Está en la página 1de 218

CUBIERTA Nº 63 13/1/11 07:27 Página 1

ÍNDICE
ta de
evis
EDITORIAL .............................................................................................................. 177
R

VOL. XXVIII, Nº 63, pp. 173-388


ARTÍCULOS ORIGINALES

Autorreparentalización: Grabando la protección interna, Dr. Roberto Kertész .......


Impacto de los Juegos Psicológicos en las distintas etapas
de la dinámica amorosa, Dr. Antonio Pedreira...............................................
181

192
ANALISIS TRANSACCIONAL
y PSICOLOGIA HUMANISTA
Curación de un caso de anorexia y bulimia, María López
y Dr. Juan García Moreno ............................................................................. 204
El pensamiento marciano, Dr. Josep Lluís Camino y Mercedes Sáez ................... 235
Las series de televisión sobre médicos (1990-2010):
su éxito desde el Análisis Transaccional y la Ética (I),
Dra. Graciela Padilla Castillo ......................................................................... 244
Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas,
Paula Requeijo Rey ....................................................................................... 261
Los límites de la comunicación amorosa, Dr. Josep Lluís Camino Roca ............... 280
Respuesta al artículo «El Guión Transgeneracional
del Análisis Transaccional», de Gloria Noriega Gayol,

REVISTA DE A. T. Y PSICOLOGÍA HUMANISTA


Dr. Felicísimo Valbuena de la Fuente ........................................................... 288
Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos,
Mª Consuelo Llinares Pellicer ....................................................................... 296

ARTÍCULOS CLÁSICOS

Análisis Transaccional Integrativo. Conceptos Centrales,


Marye O’Reilly-Knapp y Richard G. Erskine ................................................. 317
Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional
e Intervenciones Clínicas, Richard G. Erskine .............................................. 330
Movimientos Corporales en los Estados del Ego, David Steere ............................ 353

LA INFORMACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE ANÁLISIS


TRANSACCIONAL Y PSICOLOGÍA HUMANISTA (AESPAT) ....................... 367

PUBLICACIÓN DE CURSOS Y CONGRESOS ..................................................... 368

NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS .......................................................................... 369

NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS EN LA REVISTA .............. 385

CARTAS AL DIRECTOR ......................................................................................... 386 R


o
Nº 63, 2. SEMESTRE/2010, AÑO XXVIII
BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN A AESPAT Y REVISTA ........................................... 387

Apartado de Correos 60144 • 28080 MADRID


CUBIERTA Nº 63 13/1/11 07:27 Página 2

ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ANÁLISIS TRANSACCIONAL –AESPAT–


–Al servicio de profesionales y simpatizantes del Análisis Transaccional en España–

JUNTA DIRECTIVA:
Presidente: Graciela Padilla Castillo.
Secretario General: Felicísimo Valbuena de la Fuente.
Secretario Técnico: Mariano Bucero Romanillos.
Tesorera: María de los Ángeles Díaz Veiga.
Vocales: Juan Cruz Moreda Pérez de Eulate. ÍNDICE DE LAS NORMAS DE PUBLICACIÓN www.aespat.com
Josep Mª Ferrán i Torrent. Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista
Juan García Moreno (Publicaciones). –ISSN: 0212-9876–
DOMICILIO SOCIAL:
c/ Clara del Rey, 44, 7º A - 28002 Madrid 1. INFORMACIÓN GENERAL DE LA REVISTA.
2. TIPOS DE ARTÍCULOS.
DATOS DE CONTACTO: 3. PREPARACIÓN DEL ARTÍCULO.
– Teléfonos: 679 75 57 25 - 913 942 169 3.1. Extensión y mecanografiado.
– E-mail: gracielapadilla@ccinf.ucm.es; info@aespat.com 3.2. Estructura de la “Portada” o “Primera Página”:
– Apartado de correo: 60144, 28080 Madrid 3.2.1. Título del artículo.
3.2.2. Autor/es.
ÓRGANOS DE DIFUSIÓN: 3.2.3. Resumen.
3.2.4. Palabras clave.
– Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, dirigida por Juan García 3.2.5. Formas de presentar la primera página (español, inglés, francés).
Moreno.
3.3. Estructura del “cuerpo del artículo”.
– Página web de aespat: www.aespat.com dirigida por Mariano Bucero. 3.3.1. Esquema estructural general del cuerpo del artículo.
3.3.2. Estructura específica según el nivel temático.
QUIÉNES SOMOS 3.3.3. Citas de autores y de textos.
3.3.3.1. Formas de citar.
En 1978 un grupo de profesionales deseosos de introducir y difundir en España el Análisis Transaccional 3.3.3.1.1. Citas de autores y de texto no literales.
(A.T.), crean la Asociación Española de Análisis Transaccional (AESPAT), asociación de carácter cien- 3.3.3.1.2. Citas de autores y de texto literales.
tífico regida por unos Estatutos que, aprobados por el Ministerio del Interior el 8 de Noviembre de 1978, fue- 3.3.3.1.3. Citas de citas.
ron posteriormente modificados y reconocidos el 23 de marzo de 2000.
3.3.3.1.4. Citas de INTERNET.
Esta Asociación, sin ánimo de lucro, tiene como “objetivos principales”: 3.3.3.1.5. Citas de diccionarios, instituciones, manuales famosos, textos
• Difundir el Análisis Transaccional, bíblicos y antiguos.
• Apoyar las investigaciones que se realicen con A.T. como método de trabajo, 3.3.4. Figuras y tablas.
• Promocionar las aplicaciones concretas del A.T. en centros oficiales y privados,
3.3.5. Pies de página.
• Mantener relaciones y contactos precisos con otras Asociaciones y simpatizantes del A.T.
3.3.6. Referencias bibliográficas.
Constituida por personas interesadas en el Análisis Transaccional, sea a nivel personal y/o profesional,
realiza formación en A.T. en las diferentes áreas de aplicación (clínica, educativa, laboral, información) y 3.3.7. Distribución estructural de los apartados del artículo.
otorga titulación propia en distintos niveles de formación. Una persona asociada a AESPAT puede situarse 3.4. Modos de preparar el artículo, ya redactado, para su evaluación: 1) Con datos personales,
como uno de los siguientes tipos de miembros: socio, miembro regular, miembro especial, miembro clínico, 2) Sin datos personales (anónimo).
miembro didáctico especial y miembro didáctico clínico. Para obtener dicha titulación los interesados deben
cumplir los requisitos oportunos, indicados en los estatutos de AESPAT y en el Reglamento de Régimen 3.5. Preparación de los “archivos electrónicos” del artículo: 1) Con los datos personales; 2) Sin
Interior. También han de superar los exámenes correspondientes que se realizan en los días previos al los datos personales.
Congreso Español de A.T., en los que también tiene lugar un Curso de Introducción al Análisis 4. PREPARACIÓN DE LA CARTA DE PRESENTACIÓN Y DE CESIÓN DE DERECHOS DE
Transaccional denominado 101. AUTOR, “COPYRIGHT”.
A este respecto, AESPAT junto con la Asociación Aragonesa de Análisis Transaccional (ATA) y la
5. ENVÍO, POR CORREO ELECTRÓNICO, A LA EDITORIAL DE LA REVISTA, DEL ARTÍCULO
Asociación Catalana de Análisis Transaccional (ACAT), constituyen la Coordinadora de Asociaciones de
Análisis Transaccional, cuyo objetivo común es divulgar y promocionar el A.T. en España. Con este fin, cada Y DE LA CARTA DE PRESENTACIÓN.
dos años se celebra el Congreso Español de Análisis Transaccional, en el que diversos profesionales inter- 6. PROCESO EDITORIAL.
cambian sus experiencias, investigaciones y elaboraciones en torno al A.T. La organización de cada 6.1. Artículo “recibido” y “Aceptado”.
Congreso es asumida sucesivamente por una de las Asociaciones componentes de la Coordinadora, pro- 6.2. Artículo “Evaluado” y “aprobado” para su publicación.
curando la satisfacción de los socios de todas ellas. 6.3. Pruebas de imprenta y publicación editorial.
Consecuente con sus objetivos de difusión, AESPAT edita semestralmente la Revista de Análisis 6.4. Otros aspectos.
Transaccional y Psicología Humanista, en la cual se publican las contribuciones de diversos teóricos y
profesionales acerca del desarrollo e innovaciones teóricas, y las aplicaciones prácticas del A.T., en rela- 7. ANEXOS: Anexo 1: Carta de presentación y cesión de derechos de autor (“copyright”). Anexo
ción con otros modelos psicológicos, educativos, organizativos e informativos. 2: Revisión previa al envío del artículo a la Editorial. Anexo 3: Plantilla para la evaluación anó-
nima de los artículos. Anexo 4: Normas de la Revista.
REVISTA DE ANÁLISIS TRANSACCIONAL Y PSICOLOGÍA HUMANISTA
Es el Órgano Oficial de AESPAT para la investigación, información y formación de profesionales
y amantes del Análisis Transaccional. Se publica semestralmente en formato de imprenta y, después de dos años de esta
publicación, en formato electrónico en la Página Web de AESPAT www.aespat.com y en DIALNET http://dialnet.uniriuoja.es
EQUIPO EDITORIAL
SUPERVISOR GENERAL: Felicísimo Valbuena de la Fuente, Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad
Complutense de Madrid
EDITORA: Graciela Padilla Castillo, Presidenta de la Asociación Española de Análisis Transaccional.
Universidad Complutense de Madrid
DIRECTOR: Juan García Moreno. Universidad Complutense de Madrid
SECRETARIO: Mariano Bucero Romanillos. Clínico Transaccionalista
SECRETARÍA: Teléfonos: 679 75 57 25 y 913 942 169 - gracielapadilla@ccinf.ucm.es
Apartado de Correos: 60144, 28080 Madrid
La Página Web de AESPAT: www.aespat.com Ofrecerá información actualizada sobre la Revista
CONSEJO EDITORIAL: Alejandro Ávila Espada. Universidad Complutense de Madrid
Carmen Sandoval. Asociación Catalana de Análisis Transaccional. Barcelona
Elvira García de Torres. Universidad San Pablo-CEU, Valencia
Jesús Cartón Ibeas. Universidad de Deusto, Bilbao
José Luis Camino Roca. Universidad de Barcelona
María Teresa Sádaba. Caja de Ahorros de Navarra. Pamplona
Mario Arias Oliva. Universidad Rovira i Virgili, Tarragona
Mercedes Sáez. Asociación Catalana de Análisis Transaccional. Barcelona
Rosa Berganza Conde. Universidad Rey Juan Carlos de Madrid
Salomé Berrocal Gonzalo. Universidad de Valladolid
Roberto Kertész. Universidad de Flores, Argentina

CONSEJO DE REDACCIÓN O COMITÉ EDITORIAL


– COMITÉ DE CONTENIDOS:
Antonio Ares Parra. Universidad Complutense de Madrid
Eva Aladro Vico. Universidad Complutense de Madrid
Celedonio Castanedo. Universidad Complutense de Madrid
Enrique Fernández Lópiz. Universidad de Granada
– COMITÉ DE REDACCIÓN (CORRECCIÓN Y UNIFICACIÓN DE ESTILO GRAMATICAL):
De Español e Inglés: Felicísimo Valbuena de la Fuente, Catedrático de la U.C.M.
De Francés: Carmen López-Manzanares Hervella, Catedrática de Francés
– COMITÉ DE REDACCIÓN Y FORMATO:
Carmen Thous Tusset. Universidad Francisco de Vitoria.Madrid
Graciela Padilla Castillo. Universidad Complutense de Madrid
CONSEJO ASESOR o COMITÉ CIENTÍFICO
Anna Rotondo. Co-directora de Cuaderni di Psicología, Analisi Transazionale e Scienze Umane, Milán
Claude Steiner. Miembro Didáctico de la International Transactional Analysis Association
Gloria Noriega Gayol. Instituto Mexicano de Análisis Transaccional
Isaac Garrido Gutiérrez. Universidad Complutense de Madrid
Jordi Oller Vallejo. Analista Transaccional Clínico por la ITAA y EATA
José Grégoire. Miembro Docente y Supervisor en Análisis Transaccional, Arras
José Luis González Almendros. Universidad Complutense de Madrid
José Luis Martorell Ypiens. Universidad Nacional de Educación a Distancia
José María Román. Universidad de Valladolid
Juan Antonio Cruzado Rodríguez. Universidad Complutense de Madrid
Lluís Casado. Psicólogo, analista trasaccional, certificado (CM-EO) por la ITAA
Roberto Kertész. Universidad de Flores, Argentina
Susana Ligabue. Psicóloga y psicoterapeuta, Analista didacta transaccional. –TSTA–P, EATA, ITAA
(Abierta la lista de especialistas asesores en caso necesario)
DELEGADOS DE ZONA (COMUNIDADES AUTÓNOMAS DE ESPAÑA)
Andalucía: Rafael Vidarte González
Aragón: Jesús F. Serrano García
Castilla y León: José Manuel Martínez Rodríguez
Cataluña: Joseph María Ferran i Torrent
Comunidad Valenciana: Juan Cruz Moreda Pérez de Eulate
Galicia: Isabel Aschauer López
Islas Baleares: Melchor Bennasar Bennasar
Islas Canarias: Juan Antonio Saavedra Quesada
Murcia: Mª Amparo Sánchez Ortega
Navarra: Francisco Javier Lecumberri Ayerra
País Vasco: Jesús Cartón Ibeas
Rioja: Francisco Javier Romero Fernández
BASE DE DATOS
La Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista está indexada en las siguientes “BASES DE DATOS”: PSYKE, (Biblioteca de la Fa-
cultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid), COMPLUDOC (Universidad Complutense de Madrid), PSICODOC (Colegio Oficial
de Psicólogos de Madrid), CIDE (Biblioteca del Ministerio de Educación y Ciencia), DIALNET (Universidad de la Rioja), LATINDEX (del Grupo de
Publicaciones Científicas IEDCYT (CCHS-CSIC. Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal).
La Revista es enviada a las facultades de Psicología, Educación y Sociología de todas las Universidades públicas y privadas de España.
IMPRESIÓN
Gráficas DEHON: c/ La Morera 23-25 - 28850 Torrejón de Ardoz (Madrid)
Depósito Legal: M-36843-1981 - ISSN: 0212-9876. R.P.I. nº 1095554.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


174

ÍNDICE

EDITORIAL ............................................................................................................................ 177

ARTÍCULOS ORIGINALES

Autorreparentalización: Grabando la protección interna, Dr. Roberto Kertész ..................... 181


Impacto de los Juegos Psicológicos en las distintas etapas de la dinámica amorosa,
Dr. Antonio Pedreira ................................................................................................... 192
Curación de un caso de anorexia y bulimia, María López y Dr. Juan García Moreno ......... 204
El pensamiento marciano, Dr. Josep Lluís Camino y Mercedes Sáez ................................. 235
Las series de televisión sobre médicos (1990-2010): su éxito desde el Análisis
Transaccional y la Ética (I), Dra. Graciela Padilla Castillo .......................................... 244
Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas, Paula
Requeijo Rey ............................................................................................................... 261
Los límites de la comunicación amorosa, Dr. Josep Lluís Camino Roca ............................. 280
Respuesta al artículo «El Guión Transgeneracional del Análisis Transaccional», de Gloria
Noriega Gayol, Dr. Felicísimo Valbuena de la Fuente ................................................ 288
Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos, Mª Consuelo Llinares
Pellicer ......................................................................................................................... 296

ARTÍCULOS CLÁSICOS

Análisis Transaccional Integrativo. Conceptos Centrales, Marye O’Reilly-Knapp y Richard


G. Erskine .................................................................................................................... 317
Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones
Clínicas, Richard G. Erskine ........................................................................................ 330
Movimientos Corporales en los Estados del Ego, David Steere ........................................... 353

LA INFORMACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE ANÁLISIS TRANSACCIONAL Y PSICOLOGÍA


HUMANISTA (AESPAT) ............................................................................................... 367

PUBLICACIÓN DE CURSOS Y CONGRESOS .................................................................... 368

NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS ......................................................................................... 369

NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS EN LA REVISTA ............................. 385

CARTAS AL DIRECTOR ....................................................................................................... 386

BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN A AESPAT Y REVISTA ......................................................... 387

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


175

CONTENTS

EDITORIAL ............................................................................................................................ 177

ORIGINAL ARTICLES

Self-parenting: Recording our inner protection, Dr. Roberto Kertész .................................. 181
Impact of games couples play in the distinct phases of the loving dynamics, Dr. Antonio
Pedreira ..................................................................................................................... 192
Healing of an anorexia and bulimia case, María López y Dr. Juan García Moreno ............ 204
The Martian Thought, Dr. Josep Lluís Camino y Mercedes Sáez ....................................... 235
The television series about M.D. (1990-2010): his success from the Transactional Analy-
sis Perspective, Dra. Graciela Padilla Castillo ........................................................... 244
Mad Men from Transactional Analysis: the keys of its main characters, Paula Requeijo
Rey ............................................................................................................................ 261
The loving communication’s limits, Dr. Josep Lluís Camino Roca ....................................... 280
Response to Gloria Noriega Gayol’s “The Transactional Analysis Transgenerational
Script”, Dr. Felicísimo Valbuena de la Fuente ........................................................... 288
Alcoholism and sexual dysfunction: psychological treatments, Mª Consuelo Llinares
Pellicer ................................................................................................................ 296

CLASSIC ARTICLES

Core Concepts of Integrative Transactional Analysis, Marye O’Reilly-Knapp y Richard G.


Erskine ......................................................................................................................... 317
Shame and self-righteousness Transactional Analysis Perspectives and Clinical Interven-
tions, Richard G. Erskine ............................................................................................. 330
Body Movements in Ego States, David Steere ...................................................................... 353

INFORMATION FROM TRASACTIONAL ANALYSIS SPANISH ASSOCIATION


(AESPAT) .................................................................................................................... 367

COURSES AND CONGRESS ADVERTISING ..................................................................... 368

BIBLIOGRAPHIES NEWS ..................................................................................................... 369

NORMS FOR PUBLISHING IN THE JOURNAL ................................................................... 385

LETTERS TO THE EDITOR .................................................................................................. 386

SUBSCRIPTION TO AESPAT AND TO THE JOURNAL ...................................................... 387

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


176

TABLE DE MATIÈRES

EDITORIAL ............................................................................................................................ 177

ARTICLES ORIGINAUX

Auto-reparentalisation: Gravant la protection interne, Dr. Roberto Kertész ........................... 181


Impact des jeux psychologiques pratiqués par les couples pendant les distinctes étapes de
la dynamique amoureuse, Dr. Antonio Pedreira .......................................................... 192
Guérison d’un cas de boulimie et anorexie, María López y Dr. Juan García Moreno ........... 204
La pensée martienne, Dr. Josep Lluís Camino y Mercedes Sáez ......................................... 235
Les séries télévisées sur des médecins (1990-2010): leur succès depuis la perspective de
l’Analyse Transactionnelle, Dra. Graciela Padilla Castillo ........................................... 244
Mad Men à partir de l’Analyse Transactionnelle: les principaux protagonistes, Paula Re-
queijo Rey .................................................................................................................... 261
Les limites de la communication amoureuse, Dr. Josep Lluís Camino Roca ........................ 280
Réponse á l’article «Le scénario transgénérationnel de l’Analyse Transactionnelle», par
Gloria Noriega Gayol, Dr. Felicísimo Valbuena de la Fuente ...................................... 288
L’alcoolisme et la dysfonction sexuelle: traitements psychologiques, Mª Consuelo Llinares
Pellicer ......................................................................................................................... 296

ARTICLES CLASSIQUES

Concepts centraux de l’analyse transactionnelle intégrative, Marye O’Reilly-Knapp y Ri-


chard G. Erskine .......................................................................................................... 317
Honte et arrongace: Perspectives d’Analyses Transactionnelle et Interventions cliniques,
Richard G. Erskine ....................................................................................................... 330
Les mouvements du corps dans les États de l’Ego, David Steere ........................................ 353

INFORMATION DE L’ASSOCIATION ESPAGNOLE D’ANALYSE TRANSACTIONNELLE


(AESPAT) ..................................................................................................................... 367

PUBLICITÉ DE COURS ET DE CONGRÈS .......................................................................... 368

NOVEAUTÉS BIBLIOGRAPHIQUES .................................................................................... 369

NORMES POUR LA PUBLICATION D’ARTICLES DANS LE MAGAZINE ........................... 385

LETTERS AU DIRECTEUR ................................................................................................... 386

ABONNEMENT À AESPAT ET AU MAGAZINE .................................................................... 387

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


177

E
DITORIAL
Terminábamos el Editorial del nº 62 con estas palabras: «Finalmente, queremos
anunciar que AESPAT promoverá iniciativas de Cursos, Seminarios, Mesas Re-
dondas, Ruedas de Prensa, Sesiones con la Prensa, para difundir el AT en Espa-
ña. Prometemos que os tendremos informados a vosotros y al mayor número de
personas a través del e-mail, de Blogs y de los medios de Comunicación tradicio-
nales. Si queréis hacernos llegar iniciativas, ya sabéis dónde encontrarnos».

Reiteramos nuestra disposición a recibir propuestas. Mientras tanto, desde la Jun-


ta Directiva de AESPAT, hemos comenzado a poner en práctica lo que anunciá-
bamos.

La novedad más importantes es que hemos decidido organizar un Seminario Per-


manente Eric Berne de Análisis Transaccional. En esta Revista encontraréis la
Programación hasta el mes de Junio. También, hemos decidido participar con un
Simposio, desde la perspectiva del Análisis Transaccional, dentro del VI Congreso
Internacional de Psicología y Educación (III Congreso Nacional de Psicología de
la Educación), que tendrá lugar en Valladolid durante los días 29 al 31 de Marzo y
1 de Abril. Quien organiza este Congreso es José María Román, uno de los pio-
neros en España del Análisis Transaccional, que recibió con gran alegría nuestra
propuesta.

También hemos presentado tres talleres al Congreso Mundial de AT –que lleva


por título El desafío de crecer–, que tendrá lugar en Bilbao del 7 al 9 de Julio pró-
ximos. Desde AESPAT les deseamos a los organizadores un gran éxito y esta-
mos convencidos de que lo van a tener.

Entrando ya en la temática de los artículos, hemos escogido, para empezar, dos


que se centran en estudios de casos. En primer lugar, el de Roberto Kertész, que
nos ilustra la autorreparentalización con varios pacientes que él trató. Su artículo
reúne las tres características que Russsell L. Ackoff y Fred Emery distinguían en
la comunicación completa: Información (aquí ofrece un modelo de circuito emotivo
y una exposición de diversas experiencias), Motivación (la fotografía con los Schiff
y, en general, el estilo, alientan a la lectura) y la Instrucción (cómo hay que hacer
las cosas). Kertész demuestra ser amigo de sus amigos. Mientras en Francia y en
otros países, el apellido Schiff se ha hecho sinónimo de “secta”, Kertész no disi-
mula su admiración hacia Jacqui Schiff. Otros hubieran plegado velas. Él, no.

Hemos sido testigos de lo mucho que ha trabajado Juan García Moreno para es-
cribir su excelente artículo sobre “La curación de un caso de anorexia y bulimia”.
Ya nos tiene acostumbrados a su paciencia en la preparación de cada número de
la Revista y de las muchísimas horas que dedica a todo el proceso. Y por supues-
to, también ha seguido los pasos de informar, motivar e instruir. Otros hubiéramos
abandonado. Él, no. Y ha sido tan minucioso que, con la ayuda de Graciela Padi-
lla y con el TAJdisk3 de Graemme Summers, ofrece en este número todas las in-
vestigaciones que los transaccionalistas han efectuado sobre Trastornos de la
Conducta Alimentaria.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


178

A propósito del TAJdisk3, desde aquí se lo recomendamos a todos los que pertenezcan a alguna
Asociación de AT o a los que sean estudiosos de las aportaciones de Berne y de sus seguido-
res. Se lo debemos al empeño de un británico, el ya citado Graemme Summers, y contiene todos
los artículos publicados en el Transactional Analysis Journal desde Enero de 1971 a Enero de
2008. ¿Qué escuela dispone de un instrumento tan completo y tan útil como éste?

Mercedes Pellicer ha escrito un artículo –“Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psi-


cológicos”– que resulta útil porque sistematiza la literatura científica sobre este asunto tan espe-
cífico. Hubiera resultado más completo con el estudio y tratamiento de algunos casos.

Después de este primer bloque de artículos, hay dos que giran alrededor del amor. En primer lu-
gar, Antonio Pedreira nos entrega la ponencia que tanto nos agradó en Zaragoza sobre “Impacto
de los juegos psicológicos en la dinámica amorosa”. Desde luego, el trabajo taxonómico ha sido
muy grande y el atractivo del asunto que aborda puede hacer que muchos lectores se vean refle-
jados en alguno de sus apartados. Este artículo hubiera ganado mucho con un estudio estadísti-
co de los muchos casos a los que se refiere el autor y que él tiene bien clasificados en sus archi-
vos. Nos hace recordar lo que Berne escribió a propósito de su primer artículo sobre la intuición:
«Puesto que los archivos completos no se conservaron en el Centro de Licenciamiento, invito a
los interesados en las cifras a considerar las ideas ofrecidas en este informe independientemen-
te de la experiencia con los soldados». Con la diferencia de que Pedreira sí conserva los datos.

José Luis Camino escribe sobre Los límites de la comunicación amorosa. Con su permanente ta-
lante filosófico, aborda e ilustra sus afirmaciones con las ideas de Karl Jaspers y con los escritos
del poeta Rainer María Rilke, en el que Heidegger se inspiró para extraer las principales ideas de
su filosofía existencialista. Camino ha publicado recientemente Las mujeres que amaron a Rilke,
que reseñaremos en el próximo número de la Revista. Por eso, las afirmaciones de su artículo
están muy fundadas en los textos del poeta.

Un tercer bloque de artículos lo constituyen los estudios que, sobre las series de televisión, han
escrito Graciela Padilla y Paula Requeijo. La primera ha realizado un gran estudio sobre las se-
ries de más éxito que han tenido como protagonistas a los médicos y llega a unas conclusiones,
basadas en estadísticas, y desde el AT, sobre el tipo de médico ideal que más puede haber
atraído a tantos millones de telespectadores y sobre los juegos más habituales de los profesio-
nales de la medicina. En realidad, Padilla amplía el panorama desde el médico en sí al profesio-
nal de la salud, que ella califica con el sintagma “sanitario”.

En cuanto a Paula Requeijo, ha acometido el estudio de los principales personajes de la serie


Mad Men y reconocemos que sus proposiciones están muy bien fundadas y que, además de al
mundo de los publicitarios, es posible extenderlas a otras profesiones.

De nuevo, José Luis Camino irrumpe en esta Revista, teorizando sobre el pensamiento marcia-
no. Tiene puntos de vista muy originales, pues el marciano va en contra de los eufemismos; des-
pués, ubica el pensamiento marciano en los Estados del Yo y, seguidamente, Camino se eleva
nada menos que hasta la base de los guiones de vida, de Berne. Es un vuelo filosófico, con pa-
radas en Heidegger, en Binswanger, discípulo de Heidegger, en Sartre y en Nietszche, para aca-
bar distinguiendo una terapia transaccional que supera claramente a una terapia narrativa.

Felicísimo Valbuena expone cómo y por qué, a pesar de sus excelentes relaciones con Gloria
Noriega Gayol, no está de acuerdo con la interpretación que, basándose en el concepto de
“guión transgeneracional”, daba la estudiosa mexicana sobre el desarrollo del AT. Lo que en últi-
mo término ha decidido a Valbuena a refutar el modelo y las afirmaciones de Noriega ha sido lo

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


179

que él ya conocía sobre la vida de Berne y, sobre todo, la publicación de la autobiografía de


éste, A Montreal Childhood, que reseña en este mismo número de la Revista. Es una respuesta
que puede que no agrade a algunos, pero el autor se abre al futuro y está convencido de que el
AT puede tener mucha más proyección que la que tiene en la actualidad.

En cuanto a los artículos clásicos, el de David Steere, “Movimientos Corporales en los Estados
del Ego”, es un artículo que luego se convertiría en el Capítulo 3 de su libro Movimientos corpo-
rales en Psicoterapia. Uno de los miembros de la Junta Directiva de AESPAT logró financiación
para traducir el libro al español y, en estos momentos, y con la traducción realizada, Agustín De-
vós, el director de Editorial Jeder, está preparando la edición para presentar el libro como nove-
dad en el próximo Congreso Mundial de AT en Bilbao. También presentará la versión española
de la autobiografía de Eric Berne a la que ya nos hemos referido.

Rishcard Erskine había manifestado que le haría ilusión ver publicados artículos suyos en nues-
tra Revista. En este número publicamos dos. “Análisis Transaccional Integrativo: Conceptos cen-
trales”, que escribió junto con Marye O´Reilly-Knapp. Establece las tres teorías fundamentales
de su armazón conceptual: Teoría de la Motivación, Teoría de la Personalidad y Teoría de los
Métodos. Y de esas tres teorías parte para ir desarrollando subteorías y modelos muy interesan-
tes, dirigidos a aumentar el bienestar del paciente, es decir, a que se cure de su guión.

El segundo artículo, “Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e interven-


ciones clínicas” alcanza una finura en el análisis de estas dos emociones que nos hace pensar
en Stendhal y en Berne, más que en otros libros y artículos dedicados a estudiar las emociones.
Junta el rigor de las definiciones y la dinámica que sigue cada emoción con un dominio de la lite-
ratura del AT sobre estos asuntos. Lo más sorprendente es que Erskine publicó prácticamente el
mismo artículo, un año después, desde la perspectiva de la Terapia Gestalt. Concluimos, por
tanto, que su erudición es extraordinaria y que sabe integrar perspectivas diversas.

Finalmente, en este número ofrecemos varias reseñas relacionadas con el AT. Por falta de espa-
cio, hemos tenido que dejar otras para el próximo número.

En resumen, este número, como en los anteriores y en los siguientes, los encargados de su pre-
paración hemos tenido presente el objetivo fundamental de proyectar ánimo y vigor hacia el futu-
ro del AT.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Autorreparentalización: Grabando la protección interna 181

ARTÍCULOS ORIGINALES

Autorreparentalización: Grabando la protección interna


Dr. Roberto Kertész1

Resumen

El genial modelo de los estados del Yo de la personalidad, creado por Eric Berne, coincidió curiosa-
mente con los avances de la cibernética en la década de 1950 y, poco después, con los de la ciencia cog-
nitiva. Dichos estados pueden ser concebidos en comunicación entre sí (diálogos internos) y describiendo
sus principales Circuitos. La Reparentalización y, posteriormente, la Autorreparentalización proveyeron
técnicas novedosas potentes para la reprogramación interna.
Palabras clave: Análisis Transaccional, Estados del Yo, circuitos de Conducta, reparentalización, au-
torreparentalización.

Self-parenting: Recording our inner protection

Abstract

The inspired ego states personality model of Eric Berne, coincided curiously with the advances of cy-
bernetics in the decade of 1950, and a shortly later, with cognitive science. Such ego states can be con-
ceived as communicating between themselves with inner dialogues, as well as describing their main cir-
cuits. Reparenting (Schiff and col.) and consequently, Self –reparenting, provided novel and potent tech-
niques for inner reprogramming.
Key words: Transactional Analysis, Ego states, behavioral Circuits, reparenting, self-reparenting.

Autoreparentalisation: Gravant la protection interne

Résumé

Le génial modèle des états de l´ego de la personnalité, créé par Eric Berner, coïncida curieusement avec
les avances de la cybernétique des années 50 et, pas longtemps après, avec ceux de la science cognitive.
Ces états de l´ego peuvent être conçus en se communicant parmi eux (dialogues internes) et en décrivant
leurs principaux circuits. La reparentalisation et, plus tard, l´ Autoreparentalisation apportèrent à la repro-
grammation interne des techniques nouvelles et puissantes.
Mots clé: Analyse Transationnelle, États de l´ego, Circuits de conduite, reparentalisation, autoreparen-
talisation.

1
Universidad de Flores, Argentina. Teléfono: (54-11)4631-8056; E-mail: rkertesz@uflo.edu.ar

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


182 Dr. Roberto Kertész

En su libro Games dirse el concepto de los “diálogos inter-


people play (1964), nos”, no sólo en el Análisis Transaccional
Eric Berne define a los sino también en otras escuelas como la
estados del Yo como Cognitivo-Conductual, en el libro “Análi-
“...funcionalmente, una sis Transaccional Integrado (Kertész et
serie coherente de pa- al, 2010) hemos propuesto el concepto
trones de comporta- de Circuitos de Conducta o de comunica-
miento”, y en “What do ción, tanto interna como externa, que
you say alter you say agrupan a diferentes estados del Yo de
Hello? (1972), como acuerdo a las funciones que los mismos
“sistemas coherentes de pensamientos y comparten.
sentimientos manifestados por pautas de Hemos clasificado dichos Circuitos en
conducta correspondientes”. Los denominó adecuados o positivos e inadecuados o ne-
Padre, Adulto y Niño. gativos. Ofrecen la ventaja de que son li-
Actualmente, en base a los avances de mitados, aunque incluyen infinitos conteni-
la cibernética y la ciencia cognitiva, podría- dos. De modo que en vez de trabajar so-
mos hablar de 3 programas computaciona- bre dichos contenidos, es suficiente con
les de la mente, cada uno con diferentes cambiar el Circuito en que funcionan auto-
funciones y objetivos. máticamente los contenidos cobrando otro
sentido.
Uno de ellos, que denominamos Circuito
INTRODUCCIÓN Y ORÍGENES Emotivo, aunque este nombre no cubre to-
das sus funciones, consiste en un inter-
Si bien Berne describió los estados del cambio entre el Padre Nutritivo (o Protec-
Yo como entidades separadas, al difun- tor) y el Niño Natural.

Figura 1: Circuito emotivo.

Tal vez sea este CIRCUITO, el más im- nizada por Carl Rogers en su enfoque cen-
portante y fundamental para el bienestar trado en el cliente. Y es el primer Circuito
(wellness) por corresponder a la aceptación en el cual interactuamos al nacer o tal vez
incondicional (unconditional regard), preco- antes, dentro del útero.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Autorreparentalización: Grabando la protección interna 183

Consideramos que si una persona dis- apoyo ante cambios, exigencias y situacio-
pone del mismo, puede independizarse de nes traumáticas y, en síntesis, sentirse
la necesidad de aceptación externa para aceptado POR EXISTIR, uno de los postu-
mantener su autoestima, liberando así su lados humanísticos de las nuevas ciencias
potencial para crear y aportar, sin temor de de la conducta.
apartarse de lo socialmente existente. Este “programa interno”, además, funcio-
La mayoría de los grandes innovadores na en intercambios externos o transaccio-
fueron perseguidos y criticados, para ser nes con otras personas, como lo señala el
venerados luego, frecuentemente después diagrama anterior. Las 4 posibilidades tran-
de muertos: Copérnico, Darwin, Stravinsky, saccionales son:
Le Corbusier, ..., la lista es larga. – PN-PN: Proteger juntos a terceros,
Las finalidades del Circuito Emotivo con- – PN-NN: Proteger al NN de otro u otros,
sisten en autoprotegerse en todo sentido, – NN-PN: Recibir protección de otro u otros,
tanto en lo referente a la salud, como a la – NN-NN: Intercambiar afecto, alegría o
seguridad: disfrutar en general, sentir y ex- intimidad bajo el beneplácito del PN
presar emociones auténticas, brindarse de ambos participantes.

Por otra parte, en la mayoría de las per- les invitan a “quererse un poco más”, pero
sonas que hemos atendido como psicote- sin explicarles CÓMO.
rapeutas, hemos observado, entre otras, Acorde a nuestra responsabilidad profe-
las siguientes evidencias de una insuficien- sional, para no sólo observar y describir ta-
te presencia de este Circuito: les fenómenos sino también apuntar a su
1. Descuido de la salud en cuanto a die- resolución, hicimos la siguiente reflexión:
ta, reposo, ejercicio físico, atención “Si este Circuito es insuficiente en calidad
médica; o cantidad, ¿cómo lograr que el individuo lo
2. Obesidad y otras adicciones; grabe más efectivamente en su mente?
3. Práctica de deportes peligrosos y le- (Aunque siempre debe estar presente en
siones; alguna medida, porque de otra medida la
4. Manejo de vehículos a alta velocidad persona no hubiera subsistido).
(automóviles, motos, etc.); Para responder a esta pregunta, apela-
5. Dificultad para la intimidad y el logro mos a las contribuciones de Jacqui Schiff
de caricias positivas incondicionales; (1970, 1979), en nuestra opinión la más im-
6. Excesiva autocrítica ante los errores; portante discípula de Berne, en cuanto a
7. Reducido disfrute y diversiones pla- sus técnicas de Reparentalización de pa-
centeras y beneficiosas; cientes psicóticos, basándose en la teoría
8. Temor a enfrentar el “statu quo” en del aprendizaje social de estos cuadros
lugar de innovar. producidos por figuras parentales en la in-
Al observar sus comportamientos, tanto fancia. Entre otras, éstas técnicas consistí-
sus allegados, como algunos terapeutas, an en provocarles regresiones bajo hipno-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


184 Dr. Roberto Kertész

sis a etapas infantiles, y en esos estados en la cual tradicionalmente el terapeuta le


“grabarles” mensajes protectores en forma “hace algo” a su cliente. Lo mismo rige pa-
verbal y no verbal, que reemplazaban a los ra el coaching. Esto previene o corrige las
mensajes anteriores, pasándolos a la “pa- resistencias a “ser cambiado” por otro.
pelera de reciclaje” de la mente. ¿Cómo puede uno resistirse a sí mismo?
Si bien utilizamos una metáfora computa-
cional en cuanto a “reprogramarse” para el
proceso de Autorreparentalización, insisti-
mos en que el terapeuta no es el progra-
mador que aprieta teclas que graban en las
neuronas de su cliente, sino alguien que
ofrece modelos, dirige, refuerza y evalúa los
ejercicios que éste realiza. De modo que un
individuo que no hace terapia puede autoa-
plicarse estas técnicas luego de leerlas en
Figura 2: Jacqui Schiff en su visita un libro, pero en nuestra experiencia son
a nuestro Instituto Privado más efectivas con el apoyo del profesional
de Psicología Médica presente, si el mismo está entrenado en
ellas y, además, puede mostrar a su cliente
En 1974: El Dr. Roberto Kertész,la Lic. cómo efectúa sus propios diálogos internos.
en Servicio Social, Jacqui Schiff y el Lic. en La Reparentalización (desde afuera) o la
Psicología Aarón Schiff, (ex esquizofrénico Autorreparentalización (desde dentro) no im-
paranoide), rehabilitado mediante la Repa- plican enviar todo lo Parental a la “papelera
rentalización en el Instituto Cathexis de Los de desperdicios mental” sino que pueden
Angeles. conservarse los mensajes y contenidos úti-
Jacqui nos visitó en 1979, dictando un les de las figuras parentales originales, y
Seminario avanzado, poco antes de su fa- hasta mantener el afecto hacia ellas, a pe-
llecimiento. sar de sus errores, aunque discrepemos con
Posteriormente, también entrenaron a sus opiniones o conductas. “No hay que ti-
sus pacientes para la Autorreparentaliza- rar el bebé junto con el agua de su baño”.
ción, mediante la cual la persona se trans- Aunque en sus primeras etapas, Berne, po-
mitía a sí misma los mensajes benéficos. siblemente aun influido por el psicoanálisis,
identificaba en gran parte al estado del Yo
Padre con el superyó. Hoy día está amplia-
¿QUÉ ENTENDEMOS mente aceptado que dicho estado contiene
POR AUTORREPARENTALIZACIÓN? valores, normas y creencias muy importan-
tes para el buen funcionamiento humano,
Es un nuevo método de autoterapia, sur- mientras que el Adulto más bien interactúa
gido a fines del Siglo XX, el cual fue vali- con el ambiente bajo esas normativas (ver
dado mediante tests psicológicos según in- Niveles Lógicos, Kertész, 2010).
formación proveniente de los EE. UU. No- A partir de la década de los 80, muchos
sotros (los profesionales del Instituto Priva- otros autores, entre ellos Bradshaw (1993),
do de Psicología Médica) no hemos utiliza- publicaron algunos libros sobre el Niño in-
do protocolos, pero sí verificamos su efec- terior, la mayoría sin citar las fuentes origi-
tividad mediante la observación “clínica” de nadas del Análisis Transaccional, como si
cambios. fueran aportes propios de ellos.
Lo realmente original es que la persona De cualquier modo, esos métodos son
se mejora a sí misma, lo cual modifica ra- seguidos por millones de individuos en los
dicalmente la relación profesional-paciente, EE. UU y otras partes del mundo.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Autorreparentalización: Grabando la protección interna 185

En nuestra práctica profesional hemos de a una representación cenestésica (Con-


aplicado estas técnicas en numerosos ca- ducta y Sensaciones).
sos con éxito satisfactorio, pero algunos de Le pedimos a una compañera que la
ellos más recientes, severos y resistentes, abrazase mientras realizaba su experiencia
nos decidieron a perfeccionarlas y sistema- (modales Social, Sensación y Afectiva) y
tizarlas para su posible uso por otros pro- que evocara a la Niña interna de su pasa-
fesionales. do visualmente a la edad que apareciera
Por su utilidad y potencia, no tienen por (Imágenes).
qué limitarse a intervenciones en la psico- Una vez ubicada a los 5 años, le sugeri-
terapia. Están al alcance de todos quienes mos que su estado del Yo Padre Nutritivo
desean mejorar sus programas internos, le hablara con afecto, formulándole una de
acorde al moderno modelo computacional y las cuatro Preguntas Esenciales (Kertész,
de aprendizaje social de la mente. 2008): “¿Qué necesitas?” Las 3 restantes
Una docente de 48 años a quien llama- son: “¿Qué sientes?, para el Niño Natural,
remos Luisa, fue quien nos motivó e inspi- y ¿Qué piensas? de X” y “¿Qué decides?”,
ró para redactar este trabajo. Ella nos con- para el Estado Adulto de su infancia y tam-
sultó por síntomas de “burnout” (agota- bién, actual.
miento profesional, principalmente de cui- Ante esa sugerencia, Luisa se echó a
dadores), obesidad, síntomas psicosomáti- llorar, no por malestar del momento, al es-
cos y de relaciones familiares. tar en un ambiente protector, sino por per-
cibir todo lo que le faltó antes, comparán-
dolo con el trato familiar que recibió.
De ese modo, detectamos la carencia de
un Circuito Emotivo protector y, para su im-
plementación, le indicamos que fuera repi-
tiendo las frases que le impartíamos para
su Padre Nutritivo, dejando que su Niño
Natural respondiera espontáneamente:
– Luisa (Padre Nutritivo o PN): Sé que
Figura 3: Ejemplo del caso Luisa. estás triste porque tus padres no te
valoraron.
Ella fue criada por un padre indolente y – Luisa (Niña Natural o NN): No te quie-
agresivo, poco afecto al trabajo, y una ma- ro hablar, nunca me tuviste en cuenta.
dre indiferente, pero laboralmente efectiva. – PN: Te pido disculpas, nadie me lo ha-
Últimamente sufría impulsos incontenibles bía enseñado antes. Dame una opor-
para comer o más bien devorar lo que tu- tunidad para comunicarnos.
viera a mano. – NN: Para qué, si no le importo a nadie.
En el grupo de psicoterapia en que par- – PN: Tu papá y tu mamá te fallaron
ticipaba le dijimos que haríamos un “trata- porque a ellos tampoco les enseñaron
miento a medida” para sus dificultades, a cuidarte y darte afecto. Si me per-
centrado en el autocuidado y de impacto mites, yo, que estoy en tu futuro, te lo
Multimodal (Lazarus, 1983). Dicho enfoque voy a brindar, paso a paso.
actúa simultáneamente sobre todas las mo- – NN: Luisa llora, pero el Padre Nutriti-
dalidades de la personalidad, clasificadas vo de una compañera de grupo, Veró-
en siete: Biológica, Afectiva, Sensaciones, nica, la abraza firmemente mientras
Imágenes, Cognitiva, Conductas, y Social. yo, como terapeuta, le hablo con tono
Entonces, le entregamos una almohada cálido, reflejando su experiencia, con
pequeña, sugiriéndola que la tomara como la modalidad de Erickson (Haley,1967,
si fuera su Niña interior, lo cual correspon- Erickson y Rossi, 1979): “Su Niña es-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


186 Dr. Roberto Kertész

tá triste por lo que no tuvo, pero a Laura, a fin de permitirles la replicación


aprende muy rápidamente, y puede interna de lo observado y prepararlos para
sentir esa nueva comunicación con su realizarla personalmente en otro momento.
parte Grande y protectora... así como También les pedimos un apoyo unánime
el brazo de su compañera... y puede de las redecisiones de Laura, potenciando
comprender muchas cosas ahora (Mo- así su aceptación en el Modal Social de ella.
dal Cognitivo)... y aunque sus ojos es- Entonces le preguntamos: “En este mo-
tén cerrados, puede percibir la aten- mento, y en este estado, ¿siente compul-
ción y el apoyo de todos sus compa- sión a comer?” Obviamente, la respuesta
ñeros (Modal Social)”. fue negativa.
“Y no es tan importante el parentesco, si- El estado del Yo que comía sin hambre
no más bien las conductas que uno recibe... era el Niño Adaptado (Sumiso o Rebelde,
“ (un “permiso” para despedirse de la ilusión según el caso).
de los padres que no tuvo y recibir afecto y El Niño Natural come hasta satisfacer el
cuidados de otras personas, no familiares). hambre auténtica de alimento. No reempla-
Esta experiencia continuó un rato más, za otras carencias comiendo o comprándo-
hasta que Laura pudo mantener un diálogo se cosas, ni corriendo con un coche, o te-
cálido y efectivo entre sus dos estados del niendo sexo en forma indiscriminada.
Yo, Padre Nutritivo o Protector y Niño Na- A su vez, el “Pequeño Profesor” según
tural. Se le encomendó la tarea de repetir- Berne, nuestra parte intuitiva, curiosa y cre-
lo en forma similar diariamente, mirándose ativa, está muy cercana al Niño Natural,
al espejo, o bien relajada y con los ojos ce- formando ambos al Niño Libre en el análi-
rrados, viendo a su Niña interior en las eda- sis funcional de la personalidad.
des en que ésta decidiera aparecer. Esto Generalmente el terapeuta debe mos-
refuerza los nuevos circuitos neuronales trar el modelo para la Autorreparentaliza-
generados, teniendo en cuenta que los ción, hablando en forma tranquila, lenta y
otros, negativos, se activaron miles de ve- cálida. Algunos se dirigen a su Niño interior
ces en su vida en forma inconsciente. Por con un tono de voz cortante o perentorio o
esto, no es suficiente el famoso “insight” con demasiada rapidez (el mensaje no ver-
del psicoanálisis, sino en general, ealizar bal que grabaron de sus progenitores es
prácticas sostenidas para implementar el que no hay tiempo para ese Niño).
nuevo programa interior.
También sugerimos a esta clienta que
anotara las restantes Preguntas Esenciales INTERFERENCIAS INTERNAS
que mencionamos más arriba, para formu- DEL PADRE CRÍTICO O NUTRITIVO
larlas a su Niño interior: NEGATIVOS Y DEL ENTORNO SOCIAl
Estas preguntas, una vez iniciadas, deben
continuarse hasta lograr un “cierre” satisfac- En estas prácticas hemos observado la
torio para el Niño interior, luego de varias aparición de diálogos internos negativos
transacciones internas. Otros autores reco- procedentes de Circuitos de Conducta ina-
miendan un número mucho mayor de estas decuados, que son detectados y explicados
preguntas y ejercicios diarios prolongados, como grabaciones inapropiadas, a veces
pero en la práctica no se suelen cumplir. tóxicas, otras mal informadas, que se pue-
También son muy útiles, en la actuali- den “archivar” donde no hagan daño. Lla-
dad, para el vínculo con la pareja, los hijos mamos a uno de estos Circuitos Sometido,
y otros allegados. por contener intercambios del Padre Crítico
Al finalizar esta intervención, pregunta- negativo con el Niño Sumiso.
mos a los otros participantes del grupo en La sobreprotección circula en el Circuito
cuál estado del Yo se ubicaron al observar Lastimero (Padre Nutritivo Negativo a Niño

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Autorreparentalización: Grabando la protección interna 187

Sumiso (Kertész et al. 2010) y, también,


socava la autoestima.
Pero también suele haber resistencias o
sabotajes de integrantes de la red social
del paciente (familiares, pareja, otros alle-
gados), lo cual requieren entrenamiento
asertivo, prácticas de role-playing o sesio-
nes familiares o vinculares para su supera- Figura 4: Caso 1. Mujer de 60 años
ción. Esto se encuadra en el enfoque sis- que fue golpeada de niña. Su parte
témico, uno de los fundamentos del Análi- Grande en este caso, con su madre
sis Transaccional. interna psicótica activa, golpea
a su parte Niña (Niña interior).
OTROS RECURSOS ADICIONALES

Además de los mencionados, son reco-


mendables otros, como las prácticas mi-
rándose al espejo, la imaginería interna con
los ojos cerrados, o bien:
– Escribir diálogos entre el Padre Nutritivo
y el Niño Natural y luego leerlos varias
veces en voz alta, grabarlos (la misma Figura 5: Caso 2. Mujer de 47 años.
persona, el terapeuta, o bien otros) y es- Depresiva con psicofármaco al lado.
cucharlos con los ojos cerrados, si- Su parte Grande, también depresiva,
guiendo las indicaciones adecuadas; caída hacia atrás y alejada de la Niña.
– Prácticas con el Circuito Emotivo con
otros, empleando los dos estados del Si no se consiguen estos muñequitos (en
Yo (Padre Nutritivo y Niño Natural) o mi caso le pedí prestados los pingüinos a
empleándolo con las técnicas anteriores mi nieto de 5 años), pueden utilizarse títe-
en situaciones de cambio, traumáticas o res u otros muñecos. Lo interesante en el
exigentes y para disfrutar los éxitos; caso de los pingüinos es que el pequeño
– Ejercitar el diálogo interno antes de está contenido en el Grande y se puede sa-
dormirnos, felicitándonos por los lo- car, lo cual es una metáfora cenestésica
gros del día y programando sueños que llega directamente al Niño del cliente.
gratos, y al levantarnos, brindándonos A continuación transcribimos un protoco-
apoyo para el día que se inicia; lo sencillo diseñado allá en 1974 (Tabla 1),
– Colocar fotos nuestras de la infancia para facilitar el aprendizaje de comporta-
en la mesita al lado de la cama y otros mientos protectores en individuos que no
lugares visibles y hablar cariñosamen- contaban con ellos en su repertorio.
te con esas imágenes y enseñárselas La columna de la izquierda describe estí-
a otros; mulos o situaciones frecuentes que requie-
– Usar muñequitos como los pingüinos ren comprensión y apoyo, la siguiente de la
de las fotos, uno contenido dentro de izquierda, sugiere algunas frases apropia-
otro como las muñecas rusas, para das, la subsiguiente, conductas físicas con-
experimentar en forma cenestésica la gruentes con las palabras y finalmente la de
parte Grande (Padre y Adulto) y la la derecha, la emoción que correspondería
Chica (Niño interior). Generalmente la sentir (que desde luego, no se puede impo-
parte Grande es tomada en la mano ner, pero que probablemente surja junta-
derecha en los diestros. mente con las conductas verbales y físicas).

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


188 Dr. Roberto Kertész

Tabla 1: El Decálogo del Padre Nutritivo (Kertész, 1974).


Un listado de algunas conductas como guía parcial pero práctica para proteger.

CUANDO OBSERVO
DIGO HAGO SIENTO
QUE UNA PERSONA
– Necesita mi apoyo. – Confío en ti. – Toco el hombro. – Afecto.
– Siente temor de fallar.
– Está confuso. – ¿Qué necesitas? – Miro a los ojos. – Afecto.
– No se atreve a pedir. – Toco el hombro.
– Llama mal la atención. – Abrazo.
– Teme consecuencias – Puedes disfrutar y – Miro a los ojos. – Afecto.
negativas por hacer lo divertirte sin peni- – Toco el hombro.
que desea y le gusta. tencias ni culpa. – Abrazo.
– Uso voz firme.

– Está sintiendo la emo- – Comprendo lo que – Miro seriamente. – Simpatía.


ción de ............... sientes. – Toco. – Tristeza.
– Está sufriendo por la – Abrazo.
situación ....................
– No se siente com-
prendido.

– Necesita elogios por lo – Estuviste muy bien. – Expreso alegría con – Alegría.
que logró. – Te felicito. todo el cuerpo. – Orgullo.
– Lo palmeo.
– Le doy la mano.
– Se siente mal por no – ¿Cometiste un error? – Lo miro seria y
ser perfecto. Es humano, cual- afectuosamente.
– Teme que lo rechacen. quiera puede equivo- – Abro las manos.
– Necesita saber que no carse y aprender de – Le doy la mano.
está solo/a. ello. – Miro seriamente.
– Que tiene protección. – Puedes contar con-
migo en las buenas
y en las malas.
– Necesita un permiso – Tú puedes. – Tono de voz firme. – Seguridad.
para actuar y sentirse – Está bien que lo – Manos en los hom-
luego seguro y libre. hagas. bros.
– Tienes derecho. – Lo abrazo.

– Me agrada. – Te quiero. – Miro a los ojos. – Afecto.


– Me atrae. – Te aprecio. – Lo acaricio.
– Me gusta. – Lo estimo. – Lo abrazo.
– Vale.
– Es buena persona.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Autorreparentalización: Grabando la protección interna 189

Para mayor eficacia, es conveniente da debido a un accidente aumovilístico, en


que, además de repartir este cuadro, el te- el cual su suegro, que iba a gran velocidad
rapeuta, instructor o coach demuestre chocó, saliendo ileso pero muriendo el hi-
ejemplos de sus aplicaciones en un en- jo. Esto ocurrió hace algunos años pero su
cuentro individual, de pareja, familiar o gru- hija aun no se repuso y no tiene pareja ac-
pal. tualmente.
Como siempre, esto implica que el pro- Su hija del medio es soltera, tiene 30
fesional cuenta con estos recursos internos años y vive con ellos. Las discusiones con
y los puede comunicar efectivamente y que ella son frecuentes.
probablemente, si no los “trae de fábrica” La paciente se separó hace unos 9
de su familia de origen, los haya internali- años, debido a la falta de apoyo del mari-
zado mediante su terapia personal y/o for- do, viviendo en casa de su madre, que tie-
mación con un analista transaccional capa- ne un segundo marido alcohólico.
citado. Al instarla su esposo, ella volvió con la
Es impactante verificar lo infrecuente condición de que él cambiase, pero no lo
que es la petición directa de protección cumplió y siguió sobreprotegiendo a las hi-
adecuada (Niño Libre a Padre Nutritivo). La jas, y ahí comenzó el dolor perineal, junto
habitual es que el individuo se queje sin con un cuadro depresivo y de abulia. Tam-
pedir lo que requiere (Circuito Lastimero), bién dejó un trabajo administrativo.
critique o reproche (Circuito Sometido o Dijo que antes era “el soporte de la fa-
Combativo), dirigiendo sus estímulos al Pa- milia” ... a lo que respondí que “ahí parece
dre Nutritivo negativo, al Niño Sumiso o al que se dobló por el medio” (en la zona pe-
Niño Rebelde del supuesto emisor de la rineal).
protección, con lo que no conseguirá su ob- Además de la psicoterapia, tuvo dos
jetivo. operaciones sin los resultados deseados.
A pesar de esto, el que actúe como Pa- Una coxígea de un traumatólogo y otra va-
dre Protector, puede comprender la dificul- ginal de un ginecólogo.
tad del otro, cruzar la transacción y brin- En general, no expresa rabia ni tristeza.
darle lo que necesita. Su familia no está “entrenada” para conte-
nerla.
* * * Su voz suena gruesa y parental (consi-
deré que es la de su Padre Critico, incon-
A continuación presento otro caso gruente con su Niño Sumiso dolorido).
concreto vinculado en parte con la Au- Le induje un trance mediano y le pedí
toreparentalización, tema del presente que dialogase acorde a lo preconizado por
trabajo. Milton Erickson, con la parte que provoca
el dolor y le agradezca que, a pesar del su-
– Sesión de admisión, frimiento, le permitió mantener sus víncu-
octubre de 2010. los familiares. Y que acepta que la moles-
tia no cese, hasta que esté segura de co-
Quería compartir que tuve una sesión rregir esos vínculos en forma asertiva. La
de admisión hoy con una mujer de 61 explicación sería que los estímulos stres-
años, con dolor crónico desde hace casi sores provienen de sus roles de pareja y
ocho. Relata que, con sus tres hijas, su familia, son percibidos como tales en su
marido triangulaba las comunicaciones en mente, y allí generan una respuesta de
los conflictos de disciplina con ellas y la stress crónica manifestada en su cuerpo
desautorizaba. La menor resultó lesbiana, por el dolor, el cual “devuelve” al marido e
con conductas actuales autoagresivas y de hijas como castigo para todos, incluyendo
celos. La mayor se casó, pero quedó viu- a ella misma.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


190 Dr. Roberto Kertész

Luego de eso, al despertar del trance, que en la infancia estuvo fuera (en la fami-
pudo llorar al comprender su estado, y reír lia) está adentro (en el Argumento de Vida)
de alivio, también. y vuelve a estar afuera (en el presente)”.
Previamente había consultado a una psi- Ella relata que tiene una “parte muerta”
coanalista que, seguramente sin esa inten- (sería el Niño Libre).
ción le generó más culpa de la que ya sen- Como es religiosa, (fue recomendada
tía. Y luego acudió a una psicóloga, que por un sacerdote amigo nuestro en cuya
atribuyó su cuadro a motivos sexuales. Si iglesia ella es parte del coro) observé que
bien es cierto que hace bastante tiempo no posiblemente no se mató debido a sus cre-
siente deseos, considero que ello se debe encias, lo cual confirmó. Le propuse inte-
también a su rabia hacia su marido, por de- grarse en un grupo de terapia de Análisis
sautorizarla sistemáticamente en cuanto a Transaccional y leer el libro “A.T. en Vivo”,
los límites que ella quisiera poner a sus hi- como material de apoyo.
jas. También por momentos la agrede, cri- Finalmente, la dije que si no desaparecie-
ticando su gordura actual, aunque él tam- se el dolor la semana próxima no tendría por
bién tiene su propio abdomen voluminoso. qué sentirse como una tonta o culpable, por-
Adicionalmente, él forma una alianza con que fue su mejor opción para la homeosta-
su suegra en cuanto al control de las hijas. sis familiar, y mantener viva y funcional a su
Como se puede deducir de este informe, madre anciana, que necesita dominarla. Le
nuestro enfoque es esencialmente de hice repetir una pequeña poesía que gene-
aprendizaje social en la familia (Argumento ré: “La emoción expresada...que no es acep-
de Vida) y sistémico. tada... vuelve derrotada...y es somatizada”.
Sin embargo, algo podemos rescatar de Los trastornos llamados “psicosomáticos”
la teoría psicoanalítica, en este caso: el be- en realidad son socio-psico-somáticos, ge-
neficio secundario de sus padecimien- nerados a través del stress crónico produci-
tos...con los cuales retorna, como lo dijimos do por nuestras alteradas interacciones so-
más arriba, la rabia que le produce el gru- ciales. Para la gran mayoría de los médicos
po familiar, en un circuito de realimentación. son sólo somáticos. “Cada vez mejor la tec-
Actualmente toma un psicofármaco anti- nología, cada vez peor la relación humana”.
depresivo, que considera necesario. Está Los objetivos de cambio consensuados
obesa y fuma. fueron: dejar de fumar; pesar máximo 60 kg.
De chica, la madre se había casado con (mide 1.58, con un peso actual de 80); rea-
un hombre que huía del trabajo y mujeriego lizar su trámite jubilatorio; expresar rabia y
(similar al primer caso, de Laura) con el cual tristeza y pedir protección ante la misma; y
tuvo 3 hijos. Como él no traía dinero, la ma- entrenamiento asertivo, en especial para in-
dre salía a trabajar y la paciente tenía que teractuar con sus familiares y alguna activi-
cuidar a los 5 años a sus hermanitos de 3 y dad laboral.
2. Le sugerí que se comunicase con esa Ni-
ña del pasado, representada en ese momen- – Comentario y seguimiento,
to por una almohada, valorando su coraje, diciembre de 2010
pero diciéndole que desde ahora, su parte
“Grande” (Padre Nutritivo y Adulto) iba a pro- Éste caso es un ejemplo evidente del po-
tegerla, para satisfacer sus propias necesida- sible beneficio de la Autorreparentalización
des, lo cual logró, llorando nuevamente. pero, también, relacionado con la necesi-
Aún a esta edad, su madre de 80 años dad de una integración compleja entre el
ejerce control sobre ella, con llamadas dia- modelo médico (neurofisiológico), estudian-
rias. Su hija del medio también la domina do y eventualmente descartando causas
(la paciente le pasó el mismo rol). Esto orgánicas, y el enfoque de aprendizaje so-
puede ejemplificarse con esta frase; “Lo cial/sistémico de Berne y Erickson.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Autorreparentalización: Grabando la protección interna 191

Luego de 6 sesiones grupales, una de ción efectiva, y cuando establezca un pro-


ellas con su madre como invitada, refiere fundo y cálido vínculo entre su Padre Nu-
una gran mejoría en su estado de ánimo, tritivo y su Niño Natural, con aceptación in-
con mucha motivación de cambio, y notan- condicional.
do su entorno esta mejoría. La pregunté si
le molestaría llevar un cartel promocional
en la espalda con el nombre y dirección de REFERENCIAS
nuestro Instituto. Ceemos que el buen hu-
mor, del cual Berne fue un gran ejemplo, es Berne, Eric (1961). Transactional Analysis in
esencial en la ayuda psicológica. psychotherapy. Nueva York: Grove Press
Asistió también a la segunda parte de un Berne, Eric (1964). Games people play. Nueva
curso introductoria 101 al Análisis Transac- York: Grove Press. Traducción española
cional, luego de cierta vacilación. Transcri- (2006). Juegos en que participamos. Barce-
bo parte de su informe espontáneo sobre lona: R B A.
su experiencia en el mismo: “Tuve resis- Berne, Eric (1972). What do you say after you
tencia a ir, pero mi esposo me dijo “¿Por say Hello?, Nueva York: Grove Press. Tra-
qué no?” El tratamiento te está haciendo ducción española (2002). ¿Qué dice usted
muy bien”, así que fui. Con el tema de la después de decir “Hola”? Barcelona: Ran-
Posición Existencial me dí cuenta de que si dom-House Mondadori.
algo me salía mal, me insultaba, que ese Bradshaw, John (1993). Nuestro Niño interior.
modelo lo repiten dos de mis hijas, que soy Buenos Aires: Emecé.
una madre desvalorizada y sobreprotecto- Erickson, Milton H. y Rossi, Ernest L. (1979).
ra. A veces me pongo Paranoide, otras Hypnotherapy: An exploratory casebook.
Nihilista. Hace 10 años que estoy así...no Nueva York: Irvington.
me permito hacer cosas que me gus- Haley, Jay (1967). Advanced techniques of Mil-
tan...siempre fui muy autoexigente. Consi- ton H. Erickson. Nueva York: Grune & Strat-
deraba que lo hago mejor que nadie, que ton.
soy la más rápida, pero eso cambió... Kertész, Roberto (1974). Publicación interna de
Si bien sé que mi marido y mis hijas me la Asociación Argentina de Análisis Transac-
quieren aunque me dicen cosas dolorosas, cional, Buenos Aires.
como que me hago la víctima, que las quie- Kertész, Roberto (2008). Las 4 preguntas esen-
ro controlar, que no me pueden confiar sus ciales al Niño interior. Buenos Aires: Publica-
cosas... y me pregunto “¿Por qué no puedo ción interna, Universidad de Flores.
tener con mis familiares la buena relación Kertész, Roberto, Atalaya, Clara, y Kertész,
que tengo con los demás?”. En este caso es Adrián (2010). Análisis Transaccional Inte-
evidente que dentro de su Argumento de Vi- grado. 4ª.ed., Buenos Aires: Universidad de
da, sus roles sociales y laborales son mucho Flores.
más eficaces que los de pareja y familia. Kertész, Roberto (2010). Niveles lógicos de
En resumen, a las 6 semanas del trata- cambio y aprendizaje. Buenos Aires, Publica-
miento, a pesar de la gran mejoría de su ción interna de la Universidad de Flores
ánimo, el dolor continúa, aunque algo miti- Lazarus, Arnold A. (1983). Terapia Multimodal.
gado y discontinuo. También consultó a Buenos Aires: Ippem.
una nueva ginecóloga, quién le indicó es- Rosen, Sydney (1986). Mi voz irá contigo. Bue-
tudios complementarios. Nuestra hipótesis nos Aires: Paidós.
es que el dolor es psicógeno o más bien, Schiff, Jacqui (1970). All my children. Nueva
sociógeno, mantiene un equilibro patológi- York: Evans.
co familiar, otorga poder de su madre y que Schiff, Jacqui (1979). Seminario en el Institu-
cesará cuando pueda aplicar sus nuevas to Privado de Psicología Médica (IPPEM), Bue-
habilidades sociales para una comunica- nos Aires.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


192 Dr. Antonio Pedreira

Impacto de los Juegos Psicológicos en las distintas etapas de la dinámica amorosa1


Dr. Antonio Pedreira2

Resumen

¿Qué ocurre en la dinámica amorosa que acarrea tanto desgaste en la relación de pareja? Esta cuestión y su res-
puesta es el contenido de este trabajo de investigación clínica retrospectiva con 6.500 clientes del despacho priva-
do del autor; quien realizó terapia con 200 parejas en los últimos 5 años, atendiendo especialmente al impacto de
los juegos psicológicos en las distintas etapas de la dinámica amorosa. El autor cuenta con la experiencia adquirida
a lo largo de 30 años de práctica de psicoterapia humanista, en la que ha acentuado el referencial teórico y práctico
del Análisis Transaccional (AT). A la vez que exponiendo sumariamente cada etapa, el autor presenta el patrón de
los principales juegos que en su estudio se revelaron más prevalentes, que se procesan desde el enamoramiento y
establecimiento del amor romántico, los subsecuentes pasos hacia el amor compañero o el amor en transición, en
las crisis conyugales y sus treguas, hasta la estabilización del vínculo amoroso o su ruptura.
Palabras clave: Terapia de pareja, Análisis Transaccional, Juegos Psicológicos.

Impact of games couples play in the distinct phases of the loving dynamics

Abstract

What happens in the loving dynamics that causes so much wear and tear, till to deteriorate the affective bon-
ding? This question and its answer is the content of this retrospective clinical research with 6500 patients from
the author’s private office. He has performed 200 couple therapy in the latter 5 years paying special attention to-
ward the Impact of games couples play in the distinct phases of the loving dynamics. The author counts with his
acquired experience throughout 30 year of humanistic therapy practice, dealing mainly with the theoretical and
practical Transactional Analysis frame of reference. As describing in brief the main events of each phase, he si-
multaneously presents a list of the main games that happen to occur and are the most prevalent ones in his study
since the early Infatuation phase through the Romantic stage. Thus it is followed –phase by phase– by searching
the typical games to the Companion love or even the Love in Transition phase, and the crisis of the Love in Con-
flict and its Truces, until the subsequent steps in the way of stabilizing of the loving bond, or its final rupture.
Key words: Couple therapy, Transactional Analysis, Psychological Games.

Impact des jeux psychologiques pratiqués par les couples pendant


les distinctes étapes de la dynamique amoureuse

Résumé

Qu´ est-ce qu´il arrive dans la dynamique amoureuse qui provoque un si grand affaiblissement dans les
rapports du couple ? Cette question et sa réponse est le contenu de ce travail de recherche clinique rétros-

1
Este trabajo fue presentado en la ponencia de clausura del XV Congreso Español de Análisis Transaccional. Zara-
goza, mayo 2010 y aquí lo publicamos íntegramente.
2
Médico, miembro Didáctico clínico acreditado por ALAT (Asociación Latino Americana de Análisis Transaccional) y UNAT-
Brasil (Asociación Brasileña de Análisis Transaccional). Es Miembro Regular de ITAA. Emplea el AT en psicoterapia individual,
grupal y de pareja. Anterior Presidente de ALAT (2008/2009). Autor de 10 libros sobre AT. E-mail: atpedreira@uol.com.br

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Impacto de los Juegos Psicológicos en las distintas etapas de la dinámica amorosa 193

pective avec 6500 clients du bureau privé de l`auteur, par rapport à sa propre expérience, au-delà de la réa-
lisation de 200 sessions de thérapie de couple parmi sa clientèle privée dans les derniers 5 ans, sur un sup-
port de l´ expérience acquise au long de 30 années de pratique de l`Analyse Transactionnel (AT). L`auteur
présente une liste des principaux jeux psychologiques mis en pratique par les couples pendant les différen-
tes étapes de la dynamique amoureuse et leur impact depuis le début de la passion jusqu´ à l´ établissement
de l`Amour romantique et d´ autres étapes qui vont se succéder: L`Amour Copain ou même L`Amour en
Transition, L`Amour en crise et ses Trèves jusqu ´ à la stabilisation du lien d’amour ou sa rupture.
Mots Clé: Thérapie de couples, Analyse Transactionnel, Jeux Psychologiques.

