraigados, con pensamiento crítico que
promueva la interdisciplinariedad e impacte con
sus propuestas en las políticas públicas y que lo-
gre aportar a través de la investigación como eje
en los procesos de servicio y apoyo comunitario.
De igual manera, con sus programas de pos-
grado a nivel de especialización y maestría, La Clínica cuenta con sofisticadas herramientas
mantendrá su interés en cualificar el talento hu- tecnológicas y amplia capacidad instalada para generar
mano en áreas clínicas especializadas, docencia impacto en la salud pública de los ciudadanos.
e investigación. La Facultad aporta a la cons-
trucción de una paz verdadera para Colombia,
que perdure y que esté al alcance de todos,
generando espacios de oportunidad, participa-
ción, expresión y tolerancia en cada una de las
personas que forman parte de la comunidad
 optométrica, de igual forma, potenciar estos
preceptos en los egresados, activando la toma
de conciencia y mejorando las relaciones so-
ciales cotidianas, el respeto por las diferentes
maneras de pensar y fomentando el diálogo en
la interacción como profesionales de la salud
con el paciente.
El bienestar de una comunidad se puede lo-
grar apoyando y sirviendo a quienes han sido
víctimas de la violencia y son vulnerables, de-
mostrando que la responsabilidad inicia con el
autorrespeto, con el respeto hacia los demás y
con el respeto al entorno y a la naturaleza. Es
así como el optómetra lasallista construye la
paz desde su profesión, proporcionando mejor
calidad de vida para todos.
86
La Clínica de Optometría de la Universidad
de La Salle tiene como prospectiva al 2020 con-
solidar su liderazgo en el sector, ampliando su
portafolio de servicios actual de manera que el
estudiante realice su práctica asistencial y empre-
La Facultad abarca áreas de prevención, diagnóstico,
tratamiento y corrección de alteraciones de la visión
con criterio cristiano lasallista, y con sentido ético para
servir a la sociedad y al hombre.
Facultad de Ciencias Económicas y
Sociales
Historia de la Facultad
En el año 2008, la Universidad de La Salle
tomó la decisión de crear diez unidades aca-
démicas, entre ellas la Facultad de Ciencias
Económicas y Sociales15. En retrospectiva,
sarial en la dinámica de la mega óptica e interac-
túe con procesos quirúrgicos e interdisciplinares
para diversificar su quehacer en la sociedad.
La historia no para aquí. Se han recorrido cami-
nos de reconocimiento y liderazgo de la profe-
sión, de posicionamiento y construcción de sus
normas y del papel relevante de la optometría
en escenarios de la salud en el país, todo gracias
a la Universidad de La Salle; sin embargo, toda-
vía queda un futuro por caminar, por construir,
por innovar. Se requiere de una optometría que
trascienda modelos asistencialistas y mecanicis-
tas. Se necesita de una animación que renueve la
profesión para una mayor intervención en la sa-
lud, definida como un proyecto de vida, como
parte del tejido social que garantice el bienestar
de cada individuo en un mundo cada vez más
complejo de vivir. Se precisa entender la reali-
dad para explicar e interpretar las nuevas gene-
raciones interesadas en la optometría del futuro,
con sentido e identidad.
la Facultad surgió como una unidad acadé-
mica heterogénea en la composición de sus
programas de pregrado y posgrado, y disí-
mil en cuanto a la historia de los mismos,

La Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, a través de la
heterogeneidad de sus programas, aborda de manera disciplinar e
interdisciplinar la búsqueda conjunta de soluciones y alternativas
sobre temas tales como el desarrollo, la equidad, el territorio, la
justicia social y la pobreza, entre otros.
ya que su creación se dio en diferentes años y momentos de la
Universidad. En la actualidad es la Facultad más grande de la
Universidad en cuanto al número de estudiantes de pregrado y
posgrado y programas académicos ofrecidos.
En sus inicios, la Facultad estuvo conformada por cuatro progra-
mas de pregrado: Economía (1965), Bibliotecología y Archivística,
hoy llamado Sistemas de Información y Documentación (1971),
Trabajo Social (1966), y Finanzas y Comercio Internacional (2008).
Y por cuatro programas de posgrado: Especialización en Geren-
cia Financiera (1985), Especialización en Planeación, Gestión y
Control del Desarrollo Social (1997), Especialización en Familia,
Consultoría y Redes Sociales (2006) y, la Maestría en Estudios y
Gestión del Desarrollo (2008).
Posteriormente, se crearon el programa de pregrado en Negocios y
Relaciones Internacionales (2010), la Especialización en Gerontolo-
gía Social (2010) y la Maestría en Gestión Documental y Adminis- 87
tración de Archivos (2010). De esta manera, a 2015, la Facultad está
constituida por cinco programas de pregrado y seis de posgrado.
La heterogeneidad de los programas que conforman la Facultad ha
representado una gran oportunidad y un reto para abordar de ma-
nera disciplinar e interdisciplinar aspectos que han sido identifica-
dos como una apuesta por la articulación entre los programas y por
la búsqueda conjunta de soluciones y alternativas sobre temas que
convocan a la Facultad y a la Universidad, tales como el desarrollo,
la equidad, el territorio, la justicia social, la pobreza, entre otros.
El primer reto compartido fue definir el horizonte de sentido como
unidad académica que permitiera la formulación de un plan de de-
sarrollo y estableciera los valores que inspirarían el trabajo. Por esta
razón, en 2009 se aprobó el Proyecto Educativo de la Facultad en
el cual se declaró que:

88
La Facultad de Ciencias Económicas y Sociales fue
pionera en el año 2011 en la definición de una línea de
investigación que abordara planteamientos en torno a
la justicia social, los derechos humanos, la equidad y el
desarrollo como objetos de estudio.
La Facultad es una unidad académica investigadora y do-
cente, en constante cambio e innovación, comprometida con
la generación de conocimiento pertinente para el avance de
las ciencias sociales, como contribución al desarrollo del país
y sus regiones.
Fundamentada en valores lasallistas, reconoce los distin-
tos aportes de las ciencias sociales y promueve el diálogo
de saberes, se ocupa del estudio de la realidad socioeco-
nómica e incide en las relaciones humanas y sociales en
diferentes contextos territoriales. En este sentido, opta
por postulados teóricos y concepciones de política don-
de prevalezca la equidad, la justicia redistributiva y la
promoción de una mejor calidad de vida.
De otro lado, se planteó que la Facultad de
Ciencias Económicas y Sociales tiene como mi-
sión, desde la generación del conocimiento, la
docencia y la extensión, identificar, compren-
der y contribuir a la transformación de la rea-
lidad socioeconómica, en distintos contextos
territoriales, articulando las disciplinas que la
conforman en torno a cuestiones teóricas y me-
todológicas desde la perspectiva del Desarrollo
Humano Integral y Sustentable —DHIS—.
A partir de este horizonte se formuló para la
Facultad el plan estratégico de desarrollo 2010-
2015, en el cual se plasmaron proyectos que han
posibilitado la promoción de una cultura por la
calidad académica, consolidación de la inves-
tigación y las líneas de extensión, presencia e
impacto en las regiones, participación en redes
académicas nacionales e internacionales para la
movilidad de estudiantes y docentes, entre otros.
Se ha recorrido un camino en el que el trabajo
colegiado, autocrítico, propositivo y prospec-
tivo ha permitido encontrar las características
para apropiar los discursos y comprometerse
con las apuestas institucionales y de Facultad.
Esto ha significado una revisión permanente
de lo que hace y propone cada programa, hallar
puntos de encuentro y de diferencia que per-
mitan desde la docencia, la investigación y la
extensión, la consolidación de propuestas de
formación integral y pertinentes para el con-
texto y realidades de Colombia; así como gestar
alianzas estratégicas con otros grupos de inte-
rés que son clave para alcanzar la misión.
La Facultad fue pionera en el año 2011 en la de-
finición de una línea de investigación que permi-
tía delimitar los intereses investigativos de la uni-
dad académica y en proponer unos lineamientos
para la gestión de la investigación. La línea Equi-
dad y Desarrollo aborda los planteamientos en
torno a la justicia social, el DHIS, los derechos
humanos, entre otros, que desde la articulación
de los programas académicos que conforman
la FCEyS así como los grupos de investigación,
muestran la pertinencia y relevancia de una línea
interdisciplinar que aborda la equidad y el desa-
rrollo como objetos de estudio.
De esta manera, la Facultad se encuentra en
una dinámica permanente de consolidación,
articulación y proyección que le ha permitido
mayor movilidad de estudiantes y docentes,
participación en prestigiosas redes nacionales
e internacionales, galardones a estudiantes y

La formación de los estudiantes de la Universidad
de La Salle incluye un amplio componente de
sensibilidad por los aspectos sociales, así como por
el respeto a la dignidad humana.
docentes en eventos internacionales, reconocimiento de sus inves-
tigadores, por mencionar solo algunos.
Durante estos años se ha participado de manera proactiva en pro-
cesos sustanciales para la Universidad tales como la gestión de
los currículos redimensionados, lo que propició la identificación
de espacios comunes, favoreciendo la flexibilidad curricular a tra-
vés de una oferta de electivas de Facultad que ha propiciado en el
encuentro de estudiantes de los diferentes programas en espacios
académicos centrados en la interdisciplinariedad y respetuosos de
la diversidad disciplinar, eso también se convierte en mayores po-
sibilidades para hacer doble programa por el número significativo
de espacios comunes ente los programas de Economía, Finanzas y
Comercio Internacional y Negocios y Relaciones Internacionales.
También se abrieron espacios para la reflexión permanente so-
bre la gestión de la investigación. Se ha consolidado una expe-
riencia importante de proyección social a partir de la experiencia 89
acumulada de los programas que ha permitido la formulación de
proyectos conjuntos e integradores y se han realizado misiones
académicas internacionales en la búsqueda de generar procesos de
movilidad académica para docentes y estudiantes, articulación con
redes académicas de investigación, visibilización de los programas
de la Facultad, articulación con otras universidades de La Salle en
el exterior, así como el uso y la suscripción de convenios de coo-
peración, entre otros.
En cuanto a la generación de ingresos se ha logrado la formula-
ción de un portafolio de servicios que recoge la experiencia de
los programas en temas de educación continuada, consultoría y
asesoría, que a lo largo de los últimos años ha permitido que los
programas de la Facultad y la Universidad se vuelvan un referente
importante en estos campos.
 Aportes de los programas de la facultad
de Ciencias Económicas y Sociales al
desarrollo del país

La Facultad, desde su creación, ha direccionado su gestión a la toma

de decisiones e implementación de proyectos que contribuyan a la
concreción de la misión de la Universidad. Explicar el cómo lo
ha hecho implica indudablemente acercarse a los programas que
la constituyen, dado que cada uno de ellos tiene una historia, una
trayectoria, énfasis y proyección que no sería correcto omitir al in-
tentar generalizar.
En estos 50 años, el programa de Economía16 se ha destacado por
contribuir en la educación integral de individuos a los que no so-
lamente en conocimientos y habilidades propias de su profesión,
90
sino en una comunicación interdisciplinar con respecto al diálogo
con otros profesionales y una sensibilidad particular por los as-
pectos sociales. Así mismo, dentro del espíritu que inspira a los
estudiantes, la transmisión de valores esenciales de la construcción
de tejido social y respeto a la dignidad humana hace parte de los
contenidos de los espacios académicos. 
De igual forma, la Universidad se propone contribuir a la construc-
ción de una sociedad más justa y en paz. Estos dos valores hacen
parte de la institucionalidad y el quehacer del programa. La línea
de Equidad y Desarrollo dentro de la cual se enmarca la actividad

La mayoría de egresados del programa de

Economía, más de 2.500, se encuentran
ubicados en el sector de servicios y el
sector público.
investigativa de la Facultad y del programa, el
grupo de investigación Economía y Desarrollo
Humano y el enfoque social de los contenidos
de los espacios académicos y de la malla curri-
cular, aseguran que en todas sus actividades el
programa de Economía sea consistente con la
misión institucional.
A lo largo de su historia, el programa ha entre-
gado a la sociedad colombiana más de 2.500
egresados que se destacan por su liderazgo, tra-
bajo colegiado, solidaridad, integridad y ética.
La mayoría de ellos ubicados en el sector de
servicios y el sector público.
De otro lado, el programa de Trabajo Social17,
desde su creación en 1966, asumió la función de
formación de profesionales desde una profun-
da responsabilidad social, con las características
del contexto y el desarrollo humano, de esta
forma los procesos formativos han enfatizado
en la contextualización de los contenidos con
los desafíos de las comunidades y grupos pobla-
cionales colombianos y latinoamericanos.
A la vez se ha enfatizado en la actualización
permanente de todos los actores académicos
del programa, en las tendencias teóricas y epis-
temológicas contemporáneas de las ciencias
sociales y el trabajo social, logrando la gene-
ración de competencias y habilidades en una
formación pertinente con capacidad detransfor-
mación social, contribuyendo al cumplimiento
de la misión universitaria de la investigación, la
docencia y la extensión, incidiendo en la conso-
lidación de individuos que potencian sus múl-
tiples dimensiones e impactando el desarrollo
de la sociedad.
Por otra parte, la comunidad académica entre
profesores, estudiantes y egresados (más de
1.600 profesionales) ejercen una interacción
permanente con la realidad local, regional y na-
cional, a través de la cual se difunde y enriquece
el conocimiento con las lecturas y aportes que
se producen en los distintos contextos, pues es
un hecho que el Trabajo Social, como profesión,
promueve la justicia social a través de procesos
de transformación social concertada. Es por ello
que la construcción de conocimiento aporta a La Universidad se propone
develar los factores que obstaculizan o promue- contribuir a la construcción de una
ven el desarrollo pleno de las personas y a pro- sociedad más justa y en paz. De 91
yectar conjuntamente procesos culturalmente igual manera, estos dos valores
pertinentes, políticamente viables y socialmen-
hacen parte de la institucionalidad
y el quehacer de la Facultad de
te factibles, que se convierten en espacios de Ciencias Económicas y Sociales.
aprendizaje social, organizado y sustentable.
Para concretar lo anterior, el programa de Tra-
bajo Social ha venido desarrollando procesos de
investigación, prácticas e intervención donde in-
tegra de manera sistemática la investigación y la
práctica con los estándares internacionales defi-
nidos por los organismos de regulación académi-
ca, logrando la incidencia en la transformación
social y cultural de los factores desencadenantes
de las problemáticas generadoras de fenómenos
de inequidad y descomposición social.
El programa de Trabajo Social cuenta con
renovación de la acreditación de alta calidad

92
El programa de Sistemas de Información y
Documentación ha celebrado contratos y convenios de
cooperación con agencias del Gobierno con el propósito
de adelantar acciones encaminadas a estructurar y
operar sistemas de información en archivos y bibliotecas
del sector público.
desde el año 2010, otorgada por el Ministerio de
Educación Nacional, por un lapso de seis años.
Otro programa que ha evolucionado a la
par de la Universidad es el programa de Siste-
mas de Información y Documentación18, PSID,
que fue creado en el año 1971 con el objetivo
claro de formar profesionales en las Ciencias
de la Información. Surge de los requerimientos
que impone el desarrollo de nuevas propuestas
teóricas que identifican el manejo de la infor-
mación, mediada por la archivística y la biblio-
tecología como una disciplina científica, que
interactúa con las nuevas tecnologías para el
manejo y almacenamiento de información. El
modelo curricular del programa de Sistemas de
Información y Documentación se circunscribe
a los planteamientos del quehacer lasallista en
el sentido de participación democrática, la tole-
rancia, la calidad de vida, el desarrollo humano
integral y sustentable, así como el respeto a la
diferencia como precepto facilitador del debate
académico, la reafirmación de posturas acadé-
micas e intelectuales para sustentar la creación
de nuevo conocimiento.
Es así como el programa asume la información
como un elemento connatural a la vida social
de los individuos y por lo tanto de las socie-
dades; no ha existido, ni es posible concebir
una sociedad sin información. El libre tránsi-
to de la información, elemento fundamental
en cualquier democracia, ha tenido un dina-
mismo sin precedentes en las últimas décadas,
transformando las estructuras y relaciones eco-
nómicas, culturales y sociales. Además, ha lo-
grado la graduación de más de 930 profesiona-
les y actualmente cuenta con la Reacreditación
de Alta Calidad concedida por el Ministerio de
Educación Nacional, desde el 2012, por un pe-
riodo de seis años.
Desde esta perspectiva y entendiendo su res-
ponsabilidad social, el PSID ha celebrado con-
tratos y convenios de cooperación con agencias
del Gobierno con el propósito de adelantar ac-
ciones encaminadas a estructurar y operar sis-
temas de información en archivos y bibliotecas
del sector público, posibilitando el acceso del
ciudadano a la información, la gestión y trans-
parencia del Estado en su actuación; la partici-
pación en el desarrollo de las políticas públicas
sobre información y, en general, contribuyendo
a la democratización del conocimiento a partir
de los recursos de información disponibles.
En este sentido, el PSID ha establecido un
diálogo de saberes con instituciones como
el Archivo General de la Nación, el Archi-
vo de Bogotá, el SENA; con agremiaciones
y asociaciones sectoriales como Asociación
Colombiana de Bibliotecólogos y Documen-
talistas —Ascolbi—, la Sociedad Colombiana
de Archivistas, Asociación de Egresados de
Bibliotecología y Archivística —Asebiar—
y Colegio Colombiano de Archivistas, con el
fin de realizar el estudio del ejercicio de la pro-
fesión desde una mirada al papel de los sistemas
archivísticos y bibliotecarios en la construc-
ción del tejido social, político y económico de
la nación.
Aquí su protagonismo ha estado representado
en su participación en foros y reuniones sobre
el proyecto de ley (hoy ley de la República) de
reconocimiento de la profesión del archivista,
sobre la reforma a la Ley del Bibliotecólogo,
a la Ley de Bibliotecas Públicas, a la reflexión
sobre el futuro de la profesión en la sociedad
de la información y al conocimiento.
El programa de Finanzas y Comercio Interna-
cional19 fue creado en el año 2006 por parte del
Consejo Superior, gracias a la visión estratégi-
ca del Hno. Carlos Gabriel Gómez Restrepo,
en ese entonces vicerrector académico, quien
vio la necesidad de ampliar la oferta académica
de la Universidad. Luego, en el año 2008, el pro-
grama recibió el Registro Calificado y empezó
clases en el segundo ciclo del mismo año. Este
programa contribuye a la misión de la Univer-
sidad a través de la formación de profesionales
capaces de enfrentar las problemáticas comer-
ciales y financieras producto de la globalización,
con criterios de responsabilidad social, comer-
cio justo y sostenibilidad.
Para ello, se promueven espacios de investiga-
ción disciplinar, de emprendimiento que contri-
buyan a la democratización del conocimiento.
Esto exige la formación de profesionales alta-
mente competitivos, capaces de entender el de-
sarrollo de nuevos productos financieros y de
nuevas dinámicas y exigencias en el comercio
internacional. El rigor en el abordaje de las te-
máticas es un aporte fundamental del programa
a la misión de la Universidad de La Salle, dado
que permite acercarse a los elementos funda-
mentales de las dinámicas actuales de las finan-
zas y el comercio internacional.
El programa de Negocios y Relaciones Inter-
nacionales20 fue creado en el año 2009 por el
Consejo Superior en la misma dinámica de am-
pliación de la oferta académica con programas
pertinentes para las necesidades del país. A pe-
sar de ser uno de los más nuevos, con Registro
Calificado del 31 de agosto de 2010, ha venido
desarrollando actividades que tienden a cum-
plir los aspectos misionales de la Universidad 93
en lo relativo a educar de manera integral y ge-
nerar conocimiento que aporte a la transfor-
mación social y productiva del país, tal como lo
pide el PEUL.
En ese sentido, ha privilegiado la incorpora-
ción de los estudiantes y docentes en prácticas
que les permitan tener una visión del quehacer
disciplinar en otros contextos a través de ejer-
cicios de interculturalidad y trabajo en equipo Estudiante extranjera, quien cursa clases
en la Universidad gracias al programa de
vinculándose con más de 100 universidades en
Movilidad Internacional.
40 países.
También se han implementado laboratorios
de simulación, los cuales posibilitan un apren-
dizaje significativo mediante la toma de deci-
siones en ambientes simulados de producción
y mercados internacionales, lo que fomenta el
 espíritu crítico y analítico de los estudiantes. Igualmente, ha fomen-
tado la realización de ferias empresariales estudiantiles, que han
permitido el despliegue creativo de los estudiantes en el desarrollo
de proyectos productivos y de comercialización con miras al desa-
rrollo económico de las regiones.
Otro aspecto importante que el programa ha venido desarrollando
es su estrategia de bilingüismo y hoy es posible dar cuenta que diez
espacios académicos del programa se orientan completamente en
inglés, lo que le permite a los estudiantes generar competencias
académicas, comunicativas y profesionales con miras a un mejor
desempeño en el entorno laboral.
Por su parte, la Maestría en Gestión Documental y Administración
de Archivos recibió el Registro Calificado el 12 mayo de 2010. La
misma nació gracias al impulso de la Especialización en Sistemas
de Información y Gerencia de Documentos, y ha sido pionera en
94 su campo por promover procesos de enseñanza basados en la inte-
racción de la docencia directa, docencia virtual y trabajo indepen-
diente a partir de procesos de formación y acompañamiento que
permitan que el maestrante pueda abordar, comprender, y respon-
der a las necesidades y manejo moderno de la información dentro
del concepto archivístico y la gestión documental.
El talento humano formado en la Universidad ha contribuido a
consolidar la gestión documental como eje central en la educación,
el desarrollo administrativo, cultural e investigativo, modernizando
las estructuras institucionales públicas y privadas en entornos de
archivos y colecciones documentales. De esta manera, la Maestría
en Gestión Documental concibe su enfoque en términos de la fun-
ción social que tienen los documentos institucionales, consideran-
do además la información y los archivos como instrumentos de
desarrollo, de democratización del conocimiento, de participación
Las ferias empresariales estudiantiles permiten el despliegue creativo
ciudadana y de memoria para la consulta de los ciudadanos. de los estudiantes en el desarrollo de proyectos productivos y de
comercialización con miras al desarrollo económico de las regiones.
La Maestría en Estudios y Gestión del Desarrollo fue creada en
el año 2008. La misma ha sido un espacio de estudio y reflexión
acerca del significado del desarrollo entendido como un proceso
integral que se orienta a la transformación de la sociedad, con el fin
de contribuir a la promoción y mejoramiento de la calidad de vida
de los seres humanos. El programa contribuye a la formación de
líderes de cambio social, a la formulación de políticas públicas y a la
generación del espíritu emprendedor de carácter social.
De acuerdo con lo anterior, el programa busca la formación de
líderes que contribuyan a la transformación social del país, a partir
del desarrollo de competencias para la realización de investigación,
consultoría y diseño, e implementación de políticas públicas al más
alto nivel, que respondan con rigor técnico, sentido ético y sensibi-
lidad a los problemas y retos del país. Ello posibilita que el magíster
en Estudios y Gestión del Desarrollo tenga la formación técnica y
ética para aportar de manera decidida a la búsqueda de la equidad,
de la defensa de la vida y del Desarrollo Humano Integral y Sus-
tentable, según el PEUL. 95

De otro lado, la formación integral de los especialistas en Consulto-

ría en Familia y Redes Sociales, creado en el año 2003 y con Registro
Calificado en el año 2008, ha permitido que los egresados promue-
van, en las diferentes organizaciones donde se desempeñan como
consultores familiares sistémicos, un conjunto de valores y princi-
pios que inspiran a las familias y sus integrantes, un fortalecimiento
en las relaciones que se establecen al interior y con las redes sociales
con las que se tiene relación.
El programa en Consultoría en Familia y Redes Sociales, consecuen- Decanos y directores del programa de
te con las tendencias del mundo y los retos del país, se inspira en la Economía en la celebración de los 50 años
de existencia de este programa.
identidad institucional, en la compleja comprensión de los fenóme-
nos dentro del respeto por la dignidad de los grupos humanos, sus
creencias y prácticas culturales para contribuir al bienestar individual,
social y familiar; asimismo, pone particular atención al engranaje so-
cial, político y cultural para proponer alternativas de intervención so-
cial que promuevan una sociedad colombiana, más justa y equitativa.

La Especialización en Gerencia
Financiera, desde su creación
hace ya casi 30 años, ha graduado
96
cerca de 1.400 especialistas,
ubicándose así entre una de las
especializaciones de esta área con
mayor trascendencia e impacto
en la formación de especialistas
financieros en el país.
Por su parte, los egresados de la Especialización
en Gerontología Social, creada en 2010, están
aportando a la transformación social del país,
en la medida en que en sus campos de acción,
están incorporando una profunda y permanen-
te reflexión cultural de la vejez y el envejeci-
miento como ciclo y proceso vital a partir del
reconocimiento pleno de sus derechos.
La Especialización en Planeación, Gestión y
Control del Desarrollo Social a lo largo de estos
17 años ha graduado cerca de 800 especialistas,
lo cual ha permitido enriquecer y cualificar cada
vez más el programa. En cumplimiento de los
compromisos y la misión institucional de la Uni-
versidad, y en el marco de formar profesionales
que aporten cada vez más a la construcción del
país, la Especialización forma estudiantes críti-
cos y analíticos, capaces de pensar y entender
las problemáticas políticas, ambientales, econó-
micas y sociales del país y el mundo, y, de esta
manera, contribuir en su ejercicio profesional al
mejoramiento de las condiciones y calidad de
vida de las poblaciones vulnerables.
Por otro lado, desde el programa se ha aportado
al diseño y puesta en marcha de proyectos que
benefician grupos humanos y comunidades vul-
nerables, del mismo modo que se han desarro-
llado investigaciones que han permitido aportar
a la reestructuración y/o diseño de políticas so-
ciales con un enfoque más integral y humano.
La Especialización en Gerencia Financiera, des-
de su creación hace ya casi 30 años, ha graduado
cerca de 1.400 especialistas, ubicándose así entre
una de las especializaciones de esta área con ma-
yor trascendencia e impacto en la formación de
especialistas financieros en el país.
El programa ha tenido distintas reformas cu-
rriculares posibilitando que los contenidos se
ajusten a las realidades cambiantes del entorno
económico y social. Así mismo, la Especializa-
ción en Gerencia Financiera se ha consolidado
como una alternativa de estudio donde la pro-
fundización en temas financieros se ha logrado
integrar de forma acorde con los postulados y
la misión de la Universidad.
En este sentido, la Especialización ha estado
comprometida con una reflexión profunda
acerca de las finanzas y su contribución al cre-
cimiento y desarrollo de la ciudad, del país, en
un contexto de internacionalización de la eco-
nomía, brindando análisis y alternativas de so-
lución a problemas concretos de las empresas,
en especial las pequeñas y medianas, que son
esenciales para el tejido empresarial del país.
Por esto, desde la Especialización se dan res-
puestas innovadoras en un contexto de grandes
exigencias ante la desigualdad y la pobreza que
enfrenta la sociedad.
Compromiso de la Facultad
con el desarrollo humano
El logro de una paz sostenible requiere la for-
mación de ciudadanos y profesionales éticos,
con sólidos conocimientos teóricos y con
competencias para el análisis y comprensión
multidimensional de la situación actual del país
y de las dinámicas globales en las que se en-
cuentra inmerso para poder contribuir desde
sus diferentes ámbitos de acción a la construc-
ción de soluciones estables y duraderas que
permitan que la paz, el desarrollo, la democra-
cia y el buen vivir sean una realidad para las
generaciones actuales y las futuras.
La Facultad tiene el gran reto de poder incidir
en la formulación y evaluación de la política
pública local a través de la gestión y el desa-
rrollo de propuestas que promuevan el desarrollo
Facultad de Filosofía y Humanidades
Historia de la Facultad
Es una costumbre en la mayoría de los hombres,
al contar historias, olvidarse rápidamente que en
parte, al narrarlas, se relatan también ellos mis-
mos. Entre los caminos de la historia se instalan
pequeños y diversos espejos que rara vez se ob-
servan en su particularidad, privilegiando en cam-
bio el gran relato que los acontecimientos confor-
man en conjunto, y que, al final, se convierte en la
gran imagen del presente. Aquellos espejos son la
prueba de que al inicio de cualquier historia que se
cuenta, se encuentran todos los que hoy la escu-
chan y viven, todos los que tienen la fortuna de re-
cordarla, y todos los que mañana tendrán el poder
de rememorarla.
humano, la inclusión económica y social de los
educandos y, por lo tanto, en la generación de paz.
Finalmente, la construcción de un orden social
alternativo, la esperanza de un mundo diferente
que abra posibilidades de una buena vida para
todos, dentro de un marco de DHIS, plantea
nuevos desafíos a los profesionales de las Cien-
cias Sociales y Económicas e invita a revisar y
a explorar enfoques paradigmáticos diferentes,
que contribuyan a visualizar y gestar proyectos
idóneos para transformar la sociedad en todas
sus dimensiones.
97
El entonces prospecto de una Facultad de Fi-
losofía y Letras, empezó a fraguarse como base
espiritual y reflexiva (López López, 1991) de la
Universidad que vio la luz en la noche del 15 de
noviembre de 1964 en la (para ese momento)
llamada Casa de la Acción Católica de la Cor-
poración Científica y Cultural de La Salle, y de
la mano de un ánimo quijotesco, de quienes
conjuraron su fe colectiva en el proyecto con la
firma del acta de fundación.
El acto de fundación inauguraría no solo la
definición de los primeros estatutos, que ya La Facultad de Filosofía y Humanidades
inició sus actividades con doce estudiantes
se venían trabajando por parte del Hno. Mar- el 7 de marzo de 1965.
tín Carlos Morales e Ignacio Ramírez, sino la
 puesta en marcha de la estructura académica que para principios de
1965 definiría cuatro facultades y cinco programas, entre ellas, la
Facultad y el programa de Filosofía y Letras.
Es así como el 7 de marzo de 1965 la Facultad21 dio inicio a sus ac-
tividades con doce estudiantes, quienes cursarían un plan de cuatro
años (ocho semestres) y cuyo contenido contemplaba un estudio
sistemático de la Filosofía a partir de cátedras tales como: Teolo-
gía, Lógica, Epistemología, Ética, Estética, Filosofía de la Religión,
Ontología, Metafísica y Concepción del Mundo. Adicionalmente,
el programa que diseñó casi en su totalidad Ignacio Ramírez, buscó
aproximarse al estudio de la historia de la filosofía, la historia ge-
neral, la historia de la literatura, las artes y la música. Una auténtica
muestra de planeación educativa que propendía por una formación
amplia, que no descuidara el rigor de la filosofía clásica mientras
procuraba un diálogo abierto con otras disciplinas.22
98 Así, a la cabeza de esta primera experiencia se ubicó Ignacio Ra-
mírez Sánchez, quien fungió no solo como rector de la Universidad,
sino como decano e incluso profesor de la Facultad, en un esfuerzo
enorme para los albores de una institución que, como hoy, reque-
ría de sacrificios. Del mismo modo, el Hno. Martín Carlos Morales
asistió a este comienzo desde el espacio que ocupaba en la comu-
nidad23, siguiendo constantemente los avances del programa al que
llegaría como profesor en 1971, alcanzando rápidamente la decana-
tura que ocuparía por once años.
La Facultad y su programa continuaron con su crecimiento académi-
co a la par del crecimiento institucional. En febrero de 1969, el Mi-
nisterio de Educación Nacional otorgó la aprobación definitiva24 a la
Facultad y su programa. Para 1970 registraba a 85 estudiantes, alrede-
dor de 1.600 volúmenes en la Biblioteca de la Universidad, dedicados
Hermano Martín Carlos Morales, uno de los fundadores de la Universidad,
al estudio de la filosofía, la literatura, la historia y las ciencias sociales. quien escribió los primeros fundamentos filosóficos de la Universidad.
Los dos primeros egresados de la Universidad25 se graduaron con el Fue decano de la Facultad durante 11 años.
título de ‘Licenciados en Filosofía y Letras’.
Los años que siguieron buscaron afianzar el
modelo educativo de la Facultad, que continua-
ba —salvo algunas modificaciones— girando
alrededor de cuatro grandes épocas de la evo-
lución de la cultura occidental: la antigüedad,
el medioevo y renacimiento, la modernidad y
la contemporaneidad.
En el año 1976 se abrió la primera cohorte de
la Maestría en Filosofía. Un plan ambicioso
que buscaba formar magísteres en Filosofía
desde tres problemas fundamentales: cien-
cia, valores, y sociedad (realidad colombiana
y latinoamericana). La Maestría en Filosofía
completaba la visión y ambición que tenía la
Facultad de actualizarse permanentemente, de
sostener un diálogo abierto con otras discipli-
nas y de ocupar un renglón vital al interior de la
Universidad con sus reflexiones sobre la ética,
la educación, la filosofía de la religión y las pro-
blemáticas sociales y políticas del país.
La permanente preocupación institucional por la
calidad y excelencia, que desde la certeza aris-
totélica, de que ‘somos lo que hacemos cada
día, de modo tal que la excelencia no es un acto,
sino un hábito’, ha sido un esfuerzo que se ha
visto recompensado con el otorgamiento de la
Acreditación de Alta Calidad al programa de Fi-
losofía y Letras, la cual recibió la Facultad por
vez primera en el año 2004, y que fue otorga-
da nuevamente por el Ministerio de Educación
Nacional en mayo de 2014. Un resultado merito-
rio, tratándose de un programa cuyo valor agre-
gado es el de hacer parte de la jornada nocturna
de la Universidad, y la ratificación a la labor de
un equipo pequeño y comprometido de profe-
sores, liderados por la primera mujer designada
decana de una Facultad de Filosofía en el país.
Se valora también como logro, el fortalecimien-
to y la flexibilización de los currículos de la Fa-
cultad mediante el incremento de la electividad
y la movilidad de los estudiantes, propiciada por
las reformas curriculares de los años 2004, 2009
y 2014; la promoción de la investigación a través
de la consolidación de una cultura dinamizada
por profesores investigadores, grupos y semi- La permanente preocupación
lleros, y el énfasis en el intercambio académico institucional por la calidad y
nacional e internacional desde diversos congre- excelencia, que desde la certeza
sos, conversatorios y conferencias; así como la aristotélica, de que ‘somos lo que
institucionalización de la Lección Inaugural. hacemos cada día, de modo tal que
99
la excelencia no es un acto, sino
un hábito’, ha sido un esfuerzo que
Compromiso de la Facultad se ha visto recompensado con el
otorgamiento de la Acreditación de
con el desarrollo humano
Alta Calidad al programa de Filosofía
y Letras.
Del mismo modo, se han asumido los retos
que los acontecimientos actuales imponen a
quienes desde la academia consideran válido
apropiarse del compromiso de aportar a que
la paz no sea un espejismo, sino una posibili-
dad. En ese sentido, la investigación, los pro-
cesos de extensión y de responsabilidad social
están permanentemente dirigidos a que en el
posconflicto el papel de la Facultad de Filo-
sofía y Humanidades debe ser el de propiciar
el análisis crítico, la reflexión argumentada, la
discusión alturada, sobre la sociedad que se
quiere y los ciudadanos que se necesitan.
 De esta manera, y gracias al esfuerzo de muchos de los menciona-
dos aquí, entre profesores, estudiantes y directivos, la Facultad
de Filosofía y Humanidades ha venido construyendo su carácter
pluralista, reflexivo, conciliador y vanguardista. Ha dado sentido
a su objetivo, la formación de pensadores que necesita el país, y
ha sido coherente con el llamado hecho a la filosofía ayer y hoy
en la Universidad, el de juzgar los acontecimientos y entender sus
consecuencias para que los demás puedan comprenderlos. En fin,
aportar a un proceso de comprensión profunda del presente ha de
ser el horizonte y norte de una educación para pensar, decidir y
servir (Morales Flórez, 1993).
Esta es la imagen de la Facultad en la historia de una institución que
hoy también convoca a nuevos retos. Es en esta época de convic-
ciones débiles, polarizaciones radicales, fundamentalismos de todo
tipo y desesperanza, donde la filosofía, en efecto, debe ser un poder
100 vivo que proyecte el sentido y el compromiso de la Universidad. Cin-
cuenta años después, la Facultad de Filosofía y Humanidades, sigue
siendo un proyecto de reflexiones y pensamientos profundos, que ha
asumido el reto de pensar, en un diálogo permanente con otras dis-
ciplinas, apostando a la formación política y ética desde el pregrado
y el posgrado. Unas líneas que más que nunca marcan derroteros de
acción en el fortalecimiento del ciudadano como sujeto político, el
valor de la democracia y la defensa de las instituciones, la reconcilia-
ción como bandera de la convivencia, la responsabilidad y la recon-
ciliación para una sana concepción de la política, los principios de la
justicia y la búsqueda de la equidad como factores decisivos de una
sociedad incluyente, y la defensa de la educación como capital central
de la transformación nacional.

La Facultad de Filosofía y Humanidades ha asumido

el reto de pensar, en un diálogo permanente con
otras disciplinas, apostando a la formación política
y ética desde el pregrado y el posgrado.
Notas
7 LosdecanosdelaFacultaddeCienciasdelaEducaciónhansido:Hno.
JuanVargasMuñoz,GonzaloLeguizamónB,Hno.JoséArturoPenagos
Morales,Hno.CampoElíasGonzálezCortés(endosocasiones),Hno.
HéctorChimbyMatiz,Hno.FabioGallegoArias,Hno.JoséAntonioRo-
dríguezOtero,Hno.HernandoSebáLópez,Hno.JoséVicenteHenry
Valbuena,Hno.RafaelDehaquizMejía,GilbertoHernándezCeballos,
Hno.EmilianoOrtizCasallas,LuzAmparoMartínezRangel,Abraham
HadraSauda(E),ÓscarArmandoIbarraRussi,MaríaEugeniaCorrea
Olarte,Hno.CristhianJamesDíazMeza,Hno.AlbertoPradaSanmiguel
(en dos ocasiones) y Daniel Lozano Flórez.
8 LosdirectoresdelaFacultaddePastoralCatequética,delDepartamen-
todeCienciasReligiosasydelosdiferentesprogramasacadémicos
enlicenciaturahansido:Hno.HernandoGiraldoBotero,MadreMaría
EmiliaUribe,Hno.JoséOttoPántanoGuevara,Hno.OliverioRodríguez
Limas,Hno.AntonioBedoyaCardona,GilbertoHernándezCeballos,
Hno.EmilianoOrtizCasallas,Hno.BernardoMontesUrrea,Hno.Pedro
AlonsoSuescúnJaimes,PadreWilsonExpeditoSabalzaNegrete,Hno.
JorgeEnriqueMolinaValencia,CésarAugustoBarattoAbello,Hno.Jai-
roAntonioHernándezJáuregui,JuanManuelTorresSerranoylaHna.
Amparo Novoa Palacios (actual directora).
9 LosdirectoresdelDepartamentodeLenguasModernashansido:Hno.
BernardoMontesUrrea,GermánFrancoGarcía,HugoNoelParraFló-
rez,StephenColas(durante18añosconsecutivos),VíctorMiguelNiño
Rojas,ÁlvaroCanoAguillón,AnaMaríaValenzuelaAcosta,Diógenes
Fajardo Valenzuela, Víctor Elías Lugo Vásquez (actual director).
10 FernandoVásquezRodríguezhasidoeldirectordelaMaestríaenDo-
cencia desde su incorporación a la Facultad.
11 CarmenAmaliaCamachoSanabriahasidoladirectoradelDoctoradoen
Educación y Sociedad desde su creación.
12 LosdecanosdelaFacultaddeOptometríahansido:AlfonsoMejía
Fajardo,Hno.DanielGonzálezPatiño,GabrielMerchándeMendoza,
OswaldoVargasGarzón,CarlosMendozaLópez,ÉdgarLeguizamón
Salamanca (E) y Jairo García Touché (actual decano).
13 EsteedificioeselCentrodeLenguasdelaUniversidadenlaactualidad.
14 LosdirectoresdelaClínicadeOptometríahansido:GabrielMerchánde
Mendoza,OvidioAldanaÁlvarez,JoséMaríaPlataLuque,SergioMario
GarcíaRamírez,EmilioPinillaOtero,DiegoEnriqueMesaPlazas,Ernesto
OrtegaPacific,JairoGarcíaTouché,LuzElsaJiménezContreras,Nelson
MerchánBautistayElkinAlexanderSánchezMontenegro(actualdirector).
15 LosdecanosdelaFacultaddeCienciasEconómicasySocialeshansido:
LuisFernandoRamírezHernándezyAdrianaPatriciaLópezVelásquez.
16 LosdirectoresdelprogramadeEconomíahansido:JorgeAranaSánchez,
ÁlvaroUribeMesa,FernandoIragorriMuñoz,BlassJuanGuiffuniCabra,
HernánMarínGutiérrez,JaimeArchilaSáenz,LuisEduardoGallegoValen-
cia,LuisEduardoIlleraDulce,JaimeConchaSanz,JuanLópezMachado,
EnriqueLowMurtra(mártirdelademocraciacolombianasacrificadoenlas
puertasdelaUniversidad),ÁlvaroPachónMuñoz,RicardoSebastiánAran-
goFonnegra,MauricioFernándezFernández(posteriormenteVicerrector
Administrativo),FernandoCopeteSaldarriaga,LuisFernandoRamírezHer-
nández(directorendosocasiones,yluegoVicerrectordeInvestigacióny
Transferencia),CésarAugustoCorredorVelandiayJaimeAlbertoRendón
Acevedo (actual director).
17 LosdirectoresdelprogramadeTrabajoSocialhansido:MiguelBernal
Medina,Hno.ManuelRodríguez,Hno.JaimeCalderónRodríguez,Hno.
NazarioAriasGonzález,ClaraInésRodríguezHoyos,RosaMargaritaVar-
gasdeRoa,MercedesArévaloÁngelyCarlosMarioRamírezRave(actual
director).
18 LosdirectoresdelprogramadeSistemasdeInformaciónyDocumenta-
ciónhansido:GastónLittonBerry,JaimeVásquezRestrepo,HugoNoel
101
ParraFlórez(endosocasiones),LeónJaimeZapataGarcía(E),JairoTorres
Parra,NapoleónMuñozNeda(luegodirectordelaOficinadeBibliotecas
delaUniversidad),ClemenciaTéllezVillegas,RuthHelenaVallejoSierray
Nelson Javier Pulido Daza (actual director).
19 LosdirectoresdelprogramadeFinanzasyComercioInternacionalhan
sido:AdrianaPatriciaLópezVelásquezyMarcelHofstetterGascón(actual
director).
20 LosdirectoresdelprogramadeNegociosyRelacionesInternacionaleshan
sido:LuisFernandoRamírezHernándezyRicardoErnestoBuitragoRubia-
no (actual director).
21 Queenesemomentootorgabaeltítulode'LicenciadoenFilosofíayLetras'.
22 LosdecanosdelaFacultaddeFilosofíayHumanidadeshansido:Ignacio
RamírezSánchez,FernandoCaroMolina,HermanoMartínCarlos,Hermano
JoséVicenteHenryValbuena,LuisEnriqueRuízLópez,EudoroRodríguez
Albarracín,CarlosHernánMarínyMerydelRocíoCastilloCisneros(actual
decana,primeramujerdecanadeunafacultaddeFilosofíaenelpaís).
23 ParaelmomentodelaFundacióndelaUniversidad,elHno.MartínCarlos
eravisitadorprovincialdelacomunidadLasallistaenColombia.Ocupóese
cargo entre los años 1962 y 1965.
24 MedianteResoluciónNo.0449delMinisteriodeEducaciónNacional.
25 ElPadreVicenteZaldívaryelSr.MiguelÁngelOchoarecibieroneltítuloel
16 y 18 de diciembre de 1968, respectivamente.
 Sede
La Candelaria
Facultad de Ciencias del
Hábitat
La Facultad de Ciencias del Hábitat26 comprende todas aquellas dis-
ciplinas, ciencias, saberes, creencias, prácticas, tradiciones, cosmovi-
siones, lenguajes y experiencias que tengan como objeto de estudio
102
el ser y su encuentro con los ambientes y formas habitables, ciuda-
des y demás escenarios diseñados y construidos por el hombre y
para el hombre, incluyendo sus manifestaciones tecnológicas, artís-
ticas y culturales, como expresiones de las diferentes características
socio-antropológicas particulares.

