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El colegio Americano de Doctores y la Artritis Foundation dan

a conocer las siguienetes estrategias para la artritis


reumatoide:

ESTRATEGIAS PARA PERMANECER SANO


Tener AR no significa que esté constantemente enfermo o
con dolor. Significa, empero, que usted y su médico,
preferentemente un reumatólogo, deberán mantenerse
vigilantes de su condición. Con el seguimiento y tratamiento
adecuados, se pueden evitar la mayoría de las
complicaciones no articulares de la AR, o al menos se
pueden reducir.

Hay varios pasos que puede dar para mantenerse tan sano
como sea posible:
1. Visite a su reumatólogo y otros doctores con regularidad.
Quizá no siempre se percate de si su AR está afectando
otros sistemas del cuerpo además de las articulaciones.
Tal vez requiera hacer citas más frecuentes con el
oftalmólogo, el dentista y otros especialistas para
asegurarse de que todos sus órganos y sistemas
corporales funcionen adecuadamente. Mientras más pronto
se detecte algún problema en un órgano o sistema, más
fácil será tratarlo.

2. Ejercicio. Solía pensarse que si tenía artritis, debía


reposar las articulaciones para protegerlas de cualquier
daño. Hoy, los expertos reconocen lo mucho que ayuda el
ejercicio moderado para mantener flexibles las
articulaciones, aumentar la fortaleza y el vigor, y mejorar el
funcionamiento de corazón y pulmones. Colabore con su
médico para desarrollar un plan de ejercicio que sea
adecuado para usted y su condición. En general, los
individuos con artritis deben tratar de ser físicamente
activos por 30 minutos casi todos los días de la semana,
aparte de sus actividades cotidianas. La Arthritis
Foundation ofrece un número de programas de ejercicios
basados en evidencia diseñados para las personas con
artritis. Caminar es la actividad más fácil y posiblemente
una de las mejores para quienes tienen artritis.

3. Descanse cuando y si lo necesita. Si una articulación


está hinchada, adolorida o rígida, el descanso puede
ayudarle a reducir la inflamación. Para preservar la
movilidad de las articulaciones, continúe moviéndose a
tanto como lo permita su amplitud de movimiento. También
puede fortalecer los músculos al apretarlos y soltarlos
después, sin siquiera mover las articulaciones.

4. Dele prioridad a su alimentación. Los estudios científicos


no han demostrado si la dieta altera su artritis. Pero los
ácidos grasos omega 3 pueden reducir modestamente la
inflamación de la AR si se consumen en cantidades
suficientes.

5. Generalmente, mantener una dieta saludable, incluyendo


proteínas magras, calcio y una gama de frutas y verduras,
y suficientes calorías para tener energía, puede ayudarle a
conservarse física, y a menudo, mentalmente sano.

6. Evite o reduzca su consumo de alcohol. El alcohol y la


mayoría de los medicamentos para la artritis no se
mezclan. Lea las etiquetas de los fármacos y hable del
asunto con su doctor.

7. No fume. El tabaco aumenta su riesgo de AR. Si ya tiene


AR, fumar la empeora. Consulte con su doctor cómo dejar
el tabaco.
8. Tome suplementos. Las personas con AR,
particularmente las que toman corticosteroides, deben
ingerir suplementos de calcio (para ayudar a sus huesos) y
multivitaminas con vitamina D (que ayuda al cuerpo a
absorber el calcio). Si su doctor advierte que ha perdido
hueso, le podría recetar algo para reducir la pérdida ósea o
para prevenir pérdida adicional.

9. Busque apoyo emocional externo. Tener una enfermedad


crónica, especialmente una impredecible, dolorosa y
debilitante, puede ser emocionalmente difícil, así como un
reto físico. Comparta sus sentimientos con un grupo de
apoyo o amistades y familiares. Aunque sea normal
sentirse a veces deprimido y con tensión, hable con su
médico si estos sentimientos duran un periodo de tiempo
extenso.

Se desconoce la causa exacta de la AR y por qué algunas


células del sistema inmunológico se desplazan del sistema
vascular e invaden los tejidos de las articulaciones, lo que les
provoca una inflamación. Estas células “invasoras e
inflamadas” se van acumulando en la articulación y van
produciendo otras sustancias como enzimas, anticuerpos y
otras moléculas, que acaban atacando y dañando a la
articulación.

Arthritis Foundation National Office nos brinda la sigueinte


informacion:
Diferencia la AR de otras formas de artritis
Una manera de distinguir la AR de otros tipos de artritis es
por el patrón de las articulaciones afectadas. Por ejemplo, la
AR afecta la muñeca y muchas de las articulaciones de la
mano, pero, por lo general, no afecta las articulaciones que
están más próximas a las uñas. Por el contrario, la
osteoartritis, un tipo de artritis más común, afecta más a
menudo a las articulaciones más próximas a las uñas que
otras áreas de la mano.