INTRODUCCIÓN MATERIAL Y MÉTODOS

En su libro Games People Play, de 1968, Este es un estudio retrospectivo de


Eric Berne escribió: “Sus juegos favoritos tam- 6.500 clientes (n = 6500) – 76% mascu-
bién determinarán su destino último… los be- linos y 24% femeninos – a lo largo de 30
neficios de su matrimonio y su carrera profe- años de práctica de psicoterapia huma-
sional, así como las circunstancias que rode- nística, con énfasis en el referencial teó-
en su muerte” (2007, p. 70). En vista de eso, rico y práctico del Análisis Transaccional
he decidido retomar este importante tema con (AT). Para cada cliente hay un prontuario
el objetivo de investigar la veracidad y exten- individual en que constan todas las ano-
sión de esta afirmación suya. Además, me taciones, desde la primera sesión hasta
inspiraron una serie de cuestiones: la última. Así anoté todo: la queja princi-
¿Por qué razón las relaciones afectivas pal motivadora de la consulta, la historia
empiezan de manera tan favorable y cam- del problema actual, seguida por su his-
bian tanto después de algún tiempo? toria personal, sus relaciones interperso-
¿Qué pasa en la dinámica amorosa que nales – de familia, social, profesional y
acarrea tanto desgaste, a punto de conver- de pareja. También registré la evolución
tir aquellos amantes enamorados en “ene- del proceso de la pareja y subsiguientes
migos cordiales” o meros huéspedes en la verificaciones tras el alta (“follow up”).
misma casa? Guardé los prontuarios en archivos espe-
¿Cómo ocurre tal desgaste en una rela- ciales que garantizan el debido sigilo pro-
ción que ha empezado de modo tan arre- fesional.
batador y lleno de sueños, fantasías e ilu- Para preparar un estudio retrospectivo
siones? como éste, tuve que elegir el tema de la in-
Con todas estas preguntas más una vestigación por observación contrastada y
serie de otras cuestiones, además de la hacer una numeración elemental, con veri-
natural curiosidad personal, he iniciado ficación directa de los juegos psicológicos
una incesante revisión bibliográfica, hace más prevalentes presentados por nuestros
veintitrés años. A la vez que la experien- pacientes en todas las etapas de la rela-
cia adquirida a lo largo de este tiempo en ción amorosa.
las sesiones de práctica de psicoterapia Además, inspirado por el conocimiento
de parejas, individuales y grupales, en las del rol nocivo de un juego psicológico en
que he acentuado el referencial teórico y las relaciones en general, verifiqué cuáles
práctico del Análisis Transaccional (AT), eran los juegos más frecuentes –sin la
realizamos una investigación con 200 pa- preocupación de describirlos– ubicándolos
rejas de mi consulta, en los últimos cinco en las distintas fases del esquema de la di-
años. námica de la relación de pareja, descrita

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


194 Dr. Antonio Pedreira

por Masters y Johnson (1985) y modificada de los casos de nuestros clientes, con mí-
por el autor del presente artículo. nimas variaciones Individuales. He ahí el
Mi intención inicial era identificar y ha- referido esquema, modificado por nosotros;
cer un listado de estos juegos que identi- esta versión va a servir de apoyo al pre-
fiqué como los más comunes, el modo co- sente artículo, cuyo objetivo primordial se-
mo se repetían en las quejas de las pare- rá revelar los más frecuentes juegos prac-
jas, su intensidad y probable repercusión ticados por la pareja en cada una de estas
en el habitual desgaste que suele acarre- etapas.
ar en el vínculo amoroso. Con una mirada En la verificación estadística de los
más precisa, logré situarlos en cada eta- 6.500 prontuarios, la computación global
pa que presentaré en este estudio. Luego, resultó en el patrón abajo mencionado. En-
dirigí mi atención hacia las descripciones contramos como juegos más recurrentes,
y declaraciones de Eric Berne en su clási- en la queja principal e historia del proble-
co libro Juegos de la Vida, para estable- ma actual de las 200 parejas estudiadas, el
cer similitudes y diferencias entre los dos siguiente listado, cuyos juegos iré correla-
estudios. cionando con las distintas fases del esque-
En resumen, mi estudio comenzó con ma que presento en la Figura 1.
una constatación cualitativa y una curiosi- Como considero las relaciones de pareja
dad por confirmar una impresión clínica las más significativas e importantes para la
que fue evolucionando hacia un patrón. felicidad personal, yo conservaba y aún
Hice tales observaciones cuando valoré a conservo la esperanza de que este conoci-
cada individuo y, después, las confirmé en miento, aquí divulgado, pueda venir a ser
las sesiones de la terapia de pareja y gru- fundamental para nuestro bienestar y cali-
pales. No intenté, desde el inicio, hacer un dad de vida.
tratamiento estadístico riguroso, que sin Vamos a analizar lo más común y rei-
embargo podré abordar en un artículo pró- terativo en cada una de estas etapas de
ximo. la relación amorosa, con el objetivo de
permitir a los lectores el conocimiento de
todos los desgastes que ocurren. Ade-
RESULTADOS Y DESARROLLO más, por medio de un análisis de estos
DEL TEMA aspectos principales de la dinámica amo-
rosa, el lector podrá aprovechar los ha-
La principal respuesta a las cuestiones llazgos para sus relaciones, evitando los
que me planteé fue la de que el impacto de desgastes innecesarios y perfeccionando
los juegos psicológicos en las distintas eta- la calidad y gozo en su relación amoro-
pas de la dinámica amorosa está en la ba- sa.
se de muchos de los desencuentros en la De las innumerables fuentes bibliográfi-
relación de pareja. Recordemos que Berne cas investigadas, la que más me inspiró
describió en la pareja dos tipos de juegos: inicialmente fue el libro: On Sex and Hu-
los maritales y los sexuales. Nuestros pri- man Loving (Masters y Johnson, 1985),
meros estudios mostraron que solían ocu- particularmente el capítulo nueve: Amar y
rrir otros tipos de juegos en la dinámica Ser Amado. De él extraemos un esquema
amorosa, que Berne no mencionó. En la cíclico sobre el amor romántico y pasamos
actualidad, hemos enriquecido el modelo a observarlo en nuestra práctica psicotera-
original de Masters y Johnson. Así hemos péutica, validándolo como un modelo útil
llegado al modelo de la Figura 1. En él, no- para organizar nuestro pensamiento sobre
sotros podemos encuadrar la gran mayoría la dinámica amorosa.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Impacto de los Juegos Psicológicos en las distintas etapas de la dinámica amorosa 195

ocurrencia de una serie de eventos, más o


menos parecido a lo que pasamos a des-
cribir. Un día, estando en aquel estado de
Prontitud y de Predisposición al amor, apa-
rece alguien que le sensibiliza de alguna
manera y –entre tantas personas con las
cuales ha entrado en contacto– suele acon-
tecer que una le despierta una especial
atención. Surge un creciente y casi incon-
trolable deseo de acercarse, mirarla más
de cerca, identificar puntos en común con
ella, conocer su nombre, sus gustos e inte-
reses, lo que hace, dónde vive, y principal-
Figura 1: Modelo de la Dinámica mente, si habrá alguna posibilidad de apro-
Amorosa, de Master y Johnson, ximación.
modificado por Antonio Pedreira. Movilizará todos los recursos disponibles
–la ayuda de amigos comunes, el riesgo de
una osada auto presentación, en vivo o por
1. Prontitud o Predisposición
medio de una llamada telefónica, computa-
Amorosa:
doras. Hoy día todas estas tácticas son uni-
sex– después de los movimientos de la li-
Esta etapa traduce un estado-de-espíritu
beración femenina –pero eran más comu-
en el cual la persona se pone cuando, sin-
nes entre los varones, hace poco tiempo.
tiéndose apta para amar, se ve delante de
Así comienzan los movimientos de aborda-
la posibilidad efectiva de encontrar a alguien
je del potencial compañero, que incluye un
para compartir los dos, algo muy especial e
intenso y extenso contacto visual en el cual
indescriptible, que se llama amor. Entonces,
encaja la expresión coloquial “comer a uno
la persona se imagina disfrutando de este
con los ojos”.
sentimiento como algo deseable, sublime y
Cuantas más señales de bienvenida ocu-
gratificador en los moldes estereotipados,
rren, más aumenta dentro de sí la convic-
como suele pasar en telenovelas y películas
ción de que está ante la realización de sus
románticas. En esta fase, el individuo con
más ardientes deseos, ilusiones y sueños.
predisposición a amar idealiza a alguien con
La esperanza de caer en gracia a aquel ser
un cierto perfil y se arroja dispuesto al en-
encantado, que cree capaz de complacer
cuentro de su alma gemela, con enorme an-
sus carencias, contiene una mezcla de ale-
sia por intimidad y compañerismo. Poniendo
gría y aflicción. La alegría será en razón de
en acción su poderosa “antena direccional”
una probable aceptación y ante la crecien-
busca satisfacer sus carencias psicoafecti-
te posibilidad de establecer un vínculo amo-
vas y sexuales con aquella persona que
roso; la aflicción, en la hipótesis de llegar a
también, supuestamente, desea amar y ser
ser rechazado. El estado del Yo oscila en-
amada. En esta fase todavía no observamos
tre Niño Libre y un predominante Niño
la práctica de juegos.
Adaptado sumiso. De ahí, el fuerte miedo a
2. Enamoramiento desagradar –derivado del impulsor “Com-
o Apasionamiento (la Pasión): place”, que le deja preocupado por lo que
piense la persona amada. Además, suele
Éste es un momento mágico en la vida acontecer una cierta dependencia de sus
de cada uno de nosotros. Verificamos la acciones, palabras y gestos, incluso la in-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


196 Dr. Antonio Pedreira

tensa curiosidad en conocer a alguien tan comienzo un período de mucha alegría y


íntimamente, lo que lo provoca devaneos, contentamiento. Son comunes las sonrisas
sueños y noches sin dormir. –los amantes se ríen impensadamente sin
Está comprobado científicamente en la una razón especial. Ellos se miran mucho
actualidad que la química cerebral presen- y manifiestan el deseo de estar juntos todo
ta una sensible modificación, convirtiendo el tiempo disponible y con la mayor proxi-
la pasión en una experiencia increíble, fuer- midad física posible.
temente excitante y que produce un estado Frecuentemente, pronuncian las frases
alterado de conciencia, bordeando la irra- típicas de esta fase romántica: “Yo sólo voy
cionalidad desenfrenada e incontrolable. si tú vas”, “Sin ti nada tiene gracia”, “Cuan-
Si todo transcurre bien, dentro de las ex- do estoy contigo, me siento completo y fe-
pectativas de aquella persona y ocurre la re- liz”, etc.
ciprocidad de los sentimientos, se inicia el Aún cuando digan que el amor románti-
vínculo afectivo, desembocando en la etapa co es verdadero cuando ocurre a la prime-
siguiente del Amor Romántico o Apasionado. ra mirada, en la vida real, esta instantanei-
En la hipótesis de no lograr éxito, siem- dad es mucho más la excepción que la re-
pre es posible que haya ciertos mimos, gla general. Lo más común es que ocurría
desde los besos, abrazos y toques varia- un proceso gradual en el compromiso, fa-
bles con el cuadro de referencia de los cilitado por la proximidad física en el entor-
enamorados. Tales caricias sirven para mi- no profesional o social, mediante encuen-
tigar el “hambre de contacto” de que habló tros reiterados, principalmente cuando pa-
Berne, y se puede parar en este punto o san a salir juntos. Aquí se repite el binomio
progresar hacia la etapa siguiente. fundamental para que suceda una determi-
¿Qué pasa en la dinámica amorosa que nada reacción química: afinidad y contacto.
acarrea tanto desgaste en algo que co- A menudo suele sobrevenir que una
menzó de modo tan vibrante? amistad muy íntima con una complicidad
Sin lugar a dudas, los juegos psicológicos creciente termine por convertirse en un vín-
son, por supuesto, los principales causantes culo amoroso. En este caso, las observa-
de los desgastes que suelen ocurrir durante ciones obtenidas de modo no sospechoso
la dinámica amorosa, en todas sus etapas. y privilegiado acerca de las calidades de
He aquí los juegos psicológicos –cuya aquella persona facilitan más las deduccio-
descripción consta de los libros de texto nes. Además, es más fácil constatar, o no,
(Berne, 1964; Kerstész, 1977)– más fre- las afinidades y compatibilidad.
cuentes en la fase del Enamoramiento, En el Amor Romántico hay una ya com-
conforme a nuestra investigación: probada alteración en la química cerebral
• Seducción y Caballero. con una apreciable elevación de los neuro-
• Cheque de goma. transmisores dopamina y encefalinas, co-
• Sólo intento ayudarte. mo también de las endorfinas – sustancias
• Sabio Casero y Es usted maravilloso naturales similares en sus efectos a la mor-
caballero. fina. Eso esclarece el arrebatamiento e ins-
• Violación y Rapo. piración que todos los amantes apasiona-
dos demuestran, y también ante la más pe-
3. El Amor Romántico queña señal de reciprocidad que emita el
o Apasionado: objeto de deseo. Su Niño Libre se pone ac-
tivadísimo, incluso químicamente.
A partir del momento en que se estable- Es digno de notar que existen tres fac-
ce el vínculo de reciprocidad afectiva, tiene tores que hacen que el Apasionamiento

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Impacto de los Juegos Psicológicos en las distintas etapas de la dinámica amorosa 197

sea más fuerte e intenso, de modo directa- • Una implosión de las fantasías y un
mente proporcional: distancia, represión, y verdadero descascarar de la realidad.
obstáculos. Observemos desde aquí, que Aquí no pasa nada sin notarse. La crí-
estos factores suelen desaparecer con el tica, los cobros y recaudos serán ine-
matrimonio. Sin embargo, el período de vitables para cosas aparentemente ba-
Amor Apasionado, independiente de casar- nales que en el Apasionamiento eran
se o no, tiene duración limitada entre un excusadas y/o ignoradas. Ejemplo:
año y dos años y medio, de acuerdo con ella se irrita porque él aprieta el tubo
investigaciones fidedignas. La química ce- de la crema dental en la mitad o por
rebral cambia, afectando a los sentimien- arriba, en vez de apretarlo por abajo.
tos, los pensamientos y las actitudes de los En compensación, si antes él no se in-
compañeros amorosos que, independiente- comodaba por que ella roncaba, o
mente de sus buenos propósitos, perciben masticaba con la boca abierta, y lo en-
la transmutación de esta fase romántica en contraba gracioso, eso ahora es moti-
otra forma de Amor en Transición, o en una vo de crítica, impaciencia y protestas.
modalidad denominada Amor Compañero. • Pasan a existir cobros, recaudos y exi-
Inclusive en esta fase tan inspiradora, es gencias para que el otro sea aquello
posible detectar los indeseables juegos y que fantasearon ser, y así tener sus
rackets. expectativas cumplidas. Es común que
Los juegos más frecuentes en la fase del ocurran: resentimientos, congojas y
Amor Compañero son: frustraciones acompañando a la dolo-
• Invernadero y Psiquiatría. rosa constatación o incluso la sensa-
• Querida/o. ción de haber sido engañado (a). La
• Alcohólico sólido (= obesidad). frase típica de este momento es: “¡Él
• Celos. (ella) no es nada de lo que yo pensa-
• Perversión. ba que era!”. El Padre Critico en su ac-
• Pata de palo. tuación negativa suele aparecer muy
fuertemente.
4a) Amor en Transición • Pueden surgir los celos en alta inten-
Inicio de los desgastes: sidad, frecuentemente de aquel ítem
que en el apasionamiento fue un fac-
Comprende el desarrollo más común en tor de atracción. Ejemplo: la sensuali-
que se convierte el Amor Apasionado, ocu- dad, la manera afectuosa de tratar a
rriendo espontáneamente en 95% a 99% las otras personas, principalmente a
de las parejas. Es una fase bastante im- las del sexo opuesto. Los mismos de-
portante, que guarda una relación directa talles corporales que fueran motivo de
con el período del Enamoramiento o Apa- la atracción inicial de su Niño libre,
sionamiento, pues todo lo que dejó dejado ahora servirán de cebos para juegos
de ser visto o descalificado por cuenta de de Celos, a través de las protestas –
la intensa vibración, idealización y fantasí- inspiradas por toda la crítica de su Pa-
as, ahora será verificado de manera muy ri- dre negativo o Niño rebelde – contra
gurosa y exigente. En este período crucial el uso de ciertas piezas de ropa.
que, según las mejores estadísticas (Mas- • La vibración disminuye y llega a desa-
ters y Johnson, 1985), sucede entre dos parecer, manifestada por la drástica
años y medio y cinco años de relación, reducción de la frecuencia sexual,
aparece una serie previsible de eventos, acompañada o no por aburrimiento, in-
entre los cuales señalamos: diferencia y fácil impaciencia.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


198 Dr. Antonio Pedreira

• Ocurre también una prueba de sí mis- entorno, aun que sin los furores de la pa-
mo, del otro y de la propia relación, sión del Enamoramiento que induce a una
vertido en pensamiento frecuente, ha- fuerte proximidad física, transluce la in-
blado o no: “Yo puedo pasar sin él”; mensa sintonía que caracteriza el Amor
“Ella lo puede pasar sin mí”; “Yo pue- Compañero. Existe un legítimo interés en el
do pasar sin esta relación”. bienestar del otro, siendo éste, quizás, el
Los Juegos más frecuentes en la fase más fiel indicativo del sustantivo abstracto
del Amor en Transición son: llamado Amor. Con la materialización de
• ¡Discúlpame! este sentimiento contenido en el vínculo
• Si no fuera por ti... amoroso, vendrán las celebraciones físicas
• Deben aceptarme como soy. de una gratificante vida sexual, tanto en
• Lo mío es peor que el tuyo. términos cualitativos como cuantitativos.
• Pelea. Esta etapa está prácticamente libre de jue-
• ¿Por qué no haces…? Sí pero. gos psicológicos –salvo unos pocos, y en
Todos los fallos e imperfecciones obser- grado leve, ya descritos en el período del
vados en este período de transición amo- Amor Romántico– puesto que la mayoría
rosa sirven de telón para poner a prueba la de las transacciones son positivas (NL-NL
realidad de la pareja. Y cuando se aperci- y PN-PN) y la estructuración del tiempo
ben de que sus carencias básicas no fue- predominante es la intimidad que según
ron satisfechas, usan a la frustración implí- Berne (1968) transcurre libre de juegos.
cita como ingrediente para activar una fase
aun más seria, que es la propia crisis con- 5) El Amor en Conflicto
yugal. La describiremos más adelante con La crisis conyugal:
el nombre de Amor en Conflicto juntamen-
te con los juegos observados en este estu- Después de la fase de Transición Amo-
dio. rosa, naturalmente la pareja pasa al Amor-
Apasionado, puesto que las comunicacio-
4b) Amor Compañero: nes se han tornado tensas, tiene lugar en
algún momento entre cinco años y medio,
Sería la transmutación ideal del Amor y ocho años y medio, la crisis conyugal.
Romántico, en el cual se estableció una Hay quienes la denominan “crisis de los
evidente dependencia emocional simbióti- siete años”, pero no hay nada que la rela-
ca, en cuanto en éste se estabiliza la rela- cione con el cabalístico número siete. He
ción basada en una saludable interdepen- visto parejas alcanzar esta crisis en poco
dencia. Espontáneamente, sin ninguna más de un año de relación, como también
ayuda psicoterápica, apenas 1% a 5% de he podido ver parejas que por circunstan-
las parejas logran alcanzar esta etapa, en cias variables (hijos, cambio de ciudad, ca-
que los cinco parámetros de una relación tástrofes etc.), postergaron esta crisis du-
saludable: Confianza, Respeto, Admira- rante doce años de matrimonio o más.
ción, Intimidad-Ternura y Sexo están en un La realidad es que esta crisis por la que
equilibrio saludable. El compromiso, la sin- pasa un vínculo amoroso puede venir a ser
tonía psicoafectiva y sexual propician una una etapa decisiva en la vida de la pareja,
exquisita sensación de satisfacción y de y puede incluso ser una crisis positiva en
paz interior que habitualmente se describe términos de cuestionamiento y de creci-
como felicidad. La relación es energizante, miento. De hecho, el conflicto se instala a
segura y rica en alegría y afecto. La simple través de una previsible lucha por el poder,
presencia de la otra persona en el mismo una disputa velada o explícita para ver

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Impacto de los Juegos Psicológicos en las distintas etapas de la dinámica amorosa 199

quién es el dominante. La situación se po- Puede haber una revitalización e incluso


ne mucho más tensa con los juegos de po- un fortalecimiento de la confianza en el éxi-
der que ocurren, seguidos por altercados to de la relación, basados en la experien-
en lugar de diálogos constructivos. Los cia previa. Aunque la resolución dependa
conflictos que eran excepción, ahora se de motivación bilateral, cooperación, es in-
tornan la regla, con disputas frecuentes, negable que un inicio apasionado de la re-
ofensas mutuas o ataques a sus familia- lación puede influir decisivamente en la re-
res, que pasan por ser un pecado mortal. solución de la crisis. Pueden acordar una
Y las agresiones que eran verbales, se tor- mediación a través de una terapia de pare-
nan en morales y, no raro, físicas, sea de ja, o espontáneamente por intermedio de
modo simbólico, sea de modo ostensivo y un amigo común, si ambos tienen el deseo
abierto. de preservar el vínculo y primar la relación.
Los juegos más frecuentes en la fase del Sin embargo, lo imponderable puede ser
Amor en Conflicto son: factor de peso para una rápida y definitiva
• Arrinconado. reconciliación. Me refiero a eventos impre-
• Defecto y Además de esto... visibles, pero de importancia capital, tales
• Ya te tengo, hijo de perra. como: una grave enfermedad en la familia,
• Peleen los dos. un secuestro, la muerte de un hijo, un hijo
• Alboroto. con abuso de drogas, etc.
• Alcohólico. La seña para entrar en el proceso de Re-
• Mujer frígida y Frígido. solución puede ser una expresión como:
• Perversión. “Nosotros peleándonos por cosas tan pe-
• Deudor-Acreedor. queñas…”. De ahí puede proceder una re-
• Mira lo que me has obligado a hacer… solución definitiva de los conflictos, lleván-
• Pelea. dolos de vuelta al Amor Romántico y, con
La tempestad puede ser continua o in- suerte, llegando al deseable Amor Compa-
termitente, pero puede dejar marcas irre- ñero. Por desgracia, a veces retorna al
versibles. Como el entorno se pone casi in- Amor en Transición, con sus perniciosos
soportable, la crisis puede tomar uno de los juegos psicológicos, ya mencionados arri-
tres siguientes caminos: tregua, resolución ba, terminando por desembocar en una
definitiva o el desapego; este último con- nueva crisis conyugal.
secuencia del desgaste del amor y de las
dudas. 7) Tregua:

6) La Resolución: Es la resolución más frecuente del Amor


en Conflicto. Por no pasar por un proceso
Constituye la mejor solución para el más elaborado, en el cual los compañeros
Amor en Conflicto, pues puede conducir la puedan desahogarse, decir todo lo que no
relación de nuevo al Amor Romántico, con les gusta y proponer las soluciones posi-
derecho a una segunda luna-de-miel, ce- bles y aceptables con dignidad. La mayoría
nas a la luz de velas, etc. Pero jamás re- de las veces, hacen las paces sólo para
tornan al Enamoramiento inicial, pues las que se interrumpa la situación hostil. Es
idealizaciones, ilusiones y fantasías ya su- muy corriente acumular una perniciosa co-
frieron implosión en la etapa del Amor en lección de malos sentimientos crónicos, só-
Transición. Ya hubo una verdadera revela- lo para salvar las apariencias delante de
ción de la realidad, sin admitir, como, ver al los amigos, hijos y parientes, incluso por
otro como deseamos, en vez de como es. falta de autonomía económico-financiera.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


200 Dr. Antonio Pedreira

A causa de estos sentimientos acumu- minente del vínculo, la relación alcanzará


lados y de asuntos mal solucionados du- en un tiempo variable, de una pareja a otra,
rante la fase del Amor en Conflicto, ocurre la última etapa: el Desamor.
que aún siendo la propuesta de alcanzar
juntos una la relación (= Amor Compañe- 9) El Desamor o Desilusión:
ro) es frecuente que un considerable nú-
mero de parejas sufran un desencuentro, Es el final de la vinculación afectiva, el
alcanzando una vez más la Transición enfrío total de la relación, acompañado de
Amorosa, y luego desembocando en una la sensación de no seguir amando más a
nueva crisis conyugal. En estas crisis pue- aquella persona que significó e inspiró tan
den surgir las peligrosas relaciones extra- cálidos sentimientos. De esta etapa no hay
conyugales, que sustraen energía a la re- retorno posible, por lo menos a corto pla-
lación, aumentan la impaciencia y predis- zo. Puede haber el reemplazo inmediato o
ponen a los conflictos. Pueden tener lugar mediato de aquel objeto amado, que aho-
nuevas treguas y desviarse a una nueva ra parece tan distante y tan extraño. Tal
crisis. Después de un relativo número de extrañeza es manifestada por pensamien-
crisis, la relación marcha hacia un Desa- tos y sentimientos de improbabilidad del ti-
pego o Desencanto. po: “¿Yo besé a aquella persona?”, “¿La
toqué íntimamente?”, “¿De verdad?”. No
8) El Desapego o Desencanto: deja de ser un final algo melancólico para
una historia que empezó tan bella y emo-
Variable, de pareja a pareja, el desgaste cionante.
vendrá inexorablemente después de los su- Los juegos más frecuentes en la fase del
cesivos conflictos. Observamos las conse- desamor son:
cuencias más previsibles en las comunica- • Tribunales.
ciones, que pasan a escasear y tornarse • Defecto y Además de esto...
tensas y con menor sintonía, intimidad y un • Arrinconado.
decreciente interés en el bienestar de la • Deudor-acreedor (bienes).
otra persona. Aquí puede suceder ya que • Pobrecillo de mí.
uno de los dos se involucre en otra rela- • ¿Por qué tiene que pasarme esto a
ción, para desesperación de la otra perso- mí?
na, que podrá estar, aún en otra etapa, y • Arrinconado y engañado.
llena de esperanza en rescatar la relación. • Estúpido.
Los Juegos más frecuentes de la fase • Querida (Tercer grado).
del Desapego son: • Les demostraré.
• Mira lo que me has hecho. Sorprendentemente, el que ha tomado la
• Patéame. iniciativa de romper, generalmente sufre
• Defecto y Además de esto... menos y se torna más vulnerable a una
• Arrinconado y Mártir. nueva relación, en cuanto que quien fue
• Deudor-acreedor (bienes). abandonado puede pasar por un período
• ¿Cómo salir de aquí? refractario, a menos que ya posea a al-
• Querida (en tercer grado). guien preparado para empezar todo de
• Policías y ladrones. nuevo. Sería deseable que ambos se die-
• Si no fuera por mí... ran un tiempo para elaborar la pérdida, an-
• El mío es mejor que el tuyo (¿amor?). tes de asumir un nuevo compromiso, por-
• Mira cuánto me he esforzado. que se arriesgan a repetir los mismos erro-
No esforzándose por evitar la ruptura in- res de la relación pasada.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Impacto de los Juegos Psicológicos en las distintas etapas de la dinámica amorosa 201

DISCUSIÓN tes para el vínculo amoroso. Es siempre


bueno empezar bien la relación, con el
Según Eric Berne (1964): “Prácticamen- Enamoramiento, apasionándose sí, pero
te cualquier juego puede constituir el fun- sin descalificar su percepción, ni tampoco
damento de la vida matrimonial y familiar, la grandiosidad de endiosar a aquella per-
pero algunos… medran más fácilmente o sona, atribuyéndole predicativos divinos.
se toleran durante más tiempo” (Berne, Lo mejor es ver y entrever a la otra perso-
2007, p. 107). El resultado final no depen- na como es, y no como le gustaría que ella
de de si el juego es sexual o conyugal, fuese.
pues para Berne,”sólo arbitrariamente es- El primer paso consiste en elaborar el
tos juegos pueden distinguirse entre una u vínculo afectivo con el máximo posible de
otra categoría”. Volvemos a investigar este intimidad, confianza, respeto, admiración
asunto, bajo otra mirada, es decir, estable- y, por supuesto, una buena vida sexual.
ciendo cuales son los juegos más preva- Es fundamental tomar conciencia de que
lentes. los juegos psicológicos son los mayores
Ya hemos informado que las fuentes responsables del proceso de desgaste
de esta investigación incluyen nuestra progresivo de la relación, y que suelen
experiencia de 32 años como psicotera- estar fuera de su percepción consciente,
peuta de pareja, individual, y grupal en es decir, que son inconscientes. Una vez
una clínica privada, en Salvador-Bahía- que uno sepa cómo sus procesos de pen-
Brasil. Nuestra meta es estudiar proce- samientos, de sentimientos y de compor-
sos inductores del desgaste de la rela- tamientos están interactuando para pro-
ción amorosa en sus distintas fases, al ducir los desgastes en su relación de pa-
tiempo que buscamos determinar cuáles reja, la mejor decisión es cambiarlos de
los juegos presentes y su correlación con verdad, espontáneamente, o a través de
el daño. una terapia de pareja. En este caso, con
Además, queremos siempre que, a tra- apoyo del Adulto del terapeuta, podrán al-
vés de este análisis, el cliente obtenga su canzar y establecer esta meta cuando los
mayor conocimiento y pueda, tras acabar la miembros de la pareja decidan salir de
terapia, elegir sus mejores opciones para este lugar vicioso y restrictivo. Así, los im-
preservar la cualidad de su vínculo amoro- plicados podrán alcanzar un nuevo esta-
so. Como en la estadística ofrecida por do de creciente bienestar, hasta el alta te-
Master y Johnson (1985), sólo entre 1% al rapéutica.
5% de las relaciones de pareja van bien, La mutua tolerancia a los errores ajenos,
este trabajo – con un número significativo y el deseo de cada uno para que la rela-
de parejas (n = 200), entre los 6500 pa- ción tenga éxito, además de una buena do-
cientes estudiados, trae una contribución sis de buena voluntad recíproca están en-
de gran utilidad para los facilitadores en tre los requisitos esenciales para el éxito de
sus trabajos y también en sus vidas perso- la pareja.
nales. Una vez más buscamos desarrollar con-
¿Qué hacer para prevenirse contra los ceptos que se puedan aplicar pragmática-
posibles engaños y desgastes decurrentes mente a los practicantes de una terapia hu-
que surgen de la propia dinámica de las manista con el AT, como postulaba Eric
relaciones amorosas? Lo primero es tener Berne. Estamos convencidos de que el
en cuenta la existencia de todos estos contenido de este artículo podrá ser útil pa-
eventos, inherentes a la propia condición ra los clientes y también para los propios
humana y a sus motivaciones inconscien- terapeutas.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


202 Dr. Antonio Pedreira

No coleccionar malos sentimientos sobre greso Español de Análisis Transaccional,


la persona amada. Si es necesario, con- mi convicción de que: la vida es una gran
temple la posibilidad de una buena dispu- lección. Acepten sus desafíos y encuentren
ta, diciendo al otro lo que siente y piensa, una nueva manera de ser realmente feli-
sobre todo, lo positivo, sin economizar es- ces, libres de los nocivos juegos psicológi-
te refuerzo, pues podrá mejorar la autoes- cos.
tima. Trate de separarse emocionalmente
de su familia nuclear e invertir energía
emocional en su vínculo amoroso, creando REFERENCIAS
de este modo una identidad como pareja,
pues es igual a cortar el cordón umbilical y Berne, E. (1976). Sexo e Amor. Río de Janeiro:
asumir su madurez. José Olímpio. Traducción española: (1982).
Esto no sucede por casualidad y lo pre- Hacer el amor. Barcelona: Editorial Laia.
dispone a libertarse de vínculos simbióticos. Berne, E. (1977). Os jogos da vida. Río de Ja-
Saber respetar la autonomía de cada cón- neiro: Editora Artenova. Traducción españo-
yuge no implica abrir la mano de la intimi- la: (2007). Juegos en que participamos. Bar-
dad y el compañerismo. Procurar relaciones celona: RBA.
sexuales gratificantes es fundamental. Tam- Berne, E. (1988). O que diz você depois de di-
bién un nivel de complicidad, aceptación y zer olá? – A psicologia do destino. São Pau-
ternura, buscando mantener el buen humor, lo: Nobel. Traducción española: (2002). ¿Qué
la recreación y la alegría incluso en los mo- dice usted después de decir “Hola”? Barcelo-
mentos más difíciles, ocasión en que la so- na: Random House Mondadori.
lidaridad es imprescindible. Kertész, R. y Induni, G. (1977). Manual de Aná-
Recordando que una relación nunca es- lisis Transaccional. Buenos Aires: Editorial
tará lista, conviene vigorizarla dentro de la Conantal.
propuesta original, a pesar de los cambios Masters, W. y Johnson, V. (1985). On Sex and
que el tiempo trae. Y para inspirarlos aun Human Loving. Río de Janeiro: Civilização
más, quiero hacer mías las palabras de Vir- Brasileira.
ginia Satir (2007), al proponer: Pedreira, A. (1997). A hora e a vez da Com-
petência Emocional. Salvador: Casa da Qua-
lidade.
UN ENCUENTRO VERDADERO Pedreira, A. (2000). Gramática das emoções.
Salvador: Oficina de Livros Dist. Ltda.
Quiero amarte sin aferrarme. Pedreira, A. (2008). Análise Transacional de
Apreciarte sin juzgarte. Conselhos Tradicionais. Salvador: A Priori
Unirme a ti sin invadirte. Editorial.
Invitarte sin exigirte. Pedreira, A. (2009). Aritmética das emoções.
Dejarte sin sentirme culpable. Salvador: Contexto Serviços Editoriais.
Criticarte sin acusarte. Pedreira, A. (2010). Sufrir o disfrutar, cuestión
Y ayudarte sin ofenderte. de opción. Revista de Analisis Transaccional
Si puedo obtener de ti el mismo trato, y Psicologia Humanista
podremos conocernos, Satir, V. (2007). En contacto íntimo: Cómo lo-
tener un encuentro verdadero, grar una relación auténtica con uno mismo y
y enriquecernos mutuamente. con los demás. Madrid: Editorial Neo Person.
Schiff, J. et al. (1975). The cathexis reader: tran-
Por todo lo expuesto, quiero compartir sactional analysis treatment of psychosis.
con vosotros, los asistentes a este XV Con- Nueva York: Harper and Row.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Impacto de los Juegos Psicológicos en las distintas etapas de la dinámica amorosa 203

AGRADECIMIENTOS ción final del texto. Agradece a su esposa


Sonia Nogueira, por la digitación y correc-
El autor está muy agradecido al equipo ciones definitivas de este trabajo. Felicísimo
editorial de esta Revista por toda su ayuda Valbuena de la Fuente y Paula Requeijo
en la revisión final de la traducción al espa- Rey han revisado el estilo de este artículo y
ñol del original de este artículo y por la gran lo han ajustado a las traducciones al espa-
inversión de tiempo a favor de la adecua- ñol de los libros que el autor cita.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


204 María López y Dr. Juan García Moreno

Curación de un caso de anorexia y bulimia


María López1
Dr. Juan García Moreno2

Resumen

Después de la presentación de la metodología a seguir en este trabajo, la paciente misma ofrece, una na-
rración autobiográfica de sus problemas de anorexia y bulimia, y unos esquemas resumen de los factores
predisponentes y precipitantes que llevaron a la misma a caer en dichos problemas y de los procedimientos
que se aplicaron para salir de los mismos y mantener la mejoría. En la segunda parte se presenta un diag-
nóstico según los criterios del DSM y el análisis estadístico de las puntuaciones, un comentario del psicólo-
go de los factores comunes de efectividad del proceso psicoterapéutico, y un esquema de la psicoterapia
transaccionalista de los trastornos de la anorexia y bulimia. Finalmente, ofrecemos una bibliografía con to-
dos los artículos que han aparecido en el Transactional Analysis Journal desde 1971 hasta 2007.
Palabras clave: Psicopatología, anorexia, bulimia, psicoterapia, Análisis Transaccional.

Healing of an anorexia and bulimia case

Abstract

After the presentation of the methodology followed in this work, the patient herself offers an autobio-
graphic narration of her problems of anorexia and bulimia, and a summary schemas of predisposing and
precipitating factors that led her to fall into such problems. Furthermore, the procedures followed to leave
them and maintain the improvement. In the second part, a diagnosis based on DSM criteria and statistical
analysis of scores, a review of the psychologist of the common factors of effectiveness of the psychothera-
peutic process and an outline of TA psychotherapy of anorexia and bulimia disorders. Finally, we offer a
bibliography with all articles published at the Transactional Analysis Journal from 1977 to 2007.
Key words: Psychopathology, anorexia, bulimia, psychotherapy, Transactional Analysis.

Guérison d´un cas de boulimie et anorexie

Résumé

Après la présentation de la méthodologie suivie dans ce travail, la patiente elle-même offre un récit auto-
bibliographique de ses problèmes d´ anorexie et de boulimie, et des schémas –résumés des facteurs prédis-
posants et déclenchants qui l’ont amenée à tomber dans ces problèmes et les procédures suivies pour s´en
tirer et maintenir son amélioration. Dans la deuxième partie, on présente un diagnostique fondé sur les
critères du DSM et de l ‘analyse statistique des résultats, un commentaire de Mme la Psychologue sur les
facteurs communs de l’efficacité du processus psychothérapeutique et un schèma de la psychothérapie tran-
sactionnaliste des troubles de l’anorexie et la boulimie. Enfin, nous proposons une bibliographie de tous les
articles qui ont été publiés dans le Journal d’Analyse Transactionnelle de 1971 à 2007.
Mots clé: psychopathologie, anorexie, boulimie, psychothérapie, Analyse Transactionnelle.

1
El nombre es simulado para salvaguardar la intimidad de la paciente.
2
Doctor en Filosofía y Letras, Psicología.Universidad Complutense de Madrid garlla@yahoo.es

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 205

PRESENTACIÓN demostrado gran efectividad. Parece que


este fue el tratamiento aplicado por la psi-
Hace aproximadamente algo más de dos cóloga que la atendió. Soy testigo del inte-
años tuve una conversación espontánea rés puesto por la paciente junto con el tra-
con la paciente y ella me contó algo del bajo empleado, en lo que siempre ha con-
problema del que se había liberado: Un tado con mi asesoramiento incondicional.
trastorno de Anorexia y bulimia nerviosas. La evaluación diagnóstico ha sido, por tan-
Me pareció admirable cómo se había re- to, retrospectiva desde los criterios del
suelto sin tratamientos multidisciplinares DSM-IV-TR (2005), en el pretratamiento,
(sólo con psicoterapia) como se suele ha- postratamiento y seguimiento a los dos
cer ahora y en un tiempo relativamente cor- años y en el tiempo presente. Sé que este
to. Y después de pensarlo, me imaginé que procedimiento no es el más idóneo para
podría ser de interés su publicación para una publicación, que tiene por tanto sus lí-
pacientes y psicólogos. Le propuse este mites, y que incluso pueda no ser acepta-
proyecto y le sugerí que se pusiera en con- da por la ortodoxia clínica, pero encuentro
tacto con la psicóloga que la atendió para que el caso fue tan bien solucionado que
recabar información directa del proceso merece su publicación, dentro de un nivel
psicoterapéutico. Parece que la psicóloga clínico aceptable, como testimonio de la
le dijo que no guardaba registro del caso. efectividad psicoterapéutica. Y su mejoría
Entonces, le propuse a la paciente hacer resultó tan notable desde el momento del
una narración autobiográfica, lo más objeti- postratamiento y durante el seguimiento
vamente veraz que pudiera, de todo el pro- que su evaluación cualitativa y cuantitativa
ceso de “caída” y recuperación. Sentí que retrospectiva no ha ofrecido gran dificultad.
estaba dispuesta y, según mi parecer, pre- En la segunda parte, yo como psicólogo,
parada por su capacidad personal y profe- comento de varias formas el proceso psi-
sional con título universitario de licenciada. coterapéutico aplicable a este caso, si-
Ha transcurrido un cierto tiempo desde ese guiendo el esquema de los Factores de
momento inicial y, por fin, hemos dado sa- Efectividad que se dan necesariamente, no
lida a este proyecto de publicación. No nos pueden no darse, en todo proceso de me-
ha resultado fácil. Hemos optado, en aras joría psicológica. Y añado, al final, un es-
de la sencillez narrativa y de la veracidad quema de tratamiento de los trastornos de
de todo el proceso, por el siguiente esque- Anorexia y Bulimia nerviosos desde el Aná-
ma de este artículo. lisis Transaccional como adecuación a es-
Tiene una primera parte donde la pa- ta Revista.
ciente, desde su punto de vista y anónima- Cuando el artículo estaba dispuesto ya
mente, presenta su narración autobiográfi- para su publicación con la introducción an-
ca respecto de todo el proceso de sus pro- terior incluida, volvimos a contactar con la
blemas, y unos esquemas-resumen de los psicóloga que trató a la paciente y yo le
factores que la llevaron a caer en sus tras- ofrecí el artículo para que lo revisase y nos
tornos y de los procedimientos aplicados diese su parecer respecto de todo su con-
durante la psicoterapia. Tengo la impresión tenido. Ella amablemente nos sugirió algu-
de que tanto la narración como los esque- nos detalles que podríamos incorporar al
mas- resumen de los procedimientos apli- texto que habíamos hecho, lo que hemos
cados en la psicoterapia han sido rememo- cumplido fielmente, y nos presentó el si-
rados bastante fielmente, pues reflejan muy guiente certificado, que para nosotros su-
bien lo que se suele hacer en los trata- pone su Visto Bueno y el respaldo total a
mientos cognitivos conductuales que han lo que habíamos redactado, convirtiéndose

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


206 María López y Dr. Juan García Moreno

nuestro “arreglo clínico” en un documento 1.2. Narración autobiográfica del inicio


fidedigno del caso presentado. y desarrollo de la anorexia
Me llamo Encarna Ortega Denia, soy y bulimia de la paciente
Psicóloga, colegiada nº CM-00098 del Co- y del proceso de su psicoterapia
legio de Castilla-La Mancha. Mi formación
es cognitivo-conductual, por la Universidad
de Granada y, posteriormente también, me ANTECEDENTES
especialicé en Terapia Sistémica. Ejerzo
esta maravillosa profesión desde hace 28 Mis problemas serios con el peso y con
años en mi consulta particular trabajando mi apreciación respecto a mi físico comen-
con personas de todas las edades, parejas zaron en 1996, a la edad de quince años.
y familias. Hasta ese momento había mantenido una
El caso que, tan acertadamente, descri- vida físicamente muy activa, ya que había
be en el artículo mi paciente de una ma- formado parte de un equipo de baloncesto,
nera autobiográfica, es fiel reflejo de cómo por lo que estaba acostumbrada a comer
trascurrió todo el proceso terapéutico, y sin experimentar cambios de peso bruscos.
los procedimientos aplicados a lo largo de Sin embargo, fue a esa edad cuando, coin-
la psicoterapia fueron todos los que aquí cidiendo con un interés general en mi gru-
se exponen, y el análisis realizado a pos- po de amigas por la delgadez, empecé a
teriori por el profesor Dr. Juan García Mo- preocuparme por mi peso y a restringir mi
reno me parece brillante y totalmente dieta de forma más severa. Un año antes
acertado. había comenzado mis estudios en el Insti-
Si alguien quisiera ponerse en contacto tuto, y con ello desarrollé un sentimiento
conmigo debido al interés suscitado por el cada vez más acusado de perfección, ya
estudio, pueden hacerlo dirigiéndose a: no sólo en cuanto a mis estudios, sino tam-
Encarnación Ortega Denia. bién en cuanto a mi físico. En aquella épo-
Pº. Ramón y Cajal, 7 – 1º, Dcha. ca era una fiel lectora de revistas dirigidas
02630 - LA RODA (ALBACETE). al público adolescente, llenas de dietas y
Tfno.: 967 44 27 01 con referentes “físicamente perfectos”. Es-
E-mail: ortegadeniapsico@hotmail.com to supuso una presión extra, ya que esos
referentes que encontraba en la revista sí
los veía entre las chicas de mi clase y cur-
1. APORTACION PERSONAL sos superiores, por lo que no me resulta-
DE LA PACIENTE ban tan increíbles o inalcanzables.
Hasta ese momento había sido una ni-
1.1. Ficha de la edad y de los eventos ña normal. Muy estudiosa, nada conflicti-
generales del proceso va y con un sentimiento de superación
psicoterapéutico: muy marcado. Siempre me había sentido
inferior a mis compañeras de clase, con
– Fecha de nacimiento: 2 de julio de las que no mantenía una relación muy
1981. amistosa. Esto se debía a mi obsesión
– Inicio de la enfermedad: Verano de por los estudios, que provocó el rechazo
1996. A la edad de 15 años. de la mayor parte de ellas. De hecho,
– Inicio del tratamiento psicológico desde los ocho hasta los once años sufrí
con psicólogo especializado y apo- continuas burlas e incluso agresiones físi-
yo familiar: 01/ 02/ 1999. cas por su parte y por parte de otros
– Final de la psicoterapia: 10/01/2000. compañeros.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 207

En clase había dos grupos de niñas. Por ción real que vivía en el colegio, me reñían
un lado, estaban las más desarrolladas fí- por no comportarme como el resto de las
sicamente, y también menos ingenuas. chicas de mi edad.
Ellas solían contar con el apoyo de los chi- Cuando llegué a 6º de EGB todo cam-
cos y a veces los utilizaban para amedren- bió. Hubo una reestructuración de grupos y
tarme. Esto hizo que poco a poco me sin- ya no estábamos los mismos compañeros
tiera más débil y más aislada. Por otro la- que en los años anteriores. Además, me
do estaba el grupo de las marginadas, for- apunté a un equipo de baloncesto, lo que
mado por las hijas de las familias más po- influyó positivamente en mis relaciones con
bres y menos apreciadas del pueblo. A ese todos y, aunque mi inseguridad no bajó, me
grupo pertenecían las niñas gordas, las sentía más tranquila.
que tenían alguna discapacidad física o las Durante esa etapa mi cuerpo comenzó a
consideradas por el otro grupo como feas. cambiar, aunque, al contrario de lo que
A este grupo pertenecía yo y, aunque las ocurrió con otras compañeras, nunca des-
consideraba mis amigas, no quería salir de- perté el interés de ninguno de mis compa-
masiado con ellas por miedo a que me ñeros. Es cierto que, por entonces, el res-
marginaran todavía más. La consecuencia to de mis compañeras, a parte de un de-
fue un aislamiento prácticamente absoluto sarrollo físico, tenían una actitud muy abier-
respecto a mis compañeras de clase. ta. Las relaciones que mantenían con los
Esta época fue una etapa dura a nivel chicos eran muy estrechas. Había ciertos
emocional ya que sufría con miedo el des- contactos sexuales, como besos o toca-
precio y la burla de mis compañeros de cla- mientos, algo que me asombraba enorme-
se. Durante unos meses también sufrí las mente, haciendo que mi ingenuidad resul-
consecuencias de un episodio desafortuna- tase ridícula para los demás e incluso para
do y que me marcó durante mucho tiempo mí misma. Además, mi madre, que ha re-
sobre todo en la relación que mantuve con cibido una educación muy tradicional, esta-
los chicos. Tenía unos once años cuando ba continuamente velando por mi dignidad,
una tarde, fui a buscar a una de mis ami- y no quería que mi actitud despertara co-
gas a su casa. Su hermano y un amigo de mentarios entre la gente del pueblo. Siem-
éste, ambos de dieciséis años, me hicieron pre me decía que si me acercaba a los chi-
creer que ella se encontraba dentro. Cuan- cos, ninguno querría estar conmigo en un
do entré, me encerraron durante unos mi- futuro. Eso influyó notablemente en mi ac-
nutos. Me mantuvieron encajonada entre titud hacia ellos, retrayéndome todavía más
una puerta y una pared, intentando tocar- para no defraudarla.
me por debajo de la ropa, mientras yo, aga-
chada, intentaba evitarlo. Ellos reían sin
parar y se burlaban, incitándose el uno al ANTES DEL TRATAMIENTO
otro a seguir al tiempo que decían que to-
davía era una niña. En cuanto pude, me Físicamente nunca fui una niña gorda,
escapé pero durante mucho tiempo me aunque tampoco estaba excesivamente
sentí avergonzada y culpable por esa si- delgada, pero mi buen apetito provocaba
tuación. Esto influyó en las relaciones que continuas bromas entre mis familiares, algo
establecí durante los años siguientes, ya que siempre me hizo sentir culpable. Ade-
que evitaba salir de casa y relacionarme más, a lo largo de mi primer año de institu-
con los demás. Además, ocasionó una to, mi vecina, que es la mejor amiga de mi
reacción dura en mis padres que, desco- madre, comenzó a hacer comentarios que
nocedores de esta situación y de la situa- me resultaban hirientes. Hablaba continua-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


208 María López y Dr. Juan García Moreno

mente sobre el peso y sobre mi gusto por LAS PRIMERAS CONSECUENCIAS


la comida. Estaba continuamente compa-
rándome con su hija, que tenía tres años A lo largo de ese tiempo pude apreciar
más que yo. Comparaba en numerosas cómo evolucionaba mi comportamiento: mi
ocasiones el peso de su hija y mi peso, po- humor empeoró, comencé a consumir diu-
niéndome en situaciones incómodas. Es po- réticos y laxantes; me pesaba de forma
sible que mi relación con ella, así como su compulsiva (unas doscientas veces al día)
insistencia con mi peso no fuera el principal e incluso dormía con la báscula debajo de
motivo de mi reacción, pero sí fue la gota la cama; medía compulsivamente todas las
que colmó el vaso. Y, en ese momento, el partes de mi cuerpo, el pecho, la cintura,
objeto de mi demostración era, sin lugar a los muslos, las muñecas… También solía
dudas, ella. Quería que me viera comer y ponerme frente al espejo e imaginar que
no engordar. Tanto es así que la primera mis manos eran cuchillos que podían cor-
noche que me provoqué el vómito, preparé tar la grasa que sobraba. Pero, sobre todo,
un bocadillo de chorizo y morcilla, y lo co- me obsesioné con las publicaciones y los
mí delante de ella. Después me fui a casa anuncios que ofrecían remedios para adel-
y vomité. Me sentía bien porque había co- gazar. Esto me hizo vivir en base a nume-
mido, había vaciado mi estómago y no te- rosas teorías, todas relacionadas con el pe-
nía hambre. Pensé que sería una buena so. Por ejemplo: “reír engorda”. Mi razona-
idea continuar ya que, de este modo, podía miento era la siguiente: “Si reír produce
adelgazar sin pasar hambre. No había leí- energía y la energía son calorías, reír ge-
do en ningún sitio nada sobre este tema, si- nera calorías y, por lo tanto, engorda”.
no que fue una deducción espontánea. Tampoco vestía de azul porque, según ha-
Comencé vomitando las cenas y en se- bía leído en un artículo de cromoterapia, el
guida comprobé los resultados. Bajé de pe- azul relaja. Por lo tanto, si estaba relajada,
so sin pasar hambre y mi cambio físico era mi cuerpo quemaría menos calorías. Esta
apreciable y apreciado por los demás, algo teoría la llevé hasta tal límite de que no po-
que me hacía sentir orgullosa y me anima- día hacer una vida diaria relativamente nor-
ba a seguir. Poco tiempo después comen- mal, evitando mirar cualquier cosa que fue-
cé a hacer deporte después de comer. Em- ra azul, incluso a inferir que engordaba por-
pecé haciendo cuatro kilómetros de bicicle- que mis ojos son azules. Además, me con-
ta todos los días, después algo más, y ter- vertí en una mentirosa compulsiva. Me in-
miné envolviéndome en bolsas de plástico ventaba indigestiones, para vomitar libre-
para adelgazar con más rapidez. Además, mente o para justificar que tenía los ojos
pronto comencé a vomitar también las co- hinchados y la cara abotargada por los vó-
midas y a poner, de forma esporádica, fo- mitos. También me inventaba historias,
tos de obesos mórbidos en el frigorífico pa- anécdotas diarias, en las que yo siempre
ra evitar picar. Así seguí durante tres años. salía vencedora.
Tuve episodios en los que practiqué de- Comencé a sufrir crisis que me provoca-
porte de forma compulsiva envuelta en ban alucinaciones. Solía determinar mi pe-
plásticos y varias capas de ropa, indepen- so con las sillas de clase. Una vez senta-
dientemente de la estación del año; otros da, miraba cuánto espacio de silla queda-
en los que restringía todo un grupo de ali- ba libre. Si un día, por cualquier motivo,
mentos; tuve épocas de purgas con laxan- pensaba que el espacio libre era menor,
tes y etapas en las que sólo bebía leche y automáticamente empezaba a ponerme
naranjas. Independientemente de lo que hi- nerviosa. Tenía la sensación de que los
ciera, nunca dejé de hacer dieta. pantalones me estaban más estrechos y

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 209

veía cómo el volumen de mis piernas au- tículos en las revistas y comentarios en un
mentaba como si les hubieran echado le- programa de radio nocturno que solía es-
vadura. cuchar. Muchos padres llamaban a ese pro-
Toda mi vida se convirtió en el contexto grama angustiados por el comportamiento
de esta enfermedad. Todo, absolutamente de sus hijas y en seguida me di cuenta de
todo giraba en torno a la comida. Medía lo que los síntomas coincidían con los míos.
que comía, lo que gastaba, las calorías que Eso me asustaba, pero conseguía calmar-
estaba ingiriendo. Sin embargo, llegó un me pensando que podría parar cuando yo
momento en el que no veía resultados, en quisiera. Por aquella época decidí hacer un
el que hacer deporte, vomitar, purgarme y test que habían publicado en Interviú sobre
no comer, no era suficiente. No obstante, TCA. Creo que casi el 100% de mis res-
esto no alteró mis estudios, en los que se- puestas demostraban que sufría un trastor-
guía siendo brillante debido, entre otros no, algo que me puso sobre aviso.
motivos, a la presión por demostrar a los Llegó un momento en el que ya era
demás que era la mejor y, sobre todo, a mi consciente de que podía padecer esta en-
padre, una figura muy importante para mí y fermedad, por lo que me puse a prueba a
cuya máxima, que me inculcó desde pe- mí misma. Quería saber si realmente podía
queña, era: “El segundo es el primero de parar cuando yo quisiera. El primer intento
los perdedores”. no fue nada fructífero y, tras una semana
Mi humor comenzó a resentirse. Me en- sin vomitar, aunque controlando la ingesta,
fadaba por cualquier cosa y el ambiente en cogí un recipiente de unos veinte centíme-
casa comenzó a empeorar. Sin embargo, tros de diámetro en el que había una tarta
poco a poco, fui poniéndolos a todos de mi de chocolate y la comí entera en pocos mi-
parte. Mis padres se pusieron a dieta, e in- nutos. Seguidamente me sentí mal y vomi-
cluso me propusieron llevarme a un endo- té, así que empecé de nuevo. Y así en tres
crino y me facilitaban pastillas. Todavía hoy o cuatro ocasiones.
no sé cómo pude hacerlo, pero lo conseguí Un día vomité porque había comido una
y, gracias a eso, pude llevar con “normali- miga de pan durante la comida, lo suficien-
dad” mis dietas. De hecho, ellos también te como para sentirme mal. Era el 18 de
fueron parte activa en la terapia psicológi- noviembre de 1998. Estaba realmente hun-
ca a la que me sometí. A pesar de todo, dida. Después de hacerlo puse la televi-
nunca bajé excesivamente de peso. Lo mí- sión. Casualmente, en una de esas series
nimo que llegué a pesar fueron 48 kilos, dirigidas a adolescentes, salía una chica
que con 1,63 metros de altura, no resulta- con trastornos alimenticios. Me sentí tan
ba un peso excesivamente bajo. Bajar de identificada que reaccioné y llamé al Telé-
esa cifra fue mi objetivo durante tres años. fono del Menor. No recuerdo por qué lo sa-
bía en ese momento, pero llamé porque es-
taba asustada. Ellos me atendieron y me
LA TOMA DE CONCIENCIA dijeron que tenía que pedir ayuda.
DE LA ENFERMEDAD Por la noche salí de casa. Compré un
bollo de chocolate y me lo comí. Me sentí
Los medios de comunicación jugaron un mal. Tenía que comerlo porque tenía que
papel muy importante para empezar la si- compensar lo que había hecho a mediodía.
guiente etapa: la del descubrimiento y reco- Me sentía culpable y no podía soportar el
nocimiento de mi enfermedad. En 1998 los hecho de tener que enfrentarme a mis pa-
medios empezaron a hablar de una nueva dres por la decepción que supondría para
enfermedad llamada anorexia. Salían ar- ellos descubrir que su hija no era perfecta.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


210 María López y Dr. Juan García Moreno

Esto hizo que llegase a barajar seriamente go, lo primero que hicimos fue escribir un
la idea del suicidio como una salida a esta cuento metafórico. La psicóloga escribió la
situación en la que antes que mi salud, primera parte y cada uno de nosotros tení-
siempre primó mantener la imagen que mis amos que terminarlo con el nudo y desen-
padres tenían de mí. A pesar de estos pen- lace que considerásemos. En este caso, el
samientos, nunca llegué a intentarlo. cuento estaba basado en el Patito Feo. En
Mantuve un par de conversaciones más la consulta siguiente lo leímos en alto y, por
con los psicólogos del Teléfono del Menor, supuesto, en todas sus versiones termina-
quienes insistían en que debía contárselo a ba superando el problema. Recuerdo con
mis padres o, en su defecto, a un adulto; especial emoción el de mi hermano. Éste
así que decidí contárselo a un profesor. fue quizás uno de los gestos más impor-
Una persona mayor que yo y suficiente- tantes porque sentimos que, a pesar de la
mente ajena como para no sufrir. Él me pu- mala relación que se había generado entre
so en contacto con el psicólogo del Institu- nosotros, estábamos unidos.
to, al que estuve viendo hasta después de Los juegos también fueron muy impor-
navidades, y quien me preparó para decír- tantes para mantener este clima. Uno de
selo a mis padres. ellos consistió en dar una sorpresa agra-
dable a otra persona y adivinar en la si-
guiente consulta, cuál había sido. La sor-
INICIO DEL TRATAMIENTO presa de mi madre estuvo dirigida a mi pa-
dre, y durante una semana puso todos los
Tras un mes visitando al psicólogo del días cuchillo y servilletas en la mesa, algo
Instituto, se lo conté a mis padres y co- que no solía hacer y que a mi padre le mo-
mencé un tratamiento psicológico a 50 lestaba. Mi padre, por su parte, ayudó a po-
kms. de casa. La primera consulta fue tran- ner la mesa; y mi hermano, que siempre
quilizadora. La psicóloga me pareció una tardaba en sentarse a la mesa, acudía en
persona cercana. El despacho carecía del cuanto le llamaban, evitando que mi madre
diván que yo esperaba ver por las referen- tuviera que llamarlo más veces. Otro de los
cias cinematográficas, y tenía sillas, algo juegos estuvo dirigido a resolver conflictos
que normalizaba la estancia. También pu- internos. Elegimos un objeto de la casa, en
de deducir su gusto por la ópera, ya que nuestro caso unas figuritas de cerámica, y
había numerosos dvd´s en las estanterías. cada vez que alguno estaba molesto por al-
Aunque la primera cita fue una toma de go, la ponía en un lugar relacionado con la
contacto, en ese mismo momento ya ini- persona en cuestión. Con esto consegui-
ciamos el tratamiento. Las consultas co- mos evitar que nuestros conflictos se en-
menzaron siendo de dos horas, dos veces quistaran y sacarlos a la luz. Además, du-
por semana. Tanto mis padres como mi rante todo el tratamiento, la televisión estu-
hermano se involucraron en el tratamiento vo apagada durante las horas de la comi-
desde el primer día, convirtiéndose en mi da y la cena, lo que nos llevaba a hablar
principal apoyo. de cómo había ido el día.
A nivel familiar, la psicóloga empezó fo- Lo primero que la psicóloga hizo fue
mentando la comunicación y la complicidad prohibirme hacer deporte tras las comidas,
entre nosotros. Mis problemas habían pro- sólo podría hacer deporte muy suave fuera
vocado que la comunicación e interacción de esas horas de reposo. También elaboró
entre nosotros cuatro se resintiera, por lo una lista de alimentos prohibidos en mi die-
que comenzamos una terapia conjunta ba- ta que comencé a introducir poco a poco.
sada principalmente en juegos. Sin embar- Además, me asignó una libreta. Cada día

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 211

tenía que apuntar en la página de la iz- tar vomitar, qué hacer en caso de tener una
quierda lo que comía, la hora a la que lo crisis, etc. . Leíamos las fotocopias juntas,
hacía y el contexto. La página de la dere- las subrayaba, me las explicaba y escribía
cha estaba reservada a las emociones. En un resumen a mano resaltando lo más im-
caso de tener alguna crisis tenía que expli- portante para que me lo llevara a casa. Uti-
carla en base a un esquema que consistía licé tanto las fotocopias como los resúme-
en tres columnas: Pensamiento, Sentimien- nes durante las crisis para calmarme y ra-
to y Conducta. Tenía que poner qué pen- zonar sobre lo que me estaba ocurriendo.
samiento tenía, qué sentimiento me gene- Otra parte de la consulta estaba dedica-
raba y cómo reaccionaba. da al estudio de mi cuaderno. Lo echaba
Mi familia también redactó otro cuaderno un vistazo y veía qué crisis había tenido
durante tres meses. En él apuntaban todos durante la semana, qué causas las habían
los días lo que comía, la hora y el contex- desencadenado y cómo las había solven-
to. De este modo, comparábamos la per- tado. Mientras lo analizábamos, la psicólo-
cepción que yo tenía sobre la comida que ga me explicaba en qué consistía la racio-
era la que plasmaba en mi cuaderno, y la nalización de los pensamientos; qué eran
realidad, que quedaba plasmada en el cua- pensamientos erróneos y cuáles generalis-
derno reservado a mi familia y del que nor- tas. Estudiaba mis actuaciones y me decía:
malmente se ocupaba mi madre. Yo era “Este pensamiento que tuviste fue erróneo
consciente de que ellos apuntaban todo. porque mirarte en un espejo y verte más
No era un secreto. Mi madre aprovechaba, gorda, no implica que hayas engordado. Es
además, para apuntar cómo me veía, si me una percepción errónea porque todos los
veía triste o no, o si habíamos discutido. En demás datos demuestran que no ha sido
él se ven algunos ejemplos de mi evolución así”. De este modo, aprendí a analizar más
respecto a los hábitos que tenía anterior- objetivamente mis pensamientos.
mente: “El metro lleva en el costurero más Me costó mucho aceptar el cambio que
de una semana. Antes lo tenía en su habi- estaba experimentando mi cuerpo, pero po-
tación. Creo que no se mide”, decía mi ma- co a poco fui consiguiéndolo. A los dos me-
dre diez días después de empezar el trata- ses de empezar el tratamiento, ya comí un
miento. “Su actitud es normal. Habla, se trocito de tarta sin sentirme culpable. Aun-
comunica con todos, pero su hermano que el tratamiento fue duro, yo estaba muy
siempre es el que peor parte saca. Sin em- motivada. Tenía muchas cosas claras: sa-
bargo, discuten de otra manera. Ella está bía que estaba enferma, en qué consistía
menos agresiva en las discusiones con él”, la enfermedad, que era muy difícil salir de
decía en otra ocasión. ella, pero fui sumamente escrupulosa a la
Mi implicación en el tratamiento y mi pre- hora de seguir las pautas que me marca-
disposición fueron tan altas que en seguida ban. Dejé de pesarme el mismo día que
evolucioné. Al principio, parte de la consul- empecé el tratamiento (sólo lo hacía en la
ta era teórica. La psicóloga traía unas foto- consulta, y no siempre) y dejé de vomitar.
copias con las que me explicaba en qué No recaí ni un solo día aunque estuviera a
consistía mi enfermedad. Siempre he sido punto de explotar de ansiedad. Dejé de ha-
una persona muy racional, he tenido que cer deporte después de comer porque era
ver para creer, y el hecho de tener los da- una “conducta purgativa”, y me dedicaba a
tos de esa enfermedad escritos en un libro, descansar durante la digestión. Mi motiva-
daba cierta autoridad a lo que la psicóloga ción hizo que mi evolución fuera muy rápi-
me contaba. También daban pautas de da, y lo que es más importante, aprendí a
comportamiento ante un atracón: cómo evi- controlar la enfermedad.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


212 María López y Dr. Juan García Moreno

Además del apoyo de la psicóloga, tenía sistémico, para comprobar el control de la


el del psicólogo del Instituto y de un profesor. alimentación y analizar posteriormente toda
Si en algún momento, durante alguna clase, su dinámica interna con la misma psicóloga.
me sentía mal o tenía alguna crisis, sólo te-
nía que acudir a ellos. Su buena disposición 1.3. Esquematización de los factores
fue básica para el día a día. Además, la ac- que llevaron a la paciente
titud tan entregada de mi profesor durante to- a caer en la enfermedad
do el proceso hizo que surgiera una especie
de “enamoramiento” que resultó muy positi- Mi peso siempre había sido un motivo
vo durante el tratamiento, ya que, demos- de mofa entre mi familia. Nunca había su-
trarle que podía hacerlo y no defraudarle, se frido sobrepeso, pero me encantaba comer
convirtió en algo muy importante para mí. y eso llevó a mis allegados a hacer bromas
Después de ocho meses, y coincidiendo en varias ocasiones. Además, la gente ma-
con el inicio de la Universidad y mi trasla- yor siempre hacía comentarios sobre mi fí-
do de ciudad, comencé a visitar a la mis- sico. Aunque su intención era halagar a mi
ma psicóloga cada dos o tres semanas. A madre, esos comentarios fueron afectándo-
esas alturas ya controlaba mi alimentación me con los años.
perfectamente. Mi autoestima había mejo- Mi inseguridad pudo ser otro de los mo-
rado y, con ella, mi humor. Empecé a ves- tivos. Como he apuntado, durante mi niñez
tirme con colores chillones y controlaba mis y preadolescencia me sentí muy rechazada
crisis, cada vez más esporádicas. por mis compañeros de colegio. Siempre
había sido una excelente estudiante. Mi ac-
titud en clase y proactividad despertaron el
DESPUÉS DEL TRATAMIENTO rechazo del resto. El profesor siempre des-
tacaba, antes de responder, que mis pre-
No puedo decir que no haya recaído, guntas eran muy inteligentes y este reco-
porque lo he hecho. En ocasiones, tras un nocimiento continuo molestaba a los de-
atracón, he vomitado, pero enseguida me más. Esto provocaba que estuviera aislada
he dado cuenta que ése no era el camino. hasta los once años y que mi autoestima
Con el tiempo he aprendido convivir con fuera muy baja.
mi enfermedad, la he superado pero la mi- El aislamiento por parte de mis compa-
ro con respeto porque sé que es un punto ñeros, tanto dentro como fuera del colegio,
débil que tengo que tener controlado. No hizo que cada vez me encerrara más en mí
obstante, actualmente, tras once años, misma, aumentando el rechazo por su parte.
mantengo una alimentación sana, equili- Las continuas críticas de mi vecina y
brada y me encuentro bien tanto física co- la presión que suponía para mí tener que
mo psicológicamente, no habiendo experi- responder ante ella con mi peso, fueron un
mentado ninguna recaída desde entonces factor desencadenante, ya que se convir-
salvo algún episodio esporádico durante tieron en la gota que colmó el vaso. Aun-
los primeros años de mantenimiento. que, probablemente, si no hubieran tenido
Al final de este artículo, en el ANEXO 1, lugar el resto de los factores, probable-
presentamos el Cuaderno Familiar, con to- mente mi reacción no habría sido la misma.
das las anotaciones relacionadas con la ali- El interés que había a mi alrededor en
mentación, que los padres de la paciente, relación al peso: mis “amigas”, las revistas
especialmente su madre, hicieron por indi- que leía, las series de televisión, etc. me lle-
cación de la psicóloga. Es un documento in- varon a querer preocuparme por mantener-
teresante, dentro del enfoque conductual y me dentro de ese perfil y ser una más.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 213

Autoexigencia y perfeccionismo cons- sarme, medirme, saltarme las comidas, ha-


tantes. Estos dos factores pudieron influir no- cer ejercicio intenso y, por supuesto, vomi-
tablemente, ya que siempre quería ser la me- tar. Éstas eran una de las principales ten-
jor en todos los aspectos. Académicamente taciones, por lo que para evitarlas tenía
lo era, pero no podía, por eso, dejar de in- una serie de tácticas:
tentar tener un físico mejor del que tenía.
1. ANALIZAR LOS PENSAMIENTOS
1.4. La paciente expone las razones, Y LOS RAZONAMIENTOS:
tácticas y procedimientos empleados
para superar los trastornos. Durante las primeras citas aprendí a
analizar mis razonamientos. Supe qué era
El apoyo por parte de mi familia fue un razonamiento dicotómico, generalizador,
esencial. Además de ser muy comprensi- erróneo… Con el paso del tiempo, conse-
vos, consiguieron que me sintiera protegi- guí razonar de forma correcta. Fue una de
da porque llevamos todo como un secreto. las tácticas que más utilicé.
Yo pedí que mi problema no se contara a
nadie y así fue. 2. DAR UN GOLPE Y CAMBIAR
La actitud de mi psicóloga: estableci- EL PENSAMIENTO:
mos una relación muy estrecha. Para mí no
era una terapeuta, era una amiga, una per- Una de las técnicas que me enseñó la
sona con problemas, con proyectos… Al- psicóloga para superar los momentos com-
guien en quien podía confiar, que no me plicados fue la interrupción del pensamien-
juzgaba y que me guiaba. Su cercanía y su to. La técnica consistía en, ante un pensa-
implicación fueron muy importantes. miento negativo, dar un golpe en la mesa
Al ser consciente de mi enfermedad, y pensar en algo positivo. Esta técnica no
tenía mucho camino ganado. Algo muy im- llegó a ser muy útil para mí porque era in-
portante fue el hecho de que la psicóloga capaz de interrumpir el pensamiento.
me explicara en qué consistía mi enferme-
dad. Esto me permitió verla de forma obje- 3. CAMBIAR DE ACTIVIDAD
tiva, como una especie de máquina que se COMO ENTRETENIMIENTO:
comporta de una forma determinada. Mi
objetivo era parar esa máquina. Impedirla Ante una situación de nerviosismo, y an-
seguir adelante. Para ello sacó un manual te la posibilidad de llevar a cabo una con-
en el que aparecía una definición de la en- ducta purgativa, tenía que cambiar la activi-
fermedad, a quiénes afectaba, cómo supe- dad que estaba llevando a cabo. Si el ner-
rarla. De este modo, dejé de ver la enfer- viosismo me lo provocaba, por ejemplo, un
medad como algo puramente inevitable. programa de televisión, tenía que dejar esa
Para detener la enfermedad, tenía que actividad y hacer otra que no tuviera nada
seguir una serie de pautas. Lo primero que ver, que estuviera fuera de ese espacio
fue poner unos horarios a las comidas, y y ese contexto, por ejemplo, dar un paseo.
tenía que hacer al menos tres comidas al
día obligatoriamente. Hasta entonces no 4. EJERCICIOS DE RELAJACIÓN:
desayunaba, comía poco y casi no cenaba.
Plasmé mi alimentación y mis sentimientos Una de las tácticas que tenía que llevar
en un cuaderno. a cabo era la relajación. Desde el primer día
Lo más complicado era evitar las recaí- puso a mi disposición una cinta de relaja-
das. Tenía terminantemente prohibido pe- ción consistente en la tensión y relajación

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


214 María López y Dr. Juan García Moreno

de músculos y en el control de la respira- mera vez en todo ese tiempo iba a estar
ción. Todos los días, a la misma hora, tenía fuera de casa, sin el control de mis padres.
que poner una cinta y seguir las instruccio- Aún así, seguía visitando a la psicóloga
nes del locutor. El ejercicio duraba aproxi- cada tres semanas.
madamente cuarenta y cinco minutos. Esto Durante el primer año, estuve en una re-
me permitiría aprender a relajarme en aque- sidencia de estudiantes. Con el cambio de
llos momentos en los que no pudiera cam- alimentación engordé nueve kilos. Sin em-
biar mi actividad, por ejemplo, en clase. bargo, llevaba una serie de armas para
evitar una recaída:
5. CONOCIMIENTO DE MI ÍNDICE • Libros: Tenía una serie de fotocopias
DE MASA CORPORAL: sacadas de los libros que utilizaba du-
rante el tratamiento. Ahí tenía toda la
Al principio intentamos ver mi peso de información que necesitaba para conti-
forma objetiva y desde un punto de vista nuar viendo la enfermedad como una
médico. Para ello, calculamos el índice de máquina. Cada vez que tenía un mo-
masa corporal. Éste se obtiene dividiendo mento duro, las leía para objetivar la
el peso por el cuadrado de la altura. El ín- situación.
dice de masa corporal ideal es 22-25. Por • Miedo a caer de nuevo: El hecho de
debajo de 22, tienes Infrapeso; por encima tirar por la borda todo el esfuerzo per-
de 25, Sobrepeso. Yo estaba por debajo de sonal y el de mis padres a lo largo de
22, por lo que médicamente sufría Infrape- todos esos meses era motivo suficien-
so. De ningún modo, por lo tanto, padecía te para no caer de nuevo. Sin embar-
Sobrepeso ni podía adelgazar más. go hubo recaídas esporádicas tras un
año o año y medio.
6. CONCIENCIACIÓN DE MI PESO • La metáfora del pozo: La desarrollé
BIOLÓGICO: yo misma para animarme a seguir y vi-
sualizar mi situación. Siempre pensé
Desde las primeras sesiones, la psicólo- que tener una enfermedad como la
ga intentó concienciarme de la existencia anorexia o la bulimia implicaba estar
de un concepto que a mí me costó asumir: en el fondo de un pozo tan alto que no
el peso biológico. Ese es el peso al que to- ves absolutamente nada; y con tantas
dos tendemos en función de nuestro meta- galerías que no eres capaz de ver la
bolismo. Para explicármelo, utilizó la ima- luz por ninguna parte. Cuando empie-
gen de un péndulo. El péndulo oscila de un zas un tratamiento, te proporcionan
lado para otro pero tiende a pararse en un herramientas para escalarlo y acercar-
punto. Eso mismo ocurre con nuestro peso te al exterior. Las paredes están res-
e, independientemente de nuestros esfuer- baladizas, llenas de hierbas húmedas,
zos, siempre tenderemos a estar en un pe- que te hacen caer, pero nunca vuelves
so biológico determinado. al fondo porque cuentas con armas
para seguir escalando. Durante todo el
1.5. La paciente expone las razones, trayecto te caes muchas veces, pero
tácticas y procedimientos nunca hasta donde la vez anterior.
para no volver a caer, Pensar que disponía de herramientas,
mantener la mejoría que era fuerte y “que nunca caería
hasta el fondo”, me daba seguridad.
Diez meses después de empezar el tra- De este modo, conseguía no angus-
tamiento comencé la Universidad. Por pri- tiarme ante alguna recaída.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 215

• Contacto con mi psicóloga: Después (10/01/2000); 3) Seguimiento 1º, a


del tratamiento, seguí en contacto telefó- los dos años (10/01/2002); 4) Se-
nico con mi psicóloga. Me dio confianza guimiento 2º, actual (27/11/2010).
en mis primeros meses en la Universidad, – El diagnóstico y evaluación siguen
me orientó a la hora de tomar ciertas de- los criterios del DSM-IV-TR (2005).
cisiones, y me apoyó en momentos en
los que flaqueaba. Esto me proporcionó 1) F50.0 Anorexia nerviosa [307.1]
mucha seguridad y es, indiscutiblemente
el principal factor que influyó positiva- A. Rechazo a mantener el peso corporal
mente en el éxito de mi mantenimiento. igual o por encima del valor mínimo
• Ayudar a otras personas: Ayudar a normal considerando la edad y la ta-
otras niñas fue muy importante para mí lla. 1) Puntuación (0-10) “pre-trata-
porque pude ver el problema desde otro niento: 9, Comentario si procede:
lado. Motu propio, y a través de su pá- Tenía pavor a aumentar de paseo; 2)
gina web, accedí a ADANER (Asocia- Puntuación “post-tratamiento”: 0; 3)
ción en Defensa de la Atención a la Puntuación del Seguimiento 1º, a los
Anorexia Nerviosa y Bulimia). Desde el dos años: 1; 4) Puntuación del Se-
foro contacté con varias niñas. Mantenía guimiento 2º, “actual”: 2.
con ellas contacto a través de ese foro B. Miedo intenso a ganar peso o a con-
y sólo en contadas ocasiones, cuando vertirse en obeso, incluso estando
tenían crisis, por teléfono. También es- por debajo del peso normal. 1) 10,
tuve en algunos de los grupos de ayu- Comentario: Cuando tenía la impre-
da para padres organizados por ADA- sión de haber subido de peso, tenía
NER. Allí pude hablar con ellos, contar- alucinaciones y aumentaba mi ansie-
les mi experiencia y, aunque al principio dad; 2) 0; 3) 1; 4) 2.
no era mi intención, reforcé mucho mi C. Alteración de la percepción del peso o
autoestima y mi seguridad. Lamentable- la silueta corporales, exageración de su
mente tuve que dejarlo porque, llegado autoevaluación o negación del peligro
un momento, me impliqué tanto que te- que comporta el bajo peso corporal. 1)
mí poner en peligro mi estabilidad. 7, Comentario: Me miraba al espejo
mientras imaginaba cómo sería poder
cortar el excedente. 2) 0; 3) 0: 4) 0.
2. DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN D. En las mujeres pospúberes, presen-
cia de amenorrea: por ejemplo, au-
2.1. Diagnóstico y Evaluación del pre sencia de al menos tres ciclos mens-
tratamiento, pos tratamiento y del truales consecutivos. (Se considera
seguimiento de la anorexia y buli- que una mujer presenta amenorrea
mia, según los criterios diagnósti- cuando sus menstruaciones apare-
cos del DSM-IV-TR (2005), conside- cen únicamente con tratamientos
rando las puntuaciones numéricas, hormonales, p. ej. con la administra-
y añadiendo, según los datos de la ción de estrógenos). 1) 0, Comenta-
narración autobiográfica, breves rio: Nunca he sufrido amenorrea por-
comentarios de la paciente que quizás nunca he alcanzado un
peso lo suficientemente bajo como
– Las evaluaciones se refieren a las para sufrirla; 2) 0; 3) 0; 4) 0.
siguientes fechas: 1) Pre tratamien- Tipo restrictivo: Durante el episodio de
to (01/02/1999); 2) Pos tratamiento anorexia nerviosa, el individuo no recurre

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


216 María López y Dr. Juan García Moreno

regularmente a atracos o a purgas (p.ej., B. Conductas compensatorias inapro-


provocación de vómito o uso excesivo de piadas, de manera repetida, con el fin
laxantes, diuréticos o enemas). Comenta- de no ganar peso, como son provo-
rio: Sí recurría, mi problema se basó en los cación del vómito; uso excesivo de
vómitos. No aplicable al caso. laxantes, diuréticos, enemas u otros
Tipo compulsivo/purgativo: Durante el fármacos; ayuno, y ejercicio excesi-
episodio de anorexia nerviosa, el individuo vo. 1) 10, Comentario: Las conduc-
recurre regularmente a atracones o purgas tas compensatorias incluían vómitos,
(p. ej. provocación del vómito o uso excesi- laxantes, ejercicio físico envuelta en
vo de laxantes, diuréticos o enemas. 1) 10, bolsas de plástico, ayuno…; 2) 0; 3)
Comentario: Mi problema se basó en los 2, Comentario: Excepto en las reca-
vómitos. Me resultaba más fácil comer y vo- ídas ocasionales que me purgué con
mitar que no comer, por lo que sufría epi- vómitos, no realicé ninguna otra con-
sodios de atracones y purgas continuamen- ducta compensatoria. Sí intentaba
te; 2) 0; 3) 2, Comentario: Tuve sólo algu- compensarla controlando la ingesta
na recaída aislada tras el tratamiento; 4) 0. en los días posteriores; 4) 0. .
C. Los atracones y las conductas com-
2) F50.2 Bulimia nerviosa [307.51] pensatorias inapropiadas tienen lu-
gar, como promedio, al menos dos
A. Presencia de atracones recurrentes. veces a la semana durante un perío-
Un atracón se caracteriza por: do de tres meses. 1) 10, Comenta-
1) ingesta de alimento en un corto rio: Las conductas compensatorias
espacio de tiempo (p. ej., en un eran casi diarias; 2) 0; 3) 2, Comen-
período de 2 horas) en cantidad tario: Las recaídas eran esporádicas
superior a la que la mayoría de (una vez al año); 4) 0.
las personas ingerirían en un pe- D. La autoevaluación está exagerada-
ríodo de tiempo similar y en las mente influida por el peso y la silue-
mismas circunstancias. 1) 10, Co- ta corporales. 1) 9, Comentario: La
mentario: Los atracones eran ha- visión de mí misma dependía en gran
bituales. En minutos ingería gran- parte de ese factor; 2) 0; 3) 2, Co-
des cantidades de comida calóri- mentario: A pesar de alguna recaída
ca (chocolate, patatas fritas…); 2) esporádica, mi auto evaluación esta-
0; 3) 2; 4) 0. ba influida por otros factores no rela-
2) Sensación de pérdida de control cionados con mi físico; 4) 0.
sobre la ingesta del alimento (p. E. La alteración no aparece exclusiva-
ej., sensación de no poder parar mente en el transcurso de la anore-
de comer o no poder controlar el xia nerviosa. Comentario: Comenzó
tipo o la cantidad de comida que unos meses antes.
se está ingiriendo). 1) 10, Co- Tipo purgativo: Durante el episodio de
mentario: Durante los atracones, bulimia nerviosa, el individuo se provoca
no podía parar de comer. De he- regularmente el vómito o usa laxantes, diu-
cho, comía en grandes cantidades réticos o enemas en exceso. 1) 10, Co-
con las manos, de pie... ; 2) 0; 3) mentario: Vomitaba todos los días varias
2, Comentario: Si me daba algún veces y utilizaba laxantes casi todas las se-
atracón, vomitaba enseguida para manas; 2) 0; 3) 2, Comentario: Vómitos
no sentir que tenía el estómago durante las recaídas (recaídas de un epi-
demasiado lleno; 4) 0. sodio); 4) 0.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 217

Tipo no purgativo: durante el episodio gularmente al vómito además del ayuno y


de bulimia nerviosa, el individuo emplea ejercicio intenso; No aplicable al caso.
otras conductas complementaria inapropia-
das, como el ayuno o el ejercicio intenso, 2.2. Análisis estadístico
pero no recurre regularmente a provocarse de las evaluaciones
el vómito ni usa laxante, diuréticos o ene- de la ANOREXIA
mas en exceso. Comentario: Recurría re- y de la BULIMIA del caso

Tabla 1: Distribución de las puntuaciones de las cuatro evaluaciones de la anorexia


del caso según los “criterios” del DSM-IV-TR (2005).

Figura 1. Diagrama de los porcentajes de las cuatro evaluaciones de la ANOREXIA del caso.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


218 María López y Dr. Juan García Moreno

Tabla 2: Puntuaciones de las cuatro evaluaciones de la bulimia


del caso según los “criterios” del DMS IV-TR (2005).

Figura 2. Diagrama de los porcentajes de las cuatro evaluaciones de la BULIMIA del caso.

Como se comprueba, por las Tablas y 3. COMENTARIO FINAL DEL PSICÓLOGO


Figuras anteriores, la mejoría es total al fi-
nal del tratamiento. Hay un descenso míni- 3.1. Factores implicados en el proceso
mo durante el Seguimiento 1º debido a al- de los trastornos
guna recaída que resulta esporádica y que
parece reforzar negativamente la mejoría Me parece admirable y completa la pre-
que vuelve a ser total en el Seguimiento 2º. sentación directa de todos estos factores
La mejoría y descenso aparecen totalmen- en la narración autobiográfica de la pa-
te relacionados, indicando su interacción ciente. No obstante, los resumo para orde-
mutua en todo el proceso. narlos en categorías.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 219

Entre los diversos sistemas explicati- mentarios negativos respecto de su


vos de los Trastornos de Anorexia y Bu- peso de las vecinas que suenan a re-
limia Nerviosas, en donde se implican fac- proches, lectura de revistas de opi-
tores múltiples bio-psico-sociales (Puente, nión, rechazos de amigos y compa-
M. L. y Gómez, M. A., 1998), yo destaca- ñeras, etc.).
ría los siguientes, ajustados al caso pre- 3) Factores de mantenimiento, como
sente narrado por la misma paciente: reforzadores positivos y negativos de
las conductas aberrantes, y conduc-
1) Factores predisponentes: tas castigadoras de los aspectos po-
– personales (ser mujer adolescente sitivos de la normalidad -peso corpo-
sometida a las presiones ambien- ral, figura femenina, salud, acepta-
tales de ideal estético; estudiante ción social, etc.- (De Silva, 1995) co-
aventajada que aspira dominada mo se comprueba a través de la lec-
por el perfeccionismo a ser la pri- tura de la narración de la paciente.
mera en todo, en estudios y en
agrado social por el control del pe- 3.2. La psicoterapia
so físico “idealizado”; falta de auto-
nomía y exceso de dependencia El tratamiento efectivo seguido por la pa-
de las presiones ambientales; Baja ciente me impulsa a hacer un comentario
autoestima que obsesivamente le más extenso, desde mi punto de vista, pa-
lleva a compensarla con los estu- ra poner de relieve toda la complejidad de
dios y la imaginada figura física sus factores esenciales, que no pueden no
idealizada , aunque tenga que es- darse en cualquier proceso de tratamiento
clavizarse al control obsesivo del de los susodichos trastornos. Es un modo
peso, los ayunos, evitaciones y de ordenar los procedimientos aplicados en
purgaciones de todo tipo; etc.); el caso tratado con psicoterapia, y de com-
– familiares (padre muy preocupado pletar el esquema completo de la efectivi-
por su físico, madre muy interesa- dad de la misma.
da por la imagen corporal; vecinas
evaluadoras, en estos aspectos, 3.2.1. Psicoterapia y factores
comparativamente; etc.); de efectividad
– y sociales (idealización de la delga-
dez transmitida a través de todos los Si la psicoterapia ha sido tan rápida y
medios de comunicación) -Polivy, eficaz, nos podemos preguntar ¿Por
Herman y Pliner, 1990; Rosen, qué?
Gross y Vara, 1987-. Recientemen- Siendo la anorexia y la bulimia proble-
te, Asunción Bernárdez ha explicado mas estructural y dinámicamente muy com-
el “doble vínculo” en el que se en- plejos, se necesita normalmente, para su-
cuentran las mujeres entre lo privado perarlos, unos medios también complejos.
y lo público, y se ha fijado en acon- En este caso, llama la atención la sorpren-
tecimientos en los que se han visto dente curación, por rápida y completa. Al-
involucradas políticas de diversos guna recaída que hubo, se ve que es “nor-
partidos (Bernárdez, 2010, 197-218). mal” y una excepción. No se han aplicado
conjuntamente tratamientos multidisciplina-
2) Factores precipitantes (problemas res (médicos, psicológicos y sociales). No
con el hermano y amigos de una ami- hubo ningún tratamiento psiquiátrico de
ga como ella misma menciona, co- pastillas. Sólo psicológicos, aunque en di-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


220 María López y Dr. Juan García Moreno

ferentes niveles (personal, familiar, escolar, camente reforzadores y castigadores,


y psicoterapéutico). tanto positivos como negativos, de
Procuraré seguir el esquema completo una manera expresa o tácita (Halmi,
de los FACTORES DE CURACIÓN (García 1985; Calvo, 1994). Según mi opinión,
Moreno, 1994), que necesariamente se el manejo adecuado de los reforzado-
dan, no pueden no darse, en cualquier cu- res y castigadores es uno de los más
ración psicológica, tratando de reflejar lo potentes procedimientos aplicables
hecho en este caso, según la narración an- para el cambio. Los terapeutas y co-
terior de la misma paciente. terapeutas los aplican necesariamen-
te (no pueden no aplicarlos), aunque,
1) La teoría a veces, no lo resalten específica-
mente. Merece la pena comentarlo.
Es un factor de efectividad muy potente. Por lo expresado anteriormente, deduzco
La teoría va clarificando todo el proceso que en este caso se produce lo siguiente:
(García Moreno, 1994, 31, 32-33). 1) Trastrueque, aplicación equivocada-
La psicóloga, desde el principio, le va mente negativa, de la estructura y di-
dando información y explicaciones a todo lo námica de los refuerzos y castigos en
largo del proceso terapéutico, y asocia a la el proceso de caída en los trastornos.
paciente a la lectura de unas fotocopias con La actitud y conducta positivas
información específica, teórica y práctica, (comida, peso normal y figura acepta-
acerca de la anorexia y bulimia. La pacien- ble), por ideas y valoraciones psico-
te reconoce, agradecida, que esta informa- sociales negativas que la paciente ha-
ción le orientó y motivó mucho para darse ce suyas, ella misma las castiga: “po-
cuenta del problema (como de una “máqui- sitivamente” (progresivamente las va
na”) y de los medios para controlarlo. abominando y rechazando obsesiva-
mente como malas) y “negativamen-
2) Las técnicas te” (se entristece, se enfurece porque
la alejan de su ideal anoréxico; inclu-
Son los procedimientos psicológicos uti- so por la bulimia expulsa la comida
lizados para ayudar al paciente a mejorar normal, liberándose así de un mal).
de sus problemas psicológicos (García Mo- La actitud y conducta negativas
reno, 1994, 31, 33-37). (peso inapropiado por bajo, y figura
Todo el relato de la paciente está tacho- excesivamente estilizada, anoréxica),
nado de procedimientos que fueron apli- por ideas y valoraciones psicosocia-
cando diferentes personas: La psicóloga; les negativas, que la cliente hace su-
los padres por indicación principalmente de yas, las acaba reforzando: “positiva-
la psicóloga; y los que aplicaron educado- mente” (progresivamente las admira,
res y allegados durante la psicoterapia. To- valora e idealiza obsesivamente) y
do lo que hizo, por indicación de otros, y por “negativamente” (para no estar gorda,
propia iniciativa, constituyen técnicas, o pro- fea, torpe, monstruosa, impresentable
cedimientos, que han contribuido a la efec- socialmente, etc.).
tividad de la psicoterapia en la paciente. Cuando una actitud y conducta se
En este caso concreto se emplearon: convierten en “obsesivas”, se cae, en
la misma medida, en conductas
– Técnicas Conductuales. Según la na- “compulsivas” psicopatológicas. En
rración y resumen esquemático de la este caso: Conductas anoréxicas y
paciente se aplicaron aquí sistemáti- bulímicas compulsivas.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 221

2) Todo el proceso de la psicoterapia, las comidas de su hija con el “Cuaderno de


consistirá en invertir positivamente, y los Padres” y a través de otras múltiples
de una y otra forma, la estructura y actividades narradas autobiográficamente
dinámica equivocada de los refuerzos por la paciente.
tanto positivos como negativos (sólo
para las actitudes y conductas positi- – Otros procedimientos. Ciertamente,
vas) y de los castigos tanto positivos aunque sea difícil demostrarlo y cata-
como negativos (sólo para las actitu- logarlo en los sistemas psicoterapéuti-
des y conductas negativas). Esta la- cos vigentes, tanto la psicóloga como
bor consiste en un trabajo profundo los padres y educadores aplicaron
que afecta a los pensamientos, senti- otros muchos procedimientos. Todo lo
mientos y conductas, que traerán el que hicieron en pro de la mejoría, son
cambio deseado. técnicas de la efectividad. Incluso a
Es admirable la descripción que veces, los psicoterapeutas hacen mu-
hace la paciente, a su manera, en la chas cosas de las que no hablan y
narración autobiográfica, de tales re- que, incluso, ni conciencian específi-
fuerzos y castigos, y tanto de su apli- camente.
cación negativa como positiva.
3) Los terapeutas y “coterapeutas”
– Técnicas cognitivas
Según se desprende de la narración de Son todos aquellos que ayudaron a la
la paciente, en relación con las ideas irra- paciente a salir de sus problemas (García
cionales y verdaderas referidas al peso, ali- Moreno, 1994, 32, 27-41).
mentación, autoestima, etc., parece que la La psicóloga que inició y cubrió el pro-
psicóloga principal, educadores y familiares ceso de cambio, fue el principal artífice de
aplicaron las técnicas conjuntas empleadas cambio. La paciente en su relato refleja ha-
por el sistema Cognitivo Conductual desde cia ella, gran respeto, admiración, y docili-
aproximadamente los años ochenta del si- dad, sin ninguna duda debido, además de
glo XX, y que han aportado mayor efectivi- a su expertez, a su acogida, aceptación
dad al proceso psicoterapéutico (Harris y comprensión y autenticidad. Cuando vino a
Phelps, 1985; Fundudis, 1986; Powers y Madrid para sus estudios universitarios si-
Powers, 1984). guió con la misma psicóloga. Viajaba cada
Conviene advertir que otros sistemas dos o tres semanas a consulta.
aplican lo mismo que los cognitivos con- Es necesario resaltar que además de los
ductuales, pero de un modo no tan progra- psicólogos hubo, en el proceso de cambio,
mado, llevando al paciente a la responsa- otras personas que ayudaron psicológica-
bilidad de resolver los problemas cognitivos mente, como “coterapeutas”, a la paciente:
del aquí y ahora. los padres que con su comprensión y alien-
to, desde el principio, acudieron comprometi-
– Técnicas sistémicas dos con la psicóloga a la psicoterapia, y cum-
A través de la exposición de los proce- plieron fielmente con la función encomenda-
dimientos aplicados en este caso desde el da de ser estrictos observadores y controla-
inicio de la psicoterapia se comprueba la dores de la comida (ver Cuaderno Familar
Orientación Sistémica con la implicación de en el Anexo 1) y conducta de la paciente pa-
todo el grupo familiar (ver el Anexo 1 al fi- ra su posterior análisis y evaluación; el profe-
nal de este trabajo, donde los padres se sor, que desde antes de ir a la psicóloga la
implican muy directamente en el control de comprendió, la animó y la apoyó en muchos

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


222 María López y Dr. Juan García Moreno

momentos de encuentro, y del que manifes- tes. Percibimos en la narración de la pacien-


tó gran admiración afectiva; otras personas, te una excelente relación interactiva con la
como copacientes en ADANER y padres de psicóloga en todas las tareas a realizar, des-
pacientes, parece que, de alguna manera, tacando en ésta su entrega aceptante, com-
contribuyeron a mejorar su autoestima y se- prensiva y auténtica, y en la cliente su cola-
guridad. Todos los que participaron, directa o boración respetuosa, confiada y entregada
indirectamente en el proceso de cambio de- para llevar adelante positivamente su proce-
ben ser considerados como “cooperadores” so de cambio. La interacción con sus padres
de la efectividad psicoterapéutica. y educadores parece muy positiva.