Historia de la Facultad
La Facultad de Ciencias del Hábitat pasó de estar constituida por
un programa de pregrado a una facultad de tres programas acadé-
micos, dos de pregrado y uno de posgrado, con un Observatorio
Urbano, como unidad de extensión. Esta evolución se ha alcanza-
do colectivamente durante casi cuatro décadas de aportes de ocho
equipos directivos teniendo a la fecha un número aproximado de
2.000 egresados y un grupo docente con excelente formación pe-
dagógica y académica a nivel de maestría y doctorado. Video: Román Flórez, arquitecto egresado de la Universidad
de La Salle. "El mundo como lo imaginamos".
En esta trayectoria, el trabajo académico, investigativo y de proyec-
ción social ha sido reconocido nacional e internacionalmente por
medio de la consolidación de redes de coope-
ración estratégica con universidades, organiza-
ciones comunitarias, entidades gubernamenta-
les y no gubernamentales con Alemania, Italia,
España, Japón, India, México, Argentina, Chi-
le, Brasil entre otros. Adicionalmente, se han
incrementado las distinciones otorgadas por
la calidad de los resultados académicos de los
estudiantes y profesores en convocatorias en-
focados a la tecnología, construcción, vivienda,
urbanismo, sostenibilidad, proyectos editoria-
les y patrimonio, en concursos como la Anual
de Proyectos de Grado de la Sociedad Colom-
biana de Arquitectos, Archiprix Internacional,
Bienal Colombiana de Arquitectura, Organiz-
mo, Taller Virtual de las Américas, y reciente-
mente, en los concursos de carácter internacio-
nal Convive y Solar Decathlon.
La Facultad tuvo su origen en 2008 desde las
fortalezas académicas, investigativas y de proyec-
ción social de la antigua Facultad de Arquitec-
tura que se transformó para abrir un escenario
de estudio más amplio sobre el hábitat humano
con los programas de pregrado de Arquitectura
y Urbanismo, la Maestría en Ciencias del Hábitat
y el Observatorio Urbano.
El programa de Arquitectura, con 37 años de
tradición, inició labores en agosto de 1977, y el
programa de Urbanismo (primer programa de
pregrado en Urbanismo en Colombia), en el año
2011; la Maestría en Ciencias del Hábitat27, en el
2013; y el Observatorio Urbano lleva 12 años de
trabajo continuo con comunidades vulnerables;
adicionalmente, se están proyectando nuevos
programas de tecnología y de posgrado.
En el marco de procesos institucionales dinami-
zadores del currículo para fortalecer la calidad
académica de los programas se han adelantado,
periódicamente, la renovación, redimensiona-
miento y creación de programas académicos
de la Universidad, tanto de pregrado como de
posgrado. En tal sentido, luego de procesos ri-
gurosos de análisis del papel social de los pro-
fesionales que se ocupan del mejoramiento y
producción de calidad del hábitat en Colombia
y en el mundo, se han modificado y definido
el currículo de los programas y de las líneas de
investigación de la Facultad, correspondien-
do principalmente a una visión sistémica de 103
los procesos educativos a través de los cuales
se desarrollan las dimensiones humanas de los
estudiantes y se generan espacios investigativos
consecuentes con las necesidades reales del mun-
do, especialmente de los menos favorecidos del
contexto nacional.
Adicionalmente, se tienen como premisas pro-
puestas formativas que acojan las expectativas La Facultad de Ciencias del Hábitat tiene una visión
e intereses de los estudiantes, profesionales, la sistémica de los procesos educativos a través de los
académica y el sector productivo; espacios aca- cuales se desarrollan las dimensiones humanas de
démicos e investigativos comunes que fomen- los estudiantes y se generan espacios investigativos
consecuentes con las necesidades reales del mundo,
ten la inter y la transdisciplinariedad; diferentes especialmente de los menos favorecidos del
rutas de formación para acoger los intereses y contexto nacional.
expectativas de los estudiantes y que articulen
los diferentes niveles de formación; la reduc-
ción de prerrequisitos que fomente la flexibili-
dad; diversas opciones de proyectos de grado;

104
El hábitat se asume como un escenario donde las
personas interactúan con el entorno, consigo mismos
y con el otro, que impulsa hacia un futuro sustentable y
en paz.
y la generación de una cultura curricular diná-
mica y en permanente transformación.
En la actualidad, la Facultad de Ciencias del
Hábitat se ha consolidado como una unidad
académica que propende por los tres grandes
pilares de la Universidad de La Salle: docen-
cia, extensión e investigación. La misión de
la Facultad de Ciencias del Hábitat busca una
educación profesional que integre armónica-
mente las dimensiones esencialmente huma-
nas: lo espiritual, cultural, artístico, ambiental,
político, económico, tecnológico y científico,
para fomentar la sensibilidad en los seres hu-
manos, identificarse con su entorno, reconocer
la visión compleja del ámbito cultural e inte-
grar los valores, costumbres, creencias y prác-
ticas propias de la sociedad; proyectando así,
la construcción de un mundo más justo y más
humano mediante el diseño y la construcción
de formas habitables apropiadas e innovadoras
en equilibrio con lo natural.
Aportes de los programas de
la Facultad de Ciencias del
Hábitat al desarrollo del país
La Facultad, de acuerdo con la misión institu-
cional, propicia el equilibrio social en el terri-
torio para que haya armonía entre lo natural y
lo construido, con respeto por los valores cul-
turales propios y con visión prospectiva para
la construcción de una sociedad en permanente
mejoramiento de su calidad de vida.
En la Facultad, el hábitat se asume como un
escenario donde las personas interactúan con
el entorno, consigo mismos, con el otro, en co-
munión con la tradición y con un horizonte,
que impulsa hacia un futuro sustentable y en
paz; así la formación profesional adquiere sen-
tido al promover el desarrollo humano integral
coherente con las dinámicas del mundo supe-
rando lo visible y concreto hacia un universo
mucho más armónico y trascendente; hacia un
país que ha sufrido la destrucción social y física
de la guerra y que debe asumir compromisos
inmediatos para la reconciliación y reconstruc-
ción de la estructura social, de las ciudades y
del campo.
A partir de este marco inspirador, la Facultad,
con sus diferentes programas académicos de
pregrado y posgrado, y el Observatorio Urbano,
orienta la formación y la producción del conoci-
miento hacia la reflexión y análisis de los proble-
mas territoriales urbano-rural y los arquitectó-
nicos a partir de la planeación, ordenamiento y
proyección del hábitat, propiciando la búsqueda
de la calidad de vida, el equilibrio social, cultural
y ambiental en el territorio, con visión prospecti-
va del desarrollo humano integral y sustentable.
Por consiguiente, se generan escenarios de
formación e investigación donde estudiantes
y profesores propongan soluciones creativas e
innovadoras, mediante la armonización del co-
nocimiento científico, técnico y humano para
dar respuesta a las necesidades de contextos
y grupos humanos específicos, preferencial-
mente de los menos favorecidos, para el me-
joramiento de sus condiciones de vida y de su
ámbito de desarrollo.
Programas académicos
Programa de Arquitectura28
Ha sido reconocido por su alta calidad por el
Ministerio de Educación desde septiembre de
2004 por un periodo de cuatro años; en el 2008
nuevamente por un lapso de 4 años y en el año
2012 recibió la Acreditación de Alta Calidad
por seis años.
La arquitectura para la Universidad de La Salle
está orientada hacia el estudio de los espacios y
formas habitables proyectados, transformados
y construidos con el fin de dar soluciones a las
necesidades del mundo frente al entorno socio-
cultural y natural.
El arquitecto lasallista es un profesional con só-
lida fundamentación académica, investigativa y
con alto sentido de sensibilidad y responsabili-
dad social, sustentada en el reconocimiento ob-
jetivo de los procesos históricos y culturales del
país, con conciencia sobre los propios valores
representados en las costumbres, las tradicio-
nes, el medio ambiente, el patrimonio mueble e
inmueble, la historia de la nación y sus regiones,
las etnias y sus grupos humanos y, en general,
la diversidad que caracteriza al país, con el fin
de que, desde su disciplina de arquitecto, pueda
contribuir eficazmente en la transformación de
las estructuras sociales y aportar a la solución de
los grandes problemas del hábitat nacional, el
desarrollo humano integral y sustentable y la re-
construcción de una nación próspera y en paz.
Programa de Urbanismo29
Con Registro Calificado de mayo de 2010, for-
ma urbanistas con una concepción holística
del complejo fenómeno urbano que le permi-
ta proponer alternativas para crear, planificar,
proyectar y ordenar asentamientos humanos a
todas las escalas, desde sus saberes humanísti-
cos, técnicos y científicos.
Profesionales con capacidad de liderar y gestio- 105
nar proyectos que contribuyan al mejoramiento
y crecimiento de las ciudades y regiones; conce-
bir y proyectar los asentamientos humanos con
visión prospectiva, innovadora y sostenible que
contribuya a prever acciones ante las migracio-
nes y desplazamientos a las áreas urbanas; iden-
tificar las condiciones de pobreza y marginali-
dad urbana y aportar a su solución; contribuir
a la disminución de la contaminación y degra-
dación ambiental acelerada; liderar acciones de El país requiere urbanistas que puedan
proponer alternativas para crear, planificar,
planificación en los poderes gubernamentales; proyectar y ordenar asentamientos
fortalecer la cultura ciudadana y la participación humanos a todas las escalas.
en las decisiones políticas; mejorar los sistemas
urbanos como servicios públicos, dotacionales,
de infraestructura, movilidad y transporte; pla-
nificar la expansión urbana ordenada; valorar,
preservar y reactivar los sectores histórico-pa-
trimoniales; dignificar las condiciones de la
 vivienda; recuperar los valores naturales y socioculturales del pai-
saje urbano, todo ello bajo la premisa de privilegiar el bien común
sobre los intereses privados.
El programa de Urbanismo centra sus procesos de formación y de
investigación en el estudio de las ciudades y demás categorías de los
asentamientos humanos desde sus procesos evolutivos, sus sistemas
de ordenación y funcionamiento, sostenibilidad, planeamiento físi-
co, calidades estéticas, características culturales, equilibrio ambiental
frente al territorio y todas aquellas variables que conduzcan hacia
una comprensión integradora de las necesidades de la sociedad en
el hábitat urbano-rural colectivo, para su desarrollo y crecimiento
armónico.

La Maestría en Ciencias del Hábitat

106 Con Registro Calificado de junio de 2010, responde a los proble-

mas del hábitat humano a partir del respeto y reconocimiento de la
vida humana y natural en todas sus manifestaciones, promoviendo
la producción de un conocimiento pertinente e instrumentalizable,
que impacte social, ambiental, cultural, económica, política y física-
mente, en contextos concretos de las diferentes categorías y ámbitos
urbano y rural a escalas local y regional.
El programa está dirigido a profesionales de diversas disciplinas
comprometidos con la producción del conocimiento que mejore las
condiciones del hábitat humano a partir de propuestas alternativas
e innovadoras que mitiguen el deterioro ambiental en los medios
naturales y construidos; fomenten la cultura solidaria, democrática
y ciudadana; mejoren la calidad de vida para los habitantes urbanos
y rurales en múltiples dimensiones; valoren los recursos sociales y
La Maestría en Ciencias del Hábitat es un programa concebido para
culturales como factores fundamentales para el desarrollo; promue- estudiar la relación del hombre con su territorio, reconociendo las
van la justicia y equidad en especial en las poblaciones afectadas por potencialidades y obstáculos del habitar humano en sus contextos
la exclusión y marginalidad socioeconómica, expresadas espacial y urbano y rural.
físicamente; favorezcan el bien común sobre los intereses privados
y se interesen por los procesos que mejoren la
gobernanza de los territorios a diferente escala.
La Maestría es un programa concebido para es-
tudiar desde una perspectiva multidisciplinar la
relación del hombre con su territorio, recono-
ciendo las potencialidades y obstáculos del ha-
bitar humano en sus contextos urbano y rural,
desde una perspectiva inter y multidisciplinar.
Aborda el objeto de estudio desde la relación
hombre-territorio en sus dimensiones física y
simbólica cuestionando, cualificando, explo-
rando, complementando y resolviendo esta in-
teracción, su gestión y gobierno.
El Observatorio Urbano es un laboratorio de
la Facultad de Ciencias del Hábitat que pro-
mueve la interacción e integración de los sa-
beres académicos (ciencia-técnica-práctica) en
torno a los problemas del hábitat. A través de
la cooperación solidaria en red, la articulación
entre academia, sector privado, gobierno y or-
ganizaciones no gubernamentales y comuni-
tarias, se genera el desarrollo de dinámicas de
investigación-acción propiciando un impacto
en el desarrollo social del país con proyectos
y acciones que aportan al equilibrio social en
el territorio. Las acciones del Observatorio se
enmarcan como unidad de extensión en la pro-
yección social, educación continuada, consul-
toría, asesoría y práctica profesional.
En la Facultad de Ciencias del Hábitat y el Ob-
servatorio Urbano, a través de la Red Hábitat,
se promueve el desarrollo de dinámicas de in-
vestigación-acción que generan impacto en el
desarrollo socio-espacial urbano, para dismi-
nuir las condiciones de vulnerabilidad en el
hábitat y promover cambios en el paradigma
de formación universitaria de la Universidad de
La Salle.
Para ello, hay cooperación con actores públi-
cos, privados y comunitarios para la promoción
de procesos de desarrollo local; se diseñan y
acompañan estrategias de recualificación del
hábitat desde una perspectiva comunitaria para
el mejoramiento de la calidad de vida y la re-
ducción de vulnerabilidad física y social; se pro-
mueve la interacción e integración de los saberes
académicos y transferencia de conocimiento, en
doble vía, entre la comunidad y la academia.
A partir de la Red Hábitat se genera una pla- 107
taforma para la investigación e interacción de
comunidades en práctica en torno a las ciencias
del hábitat en los ámbitos nacional e internacio-
nal para fomentar la gestión del conocimiento
y la cooperación solidaria en red.
Compromiso de la Facultad En el Observatorio Urbano, laboratorio de la Facultad
de Ciencias del Hábitat, se promueve la interacción e
con el desarrollo humano integración de los saberes académicos (ciencia-técnica-
práctica) en torno a los problemas del hábitat.
La Facultad vela porque sus profesionales se
formen dentro de los valores de la institución
lasallista, especialmente en lo relativo a la gene-
ración de conocimiento con impacto social re-
flejado en el mejoramiento de las condiciones
de vida de los diferentes grupos humanos del
país dentro del hábitat urbano-rural, principal-
mente de los más vulnerables.

108
El programa de Urbanismo centra sus procesos de
formación y de investigación en el estudio de las
ciudades y demás categorías de los asentamientos
humanos desde todas las variables que conduzcan hacia
una comprensión integradora de las necesidades de la
sociedad en el hábitat urbano-rural colectivo, para su
desarrollo y crecimiento armónico.
Para ello, la Facultad enfoca su quehacer docen-
te, investigativo y de extensión con una mirada
prospectiva y esperanzadora, visualizando un
país en paz que se construye y se reconstruye
a partir de la participación, el diálogo y la repa-
ración para alcanzar la reconciliación y la armo-
nía. En ese sentido, desde la Facultad se propi-
cian escenarios de formación y sensibilización
de profesionales, capaces de responder a las ne-
cesidades de diferentes grupos humanos para la
construcción o reconstrucción de su hábitat a
partir del diseño, gestión, edificación, planea-
ción y ordenamiento con mejores condiciones
Facultad de Ingeniería
Historia de la Facultad
La historia de la Facultad30 se remonta al momen-
to mismo de la fundación de la Universidad en
1964; unos meses después, a inicios de 1965, se
ofrece por primera vez el programa de Ingenie-
ría Civil31; a comienzos de la década de los años
80 la Universidad crea el programa de Ingeniería
Sanitaria que unos años después es modificado y
cambia su denominación a Ingeniería Ambiental
y Sanitaria32; a finales de esa misma década se
crean y ponen en marcha los programas de In-
geniería Eléctrica33 e Ingeniería de Alimentos34;
en 1992 en la búsqueda de programas interdis-
ciplinares se crea el programa de Ingeniería de
Diseño y Automatización Electrónica35, primer
programa en el país de esa naturaleza, en 2009 se
en los asentamientos rurales y urbanos de la
vivienda, el espacio público, los equipamien-
tos productivos de servicios e institucionales,
entre otros.
Desde la investigación y la docencia se produce
conocimiento pertinente que aporte a la solu-
ción de problemas reales del país, integrando los
saberes de las comunidades y transfiriéndoles
conocimiento técnico y científico que los em-
podere para la participación y autogestión del
mejoramiento de las condiciones de su hábitat.
modifica su denominación a Ingeniería en Auto-
matización, y, recientemente en 2011 se crea el
programa de Ingeniería Industrial36.
La formación de posgrado en ingeniería co-
menzó hace 15 años, con dos programas de
especialización, una en Gerencia de Proyectos
de Ingeniería y otra en Gestión Energética y
Ambiental. Con el propósito de dinamizar la
investigación en la Facultad se crea la Maestría
en Ingeniería en el año 2011. En la línea del
fortalecimiento de los posgrados se creó en el
2014 la Especialización en Gestión Integral de
la Automatización Industrial y en el año 2015 la
Especialización en Sistemas de Calidad e Ino-
cuidad en Alimentos.

La historia de la Facultad se remonta al momento
de la fundación de la Universidad en 1964 con el
programa de Ingeniería Civil.
Desde la fundación de la Universidad, cada programa de Ingenie-
ría se gestionó como una facultad independiente. Desde hace seis
años, la conformación de la Facultad de Ingeniería ha permitido
unificar procedimientos y compartir recursos, desarrollar proyectos
de investigación interdisciplinares, optimizar presupuestos, ofrecer
más flexibilidad a los estudiantes, entre muchos otros beneficios.
Cuatro programas de ingeniería han recibido Acreditación de Alta
Calidad del Ministerio de Educación Nacional: Ingeniería Civil,
Ingeniería de Alimentos, Ingeniería Ambiental y Sanitaria, e Inge-
niería Eléctrica. El programa de Ingeniería en Automatización se
encuentra en el 2015 en el proceso con el CNA para recibir tam-
bién la Acreditación.
En términos de infraestructura, la Facultad opera en los tres cam-
pus de Bogotá. Los programas de pregrado se ofrecen en la sede
de La Candelaria; los programas de posgrado se ofrecen en la 109
sede Chapinero y algunos espacios de práctica están en la sede
Norte. Es importante mencionar que actualmente se están rees-
tructurando los espacios de práctica, con el fin de recuperar el pa-
pel de los laboratorios en la formación de los ingenieros.
Actualmente, se cuenta con el Centro de Desarrollo Tecnológi-
co, se construye el Centro de Sostenibilidad y se realiza el diseño
del Centro de Innovación en Infraestructura. Estos espacios son y
serán utilizados por estudiantes de los diferentes programas de la
Facultad, donde se articulan proyectos integradores con proyectos
conjuntos en todos los niveles y se utilizan todas las herramientas
con altos estándares a nivel de plantas piloto, equipos y herramien-
tas de tecnología e infraestructura moderna.
La Facultad de Ingeniería es la segunda más grande de la Universi-
dad, en cuanto a número total de estudiantes de pregrado y posgrado.
En términos generales la Facultad ha crecido aproximadamente un
23% en los últimos seis años.

Esta Facultad ha sido líder a
nivel institucional en el desarrollo
110 de asesorías, consultorías e
interventorías con las más
importantes organizaciones
gubernamentales y privadas
del sector.
En cuanto a planta profesoral, la Universidad y
la Facultad ha realizado importantes esfuerzos
por reforzarla y cualificarla a través de un im-
portante plan de formación doctoral en áreas
estratégicas para la Universidad.
En los últimos años se ha fortalecido la pro-
ducción académica a través de mayor número
de trabajos presentados en conferencias así
como el volumen de artículos en revistas in-
dexadas, sin embargo la apuesta de la Facultad
es seguir fortaleciendo este aspecto.
Respecto a la movilidad estudiantil hay en pro-
medio 20 estudiantes por año con algún tipo
de movilidad en el extranjero, principalmente a
Brasil y Argentina.
El futuro inmediato: retos de
la Facultad de Ingeniería
Para abordar las prioridades actuales de la Fa-
cultad el plan estratégico se centra en cinco ob-
jetivos principales:
Educar a estudiantes internacionales
La estrategia se centra en la promoción de la
movilidad de estudiantes a las universidades in-
ternacionales, una escuela de verano para traer
la experiencia internacional al campus y una
estrategia para desarrollar sus habilidades de in-
glés temprano; lo que les permitirá ser capaces
de apuntar a los intercambios internacionales y
programas de doble titulación durante los últi-
mos semestres de estudio.
Productos de investigación
pertinentes y visibles
Con el objetivo de aumentar la visibilidad na-
cional e internacional, la estrategia se centra en
el fortalecimiento de proyectos de investiga-
ción y consultorías especializadas para organis-
mos gubernamentales y empresas privadas.
Campus moderno y unificado
Durante los últimos tres años la inversión en
infraestructura ha permitido iniciar las primeras
fases de la renovación física de los laboratorios,
espacio en el cual los estudiantes pueden desa-
rrollar las competencias propias de su disciplina
y además complementarlas con la innovación,
el trabajo en equipo, la resolución de problemas
y la gestión de proyectos; además se han dotado
con toda la tecnología disponible generando un
ambiente de modernidad y cercanía.
Uno de los grandes retos de la Facultad en la ac-
tualidad es el fortalecimiento de los posgrados, a
través de una oferta más diversificada, una mayor
integración administrativa y de infraestructura
que permita procesos más eficientes y la optimi-
zación de recursos, todo esto con el fin de generar
mayores posibilidades de cooperación para una
investigación pertinente y de punta.
Educación de alta calidad
La acreditación y renovación de acreditación
de alta calidad de todos los programas es un
objetivo fundamental.
 En términos de internacionalización, la Facultad espera en los
próximos años adelantar los procesos de certificación con Accre-
ditation Board for Engineering and Technology —ABET— en al menos
tres programas e incluir los lineamientos de Conceive Desing Implement
Operate —CDIO— en el currículo de todas las ingenierías.

Oferta académica amplia y flexible

Las metas son crear un nuevo programa de pregrado y al menos
una especialización asociada a cada uno de ellos, seis en total. To-
dos los nuevos programas de especialización se ofrecerán en el
campus de La Candelaria. Esto contribuirá a la unificación de la
Facultad en un lugar y también a un aumento de la flexibilidad de
los planes de estudio para hacer más atractiva la alternativa de es-
tudiar en La Salle.

Compromiso de la Facultad con el 111

desarrollo humano

La Facultad de Ingeniería, acorde con las necesidades y al momen-

to histórico del país y del mundo busca cada vez adicionar nuevas
estrategias en favor de los estudiantes como la movilidad social
con planes que hagan la experiencia universitaria cada vez más fa-
miliar y cercana. Consiente del creciente reconocimiento del sector
educativo, industrial e institucional de la Universidad y la Facultad
busca constantemente acercarse y articularse a los diferentes ac-
tores y generar cada vez más confianza y respaldo a través de los
egresados, quienes se caracterizan por ser profesionales que en sus
diferentes áreas:
• Demuestran espíritu de servicio hacia la comunidad y son ca-
Estudiante del programa de Ingeniería de Alimentos. paces de comprometer sus conocimientos y ejercicio profe-
sional en la transformación de la sociedad colombiana, como
acción derivada del análisis científico de sus necesidades

112
El programa de Ingeniería Eléctrica recibió
la Acreditación de Alta Calidad por parte del
Ministerio de Educación Nacional en 2014.
• Tienen una visión cristiana del hombre y de
la sociedad y por eso están comprometidos
con la promoción y perfeccionamiento de
la persona humana y el logro de una socie-
dad colombiana más justa.
• Asumen con realismo el reto de edificar
una sociedad colombiana consciente de sí
misma en sus potencialidades y confiada en
su futuro.
• Cultivan la inteligencia, la voluntad y el co-
razón para el desempeño profesional cons-
ciente, creativo y comprometido con los
más necesitados.
• Por lo anterior es claro que el ingeniero lasa-
llista es un agente transformador de las reali-
dades y por esto debe desarrollar las siguientes
competencias que apuntan a la consolidación
de una paz estable y duradera.
La capacidad para innovar:
El ingeniero lasallista desarrolla la habilidad de
proponer adaptaciones o modificaciones in-
novadoras a procesos y dispositivos que mejo-
ren los resultados obtenidos. No se conforma
con los modelos establecidos que funcionan,
cree que todo es susceptible de mejora y confía
en su capacidad para concebir e implementar
nuevas y mejores maneras de hacer las cosas.
Lo anterior es fundamental para convertirse en
un agente de cambio, y garantizar la competi-
tividad de las empresas, lo cual se refleja en el
desarrollo económico del país y por ende en la
calidad de vida de las personas. Pero además,
la anhelada Colombia en paz, es un escenario
nuevo que requiere capacidad de adaptación,
de proponer nuevos modos de hacer y vivir,
innovación social, que solo podrán impulsar
aquellos acostumbrados a la mejora continua.
La capacidad para trabajar en equipo:
Las soluciones que el ejercicio de la ingeniería
exige para abordar los complejos problemas
que asume requieren un a perspectiva interdis-
ciplinar y un enfoque del trabajo de otros, y con
otros. Por eso el ingeniero lasallista se caracte-
riza por el respeto y reconocimiento de la alte-
ridad, por la interdependencia constructiva. Así
los “retos académicos” que se le plantean du-
rante su proceso de formación, implican la or-
ganización de equipos de trabajo, en los que se
identifican las habilidades individuales que se ne-
cesitan para solucionar el problema planteado,
y posibilitan la interacción y el establecimiento
de acuerdos y compromisos.
La paz se está logrando, en parte gracias a la
capacidad para reconocer a los otros, llegar a
acuerdos, identificar un futuro común, y para
entender que algunas veces es posible ser los lí-
deres pero otras veces es fundamental el aporte
como parte de un equipo.
La capacidad de resolver problemas:
El impacto de los proyectos de ingeniería en los entornos naturales en
los cuales se desarrollan es alto, por ello es necesario considerar todos
los factores, agentes, afectados, interesados, etc., en un problema es-
pecífico, que se va a resolver a través de un proyecto de ingeniería; se
les debe incorporar a los equipos de trabajo, y escuchar e incluir sus
aportes, preocupaciones e intereses. Lo cual evidenciará lo complejo
—no lo complicado— de la solución a desarrollar; se requiere por
tanto la capacidad y confianza de que es posible encontrar e imple-
mentar una solución que beneficie a todos.
Los retos de la paz son complejos, pero es posible asumirlos y garan-
tizar el bienestar y la sostenibilidad de Colombia. Se requiere pues
la habilidad para reconocer y solucionar problemas de manera cons-
tructiva. Para ello, se forma el ingeniero lasallista.
113
La habilidad para gestionar proyectos:
El proceso de formación del ingeniero lasallista, incorpora las técni-
cas, habilidades y metodologías requeridas para la gestión de proyec-
tos que apuntan a la solución de problemas específicos —un “reto
académico”— aplicando la innovación
Por lo tanto, se necesita de la capacidad para planear, desarrollar y
evaluar permanentemente las actividades del proyecto; capacidad para
gestionar eficientemente los recursos: materiales, recurso humano, Los proyectos de ingeniería exigen que se consideren todos los factores, agentes,
tiempo, dinero, etc.; capacidad para interactuar con las comunidades afectados, interesados, etc., en cada problema específico a resolver.
afectadas y beneficiadas. Todo esto con el propósito de lograr un ejer-
cicio de ingeniería transparente, socialmente responsable y ambiental-
mente limpio.

114
La Facultad, a través de sus programas
tradicionales y bien posicionados en el mercado,
cuenta con casi nueve mil egresados y una
población cercana a los cinco mil estudiantes.
Facultad de Ciencias Administrativas
y Contables
Historia de la Facultad
Los programas de la Facultad de Ciencias Admi-
nistrativas y Contables37 tienen su origen en los
años siguientes al surgimiento de la Universidad
que desde su inició comprendió la importancia
de las ciencias de la gestión en la generación de
riqueza que beneficie a toda la población y para
la formación de los empresarios con sentido
social que Colombia necesitaba. De otra parte,
fue una decisión estratégica que le permitió a la
institución tener un importante crecimiento a
través de programas que convocaban un gran
número de estudiantes pues daba respuesta a
las necesidades de organización empresarial y
contable que el país requería.
De manera formal la Facultad tiene su inicio
en las transformaciones iniciadas por la Uni-
versidad de La Salle en el año 2007 con la ex-
pedición del nuevo Proyecto Educativo Uni-
versitario Lasallista, PEUL, y las decisiones
orientadas hacia la redimensión curricular de su
oferta educativa en los programas de pregrado
y posgrado. Dicha redimensión curricular bus-
có, entre otros objetivos, la integración de sa-
beres disciplinares hasta ahora disjuntos en su
estructura administrativa y, en especial, en sus
concepciones académicas, para el caso de los
programas de Administración de Empresas y
de Contaduría Pública, que venían funcionan-
do como facultades independientes, así como
los programas posgraduales en estos campos
de conocimiento: Maestría en Administración
y Especialización en Gerencia de Mercadeo, los
cuales funcionaban adscritos a la División de
Formación Avanzada.
Dicha integración se concretó mediante los
Acuerdos 014 y 015 del año 2008, a través de
los cuales se determinó la “organización y fun-
cionamiento de las unidades académicas” y la
“estructura orgánica de la Universidad”, res-
pectivamente, dando una nueva connotación a
la educación integral y a la generación de cono-
cimiento, desde una perspectiva de articulación
y de creación colectiva entre campos de cono-
cimiento afines.
La nueva Facultad recogió cuatro programas
con tradición institucional en el país, que na-
cieron a inicios de la década de los años se-
tenta, y hasta los primeros años de la década
de los ochenta. Cronológicamente, la creación
de los programas se dio de la siguiente manera:
programa de Administración de Empresas38, en

En el programa de Administración de Empresas
se propende por el carácter emprendedor de los
estudiantes que los posicionen frente al análisis de
la realidad local, nacional e internacional.
1970; la Maestría en Administración y el programa de Contaduría
Pública39, en 1974; y la Especialización en Gerencia de Mercadeo,
en 1982.
De esta manera, una nueva Facultad con programas tradicionales
y bien posicionados en el mercado, con casi nueve mil egresados, y
una población cercana a los cinco mil estudiantes, asumió el reto de
ser una unidad académica capaz de articular su saber y su saber hacer
con las demandas de las organizaciones, en procura de su sostenibi-
lidad y crecimiento.
De igual forma, desde su creación, la Facultad ha buscado, no sin
las dificultades propias de la integración administrativa y la articu-
lación de disciplinas, aunque afines, con sus propios paradigmas y
desarrollos, aportar en cada uno de los ejes que la configuran: para
el caso de la Administración de Empresas, formando profesionales
integrales con carácter emprendedor y con capacidades y conoci-
mientos, que los posicionan frente al análisis de la realidad local, 115
nacional e internacional.
En el caso de la Contaduría Pública, promoviendo la formación de
personas competentes en el ámbito de la disciplina y la profesión
contable e incentivando el comportamiento ético y transparente del
individuo y las organizaciones, la confianza pública, el control or-
ganizacional y la toma de decisiones con responsabilidad social;
para la Especialización en Gerencia de Mercadeo gestionando las
relaciones entre las organizaciones y sus clientes, que permitan un
crecimiento sostenible y competitivo de la organización, así como
una plena satisfacción del consumidor, dentro de una perspectiva
social; y para la Maestría en Administración estudiando las situacio-
nes o problemas que afrontan las organizaciones, sus modelos, sus
sistemas, actores y funciones en sus aspectos macro, meso y micro,
y en la naturaleza propia de sus relaciones, con un enfoque ético,
socialmente responsable y humanamente sustentable.

La proyección social es otro aspecto
al que la Facultad de Ciencias
Administrativas y Contables le ha
aportado significativamente a través
de capacitaciones e intervenciones
conducentes a cualificar a sus
116 asociados o beneficiarios, en asuntos
contables, tributarios, de mercadeo,
administrativos, o de otras áreas
de experticia de la Facultad que
se ofrecen a más de doscientas
entidades, entre asociaciones,
fundaciones, cooperativas, redes de
padres y entidades de gobierno.
Bajo tales preceptos, el modelo de gestión aca-
démica institucional ha favorecido la articulación
de procesos en torno a la flexibilidad curricular,
la interdisciplinariedad y la movilidad entre sus
programas; promoviendo el diálogo académi-
co entre profesores y estudiantes; facilitando el
tránsito de profesores y estudiantes en espacios
académicos de interés común; y configurando
la unidad de criterio respecto de los asuntos de
orden operativo.
Por otra parte, a pesar de los enfoques particu-
lares propuestos por los Proyectos Educativos
de los programas, también se han planteado al-
gunos ejes comunes que permiten un diálogo
interdisciplinar en estos campos. Tal es el caso
de las empresas de familia y las entidades de
economía solidaria, unas y otras, dado su ca-
rácter amplio dentro de la estructura social y
económica del país y su potencial para gene-
rar amplias transformaciones en los modelos
de distribución y de equidad en una sociedad
como la colombiana.
Hoy, la Facultad puede mostrar una marcada
orientación hacia la calidad, dados los proce-
sos de registro calificado y de acreditación que
han realizado sus programas; el interés por la
ampliación y renovación de la oferta académi-
ca posgradual con la creación y presentación
para discusión de nuevas especializaciones y
maestrías; su compromiso con la actualiza-
ción curricular permanente, logrando perti-
nencia social y académica; y sus resultados de
investigación, a través de la actividad de los
grupos y profesores en los campos definidos
por los proyectos educativos de la Facultad y
los programas.
Precisamente, respecto de la investigación, la
Facultad, como toda la Universidad, ha dado
un importante salto cualitativo con relación a
la capacidad del cuerpo profesoral para su de-
sarrollo, así como del aprovechamiento de las
condiciones institucionales que favorecen la ac-
tividad investigativa y, especialmente, la cultura
de investigación entre los miembros de la co-
munidad académica. Como resultado de dichos
cambios, hoy los proyectos expresan una marca-
da tendencia hacia el trabajo con comunidades,
organizaciones sociales, entidades territoriales
o empresas familiares o solidarias, proyectando
el cumplimiento de la misión institucional, en
beneficio de la autonomía de las personas y de
su autodeterminación, con acompañamiento
directo o con análisis de situaciones que hacen
de aquellas organizaciones, grupos capaces de
aportar a la “transformación social y producti-
va del país”.
La proyección social es otro aspecto al que la Fa-
cultad le ha aportado significativamente a través
de capacitaciones e intervenciones conducentes
a cualificar a sus asociados o beneficiarios, en
asuntos contables, tributarios, administrativos,
de mercadeo o de otras áreas de experticia de la
Facultad que se ofrecen a más de doscientas en-
tidades, entre asociaciones, fundaciones, coope-
rativas, redes de padres y entidades de gobierno.
En este tipo de proyectos, la Facultad vuelca
sus esfuerzos hacia comunidades vulnerables
que requieren de apoyo para el fortalecimiento
de su tejido social y productivo.
Estos y otros ámbitos de acción de la Facultad
le generan un alto grado de reconocimiento en
distintos sectores de la sociedad; sin embargo,
el principal motivo de satisfacción lo otorgan
sus estudiantes y egresados, quienes por su
comportamiento ético y su sentido de respon-
sabilidad, son estimados en el medio profesio-
nal, que encuentra en ellos no solo alternativas
de solución técnica a sus requerimientos, sino
que aprecia y reconoce la formación en valores,
característica de la Universidad.
Compromiso de la Facultad
con el desarrollo humano
Bien se ha señalado que la firma de un acuerdo
no implica necesariamente la paz del país y que,
por lo tanto, se requieren otros esfuerzos para
lograr una sociedad en la que sus habitantes
aprecien el valor de la vida y gocen plenamen-
te de ella. En este sentido, cada uno de los in-
dividuos y las comunidades que la conforman
tienen una serie de compromisos en este pro-
pósito común.
Para la Facultad de Ciencias Administrativas y
Contables su compromiso con la paz se expresa
en la generación de conocimiento que aporte a
la “transformación social y productiva del país”,
basada en la calidad de la oferta académica, en la
identidad y en las capacidades y desarrollos que
como comunidad educativa se valoran para una
sociedad en paz.
Para ello, se identifican seis ámbitos concretos
de acción y reflexión:
El respeto por la diversidad
La formación debe ser capaz de reconocer la di-
ferencia y estimular la diversidad, de tal manera
que se aprecie el valor de la cultura y se forta-
lezca la construcción de país desde las distintas
expresiones de sus integrantes. Los programas
y la unidad académica apelarán a la compren-
sión amplia de la comunidad educativa que la
conforma y del entorno en el que se desenvuel-
117
ve, afianzando la presentación de alternativas de
solución a partir de los requerimientos particu-
lares que este ponga de manifiesto.
La ética como condición de desarrollo
de las organizaciones y los individuos
No se conciben organizaciones, públicas o pri-
vadas, prósperas o equitativas sin preceptos de
actuación sobre la base del bien común. En este "La ética como condición de desarrollo de las
organizaciones y los individuos" es uno de los ámbitos
sentido, la ética en el campo académico debe de acción de la Facultad con el fin de aportar a la
ser capaz de irradiar las reflexiones y actuacio- transformación social y productiva del país.
nes de los miembros de la comunidad educati-
va en los diferentes ámbitos de desempeño, así
como la acción concreta de las organizaciones
con las que interactúan, de tal manera que no
solo se promueva a partir del discurso, sino
que el ejemplo sea la clara demostración de su
 capacidad de permear los diversos escenarios y aglutinar los dife-
rentes propósitos.

Promoción del emprendimiento social

La generación y desarrollo de capacidades entre las personas que
conforman grupos sociales es determinante si se quiere que el cre-
cimiento económico se acompañe de desarrollo social. Así las cosas,
el conocimiento, la capacidad relacional y la infraestructura logra-
dos por la Facultad, y en general por la Universidad, deben ponerse
al servicio de un amplio número de personas, en especial en condi-
ciones de vulnerabilidad, en procura de apoyar el fortalecimiento de
modelos sostenibles y no dependientes dirigidos hacia la creación y
formalización empresarial, la asociatividad local o regional y otras
expresiones de organización que promuevan la dignificación del ser
humano y puedan hacer frente a los embates de la inestabilidad eco-
nómica y de los modelos que privilegian la gran industria sin apoyo
118
a la economía de menor escala.

Transparencia y rendición de cuentas de las

organizaciones y los individuos como principios para
fortalecer el sentido de responsabilidad
La sociedad requiere conocer las decisiones de sus gobernantes,
sus líderes empresariales y sus principales actores sociales, en pro-
cura de tomar mejores decisiones y ejercer más y mejor los meca-
nismos de control social previstos por el ordenamiento legal y por
las estructuras societarias del país. En este contexto, la formación
de los estudiantes y su posterior desempeño como egresados, debe
trascender el aprendizaje sobre la gestión y la presentación de si-
tuaciones propias del ejercicio profesional, hasta llegar a promover
la consolidación del sentido de responsabilidad por sus actuaciones Los programas de la Facultad deben favorecer el
análisis de las pequeñas y medianas empresas,
u omisiones y que el ejercicio de rendir cuentas y de explicar su muchas de carácter familiar, las cuales conforman el
conducta adquiera una connotación de bien común que promueva 90% de la estructura societaria colombiana.
la transparencia en y de las organizaciones.
Las empresas de familia y su papel en el desarrollo
económico y social del país
La estructura societaria colombiana está configurada en más del
90% por empresas pequeñas y medianas, y buena parte de ellas, e
incluso algunas grandes son de carácter familiar, lo cual supone de
por sí un reto para las profesiones que tienen como objeto de estu-
dio la organización o se involucran con ella en su desempeño. En
este escenario, los programas de la Facultad deben favorecer el aná-
lisis de este tipo de entidades y estructurar alternativas de solución
asociadas al manejo de las mismas; de allí que resulta importante
trabajar para favorecer su desenvolvimiento en el medio, garantizar
su sostenibilidad y lograr la perdurabilidad como propósito no solo
de los dueños, sino de la sociedad en general.

El control como mecanismo de articulación de las 119

funciones en las organizaciones y de participación social
El control en sus diversas expresiones, constituye parte funda-
mental de los procesos de gestión al interior de las organizaciones,
no solo como forma de validación del cumplimiento de resultados,
sino como elemento articulador de la planeación y la ejecución.
Por otra parte, es también determinante como forma de participa-
ción ciudadana frente a las actuaciones u omisiones del Estado y
las organizaciones que lo configuran. En estos ámbitos, privado y
estatal, la Facultad debe lograr formas de intervención (auditoría,
revisoría, veedurías ciudadanas y fiscalización, entre otras) que mo-
tiven el cumplimiento de los logros y estimulen una debida retroa-
limentación ciudadana.
Finalmente, los compromisos son de gran envergadura y requieren
de una comunidad articulada en torno a ellos; con la cual, sumada
al talento y al trabajo denodado, la Facultad no será inferior a los
retos que tiene en el país.

120
El lasallismo mantiene su unidad por medio de un triple
espíritu: fe, fraternidad y servicio.
Departamentos
Académicos:
Unidades transversales de la
formación
Departamento de Formación Lasallista, —DFL—
Un Departamento al servicio del PEUL
El lasallismo, como respuesta histórica, parte de una premisa fundamental: la convicción sobre las
posibilidades de construcción de un mundo mejor a través de la educación. Desde esta mirada,
el Departamento de Formación Lasallista ha logrado recorrer un camino interesante al interior
de la Universidad, a la que ha contribuido consolidando una identidad humanista de los procesos
educativos, al tiempo que ha logrado desarrollos con base en la formación integral. No obstante,
en el contexto de los 50 años de la Universidad, vale la pena recordar cómo la unidad académica
ha ido alcanzando estos hitos.
Historia del Departamento
Desde el mismo momento de su fundación, la Universidad de La Salle se propuso compartir y
enriquecer con toda la comunidad su legado histórico, esto es el tesoro de su tradición espiri-
tual-pedagógica, que es a su vez educativa y pastoral. Para este fin pensó espacios académicos y no
académicos que garantizaran la explicitación del carisma lasallista, de un marcado acento sociopo-
lítico. Como bien afirma el Hermano Martín Carlos Morales en su texto Historia de la Universidad
de La Salle (1993):
 El noble propósito era que todo alumno que ingresara a la
Universidad Social Católica se encontrara con una estructura
intelectual, ética, social abierta y francamente confesional católica. La
nueva universidad no quería ser católica y social solo en el nombre,
sino hasta en lo más profundo, sólido y científico de las inteligencias y
de los corazones, así de los profesores como de los alumnos, así de los
programas como de los contenidos reales (Morales, 1993, p. 59).

En este sentido, se puede afirmar que más allá de las necesidades

concretas que las distintas coyunturas históricas han ido exigiendo
a la Universidad, a lo largo de su medio siglo de vida, ha respondi-
do con fidelidad creativa, sin embargo no ha olvidado que debe dar
respuestas nuevas a hombres nuevos en situaciones nuevas, pero
siempre desde los valores del Evangelio y el compromiso con la
construcción de una sociedad más justa y equitativa. Desde el De-
partamento de Formación Lasallista se cree que esta firme convic-
ción se manifiesta en diversos escenarios de la institución, pero de
una manera especial en la existencia misma del Departamento, y en
121
sus principios rectores:

Hay que entender el lasallismo como una opción histórica que se

resignifica creativamente frente a las realidades de cada época, pero
que mantiene la unidad por medio de un triple espíritu: fe, fraternidad
y servicio. Acerca del primero, se entiende como una relación de
confianza en un 'Alguien' que confiere una manera de interpretar la
historia desde la perspectiva de los últimos, los empobrecidos… Frente
al segundo, se asume que más allá de las religiones y culturas hay un
espíritu común que hermana, que dispone para una misión que se
discierne y concreta en común… Y respecto al tercero, se entiende
como la dinámica para superar los propios intereses y estar abierto a
las necesidades de los demás, de manera especial de aquellos que
han sido olvidados por la Historia (Revista de la Universidad de La Salle
#49, 2009).

Desde este horizonte es posible entender las tres etapas por las que
Los egresados de la Universidad han interiorizado ha pasado la formación lasallista en la Universidad:
una sensibilidad social en el sentido que demuestran
el compromiso que tienen por el otro.

122
La Cátedra Institucional Lasallista es una actividad del
DFL que busca dinamizar la reflexión en torno a los
temas que le importan al país a través del encuentro
de reconocidos invitados externos y la presentación
de la producción que la Universidad ha hecho. Toda la
comunidad universitaria está invitada a este importante
espacio de construcción académica.
Primera etapa (1964-1985)
En este periodo funcionaron dos áreas separa-
das40, una encargada de la formación teológica y
otra de la formación humanística, con evolución
distinta al interior de la Universidad. Mientras la
primera apuntaba a la formación doctrinal cató-
lica, a través del Departamento de Pastoral Ca-
tequética, dependiente de la Facultad de Educa-
ción (a partir de 1971 este Departamento pasa a
ser el Departamento de Ciencias Religiosas); la
segunda, encargada de la formación humanísti-
ca, entre 1964 y 1970, dependió de la Facultad
de Filosofía, aportando una formación vario-
pinta, que iba desde sociología e historia hasta
técnicas de expresión oral y escrita, es decir, una
formación en cultura general que cultivaba el
espíritu humano.
Morales lo ilustra con las siguientes palabras:
"Se miraba con horror la perspectiva… de for-
mar técnicos especializados ajenos al mundo
de las ideas" (1993, p. 67). A partir de 1970 se
creó un Departamento, aún dependiente de
la Facultad de Filosofía, que enfatizó en un
humanismo cristiano, estableciendo diálogos
entre la reflexión filosófica y el existencialis-
mo cristiano, muy en la línea propuesta por
Teilhard de Chardin.
Segunda etapa (1985-2005)
Fruto de su propia consolidación como institu-
ción, la Universidad construyó el Marco Doc-
trinal (1983), que a su vez daría fundamento
al Proyecto Educativo y el perfil lasallista. De
acuerdo con Morales (2003), eran seis los as-
pectos que destacaban en este primer proyecto:
el compromiso con una verdadera promoción
del estilo lasallista de educación; el esfuerzo
para integrar docencia e investigación; la articu-
lación de docencia e investigación con proyec-
ción social; la visión cristiana del hombre y el
mundo; la proyección histórica y sociopolítica
a nivel nacional y latinoamericano y el compro-
miso preferencial con y por los empobrecidos.
Con estos elementos de entrada, y frente a la
necesidad de generar una propuesta de forma-
ción integral aún más fecunda, la Universidad
une los dos departamentos antes descritos y
crea el área de Formación Lasallista41, adscrita
inicialmente a la recién creada Vicerrectoría de
Promoción y Desarrollo Humano (1985). En
este año se creó el Centro de Investigaciones
Lasallistas —CILA— que fue dirigido durante
toda su existencia institucional por Luis En-
rique Ruiz López, insigne pensador lasallista
protagonista de la reflexión institucional du-
rante más de treinta años. Luego esta área pasó
a depender de las Facultades de Educación y
Filosofía. No obstante, al final de este perio-
do la Universidad entiende que la naturaleza
de estos espacios no solo era académica, sino
también transversal y multidisciplinar, por lo
que el área pasa a depender directamente de la
Vicerrectoría Académica.
En esta etapa merece una mención especial
la aparición del Modelo Formativo Lasallista,
 123

Un principio original lasallista es el de "mover el corazón" que

propone articular no solo la inteligencia con el afecto, sino
con el compromiso y todo el campo de la interioridad
y del espíritu de las personas.
 surgido del Marco Doctrinal y del mismo Proyecto Educativo, que
permitió la ampliación del número de espacios académicos, hasta un
total de siete. Su propósito era:

Canalizar los esfuerzos educativos de los educandos y de los

educadores hacia objetivos de naturaleza estrictamente formativa,
de manera tal que mantengan su prioridad frente a otros objetivos
curriculares, de índole instruccional, científica o de adiestramiento
profesional (Ruiz, 1995, p. 12)

Tercera etapa (2006 hasta el presente)

La coyuntura histórica que dio origen a la construcción del PEUL
y el EFL, así como la obtención de la Acreditación Institucional de
Alta Calidad exigieron a la Universidad revisar todo su funciona-
miento y estructura, de cara a garantizar no solo su consolidación en
el ámbito nacional e internacional, sino también el fortalecimiento
124
de su propia identidad lasallista. En este contexto, el área pasó a ser
una unidad académica, adquiriendo el nombre de Departamento de
Formación Lasallista42 —DFL—, como se conoce en la actualidad.
El DFL nació con una misión definida:

La profundización, transmisión y construcción de conocimiento

En Colombia, el lasallismo es vigente por la existencia de
proyectos que se han atrevido a arriesgar y a hacer apuestas
valientes e innovadoras.
lasallista, sociohumanístico, teológico y ético de cara a una formación
integral de la totalidad de estudiantes, al igual que profesores y
la comunidad universitaria en general, a través de programas de
investigación, programas de formación académica en las áreas
correspondientes y programas de proyección y servicio a la sociedad,
inspirados en el Proyecto Institucional de la Universidad (Acuerdo 004
de 2006).