Otras articulaciones que pueden verse afectadas por la AR


incluyen:

La espina dorsal no suele ser afectada directamente por la


AR, a excepción del cuello. Otra característica esencial de la
AR es que las articulaciones en ambos lados del cuerpo
tienden a verse afectadas. Es decir, si los nudillos de la mano
derecha están inflamados, es probable que algunos nudillos
de la mano izquierda también lo estén.

El patrón general de las articulaciones afectadas, junto con


ciertos resultados en pruebas de laboratorio o rayos X, hacen
posible que un médico pueda distinguir la AR de otras
afecciones.

Ananya Mandal el 23 de Agosto del 2018 en la revista News


Medical nos brinda la siguiente información:

Epidemiología

La artritis reumatoide (AR) afecta a aproximadamente el 1%


de la población en todo el mundo. Debido a su naturaleza
seriamente debilitante, especialmente en escenarios
avanzados, la carga de la enfermedad es considerable en
términos económicos y de la salud del gasto.
La interacción de factores genéticos y ambientales da como
resultado un sinnúmero de reacciones inmunes, que en última
instancia conducen al desarrollo de sinovitis, daños
articulares, y daño estructural de los huesos. Estos, a su vez,
conducen al dolor, discapacidad y problemas emocionales,
sociales y económicos. Un gran número de manifestaciones
extraarticulares y comorbilidades están presentes en los
pacientes con AR, que conllevan a un aumento de la
mortalidad.

Refiriéndonos a nuestro país, en estudios realizados en


hospitales de Quito y en Guayaquil por Vargas y
colaboradores, se ha podido determinar lo siguiente:
Que la Artritis Reumatoide afecta principalmente a las
mujeres, con una relación de 6,4 mujeres por cada hombre
que padece la enfermedad. En cuanto a los grupos etarios, la
edad promedio fue de 53.6 años, con una edad mínima
temprana de 23 años. El promedio de tiempo transcurrido
desde el inicio de los síntomas hasta el diagnóstico fue de 2
años. El estudio realizado por Mestanza a 1500 pacientes
mayores de 18 años, en una población rural de Quito, la
prevalencia de AR fue de 0.9%.

Las manifestaciones articulares son consecuencia de la


inflamación articular y de las lesiones que ésta origina a
medio y largo plazo. Las más importantes y características de
la AR son las antes referidas: la tumefacción, el dolor y la
rigidez matutina. No obstante, también cabe mencionar otras
que no siempre están presentes o bien no suelen resultar tan
pronunciadas, como el ligero calentamiento en la piel que
recubre las articulaciones afectadas o, más raramente, el
enrojecimiento de la zona.
La tumefacción, el dolor y la rigidez matutina constituyen la
expresión más característica de la enfermedad y, salvo en
algunos casos iniciales, afectan a todas las personas con AR,
aunque con notables variaciones en lo que respecta a su
localización, intensidad y evolución.

La Revista Cubana de Reumatoligia 2016, nos brinda la


siguiente información:
Influencia de la artritis reumatoide
Los índices de artritis reumatoide son más comunes entre las
personas envejecidas entre 40 y 65 años. Sin embargo, esta
enfermedad debilitante puede afectar a personas en cualquier
edad. La gente en sus años 20 o años 30 puede todavía ser
afectada con la condición. En los E.E.U.U. la edad media de
personas con artritis reumatoide es 66,8 años.

Por todo el mundo hay una distribución amplia de esta


condición que afecta a la gente de diversas regiones
diferentemente. Mientras que ésos que viven en Europa del
Norte y Norteamérica son más propensos sufren de artritis
reumatoide, ésos que viven en más pobre y las regiones en
desarrollo como África occidental rurales son mucho menos
probables desarrollar artritis reumatoide.

Mientras que la incidencia es 5-6% en algunos grupos del


nativo americano, ésas que saludan de la región del Caribe
tienen regímenes más inferiores de la incidencia. Esto sugiere
que pueda haber una configuración genética de la base y de
la herencia de esta enfermedad. Las diferencias raciales y
étnicas pueden también desempeñar un papel.

Los que tienen un padre, un hermano o un descendiente con


la condición tienen un índice de la incidencia de 2 al 3%. Los
índices de la condición si uno de los gemelos (idénticos)
monocigóticos tiene la condición son tan altos como 15 al
20%. Los que heredan el tipo antígeno complejo HLA-DR4
del tejido (MHC) de la histocompatibilidad del comandante (lo
más específicamente posible DR0401 y 0404) son más a
riesgo de desarrollar artritis reumatoide.

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