6) El contexto inmediato
4. LA PACIENTE
Lo constituyen los diversos aspectos o
La paciente es ciertamente el factor más circunstancias (tiempos de consulta, precio
potente del cambio. Al final, todas las ayu- de consulta, despacho, mobiliario, adornos,
das recibidas son tales en cuanto que ella colorido, acústica, temperatura, que enmar-
misma las asume y las pone en práctica. can inmediatamente la situación psicotera-
Según investigaciones, el % de la varianza péutica (García Moreno, 1995, 33, 41-42).
de la efectividad psicoterapéutica se repar- En la narración de la cliente, percibimos
te aproximadamente de la siguiente mane- normalidad positiva respecto de este con-
ra: El 10% se atribuye a las técnicas, el texto. Si hubiese estado alterado podría
30% al terapeuta y el 60% al cliente (Gar- haber influido negativamente en el proceso
cía Moreno, 1994). de cambio. También éste es un factor im-
La capacidad curativa del sujeto es de- portante de la eficacia psicoterapéutica.
terminante de la efectividad. Hay personas
deterioradas psicológicamente que no cam- 7) Contexto ecológico social
bian nada con la psicoterapia; otras avan-
zan algo y según con qué procedimientos, Está constituido por todas aquellas per-
y otras que generalmente responden exito- sonas, grupos civiles y sociales, institucio-
samente a cualquier tratamiento. Este pa- nes, acontecimientos, y medio topológico y
rece ser el caso de esta paciente. Ya des- climático que envuelven la situación psico-
de niña sobresalió en los estudios por su terapéutico (García Moreno, 1995, 33, 42,-
capacidad y estimulada por sus padres. 43) y que, de alguna forma contribuyeron,
Solía ser la primera en clase. Su padre le también, positivamente a culminar el pro-
decía que “el segundo es el primero de los ceso de cambio. Si este contexto se hubie-
perdedores”. Esto la hizo sobresalir en los se alterado (por acontecimientos ecológi-
estudios y en casi todo lo que hacía. cos o sociales importantes) podría haber
Ella quería seguir destacando, subir, ser alterado el proceso psicoterapéutico. Todo
la primera en la figura femenina idealmen- se relaciona con todo.
te distorsionada y, después, en la efectivi- La efectividad psicoterapéutica depende
dad de la psicoterapia. de todos estos siete factores que se dan
necesariamente, no pueden no darse, en
5) La interacción cualquier tipo de mejoría de cualquier cla-
se de problema psicológico, y hay que te-
Es un factor primordial de la efectividad del nerlos en cuenta siempre para poder expli-
cambio, ya que en él se concreta y actualiza carla adecuadamente. Por desgracia, no
todo lo positivo de ambas partes interactuan- siempre se tienen en cuenta, atribuyendo

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 223

toda la efectividad a algún factor, en lugar Fundudis, T. (1986). Anorexia nervosa in a


de a todos. “Todos corrieron y todos mere- pre-adolescent girl: a multimodal behaviour the-
cieron el premio”, se dice después de la ca- rapy approach. Journal of Child Psychology and
Psychiatry, 27, 261-273.
rrera de los animalitos en “Alicia en el Pa-
Powers, P. & Powers, H. P. (1984). Inpatient
ís de las Maravillas”. threatment of anorexic nervosa. Psychosoma-
tics, 25, 512-527.
Villegas Besora, M. (1990). El cambio cogni-
REFERENCIAS tivo. Revista de Psicoterapia, 2-3, 51-79.

Brunt, M. (2005). The use of Transactional


* * *
Analysis in the treatment of eating disorders. Tran-
sactional Analysis Journal, XXXV, 13, 240-253.
Bernárdez, As. (2010). Estrategias mediáticas A continuación presento dos ANEXOS:
de “despolitización” de las mujeres en la prácti- – el primero lo constituye el Cuader-
ca política (o de cómo no acabar nunca con la no de los Padres, como observado-
división público/privado). CIC Cuadernos de In- res de las comidas de su hija, que
formación y Comunicación, 15, Págs. 197-218. constituye un control de las mis-
Calvo, R. (1994). Modelos de tratamiento psi- mas para su revisión posterior;
cológico de la anorexia nerviosa. Orientación
– y el segundo está centrado:
cognitivo conductual. En A. Chinchilla (ed.) Ano-
rexia y bulimia nerviosas. Madrid: Ergon.
1. en un esquema del tratamiento
DSM-IV-TR (2005). Manual diagnóstico y es- de un caso de Anorexia y Buli-
tadístico de los trastornos mentales. Texto revi- mia según el Análisis transac-
sado. Barcelona: Masson. cional,
García Moreno, J. (1994). ¿Por qué la Psico- 2. en la Bibliografía de los trata-
terapia es efectiva? Revista de Análisis Tran- mientos de estos trastornos des-
saccional y Psicología Humanista, 31, 32. de el Análisis Transaccional pu-
García Moreno, J. (1994). ¿Por qué la Psico-
blicada en la Revista “Transac-
terapia es efectiva? Revista de Análisis Tran-
saccional y Psicología Humanista, 31, 32-33. tional Analysis Journal”.
García Moreno, J. (1994). ¿Por qué la Psico-
terapia es efectiva? Revista de Análisis Tran- ANEXO 1
saccional y Psicología Humanista, 31, 33-37.
García Moreno, J. (1994). ¿Por qué la Psico- 1. Cuaderno de registro de comida y
terapia es efectiva? (II). Revista de Análisis Tran- sucesos adjuntos para su posterior aná-
saccional y Psicología Humanista, 32, 27-41. lisis y evaluación.
García Moreno, J. (1994). ¿Por qué la Psico-
terapia es efectiva? (III). Revista de Análisis Tran-
saccional y Psicología Humanista, 32, 42-55. 10 Febrero 1999
García Moreno, J. (1994). ). ¿Por qué la Psi- Observador: Padre
coterapia es efectiva? (IV). Revista de Análisis Comida, Hora: 15:00
Transaccional y Psicología Humanista, 33, 26-40 Cantidad: Poca
García Moreno, J. (1995). ¿Por qué la Psico- Ensalada verde con sepia a la plancha.
terapia es efectiva? (V). Revista de Análisis Tran- Una rodaja de jamón York y otra de jamón
saccional y Psicología Humanista, 33, 41-42. serrano. A este último le quita el “gordo”.
García Moreno, J. (1995). ). ¿Por qué la Psi-
Tarda sobre 15-20 minutos.
coterapia es efectiva? (V). Revista de Análisis
Transaccional y Psicología Humanista, 33, 42,-43. Retira su plato con la mayor parte de la
Halmi, J. (1985). Behavioral Management for comida. Estamos los cuatro. Al terminar,
anorexia nervosa. En D. M. Garner & P. E. Gar- como cada día, va al baño. Después vuel-
finkel (eds.), Handbook of psychotherapy for ano- ve y se hace una infusión de poleo menta
rexia nervosa and bulimia. New York: Guilford. en un vaso grande. Le digo que coma algo

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


224 María López y Dr. Juan García Moreno

más, pero me contesta que no tiene más a media mañana. Desayunó un vaso de le-
apetito. Su madre no dice nada; su herma- che con galletas y una naranja.
no tampoco. Al rato discuten los hermanos. Cena
Cena. Observador: Madre
Observadora: Madre Tiempo: 20 minutos
Tiempo: 15-20 minutos. Ensalada completa, acelgas con huevo,
Cantidad: Come un poco ensalada, una una loncha de jamón y una naranja.
tortilla francesa con atún y 4 ó 5 champiño- Puedo decir que ha cenado normal. Con
nes. Los parte por la mitad. Una rodaja de el juego ha habido conversación. A mí me
jamón. No ha tomado postre, dice que más cuesta pensar qué les puede sorprender.
tarde se hará un café con leche. Se lo ha-
ce con tres o cuatro galletas tipo Digestive. 13 de febrero.
El comportamiento en la cena es normal. Observador: Madre
Terminando se levanta y va a la habitación, Comida, Hora: 3:30
pero vuelve enseguida. No he estado en to- Tiempo: 30 minutos
do el día. Me ha dicho que tomó para me- Medio vaso de zumo natural, un plato de
rendar una pera y una manzana. sopa de pescado y un muslo de pollo a la
plancha sin hueso y sin piel. Un yogur des-
11 de Febrero. natado y un poco de queso.
Observador: Madre Como hoy no hay tele, hablamos más y
Comida, Hora: 2:30 la comida es más amena. No toma agua
Lugar: cocina. antes de comer, sino que toma medio va-
Tiempo: 20 minutos. so entre la comida. No retira la comida ni
Cantidad: una manzana, _ de pollo. Se la esparce por el plato. Come normal, un
come la mitad. 7 champiñones, 1 tomate poco más deprisa. El desayuno normal: le-
asado. Come muy despacio. Lo último que che con colacao y galletas, pero todo light.
come es el pollo. Por la noche se va con Cena,
sus amigas a cenar. Me dice que pedirá un Observador: Madre
sandwich vegetal. Vuelve a las 12 y se ha- Tiempo: 15 minutos.
ce un vaso de café con poca leche y 6-7 Cenan ella y su hermano. Tardan 15 mi-
galletas Digestive. Y una fruta. nutos porque son los carnavales. Toman
un vaso de leche con colacao, galletas y
12 de Febrero queso.
Observador: Madre Dice que luego antes de irse a la cama
Comida, Hora: 3:20 comerá o se hará otro vaso de leche. Hoy
Tiempo: 20 minutos. la veo más contenta.
Un cuarto de piña natural. Come poca
ensalada. Pincha huevo cocido y algún es- 14 de Febrero.
párrago. Luego come merluza al horno pe- Observador: Padre.
ro poca. Comida, Hora: 14:00
Su padre le riñe y se lo come todo. Tar- En un restaurante.
da mucho. Sólo estamos los dos y yo le di- Pincha tres patatas fritas y un boquerón
go que si no quiere comer más, que no si- en vinagre. De primero: tres langostinos a
ga. Cuando ella termina, me dice que su la plancha. De segundo, judías verdes con
padre ha comido menos que ella y yo le di- jamón. Después sepia a la plancha (se de-
go que la cantidad era la misma para to- ja un poco en el plato). Postre: tarta helada
dos, pero que su padre habría comido algo de chocolate y un trozo de pastel de trufa.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 225

Su actitud es normal. Comemos los cua- y pellizca un poco de jamón york y un po-
tro. La charla es normal y no hay reproches co de queso.
ni sugerencias por ninguna parte. Volve- Ella es quien aliña la ensalada y hoy le
mos a casa en el coche bromeando. Pide pone vinagre. Antes le echaba limón. Ha-
de postre tarta de chocolate, va a la vitrina blamos los tres, come normal, no como
y pide tarta helada. Su padre le ofrece pas- otras veces que tarda para intentar que le
tel de trufa también y ella coge en cinco o dure más.
seis ocasiones. Cena.
Cena Observador: Madre
Observador: Madre Tiempo: 15 minutos.
Tiempo: 20 minutos Dos tomates, medio pimiento rojo y una
Dos o tres rodajas de piña en su jugo. lata de atún. Media rodaja de jamón york y
Café con leche y cuatro galletas. un bocado de queso. Un yogur desnatado.
Tarda muchísimo, no sé por qué. Estoy Dice que luego más tarde se hará un va-
hablando mucho con ella y estamos pa- so de leche con galletas. Su comporta-
sando un rato agradable. miento es normal. Ahora hace 15 días. Es-
tá simpatiquísima, come más rápido, diría
15 de Febrero. que normal.
Observador: Madre.
Comida, Hora: 15:00 17 de Febrero.
Tiempo: 25 minutos. Observador: Madre
Un plato de acelgas, dos lonchas de ja- Comida, Hora: 15:30
món y un poco de merluza al horno. Come Tiempo: 15 minutos.
la guarnición: cebolla y tomate asados. Un Un zumo de naranja natural y un mano-
vaso de naranja natural, una loncha de jo de espárragos fritos con dos huevos. Un
queso y dos fresas. yogur.
Comportamiento normal. Muy habladora. Cena.
Está contando chismes de una excursión Observador: Madre
del colegio. Tiempo: 20 minutos
Cena Un plato de acelgas, cuatro o cinco
Observador: Madre champiñones, unos trozos de sepia y unos
Tiempo: 25 minutos mejillones. Café con poca leche y tres ga-
Un plato de sopa de pescado, menos de lletas.
media pechuga de pollo. Cuatro o cinco tro- Cuando termina de comer las galletas se
zos de tomate, un zumo de naranja, un tro- va a la habitación. Estamos hablando de
cito de queso y una loncha de jamón. cosas sobre la infancia de mis hijos.
La tele sigue apagada y hemos estado
hablando durante todo el rato. Le digo que 18 de Febrero.
cene un poco más, pero dice que no tiene Observador: Madre
mucha hambre. Comida, Hora: 3:30
Tiempo: 15 minutos.
16 Febrero. Un plato de judías verdes con jamón. Se
Observador: Madre. deja un poco, pero había muchas. Media
Comida, Hora: 15:20 pechuga de pollo y un zumo de naranja na-
Tiempo: 20 minutos. tural.
Ensalada, macarrones con jamón y un Está acompañada por su hermano y su
vaso de zumo de naranja. Va a la nevera padre. Merienda un yogur desnatado.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


226 María López y Dr. Juan García Moreno

Cena 21 de Febrero.
Observador: Madre Observador: Madre.
Hora: 30 minutos Comida, Hora: 3:30
Llegan unos sobrinos y la cena es un po- Tiempo: 55 minutos.
co de cada cosa. Pica algunas cosas. Se Una pera y unas alcachofas hervidas. Un
toma un vaso de café con poca leche y ga- filete de pescado a la plancha. Pica jamón
lletas integrales. Come un poco de mace- serrano y jamón york. También una loncha
donia de frutas, pero pincha melocotón en de queso. De postre, una rodaja de piña en
almíbar, que ya llevaba tiempo sin probar- su jugo.
lo. La verdad es que hoy ha sido un día un Cena.
poco descontrolado. Observador: Madre
Tiempo: 15 minutos.
19 de Febrero Los días festivos por la noche va todo un
Obsevador: Madre. poco revuelto porque salimos. Yo preparo un
Comida, Hora: 3:30 poco de todo: pinchos de setas, unos espá-
Tiempo: 20 minutos. rragos blancos, jamón, queso, piña… Comió
Un manojo de espárragos con dos hue- de todo pero poca cantidad. Luego se hace
vos. Medio filete de pescadilla con tomate. un vaso de café con poca leche y galletas.
Un zumo de naranja natural y un yogur
22 de febrero.
desnatado. También un trozo pequeño de
Observador: Madre.
queso.
Comida, Hora: 3:30
Como hoy no podemos ir a la consulta le
15 minutos.
da rabia. Al decírmelo le digo que te llame
Un zumo de naranja natural, espinacas
y dice que no te quería decir nada, pero
cocinas (se deja unas pocas). Una tortilla
que hoy la pesabas y que hasta el lunes
francesa de un huevo y media lata de atún.
falta mucho.
Un yogur desnatado.
Cena Merienda dos rodajas de piña en su ju-
Observador: Madre. go y una pera.
Tiempo: 10 minutos. Cena.
Un plato de moje (tomate, atún, huevo, Observador: Madre
aceitunas…). Coge un trozo de pan inte- Tiempo: 30 minutos.
gral tostado y dos trocitos de pan normal. Dos lonchas de jamón serrano y una de
Un café con poca leche y 4 galletas inte- jamón york. Una alcachofa y media y un
grales. poco de queso. Coge algo de pimiento ro-
Sobre las 9:15 h, como su padre tarda jo. Dos naranjas.
en llegar, coge un poco de queso. Durante Lleva diez o doce días desayunando le-
la cena se habla de cosas muy normales. che con colacao, galletas y alguna fruta.
Desayuna sola.
20 de Febrero.
Observador: Madre. 23 de febrero.
Comida, Hora: 3:30. Observador: Madre
Tiempo: 25 minutos. Comida, Hora, 3:30
Un muslo de pollo al horno con champi- Tiempo: 20 minutos.
ñones. Se deja un poco. Un zumo de na- Ensalada. Un zumo de naranja natural y
ranja natural y un trozo de queso. un plato de patatas a lo pobre con un hue-
Su actitud es normal. vo frito.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 227

Cena. La verdad que no había comido mu-


Observador: Madre cha cantidad, pero le ofrezco el pollo con
Tiempo: 20 minutos. tomate y no quiere. Se levanta de la me-
Dos o tres champiñones, dos setas y un sa y coge un poco de queso y un poco
espárrago blando. Unas pocas espinacas y de jamón york. La cantidad ha sido nor-
dos lonchas de jamón york. Saco chorizos mal.
y en dos ocasiones corta dos rodajas. Co- Cena
ge también dos o tres trozos de pollo y un Observador: Madre
yogur desnatado. Luego, sin levantarse de Tiempo: 20 minutos
la mesa, se come una naranja.
Una alcachofa y media, un trozo de
En las cenas, algunas veces, saco varias
merluza frita, tomate con atún y una lon-
cosas pero en pequeñas cantidades.
cha de jamón york. Dos rodajas de piña y
un café con poca leche y tres o cuatro ga-
24 de febrero.
lletas.
Observador: Madre
Comida, Hora: 3:30 Está cascarrina a tope durante la cena y
Tiempo: 20 minutos. después se le ve muy bien. Ayer, sin em-
Un zumo de naranja, un plato de maca- bargo, estaba seria.
rrones con jamón y ensalada.
Se deja unos pocos, pero es que le ha- 26 de Febrero.
bía echado muchos. Observador: Madre
Cena. Comida, Hora: 3:30
Observador: Madre Tiempo: 25 minutos.
Tiempo: 20 minutos. Dos rodajas de merluza en salsa con
Un plato de acelgas con huevo y una pe- guisantes, gambas y sepia. Se ha comido
chuga de pollo (se deja un poco) y un yo- su plato y en el centro, he puesto un plato
gur. Ahora está haciendo café, así que se de patatas fritas.
lo tomará con poca leche y unas galletas. Ha cogido alguna y también coge pan y
Lleva unos días que no bebe agua (*) an- moja en la salsa tres o cuatro veces. Lue-
tes de las comidas, sino que bebe una can- go se levanta, va a la nevera y coge un tro-
tidad normal. Muchas veces ni siquiera en cito de queso pequeño. Dos rodajas de pi-
las comidas, con el zumo que le hago es su- ña y el zumo de naranja.
ficiente. En la cena bebe algo, pero normal.
Cena.
(*) Solía beber mucha agua. Antes de
Observador: Madre
empezar el tratamiento bebía una media se
Tiempo: 25 minutos
6-8 litros diarios. Tenía mucho frío. Re-
Una alcachofa hervida, trozos de sepia,
cuerdo que siempre estaba con muchas
capas de ropa y al lado del radiador. cinco langostinos, una loncha de queso y
ensalada.
25 de Febrero. Saco salsa del mediodía y moja un po-
Observador: Madre co de pan. No puedo especificar cuántos
Comida, Hora: 3:30 trozos de sepia come. Saco de todo y pin-
Tiempo: 25 minutos. chamos todos de todo porque ya se va
Un plato de hervido con patatas y judías normalizando la situación. Yo la veo muy
verdes. Un filete de pescado a la plancha, bien. Ya se ha preparado el café. Se lo
pero pequeño. Dos rodajas de piña en su hará con poca leche y cogerá tres o cua-
jugo y el zumo de naranja. tro galletas.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


228 María López y Dr. Juan García Moreno

25 de Febrero. espárragos con huevo, dos o tres trozos de


Observador: Madre tomate, tres champiñones, un trozo de que-
Comida, Hora: 3:30 so y dos rodajas de piña.
Tiempo: una hora. Merienda una manzana.
Come mucha ensalada y un zumo de na-
ranja. Luego pongo potaje y primero se co- A partir de Marzo todo se relaja y la
me la verdura, luego se come las alubias y forma de escribir el cuaderno cambia:
las patatas. Se come el trozo de morcilla y 1 Marzo.
el trozo de chorizo. Coge un trozo de ce- Comida, 15 minutos.
bolla en vinagre y moja un poco de pan. Un zumo de naranja, judías con tomate.
Se deja judías y unas pocas patatas, pe- Coge el trozo más pequeño de pechuga de
ro puede decirse que ha comido bien. La pollo a la plancha y come dos bocados.
noto con un poco de miedo al comer ese Una rodaja de piña. Le digo que coja más
plato de potaje. pechuga, porque eso no era nada, y dice
Cena, Hora: 0:00 que no tiene hambre. Le pregunto si le
Tiempo: 10 minutos echo más judías y me dice que no. Se co-
Está sola. me otra rodaja de piña y coge un trocito
Se parte un tomate y le echa media lata más de pechuga.
de atún. Coge pimiento rojo y corta unos Parece que quiere comer más, pero no.
trozos. Dos o tres rodajas de piña y un ca- Limpia el plato con un trozo de pan.
fé con poca leche y galletas. La cena se la Cena. 25 minutos.
hace ella. Antes de irse le pregunto si le Un plato de acelgas hervidas, una chu-
preparo la cena y me dice que cuando leta de cordero y un poco de queso. Media
vuelva. El café se lo toma en el comedor, loncha de jamón york y un trozo de pan
donde yo estoy, y charlamos. tostado con aceite de oliva, pero pan nor-
mal (blanco). Dos rodajas de piña y café
28 de Febrero. con poca leche. Cuatro o cinco galletas ti-
Observador: Madre po Digestive.
Comida, Hora: 3:30 Actitud normal. Con las peticiones, ha
Tiempo: 20 minutos. estado todo el rato hablando.
Ensalada. Hago arroz con chorizo y ver-
duras, que le gusta mucho. Le pregunté si 2 de Marzo.
iba a comer y me dijo que sí. Le echo en Comida, 20 minutos.
el plato. Primero se come los guisantes, el Un zumo de naranja. Coge pimiento ro-
jamón y el chorizo. El arroz casi se lo deja jo. Tenía uno partido en un plato con sal.
todo. Recoge el arroz en el plato. Luego, Luego pongo potaje de garbanzo con es-
sin quitar la mesa, le hace a su padre ca- pinacas. Le pongo el plato y empieza a
fé. A su hermano le sobra un poco en su comerse las espinacas, los trozos de hue-
plato y se come los guisantes y los trocitos vo y se deja el caldo y los garbanzos. La
de jamón y chorizo. Se come dos cuchara- verdad es que estaban un poco duros. Se
das de arroz que queda en el plato. No co- come una naranja y una fresa. También
me postre. coge dos o tres trozos de pollo frito con
Cena. ajos.
Observador: Madre Cena. 15 minutos.
Tiempo: 20 minutos Un plato de acelgas hervidas, un filete
Una rodaja de calamar frito, un poco de de pescadilla y tres rodajas de piña. Se co-
jamón york, dos langostinos, unos pocos me la mitad de cada cosa.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 229

Le digo que coja queso o jamón y me di- echado ella las patatas en su plato porque
ce que luego porque tiene que beberse el yo las he puesto en el centro.
café con las galletas. Otros días ha comido Antes bostezaba mucho. Le preguntabas
mejor. algo y bostezaba y hoy me he dado cuen-
ta de que eso ya no lo hace. No sé si te
3 de Marzo. puede servir y si esto importa, pero es que
Comida, 20 minutos. estoy muy pendiente de todo.
Un zumo de naranja, ensalada y un pla- Cena. 20 minutos.
to de guiso de carne de cordero con pata- Espárragos con huevo, tres o cuatro ro-
tas. Se deja un poco. Una rodaja de piña y dajas de pulpo, dos rodajas de piña, una
una fresa. Coge en dos ocasiones un pe- pera, un bocado de queso y medio bom-
llizco de pan y cebolla en vinagre. bón. Un vaso de café con poca leche.
Hoy come mejor que ayer, pero sigue Cuando digo poca leche es como un
comiéndose primero la verdura del plato. centímetro del vaso y cuatro galletas.
Cena. 25 minutos.
Una alcachofa y media, dos lonchas de 6 de Marzo.
jamón (le quita el gordo), una croqueta y Comida, 25 minutos.
una rodaja de calamar. Dos rodajas de pi- Un zumo de naranja, ensalada, un mus-
ña y café con poca leche y cuatro galletas. lo de pollo al horno con dos trozos de pa-
tatas y tres champiñones. Se deja dos bo-
4 Marzo. cados de pollo, pero va a la nevera y coge
Comida, 20 minutos. una loncha de jamón con un poco de pan.
Un poco ensalada, un plato de macarro- Medio bombón.
nes y dos rodajas de piña. Hoy no han ido El comportamiento es normal.
al instituto. Por la mañana ha desayunado, Cena.
luego coge el pico de la barra de pan y le Se hace un vaso de leche con colacao y
pone una loncha de jamón serrano y una galletas. Dos rodajas de piña.
rodaja de piña. Eso sería sobre las 9. A la 1:30 h. de la
Todo se va normalizando pero claro, hay madrugada se hace otro vaso de leche con
momentos en que la veo seria. galletas y piña.
Cena.
No quiere cenar porque un poco antes 7 de Marzo.
come medio pimiento rojo y una rodaja de Comida, 35 minutos.
piña. Yo no estaba. Ya eran las 8:45 y al Un plato de sopa de cocido con fideos.
ponernos a cenar se hace un vaso de ca- Luego garbanzos con patatas y zanahoria.
fé con poca leche y seis galletas tipo Di- Se lo come como hacía años, con aceite de
gestive. Coge cuatro o cinco trozos de to- oliva y vinagre. Luego come morcilla, cho-
mate. Luego se come una naranja. No de- rizo, jamón, gallina, carne… Es decir, como
ja de mirar nuestra comida, aunque procu- se suele comer el cocido.
ra no hacerlo. Llevaba por lo menos dos años sin co-
merlo. Después un zumo de naranja.
5 de Marzo. Me ve escribir y me dice que a ver qué
Comida, 25 minutos. pongo. Le contesto que lo que come y que
Una rodaja de piña, salsa de merluza siempre pongo la verdad.
con patatas fritas, un zumo de naranja, una Cena. 10 minutos.
fresa y un yogur desnatado. Se deja un po- Seis o siete trozos de sepia. Cuatro o
co salsa pero ha comido muy bien. Se ha cinco de pulpo, unos trozos de tomate, una

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


230 María López y Dr. Juan García Moreno

loncha de jamón con un trozo de pan tos- 10 Marzo.


tado integral. Una loncha de jamón york y Comida, 20 minutos.
dos bocados de queso. Tres rodajas de pi- Un plato de hervido y un trozo de merlu-
ña y ahora se tomará el café con galletas za al horno con tomate, cebolla y dos
porque lo está preparando. champiñones. Dos lonchas de jamón. Un
zumo de naranja. Ha cogido pan normal y
8 de Marzo. una rebanada tostada integral.
Comida, 25 minutos. Lleva muchos días que ya no tiene frío.
Paella en la paellera. No te puedo decir, Cena. 20 minutos.
pero muy bien. Dos lonchas de jamón con Acompañada. Un plato de hervido y un
una rebanada de pan tostado integral. Con filete de ternera. Se deja un poco, pero era
la paella ha cortado dos o tres veces pan muy grande. Un vaso de café con leche y
de la barra, como de un centímetro. Un zu- dos galletas con mermelada. Cenando co-
mo de naranja. ge un poco pan.
Desde el viernes viene comiendo bien, ni
mucho ni poco. Normal. Si ves, la comida 11 Marzo.
es corriente, lo que normalmente se come Comida, 20 minutos.
en una casa. Se ha comido una tajada de Un zumo de naranja, ensalada, un plato
pollo pero normalmente en casa la carne de macarrones con carne de cerdo y un he-
cocida no la comemos. lado de chocolate. Pan.
Cena. 25 minutos. Cena. 20 minutos.
Espinacas, un trozo de ternera aproxi- Cinco champiñones, tres o cuatro cala-
madamente como la palma de la mano. mares, una empanadilla, una croqueta y un
Tres lonchas de jamón serrano a las que le muslito de mar. Un trocito de queso y un
quita el gordo y un poquito de pan. Dos ro- espárrago blando. Un vaso de café con po-
dajas de piña. ca leche y galletas.

9 de Marzo. 12 de Marzo.
Comida. Comida, 20 minutos.
Hoy hemos comido los tres solos. Su pa- Tortilla de patata (cuatro trozos peque-
dre no ha comido en casa. Tenía sobras ños), un zumo de naranja, tomate y medio
del cocido del domingo. Había garbanzo y chorizo. Pan integral.
caldo, así que lo he hecho con fideos. Al Esta mañana se llevó al instituto un
ver la comida me dice que no va a comer sándwich de pan integral y jamón york.
los garbanzos porque se encuentra moles- Cena. 20 minutos.
ta con el vientre. Me dice que no me preo- Un vaso de café con leche (medio de le-
cupe, que comerá otra cosa. Toma un zu- che), tres galletas y una tostada con mar-
mo de naranja, un trozo de ternera media- garina y mermelada. Macedonia de frutas.
no pero muy fino, un trozo de pan como de Hoy no tenía ganas de preparar la cena,
seis centímetros con dos lonchas de ja- así que les he dicho que cenaran lo que
món, ensalada y un vaso de leche con co- quisieran.
lacao y cuatro galletas.
Cena. 25 minutos. 13 de Marzo.
Un filete de ternera, cuatro o cinco tro- Comida, 20 minutos.
zos de tomate, una loncha de jamón y un Ensalada, un zumo de naranja, salsa de
yogur desnatado. Luego, el café con galle- pollo con champiñones y con pan integral.
tas. Ha mojado en la salsa.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 231

14 de Marzo. en el modelo cognitivo conductual, po-


Comida, 20 minutos. drían ser integradas en el marco psico-
Un filete de ternera, pocas espinacas dinámico del AT relacionado con el pro-
con huevo y una rodaja de pescadilla. Se ceso evolutivo de los Estados del Yo;
deja un trozo muy pequeño. Unos trozos de – Existe poca investigación acerca de la
tomate y dos espárragos blancos. Una fre- efectividad de la psicoterapia transac-
sa. cionalista sobre estos problemas es-
Desayuna leche con colacao y un crua- pecíficos, pero sería interesante in-
sán de chocolate. Sobre la una, come una vestigarlo porque tiene todos los in-
pera. gredientes de poder ser tan afectiva
como otros enfoques, especialmente
el cognitivo conductual, que sí lo ha
ANEXO 2 demostrado;
– El estado Niño del Yo de algunos jó-
1. La Psicoterapia de un caso venes, predispuestos a la anorexia,
con trastornos de anorexia adoptan el “modelo delgado” bajo la
y bulimia, desde “El Análisis presión e impulsores del Padre cultu-
Transaccional” ral para llegar a estar bien con una fi-
gura corporal estilizada;
– La estructura y dinámica de los Esta-
Aunque este caso presentado no ha si- dos del Yo propician muy adecuada-
do tratado según el enfoque del Análisis mente tanto el psicodiagnóstico como
Transaccional, dada su publicación en esta el tratamiento de estos trastornos;
revista, me parece adecuado ofrecer en es- – Y más específicamente, expone la au-
te contexto unas puntualizaciones respecto tora el esquema seguido en el caso de
del tratamiento de dichos desórdenes de la Sally:
comida, siguiendo a Mervyn Brunt (2005) – Establecer una relación adecuada con
psicoterapeuta transaccionalista, que resal- la paciente;
ta aspectos teóricos y procedimientos que – Hacer un contrato terapéutico para fi-
ha utilizado con efectividad en el caso jar objetivos, procedimientos y tiem-
Sally, mujer de 25 años con problemas de pos;
alimentación: – Revisar los juegos y guión personal,
– El AT, al igual que otros enfoques de incidiendo en las creencias acerca del
psicoterapia, reconoce en la base de self, de otros, y de la calidad de vida;
muchos trastornos psicológicos pro- – Descontaminar el estado del yo
blemas de perfeccionismo, baja auto- Adulto condicionado por el Padre y el
estima, sentimiento de inutilidad, in- Niño;
consistencia del self, imagen distorsio- – Deconfundir al Niño, la fluencia emo-
nada de la figura corporal, relaciones cional y la redecisión del Niño Natural
sociales dificultosas, episodios de revisando todo el sistema del racket
acoso o abuso sexual, cambios fisio- personal (conductas observables, ex-
lógicos y hormonales que se encuen- periencias internas manifestadas y
tran entre los factores predisponentes fantasías, y recuerdos reforzadores
o precipitantes de los trastornos de del padre, madre, escolares y de ami-
anorexia y bulimia; gos);
– Las intervenciones, que se aplican de – Permisividad del padre positivo res-
otra manera (más programadamente) pecto del Niño;

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


232 María López y Dr. Juan García Moreno

– Reaprendizaje positivo de los tres es- MacKenzie, E.P. (1980). The pseudo-nurtu-
tados del yo para estabilizar el cambio ring parent and the American disease.
y posibilitar el crecimiento integral de Transactional Analysis Journal, X, 4,
la persona. 309-312.
Podría afirmar que todo el sistema tran- Andrewartha, G. (1982). Anorexia nervosa:
saccionalista es un enfoque muy adecuado three case studies of TA treatment. Tran-
para tratar los problemas de alimentación, sactional Analysis Journal, XII, 2, 105-
como lo hizo Mervyn Brut a su manera. 114.
En su excelente artículo la autora ofrece Morris, F.R. y Morris, D.G. (1982). The lo-
las Referencias Bibliográficas que podrí- ve bind. Transactional Analysis Journal,
an interesar a los psicoterapeutas transac- XII, 4, 284-287.
cionalistas, pero no obstante esto ofrezco a Zalcman, M.J. y Cornell, W.F. (1983). A bi-
continuación una completa BIBLIOGRAFÍA lateral model for clinical supervision.
transaccionalista de estos trastornos. Transactional Analysis Journal, XIII, 2,
112-123.
Frings Keyes, M. (1984). The family clay
2. BIBLIOGRAFÍA DE LA ANOREXIA sculpture in redecision therapy. Transac-
Y BULIMIA SEGÚN EL ANÁLISIS tional Analysis Journal, XIV, 1, 68-71.
TRANSACCIONAL Lenon, R.A. (1985). Anorexia nervosa: me-
dical management. Transactional Analy-
Mi agradecimiento sincero a la Dra. Gra- sis Journal, XV, 1, 3-16.
ciela Padilla que se ha encargado de bus- Goode, E.T. (1985). Medical aspects of the
car artículos sobre desórdenes de la Con- bulimic syndrome and bulimarexia. Tran-
ducta Alimentaria en el Transactional sactional Analysis Journal, XV, 1, 4-11.
Analysis Journal3. Ha utilizado el TAJdisk Smead, V.S. (1985). Labeling eating disor-
3, que ha preparado Graemme Summers, ders: weighing costs and benefits. Tran-
y que contiene todos los artículos del Tran- sactional Analysis Journal, XV, 1, 17-20.
sactional Analysis Journal desde Enero de Achimovich, L. (1985). Suicidal scripting in
1971 a Enero de 2008. Los ofrecemos se- the families of anorectics. Transactional
gún fueron apareciendo, para ofrecer un Analysis Journal, XV, 1, 21-29.
panorama de la importancia que el AT ha Stoltz, S.G. (1985). Beware of boundary is-
dado a estos trastornos y a su curación: sues. Transactional Analysis Journal,
XV, 1, 37-41.
Schiff, J.L. (1977). Treatment of anorexia Riebel, L. (1985). Eating disorders and per-
nervosa. Transactional Analysis Journal, sonal constructs. Transactional Analysis
VII, 1, 61-64. Journal, XV, 1, 42-47.
Fukazawa, M. (1977). A child of wealth and Maine, M. (1985). Effective treatment of
growth: a case of anorexia nervosa in Ja- anorexia nervosa: the recovered pa-
pan. Transactional Analysis Journal, VII, tient’s view. Transactional Analysis Jour-
1, 73-76. nal, XV, 1, 48-54.
Etkin, M. (1979). “The obesity alternative”. Rumney, A. y Steckel, T. (1985). Growing
Transactional Analysis Journal, IX, 3, up and getting dependency needs met
189-192. as an adult: reparenting in anorexia ner-

3
El “Transactional Analysis Journal” (TAJ), es la revista técnica de la “International Transactional Analysis Associa-
tion” (ITAA) en la que se difunden desde el año 1971 la mayor parte de los avances teóricos y prácticos del Análisis Tran-
saccional en el mundo.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Curación de un caso de anorexia y bulimia 233

vosa. Transactional Analysis Journal, Moroney, M.K. (1989). Reparenting strate-


XV, 1, 55-61. gies in Transactional Analysis Therapy: a
Kline, D.M. (1985). Achieving weight gain comparison of five methods. Transactio-
with anorexic and bulimic clients in a nal Analysis Journal, XIX, 1, 35-41.
group setting. Transactional Analysis Osnes, R.E. y Rendack, S. (1989). Therapy
Journal, XV, 1, 62-68. with long-term abuse survivors. Transac-
Kinoy, B.P. (1985). Self-help groups in the tional Analysis Journal, XIX, 2, 86-92.
management of anorexia nervosa and Hazell, J.W. (1989). Drivers as mediators of
bulimia: a theoretical base. Transactional stress response. Transactional Analysis
Analysis Journal, XV, 1, 73-78. Journal, XIX, 4, 212-223.
Vognsen, J. (1985). Brief, strategic treat- Novellino, M. (1990). Unconscious commu-
ment of bulimia. Transactional Analysis nication and interpretation in Transactio-
Journal, XV, 1, 79-84. nal Analysis. Transactional Analysis
Erickson, M. (1985). The case of Barbie: an Journal, XX, 3, 168-172.
Ericksonian approach to the treatment of Smith, S. (1990). Regressive work as a the-
anorexia nervosa. Transactional Analysis rapeutic treatment. Transactional Analy-
Journal, XV, 1, 85-92. sis Journal, XX, 4, 253-262.
Fisk, S.B. (1985). Inpatient treatment of ea- Schmid, B. (1991). Intuition of the possible
ting disordered clients. Transactional and the Transactional creation of reali-
Analysis Journal, XV, 1, 93-97. ties. Transactional Analysis Journal, XXI,
Wilson, T.E., White, T.L. y Heiber, R. 3, 144-154.
(1985). Reparenting schizophrenic youth Jacobs, A. (1994). Theory as ideology: re-
in a hospital setting. Transactional parenting and thought reform. Transac-
Analysis Journal, XV, 3, 211-215. tional Analysis Journal, XXIV, 1, 39-55.
Klein, M. (1985). Ten personality types. Novey, T. (ed.) (1994). Commentary on Ja-
Transactional Analysis Journal, XV, 3, cob’s Theory as ideology: reparenting
224-231. and thought reform. Transactional Analy-
Douglas, L. (1986). Is adolescent suicide a sis Journal, XXIV, 1, 55-56.
third degree game and who is the real Riebel, L. (1996). Self-sealing doctrines,
victim?. Transactional Analysis Journal, the misuse of power, and recovered me-
XVI, 3, 165-169. mory. Transactional Analysis Journal,
Boyd, L. (1986). Closing escape hatches: XXVI, 1, 40-45.
decisions for healthy living. Transactional Hine, J. (1997). Dissociation: a case study.
Analysis Journal, XVI, 4, 247-249. Transactional Analysis Journal, XXVII, 3,
Solomon, C. (1986). Treatment of eating di- 207-219.
sorders. Transactional Analysis Journal, Leach, K. (1998). Treatment considerations
XVI, 4, 224-228. for female overeating and obesity using
Clarkson, P. (1987). The bystander role. Tran- a Transactional Analysis framework.
sactional Analysis Journal, XVII, 3, 82-87. Transactional Analysis Journal, XXVIII,
Cartmel, G. y Cartmel, G. (1988). A syste- 3, 216-223.
matic approach to feeling dysfunction in Waldekranz-Piselli, K.C. (1999). What do
the context of psychosomatic disease. we do before we say hello? The body as
Transactional Analysis Journal, XVIII, 3, the stage setting for the script. Transac-
191-195. tional Analysis Journal, XXIX, 1, 31-48.
Hopping, M.W., Frady, B.J. y Plaut, M.W. Small, L. (2002). On being competent even
(1988). Wounded kid therapy. Transac- if we don’t know everything. Transactio-
tional Analysis Journal, XVIII, 3, 199-206. nal Analysis Journal, XXXII, 4, 209-222.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


234 María López y Dr. Juan García Moreno

Harano, Y. (2005). Role lettering therapy: a Stuthridge, J. (2006). Inside out: a Tran-
new Transactional Analysis technique sactional Analysis model of trauma.
from Japan. Transactional Analysis Jour- Transactional Analysis Journal, XXXVI,
nal, XXXV, 3, 254-259. 4, 270-283.
Brunt, M. (2005). The use of Transactional – Para más información sobre el TAJ-
Analysis in the treatment of eating disor- disk3, consultar www.tajdisk.co.uk
ders. Transactional Analysis Journal, – Graenne Summers realizó este trabajo
XXXV, 13, 240-253. realmente titánico con aprobación de la ITAA.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


El pensamiento marciano 235

El pensamiento marciano1
Dr. Josep Lluís Camino2
Mercedes Sáez3

Resumen

Berne, con su lenguaje llano y humorístico, señala el valor de la autenticidad en la conducta humana con
la imagen de un marciano. En este artículo, destacamos el profundo sentido de este concepto, aparentemen-
te trivial, que figura en su obra ¿Qué dice usted después de decir hola?
Palabras clave: pensamiento marciano, eufemismos, ilusiones, existencia auténtica e inauténtica, libertad.

The Martian Thought

Abstract

Berne, with its plain language and humor, points out the value of authenticity in human behavior with the
image of a Martian. In this article, we highlight the profound meaning of this concept, seemingly trivial, as
contained in his work What do you say after you say “hello”?
Key words: Martian thought, euphemisms, illusions, authentic and inauthentic existence, freedom.

La pensée martienne

Résumé

Berne, avec son langage simple et humoristique, montre la valeur de l´ authenticité de la conduite hu-
maine avec l´ image d´un martien. Dans cet article, nous mettons en relief le sentiment profond de ce con-
cept, apparemment banal, qui se trouve dans son oeuvre Que dites - vous après avoir dit ça va?
Mots clé: pensée martienne, euphémismes, illusions, existence authentique et inauthentique, liberté.

I. EL PENSAMIENTO MARCIANO ción no exenta de humor, aquel que poten-


Y LOS EUFEMISMOS cia una distancia de las cosas, muy propia
de la escritura berniana. El marciano tra-
1. Origen de la idea duce las palabras, les da su verdadero sig-
nificado, de acuerdo a los resultados, y juz-
Berne en su libro ¿Qué dice usted des- ga a las personas no según su intención
pués de decir hola? (p. 486, Glosario) defi- aparente, sino según la manifestación final.
ne al marciano como “aquel que observa
los acontecimientos terrestres sin prejui- 2. Los eufemismos
cios”; mientras que el punto de vista mar-
ciano hace referencia: “al estado de ánimo El discurso actual de nuestra sociedad
más ingenuo posible, para observar los es muy manipulativo. Hoy en día el len-
acontecimientos terrestres” (p. 486). Defini- guaje se confunde con manipulación y

1
Este trabajo fue presentado en el XV Congreso Español de Análisis Transaccional, Zaragoza 2010.
2
Doctor en Psicología y Presidente de ACAT (Associació Catalana d’Anàlisi Transaccional).
3
Vice-presidenta de ACAT.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


236 Dr. Josep Lluís Camino y Mercedes Sáez

nuestra comunicación está impregnada de mos de forma indirecta y mitigar su im-


gran cantidad de eufemismos. Discurso pacto. Los eufemismos se han convertido
que aliena nuestro pensamiento marciano; en un mecanismo estrella para ejercer
es decir, nuestra capacidad para observar control, mediante el uso de expresiones
los acontecimientos tal y como son. ¿Se ornamentadas que contribuyen a ocultar u
estaba refiriendo Berne al punto de vista fe- oscurecer deliberadamente una realidad,
nomenológico? Es decir: “la necesidad de utilizando un , para evitar posibles ofensas
ir a las cosas mismas, tal como aparecen a grupos o individuos. Son comunes en
en la conciencia –de ahí el nombre de fe- política para camuflar y hacer que suenen
nomenología– como lo inmediatamente da- más naturales las noticias impopulares.
do, en su esencia o contenido ideal. Para Como suele ocurrir en la crisis económica
tal fin creó –Husserl– un método descripti- actual.
vo que elimina todo presupuesto interpre- Tenemos muchos tipos de ellos, veamos
tativo” (Diccionario de Filosofía, p.107). Se- algunos.
gún Stanley Cohen (1988), los eufemismos
son el estilo más sutil de todos los tipos de En los medios:
lenguaje de control, entre los que podemos • Interrupción voluntaria del embarazo /
incluir las siglas, que contribuyen a formar Aborto,
un nuevo lenguaje. • Daños colaterales / Muerte de civiles
en un conflicto armado,
3. Etimología de la palabra eufemismo • Recluso o interno / Preso,
y algunos ejemplos • Limpieza étnica / Matanza racista,
• Establecimiento penitenciario /Cárcel,
La palabra eufemismo proviene de la • Métodos de persuasión / Tortura,
palabra griega eupheméo, que significa • Intervención militar /Guerra,
“favorable/bueno/habla afortunada”/“ha- • Fallecidos en accidente de tráfico /
blar bien”, y se deriva de las raíces grie- Muertos en accidente de trafico.
gas eu, “bueno/bien” + pheme (____) “ha-
blar”. Eufemismo (Eupheme) era original- En la empresa:
mente una palabra o frase usada en lugar • Relevo / Cese,
de otra religiosa que no debía pronunciar- • Conflicto colectivo / Huelga,
se en voz alta; etimológicamente, euphe- • Bajas incentivadas / Pre-jubilaciones,
me es lo opuesto a blasfemia (habla en- • Contratos a tiempo parcial / Contrato
demoniada). basura,
Se define la palabra eufemismo como • Ha sido desestimado para el puesto /
una palabra o expresión políticamente Lo hemos rechazado.
aceptable o menos ofensiva que sustituye
a otra considerada vulgar, de mal gusto o En el ámbito social:
tabú. Los eufemismos se producen cuando • Asistenta del hogar / chica de servicio,
se pretende usar palabras inofensivas o • Relaciones extramatrimoniales / Adul-
expresiones para desorientar, evadirnos o terio,
evitar hacernos conscientes de una reali- • Desaconsejar / Prohibir,
dad cruda y desagradable. • Trabajadora sexual / Prostituta,
Como hemos dicho, nuestro lenguaje • Padecer de los nervios / Estar loco,
social está llena de eufemismos, se evita • Pasar a mejor vida / Morirse,
llamar las cosas por su nombre; recurri- • Acompañante / Pareja,
mos a ellos para expresar lo que pensa- • No apto / Suspenso.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


El pensamiento marciano 237

En el ámbito político: de su “marco referencial”, que tanta re-


• Tolerancia cero / Intolerancia, percusión ejerce en la educación, puede
• Crecimiento negativo del paro / Incre- contribuir a limitar este pensamiento mar-
mento del paro, ciano, libre y creador, activando una
• Salimos ya de la crisis, pero no sabe- adaptación a la programación paterna. Lo
mos con qué rapidez / Crisis total, describe magistralmente la actriz de cine
• Ligeras manchas de corruptelas no ge- y teatro de EEUU. Shirley Maclaine
neralizadas ni demostradas judicial- (1992, pp. 92-93):
mente /Corrupción,
• Semana blanca en la escuela / Turis- Tal vez necesitábamos percibir el
mo de esquí, mundo desde los ojos de ese niño que
• Éxito escolar / Fracaso escolar, llevábamos dentro. Ya que, ajeno a los
• Suspensión momentánea de créditos / condicionamientos sociales, ese niño
Eliminación del crédito, nos podía proporcionar confianza en no-
• Vamos a volver a crecer con carácter sotros mismos y en los demás, sin auto-
inminente / No salimos de la crisis. censura, puesto que, por el contrario,
sólo estaba interesado en disfrutar de la
Todos estos eufemismos, políticamente vida.
correctos, se contagian a los medios so-
ciales, políticos y periodísticos, atentando a La liberación interna del pensamiento
la autenticidad y espontaneidad del “punto marciano lo logra el Estado Adulto, que, te-
de vista marciano”. niendo en cuenta el “aquí y ahora”, inter-
vendrá para convertir los juicios de creen-
cias en juicios fundamentados. Basándose
II. UBICACIÓN DEL PENSAMIENTO en hechos y experiencias válidas, por me-
MARCIANO EN LOS ESTADOS dio de la observación de los acontecimien-
DEL YO tos, tal como se manifiestan; es decir, sin
prejuicios.
En la primera infancia, los niños piensan Como hemos comentado al inicio, pen-
en marciano, sus pensamientos son nue- sar en marciano requiere sentido del hu-
vos y frescos, son espontáneos, pero la mor. No confundir con la ironía o el sar-
programación paterna ejerce una influencia casmo, que hacen daño, y son actitudes
disuasoria. Por ello la tarea del niño es que vienen del Pc; se manifiestan por ex-
descubrir lo que en realidad quieren sus presiones como: “ya te lo dije”, “te previne
padres para mantener su amor. En cada di- de esto”, etc.
rectriz “parental”, por muy indirectamente Activar el Niño Natural para tomarse las
que sea manifestada, el niño tratará de ex- cosas con humor facilita relativizarlas y de-
traer su verdadero significado, es decir, el sactivar los “mandatos”. Es un estadio que
“núcleo marciano”. tal vez perdimos, y hay que reconquistar,
Entre los tres estados de la personali- volver a él. Rilke lo expresa con su poesía
dad, según el AT., el pensamiento mar- en El libro de horas, (1971, p. 321):
ciano se ubica en el Pequeño Profesor.
Estado desde donde el sujeto centrará su Haz que conozca de nuevo su infancia
atención en descubrir los caminos que le lo inconsciente y lo maravilloso, el círcu-
permitan expresar su Niño Natural. Sin lo de leyendas infinitamente oscuras, de
embargo, una influencia paternal autorita- sus primeros años colmados de presen-
ria, con sus juicios de valor, provenientes timientos.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


238 Dr. Josep Lluís Camino y Mercedes Sáez

III. DISTINCIÓN ENTRE pa a los demás. De esta forma resulta muy


EL PENSAMIENTO MARCIANO difícil una corrección de este tipo de con-
Y LAS ILUSIONES ducta, porque el “fabulador” se cree su pro-
pia ilusión; a diferencia del mentiroso com-
1. Esperando a Papá Nöel pulsivo, que es consciente de sus manipu-
laciones, aunque sin poder controlarlas.
Hemos definido el pensamiento marciano Podemos afirmar que la ilusión resulta de
como “aquel que mira los acontecimientos una contaminación del Adulto por el Niño.
sin prejuicios”. Podemos precisar el concep-
to de prejuicio como un “juicio de valor pre- 2. La base de los Guiones de vida
vio a otro y que condiciona a este último”.
Así, por ejemplo, si se dan con frecuencia Como hablamos de esa primera infancia,
atentados y robos, y yo tengo el prejuicio de podemos añadir que los Guiones están ba-
que los inmigrantes no son de fiar, fácil- sados en alguna ilusión; y es precisamen-
mente deduciré que son ellos los autores. te el analista de Guiones quien tiene que
Estos prejuicios radican en el “marco re- minarla (aunque sea doloroso), diciendo
ferencial”, entendiendo por tal el acopio de que no hay Papá Nöel (Berne, 1974). Otra
mandatos, prohibiciones y precauciones re- cosa son las fantasías, que nos ayudan a
cibidos en la infancia por parte de nuestros crear y buscar alternativas en las situacio-
padres e inmediatos educadores. Recorde- nes conflictivas, y provienen, estas sí, del
mos que el proyecto humano también radi- pensamiento marciano; y que el Adulto re-
ca en el marco referencial, que da sentido conoce como fantasías.
a las cosas del aquí y ahora a través de la Según Berne, el pensamiento marciano
palabra. forma parte de la existencia auténtica; en
Tal como hemos señalado, los prejui- consecuencia, podemos preguntarnos ¿en
cios, que vienen del estado Padre, pueden qué consiste la diferencia entre una exis-
arruinar lo auténtico y espontáneo del pen- tencia auténtica y una inauténtica? Ya que
samiento marciano. sabemos que hay Guiones de vida de uno
Berne distingue el pensamiento marcia- y otro tipo.
no de las ilusiones, en ¿Qué dice Vd. des- Para contestar este interrogante, hemos
pués de decir Hola? (p.169) señala: “las ilu- de referirnos a las fuentes filosóficas del co-
siones infantiles tienen que ver con recom- nocimiento berniano: la Fenomenología y el
pensas por ser buenos y castigos por ser Existencialismo. Sabido es que Berne estu-
malos”. Las ilusiones son “si al menos” y vo influido por el pensamiento de los exis-
“algún día”, sobre las que la mayoría de la tencialistas (cuya filosofía incluye la feno-
gente basa su existencia. Un terapeuta menología), como base teórica, cuando ins-
puede preguntar: ¿está Vd. esperando a tituyó la psicología del Análisis Transaccio-
que Papá Nöel venga a salvarle y por eso nal. Recogemos tres testimonios más repre-
no toma decisiones? Las ilusiones que uno sentativos: Heidegger, Binswanger y Sartre.
se cree son fuente de fabulación, y por ello
resultan peligrosas. Los antiguos romanos 1) Afinidades entre Heidegger (1889-
lo expresaron con esta frase: credimus 1976) y Berne (1910-1970).
quod desideramus (nos creemos aquello Heidegger sostiene que la explicación
que deseamos). Las personas con estado profunda del ser humano se halla en el aná-
de fabulación montan negocios y empre- lisis del Dasein, palabra alemana que se en-
sas, fracasando en sus proyectos una y tiende como “ser-ahí”, “estar-en-el-mundo-
otra vez, aunque otorgando siempre la cul- con-los-otros”, “ser-uno-mismo”. Los guio-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


El pensamiento marciano 239

nes lingüísticos significan, en este caso, que El fundamento de la existencia inauténti-


las palabras deben tomarse como una sola ca es: la avidez de novedades; pasar de
emisión de voz, un conjunto o un sustantivo. una cosa a otra, lo que Heidegger califica
No existe una relación distante entre su- como “herrancia”, y Berne como “trivial”.
jeto y objeto, lo importante es el ser exis- Además, las habladurías: “se dice tal cosa”,
tencial con su vida auténtica o inauténtica. aunque nadie se pregunta: “¿quién dijo lo
El fundamento de la existencia auténtica que se dice?”
se halla en el enfrentarse a la realidad y La negación de la finitud de la vida y su
admitir la finitud y temporalidad de nuestro precariedad se convierte en una evasión
existir, sin huir de afrontar este “ser-para- ante el temor de la muerte. ¿Cuántas co-
la-muerte”. Aceptar la angustia que nos sas se hacen cada día para olvidarse de
produce el que nadie vaya a morir por no- ella, como una huída hacia adelante? Ha-
sotros. Tema que se expresa en la obra de cer, hacer hacer..., no se nos permite un
Heidegger de 1927: Ser y Tiempo. Cuanto momento de descanso. Una actitud se-
más angustia asumida más se realiza la mejante ante la vida nos recuerda el ho-
persona. La temporalidad existencial se rror vacui (horror al vacío) de los medie-
manifiesta en el Dasein, como formas de vales. Se ha olvidando que la aceptación
estar-en-el-mundo. de la finitud da un sentido a la vida au-
Berne en sus seminarios de formación téntica.
siempre tuvo una gran preocupación por la
temporalidad humana y la manera en que 2) Existencia frustrada o inauténtica.
vivimos el tiempo, como base de la salud Binswanger (1881-1966) coetáneo y dis-
psíquica, del “estar bien”. A través de todas cípulo de Heidegger, resume la ideología
sus obras se van repitiendo esas llamadas anteriormente expuesta, y nos presenta, en
a la temporalidad (82 veces en ¿Qué dice su obra Tres formas de existencia frustra-
usted después de decir hola?). Esta tem- da, unas maneras de ser inauténticas, que
poralidad a la que aludimos se manifiesta vale la pena conocer, porque se encuen-
de diferentes modos y en distintos lugares tran con frecuencia en la comunicación so-
en la urdimbre del AT.: Estructuración del cial, política y privada:
Tiempo, Drivers (“ves deprisa”), “tiempo re- a) Exaltación, cuando el sujeto se diso-
loj y tiempo meta”, tiempo del Guión de vi- cia de la praxis real y se convierte en
da, “resaca y cuanta atrás”, “juegos de pa- un mero desear y proponer objetivos,
satiempo”, “Posición Existencial”, etc. sin aportar nada de su parte para re-
Para Berne la existencia auténtica se alizarlos. El imperio de la fabulación,
manifiesta por: toma de conciencia de las a que hemos hecho mención.
cosas tal como son (ver); espontaneidad en b) Excentricidad es lo contrario del da-
la comunicación (hablar); e intimidad en las sein (estar ahí, de Heidegger), es un
relaciones afectivas (sentir). ex-sein (no estar aquí con los de-
Por el contrario, la existencia inauténtica más). Desconocer las relaciones del
está construida por el señorío de los otros: “ser-en-el-mundo”, lo que provoca
“los sujetos son sujetados” por los medios una disociación del yo, muy próxima
en manos del poder, que dicen lo que ten- a la doble personalidad. Por ejemplo,
go que pensar, decir, hacer, comer, com- en el plano social se comporta de
prar..., pasan la vida dependiendo de los una manera y en el plano familiar e
demás. “La publicidad trabaja en contra de íntimo de otra muy distinta. No vive
la autenticidad de la gente” (J. P. Fein- en el “aquí y ahora”. Se ha perdido la
mann, Filosofía aquí y ahora). espontaneidad.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


240 Dr. Josep Lluís Camino y Mercedes Sáez

c) Manerismo. Palabra que proviene del • Cada persona es lo que hace con lo
manierismo en la pintura del s. XVI. que hicieron con él,
Representa una forma de alienación • Cada uno es su propio responsable,
en el ser uno mismo el protagonista • Somos lo que elegimos ser y no lo que
de su propia historia. Se copian mo- eligieron por nosotros,
delos que ofrece la “cultura” de la • La libertad es el fundamento del ser,
época, a través de personajes repre- frente al coeficiente de adversidad de
sentativos: artistas, políticos, gurús, las cosas. La libertad se mide por el ni-
deportistas, músicos... vel de resistencia que hay que superar,
Podemos comprobar cómo estas tres • Si no somos libres no escogemos, nos
formas de existencia frustrada de Binswan- escogen. El proyecto de ser se realiza en
ger corresponden a los Guiones de vida la decisión que tomamos ante diferentes
propuestos por Cl. Steiner (Libretos en que opciones, según nuestro proyecto de vi-
participamos, pp. 125 a 129), resumimos: da y valores consiguientes, lo que con-
a) Sin mente. No hay autonomía, lleva una jerarquía de preferencias. El es-
b) Sin gozo. No hay autoestima, coger nos hace libres, aunque eso com-
c) Sin amor. No hay autenticidad. porte la paga de la angustia existencial,
ante la posibilidad del error en la cotidia-
3) La terapia existencial de Sartre na y múltiple toma de decisiones.
(1905-1980). Estos postulados están en contra de la
Según Sartre hay dos formas de existir: aceptación de un Guión de vida, que tal
“ser-en-sí”, como una roca o una montaña vez nos han impuesto. Algunos se excusan
(hoy en día se dice: “es lo que hay”); y el en su infancia y sus educadores, para evi-
“ser-para-sí”, el ser que se proyecta y sale tar afrontar la vida desde su opción de
de sí, es intención, y al elegir se elige. El cambio. Parodiando a Kant que dijo ¡sape-
“ser-para-sí” se opone al “ser-en-sí”, porque re aude! (atrévete a conocer), nosotros po-
el ser auténtico se manifiesta como libertad demos decir: “¡atrévete a ser libre!”. Asumir
de conciencia más allá de lo que hay, en la libertad es el fundamento de la existen-
aquello que quiere que sea. El “ser-para-sí” cia auténtica y de nuestra mayoría de
implica “ser-para-los-otros” como única for- edad. Aunque, como afirma Kant, (¿Qué es
ma de realizarse (Sartre, El ser y la na- ilustración?) resulte muy cómodo ser me-
da,1993). Nuestra libertad de conciencia, nor de edad, porque entonces uno no ne-
aunque sea el origen de la angustia exis- cesita esforzarse y elude toda responsabi-
tencial, nos permite, por otra parte, “ser lo lidad, incluso pagando a profesionales pa-
que elegimos ser”. Siempre queda la liber- ra que piensen y decidan por ellos.
tad, y por ello somos los responsables de Otro de los aspectos que recoge el AT. del
nuestra acción. En contra de lo que dice el existencialismo de Sartre es el concepto de
psicoanálisis y otros determinismos biologi- las emociones inauténticas. Nos habla de
cistas con el tema de la carga genética. La “falsas alegrías”, “falsos miedos” “falsas tris-
libertad, la autenticidad y la responsabilidad tezas”: existen además falsas emociones que
son el fundamento del ser (trilogía sartriana). sólo son conductas [...] la verdadera emoción
De la filosofía de Sartre se desprende va unida a la creencia, (Bosquejo de una teo-
una terapia existencial (cuya influencia es ría de las emociones, pp.102 y 103).
manifiesta en el AT. berniano), que pode- De este mismo autor asumimos la res-
mos resumir en los siguientes puntos: ponsabilidad individual frente al proyecto
• ¿Qué vamos a hacer con aquello que de vida y su decisión temprana, donde ra-
nos han hecho? dican las creencias del Guión y sus emo-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


El pensamiento marciano 241

ciones, consiguientes a lo que se piensa vidad, construyendo nuevos valores y pro-


sobre lo que ocurre. Los Drivers son las clamando un decir sí a la vida, con espíritu
conductas repetitivas erróneas que confir- inocente que juega y se mueve por sí mis-
man una forma de estar-en-el-mundo, que mo (NN); la recuperación del perdido pen-
dará pié a la formación del Guión. samiento marciano, o sea, la autenticidad.
El AT. postula una pedagogía de la ac-
ción; podríamos hablar de pedagogía vitalis-
ta: aceptando la vida y sus riesgos, con to- 3. POR QUÉ NO SOMOS NARRATIVOS
das sus consecuencias, positivas y negati-
vas. El sujeto es capaz de “re-decidir” su Desde esa perspectiva fenomenológica-
propia vida, por la toma de decisiones perti- existencial, que es la filosofía como funda-
nentes y participación en el ámbito de lo so- mento teórico del AT., resulta fácil compren-
cial y político. Lo que otorga responsabilidad der porqué no podemos confundirnos con las
y preocupación por los demás. Esta toma de terapias llamadas narrativas. Por terapia na-
decisiones se realiza desde un yo conscien- rrativa entendemos la desarrollada por el aus-
te, que señalamos como “estado Adulto”. traliano Michael White y el neozelandés Da-
La persona es capaz de autorealizarse vid Epson. Es un nuevo modelo de trabajo te-
mediante un Guión autónomo y auténtico, rapéutico y comunitario basado en la filosofía
lejos de todo determinismo e historicismo, postestructuralista, que ha despertado cierto
ya que siempre mantiene una posibilidad interés últimamente. Uno de sus seguidores,
de cambio, previa toma de conciencia de Jill Freedman, la define de la siguiente ma-
su libertad. Ese es el objetivo de una tera- nera (programa del Curso de Verano de Téc-
pia berniana. Esta línea de pensamiento vi- nicas Narrativas, celebrado en la Universitat
talista, con optimismo ante la vida, a pesar de Girona, 14-16 de Julio de 2003):
de sus riesgos, confiando en la posibilidad
del cambio y evolución, encuentra su fuen- La terapia narrativa es un enfoque no
te de inspiración en Nietzsche (Así habló patologizante, que ayuda a las personas
Zaratustra, pp. 344 y 363): a crear nuevas relaciones con los pro-
blemas. Como terapeutas narrativos utili-
Ha cambiado Zaratustra; se ha hecho zamos la metáfora narrativa y una cos-
niño. Se ha despertado Zaratustra. ¿Qué movisión post-estructuralista, para orga-
quieres hacer entre los dormidos?”. “Os nizar nuestras percepciones y acciones.
he indicado las tres transformaciones del
espíritu: la del espíritu en camello, la del Foucault, filósofo, primero estructuralista y
camello en león y la del león en niño”. después postestructuralista, en Las palabras
y las cosas (1966) afirma que el hombre ha
Nietzsche distingue tres formas de ser: muerto, parodiando la conocida frase de
por una parte, se simboliza en la figura del Nietzsche, “Dios ha muerto”. Foucault se es-
camello, aceptando pasiva y gustosamente tá refiriendo a que el ser humano ha perdido
todos los deberes que se le imponen a uno, su libertad y ha quedado supeditado a las es-
representa estar bajo el mandato del “tú tructuras lingüísticas. Éstas son tan podero-
debes” (NAS); por otra parte, la figura del sas que eliminan al sujeto, ya que el lengua-
león, enfrentándose a la anterior situación, je existe antes del nacimiento de cada indivi-
proclamando un “yo quiero”, rechazando los duo y expresa su poder desde las institucio-
valores de pasividad y sumisión (NAR); fi- nes y los medios, a través de los “discursos”.
nalmente, la forma de ser niño, que con- Por su parte, Sartre piensa que el es-
quista la libertad, la autenticidad y la creati- tructuralismo es la ideología de una socie-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


242 Dr. Josep Lluís Camino y Mercedes Sáez

dad tecnócrata y neocapitalista. Recorde- miento y la realidad. Se otorga un poder


mos que la filosofía del estructuralismo (La- casi mágico a la palabra. Afirmó Lacan en
can, Alhtusser, Lévi-Strauss y Foucault) sus Seminarios (1973-1981) que el ser hu-
surge en contra de la filosofía existencial. mano no es dueño y creador del lenguaje,
El estructuralismo se basa en la hipótesis sino que es éste el que constituye y domi-
de un paralelismo (isomorfismo) entre pa- na al ser humano.
labra, pensamiento y realidad; de manera Algunas claras diferencias que se detec-
que si cambiamos las palabras cambiará tan entre las formas de la terapia narrativa y
también, de forma necesaria, el pensa- la terapia berniana aparecen en la Tabla 1.

Tabla 1: Diferencias entre Terapia Narrativa y Terapia Transaccional

Terapia Narrativa Terapia Transaccional


Interpreta y redefine el discurso. Describe y solicita descripción de los estados
del yo (“explícame cómo te sientes, ¿qué
oyes en tu interior?”, ¿puedes describirlo?”)
Prescribe (despersonaliza). Sugiere alternativas (personaliza).
Es directiva (“quiero que hagas esto”, “piensa No es directiva (“¿Qué se te ocurre?”).
de esta otra manera”, “haz otra narrativa de
tu vida”).
Separa al sujeto de su problema (“ponle un El sujeto asume su problema y decide. Es
nombre”). algo suyo, depende de él. No distancia.
Preguntas desde el Adulto al Adulto. El tera-
Preguntas intencionadas del terapeuta para
peuta espera a que llegue el momento del in-
el cambio de narrativa.
sight emocional del cliente.
Nuestra vida la redecidimos cada uno de no-
Nuestra vida está socialmente construida.
sotros.

Resumiendo, no se trata de comunicar- tá cada vez más difuminada. Las nuevas tecno-
se terapéuticamente con un lenguaje cien- logías y las redes sociales permiten crear iden-
tífico o técnico (cognitivo-conductual); ni tidades falsas, que interactúan, se relacionan y
tampoco explicativo o analítico (interpreta- existen como las personas de carne y hueso.
ción psicoanalítica), o narrativo (“decons- Nuestra identidad se construye a través
truir”); sino que se trata en AT. de un len- del reflejo que vemos en los ojos del otro.
guaje conmemorativo (con carga afectiva) y Y la sociedad actual, y en concreto la occi-
descriptivo (fenomenológico-existencial). dental, es la más narcisista de la historia,
que sólo busca la gratificación instantánea.
En Internet se puede crear una vida distin-
4. LAS TRES FORMAS DE EXISTENCIA ta, una fabulación: tener tres novios, o no-
FRUSTRADA Y LA SOCIEDAD ACTUAL: vias, a la vez; medidas físicas del patrón
griego, etc. Para mantenerla, mentimos o
Como hemos comentado, en nuestra socie- utilizamos eufemismos; incluso, algunas
dad, la frontera entre la realidad y la ficción es- veces, nos podemos creer la propia ilusión.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


El pensamiento marciano 243

Tenemos una necesidad de reconoci- No somos auténticos y vamos a la deri-


miento y satisfacción constante e inmedia- va. La recuperación del pensamiento mar-
ta de nuestros deseos, pero la realidad es ciano nos lleva de la mano a una vida de
que todo deviene efímero (Zygmunt Bau- autenticidad, que se manifiesta en la trilo-
mann, La modernidad líquida), y el mundo gía berniana de: “conciencia de las cosas,
en que vivimos está tan alienado, que la espontaneidad e intimidad” (Juegos en que
única forma en que creemos conseguir una participamos, p. 190).
mayor identidad es vernos en los ojos de
los otros, adoptando modelos de moda
(manerismo), intentando diferenciarnos por REFERENCIAS
encima de todo y de todos (excentricidad)
y buscando la satisfacción a corto plazo de Baumann, Z. (2003). La modernidad líquida.
nuestros deseos (exaltación). Mexico: FCE.
Existen muchos ejemplos de cómo estas Berne, E. (1974). ¿Qué dice usted después de
tres formas de existencia frustrada, que decir hola? Barcelona: Ed. Grijalbo.
nos presenta Binswanger, están presentes Berne, E. (1983). Juegos en que participamos.
en nuestra sociedad: México: Editorial Diana.
• Exaltación: beneficio a corto plazo; un Binswanger, L. (1972). Tres formas de la exis-
modelo lo encontramos en los “pelota- tencia frustrada. Buenos Aires: Amorrortu Ed.
zos” (negocios de dudosa honestidad, Camino, J. L. (2009). La Filosofía: Medicina del
con mucho beneficio en poco esfuer- Alma. Barcelona: La Busca Ed.
zo), cuento de la lechera, etc. Vivimos Diccionario de Filosofía. (2003). Barcelona:
una vorágine, dejamos que los deseos RBA. Larousse. Promociones Ed.
e ilusiones superen la realidad. Al no Feinmann, J. P. (2008-2009). Filosofía aquí y
ser contrastados por el Adulto, no lo- ahora. Buenos Aires: TV. Canal Encuentro.
gramos ser autónomos. Foucault, M. (1974). Las palabras y las cosas:
• Excentricidad: Vivir a tope, con exce- una arqueología de las ciencias humanas.
sos, sin tener en cuenta la verdadera México: Ed. Siglo XXI.
realidad del “aquí y ahora”. No tene- Heidegger, M. (1999, 1927). Tiempo y ser. Ma-
mos autoestima ni altruismo, y no vivi- drid: Ed. Tecnos.
mos el día a día, lo que nos impide Kant, I. (2004). ¿Qué es Ilustración? Madrid:
disfrutar de las pequeñas cosas. Alianza Ed.
• Manerismo: Seguimos todo lo que se Lacan, J. (1981). Escritos 1. Barcelona: Paidós.
pone de moda, (casa, coche, ropa, hi- Maclaine, Sh. (1992). Baila mientras puedas.
poteca...). Con su proverbial sentido Barcelona: Plaza & Janes Ed.
del humor, Berne tiene un comentario Nietzsche, F. (1970). Así habló Zaratustra. En Obras
jocoso, muy de actualidad, con el títu- Completas, vol. III. Buenos Aires: Ed. Prestigio.
lo de ”La hipoteca” (¿Qué dice usted Rilke, R. M. (1971). Obras de Rainer Maria Ril-
después de decir hola?, p. 208): ke. Barcelona: Plaza & Janes Ed.
Sartre, J. P. (1993, 1943). El Ser y la Nada. Bar-
Para jugar para siempre, ponerse a celona: Altaya. Ed.
prueba y saber quién es, Jeder debe Sartre, J. P. (1971, 1939). Bosquejo de una teo-
contraer una hipoteca. [...] Los que no ría de las emociones. Madrid: Alianza Ed.
tienen hipotecas son considerados como Stanley Cohen (1988). Visiones de Control So-
personas sin preocupaciones, hermosas cial. Barcelona: PPU
o afortunadas, pero no como personas Steiner, C. W. (1982). Libretos en que participa-
reales. mos. México: Ed. Diana.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


244 Dra. Graciela Padilla Castillo

Las series de televisión sobre médicos (1990-2010):


su éxito desde el Análisis Transaccional y la Ética (I)
Dra. Graciela Padilla Castillo1

Resumen

Este artículo analiza todas las series de médicos, estrenadas en España, entre 1990 y 2010, y de produc-
ción norteamericana. La autora pretende mostrar los resultados sobre el estudio del éxito de esas series,
desde el Análisis Transaccional y las teorías de Carl Gustav Jung. Concretamente, divulga los resultados
acerca de los estados del ego, los estilos de comportamiento y los juegos psicológicos, más practicados por
los 89 personajes protagonistas, de las 19 series de televisión estudiadas. El objetivo es saber cómo son los
profesionales sanitarios más repetidos en la ficción y por qué puede tener tanto éxito entre los espectadores,
año tras año.
Palabras clave: Análisis Transaccional, televisión, series de médicos, estados del ego, juegos psicológicos.

The television series about M.D. (1990 - 2010):


his success from the Transactional Analysis Perspective

Abstract

This article analyzes all medical series, released in Spain, between 1990 and 2010, and from U.S. pro-
duction. The author aims to show the results of the study about the success of these series, from Transactio-
nal Analysis and Gustav Jung’s theory. Specifically, she reports the results about ego states, psychological
games and behaviour styles, more practiced by the 89 main characters in the 19 television series surveyed.
The plan is to know how the most repeated health professional are and why they can be so successful bet-
ween viewers, year after year.
Key words: Transactional Analysis, television, medical TV series, ego states, psychological games.

Les séries télévisées sur des médecins (1990 - 2010):


leur succès depuis la perspective de l’Analyse Transactionnelle

Résumé

Cet article analyse toutes les séries de télévision, avec des caractères médicaux, publiées en Espagne, en-
tre 1990 et 2010, et produites aux États-Unis. L´auteur vise à montrer les résultats de l’étude sur le succès
de ces séries, à partir de l’Analyse Transactionnelle et les théories de Gustav Jung. Plus précisément, il
montre les résultats par rapport aux états de l’ego, les styles du comportement et les jeux psychologiques
les plus pratiqués par les 89 personnages principaux de ces 19 romans-feuilletons. L’objectif parvient à
connaître comment les professionnels de santé les plus répétés dans la fiction agissent et pourquoi ils peu-
vent avoir autant de succès parmi les téléspectateurs, d´année en année.
Mots clé: Analyse Transactionnelle, télévision, séries sur des médecins, états de l’ego, jeux psychologiques.