Comprender esta continuidad histórica permite afirmar la importan-

cia del papel que el DFL ha desempeñado en la construcción de la
identidad lasallista de la Universidad en cuanto a institución, pero
también como comunidad viva que requiere de referentes de senti-
do antes de establecer diálogos con otras identidades en este mundo
diverso y plural. Así, el DFL se reconoce, más
que como un equipo de trabajo, como una co-
munidad académica que asume con coherencia
su quehacer; que entiende su actividad como una
praxis que busca la constitución de sujetos ges-
tores de la transformación social, política, eco-
nómica y cultural. Es una formación que busca
generar un sujeto con capacidad comprensiva y
reflexiva de su contexto, de frente a un mejora-
miento de las condiciones de vida, tanto suyas
como de sus congéneres.
El futuro inmediato: retos
del Departamento de
Formación Lasallista
Consciente de su misión y su responsabilidad
frente a la comunidad universitaria lasallista, el
DFL identifica las siguientes prioridades en el
inmediato futuro:
Una propuesta formativa de calidad
En sintonía con las exigencias de una institu-
ción acreditada con alta calidad, esta unidad
académica entiende la importancia de una re-
visión integral y permanente de sus proce-
sos pedagógicos, investigativos, de extensión y
de gestión. Con ello se busca evaluar la coherencia
del Proyecto Educativo del Departamento con el
Proyecto Educativo de la Universidad al cual sirve.
Para esto, también será importante mantener
la dinámica de redimensión curricular per-
manente para a garantizar una propuesta de
formación integral pertinente y significativa,
que plantee espacios pedagógicos interesantes
y novedosos, que establezca diálogos entre hu-
manismo y ciencia, pero ante todo, que toque el
mundo de la vida de los estudiantes y les ayude
a afrontar los retos ciudadanos en un contexto
de posconflicto.
Se ha asumido una premisa clara: la convicción
de que unos procesos pedagógicos de calidad
exigen a su vez un docente de primer nivel, que
debe ser formado y cultivado, para lo cual el
DFL continuará buscando la cualificación pe-
dagógica, disciplinar y ética de sus profesores.
Ampliación de las posibilidades
formativas 125
Dado el carácter eminentemente lasallista del
horizonte del DFL, el campo de acción de la for-
mación humana y cristiana se expresa como un
transversal en la educación superior y trasciende
entonces los espacios académicos propios del
Departamento. Por lo que el DFL quiere abrirse
a otras posibilidades de trabajo que tienen que
ver con propuestas de programas académicos de
posgrado y también con un fortalecimiento de El DFL se reconoce, más que como un equipo de
las ricas opciones que tiene la extensión como trabajo, como una comunidad académica que busca la
eje articulador de la investigación y la docencia.
constitución de sujetos gestores de la transformación
social, política, económica y cultural.
En ese marco se encuentra en el Proyecto Pedago-
gías de la Interioridad, una veta para responder a
lo manifestado en el Enfoque Formativo lasallista:
“...relacionar esta rica tradición educativa lasa-
llista con otras propuestas, como las llamadas
 pedagogías de la construcción del sujeto… de la misma manera,
con las pedagogías del cuidado, ya que un principio original lasa-
llista es el de «mover el corazón» que propone articular, no solo la
inteligencia con el afecto, sino con el compromiso y todo el campo
de la interioridad y del espíritu de las personas. En este sentido el
EFL nos propone desarrollar una pedagogía de la vida interior y de
la fe congruente con el nivel de la educación superior”.
También parte de la ampliación de las posibilidades formativas tie-
nen que ver con la virtualización del aprendizaje y el uso de las TIC
como mediación pedagógica. Para lo cual se necesita la inclusión de
nuevos paradigmas de enseñanza-aprendizaje, como el conectivismo
y la inteligencia colectiva; y la construcción procesual de ambientes,
contenidos y espacios de aprendizaje totalmente virtuales, de cara a
oferta futura de Massive Open Online Courses —MOOCS— y la
aparición de nuevos programas de pregrado y posgrado.
126
Desarrollo de procesos de internacionalización
El DFL busca convertirse en un nodo de reflexión, de manera par-
ticular en la formación humanística y ética, en el contexto de la
educación superior que cada día gana más terreno en la misión
educativa lasallista a nivel mundial.

Compromiso del Departamento

de Formación Lasallista con el
Luis Enrique Ruiz López, destacado pensador que construyó pensamiento
lasallista para la educación superior. desarrollo humano

Como puede observarse, el camino recorrido por el Departamento

ha sido largo y fecundo, pero los retos hacia el futuro lo son aún más.
Como afirmara Polanía (2009) “en la medida en que el pensamiento
lasallista se constituya en experiencia viva —en un ethos— para los
estudiantes, tal dinamismo deberá constituirse también en referente
de sentido para los demás miembros de la comunidad universitaria”.
De esta forma, el DFL logrará trascender lo es-
trictamente académico de la formación para di-
fundir el lasallismo en todos los escenarios de la
vida universitaria, con el propósito de establecer
un tejido de relaciones que haga real una edu-
cación para pensar, decidir y servir, todo ello
desde la autenticidad y la coherencia. En pala-
bras del fundador, San Juan Bautista de La Salle:
¿Queréis que vuestros discípulos practiquen
el bien? Practicadlo vosotros mismos, pues les
convenceréis mucho mejor con el ejemplo de
una conducta juiciosa y modesta que con todas
las palabras que pudierais decirles
(Meditación 33, 2)
De tal modo que el aporte del DFL a la paz de
Colombia pasa fundamentalmente por:
La actualización del pensamiento
lasallista en clave de educación
superior
El lasallismo es una fuente inagotable de es-
piritualidad para la educación, durante más de
trescientos años ha alimentado la reflexión y
la acción educativa mundial en todos sus ni-
veles y en los últimos cien años ha incursiona-
do en el campo de la educación superior con
aportes valiosos respecto a la formación inte-
gral, la pastoral universitaria, la investigación
para la transformación social, el acompaña-
miento como fundamento de la relación peda-
gógica y el desarrollo de currículos en la vida y
para la vida a través del desarrollo de las capa-
cidades que forman profesionales para la ciuda-
danía responsable y productiva.
En Colombia, el lasallismo lleva ciento veinticin-
co años de presencia y cincuenta en la educación
superior a través de la Universidad de La Salle de
Bogotá, como una fuerza viva, no un fósil, o un
objeto de museo. Y su vigencia se da por la exis-
tencia de proyectos que se han atrevido a arriesgar
y hacer apuestas valientes e innovadoras.
Tal fuerza necesita una permanente reflexión
y un diálogo con las perspectivas pedagógi- 127
cas contemporáneas de la educación superior
que enriquezcan la tradición y que generen los
cambios que los contextos culturales actuales
exigen a la universidad como institución en y
para la sociedad. De manera especial, en la Co-
lombia del posconflicto, el lasallismo en la edu-
cación superior tiene una palabra y una acción
irrenunciable e irremplazable en la visualiza-
ción de caminos que hagan de las universidades El DFL debe ayudar a comprender las mejores formas de
una nueva evangelización para el ámbito universitario,
organismos vivos y pertinentes que apuestan a través de nuevos lenguajes, nuevas sensibilidades y
por la dignidad de las personas de manera es- nuevas experiencias.
pecial de los más empobrecidos de la sociedad.

128
El sello lasallista es visible para los empleadores y
aliados estratégicos de la Universidad sobre todo en la
sensibilidad social de sus egresados y en el sentido que
tienen de compromiso por el otro.
La consolidación de una formación ética y política
para los estudiantes en tiempos de posconflicto
Si bien la formación ética es una responsabilidad del proyecto
universitario en general, también es cierto que existen algunos
espacios privilegiados que favorecen la reflexión y la discusión
y que permiten la consolidación de un criterio para la toma de
decisiones éticas en lo personal y en lo profesional. Este ejercicio
tiene en el DFL un protagonista de primer orden, de tal modo
que está llamado a liderar y acompañar iniciativas institucionales e
interinstitucionales que vayan en esta dirección.
En los momentos actuales del país frente a la consolidación de la
paz, este trabajo necesita referentes que permitan a las comuni-
dades universitarias desplegar una serie de acciones que formen,
en y para la reconciliación, una ética de la compasión de mirar al
otro como una persona cargada de dignidad, con rostro, con his-
toria, con sueños y generar procesos que permitan comprender y
resignificar el pasado y mirar el horizonte con esperanza. De igual
modo, la formación profesional exige que valores como la hones-
tidad, la sinceridad, la generosidad y la solidaridad sean consoli-
dados como referentes centrales de acción para la construcción
de sociedades con principios de transparencia, verdad y justicia.
El desarrollo de una propuesta de formación
cristiana para la educación superior. La vigencia de
los valores del Evangelio
La Universidad de La Salle se define a sí misma como católica y
lasallista. Esta catolicidad es un referente que le permite el diálogo
con otras perspectivas en la construcción de una sociedad demo-
crática y plural. El anuncio explícito del evangelio como un valio-
so tesoro que debe ser compartido con todos los miembros de la
comunidad universitaria es una responsabilidad irrenunciable de
la filosofía institucional.
 Tal ejercicio tiene en el DFL un responsable privilegiado que debe
ayudar a comprender las mejores formas de una nueva evangeliza-
ción para el ámbito universitario, a través de nuevos lenguajes, nue-
vas sensibilidades y nuevas experiencias que compartan el mensaje
del Evangelio para un mundo juvenil ansioso de encontrar fuentes
significativas de sentido y proyectos valiosos en los cuales empe-
ñar la propia existencia. De tal manera que la confesionalidad deje
de ser vista como un obstáculo y se convierta en una enorme po-
sibilidad de diálogo y crecimiento humano, como un aporte de
la Universidad de La Salle a la educación superior colombiana.

El cultivo de la sensibilidad social y de los valores del

compromiso por el otro
El sello lasallista es visible para los empleadores y aliados estraté-
gicos de la Universidad, sobre todo en la sensibilidad social de sus
egresados y en el sentido que tienen de compromiso por el otro. 129

Sin duda, las experiencias formativas propiciadas en la Institución van

generando ese tipo de subjetividades sensibles al dolor de los otros, ca-
paces de servir, de trabajar en causas comunes y en proyectos colegiados.
Es una riqueza que necesita ser sistematizada, comprendida, for-
talecida y difundida como un aporte de la universidad a los proce-
sos formativos de la educación superior colombiana que necesita
apostarle en estos momentos coyunturales, en el que un nuevo país
quiere emerger, a la formación de mentes destacadas en ciencia y
tecnología, pero sobre todo de corazones capaces de humanizar.

La catolicidad de la Universidad es un referente que

le permite el diálogo con otras perspectivas en la
construcción de una sociedad democrática y plural.

130
Uno de los fines del Departamento de
Ciencias Básicas, como unidad académica,
es promover la ciencia y la investigación.
Departamento de Ciencias Básicas
Historia del Departamento
Discernir sobre el pasado, presente y futuro
del Departamento de Ciencias Básicas de la
Universidad de La Salle, implica hacer referen-
cia al contexto al que pertenece, a su entorno
académico local congregado en el conjunto de
facultades que lo rodean y con las que está en-
granado desde su creación. Leer en el pasado
y en el presente una posible proyección al fu-
turo, implica moverse en las dinámicas propias
de la Universidad con relación a la educación,
la sociedad, la cultura, la economía y la política
en los 50 años transcurridos.
La Universidad de La Salle desde su fundación
se caracterizó por el énfasis en la fundamenta-
ción científica con un amplio contenido social
y humano, iniciando actividades con los pro-
gramas académicos de Ingeniería Civil, Filo-
sofía y Letras, Economía y las licenciaturas en
Química y Biología, así como en Matemáticas
y Física (Hno. Morales Flórez, 1993 p. 57).
Alrededor de 1971 la Facultad de Educación,
cuyo decano y director era el Hermano Campo
Elías González Cortés, ofertaba las licenciatu-
ras en Matemáticas y Física, en Química y Bio-
logía, en Idiomas y en Educación Religiosa. En
el año 1973 se creó oficialmente el Departa-
mento de Química y Biología y se organizó la
infraestructura material y administrativa de au-
las de laboratorio como las correspondientes
a las áreas de Química, Biología y Física. Por
otra parte, el Departamento de Matemáticas y
Física, que aunque existía como tal, nunca ad-
quirió un corpus legal autónomo, quedó como
una dependencia adscrita al Departamento de
Química y Biología.
En el año 1975 se consolidó el carácter fun-
cional de los departamentos43 como presta-
dores de servicios a las diferentes carreras
profesionales que ofertaba la Universidad en
su momento, asignando a los profesores que
ejercerían su actividad docente en los distintos
programas, en cabeza de una sola estructura
académica que era el Departamento de Quí-
mica y Biología.
En cuanto a las actividades de aula de índole
experimental, ofrecía los servicios de labora-
torio que debían realizar los estudiantes para
las asignaturas teórico-prácticas. Esta situación
perduró durante dos décadas sin mayores alte-
raciones, hasta que sobrevino la culminación y
cierre definitivo de las licenciaturas en Mate-
máticas y Física, primero hacia 1989-90 y, pos-
teriormente la de Química y Biología, hacia el
año 2000.
Estos acontecimientos fueron el resultado de la cada vez más escasa
y finalmente nula inscripción de nuevos aspirantes y la oferta de
licenciaturas de carácter similar en otras universidades.
En el 2000, el Consejo Directivo aprobó la transformación del De-
partamento de Química y Biología en el Departamento de Ciencias
Básicas, adscrito a la Vicerrectoría Académica y le asignó como
primera función garantizar la terminación de estudios a los últi-
mos estudiantes admitidos en la Licenciatura en Química y Biolo-
gía (1993) y, en segundo lugar, la continuación de la prestación de
servicios de formación básica a todas las unidades académicas de
la Universidad, en las áreas de Física, Química, Biología, Matemá-
ticas y Estadística, aprovechando la infraestructura heredada del
Departamento de Química y Biología, junto con la experiencia en
los ambientes pedagógicos y disciplinares.

Principales logros, aportes y propósitos 131

históricos del Departamento

Etapa como Departamento de Química y Biología

El Departamento de Química y Biología en su momento formó
licenciados en Química y Biología y en Matemáticas y Física, pro-
moviendo la investigación tanto en el área didáctico-pedagógica, así
como en la disciplinar. El Museo de La Salle, creado por los Her-
manos Apolinar María y Nicéforo María en 1910, recibió un aporte
significativo al crecimiento del Herbario con la colaboración de los Hermano Daniel Julián González Patiño, director del Museo de
estudiantes y profesores del Departamento de Química y Biología, La Salle desde el año 1980 hasta 1988.

quienes en sus salidas de campo contribuyeron a la calidad de las

colecciones a través de nuevos procesos y montajes.
Los primeros estudios realizados en conjunto, entre el Departamento
de Química y Biología y el Museo de La Salle, sirvieron como tra-
bajos de grado para los estudiantes de la Licenciatura de Química y

132
El programa de Biología junto con el Museo de La Salle
adelantan investigación con énfasis en la bioprospección,
ejecutando proyectos de índoles transdisciplinar e
interdisciplinar, que contribuyen a la solución de
problemáticas nacionales.
Biología que permitieron valorar la biodiversi-
dad, el grado de conservación de la flora nativa,
la invasión de especies foráneas, la distribución
preliminar de las especies y la comparación con
regiones similares, aportando de esta manera al
conocimiento de la flora y fauna nacional.
Posteriormente, se generaron alrededor de quince
investigaciones en Ciencias Biológicas a través
de cuatro proyectos cofinanciados por Colcien-
cias desde el año 1993 hasta el año 2000. De
manera ininterrumpida durante este periodo,
el Departamento demostró su capacidad como
unidad académica con carácter investigativo y en
la gestión de los diferentes proyectos, por cuanto
cumplió con los compromisos de formar talento
humano, socializar resultados a través de publi-
caciones en revistas especializadas o en eventos
de índole nacional e internacional, estableciendo
vínculos de cooperación con otras instituciones.
Dentro de los aportes concretos durante esta
etapa, se cuentan publicaciones de destacada
relevancia por el alto nivel de sus artículos,
como la revista de investigación en ciencias
y enseñanza de las ciencias, Diógenes. Previo a
la existencia de esta revista, durante algunos
años el Departamento, en cabeza de su direc-
tor, apoyó la publicación del Boletín de Química
y Biología, cuyo contenido procedía de aportes
directos de los estudiantes. En los últimos años
de su condición como Departamento de Quí-
mica y Biología, su líder, Abraham Hadra Sau-
da se empeñó en la publicación de un boletín
gestionado en su totalidad por él mismo, cuyo
propósito era “fomentar el espíritu y cariño por
todo nuestro medio ambiente”, denominado
Ecos-Ecológicos.
Etapa como Departamento de
Ciencias Básicas
Actualmente, la unidad académica está circuns-
crita a los objetivos contemplados en la reso-
lución de su creación de diciembre 7 de 2000
y cuenta con el programa de Biología44 creado
en el año 2009, donde forma profesionales en
Biología con un alto sentido social y ético y pro-
mueve el aprovechamiento sostenible de los re-
cursos biológicos y genéticos. Presta servicios
docentes a los programas académicos apoyan-
do el área de fundamentación en cada uno de
ellos. Con el apoyo del Museo de La Salle, de-
pendencia integral del Departamento, adelanta
investigación con énfasis en la bioprospección,
ejecutando proyectos de índoles transdiscipli-
nar e interdisciplinar, que contribuyen a la so-
lución de problemáticas nacionales.
Fiel a los principios del lasallismo, el Departa-
mento ha logrado:
• Coordinar y orientar todas las actividades aca-
démicas y administrativas, tendientes al desa-
rrollo con calidad y eficiencia de los espacios
que las unidades académicas han solicitado
como servicio en las áreas de Química, Biolo-
gía, Física, Matemáticas y Estadística.

Los laboratorios son dedicados a actividades de investigación,
extensión y prestación de servicios de muestreo, análisis y
consultoría especializada en diversas áreas.
• Identificar, diseñar y proponer programas de formación aca-
démica y profesional como el de Biología. Este programa ob-
tuvo su aprobación por parte del Consejo Académico de la
Universidad en junio de 2009. Su objetivo principal es formar
biólogos capaces de desarrollar o participar activamente en
programas de investigación y caracterizar nuevas fuentes de
desarrollo mediante el conocimiento, el uso y la conservación
de la biodiversidad colombiana.
• Estimular y promover la investigación científica y tecnológi-
ca de acuerdo con las políticas institucionales y las líneas de
investigación adoptadas por la Universidad. Esto dio como
resultado histórico el nacimiento formal de siete grupos de in-
vestigación registrados actualmente en la plataforma ScieTi de
Colciencias: Grupo de Entomología y Enfermedades Transmi-
tidas por Vectores, Matestasis, Biología Molecular e Inmunoge-
nética, Grupo en Ecología y Medio Ambiente, Bioprospección 133
y Conservación Biológica, Estudio de Sistemas Dinámicos Na-
turales y el Grupo Asesor y Consultor en Estadística y mate-
mática (ACEM-Unisalle). Los anteriores grupos de investigación
han permitido la participación de los profesores investigadores
como ponentes en eventos científicos de orden nacional e inter-
nacional en los que socializan los resultados del trabajo investiga-
tivo y establecen contactos con investigadores de diversas áreas y
países, gracias al apoyo de la Universidad.
• Liderar y participar con eficiencia administrativa en los pro-
cesos de Redimensión Curricular, inicialmente realizando un
estudio serio y reflexivo al interior del Departamento; partici-
pando en diálogos constructivos con las facultades y sus pro-
gramas, y culminando con la presentación y aprobación de la
propuesta ante el Consejo Académico.
• Desarrollar la infraestructura física y material de las aulas de
laboratorio en las correspondientes áreas que componen el

134
El Departamento utiliza convenientemente materiales,
equipos y recursos tecnológicos disponibles, para que
los estudiantes puedan enfrentar de manera óptima
todas las situaciones.
Departamento: Biología, Química, Física,
Matemáticas y Estadística. Esto, de acuerdo
con el crecimiento del sector estudiantil y las
nuevas necesidades en cuanto a Tecnologías
de la Información y las Comunicaciones.
Hacia comienzos de la segunda década del nue-
vo milenio, por una decisión interna de carácter
administrativo, el Museo de La Salle45 pasó a ser
una dependencia adscrita al Departamento de
Ciencias Básicas. Lo que le permitio entrar en
una etapa de estabilización de las colecciones y
modernización para darle nuevos horizontes a
la investigación. Se iniciaron actividades educa-
tivas y culturales tales como: las exposiciones
itinerantes y las visitas guiadas dentro del Pro-
yecto Educativo del Museo de La Salle: las Ex-
pediciones Lasallistas, el Miércoles del Museo,
una Noche en el Museo.
Igualmente, dio inicio a la organización, man-
tenimiento y conservación de las colecciones
científicas: herbario, herpetología, ictiología,
ornitología, mastozoología, entomología y
otros invertebrados, paleontología y minerales;
de acuerdo con los estándares internacionales
que se han venido consolidando en el ámbito
de la informática de la biodiversidad y las técni-
cas y tecnologías apropiadas para la conserva-
ción de colecciones.
El Departamento de Ciencias Básicas, cuenta
actualmente con un excelente cuerpo de pro-
fesores, la mayoría con formación académica
a nivel de maestría, un distinguido grupo con
estudios doctorales, y un reducido número de
ellos con estudios a nivel de especialización.
Actualmente, el Departamento tiene un Proyec-
to Educativo y Proyectos de Plan Estratégico,
algunos de ellos con destacado reconocimiento
institucional, empalmados al Plan de Desarrollo
de la Universidad. Ha realizado una participa-
ción activa en el proceso de redimensionamien-
to curricular como ya se mencionó, tanto para
el programa a su cargo (Biología), como para la
estructuración exitosa de los programas acadé-
micos de otras unidades cuya organización cu-
rricular depende en alguna etapa, del aporte del
Departamento; esto con fines de renovación de
registros calificados y acreditación tanto de pro-
gramas, como institucional.
De igual manera, ha aportado significativamen-
te al ámbito de la investigación dentro de la
institución, pues el grueso de su planta docen-
te, ha estado presente históricamente con un
amplio espectro de proyectos de investigación,
avalados y respaldados tanto por la Universi-
dad misma (a través en su momento del Depar-
tamento de Investigaciones y actualmente de la
Vicerrectoría de Investigación y Transferencia)
como de entidades externas como Colciencias.
Lo anterior, ha permitido la participación per-
manente de sus integrantes en eventos tanto de
orden nacional, como internacional.
Durante el desarrollo de los diferentes tipos de
investigación propuestos por la Vicerrectoría
de Investigación y Transferencia, en especial y

El Museo de La Salle se encuentra ubicado en la sede
La Candelaria, declarada bien de interés cultural de
carácter distrital.
en atención a los lineamientos que la política pública ha manifesta-
do en los proyectos encaminados a la transferencia tecnológica, el
Departamento ha realizado su aporte en la propuesta de patente en
el tema de separación de celulosa y poliacrilato de sodio producto
residual de la industria pañalera.
Compromiso del Departamento con el
desarrollo humano
El Departamento será reconocido por sus procesos de investiga-
ción que articulan desarrollos disciplinares en ambientes interdis-
ciplinares al interior del mismo y con otras unidades académicas
o instituciones externas. Los proyectos de investigación están en-
marcados en la búsqueda de soluciones a problemas del contexto
nacional, y acordes con el capital humano, la visión y misión del
Departamento, el Sistema de Investigación Universitario Lasallista
y las líneas y campos de investigación de la Universidad. 135
Como unidad integral del Departamento, el Museo de La Salle se
proyecta como un espacio generador de conocimiento y aprendi-
zaje de las ciencias, en donde se permita a los estudiantes, profeso-
res e investigadores, despertar su espíritu científico y desarrollar su
sentido moral y estético. Se concibe como un centro de investiga-
ción, conceptualización y divulgación científica; que sea interactivo
y multidisciplinario, que fortalezca y cree vínculos de pertenen-
cia con el patrimonio natural, cultural e histórico a nivel nacional
e internacional.
El Departamento se perfila como una unidad académica que pro-
mueve la ciencia y la investigación. Asumirá tal responsabilidad,
a través de programas de extensión y de la creación de nuevos
programas de pregrado y posgrado con pertinencia y responsa-
bilidad, como repuesta a los desafíos de transformación social,
política, económica y cultural que implicaría un escenario nacional
de posconflicto.
 Notas
26LilianaGiraldoAriashasidodecanadesdelaconfiguracióndelaFacultad
de Ciencias del Hábitat.
27LasdirectorasdelaMaestríaenCienciasdelHábitathansido:MaríaEuge-
nia Martínez y Ximena Samper de Neu.
28 LosdirectoresdelprogramadeArquitecturahansido:JoséIgnacioSancle-
menteVillalón(endosocasiones),RaúlArangoCalad,GuillermoGonzález
García,TomásFernandoUribeForero,SergeDurandDieudonné(E),Luis
AlfonsoTrianaPérez,MauricioCoteCadena,LilianaGiraldoAriasyJairo
Alberto Coronado Ruiz (actual director).
29 LosdirectoresdelprogramadeUrbanismohansido:LilianaGiraldoArias
y Carlos Alberto Vanegas Alfonso.
30LosdecanosdelaFacultaddeIngenieríahansido:CamiloHernandoGuá-
queta Rodríguez y Carlos Rufino Costa Posada.
31 LosdirectoresdelprogramadeIngenieríaCivilhansido:AlfredoBateman
Quijano,JavierUribePeralta,GerardoLinaresCáceres,AlfredoDíazPiccaluga
(endosocasiones),ManuelCasabiancaPizano(endosocasiones),Alejandro
SandinoPardo,ArturoRamírezMontufar,NicanorPinzónNeira,MiguelMejía
136 Sastoque,JosédelCarmenSuarezCaro(endosocasiones,FranciscoGnecco
Calvo,MiguelOrtegaRestrepo,AdolfoVianadelaPava,HéctorVicenteVega
Garzón y Manuel Antonio Tobito Cubero (actual director).
32 LosdirectoresdelprogramadeIngenieríaAmbientalySanitariahansido:
FabiánAntonioSánchezMedina,CarlosHildebrandoFonsecaZárate,Ca-
miloHernandoGuáquetaRodríguez(luegoprimerdecanodelaFacultad),
Gabriel HerreraTorres, Leonardo Emilio Calle Páez (actual director).
33 LosdirectoresdelprogramadeIngenieríaEléctricahansido:GonzaloElías
EstradaVega,MiguelE.PeñalozaBarrientos,HernánCarvajalOsorio,Jor-
ge Villate Castillo, Antonio Bernal Acosta (actual director).
34 LosdirectoresdelprogramadeIngenieríadeAlimentoshansido:MiguelMejía
Sastoque,MaritzaRichouxdeLeal,LuisFelipeMazueraForero,UldaricoGui-
llermoSáenzLeiva,CamiloAntonioRozoBernal,EdnaLilianaPeraltaBaquero
(primera egresada en ser directora del programa y actual directora).
35 LosdirectoresdelprogramadeIngenieríadeAutomatizaciónhansido:José
JesúsMartínezPáez,Hno.LuisHumbertoBolívarRodríguez,IsaacFefer-
baumZyto,FranciscoAlbertoJaimeSisa,JaimeHumbertoCarvajalRojas,
JuanJoséJiménezMejia,EdgarJavierBarajasyMaximilianoBuenoLópez
(actual director).
36 LinaRocíoAcostaCastrohasidoladirectoradelprogramadeIngeniería
Industrial.
37 LosdecanosdelaFacultaddeCienciasAdministrativasyContableshan
sido:EduardoPosadaZamudio,ElsaMargaritaUribeGonzález,Gonzalo
Trujillo Echeverri y Jairo Alberto Díaz Perdomo (actual decano).
38 LosdirectoresdelprogramadeAdministracióndeEmpresashansido:Julio
HernánVanegasSalamanca,LuisEduardoIlleraDulce(tambiénfueVicerrec-
torAdministrativo),ÓsmarCorrealCabral,ÁlvaroGonzálezSantana(decano
endosocasiones,mártirdelasbandassicarialesenelañode1989),Rubén
AntonioMartínezMendoza,JoséOrlandoOrtizPeña(tambiénfueVicerrector
Administrativo),FranciscoSolísEnciso,JesúsSantosAmaya,MarioBalleste-
rosMejía,HernandoRoaSuárez,OscarVilladaVargas,OctavioRamírezRojas,
EduardoPosadaZamudio,RicardoAcevedoTrujillo,ÉdgarCamposSeguray
Carlos Alfredo Mansilla Mejía (actual director).
39 LosdirectoresdelprogramadeContaduríaPúblicahansido:JorgeEnrique
JiménezPreciado,RafaelRuizMartínez,DavidLeonardoHernández,Jesús
MaríaPeñaBermúdez,RafaelPrietoDurán,SamuelAlbertoMantillaDurán,
FernandoArturoRodríguezMartínez,ÁlvaroHernánTrujilloMahechayGe-
rardo Santos (actual director).
40 LoscoordinadoresdelDepartamentodeCienciasReligiosasfueron:Hno.
OttoPantanoGuevara,Hno.OliverioRodríguezLimasyHno.AntonioBe-
doyaCardona.YMyriamRodríguezRubiohasidolacoordinadoradelDe-
partamento de Humanidades.
41 LoscoordinadoresdeláreadeFormaciónLasallistafueron:Hno.Hernando
SebáLópez,GilbertoHernándezCeballos,AnaGracielaMeloMoya,Hna.
FannyCeciliaRomeroPacheco,Hno.PedroAyalaMojica,P.WilsonSabal-
za Negrete, José Alberto Silva Rivera y Fabio Orlando Neira Sánchez.
42 LosdirectoresdelDepartamentodeFormaciónLasallistacomoUnidad
Académicahansido:Hno.FabioHumbertoCoronadoPadilla,Hno.Mau-
ricioMaldonadoLuna,Hno.NéstorRaúlPolaníaGonzález,FabioOrlando
Neira Sánchez y el Hno. Diego Mora Arenas (actual director).
43 LosdirectoresdelDepartamentodeCienciasBásicashansido:Hno.Héctor
ChimbyMatiz,JairoPlazasGarzón,Hno.CampoElíasGonzálezCortés,
Hno.RoqueCasallasLasso,Hno.JoséAgustínNietoCortés,AbrahamHa-
draSauda,YesmithSantosPanqueva,PatriciaJiménezdeBorrayyFran-
cisco Javier Sepúlveda Cardona (actual director).
44 LosdirectoresdelprogramadeBiologíahansido:PaulCamiloZalameaZa-
mora,AnneMaryorieSantamaríaVenegasyÁngelaCristinaZapataLesmes
(actual directora).
45 LosdirectoresdelMuseoLaSalleensusmásdecienañosdehistoriahan
sido:Hno.ApolinarMaría(fundadorydirectorvitaliciohastasumuerteen
1949),Hno.NicéforoMaría(directorhastasumuerteen1980),Hno.Daniel
JuliánGonzálezPatiño(directorhastasumuerteen1988),Hno.Roque
CasallasLasso,Hno.JoséEdilsonEspitiaBarrerayFernandoSarmiento
Parra (actual director).
 137

Actividades lúdicas en la sede Candelaria.

Sembradores de paz

3
Video: Utopía es una realidad.
Foto: estudiantes proyecto Utopía.
E ste tercer capítulo del libro 50 años de
la Universidad de La Salle tiene un sa-
bor especial. Se trata de la presentación
de uno de los proyectos más importantes em-
prendidos por la Universidad a lo largo de su
historia, que se constituye en la cristalización de
fundacionales inspiraciones de los Hermanos
de las Escuelas Cristianas en Colombia hechas
realidad gracias al trabajo de un visionario con-
vencido de que la generación de oportunida-
des educativas de calidad le permitirá al país
superar décadas de violencia y marginación a
través del desarrollo rural.
En el año 2010, el proyecto Utopía recibió la
primera cohorte de estudiantes, e inició la cons-
trucción de un nuevo modelo de educación
superior rural. Desde entonces el proyecto ha
sido visitado por múltiples actores nacionales
e internacionales, públicos y privados, quienes
han conocido de primera mano la experiencia
educativa que ha permitido la transformación
de la vida de jóvenes rurales afectados por la
guerra y la pobreza.
Tal despliegue permitió que el Gobierno Na-
cional tuviera la oportunidad de vislumbrar los
avances que ha tenido esta iniciativa con el fin
de analizar la posibilidad de replicar este mo-
delo en otros lugares del país, e invitó a la Uni-
versidad de La Salle a liderar la reflexión al res-
pecto a través de un trabajo de sistematización
de los componentes del proyecto Utopía y la
elaboración de una ruta que permitiera avanzar
en la réplica del proyecto.
La sistematización1 fue un ejercicio en el que
los distintos actores participantes dotaron de
significado el proceso formativo vivido en
el proyecto Utopía a través de una serie de
pasos que reconstruyeron la experiencia, su
historia y le permitieran a sus protagonistas
identificar los elementos que constituyen su
fundamento, que deben mantenerse como
horizontes fundantes.
En las siguientes líneas se relata la historia del
proyecto y luego se identifican y explican los
componentes del modelo a través de un texto
enriquecido con las voces de los participantes
que han sido retomadas sin editar, de tal modo
que el documento permita mirar a sus protago-
nistas en su contexto cultural. 141
Invención de una novedosa
forma para la educación
superior rural en Colombia.
Una tradición que inspira
Empezar la historia de Utopía implica mirar la
génesis del carisma lasallista que inspiró este
proyecto, en palabras del Hermano Carlos Ga-
briel Gómez Restrepo (2008), actual rector de
la Universidad y educador colombiano quien
ha recorrido y vivido la Colombia profunda,
como él suele decir, y que desde varios años
atrás ya había empezado a gestar este sueño:
 …somos herederos de una tradición pedagógica nacida en Francia a
finales del siglo XVII y principios del XVIII, justamente en las épocas que
antecedieron a la Revolución. La Salle y sus Hermanos intentaron dar
respuesta a los grandes desafíos de su tiempo, la de una sociedad en
la que las mayorías estaban excluidas de la posibilidad de educación
de calidad y en la que el acceso al mundo del conocimiento era
desconocido para “los hijos de los artesanos y de los pobres”.

Utopía se inscribe entonces como respuesta al clamor de los em-

pobrecidos, de los desheredados de la tierra que en un país como
Colombia tienen muchos rostros, pero de manera especial son los
hijos de los campesinos golpeados por la violencia.
De hecho, como lo afirma el Hermano Carlos Gómez (2008) el
sueño del desarrollo agropecuario fue uno de los proyectos de los
Hermanos de La Salle a su llegada a Colombia, junto con la forma-
ción de maestros, los estudios de flora y fauna y el desarrollo de la
ingeniería. Sueño que no se desarrolló y que retomó la Universidad
142 de La Salle de manera especial con el proyecto Utopía.
De esta manera, Utopía nació bajo la inspiración de un carisma,
pero necesitó de personas concretas para realizarse. Es el caso del
Hermano Carlos Gómez, quien así lo relata:

Creo que hay una génesis remota, cuando soñamos con hacer
algo para los jóvenes y que tuviera una metodología distinta. Viviendo
en San Juan del Cesar hubo en esa época una violencia fuerte por
las guerras de familias, y recuerdo que un pueblito cerca de San
Juan fue acabado en su totalidad por lo que entonces se llamaba
la contraguerrilla, que no eran tropas guerrilleras, ni paramilitares,
sino grupos organizados de familias para la venganza entre ellos. Al ingresar a Utopía, en pleno corazón del
Entonces, para volver a poblar el caserío, a las monjas de San Juan les campus, se localiza la Plaza del Reloj.
regalaron un lote y a nosotros (los Hermanos de La Salle) otro para que
hiciéramos algo; del lote nunca se firmaron escrituras, ni se concretó
un proyecto porque coincidió con nuestra salida de San Juan del
Cesar, pero siempre soñamos con hacer ahí algo para los muchachos.
También, en San Vicente del Caguán, durante la época de la Zona de
Distensión se veía que el desarrollo rural era un elemento fundamental
para un proceso de paz. En esa época, desfilaban muchas personas
por San Vicente del Caguán, allá vi gente que nunca vi en mi vida,
 ni siquiera habiendo vivido en los Estados
Unidos: al presidente de Wall Street o
congresistas. Estos personajes iban y volvían y
aunque todo el mundo vivía el show televisivo, la
pregunta siempre era —¿qué va a pasar cuando
esto termine?, ¿cuál será el siguiente paso?—.
Y pensando en nuestro colegio, el cual todavía
tenemos allá, es un colegio muy bonito pero no
tiene una dimensión de ofrecer algo diferente a
la educación tradicional, sin embargo, en esa
época nos propusimos sacar gente para estudiar
en las universidades y en verdad logramos
graduar bastantes jóvenes en esos años.
Luego de varios años de trabajo en la educa-
ción popular, en el 2000 el Hermano Carlos
Gómez Restrepo fue nombrado coordina-
dor de la Región Latinoamericana Lasallista
—RELAL—. Allí sería protagonista en la
gestación del primer proyecto educativo de
la región que recibió el sugestivo nombre de
—PERLA— Proyecto Educativo Regional
Lasallista Latinoamericano, el cual invitaba a
la innovación educativa para la justicia. Algu-
nos de los elementos del —PERLA— serían
recogidos más adelante por el proyecto Uto-
pía. El Hermano Carlos lo recuerda así:
En la época de RELAL nos concentramos
en tres temas fundamentales articulados en lo
que llamábamos las urgencias educativas, el
primero era el desarrollo sustentable, así que
trabajamos en el área rural , sobre todo, porque
reconocíamos que en La Salle el mundo rural
era prácticamente inexistente; fuera del trabajo
con los Mayas en Guatemala no había mayor
avance. El segundo asunto indagaba en cómo
hacer que las universidades hicieran parte de
esos procesos; y el tercer tema eran las Islas
de Creatividad, un concepto dirigido a crear
cosas nuevas que contagiaran y que de alguna
manera se pudieran replicar.
De modo que cuando el Hermano Carlos Gó-
mez llegó a la Universidad de La Salle, como
vicerrector académico en el año 2005, ya se
habían dado muchas experiencias y empezaba
a configurarse un proyecto. Desde el inicio se
propuso poner en la agenda de la Universidad
el compromiso social y regional, la educación
de calidad, la inserción en el mundo global y
la investigación para resolver problemas de la
sociedad colombiana, entre otros temas, como
ejes centrales de lo que luego quedaría plas-
mado en el Proyecto Educativo Universitario
Lasallista —PEUL— del año 2007 y que se-
143
ría fundamental para dar vida a Utopía. Así lo
cuenta el Hermano Carlos:
Cuando llegué a la Universidad en 2005, le
sugerí al Hno. Fabio Gallego Arias (rector en
ese momento) que hiciéramos una reunión con
todos los decanos en Sasaima para tener una
reflexión sobre el futuro de la Universidad. En
esa reunión esbocé lo que sería el proyecto, aún
sin llamarse Utopía.
Hermano Carlos Goméz Restrepo,
Luego, le hice una invitación especialmente inauguración Utopía.
a la gente de Ciencias Agropecuarias para
que nos ayudaran a articular. Ahí fue donde
empezamos a trabajar. Del grupo hacían parte
Claudia Patricia Álvarez Ochoa y Héctor Horacio
Murcia Cabra, él había trabajado en la Escuela
Agrícola Panamericana Zamorano de Honduras,
entonces se juntaron varios elementos como
un rompecabezas. En 2006 se obtuvo el primer
folleto en el que se hacía una propuesta que
después terminó siendo parte del programa.

144
Durante la bendición de la primera
piedra, campus Utopía.
Este trabajo conjunto dio como resultado un
programa de Ingeniería Agronómica como pri-
mer componente del modelo que el Consejo
Superior de la época aprobó. Funcionaría en
Bogotá, se decretó una beca académica y se es-
peraba que los estudiantes consiguieran dónde
vivir y su propio sostenimiento en la ciudad. El
programa obtuvo el registro calificado (código
SNIES 6519 del 26 de octubre de 2007) pero
nunca recibió estudiantes.
A finales de ese mismo año el Hermano Carlos
Gómez fue nombrado como rector de la Uni-
versidad de La Salle y en mayo de 2008 presen-
tó ante el nuevo Consejo Superior la propuesta
del programa de Ingeniería Agronómica para
ser llevado a cabo en Yopal, Casanare, esa ma-
ñana se dirigió así al pleno del Consejo:
Este es el sueño que nosotros queremos
presentarles en el día de hoy… Estamos
trabajando para llegar a la dependencia de
Acción Social de la Presidencia de la República,
porque esto cuesta mucho; pero cuando se
miran las cifras de Costa Rica (Universidad
EARTH) o de Honduras (Zamorano) dice uno,
nosotros podemos hacerlo; porque existe la
posibilidad de inversión internacional y este
es el quid del proyecto, pues depende casi en
su totalidad de la misma, porque la otra parte
es la buena voluntad de ustedes y sin eso
tampoco se hacen proyectos… Sabemos que
podemos trabajar con un sueño que se pueda
cristalizar. El hecho legal es pedirles a ustedes
la aprobación de la apertura por extensión del
programa de Ingeniería Agronómica en la sede
de Yopal; pero la parte real es todo lo que esto
conlleva, lo que nos interesa a nosotros como
Universidad es la posibilidad que tenemos de
mostrar un programa distinto con una propuesta
viable para la construcción del futuro en el país.
Luego, como consta en el Acta del 5 de junio
de 2008, el Consejo Superior2 aprobó por una-
nimidad la apertura por extensión del progra-
ma académico de Ingeniería Agronómica en la
Sede de Yopal de la Universidad de La Salle.
Faltaba únicamente la visita del Ministerio de
Educación para obtener el Registro Calificado,
requisito obligatorio en ese momento porque la
Universidad no tenía aún acreditación institucio-
nal. Este momento es relatado así por el Hno.
Carlos Gómez:
Esas fechas no se me olvidarán. El 7 de
agosto del año 2008 fue jueves y casualmente
fui a Bucaramanga a celebrar el cumpleaños
de mi papá; el 8 de agosto recuerdo que salí a
hacer unas compras y cuando iba de regreso
a la casa recibí una llamada del Ministerio,
era Gabriel Burgos Mantilla, el viceministro
de Educación Superior, y me dijo —Hermano
es que lo llamo para darle una buena noticia:
acabamos de acreditar a la Universidad,
felicitaciones—, me devolví a comprar una
botella de champaña, me fui para la casa y
antes de decirles cualquier cosa a mi mamá
y a mi papá, llamé al Ministerio, pedí que me
comunicaran con Maritza Rendón Rangel,
quien era la Directora de Calidad en ese
momento, y le dije: —Maritza, me acaba de
llamar el viceministro Burgos para contarme
que han acreditado la Universidad, entonces
yo quería decirle que la semana entrante
está programada una visita, pero como las
universidades acreditadas no tenemos visita me
gustaría preguntarle—… y me dijo: —La visita
queda cancelada, no hay ningún problema—.