1
Doctora en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid). Licenciada en Periodismo y Comuni-
cación Audiovisual. Personal investigador contratado UCM – programa FPU (Ministerio de Educación).
gracielapadilla@ccinf.ucm.es

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Las series de televisión sobre médicos (1990-2010): su éxito desde el Análisis Transaccional y la Ética (I) 245

INTRODUCCIÓN amigos, confidentes y casi familiares del


público, que conecta con ellos emocional-
En este artículo, pretendo estudiar la co- mente. Dentro de un análisis más profun-
municación en las series de televisión so- do, deseo aplicar ese análisis a tres cam-
bre médicos, que trabajan en hospitales, y pos concretos:
que han podido ver los telespectadores du- • Comunicación interpersonal, y, más en
rante de varios países durante los veinte úl- concreto, desde el Análisis Transac-
timos años. Dentro de ese formato, elegí cional, de Eric Berne, y desde los Ti-
todas las series de producción norteameri- pos Psicológicos de Carl Gustav Jung.
cana, estrenadas en España. El elevado Es a lo que me limito en este artículo.
número de temporadas de esas series obli- • Comunicación institucional (sanitario-
gó a establecer un marco espacio-temporal paciente, sanitario-familiares del pa-
concreto. Por ello, estudié únicamente la ciente y sanitario-sanitario), en la que
primera temporada de cada serie. Este lap- considero la tipología de aconteci-
so de emisiones incluye el capítulo piloto, mientos públicos y las estrategias de
que sienta las bases, ideas y característi- comunicación que emplean los profe-
cas fundamentales de los personajes; y los sionales de la salud para solucionar
primeros capítulos, que siguen fielmente los problemas internos y externos de
las ideas originales de cada proyecto. El los hospitales.
éxito o fracaso de las series puede obligar • Relaciones entre la Ética, la Moral y la
a cambiar el tono, los temas e incluso, los Política, dentro de los hospitales y en-
personajes originales. Por ello, estimé tre los sanitarios.
oportuno centrar el análisis sólo en la pri- Estos campos de la comunicación dan
mera temporada. Esta medida evitó que la valor e importancia a los resultados. Sin
investigación fuera difusa, demasiado am- embargo, no pretendía quedarme sólo en
biciosa o inviable, por un número excesivo el análisis. Lo interesante era destacar
de capítulos. Al mismo tiempo, aseguraba aquellos personajes, escenas o diálogos
una exploración clara, equilibrada y reflexi- que se perpetúan en el imaginario del pú-
va. Por último, hay que resaltar que son to- blico e inciden realmente en la comunica-
das series ambientadas en hospitales, don- ción sanitaria y en los pacientes, fuera de
de hay sanitarios y pacientes. Desestimé la televisión. La hipótesis es que las series
las series que se desarrollaban sólo en una se alimentan de la realidad y devuelven
consulta privada, ajena a un hospital o clí- esa inspiración, influyendo sobre ella. Esta
nica, porque apenas contenían información retroalimentación cíclica se da desde el co-
y comunicación sanitaria. mienzo de las series de médicos, pero es
más palpable en el periodo estudiado
(1990-2010). La explicación es que existen
OBJETIVOS Y MÉTODO estudios, entrevistas y datos sobre la satis-
facción del usuario de la Sanidad, los mo-
Mi propósito es examinar y comparar las tivos que llevan a los jóvenes a estudiar
series elegidas para identificar las modali- Medicina, o los términos médicos y enfer-
dades de comunicación que hay en ellas. A medades que los ciudadanos buscan en In-
partir del estudio de los protagonistas, tra- ternet tras escucharlos en la pequeña pan-
mas y diálogos, pretendo descifrar su éxito talla. Por tanto, las series que abordo son
y entender la posible empatía e identifica- mucho más que ficción.
ción entre personajes de ficción y especta- Además, la elección del tema respondía
dores. Los protagonistas se convierten en al éxito prolongado de las series de médi-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


246 Dra. Graciela Padilla Castillo

cos en la ficción televisiva. En 1956, se es- desde una Teoría del Humor. A mi enten-
trenó en España la primera de ellas, Dr. der, demostró que el Análisis Transaccional
Christian. Era de origen norteamericano y era una teoría y una metodología muy po-
se mantuvo una sola temporada, con 15 tente como herramienta de análisis y tam-
episodios. Desde entonces, los guionistas bién muy útil para mostrar visualmente las
han creado decenas de seriales médicos, principales ideas del AT y para estimular in-
en tono de drama y de humor, y en muchos numerables discusiones creativas. Por todo
países del mundo. Los índices de audien- ello, me resultaba imprescindible utilizar el
cia son muy altos. Algunas series, como pensamiento de Eric Berne y aplicarlo de
Anatomía de Grey, Sin cita previa, House, nuevo a un producto de éxito, esta vez con
Nip/Tuck, a golpe de bisturí o Nurse Jackie una larga continuidad que coincide casi con
se han convertido en las más vistas en su la historia completa de la pequeña pantalla.
país de origen, Estados Unidos. Su triunfo De hecho, los muchos episodios que he es-
se repite al mismo tiempo en otros países, tudiado cubren aspectos muy importantes:
como España, que adquieren los derechos • Los profesionales sanitarios de esas
de emisión. Además, la literatura especiali- series, analizados desde su trasfondo
zada sobre el asunto es casi inexistente y psicológico y desde el Análisis Tran-
los pocos libros publicados no son riguro- saccional, emplean ciertos estados del
sos o se limitan a hacer meros inventarios ego, juegos psicológicos y guiones de
de productos de ficción. vida. El análisis de estos parámetros
En cuanto al método, utilizaré el Análisis permitirá dibujar al profesional ideal de
de Contenido, y más concretamente, tal co- la salud o favorito para el público a lo
mo lo concibió Ole Holsti (1969). A pesar largo de los años. El sintagma “sanita-
de los más de cuarenta años transcurridos rio” cubrirá, en adelante, a médicos/as,
desde que publicó su obra, considero que enfermeros/as y celadores/as.
no ha sido superada y que conserva su ri- • Las series nos muestran formas reales
gor y su frescura. de comunicación interpersonal en tres
variables: sanitario-paciente, sanitario-
familiares del paciente y sanitario-sa-
¿POR QUÉ ADOPTAR nitario. Esas formas de comunicación
LA PERSPECTIVA interesan porque los públicos pueden
DEL ANÁLISIS TRANSACCIONAL? elegir aquellas series en las que apa-
rezcan las mejores pautas de comuni-
En artículos anteriores, he utilizado el cación institucional en acontecimientos
Análisis Transaccional como herramienta rutinarios.
para reflexionar sobre el éxito de la serie Hasta aquí, los aspectos que voy a abor-
de televisión Mujeres Desesperadas, la tri- dar en este artículo. Sin embargo, quedan
logía literaria sueca Millenium, y las series otros muy importantes, sobre los que es-
de anti-héroes televisivos (Padilla, 2009, cribiré más adelante en ésta o en otras Re-
2010a y 2010b). Valbuena inició estos va- vistas científicas.
liosos estudios y su itinerario fue desde
aplicar el AT a películas concretas (2006 b, • Las maneras que los profesionales de
2007 a, 2007 b) hasta ampliar el campo al los hospitales tienen de solucionar los
guión del protagonista de la serie norte- accidentes, escándalos y aconteci-
americana House (Valbuena, 2009) y a las mientos fortuitos pueden ser factores
las británicas Sí, Ministro y Sí, Primer Mi- que también influyan en las elecciones
nistro, 2010), aunque en este último caso de las series.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Las series de televisión sobre médicos (1990-2010): su éxito desde el Análisis Transaccional y la Ética (I) 247

• Los accidentes, escándalos y aconteci- P, que distinguió Silverio Sánchez Corre-


mientos fortuitos, al basarse en hechos dera. Con todo ello, pretendo cubrir dos dé-
reales, que según el año y la época en cadas completas de emisiones. Las series
que se estrenó cada serie van varian- que entran en este marco son las que es-
do, pueden servir de modelos de com- pecifico a continuación.
portamiento de solucionar los proble- El primer intervalo corresponde a su emi-
mas a los profesionales de la salud; de sión en Estados Unidos y la fecha concre-
ahí que aquí puede radicar la continui- ta entre paréntesis se refiere a su estreno
dad de un público específico fiel, que en España. Sin embargo, las analizo y cito
puede contribuir al éxito de las series. atendiendo a su fecha de estreno en Esta-
• Cada episodio plantea una relación de dos Unidos, ya que su exportación es irre-
dependencia entre Ética, Moral y Políti- gular y anómala:
ca. De ahí que, si predominan decisiva- • Doctor en Alaska: 1990-1995 (12 de
mente unas relaciones sobre otras, po- julio de 1990).
demos considerar que ésas son las rela- • La Doctora Quinn: 1993-1998 (1 de
ciones que los públicos quieren que pre- enero de 1993).
dominen en el sistema de salud y, por • Chicago Hope: 1994-2000 (18 de sep-
eso, siguen asiduamente esas series. tiembre de 1994).
Me referiré sólo a la primera parte de las • Urgencias: 1994-2009 (19 de septiem-
hipótesis y las que más interesan aquí. Co- bre de 1994).
mo el análisis de ese primer tercio aún si- • Becker: 1998-2004 (2 de noviembre
gue siendo muy largo, me centraré sola- de 1998).
mente en lo que se refiere a las presenta- • Doctoras de Filadelfia: 2000-2006 (23
ciones de las series, y con ellas, a los es- de julio de 2000).
tados del ego y juegos psicológicos de los • Doc: 2001-2004 (11 de marzo de 2001).
protagonistas. • Scrubs: 2001-2010 (2 de octubre de
Para ello, centré el primer paso explora- 2001).
torio en buscar todas las series de médi- • Nip/Tuck. A golpe de bisturí: 2003-
cos, desde 1990 hasta 2010. El segundo 2010 (22 de julio de 2003).
paso incluyó el análisis de todos los episo- • House: 2004-2010 (16 de noviembre
dios de la primera temporada de las series de 2004).
elegidas. Por último y en tercer lugar, in- • Anatomía de Grey: 2005-2010 (27 de
terpreté los capítulos de las series con un marzo de 2005).
análisis de contenido, cuantitativo y cualita- • Saved: 2006 (12 de junio de 2006).
tivo. Ese análisis de contenido tiene en • 3 libras: 2006 (14 de noviembre de
cuenta algunas categorías importantes del 2006).
Análisis Transaccional de Eric Berne y los • Sin cita previa: 2007-2010 (19 de sep-
Tipos Psicológicos de Carl Gustav Jung. tiembre de 2007).
Como ya me he referido a estudios poste- • Mental: 2009 (4 de junio de 2009).
riores en ésta o en otras revistas, adelanto • Nurse Jackie: 2009-2010 (8 de abril de
que tendré en cuenta la teoría sobre acon- 2010).
tecimientos públicos de Harvey Molotch y • Mercy: 2009-2010 (25 de noviembre
Marilyn Lester; las Estrategias de Comuni- de 2009).
cación que identificó Ray Eldon Hiebert; la • Trauma: 2009-2010 (24 de noviembre
definición de Ética, Moral y Política de Gus- de 2009).
tavo Bueno y la clasificación de las relacio- • Three Rivers: 2009 (8 de abril de
nes de dependencia entre las citadas E-M- 2010).

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


248 Dra. Graciela Padilla Castillo

INTRODUCCIÓN A LA TELEVISIÓN nes, adultos y ancianos dedican a esta ac-


tividad mucho tiempo de su ocio. Por ello,
La pequeña pantalla debe ser la primera la audiencia y el conocimiento de ésta su-
protagonista. Presente en millones de ho- ponen un punto a tener en cuenta para to-
gares de todo el mundo, es testigo y na- das las cadenas. La primera empresa que
rradora de la historia del ser humano. se dedicó a esta tarea fue The Nielsen
También es tomavistas y ventana de lo que Company, fundada en 1923 por Arthur C.
ocurre aquí y allá, en cualquier lugar. De- Nielsen. Desde los años 50, pretendía co-
cenas de autores la han dado nombres y nocer el número y el tipo de espectadores,
funciones muy diferentes. Martín Barbero y especialmente de series y películas, a tra-
Rey (1999) aciertan con una definición que vés de su división Nielsen Media Research.
habla de la televisión como historiadora y En España, la empresa encargada de los
archivera de nuestra historia: audímetros es Sofres, que se inspiró en el
trabajo de The Nielsen Company. Ha ins-
Los medios audiovisuales (cine a lo talado 3.600 audímetros en hogares de di-
Hollywood, televisión y buena parte del versas ciudades, con estructuras familiares
vídeo) constituyen a la vez el discurso por e ingresos económicos diferentes. Gracias
antonomasia del bricolaje de los tiempos a esos aparatos, podemos conocer los
–que nos familiariza sin esfuerzo, arran- programas más vistos de la historia de
cándolo a las complejidades y ambigüe- nuestra televisión: el éxito del último capí-
dades de su época, con cualquier acon- tulo de Farmacia de guardia, con 11 millo-
tecimiento del pasado– y el discurso que nes de espectadores y más del 60 por cien-
mejor expresa la comprensión del pre- to de la cuota de pantalla; y en 1999, Mé-
sente, la transformación del tiempo ex- dico de familia, gracias también a su último
tensivo de la historia en el intensivo de la capítulo, Hasta siempre, emitido el 21 de
instantánea (p. 26). diciembre. Estos datos me interesaron por-
que en los dos casos, son series protago-
Considero necesario centrarnos en esa nizadas por sanitarios. Lamentablemente,
característica de cazadora del tiempo. Pa- las series españolas de médicos quedaron
sado, presente y futuro han pasado, y pa- fuera de mi investigación porque los siste-
san, por la pantalla de tubo, líneas o píxe- mas sanitarios de los dos países son dife-
les. Precisamente, trato de cubrir veinte rentes y porque las series norteamericanas
años de historia de televisión que es, al son exportadas a todo el mundo. Eso mul-
mismo tiempo, historia del ser humano y de tiplica su referencialidad, hipertextualiza-
su concepción sobre la medicina y la vida. ción y por supuesto, su influencia en los es-
Examino a la persona y su trabajo, en un pectadores, como consumidores de televi-
medio que expone su realidad, miedos y sión y posibles pacientes reales.
sueños. Las series de médicos hablan de Hasta 2004, ninguna serie de médicos
las personas porque son para las perso- volvería a concentrar tantos espectadores
nas. Su evolución también relata la evolu- ante el televisor. El artífice del cambio fue
ción del ser humano en el periodo estudia- el doctor House. Vaca (2006, p. 182) habla
do. Además, el propio ser humano refren- de este fenómeno:
da la calidad y el éxito de las series, al lo- El estreno de la serie House en Cua-
grar los altos índices de audiencia que ya tro obtiene una cuota de pantalla que re-
he citado. Postman (2001, p. 82) dijo que presenta casi el doble de su ponderación
“no hay audiencia tan joven como para que mensual al rondar el 10 por ciento en los
se la excluya de la televisión”. Niños, jóve- dos pases del martes. Tanto el capítulo

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Las series de televisión sobre médicos (1990-2010): su éxito desde el Análisis Transaccional y la Ética (I) 249

emitido a las 10 como a las 11 de la no- Era el Dr. Christian, un médico rural ama-
che, como mandan los actuales cánones ble y cariñoso. Tenía sus orígenes en una
de emisión fue en sesión doble, con un novela con el mismo nombre, un serial ra-
registro de 1,7 millones de espectadores diofónico y varias películas de serie B. Ba-
en ambos episodios, que sin duda mar- get I Herms (en Jiménez Losantos y Sán-
can un camino importante de lo que pu- chez-Biosca, 1989, p. 164) argumenta que
diera ser el eje estratégico de la progra- la United Artists confió en sus posibilidades
mación de Cuatro en el inmediato futuro, televisivas. Sólo aprovecharon el nombre
que engarza a la perfección con el posi- del protagonista y se lo adjudicaron al nue-
cionamiento que de antiguo mantuviera vo doctor, que sería sobrino del primero.
Canal Plus como elemento sustantivo y Esto modernizaba la historia y explicaba el
diferenciador. salto temporal vivido desde los seriales ra-
diofónicos. Además, Dr. Christian fue la pri-
mera serie de médicos que llegó a España,
BREVE HISTORIA DE LAS SERIES en un lote “que también incluía Patrulla de
DE TELEVISIÓN SOBRE MÉDICOS caminos, con Broderick Crawford, y El in-
vestigador submarino, con Lloyd Bridges,
Las series que son objeto de este estu- entre otras” (Baget I Herms, en Jiménez
dio pueden ser cómicas o dramáticas. Por Losantos y Sánchez-Biosca, 1989, p. 164).
ello, las he separado como un género más, En 1961, aparecieron otras dos series de
con entidad suficiente para ser estudiadas éxito arrollador. La primera fue Doctor Kil-
por sí mismas. Una primera característica dare, que empezó ser emitida el 28 de sep-
de esa identidad propia es su larga histo- tiembre de 1961. La producían Arena Pro-
ria. Gracia y Muñoz (2006, p. 10) estable- ductions y MGM Televisión para NBC. Es-
cen su arranque en 1906, con el Doctor In- tuvo en antena hasta 1966, con 5 tempo-
verosímil de Hidroterapia Fantástica (Hy- radas y 191 capítulos. Su éxito entre el pú-
drothérapie fantastique), una obra del fran- blico fue abrumador, ya que le seguían
cés George Mélies. Este personaje usaba más de dos millones de quinceañeros y se
estrambóticas máquinas que dejaban al pa- vendieron 500.000 ejemplares de su cómic
ciente hecho trizas. Después, reunía los en menos de seis meses. La otra gran se-
pedazos para recomponer a su enfermo. rie que congregó grandes masas de públi-
En 1938, llegó otro médico gracias a La co fue Ben Casey. Se estrenó pocos días
ciudadela (The Citadel, 1938), basada en la después, el 2 de octubre de 1961. También
obra de A.J. Cronin. En los años 40 y 50, duró 5 temporadas, con 153 episodios.
se multiplicaron “los telefilmes con carácter Los espectadores, apenados por la pér-
didáctico y semidocumental por encima de dida de sus dos ídolos, sólo tuvieron que
la ficción dramática” (Baget I Herms, en Ji- esperar 3 años para llenar su vacío. El 23
ménez Losantos y Sánchez-Biosca, 1989, de septiembre de 1969, se estrenó Marcus
p. 164). En 1954, la empresa Medic TV Welby, el siguiente gran éxito. La serie era
Productions distribuyó la serie Medic, de 30 de Universal TV, se filmaba en Hollywood
minutos, rodada en Los Ángeles a partir de y era emitida otra vez por la cadena ABC.
hechos reales dramatizados. El narrador, Hasta 1976, con 7 temporadas y 168 epi-
Richard Boone, presentaba cada caso. Era sodios, fue líder de audiencias. Sin embar-
un actor y no un médico, pero eso no qui- go, el 27 de abril de 1976, desapareció de
taba realismo a la serie. la pequeña pantalla. MASH, estrenada cua-
Definitivamente, en 1956, se estrenó la tro años antes, le había robado casi todos
primera serie médica de ficción absoluta. los espectadores. Además, hay que recor-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


250 Dra. Graciela Padilla Castillo

dar Centro Médico o en el inglés original, congregó a los norteamericanos frente a la


Medical Center. Fue estrenada el 24 de pequeña pantalla. Además, contaba con la
septiembre de 1969 por la CBS, única Net- producción ejecutiva de Steven Spielberg y
work que aún no contaba con su serie mé- la premisa argumental de Michael Crichton
dica de éxito. No logró rebasar el octavo (Cascajosa, 2005, p. 51). El segundo de
puesto de popularidad. Sin embargo, su ellos tenía experiencia en el mundo hospi-
trama gustó a la audiencia porque revivía talario. Estudió Filología Inglesa, pasó un
los conflictos de Kildare y Casey. Aunque año en Europa y volvió a Boston para es-
su popularidad en Estados Unidos no fue tudiar Medicina en la Harvard Medical
impresionante, la serie tuvo más éxito en School. Mientras cursaba estos estudios,
España que Marcus Welby y Ben Casey. empezó a escribir en secreto. Cuando ob-
Lejos de lo que se pueda creer, Centro tuvo el título, se mudó a California para di-
Médico no despertó imitaciones. Después rigir películas basadas en las historias que
de su cancelación, las series médicas su- había inventado. Esta experiencia vital y el
frieron una pequeña caída y sólo MASH se hecho de nacer en Chicago le llevaron a si-
mantenía en antena con éxito. Esta crisis tuar la historia de Urgencias en un hospital
acabó en 1982 con St. Elsewhere (llamada de su ciudad.
Hospital en España). El 26 de octubre, Con esta pequeña historia de las series
NBC estrenó el primer capítulo bajo el so- médicas, he intentado mostrar sus altiba-
brenombre de Piloto. La serie gustó y una jos. Los seriales no han tenido siempre la
semana más tarde, se lanzó la segunda misma fuerza y los de más éxito perdían
entrega, Bypass. El éxito fue creciente y los espectadores con el paso del tiempo. Por
espectadores disfrutaron de seis tempora- ello, considero interesante distinguir entre
das, hasta el 25 de mayo de 1988. Duran- moda y tendencia. Arnanz (2002, p. 103)
te 137 capítulos, el público presenció el tra- establece que la primera es pasajera y se
bajo y la vida de los médicos y enfermeras puede explotar en el presente. Mientras, la
del hospital St. Eligius, de Boston. Su apo- segunda es “depósito de valor” y puede re-
do se debía a “un nombre de difícil traduc- novarse y modificarse para tener una vida
ción (elsewhere significa literalmente en más larga. Las series de este artículo es-
otra parte, aunque el juego de palabras im- tán más cerca de la tendencia que de la
plica que cualquier otro lugar es mejor que moda. Todos los ejemplos demuestran que
este hospital)” (Baget I Herms, en Jiménez tenían una vida a largo plazo, porque las
Losantos y Sánchez-Biosca, 1989, p. 170). tramas se iban adecuando a los aconteci-
La razón es que se trataba de un hospital mientos reales. Cuando una serie acababa,
benéfico que atendía a gente sin seguro. era sustituida por otra más actual. El éxito
Esas personas habían sido expulsadas de de la precursora favorecía a la segunda y
otros servicios sanitarios de la ciudad. El así, sucesivamente; hasta hoy.
St. Eligius era su única opción.
Sólo pasaron seis años desde la cance-
lación de St. Elsewhere hasta que llegó Ur- APLICACIÓN DEL ANÁLISIS
gencias (llamada ER en Estados Unidos). TRANSACCIONAL
El 19 de septiembre de 1994, la moda de A LAS SERIES DE MÉDICOS
los seriales médicos resurgió con más fuer-
za que nunca. La serie cuenta con 15 tem-
poradas hasta 2009 y casi 250 episodios. Esta corriente psicológica sirve de mar-
La campaña promocional de lanzamiento, co teórico para el estudio de las series mé-
promovida por Warner Brothers y NBC, dicas. Una aportación fundamental del

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Las series de televisión sobre médicos (1990-2010): su éxito desde el Análisis Transaccional y la Ética (I) 251

Análisis Transaccional son los estados del los Estilos de Comportamiento de Carl
ego o estados del yo. Eric Berne los defi- Gustav Jung, que puede completar los re-
nió a partir de su experiencia con pacien- sultados del Análisis Transaccional. El psi-
tes. Consideraba que, al observar una ac- quiatra y psicólogo suizo (1875-1961) dedi-
tividad social, las personas cambiaban de có gran parte de sus investigaciones al es-
postura, de punto de vista, de tono de voz tudio de la conducta humana. Viajó por to-
o de vocabulario. Esos cambios iban uni- do el mundo buscando pautas de compor-
dos a permutaciones en los sentimientos tamiento y las plasmó en su obra Tipos psi-
porque dentro del individuo, existen distin- cológicos, publicada en 1921. No por ca-
tos patrones de conducta que pueden tur- sualidad, en la serie Doctor en Alaska, ci-
narse. Esta idea da pie a los estados del tan a Jung. Chris habla en la radio del psi-
yo (Berne, 2007, p. 29). Massó añade que quiatra y del inconsciente colectivo. El doc-
es “un estado energético, una disposición tor Fleischman, que reconoce no seguir sus
en pro de la acción, que galvaniza a la per- teorías, promete hojear alguno de sus li-
sona” (2003, p. 27). Además, dos personas bros durante la semana siguiente. A conti-
se comunican y cada una de ellas activa un nuación, Chris confiesa al médico que ha
estado del ego. Ese intercambio de men- tenido sueños muy raros y afirma: “Jung di-
sajes y de estados del yo es una transac- ce que los sueños son los bajos y agudos
ción. Como hay varios estados del ego y del equipo de música del alma”.
personas muy diferentes, el número de Esa anécdota nada tiene que ver con la
transacciones es muy elevado. Massó elección de esta teoría para analizar los
(2007, p. 133) enumera todas las que Ber- personajes desde otra perspectiva. Me in-
ne había diferenciado: “9 tipos de transac- teresa lo que Jung distinguió: dos caracte-
ciones complementarias simples, 72 cruza- res fundamentalmente distintos, dos claros
das, 18 tipos de angulares y 6.561 tipos de tipos caracterológicos (con un tercero, in-
transacciones dobles, en las que se com- termedio):
binan el mensaje social y el psicológico, de
manera complementaria y cruzada”. Otro Uno en el que es fuerte la tendencia
elemento indispensable para este artículo a la actividad y débil la tendencia a la re-
son los juegos psicológicos. Berne (2007, flexión y otro en el que la tendencia a la
p. 58) los definió como “una serie constan- reflexión predomina, mientras el impulso
te de transacciones complementarias ulte- activo es más débil. Entre estos dos ex-
riores, que progresa hacia un fin bien inde- tremos hay innumerables matices. Pero
finido y predecible”. Esas transacciones reduzcámonos a aducir un tercer tipo en
son perceptibles pero tienen una motiva- el que las fuerzas de acción y reflexión
ción oculta, una trampa o un truco. se equilibran más o menos. En una cla-
El director de cine Sidney Lumet expuso se intermedia pueden incluirse también
que los personajes de ficción se definen aquellos caracteres en que se manifiesta
por sus acciones y no por sus palabras. Su una tendencia a la excentricidad, o aque-
comportamiento a lo largo del guión revela llos en que posiblemente preponderan
sus motivaciones psicológicas. Si el guio- tendencias anormales frente a los proce-
nista tiene que exponerlas de forma abier- sos emocionales y no emocionales (Jung
ta y directa, el guión falla y no se creó bien I, 1971, pp. 199-200).
el personaje (Lumet, 2004, p. 47). Por ello,
debemos pensar en los médicos televisivos Posteriormente, esta división daría lugar
también a través de sus acciones. El mar- a cuatro estilos: reflexivos (personas muy
co teórico más apropiado es la Teoría de objetivas que trazan una línea que separa

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


252 Dra. Graciela Padilla Castillo

lo bueno de lo malo y lo bello de lo feo; les La Doctora Quinn (Dr. Quinn, Medici-
gustan las ideas nuevas, el progreso, la in- ne Woman): Es la primera serie protagoni-
vestigación, la lógica), perceptivos (valoran zada por una doctora y Nurse Jackie,
la comunicación y la interacción humana, Hawthorne o Mercy no existirían sin ella.
son personas sensibles, filántropos, gene- Se estrenó el 1 de enero de 1993, en Es-
rosos y altruistas), intuitivos (idealistas, no tados Unidos. La produjeron CBS y Sulli-
se conforman con lo establecido y les en- van Company. La estrella y protagonista
canta afrontar nuevos retos; el ansia de in- absoluta es la doctora Micaela Quinn, na-
novación y premura les lleva a ser desor- cida en Boston. Proviene de una familia
denados y caóticos) y dinámicos (adoran la acomodada y heredó de su padre el amor
acción y los resultados; no quieren refle- por la profesión. Éste la llevaba con ella en
xionar sobre los medios o los efectos por- sus visitas domiciliarias y la enseñó casi to-
que empiezan a pensar desde el final). do. Después, la recomendó para ser admi-
tida en la única escuela femenina de Medi-
cina del país. Ella se gradúa con honores
LAS SERIES DE MÉDICOS ELEGIDAS pero su padre fallece y nadie quiere con-
tratarla en Boston. Todo cambia cuando
En este apartado resumo cada serie y al- Micaela lee un anuncio en un periódico. El
gunas notas de producción, para que los pueblo de Colorado Springs reclama un
lectores del artículo puedan entender los médico para su consulta y aceptan las car-
resultados. tas de Micaela porque entienden que su
Doctor en Alaska (Northern Exposure): nombre es Mike, masculino, en lugar de Mi-
Para inaugurar la década de los 90, se es- caela, femenino.
trenó esta serie de humor, centrada en las Chicago Hope: Esta serie se estrenó en
peripecias de Joel Fleischman. El protago- Estados Unidos el 18 de septiembre de
nista es un joven médico judío, recién licen- 1994, y su principal antagonista, Urgencias,
ciado por la Universidad de Columbia. Ha se estrenó al día siguiente. Ambas compi-
hecho su residencia en el Hospital Ben Zion tieron por la audiencia, al pasar a ser emi-
de Nueva York y tiene uno de los mejores tidas juntas, los jueves. Se puede decir que
expedientes de su promoción. Debe saldar esa batalla la ganó primero Chicago Hope.
una deuda: recibió una beca del estado de Finalmente, se retiró de la parrilla en su
Alaska y ha de devolver 120.000 dólares sexta temporada, el 4 de mayo de 2000. Se
con su trabajo de médico, durante los cua- desarrolla en la ciudad y en el hospital del
tro próximos años. En un primer momento, título. Aúna drama, misterio y acción. Las
su destino es un hospital de Anchorage, una tramas personales de los doctores quedan
ciudad importante de Alaska. Allí no le ne- al margen en los primeros episodios. Sin
cesitan y le mandan a Cicely, un pueblo in- embargo, poco a poco, el espectador co-
hóspito de la costa canadiense, regido por mienza a conocer el lado humano de los
Maurice J. Minnifield, un antiguo astronauta sanitarios y sus secretos familiares y amo-
que quiere crear una gran ciudad. El pueblo rosos. Los televidentes adultos y los estu-
sólo tiene 815 habitantes, la mayoría de diosos del medio la denominan como “clá-
ellos son indios, no hay avances tecnológi- sico” de la pequeña pantalla.
cos y ninguna de las comodidades a las que Urgencias (ER): La serie médica más
Fleischman estaba acostumbrado. Por ello, famosa y citada, por público y estudiosos,
el médico intenta huir aunque su contrato le fue estrenada el 19 de septiembre de 1994.
obliga a quedarse, bajo pena de 18 meses Ha tenido 15 temporadas hasta el 2 de abril
de cárcel y multa de 10.000 dólares. de 2009. Esto la convierte en la más lon-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Las series de televisión sobre médicos (1990-2010): su éxito desde el Análisis Transaccional y la Ética (I) 253

geva, después de General Hospital (1963- son ginecólogas. Fue estrenada el 23 de


2010). Comienza mostrando al doctor Mark julio del año 2000 y fue suspendida el 6 de
Greene durmiendo en una sala de obser- febrero de de 2006. Cuenta las peripecias
vación, sobre una camilla vacía. Es el jefe de la doctora Luisa Delgado, que regenta
del servicio pero trata de igual a igual a sus una clínica gratuita en el barrio latino de Fi-
compañeros. Pronto sabemos que está ca- ladelfia. Es huérfana, porque no conoció a
sado, tiene una hija, y su mujer está estu- su padre y su madre murió de cáncer de
diando para presentarme al examen de pecho cuando era una adolescente. Estu-
abogacía. En esa primera escena, tiene dia Medicina gracias a becas y donaciones
que atender a su amigo y compañero, el de sus vecinos y en cuanto acaba la ca-
pediatra y doctor Doug Ross. Éste se em- rrera, abre la clínica. Dana Stowe será su
borracha porque abandonó a su novia. socia desde el segundo capítulo. Ella en-
Ahora se arrepiente. Es divertido, hablador, tiende la Medicina de otra forma. Está cen-
y amable con los niños. Él y Greene acu- trada en conseguir donaciones y no le gus-
den muchas veces a pedir consejo a la tan en absoluto las pacientes pobres de la
doctora Susan Lewis. Es una excelente doctora Delgado, porque ahuyentan a sus
profesional, rápida y decidida. Sabe dar ricas pacientes. Todo cambia cuando su
consejos médicos y amorosos. No obstan- madre sufre de cáncer y a ella le encuen-
te, no es madre, no se ha casado, y tiene tran en la sangre el genoma de misma en-
relación amorosa muy complicada con un fermedad.
doctor mayor. DOC: Esta serie humilde comenzó a
Becker: Con esta serie, la historia vuel- emitirse el 11 de marzo de 2001. Sus crea-
ve a la comedia pura. Se estrenó el 2 de dores son Dave Alan Johnson y Gary R.
noviembre de 1998 en Estados Unidos. La Johnson, hermanos y nacidos en Búfalo
produjeron Dave Hackel Productions, In- (Iowa). Resalto su procedencia porque el
dustry Entertainment y Paramount Network protagonista de la serie es un vaquero.
Television Productions, aunque era emitida Proviene de otro estado ganadero (Monta-
por la Network CBS. Me interesa la última na), es cristiano practicante y cumple todos
productora porque antes, había producido los estereotipos del hombre de provincias
Cheers. Esa serie hizo famoso a Ted Dan- arrastrado a la gran ciudad. Precisamente,
son, en el papel de Sam Malone. Al ser re- es todo lo contrario a Doctor en Alaska,
tirada, la productora quiso aprovechar el donde el protagonista, hacía un viaje inver-
amor del público por el actor e hizo otra se- so de la urbe al campo.
rie para su lucimiento. De un bar de Boston Scrubs: Ésta es la segunda serie más
a un hospital de Nueva York, Sam Malone longeva y de mayor éxito después de Ur-
pasó a ser el doctor John Becker. Regenta gencias. Fue estrenada el 2 de octubre de
una clínica pública en el Bronx. Estudió en 2001 y lleva ya 9 temporadas, hasta el 17
la Harvard Medical School (como Michael de marzo de 2010. Vuelve a las series de
Crichton, creador de Urgencias) aunque no médicos jóvenes con mentores válidos, pe-
busca hacerse rico a través de su trabajo. ro algo desquiciados. La acción se sitúa en
Con estos precedentes, parece un hombre el hospital ficticio Sagrado Corazón y co-
amable y filantrópico. Ciertamente lo es pe- mienza con la llegada de un grupo de mé-
ro, al mismo tiempo, es huraño, introvertido, dicos recién graduados. Estos jóvenes son
malhumorado y malhablado. tan extravagantes y peculiares como sus
Doctoras de Filadelfia (Strong Medici- tutores, por lo que las risas están asegura-
ne): Después de La doctora Quinn, llega das desde el primer minuto. Hay que ima-
una nueva serie de doctoras que además, ginar la serie como un giro radical respec-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


254 Dra. Graciela Padilla Castillo

to a las anteriores, con un humor surrealis- codina de forma enfermiza. Acerca del per-
ta y la casi desaparición de la tragedia. sonaje, recomiendo el citado estudio de
Además, sentó el precedente para Anato- Valbuena (2009, pp. 159-198).
mía de Grey, protagonizada también por Anatomía de Grey (Grey’s Anatomy):
médicos novatos en formación. Esta serie coral cuenta con más de una de-
Nip/Tuck. A Golpe de Bisturí: La serie cena de protagonistas. No obstante, el per-
más dura y violenta de las estudiadas se sonaje que tiene más importancia y da
estrenó en Estados Unidos, el 22 de julio nombre al serial es Meredith Grey. El títu-
de 2003. Los médicos protagonistas sólo lo, como ocurría en St. Elsewhere, vuelve
practican la cirugía plástica, especialidad a ser un juego de palabras. Anatomía de
que había aparecido esporádicamente en Grey se refiere al nombre de la protagonis-
las demás series (Chicago Hope, Urgen- ta y a un importante libro de esa materia,
cias), y cometen delitos absolutamente pu- que se estudia en todas las facultades de
nibles (asesinato, robo, allanamiento, ocul- Medicina norteamericanas. Meredith Grey
tación de pruebas, colaboración con narco- es licenciada por la Universidad de Boston.
traficantes). Sean McNamara es el médico Fue una gran estudiante en la facultad y en
ético y mejor persona. Ha superado los 40 el colegio. Su madre, Ellis Grey, fue una
años de edad y se siente viejo. Lleva mu- excelente cirujana y pudo criarla sola. El
chos años casado Julia, su novia desde el padre y marido, respectivamente, las aban-
instituto. Sin embargo, ya no tienen pasión donó. Esta situación debería haber fortale-
sexual. Christian Troy es todo lo contrario: cido el amor entre madre e hija. Sin em-
machista, mujeriego, poco ético, ambicioso bargo, Ellis vertió todo su odio sobre Mere-
e introvertido. Fue novio de Julia antes que dith y nunca se han llevado bien. La ciruja-
Sean y sigue amándola en secreto. na quería una niña perfecta. En el trabajo,
House (House, M.D.): Es la serie vigen- encontró un salvoconducto para olvidar su
te de mayor éxito. Fue estrenada el 16 de fracaso matrimonial. Triunfó y sus opera-
noviembre de 2004 y actualmente, está en ciones sirven de ejemplo para médicos y
su séptima temporada, con más de 150 estudiantes. Esto supone una gran losa pa-
episodios. Devereux (2007, p. 288) consi- ra la joven doctora y una responsabilidad
dera que ha rejuvenecido el drama médico imposible de asumir. No quiere que la com-
y que incluye detalles de MASH, St. El- paren con su madre y teme no estar a su
sewhere, Chicago Hope y Urgencias, uni- altura. De hecho, Ellis también trabajó en el
dos a características de CSI Las Vegas, Hospital Seattle Grace. Sus antiguos com-
CSI Miami y CSI Nueva York. El protago- pañeros preguntan por ella y Meredith ar-
nista absoluto es jefe del servicio de diag- gumenta que está de vacaciones. La reali-
nóstico del Hospital Priceton Plainsboro. dad es que tiene Alzheimer y se muere.
No le gusta ver ni hablar con los pacientes, Saved: Esta serie da protagonismo a sa-
porque cree que siempre mienten. Tampo- nitarios que suelen ser personajes secun-
co le gusta vestir bata blanca, ni planchar- darios: los paramédicos. Wyatt y Sack, no
se sus camisas. Viste vaqueros, zapatillas son médicos, sino enfermeros de ambulan-
deportivas y una barba de tres o cuatro dí- cia. Al contrario que en España, en Esta-
as. Además, es cojo y necesita un bastón dos Unidos ningún médico viaja en las am-
para andar. Sufrió un infarto en un muslo y bulancias obligatoriamente. La serie se
su exmujer decidió que le amputaran el centra en la típica historia de amor imposi-
cuadriceps para no poner en riesgo su vi- ble, de un hombre y una mujer que se
da. La operación le dejó lisiado y con un aman pero pueden estar juntos. El prota-
dolor permanente. Para mitigarlo, toma vi- gonista es el paramédico Wyatt Cole, que

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Las series de televisión sobre médicos (1990-2010): su éxito desde el Análisis Transaccional y la Ética (I) 255

trabaja para la empresa de ambulancias Li- bía visitado para reconciliarse. Él, sin em-
feshield. No terminó Medicina, como su pa- bargo, se ha enamorado de una de sus
dre, el doctor Martin Cole, que es famoso alumnas, Meredith Grey. Despechada, Ad-
y valorado en toda la ciudad. Éste le incita dison se acuesta con el mejor amigo de su
a que termine los estudios, que tuvo que marido, que también trabaja en el hospital.
abandonar por problemas de ludopatía. Ya había cometido el mismo error cuando
3 Libras (3 Lbs.): Es la serie más corta aún estaba casada con el doctor Derek
de las que he estudiado y fue una apuesta Sheperd y él no ha podido perdonarla.
importante de la CBS. Se estrenó el 14 de Mental: La serie comienza con la llega-
noviembre de 2006 y sólo duró 8 episodios. da del doctor Jack Gallagher, nuevo direc-
Esas 3 libras equivalen a un kilo y 360 gra- tor del servicio de Psiquiatría del Warton
mos, que es el peso aproximado de un ce- Memorial, un hospital de Los Ángeles. Le
rebro humano. El protagonista, doctor Dou- ha contratado la directora del centro, Nora
glas Hanson, lidera el servicio de Neurología Skoff, una mujer divorciada y madre de una
de un prestigioso hospital. Está considerado hija. Nora y Jack tuvieron una relación amo-
como el mejor especialista del país, por sus rosa hace muchos años y ella le recuerda
manos y porque cuenta con los aparatos con cariño. Sabe que no es el médico idó-
más avanzados. Sin embargo, es introverti- neo para la imagen del centro, porque vis-
do y adusto. Su vida es el diagnóstico y el te de manera informal, siempre se despla-
quirófano, hasta que empieza a tener aluci- za en bicicleta y trabaja según su instinto.
naciones. Desde el principio, sabe que no se El psiquiatra acepta el puesto sólo porque
deben al estrés, pero oculta su posible en- le servirá para acercarse a su hermana,
fermedad: un gran tumor cerebral. Becky Gallagher. Ella es esquizofrénica y
Sin Cita Previa (Private Practice): Den- drogadicta; y vive en la calle. Jack ha in-
tro del periodo estudiado, es el único spin tentado internarla sin éxito, y está más pre-
off que coincide con su predecesora. La ocupado por ayudarla que por su trabajo.
doctora Addison Montgomery salió de Ana- Nurse Jackie: Es la serie más sorpren-
tomía de Grey para tener su propia serie. dente de todas las del período. Jackie Pey-
En la ficción, se marcha de Seattle a Los ton es la enfermera protagonista. Trabaja
Ángeles. En la realidad, el marido de la ac- en un hospital católico, en Nueva York, y
triz protagonista, ejecutivo de la ABC, pro- es una excelente profesional. Está casada
puso a Shonda Rimes que crease una se- con Kevin Peyton, desde que ambos eran
rie completa, como había creado Anatomía muy jóvenes. Parecen ser felices y tienen
de Grey. Kelsey (2003) decía lo siguiente: dos hijas, Grace y Fiona. Sin embargo,
Jackie es infiel a su marido. Se quita la
Nunca, nunca jamás te permitas ena- alianza de boda antes de entrar al trabajo,
morarte de tus personajes secundarios. la guarda en su bata y hace creer a sus
Si de verdad crees que son interesantes, compañeros que es soltera. Jamás habla
escribe una obra para ellos. Y entonces de su esposo ni de sus hijas y sólo su me-
es cuando, muy a menudo, verás que tie- jor amiga, la doctora Eleanor O’Hara, co-
nen los pies de barro o, como los guio- noce su secreto.
nistas o productores dicen a menudo, Mercy: Por si Nurse Jackie y Hawthorne
que no tienen recorrido (p. 182). no eran suficientes, la NBC preparó su pro-
pia serie médica de enfermeras. Fue estre-
La protagonista huye de Seattle para ir- nada el 23 de septiembre de 2009. La en-
se a la capital de California. En la primera fermera Verónica Flanagan Callahan ha
ciudad ha dejado a su exmarido, al que ha- trabajado como enfermera en la Guerra de

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


256 Dra. Graciela Padilla Castillo

Irak. Cuando acaba su misión, vuelve a ca- TABLAS COMPARATIVAS


sa y a su trabajo en el Hospital Mercy, de DE RESULTADOS Y CONCLUSIONES
Nueva Jersey. También vuelve a su vida
matrimonial, con su esposo, Mike Callahan. Estados del ego
Las relaciones entre los dos son difíciles
porque se distanciaron mientras estaban
separados por el conflicto bélico. De hecho, Tabla 1: Valores y porcentajes
no ha querido contarle que se enamoró de de los estados del ego.
otro médico, el doctor Chris Sands, al que
no puede olvidar. Por si fuera poco, sufrirá
estrés postraumático y volverá a beber al-
cohol, adicción heredada de sus padres.
Trauma: El ejemplo de Saved fue apro-
vechado por esta serie, que vuelve a recu-
rrir a los paramédicos como protagonistas.
La serie comienza con un choque de dos
helicópteros, cerca de la azotea de un ras-
cacielos. Uno de los helicópteros es de los
paramédicos de San Francisco y en él via-
jan Terry y Rabbit, compañeros y grandes
amigos. El primero fallece y el segundo en-
tra en coma, por lo que Nancy Carnahan,
viuda y amiga, respectivamente, se queda
sola. Un año después, empieza la serie.
Three Rivers: La última serie del periodo
fue estrenada en Estados Unidos el 4 de oc-
tubre de 2009. Sólo tuvo 12 episodios, has-
ta el 3 de enero de 2010. La acción se am-
bienta y se rueda en Brownsville, Pensilva- Para comenzar el análisis de los resulta-
nia. Allí se encuentra el Hospital Three Ri- dos, fruto del visionado de las series y del
vers, que da nombre a la serie. Es un cen- análisis cualitativo de éstas, es necesario
tro especialista en donación de órganos. A él señalar que he explorado las personalida-
acuden pacientes que necesitan un trasplan- des y acciones de 89 personajes, en 19 se-
te rápidamente o morirán por distintas enfer- ries de médicos. Este amplio espectro per-
medades. La serie centra cada capítulo en mite validar los resultados como originales,
esos receptores, en sus respectivos donan- genuinos y representativos de todo el gé-
tes y en los familiares de los donantes. La nero, en los últimos 20 años. Como el ob-
serie es producida y emitida por CBS, que jetivo era dibujar al sanitario ideal y favori-
apostó por la serie para hacerle competencia to del público, la Tabla 1 aporta la primera
a la ABC y a su serie Anatomía de Grey. pista. Ese sanitario destaca por dos esta-
Contrataron a un actor australiano, Alex dos predominantes: Adulto (29%) y Padre
O’Loughlin, que ya era conocido por el pú- Protector (27%). Por tanto, sabemos que
blico gracias a Mentes criminales (Criminal ejerce su trabajo de manera objetiva y va-
minds), The Shield, y sobre todo, Moonlight, lora éticamente todas las posibilidades pa-
donde interpreta a un detective privado-vam- ra enfrentarse al mundo. Es responsable,
piro. Esta serie, también de la CBS, había eficaz, analítico, racional y excelente profe-
hecho famoso al actor entre 2007 y 2008. sional. Antes de ser un personaje empáti-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Las series de televisión sobre médicos (1990-2010): su éxito desde el Análisis Transaccional y la Ética (I) 257

co, cariñoso, amable, irónico o divertido, es En este segundo apartado pretendo de-
un buen médico y un serio profesional. sentramar los estilos de comportamiento
Convence a los espectadores por su ma- (creados por Jung) más numerosos y habi-
nera de desempeñar su trabajo. Además, tuales en las series de médicos. He de des-
protege a pacientes, familiares y compañe- tacar que hay 110 estilos detectados (pri-
ros. Aporta confianza porque se interesa marios y secundarios) a través del profun-
por los demás. Los espectadores prefieren do análisis de contenido y de diálogos, pa-
los médicos amables, que escuchan y apo- ra los 89 personajes. Esto es así porque,
yan. No se puede desdeñar tampoco que, como decía al principio, las personas pue-
al lado de este sanitario, muchas veces hay den desarrollar dos estilos a la vez, según
otro en el estado de Niño Natural. Creo el contexto, el ambiente o el interlocutor
que, en algunas ocasiones, los guionistas con el que traten. En este caso, 21 perso-
optan por dibujar protagonistas que son najes presentan dos estados del ego si-
buenos médicos (Adulto), pero que tienen multáneos. Resulta completamente realista
caracteres impetuosos, irracionales y apa- desde el momento en que las series mues-
sionados (Niño Natural). Esta segunda tran sanitarios en dos ámbitos: profesional
elección permite la convivencia con sanita- y personal. Sus comportamientos no pue-
rios que se alejan de la típica imagen for- den ser iguales en los dos escenarios, igual
mal, seria y circunspecta de la profesión que no lo son para las personas reales.
para resultar más cercanos al público. La convivencia de dos estilos, y el gran
número de series y personajes, auguraba
unos resultados equilibrados. Existe un es-
Estilos de comportamiento tilo destacado, el Perceptivo, con un 34 por
ciento de los casos. Atendiendo a la teoría
Tabla 2: Valores y porcentajes de Carl Jung, los sanitarios favoritos y más
de los estilos de comportamiento numerosos valoran sobremanera la comu-
nicación y la interacción humana. Miden y
estiman todo lo que hacen según afecte a
los que les rodean, porque se preocupan
de las personas. Son grandes confidentes
y amigos; algo que también va unido a la
prevalencia del estado del ego Padre Pro-
tector. Siempre están disponibles y son ge-
nerosos, sensibles y altruistas. Otra carac-
terística importante que Jung destacaba
era que las personas con este estilo de
comportamiento saben adaptarse a los de-
más. Todo ello vuelve a servir para dibujar
un sanitario amable, empático y emocional.
Muy cerca quedan los estilos Dinámico y
Reflexivo. Creo que destaca el primero por-
que los sanitarios trabajan en un ambiente
turbulento, en el que se tienen que acos-
tumbrar a tomar decisiones rápidas e ins-
tintivas. Si no lo hacen, pueden perder a un
paciente herido de gravedad. Por otro lado,
destacan algunos reflexivos que son objeti-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


258 Dra. Graciela Padilla Castillo

vos, racionales, lógicos y de mente fría. tilo de comportamiento se hacía deseable


Huyen de la subjetividad y defienden las para la correcta gestión y funcionamiento
normas y la prudencia profesional. Este es- de los hospitales de ficción.

Juegos

Tabla 3: Valores y porcentajes de los juegos.

El tercer apartado remite a los juegos psi- que todos ellos son practicados por los sa-
cológicos, según la clasificación de Eric Ber- nitarios de ficción, en porcentajes similares.
ne y he sistematizado un centenar de ellos 1) Les demostraré, como el más numero-
en los 89 personajes. La Tabla 3 deja ver so. Su primera posición se debe a una

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Las series de televisión sobre médicos (1990-2010): su éxito desde el Análisis Transaccional y la Ética (I) 259

causa comprensible: las personas que rehusar cualquier consejo. Esto alarga
recurren a este juego buscan conquis- la caricia y el cariño recibido. En el se-
tar la atención de los demás y mostrar gundo caso, se produce otro juego que
que han trabajado mucho, por el bien también fomenta la competitividad en-
del paciente y del equipo médico. Les tre los profesionales. Algunos persona-
mueve la presunción y el ansia de re- jes se erigen como directores, gesto-
conocimiento, de una forma positiva, res, observadores o jueces, esperando
que genera motivación en el trabajo el error de alguien. He identificado es-
(Valbuena (ed.), 2006, p. 210). Consi- te juego, sobre todo, en los directores
dero que los sanitarios lo utilizan para de servicios y en los antagonistas de
satisfacer sus necesidades de recono- los personajes principales. El juego se
cimiento, algo esencial en la profesión. rompe cuando la víctima demuestra su
Además, hace parecer que aman su profesionalidad, casi nunca se equivo-
trabajo y que saben cómo hacerlo. Es ca y deja sin razones de juego al otro.
una idea que marcha en consonancia
con el estado del ego predominante, el
sanitario de ficción como Adulto. CONCLUSIONES
2) ¿No es horrible?, Defecto y Pata de
palo. Son juegos parecidos que, de 1) El sanitario ideal y favorito del públi-
nuevo, buscan el reconocimiento y las co destaca con dos estados mayori-
caricias positivas del otro. Los tres sir- tarios: Adulto (29 por ciento) y Padre
ven para llamar la atención a través de Protector (27 por ciento).
la lástima o de la demanda de ayuda. 2) En cuanto a los estilos de comporta-
Curiosamente, son todo lo contrario a miento, destaca el estilo Perceptivo,
Les demostraré. Necesitan estar en las con un 34 por ciento de los casos.
series para mostrar que los sanitarios Muy cerca quedan los estilos Dinámi-
son humanos e imperfectos. Les acer- co y Reflexivo. Por otro lado, desta-
can al público y les humanizan. Los es- can algunos reflexivos que son obje-
pectadores dan credibilidad a los per- tivos, racionales, lógicos y de mente
sonajes y se identifican con ellos, algo fría. Además, el estilo Perceptivo va
que garantiza el éxito. Del temblor del unido al estado del ego Padre Pro-
doctor Thurmond, en Chicago Hope, al tector, y el estilo Reflexivo, al estado
síndrome postraumático de Verónica, Adulto. Esta relación confirma la vali-
en Mercy, hay más de una veintena de dez de los datos. El análisis de con-
personajes que se quejan de sus des- tenido proporciona datos y temas pa-
gracias, defectos o minusvalías. El pú- recidos y cada apartado refuerza lo
blico entiende el padecimiento del doc- del anterior, sin contradicciones.
tor Troy (Nip/Tuck) por haber sufrido 3) Dentro ya de los juegos psicológicos
abusos y comparte el dolor de House y comunicativos, los personajes favo-
por su pierna. En todas las series, uno ritos de los públicos destacan, en pri-
de los personajes, como mínimo, prac- mer lugar, porque participan en el
tica uno de esos tres juegos. juego Les demostraré. El segundo lu-
3) ¿Por qué no haces? Sí, pero… y Aho- gar lo comparten ¿No es horrible?,
ra ya tengo. El primero es fruto de los Defecto y Pata de palo.
tres anteriores porque cuando el sani- En definitiva, he estudiado la comunica-
tario pide ayuda y la recibe, mantiene ción en las series de televisión sobre mé-
el juego de buscar la caricia positiva al dicos, que trabajan en hospitales, de los

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


260 Dra. Graciela Padilla Castillo

veinte últimos años. Quiero resaltar que to- Jiménez Losantos, E. y Sánchez-Biosca, V.
das son series ambientadas en hospitales, (Eds.) (1989). El relato electrónico. Valencia: Fil-
donde hay sanitarios y pacientes. Las se- moteca de la Generalitat Valenciana.
ries que se desarrollaban sólo en una con- Jung, C.G. (1971). Tipos psicológicos. Bar-
celona: Edhasa.
sulta privada, ajena a un hospital o clínica,
Kelsey, G. (2003). Escribir para la televisión.
han sido desestimadas porque apenas con- Barcelona: Paidós.
tienen información y comunicación sanita- Lumet, S. (2004). Así se hacen las películas.
ria. El contexto del Hospital era y es im- Madrid: Rialp.
prescindible para hablar de comunicación Martín Barbero, J. y Rey, G. (1999). Los ejer-
institucional, tratamiento de crisis, Política o cicios del ver. Hegemonía audiovisual y ficción
“eutaxia”. Los resultados dibujan el perfil televisiva. Barcelona: Gedisa.
del sanitario más numeroso y con ello, de Massó, F. (2007). Análisis transaccional I: cómo
mayor éxito. Auguramos que las futuras se- nos hacemos personas. Madrid: Editorial CCS.
Padilla, G. (2009). El éxito de Mujeres De-
ries contarán con el mismo abanico de ti-
sesperadas desde el Análisis Transaccional.
pos y sanitarios del mismo espíritu. Revista de Análisis Transaccional y Psicología
También puedo predecir que triunfarán Humanista, 60, primer semestre, 20-35.
siempre series corales, con personajes dividi- Padilla, G. (2010a). El mundo de la trilogía
dos entre lo profesional y lo personal, protec- Millenium desde las perspectivas del Análisis
tores y altruistas en el Hospital, y a la vez, Transaccional, la Ética, la Moral y la Política.
adultos y éticos en la práctica de su trabajo. Revista de Análisis Transaccional y Psicología
Existen desde 1956, con Dr. Christian, y rebo- Humanista, 61, segundo semestre, 173-188.
san en la parrilla actual con varias series si- Padilla, G. (2010b). Los antihéroes televisi-
vos desde las perspectivas del Análisis Tran-
multáneas. Su supervivencia está asegurada
saccional, la Ética, la Moral y la Política. Revis-
si siguen siendo sanitarios humanos y verosí- ta de Análisis Transaccional y Psicología Hu-
miles. Nada importa más al ser humano que manista, 62, segundo semestre, 81-101.
su propia salud y las series de médicos atien- Postman, N. (2001). Divertirse hasta morir.
den esas inquietudes. Reflejan el dolor y la Barcelona: Ediciones de la Tempestad.
alegría más sinceros, y hablan de los propios Vaca, R. (2006). El ojo digital. Audiencias II.
seres humanos. Su comportamiento, sus rela- Madrid: Fundación Ex Libris.
ciones y sus sentimientos les hacen casi pal- Valbuena, F. (Ed.) (2006 a). Eric Berne, teó-
pables, al otro lado de la pequeña pantalla. rico de la comunicación. Madrid: Edipo.
Valbuena, F. (2006 b) Análisis de la película
Esencia de mujer». Revista de Análisis Tran-
REFERENCIAS saccional y Psicología Humanista, 55, 17-21.
Valbuena, F. (2007a). Análisis de la película
Arnanz, C.M. (2002). Negocios de televisión. La vida de los otros (Desde el Análisis Tran-
Transformaciones del valor en el modelo digital. saccional y la Teoría de la Negociación). CIC:
Barcelona: Gedisa. Cuadernos de Información y Comunicación, 12,
Berne, E. (2007). Juegos en que participa- 119-136.
mos. Barcelona: RBA Libros. Valbuena, F (2007 b). Análisis de la película
Cascajosa, C. (2005). Prime time. Las mejo- Hotel Rwanda” En Revista de Análisis
res series de TV americanas: de C.S.I. a Los Transaccional y Psicología Humanista, 56,
Soprano. Madrid: Calamar Ediciones. 71-79.
Gracia, D. y Muñoz, S. (2006). Médicos en el Valbuena, F. (2009). El Guión de la Vida del
cine. Dilemas bioéticos: sentimientos, razones y Dr. Gregory House. CIC: Cuadernos de infor-
deberes. Madrid: Editorial Complutense. mación y comunicación, 14, 159-198.
Holsti, Ole R. (1969). Content Analysis for the Valbuena, F. (2010). El humor en la comuni-
Social Sciences and Humanities. Reading, Ad- cación política, CIC: Cuadernos de información
dison-Wesley. y comunicación, 15, 123-164.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas 261

Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas


Paula Requeijo Rey1

Resumen

Mad Men es una de las series de televisión de más éxito de los últimos tiempos y durante tres años con-
secutivos (2008, 2009 y 2010) ha ganado el premio Emmy al mejor drama. Sus personajes atraen poderosa-
mente al público de forma que marcan tendencia en campos como la moda y la literatura y hasta existe una
página, What Would Don Draper Do?, en la que los usuarios se plantean cómo reaccionaría el protagonista,
Don Draper, ante sus propios problemas laborales o conyugales. Su creador y productor ejecutivo, Matthew
Wiener, ya recibió excelentes críticas por su trabajo anterior, Los Soprano, pero con Mad Men ha logrado
que hasta el mismísimo Barack Obama le escriba una carta de felicitación. Algunas de las críticas de esta
serie, nos hablan de hombres ambiciosos, obsesionados con su trabajo, machistas, mujeriegos, que beben y
fuman continuamente para aplacar su ansiedad, y de mujeres que deben contentarse con ser espectadoras de
la acción, simples sujetos pasivos. Esta idea arquetípica no basta para explicar su éxito e influencia mun-
dial. Por ello, nos servimos del Análisis Transaccional como herramienta para analizar cómo es la comuni-
cación intrapersonal de algunos de los personajes principales, las relaciones que mantienen entre ellos (co-
municación interpersonal) y sus guiones de vida.
Palabras clave: Análisis Transaccional, Mad Men, series de televisión, análisis de personajes.

Mad Men from Transactional Analysis: the keys of its main characters

Abstract

Mad Men is one of the most successful TV series in recent times and during three consecutive years has
won the Emmy for best drama. Its characters powerfully attract the audience and set trends in fields like
fashion and literature and there is even a web page, What Would Don Draper Do?, where the users are
wondering how Don Draper, the main character, would react to their own employment or marital problems.
Its creator and executive producer, Matthew Weiner, has already received great reviews for his previous
work, The Sopranos, but Mad Men has made Barack Obama himself to write him a letter of congratula-
tions. Some of the reviews of this series, talk us about ambitious men, obsessed with his work, sexist, wo-
manizing, drinking and smoking continuously to appease his anxiety, and women that must be content to
be spectators of the action, simple passive subjects. This archetypal idea does not explain his success and
global influence. Therefore, we use Transaccional Analysis as a tool to analyze how is the intrapersonal
communication of some of the main characters, the relationships between them (interpersonal communica-
tion) and their life scripts.
Key words: Transactional Analysis, Mad Men, TV series, characters analysis.

1
Licenciada en Periodismo trabaja como investigadora dentro del Programa FPU (Formación de Profesorado Univer-
sitario) en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: p.re-
queijo@ccinf.ucm.es

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


262 Paula Requeijo Rey

Mad Men à partir de l’Analyse Transactionnelle: les principaux protagonistes

Résumé

Mad Men, c´est l´une des séries de TV la plus réusssie de ces derniers temps et pendant trois années con-
sécutives (2008, 2009 et 2010) a remporté l’Emmy à la meilleure œuvre dramatique. Ses personnages sont
fortement attirés par le public de sorte qu´ils marquent de nouvelles tendances dans des domaines comme
la mode et la littérature et même il y a une page, Que feriez-vous Don Draper? dans laquelle les usagers se
demandent la façon de réagir du protagoniste, Don Draper, face à ses propres problèmes du travail ou con-
jugaux. Son créateur et producteur exécutif Matthew Weiner, avait déjà reçu de magnifiques critiques pour
son travail précédent, Les Sopranos, mais avec Mad Men a réussi même à recevoir une lettre de félicitation
de Barack Obama . Certaines critiques de cette série, nous présentent des hommes ambitieux, obsédés de
leur travail, sexistes, coureurs de jupons, qui boivent et fument constamment pour apaiser leur angoisse, et
des femmes qui doivent se contenter d’être spectatrices de l’action, elles deviennent des sujets tout à fait
passifs. Cette idée archétype ne suffit pas à expliquer son succès et son influence mondiale .C´est pourquoi
nous utilisons l’Analyse Transactionnelle comme un outil pour analyser comment est la communication in-
trapersonnelle de certains des personnages principaux, les relations parmi eux (communication interperson-
nelle) et leur scénario de vie.
Mots clé: Analyse Transactionnelle, Mad Men, série de TV, l’analyse de personnages.

INTRODUCCIÓN preceptos paternos, mientras que el cuar-


to trasero representa el guión, donde es-
Mad Men se centra en la vida de los pu- tá la verdadera acción (pp. 193-194).
blicistas de la agencia Sterling Cooper, si-
tuada en la conocida Avenida Madison de En el cuarto delantero, vemos a un es-
Nueva York, en la década de los 60. Su tupendo creativo que lleva una vida apaci-
protagonista es Don Draper (36 años), di- ble con su bella y dulce mujer. En el trase-
rector del Departamento Creativo, que está ro, a un hombre atormentado por su pasa-
casado con Betty (28 años) y tiene dos hi- do y que tiene amantes de lo más vario-
jos, Sally (10 años) y Bobby (seis años). A pinto, desde la alocada y bohemia Midge
primera vista, Don y su mujer, representan Daniels, hasta la cínica Bobby Barrett pa-
la imagen de una familia de clase media-al- sando por la inteligente y elegante Rachel
ta ejemplar en la Norteamérica de princi- Menken.
pios de los 60. Los dos son muy atractivos, Analizamos también a otros dos perso-
él tiene un trabajo que le proporciona im- najes, el ambicioso Pitt Campbell, publicis-
portantes ingresos y le gusta, y ella una ca- ta de la sección de cuentas y Peggy Olson,
sa de revista en la que educar a sus hijos una secretaria que gracias a su trabajo du-
y servir buenas cenas a su marido. Sin em- ro irá escalando peldaños hasta convertir-
bargo, como explica Berne (2002): se en creativa. Aunque Don es el protago-
nista de la serie, hay otros, como los que
Lo que pasa en el cuarto delantero y acabamos de mencionar, que tienen un
lo que pasa en el cuarto trasero puede gran peso en la historia y se da la misma
ser de dos colores diferentes (…) En len- importancia a lo que les acontece. Son los
guaje de guiones, el cuarto delantero re- personajes fundamentales de la trama du-
presenta el antiguión, donde dominan los rante las tres primeras temporadas.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas 263

Antes de entrar en el análisis de perso- OBJETIVOS Y MÉTODO


najes es importante destacar uno de los
grandes aciertos de la serie: recrear la so- El objetivo fundamental de este artículo
ciedad de la época a través de aconteci- es explicar el éxito de la serie Mad Men
mientos históricos y alusiones a personajes desde el AT.
públicos, así como a la actualidad cultural Este objetivo básico se descompone en
del momento. Los protagonistas hablan del varios particulares:
estreno de películas como El Apartamento • Examinar la influencia de las experien-
(Billy Wilder, 1960), de actrices como Joan cias del pasado en los Estados del
Crawford, de la escritora y pensadora Ayn Ego predominantes de los personajes,
Rand, de la Guerra de Corea (1950-1953), en sus impulsores y en sus decisiones.
la lucha por la presidencia entre Nixon y • Identificar las contradicciones entre la
Kennedy (que supuso el primer debate te- imagen que una persona quiere pro-
levisado de la historia), la crisis de los mi- yectar de otra hacia el exterior y el au-
siles de Cuba (1962) o la muerte de Ma- toconcepto real de ésta.
rilyn Monroe (1962). • Deducir las consecuencias que se de-
Estados Unidos vive un importante cre- rivan de que una persona se adapte a
cimiento económico tras la Segunda Gue- las expectativas que los demás tienen
rra Mundial que se basa, entre otras cosas, sobre ella.
en el aumento de los niveles de consumo • Tomar conciencia de las transacciones
de la población. Esta idea de alcanzar el cruzadas de descuento y de las ulte-
bienestar a través de productos y servicios riores entre hombres y mujeres.
cuenta con un importante aliado a la hora • Dar cuenta y razón de los comporta-
de difundirse: la televisión, un medio joven mientos de las personas dominadas
pero muy potente. La competitividad y el in- por el trabajo.
dividualismo son los valores que caracteri- • Comprobar cómo la posición de una
zan este modelo marcado por una insatis- persona influye decisivamente en sus
facción permanente. juegos y en su guión
En oposición a estos valores, surgen Como metodología, he empleado el Aná-
movimientos juveniles como el hippie, que lisis de Contenido, tal como lo expulso Ole
critica fuertemente la política belicista nor- Holsti (1968), y empleo como categorías
teamericana (Guerra de Vietnam 1964- las del AT. He tomado como ejemplo de
1975). estudio de una serie, el artículo de Valbue-
También, tras la Segunda Guerra Mun- na sobre House (2009) y el de Padilla so-
dial, la mujer se incorpora a la universidad bre Mujeres desesperadas. También he en-
y al mundo laboral rompiendo el esquema contrado muchas ideas en Claude Steiner
tradicional en el que al marido le corres- y de Hoagie Wyckoff (1991).
ponde salir a buscar el sustento mientras
ella se ocupa de la casa y de criar a los ni-
ños. En 1960 se comercializa la píldora an- CÓMO INFLUYE EL PASADO
ticonceptiva que influye en el movimiento DE DON DRAPER EN SUS ESTADOS
de liberación sexual. DEL EGO, EN SUS IMPULSORES
Este es el momento del Movimiento de Y EN SUS DECISIONES
los Derechos Civiles, que comienza a me-
diados de la década de los 50 (Rosa Parks La madre de Don murió al traerle al mun-
y boicot de los autobuses de Montgomery, do. Es algo que le han recordado desde
Alabama) y llega hasta nuestros días. que era un niño y que:

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


264 Paula Requeijo Rey

Es el Mito del Nacimiento del Villano, Su madrastra era estricta, le daba órde-
un hombre cargado desde su nacimiento nes de forma amenazante y siempre le de-
con el horrendo crimen del matricidio… cía que no era su verdadera madre. Su vi-
“Mi madre murió al nacer yo” casi siempre sión de la vida era negativa: “Mi madre de-
es demasiado para cualquiera y no puede cía que la vida es como una herradura: fuer-
soportarse sin ayuda (Berne, 2002, p. 97). te en medio, con dos extremos y dura de
principio a fin”. No creía en sus capacidades
Además, su madre era prostituta. Se cría y le auguraba un mal futuro. Lo descubrimos
primero con su padre, Archibald Whitman, y cuando Don recuerda uno de los episodios
su madrastra, Abigail, y después, con ésta de su infancia en el que un vagabundo les
y su nueva pareja. A través de los recuer- pide casa y comida a cambio de trabajo:
dos de Don podemos ver que su progenitor
era un hombre lleno de prejuicios, bebedor MADRASTRA: Dick Whitman. Deja de
y mentiroso. Pegaba a Don con frecuencia: cavar hoyos. Ve a hacer fuego (tono ta-
“Mi padre me acribillaba a golpes. Y lo úni- jante, manos apoyadas en las caderas).
co que consiguió con eso es que soñara ¿Es que no me has oído?
con matarle”. Murió cuando él tenía 10 VAGABUNDO: Me recuerda a mí.
años: “Estaba borracho y un caballo le dio ARCHIBALD WHITMAN: No me sor-
una coz. Ella (su madrastra) le enterró y prende en absoluto.
después se juntó con otro hombre. Y a mí
me criaron esos dos miserables”. Por si fuera poco, la nueva pareja de su
Veintiséis años más tarde la voz de su madre, al que llaman “el tío Mac”, tampoco
padre sigue muy presente en su cabeza creía en sus cualidades como recuerda su
para machacarle, desanimarle y desvalori- hermano Adam: “Todos decían siempre
zarle. En el capítulo siete de la tercera tem- que eras más listo de lo normal. Pero el tío
porada, Siete veintitrés, Don, bajo los efec- Mac decía que eras tonto”.
tos del alcohol y las pastillas, imagina que Ante este panorama familiar, ha aprendi-
su padre está sentado en una silla, frente do a salir adelante tratando de no pensar
a él y mantienen una conversación: en lo que le hace daño, “huyendo” mental
y físicamente, como él mismo reconoce.
ARCHIBALD WHITMAN: Mírate, vuel- Primero, se alista como voluntario en la
ves a las andadas. ¿Lo sabías? Guerra de Corea y, después, suplanta la
DON: No sé. identidad de su teniente muerto. Cuando
ARCHIBALD WHITMAN: ¿Conrad Hil- Pitt Campbell, uno de sus compañeros, le
ton? No esperarás convencerle fácilmente. amenaza con revelar su verdadera identi-
DON: ¡Cierra la boca! dad a uno de los socios de la agencia de
ARCHIBALD WHITMAN: No te atas a publicidad, Bert Cooper, si no le da el pues-
nada. to de Director de Cuentas, intentará huir de
DON: Cierto. nuevo. Se presenta en el despacho de su
ARCHIBALD WHITMAN: Mírate las amante, Rachel Menken:
manos. Suaves como las de una mujer.
¿Qué es lo que haces? ¿Qué fabricas? DON: Escapemos a Los Ángeles, Mé-
¡Vendes mentiras! xico. Tengo dinero… Ha pasado algo y
quiero irme lejos. Quiero que vengas
La escena representa el diálogo entre el conmigo y no quiero volver… Vámonos a
estado de PC y el N tal y como Berne ha donde sea, a empezar desde cero como
explicado que se produce. Adán y Eva.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas 265

Ante la negativa de Rachel de acompa- hacen infelices a las personas: “Había un


ñarle decide volver a la oficina y enfrentar- psiquiatra en el frente, un chismoso. Opi-
se a Campbell pero, poco después, al ver naba de la vida de todos”.
cómo su matrimonio hace aguas, decide Tiene incorporado el mandato “Sé fuerte” y
marcharse a Los Ángeles unos días. Sin eso le impide permitirse sentir tristeza. Des-
embargo, por mucho que trate de huir, no pués de años sin ver a su hermano, éste re-
puede olvidar su pasado ni pretender que conoce a Don por una foto en el periódico y
no ha influido en la persona que es y cons- se presenta en su oficina. Él niega ser Dick
tantemente le atormentan los recuerdos. Whitman repetidas veces. Poco después, se
Una noche vuelve a casa tarde y despierta entera de que Adam se ha suicidado y deci-
a su hijo Bobby: de dormir, beber y continuar con su trabajo
para que lo que ha ocurrido no le haga daño.
DON: Pregúntame algo. Lo que quieras. Cuando su esposa habla de cómo se siente
BOBBY: ¿Por qué dan luz las bombi- al haber perdido a su madre, él le dice:
llas? “Bets, nada de melancolía. El duelo es
DON: No lo sé. Pero yo nunca te men- solo para alargar la autocompasión”. La
tiría. acompaña al hospital para dar a luz y an-
tes de que entre en la sala de partos le
No quiere parecerse a las personas que aconseja: “Sé fuerte, Bets”. Considera que
le han criado y a las que aborrece: su pa- el cometido del psiquiatra, al que Betty fi-
dre y su madrastra. nalmente acude varias veces por semana
Como decíamos, ha aprendido a sobre- es “hacerla fuerte”.
vivir dejando a un lado sus sentimientos y “Los permisos más importantes son para
no compartiéndolos con nadie, bloqueando amar, para cambiar y para hacer las cosas
su Niño Natural. Le vemos conducir hacia bien” (Berne, 2002, p. 47). Don carece de
la playa de madrugada con una de sus dos de los principales permisos: el de amar,
amantes cuando ésta afirma: ya que no quiere comprometerse ni involu-
crarse en nada que tenga que ver con sen-
BOBBY BARRETT: ¡Qué bien me siento! timientos, y el de cambiar (“He estado ob-
DON: Yo no siento nada. servando mi vida, la veo pasar, y por más
que intento saltar y entrar en ella no puedo”).
En uno de los primeros episodios de Se siente cómodo en grupo, en la oficina
Mad Men, Betty, la mujer de Don, sufre un o en las presentaciones porque no existe el
accidente de coche. Aunque se queda to- riesgo de tener que hablar de sí mismo o
do en un susto, está triste y preocupada. de que surja alguna pregunta personal.
Don intenta no hablar con ella sobre cómo
se siente y simplemente le espeta: “Odio BETTY: Cuando hay más gente tienes
como conduces”. Betty saca entonces el te- muy claro lo que quieres.
ma de sus pulgares. Se le duermen con DON: Yo creo que siempre sé lo que
frecuencia y, tras varias pruebas, han de- quiero.
terminado que no es un trastorno físico. Le
recomiendan visitar a un psiquiatra y él ex- BETTY: A Don no le gusta hablar de
clama: “¡Claro, a hurgar en el capó!”. Lo sí mismo.
mejor para superar algo es hacer que no HARRY CRANE (publicista de Sterling
ha ocurrido, enterrarlo. Por eso no está de Cooper): Nadie sabe quién es. Nadie ha
acuerdo con que su mujer visite al psiquia- levantado esa piedra. Podría ser Batman
tra. Considera que son unos cotillas que y no saberlo.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


266 Paula Requeijo Rey

Piensa constantemente en su trabajo. buen humor, le prepara el desayuno por la


Da igual dónde esté. Le vemos escribiendo mañana, le despide con un beso y le es-
eslóganes sobre la servilleta de un bar o pera todas las noches con la mesa puesta
dormido en la cama con su cuaderno de y una cena casera. Cuando Betty dice que
ideas (P). Con los clientes demuestra que quiere trabajar como modelo otra vez, él no
es un gran estratega y suele utilizar la reti- está de acuerdo y tampoco le gusta que
rada aparente y mostrarse duro cuando no quiera ir a la piscina con un bikini y una blu-
aceptan sus propuestas para las campañas sa de gasa abierta: “Es de buscona”.
en un principio (A). Una de sus mejores ca- Es una gran contradicción si pensamos
racterísticas, que le hace simpático a ojos en cómo son las mujeres con las que la
del público y contrarresta sus rasgos me- engaña. Las principales durante las tres
nos amables (las infidelidades continuas a primeras temporadas (Midge Daniels, Ra-
su mujer, el no querer hablar de sentimien- chel Menken, Bobby Barrett y la maestra
tos), es su ironía (A). de su hija) trabajan fuera de casa y viven
su sexualidad de forma libre.
PITT CAMPBELL: Me alegro de haber Presenta un guión de Don Juan:
vuelto.
DON: Sí que ha sido triste tu luna de Cuando encuentra a la mujer que
miel. coincide con su ideal, se sienta a su la-
do en el Cadillac o el Corvette y hace ga-
DON: (Ve una gallina que se pasea la de ella antes sus amigos… (Wyckoff,
por la oficina) Es el nuevo becario. en Steiner, 1991, p. 269).

Su Pequeño Profesor (el A en el N) es- Esto es precisamente lo que él hace con


tá muy desarrollado en lo que se refiere al su esposa, lucirla antes los demás en las
campo creativo. Es capaz de tener buenas fiestas y cenas de empresa. Sin embargo,
ideas en poco tiempo centrándose en sus haber encontrado a una Mujer de Plástico
propias experiencias y en lo que le rodea. como Betty, que se ajusta a su guión, no le
Sin embargo, no se muestra como un Pe- impide tener todo tipo de amantes y esfor-
queño Profesor cuando se enfrenta consi- zarse por conseguir las caricias de las que
go mismo. se lo ponen más difícil, como Rachel Men-
ken o la maestra de su hija. Parece que la
primera es su mujer perfecta. La madre de
LAS CONTRADICCIONES Rachel murió también al traerla al mundo y
ENTRE LA IMAGEN QUE UNA PERSONA esto hace que se sienta identificado con
QUIERE PROYECTAR DE OTRA HACIA ella. Es espontáneo, le habla sobre su pa-
EL EXTERIOR Y EL AUTOCONCEPTO sado y expresa sus emociones y senti-
REAL DE ÉSTA. LAS RELACIONES mientos. Pero la relación dura poco tiempo
ENTRE DON Y BETTY DRAPER porque “lo que él (el Don Juan) entiende
por amor corresponde a un guión vacuo…”
La esposa de Don, Betty, es aparente- (Wyckoff, en Steiner, 1991, p. 269).
mente un ama de casa atractiva, dulce y En su artículo Juegos, guión y pareja
complaciente que disfruta cuidando de él y (Revista de AT y Psicología Humanista,
de sus hijos. Esa es la imagen que Don de- vol. XXVII, nº60) Camino Roca y Coca Vi-
sea que proyecte ante los demás y es lo la establecen una relación entre los guio-
que él quiere tener cuando llega a casa. nes temporales, los Drivers (también cono-
Una mujer impecable y bella que está de cidos como mandatos o impulsores de la

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas 267

personalidad) y las disfunciones sexuales. caricias de su entorno. Betty la admira pre-


Los guiones de «siempre» se correspon- cisamente por su físico: “Mi madre tenía
den con Don Juanes y seductoras que si- dos años más de los que dice tener Joan
guen el mandato «Sé fuerte». Como ya Crawford y seguía siendo atractiva… Me
hemos indicado, este es precisamente el gusta pensar que acabaré teniendo un as-
impulsor de Don que nunca pide ayuda y pecto tan bueno como el que tenía ella…
oculta sus emociones, especialmente las (Joan Crawford). Fue una de las divas y…
que se asocian con la debilidad. ahora está tan vieja. Yo quiero morirme an-
tes de estar así. Es la mejor opción”. Estas
palabras revelan uno de los mandatos del
LAS CONSECUENCIAS guión de Mujer de Plástico que guía su vi-
QUE SE DERIVAN DE QUE UNA da: «No envejezcas» (Wyckoff en Steiner,
PERSONA SE ADAPTE 1991, p. 243). El otro mandato fundamen-
A LAS EXPECTATIVAS tal en el caso de Betty es: «Consigue un
QUE LOS DEMÁS TIENEN SOBRE ELLA. hombre»”.
EL CASO DE BETTY DRAPER Para cumplir estos mandatos ha de cui-
dar su imagen siempre. De ahí que su
La mujer de Don tiene 28 años y es muy preocupación por el físico raye algunas ve-
atractiva, pero cuando era una niña tenía ces en la obsesión, algo que se manifiesta
sobrepeso: “Yo de niña era gordita, aunque en la relación con su propia hija:
no lo parezca”. Su madre la reprendía por
comer y engordar: “A mi madre le preocu- BETTY: ¿Has visto la cara de Sally?
paba mucho la imagen y el peso. Yo siem- Creo que tiene un moretón.
pre comía mucho. Me gustan los perritos. DON: No lo he visto.
Mi madre me decía: te pondrás como una BETTY: En el pómulo, debajo del ojo.
vaca”. DON: Creía que era ketchup.
Este es el requerimiento del guión de BETTY: Podría haberle quedado una
Betty que su madre unió a la idea de sole- cicatriz.
dad, haciéndole ver que si seguía así, no DON: No empecemos a elucubrar.
encontraría a un hombre porque lo que a BETTY: Si le hubiera pasado a Bobby,
ellos les interesa de una mujer es su as- no sería grave porque una cicatriz en un
pecto: “Quería que fuera guapa para que chico no es nada. Pero en una chica es
encontrara un hombre”. Tampoco aprobaba mucho peor.
su trabajo como modelo: “Ella lo odiaba. DON: Están los dos bien.
Aunque Susie Parquer ganara cien mil dó- BETTY: No paro de pensar no que hu-
lares ese año. Mi madre lo odiaba. Me lla- biera podido matar a los niños, sino algo
mó prostituta”. Su madre murió hace unos peor como que Sally hubiera sobrevivido
meses. Esto es precisamente lo que hace y tuviera que seguir con una horrible ci-
que el guión que trazó para su hija esté catriz en la cara y vivir siempre sola,
muy presente porque “la muerte… no siem- marginada por todos. Don (empieza a llo-
pre rompe el hechizo; en la mayoría de los rar), ¿qué me está pasando? Necesito
casos lo hace más vinculante” (Berne, que me vea alguien.
2002, p. 121).
La madre de Betty consigue así que la En otra ocasión comenta que hay una
seguridad de ésta dependa de que los de- foto familiar que no le gusta porque “Sally
más la acepten por su belleza y sumisión. sale gorda”. Lo ha aprendido de su madre
Le enseñó que es la forma de conseguir y ahora es lo que enseña a su hija.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


268 Paula Requeijo Rey

Cuando acompaña a Don a las fiestas y madre como tú. Guapa y dulce. Llena de
cenas de trabajo prueba la validez de este paz y amor. Como un ángel”.
guión. Como él mismo le recuerda en más Eso es precisamente lo que le falta a
de una ocasión: “Todos esperan verme con Betty: paz interior. Lo apreciamos clara-
la elegante, preciosa y glamurosa Betty mente a través de La Comunicación No
Draper. Quiero lucirte, Bets”. Verbal, en concreto en uno de sus gestos:
La gente alaba su belleza pero cuando encoge la mano y se clava las uñas en la
llega el momento de tratar temas serios, palma. Los pulgares se le duermen y no es
nadie se dirige a ella y se siente aislada. capaz de moverlos bien. En uno de los pri-
“La gente la ignora a menos que se disfra- meros capítulos está en el tocador de se-
ce de muñeca Barbie” (Wyckoff en Steiner, ñoras con una conocida maquillándose, pe-
1991, p. 243). En una de las fiestas vemos ro no puede abrir el pintalabios: “¿Puedes
cómo su marido charla con los clientes ayudarme? Creo que mis pulgares se han
mientras está sola en una esquina, apa- tomado el día libre. ¿Alguna vez se te han
rentando entretenerse con algo. dormido?”.
Por otro lado, no se cumple lo que ella Sus continuos conflictos internos provie-
espera obtener con el guión que su madre nen de su insatisfacción personal porque
le ha trazado: ser capaz de retener a un su imagen de sí misma y su seguridad se
hombre con su belleza. Es guapísima, una basan en cómo la ven los demás.
doble de Grace Kelly como muchos le re- Suele hablar a sus hijos desde el PC,
cuerdan, y va siempre impecable, pero su dándoles órdenes negativas o tajantes:
marido no está interesado en ella, no le “¡No dejéis el bañador en el suelo!, ¡Id a
presta atención y no le da lo que necesita. ver la televisión!, ¡Subid arriba!, ¡Obede-
Además, este guión le provoca una terrible ced!”. Los prejuicios (PC) y los miedos
ansiedad porque, ¿qué ocurre cuando la (NA) que alberga se manifiestan con la
belleza se termina? La madre de Betty no llegada de una nueva vecina, Helen Bis-
le dijo que venía después y ahora no pue- hop, divorciada de 32 años que tiene dos
de preguntárselo porque está muerta. niños pequeños y trabaja como depen-
Actúa fundamentalmente desde el NA. dienta en una joyería. Betty y sus veci-
Es miedosa: teme el rechazo y la soledad. nas, especialmente Francine Hanson, jue-
Para evitarla trata de agradar y estar de gan a Sala de Audiencia, manteniendo
acuerdo con los que le rodean, lo que le da charlas críticas en las que intercambian
una apariencia de dulzura. todo tipo de prejuicios relacionados con el
estereotipo de mujer divorciada. Este jue-
DON: Siempre he creído que una per- go es propio de una persona que “nece-
sona va al psiquiatra cuando se siente in- sita seguridad… e interiormente sabe que
feliz. Pero miro todo esto (su casa), a ellos no tiene razón” (Valbuena, 2006, p. 190).
(sus hijos) y a ti y pienso: ¿No eres feliz? Helen es en realidad la representación de
BETTY: Claro que soy feliz. lo que Betty teme. Por un lado, le asusta
DON: Serán 35 dólares, un placer (el la soledad y el tener que ser autosufi-
precio de cada sesión de psicoanálisis). ciente, el no tener a alguien que le dé di-
BETTY: Lo importante es tu opinión. rectrices y, por otro, el juicio de los que le
DON: Bien. rodean, el qué dirán.
Mientras va en coche con sus hijos, ve
Belleza y docilidad son las únicas cuali- a Helen Bishop y se pone tan nerviosa, que
dades positivas que su marido ve en ella: comienza a apretarse las uñas contra la
“Habría dado lo que fuera por tener una palma de la mano, los pulgares se le duer-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas 269

men y pierde el control del coche. Como GLEN: Es usted guapa.


ella misma le explica a su psiquiatra, sabe BETTY: Gracias, cariño.
que su marido le es infiel y aunque “debe- GLEN: Muy guapa.
ría estar enfadada, escondo la cabeza co- BETTY: Eres un encanto, Glen.
mo un avestruz”. Está resentida con Don GLEN: Su pelo es muy bonito. Parece
porque sabe que la engaña con otras pero una princesa.
actúa como si no lo supiera. No se atreve BETTY: Ojalá fuese verdad.
a decírselo hasta que se hace demasiado GLEN: ¿Me da un poco? ¿Me da un
evidente y no puede aguantar más. Esto le mechón de pelo? Uno muy pequeño, no
provoca accesos de ira repentinos. En una lo notará.
ocasión, está ordenando el comedor y hay
una silla que cojea. Empieza a golpearla Ya en la segunda temporada, Glen se
contra el suelo hasta romperla. Cuando es- escapa de casa y se refugia en la casita del
tá con su vecina, Francine, se queja de la jardín de Betty. Ella se lo encuentra allí y
actitud de Don. Las dos juegan a ¿No es lo invita a pasar a casa. Sabe que el ado-
horrible? porque “no quieren realmente lescente está enamorado de ella y parece
cambiar un estado de cosas” (Valbuena, complacida. Le lava la ropa, comen juntos
2006, p. 182). y ven la tele en el sofá cogidos de la ma-
Otro de los momentos en los que mues- no. La situación es ridícula e inquietante al
tra sus prejuicios es cuando su padre llega mismo tiempo porque parecen un matrimo-
de visita con su novia, Gloria: nio y él tiene solo diez años.

BETTY: Por favor. Es impropio. Me GLEN: He venido a rescatarla.


imagino lo que dirán en el club. Seguro BETTY: (sonríe) ¿Has traído tu capa?
que (Gloria) le estaba esperando a la sa- GLEN: Hablo en serio. Iremos donde
lida del funeral (de la madre de Betty) quiera. Tenga dinero.
con la blusa desabrochada. Su marido BETTY: Oye, Glen…
era un farsante. Y sus hijos… Louis no
se ha casado. Dentro de unos años se La conversación entre ellos no continúa
irá a pescar a los entierros. porque llegan los hijos de Betty con su
asistenta, Carla.
Practica el juego Pseudoviolación en pri-
BETTY DRAPER mer grado con Roger Sterling, el jefe de
Y SUS TRANSACCIONES Don, porque se trata de un “flirteo” que “aca-
CON LOS HOMBRES ba con un Aprecio sus atenciones” (Valbue-
na, 2006, p. 213). Están cenando los tres en
Cuando tiene frente a ella a alguien del casa de los Draper y Betty coquetea con él.
sexo opuesto, suele sonreírle constante- Se nota especialmente en la dimensión no
mente y se siente complacida si éste alaba verbal y dentro de ésta, en la kinésica (ex-
su belleza. Es particularmente llamativa la presiones faciales y gestos) y el paralen-
relación que se establece entre ella y Glen, guaje (en este caso el tono que emplea).
el hijo de una de sus vecinas, que tiene só-
lo 10 años. Una noche, va a cuidar de él y ROGER: Me estás dejando mal ante
de su hermana menor, que está dormida, y esta dama.
tras reprenderle por abrir deliberadamente BETTY: Imposible (tono de sorpresa,
la puerta del baño mientras ella está den- parpadeos, sonrisa amplia, mueve el
tro charlan: cuello hacia delante y lo baja ligeramen-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


270 Paula Requeijo Rey

te. Roger cuenta entonces una historia Emplea una transacción angular cuando
sobre la Segunda Guerra Mundial. Ella Don le echa en cara lo que ha ocurrido. En
apoya el mentón sobre la mano izquier- el plano psicológico, se mueve desde el A
da cerrada y le mira fijamente). tratando de convencer a Don de que no ha
BETTY: (tras escuchar la historia) ocurrido nada y en el social, aparenta in-
¡Parece imposible! (tono de entusiasmo y genuidad (N) e indignación (P).
sorpresa, sonrisa amplia, ladea la cabe-
za del lado derecho al izquierdo). DON: ¿Qué ha pasado?
BETTY: ¿Cuándo?
Roger aprovecha que Don va al garaje a DON: Cuando he vuelto parecía que
buscar una botella de vodka para lanzarse alguien hubiera encendido el horno.
sobre ella, que está de espaldas a él. Co- BETTY: Eso es ridículo.
loca sus manos casi debajo del pecho de DON: Mentira.
ésta. BETTY: No ha pasado nada excepto
que tu jefe borracho ha arruinado la no-
BETTY: Roger (tono de sorpresa y re- che. ¿Podemos dejarlo?
proche, al mismo tiempo sonríe).
ROGER: ¿Cómo has podido tener dos La conversación continúa hasta que de-
niños? cide marcharse, Don se lo impide y enton-
BETTY: (Tono tranquilo, sonrisa y ex- ces provoca una transacción punzante.
presión de agrado) No… no hagas esto.
ROGER: Llevas toda la noche coque- DON: No vuelvas (la agarra por un
teando conmigo (Betty se moja los labios brazo) a tratarme así en mi propia casa.
y los aprieta). No me digas que no me Sé lo que he visto.
estabas buscando, Betty (ladea la cabe- BETTY: (Se suelta de él, baja la ca-
za hacia la derecha y suspira). ¡Hueles beza ligeramente, desvía rápido la mira-
tan bien (tono insinuante)! da a la derecha y la vuelve a fijar en
BETTY: (suspira) Voy (ladea la cabe- Don). ¿Vas a estamparme contra la pa-
za) a hacer más café. red? Te sentirás mejor.
ROGER: Quiero que sepas que cuan- DON: A veces parece que viva con
do me acueste, pensaré toda la noche en una niña.
ti. (Betty baja ligeramente la cabeza y
vuelve a mojarse los labios). En clases de hípica conoce a Arthur
Keys, un apuesto joven que se siente atraí-
La contradicción entre la parte verbal y do por ella. Betty lo sabe porque una de
la no verbal, uno de aspectos fundamenta- sus amigas, Sarah Beth, se lo cuenta.
les del Análisis Transanccional, es clara. Cuando él trata de confesarle lo que sien-
Aquí, además de la kinésica y el paralen- te, dice no estar cómoda aunque continúa
guaje, hay una tercera categoría dentro de la conversación hasta tener que rechazar-
la Comunicación no Verbal, que nos indica lo: “Arthur, me gusta hablar con usted. No
que Betty practica un juego: la proxémica. diga nada que lo estropee”.
La distancia entre Betty y Roger es mínima, Por otro lado, a Sarah Beth le gusta Art-
de unos 10 centímetros, aproximadamente. hur. Betty le prepara una cita con él sin que
En ningún momento le aparta; al contrario, ambos lo sepan, fingiendo que se trata de
deja que le agarre por debajo del pecho una comida a la que asistirán los tres. Sa-
mientras se produce la conversación, has- ra Beth acaba por acostarse con Arthur
ta que oportunamente Don los interrumpe. que, poco después, se casa con su pro-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas 271

metida. Betty la llama y se muestra deses- importante tenerlo presente para entender
perada. Ha engañado a su marido pero es- la relación que mantienen Betty y Don por-
tá locamente enamorada del joven. En lu- que ejemplifica el fracaso de la programa-
gar de ofrecerle consuelo o consejo Betty, ción de los roles sexuales en el hombre y
que ha propiciado el encuentro a solas en- la mujer como pone de manifiesto esta con-
tre Sarah y Arthur, la juzga duramente y le versación entre ambos:
recuerda: “Hay una diferencia entre desear
y hacer”. BETTY: No te responsabilizas de na-
Como hemos visto, ella se siente com- da de lo que pasa en casa.
placida con las atenciones de los hombres DON: Pago los gastos, la ropa que lle-
y coquetea con ellos pero no va más allá. vas, tu hípica…
Por ejemplo, cuando se le estropea el co- BETTY: ¿Cómo te atreves? Me paso
che, flirtea con el mecánico para conseguir aquí el día, sola con ellos. Me superan.
que le cambie la correa de distribución sin DON: ¿Qué hay de Carla? ¿Ella no
cobrarle, pero no llegará a nada con él. Lo cuenta?
suyo es practicar Pseudoviolación en pri- BETTY: No es su trabajo criar a nues-
mer grado. Sólo cuando Don le confirma tros hijos. Cargo con todo. Llegas de no-
que le ha engañado se acuesta con un ex- che y quieres ser el héroe.
traño en el almacén de un bar después de DON: Te lo cambio por todo lo que ha
coquetear con él. pasado hoy. Te tiraría por la ventana (se
empujan mutuamente).

TRANSACCIONES CRUZADAS Wyckoff explica que:


DE DESCUENTOS Y ULTERIORES
ENTRE HOMBRES Y MUJERES En tanto que mujeres y hombres, es-
tamos programados para desarrollar cier-
ROGER STERLING (uno de los so- tas partes de nuestra personalidad, al
cios de la agencia Sterling Cooper): Lo mismo tiempo que prescindimos del de-
pierden con la edad, el brillo de la juven- sarrollo de otras… Tradicionalmente se
tud. Es como si a los 30 alguien les apa- supone que el hombre debe ser racional,
gara la luz. productivo y muy trabajador, pero no se
supone que sea emotivo en cuanto a sus
Uno de los temas principales de Mad sentimientos o experiencia amatoria. Por
Men es el sexismo. Refleja cómo la mujer otra parte, se supone que la mujer no
era tratada como un ser del que sólo se te- piensa racionalmente, que es incapaz de
nía en cuenta una dimensión: la física. A ser prudente con su talonario de cheques
los hombres sólo les interesa su belleza y o ser poderosa (Wyckoff en Steiner,
atractivo. Cada pocos minutos escuchamos 1991, p. 225).
un comentario sexista o presenciamos un
acontecimiento donde se nos da a enten- Adler también define un estereotipo ma-
der esta idea. También vemos a persona- culino:
jes que tratan de encajar en lo que se con-
sidera como el estereotipo masculino o el Ante todo, algo puramente egoísta, al-
femenino, y cómo hay mujeres que luchan go que satisface al amor propio, es de-
contra él (Rachel Menken y Peggy Olson). cir, la superioridad, el predominio sobre
Necesitaríamos escribir un artículo com- los demás, y todo esto con auxilio de ras-
pleto para tratar el tema. Sin embargo, es gos de carácter de apariencia activa, co-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


272 Paula Requeijo Rey

mo valor, fortaleza, orgullo, recuerdo de ces, con el objetivo de que Don reconozca
conquistas de toda especie, especial- que no se interesa por su familia o para
mente de mujeres, logro de empleo, dig- provocar respuestas punzantes. Su intui-
nidades y títulos y el prurito de endure- ción (Pequeño Profesor) le revela que su
cerse contra toda clase de impulsos “fe- marido le engaña y que no tiene interés en
meninos”, abnegación, resignación, etc. ella. Su NN es débil a diferencia de su NA
(Adler, 1968, p. 111). (necesidad de agradar y miedo a la sole-
dad).
Por tanto, el PC cumple un importante Se considera que estos estereotipos son
papel. En el caso de Don lo vemos en las románticos porque el hombre y la mujer, al
relaciones con su mujer y con la mayoría igual que las dos mitades de una naranja,
de sus empleados. También desarrolla su al unirse se completan. Nada más lejos de
A. Utiliza la lógica muy a menudo en su tra- la realidad ya que al sumar sus dos perso-
bajo, es muy irónico y tiene autocontrol (al nalidades tenemos únicamente “un Padre
menos cuando está frente a otros). El PP Protector, un Adulto, un Pequeño Profesor,
de los hombres, según el esquema de dos medios Niños Naturales y dos Padres
Wyckoff, es débil aunque Don sí suele em- Cerdos” (Wyckoff, en Steiner, 1991:238).
plearlo con sus hijos y con algunas muje- Es habitual que en las relaciones hom-
res. El Pequeño Profesor es importante en bre-mujer surjan así las transacciones de
su trabajo, en el que despliega gran creati- descuento:
vidad. Sin embargo, casi no emplea la in- El descuento es una transacción cruza-
tuición y ha bloqueado su NN. De ahí que da en la que el descontado emite un estí-
no comparta sus vivencias o sentimientos: mulo desde su estado del yo Adulto al
Adulto de otra persona, y esa persona res-
BETTY: ¿Tuviste niñera? Nunca te lo ponde desde su Padre o Niño” (Steiner,
he preguntado. 1991, p. 170).
DON: ¿Qué importancia tiene? Don somete a Betty a descuentos en dis-
BETTY: No lo sé. Es que nunca lo ha- tintas ocasiones:
bíamos hablado. ¿Tuviste?
DON: No, claro que no. BETTY: ¿Sabes qué? Creo que no
BETTY: ¿Entonces tus padres son los quieres ir (a pasar la noche de Acción de
responsables de todo esto? Tendré que Gracias con su familia).
darles las gracias. DON: Me parece que te lo acabo de
DON: Por Dios, Bets. En política, reli- explicar (tono autoritario).
gión y sexo, ¿para que hablar de ello? BETTY: (Suspira y dice que no con la
BETTY: Tienes razón (pero se queda cabeza). No entiendo por qué te niegas
despierta, pensando y pregunta, “¿quién a integrarte en mi familia.
hay ahí?”). DON: (Suspira, se gira y apaga la luz
para dormir).
Las mujeres, al igual que los hombres,
tienen desarrollado el PC. Betty lo activa en La actitud de Don revela poco interés,
las charlas críticas con sus vecinas y con falta de ganas, pero en lugar de recono-
su hermano. También con sus hijos se cerlo es tajante y da por zanjada la cues-
mueve desde el PC en lugar del PP. Esta tión (PC). Se trata de un descuento de in-
es una de las diferencias con el modelo de tuición. La intuición no es como la lógica,
Wyckoff, en el que la mujer tiene un PP que no precisa confirmación, sino que al no
fuerte. Su A es débil y lo utiliza pocas ve- ser “100% fiable, necesita ser modificada a

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas 273

través de la retroalimentación… La infor- Los descuentos y las transacciones ulte-


mación procedente de los que descuentan riores han hecho a Betty dudar de su intui-
contradice persistentemente la información ción. Parece contradictorio pero está más
intuitiva de su Pequeño Profesor” (Steiner, tranquila al saber que su marido le es infiel
1991, p. 174). De ahí que la persona que porque ya no tiene que dudar de su Pe-
sufre numerosos descuentos pueda caer queño Profesor.
en la paranoia.
Don también emplea con ella transaccio-
nes ulteriores. La engaña con distintas mu- LOS COMPORTAMIENTOS
jeres y ella lo intuye desde hace tiempo por DE LAS PERSONAS DOMINADAS
su actitud y porque pasa algunas noches POR EL TRABAJO
fuera. El marido de una de sus amantes se
lo confirma y en un principio, actúa como si Peggy Olson entra en la agencia Ster-
no lo supiera pero, finalmente, se decide a ling Cooper como secretaria de Don Dra-
decírselo: per. Gracias a su intuición para la publici-
dad y a su trabajo exigente consigue as-
BETTY: (llorando) Sé que estás con cender, y al final de la segunda temporada
esa mujer. ya es una creativa que dispone de despa-
DON: ¿Qué? cho propio.
BETTY: Ya me has oído. Sé que tie- En el primer capítulo, Peggy sigue el
nes una aventura. Tú y Bobby Barrett. consejo de Joan Holloway, la responsa-
¿Cómo has podido? Es muy mayor. ble de Administración, y trata de mostrar
DON: ¿Qué? Betty, eso es ridículo. a su jefe, Don Draper, que está dispues-
BETTY: Sólo te digo que lo sé. ta a tener algo con él. Éste la rechaza y,
DON: A ver, Bets. ¿Qué sabes? Ven- a partir de ahí, decide no ser valorada
ga, dímelo. por su físico o conseguir sus objetivos a
BETTY: Jimmy me lo contó todo. través de las relaciones sexuales con
DON: (Se ríe) ¡Ja! Jimmy me odia. hombres.
BETTY: Me lo contó todo.
DON: ¡Ah, venga! Dime qué más te dijo. PEGGY: ¿Por qué cada vez que un
BETTY: Os vi a los dos juntos. No soy hombre de esta oficina nos invita a co-
como crees. Y yo ya sé qué clase de mer somos el postre?
hombre eres. JOAN: Es terrible… (sarcástica).
DON: ¿Crees que me acostaría con ella? PEGGY: Me siento acosada en cada
BETTY: No sabes negarte. Admítelo. esquina. Soy de Bay Ridge (un barrio de
Brooklyn), tengo modales. ¿Por qué no
Don aparenta actuar primero desde el N me dejan trabajar tranquila?
mostrando sorpresa y después, desde el JOAN: Porque los hombres nos mo-
PC con indignación y retándola a que le de- lestan todo el tiempo, nos persiguen por
muestre que la está engañando con otra. la calle (sarcástica).
Betty le pide que no vuelva a casa en una
temporada y él desaparece varias sema- Peggy busca comprensión y se lamenta
nas. Al volver reconoce lo que ha hecho: pero obtiene las ironías de Joan porque
ella, precisamente, utiliza su belleza como
DON: Te falté al respeto. un arma y no se ve como una víctima. Con-
BETTY: Al menos sé que no estoy lo- sidera que debe aprovecharse de su físico
ca. Es un alivio. para obtener lo que desea.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


274 Paula Requeijo Rey

JOAN: ¿No quieres destacar aquí? Es una de las primeras en llegar a la ofi-
PEGGY: Soy la primera redactora en cina y nunca abandona su puesto antes de
esta oficina desde la guerra. Me lo ha di- la hora fijada. Al volver a casa, continúa
cho Marge. trabajando. También permanece en su
JOAN: ¿Qué? ¿Es eso lo que busca- puesto mientras el personal de la oficina
bas? Creía que lo hacías para acercarte celebra fiestas a su alrededor. En varios
a Paul. capítulos, se hiperboliza su obsesión. En el
PEGGY: Gracias otra vez (le devuel- último de la primera temporada, La Rueda,
ve un vestido). Peggy tiene fuertes dolores. Va al hospital,
JOAN: Dicen que te van a asignar a donde le explican que está rompiendo
un cliente porque su mujer te vio y está aguas. Ha estado tan ocupada con su tra-
tranquila de que él trabaje contigo. bajo, lo único en lo que centra su atención,
PEGGY Tú tampoco estás delgada. que no se ha dado cuenta de que está em-
JOAN: Yo sé lo que los hombres pien- barazada. En el tercer capítulo de la terce-
san de mí. Estás ocultando todo tu atrac- ra temporada, Kentucky, mi viejo hogar, ve-
tivo con demasiada comida. mos cómo prueba la marihuana por prime-
PEGGY: Yo sé lo que piensan de ti. ra vez y, aún bajo sus efectos, todas las
Que buscas un marido y que diviertes. Y ideas que se le ocurren están relacionadas
no en ese orden. con una campaña publicitaria.
Al igual que le ocurre con Joan, se en-
Peggy logra convertirse en redactora cuentra con otras mujeres que le hacen ver
creativa. El problema es que el trabajo es que para ascender no sólo cuenta trabajar
su único interés. Su Adulto está contami- mucho sino aprovecharse de su género:
nado por el Padre y el Niño excluido. Es
“una persona tan dominada por los debe- BOBBY BARRETT: Si quieres el despa-
res que le internalizó el Padre, que sufre cho de la esquina empieza a tratar a Don
una superidentificación con su trabajo” como un igual. Y nadie te dirá esto pero no
(Valbuena 2006, p. 62). puedes ser un hombre, no lo intentes. Sé
una mujer. Es un arma poderosa si la usas
PITT: ¿Qué haces esta noche? bien. ¿Entiendes lo que digo, cielo?
PEGGY: Trabajar e irme a casa. PEGGY: Creo que sé.

PEGGY: Tengo trabajo. En un episodio posterior, acude con un


COMPAÑERA DE PISO: No sé por vestido escotado a un club de striptease al
qué haces eso. Yo cuando salgo, me ol- que sus compañeros van después del tra-
vido. bajo. Es una excepción con un fin laboral:
que la tengan en cuenta en las reuniones
PEGGY: Pues me alegro de que él con los clientes. Normalmente sólo cena o
quiera verme. Pero yo a él no. Trabajo va a la iglesia de vez en cuando con su
mucho. No tengo tiempo libre. madre y su hermana mayor. El capítulo no-
veno de la segunda temporada, Seis me-
DON: Peggy, los dos hemos tenido un ses de permiso, se abre con la muerte de
buen día. Puedes irte ya. Marilyn Monroe. Su vida es similar a la de
PEGGY: Son las cuatro y media. los protagonistas que analizamos: tenía
DON: Es lo máximo que puedo hacer éxito profesional pero algo fallaba en su vi-
por ahora. da personal. Será Peggy precisamente la
PEGGY: Aún tengo trabajo. que hable de Marilyn:

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas 275

PEGGY: Me cuesta creer que estuvie- SRA. CAMPBELL: Ya hemos sacado


ra tan sola siendo tan famosa. la ropa de verano. Esperamos que Trudy
ASCENSORISTA: Hay gente que se y tú podáis venir con nosotros a la casa
esconde a plena vista. de la playa.
PEGGY: Por lo menos mi madre y mi PITT: Lo intentaré. No sé si podré pe-
hermana me llaman. dir vacaciones en el trabajo.
DON: El suicidio es inquietante. SR. CAMPBELL: Trabajo… Todavía
no entiendo lo que haces.
SRA. CAMPBELL: Os perderéis la
CÓMO LA POSICIÓN DE UNA PERSONA temporada de moras.
INFLUYE DECISIVAMENTE SR. CAMPBELL: Vas al club por tra-
EN SUS JUEGOS Y EN SU GUIÓN bajo, a un restaurante por trabajo… Lle-
vas a gente a cenar, de copas, de pros-
Pitt viene de una familia adinerada e im- titutas. No es un trabajo decente.
portante de Nueva York venida a menos. SRA. CAMPBELL: ¡Ah! Me encanta
Su madre es Dorothy Dyman, y los Dy- tener a Trudy en la familia. Es cariñosa y
man, como explica Bert Cooper en el muy agradable.
cuarto episodio de la primera temporada, PITT: Hago mucho más que eso.
Nueva Ámsterdam: “Poseían casi todo lo SR. CAMPBELL: ¿Un publicista? ¿En
que hay al Norte de la 125. Su abuelo lo serio? Dime que un abogado hace mu-
perdió todo en el 29 por pánico”. Pese a cho más que eso y me lo creeré.
ello, los padres de Pitt siguen creyendo PITT: (Entrelaza las manos). No pue-
que lo más importante es el dinero, junto do explicarte en qué consiste el negocio.
con los derechos y deberes que deben re- Trudy ha visto un apartamento que le
gir para la clase alta. Su posición es la gusta.
“esnob o de clan, basada en prejuicios”: SR. CAMPBELL: ¿Ah, sí? ¿En qué
Yo (familia adinerada) +, Nosotros (los de zona?
clase social alta) +, Ellos (los que están PITT: En la 83 con Park Avenue.
fuera de la clase alta) - . Han ido de más SR. CAMPBELL: ¿Seguro que quie-
a menos pero su orgullo de clase sigue al- res vivir tan alejado?
to porque “la persona será tan reacia a la PITT: No está lejos, papá.
hora de abandonar (su posición) como si SR. CAMPBELL: Es mal sitio desde
tuviera que abandonar los cimientos de su la 79.
casa” (Berne, 2002, p. 108). Es la que SRA. CAMPBELL: No, cariño, es mal
mantiene también Pitt, al que en ocasio- sitio desde la 86. Esa zona es muy boni-
nes escuchamos hacer comentarios cla- ta.
sistas. Como veremos más adelante, esta PITT: Lo es y… bueno, el apartamen-
posición básica “sobre la que está monta- to es bastante caro así que necesitamos
da su vida” determina su juego favorito y una ayuda con la entrada.
su guión. SR. CAMPBELL: ¿Ah sí?
Pitt va de visita a casa de sus padres y PITT: Sí.
en unos pocos minutos entendemos la re- SR. CAMPBELL: No me parece una
lación que mantiene con el Sr. Campbell: buena idea.
PITT: (Suspira). ¿Y eso por qué?
SR. CAMPBELL: El barco ya está lis- SR. CAMPBELL: (Con tono de enfa-
to. Tu prima Sarah tendrá un hijo. Se do). Simplemente, no lo veo una buena
llamará como tu tío Skip. Me gusta. idea.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


276 Paula Requeijo Rey

PITT: (Extiende los brazos sobre las PITT: Siento no haber bajado lo bas-
piernas y entrelaza las manos). Te pare- tante sus expectativas.
ció buena idea ayudar a Bud cuando DON: Haz tu trabajo. Llévale en barco
atropelló a esa chica en Montang en ve- y ponle un bañador (sarcástico). Déjame
rano. ¿Cuánto te costó? a mí las ideas (tajante).
SRA. CAMPBELL: (Abandona la habi- PITT: Yo tengo ideas.
tación). DON: ¡Ja! Estoy seguro (sonrisa iróni-
SR. CAMPBELL: (Frota su pulgar con- ca). Aquí hay más intelectuales y artistas
tra la copa que sostiene y suspira). Quie- frustrados que en el III Reich.
ro pensar que tu profesión es la causan- PITT: Y es más, tengo buenas ideas.
te de esta falta de modales. De hecho, siempre llevo papel y pluma
PITT: Te lo devolveré. para anotarlas todas. El márketing direc-
SR. CAMPBELL: No es por el dinero, to, se me ocurrió a mí. Resultó que ya
Peter. Lo sabes. existía, pero yo lo descubrí por mis me-
PITT: (Deja la copa con fuerza sobre dios. Y, de pronto, vengo aquí y me de-
la mesa y se abrocha la chaqueta). ¿Por cís que mi fuerte son los clientes, lo que
qué os resulta tan difícil darme algo? me extraña porque nunca lo habían sido.
SR. CAMPBELL: Te lo hemos dado
todo, hasta tu nombre. Y mira qué has Desvaloriza el trabajo de Pitt: “Llévale en
hecho con él. barco y ponle un bañador” al igual que hi-
PITT: (Expresión de ira). zo antes su padre. Él cree que tiene cosas
que ofrecer y su objetivo es demostrar a los
El padre de Pitt no aprueba nada de lo demás lo que vale. Esto alimenta su ambi-
que hace: su trabajo, el lugar dónde quiere ción, es lo que origina su obsesión de as-
vivir, sus modales… No le da permisos, no cender en la empresa y llegar a ser direc-
lo apoya. Es un hombre exigente y lleno de tor de cuentas o director creativo a toda
prejuicios que le hace ver que no es nadie costa. Para ello no duda en utilizar artima-
y que ha decepcionado a su familia, a la ñas, dejando a un lado consideraciones éti-
dinastía Campbell-Dyman. Él se siente re- cas o morales: sugiere a un cliente un en-
chazado porque su padre le humilla y no foque nuevo para su campaña mientras es-
cree en él, pero a nivel social se muestra tán en un bar sin informar a Don o sus su-
como una persona orgullosa que está por periores y entra en el despacho de Don y
encima del resto: se lleva un paquete para después chanta-
jearle. Don va a nombrar a Duck Phillips Di-
El complejo de superioridad es el ar- rector de Cuentas y Pitt no puede dormir
ma que puede utilizar una persona pensando en cómo conseguir ese puesto.
aquejada del complejo de inferioridad Su obsesión por demostrar lo que vale va
para superar su estado. Se imagina su- tan lejos, que está dispuesto a que su mu-
perior, cuando no lo es; y este falso éxi- jer se acueste con un antiguo pretendiente
to le recompensa del estado de inferiori- que es editor con tal de ver publicado uno
dad que le es insoportable (Adler, 1971, de sus relatos, no en cualquier revista, si-
p. 51). no en una que compra su padre: ”Mi padre
lee el maldito Atlantic”.
Poco después, en el mismo episodio, Practica el juego Se lo voy a demostrar
Don echa en cara a Pitt que no haya pre- porque “le interesan más los efectos sobre
parado a uno de sus anunciantes para la sus enemigos o sus amigos que el propio
campaña que le han propuesto. éxito”. Trata de conseguir un cargo impor-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas 277

tante “no motivado por el prestigio ni por SRA. CAMPBELL: Sí.


los beneficios materiales, sino porque esto PITT: Se gastó todo lo que tenías.
le da poder para descargar su rencor” (Ber- Con desconocidos. Todo.
ne, 2007, pp. 197-198). SRA. CAMPBELL: No me gusta el to-
Su padre muere repentinamente en un no en que estás hablando.
accidente de avión y él, desesperado, va a PITT: Y ahora el tono…
ver a Don:
Poco después, vuelve a la oficina y le
PITT: Mi padre iba en el avión. No sé confiesa a Peggy: “Odio a mi madre”. Duck
qué hacer. Lo vi hace poco en la pelu- Phillips, el nuevo Director de Cuentas al
quería. ¿Qué se hace ahora? Preparar el que detesta en un principio porque pasa a
funeral. ¿Qué se hace ahora? Creo que ocupar el puesto que él codicia, valora sus
ni siquiera sé su edad y alguien me lo capacidades y le ayuda a ascender.
preguntará.
DON: Vete a casa con tu familia. PITT: Tu padre era publicista, ¿ver-
PITT: ¿Por qué? dad?
DON: Porque eso es lo que hace la DUCK: En Boston. Los años veinte
gente. eran como su religión.
PITT: ¿Eso es lo que harías tú? PITT: Mi padre, no. Aunque estoy
DON: Sí. viendo que, en realidad, no sé nada de
PITT: ¿Y la reunión? él, salvo que odiaba la publicidad.
DON: La cancelaré. DUCK: ¡Ah! Seguro que estaba muy
orgulloso de ti. A algunos les cuesta de-
Pitt no tiene una buena relación con su cirlo.
padre y no sabe cómo comportarse cuan- PITT: Sí, le costaba decirlo.
do éste fallece. La relación con su madre DUCK: Eres motivo de orgullo. Eres
es similar. La Señora Campbell es fría, do- despierto, luchador y sueles pensar an-
minante, chantajista y se guía por prejui- tes de actuar. Me ha dado cuenta.
cios. Cuando se entera de que él y su mu- PITT: ¡Ah! Te lo agradezco mucho.
jer se están planteando adoptar un niño es
tajante y le amenaza con desheredarlo si Cuando más tarde el propio Duck Phi-
no actúa como ella desea en nombre de su llips pasa a ser Presidente y le nombra Di-
marido ya fallecido: rector de Cuentas, parece obtener cierta
satisfacción, pero al saber que compartirá
SRA. CAMPBELL: Ha llegado a mis el cargo con uno de sus compañeros, Ken
oídos que Trudy y tú pensáis criar a un Cosgrove, se enfurece. Él necesita que su
niño que no es vuestro. ¿Es cierto? Pe- ascenso tenga efectos sobre los que lo han
ter, no querría tener que privarte de lo humillado y no han creído en él y cree que
que es legítimamente tuyo. Seguid inten- no lo conseguirá si comparte el puesto con
tándolo. alguien.
PITT: ¿Sabes qué, madre? Preferiría Su arrogancia le deja en ridículo con fre-
no hablar de este tema. cuencia y provoca respuestas punzantes
SRA. CAMPBELL: Creo que ya sabes por parte de otros personajes. También
lo que pensaba tu padre de esa idea. cuando trata de agradar o ser simpático
Hay quien lo hace, pero es comer sobras porque no tiene sentido de la oportunidad.
de otros. Un ejemplo perfecto lo tenemos en una de
PITT: ¿Mi padre? las conversaciones que mantiene con su

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


278 Paula Requeijo Rey

mujer sobre las dificultades que están te- TRUDY: Venía a celebrar que ya te-
niendo para tener un hijo: nemos el piso. Sabes que me hace mu-
cha ilusión. Y me lo has estropeado.
PITT: Ahora ya pueden hurgar en tus PITT: Lo siento, tengo más trabajo del
ovarios y probar técnicas contigo. que creía (hace unos segundos le veía-
TRUDY: ¡Peter, no puedo creerlo! mos ocioso).

La reacción de Peter en ocasiones como Emplea con ella una transacción angu-
ésta es propia del PC (es tajante y da ór- lar. Pone excusas falsas para explicar su
denes) o del NA (responde con tristeza y disgusto al verla. Primero, actúa desde el
decepción mezcladas con orgullo). Enton- PC reprendiéndola y después se disculpa.
ces, suele sentarse, extender los brazos En realidad, no quiere que sospeche que
sobre las rodillas, entrelazar las manos y un poco antes ha estado acostándose con
tocarse las yemas de los dedos de una ma- otra en su despacho ni que llegue de im-
no con la otra. Sus jefes conocen su pun- previsto y le descubra haciendo algo. Ella
to débil, la necesidad de notoriedad, de ser sabe que lo natural es que su marido se
importante, y lo dejan en ridículo o confun- alegre de que le vaya a recoger y su acti-
den su nombre a propósito. tud puede hacerle dudar de su propia intui-
ción, de su lógica personal.
Su arrogancia y fanfarronería esconden
DE NUEVO, LAS TRANSACCIONES un profundo complejo de inferioridad, una
HOMBRES-MUJERES inseguridad patológica que le hace sentir-
se amenazado por otros. La raíz está en
Al igual que Don y el resto de hombres las humillaciones a las que le somete su
casados que protagonizan la serie (Roger padre y a la no aceptación ni reconoci-
Sterling, Harry Crane, Salvatore Romano), miento de sus cualidades por parte de él y
Pitt engaña a su mujer. Durante las dos pri- su madre. Hay guiones en los que “la libe-
meras temporadas, se acuesta una vez con ración interna puede estar centrada en un
una modelo y dos con Peggy, a la que de- acontecimiento o en el tiempo” (Berne,
ja embarazada. Entregará el niño a su her- 2002, p. 148). El de Pitt es un guión de
mana, que lo hará pasar por uno de sus hi- “Hasta” en el que no podrá descansar has-
jos. Peggy le contará que ha tenido un hi- ta alcanzar un gran triunfo con el que de-
jo suyo y que se lo ha entregado a otros. mostrar al mundo, especialmente a sus pa-
Ironías del destino, Trudy y él llevan más dres, que tiene cualidades notables y por
de un año y medio intentándolo y ella no tanto merece pertenecer a la dinastía
logra quedarse embarazada. Campbell-Dyman.
Pitt, al igual que Don, utiliza descuentos
y transacciones angulares con su mujer.
Hace unas horas que se ha acostado con CONCLUSIONES
Peggy en su despacho cuando se presen-
ta Trudy para darle una sorpresa: Tres de los cuatro personajes analizados
reflejan una de las ideas centrales en las
PITT: Este es mi despacho. ¿Qué que se basa el Análisis Transaccional: có-
imagen da esto? mo las relaciones con los progenitores o
TRUDY: La de una esposa que te quiere. con los que hicieron de ellos, marcan nues-
PITT: ¿Ves lo que pasa cuando vie- tra personalidad. Esta pauta se repite en
nes sin avisar? Que reñimos. capítulo tras capítulo de esta serie.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Mad Men desde el Análisis Transaccional: Las claves de sus protagonistas 279

Refleja, además, el fracaso de la pro- afirmado que no se ve escribiendo los guio-


gramación de roles masculino y femenino, nes de Mad Men más allá de otras dos
de unos estereotipos que algunos califican temporadas. Hasta entonces, no sabremos
de románticos pero que producen personas si los protagonistas continuarán desarro-
infelices en la práctica. Las relaciones que llando sus guiones de vida o decidirán rom-
mantienen, lejos de acercarse a la intimi- perlos para empezar a vivir por sí mismos
dad, se estructuran sobre descuentos y y dejar de ser infelices.
transacciones ulteriores. También las difi-
cultades de ser mujer en un mundo domi-
nado por los hombres y varios modelos a REFERENCIAS
la hora de enfentarse a esto.
Los personajes están muy bien construi- Adler, A. (1968). Conocimiento del hombre. Ma-
drid: Espasa Calpe.
dos desde el punto de vista psicológico:
Adler, A. (1971). La ciencia de vivir. México: Edi-
muestran una cara y esconden otra. Debajo
torial Diana.
de la fachada, de los trajes caros, los zapa- Berne, E. (1982). Hacer el amor. Barcelona: Edi-
tos de piel, la gomina y el éxito profesional torial Laia.
(nivel social u ostensible) hay individuos Berne, E. (2002). ¿Qué dice usted después de
frustrados, acomplejados y terriblemente in- decir Hola?. Barcelona: Random-House Mon-
seguros que esconden importantes secretos dadori.
(nivel psicológico). Esto es algo que tratan Berne, E. (2007). Juegos en que participamos.
de ocultar a las personas con las que se re- Barcelona: RBA Libros.
lacionan a diario, a aquéllos con los que vi- Camino, J. L. y Coca A. (2009). Juegos, guión
ven o incluso a sí mismos. En este sentido, y pareja. Revista de Análisis Transaccional y
la Comunicación No Verbal es clave para Psicología Humanista, XXVII, 60, pp. 47-54.
entender cómo piensan y sienten. El espec- Holsti, Ole R. (1969) Content Analysis for the
Social Sciences and Humanities. Reading,
tador maneja datos que otros personajes
Addison-Wesley.
desconocen y esto lo sitúa en una posición
Lagoa, M. (2010). Los Emmy se ciñen al guión.
privilegiada para interpretar lo no verbal. El País, 30 de agosto de 2010. Disponible en:
La serie presenta varios de los guiones de http://www.elpais.com/articulo/cultura/Emmy/
vida de los que hablaba Berne y una gran va- cinen/guion/elpepucul/20100830elpepu-
riedad de juegos y transacciones. Los perso- cul_5/Tes (Consulta: 08/11/2010).
najes podrían, por tanto, ser reales y esto es Padilla, G. (2009). El éxito de Mujeres desespe-
lo que determina la identificación del público radas desde el AT, Revista de Análisis Tran-
con ellos y el éxito mundial de Mad Men. Es saccional y Psicología Humanista, vol XXVII,
lo que hace que la propia audiencia, una vez Nº60, pp. 20-35.
ha terminado de ver el correspondiente epi- Steiner, C. M. (1991). Los guiones que vivimos.
sodio, continúe pensando en la serie y discu- Barcelona: Editorial Kairós.
ta en blogs y páginas web cuáles son las ca- Valbuena, F. (Editor) (2006). Eric Berne Teórico
de la Comunicación. Madrid: Editorial Edipo.
racterísticas que más valora de la personali-
Valbuena, F. (2009). El Guión de la Vida del Dr.
dad de Don Draper, construya su propio ava-
Gregory House. CIC: Cuadernos de informa-
tar o haga tests para saber si sería o no con- ción y comunicación, 14, 159-198.
tratada por su agencia de publicidad. Weinberger C. (2010). Giving up, settling down:
En Estados Unidos ya se ha emitido la Mad Men, The Sopranos, and Professional
cuarta temporada de la serie, que podre- Class Marriage (tesina). Wesleyan University,
mos ver en España a través de Canal + Middletown, Connecticut. Disponible en:
desde el 18 de diciembre. Su creador y http://wesscholar.wesleyan.edu/cgi/viewcon-
productor ejecutivo, Matthew Wiener, ha tent.cgi?article=1426&context=etd_hon_theses

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


280 Dr. Josep Lluís Camino Roca

Los límites de la comunicación amorosa


Dr. Josep Lluís Camino Roca1

Resumen

En la teoría de la comunicación se imponen unos límites que crean tensión al sujeto que desea comuni-
carse, tanto en el plano social y político como en el amoroso. Es en éste último donde los límites se impo-
nen de una forma más manifiesta, desembocando a menudo en fracaso. Depende de la actitud con que en-
frentemos este fracaso, para que devenga relativo o absoluto.
Palabras clave: Situaciones límite, fracaso existencial, combate amoroso, la comunicación imposible,
crisis de la comunicación amorosa, amor intransitivo, libertad y compromiso, ingenuidad.

The loving communication’s limits

Abstract

In the theory of communication some limits are imposed which create tension to the subject whith desire
of communication, both in social and political or even in love fields. The latter is where this limits become
more visible, leading often into failure. So, it depends on the attitude with which we face this failure, this
will develop into relative or absolute.
Key words: Limit situation, existential failure, love combat, impossible communication, love communi-
cation crisis, intransitive love, freedom and compromise, ingenuousness.

Les limites de la communication amoureuse

Résumé

Dans la théorie de la communication s´ imposent des limites qui créent une tension au sujet qui souhaite
se communiquer , autant sur le plan social et politique que dans celui de l amour. C´ est dans ce dernier où
les limites sont imposées souvent d’une manière plus évidente, en aboutissant fréquemment à l´ échec. Il
dépend de l’attitude avec laquelle nous faisons face à cet échec, pour qu’il soit relatif ou absolu.
Mots clé: Situations limites, échec existentiel, combat amoureux, la communication impossible, crise de
la communication amoureuse, amour intransitif, liberté et compromis, ingénuité.

TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN ción de toda su ideología. Consiste en un


Y SITUACIONES LÍMITE EN K. JASPERS análisis del fenómeno comunicativo, en el
aspecto de su profunda dimensión huma-
El estudio de la comunicación represen- na. Una función esencialmente socio-filosó-
ta para Jaspers (1883-1969), enmarcado fica de cada uno frente a los otros y frente
en la filosofía existencialista, la manifesta- a la sociedad, en la cual vivimos y de la

1
Doctora en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid). Licenciada en Periodismo y Comuni-
cación Audiovisual. Personal investigador contratado UCM – programa FPU (Ministerio de Educación).
gracielapadilla@ccinf.ucm.es

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Los límites de la comunicación amorosa 281

cual formamos parte, constituyéndola acti- Berne:


vamente.
La filosofía existencialista lleva directa- Los juegos (psicológicos) son, por de-
mente a Jaspers a indagar sobre la reali- finición, explotadores y, por ende, inhe-
dad concreta del ser humano, en su as- rentemente malos desde el punto de vis-
pecto personal y social a la vez. ta existencial (Juegos en que participa-
Para el conocimiento de la propia indivi- mos, p. 52).
dualidad, Jaspers nos sitúa en la encruci-
jada de las (por él llamadas) situaciones lí- Aquí señala Jaspers los peligros de una
mite: muerte, culpa, sufrimiento y lucha. En psicoterapia que pueda llevar al sujeto a
éstas se sitúa la persona en la posibilidad una situación de dependencia de la autori-
de captar al desnudo la propia y radical li- dad del terapeuta. Aunque la autoridad del
bertad. Libertad para determinarse de una profesional es conveniente, no debe derivar
u otra forma ante cada una de estas situa- nunca en una superioridad absoluta, “como
ciones límite y dar un sentido al fracaso. si el otro no fuese un ser humano igual que
Estas situaciones, por sus determinadas él mismo” (Psicopatología General, p. 914).
características, colocan a la persona, debi- – Comunicación auténtica, que implica
do a la sensación de fracaso que propor- el compromiso de toda la persona, su
cionan, en una tensión radical, entre la disponibilidad para con el otro y la in-
existencia meramente empírica, trivial, y tención de querer comunicarse.
esa otra existencia que se postula como También señalamos tres aspectos desde
auténtica. De esta forma se puede asumir los que podemos analizar la comunicación
la precaria condición humana, una vez de- auténtica en tres planos: social, político y
finida heideggerianamente como Sein zu amoroso.
Tode (“ser para morir”). a) Autenticidad en el trato social: resulta
Después de realizar esta toma de con- evidente que la persona solamente
ciencia, nos queda solamente la lucha por puede realizarse como tal en el con-
la comunicación, para salir del aparente fra- texto de una vida social coparticipada.
caso y devenir en la existencia auténtica. Llegamos a ser en la medida en que
¿Cómo interpretar la lucha? Caben dos el otro también es. De la misma for-
acepciones: lucha como pólemos (en grie- ma que sólo podemos ser libres en la
go), con sentido de polémica, enfrenta- medida en que el otro también lo es,
miento de contrarios; y agón (en griego), y respeta, por su parte, nuestra propia
como esfuerzo amoroso, a veces agónico, libertad. Jaspers lo comenta de esta
busca de armonía en la comunicación. forma (Filosofía, I, p. 427):
En cuanto a la comunicación, podemos
considerar tres aspectos: Cada cual es en principio como cual-
– Comunicación empírica, si atiende a quier otro, tan solo un ejemplar que de-
solventar necesidades materiales, be participar de la misma manera en las
prácticas o triviales. posibilidades sociales, aproximadamen-
– Comunicación inauténtica, si lo que te, trabajo y goce. Como tal yo social, yo
procura es manipular al otro para que soy nosotros todos.
haga aquello que no quiere hacer,
por medio de “juegos psicológicos”: Un verdadero diálogo debe ser de
aquellas actitudes y palabras que es- sujeto a sujeto, al mismo nivel, en
tablecen límites del lenguaje ordina- que se expongan ordenadamente y
rio y son deshonestas. Como dice E. cada uno a su vez las ideas en litigio.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


282 Dr. Josep Lluís Camino Roca

El lenguaje sólo es fecundo en el mo- ce Jaspers que la filosofía es en sí


vimiento del comprender del que es- política, puesto que alienta la libertad,
cucha y el pensamiento de aquel que vive tan sólo en libertad y actúa en fa-
habla. En esta dialéctica, de escu- vor de la libertad. En otra de sus últi-
char, comprender y replicar, se de- mas obras, escrita en 1962, a los 79
senvuelve la estructura de un verda- años, Liberté et Reunification (p. 137),
dero diálogo, si se cuenta con la tri- escribe:
ple condición de libertad, sinceridad e
intención de comunicarse. En la discusión política la buena fe
b) Autenticidad en el trato político: den- consiste en reconocer los hechos y sus
tro de esta línea de compromiso total, consecuencias, buscando siempre escla-
es fácil deducir que donde más pue- recer aquello que todos realmente pre-
de realizarse esta autenticidad de tenden.
completa entrega y de mayor influen-
cia en la mutua realización es en el Evidentemente, toda política de-
trato político. No puede haber filoso- mocrática se basa en la libertad:
fía sin política, de igual manera que
toda política se apoya en una ideolo- Quien se hace consciente de su liber-
gía filosófica. Es a través de la políti- tad, no la percibe con una loca alegría,
ca que se llega a una plena concien- sino que la medita silenciosamente con
cia de sí mismo y a desembocar en decisión (Filosofía, II, p. 266).
la metafísica.
Si se pierde la voluntad del trato c) Autenticidad en el combate amoroso
político, el ser humano acabará por (agón). Hemos señalado que toda co-
abandonar la lucha por la comunica- municación es un combate, entendi-
ción, para caer en un egoísmo “solip- do como dialéctica. En el caso del
sista”, no exento de insinceridad, por amor, se trata de encontrar un equili-
saberse voluntariamente apartado del brio entre la independencia y el com-
común hacer realidad el proyecto de promiso. Lo que lleva a los sujetos a
ser social. una tensión entre el deseo de eterni-
En el momento en que se pierde el dad y la temporalidad; entre el anhe-
diálogo y cesa la lucha por la acción lo de posesión del otro y el debido
política, ocurre lo siguiente: respeto a su libertad.
Este combate responde, por una
Cada uno se recluye en su propia parte, a la renuncia por la total pose-
mezquina existencia empírica, amparada sión del otro (como fórmula alienan-
bajo el manto de una vida tranquila y una te), y, por otra, a comprender el re-
apariencia ordenada; pero la realidad es conocimiento del fracaso parcial, a
la inexistencia del mutuo amor, el deseo que conducirá necesariamente ese
de satisfacer únicamente las propias ne- intento de un equilibrio inestable, en-
cesidades y el secreto menosprecio de tre el respeto a la otra persona y la
los demás (Filosofía, I, p. 508). tensión establecida por el deseo del
otro, sin renunciar a ser yo mismo:
Por eso, podemos afirmar que el
porvenir de la humanidad depende, Yo amo al otro y lo que él es, pero al
en gran parte, de la buena fe de los mismo tiempo no puedo renunciar a mi par-
políticos. En La Fe Filosófica, nos di- ticular manera de ser (Filosofía, II, p. 436).

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Los límites de la comunicación amorosa 283

Cada existencia humana es porta- den con su manera de pensar. Re-


dora de un secreto impenetrable; por presenta un pensamiento fundamen-
ello brota la tensión entre pretender talista.
la perfecta comunicación amorosa y 2º) Personas obtusas o supersticiosas
la imposibilidad de conseguirlo. En la que no desean en absoluto la comu-
comunicación auténtica se respeta nicación y carecen de toda intención
siempre el secreto del otro. Refleja la de comunicarse, viven replegadas
clásica antinomia, desvelada desde sobre sí mismas. Para ellas no exis-
la filosofía platónica, entre lo uno y lo te el otro como conciencia autóno-
múltiple, lo uno y lo otro. ma, sino el otro como objeto. Nunca
Evidentemente, no estamos ha- han sabido lo que representa un ver-
blando de un “amor” genérico, subli- dadero diálogo, y, carentes de auto-
mado. Podemos afirmar que aquel crítica, solamente les interesa pro-
que dice amar a toda la humanidad, clamar “sus verdades” como inamo-
no ama realmente a nadie ni a nada, vibles. Pensamiento dogmático.
tal vez ni a sí mismo. Lo importante 3º) Finalmente, todos reconocemos co-
es amar a alguien determinado. Este mo uno de los principales obstáculos
planteamiento de autenticidad conlle- para la sincera comunicación al or-
va un riesgo: la posibilidad de que el gullo. Esta actitud no valora a nadie
aparente fracaso en el combate amo- más que a sí mismo, más bien, tien-
roso, resulte, al fin, fracaso total; lo de a desvalorizar a los demás; en
cual sería la renuncia definitiva a la lenguaje berniano: los “descuenta”.
lucha por la comunicación. Estas personas no conocen otro de-
Jaspers señala tres casos en que la co- seo que el de poseer el mundo, y
municación deviene imposible, y resulta con él apropiarse de la libertad indi-
más positivo renunciar al diálogo, antes que vidual de las demás. Porque desco-
llegar al fracaso total, según se desprende nocen el respeto a la otra persona e
de su citada obra (Filosofía, I, p. 494 y ss.): ignoran lo que es colocarse del lado
1º) La persona apegada a una moral del interlocutor, para llegar a una
que actúa menos que juzga o exige. comprensión mutua; condición pri-
Se constituye en censor de los de- mordial para el establecimiento del
más, a la manera de una “supercon- diálogo. Pensamiento egoísta.
ciencia” del mundo circundante. To- Jaspers sintetiza otras dificultades
do, para él, ya está dicho o legisla- para la verdadera comunicación en
do, partiendo de sus propios y recti- esta cita (Filosofía, II, p. 472):
líneos principios. Esta persona, con-
cluye Jaspers, tampoco puede en- Aun el ciego afán de la madre por sus
contrarse a sí misma en comunica- hijos, de los esposos entre sí, el del hom-
ción con nadie. Proclama constante- bre por su mera existencia empírica y su
mente a su favor la vaciedad del satisfacción erótica, pueden en su bruta-
principio de autoridad, que aplicará lidad sin transparencia, ser el rígido muro
indistintamente en toda ocasión, co- en el cual se estrella toda comunicación.
mo un magister dixit (¡ha hablado el
maestro!). Esta personalidad se em- Acabamos este apartado dedicado al fi-
pecina, a menudo, en que determi- lósofo de la comunicación auténtica con
nadas conductas son contra natura o una idea, que representa el fundamento de
“anormales”, sólo porque no coinci- su pensamiento (Filosofía, II, p. 521):

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


284 Dr. Josep Lluís Camino Roca

Cuando todo lo que pretende cierta ¿No es hora ya de que, amando, nos
validez o valor se me derrumba, quedan liberemos del objeto amado y de que, es-
las personas, con las que estoy o puedo tremecidos, resistamos a él: como la fle-
estar en comunicación, lo que para mí es cha resiste a la cuerda, para que, con-
el verdadero ser. centrándose en el disparo, sea más que
ella misma? Porque no hay permanencia
en parte alguna.
RAINER MARIA RILKE Y LA CUESTIÓN
DE LOS LÍMITES EN EL AMOR Katharina Kippenberg (esposa del editor
de gran parte de las obras del poeta) con-
Rainer Maria Rilke (1875-1926), poeta firma que este amor intransitivo está inspi-
de la literatura universal y fundamento de rado en la histórica pareja de Eloísa y Abe-
la filosofía existencial de Heidegger, nos lardo, así como en la religiosa Mariana Al-
expone, en prosa y poesía, las dificultades coforado:
que él mismo vivió en sus esfuerzos por
conseguir un amor auténtico. De donde Su amor resulta algo que supera al ob-
surge una teoría de la comunicación amo- jeto, un acto del corazón que se renueva
rosa, con límites, afín a la jaspersiana. sin cesar y donde el amante encuentra su
Rilke se enamora a los 22 años de Lou felicidad (Camino, 2010, p. 45).
Andreas-Salomé, de 36, casada con Frie-
drich Carl Andreas. Ella es escritora, poeta Nuestro poeta va descubriendo una for-
y psicoanalista. Rilke le dedica un poema, ma ideal de relación entre dos personas
donde podemos apreciar el amor absoluto, que se quieren, tal como lo expresa for-
de plena entrega y posesión, el amor ro- malmente en una de sus cartas (Epistola-
mántico que promete eternidad (El libro de rio, en Obras de Rainer Maria Rilke, pp.
la peregrinación, en Obras de Rainer Maria 1176-1177):
Rilke, p. 409):
A mi entender, la misión más impor-
Apágame los ojos: puedo verte; tante de dos seres es que el uno guarde
tápame los oídos: puedo oírte, la soledad del otro. Pues aunque la gen-
y sin pies, en tu busca puedo andar; te opine lo contrario, el amor y la amis-
sin boca, aún te puedo conjurar. tad están hechos para proteger el aisla-
Arráncame los brazos, y te abrazo miento. Sólo son verdaderas las uniones
con el corazón, tal como una mano; que interrumpen con ritmo las soledades.
párame el corazón, y mi cerebro
saltará; pega fuego a mi cerebro: En El libro de las imágenes (id. p. 517),
te llevaré en mi sangre. escrito entre 1902 y 1906, desde los 27 a
los 31 años, en su ya temprana madurez,
Pronto descubre Rilke, a medida que describe en este poema, “Soledad”, el fra-
avanza su madurez, los límites que el amor caso a que puede llevar una convivencia
va imponiendo a la relación. Es entonces sin amor:
cuando el autor descubre lo que llama
“amor intransitivo”. Aquel que ama, sin es- La lluvia cae en las horas intermedias,
perar correspondencia; amar, amar, pero cuando tuercen al día las callejas
no ser amado ¿intenta con ello mantener y los cuerpos, que no han hallado nada,
su independencia? Veamos sus expresio- se separan, desengañados, tristes,
nes (en la Primera Elegía, id. p. 771): y cuando las personas que se odian

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Los límites de la comunicación amorosa 285

deben dormir en la misma cama. las poesías de Rilke a ella dirigidas, de


La soledad va entonces como los ríos... donde seleccionamos estas dos:

Y en Los cuadernos de Malte, obra consi- En tus labios no quiero beber,


derada autobiográfica, de 1910, relata lo si- en los labios bebí renunciamiento,
guiente (Obras de Rainer Maria Rilke, p. 1617): en tus brazos no me hagas caer
pues los brazos no me retendrán.
Fíjate, los amantes,
en cuanto ha comenzado el confesar, * * *
qué pronto mienten. ¿No parece esta cama una playa,
una playa estrecha en la que nos ten-
Y además (id. p.618): demos?
Nada es real, más que tus altos se-
Me dejas solo. Sólo a ti puedo tocarte. nos,
Eres un rato tú, luego, el rumor, de que, con vértigo, coronan mi senti-
nuevo, miento.
o un aroma sin resto.
Ay, en mis brazos lo perdí yo todo, Mientras estrechamente nos enlaza-
sólo tú vuelves siempre a nacer, porque mos
nunca te he retenido, sujetándote. para no ver lo que se está acercando
lo que de ti o de mí brotar podría;
De esta última poesía encontramos re- y es que nuestras almas viven, ay, de
sonancias en Pedro Salinas, Largo lamen- engaño.
to, “Ahora te veo más clara”:
El propio Pedro Salinas desvela el pro-
Mi afán de tenerte siempre cerca ceso del desamor, cuando la ruptura pare-
te dio a ti afán de distancia... ce inevitable, en Razón de amor: “vivir des-
Ahora ya se que los árboles de el principio es separarse”.
tienen sus pájaros fieles Rilke va tomando conciencia poco a poco
porque las ramas no atan: de su incapacidad para el amor según las
ofrecen. convenciones sociales. Lo manifiesta en
Y que las nubes estos fragmentos de su obra de madurez El
nunca desertan los cielos testamento, de 1920 (pp. 95 y 119):
porque los cielos las dejan
que ellas escojan su rumbo No hay peor cárcel que el miedo a ha-
y que vengan o se vayan. cer daño a un amante. Este miedo falsea
todos los impulsos del corazón”. “¡Qué
Rilke conoce a Lou Albert-Lasard, pinto- cansado estoy de efectuar todos esos
ra, en 1914, y deciden compartir un estu- movimientos de oposición a las imposi-
dio, aunque sin renunciar a su respectiva ciones del amor!
independencia. Su relación duró aproxima-
damente cuatro años, pero la comunicación Angeloz, en su libro Rilke (p. 69), señala la
amorosa resultó ambivalente y dubitativa, idea que el poeta tenía del matrimonio:
especialmente por parte del poeta. Lou Al-
bert-Lasard escribe una obra sobre sus en- En esta vida en común no se trata de
cuentros y desencuentros (Une image de crear una comunidad que suprima todas
Rilke, pp. 176 y 182) y recoge algunas de las barreras, puesto que es imposible a

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


286 Dr. Josep Lluís Camino Roca

dos seres vivir el uno con el otro, sin des- del café en el mercado. Todo idealismo es
pojarse el uno al otro de toda libertad y ingenuo, porque cree poder alcanzar una
de toda posibilidad de evolución. utopía.
Concluimos con unos fragmentos de “El
El poema “Canción de amor” (Obras de matrimonio” de Khalil Gibrán (1883-1931),
Rainer Maria Rilke, p. 593) nos sirve para poeta libanés, en su obra El profeta (p. 38),
concluir esta teoría de la comunicación que reflejan los límites de una comunica-
amorosa, que nos transmite el conjunto de ción, donde se establecen las condiciones
la producción del poeta: de posibilidad del diálogo amoroso:

¿Cómo he de sujetar mi alma, que no Amaos con devoción,


toque la tuya? ¿Cómo dirigirla pero no hagáis del amor una atadura.
por encima de ti, a las otras cosas?
Dad vuestro corazón,
pero no para que vuestro compañero se
EL BRINDIS DE KAREN BLIXEN adueñe de él.

Karen Blixen (1885-1962), danesa, co- Y permaneced juntos,


nocida por su nombre literario Isak Dine- pero no demasiado juntos.
sen, es la autora de Memorias de África
(1937). En esta obra se basa la película del Porque los pilares sostienen el templo,
mismo nombre dirigida por Sidney Pollack pero están separados.
(1985), guión de Kurt Luedtke; y protagoni-
zada por Meryl Streep y Robert Redford. Y ni el roble crece bajo la sombra del ci-
Karen se casa con un primo lejano, el prés
barón Bror von Blixen, con el proyecto co- ni el ciprés bajo la del roble.
mún de iniciar en Kenia una plantación de
café, llamada The Karen Coffee Company. Si iniciáramos una psicoterapia poética
El matrimonio fue difícil, duró unos seis (en su etimología griega: poiésiterapia, con
años, y la plantación fracasó. La novela se sentido de “creación”), pensamos que se-
inicia con la recordada frase: “Yo tenía una guiría esta línea de orientación. Los tera-
granja en África, al pie de las colinas de peutas de parejas del AT (Análisis Tran-
Ngong”. saccional) podemos reflexionar meditativa-
En la película, el director nos muestra a mente, sobre estas cuestiones.
Karen Blixen, antes de regresar a Dina- E. Berne, (1910-1970), fundador del
marca, haciendo un brindis de despedida Análisis Transaccional, un tanto escéptico
de aquella tierra que ella había considera- en el tema del matrimonio (después de tres
do su hogar. La frase que pronuncia en casamientos y otros tantos divorcios), afir-
aquel momento es: “por la ingenua adoles- mó, con sentido del humor, alarmado ante
cencia”. el auge de los divorcios en su país y épo-
Podemos interpretar que Karen Blixen ca, que “el remedio supremo para el divor-
estaba brindando por ella misma, doble- cio era abolir el matrimonio” (Hacer el
mente ingenua: primero, por creer que el amor, p.130). Pero, por otra parte, este
amor de su matrimonio duraría para siem- autor lamenta el fracaso absoluto a que lle-
pre; segundo, por confiar en sacar adelan- gan “las personas que han perdido la es-
te una plantación, sin conocer a fondo el peranza de amar o ser amadas, porque
mundo rural y los altibajos de los precios pueden convertirse en fines en sí mismas”

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Los límites de la comunicación amorosa 287

(p. 167). Ya que, por el contrario: “Los que Berne, E. (1982, 1970). Hacer el amor. Barcelo-
encuentran su pareja apropiada pueden sa- na: Alfa.
tisfacer todas las hambres” (p. 192). Camino, J. L. (2010). Las mujeres que amaron
La comunicación no es fácil, aunque a Rilke. Barcelona: La Busca edicions.
tampoco imposible; pero siempre vale la Dinesen, Isak (1998, 1937). Memorias de África.
pena continuar luchando por la comunica- Madrid: Alfaguara.
ción en todos los planos: social, político y Gibrán, Khalil. (2009). El profeta. Madrid: Edito-
amoroso rial EDAF.
Jaspers, K. (1958, 1932). Filosofía. Madrid: Re-
vista de Occidente, 2 vols.
REFERENCIAS Jaspers, K. (1954). La Fe filosófica. Buenos Ai-
res: Editorial Losada.
Albert-Lasard, Lou. (1980, 1958). Une image de Jaspers, K. (1962). Liberté et Reunification. Pa-
Rilke. Paris: Mercvre de France. ris: Gallimard.
Angelloz, J. F. (1955). Rilke. Buenos Aires: Edi- Jaspers, K. (1971). Psicopatología General.
torial Sur. Buenos Aires: Editorial Beta.
Berne, E. (2006). Juegos en que participamos. Rilke, R. M. (1971). Obras de Rainer Maria Ril-
Barcelona: RBA. ke. Barcelona: Plaza & Janés.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


288 Dr. Felicísimo Valbuena de la Fuente

Respuesta al artículo «El Guión Transgeneracional del Análisis Transaccional»,


de Gloria Noriega Gayol
Dr. Felicísimo Valbuena de la Fuente1

Resumen

El autor replica a un artículo de la Dr. Gloria Noriega Gayol y niega el carácter inconsciente del guión
transgeneracional y su necesidad para explicar el desarrollo del Análisis Transaccional; está convencido de
que Berne no tuvo responsabilidad alguna en la trayectoria que ha seguido el AT en el ámbito científico. Fi-
naliza mostrando un panorama de los pasos que pueden favorecer la entrada del AT en la Universidad y
cómo puede ganarse el respeto en los ámbitos científicos y universitarios.
Palabras clave: Guión transgeneracional, trayectoria del AT, ambientes científicos, ambientes universi-
tarios

Response to Gloria Noriega Gayol’s “The Transactional Analysis


Transgenerational Script”.

Abstract

The author to an article by Dr. Gloria Noriega Gayol and denies the unconscious nature of the TA trans-
generational script and its need to explain the development of transactional analysis: he is convinced that
Berne had no responsibility in the path followed by the AT in scientific environments. Finally, he signals
an overview of the steps that can facilitate the entry of AT in college and how it can earn respect in the
scientific and university environments.
Keywords: Transgenerational Script, AT Path, scientific environments, university environments.

Réponse à l’article «Le scénario transgénérationnel de l’ Analyse Transactionnelle»,


par Gloria Noriega Gayol

Résumé

L’auteur répond à un article du Docteur Gloria Noriega Gayol et il nie le caractère inconscient du scéna-
rio transgénérationnel de l’ AT et le besoin qu´ il a pour expliquer le développement de l’analyse transac-
tionnelle ; il est convaincu de la nulle responsabilité de Berne dans le chemin suivi par l’ AT dans le milieu
scientifique. Pour en finir, il montre un aperçu de mesures qui peuvent faciliter l’entrée de l´ AT dans
l´Université et de quelle manière il parviendra à mériter le respect chez les scientifiques et universitaires.
Mots clé: Scénario Transgénérationnel, chemin de l’AT, domaines scientifiques, domaines universitaires.

Vaya por delante que admiro la Tesis que mis relaciones con ella son muy bue-
Doctoral de Gloria Noriega, que un grupo nas.
de personas, en el que predominan profe- Sin embargo, desde que leí el artículo
soras, estamos empeñados en replicar en «El Guión Transgeneracional del Análisis
España, con financiación estatal o privada, Transaccional» (Noriega, 2009), no me
el estudio que Noriega realizó en México, y sentía intelectualmente tranquilo, porque

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Respuesta al artículo «El Guión Transgeneracional del Análisis Trasaccional», de Gloria Noriega Gayol 289

creo que cargaba sobre los hombros del, vés del manejo que éstos hacen de su
ya hace cuarenta años difunto Eric Berne, cultura técnica (Noriega, 2009, P. 232).
un peso que éste se hubiera negado a ad-
mitir. Me veo obligado a cuestionar, ya desde
He intercambiado opiniones con varios el principio, ese carácter “inconsciente” del
amigos, a los que estimo mucho profesio- guión. Lo que parece un pequeño error en
nal e intelectualmente y me he animado a los principios puede convertirse en un enor-
responder al artículo de Gloria Noriega me error en las conclusiones. Y para cues-
después de leer la autobiografía de Berne, tionarlo, me baso en la conclusión del ar-
que también reseño en este número. tículo «Territorio Berne: Niveles de cons-
ciencia del guión de vida » que el siempre
sagaz y minucioso Mariano Bucero (2009)
SOBRE EL CARÁCTER escribió precisamente en el mismo número
“INCONSCIENTE” DEL GUIÓN de la Revista de AT en que Noriega publi-
có el suyo:
Gloria Noriega tiene muy en cuenta, en
su artículo, otro de Fanita English que apa- Al etiquetar al guión de vida como in-
reció en Script (2007). Ésta se pregunta por consciente, como al etiquetar cualquier
qué el AT no ha sido reconocido por su aspecto como inconsciente, se abren
efectividad junto con otras terapias cogniti- múltiples caminos con diversos riesgos.
vas. Y está convencida de que este aspec- Uno de ellos es el de caer en una misti-
to procede de la experiencia de Berne ficación en el sentido de Laing (1965),
cuando el Psicoanálisis lo rechazó, y que le donde algo que es plausible, aunque no
hizo encerrarse en una arrogancia defensi- demostrado, pasa por verdadero. Si ade-
va. Bill Cornell respondió a English (Cornell, más, el significado atribuido a incons-
2007). Coincidía con ella en lo que se re- ciente es el de aquello reprimido a lo que
fiere al aislamiento del AT, pero difería de se llega mediante la interpretación, en-
ella en cuanto a identificarse como un tera- tonces, automática y tácitamente se le
peuta cognitivo. Reconoce que «las actitu- otorga al terapeuta el poder de mistificar,
des de aislamiento que prevalecieron en los puesto que es el que “sabe” cómo inter-
inicios del AT todavía crean serios proble- pretar, ya que ha aprendido los códigos
mas en la percepción del análisis transac- y los procedimientos de hacerlo.
cional dentro de varias comunidades profe- ¿El terapeuta está descubriendo un
sionales» (P. 2.) (Las cursivas son mías). guión, reconstruyéndolo como un puzzle
Principalmente sobre la interpretación de con los elementos conscientes y los cer-
Fanita English, y sobre el desarrollo del AT teramente rescatados del inconsciente?
que ella observó en Latinoamérica, Norie- ¿Está creando un guión en ese lugar y
ga reconstruye un Guión Transgeneracio- momento, transformándose la consulta,
nal del Análisis Transaccional. metafóricamente, en una sala de monta-
La estudiosa mexicana propone la si- je de postproducción, donde hay “des-
guiente definición de guión organizacional: cartes” de secuencias biográficas que no
encajan con lo inventando, énfasis en las
Un plan de vida inconsciente que se si- secuencias que encajan, e “insertos” que
gue en una organización, basado en su rellenan huecos para dar continuidad a la
protocolo, que influye las actitudes so- trama, y que no han permanecido largo
ciales, intelectuales y materiales que re- tiempo inconscientes, sino que acaban
gulan el trabajo de sus miembros a tra- de ser fabulados, por necesidades del

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


290 Dr. Felicísimo Valbuena de la Fuente

guión? Es difícil dar una respuesta gené- Para conocer algo, conviene ir a las
rica, pues cada dúo y cada grupo tera- fuentes y para conocer lo que dijo Berne
péutico tiene características específicas. es mejor recorrer su Territorio que guiar-
Lo que sí puede afirmarse genérica- se exclusivamente de las historias que,
mente es que apoyarse en Berne para junto al fuego, cuentan los viajeros, in-
sostener que el guión es inconsciente es cluyéndose entre ellos al presente narra-
cimentarse sobre terreno inestable, o dor. (Bucero, 2009, pp. 189-200)
bien cercenar su obra al modo de Pro-
custo y su macabro lecho (Graves, 2007, ¿En qué pasajes de sus obras Berne or-
p. 441) y de las hermanas de Cenicienta ganizó ese «guión inconsciente»? A ver si
en la versión sangrienta del cuento que va a resultar ahora que Eric Berne, sin ha-
exponen los hermanos Grimm (pp. 224- ber estado presente en el desarrollo del AT,
225). Y podemos afirmarlo porque en los por haber muerto prematuramente, se pue-
escritos de Berne está plasmada una de llegar a convertir en el chivo expiatorio
progresión inconsciente-preconsciente- que tranquilice la conciencia de quienes se
consciente en el nivel de consciencia que beneficiaron en su día del auge del AT.
atribuye al guión de vida. Esta afirmación
puede constatarse siguiendo la “hoja de
ruta” expuesta en la tabla 1. No es una SOBRE EL DISGUSTO DE BERNE
impresión, sino una investigación. No es CUANDO NO LE RECONOCIERON
una cuestión de punto de vista, sino de COMO PSICOANALISTA
tener vista (para leer) y punto.
Además, creo que es enriquecedor También, quiero mencionar aquí una ci-
que en el ámbito del AT, más allá de lo ta de Berne que Bucero aporta en el mis-
que pudo decir Berne, se siga afirmando mo artículo:
que el guión es inconsciente. Ello man-
tiene un debate que, como tal, es una «algunos años atrás, tras quince
ocasión de afinar conceptos y, por tanto, años, el movimiento psicoanalítico y el
de progreso. Basar dicha afirmación en autor oficialmente se separaron (en los
rumores sobre lo que se dice que dijo o más amigables términos)» (Berne, TA in
sobre lo que quiso decir, empobrece. Psychotherapy, 1975, p.11)
Nos puede empobrecer al privarnos del
debate y al mistificar lo que dijo Berne. En el Prólogo que escribí para el libro
Quizás en algunos casos, esto se deba que el intrépido Agustín Devós ha editado
a una simpatía por Procusto, y tal vez en este mismo año de 2010 en la Editorial Je-
otros ocurra como con la historia de Da- der, con el título La Intuición y el Análisis
lila, que mucha gente cree que le cortó Transaccional (y que contiene los artículos
el pelo a Sansón, guiándose por una cre- sobre la intuición, que escribió Eric Berne )
encia popular que quizás esté parcial- me refería al disgusto que sufrió Berne
mente basada en la película que hizo cuando no le admitieron en el Psicoanálisis
Cecil B. DeMille (USA, 1949), protagoni- (Págs. 14-15). Tomé como fuente el libro
zada por Víctor Mature y Hedy Lamar. Si de Elisabeth Watkins Jorgensen y Henry Ir-
acudimos a La Biblia (Jueces 16,19), ve- ving Jorgensen sobre Eric Berne (1984).
remos que «Ella hizo dormir a Sansón Después de leer la autobiografía de Berne,
sobre sus rodillas y llamó a un hombre me doy cuenta de que el episodio del Psi-
que le cortó las siete trenzas de su ca- coanálisis fue menor si lo comparamos con
beza». ciertas experiencias que él vivió en Mon-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Respuesta al artículo «El Guión Transgeneracional del Análisis Trasaccional», de Gloria Noriega Gayol 291

treal en ciertos momentos de su vida: re- bles, sobre todo a la vista de lo que tam-
chazos y falta de oportunidades que sufría bién Mariano Bucero recopiló en el artículo
por ser judío, derrota en una pelea ante to- «Territorio Berne: relaciones externas de la
dos los compañeros, muerte de su padre... teoría del guión» (Bucero, 59, pp.219 a
Sin embargo, Berne sabía adoptar una ac- 224, y en especial extensa cita de en el úl-
titud humorística ante las adversidades. timo párrafo de la p.221).
Salía fortalecido de todas ellas. Desde luego, ¿qué universitario puede
En el mismo Prólogo, escribí: afirmar que es antiuniversitario o anticientí-
fico un libro como Introducción al trata-
La diferencia entre La imagen del yo y miento de grupo? Todo lo contrario. Ese li-
Estados del yo en Psicoterapia es muy bro, y The Structure and Dynamics of Or-
considerable. Algunos pueden pensar ganizations and Groups, podrían muy bien
que la mente de Berne era tan prodigio- servir de base para hacer accesible la me-
sa que prácticamente creó un sistema en todología científica a los estudiantes.
unos meses, dentro del mismo año 1957. Si como Noriega afirma, Muriel James
Personalmente, pienso que Berne había fue su entrenadora y supervisora durante
creado las ideas fundamentales del AT años, resulta obligado preguntarnos qué es
años antes, pero que las mantuvo laten- lo que les impidió a ella realizar entonces
tes para no perjudicar su intento de que investigaciones como la que representa la
le acreditasen como psicoanalista y que excelente Tesis Doctoral de Noriega.
sólo manifestó sus ideas cuando las co- Después de leer la autobiografía de Ber-
sas no habían salido como él hubiera de- ne, es fácil comprobar de dónde le venía a
seado (p. 15). Berne la pasión no sólo por curar, sino por
hacerlo científicamente: De sus padres. Lo
Entonces, si no admitimos el carácter in- expongo en la reseña que hago de la au-
consciente del guión organizacional, y si no tobiografía de Eric Berne en este mismo
admitimos como verdades de fe esa espe- número de la Revista.
cie de arrogancia defensiva que parece
que Berne legó a sus discípulos, hemos de
plantearnos si responden a la verdad cier- LA NAVAJA O CUCHILLO
tas afirmaciones, aunque las haga Fanita DE GUILLERMO DE OCKHAM
English.
Es dudoso que Berne firmara su “sen- Preveo que mi interpretación no va a
tencia de muerte” por The Mind in Action gustar a algunos transaccionalistas, pero no
(1947), que luego él reeditó en 1957 y en tengo más remedio que acudir a lo que de-
1968 como A Layman’s Guide to Psychiatry cía Ockham: «No hay que multiplicar los en-
and Psycoanalysis, cuando este libro está tes sin necesidad». En el caso que nos ocu-
prologado por Abrahan Arden Brill, que pa- pa –el devenir del Análisis Transaccional–,
rece ser (Diccionario de Psicoanálisis, de el asunto es mucho más sencillo, y lo plan-
Elizabeth Rudinesco) que fue, hasta su teo así: «¿Estaba Berne interesado en los
muerte en 1948, uno de los principales or- aspectos económicos de la corriente psico-
ganizadores del movimiento psicoanalítico lógica que él había fundado?». Mi respues-
en EEUU. Y máxime habiendo sido Federn ta es negativa. Por varias razones. Antes de
su psicoanalista. leer su autobiografía, siempre me he acor-
Las interpretaciones (pues lo son) de Fa- dado de que él se enfadaba si alguno de
nita English sobre la rivalidad de Berne con sus discípulos se negaba a dar una confe-
el psicoanálisis son, cuanto menos revisa- rencia sobre AT cuando no se la pagaban.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


292 Dr. Felicísimo Valbuena de la Fuente

Después de leerla, deduzco que él de- sistencia contra el conocimiento de cosa


sarrolló su propio sistema, frente al Psico- alguna. Lo único que uno no puede de-
análisis ortodoxo, porque vivió a fondo y cir nunca en ninguna reunión de científi-
asimiló los ideales de su padre y de su ma- cos sociales es que ha llegado a saber
dre: mejorar las condiciones de los pobres. algo, porque en ese caso la reacción no
Entonces, ¿cómo iba a ocupar un lugar será nunca “dinos lo que has sabido”, si-
principal de sus preocupaciones el rendi- no más bien, “te vamos a demostrar que
miento económico de la actividad terapéu- realmente no sabes nada”, cosa que no
tica? También recuerdo su distinción entre ocurre en otro tipo de ciencias (…)
«curarse» o «hacer progresos». Yo la in- En cuanto a la palabra “teoría”, la teo-
terpreto así: En el primer caso, el terapeu- ría es una de dos cosas. Es una idea bri-
ta no sólo se preocupa por la salud mental llante, como –no quiero ser demasiado
de su paciente, sino por la economía de és- preciso– el tipo de cosa que hacen en la
te. En el segundo, el mayor número de se- Rand Corporation en Psicología, donde
siones beneficia a la economía del tera- sientan a uno delante de un ordenador
peuta. Y cuando escribo «frente» al Psico- pequeño o de una calculadora muy so-
análisis, no quiero decir «frente a Freud». fisticada y producen una teoría completa
La cita de Noriega sobre Fairbairn está en sobre la conducta humana sin haber po-
la Notas al final del Capítulo 7º del ¿Qué siblemente jamás mirado a un solo ser
dice usted…? Sin embargo es la única cita humano a los ojos. O bien hablamos de
a Fairbairn en toda la obra de Berne. Mien- una teoría de verdad, que es algo extra-
tras que las citas de elogios a Freud son ído de la experiencia. Cuantos más miles
múltiples e incluso hemos de tener en de pacientes vea usted, mejor va a ser
cuenta su declaración en el mismo libro su teoría, o cuantas más horas pase us-
cuanto habla de las Objeciones doctrinales ted con un paciente y menos tiempo pier-
(1975) Pp. 442-443, (2002), Pp. 430-431). da delante de la calculadora mejor será
su teoría (p. 277).