Durante la construcción del campus Utopía
en Yopal, Casanare.
En ese momento pusimos todo el acelerador para que se hiciera el
diseño arquitectónico… Esa fue la génesis de esto, por lo menos la
remota y la inmediata.
Con el aval institucional y con el registro calificado por parte del
Ministerio, el cual llegó en noviembre de 2008, los procesos de in-
fraestructura y de organización del proyecto avanzaron rápidamente.
El 4 de junio de 2009, el Consejo Superior de la Universidad apro-
bó los diseños y la construcción del campus, que por su amplitud
se proyectó en tres grandes etapas. Así se logró gradualidad en el
desarrollo, ya que los recursos económicos para la construcción se
irían consiguiendo paulatinamente, muchos de ellos provenientes
de donaciones. Por ello, fue necesario diseñar espacios modulares,
que permitieran adaptarse a otros usos, en caso de ser necesario.
Estos módulos fueron agrupados en zonas generales definidas por
los usos principales: alojamiento o habitación, bienestar y ocio, ser-
vicios administrativos y de apoyo académico, academia y futuros 145
proyectos agroindustriales; dada la vocación del proyecto Utopía.
Esta zonificación fue un gran acierto arquitectónico.
El equipo durante la elaboración de los diseños de Utopía y la ejecu-
ción de la obra estuvo conformado por Lina María Muñoz Muñoz,
como arquitecta principal y los arquitectos Miguel Ángel Plazas Par-
do y Javier Barrera Guzmán; más seis arquitectos de apoyo en las
distintas etapas, quienes contaban con la experiencia; lo que facilitó
este ejercicio que se hizo bajo la gerencia de Luis Fernando Cárde-
nas Menjura, director de la División de Infraestructura.
En 2009 se contrató el primer profesor, Juan Felipe Rivera Her-
nández, quien trabajó inicialmente en el programa de Adminis-
tración de Empresas Agropecuarias; para el segundo semestre, él,
junto con el primer director, Ricardo Alexander Peña Venegas, se
instalaron en Yopal, ellos con Cristhian Fernández Lizarazo cons-
tituyeron el primer equipo de profesores del programa. De esto
recuerda el profesor Rivera:
 Con la ayuda de Rodrigo González Calderón,
el administrador general de la Hacienda
San José de Matepantano y quien había
representado a la Universidad en Yopal durante
los últimos 15 años, se consiguió un lugar en la
oficina del Comité de Ganaderos de Yopal. Ahí,
en un espacio pequeño teníamos dos escritorios
con una impresora y esa era nuestra oficina con
Ricardo. Acompañamos a la arquitecta Lina
a radicar los planos en Corporinoquia y en la
Alcaldía Municipal de Yopal, hasta que dieron
los permisos para la construcción; el Hermano
Carlos programó la inauguración de la primera
piedra; ese fue el primer evento social de la
Universidad en la sede de Yopal (EP1, 101-111).
El segundo semestre de 2009 fue de trabajo in-
tenso. En palabras del Hermano Carlos Gómez
estos meses, hasta el inicio del proyecto en mayo
146
de 2010, fueron la etapa del diseño e inicio de
la construcción de Utopía, al respecto recuerda:
Fue una etapa compleja, aunque nosotros
habíamos establecido que el programa
empezaba la primera semana de mayo, los
constructores no cumplieron, entonces como
fecha simbólica se propuso el 15 de mayo por
la Fiesta de San Juan Bautista de La Salle,
pero tampoco cumplieron. Esa etapa fue
icónica porque no sabíamos cómo buscar los
Convocatoria a estudiantes muchachos; fue un aprender haciendo. En la
en los Montes de María. convocatoria de enero llegó el profesor Cristian
Fernández Lizarazo y junto con Juan Felipe
Rivera y Ricardo Peña constituyeron el primer
equipo de docentes. También se había liberado
al Hermano Néstor Raúl Polanía González de
la dirección del Departamento de Formación
Lasallista para que asumiera la coordinación
del campus, junto con el Hermano Gonzalo
Achury Peñuela. Entonces, empezó la labor de
buscar los chicos, ellos estuvieron en Arauca
y Casanare con avisos de radio; con los curas
en los pueblos y Néstor fue al Caquetá; así se
consiguió el primer grupo. En total aparecieron
los 64 jóvenes con los que empezamos.
El programa empezó sus clases el 22 de mayo de
2010 en la finca La Isla de la Universidad en Sasai-
ma, Cundinamarca, mientras se terminaban los
trabajos de infraestructura del campus en Yopal.
Sin embargo, los estudiantes estaban citados
en el campus y unos buses los esperaban para
traerlos a Bogotá, esto en medio de la incer-
tidumbre y el miedo de algunos papás que
pensaron que sus hijos estaban siendo reclu-
tados, porque ¡quién iba a otorgar un auxilio
completo para estudiar! Luego de tres semanas
en Sasaima los estudiantes llegaron de nuevo a
Utopía, el proyecto era un hecho, el 10 de junio
de 2010 se estrenó el campus de Yopal, aunque
la bendición del campus fue el 25 de junio y
contó con la presencia del Hno. Álvaro Rodrí-
guez Echevarría, Superior General del instituto
de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
El primer año de Utopía fue una avalancha
de aprendizajes en todos los sentidos, vino la
segunda convocatoria y era más claro cómo
buscar ciertos perfiles, explorar mejor las inten-
ciones vocacionales y evidente la comprensión de
la cobertura nacional como estrategia de regiona-
lización. Creció el grupo de profesores y empezó
a darse una mayor reflexión pedagógica que iba
dando forma al enfoque de aprender haciendo y
enseñar demostrando. También se incrementó el
número de estudiantes y llegaron otras dinámicas
a enriquecer la vida universitaria, y por supuesto

Hermano Néstor Polanía y algunos de
los primeros estudiantes a su llegada al
campus Utopía.
también a complejizarla. El Hermano Carlos Gómez ve así este
momento de crecimiento inicial:
Otra etapa fue el primer año de trabajo porque nos tuvimos que
enfrentar a la segunda convocatoria de los muchachos. Empezaron a
esbozarse los temas metodológicos, de cómo trabajar, recuerdo que
ese fue el eureka al final del primer año, cuando se logró entender que
la práctica productiva tiene que integrarse al trabajo de aula; eso estaba
en el papel pero otra cosa era aplicarlo.
Ese año tuvo otros elementos muy significativos, como el pensar
que necesitábamos filantropía al ver todo lo que demandaba la
construcción. Ese primer año fue el de tener el campus en condiciones
habitables, dar inicio a la biblioteca y dotar el lugar de internet así
como de otros elementos que le dieran el carisma universitario… Para
el segundo semestre de 2010, cuando ya armamos Filantropía
empezaron otra serie de dinámicas y nuevos retos como la integración
de regiones; decidimos que vendría la Costa y recuerdo que los pelaos
llaneros decían —¿costeños? Uy no ¡qué difícil!, ¿qué va a pasar
acá?—. Se incrementó el número de profesores y empezó a generarse 147
una cultura con más raíces. El tener grupos más grandes también le
daba una dinámica distinta al campus; luego era necesario implementar
el laboratorio de paz; sabíamos que iba dirigido a los jóvenes del
conflicto pero no teníamos claro lo que eso significaba en términos
de construcción de la paz, teníamos claro qué era trabajar la tierra y
estudiar, pero no sabíamos lo que significaba aprender haciendo.
Los profesores que iniciaron el proyecto recuerdan también las in-
certidumbres respecto a la práctica productiva, el despertar a los
saberes de la pedagogía y el hecho de haber colonizado un terreno
y hacerlo apto para los cultivos. La presencia del Hermano Néstor
Polanía operó como un mentor que movía la reflexión entre estu-
diantes y profesores y hacía que el decálogo y los principios uto-
pianos se fueran interiorizando. De igual modo, desde el principio
el Hermano Gonzalo Achury ha sido el hermano mayor que con
sabiduría y tacto tiene el principio de acción práctico y la acertada
administración. También el campus vería el paso del trabajo juvenil
del Hermano Pablo Galvis Díaz y el importante, paciente y humil-
de acompañamiento del Hermano Martín Manuel Figueroa Parra.
 En ese inicio, la Universidad vio la necesidad de
la gestión de fondos. El Hermano Carlos recuer-
da el inicio de este proceso con el primer proyec-
to que llevaría luego a la formación de la Coordi-
nación de Filantropía y Financiamiento Externo.
La primera donación fue de la Conferencia
Episcopal Italiana —CEI— y se dio más por un
acto de amistad del Hermano Néstor Polanía
con Monseñor Juan Vicente Córdoba Villota...
Recuerdo que el Hermano Néstor se sentó con
la profesora Pilar Calvo Robayo y escribieron
la propuesta para la donación, pero nunca
antes habíamos escrito un proyecto para
una donación en esta Universidad. La misma
se presentó en el año 2010 y en marzo del
siguiente año nos notificaron que se habían
logrado los 200.000 euros de la CEI.
148
La consolidación de Utopía, que ha sido un
camino de aprender haciendo, es vista por el
Hermano Carlos Gómez como la configura-
ción de una cultura marcada por valores claros
que apuntan a un nuevo país.
En el segundo y tercer año logramos
consolidar temas no solamente pedagógicos y
de atracción de gente al campus, sino también
Primera cohorte de graduados Utopía. de filantropía y relacionados con la construcción.
En ese momento fue fundamental la llegada
de Camila Herrera Umaña por su creatividad y
empeño, fue ella quien estableció la Oficina de
Filantropía. Ahora, hemos finalizado la cuarta
fase que está relacionada con la graduación de
los primeros estudiantes, así como con poder
ver el programa en la distancia.
Lo que pasó en estos días (la sustentación
de los proyectos de los estudiantes que se
graduaron en abril de 2014) para mí es muy
significativo porque eso de crear cultura es
una cosa difícil. Lo que ha sucedido es que
los de tercero que llegaron a terminar su paper
realmente lo hicieron o lo están haciendo con
tanta responsabilidad, han tenido que cambiar
tres veces el formato, es la convicción de que
esto es en serio, o se hace o se hace… y a
la vez genera unas dinámicas nuevas porque
los chicos que ahora se van para el proyecto
productivo han tenido también que cambiar
muchas veces el plan y uno nota que esa es su
única obsesión en este momento.
El crecimiento del proyecto también trajo nue-
vas complejidades en todos los sentidos, un
claro ejemplo se dio con los proyectos produc-
tivos. Estos son el cumplimiento de la promesa
de convertir a jóvenes campesinos en líderes
sociales y productivos para la empresarización
del campo, lo cual ha sido un camino difícil
pero lleno de aprendizajes para la definición de
las mejores prácticas.
Por todo lo anterior, Utopía, después de cinco
años, es un proyecto con reconocimiento nacio-
nal e internacional. Es sin duda referente en los
temas de educación rural y ha consolidado un
enfoque pedagógico propio que le da un sello
particular. Para la Universidad de La Salle es el
proyecto más importante de responsabilidad
social que haya llevado a cabo en toda su his-
toria, el cual le ha dado visibilidad frente a su
compromiso social y que se convierte a la vez en
una propuesta seria para la Colombia del pos-
conflicto. En escasos cinco años Utopía empie-
za a cosechar unos tempranos frutos que ve así
el Hermano Carlos Gómez:
 Utopía es el testimonio de que es posible apostarle al desarrollo rural
integral. Que no solo es viable sino necesario, urgente y de justicia
generar posibilidades para los chicos y chicas que vienen de las
zonas de violencia. Para mí la paz es posible siempre y cuando haya
oportunidades.

Utopía es un proyecto novedoso desde la perspectiva educativa,

distinto, donde se posibilitan diálogos para que el proyecto sea
hecho a muchas manos. Además, hay otros logros significativos
como haber sido capaces de concitar la solidaridad de mucha
gente que ha entendido que es importante apostarle a eso, y haber
descubierto que existe la buena voluntad para hacerlo. También que
la Universidad se convenza de que puede generar proyectos de este
tipo como institución, más allá de que se haga aquí o allá. Siento que la
Universidad de muchas maneras se ha apropiado del proyecto, y hay
un logro que en nuestros términos religiosos dice que el carisma de La
Salle es vigente cuando arriesga.

Y aparecen también sin duda los retos que el futuro plantea. El

más urgente es el de la sostenibilidad financiera, que siga haciendo
149
posible Utopía. Pero hay otros, como el manejo del éxito del pro-
yecto, el cual hace referencia a que se corre el riesgo de que Utopía
termine atendiendo la élite campesina y olvide el sentido para el
cual fue hecho. El Hermano Carlos Gómez lo expresa así:

Creerse el cuento de que uno es bueno, de que es el mejor,

es muy delicado; porque este no es un tema de éxito sino de la
Providencia de Dios. Y el día que se olvide la prioridad se empiezan
a tener otras consideraciones que pueden distraer de lo que es
genuinamente importante... un programa de estos, que atrae a un
presidente de la república y a tanta gente, es un programa, entre
comillas, exitoso, pero el éxito no se mide por esto; tiene que
medirse por su capacidad de generar desarrollo, de mejorar las Video: Utopía como laboratorio de paz, Hermano
condiciones de vida, ese es otro desafío. Carlos Gómez Restrepo.

Otro reto fundamental es el del retorno de los estudiantes ya gra-

duados a sus zonas de origen para desarrollar sus proyectos de em-
prendimiento agropecuario, es todo un trabajo que debe generar
autonomía e interdependencia; a la vez que demanda altas dosis de
creatividad y de esfuerzo institucional para hacerlo posible.
150

En solo cinco años Utopía

empieza a cosechar unos tempranos
frutos que ya son visibles tanto en
los municipios de los jóvenes como
a nivel nacional.
También existe el reto del equipo para el proyec-
to desde dos frentes, por una parte la presencia
de los Hermanos de La Salle que aseguren la
memoria y el corazón del carisma comprome-
tidos con la propuesta de Utopía. De otro lado,
la vital participación de un equipo de profesores
capaces de comprender el horizonte de la mi-
sión utopiense y de superar los riesgos de infan-
tilización o dominación que entraña el trabajo
con los empobrecidos. En las palabras de quien
impulsa este sueño llamado Utopía, el Herma-
no Carlos Gómez:
Sin duda que tiene que venir una etapa de
consolidación para esta Utopía de Yopal …donde
los estudiantes que ya se han ido nunca tuvieron
contacto con los que se están graduando.
Entonces el lapso entre una promoción y otra es
de cuatro años, que nos va a permitir afianzar
muchos procesos, que nos va a posibilitar
seguir en contacto con los que se fueron pero
retroalimentando el proceso de acá.
Espero que no se pierda la memoria por lo
menos de los profesores en esos cuatro años.
Pues surge la posibilidad de una réplica;
cómo crear proyectos que se inspiren en
este pero que tengan su grado máximo de
originalidad, que no se repitan. Claro, uno
ya aprendió la experiencia, puede que sea
menos enriquecedora la nueva experiencia,
pero si hay algo que lo hace a uno aprender
en la vida es “meter la pata”. Entonces, sí es
posible replicar lo aprendido, por todos los
desafíos que eso representa en términos de
sostenibilidad y de financiación.
Ahora, si algún día hay paz en este país y
perdemos el perfil de los estudiantes, porque
ya no vienen de zonas de violencia, entonces
surgen nuevos desafíos y elementos para
pensar. Qué va a pasar en Colombia en cinco
o diez años, porque el proyecto tiene que
evolucionar al ritmo que avance el país. Uno
quisiera poder decir: —Bendito sea Dios,
que en cinco o diez años no haya guerra, ni
tanta inequidad en el campo—; entonces me
pregunto cuál sería el siguiente paso de Utopía,
hay que irlo pensando.
Ahora bien, con la vinculación de más actores
a este sueño hecho realidad, se amplían las po-
sibilidades y alcances del proyecto día tras día,
que hacen de esta Utopía una realidad, tal como
lo propone Rafael Mejía López, presidente de la
Sociedad de Agricultores de Colombia:
151
Estoy seguro de que cuando estos
muchachos se gradúen no van a quedar
satisfechos con lo que aprendieron. Ellos van
a seguir necesitando un apoyo y tenemos que
mirar cómo será Utopía en educación continuada
para estos jóvenes graduados. Evidentemente,
hay que ir viendo qué hay de nuevo en todas
las ciencias del sector agropecuario pero
perfeccionando lo que ya se conoce.
Luego de haber hecho un recorrido por la his-
Estudiantes en clase, programa de
toria del proyecto se hace necesario presentar
Ingeniería Agronómica.
los componentes del modelo que son cinco
centrales: I. Programa académico de Ingenie-
ría Agronómica; II. Programa de formación
para el liderazgo social, político y productivo;
III. Laboratorio de Paz; IV. Programa para la
empresarización del campo y; V. Centro de

152
Estudiantes durante el proceso de
preselección en Tauramena, Casanare.
Investigaciones agrícolas y ganaderas. A estos
se le suman tres transversales: A. Gestión de
la Comunidad, B. Gestión del estudiante y, C.
Gestión del maestro. Y seis componentes de
apoyo de naturaleza administrativa de los cua-
les se destaca la gestión de fondos.
I. Programa académico de
Ingeniería Agronómica
El primer componente del proyecto Utopía, que
lo configura como una experiencia de educación
superior rural, es que se desarrolla gracias a un
programa académico universitario profesional
en la Universidad de La Salle, institución con
Acreditación de Alta Calidad. En este caso Inge-
niería Agronómica, con Resolución de Aproba-
ción del Ministerio de Educación Nacional n.°
8348, del 20 de noviembre de 2008.
Los elementos que caracterizan este programa
universitario son los siguientes:
Proceso de admisión
Particulares condiciones que exigen un
nuevo modelo para la universidad rural
Los estudiantes hacen su ingreso al programa
de Ingeniería a través de un proceso que mar-
ca diferencia con cualquier tipo de admisión
universitaria.
En este modelo de educación rural los estu-
diantes no buscan a la Universidad sino que
la Universidad va hacia ellos. Lo anterior, de-
bido a que los jóvenes no podrían acceder a
un centro urbano universitario, ni la Universi-
dad podría tener tantos nodos regionales que
aseguren la calidad del proceso. Tampoco los
candidatos creerían que una opción de educa-
ción superior es posible, dadas sus condiciones
de pobreza. Así que la opción es salir a encon-
trarlos en las distintas regiones rurales del país
para extenderles la invitación a hacer parte de
un proyecto de educación superior en un lu-
gar adecuado con todas las condiciones de un
programa universitario profesional, en calidad
de residencia universitaria, en el único campus
universitario rural de Colombia y además con
ofrecimiento de beca completa. Esto es toda
una novedad a nivel nacional.
En ese orden de ideas, la Universidad ha identi-
ficado las zonas de mayor impacto del conflicto
interno del país, que coinciden con los muni-
cipios de consolidación del Gobierno Nacio-
nal y con los de menores índices de desarrollo
humano y hasta allá se ha ido a buscar a los
estudiantes del proyecto Utopía.
Los lugares de origen de estos jóvenes llevan el
sello de la guerra, los mismos son denominados
popularmente “zonas rojas”, y sus habitantes
cargan con una estigmatización social agravada
por una real ausencia de oportunidades educa-
tivas, como lo relata esta estudiante provenien-
te de La Gabarra (Norte de Santander):
 …viajamos a Tibú por medio del Padre, quien nos dijo
—vayan y preséntense por si acaso pasan—, por si acaso,
porque a La Gabarra nunca la habían tenido en cuenta para
cosas como esa, porque es una zona roja, él nos dijo —vayan
y yo les pago el pasaje. Los que no puedan, yo les ayudo con
el pasaje, pero solamente vayan, a ver si de pronto Dios les
ayuda— (EE 1 47-693).

Otra característica de estas zonas, que refuerza la lógica del mo-

delo, es la dificultad de acceso y las largas distancias que se de-
ben recorrer.
Las mismas convocatorias que se hacen en cabeceras municipales
suponen trayectos que incluyen hazañas para llegar, como lo relata
un estudiante de Planadas, Tolima:

…nos bajamos del carro y empezamos a empujar para ayudar a

salir, cuando logramos pasar íbamos embarrados y llegamos a un
punto donde de tanta lluvia había una quebrada súper crecida, en 153
eso ya eran las 12 del mediodía y aunque nuestra entrevista era a la
una de la tarde todavía nos faltaban dos horas de camino… y nos
tocó esperar dos horas para que la quebrada bajara y el bus pudiera
pasar. En esas dos horas teníamos mucha hambre y sed y aunque la
carretera era muy fea, finalmente logramos pasar (EE G3 33-40).

De igual modo, las distancias en una región como la Orinoquia co-

lombiana obligan a pensar en alternativas a lo que tradicionalmente
la educación superior ha ofrecido como modalidad de formación y
de admisión. Un ejemplo que lo ilustra es el siguiente:

…hablé con monseñor y él me dijo que la convocatoria la iban a Video: lugares recorridos durante las
hacer en Primavera, Vichada, que por tierra queda a seis horas de convocatorias.
Puerto Carreño. Fue una odisea (llegar a la convocatoria). Salimos a las
dos de la mañana el 8 de marzo y llegamos a las tres de la tarde, no
llenos de barro, pero sí de polvo, porque las carreteras del Vichada en
época de verano son polvo (EE G3 50-51).
 El modelo de convocatoria y admisión ofrece
un auxilio educativo (escolaridad, alimentación
y vivienda) en situación de residencia universi-
taria, aspecto que lo hace profundamente inte-
resante para jóvenes que en estas zonas no ten-
drían otra oportunidad de acceso a un centro
de educación superior. En la búsqueda de los
jóvenes se encontró que ellos trabajaban como
obreros en las palmas, como jornaleros o como
empleados de pequeñas empresas agropecua-
rias; por ello, la convocatoria central debía ha-
cerse en una jornada concentrada. En palabras
de un estudiante:
Como me había graduado del colegio en
el año 2009, entonces llevaba mucho tiempo
154 haciendo otros oficios, otras ocupaciones, nada
de tiempo completo, simplemente obrero y ya.
La admisión al proyecto se les presenta como
una oportunidad única en su vida. Así lo expre-
sa este joven de La Primavera, Vichada:
…yo me presenté con algunos pelados que
venían de Cumaribo, Puerto Carreño, un sitio
Hermano Gonzalo Achury Peñuela, muy apartado del casco urbano, ingresamos al
coordinador del campus, con proyecto con gran expectativa porque realmente
estudiantes Utopía. en ese momento en el caso particular mío, una
oportunidad de ese calibre era casi que un mito,
en ese momento de mi vida (EE G5, 29-30).
La lógica del proceso de admisión
Este salir del centro institucional geográfico
hacia la periferia territorial del país ha sido un
camino de aprendizajes que ha madurado a lo
largo de las cuatro convocatorias realizadas.
Mejorar los procesos de convocatoria ha per-
mitido aumentar la permanencia y asegurar la
presencia de una mayor diversidad regional y
cultural, lo que ha aportado riqueza al proyec-
to. Este proceso se ha ido constituyendo de la
siguiente manera:
Existe una fase de divulgación general a través
de los aliados clave con quienes se ha consolida-
do una especie de red de apoyo en las regiones.
Están los socios naturales que son las diócesis
y las parroquias, dada la naturaleza católica de
la Universidad y el hecho de que la acción de la
Iglesia Católica llega hasta los últimos rincones
del país a través de todos sus agentes de pastoral.
También se encuentran los colegios en los
cascos urbanos y rurales, los académicos y los
agropecuarios, en los cuales rectores y profe-
sores se han convertido en difusores del pro-
yecto y en algunos casos orientadores de las
decisiones, tal como se ve en este fragmento
de relato:
…y me habló (un profesor del colegio) de la
ingeniería agronómica; y yo no tenía ni idea qué
era ingeniería agronómica, entonces le pregunté
a él si era una carrera buena y él me dijo que sí.
Hablé luego con la profesora de Química quien
también me dijo que sí, que esa carrera ella la
había querido estudiar, pero no había tenido la
posibilidad, que participara y le metiera todo el
empeño a ver si lograba pasar (EE G4 13-27).
 155

Estudiante aplicando a las convocatorias en

Majagual, Sucre.

156
Hermano Martín Manuel Figueroa Parra quien
cumple fielmente su rol de Hermano mayor de
los estudiantes según la enseñanza de San Juan
Bautista de La Salle.
Inclusive algunas organizaciones de producto-
res agrícolas locales han contribuido al ser difu-
sores de la iniciativa, lo que indica que pasados
cuatro años la propuesta de Utopía empieza a
ser reconocida en el sector campesino, como lo
indica este estudiante casanareño:
La convocatoria llegó a una cooperativa de
caficultores que hay en mi pueblo, generalmente
los campesinos son socios de esa cooperativa
y mi mamá es socia; nos eligieron a mí y a
una compañera para presentarnos a Utopía y
aproximadamente una semana después nos
dijeron que habíamos pasado (EE G1 39-40).
Los aliados regionales ayudan también a darle
foco a la convocatoria teniendo en cuenta que
hay unos parámetros deseables respecto al tipo
de joven campesino que se busca.
También es importante que los estudiantes o
sus familias tengan tierra en la cual puedan de-
sarrollar su proyecto productivo, aunque lo im-
portante no es el criterio de propiedad sino la
posibilidad de acceso, tal como lo expresa una
estudiante en este texto:
Nosotros solamente presentamos la prueba
a ver si pasábamos, así como con esa duda, en
realidad nosotros no cumplíamos con todas las
reglas que exigía la Universidad, que teníamos
que tener tierra propia, en realidad yo no tengo
tierra propia pero con algunas otras reglas que
ellos pedían yo más o menos cumplía algunas.
Por eso al principio pensamos que no íbamos a
entrar, había muchos pelados (EE G 1, 78-80).
Durante varias semanas equipos de la Universi-
dad de La Salle, de los que hacen parte el rector,
el director del programa, Hermanos de La Salle
y profesores; realizan la convocatoria en cada
uno de los sitios escogidos, por lo general cabe-
ceras municipales a donde acuden los aspirantes
desde distintos lugares. Esa jornada de varias
horas busca presentar el proyecto y encontrar
los aspirantes que se sienten identificados con la
propuesta y tienen las capacidades para asumir
la invitación. De igual modo, recoger la informa-
ción relevante para construir las bases de datos
necesarias para continuar con todo el proceso.
Para los aspirantes el momento de la entrevista
en esa jornada es visto como el primer contac-
to personal con un representante de la Univer-
sidad y suelen recordar el tipo de preguntas que
se les hicieron, como lo expresa uno de ellos en
el siguiente apartado:
…nos hicieron un examen de matemáticas y
uno de comprensión de lectura y después nos
hicieron una entrevista, nos iban entrevistando
a cada uno de nosotros nos iban preguntando
cosas. Por ejemplo una que me acuerdo era que
si a usted le dieran 10 millones de pesos usted
qué haría con ese dinero, entonces cada uno
decía la opinión que tenía, por ejemplo yo dije
que yo lo invertiría en un cultivo, en un cultivo de
caña (EE G 4, 20-25).

Una propuesta para la equidad y la
democratización del conocimiento
Utopía y su componente de programa profesio-
nal se han convertido en un proyecto de vida
para más de doscientos jóvenes campesinos ta-
lentosos y sus familias de la Colombia profunda,
que sin esta alternativa verían truncadas sus po-
sibilidades de desarrollo personal. Así lo expre-
san claramente estas voces de los estudiantes de
diferentes cuatrimestres y zonas de origen:
Lo que hace el Hermano Carlos Gómez,
quererse meter en ese cuento de ayudar a la
gente que vive en la Colombia profunda donde
no se dan las oportunidades, donde no hay
la ayuda y traerlos para lograr algo con estas
personas es importante. No es que en el campo
no haya talento, todas las personas tenemos
talento, lo que sucede es que las oportunidades
no se dan, entonces el objetivo de querer
graduar profesionales, y que hagan un cambio
en el lugar de origen de donde uno es; para mí
eso es lo que hace a Utopía importante (EE G 3
374-380).
…nosotros somos muchachos de escasos
recursos, venimos de la zona roja, lugares
donde hay mucho conflicto armado. Esto es
una oportunidad que nos abre a los jóvenes de
escasos recursos para salir adelante, porque de
no ser por Utopía nosotros quién sabe a esta
hora qué estaríamos haciendo (EE G1, 378-382).
Esta mirada es compartida por uno de los ad-
ministrativos del campus de Yopal, quien en
razón de su trabajo ha tenido la oportunidad
de estar muy cerca de los estudiantes y conocer
sus historias de vida:
Para mí significa la alternativa de muchas
personas de tener una opción de vida digna
para ellos y sus familias y, de que puedan
reformar sus regiones de origen y ser
transformadores de un país que no ha tenido
una opción democrática real. A pesar de
ser un país en crecimiento económico, con
miras de progreso, todavía está muy lejos en
desarrollo humano, en parte debido a la regular
calidad de la educación rural. Por esto, el
proyecto como tal, es una tabla de salvación
para muchos muchachos que no hubieran
tenido otra alternativa sino la guerrilla o los
paramilitares (EA 2 226-236).
En la misma línea, para otros jóvenes signifi-
ca la posibilidad de ver realizado el sueño de
ingresar a la universidad, que aunque está con-
templado en sus planes no se hace posible en
ninguna de las modalidades de educación su- 157
perior existentes en el país, porque las condi-
ciones económicas, el escaso acceso al mundo
tecnológico, las enormes distancias, la primacía
de las necesidades de subsistencia sobre otras
libertades, no lo permiten.
Yo desde el colegio quería estudiar, ir a la
universidad; veía a mi alcance el Sena y aún
entrar al Sena me iba a quedar difícil porque
no tenía las condiciones económicas, no había
posibilidades de quedarme en el pueblo donde Amalia, otro rostro de las jóvenes
alguna persona. Entonces eso es lo que hace talentosas de la Colombia profunda.
Utopía con las personas que ven que ir a la
universidad no es posible (EE G2 407-411).
También para los profesores esa apuesta por
la transformación social de Colombia, tal cual
reza la misión de la Universidad de La Salle, se
materializa de la mejor manera en el proyecto
 Utopía como alternativa educativa universitaria
para el mundo rural.
Estamos contribuyendo a la paz, al
posconflicto. Es una oportunidad bastante
grande para los estudiantes del campo,
quienes sin este proyecto no sería posible que
fueran profesionales. Los mismos estudiantes
indican que si no es acá, sería imposible en
otros sitios ya sea por las distancias o por
recursos económicos. Y un punto emocional
relevante es tratar de hacer lo que a uno
le guste y que eso tenga un impacto para
personas que en verdad lo necesiten y que lo
quieran aprovechar (EGP 322-3284).
Este modelo de educación es apreciado por los
estudiantes como una oportunidad única que
158 debe ser aprovechada de la mejor manera posi-
ble, lo que le imprime un carácter diferenciador
a este programa respecto a los de las sedes ur-
banas, pues la vida universitaria se asume con
mayor pasión y entrega.
…creo que en la mayoría de nuestros casos,
las oportunidades que teníamos de salir del
lugar de origen y encontrar una oportunidad de
educación superior eran mínimas. Por lo menos
Blanca, estudiante de Ingeniería Agronómica.
en mi caso, de una familia de bajos recursos
y un lugar donde las posibilidades de estudiar
no son muchas; y llega la Universidad de La
Salle a decir que hay una oportunidad para
estudiar Ingeniería Agronómica, entonces se
abre la posibilidad. Yo sí me veía como ingeniero
agrónomo en un futuro, y pensé —si Dios me
ha mandado aquí es por algo—; tomarlo es una
de las mejores opciones porque uno no sabe si
más adelante se le presente una oportunidad
tan buena como esta (EE G4 127-135).
La dinámica que genera sentir que se está ante la
oportunidad de la vida, favorece a que estos jó-
venes campesinos talentosos desplieguen todas
sus capacidades para convertirse en ejemplos de
superación, en palabras de uno de los profesores
que están desde el inicio del proyecto:
...son campeones porque desde su inicio
la vida que les ha tocado ha sido compleja, una
vida en donde las necesidades básicas pasan
a un plano casi de necesidades existenciales.
Estos chicos provienen de zonas donde un plato
de comida es lo que reciben al día, donde tienen
que guerreársela desde las 4:00 de la mañana
hasta el día siguiente para poder ayudar a sus
papás y a sus mamás; jóvenes que han pasado
por un colegio en donde el mismo profesor
que dicta matemáticas les enseña educación
física, inglés, química y biología; y aun así son
muchachos que continúan con la expectativa
de salir adelante y con la esperanza de poder
cambiar este país (EP 1, 262-2805).
Es muy interesante ver cómo esta oportunidad
que democratiza el acceso a la educación su-
perior genera una especie de solidaridad y de
compromiso con el proyecto hacia el futuro.
Los estudiantes comprenden claramente la ne-
cesidad de hacer posible que muchos más jóve-
nes campesinos tengan esta posibilidad única y
que ese proceso contribuya a cambiar el país.
…y es que después de que salgamos de
aquí nosotros somos los que vamos a mantener
el proyecto, los que aportaremos para que
muchos otros, que también son campesinos
y han salido de sus tierras, puedan tener la
oportunidad que nosotros tuvimos de estudiar

Llegada de estudiantes nuevos al campus Utopía.
y formarnos como ingenieros para contribuir al desarrollo del país y por
qué no, como lo dice el Hermano Carlos Gómez, del mundo entero,
porque la idea es que de aquí salgamos ingenieros de exportación
también (EE G5 364-370).
Un programa exigente y de alta calidad académica
Cuando el programa se empezó a organizar, una de las discusiones
fue respecto al horario. Se decidió que por tratarse de una univer-
sidad rural, hecha para jóvenes campesinos y que iba a funcionar
en trópico cálido, debía seguir de manera lógica las rutinas de las
faenas campesinas, empezar muy temprano en la madrugada para
las labores propias del trabajo en terreno, y así aprovechar las ho-
ras más frescas del día, por eso la jornada en Utopía empieza a las
cinco de la mañana. Luego, vendría el desayuno y después el desa-
rrollo de las clases en aula y en laboratorios.
La modalidad de residencia universitaria permite el desarrollo de las 159
capacidades que se esperan de un ingeniero agrónomo, pues un día
en Utopía va desde las 5:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche
y en época de parciales y entrega de proyectos puede ser hasta las
3:00 de la mañana.
A lo anterior se suman las dificultades académicas con las que
llegan los estudiantes, debido a las deficiencias en los procesos
de educación básica y media; de las cuales los estudiantes mismos
son conscientes. Estos vacíos son el problema estructural de la
educación rural que se evidencia en los resultados de las pruebas
masivas del Estado, en el acceso a la educación superior, en la
permanencia, y que se agrava por la situación de conflicto interno
del país. Este fragmento de entrevista, más allá de las cifras, per-
mite comprender la magnitud de una dificultad que no se resuelve
en el corto plazo y que obliga al proyecto a pensar en estrategias
fuertes de acompañamiento.
 …nuestra población viene con mucha deficiencia académica, no
por culpa de ellos sino por el sector en el que viven. Ellos mismos
comentaban que empezaba el año con su profesor de matemáticas, pero
a los dos meses el docente se había ido porque no le pagaban o porque
fue amenazado por el grupo armado de la región, quedaba la vacante y
por allá en agosto volvían a contratar un profesor. (EGP 158-163).

Estas realidades configuran de manera propia al estudiante uto-

piense, que se caracteriza por una profunda actitud de esfuerzo,
sacrificio y entrega por alcanzar las metas propuestas; el cual en-
tiende la dimensión de su tarea como universitario.

…porque dónde encuentra en la ciudad a un estudiante que se

levante a las cinco de la mañana para ir a prácticas, después a las
ocho corra para el salón y luego a estudiar hasta las once o una de la
mañana. Si un profesor dice que hay que hacer clase el sábado porque
tuvimos algún seminario internacional u otro evento ahí estamos, si el
profesor dice que hay práctica a las nueve de la noche ahí estamos y
en lo personal creo que estudiantes como nosotros no se encuentran
160
en cualquier lugar por la perseverancia que le ponemos nosotros a esto
(EE G3 411-418).

Es lo que podría denominarse una mística, por el aprendizaje

que va más allá del logro de una calificación o de la aprobación
de un trabajo.

…aquí los profesores exigen bastante y los estudiantes responden

muy bien y se exigen a sí mismos, entonces lo que hace a Utopía
único es esa forma de pensar de cada uno como estudiante, que no
trabaja simplemente por una nota, claro la nota es fundamental, pero
se estudia para aprender y para apropiarse de los temas que aquí se
exponen (EE G5 405-409).

Esto es ratificado por los profesores, que incluso lo contrastan con

su propia experiencia de formación universitaria:
Primera práctica productiva
de los estudiantes.
…uno se esforzaba por la nota, en cambio acá los muchachos día a
día dicen —Vea profesor, estamos sembrando esto, nos pasó aquello,
¿cómo lo resolvemos?— Yo tengo estudiantes en Utopía que van más
 allá del deber, trabajan horas extra, ¡es tanto el
amor que le tienen al cultivo! (EP1 325-328).
En síntesis, esta mística por el aprendizaje se
materializa en una conciencia de ser buenos es-
tudiantes, que es lo que permite que un progra-
ma pueda consolidarse con calidad, porque se
trata de una dinámica que se transmite. Se con-
vierte en una cultura académica que impregna
las prácticas y los discursos.
Nosotros tenemos una calidad de estudiantes
diferente a la que tiene el resto de los
estudiantes del país. Somos gente proveniente
del campo, llegamos con dificultades en la parte
académica, pero aquí llegamos a nivelarnos
queriendo salir adelante para tratar de volver
al campo a transformar, a llevar nuevas ideas
y propuestas novedosas. Entonces, cuando
la gente llega aquí, tiene ese pensamiento
de que se encontraba con jóvenes que son
campesinos, pero se están preparando para
transformar el país (EE G1 369-375).
Parte de esa cultura académica de calidad se
refleja en el sentimiento de mutuo apoyo que
se va tejiendo entre los estudiantes, porque hay
solidaridad en la búsqueda de una meta común,
un sentido de cuerpo que los enriquece a todos,
como lo manifiesta un estudiante.
Algunos estudiantes, al igual que nosotros,
vienen con falencias en ciertas áreas y
muchos compañeros programan tutorías
personalizadas o en grupo en su tiempo libre
para reforzar a estos chicos que no están bien
fundamentados. Entonces, esa experiencia ha
sido chévere porque los enriquece uno a ellos
con conocimiento y ciencia, y también uno
recuerda sus cuatrimestres pasados y se va
preparando aún mejor porque para explicarles
es necesario retomar las teorías que hace rato
no repasábamos (EE G6 226-233).
De una manera especial y muy importante, la
calidad de la formación integral se evidencia en
la aspiración ética de ejercer la profesión con
honestidad, con criterio científico y con volun-
tad política para la transformación social, como
lo expresa emotivamente el siguiente fragmen-
to de la entrevista a un grupo de estudiantes:
Enseñar demostrando es coger una planta,
señalar todos los problemas que se encuentran
presentes en la misma y mostrar que uno sabe,
que ha aprendido y es verdadero, que no se
161
va a inventar una farsa. Erradicar de la cultura
campesina que los agrónomos no se llaman
agrónomos sino “ladrónomos”, tenemos esa
cultura de que los agrónomos siempre son
ladrones porque se les asocia con una empresa
y se piensa que están ahí solamente por el
dinero. Pero esta Universidad enseña que lo que
uno aprendió le va a servir, y que sí la planta se
murió fue porque algo le faltó; pero el problema
no es que la planta se muera, sino cómo la va
uno a recuperar (EE G4 204-213). Los profesores del proyecto Utopía trabajan
con mística y dedicación en el desarrollo
del proyecto.
La didáctica del desempeño
auténtico: aprender haciendo y
enseñar demostrando
Un aspecto importante del programa de In-
geniería Agronómica es su propuesta meto-
dológica, tanto por su contenido pedagógico
apropiado para la educación universitaria rural,
 como por la forma en que se ha venido cons-
truyendo en un verdadero modelo educativo
de reflexión sobre la acción.
La metodología de la cual se pueden hacer co-
nexiones con algunas teorías pedagógicas y di-
dácticas encuentra un fundamento importante
en el propósito y contexto del programa, es de-
cir, en trabajar con jóvenes que aman el campo
y van a regresar a sus lugares de origen y por
lo tanto viven en una inmersión completa que
no los saca de su medio social, gracias a la con-
dición de residencia universitaria y que además
se ajusta a las dinámicas propias de los ciclos
campesinos ancestrales, como lo indica uno de
los administrativos que trabaja en el campus:
162 …no es lo mismo que a usted le cuenten en
un tablero a que usted vaya y vea la patología y
el problema en el campo. Sería muy difícil decir
que se hará un proyecto como Utopía donde los
jóvenes no vayan a dormir en el campo, donde
tuvieran que llegar a las 6:00 a.m., porque se
presentan dificultades en la parte agrícola y
pecuaria; ni las plantas, ni los animales saben de
horario, ni de fecha en el calendario, entonces,
a la planta le cae una plaga un domingo y tiene
que tratarse el domingo, no se puede esperar al
Estudiantes de Ingeniería Agronómica otro día para ver qué resolvemos (EA2 327-333).
preparando una exposición.
Además, es una metodología que parte de lo
cercano para ir a lo lejano, de lo tangible, que
en este caso es para los jóvenes campesinos el
mundo del cultivo, de la siembra, de las plantas
y desde allí se va a lo abstracto, a lo conceptual,
a lo que no es conocido. De esta manera el es-
tudiante vuelve al mundo habitado y lo dota de
nuevos significados.
En ese sentido la relación teoría-práctica supera la
dimensión subordinada que se da en uno u otro
sentido y que suele imperar en los procesos di-
dácticos de la educación superior a través de es-
quemas lineales que nada tienen que ver con el
desarrollo en red que suponen los procesos de
aprendizaje. Eso se deja ver en la siguiente apre-
ciación de uno de los estudiantes de segundo año:
…es una metodología que encaja muy bien en
estos ámbitos rurales, porque cuando se trata de
agricultura o de cualquier tema no es suficiente
con explicar cómo se hace sino que es necesario
enseñar demostrándolo, esto le da más validez
al aprendizaje. En ese sentido, la metodología
funciona muy bien y es bastante acertada para
el aprendizaje rural; también a nivel urbano
deben usarse este tipo de metodologías porque
la teoría no es suficiente y en ocasiones puede
ser ambigua por las interpretaciones de cada
persona (EE G 4 180-188).
Es importante señalar, sin embargo, que de
manera privilegiada en esta metodología la
práctica adquiere un carácter verificativo. Es
decir, corrobora, cuestiona, rompe lo que la
teoría dice en función de lo que pasa en el te-
rreno y acude a los laboratorios para potenciar
el proceso; de manera que el campus entero se
convierte en un gran ambiente de aprendizaje
fundado en la experiencia. Así lo expresan los
estudiantes en estos dos fragmentos de entre-
vista que dialogan perfectamente:
En cuanto a lo académico, que se aprende
haciendo y se enseña demostrando, lo
que vemos en el aula lo hacemos en el
 campo y si algo sale mal lo comprobamos
en el laboratorio, porque contamos con las
herramientas (EE G 4 395-397).
Otro elemento es que se trata de una metodo-
logía coherente con lo que se espera del perfil
profesional de un ingeniero agrónomo, de lo
que podría llamarse el talante de su oficio. Es
decir, una manera de ser y hacer, de relacionarse
y de ejercer su rol social, que en el caso de la In-
geniería Agronómica exige un trabajo asociado
y compartido con el campesino. Esto se descri-
be adecuadamente en el siguiente fragmento de
entrevista a un estudiante:
Un ingeniero agrónomo (cualquiera) va donde
un campesino y le dice aplique tal producto,
haga este procedimiento, pero él ni siquiera sabe
cómo se hace, solo conoce la teoría. Nosotros
vamos con un campesino hasta dónde está la
pala y el azadón, y ahí es donde trabajamos.
Eso es lo que hace diferente a Utopía, aprender
haciendo y el enseñar demostrando, siempre
nos interesamos en cómo se hacen las cosas,
las aprendemos y las mejoramos con los
campesinos (EE G6 410-416).
También los profesores valoran la metodolo-
gía por su coherencia con las competencias
que requiere el futuro desempeño profesional
del ingeniero y manifiestan la diferencia frente
a sus propios procesos de formación, caren-
tes de las bondades de suficiente tiempo para
aprender haciendo.
El ingeniero agrónomo es un profesional que
tiene su oficina en el campo, su escritorio son
las plantas. Entonces, lo importante de nuestros
ingenieros agrónomos es que cuando salen a
campo eso no los muerde, ellos saben, cogen
y echan azadón y lo hacen bien, diferente al
ingeniero agrónomo de otras instituciones
que ni siquiera conocen la sabana. Ojalá en
mis mejores sueños hubiera tenido la práctica
que ellos tienen acá, a mí me tocó salir al
campo, cometer errores, aprender haciendo
después de, para tener la experiencia que en
este momento tengo, después de 27 o 28
años de estar en extensión rural, en asistencia
técnica. Ellos salen con eso, y esa fortaleza
es importante, ese es el plus, el valor de este
programa (EGP 517-526).
Un aspecto importante es que no se trata de una
metodología preconcebida o de un modelo didác-
tico importado para el programa. La metodología
se ha venido construyendo desde las intuiciones
iniciales ya descritas y en un interesante proceso 163
de producción pedagógica de los profesores del
programa, a través de sistemáticos y recurrentes
espacios de reunión, discusión y puesta en prácti-
ca. Así lo expresa uno de los profesores:
…lo mejor de nuestro aprendizaje basado en
problemas es que se trata de situaciones reales;
muchas veces uno se lo inventaba (el problema);
El programa Valor-Arte no solo brinda espacios de
en el primer ejercicio de Aprendizaje Basado en
Problemas que yo hice para la profesora ella diversión, también hace parte de la formación integral
dijo —Invéntense un problema— y yo pensaba que reciben los jóvenes en Utopía.
—Pero, ¿cuál?, por Dios, ¿cuál?—. Y luego
con el trabajo diario uno se imagina y dice por
ejemplo, —Profesor, mire esta planta cómo
se marchitó—. Eso es una articulación muy
valiosa para el “Aprender Haciendo y Enseñar
Demostrando” (EP1 250-276).
De otra parte, la Universidad dispuso un proceso
de formación para fortalecer las competencias

164
Los laboratorios en el campus de
Utopía son indispensables para la
investigación de los alumnos.
pedagógicas que les permitió a los profesores
darse cuenta de las diferencias en conocimientos
y habilidades respecto a cada una de las cohortes
y asumirlas como una gran posibilidad para el
aprendizaje, además de entender la necesidad de
relaciones pedagógicas más horizontales, es de-
cir, tomar consciencia de las implicaciones de los
efectos del poder en los procesos formativos,
máxime cuando se tienen en cuenta las condi-
ciones de los estudiantes del proyecto, tal como
se lee en el siguiente texto:
…tuvimos algunas discusiones espontáneas
con los profesores que había en ese momento,
el verlos como (estudiantes) primero, segundo,
tercero y cuarto año, en el dejar de entender que
el profesor es el del poder y empezar nosotros
a manejar una palabra que es aprendiz cambió
drásticamente el asunto. El programa ahí ya varió
mucho porque ya nos estábamos volviendo un
poco más como pares (EP2 141-152).
Sin embargo, lo más relevante en la configura-
ción de la metodología del programa ha sido
el papel de lo que se ha denominado la pre-
gunta generadora y que ha sido el eje articula-
dor de toda la secuencia didáctica. De hecho,
la pregunta surge de una propuesta que tiene
como principio que ‘nada puede ser enseñado
si no puede ser demostrado’, de modo que,
las múltiples dificultades del trabajo de campo
de cara a desarrollar proyectos realmente pro-
ductivos sirvieron para que tanto estudiantes
como profesores exploraran salidas, buscaran
respuestas y fueran consolidando un proceso
que ha demostrado impactos valiosos en la ca-
lidad de los aprendizajes.
La pregunta funciona como puente entre los
proyectos productivos en campo por cada una
de las líneas, los fundamentos conceptuales y
la experimentación en el laboratorio; de manera
que el aula rompe el esquema tradicional del sa-
lón de clase como una caja y se convierte en un
gran ambiente de aprendizaje. Así lo describe de
forma general el grupo de profesores:
La metodología tiene una pregunta
generadora, que es la manera como
transversalmente se integra toda la experiencia
en campo productivo, pero también de manera
inversa, se relaciona la investigación que se
hace en campo con lo que se estudia en el
aula. Entonces, la pregunta generadora es un
ejercicio pedagógico donde los profesores,
con una regularidad casi cuatrimestral, se
reúnen y discuten qué pregunta tendrían que
responder los estudiantes, que a su vez, los
obligue a plantearse proyectos de investigación
pequeños o iniciativas de indagación que estén
relacionadas con las asignaturas que se cursan
en el cuatrimestre en particular. El ejercicio
pedagógico implica reflexión de parte del equipo
docente para plantear muy bien una pregunta
y las directrices que los guiarán para responder
esa pregunta. El efecto final del cuatrimestre es
que todos los grupos de las líneas de práctica
productiva exponen sus respuestas, y uno se
queda descrestado porque usan herramientas
de investigación, así como elementos técnicos
de agronomía, y a través de conocimientos
científico-prácticos de su línea hacen todo
un trabajo de reflexión que se expone a la
comunidad académica; nosotros lo valoramos,
 lo evaluamos y de esa manera ellos empiezan a
integrar la parte técnica de investigación con la
académica (EGP 261-279).

Las preguntas se formulan a través de un ejer-

cicio pedagógico de deliberación por parte de
los profesores, la cual tiene en cuenta las dife-
rencias entre los grupos así como las compe-
tencias esperadas según el cuatrimestre en que
se encuentren los estudiantes. Esto favorece
lo que podría denominarse un diálogo inter-
disciplinar desde distintos campos y enfoques
y permite las articulaciones necesarias para la
coherencia del programa, tal como lo expresa Figura 1: Proceso metodológico
uno de los profesores:
Y concluyen los profesores que el proceso de
…nos reunimos, platicamos de las pregunta ha generado tres grandes logros: la
competencias sin las cuales el estudiante 165
calidad de los informes que escriben los estu-
no podría pasar esa materia… y dialogamos
entonces sobre el estudiante que tiene buen diantes atado a la complejidad de las preguntas
rendimiento académico y qué capacidades que van construyendo; la calidad en los des-
debería tener, y luego hacia las competencias empeños propios de la práctica productiva en
más esenciales; a partir de las cuales nosotros
generamos la pregunta (EP2 207-221). campo y el sentimiento de orgullo y pasión que
expresan los estudiantes por su trabajo acadé-
Este ejercicio de la pregunta generadora e in- mico como estudiantes de la Universidad de La
tegradora ha sido objeto de amplia reflexión Salle (Fernández y Peña, 2011, 197).
y ha tenido su propio proceso de sistematiza- Algunos estudiantes de primer año en su
Otro aspecto interesante frente a la pregunta práctica productiva.
ción, expresado en un artículo publicado en
tiene que ver con su potencial en el aprendiza-
una revista institucional y en cuatro trabajos
je, disponer la mente para preguntar es ayudar
presentados en los tres Simposios de Expe-
a establecer un diálogo con una realidad que
riencias Docentes organizados por la Univer-
necesita ser descifrada. Los problemas del en-
sidad de La Salle.
torno y los errores en el aprendizaje se vuel-
Los docentes autores del artículo (Fernán- ven detonantes que generan inestabilidades;
dez y Peña, 2011: 194) grafican así el proceso las cuales al ser resueltas producen desarrollo
metodológico: cognitivo. Lo que se creía como conocimiento
 cierto es cuestionado para avanzar en mejores comprensiones. Eso
se evidencia claramente en las palabras de uno de los estudiantes:

Para mí, aprender haciendo y enseñar demostrando es en pocas

palabras estrellarnos directamente contra lo que hacemos. Muchas veces
necesitamos realizar una actividad y la forma de aprenderla es haciéndola,
implementándola directamente en campo, allá es donde usted más
aprende, porque es donde se da cuenta qué está mal y qué está bien,
no es lo mismo decir algo en un tablero o en una presentación a como
se ve directamente en campo; porque ahí surgen más ideas. Cuando se
comete un error busca la forma de encontrar la solución a situaciones
que difícilmente se verían en un tablero o en una presentación. En la
presentación lo más posible es que ni siquiera cometa el error y no se dé
cuenta; eso es aprender haciendo (EE G3 247-258).

Esa dinámica va formando indudablemente lo que podría denomi-

narse un espíritu investigativo, que observa, pregunta, recoge in-
formación, compara, analiza, ensaya y establece hipótesis. Lo cual
166 no es fácil y exige un gran compromiso por parte de los educado-
res, tal como lo expresa un profesor:

…los pequeños proyectos de investigación me parece que son

realmente lo más importante por el espíritu de investigar de los
chicos. Por ejemplo, alguien propuso una situación en campo para
la cual no había una solución fácil, un planteamiento sencillo desde
el punto de vista metodológico pero que generaba problematización
y necesitaba de los ensayos tomados en cuenta para las clases,
por ejemplo, de Estadística. Por otra parte, es muy normal tener en
cuenta datos que los jóvenes hayan recogido en campo, por ejemplo,
alguien dijo que se fertilizaba de manera diferente, entonces el paso
a seguir es utilizar ambas formas de fertilizar y mirar la clorofila; con
eso obtenemos una estadística. Hay que reconocer que no es fácil
porque se necesita de continuo diálogo entre profesores, mucha
coordinación, y se requiere interés de parte de los estudiantes; así
como que los profesores estén entusiasmando y motivando a los
estudiantes todo el tiempo (EP 2 284-301).

Como ya se expresó, la metodología implica una fuerte comuni- Aprender haciendo y enseñar
cación por parte de los profesores, no solo para la articulación en demostrando.
torno a la pregunta, sino para un diálogo interdisciplinario que no
se convierta en enfrentamiento. Sin duda, la
pregunta por sí sola no genera las consecuentes
articulaciones y muchos aportes pueden venir
desde la pedagogía de proyectos para alimentar
la metodología en su dinámica propia.
Por último, hay que destacar cómo la metodo-
logía que ha encontrado en la práctica produc-
tiva un elemento articulador que le da sentido,
ha impactado también la evaluación del apren-
dizaje propiciando la reflexión en torno al obje-
to, al propósito y a las formas de la evaluación.
Un programa universitario rural que
necesita un modelo de bienestar para
el mundo rural
La Universidad de La Salle es consciente de
que asumir un proyecto de educación superior
rural de esta envergadura implica, como lo afir-
ma una de las directivas del proyecto (ED 743-
7516), afrontar los retos que la Institución tomó
con la decisión de sacar la gente de su ambiente
para llevarla a vivir a otro lugar, porque cuando
se separa al estudiante de su entorno y de sus
comunidades de apoyo se asumen las respon-
sabilidades de proveer una serie de satisfactores
que de una manera u otra tenía en su contexto
y que se deben contemplar.
De otra parte y desde la visión del Desarro-
llo Humano, como horizonte de sentido de la
Universidad de La Salle, el compromiso con el
bienestar estudiantil va más allá de una serie de
acciones que atienden algunas necesidades bá-
sicas de los estudiantes y se instala en la lógica
del empoderamiento de los actores, es decir,
en el desarrollo de sus capacidades; lo que su-
pera cualquier atisbo de acción asistencialista.
A continuación se explican algunos elementos
particulares del sistema de bienestar que con-
templan aspectos de salud integral, movilidad y
otros espacios de formación integral.
La salud integral
El primer tópico que aparece de manera rele-
vante es el que tiene que ver con los temas de
la atención médica de los estudiantes.
En este aspecto hay grandes complejidades, 167
para empezar, la mayoría de los estudiantes del
proyecto Utopía pertenecen al régimen subsi-
diado en salud, lo que se hace a través de la
encuesta del Sisbén (Sistema de identificación
de potenciales beneficiarios de programas so-
ciales) que los ubica en el nivel I o II. Solo hasta
agosto de 2013 el Decreto 1683 del Ministerio
de Salud y Protección Social estableció la porta-
Estudiantes en espacios recreativos.
bilidad para los usuarios de régimen subsidiado
y contributivo, es decir, el derecho a trasladarse
de municipio sin perder los servicios de salud.
Sin embargo, la implementación ha sido lenta
y muchos funcionarios locales en los hospita-
les o secretarías de salud desconocen la norma,
o simplemente no existen los convenios entre
empresas de salud, lo que ha hecho que esta
reglamentación sea letra muerta en la práctica.
 Por ello, la Institución ha emprendido varias acciones que buscan
atender estas situaciones. Una importante ha sido la de las brigadas
en salud visual y medicina general. Aprovechando la existencia del
programa de Optometría se han hecho intervenciones, se han esta-
blecido diagnósticos y elaborado guías en términos de gafas, lentes
y remisiones médicas. El servicio médico de la Universidad elaboró
un diagnóstico que le ha permitido a la Vicerrectoría de Promoción
y Desarrollo Humano realizar talleres de prevención en salud.
En ese mismo sentido, la Unidad Administrativa para la Consolida-
ción Territorial, —UACT—, patrocinó en el segundo semestre de
2014 consultas de odontología en una importante tarea preventiva,
así como la ayuda para resolución de temas relacionados con el
servicio militar. En las siguientes palabras Ingrid Ávila Toro indica
las razones por las que la —UACT— se vinculó al proyecto:

168 Utopía para la Unidad Administrativa para la Consolidación Territorial

ha sido una apuesta, una nueva oportunidad para estos jóvenes
provenientes de las zonas más vulnerables y agobiadas del conflicto
armado y los cultivos ilícitos.

Otro aspecto que hace parte de este componente tiene que ver con
la atención psicológica. Lejos de su núcleo familiar, los estudiantes
experimentan ansiedad frente a las situaciones que viven sus fami-
lias, de igual manera los procesos de adaptación a los ritmos de vida
en el campus y a la heterogeneidad cultural hacen que en algunos
momentos puedan sentir soledad y tristeza.

Vida universitaria en el campus de

Ingeniería Agronómica.
En esa misma dirección, hay que contemplar que todos los jó-
venes que hacen parte del Proyecto Utopía han vivido de cerca
el conflicto interno colombiano, muchos de manera más cruda
como víctimas y otros como actores de alguno de los grupos
armados. Tal situación hace necesario un trabajo que les ayude
a tramitar las experiencias traumáticas y en lo posible pasar por
procesos de reconciliación que les permita pasar la página y mi-
rar hacia adelante, como se ha dado en muchos casos. En las
entrevistas, uno de los estudiantes proveniente de La Primavera
(Vichada) manifestaba que después de dos años en el proyecto él
era otro y había sido capaz de decirle a uno de los victimarios de
su familia que lo perdonaba, porque quería seguir con su vida y su
proyecto sin lastres del pasado.
También, hay que mencionar que la Universidad ha dotado al cam-
pus con un gimnasio y con talleres de capacitación en torno al acon-
dicionamiento físico como un espacio que les permita ejercitarse,
169
mantenerse en forma para las duras tareas del campo y encontrar
esparcimiento y formas de desahogo a través de la actividad física.
En síntesis, se está configurando un sistema de salud integral para
Utopía que abarca los siguientes aspectos: medicina general, salud
sexual y reproductiva, salud visual, apoyo psicológico, nutrición y
acondicionamiento físico.

La movilidad
El segundo tópico del modelo de bienestar para el proyecto Uto-
pía es el que tiene que ver fundamentalmente con su libertad de
desplazamiento que en un campus con modalidad de residencia
se hace muy importante. Y esto al menos en tres grandes sentidos.
El primero es el de la movilidad al centro urbano más cercano, que
en este caso es Yopal, a 12 kilómetros del campus de Utopía. Ir a
la ciudad es importante por aspectos de salud, para reclamar gi-
ros de dinero, comprar implementos personales, recoger remesas

170
Los más destacados de Utopía en
París, Francia, gracias a los convenios
de movilidad internacional.
o simplemente salir a dar una vuelta. Esto ha
generado la necesidad de alternativas que pasan
por una mejor organización de las salidas de
los estudiantes, acudiendo a la racionalidad del
tiempo, a la consolidación de las redes de apoyo
entre alumnos, profesores y Hermanos y otras
búsquedas que propician la participación estu-
diantil en la resolución de las dificultades que
se presentan.
El segundo es la movilidad desde y hacia los
lugares de origen cuando empiezan el proce-
so y en época de vacaciones, en este tiempo
de receso para algunos estudiantes es difícil el
desplazamiento a su hogar; por eso la Univer-
sidad, en el marco del programa denominado
ADHER (Adopta un hermano) de la Vicerrec-
toría de Promoción y Desarrollo Humano, hace
un llamado a la solidaridad para que profesores
y administrativos de la Institución en la sedes
de Bogotá acojan en sus casas a estudiantes de
Utopía durante los periodos de receso escolar.
También se despliega la solidaridad local a tra-
vés de algunas organizaciones de Iglesia, las
cuales apoyan con los costos de transporte a
los estudiantes. E indudablemente los mismos
estudiantes y sus familias con su propio trabajo
asumen la tarea de conseguir los recursos nece-
sarios para su desplazamiento, aspecto impor-
tante que debe incentivarse, en la perspectiva
del empoderamiento y el desarrollo de capa-
cidades, pilares de un sistema de bienestar al
estilo de La Salle.
El tercero es la movilidad académica para
presentar ponencias o participar en distintos
eventos. La Universidad ha apoyado muchas
iniciativas, sobre todo en el tema de los semi-
lleros de investigación. Y los estudiantes han
organizado una tienda escolar, con el propó-
sito de tener un fondo para financiar este tipo
de actividades, además de los propósitos de
formación que entraña este ejercicio.
El cuarto es la movilidad internacional que en
el 2014, gracias a la gestión de la Oficina de
Relaciones Internacionales e Interinstituciona-
les —ORII— con la Embajada de Francia en
Colombia, logró becas de movilidad para cinco
estudiantes que estuvieron en Francia cono-
ciendo experiencias de educación agropecuaria
en las ciudades de Vendôme y Figeac. Estos jó-
venes, escogidos por su excelente desempeño
académico, tuvieron la oportunidad de vivir la
experiencia de una cultura diferente, mejorar
sus habilidades en segunda lengua y aprender
nuevos conceptos para aplicar en su proceso
de formación profesional. Además de haberse
abierto un importante camino hacia el futuro
que en 2015 verá a estudiantes utopienses en
Barcelona y en la Universidad de Nuevo Méxi-
co en los Estados Unidos.
Otros espacios de formación integral
Un tercer gran foco, es el de los espacios que
contribuyen a la formación integral. La Univer-
sidad como institución ha hecho una apuesta
por la consolidación de cultura universitaria
rica en diversas experiencias de formación y ha generado distintas
dinámicas valiosas que se empiezan a sentir en las sedes de Bogotá.
En Yopal ha habido algunas iniciativas importantes como la que
surgió de un acuerdo de cooperación entre la Embajada de los Paí-
ses Bajos y la Universidad de La Salle; la cual permitió implementar
el proyecto “Valor-Arte”: fortalecimiento del proceso de forma-
ción en valores, convivencia y paz a través de la música. Gracias
a este proyecto se estrecharon los lazos de convivencia entre los
jóvenes y se logró la primera producción musical del campus, un
CD con cinco canciones interpretadas por ellos mismos.
De igual manera, la dotación de los instrumentos musicales ha per-
mitido que los estudiantes del campus, programen otras activida-
des como: Utopía tiene talento (2013) y La voz Utopía (2014); también
se encuentran las actividades en torno a los temas de danza y baile,
organizados por ellos mismos.
171
Con respecto al deporte y la recreación en el campus, se realizan
eventos deportivos organizados por los estudiantes a través del co-
mité deportivo como torneos de fútbol, voleibol y baloncesto en
los que, además de los estudiantes, participan docentes y adminis-
trativos e igualmente tienen conformados equipos que les permi-
ten participar en actividades organizadas por otras instituciones de
educación superior de la región.
De igual modo, se ha dispuesto un lugar llamado El Ágora, un espa-
cio administrado por los jóvenes a través del comité sociocultural, el
cual tiene sala de televisión, área de juegos (ping pong, futbolín, rana,
hockey de mesa y juegos de mesa) y que es altamente frecuentado
por los estudiantes como sitio de encuentro y esparcimiento. Video: Proyecto Musical Valor-Arte.

En síntesis, la calidad de la formación profesional desde la perspectiva

integral, como se lo ha propuesto la misión de la Universidad de La Sa-
lle, exige creatividad e innovación para seguir pensando en los mejo-
res caminos que permitan construir una cultura universitaria para las
nuevas ruralidades.

172
El decálogo de Utopía vela, entre otros,
por el sentido de la verdad, el respeto, la
solidaridad, la fraternidad, la honestidad
y el compromiso social.
II. Programa de formación
para el liderazgo social,
político y productivo
El segundo componente del proyecto Utopía
indica que además de la formación de ingenie-
ros agrónomos se trata de una apuesta por la
consolidación de los liderazgos para el mundo
rural colombiano, quienes van a impulsar las
transformaciones sociales, políticas y produc-
tivas que el país necesita.
Los elementos de este componente son los
siguientes:
Un liderazgo basado en valores
El aspecto más recurrente es el que demues-
tra cómo la experiencia en el campus va con-
figurando en las personas un perfil de valores
sin el cual no podría hablarse de liderazgo. Es
esa condición de liderazgo adaptativo que da el
fundamento para el resto de herramientas, una
especie de sustrato axiológico fundamental que
adquiere relevancia puesto que Utopía ha bus-
cado desde el principio plantear un decálogo
orientador de las decisiones éticas en los estu-
diantes. El siguiente fragmento de entrevista de
un estudiante muestra el estatus de sabiduría
que se le confiere:
Otra parte muy importante de Utopía y
que sin eso no sería Utopía, es su decálogo
y de todos esos valores que contribuyen a la
formación como persona, entonces uno se
da cuenta de que el decálogo fue realizado
por personas que tienen conocimiento, que
quieren hacer de esto un lugar sabio, ahí
estamos haciendo referencia al Hno. Carlos;
se lo debemos todo a él y al esfuerzo de
muchas personas; pues el decálogo lo estamos
aplicando en nuestra vida (EE G2 417-423).
Estos diez puntos son:
1. La vida es sagrada
2. Todo a tiempo y bien hecho
3. Más allá del deber
4. Valgo lo que vale mi palabra
5. Trabajamos en equipo y somos solidarios
6. Siempre proactivos y creativos
7. Apasionados por la tierra
8. Grandes ante la dificultad
9. Constantes y perseverantes en el trabajo
10. Nada cansa si se hace con voluntad y en-
tusiasmo
Decálogo que se desprende claramente de los
valores enunciados por el Proyecto Educativo
Universitario Lasallista —PEUL— como los
orientadores de la misión: El sentido de la ver-
dad y el respeto por la autonomía de los sa-
beres; solidaridad y fraternidad; honestidad y
compromiso social; respeto y tolerancia; espe-
ranza y fe; y gratitud y lealtad.
Valores que también son reconocidos por una
de las entidades que ha apoyado el proyecto, tal
como lo indica Rafael Arango, vicepresidente
de Banca Corporativa del Banco de Bogotá:
 El Banco de Bogotá creyó en Utopía, entre otras razones, porque la
Universidad de La Salle es una institución absolutamente seria y porque
la vocación de enseñanza de los Hermanos viene de mucho tiempo
atrás, demostrando que son absolutamente eficaces… Hemos visto
estudiantes que se han graduado con espíritu de investigación, espíritu
de trabajo y espíritu por creer, y, eso es lo que nos anima a seguir
apoyando el proyecto. Ahora sí vamos a ver una realidad nacional
diferente a la que hemos estado acostumbrados.

Se pueden reunir en tres grandes grupos los valores que se desta-

can en el ejercicio de sistematización. Los más recurrentes son los
que podrían denominarse como los asociados al perfil profesional,
es decir, responsabilidad, disciplina personal, puntualidad, autoexi-
gencia y entrega. Los estudiantes los identifican rápidamente en
sí mismos y en sus compañeros en acciones cotidianas fruto del
proceso. Tal como lo manifiesta uno de los estudiantes:

Otro de los puntos que hay que resaltar es la responsabilidad y la 173

disciplina en los cuales nos hemos enfocado, aunque todavía no somos
excelentes, sí se nota mucho el cambio. Aquí en Utopía debemos
saber manejar el tiempo, no nos podemos dedicar a una sola cosa,
es necesario repartir el tiempo para cumplir con nuestros trabajos y
también dejar espacio para descansar o divertirnos (EE G1 279-283).

Los estudiantes son conscientes de que sus familiares, vecinos y

comunidades locales son testigos del cambio en las actitudes, y aún
más importante que ellos lo han aprendido gracias al testimonio de
los Hermanos de La Salle y los profesores, lo que va configurando
una importante cultura valorativa. Así se lee en este reconocimien-
to que hace uno de los estudiantes:

…hay otras personas que están dentro de la institución como son

Lina, estudiante proveniente de Patía, Cauca.
los profesores o los Hermanos; quienes tienen el compromiso de
levantarse incluso más temprano que nosotros, porque los estudiantes
tenemos que estar listos a las 5:30 a.m., pero vivimos aquí; los
profesores también tienen que estar acá a las 5:30 a.m. pero ellos viven
en Yopal, o sea que deben levantarse más temprano y ese compromiso
por el cual están aquí cualquier persona no lo asumiría. Por otra parte,
 el Hermano Martín Figueroa y el Hermano
Gonzalo Achury también se levantan con
nosotros y lo hacen por compromiso porque si
ellos no quisieran, no lo harían (EE G3 434-452).
El segundo grupo de valores es el que podría
denominarse social o de convivencia; algunos
son: respeto, valoración del otro, trabajo en
equipo, comprensión de la diferencia, gratitud,
apertura y confianza. En este caso, también los
estudiantes son conscientes del cambio por la
retroalimentación que reciben de sus familiares
y amigos. Los siguientes fragmentos de entre-
vista son muy dicientes al respecto:
…uno de los principales valores que he
aprendido ha sido la tolerancia hacia los
demás, porque yo no tolero mucho a cualquier
174
persona. Aquí nos han enseñado a formarnos
como personas, también a trabajar en equipo,
nos caracterizamos mucho por eso y vale
resaltar el respeto que hay entre hombres y
mujeres, esas ganas de salir a ayudar a las
personas, en colaborarle a los compañeros, en
que si alguien va mal todos queremos ayudarlo
y en que nos estamos formando acá es para
llevarlo y darlo a conocer en nuestro lugar de
origen, para cambiar nuestros municipios y,
como muchos dicen, ¿por qué no cambiar a
Colombia? (EE G2 196-204).
Estudiantes provenientes del Valle del
Cauca a su llegada al campus Utopía.
…lo vienen a uno educando como persona,
no solamente como profesional, a través de la
integridad, la ética, la puntualidad, y muchos
temas que uno va aprendiendo cada día para
ser mejor. Uno de los cambios que mi familia y
mis amigos han notado es que ahora soy más
abierto, antes de llegar acá era más callado y
penoso; me han dicho que la Universidad me ha
ayudado para ser más sociable; eso me gusta
y se siente uno bien porque llega la gente que
lo conocía a uno y dice —¿este muchacho está
estudiando o qué hace?— (EE G4152-159).
El tercer grupo de valores podría denominarse
de estructura personal. Están aquí la autoesti-
ma, la capacidad de adaptación a nuevas cir-
cunstancias, la construcción de criterio para la
libre elección y el cambio de mentalidad frente
a las prioridades en la vida.
Respecto a la autoestima es importante men-
cionar cómo el esfuerzo y el sobreponerse a
las dificultades les hace ser conscientes de sus
propias capacidades y de que es posible alcan-
zar las metas planteadas. Así se puede leer en el
siguiente texto:
…sí se puede y aunque esto toca hacerlo con
muchísimo esfuerzo y dedicación, requiere de
un gran empeño. A pesar de que no tenemos
la mejor educación, sí tenemos las ganas y el
empeño, sabemos que vamos para adelante,
que sí se puede. Utopía no sería Utopía sin las
ganas de salir adelante, de mejorar, de llegar
a ser mejores personas y así contribuir con el
desarrollo de nuestro país, yo pienso que la
mayoría de nosotros estamos aquí por las ganas
de ser alguien mejor (EE G2150-153. 412-415).
La capacidad de mirar hacia adelante, de replan-
tearse el propio camino es también un aspecto
sobresaliente de esta formación ética; que puede
leerse en el siguiente fragmento de entrevista:
En Utopía he cambiado mucho, por ejemplo,
antes me molestaban por mi forma de vivir
y era acomplejado por eso, pero desde que
 estoy en la Universidad empecé a ver todo de
otra manera y a valorar la vida, a organizar mis
pensamientos, porque quizás uno afuera vive la
vida por vivirla; mientras que aquí he aprendido
a hacer las cosas bien. Por esto, la Universidad
me ha hecho cambiar de diversas formas, a
nivel personal he modificado mi parte social y
para mí hoy todo es cuenta nueva, ahora solo
me dedico a pensar qué viene para el futuro, en
hacer las cosas mejor y en ayudar a mi familia
en lo que más se pueda. Aquí, uno se da cuenta
de que hay muchas necesidades, entonces
estudio y trabajo para suplirlas. Hay un esfuerzo
por hacer las cosas bien y por ayudar a mi
pueblo (EE G5 134-144).
También es muy importante que Utopía no
es solo un espacio de formación valorativa
para los estudiantes, sino también para todos
los miembros de la comunidad que ven cómo
cambian muchas dimensiones en sus vidas, tal
como se puede ver en este testimonio de uno
de los profesores:
…yo llegué sabiendo bastante de biología
molecular a Utopía y realmente mucho de eso
no me ha servido para nada, por el contrario
he aprendido mucho en la práctica de campo;
ahora amarrando lo uno y lo otro sé cómo
proyectarlo de una forma conveniente para
ponerlo en perspectiva, que es realmente lo
importante. Una de las grandes ventajas
de Utopía es ponerlo a uno en la relevancia
de su quehacer. Otra es la sensibilización, mi
forma de enseñar cambió y mejoró. Otra es la
capacidad de trabajo, en Utopía uno se vuelve
mucho más recursivo, más guerrero y más ágil.
Otra ventaja es más circunstancial y se trata
de que hay más posibilidades de hacer cosas
en lo pedagógico, desde la investigación. Por
ejemplo, yo he venido a La Salle (Bogotá) y si no
he salido con cuatro procesos de investigación
ha sido poquito porque siempre vivo trayendo y
llevando suelo (EP 2 418-433).
Un liderazgo construido sobre
la internalización de una visión
compartida
El sello del liderazgo que se construye en Uto-
pía está marcado porque existe un horizonte
común que se ha interiorizado en los estudian-
tes de modo que es parte de su proyecto de
vida. Hay una internalización de los ideales
que permite hablar de sueños compartidos, es
un horizonte de sentido que favorece los pro-
cesos formativos y confiere una identidad que
es difícil de lograr y ver en otros escenarios 175
institucionales. La totalidad de los estudiantes
tiene una clara comprensión del sentido del
proyecto. El siguiente fragmento de entrevista
ilustra muy bien ese sentir generalizado de los
jóvenes utopienses:
…enseñar demostrando aplica para nosotros
en el momento en que vayamos a las zonas Manuel, alumno oriundo de
de origen y seamos un modelo por seguir para La Macarena, Meta.
las personas de nuestras regiones, para los
agricultores. A su vez aplica para el proyecto
Utopía y para la Universidad de La Salle, los
cuales están demostrando que los jóvenes del
sector rural también somos capaces de salir
adelante, somos buenas personas y tenemos
metas y deseos de salir adelante. No solamente
el hijo del que puede pagar cinco millones por
un semestre, el que quiere ser un profesional.
El hijo del campesino también quiere ser
un profesional y Utopía lo hace tangible. El
 proyecto, a su vez, está enseñando a Colombia,
a las demás instituciones educativas y al
Gobierno nacional, que los jóvenes del sector
rural se pueden educar, que también son
grandes personas y que pueden lograr una gran
transformación para el país (EE G3 268-280).
Esa claridad les confiere un profundo sentido de
pertenencia, mirarse a sí mismos como protago-
nistas, comprender que el proyecto es suyo, de
los que han pasado y de los que vendrán, en una
especie de hermandad de significados comparti-
dos. Además, hacer parte de un proyecto común
permite sentir que se ocupa un lugar en el mun-
do y que hay un horizonte que guía el trabajo y
que el esfuerzo vale la pena.
176 Otro aspecto importante, teniendo en cuenta
las condiciones de los estudiantes de Utopía,
es que el proyecto les devuelve la capacidad de
soñar, de creer que es posible lograr las metas
propuestas, desarrolla una inmensa capacidad
de esperanza para los liderazgos que necesita
un país como Colombia. Así lo expresa uno de
los estudiantes:
Estudiantes llegando de la práctica
…un reto de Utopía fue el sueño de crear
productiva.
oportunidades a personas que lo necesitaban;
creo que no existiría si esa persona (el Hno.
Carlos Gómez) no hubiese pensado o visto la
problemática que está pasando en nuestro país.
No existiría si no se hubiera puesto a soñar en
grande para llegar a tenerlo, por eso hay que
soñar (EE G3 432-435).
Y es además un sueño que se experimenta como
compartido con quien lo ideó y con quienes lo
han hecho posible, como lo indica este fragmen-
to de texto:
…si uno deja de soñar cambia el sentido
de estar aquí, porque alrededor de los
años 90 el Hermano Carlos soñó con un
lugar para la formación de jóvenes rurales;
entonces, si Utopía nace de un sueño y
nosotros, que somos Utopienses, dejamos
de soñar no tendría sentido ser de Utopía
(EE G2 426-430).
Es ese sueño el que configura el rumbo del
proyecto y el horizonte del liderazgo en los jó-
venes. Estas palabras de uno de los jóvenes lo
expresan de manera muy emotiva:
Utopía es una Colombia pequeña como él
mismo lo ha dicho (el Hermano Carlos Gómez),
de pronto de zonas muy difíciles que han sufrido
el conflicto armado, entonces lo que quiere el
Hno. es transformarnos a nosotros como venas
del futuro, que Colombia deje de ese pasado
crudo y cruel que ha tenido y que con nuestros
pensamientos y la mentalidad con la que nos
estamos formando en Utopía lleguemos a
nuestras zonas de origen a generar nuevas
ideas para el progreso
que generen desarrollo a nivel de Colombia;
como ya sabemos, se va a armar ese
rompecabezas de nuestro país y va a empezar
por nosotros (EE G1401-409).

Un liderazgo para la transformación
social y productiva de Colombia
Un aspecto que se convierte en aliciente para el
desarrollo del proyecto es la claridad de los jóve-
nes utopienses respecto al sentido de su rol de li-
derazgo para la transformación social y productiva
de sus regiones y del país.
Esa conciencia respecto a la transformación la
ven en primer lugar en ellos mismos, en el des-
cubrimiento de los otros y su alteridad y en la
cotidianidad de su vida; lo que es muy importan-
te porque es la primera constatación de que los
cambios sí son posibles y de que el cambio per-
sonal, una nueva mentalidad empieza a cambiar
el mundo. El siguiente testimonio es ilustrador
al respecto:
Porque la verdad uno llega con el pensamiento
de que no es capaz de hacer
las cosas y que las personas que estudian en las
universidades de las ciudades son las únicas que
pueden hacer empresa, ejercer un cargo público
o vincularse a la política. Utopía ha hecho ese
cambio de pensamiento fundamental en mi vida.
Otra forma en la que he cambiado es pensar
que no estoy solo yo, que existen otras personas
a mi alrededor. Antes de entrar aquí pensaba
que no necesitaba de nadie, pero entendí que
en realidad necesito de todos para cumplir mis
propósitos. También he aprendido a hacer las
cosas que involucren a la comunidad. Utopía
me ha ayudado a ser mejor persona, mejor
cristiano y mejor hijo en cuestiones de familia. He
aprendido que aquí somos un grupo muy unido
y a pesar de que tengamos diferentes ideas y
pensamientos, prácticamente todos generamos
un bien común (EE G5 172-187).
Y es una conciencia de transformación respecto a
su propio rol como profesionales de la ingeniería:
…sí venimos de zonas rojas. El objetivo de
Utopía es que desde nuestros lugares de origen
seamos capaces de cambiar ese pedacito de
donde salimos, al menos ese pedacito. Y como
somos de diferentes sitios, donde cambiemos
ese lugar estamos cambiando gran parte
de Colombia. Eso es lo que hace a Utopía
diferente, porque no luchamos solamente
por ser jóvenes profesionales, no batallamos
únicamente por nosotros, sino que con esta
profesión queremos cambiar nuestro país.
Trabajar como agricultores porque eso es lo que
hacemos, no vamos a ser los ingenieros que
solo mandan, nosotros también vamos a saber
qué es meter las manos en la tierra y qué es
trabajar porque eso es lo que hacemos; somos
ingenieros diferentes (EE G1 384-393). 177
Otro elemento relevante, asociado a la médula
de Utopía, es el lugar que los estudiantes as-
piran transformar, o sea su terruño, su propio
territorio. La conciencia del regreso a sus zonas
de origen es claro y es un capital de liderazgo
muy importante que se va construyendo. A este
respecto el siguiente fragmento de entrevista
recoge un sentir generalizado de los estudian-
tes que se escuchó en los distintos grupos:
Ceremonia de envío cuando los estudiantes salen a su
…algo que he aprendido es a valorar a las lugar de origen a proyecto productivo.
personas por lo que son, he aprendido de la
agronomía que me va a ayudar para cuando
salga de acá a implementarlo en mi región,
como bien saben el Catatumbo es una zona
un poco peligrosa por el conflicto y a eso se
suma que la gente está muy desanimada con
la labor de campo; la idea es implementarla y
178

Video: testimonio de Isabel,

ingeniera agrónoma Utopía.
 que la agronomía y el campo vayan de la mano,
porque ahí está la raíz para sacar una Colombia
nueva, aspirar a un mejor progreso para todos
en el país (EE G2 206-212).
Y esas transformaciones que los van volviendo
líderes se comienzan a manifestar y son perci-
bidas por sus comunidades locales, las cuales
empiezan a delegar y pedir tareas de responsa-
bilidad, como lo señala este estudiante durante
su práctica productiva en la zona de origen:
En cuanto a la zona de origen, desde que
estoy aquí he tenido mucho contacto con
los profesores del colegio; y he tenido la
oportunidad de dictar dos clases en mi colegio,
una de suelos y otra de entomología; tengo
ese arraigo de compartir mis experiencias
con muchachos de mi vereda y de que ellos
aprendan también de lo poquito que yo he
logrado aprender en Utopía (EE G5 121-129).
Y es también percibido por el entorno familiar
en la cotidianidad de la vida en la casa, como lo
deja ver este texto:
Aquí he tenido muchas transformaciones
desde lo personal hasta lo académico. En lo
personal, me ha cambiado la manera de convivir
con los demás, debido a que aprendes a
adaptarte a otras personas. Desde lo académico
ha cambiado todo porque en el colegio uno
adquiere conocimientos básicos y no se tiene
esta formación tan profunda sobre agronomía.
Todo esto me ha permitido tomar conciencia
de cómo está el país y de qué manera uno
puede contribuir para ayudar a cambiarlo así
como la zona de donde uno viene. Todos estos
cambios son visibles, nuestras familias y amigos
se dan cuenta, eso se refleja en el trato que le
dan a uno; digamos que uno no llega con ese
pensamiento de que lo vayan a tratar como
ingeniero, pero ellos sin embargo lo demuestran,
por ejemplo, en la casa me dicen —llegó el
estudiado de la familia— (EE G5 106-116).
Un liderazgo que debe enfrentar retos
y miedos
Esos valores, horizontes y sueños comparti-
dos que van conformando el sustrato de lide-
razgo utopiense se enfrentan a situaciones que
plantean sendos retos que deben seguir siendo
asumidos de manera creativa y audaz por este
componente del programa.
179
La credibilidad en sus zonas de origen
Hay una gran pregunta de fondo que los estu-
diantes se plantean y es cómo generar credibili-
dad en sus comunidades locales cuando regre-
sen a sus zonas de origen y se encuentren con
quienes han trabajado la tierra durante toda la
vida, los campesinos que los vieron crecer, que
los vieron ir a la universidad y que los van a ver
regresar a cultivar de nuevo la tierra.
Por una parte, en los estudiantes de primer año Alcides, estudiante de Puerto
Carreño, Vichada.
hay una idea generalizada de que es necesario
convencer a los campesinos de que la forma
en la que hacen las cosas está mal y por tan-
to se les debe enseñar la manera correcta. Por
otra parte, en los estudiantes de segundo y ter-
cer año hay ideas distintas en torno a trabajar

180
Jaime, de Villanueva, Casanare, en su
proyecto productivo de piña.
conjuntamente, y al hecho de demostrar con
evidencias de la producción que existen cami-
nos alternativos mejores, hay una visión más
demostrativa que impositiva del saber, como se
refleja en estas líneas:
En el momento en que nosotros vayamos
a hacer el proyecto productivo vamos a ver
si de verdad se vale que uno se equivoque
o no, porque eso a uno le cuesta, en la vida
real le va a costar cualquier equivocación.
Entonces, ese va a ser uno de los grandes
retos porque hay gente a la expectativa de
que a uno le vaya bien, y hay otros que no.
Pasa normalmente en el mundo campesino y
es que a los agricultores hay que enseñarles
demostrándoles, no solo diciéndoles qué
hacer, a ellos hay que mostrarles que se puede
y que es posible adquirir e implementar las
nuevas tecnologías y que estas dan mejores
resultados (EE G 3 323-330).
Hay al menos dos elementos que frente a este
aspecto deben ser tenidos en cuenta en la for-
mación para el liderazgo, el primero es la ne-
cesaria preparación para el retorno, volver a
la casa y superar la dificultad de lo que podría
denominarse la “extrañeza” de no estar en
Utopía. El siguiente fragmento de entrevista
enuncia muy bien la crisis que puede signifi-
car para algunos estudiantes el retorno a su
propio mundo:
…en el momento de ir a vacaciones uno tiene
su familia y es cierto que la alegría más grande
es ir a visitarlos, pero no es lo mismo ir a una
reunión familiar, en mi zona de origen hay algo
especial y es que todos los domingos
van a una cancha de micro fútbol a jugar y
uno va a mirar; lo que me pasó es que fui
a observar pero me sentía rara porque no
encajaba en esa sociedad, como si no fuera
de ahí, siempre me acordaba de aquí (Utopía) y
ellos allá tenían otros temas de qué hablar, que
yo no sabía por dónde comenzar, es como si
uno se acostumbrara tanto a esto que al estar
allá le hace falta (EE G4 120-127).
El segundo elemento es el de la formación
para la extensión rural. Se trata de incentivar el
compromiso con las comunidades cercanas que
favorezca el desarrollo de las competencias ne-
cesarias para ser extensionista elemento central
como una apuesta de desarrollo local en el mar-
co de las políticas nacionales para el agro.
Los retos del contexto
Otro aspecto que reta el liderazgo de los jóve-
nes utopienses está relacionado con las difíciles
condiciones en sus zonas de origen que ponen
obstáculos a la idea de proyectos empresariales.
Y esto se refiere a las distancias, a la deficiente
infraestructura vial del país y a las condiciones
del conflicto que ponen a muchos jóvenes en las
contradicciones de los grupos armados y en el
peso de los cultivos ilícitos. Los siguientes dos
fragmentos de entrevista muestran esos miedos
que emergen y plantean preguntas al compo-
nente de formación para el liderazgo.
 181

Video: proyecto en la zona de origen.

Maidon Pérez, ingeniero agrónomo
de Utopía.
 En mi zona de origen voy a tener mucha
competencia, porque de donde vengo,
solamente hay cultivo ilícito: la coca. Y para mí
es un gran reto porque soy quien va a llegar
primero con la metodología a relevar eso, mi
sueño es empezar a cambiar estos cultivos
dando yo el ejemplo, con algunos campesinos
que son allegados a mí, que de pronto me crean,
para empezar. El miedo es que me rechacen,
que no me apoyen, que tenga problemas con
los grupos armados, porque en todas esas
tierras ellos son los que predominan, uno tiene
que pagarles por utilizar la tierra. Es difícil en ese
sentido (EE G1 279-289).
Para mí, es un reto convencer a la gente y a
los campesinos, cambiarles ese ideal porque
en el caso de mi vereda todos piensan que
el cultivo de coca es lo que les da la comida.
No es fácil buscar otro cultivo que le brinde
182
economía a mi región (EE G1 319-322).
También se encuentran ciertos paradigmas cul-
turales y resistencia al trabajo del campo en los
contextos locales, sobre todo entre los jóvenes,
quienes refuerzan la necesidad de una forma-
ción más explícita para el desarrollo de compe-
tencias en liderazgo. El siguiente texto ilustra
este aspecto:
Audelio en línea
productiva de plátano.
…los que son agricultores son los ancianos,
digámoslo así, mi papá es agricultor, pero no es
tan cucho todavía, la mayoría de las personas
se dedican al turismo, a vender, a la pesca o al
buceo. Mientras que los jóvenes, de 20 a 35 o
40 años, se van para San Andrés a bucear por
allá y regresan a gastarse la plata en diciembre
chupando ron; en enero vuelven y se van y esa
es la rutina. Y los jóvenes que no van al ejército,
se dedican a pescar en el pueblo; pero hay
muchos perdidos en el vicio, lastimosamente no
tienen una mentalidad y una visión a futuro. Yo
creo que el principal reto es hacerle entender a
la gente que de nada sirve irse a bucear a San
Andrés, dejar a la mujer sola y mandarle los
millones, si no hay dónde comprar la comida,
creo que la principal iniciativa es decirle a las
personas que se debe cultivar (EE G4 273-283).
La necesaria formación sociopolítica
La Universidad de La Salle busca estrategias
con el fin de: participar en la formulación de
pensamiento estratégico nacional; promover
redes de integración social, de intercambio
de conocimiento y de experiencias entre líde-
res políticos y sociales; facilitar la adquisición
de los conocimientos y las destrezas reque-
ridas para la gestión de políticas públicas; y
aportar proyectos para el presente del país de
cara al posconflicto.
Este componente de formación se articula en
la parte curricular con las temáticas aborda-
das en las asignaturas de formación lasallista y
desde la propuesta de electiva interdisciplinar
liderada por la Vicerrectoría de Promoción y
Desarrollo Humano, aunque sin lugar a dudas
es un aspecto que se debe revisar para darle
mayor intencionalidad.
En este componente se realizan también al-
gunas actividades desde la Rectoría y la Vice-
rrectoría Académica que programan la visita de
egresados y personajes públicos reconocidos
que les puedan aportar a los jóvenes en temas
de liderazgo social y político, así como con
 183

Rostros de Utopía: estudiantes de

segundo año.
 algunos talleres que propician el desarrollo de competencias de ora-
toria, presentaciones efectivas y conferencias en temáticas de interés
para los jóvenes.

III. Laboratorio de paz

El tercer componente del proyecto Utopía adquiere una gran relevan-
cia en el actual contexto colombiano de cara a los anhelos de cons-
trucción de un país capaz de superar un conflicto de más de cincuenta
años, dar vuelta a la página, trabajar en la reconciliación y mirar ade-
lante con esperanza. Los estudiantes del proyecto Utopía han crecido
en medio de la guerra, han vivido de cerca las consecuencias de la vio-
lencia y haber entrado a la Universidad fue una oportunidad única de
construir una historia distinta para ellos, sus familias y posiblemente
sus zonas de origen.

184 Esta idea es reforzada por las palabras de Ángel Martín Peccis, direc-
tor regional de la Organización de Estados Iberoamericanos:

Lamentablemente el conflicto armado se ha centrado en el campo.