SOBRE POR QUÉ NO ESTÁ MÁS Él cuestionaría ahora mismo, con esos
PRESENTE EL AT EN LA UNIVERSIDAD dos párrafos, los procedimientos que están
utilizando las Agencias de Calidad cuando
Entonces, llega el momento de pregun- evalúan los proyectos en Ciencias Socia-
tarse si Berne prohibió, en algún momento, les.
a sus discípulos, que el AT entrase en la También cuestionaría ciertos «índices de
Universidad. A mí me parece que no. Al- impacto», es decir, el número de citas que
guien ha llegado a criticar el último discur- recibe el artículo de una Revista. Dirijo CIC,
so de Eric Berne (2002): Más allá de una que actualmente ocupa el nº 5 en el Índice
teoría del impacto de la interacción inter- de Impacto entre 22 Revistas de Ciencias
personal en la cooperación no verbal como Sociales. Sin embargo, creo que el mejor
si fuera anticientífico. Pues bien, creo que criterio de calidad es comprobar el número
los hechos están dando enteramente la ra- de consultas que recibe un determinado ar-
zón a Berne. tículo que está en la Web.
Por otra parte, Berne estaría muy de
Voy a intentar hablar sobre cómo la acuerdo con Ronald Havelock que, ya a co-
gente se hace a sí misma perdedora, mienzos de los años setenta, planteó el
particularmente en las Ciencias Sociales, gran asunto de la Utilización del Conoci-
donde parece que hay una tremenda re- miento Científico. Havelock se dio cuenta

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Respuesta al artículo «El Guión Transgeneracional del Análisis Trasaccional», de Gloria Noriega Gayol 293

de que los gobiernos estaban invirtiendo Explicar los juegos y los Guiones no resul-
enormes cantidades de fondos en investi- taba tan rentable. Y, en muchos casos,
gaciones que luego no tenían repercusión cuando se acababan los clientes, los miem-
alguna en la sociedad. bros de las Asociaciones de Análisis Tran-
Lo mismo que ocurre ahora. Parece que saccional dejaron de pertenecer a ellas.
la finalidad fundamental de muchas investi- Por tanto, la disminución de miembros de
gaciones es beneficiar el currículum de las Asociaciones de AT pudo deberse a la
quien las hace, no a los estudiantes ni a la marcha descendente de las necesidades
sociedad como destinatario final. de formación en el mercado.
Incluso, podemos interpretar la funda-
ción de ALAT en un sentido enteramente
UNA EXPLICACIÓN ALTERNATIVA diferente del que expone Noriega. ¿No se-
rían razones de índole económica las que
¿Cómo puede deducirse el aislamiento obligaron a fundar la Asociación Latinoa-
del AT si Berne favoreció lo que podríamos mericana de Análisis Transaccional? Por-
llamar «interclasismo», en sus reuniones que ¿quiénes, en Hispanoamérica, podían
del Seminario de San Fancisco? Podían pagar entonces los gastos que suponían
asistir muy distintos tipos de profesionales. acreditarse?
Estados Unidos, y en ciertos aspectos In- El Doctor Kertész, que escribe en este
glaterra, permiten practicar la psicoterapia a mismo número, podría haber respondido al
cualquiera que tenga un título universitario, artículo de Gloria Noriega, porque él sí tu-
aunque no sea de licenciado ni de psicólo- vo mucho que ver con la fundación de
go y sólo sea diplomado. Lo que sí exigen ALAT. No lo ha hecho, pero creo no equi-
es que estas personas reciban formación vocarme cuando afirmo que fueron razones
comprobada y reconocida de una Institu- económicas las que justificaron la funda-
ción. En el caso del AT, de sus diferentes ción de ALAT. Y estoy dispuesto a rectifi-
Asociaciones. Por tanto, no creo que Berne car esta hipótesis cuando me presenten
tuviera responsabilidad alguna cuando eran una explicación más convincente.
las regulaciones externas las que permitían Gloria Noriega parece mirar con cierto
su apertura a diversas profesiones. desdén el Manual de Análisis Transaccio-
También podemos tener en cuenta que nal (1977) de Roberto Kertész y Guillermo
la desaparición de Berne coincidió con una Induni, porque simplificaron el AT. Podría
gran necesidad que las instituciones y em- haberlo comparado con Nacidos para triun-
presas tenían de formar a su personal pa- far, de James y Jongeward, o con Yo es-
ra tratar con clientes y públicos en general. toy bien- Tú estás bien, de Thomas Harris.
Y ninguna escuela psicológica estaba tan Creo que son obras que valieron para fijar
bien preparada como el AT. Era tanta la los conceptos fundamentales. ¿Qué tienen
necesidad de cursos de formación que el esos libros de reprobables? Incluso, Norie-
AT se convirtió en un gran negocio para ga (2009) escribe lo siguiente:
muchas personas. Y ese aspecto económi-
co obturó muchas posibilidades de desa- En el prólogo de este libro Guillermo
rrollo que sí hubiera querido Berne. El AT Induni hace mención al lenguaje sencillo
se convirtió en una herramienta muy eficaz y claro del AT, considerándolo como el
y quienes la empleaban eran muy bien pa- aporte más importante de las ciencias de
gados. Sobre todo, cuando explicaban los la conducta para la población en general,
Estados del Ego y las Transacciones. Y en agregando que por su misma sencillez ha
algunos casos, los Juegos. Pero no más. sido rechazado en varios círculos científi-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


294 Dr. Felicísimo Valbuena de la Fuente

cos y académicos y propone “la verifica- publicaciones hayan alcanzado una masa
ción experimental y estadística en el pla- crítica, cuando los profesores y estudiantes
no de la validación científica, así como comprueben que la Revista de Análisis
una validación filosófica que involucre la Transaccional y Psicología Humanista
comprensión integral del hombre (p. 231). cumple con los requisitos científicos, serán
muchos quienes deseen escribir en ella,
Personalmente, creo que Berne podría porque el AT se habrá hecho mucho más
haber escrito las dos últimas líneas de In- cercano y visible.
duni. Y no podemos deducir que el guión En cuanto al asunto de las acreditacio-
transgeneracional haya sido la causa de la nes, las Asociaciones de AT podrían llegar
no realización de ese proyecto. Las cosas a un acuerdo con alguna Universidad. ¿Por
son como son hasta que dejan de serlo. Es qué no? Hay Universidades, sobre todo en
decir, que todavía es muy posible que el Europa, que están deseando recibir pro-
AT llegue a entrar en la Universidad, por- puestas importantes y científicamente bien
que mantenerlo fuera de ella es como pre- fundadas. Con la ventaja de que los títulos
tender que un corcho permanezca en el tienen valor en 27 países. Y pueden ofre-
fondo del agua. No podemos olvidar que cer buenas condiciones económicas. Más
Berne empleaba un lenguaje más técnico que dinero, lo que muchas Universidades
en sus reuniones del Seminario de Monte- quieren, en estos momentos, son proyectos
rrey, al que acudían médicos. originales que les den prestigio auténtico.
El Análisis Transaccional puede ser un
gran proyecto, que aporte ese prestigio.
EL FUTURO DEL AT EN ESPAÑA El mismo Berne, cuando comenzó su úl-
Y EN EUROPA timo discurso, al que ya me he referido, pre-
sentó un panorama que podría aplicarse a
Creemos que el camino que está impul- la realidad actual, ajustando los datos, claro
sando AESPAT es mejor que el que están está. Ese panorama es el que hace que, por
siguiendo en Norteamérica y en otros paí- encima de explicaciones varias, el AT pue-
ses. Si una empresa fabrica camiones, es da y deba seguir estando presente en cual-
imprescindible que el público vea esos ca- quier sector y nivel de nuestra sociedad:
miones en la carretera. Si el Análisis Tran-
saccional ha de tener visibilidad, el público El problema está en que, a pesar de
ha de tener oportunidad de conocer las todo, no se puede negar que hay medio
obras de Eric Berne. Por eso, la Junta Di- millón de pacientes psiquiátricos en los
rectiva de AESPAT está haciendo todo lo hospitales nacionales, es decir, que ha
posible para que, en muy pocos años, vuel- habido una demanda creciente de trata-
van a aparecer, reeditadas, las obras de mientos psiquiátricos, que han producido
Eric Berne. Creemos que los responsables un millón de vegetales humanos vagan-
norteamericanos del AT no tienen como do por ahí y tragando Fenotiacina, y se
prioritario este objetivo. Entonces, ¿cómo estima que hay aproximadamente 120
va a entrar el AT en la Universidad o en millones de personas que necesitan psi-
cualquier parte si el público no puede dis- coterapia. El problema, pues, está en có-
poner de las obras de Eric Berne? En se- mo vamos a curar a esos pacientes, que
gundo lugar, también los artículos mejores es el tema del que les voy a hablar. Y en
sobre AT. Por eso, AESPAT siempre alen- este campo tengo algunas preguntas que
tará las iniciativas de quienes publiquen las hacer, por ejemplo: ¿a cuántos pacientes
obras fundamentales del AT. Y cuando las que se han curado conocen ustedes?;

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Respuesta al artículo «El Guión Transgeneracional del Análisis Trasaccional», de Gloria Noriega Gayol 295

¿han curado alguna vez a un delincuen- cooperación no verbal. En CIC Cuadernos de


te juvenil a través de la psicoterapia?; ¿a Información y Comunicación, 7, 275-299.
cuántos?; ¿alguna vez alguien ha curado Berne, Eric (2010). La intuición y el Análisis
a un esquizofrénico, y si no es así, ¿por Transaccional. Sevilla: Editorial Jeder.
Bucero, Mariano (2008). Territorio Berne. Rela-
qué? (Berne, 2002, p.277).
ciones externas de la teoría del guión. Re-
vista de Análisis Transaccional y Psicología
Humanista, 59, 207-237.
REFERENCIAS Bucero, Mariano (2009). Territorio Berne. Nive-
les de consciencia del guión de vida.Revista
Berne, Eric (1947). The Mind in Action. Nueva de Análisis Transaccional y Psicología Hu-
York: Simon & Schuster. manista, 61, 189-200.
Berne, Eric (1973). The Structure and Dynamics Jorgensen, Elisabeth Watkins y Jorgensen,
of Organizations and Groups. Nueva York: Henry Irving (1984). Eric Berne, Master Ga-
Ballantine Books. mesman. Nueva York: Grove Press.
Berne, Eric (1974, 1957)). A Layman’s Guide to Kertész, Roberto y Guillermo Induni (1977). Ma-
Psychiatry and Psycoanalysis, Nueva York: nual de Análisis Transaccional. Buenos Aires:
Ballantine Books. Editorial Conantal.
Berne, Eric (1975, 1986, 1961). Transactional Noriega Gayol, Gloria (2009). El Guión Trans-
Analysis in Psychotherapy. Londres: Souve- generacional del Análisis Transaccional. Re-
nir Press. vista de Análisis Transaccional y Psicología
Berne, Eric (1975). What Do You Say after You Humanista, 61, 228-237.
Say “Hello”? Londres: Corgi Books. Roudinesco, Elisabeth y Michael Plon (2005).
Berne, Eric (2002). Más allá de una teoría del Diccionario de Psicoanálisis. Barcelona: Pai-
impacto de la interacción interpersonal en la dós.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


296 Mª Consuelo Llinares Pellicer

Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos


Mª Consuelo Llinares Pellicer1

Resumen

En este artículo, pretendo exponer la relación que tiene el alcoholismo con las disfunciones sexuales y
su tratamiento. La prevalencia de las disfunciones sexuales en el alcoholismo es alta y oscila, según distin-
tos estudios, entre el 3,2% y el 64,4%. La recuperación del adicto tiene que ver con un cambio bio-psico-
social. La sexualidad es un derecho básico de los seres humanos y por tanto, debemos apuntar a la salud se-
xual como algo fundamental que forma parte de la salud integral del individuo con sus derechos sexuales
consagrados, a favor del enriquecimiento y autorrealización personal.
Palabras clave: Disfunción sexual, alcoholismo, tratamientos psicológicos.

Alcoholism and sexual dysfunction: psychological treatments

Summary

The aim of this paper is to expound the relationship between alcoholism and sexual dysfunctions and
their treatment. The prevalence of sexual dysfunctions in alcoholics is high and varies, depending on diffe-
rent studies, from 3,2% to 64,4%. The recovery of the addict and his bio-psycho-social change are related.
Sexuality is a basic human right and therefore sexual health is a fundamental part of man’s holistic health.
Sexual rights are consecrated to personal enrichment and self-fulfillment.
Key words: Sexual dysfunction, alcoholism, psychotherapy.

L’alcoolisme et la dysfonction sexuelle: traitements psychologiques

Résumé

Dans cet article, j´essaie d´exposer le rapport entre l´alcoolisme et les dysfonctions sexuelles et leur trai-
tement. La prévalence des dysfonctions sexuelles dans l´alcoolisme est haute et elle varie, selon les diffé-
rentes études, entre le 3,2% et le 64,4%. La récupération du toxicomane est due à un changement bio-psy-
cho-social. La sexualité est un droit basique de l´ être humain et nous devons donc noter que la santé sexue-
lle est quelque chose de très important et qu´elle est une partie fondamentale de la santé intégrale de l´indi-
vidu avec ses droits sexuels consacrés à faveur de l´enrichissement et de l´autoréalisation personnelle.
Mots clé: Dysfonction sexuelle, alcoolisme, traitements psychologiques.

INTRODUCCIÓN sionales de la salud mental o cualquier otra


persona, hombres y mujeres. Sin embargo,
La sexualidad es un tema que concierne el conocimiento real o generalizado con el
a todos, desde un niño a un adulto, profe- que se cuenta es escaso, debido a muchos

1
Psicóloga Clínica de la Unidad de Alcohol. Departamento de Salud de Gandía. E-mail: llinares_con@gva.es

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos 297

factores entre los cuales está la negativa a para su pareja. La relación sexual signifi-
hablar de temas que son considerados ta- cativa, que incluye componentes emocio-
búes o secretos, demasiado íntimos, una nales y cognitivos, es central no sólo para
educación muy mitificada y restrictiva en el logro de la intimidad, sino además para
los temas eróticos. Por todo esto, a pesar alcanzar una calidad de vida satisfactoria.
de que la sexualidad es de vital importan- La historia de la humanidad, a través de
cia en la vida de una pareja y por tanto de las múltiples expresiones en que ésta se ha
una persona, los trastornos sexuales son desarrollado, ha estado continuamente
bastante desconocidos por la mayoría de aderezada de mitos y creencias en torno a
las personas y están relacionados con cier- la posible existencia de sustancias con po-
tos mitos. La sociedad exige tanto a hom- deres o efectos especiales sobre la sexua-
bres como a mujeres una vida sexual sin lidad. La razón última de este fenómeno,
quejas, pero no es capaz de proporcionar aparentemente universal, ha estado y está
herramientas para ello. relacionada con la enorme importancia
Para vivir la sexualidad placenteramente, concedida por los distintos pueblos huma-
con responsabilidad y con respeto, la per- nos a la sexualidad como el principal re-
sona debe valorarse a sí misma y a los de- curso potenciador de la fuerza del grupo a
más como seres integrales, con capacidad través de su natural consecuencia en la re-
para comunicarse, para expresar los senti- producción. Esta incesante búsqueda de
mientos a través de la piel y los sentidos, sustancias genéricamente denominadas
para dar lo mejor de sí mismos y para re- afrodisíacas se ha plasmado, según los
cibir lo mejor de los demás. distintos pueblos y épocas históricas, en la
Es importante que el ser humano se pre- atribución de estas propiedades a cosas
ocupe por conocer las condiciones que fa- tan dispares como amuletos, alimentos, in-
vorecen su cuerpo, su salud y su vida de fusiones, derivados obtenidos por macera-
manera integral. La sexualidad es impor- ción y fermentación o destilación, hasta de
tante para el bienestar y calidad de vida de las más poderosas sustancias o drogas
las personas y como tal, debe ser entendi- químicas denominadas de diseño, obteni-
da y tratada por los profesionales de la sa- das por síntesis en el laboratorio.
lud. La conducta sexual humana es varia- Ya desde la antigüedad, se hablaba de
da y determinada por una combinación de la relación del alcohol con los rituales se-
varios factores, tales como las relaciones xuales y las orgías. Se usaba el alcohol en
del individuo con los otros, por las propias el Imperio Romano y en la Antigua Grecia,
circunstancias de vida y por la cultura en la era asociado a rituales. Las drogas y el al-
cual vive él. Por ello, dentro de las áreas cohol se relacionaban con la mística de la
de la conducta humana, el comportamiento sexualidad, constituyendo un Mito el hecho
y la actividad sexual son difíciles para es- de que el alcohol mejoraba la sexualidad.
tablecer el límite entre lo normal y lo anor- Pensar en el alcohol como un afrodisíaco
mal o patológico. Los criterios varían de es una ilusión. Ya lo decía Shakespeare,
una cultura a otra, en distintas sociedades, refiriéndose a su personaje Macbeth: “el al-
en cada religión y en cada momento tem- cohol aumenta la lujuria, estimula el deseo
poral. Lo que se puede afirmar acerca de pero frustra e impide la ejecución”. Así da-
eso es que la normalidad sexual está rela- ba cuenta de la dificultad eréctil que sobre-
cionada con el hecho de que la sexualidad venía luego de ingestas copiosas de alco-
debe ser compartida, de modo que la pa- hol. Sabemos que a bajas dosis, el alcohol
reja esté de acuerdo con lo que se haga, actúa como desinhibidor eliminando tabúes
sin carácter destructivo para el individuo o y prejuicios y aumentando el deseo sexual

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


298 Mª Consuelo Llinares Pellicer

en la expectativa por el contacto deseado. o coito es una de las actividades de la res-


Pero al continuar las ingestas, se frustran puesta sexual o relación sexual humana.
las expectativas debido a una defectuosa En los últimos 30 años, los cambios so-
performance en el varón, que lo vive como ciales han facilitado el desarrollo de inves-
un verdadero fracaso. De manera que el tigaciones en esta área en general y se ha
alcohol y las drogas son enemigos acérri- avanzado considerablemente en aspectos
mos de una buena sexualidad. En cuanto como la aceptación y preocupación por la
al pretendido efecto a lograr con el uso de sexualidad femenina, mayor libertad en re-
estas sustancias, éste se ha focalizado tra- lación a la conducta sexual, mayor infor-
dicionalmente, en la potenciación de la vi- mación y de más fácil acceso, y se ha des-
rilidad masculina con el objetivo último de pertado un mayor conocimiento científico
facilitar o incrementar su fertilidad y des- en este tema.
cendencia. Sólo ocasionalmente, se ha in- La relación sexual requiere:
cluido a las mujeres en estos propósitos, a. La pulsión sexual: deseo o necesidad
normalmente con la finalidad de lograr que biológica de saciar una tensión psí-
se rindan a las pretensiones del hombre, quica que se expresa como una car-
dada la tradición cultural fálica dominante ga energética llamada libido.
en las distintas latitudes y sucesivas épo- b. Elección del objeto amoroso: se ma-
cas históricas, a través de las que las dis- nifiesta a través de la atracción se-
tintas culturas se han ido progresivamente xual o erótica.
desarrollando. c. Ejecución: se expresa como una co-
La importancia de un desarrollo sexual municación interpersonal que descar-
sano radica en el lugar privilegiado en el ga a través de una actividad sexual la
que se encuentra la sexualidad en la vida tensión libidinosa y da como resulta-
de una pareja, la relación entre la satisfac- do el orgasmo.
ción sexual y la satisfacción en las relacio- El deseo es el sentir atracción por un ob-
nes constituye un fuerte lazo. El interés se- jeto sexual vivenciado como una sensación
xual y la sensibilidad sexual de una perso- específica (erótica) que mueve al individuo
na están directamente relacionados con la a buscar experiencias sexuales o a mos-
satisfacción sexual de su pareja, así como trarse receptivo a ellas. Es decir, “la fase
también con la propia imagen. del deseo” se refiere al interés y disponibi-
lidad cognitiva y afectiva de la persona ha-
cia la actividad sexual. Recientes investi-
¿EN QUÉ CONSISTE LA ACTIVIDAD gaciones sexológicas demuestran y acon-
SEXUAL HUMANA? sejan, sin embargo, la conveniencia de
considerar la actividad sexual humana no
Desde las investigaciones de W. H. Mas- sólo como un hecho global, sino a través
ters y V. E. Johnson, en la década de 1960, del análisis de los distintos componentes
se ha denominado como “respuesta sexual” en los que actualmente consideramos divi-
el encuentro sexual entre una pareja (coito). dida la misma y que constituyen un proce-
Esta relación sexual es una comunicación so o secuencia estable de fases sucesivas
interpersonal de pareja que, practicada en en su desenvolvimiento. Desde las investi-
buenas condiciones, produce una sensa- gaciones de W. H. Masters y V. E. John-
ción de optimismo, relajación y satisfacción son (1960, 1970), la respuesta sexual hu-
que supera en importancia la mera activi- mana se considera compuesta por la si-
dad sexual en búsqueda del orgasmo o guiente sucesión de etapas o fases: exci-
descarga pulsional, es decir, el acto sexual tación, meseta, orgasmo y resolución. Re-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos 299

cientemente, J.A. Carrobles y A. Sanz nivel popular, dentro de nuestra tradición


(1992) han propuesto una secuencia de fa- cultural, como una sustancia potenciadora
ses en la respuesta sexual, apoyándose en de la respuesta sexual.
los recientes hallazgos tanto clínicos como
experimentales, entre las que se incluyen
sucesivamente las siguientes: CLASIFICACIÓN DE LAS
DISFUNCIONES SEXUALES
Deseo – Excitación – Orgasmo
Resolución – Satisfacción En los últimos años, ha habido cambios
drásticos, sociales y culturales que otorgan
La mención a estas fases o componen- especial importancia a la sexualidad. Ha
tes, en los que puede descomponerse la habido separación entre sexualidad y re-
respuesta o actividad sexual humana en re- producción, lo que ha supuesto cambios en
lación con las drogas, tiene el propósito de las costumbres. El tema de la sexualidad
llamar la atención sobre el hecho de que el ha pasado de ser un tema tabú a ser un te-
uso de las distintas sustancias no afecta del ma incluido dentro de los problemas de sa-
mismo modo a la actividad sexual sino que lud y bienestar social. En consecuencia, el
puede, en ocasiones, concretarse su efecto disfrutar de la sexualidad se considera ac-
sobre uno u otro de los componentes de la tualmente como un objetivo importante.
respuesta sexual y no producir un efecto Las disfunciones sexuales pueden defi-
tan globalizador, en términos de excitación nirse como un conjunto de problemas de ín-
o no excitación, como antes se creía. Otro dole diversa (con etiología orgánica o psi-
aspecto previo a considerar en relación con cológica) que, acompañadas por una au-
la sexualidad humana, y que puede tener sencia de sensaciones subjetivas de placer,
una gran relevancia al estudiar el efecto so- impiden o dificultan a la persona disfrutar de
bre la misma de las distintas drogas, es el forma satisfactoria de la sexualidad (Sierra,
de la existencia de múltiples causas y de 1996; Labrador y Crespo, 2001).
naturaleza diversa en relación con la mis- La cantidad de causas aducidas como
ma. Estas causas o factores pueden ser responsables o facilitadoras de la aparición
agrupados, atendiendo a su naturaleza, en de las disfunciones sexuales es amplia. Es-
los tres tipos siguientes: causas orgánicas ta amplitud, junto con la variedad de con-
o biológicas; causas psicológicas; y causas ductas abarcadas en las disfunciones, ha-
socio-culturales. La consideración de la ac- ce difícil que pueda desarrollarse un mo-
tividad sexual humana en base a estos tres delo explicativo de éstas preciso y menos
determinantes (biológicos, psicológicos y aún único. Es raro achacar a un solo fac-
socio-culturales) es importante dado que el tor la aparición de una disfunción; en la ma-
efecto real físico de las distintas drogas o yoría de los casos, pueden señalarse dife-
sustancias no siempre coincide con el efec- rentes factores. Este trastorno puede ser
to psicológico o subjetivo atribuido a las clasificado de la siguiente forma:
mismas por el propio individuo, fruto con
frecuencia, a su vez, de determinados mitos a. Según el momento de Aparición.
o tradiciones culturales. Este suele ser, por 1. Primaria: Existe desde la pubertad,
ejemplo, el caso del alcohol, droga de efec- generalmente es secundaria a
to físico claramente depresor a nivel del sis- anomalías vasculares congénitas.
tema nervioso central e inhibidor, conse- 2. Secundaria: Aparece luego de un
cuentemente, de la actividad sexual, y que, periodo de actividad sexual y
sin embargo, continúa siendo considerada a función eréctil normal.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


300 Mª Consuelo Llinares Pellicer

b. Según su Etiología. c) Causas basadas en los conflictos de


1. Predominantemente psicógena: pareja: Cualquier conflicto de pare-
Ansiedad por desempeño sexual, ja, crónico o circunstancial puede
relación forzada, pérdida de exci- estar en la base de una disfunción
tación sexual, estrés psicológico sexual. Celos, infidelidad, rechazo,
y enfermedades psiquiátricas co- resentimiento, competitividad, mala
mo depresión y esquizofrenia. comunicación, conflicto de roles, de-
Las causas no orgánicas de las disfun- sacuerdos en manejos económicos,
ciones sexuales se diferencian en: Causas narcisismo, crean discordancia, falta
remotas, inmediatas y derivadas de conflic- de confianza, agresividad o despre-
tos de pareja. cio que obstruyen un funcionamien-
a) Causas remotas: to sexual óptimo y gratificante.
• La crianza y el desarrollo de una Entre las causas psicológicas, Master y
atmósfera cultural religiosa, social Johnson (1970) proponen distinguirlas en-
y familiar inhibitoria y represiva de tre factores personales e interpersonales:
lo erótico, que creó un sistema de a. Factores personales:
valores sexuales negativos, puede • Falta de información sobre la se-
ser la base de la impotencia pri- xualidad.
maria, disfunción orgásmica feme- • Aceptación de mitos culturales
nina o incapacidad eyaculatoria. irracionales.
• Experiencia traumática o de fraca- • Miedo anticipado a la relación se-
so en los primeros contactos se- xual.
xuales puede provocar impoten- • Miedo al embarazo.
cia, disfunción orgásmica y vagi- • Miedo a las enfermedades vené-
nismo. Así también, primeras ex- reas
periencias en condiciones inade- • Miedo al rechazo.
cuadas pueden ocasionar una • Miedo a la pérdida del control.
eyaculación precoz. • Miedo al dolor
• Atmósfera de relaciones interperso- • Miedo a la intimidad.
nales destructivas que bloquea el b. Factores Interpersonales:
desarrollo de relaciones gratificantes. • Deficiente comunicación.
• Aspectos de personalidad neuróti- • Luchas de poder en la pareja.
ca como depresiones crónicas, • Hostilidad hacia la pareja.
pasividad, inseguridad, obsesio- • Desconfianza.
nes, ansiedad, competitividad con • Falta de atracción física.
el otro sexo, etc. • Diferencias en actitudes hacia el
b) Causas inmediatas: Cualquier fracaso sexo o preferencias sexuales.
sexual ocasional puede generar an- 1. Predominantemente orgánica.
gustia, rendimiento y rol del especta- a) Neurogénica: Esclerosis múltiple,
dor que bloquee el desempeño. El te- neuropatía autonómica (diabetes
mor al fracaso, la exigencia de un mellitus y alcoholismo), enferme-
buen desempeño, la necesidad exclu- dad de Guillain Barré, epilepsia,
siva de complacer al compañero, cre- enfermedad de Parkinson, enfer-
an una ansiedad destructora de la efi- medad de Alzheimer, trauma ce-
ciencia sexual y dificulta la percepción rebral, daño infeccioso, inmunoló-
de los estímulos eróticos. Lo mismo gico, traumático o tumoral de la
ocurre con la vergüenza o la culpa. médula espinal.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos 301

b) Endocrinológica. Diabetes melli- insuficiencia hepática, SIDA,


tus, hipogonadismo, hiperprolacti- enfermedad pulmonar obstructi-
nemia, acromegalia, hipertiroidis- va crónica, enfermedades sisté-
mo, insuficiencia suprarrenal. micas debilitantes, intoxicacio-
c) Vasculogénica. Puede ser arterial nes exógenas.
y/o cavernosa.
Arterial. Aterosclerosis, HTA, En las disfunciones sexuales, existen
enfermedad vascular periférica, los siguientes factores etiológicos a te-
cardiopatía isquémica, radiotera- ner en cuenta:
pia por adenocarcinoma de prós-
tata, trauma pélvico o perineal, ta- 1. FACTORES PREDISPONENTES
baquismo, síndrome de Leriche. • Inadecuada información sexual (mitos
Cavernosa. Disfunción venoo- sexuales).
clusiva, por numerosos vasos sa- • Educación oral y religiosa restrictiva.
lientes del cuerpo cavernoso, ca- • Modelos paternos con relaciones pro-
nales venosos agrandados por blemáticas o deterioradas.
distorsión de la túnica albugínea, • Experiencias sexuales traumáticas du-
envejecimiento, fractura del pene, rante la infancia.
incapacidad del músculo liso ca- • Castigo o descalificación de conductas
vernoso de relajarse por fibrosis. sexuales iniciales (especialmente en la
d) Inducida por drogas: adolescencia).
– Legales: Alcohol y tabaco. • Expectativas inadecuadas respecto a
– Ilegales: Marihuana, cocaína, la sexualidad.
opiáceos, anfetaminas, drogas • Inseguridad en el rol psico-sexual du-
de Diseño. rante los primeros años.
– Yatrogénica. Drogas antihiperten-
sivas o con acción cardiovascular. 2. FACTORES PRECIPITANTES
– Hormonales: Estrógenos, pro- • Parto.
gesterona, antiandrógenos, an- • Experiencias sexuales inadecuadas.
tagonistas de las gonadotropi- • Problemas generales de relación de la
nas, finesterida, Ketoconazol, pareja.
fluconazol, corticoesteroides. • Conductas inadecuadas en la interac-
– Drogas Psicotropicas. Tranquili- ción sexual.
zantes mayores, ansiolíticos, • Disfunción sexual en el otro miembro
barbitúricos, inhibidores de la de la pareja.
MAO, antidepresivos tricíclicos, • Reacción a trastorno transitorio o fallo
antipsicóticos, anorexígenos. esporádico anterior.
– Otras. Broncodilatadores, anta- • Condicionantes psico-biológicos de
gonistas del receptor de la his- embarazo y/o parto.
tamina (h1, h2), efedrina, clorfi- • No adaptación a los cambios en las res-
brato, metoclopramida, bellado- puestas sexuales inducidos por la edad.
na, compuestos neurotóxicos: • Trastornos más generales que puedan
metales pesados como plomo, interferir con la actividad sexual (de-
arsénico, talio, mercurio, oro, di- presión, ansiedad, alcoholismo).
sulfiram, piridoxina. • Circunstancias adversas familiares,
– Otras causas. Prostatitis, uretri- sociales, laborales.
tis, insuficiencia renal crónica, • Experiencias sexuales traumáticas.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


302 Mª Consuelo Llinares Pellicer

3. FACTORES DE MANTENIMIENTO PRINCIPALES


• Información sexual inadecuada, gene- DISFUNCIONES
ral o específica de la disfunción. SEXUALES HUMANAS
• Respuesta de ansiedad o miedo ante
la interacción sexual. Existen distintos sistemas de clasifica-
• Anticipación de fallos o fracasos, en ción de las Disfunciones Sexuales. Entre
ámbito sexual o personal. los más utilizados, cabe mencionar el pro-
• Sentimientos de culpa o responsabili- puesto por la Organización Mundial de la
dad por la disfunción. SALUD (CIE -10; OMS, 1992) y el aporta-
• Problemas en la relación de pareja, espe- do más recientemente por la Asociación
cialmente de comunicación y de atracción. Psiquiátrica Americana (DSM-IV; APA,
• Otros trastornos más generales, como de- 1994). Aunque cualquiera de estos siste-
presión, alcoholismo, anorexia o ansiedad.
mas especialmente el DSM-IV por ser el
• Falta de atracción entre los miembros
más actualizado, puede ser utilizado como
de la pareja
instrumento diagnóstico para las diversas
• Miedo a la intimidad.
disfunciones sexuales nosotros presenta-
• Deterioro de la autoimagen.
mos a continuación el sistema desarrolla-
• Escaso tiempo dedicado a caricias an-
tes de pasar al coito. do por Carrobles y Sanz (1992) porque
Cabe destacar los siguientes factores en aporta un mayor número de categorías
la mayor parte de las disfunciones sexuales: diagnósticas en concordancia con la reali-
• Ansiedad o angustia asociada a las in- dad observada en la clínica por estos pro-
teracciones sexuales. blemas, además de sugerir la inclusión,
• Falta de habilidades y conocimientos junto al diagnóstico tipológico habitual, de
sexuales propios y de la pareja. las principales dimensiones funcionales
• Adopción del “rol de espectador” en el que acompañan a estos problemas con el
que la persona está constantemente eva- fin de facilitar el análisis etiológico o cau-
luando su desempeño durante el coito. sal que permita orientar su rehabilitación
• Inadecuada información sexual. terapéutica.

Tabla 1. Sistema Clasificatorio Integrado Tipológico-Funcional de las Disfunciones Sexuales.

Dimensiones
Tipos o Categorías Hombre Mujer
Funcionales

Aversión hacia la rela- Aversión hacia la rela- O-F/P - Sec/G-


ción sexual. ción sexual. Sit/T - Pa.

Deseo sexual inhibido. Deseo sexual inhibido. O-F/P- Sex/G-Sit/T-Pa.


Problemas de
deseo sexual Bajo deseo sexual (hi- Bajo deseo sexual (hi- O-F/P- Sec/G-
posexualidad). posexualidad). Sit/T-Pa.

Deseo sexual exacer- Deseo sexual exacer- O-F/P- Sec/G-


bado (hipersexualidad). bado (hipersexualidad). Sit/T-Pa

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos 303

Dimensiones
Tipos o Categorías Hombre Mujer
Funcionales
Excitación sexual inhi- Excitación sexual inhi- O-F/P - Sec/G-
bida. bida. Sit/T - Pa.
Problemas de
excitación
Impotencia. Disfunción sexual ge- O-F/P- Sex/G-
neral. Sit/T-Pa.

Orgasmo y eyacula- Orgasmo prematuro. O-F/P - Sec/G-


ción rápidos o preco- Sit/T - Pa.
ces.

Orgasmo y eyacula- Orgasmo retardado. O-F/P - Sec/G-


ción retardados. Sit/T - Pa.

Ausencia de orgasmo Ausencia de orgasmo. O-F/P - Sec/G-


y eyaculación. Sit/T - Pa.
Problemas de
Orgasmo
Eyaculación sin orgas- Anorgasmia coital. O-F/P - Sec/G-
mo. Sit/T - Pa.

Eyaculación retrógra- (Ausencia de orgasmo


da u orgasmo sin eya- en el coito pero no por
culación. otros medios).

Orgasmo no placente-
ro con el pene flácido.

Problemas de frecuen- Problemas de frecuen- O-F/P - Sec/G-


cia en las relaciones cia en las relaciones Sit/T - Pa.
sexuales. sexuales.
Insatisfacción
sexual Problemas con la va- Problemas con la va- O-F/P - Sec/G-
riedad de actividades riedad de actividades Sit/T - Pa.
sexuales (monotonía sexuales (monotonía
sexual). sexual).
Dolor durante la exci- Dolor durante la exci- O-F/P - Sec/G-
tación sexual. tación sexual Sit/T - Pa.

Dolor durante la pene- Dolor durante la pene- O-F/P - Sec/G-


tración. tración. Sit/T - Pa.
Dolor en las
relaciones sexuales
Dolor durante el coito. Dolor durante el coito. O-F/P - Sec/G-
Sit/T - Pa.

Dolor al eyacular. Vaginismo. O-F/P - Sec/G-


Sit/T - Pa. ➞

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


304 Mª Consuelo Llinares Pellicer

Dimensiones
Tipos o Categorías Hombre Mujer
Funcionales

Problemas sexuales
Diferentes tipos de Diferentes tipos de
asociados a otros
problemas sexuales: problemas sexuales:
trastornos
deseo, excitación, or- deseo, excitación, or-
psicológicos
gasmo. gasmo.
médicos
o por el uso
Dispareunia Dispareunia.
de sustancias

EFECTO DE LAS DROGAS SOBRE persona factores psicosociales y psicológi-


LA SEXUALIDAD cos que le dan a la función sexual un sen-
tido especial. Cuando ocurre de forma rei-
Tanto para el CIE-10 (Clasificación Inter- terada un fallo en la respuesta habitual, el
nacional de Enfermedades) de la Organiza- ser humano como individuo es catalogado
ción Mundial de la Salud (OMS), como para como disfuncional y por lo general, siente
el Diagnóstic and Statistical Manual of Men- una marcada frustración en el desempeño
tal Diseases (DSM-IV) de la American Psy- de su rol sexual, al punto de convertirse en
chiatric Association, las disfunciones sexua- un ser minusválido.
les son perturbaciones cuantitativas por de- Las drogas pueden afectar a la sexualidad
sequilibrio, en más o en menos, del deseo o humana de muy diversos modos. Sus efec-
apetito sexual y de la capacidad funcional tos pueden, por un lado, ser como antes co-
coital (rendimiento durante el desarrollo del mentábamos globales, afectando a la activi-
ciclo de la respuesta sexual fisiológica). Tal dad sexual en conjunto, o específicos, ejer-
perturbación sexual se puede presentar en ciendo su efecto sobre uno u otro compo-
todas las oportunidades que la persona de- nente de la respuesta sexual. A su vez, tan-
cide tener actividad sexual y desde siempre to las drogas como los fármacos pueden
(primaria), o luego de haber alcanzado al- afectar a la sexualidad bien de un modo po-
guna respuesta anteriormente (secundaria), sitivo como negativo, siendo normalmente
o ser selectiva de ciertas circunstancias. más fácilmente observables y objetivables los
Si bien en el fondo todas las disfunciones efectos negativos que los positivos. Este pue-
terminan siendo de causas mixtas (somato- de ser el caso, por ejemplo, de los fármacos
psíquicas), en su inicio reconocen un co- o sustancias utilizadas para combatir la hi-
mienzo en el que predomina uno u otro com- pertensión y su conocido efecto negativo so-
ponente en proporciones variables. Las cau- bre la excitación sexual, con la producción de
sas somáticas afectan más al varón que a la impotencia en el caso del hombre y de una
mujer, siendo frecuentes los trastornos arte- aparente tumefacción genital insuficiente en
riales, nerviosos y metabólicos. En la mujer el caso de la mujer. Por el contrario, los po-
se observan con mayor frecuencia las causas sibles efectos positivos de las drogas sobre la
psíquicas: dolor, los conflictos emocionales, sexualidad, raramente pueden ser verificados
la deficiente estimulación en las zonas eró- con absoluta seguridad. Otro aspecto a tener
genas. No obstante, en ambos el diagnóstico en cuenta dentro de este apartado es el de
de la personalidad de la persona se impone. las posibles vías o mecanismos de acción de
La sexualidad humana difiere de la de las diferentes drogas. Estas vías pueden ser,
los restantes animales por concurrir en la a su vez, más o menos generales o especí-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos 305

ficas, afectando al Sistema Nervioso Central sustancias lo hacen en cambio sobre los
de un modo globalizado, a la corteza cere- centros nerviosos periféricos que controlan
bral, con efectos sobre los sistemas activa- la actividad de los órganos genitales. En
dores o inhibidores y los componentes subje- cualquier caso, el efecto de una droga sobre
tivos o experienciales. Estos efectos pueden la conducta sexual debe entenderse como
concretarse asimismo, sobre el Sistema Ner- intervención de un elemento dentro de un
vioso Periférico, bien a nivel del Sistema sistema psicosomático altamente complejo.
Muscular-Esquelético, con efectos sobre la Las drogas o sustancias a las que se ha
sensibilidad y la tensión muscular intervinien- atribuido o atribuye algún efecto, normal-
tes ambas en la respuesta sexual; o bien a mente activador, sobre la sexualidad son
nivel del Sistema Neurovegetativo y sus co- múltiples y muy variadas. Entre las sustan-
rrespondientes ramas simpática y parasimpá- cias, tratando de agruparlas y ordenarlas
tica, componentes centrales de la actividad o de acuerdo con las principales característi-
respuesta sexual humana en sus distintos cas que poseen en común, se encuentran
componentes, especialmente la excitación las siguientes:
sexual y el orgasmo. 1. Alimentos.
Las drogas y los medicamentos pueden 2. Sustancias Afrodisíacas.
influir en la respuesta sexual de tres modos: 3. Fármacos.
afectando al deseo, a la excitación y al or- 4. Hormonas.
gasmo. Algunas reducen el deseo sexual, 5. Drogas legales.
otras lo incrementan y otras actúan sobre el 6. Drogas ilegales.
mecanismo de la excitación, prolongándolo 7. Anafrodisíacos.
o inhibiéndolo; este mecanismo es el que En este trabajo dedicaremos especial
provoca la erección en los hombres y la lu- atención a los efectos del alcohol sobre la
bricación de la vagina en las mujeres; esto sexualidad, aunque comentaremos el efec-
quiere decir que hay medicamentos o dro- to de las diferentes drogas de manera más
gas que pueden producir la tan temida “im- superficial.
potencia”, y como la excitación es impres- Drogas Ilegales.
cindible para que se dé el climax, estas dro- Son muchas las drogas prohibidas a ni-
gas también producen falta de orgasmo. vel social o jurídico-legal actualmente exis-
tentes, que afectan a la sexualidad. Estas
drogas pueden clasificarse de distintos mo-
DROGAS Y SUSTANCIAS dos, siendo quizás uno de los más apro-
QUE AFECTAN A LA SEXUALIDAD piados, en relación con la sexualidad el si-
guiente:
La conducta sexual, como toda conducta Drogas Ilegales:
que es promovida por el sistema nervioso, Inhibidoras:
emplea productos químicos conocidos como • Marihuana.
neurotransmisores que sirven para trasmitir • Heroína, morfina, metadona.
sus mensajes. Si una droga interfiere el pa- Excitantes:
so de estas sustancias transmisoras, los • Cocaína.
mensajes normales se verán distorsionados • Crack.
y la conducta se alterará; en concreto, los • Anfetaminas.
efectos químicos de algunas drogas inciden Alucinógenos:
directamente sobre el cerebro modificando • LSD (ácido).
casi con seguridad el funcionamiento de los • Éxtasis (MDMA).
centros reguladores de la sexualidad; otras • Mescalina, Psilocibina, Peyote.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


306 Mª Consuelo Llinares Pellicer

Como sugiere el nombre de cada uno de cacia masturbatoria y disminuye la intensidad


estos apartados, el efecto diferencial y ge- del orgasmo masculino.
neral de cada uno de estos subgrupos de En las mujeres, incluso ingerido con mo-
sustancias es claramente diferente en rela- deración, dificulta la respuesta orgásmica, re-
ción con la sexualidad, en el sentido que in- trasando temporalmente el orgasmo o dismi-
dica su nombre. nuyendo la intensidad de éste. Normalmente
Drogas Legales. las personas dependientes del alcohol pre-
Entre las drogas permitidas o legalizadas sentan disfunciones sexuales, en los varones
que afectan a la sexualidad se encuentran disfunciones eréctiles y eyaculación retarda-
principalmente el alcohol, el tabaco y la cafe- da (después de un periodo prolongado de
ína. De todas ellas, el Alcohol es, con mucho, tiempo y un esfuerzo extenuante), en las mu-
la droga que presenta una mayor influencia jeres disminución de la excitación sexual y
negativa sobre la sexualidad. Esta influencia disfunciones orgásmicas. En ambos sexos
es ejercida, principalmente, a través de su provoca comúnmente reducción del interés
efecto depresor o inhibidor sobre el Sistema sexual, impulsos sexuales bajos y problemas
Nervioso Central y sobre el Sistema Nervioso en la respuesta orgásmica. Por otro lado, el
Autonómico, responsable este último de la ex- consumo continuado de cantidades de alco-
citación sexual (erección y vasocongestión hol elevadas puede producir trastornos endo-
genital) de los sujetos dentro de la actividad crinos, neurológicos y vasculares irreversi-
sexual. El alcohol es considerado por muchas bles, que reduzcan de forma permanente la
personas como un poderoso estimulante que respuesta sexual. En general, tanto en hom-
intensifica las relaciones sexuales, esto es de- bres como en mujeres, las investigaciones
bido principalmente a su efecto desinhibidor, han identificado varias características de las
ya que hace que la persona pierda el control personas que presentan disfunciones sexua-
sobre algunas de sus conductas. Pero tanto les (Carey, 1977). Entre otras destacamos:
en varones como en mujeres, produce efec- a) La ausencia de conocimientos sobre
tos negativos sobre las señales fisiológicas de anatomía y fisiología sexual y el des-
excitación sexual, ya que el alcohol es un po- conocimiento de la necesidad de pre-
tente depresor del sistema nervioso. Los dos ámbulo antes del coito.
sexos consumen alcohol para adquirir con- b) La existencia de mitos o creencias
fianza en el momento de acercarse e interac- disfuncionales respecto al sexo y la
tuar con potenciales parejas sexuales (Abra- sexualidad.
hamson, 2004). El alcohol puede emplearse c) Déficit en Habilidades. Las personas
como un desinhibidor temporal que despierte pueden ignorar cómo proporcionar
el deseo sexual en los individuos que de otro placer y / o mostrar afecto a la pare-
modo serían más cautos. Al igual que otras ja, o desconocer cómo optimizar el
drogas, el alcohol tiene propiedades amnési- propio placer. Pueden tener un reper-
cas que permiten a los individuos olvidar sus torio limitado de conductas.
acciones o las consecuencias de éstas antes, d) Otros problemas psicológicos. Perso-
durante y después de la actividad sexual. nas con depresión o ansiedad, o con
Cuando los jóvenes se emborrachan, se du- altos niveles de estrés, problemas de
plican sus probabilidades de practicar sexo ingesta de alcohol u otras drogas, las
desprotegido (Traeen y Kvalem, 1996). En los cuales necesitarán terapias previas a
varones puede producir grandes dificultades la terapia sexual.
para conseguir y mantener una erección y • Problemas en la relación de pareja.
eyaculación retardada o incapacidad para • Problemas de comunicación con la
eyacular. Asimismo, el alcohol debilita la efi- pareja.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos 307

DIAGNÓSTICO CLÍNICO DIFERENCIAL 2.2. Pubertad y adolescencia.


– Educación e información sexual.
Una correcta entrevista psicológica y un – Primeras experiencias sexua-
detallado examen físico son capaces de les (sueños, fantasías, mas-
ofrecer el diagnóstico diferencial de las dis- turbación, orgasmo).
funciones sexuales. 2.3. Relaciones sexuales con su ac-
En las entrevistas de evaluación tendre- tual pareja.
mos en cuenta: – Primeras experiencias.
1. Entrevista Inicial. Ésta normalmente – Experiencias posteriores.
se lleva a cabo conjuntamente con la 2.4. Conducta sexual actual.
pareja. Esta primera entrevista sirve – Actitudes y creencias respec-
fundamentalmente para detectar la to al sexo.
motivación de quién hace la deman- – Actividad sexual distinta al
da y quién viene a consulta. En ella coito.
analizaremos: – Posibles relaciones extramari-
a. Descripción del problema. tales.
b. Factores orgánicos. – Comunicación sexual entre la
c. Presencia de trastorno psicopato- pareja.
lógico asociado. – Relaciones de pareja en ge-
d. Nivel de motivación y compromiso neral.
de cada miembro de la pareja pa- – Estilo de vida de cada miembro.
ra la terapia. 2.5. Dificultad o problemas sexuales.
2. Historia sexual. Normalmente se en- – Descripción del problema: situa-
trevista individualmente a cada miem- ción - estado emocional - pen-
bro de la pareja. En ella abordaremos: samientos - conducta - respues-
2.1. Historia del problema: ta fisiológica - consecuencias.
2.1.1. Infancia y medio familiar. – Aparición y curso del proble-
– Ambiente familiar. ma.
– Formación religiosa. – Atribución sobre origen y
– Actitudes de los adul- mantenimiento del problema.
tos y otros significati- – Intentos previos de solución.
vos respecto al sexo. 2.6. Expectativas y metas del trata-
– Experiencias sexuales miento.
tempranas. 2.7. Motivación para el tratamiento.

DIAGNÓSTICO CLÍNICO DIFERENCIAL


Tabla 2

Paciente con una perturbación sexual disfuncional


Funcionamiento anormal
Causas
Orgánicas Psicógenas Alcoholismo
Tratamiento clínico Deshabituación alcohólica
Terapias sexuales.
y/o quirúrgico. y terapias sexuales.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


308 Mª Consuelo Llinares Pellicer

EVALUACIÓN Y CONCEPTUALIZACIÓN 2. Actitudes respecto al sexo.


DE LOS PROBLEMAS • Inventario de miedos sexuales (An-
non, 1975).
Es necesario evaluar de forma individua- • Inventario de placer sexual (Annon,
lizada a cada pareja con disfunciones. No 1975).
basta con asignarlas a categorías psicopa- • Inventario de actitudes respecto al
tológicas. El tratamiento va dirigido a una sexo (Eysenck, 1970).
relación en pareja, no a una persona. Am- 3. Conducta Sexual.
bos miembros de la pareja han de partici- • Perfil de respuesta sexual (Pion,
par e involucrarse activamente en la tera- 1975).
pia. Ésta debe integrar datos biológicos, • Inventario de interacción sexual
psicológicos y sociales (un enfoque bio-psi- (Lopiccolo y Steger, 1974).
co-social). En la primera entrevista general • Inventario de ajuste sexual (Stuart,
que se realiza conjuntamente con la pare- Maurice y Szasz, 1975).
ja, debe de definirse si el trastorno es pri- 4. Identificar claramente su estado emo-
mario o secundario, así como la posible re- cional o psicológico y relacional.
lación con trastorno orgánico (es aconseja- Algunas veces utilizamos cuestiona-
ble el pertinente informe médico al respec- rios de evaluación como:
to). La historia, los auto-informes (cuestio- • Escala de ajuste marital (Locke y
narios), los autorregistros, la observación Wallace, 1959).
(normalmente por la pareja) y los registros • Inventario de relaciones de pareja
psicofisiológicos (por ejemplo: plestimogra- (Stuart y Stuart, 1983).
fia peneana) servirán para realizar el análi-
sis funcional-cognitivo del problema.
En este apartado es útil contar con la in- PIONEROS EN TERAPIA SEXUAL
formación siguiente:
1. Historia del problema. La terapia sexual tiene una definición
2. Historia personal y de la pareja. amplia. Se refiere a cualquier intento siste-
3. Función del problema en la relación mático de parte de un profesional de la sa-
de la pareja. lud para aliviar la disfunción sexual o pro-
4. Aspectos cognitivos del problema (in- blemas experimentados por una persona
formación sexual, distorsiones cogni- en el área de lo sexual.
tivas y creencias disfuncionales). La historia de la terapia sexual es relati-
5. Intentos de solución previos y efectos vamente breve. A continuación, presenta-
de los mismos. mos a los pioneros de la Sexología:
1886. – Richard Von Krafft-Ebing.
1899. – Magnus Hirshfield.
CUESTIONARIOS DE EVALUACIÓN 1900. – Havellok Ellis.
1900. – Sigmund Freud.
1. Información Sexual. 1908. – Iwan Bloch.
• Inventario de Conocimientos se- 1948. – Alfred A. Kinsey.
xuales (McHugh, 1955, 1967). 1951. – Abert Ellis.
• Cuestionario de Información Sexual 1966. – William H. Masters y Virginia
(Carrobles, 1985). Johnson.
• Cuestionario para la evaluación de 1974. – Helen Singer Kaplan.
mitos y falacias sexuales (Carro- 1978. – LoPiccolo.
bles, 1985). 1988. – Leiblum, Rosen y Spector.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos 309

TRATAMIENTO PSICOLÓGICO • El enfrentamiento a los compromi-


DE LAS DISFUNCIONES SEXUALES sos y problemas.
• La capacidad de soportar conflictos,
El tratamiento psicológico en la terapia tensiones y tolerar la frustración.
sexual se centra siempre en la misma rela- • La capacidad de tomar decisiones.
ción sexual. Una disfunción es un problema • Entrenar en resolución de proble-
que afecta a una pareja: luego el objetivo mas
será la conducta o relación de una pareja, • Evaluar y analizar los cambios pro-
no de un solo miembro. Previo a toda in- ducidos.
tervención, se llevará a cabo información y • Buscar y consolidar los apoyos ex-
educación sexual. En muchos casos es ne- ternos.
cesario disminuir la ansiedad asociada a la • Reforzar el mantenimiento de la
relación o a actividades sexuales. abstinencia.
Es determinante el aumento de la comu- En esta fase atendemos a tres frentes:
nicación y la mejora de las relaciones de pa- 1. Consideramos a la familia como una
reja. Si los pacientes presentan problemas red de apoyo social.
de alcoholismo se trabajará primero la des- 2. Utilizamos procedimientos de extin-
habituación psicológica del consumo de esta ción conductuales y cognitivos de for-
sustancia, y luego recibirán tratamiento psi- ma combinada para extinguir el de-
cológico para la disfunción sexual pertinente. seo, la conducta de búsqueda y la
En la deshabituación psicológica de la per- auto-administración del alcohol.
sona dependiente al alcohol, el tratamiento 3. Actuamos sobre los valores socio-cul-
psicológico lo orientamos hacia la estructura- turales que han generado esta adic-
ción de la personalidad del individuo que pre- ción.
senta esta problemática, para conseguir un Para la deshabituación psicológica
desarrollo o crecimiento personal tal, que le de la persona dependiente al alcohol
permita hacer frente a sus tensiones o con- utilizamos tanto los procedimientos
flictos sin necesidad de recurrir al alcohol. En cognitivos como los conductuales, ya
esta fase trabajamos los siguientes objetivos: que ambos actúan de forma indistinta y
1. Objetivos generales. complementaria en las diferentes eta-
• Dotar de recursos de afrontamiento pas del proceso terapéutico. Las técni-
cognitivo-conductuales ante la apa- cas conductuales son importantes para
rición de conductas de riesgo. producir cambios en el estilo de vida de
• Facilitar el afrontamiento y la reso- la persona dependiente del alcohol, y al
lución de problemas desde una mismo tiempo las cognitivas sirven pa-
perspectiva cognitiva-conductual y ra obtener evidencia con lo que el pa-
un planteamiento realista acorde ciente puede reforzar sus distorsiones
con las limitaciones propias de ca- cognitivas y/o creencias erróneas.
da persona. Técnicas Psicológicas Utilizadas.
• Poner en práctica estrategias para • Reestructuración Cognitiva.
facilitar el cambio en el estilo de vi- • Refuerzo Social.
da. • Concienciación.
• Prevenir posibles recaídas. • Valoración Ambiental.
• Mantener la abstinencia. • Auto-evaluación.
2. Objetivos específicos. • Control de estímulos.
• Trabajar la autoestima. • Expresión de sentimientos.
• La seguridad en sí mismo. • Dramatización.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


310 Mª Consuelo Llinares Pellicer

PREVENCIÓN DE RECAÍDAS • Creación de grupos de autoayuda:


EN EL CONSUMO DEL ALCOHOL – Cambio en la forma de relacio-
narse socialmente.
El objetivo fundamental del tratamiento – Trabajo en grupo para mantener
consistirá en enseñar a los pacientes, nue- la abstinencia.
vas respuestas de afrontamiento, con el fin Los tratamientos sexuales deben incluir
de modificar las creencias y expectativas una parte práctica de entrenamiento en: las
desadaptativas relacionadas con el consu- nuevas conductas sexuales (caricias, coi-
mo del alcohol, y cambiar hábitos persona- to), en conductas de relación social (comu-
les y estilos de vida. nicar interés, afecto, demanda). El progra-
ma de tratamiento supone un cambio fun-
1. OBJETIVOS GENERALES. damental en la forma de vida del sujeto,
• Enseñar a los alcoholdependientes por lo que debe llevarse a cabo en un pe-
que aprendan a identificar las si- riodo de tiempo, en el que los pacientes es-
tuaciones de alto riesgo y los ante- tén relativamente libres de ocupaciones o
cedentes de las recaídas (ambien- responsabilidades, y puedan dedicarse de
tales, cognitivos y afectivos), para manera intensiva a la solución de sus pro-
que sepan manejarlas y evitarlas. blemas de interacción sexual.
• Instruirles en habilidades comporta-
mentales y cognoscitivas, como la 1. OBJETIVOS GENERALES:
resistencia a la presión social, el in- • Crear o restablecer el bienestar y
cremento de la facultad asertiva, la satisfacción sexual de ambos
relajación, el control del estrés y la miembros de una pareja (no de-
comunicación interpersonal. pende de una respuesta específica,
• Informarles sobre el proceso de re- por ejemplo, coito).
caída. • El desarrollo y mantenimiento de
• Enseñar a los pacientes a identifi- una disfunción sexual es un proble-
car las situaciones de alto riesgo. ma que afecta a una pareja y la for-
• Aprender a afrontar consumos pun- ma en que ésta se comporta es la
tuales. responsable de dicha disfunción.
• Generar alternativas de respuesta En consecuencia, el objetivo no de-
ante situaciones de riesgo. be ser modificar las conductas de
• Control de consecuencias de la re- uno u otro, sino las conductas de
caída. ambos, siendo más especifico, las
• Aprender técnicas de resolución de conductas que utilizan en sus rela-
problemas y de afrontamiento. ciones sexuales.
• Continuar con el cambio de estilo • Como requisito previo a cualquier
de vida. programa de intervención específico
• Desarrollo de sistemas de apoyo. es necesario, en casi todos los ca-
sos dar información y educación se-
2. OBJETIVOS ESPECIFICOS. xual adecuada a ambos miembros
• Enseñar las cadenas conductuales, de la pareja. En muchos casos es-
estudiando el análisis conductual to puede ser suficiente para superar
de su consumo de alcohol. su disfunción, pero generalmente
• Cambiar la forma en que los pa- ello es necesario para proceder
cientes se manejan con cada ele- posteriormente al desarrollo de una
mento de la cadena de la conducta. intervención terapéutica específica.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos 311

• En gran parte de los casos, es ne- • Entrenamiento en comunicación.


cesario disminuir la ansiedad aso- • Entrenamiento en nuevas conductas
ciada a la relación sexual o las ac- sexuales.
tividades sexuales en general. La
mejor forma de conseguir esto es
enseñando a las personas técnicas PROGRAMA DE TRATAMIENTO
y habilidades que les permitirán
controlar la ansiedad. Procedimien- 1ª Fase: Educación sexual.
tos como la relajación, técnicas de a. Objetivos:
inoculación del estrés pueden ser • Mejorar el conocimiento de la pare-
de las más útiles. ja acerca de la sexualidad, propor-
• Para conseguir resultados positivos cionando información, aclarando
es determinante el aumento de la mitos y errores educativos de am-
comunicación y la mejora de la re- bos.
lación en general de la pareja. • Disminuir la ansiedad y elevar la
autoconfianza en ambos miembros
2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS. de la pareja
• Establecer objetivos atendiendo a • Identificar desconocimientos y
conductas no a resultados. equívocos específicos que puedan
• Fijar los objetivos de acuerdo con afectar a los problemas concretos
la pareja. de la pareja y que no hayan apare-
• Establecer su consecución de una cido durante la fase de evaluación.
forma escalonada. b. Contenido.
• Descripción comparativa de la ana-
tomía sexual del hombre y la mujer.
ESTRUCTURA BÁSICA • Descripción comparativa de la fisio-
DE LAS TERAPIAS SEXUALES logía de la respuesta sexual del
hombre y la mujer.
• Evaluación y diagnóstico de la disfun- • Papel de las respuestas cognitivas:
ción sexual. fantasías eróticas y atención a las
• Facilitar la adquisición de una adecua- propias sensaciones.
da formación e información sobre la c. Material.
sexualidad. • Material gráfico: dibujos, láminas,
• Trabajo sobre los objetivos más estric- fotografías, diagrama.
tamente sexuales. – Imagen completa de hombre y
• Implementación de los resultados y mujer desnudos.
prevención de las recaídas. – Imágenes de genitales externos
en ambos sexos.
– Diagrama sencillo de genitales
COMPONENTES HABITUALES internos en ambos sexos.
DE LAS TERAPIAS SEXUALES – Gráficos de etapas de la res-
puesta sexual.
• Educación sexual. – Dibujos de cambios en genitales
• Focalización sensorial. externos e internos durante la
• Preparación del ambiente y condicio- respuesta sexual.
nes para una relación sexual placen- • Material de lectura. Libros y docu-
tera. mentos adecuados.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


312 Mª Consuelo Llinares Pellicer

d. Tarea. c. Condiciones.
• Indicar a la pareja la lectura de li- • La pareja realizará la tarea en la in-
bros o documentos adecuados. timidad (en su lugar habitual).
• Exposición de los contenidos con • El ambiente será tranquilo, íntimo,
material gráfico. relajado, sin interrupciones.
• Aclarar las dudas y preguntas. • Prohibición de realizar penetración
e. Dificultades. y coito.
• La pareja alega poseer ya sufi- • Comunicación verbal y no verbal,
cientes conocimientos sexuales y sobre las sensaciones vividas.
desea pasar a una fase de trata- • Realizar la tarea al menos en 4 ó 5
miento más avanzada. ocasiones (periodo de 15 días).
f. Evaluación. • Sesión semanal de control clínico
• Valorar, al término de la sesión, los con la pareja.
conocimientos de cada miembro de d. Material.
la pareja sobre la sexualidad. • Videos, fotografías o dibujos ilus-
g. Actuación Clínica. trativos de la tarea a realizar.
• Insistir en lo necesario de esta fa- • Utilizar loción hipoalergénica (acei-
se inicial para el tratamiento. te para bebés).
• Adecuar los términos y contenidos e. Dificultades.
a los conocimientos de la pareja. • La tarea induce una falta de es-
pontaneidad en la relación.
• Confrontar contenidos de la sesión
• Falta de tiempo, o de motivación
con el problema de la pareja.
para realizar la tarea en casa.
• No se respeta la prohibición de rea-
2ª Fase: Focalización sensorial.
lizar el coito.
a. Objetivos.
• Falta de iniciativa por parte de uno
• Conseguir mayor placer sensual.
o ambos miembros de la pareja.
• No excitación genital.
• La tarea provoca ansiedad, aburri-
• Disminuir la “presión de rendimiento”.
miento, o falta de concentración.
• Mejorar el conocimiento del otro. • La tarea provoca una excesiva ex-
• Aumento de las sensaciones cor- citación en uno o ambos miembros
porales. de la pareja.
• Aumento de la proximidad y auto- f. Evaluación.
confianza. • Entrevista conjunta con ambos
• Favorecer la iniciativa de contacto miembros de la pareja.
sexual. • Autorregistro individual y conjunto
• Mejorar la comunicación Verbal/ de ambos: Fecha y hora; tiempo to-
No verbal. tal (minutos). Situación. Actividad
b. Tarea. realizada. Grado de placer (0-10) y
• Caricias por todo el cuerpo, exclu- Grado de excitación (0-10).
yendo zonas erógenas primarias g. Actuación y decisión clínica.
(pechos y genitales). • Atención al cumplimiento de ins-
• Paso 1: Caricias de uno (activo) a trucciones, realización de tareas y
otro (pasivo) restricción de estimulación.
• Paso 2: Caricias de otro (activo) a • Pasar a fase siguiente si ambos
uno (pasivo). miembros informan de:
• Paso 3: Caricias mutuas (ambos – Disminución de la ansiedad ante
activos). la situación.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos 313

– Aparición de sensaciones de excitación suficiente, incluso algún


agrado o placer. orgasmo extravaginal.
– Ausencia de presión para la eje- • Niveles de excitación superiores a
cución sexual. 6, necesarios para progresar a fase
siguiente.
3ª Fase: Focalización sexual.
a. Objetivos. 4ª Fase: Progresión hacia el coito.
• Lograr mayor placer sensual. a. Objetivos.
• Aumentar la excitación genital. • Reducir la ansiedad por el acerca-
• No se pretende orgasmo. miento e inserción del pene en la
b. Tareas. vagina.
• Caricias por todo el cuerpo, inclu- • Mantener el nivel de excitación lo-
yendo zonas erógenas primarias grado.
(pechos y genitales). En los tres pa- b. Tareas.
sos (uno activo por turno y ambos). • Acercamiento y roce de genitales,
c. Condiciones. sin penetración.
• Prohibición de realizar el coito. • Inserción parcial del pene en la va-
• Inclusión de zonas erógenas prima- gina, sin movimientos.
rias. • Inserción progresiva del pene, has-
• Ambiente tranquilo y relajado. ta la penetración, sin movimientos.
• Comunicación verbal y no verbal de • Mantenimiento de la inserción, sin
sensaciones. pérdida de excitación y sin movi-
a. Dificultades. mientos.
• Aparición de ansiedad, molestias o c. Condiciones.
dolor. • Obtener una adecuada excitación
• Temores y rechazo específico a to- realizando las tareas de fases an-
car genitales, a olores, a secrecio- teriores.
nes. • No está indicado el orgasmo unila-
• Los ejercicios provocan excesiva teral en esta fase.
excitación. • Comunicación verbal y no verbal de
e. Evaluación. sensaciones experimentadas.
• Entrevista conjunta con ambos. d. Dificultades.
• Autorregistro individual o conjunto • Los varones a veces indican una
de ambos miembros de la pareja. inmediata pérdida de la erección o
f. Actuación y decisión clínica. una sensación perentoria de eya-
• Se deberá obtener un grado míni- culación.
mo (apreciable) de excitación. • Mujeres con vaginismo: cierto gra-
• Atención a intentos de coito tras ex- do de contracción perivaginal.
citación importante, posibles retro- • Mujeres con anorgasmia: a veces
cesos. disminución o pérdida de la excita-
• Si no aparece la excitación espera- ción.
da, atención a la correcta realiza- e. Actuación y decisión.
ción de las tareas, entrenar o cam- • Fase crítica: atención a las evalua-
biar tareas; tratar problemas de an- ciones en la sesión.
siedad o vergüenza. • Sólo intentar la penetración si am-
• Al final de esta fase, las parejas bos miembros de la pareja están
suelen haber obtenido un grado de bien excitados.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


314 Mª Consuelo Llinares Pellicer

• Atención y control de los sentimien- e. Actuación y decisión clínica.


tos de fracaso. • Atender a fluctuaciones en la exci-
• Conviene que cada encuentro se- tación en uno u otro miembro, que
xual termine con orgasmo extrava- lleven a un orgasmo unilateral du-
ginal, mediante estimulación mutua rante el coito.
de ambos miembros de la pareja. • Cada encuentro sexual debe finali-
• Si la pareja ha mantenido excita- zar con la obtención del orgasmo
ción en la penetración (4 -5 veces de ambos, intra o extravaginal.
sucesivas) y presenta alta valora- • Cuando la pareja haya obtenido un
ción en placer, pasar a fase si- coito satisfactorio para ambos en 4
guiente. o 5 ocasiones sucesivas, puede
realizarse la sesión final de valora-
5ª Fase: Coito completo. ción del tratamiento.
a. Objetivos.
• Aumentar el nivel de excitación lo-
grado en las anteriores fases. TRATAMIENTOS EMPÍRICAMENTE
• Obtener una excitación elevada in- VALIDADOS
dicativa de orgasmo inminente. EN DISFUNCIONES SEXUALES
• Lograr el orgasmo placentero me- (TFPDPP, 1995 - Task Force
diante el coito. on Promotion and Dissemination
b. Tareas. of Psychological Procedures)
• Penetración sin movimientos.
• Inicio de movimientos muy leves. En el informe preliminar (1995), entre los
• Ejecutar progresivamente movi- tratamientos bien establecidos, en el caso
mientos más rápidos y vigorosos. de las disfunciones sexuales están:
c. Condiciones. – Terapia de Conducta para la disfun-
• Imprescindible una adecuada exci- ción orgásmica femenina (LoPiccolo y
tación previa de la pareja. Stock, 1986).
• Interrumpir tareas si hubiera pérdi- – Terapia de conducta para la disfunción
da de la excitación, molestias o au- eréctil masculina. (Auerbach y Killmann,
mento de la ansiedad. 1977.
• Inicialmente es aconsejable realizar – TRE (Terapia Racional Emotiva) para
las tareas con la mujer en posición los trastornos de la excitación sexual.
superior. Trastorno de la erección (Everaerd y
• Puede ser útil que el hombre esti- Dekker, 1981).
mule el clítoris de la mujer en la pe- – Desensibilización Sistemática (Auerbch
netración y el coito. y Killman, 1977).
• Comunicación verbal y no verbal de – Programas educativos con o sin progra-
sensaciones experimentadas. mas de habilidades sociales, de relación
d. Dificultades. interpersonal (Kilman et al, 1986).
• Pueden aparecer reacciones espe-
cíficas en algunos trastornos, tales TRATAMIENTOS EMPIRICAMENTE
como una leve pérdida del control VALIDADOS
eyaculatorio en la eyaculación pre- (CHAMBLESS Y COLS, 1998)
coz, o un aumento de la contrac-
ción perivaginal en los casos de va- Entre los tratamientos empíricamente va-
ginismo. lidados, en concreto los tratamientos pro-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Alcoholismo y disfunciones sexuales: tratamientos psicológicos 315

bablemente más eficaces son los siguien- portante incorporar en el diagnóstico, trata-
tes: miento y evaluación los aspectos afectivos,
– Aproximación de tratamiento combina- emocionales y relacionales pospuestos o
do de Hurlbert para el bajo deseo se- subestimados hasta el presente.
xual femenino (Hurlbert, White, Powell
y Apt. 1993).
– Terapia sexual de Masters y Johnson CONCLUSIONES
para la disfunción orgásmica femenina
(Everaerd y Dekker, 1981). Llama la atención la escasez de investi-
– Combinación de Terapia sexual y ma- gaciones en terapia sexual, sobre todo en
rital de Zimmer para el bajo deseo se- la última década, por lo menos desde la
xual femenino (Zimmer, 1987). psicología. La sexualidad es un terreno fér-
til y propicio para nuevos hallazgos. Sin
embargo, parece que los psicólogos nos
REVISIONES ALTERNATIVAS encontramos, en esta área, en un momen-
A LA DE LA TFPDPP to crucial, donde estamos cediendo terreno
(Task Force on Promotion como investigadores, como terapeutas, le-
and Dissemination of Psychological gándola exclusivamente a los médicos.
Procedures) Además se está desaprovechando la po-
sibilidad de realizar investigaciones en con-
– O´Donohue, Dopke y Swingen (1997). junto, para evaluar la eficacia de los trata-
– O´Donohue, Swingen, Dopke y Regev mientos, ya sea, integrando el abordaje
(1999). médico con la terapia psicológica, o com-
– Rosen y Leiblum (1995). parando los tratamientos de cada ámbito, a
– Segraves y Althof (1998). corto y largo plazo, a fin de evaluar su efi-
cacia diferencial (Labrador y Crespo,
La terapia sexual no debe limitarse al 2001). Es cierto que quizás hay áreas de la
tratamiento de la disfunción sexual especí- sexualidad más urgentes en términos vita-
fica, sino también a tratar de mejorar la co- les, como es la prevención en VIH-SIDA,
municación y la confianza de la pareja. El para lo cual se están destinando fondos pa-
psicoterapeuta debe conocer la actitud del ra su investigación. Pero la sexualidad es
paciente y su pareja ante su sexualidad, una parte central de nuestra vida e influye
sus expectativas con el sexo y tratar de mi- en la calidad de ésta, en la relación de pa-
nimizar los efectos de la ansiedad durante reja y en nuestro bienestar. Considerando
el desempeño. También se abordará el va- la prevalencia de las disfunciones sexua-
lor de la relación interpersonal y de los fac- les, sería importante destinar fondos para
tores sociales y culturales implicados. Es su investigación, tanto en el área preventi-
decir, deberemos abordar la evaluación de va como en la terapéutica.
los problemas de la pareja, la alteración de
los sistemas de reforzamiento en la pareja,
la negociación y resolución de problemas. REFERENCIAS
El psicoterapeuta debe considerar aquello
Abrahamson, M. (2004). Alcohol in courtship
que la persona y/o pareja define como pro- contexts: Focus-group interviews with young
blema sexual y aquello que definirá como Swedish women and men. Contemporary
éxito en el tratamiento. Por todo ello, es po- Drug Problems; 31, 3-29.
sible que la obtención del orgasmo no sea Abraham, G. y Porto, R. (1979). Terapias sexo-
el único criterio a evaluar y que resulte im- lógicas. Madrid: Editorial Pirámide.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


316 Mª Consuelo Llinares Pellicer

Amezúa, E. (2000). El ars Amandi de los sexos, men-only-groups and couple-only-groups.


la letra pequeña de la terapia. Revista espa- Journal of Behavior Therapy and Experimen-
ñola de sexología, 99. tal Psychiatry, 24. 3-13.
American Psychiatric Association (1994). Diag- Kilmann, P.R., Boland J.P., Norton, S.P., David-
nostic and Statistical Manual of Mental Disor- son, E. and Caid, C. (1986). Perspectives on
ders. Washington, DC: Author. sex therapy outcome: a survey of AASECT
Auerbach, R. y Killmann, P. R. (1977). The ef- providers. Journal of sex and Marital The-
fects of group systematic desensitization on rapy, 12,116 -138.
secundary erectile failure. Behavior Therapy, Labrador, F.J. y Crespo, M. (2001). Tratamien-
8, 330-339. tos psicológicos eficaces para las Disfuncio-
Barbach, L.G. (1990). Interludios eróticos. Bar- nes Sexuales. Psicothema, 13, 428-441.
celona: Martínez Roca. Lacroix, N. (2002). Seducción, erotismo y pleni-
Banus, M. y Matín, A. (2005). El secreto de la tud sexual. Madrid: Editorial Libsa.
seducción. Barcelona: Aleph. LoPiccolo, J. y Friedman, J. M. (1988). Terapia
Carey, M. (1997). Tratamiento cognitivo-conduc- sexual: un modelo integrador. En S. J. Lynn
tual de los trastornos sexuales. En V. E. Ca- y J. P. Garske (Eds). Psicoterapias Contem-
ballo, Manual para el tratamiento cognitivo poráneas. Bilbao: D.D.B.
conductual de los trastornos psicológicos, pp. Lue, T. F. (2000). Drug therapy: erectile dys-
267-298. Madrid: Siglo XXI Editores. function. N. Engl J Med 2000, 342, 1802-13.
Carrobles, J. A. y Sanz, A. (1992). Terapia se- Masters, W. H, y Johnson, V. E. (1970). Incom-
xual. Madrid: Fundación Universidad Empre- patibilidad sexual humana. Buenos Aires: In-
sa. termédica.
Costa, M y Serrat, A. (1982). Terapia de pare- Pérez, E. y Landarroitojauregi, J. (1995). Teoría
jas, un enfoque conductual. Madrid: Alianza de la pareja: introducción a la terapia sexoló-
Editorial. gica sistémica. Revista sexológica, 70, 71.
Ellís, A. (1978). Arte y técnica del amor. Barce- Rathus, S. A.; Nevid, J. S. y Fichner-Rathus, L.
lona: Grijalbo. (2005). Sexualidad humana. Madrid: Pear-
Ellís, A. (1980). Aplicaciones clínicas de la teo- son.
ría racional emotiva. Bilbao: Desclee de Stamateas, B. (2005). Sexualidad y Erotismo en
Brouwer. la pareja. Viladecavalls: Clie.
Everaerd, W, y Dekker, J. (1981). A comparison Sierra J.C. (1996). Evaluación de las Disfuncio-
of sex therapy and communication therapy: nes Sexuales. En G. Buela-Casal, V. Cava-
Couples complaining of orgasmic dysfunc- llo, y J. C. Sierra, (Dirs.). Manual de Evalua-
tion. Journal of Sex and Marital Therapy, 7, ción en Psicología Clínica y de la Salud, pp.
278-289. 337-355. Madrid: Siglo XXI Editores.
Fuertes, A. (1995). La naturaleza del deseo se- Simons, J. S. y Carey, M. P. (2001). Prevalen-
xual y sus problemas: implicaciones terapéu- ce of sexual dysfunctions: Results from a de-
ticas. Madrid: Cuadernos de medicina psico- cade of research. Archives of Sexual Beha-
somática. vior, 30, 177-219.
Holly, E. (2004). Más allá de la seducción. Tita- Traeen, B. y Kvalem, I. L. (1996). Sex under the
nia: Madrid. influence of alcohol among Norwegian ado-
Kaplan, H.S. (1985). Evaluación de los trastor- lescents. Addiction, 91, 995-1006.
nos sexuales. Barcelona: Grijalbo. Schiavi, R. C.; Stimmel, B. B., Mandelli, J. and
Heiman, J.R. (2002). Sexual dysfunction: Over- White, D. (1995). Chronic alcoholism and se-
view of prevalence, etiological factors and tre- xual male sexual function. Am J. Psychiatry,
atments. Journal of Sex Research, 39, 73-79. 152, 1045-1051.
Hulbert, D.F., White, C.L., and Powell, R.D. Zimmer, D. (1987). Does marital Therapy en-
(1993). Orgasm consistency training in the hance the effectiveness of treatment for se-
treatment of women reporting hypoactive se- xual disfunction? Journal of Sex and Marital
xual desire: An outcome comparison of wo- Therapy, 13, 193-209.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Análisis Transaccional Integrativo. Conceptos Centrales 317

ARTÍCULOS CLÁSICOS

Análisis Transaccional Integrativo. Conceptos Centrales1


Marye O’Reilly-Knapp y Richard G. Erskine

Resumen

En Análisis Transaccional Integrativo, los constructos conceptuales, teorías y subteorías están organiza-
dos en torno a la Teoría de la Motivación, la Teoría de la Personalidad y la Teoría de los Métodos. La Teo-
ría de la Motivación examina el funcionamiento humano y la necesidad de estimulación, de estructura y de
relación. La Teoría de la Personalidad describe el contacto interno y externo, las interrupciones del contac-
to, el Guión de Vida y las funciones del Ego. La Teoría de los Métodos enfatiza el poder de la relación cu-
rativa. Estas teorías y métodos ayudan al clínico a comprender al ser humano, en normalizar las funciones
de los procesos psicológicos y en curar a través de la relación.
Palabras clave: Análisis Transaccional Integrativo, Teoría de la Motivación, Teoría de la Personalidad,
Teoría de los Métodos.

Core Concepts of Integrative Transactional Analysis

Abstract

In Integrative Transactional Analysis, conceptual constructs, theories and sub-theories are organized
around the Motivation Theory, Personality Theory and Methods Theory. Motivation Theory examines hu-
man performance and stimulation, structure and relationship needs. Personality Theory describes the inter-
nal and external contact, contact breaks, life scripts and ego functions. Methods Theory emphasizes the po-
wer of the healing relationship. These theories and methods help the clinician to understand the human
being, to normalize the functions of psychological processes and healing through relationships.
Key words: Integrative Transactional Analysis, Motivation Theory, Personality Theory, Methods Theory.

Concepts centraux de l’analyse transactionnelle intégrative

Résumé

Dans l’Analyse Transactionnelle Intégrative, les constructions, les théories, et les sous-théories concep-
tuelles sont organisées autour de la théorie de la motivation, la théorie de la personnalité, et la théorie des
méthodes. La théorie de la motivation examine le fonctionnement humain et le besoin de stimule, de struc-
ture, et de lien. La théorie de la personnalité décrit le contact interne et externe, les interruptions du contact,
le scénario de vie, et la fonction du moi. La théorie des méthodes souligne la puissance d’un lien thérapeu-
tique qui guérit. Ces théories et méthodes aident les cliniciens à comprendre l’être humain, à normaliser les
fonctions des processus psychologiques pathologiques, et à guérir à travers de la relation.
Mots clé: Analyse Transactionnelle Intégrative, théorie de la motivation, théorie de la personnalité, mét-
hodes de la théorie.

1
O´Reilly-Knapp, Marye, and Erskine, Richard G. (2003) Core Concepts of an Integrative Transactional Analysis,
Transactional Analysis Journal, XXXIII, 2, pp. 168-177.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


318 Marye O’Reilly-Knapp y Richard G. Erskine

CONCEPTOS CENTRALES: ANÁLISIS acerca de métodos clínicos. Berne (1966)


TRANSACCIONAL INTEGRATIVO citaba ocho operaciones terapéuticas, que
eran de origen psicoanalítico, y aportaba ru-
Los escritos de Eric Berne que él consi- dimentarios ejemplos acerca de sus inter-
deraba como los más importantes de la cambios terapéuticos con clientes (1961).
teoría del A.T. fueron realizados durante un Animaba activamente a otros transacciona-
periodo aproximado de 15 años. Berne de- listas a escribir acerca de su experiencia clí-
sarrolló muchas ideas brillantes que tuvie- nica, a desarrollar teoría y a refinar los con-
ron una influencia considerable, tanto en la ceptos nucleares de A.T. De hecho, los pre-
práctica de la psicoterapia como en la cul- mios “Eric Berne Memorial Award” fueron
tura en general. Sus ideas y terminología creados con este propósito específico: esti-
como “Caricias”, “Juegos Psicológicos”, mular el desarrollo y profundización de la
“Argumento de Vida”, “Estados el Yo” y teoría de Análisis Transaccional y sus mé-
“Contratos” son ahora parte del léxico co- todos. Desde 1972, los artículos distingui-
mún y están incluidas tanto en publicacio- dos con estos premios, han ampliado el
nes populares, como en la literatura psico- cuerpo de conceptos de A.T. y enriquecido
terapéutica general. tanto la teoría como la práctica clínica.
Los escritos de Berne (1957/1977, 1961, Berne tampoco se daba cuenta de cuán
1972) en relación al concepto de Estados profundas eran muchas de sus ideas o,
del Yo, ofrecen definiciones específicas y simplemente, no desarrolló algunos de di-
descripciones de “Estados arcaicos del Yo chos conceptos. Por ejemplo, los concep-
Niño” (Berne, 1961, p. 226) y sobre los tos de estímulo o sensación, reconocimien-
efectos intrapsíquicos de un “influyente Es- to y hambre de estructura (Berne, 1961)
tado Padre del Yo” (Berne, 1972, p. 444). podrían haber fundamentado una metateo-
Estos escritos se enfocan en la dinámica ría – esto es, una teoría transaccionalista
intrapsíquica de los Estados del Yo”. de la motivación. Sin embargo, Berne
Posteriormente, en discusiones durante (1966) únicamente simplificó todo ello den-
los Seminarios, Berne se orientó a descrip- tro de la taxonomía de Estructuración del
ciones más conductuales y transaccionales Tiempo y sus originales aproximaciones al
acerca de los Estados del Yo. No obstan- significado de “hambres” como un sistema
te, reconoció que su trabajo teórico en Es- de motivación hasta entonces perdido.
tados del Yo y, específicamente, el desa- Consecuentemente, la teoría de Análisis
rrollo de métodos clínicos para trabajar con Transaccional perdió una adecuada expli-
ambos (regresión arcaica e influencia in- cación de la motivación hasta tiempos re-
trapsíquica de Estados Parentales del Yo) cientes (Erskine, 1995, 1997).
estaba incompleto (Berne, 1961). Por tan- Ya hacia el final de su vida, Berne
to, dejó para futuras generaciones de tran- (1972) escribió un libro acerca de argu-
saccionalistas el reto de modificar, refinar, mentos de vida que en realidad fue publi-
y desarrollar mas la teoría del Análisis cado póstumamente: ¿Qué dice usted Des-
Transaccional y la consiguiente práctica clí- pués de decir “Hola”? La Psicología del
nica (Berne, 1972). Destino Humano. En este libro, examinaba
Berne identificó e incluso desarrolló mu- primeramente el origen durante la infancia
chos de los primeros conceptos centrales de estos “planes” inconscientes de vida. Él
en Análisis Transaccional, pero no desarro- estaba interesado en cómo el Argumento
lló ni refinó muchos otros conceptos, subte- de Vida, formado por programas parenta-
óricos o intervenciones de tratamiento psi- les, mandatos, modelos de cuentos de ha-
coterapéutico. Asimismo, escribió muy poco das y decisiones infantiles tempranas, in-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Análisis Transaccional Integrativo. Conceptos Centrales 319

fluenciaba posteriormente las conductas trabajando desde una perspectiva integrati-


adultas y las relaciones significativas ac- va han basado sólidamente sus fundamen-
tuales; determinaba la naturaleza de las tos teóricos en los conceptos de Eric Ber-
fantasías y de los recuerdos “selecciona- ne y se han dirigido también hacia otras
das”; y afectaba la salud general en la vida teorías y escritores, a fin de retar, validar y
adulta. obtener una “fertilización“ de ideas prove-
Sin embargo, aparte de proveer una to- niente del intercambio (Barry y Hufford,
ma de conciencia cognitiva, Berne no des- 1990; Cristophlemke, 1999; Clark, 2001;
cribió métodos de tratamiento terapéutico Gobes, 1990; Guistolise, 1996; Koroll,
de estas inconscientes y destructivas cre- 1998; Little, 1999; Loria, 1991; Lourie,
encias, sentimientos y patrones conductua- 1996; Matze, 1991; O’Reilly-Knapp, 2001a,
les, tal y como se manifestaban en el clien- 2001; Putnam, 1996; Salinger, 1996; Small,
te adulto. 1996; Spitz, 1996).
A lo largo de los últimos 25 años, una
larga serie de artículos han definido el Aná-
lisis Transaccional Integrativo. Empezando CONCEPTOS INTEGRATIVOS
en 1975, con “ABC de la Psicoterapia Efec-
tiva” (Erskine, 1975, 1997) donde se plan- Varios modelos teóricos ilustran los con-
teaba cómo el A. T. podría ser integrativo ceptos fundamentales de la Psicoterapia in-
en la personalidad del cliente, en el caso tegrativa. Los constructos conceptuales,
de que, a lo largo de la terapia, el trata- teorías, subteorías e ideas interrelaciona-
miento se dirigiese hacia campos cognitivo, das están organizadas en torno a tres cla-
afectivo y conductual. Los campos afectivo, ses de teorías:
cognitivo, conductual y fisiológico represen- • Teoría de la Motivación.
tan ejemplos de las áreas donde el cliente • Teoría de la Personalidad.
está abierto o cerrado al contacto. Esto • Teoría de los Métodos.
permite al clínico que lo tome en cuenta, de La Teoría de la Motivación provee si-
los caminos viables para la dirección de la multáneamente de un entendimiento com-
terapia. Este concepto integrativo fue tam- prensivo acerca del funcionamiento huma-
bién central en “El Sistema Racket: Mode- no y de una perspectiva que acompasa y
lo para el Análisis de Rackets” (Erskine y unifica las teorías de la Personalidad y los
Zalcman, 1979) y “Cura del Argumento: Métodos. Los imperativos biológicos –
Conductual, Intrapsíquica y Fisiológica” hambre de estímulos, hambre de estructu-
(Erskine 1980, 1997). Ware (1983) y Joines ra y hambre de relación – fundamentan di-
(1986) extendieron el concepto de identifi- cha Teoría de la Motivación.
cación donde los clientes están abiertos o Los escritos sobre Análisis Transaccio-
cerrados al contacto y lo aplicaron a las ca- nal clásico, no han puesto el énfasis en una
tegorías diagnósticas estandarizadas. Asi- Teoría de la Motivación que explique el fun-
mismo, Cornell (1975, 1997) expuso la im- cionamiento humano proveyendo de un
portancia de integrar el contacto y las tera- marco organizado que facilite la compren-
pias corporales neo-Reichianas con el A.T. sión de la Teoría de la Personalidad, así
Recientes escritos en Análisis Transac- como de la Teoría de los Métodos.
cional Integrativo se han focalizado hacia Los escritos de Steiner (1974) sobre Ca-
los principios de práctica psicoterapéutica y ricias y los de F. English (1977, 1987,
la Teoría de la Motivación (Erskine, Mour- 1988) acerca de los “patrones Existencia-
sund y Trautmann, 1999). Los analistas les” que emanan de los impulsos de su-
transaccionales que están escribiendo y pervivencia, expresión y reposo, ofrecen

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


320 Marye O’Reilly-Knapp y Richard G. Erskine

los primeros intentos de proveer al A.T. de el modelo del self en relación. Este mode-
una Teoría de la Motivación. lo identifica los dominios de lo cognitivo,
Cuatro modelos visuales ilustran las afectivo, conductual y fisiológico, así como
Teorías de la Personalidad en un Análisis el espacio interpersonal de contacto con
Transaccional Integrativo. Los conceptos otros. Esto provee de una amplia vía para
de contacto interno y externo, e interrup- la dirección terapéutica (Erskine y Traut-
ciones del contacto están representados en man 1993, 1997b).