Las poblaciones campesinas y rurales son las que han sufrido con
mayor fuerza el golpe de violencia en el país; lo que ha llevado a un
empobrecimiento muy grande de esta población…

Tres aspectos configuran el proyecto Utopía como un laboratorio

para la paz:

Un ambiente para la convivencia

El primer aspecto de relevancia es que la experiencia de Utopía per-
mitió a los jóvenes crear y gestionar un modelo de convivencia dentro
del campus, que empezó a construirse desde el día en que inició el pri- Lidier compartiendo con visitantes
mer grupo. Este sistema se materializa en un manual de convivencia en un recorrido por el campus.
que establece normas y procedimientos concretos que regulan la vida
del campus, sin olvidar la referencia a los valores institucionales y a la
necesidad de propiciar procesos autogestiona-
dos a través de unos comités capaces de asumir
responsabilidades para el bienestar de todos.
Cada semana hay un espacio de Asamblea en
el que participan los miembros de la comuni-
dad utopiense; en el mismo se delibera, discu-
te y toman decisiones respecto a temas de la
convivencia que afectan a todos; este espíritu
de corresponsabilidad y autorregulación es un
proceso complejo en el que se involucran gran
cantidad de variables, ya que el proceso está me-
diado por la autonomía de los que intervienen.
Por esto, el propósito del Manual de Convi-
vencia es doble: de un lado, debe garantizar el
aseguramiento de una convivencia pacífica, y
de otro, aportar a la formación integral de los
estudiantes. Por ello es necesario que este do-
cumento sea evaluado, revisado y actualizado
periódicamente.
Así es visto por uno de los directivos del campus:
…hay que partir de que ellos (los estudiantes)
hicieron su Manual de Convivencia, de vivir
aquí en compañía con sus profesores; o sea
que no fue algo impuesto sino negociado
con los jóvenes. Eso implica que hay una
responsabilidad en la medida que ellos
ayudaron a elaborar este proyecto y se
comprometieron a cumplirlo. Decidieron hacer
un viaje, desprenderse de la familia para venir
acá pero no a hacer lo mismo de su lugar de
origen, pues no se justificaría, sería un esfuerzo
sin valor adicional, entonces eso les deja un
mensaje claro de que vinieron a hacer algo más
en todo sentido (ED2 95-107).
Entre otras definiciones, el Manual de Convi-
vencia describe la organización de los estudian-
tes en el campus; la cual está dada por comités
que tienen funciones específicas procurando
siempre la sana convivencia, el bienestar estu-
diantil y la organización de actividades de interés
común, así como el fortalecimiento del espíritu
de familia y comunidad; estos comités son:
• Sociocultural, que abarca funciones de bien-
venida, acogida y atención
• Deportivo
• Aseo y bienestar
“Para tener una paz con desarrollo,
• Conciliación
con calidad educativa y con equidad
• Comunicaciones necesitamos desarrollar el campo y 185
Utopía permite todo eso: educación,
formación, inclusión, convivencia
• Animación litúrgica
y desarrollo”, Ángel Martín Peccis,
• Bienvenida, acogida y atención director regional de la Organización
de Estados Iberoamericanos.
• Tienda escolar
La complejidad de la convivencia en el campus
es evidente, jóvenes que han dejado sus fami-
lias, provenientes de diferentes lugares del país,
que viven en residencia universitaria compar-
tiendo las 24 horas del día, a lo que se añade
un proceso de alta exigencia académica; todo lo
anterior hace que en ocasiones se generen ro-
ces, en algún caso hubo un intento de maltrato
hacia una de las estudiantes por un problema
sentimental; lo que refleja una herencia cultural
de machismo. Sin embargo, es impresionante
que nunca haya habido problemas de violencia
186

En Utopía, el trabajo en equipo se refleja en cada actividad, así

como las labores del campo propician integraciones y espacios
de solidaridad.
física, de peleas graves por diferencias ideoló-
gicas, culturales o raciales, casos de matonería
o discriminación. Los miembros de la comu-
nidad han aprendido que los problemas deben
tramitarse al interior de los grupos, con los
profesores, con los compañeros y con los di-
rectivos. Verse obligado y ser consciente de que
los problemas se pueden resolver es una com-
petencia que este contexto favorece de manera
determinante y que contribuye a la formación
de un sujeto para la paz.
Ese sentir que los estudiantes expresan como
una vivencia de hermanos, se manifiesta en
pequeños y significativos elementos de la vida
cotidiana como el que refleja este testimonio:
Siempre me he admirado de cómo
convivimos. Es normal ver juntos costeños con
cachacos. Para mí, que vengo de la cultura
de la costa, siempre lo que está para abajo,
para la derecha, para la izquierda, todos son
cachacos. Y eso es algo motivante, porque
si nosotros podemos convivir aquí, cómo no
vamos a convivir afuera construyendo país.
Siempre seremos líderes visionarios de nuestra
comunidad, debemos tener esos lazos de
unión entre todos para hacer las cosas bien
(EE G4 367-373).
Y también se refleja en una cultura académica
de solidaridad, de trato entre colegas, de apoyo
y de trabajo en equipo como lo expresa uno de
los estudiantes:
…desde el primer momento los compañeros
comentaban lo que no le gustaba a algún
profesor, y nos decían —cualquier duda,
pregúntenos—. Inclusive si uno no entendía un
tema, ellos organizaban tutorías para dárnoslas
a nosotros, así que nos sentíamos apoyados,
porque nos ayudaban con las falencias. Uno a
veces no entiende en los libros, entonces qué
mejor con los que llevan más tiempo y saben
un poco más del tema, inclusive ellos aprendían
más con nosotros y nosotros a su vez de ellos,
fue una ventaja muy grande (EE G2 262-269).
Este ambiente generador de relaciones que
contribuyen a la paz es uno de los aspectos más
importantes del campus de Utopía, producto
de varios factores que van generando una cul-
tura que da forma a las personas, que configura
su manera de ser y de hacer y que orienta crite-
rios de acción a la luz de los valores.
187
El gran valor de la diversidad cultural
Un aspecto fundamental del modelo de Uto-
pía, reconocido por los miembros de la comu-
nidad académica y también por los externos
que conocen el proyecto, es la posibilidad de
congregar estudiantes de todas partes del país.
Ese modelo de cobertura nacional que regio-
Estudiantes provenientes de Putumayo,
naliza el acceso a la educación es una enorme Meta y Valle del Cauca rumbo a sus
ganancia que hace del campus un auténtico la- alojamientos.
boratorio de paz.
Primero, es una experiencia que permite a to-
dos los que participan del proyecto, sin impor-
tar su rol, abrir su mente a un entorno diferente
en: costumbres, lenguaje, comida y ritmos de
vida. Esto se traduce en asumir la riqueza de un
país culturalmente diverso que puede construir
 un sueño común en el que todos son importan-
tes por su condición de personas sin distinción
de raza, etnia, ideología política o religiosa. Lo
segundo, es darse cuenta de que la convivencia
sí es posible a pesar de todas las situaciones de
conflicto o violencia que se hayan podido vivir.
La siguiente anécdota de uno de los adminis-
trativos del campus refleja de qué manera la
convivencia, en medio de la diversidad, permite
la armonía de distintas cosmovisiones:
Un muchacho llegó muy arraigado a su
cultura indígena y a pesar de que estaba en
campo abierto, sentía que no tenía su árbol para
manifestarle sus problemas, entonces le pegaba
puños a las paredes o a las columnas. Me lo
188 encontré un día como a las 4:00 a. m. sentado
en el sardinel y le pregunté qué le pasa, a lo
que respondió: —no, es que yo creo que aquí
no voy a pegar porque esta vaina está difícil y
yo aquí no tengo donde relajarme—. Entonces
le volví a preguntar —cómo así, si acá está en
campo abierto—. Y me respondió: —no, es que
allá mi Chamán me asignaba un árbol y cuando
yo tenía un problema se lo comentaba a ese
árbol. Yo necesito que mi superior me entregue
un árbol, o me dé una planta para que yo pueda
descargar mis sentimientos—. Entonces, con él
busqué una ceiba grande y me pareció curioso
Rostros de la Colombia profunda en Utopía.
ver el cambio del muchacho después, por su
transformación en las clases, en ir haciendo
amigos, empezó a empalmar. Aún sigue
estudiando, pero ya sin golpearse, sin tener que
demostrar ciertos momentos de agresividad,
es un muchacho mucho más centrado. Un día
me dijo: —cuando tengo un problema, cuando
estoy contento, yo vengo acá y hago mi oración
y le doy a la madre tierra mis preocupaciones y
ella me ayuda a solucionarlas—. No lo he visto
porque el árbol quedó en un sitio muy dentro
del monte y tampoco le he puesto el empeño en
saber si va o no va porque pienso que es algo
muy íntimo, muy de él; estas son expresiones
culturales. Él continúa con nosotros y está muy
contento (EA2 88-121).
La apertura y transformación de mentalidad en
los estudiantes se va logrando gracias a distintos
procesos. Uno muy importante, que es recurren-
te en las voces de los alumnos, es el relacionado
con el lenguaje, que pasa por asuntos tan sen-
cillos como la diferencia de acentos y llega a la
conciencia de que existen maneras distintas de
nombrar el mundo, es decir, de comprenderlo.
Este fragmento de entrevista habla al respecto.
…decir una palabra que para mí es normal,
para otra persona puede ser una ofensa, y para
otra más es algo no tan común. Entonces, eso
es lo más difícil; tratar siempre de hablar y de
que las palabras no ofendan a nadie; como
decía un compañero —tratar siempre de ser
esa familia, de estar unidos, de ayudarnos— y
la idea es que ninguno se vaya de acá, porque
para todos esto es un sueño (EE2 104-109).
Otro aspecto es la posibilidad de romper prejui-
cios culturales que se pueden convertir en ele-
mentos discriminadores. Ese proceso es descri-
to por uno de los estudiantes así:
…romper paradigmas, porque uno
normalmente tiene conceptos erróneos, por
ejemplo: es que los costeños son flojos,
son bulliciosos; es que los paisas solo son
habladores de carreta. Paradigmas como esos.
Entonces es súper chévere ese intercambio de
culturas. Yo soy llanera y aquí aprendí a comer
 suero costeño, todo eso es muy bonito, así
como ver la diversidad cultural de Colombia
porque el país tiene una riqueza muy grande.
Por eso, antes de decir algo (de otra cultura)
hay que ver y vivir para creer y darnos cuenta
de que el país es maravilloso. Utopía es una
Colombia pequeñita donde hay culturas de todo
el país (EE3 207-215).
En síntesis, más allá del aspecto anecdótico del
encuentro de distintas culturas, lo que hay en
juego es una pedagogía de la reconciliación que
se va construyendo en la vivencia de la diver-
sidad cultural del campus, tal como lo aprecia
uno de los profesores que se encuentra desde
el inicio.
Utopía es un proyecto que busca la
reconciliación, la paz y la construcción de un
espacio donde los jóvenes tienen la oportunidad
de llegar y encontrarse con una Colombia
distinta. Todas las dinámicas en Utopía
pueden desarrollarse de forma que estos chicos
se reencuentren consigo mismos, con su país
y piensen que hay una Colombia distinta. Es
posible el reto de hacerlos converger a todos
ellos en un mismo espacio en donde no importa
si son del norte o si vienen del sur del país, sino
que son colombianos. En la medida que todos
se reconocen como colombianos deben aceptar
la pluralidad y la búsqueda de diálogo para que
una vez retornen a sus zonas puedan sembrar
lo que en Utopía están aprendiendo y están
construyendo (EP 1 362-374).
Género y paz
La Universidad ha buscado que en el proceso de
admisión que se hace por todo el país se inscri-
ban y matriculen el mismo número de hombres
y de mujeres, porque es claro que hay un mayor
impacto sobre el desarrollo humano cuando se
invierte en la educación de las mujeres. Sin em-
bargo, este ha sido un propósito que no se ha lo-
grado plenamente porque la cultura machista del
país no lo ha permitido, la cual es más evidente
en las zonas rurales. A lo anterior se suma que
existe un gran porcentaje de uniones maritales
de hecho y maternidad adolescente y que los in-
dicadores de escolaridad de las mujeres son más
bajos en relación con los de los hombres.
Todavía hay una mentalidad muy marcada de
los roles que debe tener una mujer en la so-
ciedad, estos roles impiden que ellas accedan
a oportunidades que podrían brindarles otros
caminos. Así lo expresa una de las estudiantes: 189
…la mentalidad de algunos padres no permite
que las mujeres tengan esa salida u oportunidad
de enfrentarse a la vida y a estudiar; prefieren
tenerlas en sus casas, como sirvientas, y no
dándoles ese chance. Algunas venían con esa
mentalidad de conseguir un marido, tener hijos
y seguir en esa rutina; esa mentalidad marchista
que a veces se genera en muchos de los
Todavía hay una mentalidad muy marcada de los
hogares (EE G3 239-244).
roles que debe tener una mujer en la sociedad, estos
impiden que ellas accedan a oportunidades que podrían
Un elemento característico de esa cultura ma- brindarles otros caminos.
chista es ver a la mujer como una menor de edad,
como alguien que no tiene criterio para decidir,
que le falta capacidad para asumir ciertas tareas,
este testimonio de una de las jóvenes del campus
así lo refleja:
…la cultura siempre está relacionada con
el machismo, en las casas y en todas partes,
 suelen decir que la mujer no puede hacer
muchas cosas, que la mujer es para la cocina
y no está para realizar trabajos en el campo
relacionados con la actividad agrícola. Incluso,
al principio, cuando tomé la decisión de venir a
Utopía, mi abuelo me dijo —No, qué va a
ir a hacer usted por allá, si usted para eso no
puede—, pero a medida que ha pasado el
tiempo le he demostrado que sí puedo y aquí
sigo gracias a Dios (EE G5 199-212).
La dinámica de trabajo del proyecto va cons-
truyendo una importante equidad de género,
que produce transformaciones en la mentali-
dad de hombres y mujeres, ambos son cons-
cientes de que al principio había algunas actitu-
des machistas, pero el hecho de que hombres
y mujeres cooperan en tareas, demuestran sus
capacidades, asumen responsabilidades con-
190
juntas, conforman equipos, viven un sueño
común y comparten un horizonte de sentido;
hace que se construya un ethos radicalmente
distinto al que han vivido en sus zonas de ori-
gen, edificado sobre la base de la dignidad hu-
mana, la libertad y la igualdad de derechos. Así
lo expresa una de las estudiantes:
Las mujeres y los hombres cooperan en diversas
tareas, demuestran sus capacidades, asumen
responsabilidades conjuntas, conforman El hecho de ser mujer aquí en Utopía para mí
equipos, viven un sueño común y comparten un es una situación de igualdad, no en la medida
horizonte de sentido. de que en la práctica productiva lo pongan
a uno a hacer los mismos trabajos pesados
que a un hombre, no; hablo de igualdad
de derechos, aquí somos tratados de igual
manera, no hay machismo como por ejemplo
en mi zona de origen. La verdad es que
aquí uno cambia bastante y más como mujer;
uno se siente más libre como persona, de
poder hacer ciertas actividades, de decir —yo
también puedo, no necesito ser un hombre
para hacer esto o aquello, porque yo también
soy capaz de hacerlo— y eso es lo que resalto
más en contraste con la sociedad y mi región
(EE G4 168-175).
Esta nueva consciencia de igualdad confiere un
significativo orgullo femenino que seguramente
impactará a las familias y a los grupos humanos
en las zonas de origen pues va a mostrar caminos
alternativos para las mujeres, otras posibilidades
de realización humana. Para las familias de las
jóvenes que estudian en Utopía, ellas serán las
primeras profesionales por encima de muchos
hombres, de modo que ese demostrar capacida-
des será un importante testimonio para otras, un
ejemplo de que las mujeres sí pueden lograr sus
propios sueños. Así se lee en el siguiente frag-
mento de entrevista:
Me siento muy orgullosa de estar acá, porque
en muchos pueblos creen que a las mujeres
no se les puede dar educación porque deben
estar preparadas únicamente para casarse, para
servirle a otros en los quehaceres de la casa.
En eso Utopía ha sido muy interesante porque
me dio la oportunidad de estar estudiando con
tantos hombres, las mujeres solo somos el
30%, o sea somos minoría y esto se debe a que
muchas mujeres no se atreven a enfrentarse
a la ingeniería. En cuanto a la convivencia con
los hombres, al principio ellos eran un poco
machistas, pero con el transcurrir del tiempo
han aprendido que a la mujer no se le debe
maltratar y que somos iguales. Me siento
privilegiada de estudiar acá y como mujer
también me siento orgullosa de demostrarles a
las mujeres que no les llama la atención estudiar
esta carrera, que esta no es una profesión de
fuerza sino que también es de conocimiento…
 191

Mujeres y hombres trabajan en igualdad de

condiciones en las prácticas productivas.
 Nosotras a su vez podemos ser un ejemplo de vida para la sociedad
y en especial para las mujeres que en algún momento no han podido
estudiar ni superarse (EE G6 149-168).

Es evidente que queda el reto de llegar a más mujeres campesinas, en

este momento esa condición de minoría tiene algunos impactos en las
dinámicas de la vida cotidiana del campus, como lo expresa una de
las estudiantes de manera sencilla en el siguiente texto:

Yo quisiera que hubieran más mujeres, porque por ejemplo, ahora

estamos formando un equipo de fútbol de mujeres y hay muy pocas; y
de las que hay a algunas sí les gusta el fútbol y a otras no; si hubiesen
más mujeres se podrían generar más grupos (EE G3 223-236).

IV. Programa de empresarización

del campo
192
La promesa valiosa
Este cuarto componente del modelo de Utopía es el que con-
centra la mayor expectativa por parte de todos quienes conocen
el proyecto. Se trata del elemento diferenciador respecto a los
pocos proyectos similares que existen en América Latina, y es
el aspecto que más valoran los donantes particulares, la coope-
ración internacional, las entidades estatales y los egresados que
han decidido continuar con el esfuerzo de hacer empresa, como
se lee en este correo enviado por una de las primeras egresadas
de Utopía:
Video: Jaime y Leidy,
ingenieros agrónomos de Utopía, presentan
su proyecto productivo de piña en
Villanueva, Casanare.
 Hoy les escribo para contarles que en la mañana hice la presentación del
proyecto de maracuyá al Fondo Emprender en el SENA, allí había cuatro
jurados quienes califican de 1 a 5, yo saqué 4,77, este es el primer paso para
ser aprobado el proyecto. Adicional a esto, el respaldo de ser egresada de La
Salle y la formación que nos han dado se sienten en todo el proceso y estoy
trabajando duro para que me aprueben este proyecto que es la creación de la
empresa Pasifloras del Arauca S.A.S. Todos los días le agradezco a Dios por
haberme cruzado con ustedes y cambiar mi vida, que el buen Dios les bendiga
hoy y siempre.

Desde el punto de vista de las estrategias de regionalización y flexibilidad

en la educación superior, este modelo enfatiza la dimensión de emprendi-
miento y es de las pocas que estimula el regreso del estudiante a su terruño
y no propicia su salida, pues ofrece la posibilidad de construir un proyecto
de vida vinculado a las condiciones del desarrollo territorial.
Sin lugar a dudas, la promesa de un retorno de los estudiantes a sus zo-
nas de origen para emprender proyectos empresariales que exploren las
enormes potencialidades del campo colombiano lo constituye en un as- 193
pecto enormemente llamativo y en un gran reto del cual la Universidad
ha aprendido haciendo y del que queda todavía mucho camino por reco-
rrer. Hasta el momento la Universidad ha demostrado su capacidad para
formar ingenieros agrónomos de calidad, pero queda aún la tarea de de-
mostrar a propios y extraños que es capaz de constituir un emprendedor
del campo. El siguiente texto, tomado de la entrevista de un estudiante,
permite mirar la tarea con esperanza:

…la forma de ver el sector agrario en Colombia me ha cambiado, ver la

situación política de mi país también me ha cambiado; me atrevería a decir que
en el campo hay más oportunidades que en las grandes ciudades, porque las
grandes ciudades sin el campo nunca se van a sostener (EE G 3143-146).
Sebastián, egresado de Utopía, en su proyecto productivo de maracuyá.
Sin embargo, si la propuesta de convocatoria e ingreso al campus para
que inicien sus estudios parece compleja, la estrategia de devolver a los
estudiantes a su lugar de origen a iniciar su proyecto productivo implica
un reto aún más difícil.

Papel del proyecto productivo en el
regreso a la zona de origen
El proyecto en zona de origen, además de ser
una valiosa promesa del proyecto Utopía, es un
instrumento crítico para el inicio de varios pro-
cesos en el lugar de origen:
Instrumento para garantizar el regreso a
la zona de origen e iniciar el cumplimiento
de la promesa de empresarizar el campo.
En Utopía, para obtener el grado de ingeniero
agrónomo es necesario mostrar un proyecto
productivo funcionando en el lugar de origen.
Ese es el trabajo final de grado. Esta premisa es
194
garantía de inicio del cumplimiento de la pro-
mesa de regresar.
Este proyecto es la acción concreta con que un
estudiante se reintegra a su comunidad al regre-
sar en el cuarto año del programa.
Instrumento para presentar a los “futuros
Estudiantes de diferentes cohortes en
ingenieros” en sociedad
práctica productiva.
El proyecto productivo es el elemento para
mostrar a los “futuros ingenieros” en socie-
dad. Una comunidad que los vio salir como
bachilleres y los ve regresar como casi pro-
fesionales, lo cual no necesariamente les dice
mucho, ya que cada joven es probablemente
uno de los pocos, sino el único profesional,
que ha tenido su municipio.
El joven tendrá que demostrar que lo que “pre-
dica” también lo “aplica” y esto le “funciona”.
Así logra “enseñar demostrando” a su familia y
a su comunidad, a la vez que hace transferencia
de los conocimientos aprendidos. “Vaya y de-
muestre lo que sabe”, es la consigna con la que
se les envía.
Instrumento para descubrirse emprendedor
En la mayoría de los casos ni los estudiantes ni
sus familias han sido emprendedores. El proyec-
to productivo es el instrumento a partir del cual
el carisma de emprendedor puede descubrirse y
surgir. Si se les sentara en un escritorio o sim-
plemente se los enviara a una pasantía nunca sa-
brían ni ellos, ni la Universidad, si la semilla del
emprendimiento dará fruto.
Instrumento para convocar a otros
El proyecto productivo es, para los represen-
tantes del gobierno local, familiares, vecinos
y otros actores de la zona, una célula demos-
trativa de lo que podría ser la empresarización
del campo en ese lugar. Las novedades que
la comunidad descubre gracias al proyecto
productivo y que posicionan al estudiante
utopiense en un lugar especial de liderazgo
(como el que puede tener el alcalde, el cura o
el médico) en cada comunidad son: produc-
tos que nunca se han sembrado o solo se han
tenido para el pancoger7, técnicas novedosas y
un líder formado no solo en lo técnico sino
también en lo humano.
 195

Estudiantes en la línea productiva de frutales.


Una visión interiorizada del propósito
del proyecto
El primer aspecto que llama la atención es la in-
teriorización que los estudiantes han hecho de la
promesa, que como dicen varios alumnos —es
un lema vital que se trabaja desde el primer día—.
Su apropiación demuestra que cala en el pensa-
miento y que transforma las perspectivas de futu-
ro, como se lee en el siguiente texto:
Yo aquí nunca pensé hacer un proyecto
productivo y ya me ha cambiado ese
pensamiento. Ahora con algunos colegas
estamos pensando no solo en el proyecto
productivo inicial, sino que se van a emprender
196 otros proyectos que queremos gestionar dentro
de los créditos que pensamos hacer. Otra cosa
que he aprendido aquí es que ser pobre no
es no tener plata, ser pobre es no pensar y no
saber cómo hacer las cosas. Esa es otra visión
sobre la pobreza (EE G5 187-192).
Otro elemento importante de esta visión apro-
piada es el horizonte social del sueño empren-
dedor, se trata del anhelo de una empresa para
el desarrollo regional con el fin de generar
Alumnos dirigiéndose hacia sus actividades
de formación. mayor riqueza para todos, como se ve en el si-
guiente fragmento de entrevista:
Mi principal reto es ejecutar el proyecto
productivo y quiero que con el transcurso
del tiempo haya mayor progreso para mi
región y que todos esos jóvenes que están
en el conflicto tomen conciencia ya sea que
empiecen un estudio o que una academia sea
capaz de sacarlos de la violencia. Y mi principal
reto personal es ser empresario y seguir
estudiando para tener más conocimiento y
aportar más a mi región (EE G6 310-315).
Grandes temores frente a la promesa
de empresarización
Esta visión interiorizada de los estudiantes se en-
frenta a las complicadas situaciones de nuestro
país rural que generan dudas y grandes incerti-
dumbres. Una primera tiene que ver con la situa-
ción estructural de atraso en las condiciones para
hacer productiva la tierra, tal como lo expresan
estos estudiantes desde su experiencia cotidiana:
…en mi familia tenemos tierras, no son
muchas, pero tenemos, otra gente tiene muchas
tierras y la realidad es que no saben utilizarlas
de verdad; son dueños pero es como si no
tuvieran nada porque no las saben aprovechar,
entonces estaban dedicadas a la coca, pero
como la erradicaron, ahora la gente no sabe
qué hacer con esa tierra. Otra cosa es que no
se quieren endeudar con los bancos y no tienen
otra forma de producir sin hacer una inversión,
pero si no producen tampoco pueden solventar
la deuda, entonces la gente tiene miedo y no se
arriesga, y tampoco es culpa de ellos, porque
si no saben, cómo se van a arriesgar de esa
manera (EE G2 160-167).
…específicamente en mi zona, los pequeños
agricultores están abandonando el campo
agrícola al ver que sus producciones no dan y
ahora se dedican a otras cosas; eso es debido
a que en los últimos años las producciones
han sido muy bajas como consecuencia de
los cambios climáticos. La misión de nosotros
 como agrónomos es llegar a proponer y
promover que se vuelva a trabajar el campo
(EE G1 309-315).
Hay distintos tipos de temores que los estu-
diantes tienen respecto al éxito de sus iniciativas
empresariales. Los más graves están relaciona-
dos con los impactos que el conflicto armado
tiene en sus zonas de origen. A continuación
dos testimonios que describen elocuentemente
lo difícil de las situaciones del retorno en algu-
nos contextos regionales:
…yo soy de Vista Hermosa y allí hubo
problemas de orden público; por algunas de esas
cuestiones a mi mamá y a mis hermanas les tocó
dejar esa tierra; allá teníamos una finca pequeña
y dos casas, de esas dos casas una estaba
en la finca y otra que teníamos en un caserío;
ambas se acabaron, entonces prácticamente
mi mamá salió sin nada de allá, el ganado que
había también pasó a la historia y un cultivo de
teca se perdió, que por ese cultivo creo que
prácticamente entré aquí, porque al ingeniero
le gustó mucho lo que le dije del cultivo y de lo
que había hecho. Ahora estamos en Granada
empezando prácticamente de cero, mi mamá
paga un arriendo, tiene la ayuda del Gobierno
por parte de los desplazados y gracias a Dios y a
un amigo que conocí del colegio, él me facilita la
tierra donde puedo cultivar junto con él.
…Chaparral es una zona que viene de un
conflicto fuerte, todavía hay secuelas de eso.
Entonces no es fácil llegar a implementar nuevas
ideas, a proponer algo novedoso; y los restos de
grupos (paramilitares o guerrilleros) que quedaron
por ahí comienzan a mirar la forma como pueden
aprovechar su situación para que les favorezca
a ellos, yo qué sé, pago de ‘vacuna’, o que
usted vaya y les ayude a ellos. Todo eso es
complicado, son retos difíciles (EE G4 300-307).
Otro temor que aparece es el de las plantacio-
nes ilícitas, el asunto es cómo sobrevivir en zo-
nas con baja infraestructura vial, rodeados de
cultivos ilícitos que generan mejor rentabilidad
frente a las siembras alternativas que se quieren
implementar. Así lo manifiestan algunos estu-
diantes de distintas zonas del país:
…mi región se ve afectada por cultivos ilícitos,
entonces los agricultores ya no quieren sembrar
cacao, plátano o yuca, porque económicamente
ven que la coca les puede dar más dinero.
Entonces, cómo voy yo a cambiar esa visión en
ellos, cómo mis conocimientos les van a ayudar
a progresar con un cultivo de cacao, que está 197
pegando mucho (EE G2 312-317).
En el mundo de los cultivos ilícitos hay que
llegar a mostrarles a la comunidad y a los
productores que ese cultivo que manejaban
antes, al cual no se le daba el mejor manejo,
puede ser rentable para ellos y sus familias.
Ese es un reto duro que tengo que llegar a
enfrentar en mi región, pues allá la base de la Los egresados enfrentan retos e incertidumbre en el
economía es principalmente la coca; ese es un retorno a su lugar de origen.
reto que han tenido hasta gobiernos anteriores,
lo han asumido pero no han sido capaces de
solucionar la problemática que estamos viviendo
(EE G4 311-317).
En la misma magnitud están los temores del
impacto que el petróleo y la minería tienen en
algunas zonas del país y que desestimulan la pro-
ducción agrícola con los riesgos que esto conlleva
 para la seguridad alimentaria. Así lo indica uno de los estudiantes en la
siguiente entrevista:

Tauramena (Casanare) es una zona petrolera, muchos agricultores

se han pasado de la actividad agrícola a la actividad petrolera y para mí
es un reto fuertísimo porque realmente no es fácil incentivar y fomentar
a los agricultores que vuelvan a fascinarse por la tierra, porque se
sabe que en 45 días ganan cuatro millones de pesos y es complicado
decirles a que cultiven y trabajen la tierra, esforzándose dando peinilla,
cuidando el cultivo, sabiendo que con el tiempo se obtienen ganancias,
pero realmente ese es un gran reto (EE G5 317-324).

También es latente la angustia por lo que podría denominarse el pe-

sado esfuerzo del cambio cultural, que implica el reto de ser creíbles
en medio de los campesinos y sus prácticas ancestrales. Lo que está
asociado al reto de construir una empresa realmente productiva que
pueda demostrar que vale la pena invertir y trabajar en el campo. El
siguiente fragmento de entrevista recoge en buena manera las voces
198
más recurrentes de los estudiantes al respecto:

Los retos son culturales, resulta que los jóvenes de mi región, cuando
cumplen 18 años, buscan salir de la región o terminan los estudios y
se van a las grandes ciudades como Bogotá o Ibagué ya que al campo
no lo ven como una opción de vida. Eso se da en un comienzo por la
mentalidad que tienen, respecto a que en el campo no se ve tanto el
progreso. Además, los agricultores tienen estilos tradicionales de cultivar
y no tienden a aceptar que uno llegue a mostrarles una forma nueva o a
mejorar su visión, porque llevan muchos años produciendo de esa manera,
tienen una resistencia al cambio. Es difícil además que llegue una persona
joven a ganarse la credibilidad, porque ya han pasado otros antes, como
las cooperativas o los gremios, quienes han intentado hacer cambios, pero
lo que han hecho es dejar embalados a los campesinos, entonces ellos
dicen —otra vez llegaron con el mismo cuento— (EE G4 289-299).

Estudiantes de Utopía en electivas que

enriquecen su formación profesional.
El aprender haciendo de la Universidad en
este camino
Hacer posible esta promesa ha implicado para el proyecto Utopía
un largo proceso de múltiples aprendizajes que aún no terminan y
que plantean el gran reto del retorno de los egresados a sus zonas
de origen. Hay que tener en cuenta que en abril del año 2013 inicia-
ron los primeros proyectos productivos y que solo hasta abril del
2014 se graduó la primera cohorte; por lo cual es temprano aún para
establecer las conclusiones de un camino que se está recorriendo.

En este proceso el trabajo decidido de la Coordinación de Filantro-

pía y Financiamiento externo, bajo el liderazgo de Camila Herrera
Umaña, ha sido definitivo, al igual que apoyos externos como el de la
Fundación Aurelio Llano Posada que permitió afinar la elaboración
de los protocolos gracias a su experiencia en la gestión de proyectos
y el Banco de Bogotá quienes fueron los primeros en financiar esta 199
iniciativa como un acto de confianza y esperanza en el Proyecto Uto-
pía. Vendrían después Bancolombia, el Departamento para la Pros-
peridad Social, la Corporación Galán, Arysta y Colinagro, entidades
que donaron insumos en una dinámica que ha exigido esfuerzos de
articulación debido a la multiplicidad de actores que intervienen.
La configuración de un Comité de Coordinación de Proyectos Pro-
ductivos y el inicio de una Unidad de Proyectos Productivos han
sido pasos importantes en la consolidación de este retador proce-
so, que concita elementos académicos y técnicos, pues se trata del
trabajo de grado de los estudiantes, y también de aspectos adminis-
trativos y financieros propios de la gestión de los proyectos, más la
intensa búsqueda de los recursos para hacerlos posible.

Configuración del proceso de empresarización

Las lecciones aprendidas de este caminar permiten comprender
que el proceso de empresarización del campo debe pasar por
200

Los estudiantes de Utopía aprenden el manejo

de maquinaria agrícola. En la fotografía, el
Hermano Carlos Giol junto con un estudiante
en práctica productiva.
distintas fases articuladas entre sí, que generan
grandes responsabilidades para Utopía.
Fase 0 de los proyectos: Preparación y
Formulación
En los cuatrimestres seis, siete y ocho los estudian-
tes deben consolidar en su orden: una idea de nego-
cio, un estudio de factibilidad y un plan de negocio.
Un aspecto vital, que surge de las inspiraciones
fundacionales lasallistas y que diferencia total-
mente al proyecto de otras propuestas educativas,
es que no se trata de un ejercicio de simulación o
un juego de empresa, sino que el plan de nego-
cio debe estar debidamente soportado y tener un
presupuesto real capaz de pasar la evaluación de
un perito externo, para que, a su vez, un tercero
—persona o institución— apruebe y financie el
proyecto productivo por un valor de diez millo-
nes de pesos. Esto implica dos situaciones.
Primero, la necesidad de tener listo el proyec-
to en octavo cuatrimestre, lo que le permite a la
Coordinación de Filantropía contar con un buen
espacio para la consecución de los recursos. Pero
aun así cada financiador pone sus reglas, por lo
tanto en noveno cuatrimestre se debe disponer
de tiempo para hacer los ajustes que se requieran
al proyecto.
Segundo, que estas competencias propias de la
gestión de proyectos deben estar incorporadas
en la propuesta curricular del programa de una
manera más decidida y explícita y con una me-
todología sólida que permita pasar los filtros de
los financiadores que siempre serán exigentes y
esperan proyectos sólidamente formulados.
Fase 1. El proyecto en zona de origen
El último año de los estudiantes en Utopía es el
inicio de su proyecto productivo en zona de
origen, que es a su vez su modalidad de grado
para titularse como ingenieros agrónomos. Al
respecto hay varias consideraciones:
Como ya se mencionó, cada estudiante recibe
diez millones de pesos como capital que apa-
lanca su propuesta, entonces se trata de un
ejercicio real basado en la confianza que da
todo el proceso de formación vivido a lo largo 201
de tres años. La financiación es un elemento
central para que la propuesta tenga éxito. La
experiencia muestra la necesidad de que sean
fondos público-privados que apunten a subve-
nir insumos agrícolas y herramientas y supone
por parte de la Universidad requerimientos de
gestión y supervisión además de la carga opera-
tiva que implica la búsqueda y operación de los
recursos. La articulación con el Estado es cru-
cial para la realización del proyecto productivo
Estudiantes de primer año en
así como del regreso a la zona de origen. práctica productiva.
Esto implica que la Coordinación de Filan-
tropía deberá mantener llena una bolsa para
la financiación y la existencia de la Unidad de
Proyectos Productivos con conocimiento agro-
nómico y administrativo que se encargue del
acompañamiento personal, técnico, contable y
 académico que, en comunicación constante con Filantropía y la
Dirección del Programa, pueda retroalimentar continuamente los
procesos de ejecución del proyecto, rendición de cuentas y regreso
a la zona de origen.
Los proyectos requieren varios tipos de acompañamiento:
Aunque es claro que el proyecto en zona de origen es para demos-
trar las capacidades técnicas del ingeniero y que no siempre se logra
el éxito debido a factores como plagas o enfermedades no con-
trolables, como fue el caso de un cultivo de tomate de uno de los
estudiantes graduados y cuya cosecha se perdió por efecto de una
bacteria. Es cierto, también, que la apuesta de Utopía es por el
éxito productivo de una iniciativa de empresa.

…fue bastante maratónico el ejercicio, pero me encontré

con experiencias muy buenas, por ejemplo, en Nunchía en este
202 momento hay seis agricultores que ya iniciaron sus cultivos de
aguacate; incluso están pensando en montar una cooperativa
de aguacateros. Eso les da ya una orientación de lo que es el
municipio sobre una cadena productiva real que no existía… La
piña incursionó en Arauca con motivo de un proyecto productivo de
varios muchachos. En Chámeza, los Hogares Juveniles Campesinos
montaron el proyecto de una hectárea para esos muchachos y
tienen interesados a cerca de ocho cultivadores agricultores de
la región, se empezó a ver la viabilidad del cultivo en Arauca, donde
toda la piña se traía del Casanare (EGP 434-450).

El texto a continuación es del ingeniero Julián Cano, responsable

de las visitas a los proyectos productivos en Fase I y Fase II y
muestra de manera especial el perfil de la persona que se necesita
La identidad con el proyecto se va fortaleciendo en para este tipo de trabajo:
diversos espacios celebrativos.

Cuando se me presentó la oportunidad de este trabajo intuía el

reto al que me enfrentaba, por lo general la labor del agrónomo es
en el área rural, y a pesar de que las condiciones de carreteras y
comunicación en el país son casi siempre las mismas (difíciles o
imposibles), no me imaginaba la inmensidad de recorridos por las
llanuras y por los campos de la Orinoquia.
Salir a hacer las visitas implica, primero, la
planificación y la programación para que los
responsables de los proyectos también organicen
sus deberes y estén atentos a la visita, así se
sincroniza el tiempo para que el encuentro sea
certero y el uso del tiempo, eficiente. Los factores
más limitantes para el desarrollo de las visitas
son el clima y los tiempos de viaje. El clima incide
directamente en la movilización por las carreteras,
así un trancón en la carretera por derrumbe o por
arreglos puede truncar directamente los tiempos
de movilidad. Hay muchos casos en los que
para llegar a la finca se requieren varios viajes
y en diferentes tipos de transporte (avión, bus,
colectivo, lancha, caballo, moto) así por ejemplo
para llegar a La Primavera, Vichada, al proyecto
de Itsman, el viaje procede así:
Se viaja en avión desde Bogotá a Yopal (una
hora de vuelo más el tiempo en el aeropuerto)
y se debe llegar antes de las dos de la tarde a
Yopal para alcanzar a abordar la flota que va
por carretera destapada y con asfalto quebrado
durante cinco horas de camino hasta Orocué.
Al llegar a Orocué, en la noche se debe buscar
inmediatamente a la vendedora de tiquetes
de lancha, de la única lancha que sale a las
ocho de la mañana hacia Puerto Borracho (tres
horas por río), donde es necesario tomar una
camioneta que lo lleva a uno hasta el pueblo La
Primavera, Vichada (20 minutos). Si los tiempos
de llegada a cada trasbordo no cuadran, se
pierde un día de viaje; si al llegar a Orocué no
hay cupo para la lancha, se pierde otro día de
viaje. Estando en La Primavera solo faltan tres
horas de viaje en moto para llegar a la finca del
proyecto Itsman, en la vereda Bella Vista. Así,
esta visita requiere al menos de cinco días para
su ejecución.
Hay visitas donde la ruta para la vereda solo
sale una vez al día, por lo que es necesario
dormir en la finca del proyecto y salir de vuelta al
día siguiente. Si se llega después de la hora de
salida del carro, se pierde un día de recorrido.
Otro tipo de visitas se ejecutan en moto haciendo
un recorrido por los proyectos productivos. Estas
dependen de que la carretera esté transitable
y abierta, ya que por cuestiones de orden
público hay regiones donde no se puede andar
libremente por la carretera veredal. En la primera
ronda pinché varias veces y reventé la cadena
de la moto, sin embargo los ángeles en el
camino siempre aparecen y pude continuar con
el recorrido sin muchos retrasos. En la última
salida, el clima invernal empantanó la ruta y
tocaba andar con impermeable todo el tiempo
de finca en finca.
Otro de los riesgos en las visitas son los
problemas de orden público, sectores donde
los mismos responsables de los proyectos
deben avisar a los comandantes para aprobar el
ingreso de uno a la vereda a revisar el proyecto.
Visitas que se han dejado de ejecutar porque
coinciden con días de conflicto con el ejército o
entre los mismos grupos guerrilleros. 203
Fase 2. Una empresa en semilla
Esta fase es la consolidación del proyecto en
zona de origen y va desde la graduación de los
estudiantes hasta la cosecha del proyecto. Su
razón de ser se encuentra en las palabras de una
directiva del proyecto:
Viajando a Majagual, Sucre, durante las
…sí, nosotros realmente creemos que Utopía convocatorias.
va a generar una comunidad transformadora
de la empresarización del campo, que es la
promesa. Tenemos que cambiar el paradigma
de que la universidad acompaña hasta el día del
grado; pero esa no es la promesa de Utopía.
Si prometemos la empresarización del campo
y si nos dimos cuenta de que no hay otro que
reciba a nuestros hijos, tenemos que seguir con
la crianza hasta que la promesa se cumpla, y eso
implica que la Universidad cambie la manera de

204
Estudiantes durante la ceremonia
de entrega de herramientas.
pensar frente a cuál es el alcance de su misión, y además modifique las
relaciones que tiene con sus egresados, la cual que es estructural, del
tipo “Si te vi, ya no te conozco”. Porque lo cierto es que lo que estamos
soltando son embriones de emprendedores, y todo el mundo sabe que
un emprendimiento no es el inicio de un proyecto productivo, hay que
montarle una incubadora para que pueda superar cada una de sus
etapas (ED1 1 701-714).
La Fase II genera incertidumbre porque todavía la experiencia es
mínima. Hasta ahora se han graduado los primeros estudiantes y
habrá que esperar cómo evolucionan sus iniciativas. Dentro de este
grupo hay una experiencia significativa y es la conformación de
dos pequeñas empresas llamadas Orinoquian Business Group y
Pasifloras de Arauca; constituidas en Cámara de Comercio y un la-
boratorio que puede servir como figura jurídica para comercializar.
Un estudio hecho por los profesores Miguel Darío Sosa Rico y
Luis Alejandro Taborda Andrade (2014) titulado “Construcción de
una línea base para la medición del impacto de la educación superior rural en
la Colombia profunda” concluyó, entre otros, la necesidad de la cohe-
rencia entre la propuesta de formación, el objetivo del programa y
el plan de vida para tener una alta probabilidad de éxito respecto al
logro esperado en las zonas de origen de los estudiantes. Al respec-
to, muestra de manera positiva que el 84,7% de los estudiantes de
la tercera cohorte del proyecto Utopía esperan ejercer su profesión
en la zona de origen. De igual modo, resalta la importancia que en
este proyecto tiene la relación egresado-universidad en el proceso
de mejoramiento del programa en relación con el cumplimiento de
sus objetivos.
Fase 3. Una incubadora empresarial
La incubadora sería para el grupo de egresados que podrían lla-
marse los emprendedores con vocación. El objetivo principal sería
brindar los apoyos que la Universidad tiene como institución con el
propósito de crecer y consolidar las empresas nacientes, a través de
asesoría técnica en temas contables, financie-
ros, de planeación, con préstamo de software
especializado o servicios de laboratorio. O con
el impulso a otras figuras como una cooperati-
va o el apoyo en la conformación de una red de
productores. La incubadora podría dar paso o
realizarse por medio de una cooperativa de egre-
sados que funja también como financiadora, lo
que constituiría, además, una fuerza importan-
te para congregar a los egresados y canalizar el
apoyo de la Universidad y otros agentes estatales
y privados.
Sin duda alguna, esta fase presenta, como lo
plantean los profesores Sosa y Taborda (2014)
en su estudio, la dificultad de la diversidad de
las características de municipios y departamen-
tos de origen de los estudiantes de Utopía, que
son un reto para el seguimiento. Con respecto
a trabajos como los que se realizaron desde la
Facultad de Ciencias Sociales y Económicas
por los profesores Román Villarreal, Diana
Carmona y Juan Carlos Herrera, titulado “De-
terminantes del desarrollo empresarial para proyectos
emprendedores en la región de Yopal, Casanare” pue-
den servir si apuntan a dicha diversidad y se
convierten en guías metodológicas que acom-
pañen los procesos de los egresados.
En todo caso, los elementos de financiación y
equipos de apoyo para la incubadora empresa-
rial de la Fase III son inmensos retos para el
futuro de Utopía. El reto más grande de los
proyectos productivos es establecer una visión
de mediano y largo plazo hacia la cual se pueda
caminar y que permita fortalecer la promesa de
Utopía con la colaboración de externos que ayu-
den a consolidar la propuesta que debe ser parte
integral del plan estratégico de Utopía.
V. Centro de investigaciones
agrícolas y ganaderas
El quinto componente del proyecto Utopía es
el que se refiere a investigación y es el más
incipiente. No puede afirmarse que exista en
este momento un centro de investigaciones
con todo lo que esto implica, se trata más bien
de una idea deseable para las potencialidades
del campus.
205
Sin embargo, hay que destacar los esfuerzos e
iniciativas que se han ido desarrollando y que
muestran posibles rutas de lo que podría sig-
nificar dicho centro, además de las tensiones e
inquietudes que van surgiendo.
Un programa académico que
desarrolla capacidades investigativas Con el aporte de benefactores al
proyecto Utopía fue posible construir
y dotar la biblioteca del campus.
El aspecto que más salta a la vista con respecto
a la investigación es el asociado al programa de
Ingeniería Agronómica por todas las activida-
des derivadas de la práctica productiva, que van
desarrollando las capacidades propias de una
persona capaz de hacer preguntas, observar,
registrar, analizar, experimentar, extrapolar, de-
ducir, predecir y aplicar.

206
Dayana presentando su proyecto de
investigación en RedCOLSI.
Con la llegada de los laboratorios al campus se
dio un fuerte fervor investigativo que ayudó a
consolidar la figura de los semilleros de investi-
gación que al inicio fue de manera masiva pero
que, como lo expresa uno de los profesores, fue
madurando y alcanzado un punto más estable
con aquellos que tienen vocación investigadora.
…vino la época de los semilleros de
investigación y el tiempo de las publicaciones.
A las propuestas pedagógicas se sumaron los
laboratorios y había emoción por la novedad
de la investigación. Tal vez hoy está un poco
más decantado, más maduro y vienen también
momentos de reflexión (EP2 87-97).
Estos semilleros cuentan con una organización
propia que permite el desarrollo de varios roles.
Ya se han presentado en los eventos internos de
la Universidad y en los eventos del Nodo Bogo-
tá de la Red Colombiana de Semilleros de Inves-
tigación —RedCOLSI— y del evento nacional
desarrollado en Tunja.
Para ser un programa tan joven con solo una
cohorte de graduados, se trata de logros impor-
tantes que demuestran que la apuesta por el de-
sarrollo de capacidades investigativas está alcan-
zando su propósito.
Por su parte, los profesores pertenecen a dos
grupos de investigación: “Transformación agraria
de la amazorinoquia colombiana” y “Gestión e inno-
vación agraria”, categorizados en Colciencias.
Un espacio para la investigación de
alto nivel
En menor proporción, Utopía ha sido también
espacio para la investigación en sentido estric-
to. Por un lado está la que hacen algunos pro-
fesores asociados a proyectos de Colciencias o
con otras universidades, especialmente la Uni-
versidad Nacional de Colombia.
Otra forma de esta investigación es a través
de las tesis doctorales que se desarrollan en el
campus. Un ejemplo es el trabajo doctoral de
uno de los profesores del programa que hace
su investigación en cacao y cuenta con el apoyo
de los estudiantes del semillero.
La tercera forma es que Utopía ha sido un la-
boratorio de experimentación pedagógica con
la propuesta de aprender haciendo y enseñar
demostrando. El ejercicio de investigación pe-
dagógica ha generado ya varios productos y es
una dinámica que vale la pena consolidar.
Una cuarta manera es a través de convenios con
entidades como Clayuca y Fedearroz, con esta
última se está desarrollando un proyecto sobre
semillas de arroz para Casanare.
Sin duda alguna, son muchas las potencialidades
que un campus como Utopía ofrece para la inves-
tigación agropecuaria. Esta no ha sido la actividad
central, pero en un mediano futuro puede encon-
trar en este componente del proyecto una fuente
de múltiples posibilidades.
Algunos retos para el ejercicio La investigación es otro de los cinco componentes del
investigativo proyecto. En la foto, uno de los laboratorios del campus.

En las distintas facetas del componente de in-

vestigación aparecen aspectos que permitirán
aclarar su alcance y las rutas a seguir.
En relación con el desarrollo de competencias echarle triple 15 o fertilizante” y ya, sino que e investigación es un reto curricular inapla-
sean agrónomos que piensen. Las ciencias y la zable que puede encontrar un balance que
para la investigación está la dificultad que tie- investigación proveen una serie de competencias
nen los estudiantes en capacidades básicas para que no sirven solo para investigadores sino permita las dos posibilidades.
la escritura, lo que hace más difícil la redacción incluso para la vida, eso es lo que se quiere.
Realmente es muy difícil, hemos intentado hacer
de informes o escritos científicos. escuela con los chicos pero es complicado
que ellos escriban, primero
porque la formación
…debe haber una agricultura de
de base no es la mejor,
investigación, que sean investigadores
entonces termina uno
o si no, que sean agrónomos;
escribiéndoles el documento
que tengan la capacidad de
y tampoco es la gracia porque
actualizarse con base en lo 207
entonces quién aprende (EP 2
que la ciencia provee, que
385-395).
no se queden con la
receta de “a eso toca
Otro reto es el punto de encuentro
entre producción e investigación. La
formación en la práctica productiva debe
asegurar que el proyecto en zona de origen
sea rentable y eficiente, pues se trata de una
iniciativa de emprendimiento para el cam-
po y como ya se ha visto, está claramente
marcado respecto a lo que los alumnos es-
peran de la promesa y frente a los temores
que sienten al retorno. Por eso, encontrar
el punto de diálogo entre producción

208
Durante la entrega de overoles, cada
color identifica el año en el que se
encuentra el estudiante.
Componentes transversales:
los procesos articuladores
Estos elementos transversales son los que co-
laboran en la determinación de la identidad
propia de Utopía. Se han identificado como
de gestión en el sentido que son acciones para
llevar a cabo la misión del proyecto desde dife-
rentes dimensiones. Son toda una serie de acti-
vidades para hacer posible Utopía.
Se identificaron tres: gestión de la comunidad,
gestión del estudiante y gestión del maestro.
A. Gestión de la comunidad
El primer elemento articulador es el más difícil
de definir porque se trata de un intangible que
permea todos los demás aspectos. Se le ha lla-
mado “gestión de la comunidad” porque es el
que permite darle identidad propia al proyecto,
el que le confiere el carácter de novedad en la
continuación de un carisma, es el que hace que
todos los visitantes que van a Utopía experi-
menten que algo distinto y poderoso, en térmi-
nos de la formación, está sucediendo.
La gestión de la comunidad no son solo diná-
micas que acontecen en el campus porque los
estudiantes vivan allí, es la gestión que tiene que
articular a todos los participantes del modelo,
internos y externos, públicos o privados, de Bo-
gotá o del campus, nacionales o internacionales,
profesores o administrativos, empleados o vo-
luntarios, aliados o amigos; que de una u otra
forma se han sentido llamados en la manera
que sea y han respondido positivamente a ser
parte de la historia de Utopía.
El carisma lasallista-utopiano: un carisma
comunitario
El proyecto Utopía existe por la Providencia
de Dios y surge por una intuición carismática
del Hno. Carlos Gabriel Gómez Restrepo. Se
inscribe así en una tradición tricentenaria que
le otorga a la educación la capacidad de generar
cambios sociales y culturales de manera pacífi-
ca. Uno de los elementos centrales del carisma
es la igualdad en un proyecto que convoca a
muchas personas de distinto origen. Así lo ex-
presa la coordinadora de Filantropía y Finan-
ciamiento Externo:
En el año 2010, cuando el Banco de
Bogotá aceptó financiar las becas de 10
estudiantes de Utopía, los invitó a una
reunión en Bogotá donde se presentó el
proyecto y los asistentes tuvieron que dar
su testimonio ante un variado auditorio.
Pasó la reunión y al otro día uno de ellos,
Ánderson, a la hora del desayuno en tono
reflexivo dijo, —Pues yo sí aprendí algo
después de ir al Banco de Bogotá: que
todos somos iguales—.
Esta lección, “Todos somos iguales”, es el fun-
damento del componente de la gestión de la
familia utopiana.
Lema que, en palabras de Ana Alejandra Ji-
ménez, gerente de Responsabilidad Social del
Banco de Bogotá, fue fundamental en la deci-
sión de apoyar el proyecto Utopía:
Los temas de inclusión social son parte de
nosotros. Este tipo de proyectos son los que nos
ayudan a construir país, ciudadanos y valores,
por eso nos gusta participar y nos sentimos
sumamente orgullosos de pertenecer a Utopía,
porque replica paz y desarrollo; es un programa
en el cual creímos desde el principio porque
sabíamos que iba a ser algo muy grande para
el país y posiblemente un modelo que generaría
educación rural. El tema de inclusión social para
el Banco de Bogotá hace parte del desarrollo de
nuestra sociedad.
El carisma de Utopía está claramente en la tra-
dición lasallista. Pero es imprescindible que se
convierta en un carisma comunitario. No solo
para que se pueda ejercer, sino para que pueda
sobrevivir en el tiempo, como ha permanecido
el carisma lasallista.
Esta dimensión comunitaria del carisma se re-
fuerza con los Hermanos de La Salle quienes
viven los 365 días del año en el campus y que
garantizan con su presencia un estilo de hacer
las cosas. Es importante mencionar que la ta-
rea que hizo el Hno. Néstor Polanía, al inicio
del proyecto, fue claramente una gestión de la
comunidad que fue impregnando a las perso-
nas del carisma lasallista-utopiense. Tarea que
vienen desarrollando los demás Hermanos
que han vivido en el proyecto incluyendo los
extranjeros Hno. José María Martínez Beltrán,
español, quien trabajó en 2014 como acompa-
ñante y el Hno. Carles Giol Draper, quien estu-
vo durante el 2015.
Es importante recordar que la fe es el elemento
fundamental del carisma. El rector y fundador
de Utopía dijo —Utopía es un acto de fe—.
La fe como elemento fundamental del carisma
Utopiano y Lasallista hay que formarla y man-
tenerla alimentada a través del testimonio, la
oración y la evidencia de la acción explícita de
Dios en los pasos de Utopía y otras acciones
que puedan resultar pertinentes. Para lo cual
sin duda deberá consolidarse una pastoral uni-
versitaria apropiada para el modelo.
209
Gestión de la comunidad a través de
herramientas concretas
Fomentar el carisma necesita de mediaciones
concretas que posibiliten la difusión del pro-
yecto. Un ejemplo es el documento escrito
por la Coordinación de Filantropía y Finan-
ciamiento Externo en conjunto con la recto-
ría, que se denominó “El caso”. Muy útil en el El carisma lasallista: un compromiso
proceso de consecución de fondos y difusión con la paz de Colombia.
de la experiencia.
Si bien “El caso”, explica qué es Utopía. La
sistematización de los primeros cuatro años
del modelo, catalogado como el segundo ins-
trumento, será lo que permitirá saber qué fue
lo que pasó en todos y cada uno de los com-
ponentes pensados.
 Un segundo elemento es un plan estratégico
que incluya a una muestra de todos los acto-
res involucrados y a algunos aliados externos y
amigos de Utopía, alumnos y egresados. Dicho
plan será el camino hacia la dimensión comuni-
taria del carisma.
Una gestión que forma permanentemente en
los pilares del modelo
El tercer instrumento de la gestión de la comu-
nidad es recopilar los pilares del modelo utopia-
no en todos los componentes y socializarlos con
los actores de la comunidad, presentes y futuros,
para que toda propuesta que surja en el desarro-
llo del plan estratégico en micro o en macro, los
210 tenga claros y no se proponga nada que atente
contra ellos.
Una gestión que moviliza y visibiliza una
importante simbología utopiana
Compartir el carisma necesita de símbolos, ri-
tuales e ideas fuerza en torno a los valores que
Estudiantes dirigiéndose a su línea el proyecto encarna. Visibilizar esos espacios,
de producción. compartirlos e interiorizarlos es parte de la ges-
tión de la comunidad. Algunos de los elemen-
tos más importantes son:
El decálogo del carisma utopiano: ya expli-
cado en el componente de liderazgo. Su origen,
motivaciones y fundamentos para haberlo elegi-
do, deben ser motivo de la formación del caris-
ma utopiano para toda la comunidad. Sin olvidar
el valor fundamental lasallista de la fraternidad,
característica que hace posible la articulación en
el amor de todos los actores.
Baobab: se sembró en la misa de la Vigilia
Pascual del año 2013. En el hoyo, todos los
presentes pusieron sus ideales a largo plazo. El
árbol lo donó Eliseo Restrepo Londoño, quien
trajo unas semillas de África. Alcanza su madu-
rez a los 200 años. Ninguno de los que estaban
presentes en la siembra lo va a ver. Se sembró
para expresar que hay que esparcir para el futu-
ro, que se deben arrojar semillas con esperanza.
La piscina rota: era la piscina que el anterior
dueño de la finca le construyó a los nietos. Un
día, varios guerrilleros llegaron y la cogieron
como bañera. El abuelo tomó un mazo y la
rompió para que no la pudieran usar. Es el sig-
no que recuerda que se está construyendo paz
donde hubo guerra.
La galería de la gratitud: la gratitud es uno
de los valores de Utopía. Gratitud con Dios,
con los benefactores, con los maestros, con los
compañeros. En este muro cada año se pone
una flor metálica cuyos pétalos recuerdan a los
benefactores y amigos que aportaron dinero o
bienes, o que apoyaron de forma significativa el
proyecto desde sus conocimientos y relaciones,
como señal de gratitud.
La galería de la memoria: a partir del
año 2014 se instauró una placa en memoria
de los alumnos, profesores y directivos que
acompañaron la cohorte que se graduó en ese año, de manera que no
se olvide a quienes dieron pasos siguiendo la Utopía.
La Virgen del jardín de entrada al comedor: el campus está consa-
grado a la Inmaculada Concepción.

El busto de San Juan Bautista de La Salle: representa las raíces de

la tradición de Utopía. Recuerda que en Utopía se hace vida una de sus
frases: “Pagar es privilegio de los ricos, aprender es derecho de todos” (San Juan
Bautista de La Salle).
El chaleco de Utopía: se entrega al final del tercer año en la ceremo-
nia de la luz donde los alumnos van a iniciar sus proyectos producti-
vos. Se les envía a ser luz en sus lugares de origen y a que “demuestren
lo que saben”, llevando en alto el nombre de la Universidad y portan-
do el chaleco que los identifica cuando hagan tareas de extensión rural.

B. Gestión del estudiante 211

El segundo componente transversal es la gestión del estudiante. Una

Universidad rural al estilo de Utopía requiere, por las características de
los estudiantes, un trabajo especial que en un proyecto universitario ur-
bano no se ve o no es tan relevante.
El primer gran proceso de esta gestión se da en la convocatoria, selec-
ción e ingreso y mostró la complejidad de los procedimientos necesarios
Estudiantes en la ceremonia de la luz en
para llevarlo a cabo y el equipo humano requerido. Sin embargo, solo se la que reciben el chaleco de Utopía, uno
llegó hasta el momento en el que después de la convocatoria en las dife- de los símbolos del proyecto.
rentes regiones quedaba una lista de seleccionados para empezar la co-
horte. Luego de esto las acciones de la gestión del estudiante continúan.

Llegada al campus: de candidato a estudiante

El siguiente paso a la convocatoria y a la selección es el proceso de
inscripción. El candidato elegido debe ser notificado, y confirmar su
aceptación descargando el formulario a través de los sistemas de la

212
Video: Shirley Arango, estudiante de
Utopía, el día de la llegada al campus.
Universidad y pagando los derechos de admisión, lo que le da un
estatus de formalidad y la expresión de un compromiso serio para
ingresar al proyecto.
Este proceso de notificación dura varias semanas y compromete el
trabajo de una persona que tiene que hacer varias rondas de llama-
das, investigaciones por internet y Facebook, buscar conocidos para
contactar a cada uno de los seleccionados, notificarle, esperar la res-
puesta y dar las instrucciones claras para la inscripción formal. Este
proceso, aunque suena sencillo en un medio urbano, en este caso, no
lo es.
Luego de la inscripción, sigue el proceso de matrícula. A esto se
adiciona la necesidad de señalarles las cosas que deben llevar al
campus y ponerlos en contacto con los admitidos de lugares cer-
canos para que coordinen el viaje en compañía.
Ahora bien, entre el momento de la inscripción y la llegada al cam-
pus pasan casi cinco meses durante los cuales es necesario man-
tener un contacto permanente, que les permita saber que la Uni-
versidad está ahí esperándolos y no se vayan a desmotivar o dejar
invadir por la incertidumbre; esta gestión de acompañamiento pre-
vio al ingreso de los alumnos es relatada así por el funcionario de
Filantropía encargado de esta importante tarea:
…son cinco meses en los que debemos estar con ellos, a través de
una llamada telefónica y del correo electrónico, de tal forma que no los
vayamos a perder en el camino por falta de información o carencia de
seguimiento. Si bien es cierto, este tipo de oportunidades también se
ganan, es comprensible que la situación de estos chicos es especial,
por lo tanto debemos ayudarles un poco más; hay que ir más allá del
compromiso, recorrerse esa milla extra para poderlos vincular con la
oportunidad y que no se nos queden el camino (EA1 342-349).
Finalmente, para los jóvenes inicia la preparación del reto de
salir de sus casas, ir hacia lo desconocido y resolver todos los
asuntos logísticos y de transporte que les permita llegar a Uto-
pía el día de inicio de clases. A manera de
anécdota, este relato de algunos estudiantes
del Putumayo:
…Lo que hicimos fue coordinar para
reunirnos y venir en grupo, nos salía mejor y
era más beneficioso para todos llegar juntos
y empezar a conocernos. Nos reunimos tres
veces allí, en el municipio, para charlar y
comentar la estrategia de cómo íbamos a llegar
hasta acá, porque la mayoría nunca había salido
del departamento, y mucho menos pensando
en ir a estudiar; nuestras familias tenían un poco
de recelo, entonces nos estuvimos preparando
para llegar unidos (EE G2 46-52).
Apoyos necesarios para la vida en el
campus y para el éxito académico
Con respecto al componente del programa
académico, se plantearon las implicaciones de
acompañamiento que tiene el proyecto Utopía
para el bienestar universitario. En este sentido,
la gestión del estudiante pasa por los procesos
de inducción que no terminan con la semana
organizada por la Vicerrectoría de Promoción
y Desarrollo Humano, sino que tardan por lo
menos dos meses, en lo que los estudiantes
llamaron consistentemente en todas las entre-
vistas, “la dura fase de adaptación”. Allí, los
compañeros antiguos desempeñan un papel
importante en la transmisión de la cultura uto-
piense. La figura del mentor que acompaña se
hace fundamental.
También están las acciones referidas a los apo-
yos académicos, las tutorías que se han organiza-
do con el apoyo de estudiantes de cuatrimestres
más avanzados y que van desde los contenidos
y habilidades de las áreas básicas y pasa por la
metodología de presentación de trabajos, inclu-
yendo los temas de escritura.
Por otro lado, están las actividades referidas a
los temas de recreación, arte, deporte y cultura
que son organizadas por los mismos estudian-
tes. Finalmente, están los aspectos de lo que
podrían llamarse las competencias para la vida
y que tienen que ver con la capacidad para ha-
blar en público, la formación en urbanidad, la
asimilación de las normas del campus y, sobre
todo, la interiorización del decálogo que pasa
por un acompañamiento insistente, pertinente
y capaz de mover los espíritus. Eso es también, 213
sin lugar a dudas, la gestión del estudiante.
Procesos de financiación de
las matrículas de los demás
cuatrimestres
A partir de segundo cuatrimestre, los estudian-
tes que no creen tener los recursos para pagar
el aporte del salario mínimo que les correspon- Jóvenes preparando su
seminario de investigación.
de, deben solicitar un crédito Access en Icetex:
llenar la documentación, conseguir el deudor
solidario, diligenciar los pagarés y cartas de
instrucciones, y enviar los documentos por co-
rreo a personas que están muy lejos, son otros
de los complejos procesos que debe enfrentar el
estudiante y en la que la Universidad lo acompaña.

214
Presentación folclórica organizada por los
estudiantes de Ingeniería Agronómica.
Todos los estudiantes necesitan de un auxilio
educativo para poder estudiar en Utopía, sea
aportado por la Universidad o por terceros. Eso
implica hacer una ficha con la historia de vida de
cada uno para poderlo presentar y, cada cuatri-
mestre, acompañarlos a escribir cartas de agra-
decimiento para mantener activa la relación con
los donantes y fortalecer el valor de la gratitud.
Finalmente, hacen parte de la gestión del estu-
diante todos los procesos de retorno a las zonas
de origen que ya fueron ampliamente descritos
en el componente de empresarización.
C. Gestión del maestro
El tercer elemento transversal se ha denomina-
do gestión del maestro y describe las caracte-
rísticas, procesos y necesidades formativas que
se desprenden de un programa de la naturaleza
de Utopía, por eso, no se trata solamente de la
visión de un docente para un programa de In-
geniería Agronómica, sino de la necesidad de
contar con maestros capaces para sacar adelante
este proyecto. Los elementos más importantes
que se hallaron en la sistematización de la expe-
riencia se describen a continuación:
Necesaria vocación del docente
La búsqueda de profesores del programa es
un asunto complejo. Se hace una convocatoria
nacional para encontrar personas dispuestas a
trabajar en Casanare, pero sobre todo que com-
partan la visión del proyecto y estén dispuestos
a trabajar en él. Así que los procesos de convo-
catoria y selección deben contemplar distintos
elementos.
El reto principal es encontrar profesores que
tengan vocación, es decir, que entiendan su tra-
bajo más allá de un contrato laboral docente y
que lo asuman en la dimensión del aporte que
Utopía significa para el país.
Así lo expresa uno de los directivos del campus:
…Es parte del trabajo como profesor, dar
más de lo que debiera. Aquí no se mide qué
gano o qué no gano; aquí se mide es la entrega
que tiene el profesor con los alumnos, porque si
fuera por cualquier sueldo, el mismo sería muy
bajo para lo que tiene que hacer acá. Entonces
lo que se valora es la vocación de trabajo con
esta institución (ED1 185-190).
Así que, además de la preparación técnica y
académica y, en lo posible, de la experiencia
docente, lo más importante es el grado de iden-
tificación con la apuesta del proyecto. Lo que
implica un alto sentido de compromiso social
por la transformación del país.
Este horizonte de comprensión es compartido
por algunos de los profesores del programa, como
se lee en el siguiente fragmento de entrevista:
…esa es la misión del proyecto. Primero ir y
formar unos estudiantes, sacarlos del campo,
arrebatárselos a la guerrilla, formarlos de manera
 215

La tecnología también es importante en el

desarrollo de las actividades diarias.

216
Las actividades en el campus de
Utopía comienzan desde las 5:00
de la mañana.
integral como mejores seres humanos, inculcarles
valores, capacitaros técnicamente como
ingenieros agrónomos competitivos, regresarlos
al campo, apoyarlos, y darles la posibilidad de
que realicen un proyecto productivo de éxito;
porque pueden hacer proyectos productivos
pero el hecho de que sean exitosos implica
todo un reto para el cuerpo docente, para la
Universidad y para todos. Conseguir los fondos,
apoyarlos y que ellos no se salgan de allá, que no
empiecen a buscar el empleo en la gobernación,
sino que generen la extensión de lo que estamos
hablando, en su zona de origen, ese es el gran
reto que hay (EGP 423-432).
De igual manera, esa vocación profesoral debe
estar acompañada de una buena adaptación
a los cambios, es decir, de apertura mental,
también de la capacidad de trabajar en equipo
y de un buen espíritu creativo que le permita
encontrar siempre nuevos caminos frente a los
inmensos retos del aprendizaje.
Así mismo, es importante que el aspirante a pro-
fesor de Utopía tenga una mirada interdisciplinar
del conocimiento, que pueda hacer dialogar los
saberes del campesino que trae el estudiante in-
corporado, con otros propios de la ciencia, sin
entrar a descalificar o anular, que pueda escuchar
ampliamente y que no se ciegue frente a sus pro-
pios conocimientos por muy eruditos que sean.
Es claro que un perfil de esta naturaleza es una
aspiración que se convierte más en un horizonte
para la formación que en un punto de inicio, pero
la convocatoria puede explorar si hay “madera”
para alcanzar ese ideal.
Necesaria formación continua
Sin embargo, la vocación y algunas de las ca-
racterísticas especiales mencionadas no son
suficientes, hay que mantener y renovar la con-
vicción a través de un continuo proceso de for-
mación, además del necesario desarrollo de las
capacidades docentes. Se trata de una escuela
permanente que a través de distintas vías ali-
mente la reflexión sobre la acción del equipo de
profesores y directivos del campus.
El acompañamiento como característica cen-
tral de la propuesta lasallista es uno de los as-
pectos que más se destacan frente a sus propios
procesos de formación y respecto a otras ex-
periencias universitarias. Aquí se encuentra una
mirada integral a la formación que contempla
no solo los aspectos técnicos y profesionales
sino también los personales que tienen que ver
con el mundo de las relaciones sociales, afecti-
vas y culturales. Frente a estos cambios, uno de
los profesores cuenta su experiencia:
Desde mi punto de vista, entré con una
perspectiva un poco rígida, vertical, donde
no estaba acostumbrado a estudiantes con
deficiencias tan altas y me encontré con un
primer cambio profundo de la evaluación
académica a una evaluación integral. Ante ese
primer choque empezamos a tener charlas
con el Hno. Néstor Polanía sobre estrategias
y diferentes tipos de evaluación, diversas
actividades fuera del aula donde se podían
evaluar los conocimientos y se empezó a integrar
todo el conocimiento del aula con el campo así
como con algunos laboratorios que hacíamos los
profesores por fuera (EGP 128-135).
Otro de los profesores lo relata de la siguiente manera:

…al estudiante se le debe tratar muy bien, eso es muy lasallista.

Eso se ve en todas partes, no es tan normal y entre mejor se trate al
estudiante a través del acompañamiento, del tacto pedagógico, mejor
formación se da. Se trata de la parte humana del aprendizaje, lo he
interiorizado muchísimo allá en Utopía, sí, sí (EP 2508-512).

Ese desarrollo del tacto pedagógico les permite tomar conciencia de

que antes que estudiantes, estos jóvenes son personas y que existen
diferencias individuales que deben considerarse para el desarrollo de
las didácticas. Además, ha ido generando una serie de estrategias ad-
ministrativas importantes para el seguimiento de los estudiantes. Así lo
describe el grupo de profesores, dejando ver todavía las tensiones que
se dan:

Decíamos: hasta cuándo o hasta dónde el profesor puede cumplir;

217
o hasta qué punto el estudiante se tiene que adaptar al profesor o
viceversa, una discusión que todavía se tiene. Aquí se han tomado
diferentes estrategias, entre ellas, el acompañamiento. Para todos
los que hemos trabajado en la universidad pública es sencillo: uno da
su cátedra y el que entendió, bien; el que no entendió, no entendió,
y vaya a la biblioteca a estudiar. En cambio acá el caso es diferente
porque nos reunimos semanalmente con el director del programa,
con el cuerpo de profesores y preguntamos sobre los casos de los
estudiantes, tenemos un ítem de seguimiento y con base en ese
diagnóstico nos acercamos al alumno a indagarlo: ¿qué le pasa a
usted?, ¿tiene problemas personales?, ¿dedica mucho tiempo al
deporte?, o ¿tiene alguna relación sentimental? Así que le hacemos
mucho acompañamiento (EGP 165-176).

Las discusiones sobre los procesos de evaluación y calificación,

Aula polivalente (restaurante y auditorio) del campus Utopía.
sobre la apuesta por el emprendimiento, que ya se ha descrito, y
su significado en los procesos de formación, más las necesidades
de formación técnica y profundización en aspectos en los que
los profesores no tienen suficientes herramientas; son un reto
enorme para la gestión del profesor que requieren un camino de
trabajo permanente.

218
Camila Herrera Umaña, coordinadora de la
Oficina de Filantropía y Financiamiento Externo.
Componentes de apoyo
De los seis componentes de apoyo del modelo
se hará especial énfasis en la gestión de fondos
por el papel fundamental que ha jugado en la
configuración del proyecto.
Gestión de fondos para el
proyecto utopía
Utopía nació con recursos financieros de la
Universidad, pero con la clara premisa de que
se debería buscar el apoyo nacional e inter-
nacional para lograr la autosostenibilidad del
proyecto en el tiempo.
Es así como entre mayo y octubre del año
2010, la rectoría contrató una consultoría para
evaluar la factibilidad de realizar una campaña
de gestión de fondos para Utopía, con la firma
CMS (Centro de Management Social) de Ar-
gentina y Barkeley & Briscoe (USA).
La metodología de la consultoría implicaba rea-
lizar una serie de entrevistas con actores signifi-
cativos del Gobierno, sector privado y algunas
ONG para ver la percepción que ellos podrían
tener del proyecto y evaluar la posibilidad de ha-
cer una campaña de fondos. Esas entrevistas las
realizaría directamente el consultor sin presen-
cia de funcionarios de la Universidad con el fin
de que el entrevistado estuviera en plena liber-
tad de contestar lo que pensaba.
Con los resultados de las entrevistas y las obser-
vaciones de los imaginarios internos, el consultor
recomendó la creación de un área responsable de
la gestión de donaciones.
El consultor además recomendó tres estrategias:
• Realizar una campaña anual de becas con
grandes donantes: petroleras, sector finan-
ciero y empresas del sector agroindustrial.
• Hacer una campaña capital para cons-
trucciones en el mediano plazo.
• Realizar una campaña de pequeños do-
nantes a través de la comunidad de alum-
nos y exalumnos de la Universidad.
Es así como se inició formalmente la consecu-
ción de donaciones en la historia de la Universi-
dad: 50 millones de pesos de Bolívar-Davivienda
y 50 millones de pesos de Banco Pichincha, dos
entidades financieras con quienes la Universidad
tiene relaciones comerciales.
La coordinación de Filantropía y Financiamien-
to Externo inició la gestión de fondos en el año
2011 con la Resolución de Rectoría 262 de 2011
que regulaba la aceptación, recepción y segui-
miento de las donaciones de la Universidad.
Se armó entonces el primer kit para salir a “vender”
Utopía. Ese kit básico estaba conformado por:
• El caso del proyecto actualizado.
• La emblemática bolsa azul.
“El proyecto Utopía es un sueño que alguien lo imaginó,
pero que nosotros lo haremos realidad”
Ánderson Hidalgo López
219

Video: documental “Utopía”, una producción que cuenta

cómo tres jóvenes víctimas de extrema violencia en Colombia
transformaron sus vidas, una de esas historias es la de
Ánderson Hidalgo López.

220
Condecoración Gran Medalla Cívica General Francisco
de Paula Santander otorgada al Hno. Carlos Gómez por
una vida al servicio educativo de los pobres y por su
aporte al país a través del proyecto Utopía.
• El video del proyecto, ya que pocos podían ir hasta Yopal.
• La página web.
Se estructuró el primer producto “Donación de becas”, para se-
guir las recomendaciones del consultor y se salió a ofrecerlo en las
empresas de los sectores que había señalado. Pero también fueron
apareciendo otras iniciativas que no estaban contempladas en el ini-
cio y que con el paso del tiempo se mostrarían exitosas como lo
han sido las pequeñas donaciones de empleados de la Universidad.
Igualmente, se presentaron proyectos a los cooperantes internacio-
nales indicados por la consultoría y empezó la espera de los 12 a 18
meses anunciados.
La gestión en 2011 fue menor de la esperada pero muy exitosa.
Se logró gestionar dinero para todos los rubros con benefactores
privados, nacionales e internacionales y tener un gran donante em-
presarial, una Ong y un gran donante internacional. Eso solucionó
el problema de la pregunta que hacían los potenciales donantes:
—¿Quién los apoya?— y detrás de ellos siguieron los demás.
El año 2012 permitió empezar a ver los frutos de la siembra de
los proyectos del año anterior. Se firmó el primer convenio con
el Gobierno a través de la Unidad Administrativa de Consolida-
ción Territorial que permitió dotar los laboratorios del campus y
se firmaron convenios a varios años con donantes de becas. Uto-
pía empezó a estar en el “radar” de los colombianos y se inició
una estrategia de visibilización a través de Free Press y TV. Utopía
salió en una página completa de El Tiempo un domingo, gracias al
apoyo del Banco de Bogotá y se logró la filmación de nuevos vi-
deos del proyecto para mostrar a los donantes.
La coordinadora de Filantropía relata una importante dimensión
espiritual que se introdujo como novedad en el área:
…siempre hubo oración de intercesión por los donantes, por los
problemas que se presentaban, que no eran pocos, y la presentación de
 los proyectos a Dios en una Eucaristía antes de entregarlos, seguidos
de una Eucaristía de acción de gracias cuando las cosas salían bien y
cuando no salían tan bien. Así que, con la ayuda del padre Juvenal Ciendúa
Salamanca y la expectativa del asistente inició lo que se llamó la etapa
de “la Filantropía de Intercesión”. Los resultados no se hicieron esperar.
Donantes que cambiaban de opinión negativa a positiva en el último
instante antes de cerrar año, lográbamos introducirnos en organizaciones
donde Utopía no cabía en las políticas. Ese año solo pudimos decir —El
Señor estuvo grande con nosotros y estábamos alegres—.

El año 2013 inició lleno de ilusiones y también de necesidades, así

que en conjunto con el rector se priorizaron los proyectos para los
cuales se gestionarían fondos en ese año. El tema de becas continuó
con los mismos donantes del año 2012 y se logró incluir uno más.
También, con el apoyo de la Oficina de Publicaciones de la Univer-
sidad, se elaboró un documental de Utopía basado en las historias
de vida de tres estudiantes, el cual se proyectó con enorme éxito en
la Universidad, en distintas empresas, y en Italia y Barcelona.
221
El documental disparó los aportes de “Pequeños donantes nómi-
na” hasta llegar a tener 60 empleados que aportan pequeñas sumas
por mes a través de la nómina y con esto se cubre la beca completa
de tres estudiantes. Los mejores promedios.
Además, se logró un convenio con La Salle International Foundation
para recibir y certificar en Estados Unidos aportes Web Internaciona-
les. Se recibió la primera donación por esa vía y quedó abierto el canal.
Así mismo, se lanzó la campaña “Dona un metro cuadrado” con pro-
veedores de la Universidad y una ONG; con esos aportes y algunos
que puso la Universidad se logró construir la biblioteca del campus.
Se presentaron proyectos de fortalecimiento de procesos en la Bolsa
Concursable MEN, en varias ONG y empresas. Y de manera muy im-
portante hay que destacar que se presentó Utopía a los Premios Em-
El proyecto Utopía resultó ganador de los premios Emprender Paz,
prender Paz y Premio Nacional de Paz y en ambos casos el proyecto Premio Nacional de Paz y Premio por Investigación y Desarrollo de
resultó ganador. En el año 2014 ganó el premio de la Fundación la Fundación Aurelio Llano Posada.
Aurelio Llano Posada por Investigación y Desarrollo y la distinción
 Ojo de Plata en la categoría Mejor Experiencia 2014, por parte del Observatorio de Res-
ponsabilidad Social para América Latina y el Caribe de UNESCO. La calidad de la educación y el desarrollo
rural son temas vertebrales si se quiere
La gestión de la Coordinación de Filantropía en estos años ha sido muy positivaz y ha aportar a la construcción de un nuevo
dejado valiosas enseñanzas para la Universidad. tejido social donde los sueños y las
esperanzas de todos y cada uno de los
Ahora, es posible visualizar, desde el punto de vista funcional, que los procesos centra- colombianos tengan lugar de realización.
les de la gestión de fondos tienen que ver con: planeación; identificación de donantes Así, urge implementar procesos formativos
y aliados estratégicos; estructuración de proyectos para convocatorias; ejecución de lo pertinentes con la situación histórica,
planeado; rendición de cuentas a los distintas organizaciones que apoyan; fidelización de cultural y social de los diferentes territorios
donantes y seguimiento y control. que conforman nuestro país como
principal alternativa para promover el
desarrollo humano integral y sustentable
en una nueva sociedad colombiana capaz
de superar cincuenta años de guerra y
desintegración social.

Por eso, en este punto de la historia, todos

222 tenemos que poner algo si queremos un
mejor país. La Universidad de La Salle ha
creado Utopía con el convencimiento de
que la educación es la llave maestra que
abre las puertas a la nueva Colombia.

Notas
1 Informe en el que se sistematiza y documenta la experiencia
y el camino recorrido en la construcción del proyecto Uto-
pía de la Universidad de La Salle. Elaborado para su presen-
tación ante el Gobierno Nacional, así como a los Ministerios
de Educación y Agricultura. <http://www.lasalle.edu.co/wps/
wcm/connect/74ed463f-9c89-4c97-b54e-f9659254083b/
Una_utopia_nacionalr.pdf?MOD=AJPERES>
2 PresididoporelHermanoJorgeEnriqueMolinaValencia,presidentedel
Consejo,yconlaasistenciadelosConsejerosPrincipales,Hermanos
HéctorGabrielEspitiaAbril,WilliamFernandoDuqueDuqueyEmiliano
OrtizCasallas.LosConsejerosSuplentes,HermanosNikyAlexander
MurciaSuárez,IsmaelGarcíaGarcíayArmandoSolanoSuárez.Los
doctoresEliécerGuillermoVargasÁvilayClaudiaAixaMutisBarreto;
representantesdelosprofesoresprincipalysuplente.JosédelCarmen
SuárezCaro,representanteprincipaldelosegresados.YNicolásPineda
VilayHernánFelipeTrujilloQuintero,representantesdelosestudiantes
principal y suplente.
3 Lasreferenciasdelostextosconvocesdelosprotagonistassiguenesta
nomenclatura:EEsignificaEntrevistaEstudiante.G3significaGrupo3.
Losnúmerossiguientescorrespondenalanumeracióndelaslíneasde
la entrevista.
4 Lasreferenciasdelostextosconvocesdelosprotagonistassiguenesta
nomenclatura:EGPsignificaEntrevistaGrupodeProfesoresdelprogra-
ma.Losnúmerossiguientessonlanumeracióndelaslíneasdeltextode
la entrevista.
5 EP:EntrevistaaProfesor.1significaelnúmeroasignadoalapersona.
Losnúmerossiguientessonlanumeracióndelaslíneasdeltextode
la entrevista.
6 ED significa Entrevista a Directivo.
 223

Durante la graduación de la primera cohorte de

ingenieros agrónomos en Utopía.
Manifiesto para la
construcción de una paz
sostenible para todos
Manifiesto para la construcción de una paz sostenible
para todos
Lectura del Manifiesto para la construcción de una
paz sostenible para todos, por parte del Hno. Frank
Leonardo Ramos Baquero, al cierre del Congreso
Internacional Edificar la paz en el Siglo XXI. En la mesa
directiva participaron representantes de la academia, el
Gobierno y organizaciones multilaterales.
E ste capítulo es la síntesis de una re-
flexión institucional de los últimos años
en torno a la paz que la Universidad ha
asumido no como un asunto de coyuntura sino
como una apuesta estructural que requiere de
condiciones que la hagan posible. Mucho antes
de que el tema adquiriera la relevancia que tiene
hoy por las mesas de negociación y la expec-
tativa de la firma de un acuerdo para el fin del
conflicto, La Salle viene apostando con firmeza
y esperanza en la construcción de una sociedad
nueva para el posconflicto a través de la herra-
mienta más poderosa de todas: la educación.
Es por esto que la Universidad decidió asumir el
reto de realizar, en convenio con la Fundación
Carta de la Paz dirigida a la Organización de las
Naciones Unidas —ONU—, el Segundo Con-
greso Internacional Edificar la Paz en el Siglo
XXI del 24 al 26 de septiembre de 2014. Este
espacio fue preparado durante más de dos años
y convocó a la academia, a los sectores sociales,
al gobierno y a los empresarios a una dinámica
ampliamente participativa, permitió redactar un
manifiesto que recogía las ideas, sueños, retos e
iniciativas para la paz de un equipo multidisci-
plinar de personas con diferentes voces; con el
anhelo de que se constituyan en elementos para
la reflexión, el diálogo y la generación de accio-
nes individuales y colectivas para avanzar en este
compromiso general de edificar la paz en nues-
tras vidas y en nuestra sociedad.
El Manifiesto para la construcción de una paz sos-
tenible para todos, resume en siete puntos as-
pectos que de alguna manera se mostraron
como ideas recurrentes y transversales a lo 227
largo de las diferentes reflexiones y diálogos,
en las distintas ponencias, en las experiencias
de colectividades y organizaciones, en las in-
quietudes y opiniones de los participantes. Al
repasarlos, el lector podrá percatarse de que
cada punto del Manifiesto está conectado y
relacionado con los demás. Al fin y al cabo,
en esto reside la simbología del siete. Siete
puntos que señalan reflexiones, ideas y retos
que hacen parte de una totalidad plena y en-
volvente: la de hacer posible entre nosotros
una paz duradera. Las diversas reflexiones y
el compartir en torno a la paz, refieren siem-
pre a la necesidad de un trabajo articulado,
simultáneo en diferentes frentes. Un trabajo
que debe ser constante e incansable a pesar
de las dificultades; una tarea que debe ser

A todas las personas,
colectividades, instituciones,
organizaciones,
universidades, colegios,
familias, iglesias y
movimientos políticos, que
228 comparten esta esperanza
conjunta, manifestamos
que creemos en un proceso
de construcción de paz en
nuestro tiempo y en nuestra
tierra, que implica: dar una
respuesta al reto de vivir
juntos desde la diversidad y
la pluralidad.
conjunta y colectiva, no solo individual; y un
proceso que debe atender diferentes retos de
forma paralela.
Por esto, queremos ofrecer y dirigir este Mani-
fiesto a la opinión pública en general, al sector
académico, a las organizaciones diversas que
trabajan para hacer posible la paz en nuestro
contexto y sobre todo, a toda la ciudadanía
puesto que esta labor es un compromiso y una
apuesta que involucra a la sociedad en pleno.
A todas las personas, colectividades, institu-
ciones, organizaciones, universidades, colegios,
familias, iglesias y movimientos políticos, que
comparten esta esperanza conjunta, manifesta-
mos que creemos en un proceso de construc-
ción de paz en nuestro tiempo y en nuestra
tierra, que implica: dar una respuesta al reto de
vivir juntos desde la diversidad y la pluralidad.
Uno de los grandes saltos cualitativos de nues-
tra nación fue haber definido en su Constitu-
ción de 1991 el reconocimiento a la diversidad
y la pluralidad de sus gentes. Como bien sabe-
mos, el ideal moderno de una raza, una lengua,
un credo y una nación, a pesar de que abogaba
por la igualdad de los ciudadanos, en realidad
cubrió y ocultó los grupos diferenciales de-
jándolos invisibles en el esquema de organi-
zación social del país. Es más, el mecanismo
social detrás de este principio implicaba que
para hacer parte o incluirse en la dinámica de
la sociedad, requería asumir e incorporar en la
realidad personal un determinado modelo que
proponía uniformidad. De no ser así se corría
el riesgo, como de hecho sucedió, de quedar
marginado de la sociedad misma.
Así, durante más de un siglo, los grupos in-
dígenas, por ejemplo, hicieron grandes es-
fuerzos para dejar en el olvido sus rasgos
ancestrales, su lengua, sus atuendos, sus
costumbres, sus cosmovisiones, para amal-
gamarse o parecerse lo más posible a la figu-
ra de un campesino, el cual sí representaba
un escalón social, aunque fuera en los pelda-
ños más bajos. A partir de 1991 el proceso
se invirtió y la tarea de estos pueblos fue la
de comenzar a reconstruir en poco tiempo
lo que por más de una centuria habían de-
construido o desaparecido.
Hoy por hoy es claro, para la gran mayoría de los
colombianos, que lo más característico de nues-
tra identidad es precisamente la diversidad y la
pluralidad. Esta no se da solo en el plano de lo
étnico sino en el amplio espectro de las diferen-
tes dimensiones de la cultura.
Esta característica más que reconocida debe ser
garantizada. Ese es precisamente el contexto del
primer y principal reto de las sociedades contem-
poráneas: crear las condiciones necesarias para
que la multiplicidad de formas de pensar, sentir
y actuar, tengan un espacio de inclusión y sobre
todo de convivencia.
Vivir juntos en un paradigma donde todos
debemos ser iguales es relativamente senci-
llo, pero convivir reconociendo y valorando
 positivamente la diferencia es algo que tenemos que aprender; son
procesos que hay que ingeniar y construir con creatividad.
Es importante advertir que las diferencias individuales son fáciles
de reconocer y aceptar. Sin embargo no es así con las diferencias
colectivas. Nuestros imaginarios sociales no están preparados para
esto. Aun después de reconocerla y, por decirlo de algún modo,
aceptarla racionalmente, las prácticas, los mecanismos sociales y
socializadores, los imaginarios colectivos o las políticas que regulan
la vida pública, deben prepararse para incorporar definitivamente
este nuevo paradigma.
La aceptación del otro precisamente por su diferencia complemen-
taria, por su “otredad”, constituye pues una premisa fundamental
para caminar hacia una sociedad en paz. Este esfuerzo que nos
involucra a todos va mucho más allá de un simple ejercicio de tole-
rancia. Es recrear las dinámicas de participación, diálogo y debate.
Requiere sobre todo repensar las nociones de justicia y de equidad. 229

La igualdad debe darse en las oportunidades y en la dignidad de

quienes hacemos parte de esta comunidad. La paz debe constituir
una dinámica colectiva que tiene un sentido especial solo en el con-
texto de un escenario diverso en géneros, credos, etnias, ideologías
y en las formas de comprender y significar las relaciones sociales
cotidianas. Esto implica un ejercicio intencionado y formativo por
la escucha activa, el diálogo abierto, e incluso la comprensión y
vivencia del conflicto como una dinámica de la tensión positiva de
construir un país incluyente con oportunidades para todos.

Peter Cunningham, experto en mediación, Nelson

Mandela Metropolitan University, Sudáfrica.
 Hacer visible el rostro, la mirada y el protagonismo
de las mujeres

En los diferentes escenarios donde se estable- No obstante, a pesar de haber constituido un

Detrás de cada relato de
una mujer que ha sido
víctima de alguna forma
de violencia, también hay
una historia: de perdón,
de resiliencia, de trabajo
230
colectivo, de consolidación y
de fortalecimiento del tejido
familiar y comunitario; hay una
historia de resistencia creativa
que aviva la esperanza y
se constituye en respuesta
alternativa a la violencia.
cen dinámicas de construcción e interacción so-
cial el protagonismo había sido marcadamente
explícito para los hombres. El escenario de lo
público en nuestra sociedad, era un contexto
que tradicionalmente había sido permeado por
la presencia masculina. Esto para nada quiere
decir que la mujer no estuviera presente. Sig-
nifica que ellas han estado siempre aunque de
forma invisible. En las últimas décadas, se ha
tomado cada vez más consciencia de este ca-
rácter androcéntrico de la visión de la realidad,
de la historia y de los procesos sociales. Poco
a poco hemos ido “descubriendo” y haciendo
más consciente el rol de las mujeres, pero aún
más del protagonismo y el inmenso impacto
que ha tenido en la consolidación de los dife-
rentes procesos colectivos de nuestro medio.
En el contexto de la violencia en Colombia, los
estudios en los últimos años nos han mostra-
do crudamente cómo las mujeres han sido las
principales y más afectadas víctimas de los dife-
rentes tipos de violencia, incluida la de la gue-
rra vivida durante décadas. También han sido
víctimas de prácticas sociales veladas que han
hecho parte de una serie de actos violentos que
las han afectado en diferentes escenarios: per-
sonal, familiar, laboral; y en diversos niveles:
cultural, político, social.
considerable segmento de la población vulnera-
da, no han sido tenidas en cuenta en el escenario
de víctimas visibles, y, aun así han desempeñado
un papel fundamental en el mantenimiento, re-
construcción y fortalecimiento del tejido social.
En épocas primigenias, las mujeres recolecto-
ras tuvieron el conocimiento de la semilla y de
la tierra, necesarios para el salto social de una
revolución agraria que cambió el orden nóma-
da en sedentario de la humanidad hace más de
nueve mil años. Ellas constituyeron el grueso
poblacional de las primeras clases obreras en los
inicios de la era industrial. Han sido las mujeres
las que han consolidado los órdenes geo-cultu-
rales regionales de la basta diversidad colom-
biana. Y son ellas, las mujeres, quienes desde
sus historias silenciosas sufridas y heroicas han
adquirido especialmente las habilidades sociales
necesarias para garantizar las condiciones bási-
cas para que podamos perdonar y seguir adelan-
te, para que reconciliemos las diferencias y para
aclimatar la paz en nuestro país.
Debemos emprender un camino hacia la paz
de la mano de las mujeres, quienes han sido
las principales víctimas de la violencia pero
que también han asumido progresivamente la
 231

Video: Fatuma Ahmed, experta en estudios

de paz, docente US University Nairobi, Kenia.
 responsabilidad de ser protagonistas de la reconstrucción del tejido
social, de la resolución pacífica de los conflictos, de los procesos
de reconciliación y del perdón. Hoy más que nunca tenemos la
posibilidad y la responsabilidad social, cultural e histórica de ilumi-
nar, visibilizar, reconocer y, sobre todo, de aprender a recorrer este
camino de la paz.