Figura 1: Modelo del self-en-relación.

El modelo de Sistema Argumental (figura herramienta clínica que puede ser utilizada
2) y el modelo original de Berne (1961) so- tanto para identificar manifestaciones con-
bre Estados del Yo, ilustran los conceptos ductuales, como procesos intrapsíquicos de
centrales de Argumento de Vida y funciones interrupción del contacto, argumento de vi-
del yo. Cada uno de estos modelos es una da, o conflictos de los Estados del Yo.

Figura 2: Modelo del Sistema Argumental.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Análisis Transaccional Integrativo. Conceptos Centrales 321

El modelo conceptual de Estados del Yo de supervivencia, conclusiones y decisio-


(figura 3) ilustra la dinámica de una in- nes que han sido diseñadas para reprimir
fluencia interna por parte del de un Estado necesidades arcaicas y sentimientos.
Padre del Yo, sobre un dependiente Esta- La manifestación conductual, las expe-
do Niño fijado en un periodo previo de eta- riencias fisiológicas, fantasías y memorias,
pa evolutiva. El Sistema de Argumento, refuerzan y confirman las creencias argu-
además, elabora componentes intrapsíqui- mentales y mantienen las interrupciones de
cos de un sistema arcaico de reacciones contacto (Erskine y Zalcman, 1979).

Figura 3: Modelo Conceptual de Estados del Yo.

La Teoría de los Métodos está basada en ma visual de la Teoría de Métodos. Esta Teo-
la premisa de que la cura del argumento se ría y modelo enfatiza el contacto con el “self”
produce en una relación sanadora y de pleno (de la persona consigo mismo) con proceso
contacto entre cliente y terapeuta. El Keyhole intrapsíquico y el contacto-en-relación como
u Ojo de la Cerradura (figura 4) es un diagra- proceso externo (proceso interpersonal).

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


322 Marye O’Reilly-Knapp y Richard G. Erskine

Indagación, Sintonía e Implicación son tonía e Implicación representan una orga-


categorías de muchas transacciones tera- nización, un orden de métodos que son
péuticas y comprenden “conjuntos de faci- centrales para la relación terapéutica, y
litadotes-de-contacto, métodos orientados- cruciales para la reorganización de la per-
a-la-relación” (Erskine y Trautman, 1997, sonalidad y que llevan hacia la cura argu-
p. 22). Los conceptos de Indagación, Sin- mental.

Figura 4: El “Keyhole” u “Ojo de la Cerradura”.

El Análisis Transaccional Integrativo tie- PRINCIPIOS FUNDAMENTALES


ne, por tanto, una teoría coherente de Mo-
tivación, de Personalidad y de Métodos, La orientación filosófica central –los prin-
que provee de consistencia teórica y unifi- cipios fundamentales– de la Psicoterapia
ca los eslabones entre Motivación y Perso- Integrativa incluye:
nalidad y aporta, asimismo, dirección a los • El reconocimiento de que las personas
Métodos Terapéuticos. están, a lo largo de toda su vida, en

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Análisis Transaccional Integrativo. Conceptos Centrales 323

búsqueda de relación e interdepen- (un) impulso innato orientado a confor-


dencia. mar patrones perceptuales y configura-
• La afirmación del valor innato de los ciones… que van creando significado y
predictibilidad y… organizar la continui-
seres humanos.
dad de la experiencia a lo largo del tiem-
• La normalización las funciones de los po (Erskine, 1995, 1997d, p. 12).
procesos psicológicos. • Relación:
• El compromiso hacia el cambio positi- La satisfacción del hambre de relación
vo de vida. depende de la toma de conciencia de las
• El enfoque hacia el contacto interno y necesidades relacionales (estímulo inter-
externo como aspecto esencial del no), depende también de cuáles son las
funcionamiento humano. creencias individuales acerca de sí mis-
• El enfatizar el Proceso Evolutivo del in- mo y los otros en las relaciones interper-
dividuo. sonales (estructura) y también de la con-
• El reconocimiento de la importancia y ducta de la otra persona en la relación
(estímulo externo) (Erskine, 1995,
su significado de la relación terapéutica.
1997d, p. 13).
Estos principios guían a los analistas
Las tres hambres, todas ellas, son im-
transaccionales integrativos en sus méto-
portantes dado que la perturbación en
dos terapéuticos, proveyéndoles de un sis-
cualquiera puede causar una sobrecom-
tema de valores acerca del proceso tera-
pensación en, al menos, una de las otras.
péutico, especialmente la relación del clien-
Por ejemplo, una persona que no tiene re-
te con el terapeuta.
laciones significativas, puede utilizar la so-
Motivación, Contacto y Relación breestructuración para compensar la falta
de relación. Berne (1961) escribió que:
El reconocimiento de que las personas Son necesarios los estímulos para
estamos en búsqueda de relación da sen- asegurar la integridad de la neopsique y
tido y significado a la Teoría de la Motiva- la arqueopsique. Si el flujo (de estímulos)
ción que describe la necesidad del ser hu- se corta, o cae en la monotonía, se ha
mano de: estímulo, estructura y relación. observado que la neopsique se desorga-
Berne (1963, p. 159) escribió: niza... y finalmente, la función arqueopsí-
La lucha por la intimidad es la base de quica se desorganiza también (p. 83).
las más intensas e importantes operacio- El contacto es también una parte impor-
nes. La Psicoterapia Integrativa ha inte- tante de la Teoría de la Motivación. Enfo-
grado los conceptos de “hambres” de car el contacto interno y el contacto exter-
Berne dentro del marco de trabajo de no se torna como esencial para el funcio-
“contacto-y-relación”. namiento humano. El Contacto Interno con-
Poniéndose la atención hacia los impe- siste en “sensaciones, emociones, ideas,
rativos biológicos de hambres de estímulo, fantasías, deseos y necesidades” (Erskine,
estructura y relación, como una Teoría de Moursand y Trautman, 1999, p. 4). La rela-
la Motivación. ción con otros es también un componente
• Estímulo: esencial de la Teoría de la Motivación. Una
El estímulo opera tanto interna como de las premisas centrales en Psicoterapia
externamente y provee de un sistema de
Integrativa es que la necesidad de relación
feed-back informativo, que dirige hacia la
satisfacción de necesidades básicas es “una experiencia motivadora primaria de
(Erskine 1995/1997d, p. 12). la conducta humana y el contacto es el me-
• Estructura: dio por el cual la necesidad (relacional) es
El hambre de estructura es el impulso cubierta” (Erskine y Trautman 1996, 1997a,
hacia la organización de la experiencia… p. 20). El contacto consigo mismo (todas

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


324 Marye O’Reilly-Knapp y Richard G. Erskine

nuestras sensaciones, sentimientos, re- • Confirmación de la propia experiencia


cuerdos, pensamientos, deseos, necesida- personal por el otro.
des, caprichos, fantasías) y con otros • Definición de sí (mismo), donde la uni-
(nuestras relaciones) se ve afectado en cidad personal puede ser expresada y
función de cuanto de abiertos o cerrados aceptada por otro.
estemos al contacto. • La necesidad de hacer impacto en el
Las protecciones defensivas, nos man- otro.
tienen cerrados al contacto; la disolución • Necesidad de otra persona que asuma
de las defensas nos abre al contacto. La la iniciativa.
relación terapéutica provee, entonces: tan- • Y la Necesidad de expresar amor (pp. 28-
to de una oportunidad para disolver las po- 31).
siciones defensivas construidas sobre cre-
encias y decisiones arcaicas, como de un Organización de la Personalidad
enfoque de vida en el “ahora” por medio de
lograr la satisfacción de las necesidades Estados del Yo, Transferencia y Sistema
relacionales del hoy con familia y amigos. Argumental son los conceptos principales
Las necesidades relacionales están in- identificados dentro del marco de la Teoría
cluidas en la Teoría de la Motivación. “Ne- de Personalidad en Análisis Transaccional
cesidades Relacionales” son necesidades Integrativo. Los Estados Niño del Yo arcai-
únicas dirigidas hacia el contacto interper- cos y los Estados Parentales (Estados Pa-
sonal“ (Erskine y Trautman, 1996/1997, p. dre del Yo) introyectados se contemplan
28). Estas necesidades relacionales se con- como Estados separados del Yo que no
sideran en dos planos: ”el aquí y ahora”, y han resultado integrados a través de las
el ego arcaico. Cuando las experiencias vi- experiencias vitales. Mecanismos defensi-
tales han sido integradas (Estado Adulto del vos estabilizan y protegen lo individual, pe-
Yo), las necesidades relacionales se basan ro dicha estabilidad restringe la esponta-
en las relaciones del “aquí y ahora”. Cuan- neidad, intimidad y flexibilidad tan esencia-
do se produce una contaminación del Yo les para el crecimiento.
adulto a través de fijaciones arcaicas (Esta- El conocimiento de los mecanismos de
dos Niño del Yo) o introyecciones (Estados defensa del yo es esencial para compren-
Parentales del Yo), las necesidades Adultas der el funcionamiento de los Estados del
presentes estarán comprometidas. En la re- Yo y de cómo son activados los Estados
lación terapéutica, el Padre no integrado y del Yo. Esto es así a causa de la fijación
las fragmentaciones del Niño estarán dirigi- de los mecanismos de defensa: el Niño ar-
dos a través de la comprensión de cómo las caico o el Padre introyectado son aspectos
necesidades arcaicas –necesidades no so- del Yo que se mantienen como estados se-
licitadas en relaciones tempranas– son eli- parados y no resultan por tanto integrados;
citadas en la transferencia. Las necesida- en la toma de conciencia neopsiquica
des relacionales (es decir, necesidades re- (Adulto) (Erskine y Moursund, 1988, p. 23).
levantes a lo largo del ciclo vital) incluyen: Estas fijaciones evolutivas son analiza-
• La Necesidad de Seguridad, en la cual das tomándose en consideración “la corre-
la protección se experimenta en la re- lación cuatripartita de determinantes con-
lación. ductuales, sociales, históricos y fenomeno-
• Validación, Afirmación e Importancia lógicos de los Estados del Yo” (Erskine,
(ser significativo) dentro de la relación. 1991, 1997e, p. 136).
• Aceptación por otra persona estable y Las Transacciones Transferenciales se
dependible. identifican dentro de la perspectiva de Es-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Análisis Transaccional Integrativo. Conceptos Centrales 325

tados del Yo Arqueopsíquicos (Niño) o Ex- y cómo estas creencias centrales se mani-
teropsíquicos (Padre), en los cuales se pro- fiestan en conductas, fantasías y tensiones
duce un conflicto entre dos o más Estados fisiológicas; y cómo el individuo estructura
del Yo (Erskine, 1991, 1997, p. 139). La las percepciones y las interpretaciones so-
Transferencia es vista como: bre las experiencias, a fin de proveer de re-
1. El medio por el cual el o la cliente fuerzo a las creencias argumentales (Erski-
puede describir su pasado, las nece- ne, 1994, 1997c, p. 57). La reorganización
sidades evolutiva que han sido frus- de la personalidad se produce con la inte-
tradas, y las defensas que han sido gración en los procesos intrapsiquicos de lo
erigidas para compensar todo ello. afectivo, de lo cognitivo y de lo fisiológico y
2. La resistencia al recuerdo completo, y con la manifestación en la conducta de un
paradójicamente, una inconsciente re- contacto pleno en la relación terapéutica.
activación o elicitación de experiencias
de la niñez (“la relación repetida”). Indagación, Sintonía e Implicación
3. La expresión de un conflicto intrapsí-
quico, y el deseo de lograr (la satis- Los procesos de indagación, sintonía e
facción de necesidades relacionales) implicación son categorías de métodos es-
y la intimidad en las relaciones (la re- pecíficos. Cada una de estas categorías es
lación terapéutica, necesitada); o un conjunto de métodos “facilitadores-de-
4. La expresión del impulso psicológico contacto, y orientados-a-la-relación” (Erski-
universal hacia la organización de la ne y Trautman, 1996, 1997a, p. 22).
experiencia y la creación de significa- Indagación:
do (p. 142). El proceso de indagación implica la
El Sistema Argumental refleja las res- apertura del terapeuta al descubrimiento
puestas impulsadas por el argumento y los de la perspectiva del cliente, mientras és-
patrones de transacciones transferenciales te descubre simultáneamente su propio
que emergen en la relación terapéutica. Tra- sentido de sí mismo con cada una de las
bajar con el argumento dentro del Sistema afirmaciones o preguntas facilitadoras de
de Guión permite al terapeuta enfocar el tra- toma de conciencia por parte del tera-
bajo en tres dimensiones: Conductual, in- peuta (p. 22).
trapsíquico (afectivo y cognitivo) y fisiológi- Sintonía:
co. El foco está siempre allá donde la per- Es un proceso de dos partes: empie-
sona está abierta o cerrada al contacto. El za con la empatía – esto es, siendo sen-
Sistema de Guión dirige los sentimientos y sitivo e identificándose con las sensacio-
creencias intrapsíquicas, las conductas, fan- nes del otro, necesidades o sentimien-
tasías, recuerdos y experiencias fisiológicas. tos- y la comunicación de esta sensibili-
El Sistema Argumental, de Guión, ofrece dad a la otra persona (p. 24).
un modelo para comprender dinámicas sis- Implicación:
temáticas entre las dimensiones de lo in- La implicación terapéutica incluye re-
trapsíquico, lo conductual y lo fisiológico conocimiento, validación, normalización y
del Argumento de Vida. presencia; todo lo cual conlleva una dis-
El Sistema de Guión diagrama y correla- minución de los procesos defensivos in-
ciona cómo las reacciones intrapsiquicas ternos (Erskine y Trautman, 1996,
(conclusiones y decisiones defensivas) y 1997a, p. 31).
las introyecciones que forman el núcleo Indagación, sintonía e implicación son
central del Argumento de Vida, llegan a ser esenciales en la Teoría de los Métodos y
organizadas como creencias argumentales; aportan un marco de referencia para la con-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


326 Marye O’Reilly-Knapp y Richard G. Erskine

ceptualización de los métodos principales de Las necesidades insatisfechas de la in-


Psicoterapia Integrativa. La Teoría de los fancia, fijadas en fondo o figura, y las de-
Métodos afirma el valor innato de los seres fensas activadas como compensación, se
humanos y reconoce el significado de la re- convierten en el foco de la psicoterapia.
lación terapéutica. Dado que el cliente experimenta el reco-
El objetivo de un Análisis Transaccional nocimiento y la validación en la relación te-
Integrativo es que el cliente, en su relación rapéutica, aquello que no le fue dado en su
con el terapeuta, pueda descubrir y com- experiencia temprana puede ahora acceder
prender los procesos intrapsíquicos y los al primer plano. La relación con el terapeu-
mecanismos defensivos. Una empática in- ta dispara una toma de conciencia de la ca-
dagación, sintonía e implicación terapéuti- rencia relacional en el trauma o negligencia
ca permiten al cliente actuar los procesos original.
psíquicos y sus defensas en la relación te- La reacción de yuxtaposición se descri-
rapéutica. Las funciones intrapsíquicas de be como una intensa respuesta emocional
predicción, identidad, consistencia y estabi- por el “chispazo” del contacto del terapeu-
lidad se consideran en cuanto que ayudan ta con el cliente (Erskine y Trautmann,
al cliente a abandonar viejas defensas y 1996, 1997, p. 33).
distorsiones. El fenómeno de la Yuxtaposición ocu-
La relación terapéutica se usa como un rre cuando se produce, para el cliente,
“espacio intermedio”, esto es entre los vie- un marcado contraste entre aquello que
jos patrones de protección y una nueva for- la relación terapéutica provee y aquello
ma de relacionarse (Erskine, Moursund y que fue necesitado o anhelado, pero no
Trautmann, 1999, p. 239). Una parte impor- logrado en relaciones previas (Erskine,
tante de la metodología es mantenernos Moursund y Trautmann, 1999, pp. 151-
sensibles en el nivel de desarrollo evolutivo 152).
de funcionamiento psicológico del cliente. El conflicto se crea “fuera” de la necesi-
Sintonía hacia la etapa de desarrollo evo- dad de contacto y sin darse cuenta de la
lutivo significa ser consciente y responder a perdida de relación. La comprensión del fe-
los comportamientos del cliente y a sus ex- nómeno de Yuxtaposición puede ayudar al
periencias según el nivel de regresión. terapeuta a identificar las interrupciones del
El propósito del enfoque en el desa- contacto, y al cliente a comprender aquello
rrollo evolutivo es responder al cliente en que fue necesitado.
el nivel de edad en el cual se produjo Las interrupciones del contacto también
una carencia de contacto relacional, allá ocurren cuando se producen rupturas o in-
donde se produjeron fijaciones en el sis- terrupciones de la relación terapéutica.
tema representacional del sí, de los otros Examinar las rupturas e interrupciones
y de la cualidad de la vida (p. 27). puede proveer al cliente y terapeuta de in-
La edad de las experiencias del cliente formación y comprensión acerca de fallos
se toma en consideración para reconocer, arcaicos y reminiscencias que afectan a las
validar y normalizar dichas experiencias: relaciones en el hoy. “Reparar” en la rela-
A través de la indagación dentro de la ción terapéutica aporta exploración de fa-
historia, expectativas, estrategias de ma- llos relacionales en el hoy, y, finalmente,
nejo, elecciones, decisiones y vulnerabi- aporta una mejor comprensión de los fallos
lidades, los niveles de experiencia feno- arcaicos repetitivos (Erskine, 1994, 1997a).
menológico, transferencial y defensivo Otra vía importante para la toma de con-
pueden pasar a un primer plano (Erskine ciencia conductual y fisiológica se da en la
y Trautman, 1996/1997a, p. 23). regresión con soporte y apoyo. Dentro de

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Análisis Transaccional Integrativo. Conceptos Centrales 327

dicha regresión, el cliente, en presencia del mando al terapeuta como testigo de las
terapeuta, puede explorar sus fijaciones e asociaciones libres del cliente y siendo un
introyecciones originales. En este proceso: compañero activo en la expresión selectiva
Un cliente puede reexaminar relacio- de aquello que él o ella piensa y siente. La
nes, acceder y modificar viejas decisio- presencia del terapeuta permite subrayar,
nes, y curar el trauma acumulativo de la elaborar y clarificar, todo lo cual dirige ha-
niñez, a través de actuar y experimentar cia indagar y validar, y por tanto, dar reco-
en la fantasía aquello que en la realidad nocimiento al significado de la experiencia
no estaba disponible (Erskine, Moursund del cliente.
y Trautmann, 1999, p. 63). El último componente a incluir es el tra-
El propósito de la regresión es identificar bajo corporal, que es una dimensión princi-
conflictos en las más tempranas etapas pal en la cura del Argumento. El objetivo
evolutivas, proveer de una oportunidad pa- del tratamiento en el trabajo de guión cor-
ra explorar experiencias históricas y feno- poral es: “energizar el tejido corporal que
menológicas, e identificar qué patrones fue inhibido y “rigidificado” en la represión
permanecen en las relaciones actuales. de las necesidades insatisfechas y de los
La confrontación es un método específi- sentimientos primarios” (Erskine, 1980,
co utilizado para llevar a la consciencia una 1997, p. 154).
discrepancia entre pensamiento y compor- Las reacciones fisiológicas pueden ser
tamientos contradictorios. En este proceso observadas en la tirantez de la musculatu-
particular, el foco está en la posición de- ra corporal y en cambios de los patrones
fensiva del cliente y las implicaciones de respiratorios. Las experiencias internas que
esta defensa para las relaciones del tiem- no son directamente observables pueden
po presente (O´Reilly-Knapp, 2001a, tener acceso indagando dentro de la expe-
2001b). Para que el cliente pueda “encarar” riencia fenomenológica de la persona. El
y afrontar tales defensas y el propósito de trabajo directo con estructuras corporales
tales protecciones, es crucial el logro pre- puede incluir el tocar, el masaje muscular,
vio de una relación terapéutica firme. Es alterar los patrones de respiración y esti-
también importante una empática confron- mular y/o inhibir movimientos (Erskine,
tación que tome en cuenta el respeto y la 1980, 1997b). El plano fisiológico debe ser
sensibilidad hacia la posición del cliente. alineado con los otros tres planos: el cogni-
Un artículo sobre Análisis Transaccional In- tivo, afectivo y conductual. Cuando son in-
tegrativo escrito por Clark (1991) proponía tegradas estas dimensiones del funciona-
transacciones empáticas en “regular la in- miento humano, ayudan a la persona a lo-
tensidad y “directividad” de las transaccio- grar una vida mas completa en el presente.
nes a lo largo de las diferentes fases del
tratamiento” (p. 92). En una relación tera-
péutica bien establecida, la confrontación CONCLUSIÓN
puede resultar muy útil.
Otro método que merece atención es la Berne dio a los analistas transaccionales
asociación libre. Similar al método psicoa- una fuerte base sobre la cual construir y
nalítico, en cuanto que el cliente es invita- desarrollar más sus ideas. El Análisis Tran-
do a decir cualquier cosa que venga a su saccional Integrativo ha tomado las ideas
mente. La única excepción es que la libre de Berne sobre “hambres” y ha desarrolla-
asociación dentro del Análisis Transaccio- do la Teoría de la Motivación, el imperativo
nal Integrativo implica al terapeuta en rela- biológico de hambre de estímulo, hambre
ción con el cliente. Esto se lleva a cabo to- de estructura y hambre de relación. Esta-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


328 Marye O’Reilly-Knapp y Richard G. Erskine

dos del Yo y procesos intrapsíquicos, Ar- clientes consigan la cura de su guión y crez-
gumento de Vida, y contacto e interrupcio- can en comprender y apreciar su propia uni-
nes del contacto son centrales en la Teoría cidad, nosotros podremos, también, conti-
de la Personalidad. Los procesos de Inda- nuar desarrollando y perfeccionando nues-
gación, Sintonía e Implicación son catego- tras teorías y nuestros métodos.
rías de métodos específicos que están
orientados a la relación y son facilitan el
contacto. Las categorías de Métodos son REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
manifestaciones de la Teoría de Métodos:
la cura está en la relación terapéutica de Bary, B. B. y Hufford, F. M. (1990). The six ad-
pleno contacto. vantages to games and their use in treat-
La Teoría de la Motivación, Teoría de la ment. Transactional Analysis Journal, 20,
Personalidad y Teoría de los Métodos es- 214-220.
tán representadas por cuatro modelos. El Berne, E. (1961). Transactional analysis in psy-
modelo para la Teoría de la Motivación es- chotherapy: A systematic individual and so-
ta representado por el equilibrio dinámico cial psychiatry. New York: Grove Press. Tra-
de imperativos biológicos de Hambres de ducción española: (1985) Análisis Transac-
Estimulo, Estructura y Relación. cional en Psicoterapia. Buenos Aires: Edito-
El modelo de personalidad está repre- rial Psique.
sentado en el diagrama de self-en-relación, Berne, E. (1963). The structure and dynamics of
en el modelo conceptual de Estados del Yo organizations and groups. New York: Grove
de Berne, y en el Sistema de Argumento. Press.
El diagrama “Ojo de Cerradura” el cual Beme, E. (1966). Principles of group treatment.
representa la interrelación de Indagación, New York: Grove Press. Traducción españo-
Sintonía e Implicación es un esquema de la la: (1983) Introducción al tratamiento de gru-
Teoría de los Métodos. La congruencia y po. Barcelona: Ediciones Grijalbo.
unidad entre las Teorías de la Motivación, Beme, E. (1972). What do you say afier you say
Personalidad y Métodos en el Análisis Tran- hello? The psychology of human destiny. New
saccional Integrativo ayuda al terapeuta a York: Grove Press. Traducción española:
comprender a los seres humanos, a nor- (2002) ¿Qué dice usted después de decir “Ho-
malizar las funciones de sus procesos psi- la”?. Barcelona: Random-House Mondadori.
cológicos, y a curar a través de la relación. Beme, E. (1977). Ego states in psychotherapy.
Así como Berne criticaba la teoría y mé- En E. Berne, lntuition and ego states: The ori-
todos del Psicoanálisis freudiano, también gins of transactional analysis, pp. 121-144.
retaba a aquellos con los que trabajaba a San Francisco: TA Press. Traducción espa-
refinar y añadir a la teoría y métodos de ñola: (2010) La intuición y el Análisis Tran-
Análisis Transaccional. saccional. Madrid: Jeder Libros.
Nosotros, siguiendo el estilo de Berne de Christoph-Lemke, C. (1999). The contributions
crítica y reto, invitamos a refinar y desarro- of transactional analysis to integrative psy-
llar a la Teoría de Análisis Transaccional. La chotherapy. Transactional Analysis Journal,
tarea para todos nosotros es, sin importar 29, 198-214.
con qué escuela nos identifiquemos – Es- Clark, B.D. (1991). Empathic transactions in the
cuela de San Francisco de A.T., Terapia de deconfusion of child ego states. Transactional
Redecisión, Escuela de “Catexis” de A.T., o Analysis Journal, 21, 92-98.
Análisis Transaccional Integrativo – ayudar a Clark, F. (2001). Psychotherapy as a mouming
nuestros clientes a alcanzar un nivel óptimo process. Transactional Analysis Journal, 31,
de bienestar. En la medida en que nuestros 156-160.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Análisis Transaccional Integrativo. Conceptos Centrales 329

Cornell, W. (1975). Wake up “sleepy”: Reichian Erskine, R.G. (1997d). The therapeutic rela-
techniques and script intervention. Transac- tionship: Integrating motivation and persona-
tional Analysis Journal, 5, 144-147. lity theories. En R.G. Erskine, Theories and
Cornell, W. (1997). Touch and boundaries in methods of an integrative transactional analy-
transactional analysis: Ethical and transferen- sis: A volume of selected articles, pp. 7-19.
tial considerations. San Francisco: TA Press (Obra original pu-
Transactional Analysis Journal, 27, 30-37. blicada en 1995).
English, F. (1977). What shall I do tomorrow? Erskine, R.G. (1997e). Transference and tran-
Reconceptualizing transactional analysis. En sactions: A critique from an intrapsychic and
G. Bames (Ed.), integrative perspective. En R.G. Erskine,
Transactional analysis after Berne: Teachings Theories and methods of an integrative tran-
and practices of three TA Schools, pp. 287 - sactional analysis: A volume of selected arti-
347. New York: Harper’s College Press. cles, pp. 128-146. San Francisco: TA Press.
English, F. (1987). Power, mental energy, and iner- (Obra original publicada en 1991)
tia. Transactional Analysis Journal, 17, 91-98. Erskine, R. G., y Moursund, J. P. (1988). lnte-
English, F. (1988). Whither scripts? Transactio- grative psychotherapy in action. Newbury
nal Analysis Journal, 8, 294-303. Park: Sage Publications.
Erskine, R.G. (1997a). The ABC’s of effective Erskine, R. G.; Moursund, J. P.; y Trautmann, R.
psychotherapy. En R.G. Erskine, Theories L. (1999). Beyond empathy: A theory of contact-
and methods of an integrative transactional inrelationship. Philadelphia: Brunner/Mazel.
analysis: A volume of selected articles, pp. Erskine, R. G., y Trautmann, R. L. (1997a). Met-
227-288. San Francisco: TA Press. (Obra ori- hods of an integrative psychotherapy. En R.
ginal publicada en 1975). G. Erskine, Theories and methods of an inte-
Erskine, R.G. (1997b). Script cure: Behavioral, grative transactional analysis: A volume of
intrapsychic, and physiological. En R.G. Ers- selected articles, pp. 20-36. San Francisco:
kine, Theories and methods of an integrative TA Press (Original publicada en 1980).
transactionai analysis: A volume of selected Erskine, R. G., y Trautmann, R. L. (1997b).
articles, pp. 151-155. San Francisco: TA The process of integrative psychotherapy.
Press. (Obra original publicada en 1980). En R. G. Erskine, Theories and methods of
Erskine, R.G. (1997c). Shame and self-righte- an integrative transactional analysis: A volu-
ousness: Transactional analysis perspectives me of selected articles, pp. 79-95. San Fran-
and clinical interventions. En R.G. Erskine, cisco: TA Press. (Original publicada en
Theories and methods of an integrative tran- 1993).
sactional analysis: A volume of selected arti- Erskine, K. G., y Zalcman, M. (1979). The rac-
cles, pp. 46-67. San Francisco: TA Press. ket system: A model for racket analysis. Tran-
(Obra original publicada en 1994) sactional Analysis Journal, 9, 51-59.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


330 Richard G. Erskine

Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional


e Intervenciones Clínicas1
Richard G. Erskine

Resumen

La vergüenza y la arrogancia son dinámicas intrapsíquicas, que ayudan al individuo a defenderse contra
una ruptura en una relación. Este artículo discute como, desde una perspectiva del guión, la vergüenza está
comprendida en la creencia de que “algo está mal en mí”, formado como resultado de mensajes y decisio-
nes, conclusiones en respuesta a demandas imposibles, y esperanza defensiva y control. Además, desde una
perspectiva de los Estados del Yo, la vergüenza implica un autoconcepto disminuido en conformidad con la
crítica, una transposición defensiva de la tristeza y el miedo, y una negación de la ira. Más aún, la vergüen-
za arcaica puede ser una fijación del Estado del Yo Niño o del Padre. Se sugiere que la arrogancia es la ne-
gación de la necesidad de relación. Se describe una psicoterapia para una relación orientada al contacto que
enfatiza métodos de indagación, sintonía e implicación.
La vergüenza y la arrogancia son mecanismos protectores que ayudan al individuo a evitar la vulnerabi-
lidad a la humillación y a la pérdida de contacto en la relación. Cuando una relación es corrompida por la
crítica, el ridículo, la culpa, el ser ignorado u otras conductas humillantes, el resultado es una vulnerabili-
dad en la relación. El contacto o la proximidad se interrumpe. La vergüenza y la arrogancia resultan de la
desgracia humillante o del reproche y de una pérdida de autoestima.
Tanto la vergüenza como la arrogancia reflejan las defensas usadas para evitar experimentar la intensi-
dad de cuán vulnerable e indefenso es el individuo a la pérdida de relación. Simultáneamente, la vergüenza
es una expresión de una esperanza de que la otra persona tomará la responsabilidad de reparar la ruptura en
la relación. La arrogancia implica una negación de la necesidad de relación.
Palabras clave: Vergüenza, arrogancia, Análisis Transaccional, auto-concepto, transposición defensiva,
indagación, sintonía, implicación.

Shame and self-righteousness


Transactional Analysis Perspectives and Clinical Interventions

Abstract

Shame and self-righteousness are intrapsychic dynamics that help the individual defend against a rupture
in relationship. This article discusses how, from a script perspective, shame is comprised of the script belief
“Something’s wrong with me”, formed as a result of messages and decisions, conclusions in response to
impossible demands. In addition, from an ego state perspective, shame involves a diminished self-concept
in compliance with criticism, a defensive transposition of sadness and fear, and disavowal of anger. Furt-
hermore, arcaic shame could be a Child or Parent ego state fixation. The suggestion is made that self-righ-
teousness is a denial of a need for relationship. A contact-oriented relationship psychotherapy that emphasi-
ze method of inquiry, attunement and involvement is described.
Key Words: Shame, Self-righteousness, Transactional Analysis, self-concept, defensive transposition,
inquiry, attunement, involvement, contact-oriented-relationship.

1
Erskine, Richard G. (1994). Shame and self-righteousness. Transactional Analysis Perspectives and Clinical Inter-
ventions. Transactional Analysis Journal, XXIV, 2. Traducción: Mario Salvador Fernández.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 331

Honte et arrogance:
Perspectives d´Analyses Transactionnelle et Interventions cliniques

Résumé

La honte et l´arrogance sont dynamiques intrapsychiques, qui aident l´individu à se défendre contre une
rupture dans une relation. Cet article discute, comme, depuis une perspective du scénario, la honte est com-
prise dans la croyance de «quelque chose est mal en moi», formé comme résultat de messages et décisions,
des conclusions en réponse à des questions impossibles, et une espérance défensive et du contrôle. En ou-
tre, depuis une perspective des États de l´Ego, la honte implique un auto - concept diminué en conformité
avec la critique, une transposition défensive de la tristesse et de la peur, et une négation de la colère .Plus
encore, la honte archaïque peut être une fixation de l´État de l´Ego Enfant ou Parent. On suggère que l´arro-
gance est la négation du besoin de relation. On décrit une psychothérapie pour une relation orientée au con-
tact qui met en relief des méthodes de recherche, syntonie et implication.
La honte et l´arrogance sont des mécanismes protecteurs qui aident l´individu à éviter la vulnérabilité à
l´humiliation et à la perte du contact dans la relation. Quand une relation est corrompue par la critique, le
ridicule, la culpabilité, l´être ignoré ou d´autres conduites humiliantes, le résultat est une vulnérabilité dans
la relation. Le contact ou la proximité s´interrompt. La honte et l´arrogance sont le résultat du malheur hu-
miliant ou du reproche et d´une perte d´auto-estime.
Autant la honte que l´arrogance reflètent les défenses usées pour éviter expérimenter l´intensité de com-
me l´individu est vulnérable et sans défense dans la perte de la relation .Au même temps, la honte est une
expression d´une espérance de comme l´autre individu prendra la responsabilité e réparer la rupture dans la
relation. L´ arrogance implique une négation du besoin de relation.
Mots clé: Honte, arrogance, Analyse Transactionnelle, Auto-concept, transposition défensive, indaga-
tion, Syntonie ,Implication.

UNA EXPERIENCIA PERSONAL experiencia humillante que yo había tenido


en la conversación telefónica original.
Hace unos años un colega me telefoneó El sentido de vergüenza y deseo me im-
y criticó mi conducta, definiendo mi motiva- pulsó a examinar mis reacciones internas a
ción como patológica. Aunque me disculpé, la humillación. En mis sesiones de psicote-
intenté explicar la situación, e intenté recti- rapia reexperimenté ser un niño en el se-
ficar el problema escribiendo, la relación gundo y tercer grado de escolarización, lle-
previamente cálida y respetuosa terminó en no de miedo y adaptándome a un profesor
una falta de comunicación. altamente crítico. El beneficio personal de
En cada intento subsiguiente de hablar la psicoterapia fue un reclamo de la sensi-
con esa persona, tropecé con mis propias bilidad hacia otros y a mí mismo y un sen-
palabras, me vi a mí mismo como un inep- tido personal de alegría. El beneficio profe-
to, y evité hablar sobre mis sentimientos y sional de resolver mi vergüenza fue una
sobre mi relación. La experiencia de ser evolución en los métodos terapéuticos y las
humillado por un colega respetado me de- interacciones en mi práctica clínica. Me en-
jó sintiendo vergüenza debilitadora. Deseé frenté con varias cuestiones: ¿Cómo y
una reconexión. Deseé que la persona se cuando defino a la gente? ¿Adscribo a la
interesara por mis sentimientos y nuestra motivación más que facilito la autocom-
falta de contacto y reconociera y respon- prensión de la persona y su conducta?
diera empáticamente y recíprocamente a la ¿Cuál es el efecto de mi afecto interior o

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


332 Richard G. Erskine

conducta en la otra persona? ¿Estoy, en mi definición, y el significado de su conducta


intento de ser terapéutico, indicando al evita la humillación potencial. Responder
cliente, “algo está mal en ti?” con empatía y sintonía refuerza a la perso-
Las ideas teóricas sobre la vergüenza y na a expresar totalmente sentimientos,
la arrogancia y las intervenciones clínicas pensamientos, percepciones, y talentos. La
presentadas en este artículo son el resulta- indagación, la sintonía, y la implicación in-
do de varios años de mi indagación de mis vitan a revelar el significado subyacente y
errores como terapeuta, las rupturas que he la motivación inconsciente.
creado en la relación terapéutica con clien- La práctica clínica y el desarrollo teórico
tes, y los métodos que pueden incrementar pujan uno con otro en el proceso de evolu-
el sentido de vergüenza de un cliente. Una cionar. Intervenciones clínicas que hacen
aproximación respetuosa a la experiencia uso del respeto (Erskine & Moursund, 1988);
fenomenológica de cada cliente del proceso transacciones empáticas (Clark, 1991); com-
de nuestra terapia aportó una indagación, promiso emocional (Cornell & Olio, 1992); la
transacción por transacción de mis fallos indagación, sintonía e implicación (Erskine,
empáticos, malas percepciones de niveles 1991; Erskine, 1993; Erskine & Trautmann,
de funcionamiento, y falta de sintonía afec- 1993) han revelado que la vergüenza y las
tiva - las interrupciones en la relación de fantasías autoprotectoras son dominantes
contacto. Cuando tomo la responsabilidad en las vidas de muchos clientes. Sin em-
por las rupturas en la relación terapéutica, bargo, estos fenómenos no se han integra-
mi terapia se enfoca en la sintonía con la do adecuadamente con una teoría de análi-
experiencia afectiva del cliente, y en la res- sis transaccional de Estados del Yo y guio-
puesta con un afecto recíproco. Mi implica- nes. La experiencia clínica ayudaba a desa-
ción terapéutica está en mi consistencia, rrollar una comprensión teórica que mira la
responsabilidad, y seguridad. Es indagando vergüenza y la arrogancia como dinámicas
y resolviendo las rupturas en nuestra rela- intrapsíquicas arcaicas diseñadas para pro-
ción como puedo ser más efectivo al des- teger al individuo del reproche, humillación,
cubrir las creencias que determinan las ex- y la pérdida de contacto en la relación. La
periencias interpersonales significativas en vergüenza arcaica sin resolver incrementa el
la vida de mi cliente. dolor de cualquier crítica. El conflicto intrap-
La psicoterapia de análisis transaccional síquico arcaico añade una toxicidad que
en los 70 y a principio de los 80 estaba inunda la humillación con vergüenza debili-
marcada por la definición de las conductas tadora o defensiva.
de los clientes y estaba sesgada por méto-
dos clínicos que acentuaban la explicación,
confrontación, y el cambio de conducta. Ta- LA LITERATURA
les métodos a menudo ensombrecen te-
mas relacionados con la vergüenza y la En la literatura del análisis transaccional,
arrogancia. Definir el sentimiento de un la vergüenza y la arrogancia han recibido
cliente como un racket, o la conducta como poca atención como tópicos teóricos o co-
un juego o como un guión es adverso pa- mo áreas de importancia clínica. Indirecta-
ra resolver problemas psicológicos que se mente, Berne (1972), Ernst (1971), y Erski-
originan en la experiencia de humillación, ne y Zalcman (1979) presentaban unas ba-
negligencia, o abuso. ses teóricas para comprender la posición
Definir a alguien, incluso agudamente, existencial y creencias de guión relaciona-
puede devaluarle y humillarle. Explorar en das con la vergüenza. Mi descripción (Ers-
la experiencia de otro, su motivación, auto kine, 1988) de las defensas del estado del

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 333

yo Niño frente a los conflictos intrapsíqui- nexión afectiva con otros que son significa-
cos, cuando se incluye en ello los afectos tivos, que son, o se creen que son, nece-
y las fantasías, constituye una teoría de los sarios para la supervivencia psicológica y
estados del yo que permite captar estas di- física de uno”. (p. 59). El resultado es la
námicas. pérdida de autoestima y el ocultamiento
English (1975) se dirigía directamente a protector de una baja autoestima ante
la vergüenza y el control social, describien- otros, así como ante posibles reproches e
do la vergüenza como “el precio de la in- insultos futuros. La vergüenza representa
ternalización del niño de un específico un miedo especial “como un instinto de au-
mensaje de control desde su familia y cul- to preservación” (p 18), como “un vehículo
tura”. Ella continuó diciendo que el efecto silencioso que guarda un secreto a la des-
es “la inhibición, limitación, y control de la gracia” (p 22). En esencia, la vergüenza es
curiosidad expansiva”. English resaltaba una experiencia solitaria aunque auto pro-
que el acto de avergonzar niños sirve a “ la tectora. Sin embargo, Goldberg también ve
función de adaptar al niño a la civilización la vergüenza como “lo crucial de la libertad
de la familia, para mejor o peor”. humana”, con un potencial constructivo
Recientemente, Klein (1992) definía la (1990, p 591).
arrogancia como “el núcleo de las estruc- Lynd (1958), uno de los escritores más
turas defensivas de nuestros egos”. Ella in- tempranos sobre la vergüenza, definía la ver-
directamente relacionaba la defensividad güenza como un sentido de injuria a la con-
de la arrogancia con la vergüenza cuando fianza de uno mismo y otros. Lewis (1971)
describía la arrogancia como “el camuflaje describía la vergüenza como una reducción
de nuestra autoestima negativa” de la autoestima y en la estima de los otros
Aunque Berne (1972) y Ernst (1971) no resultando en furia o ira que funciona para
escribían específicamente sobre vergüenza reconquistar un sentido de ser valorado. Wil-
o arrogancia, las dinámicas relacionadas son (1990), escribiendo para una audiencia
con estos sentimientos están reflejadas en profana, dijo, “la vergüenza es un sentido
las posiciones existenciales de “Yo no es- fuerte de ser únicamente diferente y menos
toy bien - Tú estás bien” o en la defensa que otros seres humanos” (p 25).
“Yo estoy bien - Tú no estás bien”. Kaufman, en La psicología de la ver-
La literatura de psicoterapia sobre la ver- güenza (1989), escribió:
güenza y la arrogancia ha sido también es- Fenomenológicamente, sentir ver-
casa, aunque recientemente el concepto de güenza es sentirse visto en un sentido
vergüenza ha recibido creciente atención. dolorosamente disminuido. (p 17). La
Goldberg comenzaba Vergüenza compren- vergüenza es el recurso de lo que ha si-
siva (1991) trazando el origen de la palabra do referido como heridas narcisistas o in-
moderna inglesa “shame” (vergüenza) del jurias.(con) baja autoestima, pobre con-
Indo Europeo “schame”, que significa “es- cepto de uno mismo, o imagen auto dis-
conder” o “ cubrir”. Él continuaba con ejem- minuida. (p 25).
plos de casos clínicos de cómo individuos La vergüenza se activa cuando las ex-
esconden y cubren sus siguientes inciden- pectativas fundamentales de un individuo
tes de insulto o desgracia. Cada uno de los significativo (escenas imaginadas de ne-
ejemplos de Goldberg sobre vergüenza re- cesidad interpersonal) o aquellas expec-
flejaban degradación o experiencias humi- tativas igualmente fundamentales de uno
llantes infligidas por la conducta de otra mismo (escenas imaginadas de propósi-
persona. De acuerdo con Goldberg, la ver- to) son repentinamente calificadas como
güenza es causada por “la pérdida de co- equivocadas o son frustradas.(p 35).

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


334 Richard G. Erskine

Silvan Tomkins (1963) describió la ver- ontológico de la identidad a través del ciclo
güenza como uno de los nueve afectos hu- de la vida. Describió ocho estados de de-
manos: como “el afecto de la indignidad, de sarrollo o crisis a través de las cuales los in-
transgresión y alienación” (p 18). Como uno dividuos forman y refinan sus identidades-
de los primeros psicólogos que investigaron una aproximación personal a verse uno
seriamente las emociones, Tomkins (1962, mismo y al mundo. El segundo estado de
1963, 1991) fue pionero al elaborar la teoría Erikson estaba centrado en un sentido de
que dio voz a las observaciones clínicas de autonomía versus vergüenza y duda. Escri-
muchos terapeutas del juego entre afecto, bió (1968) que igual que la autonomía y el
percepción, cognición, reacciones físicas, y orgullo emanan de un sentido de bondad in-
la conducta. Tomkins estaba particularmente terior, así la duda y la vergüenza derivan
interesado en gestos faciales, respiratorios y del sentido de la maldad: “un sentimiento de
corporales como una expresión de varios autocontrol sin pérdida de autoestima es la
afectos y cómo las emociones sirven de sis- fuente ontogenética de un sentido de libre
tema motivacional primario de los seres hu- voluntad. Desde un sentido inevitable de
manos. El describía la vergüenza como un pérdida de autocontrol y sobre control pa-
afecto en un continuo con humillación, sien- rental viene una propensión a la duda y la
do la vergüenza de menor intensidad y la hu- vergüenza” (p 109). La calidad de la rela-
millación relacionada con la aparición de un ción entre niño y padre es el factor primario
afecto mucho más grande. Aunque Tomkins en sí; el niño desarrolla un sentido de ser
teorizaba que la vergüenza estaba entre los impotente, inhibido, y avergonzado. “La ca-
nueve afectos primarios humanos que moti- lidad de la autonomía que los niños desa-
vaban la cognición y la conducta, él descri- rrollan depende de la habilidad de sus pa-
bía la vergüenza como apareciendo siempre dres para garantizar la autonomía con dig-
en presencia de otras emociones. La ver- nidad y un sentido de interdependencia per-
güenza sirve como un impedimento para ex- sonal que ellos derivan de sus propias vi-
presar el interés, excitación o alegría, e in- das” (Erskine, 1971, p 60). La vergüenza re-
terfiere con el placer de una experiencia. sulta cuando los padres recurren a la burla,
Nathanson (1992) aplicaba la teoría del que impulsa al niño a abandonar los deseos
afecto de Tomkins- específicamente en lo y los intereses; la duda resulta de sobre-
que se relaciona con la vergüenza y el or- control externo que roba al niño el sentido
gullo- a descripciones de la vida diaria y a de eficacia- que él o ella es capaz de con-
psicoterapia y psicoanálisis. Los escritores trolarse a sí mismo-a. (Wolf, 1988).
psicoanalíticos han ignorado generalmente Lewis (1971, 1987), siguiendo las ideas
el tema de la vergüenza. Desde una pers- de Erikson, parecía ser uno de los prime-
pectiva psicoanalítica la vergüenza es una ros escritores psicoanalíticos en relacionar
resistencia, una formación de una reacción el fenómeno de la vergüenza con la prácti-
que trata de convertir lo que es fenomeno- ca clínica. Ella destacaba el esfuerzo de re-
lógicamente experimentado. La vergüenza cuperar un sentido de ser valorado si-
es vista como inhibiendo los impulsos exhi- guiendo una pérdida de valor o de estima
bicionistas disfrazando los deseos prohibi- a los ojos de los otros o de uno mismo.
dos desde la conciencia (Goldberg, 1991). Wurmser (1981) describió la vergüenza co-
Erikson (1950, 1959, 1968) fue uno de mo nada a creencias sobre algo equivoca-
los primeros teóricos en prescindir de la do con uno mismo, es decir, “soy débil”,
teoría instintiva de Freud y la importancia “estoy sucio”. Basch (1988) dio a la ver-
central de la culpa en ese paradigma. En güenza un lugar significativo dentro de la
vez de eso, él escribió sobre el desarrollo teoría psicoanalítica de la psicología de

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 335

uno mismo. Él describió la vergüenza como (1981) relacionaba la ira de arrogancia y la


“una emoción dolorosa, (…) una maniobra atribución de la culpa a otros como una de-
básicamente protectora” (p 136) que pone fensa contra el insulto y la vergüenza.
un final a la auto expresión o las expecta- Basch (1988) aportaba un ejemplo clínico
tivas. Tanto Kohut (1977,1984) como Mo- del reverso del insulto y la vergüenza en el
rrison (1987) relacionaban el origen de la caso de una mujer que era terriblemente
vergüenza con experiencias de fracaso em- humillada y fantaseaba con la venganza
pático en la vida corriente y también, signi- como un rechazo de su sentido de la ver-
ficativamente, con sentimientos de insegu- güenza. Goldberg (1991) relacionaba tales
ridad resultando de fracaso empático pa- fantasías con un intento de ganar control
rental desde la niñez temprana. sobre la falta de poder. Wallace y Nosko
Sullivan (1954) describió la dinámica de (1993) describieron cómo la ira y la violen-
la vergüenza con el término ansiedad: cia sirven como un medio de evitar el sen-
tido de abandono unido a la vergüenza en
Según empleo el término, la ansiedad hombres que pegan a sus mujeres. Aunque
es un signo de que la autoestima de uno la arrogancia no ha recibido adecuada
está en peligro... La ansiedad es una se- atención en la literatura clínica o teórica,
ñal de peligro del autorrespeto, a la si- los autores que describen el fenómeno im-
tuación de uno a los ojos de personas plican que la arrogancia es un proceso de-
significativas presentes, incluso si son só- fensivo usado para evitar un sentido de
lo figuras ideales desde la niñez (p 207). vergüenza y los recuerdos o la anticipación
de la humillación y del reproche.
Sullivan también describió cómo la gen- Los métodos clínicos para tratar la ver-
te utiliza la ira y la “incomprensión” para güenza y la arrogancia que destacan el
evitar la ansiedad de “descenso previsto de respeto, la sintonía, y una relación de con-
autoestima” (p 207). tacto están más completamente desarrolla-
La arrogancia ha recibido incluso menos dos que la perspectiva teórica en este área.
atención en la literatura psicoanalítica que La distinción entre vergüenza y humillación
la vergüenza. La literatura sobre el trata- necesita ser clarificada. ¿Es la vergüenza
miento de los desórdenes narcisistas es un un afecto humano innato o una combina-
área en la cual los escritores han implica- ción de procesos intrapsíquicos que inclu-
do una conexión directa entre la humilla- yen las emociones, los sistemas de creen-
ción, vergüenza, baja autoevaluación, ira, y cias, y los procesos defensivos? ¿Es la
arrogancia (Kohut, 1978; Lewis 1987; Mo- vergüenza una reacción a la conducta co-
dell 1986; Morrison 1986; Reich 1986; rriente de otros, el resultado de unas in-
Wurmser 1987). Bursten (1973) describió la trospecciones arcaicas, o una posición
adopción de una actitud de arrogancia, au- existencial? Más aun, ¿cómo pueden ser
toglorificación, y agresividad con repara- explicados estos fenómenos en el marco
ción de la vergüenza. Bach definió la gran- de una teoría del análisis transaccional?
diosa fantasía narcisista como una defensa
contra un “defecto en el sentido de uno
mismo que requiere una sobrecompensa- VERGÜENZA: UNA CLARIFICACIÓN
ción inusual” (p 93). La sobrecompensación TEÓRICA
es desarrollada a través de fantasías rígi-
das de uno mismo, una defensa contra la La vergüenza es un proceso autoprotec-
vergüenza y la baja estima causada por ex- tor usado para evitar los afectos que resul-
periencias humillantes con otros. Horowitz tan de la humillación y la vulnerabilidad a

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


336 Richard G. Erskine

la pérdida de contacto-interrelación con La vergüenza es sobre todo un senti-


otra persona. Cuando niños, e incluso adul- do de no validez para estar vinculado, un
tos, son criticados, devaluados, o humilla- sentido profundo de no ser amado, con
dos por personas significativas, la necesi- la consecuente inadvertencia de la pro-
dad de contacto y la vulnerabilidad al man- pia necesidad de querer conectarse con
tener la relación pueden producir un afecto los otros. Asi como la vergüenza implica
defensivo autoprotector y una conformidad una extrema conciencia de uno mismo,
con las definiciones impuestas devaluado- también indica poderosos anhelos de re-
ras. La vergüenza es un proceso complejo lación (Jordan, 1989, p 6).
que implica:
1) un concepto de uno mismo disminui- Kaufman (1989) expresaba, de forma
do, una disminución del valor de uno parecida, que la vergüenza refleja la nece-
mismo en relación con la humillación sidad de contacto en la relación:
externa y la crítica introyectada;
2) un desplazamiento defensivo de la En el medio de la vergüenza, hay una
tristeza y el miedo; y añoranza ambivalente por reunirnos con
3) una negación de la ira. quienquiera que nos avergonzó (p 19).
La vergüenza implica una negación de la
ira para mantener la apariencia de una re- La vergüenza es expresar una esperan-
lación en contacto con una persona que es- za de que el otro tomará la responsabilidad
timula relaciones humillantes. Cuando la ira de reparar la ruptura en la relación.
es negada un aspecto valioso de uno mis- Tomkins, (1963) escribió que la vergüen-
mo se pierde: la necesidad de ser tomado za es el afecto presente cuando ha habido
seriamente y respetuosamente, y la nece- una pérdida de dignidad, transgresión y
sidad de tener impacto en la otra persona. alienación. Él implicaba que la vergüenza
El valor de uno mismo es disminuido. es un afecto diferente en naturaleza y fun-
La vergüenza también implica un des- ción de los otros ocho afectos en su es-
plazamiento de los afectos de tristeza y quema teórico. El afecto de la vergüenza,
miedo: la tristeza de no ser aceptado como según Tomkins, sirve como una alternativa
uno es -con las propias urgencias de uno, o impedimento a otros afectos- una defen-
deseos, necesidades, sentimientos y con- sa contra el interés y la alegría. Compare-
ductas, y el miedo al abandono en la rela- mos las ideas de Tomkins con las observa-
ción por causa de quien uno es. El miedo ciones de Fraiberg (1982/83) sobre la for-
y la pérdida de un aspecto de uno mismo mación de defensas psicológicas en niños.
alimenta la tendencia hacia la sumisión, Fraiberg describió el proceso de “transfor-
una disminución de la propia autoestima mación de afecto” (p 71) en el que un afec-
para establecer confluencia con la crítica y/ to es substituido o transpuesto por otro
o la humillación. cuando el afecto original fracasa al crear el
Someterse a la humillación, desplazar el contacto necesario entre el niño y el adulto
miedo y la tristeza, y negar la rabia produ- cuidador, a veces tan pronto como a los
cen el sentido de vergüenza y duda que nueve meses de edad. Cuando el niño es
describió Erikson (1950). Escribiendo des- humillado, el miedo a la pérdida de relación
de una perspectiva feminista sobre la tera- y la tristeza de no ser aceptado se convier-
pia de relación, tanto Miller (1987) como ten en el afecto de la vergüenza. La ver-
Jordan (1989) validan esta explicación re- güenza está compuesta de tristeza y miedo,
lacionando la vergüenza con la pérdida de el rechazo de la ira, y un bajo concepto de
conexión humana. uno mismo- junto con la humillación.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 337

Esta sumisión a la humillación asegura ESTADOS DEL YO


una relación continuada y, paradójicamente,
también una defensa. Esta disminución pro- En 1961 Berne definió los Estados co-
tectora de la autovaloración es observable lectivos del Yo Niño como un Yo arcaico
entre animales salvajes cuando un animal compuesto de fijaciones de estados de de-
se encoge en presencia de otro para evitar sarrollo más tempranos: como “reliquias de
un ataque y para garantizar la aceptación. la propia niñez del niño” (p 77). El Estado
Es autoprotector bajar el estatus de uno pa- del Yo Niño es la entera personalidad de la
ra alejar la agresión cuando pueda ocurrir persona tal como él o ella eran en ese pe-
una pelea por el dominio. El autoconcepto riodo de desarrollo previo (Berne,
disminuido o la autocrítica que es una par- 1958/1977, 1961, 1964). Cuando se fun-
te de la vergüenza disminuye el dolor de la ciona en un Estado del Yo Niño la persona
ruptura en la relación y, al mismo tiempo, percibe necesidades internas y sensacio-
mantiene una apariencia en la relación. La nes y el mundo externo como él o ella hi-
a menudo citada frase del entrenador de zo en una edad de desarrollo previa.
boxeo, “pégales con toda tu fuerza” (“de be-
at´em to the punch”, en el original, N.T.) Esto incluye las necesidades, deseos,
describe la función de la baja autoestima urgencias, y sensaciones; los mecanis-
contra la posible humillación de los otros. mos de defensa; y los procesos de pen-
Sin embargo, el golpe es dirigido a uno samiento, percepciones, sentimientos, y
mismo en forma de baja autovaloración. conductas de la fase de desarrollo donde
aparece la fijación (Erskine, 1988 p 17).

VERGÜENZA Y ARROGANCIA: Las fijaciones del Estado de Yo Niño ocu-


UNA PERSPECTIVA DEL AT rrieron cuando las necesidades críticas de
contacto en la niñez no fueron satisfechas,
Las formulaciones de una teoría de aná- y el uso de defensas del niño contra la in-
lisis transaccional de la vergüenza y de la comodidad de las necesidades no encontra-
arrogancia requieren que los conceptos es- das se volvían habituales (Erskine 1980).
tén integrados en la teoría de los Estado del Los Estados del Yo Padre son las mani-
Yo y la del guión. Para llegar a un entendi- festaciones de las introyecciones de las per-
miento de cómo funcionan los fenómenos sonalidades de la gente real como fueron
de la vergüenza y la arrogancia dentro de percibidas por el niño en el momento de la
los Estados del Yo, es esencial que los con- introyección (Erskine, 1988; Loria 1988). La
ceptos usados estén claramente definidos. introyección es un mecanismo de defensa
Berne (1972) recomendaba que las discu- frecuentemente usado cuando hay una falta
siones teóricas permanezcan en un grupo de contacto psicológico entre un niño y los
dado de conceptos y definiciones para que adultos responsables de sus necesidades
las definiciones usadas “pertenezcan al psicológicas. La introyección es una identifi-
mismo marco o vengan del mismo punto de cación inconsciente con las creencias, sen-
vista” (p 412). Las siguientes definiciones timientos, motivaciones, conductas, y defen-
de los Estados del Yo son aportadas como sas del otro. El otro significativo es hecho
un marco conceptual para tal indagación parte de uno mismo, y el conflicto resultan-
teórica. Muchas de ellas se extraen y se te de la falta de satisfacción de la necesidad
apoyan en el material que previamente he es internalizado para que el conflicto pueda
publicado (ver Erskine, 1980, 1988, 1991, aparentemente ser manejado más fácilmen-
1993; Erskine & Moursund, 1988). te. (Perls, 1977; Rosenfeld, 1978).

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


338 Richard G. Erskine

Los contenidos del Estado del Yo Padre reliquias de los padres que una vez real-
pueden ser introyectados en cualquier mo- mente existieron, por eso, replican las lu-
mento de la vida y, si no son reexaminados chas reales de la niñez por la supervi-
en el proceso de desarrollo posterior, perma- vencia entre gente real, o al menos esa
necen no elaborados o no integrados en el es la manera en que el paciente lo ex-
Estado del Yo Adulto. El Estado del Yo Pa- perimenta (p 66).
dre se constituye de pedazos ajenos de per-
sonalidad, enmarcados en el Yo y experi- El conflicto intrapsíquico es en parte man-
mentados fenomenológicamente como si fue- tenido por la necesidad del niño de relación
ran los de uno mismo, pero, en realidad, for- (Fairbairn, 1954), atracción (Bowlby, 1969),
man una personalidad prestada, potencial- o el contacto (Erskine, 1989) y la defensa
mente en la posición de producir influencias del Estado del Yo Niño contra la conscien-
intrapsíquicas en los Estados del Yo Niño. cia completa de las necesidades de contac-
El Estado del Yo Adulto consiste en el to, atracción y relación. Estas necesidades
desarrollo emocional, cognitivo y moral; la son evidentes en la lealtad psicológica al es-
habilidad de ser creativo; y la capacidad tado intrapsíquicamente influyente del Esta-
para el compromiso total en las relaciones do del Yo Padre (Erskine, 1988, 1991). La
significativas. El Estado del Yo Adulto da lealtad está en evitar defensivamente la
cuenta de lo que pasa e integra lo que es- consciencia de “Mis necesidades psicológi-
tá pasando momento a momento interna y cas fueron descontadas” o, en la fantasía in-
externamente, de experiencias pasadas y consciente, “si soy lo suficientemente bueno,
sus efectos resultantes, y las influencias mis necesidades serán satisfechas”.
psicológicas e identificaciones con otra De cara a establecer una teoría analítica
gente significativa en la vida de uno. transaccional que describe el fenómeno de
La vergüenza arcaica es una expresión in- la vergüenza y la arrogancia, los términos
terna de un conflicto intrapsíquico entre un “humillación” y “transacciones humillantes”
estado reactivo del Niño y un estado influ- son usados aquí para referirse a las inte-
yente del Yo Padre. Cuando un Estado del racciones que suceden entre gente cuando
Yo Niño es activo, (subjetivamente informado una persona degrada, critica, define o ig-
o conductistamente observable), está catecti- nora al otro. Los términos vergüenza y
zado por una teórica influencia del Estado del arrogancia son usados para referirse a las
Yo Padre y está influyendo intrapsíquicamen- dinámicas intrapsíquicas que ocurren den-
te (Berne, 1961; 1964). “El individuo mani- tro de un individuo y que pueden describir-
fiesta una actitud de sumisión infantil” (Berne, se como la influencia del Estado del Yo Pa-
1961 p 76) y puede emplear las defensas in- dre, sumisión/conformidad y /o sistemas ar-
fantiles como la evitación, la congelación o la caicos de defensa. Cuando el sentido de la
lucha (Fraiberg, 1982/1983); la fragmentación vergüenza se ha fijado, representa un con-
del Yo (Fairbairn, 1954); la transformación de flicto intrapsíquico entre un estado exterop-
afecto y la inversión de la agresión (Frairberg, síquico influyente del Yo y un estado ar-
1982/1983); y la fantasía (Erskine, 1988, p queopsíquico defensivo y conformista del
18; Erskine & Moursund, 1988, p 23). Yo: ese niño que anhelaba una relación.
Berne (1961) describió las dinámicas in-
trapsíquicas de los Estados del Yo como La fijación se refiere a un modelo de
representando: afecto, conducta o cognición desde un
estado anterior de desarrollo que persis-
Las reliquias del infante que una vez te y puede dominar la vida posterior (Ers-
existió realmente, en un esfuerzo con las kine, 1991, p 69).

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 339

Son las defensas fijadas las que mantie- ellos. Cuando los recuerdos de tempranas
nen al Yo en estados fragmentados e in- humillaciones traumáticas son defensiva-
terfieren con la integración de experiencias mente reprimidos, pueden volver a emerger
arcaicas en un Yo Adulto (Erskine & Mour- en la conciencia como fantasías de fraca-
sund, 1988). sos futuros o degradación. La autocrítica y
la fantasía de fracaso humillante sirven dos
funciones adicionales: mantener la nega-
UNA FANTASÍA DEFENSIVA ción de la ira y proteger contra el trauma
de críticas futuras y degradación.
Como un proceso de desarrollo normal,
los niños pequeños a menudo usan la fan-
tasía como una manera de aportar contro- LA ARROGANCIA: UNA DOBLE
les, estructura, crianza, o cualquier cosa DEFENSA
que se haya experimentado como perdido
o inadecuado. La función de la fantasía La arrogancia sirve a una función más
puede ser tanto estructurar la conducta co- elaborada que los aspectos defensivos de la
mo una protección de las consecuencias o vergüenza. La arrogancia es una fantasía
para aportar amor y apoyo cuando los cui- autogenerada (en ocasiones manifestada en
dadores reales son fríos, ausentes o abu- transacciones abiertas) que defiende contra
sivos. La fantasía sirve como un amorti- el dolor de la pérdida de la relación mientras
guador entre las figuras reales parentales y aporta un seudo-triunfo sobre la humillación
los deseos, necesidades, o sentimientos de y una inflación en la autoestima. Mientras la
los niños. En familias o situaciones donde vergüenza y las fantasías autocríticas dejan
es necesario reprimir una consciencia de a la persona sintiéndose devaluada y an-
necesidades, sentimientos, y recuerdos pa- siando una reparación en la relación, las
ra sobrevivir o ser aceptados, la fantasía fantasías arrogantes son un intento deses-
autocreada puede ser fijada y no integrada perado de escapar a la humillación y de li-
con el aprendizaje del desarrollo posterior. berarse de la vergüenza justificándose uno
Con el tiempo, la fantasía funciona como mismo. La arrogancia consiste en:
un reverso de la agresión: La crítica, deva- 1) defenderse contra la tristeza y el mie-
luación, y la humillación a la que el niño do de la humillación,
puede haber sido sujeto son amplificadas y 2) expresar la necesidad de causar un
vueltas contra él como en la autocrítica. Ta- impacto y ser tomado en serio y tra-
les fantasías basadas en la vergüenza sir- tado respetuosamente, y
ven para mantener una ilusión de lealtad a 3) defenderse contra una conciencia de
una relación cuando la relación actual pue- la necesidad de que el otro repare la
de haber sido rota con la humillación. relación rota. La persona fantasea el
Muchos clientes informan de un persis- valor sobre sí mismo, a menudo en-
tente sentido de vergüenza acompañado contrando fallos en otros y después
por autocrítica degradante. Ellos repetida- renunciando a la conciencia de la ne-
mente imaginan fracasos humillantes en la cesidad del otro. El yo es experimen-
realización o la relación. En la fantasía tado como superior.
ellos amplifican la sumisión con la crítica y Como describió Alfred Adler, una fantasía
humillación introyectada mientras se de- de superioridad se defiende contra los re-
fienden contra los recuerdos de la tristeza cuerdos de humillación (Ansbacher & Ansba-
original de no ser aceptados como son y el cher, 1956) y desvía el sentido de vergüenza
miedo al abandono por quienes no son hacia afuera. Un caso clínico como ejemplo

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


340 Richard G. Erskine

ilustra este concepto. Robert, un casado de sores. Más tarde se defendió contra la con-
39 años padre de dos hijos, había estado en ciencia de la creencia de guión perfeccio-
terapia de grupo durante dos años y medio. nando su discurso. Sin embargo, a pesar de
Robert describió que, mientras conducía al cuán perfecto se volvió su discurso de adul-
trabajo, frecuentemente fantaseaba discutien- to, cuando alguien le criticaba él escuchaba
do con sus colegas o el supervisor de depar- sus comentarios. Las críticas activaban los
tamento. Él a menudo elaboraba estas fanta- recuerdos emocionales de humillaciones
sías con una oratoria bien articulada ante la anteriores donde las críticas introyectadas
mesa de directivos. En estas discusiones fan- influirían su Estado del Yo Niño y potencia-
taseadas, él señalaba los errores de otros, rían las críticas actuales. Para consolarse,
cómo sus críticas a Robert eran equivocadas, de camino al trabajo al día siguiente, se de-
y más importante, cómo hacían errores que fendía obsesivamente de las observaciones
él, Robert, nunca haría. En la fantasía de Ro- de sus colegas o supervisores, ansiando
bert, la mesa de directivos sería influida por que alguien dijera que tenía razón.
los argumentos convincentes de Robert. Él En el caso de Robert, el proceso defensi-
sería exonerado de toda crítica mientras los vo de la negación de la ira, la sumisión, el
otros serían culpados tanto por criticarle co- desplazamiento del afecto y la fantasía se fi-
mo por sus propios fracasos. Estas fantasías jaban de la misma manera que cualquier
obsesivas eran a menudo iniciadas por algu- proceso defensivo lo hace si no es respon-
na crítica en el trabajo que no era acompa- dido con una relación de empatía y sintonía
ñada por una oportunidad para que Robert afectiva. Fue a través del respeto por el es-
explicara su motivación. La falta de diálogo tilo de relación de Robert con la gente y una
continuado con la gente parecía impulsarle indagación genuina de la experiencia de Ro-
en fantasías obsesivas donde podía debatir bert, como él comenzó a revelar la presen-
con los otros enfrente de una audiencia que, cia de sus fantasías obsesivas. Las fantasí-
al final, estaba de acuerdo en que Robert te- as reivindicativas le defendían contra los de-
nía razón, por duro que fuera. seos naturales de contacto en la relación y
Estas fantasías obsesivas gradualmente su necesidad de que otros repararan la re-
disminuyeron y finalmente cesaron cuando lación interrumpida. A través de las transac-
él exploró las humillaciones que había ex- ciones empáticas y sintonía, fue capaz de
perimentado repetidamente en la escuela experimentar la vergüenza original- la triste-
elemental en un tiempo en el que tenía di- za, miedo, ira, y sumisión en respuesta a las
ficultades de habla. Tanto los profesores humillaciones. Cuando expresaba la tristeza
como otros niños se burlaban de este im- y el miedo en la pérdida de contacto en sus
pedimento. Aunque en psicoterapia él no relaciones con profesores y niños, él redes-
podía recordar ninguna de las burlas, sabía cubría su ansia de ser reconectado con
que había sido ridiculizado. Él tenía un sen- otros. Las fantasías defensivas cesaron. La
tido constante de que la reacción de otros implicación del terapeuta y otros miembros
hacia él implicaba que “algo está mal en ti”. del grupo hizo posible que Robert experi-
Pasados los años, él trabajó en mejorar mentara su necesidad de contacto emocio-
su discurso, superó el impedimento, y de- nal cercano como natural y deseable.
sarrolló una dicción impecable. Sin embar-
go, junto con las humillaciones que había
experimentado como niño, adoptó la creen- EL SISTEMA DEL GUIÓN
cia “algo está mal en mí” como una expli-
cación de su pérdida de amistad íntima con Muchos autores han explicado y amplia-
otros niños y de la aprobación de los profe- do los conceptos de guión desde que Berne

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 341

los presentó (English 1972; Erskine 1980; Estas introyecciones y/o reacciones de-
Erskine & Zalcman 1979; Goulding & Goul- fensivas ocurren bajo la presión de fraca-
ding 1979; Holloway 1977; Kahler con Ca- sos en una relación de contacto y de apo-
pers 1974; Steiner 1971; Woollams 1973). yo. Las necesidades de contacto y senti-
Cada autor presentaba sus ideas y aporta- mientos relacionados de pérdida de rela-
ba interesantes perspectivas teóricas, indi- ción son negados y suprimidos al adoptar
caciones útiles, y nuevas dimensiones de reacciones defensivas e introyecciones.
práctica clínica. Aunque sólo unas pocas de Este proceso defensivo forma “el núcleo in-
estas contribuciones teóricas eran consis- trapsíquico del guión” (Erskine 1980).
tentes con la perspectiva de Berne sobre el Desde su presentación inicial en 1975
guión como un fenómeno de tranferencia o por Erskine y Zalcman y su publicación en
su teoría de Estados del Yo (Erksine 1991). 1979 como “el sistema de Rackets: un mo-
Varios modelos de Estados del Yo fueron delo para el análisis de rackets” (Erskine y
usados como base para matrices de guión Zalcman), se ha vuelto claro que el térmi-
sin referirse a las conceptualizaciones origi- no americano “racket” no tiene traducción
nales de Berne de los Estados del Yo y sin directa en otras lenguas. En aras a aportar
definir los argumentos para reformular el Es- una uniformidad internacional en la teoría
tado del Yo y la teoría del guión. Berne del análisis transaccional y su terminología,
(1972) también contribuyó a esta inconsis- recomiendo usar el término sistema de
tencia teórica mezclando conceptos y mo- guión más que análisis de rackets. Los
delos en sus trabajos posteriores. El amino- conceptos permanecen igual; sólo los tér-
ró el impacto que sus teorías relacionales y minos son diferentes.
evolutivas tenían que ofrecer y por tanto dis- El sistema de guión (originalmente publi-
minuyó su propia extensión creativa de la cado como el sistema de rackets) aporta un
teoría psicoanalítica y de la psicoterapia. modelo para comprender las dinámicas sis-
En la psicoterapia de la vergüenza y la témicas entre las dimensiones intrapsíqui-
arrogancia, como con muchas otras desvia- cas de conducta y psicológicas del guión
ciones psicológicas enraizadas en desvia- de vida. El sistema de guión reproduce có-
ciones de la relación, la terapia se mejora si mo las reacciones intrapsíquicas (conclu-
el terapeuta tiene unas bases teóricas y siones defensivas y decisiones) e introyec-
orientadas hacia la relación para determinar ciones que forman el corazón de un guión
el tratamiento y las intervenciones clínicas de vida están organizadas como creencias
subsecuentes. Aunque existen varias defini- de guión; cómo estas creencias son mani-
ciones de guión en la literatura del análisis festadas en la conducta, fantasía y en las
transaccional, la siguiente definición de tensiones psicológicas; y cómo un individuo
guión se aporta como una base para corre- estructura sus percepciones e interpreta-
lacionar las definiciones originales de Berne ciones de la experiencia para proporcionar
de los Estados del Yo con una definición reforzamiento de las creencias de guión.
operacional del guión de la vida como una Gráficamente representa una sección per-
base para una discusión consistente de la pendicular del guión- cómo el guión de vi-
psicodinámica y los métodos de psicotera- da se vive en el aquí y ahora.
pia: El guión es un plan de vida basado en El sistema de guión se correlaciona con
introyecciones y/o reacciones defensivas la teoría del Estado del Yo mientras provee
hechas bajo presión, a cualquier edad de una perspectiva alternativa sobre la organi-
desarrollo, que inhiben la espontaneidad y zación de introyecciones y reacciones de-
limitan la flexibilidad en la solución de pro- fensivas- las fijaciones del Yo exteropsíqui-
blemas y en la relación con la gente. cas y arqueopsíquicas. Estas fijaciones, en

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


342 Richard G. Erskine

forma de creencias de guión, sirven como que son manifestaciones de las creencias
defensas cognitivas contra la consciencia de guión y necesidades y sentimientos ne-
de las necesidades y sentimientos presen- gados. La puesta en acción del guión tam-
tes a una edad más temprana cuando la bién incluye las experiencias internas de
necesidad de llenar el contacto personal se tensión psicológica y las fantasías que apo-
perdió y las creencias de guión se forma- yan las creencias de guión aportando ex-
ron e introyectaron. Cuando es operacio- periencias reforzadoras. Las experiencias
nal, el sistema de guión describe la conta- reforzadoras son el recuerdo seleccionado
minación del Yo Adulto por los Estados del de transacciones, fantasías, y experiencias
Yo Padre y Niño. corporales que refuerzan la creencia de
El sistema de guión se define como “un guión. Aquellas experiencias que no re-
sistema autorreforzado y distorsionado de fuerzan las creencias de guión son a me-
sentimientos, pensamientos y acciones nudo negadas (Erskine & Moursund, 1988).
mantenidas por la persona y ligadas al En el caso de Robert, durante la escue-
guión”. (Erskine y Zalcman, 1979). En el in- la elemental adoptó la creencia de guión
tento de un niño de dar sentido a la expe- “Algo está mal en mí” junto a la humillación
riencia de una falta de contacto en la rela- de los niños y profesores como una pseu-
ción él o ella se encara con la respuesta a do-satisfacción de su necesidad de ser
la cuestión: “¿qué hace una persona como aceptado por ellos. Desde la perspectiva
yo en un mundo como este con gente co- de la teoría de los Estados del yo, el nú-
mo tú?” Cuando el niño está bajo presión cleo del sentido de vergüenza de Robert
de una falta de contacto en relaciones que consiste en el desplazamiento defensivo de
reconocen, dan validez, o satisfacen nece- la tristeza y el miedo, una negación de la
sidades, cada uno de las tres partes de es- ira al no ser tratado respetuosamente, un
ta cuestión puede ser contestada con una autoconcepto disminuido fijado a la crítica
reacción defensiva y /o la identificación in- introyectada, y una necesidad de contacto
consciente defensiva con el otro que cons- del niño en las relaciones con otros. Esta
tituye la introyección. Cuando las introyec- necesidad natural de relación mantiene al
ciones, las conclusiones y las decisiones Estado del yo Niño lealmente cercano y de-
defensivas no son respondidas por una pendiente del Estado del yo Padre y ase-
persona empática o en contacto, a menu- gura la sumisión a la humillación introyec-
do se convierten, en un intento de ganar tada. Cuando el dolor de no ser aceptado
auto apoyo, creencias fijas sobre uno mis- como uno es, se vuelve demasiado grande,
mo, sobre otros, y la forma de vivir -el nú- como en la situación de Robert, una fanta-
cleo del guión de vida-. Estas creencias de sía defensiva de arrogancia puede ser usa-
guión funcionan como una defensa cogniti- da para negar la necesidad de relación
va contra la conciencia de los sentimientos mientras simultáneamente expresa la ne-
y necesidades de contacto en la relación cesidad de causar un impacto y ser tratado
que no fueron adecuadamente respondidas respetuosamente.
en el momento en que se formaron las cre- Desde la perspectiva de la teoría del
encias de guión. La presencia de creencias guión, el sentido de vergüenza incluye el
de guión indica una defensa continua con- núcleo de la creencia de guión “algo está
tra la consciencia de necesidades de con- mal en mi” que sirve como una defensa
tacto en la relación y el pleno recuerdo de cognitiva contra la consciencia de las ne-
las interrupciones en la relación. cesidades de relación y los sentimientos de
Las manifestaciones del guión consisten tristeza y miedo presentes en el momento
en todas las conductas externas e internas de las experiencias humillantes.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 343