232

Padre Francisco de Roux Rengifo, fundador y director del programa

de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, durante el evento de tres
días en el que académicos, miembros de organizaciones pacifistas y
sociedad civil se reunieron a hablar de paz.
Reconocer los derechos de la naturaleza como fundamento
para que la paz sea duradera
Uno de los discursos del desarrollo económico
impuso un modelo de progreso de las naciones
basado en una dinámica de crecimiento perma-
nente. Esto implica producir cada vez más para
ganar cada vez más. Desde los inicios de la mo-
dernidad industrial, la relación con el entorno
se centró en la comprensión de que la tierra y
todo cuanto nos ofrece es un “recurso” que es-
taba a disposición de quien tuviera la tecnología
para tomarlo. La explotación indiscriminada de
dichos recursos y la implementación de estrate-
gias industriales para mejorar la productividad
de los suelos, llevó a la generación de crisis que
dio origen a una serie de reflexiones y movi-
mientos orientados a crear consciencia sobre el
ambiente y la fragilidad de su equilibrio.
De esta manera, en la segunda mitad del siglo
veinte, diferentes movimientos ambientalistas
comenzaron a emerger y a llamar la atención
sobre la necesidad de pensar en un desarrollo
sostenible. El desarrollo moderado, la renova-
ción de recursos verdes, la preservación de los
no renovables, la conservación de ecosistemas,
el control de los químicos empleados en la tie-
rra, fueron entre otros los temas principales de
la agenda ecológica de estos primeros movi-
mientos. No obstante, es claro que el modelo
de desarrollo y su lógica de producir más, no es
compatible a la postre con el “control y renova-
ción de los recursos”.
En países de América Latina hay otra corriente
que se ha fortalecido principalmente en el plano
local de lo micro cultural, en el seno de las co-
munidades tradicionales. Las cosmovisiones de
los pueblos indígenas y las experiencias hechas 233
tradición de las comunidades campesinas han
traído consigo una forma diferente de relacio-
narnos con nuestro entorno, que no tiene que
ver tan solo con lo técnico o lo funcional. De
acuerdo con dichas cosmovisiones, nosotros
somos o hacemos parte de una comunidad o
una familia, pero de colectivo también hacen
parte todos los seres vivos que interactúan con
Entrega del Manifiesto de la Paz por parte del
nosotros. Así, otras especies animales, la tierra, Hno. Frank Ramos a representante de la UNESCO.
la selva y el bosque, son miembros de esta mis-
ma comunidad que ha articulado una dinámi-
ca de coexistencia y en la que nosotros somos
miembros. Comprender este principio resulta
complejo para el pensamiento occidental y glo-
bal. Cuando el bosque era recurso, entender-
lo ahora como parte de la familia resulta algo
apenas romántico o bucólico. Sin embargo, esta

En este sentido, hacer las
paces con el otro y construir
un “nosotros pacífico” implica
igualmente hacer las paces con
234
la tierra. Contar con ella y con
toda la vida que la naturaleza
representa es un valor y un gran
aporte de las comunidades locales
campesinas que deberíamos
considerar para la paz.
dinámica vital de los pueblos rurales, cada vez representa es un valor y un gran aporte de las
más interconectada en el escenario global, se comunidades locales campesinas que debería-
constituye en un insumo necesario para el cam- mos considerar para la paz.
bio hacia una sociedad sustentable.
Por eso, la “madre tierra”, la “Pacha Mama” y
Repensando la participación de los diferentes “Gaia”, deben dejar de ser nombres en las cos-
sujetos de la sociedad, incluyendo la interven- movisiones locales y étnicas de algunos pueblos
ción de la naturaleza como un sujeto más con y constituirse en un criterio fundamental para
derechos propios, ha sido una postura que es relacionarnos con nuestro entorno. Los dere-
un hecho en pequeñas comunidades en nuestro chos de la naturaleza, las posibilidades que nos
país. Resulta sumamente iluminador este imagi- ofrece para una sociedad del buen vivir, su sos-
nario de colectividad correlacionada con el en- tenibilidad y el aseguramiento de un equilibrio
torno como sujeto sociocultural. ambiental, están condicionados por la forma
en que nos relacionamos con ella. Si la tierra y
En este sentido, hacer las paces con el otro y nuestro hábitat constituyen parte fundamental
construir un “nosotros pacífico” implica igual- de nuestra sociedad, la paz solo será posible y
mente hacer las paces con la tierra. Contar sobre todo duradera cuando garanticemos una
con ella y con toda la vida que la naturaleza relación también pacífica con nuestro entorno.
Construir una nueva ruralidad como epicentro del
desarrollo humano integral y sustentable

El campo colombiano ha sido el territorio don- como ciudadanos de segunda categoría. Las
de se ha vivido la mayor parte y la más cruda relaciones con ellos han sido infantilizadas y
violencia, consecuencia de esta guerra cincuen- subordinadas con relación a sus derechos y su
tenaria. Pero más aún, la población rural ha sido participación en el escenario nacional. Solo has-
víctima de unas prácticas históricas de inequi- ta hace muy poco, la dinámica de la política so-
dad social. Esto se refleja en la ausencia efec- cial había sido construida para una ciudadanía
tiva y sistemática del estado en muchas de las entendida esencialmente urbana, en tanto que
regiones campesinas del país, especialmente de lo rural fue quedando más y más atrás. Esta si-
las más apartadas de los centros urbanos. De la tuación ha sido la causa más visible y dramática
misma manera, se evidencia una serie de pro- de la violencia. 235
blemáticas que requieren un trabajo intensivo
Socialmente conocemos muy poco de las di-
y sin precedentes para solucionarlas a fin de re-
námicas identitarias y prácticas colectivas del
ducir esta brecha. La limitada o ausente infraes-
tructura de comunicaciones y vías, la falta decampesino colombiano. Es muy difícil encasi-
llar en una sola categoría a una población hete-
servicios públicos los sistemas de atención y sa-
rogénea, cuya identidad no está situada en cues-
lud precarios, el gran desequilibrio entre el valor
de comercialización de los productos agrícolastiones étnicas, ni en patrones geográficos. Los
elementos centrales que podrían constituir su
en su producción y los de la comercialización al
Momento cultural durante el II
diferenciador social están principalmente aso-
usuario final y sobre todo los bajos niveles de Congreso Edificar la Paz.
ciados a su relación con la tierra y con el agro.
calidad en la educación rural, son entre muchos
otros los problemas que debemos que resolver Pero más importante que esta filiación tectó-
de manera eficaz y expedita para superar talesnica hay que resaltar un cúmulo de prácticas
diferencias y crear condiciones estables para colectivas, solidarias, arraigadas en un sentido
una sociedad en paz. de comunidad que tiene a los miembros de un
grupo determinado como principales actores
Culturalmente los imaginarios sociales (prin- en la solución de sus necesidades compartidas
cipalmente urbanos) sobre el campesinado y sus problemáticas comunes.
colombiano, han hecho que los entendamos
 Si queremos hablar de una nueva ruralidad para
Colombia necesitamos resignificar la compren-
sión y el valor del campesinado colombiano,
valorarlo y reconocerlo culturalmente como un
grupo que tiene en sus prácticas las posibilida-
des de aportar al desarrollo humano integral y
entender la ciudadanía rural como una alterna-
tiva digna y viable de ser colombiano.
La ruralidad, más allá de un espacio físico de-
terminado, es un contexto interrelacional que
ha sido por mucho tiempo el escenario privi-
legiado de la violencia, la injusticia social, la
desigualdad, la exclusión y la falta de oportu-
nidades. Una nueva ruralidad implica una nue-
va comprensión de esa relación articulada con
lo urbano, una dignidad renovada de un cam-
pesinado diverso y un escenario fundamental
para apuestas de desarrollo humano integral
y sostenible, con dinámicas colectivas de res-
titución de dignidades y de oportunidades, de
reparación y de reconocimiento de su apor-
te sustancial, a través de una apuesta integral,
económica, cultural, productiva y fundamen-
talmente educativa.

236
El padre Enrique Castillo fue el puente para el
trabajo conjunto de la Universidad con la Fundación
Carta de la Paz a las Naciones Unidas. Su biblioteca
de 25.000 volúmenes reposa en la biblioteca de la
Universidad de La Salle.
Si queremos hablar de una nueva ruralidad para
Colombia necesitamos resignificar la comprensión
y el valor del campesinado colombiano, valorarlo
y reconocerlo culturalmente como un grupo
que tiene en sus prácticas las posibilidades de
aportar al desarrollo humano integral y entender
la ciudadanía rural como una alternativa digna y
viable de ser colombiano.
 237

Diferentes movimientos sociales

participaron en el Congreso.

238
La Universidad propicia los espacios para que se forje
la participación y el debate con el fin de contribuir a la
construcción colectiva para edificar la paz.
Fotografía: egresados lasallistas en el 1er. Encuentro
Nacional de Egresados Unisalle.
Crear nuevos lenguajes, símbolos, estéticas y éticas de
relaciones culturales como marco de una escuela social
para la cultura de la paz
Quizás el mayor de los retos que tenemos en
Colombia de frente a la construcción y con-
solidación de una paz perdurable y sostenible,
es la de generar cambios culturales profundos
que nos permitan otras prácticas relacionales,
otros parámetros sociales no-violentos, otros
imaginarios sobre la convivencia y el desarro-
llo, otros valores que destaquen las bondades
colectivas de la humanidad.
Colombia, más allá de estos últimos 50 años, ha
tenido una historia en la que los momentos ge-
nerales de paz han sido escasos desde la llegada
de los europeos a nuestras tierras. La organiza-
ción social de la conquista y la colonia marcó
una estructura que regulaba los procesos en
beneficio de una élite minúscula y de espaldas a
un grueso de la población que, al margen de es-
tas políticas para pocos, tuvieron que construir
un ideario colectivo muy regional y por fuera de
los principios definidos hasta el momento. Los
procesos de colonización de los territorios que
hoy constituyen Colombia, fueron consecuen-
cia de un desplazamiento voluntario o forzado,
pero siempre en huida de patrones sociales dis-
criminatorios y alienadores. El resultado: una
inmensa desigualdad, un Estado a la medida de
una élite, una población invisibilizada y dejada a
su suerte en la forma de construir sus propias
reglas para vivir juntos. Con el paso de los años,
la política se convirtió en una pequeña ventana
de oportunidad para acceder a estabilidad social
mediante la lógica de los favores y no de los de-
rechos. La cristiandad, empleada como instru-
mento para hacer inculturación del modelo ex-
tranjero se constituyó en un acervo que proveía
esperanza en medio de la marginación.
Todos estos eventos de injusticia e inequidad
constituyeron un marco que ha alimentado y
reforzado esta cultura marginal, facilista, clien-
telista, oportunista y violenta.
No obstante, a lo largo de esta misma historia,
por decirlo de algún modo general, diferentes
grupos y comunidades locales han apostado y
vivido siempre alternativas con procesos inclu-
sivos, de convivencia y justicia, de solidaridad y
compromiso, y sostenibilidad grupal y colegiada.
A pesar de lo gris que puede ser la herencia so-
cial de nuestra historia general, existen muchas
otras historias antiguas y contemporáneas, alter-
nativas y locales, que nos permiten ver una luz
más adelante y constituyen posibilidad de acción.
 239

Video: Petra de Llanos,

Hispanista Universidad de Radio y
Comunicación de Pekín.

Hoy, la tarea social más
grande que tenemos como
sociedad colombiana es la
de convencernos de que el
destino de Colombia, el fin de
240
la guerra y una paz duradera,
no va a venir de un dirigente
carismático o de un puñado de
personas que tengan el poder
de decisión. Esto se dará de la
mano de la sociedad entera.
Esas pequeñas formas grupales, esas fuerzas
colectivas, han venido creciendo y haciendo que
gane terreno una nueva consciencia sobre lo social.
Tales señales sociales las hemos visto de forma
casi imperceptible en nuestro entorno y son
aquellas que han ingresado definitivamente en
la reflexión y el debate nacional sobre una nue-
va forma de entender lo social. Es claro que
aún parece que no tienen la fuerza suficiente
para generar un cambio estructural de nuestras
prácticas, pero sin duda ha avanzado de forma
significativa en los últimos años.
Hoy, la tarea social más grande que tenemos
como sociedad colombiana es la de convencer-
nos de que el destino de Colombia, el fin de la
guerra y una paz duradera, no va a venir de un
dirigente carismático o de un puñado de per-
sonas que tengan el poder de decisión. Esto se
dará de la mano de la sociedad entera.
Así que debemos tomar consciencia y dejar de
esperar al borde del escenario social a ver qué
sucede. El cambio social está en manos de la ciu-
dadanía, del pueblo, de todos nosotros. Para esto
la primera gran apuesta es la de cambiar nuestros
marcos simbólicos y valorativos que determinan
culturalmente nuestro comportamiento.
Toda nuestra sociedad está atravesada por un
imaginario de la violencia. El principal síntoma
de esto es quizás la falsa percepción generali-
zada de que no somos parte del problema. Al
no ser conscientes de esto, transferimos y re-
plicamos a la sociedad una serie de prácticas,
lenguajes y actitudes que prolongan estas situa-
ciones. Para hacer que la paz sea posible, debe-
mos tomar consciencia profunda y sistemática
en que aspectos como el lenguaje cotidiano, los
gestos y los símbolos tienen un poderoso efec-
to determinador de la cultura. Que las prácti-
cas tolerantes, pasivas y las omisiones frente a
los actores y los actos violentos son ejercicios
que generan y reproducen violencias.
Necesitamos comenzar a crear sistemática-
mente escenarios de participación donde de-
mos rienda suelta a la creatividad en la creación
de símbolos sociales que sean germen de paz.
Necesitamos escenarios y contextos que como
laboratorios sociales, permitan que las perso-
nas puedan construir y aprehender nuevas for-
mas no-violentas de relacionarnos. Se requiere
que las grandes instituciones sociales, genera-
doras de principios, de opinión y de imagina-
rios sociales, aúnen esfuerzos por construir un
imaginario de una Colombia diferente.
Los medios de comunicación, las instituciones
educativas, la familia, la comunidad y todos los
círculos culturales, son agentes que tienen la
capacidad, o bien de perpetuar o reproducir un
imaginario violento, o bien de cambiar las con-
diciones para que la paz sea una opción ética-
mente pertinente y valorada positivamente por
nosotros. El lenguaje y el arte son medios fun-
damentales para resignificar nuestra realidad y
reprogramar nuestros imaginarios sociales. Las
habilidades para la convivencia pacífica se de-
sarrollarán solo en los espacios de interacción
donde podamos constituirnos como sujetos
sociales no violentos.
Pensar una democracia basada en la participación activa e
igualdad de oportunidades para todos

La gran pregunta de la sociedad contemporánea global ante los

cambios vertiginosos y la ruptura del paradigma moderno es
cómo podremos vivir juntos en un mundo cambiante, de identi-
dades múltiples y con procesos sociales líquidos que no son fáciles
de asir y comprender. Esta pregunta no es ajena a nuestra realidad
local colombiana y tiene unos matices especiales que cobran ma-
yor relevancia en nuestro camino hacia la paz.
La sociedad moderna se construyó sobre el imaginario de un
modelo ideal de sujeto y de ciudadano. La participación en esta
sociedad se garantizaba en la medida en que las personas se asi- 241
milaran a dicho proyecto, por lo que esa fue la tarea de los miem-
bros de la sociedad, ayudados, entre otros, por las normas, las
prácticas sociales y la educación. Hoy sabemos que una conse-
cuencia de este imaginario fue la configuración de una serie de
grupos humanos que quedaron en una marginalidad invisibiliza-
da. Dicho modelo de modernidad, implantado en una sociedad
como la nuestra que ya se había configurado altamente desigual,
agudizó estas diferencias y condenó a la marginación a un grue-
so de la población que desarrolló sus propias dinámicas de resis-
tencia y de supervivencia sin la necesidad de hacer parte de este
modelo social unificador.
Cada vez se ha vuelto más usual ver dos dinámicas sociales di- Video: Alfredo Sarmiento, experto en
sociadas que reflejan un síntoma claro del deterioro del mode- desarrollo rural, social y comunitario.
lo democrático vigente, más exactamente de las prácticas que
están vinculadas a la comprensión del ejercicio de la democra-
cia. Ritualmente elegimos nuestros representantes y líderes de
gobierno, mientras que cada vez más sentimos que simple-
242

“Repensando Democracias” fue uno de los cinco ejes temáticos del

Congreso en el que participaron expertos nacionales e internacionales,
en la foto aparecen los senadores Antonio Navarro Wolf, Claudia López
Hernández, el presidente de la Fundación Carta de la paz, Jordi Cussó, y
el reconocido académico Arturo Escobar.
mente no nos representan. Las acciones y
medidas de hecho se han ido constituyendo
en la receta cotidiana para pedir solución a
las diferentes problemáticas y el grupo po-
lítico dirigente, quien debería intervenir en
esta mediación para representar nuestros
intereses, está cada vez más al margen de
tales eventos.
La emergencia de los grupos y colectivos diver-
sos, y el reconocimiento constitucional de su
agencia y su presencia activa en el escenario na-
cional, han presionado paulatinamente aumen-
tando la tensión entre las formas hasta ahora
representativas y la creciente tendencia a movi-
mientos de participación directa. Los modelos
tradicionales democráticos asimilan muy bien
las diferencias particulares e individuales de
los sujetos pero no han construido formas efi-
cientes de incorporar las diferencias colectivas.
Adicionalmente, ha ido aumentando la cons-
ciencia positiva sobre los derechos, sobre las
necesidades de los grupos humanos de nues-
tra sociedad y, sobre todo, sobre las prácticas
públicas inadecuadas, ilegales o corruptas que
afectan los intereses de todos.
En Colombia, la negación del otro y la conde-
na a la diferencia ha tenido un costo histórico
y social muy alto. Ha generado resentimientos,
injusticia, exclusión y silenciamientos. Por lo
tanto, caminar hacia el posconflicto y la con-
solidación de la paz implica necesariamente
aprender a reelaborar estas relaciones, garanti-
zar formas eficaces de participación en igual-
dad de condiciones y consolidar procesos de
inclusión social que permitan dignificar y reco-
nocer la acción protagónica de la sociedad.
Por eso para construir la paz todos y cada uno
de nosotros somos necesarios. Debemos ase-
gurar en todos los niveles, los medios para que
los miembros de comunidades, barrios, comu- El trasfondo del asunto de la
participación y la democracia
nas, familias, regiones, etc., sientan que hay es- 243
no está simplemente en la
pacios reales donde es posible aportar su cuota discusión sobre cuál modelo es
de paz, su iniciativa, sus esperanzas. En los lu- más viable, sino una necesidad
gares y con los grupos donde menos ha habido que está en la base de la
oportunidades debemos aunar más esfuerzos construcción de lo social.
para garantizar la inclusión activa. Las formas
de la construcción democrática de la paz, los
mecanismos y las motivaciones, requieren ser
repensadas creativamente para que la voz de
todos sea reconocida.

244
43 expertos nacionales e internacionales participaron
colaborativamente en la construcción de una reflexión
que aportara a las dinámicas de construcción de paz.
Hacer memoria y recordar para aprender, crecer,
reconciliar, mirar hacia adelante y encontrar razones
para construir un mundo diferente
Cuando se piensa en la historia que estudiamos
en los colegios, seguramente viene a nuestra
memoria una serie relacionada y organizada de
fechas, lugares y acontecimientos que han sido
decisivos en la humanidad, la del mundo o la
de alguna nación en particular. Por lo general
esos elementos “decisivos” están relacionados
con una disputa, una guerra, una revuelta o un
personaje muerto. La historia de los inventos,
de los grandes desarrollos de la humanidad, de
los logros en el campo del arte o de las huma-
nidades, de las cosas positivas de la experiencia
humana, parece hacer parte más de la cultu-
ra general o de disciplinas específicas que de
la historia misma.
En el caso colombiano, los textos de historia
están salpicados de conflictos, guerras, revuel-
tas, sangre y mártires de toda índole. Es una
historia de buenos y de malos, una historia de
causas y caudillos. Es una historia en donde pa-
reciera que cada vez que surge una voz de espe-
ranza es silenciada. Y efectivamente ha sido así.
Nuestra historia está marcada por diferentes
violencias causadas unas y otras por religión,
política, poder en territorios, ideologías e inte-
reses de particulares.
Al dejar la historia general y profundizar en los
relatos y las historias locales, también encon-
tramos un escenario sombrío. Un insondable
número de víctimas que han sido silenciadas,
no han sido tenidas en cuenta y han tenido
que seguir adelante. Tenemos infinidad de re-
latos, de rabias guardadas y añejas, historias
de desesperanza de quienes han aprendido a
subsistir independientemente de lo que pase
más allá de sus contingencias cotidianas. Es-
tas voces, estas historias, han tenido mucho
en común. No solo que hayan sido víctimas,
sino que esperan no ser dejadas de lado en la
reconstrucción de los procesos colectivos y
desean no ser calladas, desvirtuadas y subva-
loradas en sus tragedias.
En los procesos que implican la instauración
de la paz, la historia es fundamental por dife-
rentes razones. La primera de ellas es que es
necesario hacer memoria; mas no solo la me-
moria de los triunfadores ni la memoria de la
guerra, sino también la memoria del sufrimien-
to, de los invisibles, de las grandes pérdidas y
por sobre todo de los grandes aprendizajes. Se
requiere una historia donde el pasado tenga la
función de asegurar un futuro diferente. Una
 245

Video: Francesc Torralba, catedrático

de Ética de la Universidad Ramón Llull
(España).

Nuestra historia no es simplemente
un único relato cronológico de la
guerra o el conflicto en nuestros
territorios. Es principalmente un
246
cúmulo innumerable de relatos, de
memorias, de experiencias de miles
de personas que han encontrado
en sus cotidianidades, razones
para apostarle una y otra vez a la
esperanza.
historia donde se construya una sabiduría co-
lectiva del caminar de un pueblo. Una segunda
razón es la necesidad de rescatar la verdad. La
verdad sobre los hechos y sobre las personas.
La verdad sobre todo de las víctimas. Esta ver-
dad implicará asumir responsabilidades que an-
tes se habían evitado de soslayo. Una verdad
que permita a todos los actores sociales invo-
lucrados en cada hecho histórico una voz com-
plementaria y abierta al diálogo.
Por eso, hacer memoria es recopilar los hechos
desde las visiones de todos sus actores. Es de
anotar que un generador de violencia y de los
resentimientos sociales ha sido precisamente
que en diferentes momentos de este acontecer
del conflicto se ha negado la verdad. Se ha di-
cho “esto no pasó” o “estos no existieron”.
El gran giro que tenemos que dar en la cons-
trucción de la historia es que la memoria no
es solamente un ejercicio de mirar hacia atrás.
No puede ser solo eso. La memoria debe ilumi-
nar el camino hacia adelante. Debe encontrar
los elementos esenciales en la experiencia que
nos permitan trazar nuevas rutas, que permitan
a los actores de la historia, confrontarse, en-
contrarse y reconciliarse para seguir adelante.
La historia no puede ser más una actualización
permanente de los errores y de los odios. No
puede ser unidimensional y univoca.
Nuestra historia no es simplemente un único
relato cronológico de la guerra o el conflicto
en nuestros territorios. Es principalmente un
cúmulo innumerable de relatos, de memorias,
de experiencias de miles de personas que han
encontrado en sus cotidianidades, razones para
apostarle una y otra vez a la esperanza.
Esos relatos, esas memorias, son tanto más va-
liosas cuanto más nos enseñen a aprender de
nuestros errores, a garantizar que no se volve-
rá a repetir este ciclo vicioso de la violencia, a
encontrar razones para la esperanza, a caminar
hacia adelante con actitudes renovadas. A pa-
sar la página para escribir una buena historia en
nuestras vidas y sobre todo en las vidas de los
que nos sucederán.
Asistentes al evento durante la visita a la Galería
de experiencias.
Atisbos de futuro para la
Universidad de La Salle

5
250

La Universidad deberá centrar esfuerzos en la

construcción de nuevas aproximaciones didácticas y
pedagógicas tanto para la creación de ambientes de
aprendizaje en la educación superior como para la
educación básica y media.
Atisbos de futuro para la Universidad de La Salle
L a celebración de 50 años de historia de
una institución que se ha ido haciendo
poco a poco con el aporte de muchas
personas que fueron trazando y construyendo
sueños, es un momento excepcional para de-
linear algunos temas que emergen como im-
portantes en este momento. En ningún caso se
trata de un asunto de futurología ni mucho me-
nos de predicciones, sino más bien de recuperar
algunas dinámicas que ya existen y que podrían
atisbar caminos a recorrer en los próximos años
en la Universidad de La Salle.
No obstante, las condiciones históricas actua-
les —mucha veces imprevistas y aceleradas—,
el cambio rápido de las generaciones y, por su-
puesto, la relación de los grupos humanos con
las instituciones, tienen la posibilidad de modifi-
car abruptamente las mismas dinámicas y plan-
tear otras nuevas para las que no siempre se está
preparado. Sí estoy convencido de que la “idea
de universidad”, tal como lo expresara Newman
hace más de 150 años, seguirá evolucionando y,
nunca sabemos, podrá cambiar radicalmente lo
que hoy conocemos como universidad.
Así, sin ánimo de condicionar caminos ni
señalar los derroteros, me permito algunas
reflexiones que podrían ayudar a la discusión
y, acaso, a encontrar o reposicionar los esce-
narios en los que la Universidad de La Salle de
Colombia debería continuar siendo una institu-
ción inmersa en la historia del país, respondien-
do a sus anhelos y necesidades.
La Universidad es una obra
de la Iglesia y de La Salle
251
Nuestro Proyecto Educativo y el Estatuto Or-
gánico lo expresan con contundencia: “Somos
una universidad, católica y lasallista”. Las tres
palabras constitutivas de esta declaración, de
entrada, plantearían demasiados interrogan-
tes, desde qué significa ser universidad como
los adjetivos que la califican: la catolicidad y la
lasallanidad. Siempre he defendido la idea de Iglesia de la Santa Cruz, sede Centro.
que una sociedad plural demanda la existencia
de personas e instituciones que tienen clara su
identidad. En esto consiste buena parte de la
pluralidad: que en una sociedad democráti-
ca los ciudadanos puedan escoger su partido
político, su religión, su gobierno, la manera
de organizar su vida privada, y mil cosas más,
en el marco de acuerdos fundamentales com-
partidos que permitan defender los derechos

252
El coro es uno de los grupos
representativos de la Universidad en el
que se promueve la identidad lasallista
y la formación integral.
inalienables a la libertad, la democracia, el res-
peto a la vida, y los valores concomitantes.
Las identidades bien definidas ayudan a acre-
centar el sentido de diversidad y de posibilidad
de opciones. Así, la universidad estatal ha de
ser laica porque esa es la naturaleza del Estado.
También habrá instituciones de gestión privada
con este carácter, otras afiliadas o cercanas a
opciones políticas definidas y, por supuesto, las
instituciones confesionales que tienen un mar-
co de referencia particular como horizonte de
sentido y propuesta formativa.
De esta manera, la catolicidad y la lasallanidad
serán siempre referentes que deben ser releí-
dos, enriquecidos, profundizados, manifesta-
dos y asumidos en la propuesta formativa de
nuestra Universidad. Se precisa ir más allá de
los signos que lo expresan o los discursos que
lo declaran. Aquí siempre debemos remitirnos
a las raíces inspiradoras y los valores y actitudes
que de ellas emanan más que las palabras va-
cuas o los símbolos carentes de significado. Sin
duda que esto implica hacer realidad operante
el continuo diálogo que debe darse entre la fe,
la razón y el compromiso social y político y,
otro consecuente y no menos importante, que
es el diálogo entre ética y ciencia.
El Evangelio es mucho más que una doctrina
religiosa: es una fuente inagotable para pensar
el misterio del ser humano —la persona, el
modelo económico, los valores sociales y polí-
ticos, la concepción de desarrollo y las relacio-
nes humanas—. Pero nunca debemos olvidar
que el Evangelio es una propuesta que siempre
cuestionará la cultura así como los alcances del
uso de las tecnologías y de la producción de co-
nocimiento; tiene en sí mismo una dimensión
contracultural que no solo inspira sino que ins-
ta a la toma de decisiones y de posturas frente a
las grandes problemáticas que enfrenta la vida,
el hombre y la mujer, la producción, la econo-
mía, la política, la sociedad, la ciencia, y toda
otra dinámica de cada momento histórico. Esto
no debe soslayarse en una institución que se
autodefine como “católica” sino que tiene que
constituirse como una permanente revisión del
significado de su identidad en cada contexto y
momento de la historia.
De la misma manera, la lasallanidad de la Uni-
versidad es una reflexión que continúa y se
construye sobre su propia catolicidad. Juan
Bautista de La Salle creó, en su época, la “es-
cuela cristiana” como espacio para la educación
y formación de los niños y los jóvenes, hijos de
los artesanos y los pobres, para que desde los
valores del Evangelio fueran ciudadanos y hom-
bres virtuosos, productivos y ‘buenos cristia-
nos’. Desarrolló, entonces, una aproximación
particular al acto educativo fundado en una re-
lación pedagógica inspirada en los valores de la
fe, la fraternidad y el celo que inspiró conse-
cuentemente una espiritualidad de la educación
de carácter laical.
La lasallanidad de la Universidad, de cara al
futuro, se enriquecerá en la medida en que los
temas medulares como el servicio educativo de los pobres por la
educación, la relación pedagógica situada, la creación educativa, el
papel del laicado y la espiritualidad de la educación cristiana sean
temas persistentes en la reflexión de la Universidad. Es decir, una
tarea pendiente: poder hacer una relectura situada y sistemática del
pensamiento lasallista en la educación superior. Hasta ahora hemos
hecho transposiciones descriptivas y metodológicas, más o menos
adecuadas y pocas veces críticas y propositivas para la tradición la-
sallista en la educación superior.

Asegurar el servicio educativo de

los pobres

El gran desafío de la Universidad es continuar siendo un proyecto de

calidad reconocida, al tiempo que incluyente y accesible a los grupos
humanos más vulnerables y con menor posibilidad de acceso a la edu- 253
cación superior. La educación de calidad es costosa así, sin duda, el reto
es colosal. Lograrlo implica poder agenciar el equilibrio entre accesibi-
lidad, inclusividad y sostenibilidad financiera, encontrando fuentes de
financiamiento diferentes a la matrícula y gestionando proyectos y
convenios con empresas y organismos gubernamentales y no gu-
bernamentales, nacionales e internacionales.
No obstante, la sola propuesta incluyente no es suficiente si no está
acompañada de un proyecto comprometido con las causas socia-
les de la justicia, la equidad y los derechos humanos. Las posibilida-
des de la Universidad a través de las disciplinas, la investigación, el En la inducción, los estudiantes neolasallistas participan
compromiso social, la extensión universitaria, la presencia académica en diferentes actividades, las cuales son una oportunidad
y científica son inmensas para enriquecer la reflexión nacional sobre de encuentro, conocimiento y acercamiento con la
comunidad universitaria de La Salle.
temas tan sensibles a la realidad colombiana que está necesitada de
propuestas efectivas al problema social, sin posiciones polarizantes,
radicalizadas o fundamentalistas, y en diálogo permanente con todas
las fuerzas y los actores sociales y académicos.

254
Jorge Eduardo Pachón, investigador de la
Universidad quien es invitado permanentemente
por otras instituciones nacionales y del extranjero
y es consultado por medios de comunicación
gracias a su reconocimiento en el tema de
contaminación atmosférica.
De otro lado, el servicio de los pobres ha de educación superior como para la educación
devenir también en un proyecto que genera básica y media. De otro lado, la investigación
conocimiento, que apunta a la superación de la educativa es consustancial a la Universidad
pobreza tanto por las tecnologías que se pue- lasallista; sin embargo, se trata de búsqueda
dan implementar como por la apropiación del de nuevas aproximaciones metodológicas y de
conocimiento científico por parte de grupos investigación propositiva más que proyectos
que pueden apalancarse en él para producir y meramente descriptivos o históricos.
generar riqueza que mejore las condiciones de
quienes viven en la periferia del desarrollo y la La investigación que acerque la teoría econó-
vida digna. mica al desarrollo integral y sustentable, la bús-
queda de la equidad, los modelos económicos
solidarios, y la economía social de mercado de-
Incursionar en la berán ser el norte de las ciencias económicas y
investigación de alto nivel e administrativas en la Universidad. El desafío de
impacto social cerrar la brecha y la consecuente construcción
de una sociedad más equitativa han de ser ense-
La Universidad deberá continuar, acrecentar y ña y elemento central del posicionamiento de la
convertir en cultura institucional la razón de ser Universidad de La Salle.
de su investigación para responder preguntas
que estén relacionadas con el desarrollo hu-
mano integral y sustentable. En otras palabras: La construcción de la paz
investigación con propósito, pertinente y útil. como compromiso evidente,
Esto implicará siempre el favorecimiento de te- fehaciente y público
mas relacionados con la nutrición, la inocuidad
y seguridad alimentaria; el cuidado del medio La Universidad de cara al futuro debe continuar
ambiente privilegiando temas de agua y aire; la su presencia y compromiso en los procesos so-
protección y uso racional de la biodiversidad; ciales que buscan la paz y la manera de hacerla
la producción agropecuaria limpia y ecológica- sustentable. Si en el presente ha hecho público
mente compatible; la salud bajo el entendimien- —y obrado en consecuencia— su apoyo a la ne-
to de “una salud”, y el hábitat sustentable. gociación política para la terminación del con-
Asimismo, en campos más cercanos a las cien- flicto armado, hacia el futuro próximo y lejano
cias sociales, la Universidad deberá centrar —por el lugar social de la Universidad y por sus
esfuerzos en la construcción de nuevas aproxi- opciones académicas, sociales, y políticas— de-
maciones didácticas y pedagógicas tanto para berá estar del lado de quienes se comprometen
la creación de ambientes de aprendizaje en la en las soluciones pacíficas a los conflictos.
La Universidad ha dejado claro que la paz es mucho más que la ne-
gociación política del fin de este conflicto que ha acompañado la his-
toria de Colombia y, coincidentemente, la historia de la Universidad:
50 años de guerra fratricida. Solo habrá paz si la sociedad se trans-
forma y se crea un país más democrático que se expresa en la lucha
concitada por la equidad y la justicia social, la mejor distribución de
la riqueza, la educación de calidad y la democratización del conoci-
miento como caminos seguros a la prosperidad y las oportunidades.
De muchas maneras, la Universidad ha profesado la convicción
de que la paz de Colombia pasa por el desarrollo rural integral y
territorial. Más allá de esta afirmación, se ha comprometido con
el tema tanto por las acciones reales como por la asunción de
asuntos conexos como la educación rural, la producción agrícola
y pecuaria y su apertura a las poblaciones rurales. Este espacio de-
bería manifestarse en el cercano futuro en la creación y fortaleci-
miento de sus capacidades para convertirse en referente en temas 255
de desarrollo rural: educación, territorialidad, memoria histórica,
producción, asociatividad y empresa campesina a la vez que en
cadenas productivas.
Así, una universidad arraigada y articulada en la comunidad deberá
ser el escenario donde La Salle encontrará siempre su lugar social
y el espacio donde deberá desplegar las funciones que determinan
su Estatuto: docente, investigativa, de extensión, política y sistémi-
ca. Con otra convicción muchas veces expresada de que, al menos
pensando en la juventud, la reconciliación es posible si media una oportu-
nidad. La Universidad ha de ser creativa en la generación de estas
oportunidades pensando que es una forma expedita y convocante Para que la paz de Colombia sea una realidad es
para dar pasos hacia la reconciliación, compromiso que debe con- necesario el desarrollo rural integral y territorial.
gregar a todos los colombianos y colombianas, no solamente a víc-
timas y victimarios, porque aquí todos tenemos que reconciliarnos
si de veras queremos una paz estable y un país ciertamente mejor.
 The network of Lasallian
higher education
institutions around the
world. IALU actively
supports the promotion
of the educational
vision and charism of
256 St. John Baptist de
La Salle by facilitating
innovative opportunities
for collaboration,
research, exchange and
development among its
member institutions.

En marzo de 2015, la Universidad fue sede de la XI Reunión de la IALU (International

Association of Lasallian Universities) una red mundial de la que la Universidad hace parte.
La reunión contó con la presencia del Hermano Robert Schieler, Superior General del
Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
Una institución que arriesga
en la creación de proyectos
de educación superior de alto
impacto social
Utopía es una expresión de lo que es posible
y necesario hacer para aunar la educación de
calidad, el desarrollo rural y la construcción de
la paz. El proyecto quijotesco de la replicación de
Utopía en otras zonas del país de alta ruralidad en
los temas de agroindustria, agroforestería, pro-
ducción animal, y formación de maestros rurales,
es una posibilidad de continuar encontrando res-
puestas novedosas para la cohesión territorial y
social del país.
Será también un punto de partida para mirar las
posibilidades de las asociaciones público-priva-
das en educación superior, y un aporte funda-
mental para la construcción de la paz creando
oportunidades para los jóvenes de las zonas
rurales que requieren un tipo especial de acom-
pañamiento tanto para ser exitosos en la vida
universitaria como también para servir a sus re-
giones en la medida en que un buen grupo de
ellos podría ser factor preponderante del desa-
rrollo local en la nueva Colombia rural, integra-
da a todo el país y que ofrezca a sus habitantes
condiciones de dignidad para su vida y para ha-
cer del campo colombiano un lugar apetecible y
un polo real de desarrollo.
En este contexto, hay una reflexión que toda-
vía es incompleta pero que pareciera mostrar
que la universidad del inmediato futuro ten-
drá no solamente un fuerte componente vir-
tual sino que es pensable que se desterritoria-
lice totalmente hasta avanzar a lo meramente
virtual. Así, caben muchas preguntas, ¿será la
universidad virtual, presencial o un híbrido?,
¿cómo entender en tales escenarios la rela-
ción pedagógica, la fraternidad, la solidaridad,
la construcción de comunidad académica y
comunidad humana?, ¿cómo avanzar en
tal dirección?
La internacionalización
como cultura
El camino recorrido en la Universidad ha ido
257
mucho más allá de la instalación de procesos
de movilidad, de la presencia de académicos
extranjeros y de compartir proyectos a nivel
internacional. Al ver al horizonte, se trata de
crear una cultura que amplíe las miradas de es-
tudiantes y profesores, para que comprendan
el mundo global al tiempo que se comprome-
tan con el desarrollo local, que avance signifi- Los criterios propuestos de éxito deberán ser siempre
cativamente en el bilingüismo como destreza consecuentes con el modelo educativo, los valores
fundamental para el aprendizaje, la comunica- institucionales y las opciones de la Universidad:
Escuela de Gobierno.
ción y el intercambio.
La internacionalización debe ser vista en doble
vía, no solamente en la estrecha perspectiva de
salir a conocer otros mundos. En esto, como
lo es en una relación pedagógica sana: todos
tienen algo que aprender pero también algo
que enseñar. La Universidad de La Salle será
 un buen destino académico si potencia los temas de investigación
señalados atrás, especialmente de biodiversidad y temas climá-
tico-ambientales y agropecuarios, pero si paralelamente provee
a los potenciales estudiantes y profesores extranjeros una expe-
riencia de encontrar un país con especificidades culturales e his-
tóricas propias. No se puede caer en la tentación de ofrecer un
remedo de universidad extranjera en territorio colombiano, sino
de una universidad colombiana, comprometida con una realidad
y una historia propia, que enriquece el proceso formativo de
quienes vienen por estos trópicos, y hace ciencia y docencia en
un contexto particular.
La Universidad de La Salle deberá ser también un polo de atracción
de un voluntariado internacional que aporta experiencias signifi-
cativas para el crecimiento personal, profesional y científico en un
contexto de compromiso con la construcción de un mundo mejor,
258 en paz, equidad y justicia.

Una universidad que asegura y posibilita el

éxito de los estudiantes al tiempo que lo
mide con criterios de compromiso social y
gestión del cambio

La Universidad debe continuar encontrando caminos para que

los estudiantes tengan éxito en su vida universitaria así como
en su vida profesional. El desafío es bajar la deserción a una ci-
fra inferior al 15%, con tendencia a un dígito; este reto debe
convocar a profesores, diseñadores de currículo, animado-
res de pedagogía y didáctica, e impulsar el liderazgo de las
facultades y programas, el de las familias de los estudian-
La universidad debe convertirse en un centro
tes, y de los estudiantes mismos para aunar esfuerzos en su
regional latinoamericano donde se crea
acompañamiento, su crecimiento personal y la búsqueda conocimiento que trasciende las disciplinas y
de oportunidades. propicia la investigación inter y transdisciplinar.
De otro lado, el compromiso se dirige allende
la graduación. Los criterios propuestos de éxito
deberán ser siempre consecuentes con el mo-
delo educativo, los valores institucionales y las
opciones de la Universidad. Resulta obvio que
la educación debe aportarle al profesional el
mejoramiento de sus condiciones de vida pero,
al mismo tiempo, que profese la convicción de
que el ejercicio profesional tiene una dimensión
importantísima de responsabilidad social, en
términos de compromiso, pertenencia a las co-
munidades, defensa de la democracia, inserción
en los temas de desarrollo local y conciencia
ciudadana responsable para la construcción de
lo público. En su aproximación integral y com-
prensiva, el éxito habrá de entenderse con con-
notaciones de compromiso e involucramiento
con los procesos políticos de la ciudadanía res-
ponsable y democrática.
Una universidad que integra
las ciencias y las profesiones,
y crea conocimiento
interdisciplinar que trasciende
las propias disciplinas
La universidad debe convertirse en un centro
regional latinoamericano donde se crea cono-
cimiento que trasciende las disciplinas y propi-
cia la investigación inter y transdisciplinar, es-
pecialmente en el abordaje y en la producción
científica sobre los fenómenos y dinámicas del
desarrollo humano integral y sustentable. Esta
aproximación implica la articulación y conexión
constante con los actores locales y regionales,
empresas y organizaciones sociales y políticas,
gubernamentales y no gubernamentales.
Las dinámicas actuales y los cambios de para-
digmas en las ciencias, la política, el gobierno,
la democracia, los modelos económicos, y los
problemas ambientales, invitan y exigen aproxi-
maciones diferentes a los fenómenos humanos y
naturales. Pensar y optar por la inter y la trans-
disciplinariedad es más que una posición episte-
mológica. Debe ser una cultura que impregne la
vida universitaria, las relaciones entre investiga-
dores y comunidades, entre ciencias y profesio-
nes, entre profesores y estudiantes, entre univer-
sidad y contexto. Este es un desafío enorme que 259
debe ser conscientemente asumido y practicado.
El desarrollo rural: un tema
del corazón de la Universidad
Las fortalezas de la Universidad en Ciencias
Agropecuarias, Ciencias Económicas y Sociales,
Ciencias de la Educación, Biología e Ingeniería, La Universidad de La Salle, a través
de sus diferentes facultades, cumple
entre otras, son un baluarte para asumir el tema
un trabajo social con la comunidad.
del desarrollo rural como un nodo de la acción
universitaria de cara al futuro. Hemos profesado
la convicción de que la paz de Colombia pasa
por el Desarrollo Rural y esto implica apoyar su
consolidación e iniciativas para hacer del campo
una fortaleza del país. Sin embargo, hoy, cuando
hablamos de desarrollo rural, hemos de entender
que el territorio es el enfoque desde el cual hay
que asumirlo.
 Así, el territorio —entendido más allá del espa- sigue teniendo no solamente un gran impacto producción limpia, la investigación al servicio
cio geográfico y que comprende aspectos como en la economía rural y presenta oportunidades de la transformación social y productiva, la in-
las comunidades que lo habitan con sus espe- importantísimas para los agronegocios en un clusión como política constante, y la presencia
cificidades, las tradiciones, las culturas locales, mundo que demanda alimentos y en el que Co- en los escenarios de propuesta para la consoli-
las cadenas productivas— debe ser el corazón lombia podría ser una potencia mundial. dación de la paz, confluyen en un gran proyec-
de la política pública que se implemente. Com- to: la innovación social.
prendida la ruralidad desde el territorio, tiene La aproximación comprehensiva que puede te-
mucho sentido pensar la educación y entender ner la Universidad sobre la ruralidad y su desa- Los elementos centrales de la responsabilidad
que haría parte significativa de esta concepción rrollo deberá convertirse en centro de sus preo- social, tal como lo define el Proyecto Educati-
comprehensiva. La educación rural pertinente cupaciones y propuestas. vo, se realizan en los procesos articuladores de
es un motor trascendental para lograrlo. Para- nuestra praxis universitaria: Docencia con perti-
lelamente, Colombia tiene que prepararse para
Innovación social: el gran nencia, Investigación e Innovación con impac-
delinear una política seria para la ruralidad que nicho de posicionamiento y to social, Gestión dinámica de conocimiento,
incluya presencia del Estado, infraestructura, Formación integral para el desarrollo humano,
responsabilidad social de la
y Compromiso con una sociedad más democrá-
cadenas justas de producción y comercializa-
ción, incentivos para que los ciudadanos rura-
Universidad tica y justa.
260 les encuentren razones para permanecer en el Los puntos anteriormente expresados podrían Todos estos elementos podrían sugerir, en el
campo, educación atenta a la realidad y maes- concluir en el papel que la Universidad puede cercano futuro, la creación de un Parque de In-
tros altamente motivados así como justicia y jugar en el país en tiempos de construcción de novación Social donde se puedan estudiar, pro-
seguridad social para hacer atractivo el campo.la paz que sobrepasará la actual generación y yectar e incubar muchas iniciativas necesarias
Es un desafío enorme al que los lasallistas po-que es tarea pendiente después de tantos años para la consolidación de la paz, los procesos de
demos contribuir de manera significativa. de zozobra y violencia. La creatividad en la reconciliación, el desarrollo humano integral y
La producción agrícola y pecuaria, sin ser hoy reconstrucción del tejido social y las propues- sustentable, y la ciencia al servicio de la equidad,
el sector económico exclusivo de la ruralidad, tas para cerrar la brecha, las iniciativas para la la inclusión y la competitividad.

Ciertamente los próximos 50 años de la Universidad de La Salle han

de ser construidos sobre las actuales fortalezas, la vocación trazada
desde su fundación, y la historia recorrida durante este medio siglo:
una Universidad comprometida con la paz y la justicia.
261
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versidad de La Salle. Bogotá.
Universidad de La Salle (2014). Una Utopía Nacional: Hacia un Modelo de Educación Superior Rural para
la Paz y el Posconflicto. Ediciones Unisalle: Bogotá.
264
El libro Universidad de La Salle: 50 años para pensar, decidir y servir
está compuesto en tipos True Type
Familia Helvética y Familia Garamond

Esta obra se imprimió en los talleres de

Cmyk Diseño e Impresos SAS
con un tiraje de 1.500 ejemplares

Universidad de La Salle
Bogotá, Colombia
Mayo de 2015