Cuando la creencia del guión “algo está manera que no había evidencia externa de
mal en mí” es operacional, las conductas que “algo está mal en mí”. Sus fantasías
externas de la manifestación del guión son eran reivindicativas, enfocándose en qué
a menudo aquellas que son descritas como estaba mal en el otro. El permaneció hi-
inhibidas o inadecuadas: timidez, falta de persensible a las críticas con un ansia in-
contacto visual en la conversación, falta de consciente de alguien con autoridad para
auto expresión, expresión disminuida de decirle que estaba bien.
necesidades naturales, o cualquier inhibi-
ción de la expresión natural de uno mismo
que puede ser sujeta a crítica. ALGO ESTÁ MAL EN MÍ
Las fantasías pueden incluir insuficiencia
anticipada, fracasos en la realización, o crí- El refuerzo continuo de la creencia de
tica que concluye con un reforzamiento de guión “algo está mal en mí” presenta al tera-
la creencia de guión “Algo está mal en mí”. peuta desafíos complejos específicos y úni-
Otras fantasías pueden implicar una re- cos en la psicoterapia de la vergüenza y
construcción de sucesos y una memoria re- arrogancia. En muchos casos clínicos esta
organizada en tal manera que refuerza las creencia particular es inflexible en respuesta
creencias de guión. En algunos casos, la a los métodos frecuentes del análisis tran-
creencia de guión se manifiesta en restric- saccional de explicación, confrontación, e in-
ciones psicológicas como dolores de cabe- terpretación; redecisión programada; y énfa-
za, lesiones de estómago, u otras moles- sis en el cambio de conducta. Cada uno de
tias físicas que inhiben al individuo de com- estos grupos de métodos aporta sólo cambio
portarse de una manera que pueda estar parcial o temporal en la frecuencia o intensi-
sujeta a comentarios humillantes de otros, dad de la creencia compleja de guión que
mientras simultáneamente provee de una está en el núcleo de la vergüenza y la arro-
evidencia interna de que “algo está mal en gancia. De hecho, el uso frecuente de estos
mi”. A menudo viejos recuerdos de expe- métodos comunica a menudo “algo está mal
riencias humillantes se recuerdan repetida- en mi”, que puede entonces reforzar el nú-
mente para mantener una homeostasis con cleo de la creencia de guión, incrementar la
las creencias de guión y la negación de las negación de la necesidad de contacto en la
necesidades y sentimientos originales. Ya relación y, en consecuencia, aumentar el
sea inhibiéndose uno mismo o con fantasí- sentimiento de vergüenza y arrogancia. A
as autocríticas, la necesidad de contacto través del uso de métodos que destacan el
en la relación permanece como una espe- respeto (Erskine y Moursund, 1988), tran-
ranza inconsciente de restablecer una rela- sacciones empáticas (Clark, 1991), implica-
ción de contacto y de una total aceptación ción emocional (Cornell y Olio, 1992), y acer-
por el otro. Es como si él estuviera dicien- camiento afectivo, e implicación (Erskine,
do a aquéllos que le ridicularizaron, “si me 1991, Erskine 1993, Erskine y Trautman
convierto en lo que tú defines que soy, en- 1993), disminuye considerablemente la opor-
tonces ¿me querrás?” tunidad de reforzar la creencia de guión du-
Robert, como ejemplo de alguien que rante el proceso de terapia.
usa las dinámicas de una doble defensa de Para facilitar la planificación de trata-
arrogancia, entró en terapia falto de cual- miento y afinar las intervenciones clínicas,
quier esperanza o necesidad de relación. es esencial distinguir las funciones intrap-
Su manifestación de guión parecía ser lo síquicas así como los orígenes históricos
contrario de su creencia de guión: El per- de la creencia de guión. El origen histórico
feccionaba su discurso y conducta en tal complejo de “algo está mal en mi” dentro

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


344 Richard G. Erskine

del Estado del yo Niño puede ser entendi- sentan demandas imposibles a los niños.
do desde tres perspectivas: Es imposible para un niño pequeño evitar
– mensajes con decisiones sumisas; que un padre alcohólico se emborrache, o
– conclusiones en respuesta a una im- para un bebé curar la depresión, o para un
posibilidad y niño de escuela elemental ser un consejero
– reacciones defensivas de esperanza y matrimonial. Es imposible que un niño cam-
control. bie el sexo para satisfacer el deseo del pa-
Cada una de las maneras en las que las dre de tener un sueño realizado. Cada uno
creencias del guión fueron formadas tienen de estos ejemplos representa una inversión
funciones intrapsíquicas únicas que requie- de la responsabilidad del cuidador para el
ren énfasis específicos en psicoterapia. bienestar del niño y una pérdida de contac-
El concepto de mandato y contramanda- to en la relación. Posteriores interrupciones
to, atribuciones malévolas y mensajes pa- en la relación se experimentan como “mi
rentales letales con decisiones correspon- falta”, y desvían la conciencia de necesida-
dientes está bien establecida en la teoría de des y sentimientos presentes cuando el bie-
la formación del guión (Berne 1972; Goul- nestar del niño no está siendo respetado.
ding y Goulding 1979; Steiner 1971). Frente La creencia de guión “Algo está mal en
a una pérdida potencial de relación, un niño mí” puede estar formada en una tercera ma-
puede ser forzado a tomar una decisión de- nera- como una reacción defensiva de con-
fensiva para aceptar en su identidad la defi- trol y esperanza, la esperanza de una rela-
nición de aquéllos de quien depende. Esta ción continuada y llena de contacto. Cuando
puede ser una adaptación con mensajes im- las relaciones de familia son disfuncionales,
plícitos o explícitos de “Algo está mal en ti.” un niño que necesita contacto en la relación,
En muchos casos el mensaje se entrega en puede imaginar que los problemas del cui-
la forma de una pregunta crítica: “¿Qué es- dador son culpas suyas: “hago que papá se
tá mal en ti?”. El mensaje psicológico es “No emborrache”, o “hago que mamá se depri-
estarías haciendo lo que haces si fueras ma” o “yo causé que sucediera el abuso se-
normal”. Tal crítica falla en evaluar la con- xual ... así que algo debe estar mal en mi”
ducta natural y espontánea del niño, com- Aceptando la culpa, el niño no es sólo la
prender la motivación de éste, o en indagar fuente del problema, sino que puede tam-
lo que puede faltar en la relación entre el ni- bién imaginar estar en posición de resolver
ño y la persona que hace la crítica. Un niño el problema: “Seré muy bueno” “me daré pri-
que forma tal creencia de guión en sumisión sa y creceré”, “ yo puedo ir a terapia para
a la crítica puede volverse hipersensible a mejorar “ o “si las cosas se ponen muy mal
ésta, fantasear críticas anticipadas, y acu- puedo matarme porque es todo mi culpa”.
mular recuerdos reforzadores de críticas pa- La función de tales reacciones es crear una
sadas. La función intrapsíquica es mantener ilusión esperanzadora de cuidadores que
un sentido de proximidad en la relación a ex- satisfacen necesidades que le defiendan
pensas de una pérdida en la vitalidad natu- contra la conciencia de una falta de necesi-
ral y la excitación de la espontaneidad. dades insatisfechas en las relaciones prima-
Cuando los niños se encaran con una ta- rias. Los cuidadores se experimentan como
rea imposible, a menudo concluyen, “Algo buenos y amantes, y cualquier ignorancia,
está mal en mí”. Con tal conclusión se pue- crítica, o incluso violación es porque “algo
den defender contra la incomodidad de las está mal en mí”. Aquí el núcleo de la cre-
necesidades de contacto perdidas y man- encia de guión puede funcionar como un
tienen una pseudoapariencia de relación. control defensivo de los sentimientos de vul-
Las familias disfuncionales a menudo pre- nerabilidad en la relación.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 345

Dentro de los Estados del Yo Niño, ca- kine 1991). Las funciones son una vez más
da uno de estos tres orígenes de las cre- aportadas a través del contacto en una re-
encias de guión tiene funciones intrapsíqui- lación interpersonal y ya no son más una
cas específicas de identidad, estabilidad, y función auto protectora.
continuidad. Con una persona en particular
puede haber sólo una manera de que se
forme la creencia de guión. Frecuentemen- LA VERGÜENZA EN EL ESTADO
te, sin embargo, las creencias de guión tie- DEL YO PADRE
nen más de un origen y múltiples funciones
intrapsíquicas. Cualquier combinación de Cuando el núcleo de la creencia de
estas tres reacciones defensivas hechas guión en el Estado del yo Niño está forma-
bajo presión incrementa la complejidad de da como decisiones sumisas, conclusiones
las funciones. La creencia de guión “Algo en respuesta a una imposibilidad, reaccio-
está mal en mi” es a menudo compuesta nes defensivas de esperanza y control, o
por estas múltiples funciones. cualquier combinación de estas tres, hay
Es esencial para toda psicoterapia pro- más probablemente una ausencia de cui-
funda y para cualquier curación de guión dados, comprensión, y relación comunicati-
que el terapeuta evalúe los orígenes y las va. Cuando hay una falta de contacto psi-
funciones intrapsíquicas de las creencias de cológico pleno entre un niño y los adultos
guión, y que subraye la ayuda que repre- responsables de su bienestar, éste usa fre-
sentan para la persona en la tarea de man- cuentemente la defensa de introyección. A
tener su homeostasis psicológica. La psico- través de la identificación defensiva que
terapia de la vergüenza y de la arrogancia constituye la introyección, las creencias,
es compleja por causa de las complejas y actitudes, sentimientos, motivaciones, con-
continuamente reforzadoras funciones in- ductas, y defensas de la persona de quien
trapsíquicas. Identificar simplemente una el niño es dependiente se hacen parte del
creencia de guión y métodos de intento de ego del Niño en forma fragmentada, (esta-
cambio o redecisión pasa por alto las fun- do exteropsíquico). La función de la intro-
ciones psicológicas en la formación y man- yección es reducir el conflicto externo entre
tenimiento de la creencia de guión. Tales el niño y la persona de quien el niño de-
esfuerzos pueden incrementar la intensidad pende para satisfacer sus necesidades. El
de la función intrapsíquica y puede hacer Estado del Yo Padre puede estar activo en
aún más rígido al núcleo fijo del guión. Se transacciones con otros, influyendo intrap-
requiere una indagación respetuosa y pa- siquicamente, o fenomenológicamente ex-
ciente en la experiencia fenomenológica del perimentados como propios.
cliente para aprender la combinación única Un Estado del yo Padre activo puede
de funciones intrapsíquicas. Es entonces la transaccionar con miembros de la familia o
tarea de un psicoterapeuta orientado a las colegas como el otro introyectado hizo una
relaciones establecer una implicación y sin- vez; por ejemplo, comunicando, “algo está
tonía afectiva y en el momento de desarro- mal en ti”. La función de tal transacción es
llo que facilite la transferencia de las fun- aportar alivio temporal en el Estado del yo
ciones intrapsíquicas defensivas a la rela- Niño desde la crítica interna del Estado del
ción con el terapeuta. A través de la con- yo Padre y continuar la negación de la ne-
sistencia de éste, la seguridad y la respon- cesidad original en la relación de contacto.
sabilidad en las relaciones de contacto, el El Estado del yo Padre intrapsíquica-
cliente puede relajar procesos defensivos e mente influyente es una repetición de la crí-
integrar Estados fragmentados del Yo (Ers- tica introyectada en el pasado. Perpetúa el

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


346 Richard G. Erskine

ciclo de sumisión a la crítica y la defensivi- INTERVENCIONES CLÍNICAS


dad de la tristeza y el miedo dentro del Es-
tado del yo Niño. Este ciclo defensivo de la La psicoterapia de la vergüenza y de la
vergüenza funciona para mantener una ilu- arrogancia comienza con el terapeuta des-
sión de acercamiento y lealtad a la perso- cubriendo la psicodinámica propia de cada
na con quién el niño estuvo originalmente cliente. Cada cliente marcado por la ver-
ansiando una relación llena de contacto. güenza presentará un grupo diferente de
La vergüenza en el Estado del yo Padre conductas, fantasías, funciones intrapsiqui-
no sólo puede estar activa o influenciando, cas, y defensas autoprotectoras. Las pers-
sino que puede también ser experimentada pectivas teóricas descritas en este artículo
como propia. El sentido del padre de ver- son generalizaciones desde la práctica clí-
güenza puede haber sido introyectado. Con nica y la integración de varios conceptos
la catexia de la introyección la vergüenza teóricos. La teoría no significa que repre-
es malinterpretada como la propia de uno sente una afirmación de lo que es, sino que
(Erskine 1977). La creencia de guión “algo sirven como guía en el proceso terapéutico
está mal en mi” puede realmente existir en de la indagación, sintonía e implicación. De
el Estado del yo Padre. El ciclo de la ver- forma importante, el fenómeno de la ver-
güenza - sumisión a la crítica, desplaza- güenza y de la arrogancia explicado desde
miento de la tristeza y el miedo, negación la perspectiva del análisis transaccional
de la ira, y el ansia de la relación- puede puede animar a éste a explorar con cada
ser del padre o de la madre. La arrogancia cliente sus únicas experiencias de la ver-
defensiva puede ser también el resultado güenza y adoptar un acercamiento psicote-
de la catexia de una introyección. rapéutico orientado a la relación.
Por ejemplo, durante años Susan sufrió Una indagación paciente, respetuosa de
de una vergüenza debilitadora relacionada la experiencia del cliente aportará tanto al
con su propio sentido de insuficiencia, te- cliente como al terapeuta una comprensión
niendo una madre que estaba alternativa- cada vez mayor de quién es el cliente y las
mente deprimida o enfadada, y el miedo de experiencias a las que él o ella ha sido su-
que ella también se volvería “loca” algún jeto. El proceso de la indagación debe ser
día. La fase inicial de la terapia reconocía sensible a la experiencia subjetiva del
sus propias necesidades de atención, vali- cliente y las dinámicas intraspíquicas in-
daba la negligencia emocional de su niñez, conscientes, debe ser efectiva en descubrir
y normalizaba el proceso defensivo de “al- y revelar necesidades, sentimientos, fanta-
go está mal en mí”. La psicoterapia enton- sías y defensas. El foco principal de una
ces se enfocó en la vergüenza introyecta- buena indagación es el autodescubrimien-
da que era originalmente de su madre. Con to del cliente del ansia de la relación, las
una psicoterapia profunda orientada al con- interrupciones de contacto, (tanto externa
tacto con el Estado del yo Padre que des- como internamente), y recuerdos que en el
tacaba la indagación, implicación, y la sin- pasado necesariamente han sido excluídos
tonía Susan fue capaz de recordar vívida- de la consciencia. Un enfoque importante
mente queriendo aguantar la carga por su pero menor es la comprensión creciente
madre de modo que ésta pudiera librarse del terapeuta de la experiencia del cliente
del sufrimiento. Durante un diálogo del Es- y su funcionamiento intrapsíquico. En mu-
tado del yo Niño con el Estado del yo Pa- chos casos ha sido importante para los
dre, ella sucintamente describió el proceso: clientes descubrir que el terapeuta está ge-
“Te quiero tanto, Mamá, que llevaré tu ver- nuinamente interesado en escucharles y en
güenza por ti” saber quiénes son. Tales descubrimientos

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 347

sobre la relación con el terapeuta presen- guaje de relación con el cual comunicarse
tan una comparación entre el contacto dis- acerca de sus afectos o necesidades
ponible en el aquí y ahora y el recuerdo de (Basch, 1988; Tustin, 1986). Hay a menu-
lo que puede haber estado ausente en el do una ausencia en tales sistemas de fa-
pasado. La comparación presenta una milia o escuela del contacto interpersonal y
oportunidad de reconocer lo que se nece- afectivo (una transacción no verbal) en la
sitaba y validar que los sentimientos y la cual la expresión de afecto por una perso-
autoestima pueden estar claramente rela- na en la relación estimula un afecto co-
cionados con la calidad de la relación con rrespondido o de reciprocidad en el otro.
los otros significativos. El afecto es de naturaleza transaccional-
La vergüenza puede ser una dinámica sig- relacional, requiriendo un afecto recíproco en
nificativa en la mayor parte de las dificulta- resonancia. Expresar la tristeza requiere el
des de relación, incluyendo depresión, an- afecto recíproco de la compasión y posibles
siedad, obesidad, adicciones, y manifesta- actos de compasión; la expresión del afecto-
ciones caractereológicas. La sintonía implica ira requiere los afectos recíprocos de aten-
un sentido de ser totalmente consciente de ción, seriedad, y responsabilidad y quizá ac-
las necesidades, afecto y dinámicas auto- tos de corrección; la expresión del afecto-
protectoras- una sensación kinestésica y miedo requiere afectos recíprocos y acciones
emocional de lo que es vivir con las propias relacionadas con la seguridad; y la expresión
experiencias. La sintonía ocurre cuando el del afecto-alegría requiere los afectos recí-
terapeuta respeta el nivel de desarrollo del procos de vitalidad y expresión de placer.
cliente, afronta la vergüenza y evita definir o La sintonía incluye la sensibilidad del te-
categorizar las fantasías, motivaciones o rapeuta al afecto del cliente, y en reciproci-
conductas del cliente. La sintonía también dad él o ella es estimulado a expresar un
implica la comunicación sensata con el clien- afecto correspondiente y una conducta re-
te de que el terapeuta es consciente de los sonante, un proceso similar al que Stern
problemas interiores del cliente, que éste no (1985) describe en la sana interacción en-
está totalmente solo en la tristeza de no ser tre un infante y su madre. El afecto recí-
aceptado como es, y en el miedo de la pér- proco en el terapeuta puede ser expresado
dida de la relación por ser uno quien es. Los reconociendo el afecto del cliente y lleva a
procesos terapéuticos de sintonía e implica- la validación de que el afecto tiene una fun-
ción reconocen la dificultad de revelar las ción en su relación. Es esencial que el te-
confusiones y conflictos internos de uno, va- rapeuta sea tanto conocedor y en sintonía
loran el intento desesperado de auto apoyo con el nivel de desarrollo del cliente en la
y afrontamiento, y simultáneamente aporta expresión de las emociones. El cliente pue-
un sentido a la presencia del terapeuta. de necesitar tener su afecto y necesidades
Algunos clientes, basándose en la ver- reconocidas, pero falta el lenguaje social
güenza, no habrán tenido la experiencia de para expresar las emociones en conversa-
hablar sobre las necesidades o tener un ción. Puede ser necesario para el terapeu-
lenguaje que está relacionado con el afec- ta ayudar al cliente a que nombre sus sen-
to y procesos interiores. En algunas fami- timientos, necesidades, o experiencias co-
lias, tener necesidades o expresar emoción mo un paso inicial para ganar un sentido de
puede resultar en que el niño sea ignorado tener un impacto en la relación.
o ridiculizado. Cuando ha habido una falta La implicación comienza con el compro-
de sintonía, reconocimiento o validación de miso del terapeuta en el bienestar del clien-
necesidades o sentimientos en la familia o te y un respeto por sus experiencias feno-
en el colegio, el cliente puede no tener len- menológicas. Ello sale de la indagación

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


348 Richard G. Erskine

empática del terapeuta en la experiencia clientes de niños se les dijo “algo está mal
del cliente y se desarrolla a través de la en ti” o cuando se encararon con la imposi-
sintonía del terapeuta con el afecto del bilidad de ser responsables del bienestar de
cliente y la validación de sus necesidades. sus padres, concluyeron “algo está mal en
La implicación es el resultado de estar el ti”. La carga de responsabilidad de la ruptu-
terapeuta totalmente en contacto con y pa- ra en la relación fue erróneamente situada
ra el cliente de manera que corresponda en el niño y no en el cuidador adulto. El an-
con el nivel de desarrollo de funcionamien- tídoto terapéutico a desestimar la resolución
to del cliente (Clark, 1991). de un problema consiste en reasignar la
La vergüenza y arrogancia son procesos responsabilidad en la relación. Es imperati-
defensivos en donde el valor individual se vo que el terapeuta comunique que las ex-
descuenta y la existencia, significación, y periencias de vergüenza, autocrítica, o ridí-
solvencia de un malestar en la relación se culo anticipado son reacciones de defensa
distorsiona o se niega. Una implicación del normales a ser humillado o ignorado, y que
terapeuta usando reconocimiento, valida- estas respuestas no son patológicas.
ción, normalización,y presencia disminuye La asignacion de responsabilidad puede
el descuento interno (Schiff & Schiff, 1971) comenzar con un terapeuta activamente to-
que es parte de la negación defensiva que mando responsabilidad por cada ruptura en
acompaña a la vergüenza. la relación terapéutica. La mayor parte de las
A través de la sensibilidad a la manifes- rupturas terapéuticas ocurren cuando un te-
tación de la vergüenza y la comprensión de rapeuta fracasa al sintonizar la comunicación
las funciones intrapsíquicas de vergüenza y afectiva o no verbal del cliente (Kohut 1984).
arrogancia, un psicoterapeuta puede guiar Cuando un cliente lleva la responsabilidad de
a un cliente a reconocer y expresar senti- la relación, el descuento de la resolución con-
mientos y necesidades de relación. El re- tinua y el sentido de vergüenza se refuerza.
conocimiento es el antídoto terapéutico al Para un terapeuta puede ser necesario tomar
descuento de la existencia de un malestar la responsabilidad total por no entender la ex-
en la relación. El reconocimiento se vuelve periencia del cliente, no saber evaluar sus
interno y disuelve la negación del afecto o procesos defensivos, o no sintonizar con las
necesidades cuando es dado por otro indi- necesidades y afectos del cliente.
viduo receptivo que sabe y comunica sobre La presencia es la implicación terapéuti-
necesidades y sentimientos. ca que sirve como antídoto al descuento de
La validación terapéutica ocurre cuando una auto valía. La presencia terapéutica es
el sentido de la vergüenza del cliente, su aportada a través de exploraciones empá-
disminuida autoestima, y fantasías defensi- ticas (Stolorow, Brandschaft, & Atwood,
vas son experimentadas como el efecto de 1987) y sintonía consistente con el nivel de
problemas en relaciones significativas. La desarrollo afectivo y necesidades. La pre-
validación es el lazo cognitivo de causa y sencia implica la atención y paciencia del
efecto, la respuesta terapéutica al des- terapeuta. Ello comunica que el terapeuta
cuento de la importancia de un malestar en es responsable, seguro, y confiable. La
la relación. La validación aporta al cliente presencia ocurre cuando la conducta y la
un valor realzado de su experiencia feno- comunicación del terapeuta en todo mo-
menológica y por tanto un sentido aumen- mento respeta y alimenta el valor del clien-
tado de su autoestima. te. La presencia es alimentada por la dis-
Normalizar es “despatologizar” y contra- posición del terapeuta a ser impactado por
rrestar el descuento a nivel de la posibilidad el afecto del cliente y su experiencia, a to-
de resolver esta perturbación. A muchos mar en serio la experiencia del cliente.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 349

La implicación psicoterapéutica a través Bergman, S. 1. (1991). Men’s psychological de-


de transacciones que reconocen, validan, y velopment: A relational perspective. Work in
normalizan la experiencia del cliente es el Progress, #48. Wellesley, MA: Stone Center
antídoto a la toxicidad de desestimar la exis- Working Paper Series.
tencia, importancia, o responsabilidad por Berne, E. (1961). Transactional analysis in psy-
resolver las interrupciones de contacto en la chotherapy: A systematic individual and so-
relación. La presencia en sintonía y seguri- cial psychiatry. Nueva York: Grove Press.
dad del terapeuta es el antídoto al descuen- Berne, E. (1964). Games people play: The psy-
to de la valía del individuo (Bergman 1991, chology of human relationships. Nueva York:
Jordan 1989, Miller 1987, Surrey 1985). Grove Press. Traducción española: Juegos
La psicoterapia efectiva de la vergüenza en que participamos. Barcelona, RBA Inte-
y arrogancia requiere un compromiso del gral, 2007.
terapeuta en una relación de contacto, un Berne, E. (1972). What do you say after you say
compromiso de paciencia, y una compren- hello?: The psychology of human destiny.
sión de que tal terapia es compleja y re- Nueva York: Grove Press. Traducción espa-
quiere una considerable cantidad de tiem- ñola: ¿Qué dice usted después de decir “Ho-
po. La indagación, sintonía, e implicación la”?. Barcelona, Random House-Mondadori.
implica una orientación mental, una mane- Berne, E. (1977). Transactional analysis: A new
ra de ser en la relación, tanto como un gru- and effective method of group therapy. En P.
po de habilidades terapéuticas. Cuando McCormick (Ed.), Intuition and ego states
son usados en resonancia con el nivel de (pp. 145-158). San Francisco: TA Press.. (Ar-
desarrollo de un cliente, son métodos que tículo original publicado en The American
proporcionan una relación comprensiva Journal of Psychotherapy, 12, 735-743,
que permita a un cliente expresar un senti- 1958). Traducción española: Berne, E: La in-
do de autovaloración que puede no haber tuición y el Análisis Transaccional. Sevilla
sido expresado antes. La indagación, sin- Editorial Jeder, 2010, Págs. 161-173.
tonía, e implicación son descripciones de Bollas, C. (1987). The shadow of the object.
interacciones respetuosas que favorecen la Nueva York: Columbia University Press.
relación de contacto. Es a través de una Bowlby, J. (1969). Attachment: Vol. 1. Attach-
psicoterapia de relación orientada a la re- ment and loss. Nueva York: Basic Books.
lación de contacto que las dinámicas pro- Bursten, B. (1973). Some narcissistic persona-
tectoras de la vergüenza y arrogancia son lity types. International Journal of Psycho-
reveladas y resueltas. Un enfoque terapéu- analysis, 54, 287-300.
tico en las relaciones de contacto alimenta Clark, B. D. (1991). Empathic transactions in the
un sentido individual de bienestar. deconfusion of child ego states. Transactional
Analysis Journal, 21, 92-98.
Cornell, W. F. (1988). Life script theory: A criti-
REFERENCIAS cal review from a developmental perspective.
Transactional Analysis Journal, 18, 270-282.
Ansbacher, H. L., & Ansbacher, R. R. (1956). Cornell, W. F., & Olio, K. A. (1992). Conse-
The individual psychology of Alfred Adler. quences of childhood bodily abuse: A clinical
Nueva York: Basic Books model for affective interventions. Transactio-
Bach, S. (1985). Narcissistic states and the the- nal Analysis Journal, 22, 13 1-143.
rapeutic process. Nueva York: Jason Aron- English, F. (1972). Sleepy, spunky, and spooky:
son. A revised second order structural diagram
Basch, M. (1988). Understanding psychothe- and script diagram. Transactional Analysis
rapy. Nueva York: Basic Books. Journal, 2(2), 64-67.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


350 Richard G. Erskine

English, F. (1975). Shame and social control. Erskine, R. 0. (1993). Inquiry, attunement, and in-
Transactional Analysis Journal, 5, 24-28. volvement in the psychotherapy of dissociation.
Erikson. E. (1950). Childhood and society. Nue- Transactional Analysis Journal, 23, 184-190.
va York: Norton. Erskine, R. G., & Moursund, i. P. (1988). Inte-
Erikson, E. (1959). Identity and the life cycle. grative psychotherapy in action. Newbury
Psychological Issues, 1, 18-171. Park, CA: Sage Publications.
Erikson, E. (1968). Identity: Youth and crisis. Erskine, R. G., & Trautmann, R. L. (1993). The
Nueva York: Norton. process of integrative psychotherapy. En B.
Ernst, F. H., Jr. (1971). The OK corral: The grid R. Loria (Ed.), The boardwalk papers: Selec-
for get on-with. Transactional Analysis Jour- tions from the 1993 Eastern Regional Tran-
nal, 1(4), 33-42. sactional Analysis Association Conference
Erskine, R. G. (1971). The effects of parent-chi (pp. 1-26). Atlantic City, NJ: Eastern Regional
Id interaction on the development of a con- Transactional Analysis Association.
cept of self. An Eriksonian view. Manuscrito Erskine, R. G., & Zalcman, M. J. (1975, Agos-
sin publicar., Purdue University, Department to). Rackets: Beliefs and feelings. Presenta-
of Clinical Psychology, Lafayette, Indiana. tion at the 13th International Transactional
Erskine, R. G. (1977). The fourth degree impas- Analysis Conference, San Francisco, CA.
se. En C. Moiso (Ed.), TA in Europe: Contri- Erskine, R. G., & Zalcman, M. J. (1979). The
butions to the European Association of Tran- racket system: A model for racket analysis.
sactional Analysis Summer Conferences, Transactional Analysis JournaL, 9, 51-59.
1977-1978 (pp. 33-35). Ginebra, Suiza, Euro- Fairbairn, W. R. D. (1954). Psychoanalytic studies
pean Association for Transactional Analysis. of the personality. Nueva York: Basic Books.
Erskine, R. G. (1980). Script cure: Behavioral, Fraiberg, S. (1983, Otoño). Pathological defen-
intrapsychic and physiological. Transactional ses in infancy. Dialogue: A Journal of Psy-
Analysis Journal, 10, 102- 106. choanalytic Perspectives, 65-75. (Artículo ori-
Erskine, R. G. (1988). Ego structure, intrapsy- ginal publicado en Psychoanalytic Quarterly,
chic function, and defense mechanisms: A 51, 612-635, 1982)
commentary on Eric Berne’s original theoreti- Goldberg, C. (1990). The role of existential sha-
cal concepts. Transactional Analysis Journal, me in the healing endeavor. Psychotherapy,
18, 15-19. 27, 591-599.
Erskine, R. G. (1989). A relationship therapy: Goldberg, C. (1991). Understanding shame.
Developmental perspectives. En B. R. Loria Northvale, NJ: Jason Aronson.
(Ed.), Developmental theories and the clinical Goulding, M. M., & Goulding, R. L. (1979).
process: Conference proceedings of the Eas- Changing lives through redecision therapy.
tern Regional Transactional Analysis Asso- Nueva York: Brunner/Mazel.
ciation Conference (pp. 123-135). Stamford, Holloway, W. H. (1977). Transactional analysis:
CT: Eastern Regional Transactional Analysis An integrative view. En O. Barnes (Ed.), Tran-
Association. sactional analysis after Eric Berne: Teachings
Erskine, R. U. (199la). The psychotherapy of dis- and practices of three TA schools (pp. 169-
sociation: Inquiry, attunement and involvement. 221). Nueva York: Harper’s College Press.
En B. R. Lana (Ed.), The Stamford papers: Se- Horowitz, M. (1981). Self-righteous rage and at-
lections from the 29th annual ITAA conference tribution of blame. Archives of General Psy-
(pp. 53-58). Madison. WI: Omnipress. chiatry, 38,1233-1238.
Erskine, R. G. (1991b). Transference and tran- Jordan, J. V. (1989). Relational development:
sactions: Critique from an intrapsychic and in- Therapeutic implications of empathy and sha-
tegrative perspective. Transactional Analysis me. Work in Progress, No. 39. Wellesley, MA:
Journal, 21, 63-76. Stone Center Working Paper Series.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Vergüenza y arrogancia: Perspectivas de Análisis Transaccional e Intervenciones Clínicas 351

Kahler, T., with Capers, H. (1974). The miniscript. Nathanson, D. (1992). Shame and pride: Affect, sex,
Transactional Analysis Journal, 4(1), 26-42. and the birth of the self Nueva York: Norton.
Kaufman, 0. (1989). The psychology of shame. Pens, L. (1977. July). Conceptions and misconcep-
Nueva York: Springer. tions in Gestalt therapy. Keynote address pre-
Klein, M. (1992). The enemies of love. Transac- sented at the European Association for Tran-
tional Analysis Journal, 22, 76-81. sactional Analysis Conference, Seefeld. Austria.
Kohut, H. (1977). The restoration of the self Reich, A. (1986). Pathologic forms of self-este-
Nueva York: International Universities Press. em regulation. En A. P. Morrison (Ed.), Es-
Kohut, H. (1978). Thoughts on narcissism and sential papers on narcissism (pp. 44-60).
narcissistic rage. En P. Ornstein, (Ed.) The Nueva York: Nueva York University Press.
search for the self Selected writings of Heinz Rosenfeld, E. (1978). An oral history of Gestalt
Kohut, 1950-1978 (Vol. 2) (pp. 615-658). therapy, Part I: A conversation with Laura
Nueva York: International Universities Press. Pens. The Gestalt Journal, 1(1), 8-31.
Kohut, H. (1984). How does analysis cure? Chi- Schiff, A. W., & Schiff, J. L. (1971). Passivity.
cago, IL: University of Chicago Press. Transactional Analysis Journal, 1(1), 71-78.
Lewis, H. B. (1971). Shame and guilt in neurosis. Traducción española: Pasividad. En Friedlander,
Nueva York: International Universities Press. Margery G. (Ed.) Artículos seleccionados de
Lewis, H. B. (1987). Shame and the narcissistic Análisis Transaccional. Madrid, Editorial
personality. En D. L. Nathanson (Ed.), The CCS, Págs. 46-56).
many faces of shame (pp. 93-132). Nueva Steiner. C. (1971). Games alcoholics play. Nue-
York: Guilford. va York:Grove Press.
Loria, B. R. (1988). The parent ego state: The- Stern, D. N. (1985). The interpersonal world of
oretical foundations and alterations. Transac- the infant. Nueva York: Basic Books.
tional Analysis Journal, 18, 39-46. Stolorow, R. D., Brandschaft, B., & Atwood, 0.
Lynd, H. (1958). On shame and the search for (1987). Psychoanalytic treatment: An inter-
identity. Nueva York: Wiley. subjective approach. Hillsdale, NJ: The
Massey, R. F. (1989). Script theory synthesized Analytic Press.
systemically. Transactional Analysis Journal, Sullivan, H. 5. (1954). Problems of communica-
19, 14-25. tion in the interview. En H. S. Perry & M. L.
Miller, J. B. (1986). What do we mt.an by rela- Gawel (Eds.), The psychoanalytic interview
tionship? Work in Progress, No. 22. Welles- (pp. 206-226). Nueva York: Norton.
ley, MA: Stone Center Working Paper Series. Surrey, J. L. (1985). The ‘self-in-relation”: A the-
Miller, J. B. (1987). Toward a new psychology of ory of women’s development. Work in Pro-
women (2ª edición). Boston: Beacon. gress, No. 13. Wellesley, MA: Stone Center
Modell, A. H. (1986). A narcissistic defense Working Paper Series.
against affects and the illusion of self-suffi- Tomkins, S. (1962). Affect, imagery, conscious-
ciency. En A. P. Morrison (Ed.), Essential pa- ness: Vol. 1. The positive affects. Nueva
pers on narcissism (pp. 293-307). Nueva York: Springer.
York: Nueva York University Press. Tomkins, S. (1963). Affect, imagery, conscious-
Morrison, A. P. (1986). Shame, ideal self, and ness: Vol. 2. The negative affects. Nueva
narcissism. In A. P. Morrison (Ed.), Essential York: Springer..
papers on narcissism (pp. 348-37 1). Nueva Tomkins, S. (1991). Affect, imagery, conscious-
York: Nueva York University Press. ness: Vol. 3. The negative affects: Anger and
Morrison, A. P. (1987). The eye tuned inward: fear. Nueva York: Springer.
Shame and the self. In D. L. Nathanson (Ed.), Trautmann, R. L., & Erskine, R. G. (1981). Ego
The many faces of shame (pp. 271-291). state analysis: A comparative view. Transac-
Nueva York: Guilford. tional Analysis Journal, 11, 178-185.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


352 Richard G. Erskine

Tustin, F. (1986). Autistic barriers in neurotic pa- Woollams, S. J. (1973). Formation of the script.
tients. London: Karnac. Transactional Analysis Journal, 3(1), 31-37.
Wallace, B., & Nosko, A. (1993). Working with Traducción española: La formación del
shame in the group treatment of male batte- Guión. En Friedlander, Margery G. (Ed.) Ar-
rers. International Journal of Group Psychot- tículos seleccionados de Análisis Transaccio-
herapy, 43, 45-61. nal. Madrid, Editorial CCS, Págs. 125-132
Wilson, S. D. (1990). Release from shame: Re- Wurmser, L. (1981). The mask of shame. Balti-
covery for adult children of dysfi4nctional fa- more: John Hopkins University Press.
milies. Downers Grove, IL: Interuniversity Wurmser, L. (1987). Shame—the veiled compa-
Press. nion of narcissism. En D. L. Nathanson (Ed.),
Wolf, E. S. (1988). Treating the Self Elements of The many faces of shame (pp. 64-92). Nue-
clinical Self psychology. Nueva York: Guilford. va York: Guilford.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Movimientos Corporales en los Estados del Ego 353

Movimientos Corporales en los Estados del Ego1


David Steere

Resumen

Discute e integra tres estudios conducidos por los licenciados (M. Moore, D. Kirkbride and D. Stokes)
diseñados para identificar expresiones corporales de los estados del ego. Analizamos fotografías y graba-
ciones en vídeo sobre las posturas básicas de cada individuo y su correspondencia con estados del ego es-
pecíficos. Describimos patrones de movimiento registrados en varios estados del ego. Extraemos catorce
hipótesis específicas para uso clínico.
Palabras clave: Posturas básicas, video, estados del ego específicos, patrones de movimiento, catorce
hipótesis específicas.

Body Movements in Ego States

Abstract

Discusses and integrates three studies conducted and reported by graduate students (M. Moore, D. Kirk-
bride and D. Stokes) and designed to identify bodily expressions of ego states. Photographs and videotape
records were analyze for the basic postures of each individual and correspondence of these postures to spe-
cific ego states determined. Patterns of movement charted in various ego states are described. Fourteen spe-
cific hypotheses for clinical use are derived.
Key words: Bodily expressions, video, specific ego states, movements patterns, fourteen specific hypothesis.

Les mouvements du corps dans les États de l´Ego

Résumé

Cet article discute et intègre les trois études réalisées par plusiers diplômés (M. Moore, D. et D. Stokes
Kirkbride) visant à identifier les expressions des états de l’ego. On analyse des photographies et des vidéos
sur les positions de base de chaque individu et leur correspondance avec les états de l’ego spécifiques. On
décrit des habitudes migratoires enregistrées dans les différents états de l’ego. On extrait quatorze hypothè-
ses spécifiques pour l’usage clinique.
Mots clé: expression corporelle, vidéo, états de l´ego spécifiques, modèles de mouvement, quatorze hy-
pothèses spécifiques.

AISLAMIENTO DE POSTURAS como los miembros del grupo que presen-


CARACTERÍSTICAS taban en sus grabaciones, y que reproduje-
ran sus gestos para darle al seminario clíni-
Durante unos años, hemos pedido a los co una imagen visual de los pacientes. En-
terapeutas en formación que se sentaran contramos que lo hacen con asombrosa

1
Steere, David (1981). Body Movements in Ego States. Transactional Analysis Journal, XI, Octubre, pp. 335-345.
Traducción : Eva Aladro, Profesora Titular en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense y
Paula Requeijo, investigadora del programa FPU en la misma facultad.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


354 David Steere

memoria intuitiva una vez que desarrollan un conjunto de herramientas adecuadas


las habilidades mínimas para identificar los que puedan usarse con consistencia. Clíni-
estados del ego. camente encontramos muy poca dificultad
Myrl Moore desarrolló el primer proyecto en el diagnóstico de los estados del ego
de investigación, destinado a aislar las ex- con los medios habituales sociales y con-
presiones corporales características de los ductuales, en su expresión perfilada. Sin
estados del ego de cada miembro de un embargo, en las sutilezas del intercambio
grupo (Moore, 1972). Seleccionamos un mundano o rutinario, incluso la observación
grupo de relaciones interpersonales de 12 cuidadosa a menudo deja incertidumbres.
estudiantes en el Hospital Central del Esta- Los otros dos proyectos de investigación se
do sección Educación Pastoral Clínica. Mo- destinaron a desarrollar esta tecnología.
ore obtuvo permiso de los miembros del
grupo para grabar su interacción en foto-
grafías de secuencia rápida, moviéndose MEDICIÓN DE LA CONDUCTA
en torno al círculo de sillas, y sacando fotos CORPORAL
de las transacciones de cada persona. Mo-
ore pudo entonces fotografiar predictiva- Berne inicialmente identificó los estados
mente cada postura característica durante del ego como realidades fenomenológicas
las siguientes tres semanas. Fotografías presentes en el proceso del tratamiento de
idénticas demostraban la expresión aislada grupo, “Eso suena o parece como la voz
de un estado del ego que resultaba conse- del Padre o del Adulto” (Berne, 1961,
cuente, predecible y fotografiable. Las foto- pp.29-37, 238-244; traducción española,
grafías predictivas fueron visionadas por un 1978). El segundo proyecto de investiga-
panel de jueces, y sus descripciones de las ción, de Dan Kirkbride y Don Stokes, sepa-
posturas básicas se registraron para com- ró el visionado y la audición para poder me-
pararlas con descripciones similares de fo- dir conductas corporales de los estados del
tografías confirmatorias. En cada postura ego menos dramáticas y más comunes
básica se determinaba el estado del ego, (Kirkbride y Stokes, 1971). Escogieron a
situándolo mediante el contexto verbal. tres individuos en entrevistas de 15 minu-
Moore demostró lo siguiente: tos para grabarlos. La entrevista se estruc-
1. Pueden aislarse y fotografiarse entre turó en torno a charlas de pasatiempo ca-
dos y tres posturas básicas para cada sual, con preguntas sobre el entorno, la fa-
individuo en el grupo de 12 miem- milia del sujeto, y sobre su vocación.
bros. Las grabaciones de video y audio se se-
2. Una postura característica expresa pararon para su estudio por diferentes
consecuentemente el estado del ego equipos de investigación para elevar la per-
Padre, y otra el de Niño. cepción y aislar claves en cada canal. El
3. Después de identificar cada postura, equipo de audio, compuesto por cuatro es-
podemos predecir su aparición cuan- tudiantes graduados formados en análisis
do se exprese el estado del ego ca- transaccional, escuchó las cintas una y otra
racterístico, y viceversa; su aparición vez hasta que pudieron llegar a un consen-
es una clave comportamental de ese so sobre el estado del ego expresado en
estado del ego. cada segmento de contenido verbal. Regis-
Lo que Myrl Moore hizo con la fotografía traron cada cambio de un estado de ego a
lo hacen intuitivamente los más hábiles te- otro en un recuento temporal.
rapeutas sin ser conscientes de ello. Esas El equipo de video visionó los contenidos
intuiciones carecen de una tecnología o de en una gran pantalla donde se proyectaron

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Movimientos Corporales en los Estados del Ego 355

las fotos tomadas a unos cuatro metros de que el sujeto se sentaba en la silla, apare-
distancia. Sobreimpresionaron un gráfico cía en la pantalla la Postura Básica. Desde
de 2´5 por 3´5 centímetros que dividía la esta Postura Básica se hacían una serie de
imagen en cuatro cuadrantes iguales, cada movimientos con las manos, brazos y pier-
uno de ellos con una cuadrícula de seis mi- nas. Estos podían contarse fácilmente vien-
límetros, numeradas horizontal, y vertical- do los dibujos y las cuadrículas de cada
mente. En el punto central se situaba el movimiento desde la posición de descanso
ombligo de la persona (1), definiendo así de la Postura Básica, hasta el extremo más
con exactitud la posición del cuerpo del su- exterior del movimiento. La posición corpo-
jeto; y (2), cada miembro de este equipo ral exacta se dibujaba en una copia en pa-
identificó el movimiento de la cabeza, bra- pel, aprovechando los puntos en la cuadrí-
zos, y piernas en su correspondiente cua- cula y los dibujos con sus coordenadas.
drícula y con bocetos que representaban Los Movimientos Identificados se contaban
aproximadamente un centímetro de movi- para cada posición hasta que se estable-
miento real. ciera un Cambio Troncal con una nueva
Para el investigador interesado, adopta- Postura Básica, que de nuevo era cuadri-
mos un método relativamente sencillo de culada y trazada en pantalla y el proceso
registrar los datos (ver Figura 1). Una vez se repetía.

Figura 1: Gráfico de Postura Básica.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


356 David Steere

Denominamos conjunto al número de RESULTADOS


Movimientos Identificados entre los Cam-
bios Troncales. El material de estos conjun- Decidimos que los pasatiempos de las
tos se grabó indicando marcas (barras) que interacciones fueran triviales para que no
mostraban los Cambios Troncales y toman- se produjeran claves visuales pronunciadas
do nota de dibujos de movimiento en cada de los estados del ego de modo que no
cambio. Los movimientos de cabeza, en un fuera posible ver un fragmento de la cinta e
Conjunto de Movimientos resultaron como identificar el estado de ego ejecutivo inde-
sigue: Cabeza 1+2+1+3. El total de regis- pendiente de su contexto. Sin embargo,
tros de movimientos de la cabeza era siete. mediante el registro y trazado de cada Pos-
El conjunto tenía siete Movimientos Identifi- tura Básica y de los Movimientos Identifica-
cados de la cabeza. Registramos las des- dos el equipo pudo determinar cuándo el
cripciones de los movimientos (inclinacio- sujeto cambiaba de un estado del ego a
nes hacia delante, atrás, derecha, izquier- otro. Los equipos de audio y de video con-
da) en cada hoja de Postura Básica. cordaron en los cambios de ego en el 88,5
El vocabulario elemental establecido por ciento de los casos. Más aún, una vez
hasta ese momento es el siguiente: que el equipo de video aprendió el estado
1. La Distribución de Masa (DM) indica de ego preciso que estaba dibujando, la
la masa corporal y su distribución de identificación consecuente de su reapari-
acuerdo con el eje de ordenadas y ción fue posible estudiando la Distribución
abscisas y los cuadrantes de la cua- de Masa y comprobando el ritmo estableci-
drícula de visionado. Viene determi- do de Gasto en sus Movimientos Identifica-
nado por los puntos del puente de la dos. Encontramos cinco hallazgos genera-
nariz, el esternón, los dos hombros, les en todos estos datos:
los codos, las manos, los genitales, 1. Un Cambio Troncal que altera la Pos-
las rodillas y los tobillos. tura Básica del individuo aparece
2. Un Cambio Troncal (CT) marca un siempre que hay un cambio de esta-
cambio postural, un movimiento de la do del ego. No siempre que se da un
espina dorsal de una postura básica a Cambio Troncal hay un cambio en el
otra. estado del ego. Algunos estados del
3. Un Conjunto (C), denota una serie de ego ponen en marcha varios conjun-
Movimientos Identificados marcados tos de movimientos, pero cada vez
al comienzo y al final por un Cambio que un estado del ego cambia hay un
de Tronco. cambio mesurable en la espina dorsal
4. Un Movimiento Identificado (MI) es un de la persona.
movimiento observable del brazo, la 2. Parece existir un patrón de Movimien-
pierna o la cabeza, de una posición tos Identificados con cada estado de
de descanso(a), retornando a la mis- ego de un sujeto. Hay Movimientos
ma, o (b) de ella hacia otra nueva po- Identificados que acompañan más a
sición de descanso. un estado del ego que a otros. Por
5. El Gasto (G) es el número total de ejemplo, los movimientos del brazo y
cuadrículas por cada Movimiento los Gastos para los tres sujetos estu-
Identificado. Ejemplo: un movimiento diados en el estado del ego Padre
de cuatro cuadrículas de la mano de- fueron los siguientes:
recha tiene un gasto total de cuatro, Sujeto 1: MI: 2.6 Gasto: 3.9
representando un movimiento aproxi- Sujeto 2: MI: 2.7 Gasto: 6.2
mado de 4 milímetros. Sujeto 3: MI: 2.5 Gasto: 4.1

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Movimientos Corporales en los Estados del Ego 357

En el estado de ego Niño fueron como jeto 1 evidencia durante el 80 por ciento de
sigue: la entrevista una expresión más bien con-
Sujeto 1: MI: 1.8 Gasto: 4.5 secuente de Gastos Paternales que se
Sujeto 2: MI: 3.5 Gasto: 6.2 aproximan a una ratio de dos por cada uno
Sujeto 3: MI: 1.7 Gasto: 6.1 del Niño. No aparece conducta de Adulto.
Con el cálculo del Gasto para cada esta- La medición ordinal de los Movimientos
do del ego, el equipo de video era capaz de Identificados no refleja esta tendencia en
predecir con cierto grado de exactitud las medias de abajo. En los primeros y últi-
cuándo iba a producirse un cambio de es- mos tres minutos se eliminaron, de modo
tado de ego. Los conjuntos de movimientos que el diferencial entre el Padre y el Niño
tendían a aparecer en varios momentos se incrementó considerablemente. Cuando
con el mismo Gasto aproximado en cada equilibramos los pasatiempos, eliminando
uno de ellos. Los sujetos entraban en ese los saludos rituales y la conducta de finali-
ritmo tras una fase inicial de comienzo de zación, los Movimientos Identificados apa-
la actividad y lo abandonaban con una se- recen con incrementos y decrecimientos re-
rie de movimientos terminales, como indi- gulares conforme el individuo se mueve de
can los gráficos de la Figura 11. Aquí el Su- un estado del ego al otro.

Figura 2: Movimientos Identificados por estado del ego en Sujeto 1. Basada en secuencia
de apariencia, los números pares indican Niño y los impares Padre.

Figura 3: Conjunto de Movimientos por estado del ego para el Sujeto 1.


Basada en secuencia de apariencia, los números pares indican Niño y los impares Padre.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


358 David Steere

3. También aparece cierta expresión rít- 5. Un ritmo distinto de movimiento en el


mica de un número de conjuntos de estado de ego escogido aparece en
movimientos en estados del ego que los pasatiempos. El sujeto 1, una mu-
están en contraste. La Figura 12 pre- jer de 48 años, divorciada, con tres
senta al sujeto 1, que evidencia dos hijos, revela una conducta de Padre
veces el número de Conjuntos pre- con 191 Gastos y 18 Conjuntos, que
sentes en su conducta de Padre como superan con mucho a su conducta de
en la de Niño. Esto encaja bien con la Niño con 18 Gastos y siete Conjun-
apreciación del equipo de jueces que tos. Esto constituye el doble de Con-
registró su posición de Padre en el 68 juntos y Gastos en su ego Padre que
por ciento del tiempo. Hemos obser- en su Niño/a. En los otros sujetos se
vado Conjuntos hasta de tres segun- presentó un patrón similar de un esta-
dos tan sólo de duración, y otros de do del ego que domina al otro com-
hasta un minuto. El tiempo por sí mis- pletamente.
mo no dicta el número de Movimien- El contenido del pasatiempo paternal del
tos Identificados o su Gasto. Crea la sujeto 1 se centraba en torno a preocupa-
posibilidad de que se formen más ciones por proteger a los hijos. Una mezcla
Conjuntos. En ese tiempo, aparece un de ¿No es horrible? y ¿No es precioso? se
estado del ego que contiene un núme- entremezclaban en medio de un fluir de ala-
ro de Conjuntos en su expresión, banzas y preocupaciones por su bienestar.
mientras otro solamente contiene uno. Su conducta de Niño se veía notablemente
4. Los Movimientos Identificados de ca- restringida con prácticamente ninguna ex-
beza, brazos y piernas dentro de un presión libre o natural, frente al constante-
estado del ego determinado parecen mente retorno al Padre Protector. Los muy
ser un patrón coherente escogido. breves conjuntos de movimientos del Niño
Por ejemplo, un número de movi- se marcaban con expresiones de desvali-
mientos identificados de los brazos miento y de “inutilidad”, gestos con las pal-
no se acompaña de otro de cabeza o mas hacia arriba y las manos volcadas ha-
de piernas. En una correlación ele- cia el exterior. Algunas semanas después
mental de los Conjuntos en los esta- de la entrevista anterior, esta mujer había
dos del ego, no aparecía una correla- sido despedida de su trabajo, porque había
ción entre ellos que fuera evidente. “liado” una serie de tareas de menor res-
Sin embargo, en una segunda corre- ponsabilidad, que un empleador protector le
lación entre los tres apéndices (brazo, había proporcionado, y quien finalmente ha-
pierna y cabeza) y los estados de ego bía tenido que “dejar que se fuera”.
Niño y Padre, se presentó una corre- Una interpretación clínica de estos datos
lación negativa que indicaba que di- sugiere que consideremos su conducta
chos estados del ego no eran simila- predominante Paternal en el pasatiempo,
res, sino que tendían a formas opues- como de “segunda mano” en su principal
tas de expresión en el movimiento actividad de juego. Su pasatiempo forma el
corporal. Esto sugiere que las perso- campo idóneo para captar a tipos protecto-
nas hacían sus movimientos dentro res o ayudantes con los que pueda jugar a
del estado del ego, utilizando brazos, Alboroto y a Sólo trato de Ayudarte. Caía
piernas o cabeza, en pautas conse- en el ámbito de la conducta del antiguión,
cuentes, y que escogían diferentes es decir, lo que ella hace entre los períodos
canales de expresión fisiológica des- de cumplimiento de su guión. La fuerte
de los diferentes estados del ego. conducta Paterna evidenciada en su activi-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Movimientos Corporales en los Estados del Ego 359

dad al despedirse, indicaba una mayor pro- co de su guión de La niña de la cerillas de


pensión al área Paternal, mientras que la Hans Christian Andersen según la fórmula
conducta de Adulto del entrevistador le im- que Berne desarrolló (Berne, 1971:215-
pedía a ella jugar con él a sus juegos favo- 230, t. española, 2002).
ritos. Tesis: La pequeña cigarrera tiene que
trabajar todos los días vendiendo cerillas
porque su padre ha muerto y su madre se
DUPLICIDAD CORPORAL lo ordena. Es consciente y siempre intenta
ser buena y ayudar, pero nadie le compra
El rasgo más impactante de las expre- las cerillas. Se queda helada en la nieve
siones corporales en tratamiento fue una porque nadie la deja entrar en su casa. Al
duplicidad entre dos Posturas Básicas final, intentando darse calor prendiendo sus
cuando el sujeto trataba conflictos persona- cerillas, se congela y muere lentamente
les. Esta duplicidad se manifestaba como porque a nadie le importa.
una especie de “división” del cuerpo al dis- Diagnóstico clínico: Neurosis depresiva
cutir conflictos de conducta. La “división” Cuento infantil: La niña de las cerillas (de
era de derecha/izquierda o de arriba/abajo Andersen).
en su distribución, y uno de estos lados ex- Papeles: el Niño servicial, la Madre per-
presaba la conducta tomada prestada o seguidora, y el Padre salvador que fracasa
“mimetizada” del estado de ego Padre, (se va).
mientras el lado contrario expresaba mo- Cambios: de Padre Salvador (protector y
dos pasados o presentes de responder a la consejero) a Víctima (Niño triste) y a Perse-
misma. Estas divisiones pudieron registrar- guidor (aquellos que no ayudan ni les im-
se en la Distribución de Masa que acaba- porta)
mos de describir, revelando una distribu- Orden paterna: Sé buena, sé una niña
ción pronunciada del cuerpo hacia un cua- servicial (casi perfecta)
drante y fuera del eje central trazado en el Requerimiento Paterno: No busques la
sistema. intimidad, no seas feliz, y congélate hasta
El sujeto 1, Alpha, era una mujer casada morir.
de 52 años que comenzó el tratamiento Programa Paterno: Si los hombres hu-
aquejada de depresión y de frigidez. Era bieran cumplido su deber, todo hubiera sa-
una “paciente profesional” con una historia lido bien.
de antecedentes en psicoterapia, que in- Posición: Yo estoy Bien (estoy intentán-
cluían la asistencia privada psiquiátrica, los dolo) Ellos no están Bien (porque no me
consejeros espirituales, terapia familiar con escuchan ni ayudan).
sus dos hermanas, dos maratones de aná- Decisión: Lo intentaré todo, seguiré triste
lisis transaccional en otra ocasión y un ta- y quizás él me salve (fantasía de Santa
ller de terapia Gestalt. Ella era consciente Claus)
de su guión para evitar la intimidad, desa- Guión: Congélate hasta morir.
rrollado en un programa con una serie de Antiguión: Aclara las cosas con los de-
hombres que la abandonaron, que empezó más antes de que sea demasiado tarde
con su padre que murió cuando ella tenía 3 para ellos (y para mí).
años, su padrino la dejó cuando tenía 13, Camiseta: Delante: Siempre me esfuerzo
su primer marido se suicidó 14 años atrás, mucho. Detrás: y nunca funciona
y una sucesión de otros hombres significa- Juego: Si no fuera por ti.
tivos que le fueron fallando, incluyendo a Cupones: Depresiones.
los terapeutas. Ofrecemos un análisis clíni- Pago final: Vejez solitaria y muerte.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


360 David Steere

Epitafio: Lo intentó con todas sus fuerzas minantes son con la mano izquierda, la pal-
y mira lo que consiguió. ma hacia abajo (haciendo movimientos de
Antítesis: Decir adiós a la pobre pequeña “bajar algo”) o con la palma hacia dentro
Alpha y a la buena pequeña Alpha. (con movimientos de corte). Las piernas se
Permisos: Para la intimidad y para diver- mueven hacia el cuadrante izquierdo inferior
tirse. quedando el movimiento restringido al pie iz-
El problema actual en el tratamiento de quierdo. El brazo derecho se deja lacio so-
Alpha radica en hacerla cumplir sus redeci- bre el regazo o sobre el brazo de la silla
siones. Su posición de “paciente profesio- para descansar, a menudo con la palma ha-
nal” la lleva a convertir toda consciencia cia arriba. El material verbal de esta postura
ganada en el tratamiento en otro “duro in- describe todo lo que ella ha logrado, con de-
tento” fuera de la sala de terapia. talles de la semana, en un estado decidida-
El videoanálisis con Alpha estableció tres mente Maternal, “que lleva a su niña al trata-
Posturas Básicas durante la terapia. La pri- miento para descubrir cosas nuevas que
mera concentra la distribución de masa en el puede hacer”. Transacciones complementa-
cuadrante superior izquierdo de la pantalla rias con el terapeuta son de Padre a Padre
(vid. Figura 17). Su “zona T” (formada por la en el nivel ulterior, como diciendo: “¿Qué va-
cabeza, hombros y tronco) se inclina de 9 a mos a hacer con la pequeña Alpha? Es tan
13 milímetros del eje central. Los gestos do- desgraciada…”.

Figura 4: Alpha, Postura Básica 1.

La Postura Básica 2 se forma con un principales se hacen con el brazo y mano


Cambio Troncal hacia el cuadrante superior derechos, normalmente con la palma hacia
derecho, y una leve inclinación hacia delan- arriba. El material verbal de esta postura
te, recolocando los pies en el eje central (ver proviene del Niño Adaptado o “La pequeña
Figura 8). Los Movimientos Identificados buena Alpha” que ha “luchado mucho”, bus-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Movimientos Corporales en los Estados del Ego 361

ca constantemente órdenes de cualquier cal a la Postura Básica 1, en la que el mis-


Padre, reconoce su necesidad, y a menudo mo proceso se retoma en un nivel más su-
emite una frase característica: “Ya sé que yo til tres veces durante un segmento de 30
hago eso, pero ¿cómo puedo dejar de ha- minutos. La cuarta vez, la reasunción de la
cerlo?” (YDYB, a relative in service of setting postura 1 se acompaña de alegaciones y
up the core game, IWFY, with therapists). dudas en torno a la eficacia del tratamien-
La Postura Básica 3 se forma con un to, la esperanza de cambio, y más sutil-
Cambio Troncal de nuevo hacia el cuadran- mente aún, la competencia del terapeuta
te izquierdo superior, normalmente des- (“Si no fuera por ti, estaría yo mejor”). En
pués de que la “Pequeña y buena Alpha” este punto, parece que nos ganamos la re-
haya “estado esforzándose algún rato”, compensa del terapeuta que Berne descri-
mostrando que por mucho que lo intente, bía, quien “contempla cada movimiento de
“no tiene esperanza”. Esta era “La pequeña cada paciente en cada momento durante
y triste Alpha”, normalmente llorosa, que la sesión” (Berne, 1971:346, t. española,
trae su mano derecha (a veces convertida 2002). Habíamos observado a Alpha si-
en un puño cerrado) a su boca para tapar guiendo su guión en forma condensada:
su habla o que sujeta un Kléenex enrollado primero lanzándose a una conducta per-
en el aire (ver Figura 19). La mano izquier- feccionista con buenos preceptos y altas
da se vuelve activa en esta posición sola- expectativas, luego intentando duramente
mente para alcanzar y acariciar la mano iz- y luchando, para simplemente fracasar al
quierda que descansa lacia en el regazo o final, cayendo en episodios repetitivos de
en el brazo de la silla, palma arriba. tristeza y finalmente culpando al hombre
Esta secuencia de conducta se ve inva- que no ha sido capaz de rescatarla y que
riablemente seguida por un Cambio Tron- la abandona a su miseria.

Figura 5: Postura básica 2.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


362 David Steere

Figura 6: Postura básica 3.

Ni el terapeuta ni Alpha eran conscientes (Niño vengativo) (Kahler y Capers, 1974:26-


de lo totalmente constante que era este ciclo 42). Las esperanzas iniciales de que podría-
de conducta hasta entonces. El videoanáli- mos establecer un patrón similar puntuado
sis permitió identificar sistemáticamente las por los Cambios Troncales en todos los suje-
Tres posturas en el tratamiento. Alpha fue tos duraron muy poco. Beta, por ejemplo, que
entrenada a romper el ciclo y a catectizar a fue nuestro segundo sujeto, adoptaba una
su Adulto, colocando sus pies firmemente única postura repetidamente durante una
en el suelo, enderezando su columna verte- hora mientras describía su maltrato emocio-
bral contra el respaldo de la silla, centrando nal en una relación larga que deseaba termi-
su cabeza entre los hombros y hablando nar. Su duplicidad verbal se distribuía en dos
con “seriedad”. Esto produjo un cambio in- partes superior e inferior, formada en los cua-
mediato de comportamiento hacia un Adulto drantes inferiores por el cruce de sus piernas
procesador de datos en la terapia. Durante y enrollando una en el tobillo de la otra, postu-
las siguientes sesiones, Alpha relató éxitos ra que sostenía durante largos períodos. Ber-
al emplear este procedimiento en casa, pues ne describió esta postura como un “signo de
rompía su escalada del ciclo establecido en guión”, notando su característica protección
sus períodos de depresión precisamente en contra la violación (Berne, 1971:316-317, t.
el punto en que se veía “atrapada” por él. española, 2002). En lugar de los cambios se-
La conducta de Alpha responde básica- cuenciales observados en Alpha, Beta asu-
mente a lo que Taibi Kahler y Hedges Capers mía firmemente una postura y la mantenía
describen como un miniguión que es una se- como si su seguridad dependiera de ella. Es-
cuencia de conducta repetitiva: “Intento con tudios posteriores, como veremos, revelaron
todas mis fuerzas” (acelerador), “fracaso” (fre- que existen muy diversos patrones de postu-
no), “estoy triste” (pago) y “si no fuera por ti” ras acompañando la conducta en el guión.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Movimientos Corporales en los Estados del Ego 363

HIPÓTESIS PARA USO CLÍNICO Afortunadamente para el clínico, los nú-


meros, tipos y estilos de movimiento que
En este estado de la investigación, tene- pueden grabarse con razonable precisión
mos pocas esperanzas de formar un catálogo son más importantes que la exactitud en el
descriptivo de las Posturas Básicas o Movi- gasto. Las catorce hipótesis para uso clínico
mientos Identificados que sea universal para detalladas a continuación se desarrollaron a
estados de ego Padre, Adulto y Niño. Sin em- comienzos de la investigación y su precisión
bargo, una vez que hemos aprendido el con- se ha probado en estudios posteriores:
junto coherente de patrones de comporta- 1) Cambios en la espina dorsal (Cam-
miento en cada estado de ego de cada sujeto, bios Troncales) son la clave para
podemos observar el estilo característico de cambios de un estado del ego a otro.
aparición de los mismos con sorprendente Un cambio total del tronco implica un
precisión y consistencia. Con un número limi- cambio de dos a cuatro pulgadas tan-
tado de sujetos observados experimental y to de la cabeza como del torso. Por
clínicamente, ciertas tendencias hacia con- ejemplo, balancearse adelante y atrás
ductas comunes en estados de ego Padre, expresa un estado de ego continuado
Adulto y Niño son evidentes, lo que constituye (normalmente Niño en busca de un
una especie de timón en el incierto y caótico Padre protector) y no un Cambio tron-
curso de esta Escila de disimilitudes y la Ca- cal, pues la espina dorsal se mantie-
ribdis del significado universal. El estado de la ne estable y simplemente rueda
cuestión será plausible si consideramos: (1) (como sobre un polo) en el suelo pél-
similitudes culturales básicas entre los padres vico. No es lo mismo mover el tronco
y sus patrones paternales, (2) diferencias bá- de adelante hacia atrás -Niño buscan-
sicas de tamaño, ángulos visuales de interac- do un Padre Protector- que moverlo
ción, y posteriores movimientos corporales hacia los lados -que se ha relaciona-
entre padres e hijos durante períodos crucia- do con confusión, desorientación, y
les de formación de los estados del ego, y (3) en algunos casos conducta psicótica.
los movimientos únicos de respuesta de cada 2) Podemos lograr cambio en los esta-
individuo dentro de su historia de desarrollo. dos del Ego si decimos a la persona
Para el clínico, los procesos que hemos que altere su Postura Básica y pon-
perfilado pueden alcanzar pronto un punto ga firme su columna vertebral. Ahí
de rendimientos decrecientes. Son costosos radicaba mucha de la efectividad de
en tiempo y energía. Las mediciones en una los diálogos de “perro de arriba-pe-
dimensión que empleamos son obviamente rro de abajo” y de dos sillas que in-
inexactas en el momento de detectar la ventó Fritz Perls (Perls, 1969, t. es-
magnitud del movimiento hecho hacia la cá- pañola, 2002). No solamente las dos
mara y retirándose de la misma. Incluso el sillas separan el diálogo interno en-
uso de una segunda cámara a una distancia tre estados del ego, sino que el mis-
lateral estándar no permitiría trazar con mo acto de cambiar de silla precipita
exactitud los ángulos variables de los Cam- la adopción de Posturas Básicas di-
bios de Tronco y de los Movimientos Identifi- ferentes en cada una de ellas. Los
cados ante la pantalla de visionado. Estos pacientes que evidencien conductas
problemas se agravaron cuando cambiamos no diferenciadas en las sillas pue-
las cámaras a la configuración normal para den estar sufriendo exclusiones.
la terapia de grupo. Queda por redactar el 3) Un Estado del Ego es un suceso psi-
informe sobre los procedimientos emplea- cológico que implica a todo el orga-
dos en la segunda fase de la investigación. nismo. Términos como “el lenguaje

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


364 David Steere

corporal”, o “comunicación no ver- dos padres son radicalmente opues-


bal”, sugieren que el cuerpo está “di- tos. Por ejemplo, en un sujeto, el Pa-
ciendo algo” a través de otro canal dre tiende a ser protector y “controla-
que no es la boca. Esto sólo es ver- dor ayudante”, con un aparto crítico
dad en parte. Los estados del ego tan sólo suave; el Padre 2 o la Madre
Padre, Adulto y Niño son estados de si es de dicho sexo, se expresa des-
ser concretos, no simplemente for- de el cuadrante opuesto con irritación
mas de comunicar originadas en otra iracunda, y criticas despiadadas. En
parte (en la cabeza, por ejemplo). un cierto número de casos clínicos,
Constituyen nuestro único y propio hemos confirmado que estos patro-
modo de “estar en el mundo” en un nes distintivos de conducta están to-
momento dado. Ciertos aspectos de mados directamente de las figuras
un Estado del Ego, como una Postu- paternas reales.
ra Básica o un porte, están integra- 5) Los ángulos de la cabeza en el Esta-
dos neurológicamente en el nivel do de Padre tienden a inclinarse ha-
subcortical (Grossman, 1967:241, cia adelante/atrás. En otros casos,
262, 294, 512-514, 815). Esfuerzos miran en picado, reproduciendo la
terapéuticos torpes de tratar los esta- angularidad de la gente mayor miran-
dos del ego de manera que “se en- do a la gente pequeña. Por esta ra-
cuentre algo más que decir”, pueden zón, hemos tendido a no recomendar
dejar de lado el sistema orgánico glo- que la gente se siente en el suelo en
bal y profundo que estamos tratando. la terapia, pues crea ángulos visua-
Los métodos que obligan al paciente les que estimulan estas posturas.
a levantarse y alteran su modo de 6) Los movimientos característicos de
sentarse y de estar, cambiando el manos y brazos del Padre son fre-
modo como la columna vertebral se cuentemente en arco, con las pal-
sitúa para dar y recibir caricias, o pre- mas hacia abajo. Reproducen, en
sentan al cuerpo otra forma de actuar otros casos, los movimientos de las
en el tiempo, enseñándole coordina- personas mayores acariciando, ben-
ción o danza, pueden ser mucho más diciendo, dejando algo sobre las es-
eficaces que los métodos verbales o paldas de los otros, sacando algo
léxicos, de hablar simplemente con hacia arriba o señalando algo de ma-
los pacientes sobre cómo actúan. nera definitiva (el dedo inevitable o el
4) Las Posturas Básicas del Padre tien- golpecito intenso con la palma hacia
den a formarse retirando la columna dentro).Si la zona de T se inclina a la
vertebral del lado o fuera del alcance izquierda, la mano izquierda es pre-
de otra persona y llevándola hacia el dominante; si es la inclinación a la
otro lado. Hay un desplazamiento de derecha entonces la mano derecha
la Distribución de la Masa de la Zona conduce y rige el movimiento. Los
del Tronco (cabeza, hombros y tron- movimientos en arco, con las palmas
co) a la izquierda en el setenta por hacia abajo o hacia dentro, están en
ciento de los casos; a la derecha, en fuerte contraste con los movimientos
el treinta por ciento restante. Es el Es- de los Niños que son con la palma
tado de Padre predominante. Cuando hacia arriba y hacia afuera.
aparece un estado de ego de un se- 7) Las Posturas Básicas para el Niño
gundo padre (o Madre), ocupará la están formadas ordinariamente por
posición del Cuadrante opuesto. Los los Cambios de Tronco al Cuadrante

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Movimientos Corporales en los Estados del Ego 365

opuesto de la actividad Paterna, con Niño siempre tiene ostensiblemente


la columna vertebral cambiada decisi- la palma hacia arriba.
vamente a un lado, hacia adelante o 10) Otra forma de duplicidad corporal
hacia atrás. Los cambios registrados comúnmente representada en las
muestran una inclinación habitual de Posturas Básicas es la división arri-
seis a 18 pulgadas. El Niño de Alpha, ba/abajo de la actividad (cuadrantes
por ejemplo, produjo una Distribución superiores versus inferiores). Un su-
de Masa hacia el cuadrante superior jeto aquejado de frigidez siempre se
derecho, con la mano derecha predo- veía muy dinámico de cintura para
minando en las gesticulaciones. Ello arriba y prácticamente inmóvil o
se oponía a su Padre materno, que “muerto” de cintura para abajo. Una
operaba desde el cuadrante izquierdo forma común de división superior-in-
superior con una mano ascendente. ferior que todos hemos observado
Estas divisiones derecha/izquierda de es la del Padre ejecutivo en los cua-
la expresión cuando se sitúan en los drantes superiores recostándose,
diálogos “topdog-underdog” (“perro con los brazos cruzados, acompa-
de arriba-perro de abajo”) de la Ges- ñado de un movimiento espasmódi-
talt, producen escenas entre madres co o de golpeteo del pie, evidencian-
e hijas, suscitando la aparición estruc- do la negación de una expresión de
tural de los estados de ego Padre y Niño irritado. Clínicamente, el esta-
Niño. El predominio del lado derecho do del ego negado resiste la aten-
sobre el izquierdo o viceversa se tor- ción en el tratamiento.
na inmediatamente visible en las ex- 11) Cuando la conducta negada en-
presiones más sutiles de la conversa- cuentra expresión corporal, es fre-
ción mundana. cuentemente con Movimientos Iden-
8) Los ángulos de la cabeza en el Niño tificados de magnitud pronunciada
tienden hacia grados más pronun- (en bocetos/movimiento) o Gasto.
ciados de desviación de la línea de Así se pueden identificar fácilmente
la columna vertebral. Ernst ha estu- las Exclusiones. Berne encontró el
diado cuidadosamente la dirección Niño excluido del Sr. Ennat aten-
hacia arriba, lateral o hacia abajo diendo al golpecito ocasional que
que el Niño trae a la conducta de daba en su muslo, y que dibujaba
juego (Ernst, 1971:7, 35-37). las “aventuras durante el entrena-
9) Los Movimientos Identificados de miento en los aseos” con este gesto
las manos en el Niño toman fre- (Berne, 1961:65, t. española, 1978).
cuentemente una dirección hacia El método clínico de exagerar un
arriba y hacia afuera, con las pal- Movimiento Identificado que sobre-
mas hacia arriba. Responden a los sale en el ritmo ejecutivo de otro es-
modelos psicológicos del niño levan- tado del ego frecuentemente cumple
tando los brazos hacia su madre, la un análisis estructural efectivo.
mano abierta esperando a que al- 12) La conducta de Adulto está marcada
guien le dé algo, el movimiento cir- por una zona T (cabeza, hombros,
cular de “estoy intentándolo” o el tronco) alineada en una posición que
movimiento de encogimiento de se aproxima a la rectitud con el eje
hombros del “no sé”. En contraste, central vertical en la cuadrícula de
el dedo Paternal siempre indica con análisis o inclinándose hacia adelante
la palma hacia abajo. El dedo del desde ella. P El “fenómeno Ernst”,

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


366 David Steere

que es la práctica de “equilibrar” la ca- cuando cambia la Postura Básica. El


beza sobre los hombros para catecti- mismo material, estudiando la zona
zar al Adulto, se acerca a procedi- básica de T, permite ver sutiles con-
mientos similares que hemos encon- taminaciones del estado del ego en
trado efectivos (Ernst, 1971:109-111). el que se esté.
Para catectizar el Adulto, hay que po-
ner rectos los hombros, apoyar firme-
mente los pies en el suelo y mantener REFERENCIAS
una postura recta que distribuya en to-
dos los cuadrantes la actividad corpo- Berne, E. (1961). Transactional Analysis in Psy-
ral y mantenga la cabeza y el tronco chotherapy, New York: Grove Press, pp. 75 -
naturalmente en el eje central. 76. Traducción española (1978). Análisis
13) Los Movimientos Identificados de Transaccional en psicoterapia. Buenos Aires:
manos y hombros en el Adulto pare- Editorial Psique.
Berne, (E. 1971). What do you say after saying
cen estar distribuidos por igual a de-
“Hello”? New York: Grove Press, p. 418. Tra-
recha e izquierda, con una coordina-
ducción española (2002): ¿Qué dice usted
ción frecuente de movimiento de los después de decir “Hola”? Barcelona: Ran-
dos lados. Una explicación plausible dom-House.
es que el organismo está libre del Ernst, F. (1971). Handbook of Listening. Mimeo-
“imprinting” o impronta derecha/iz- grafiado, pp. 7, 35-37.
quierda en el Padre y Niño Adapta- Grossman, S. (1967). Physiological Psychology,
do y se muestra capaz de una ex- New York: John Wiley and Sons, pp. 241-
presión corporal equilibrada en res- 262, 294, 512-514, 815.
puesta al momento. También parece Kahler, T. y Capers, H. (1974). The miniscript,
que el Niño Natural tiene esta expre- Transactional Analysis Journal, 4, 26-42.
sión y coordinación equilibradas, Kirkbride, D. y Stokes, D. (1971). The measure-
ment of body movement. Proyecto del Semina-
siempre en concordancia con la
rio Presbiteriano de Louisville ( Sin publicar).
edad y el desarrollo personal. Esto
Kirkbride, D. y Stokes, D. (1972). Body Analysis,
contrasta con la kinésica del Niño
Physiological Aspects. Manuscrito inédito.
adaptado que no parece tener el Seminario Presbiteriano de Louisville.
mismo tipo de equilibrio. Hasta aho- Kirkbride, D. y Stokes, D. (1972). Considerations
ra, sin embargo, no hemos podido concerning intuitive analysis of body cues.
estudiar bien al Niño libre en nues- Manuscrito inédito, Louisville, Seminario
tras gráficas para cartografiar su ex- Presbiteriano.
presión exactamente. Kirkbride, D. y Stokes, D. (1972). Experiment on
14) El análisis de las expresiones corpo- body language: a working paper, Inédito. Se-
rales de los estados del Ego puede minario Presbiteriano. Louisville.
darnos una lectura mucho mejor so- Moore, M. (1972). Nonverbal Communication as
bre sutiles contaminaciones que el a diagnostic and therapeutic tool, Proyecto de
Investigación de Master, U. Presbiteriana de
análisis verbal o de ideas con los
Louisville.
que trabajan muchos investigado-
Perls, F. (1969). Gestalt Therapy Verbatim, La-
res. Nos sorprende la cantidad de fayette, CA: Real People Press. Traducción
ocasiones en las que los sujetos pa- española (2002). Sueños y existencia. Tera-
recen estar procesando datos desde pia gestáltica. Madrid: Cuatro Vientos.
el Adulto, mientras asumen una Schooley, C. G., Cushman, J., (1972). Body Re-
Postura Básica de Padre o de Niño. search. Manuscrito inédito, S. Presbiteriano
El progreso instantáneo se presenta de Louisville.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


367

LA INFORMACIÓN DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ANÁLISIS


TRANSACCIONAL Y PSICOLOGÍA HUMANISTA (AESPAT)

PROGRAMA PARA EL SEMINARIO PERMANENTE DE ERIC BERNE


SOBRE ANÁLISIS TRANSACCIONAL

Como anunciamos en el Editorial, la Junta Directiva ha creído conveniente crear un Seminario


Permanente Eric Berne sobre Análisis Transaccional. En principio, queremos organizar activida-
des mensuales, que ocupen una o más tardes.

Para las actividades que ocupen una tarde, la entrada será libre y tendrá lugar en algún local
del Colegio de Psicólogos de Madrid o en la Facultad de Ciencias de la Información.

Para las sesiones que ocupen varias tardes, es decir, para actividades de formación, la única
condición será pertenecer a AESPAT, y se celebrarán en el Aula C-208 del Aulario en la Facul-
tad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense.

Juegos de Comunicación

Profesora: Dña. Graciela Padilla Castillo.


Fechas: 14-16 de Febrero, de 18:00 a 21:00.

El Guión de Vida

Profesor: D. Mariano Bucero Romanillos.


Fechas: 21-23 de Marzo, de 18:00 a 21:00.

En los meses de Abril, Mayo y Junio, en fechas que anunciaremos, organizaremos acti-
vidades sobre los siguientes asuntos:

– La crisis de los controladores aéreos. Desarrollo y visión desde el AT. (Dña. Carmen
Thous Tuset).
– Quince años en el Teléfono de la Esperanza: Experiencias y Conclusiones desde el
Análisis Transaccional (D. Juan García Moreno).
– La película Origen desde el Psicoanálisis y desde el Análisis Transaccional (Jesús
González Requena y D. Mariano Bucero Romanillos).

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


368

PUBLICACIÓN DE CURSOS Y CONGRESOS

CONGRESO MUNDIAL DE ANÁLISIS TRANSACCIONAL


7-9 Julio 2011 en Bilbao, España

El Título: EL DESAFÍO DE CRECER

* La Sede: Universidad de Deusto, Bilbao, España.


* La Web: www.TAbilbao2011AT.com*
e-mail: info@tabilbao2011at.com

Fechas:
– CEW/TEW: Del 2 al 4 de Julio, 2011.
– EATA COUNCIL: Del 2 al 4 de Julio.
– Exámenes C.T.A. y T.S.T.A.: Día 6 de Julio.
– Congreso Mundial de AT: Del 7 al 9 de Julio.
– Reuniones ITAA BOT: 4, 5 y 10 de Julio.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


369

NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS

SEGUNDA EDICIÓN RENOVADA DE:


VIVIR ES AUTORREALIZARSE: REFLEXIONES Y CREACIONES
EN ANÁLISIS TRANSACCIONAL

Autor: Jordi Oller Vallejo Jordi Oller Vallejo


Editorial: Kairós VIVIR ES
Año de la 2.ª edición: 2001 AUTORREALIZARSE
Reflexiones y creaciones
Nº de páginas: 342 en Análisis Transaccional
Sitio web del libro: www.analisis-transaccional.net

Biografía del autor: Jordi Oller Vallejo está Certificado en Psicología


por la Universidad de Barcelona y como Analista Transaccional Clínico
por la ITAA y EATA. Fue Presidente Fundador de l’Associació Catalana
de Análisis Transaccional. Es uno de los principales introductores del
Análisis Transaccional en España, a partir de 1974. Ha publicado numero-
sos artículos en Transactional Análisis Journal – TAJ, publicados también
en la Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista de AES-
PAT. Es a destacar que ha contribuido con una amplia investigación en el tema de los estados
del yo. Ha publicado también el libro La personalidad integradora: El doble logro de ser sí mismo
y vincularse (Ediciones CEDEL, 2004), cuyo contenido adicionalmente también se relaciona con
los conceptos del Análisis Transaccional.

ANÁLISIS

Una buena manera de valorar cuanto de novedoso tiene esta segunda edición ampliamente
renovada del libro, es transcribir tal cual el propio prefacio escrito por su autor:
“Hace algún tiempo que vengo pensando que los libros ya publicados también deberían poder
“autorrealizarse”, es decir, al igual que las personas, poder ir expresando al máximo todas sus
posibilidades, lo que, en el caso de un libro, significa en especial poder renovarse para actuali-
zarse. En cierta manera, a través de la presente edición, Vivir es autorrealizarse: Reflexiones y
creaciones en Análisis Transaccional es un libro que se ha “autorrealizado” en algún grado, es
decir, que es un libro renovado y puesto al día, ya no sólo en cuanto a información nueva sobre
el Análisis Transaccional, sino ante todo en su “espíritu”, con cambios en ambos aspectos que
considero muy importantes respecto a la primera edición. En parte, naturalmente, estos cambios
han sido el resultado de mi propio desarrollo personal y profesional.
A lo largo de los años desde que se publicó el libro, no sólo he vivido y crecido como persona,
sino que he trabajado y crecido como psicoterapeuta, teniendo ocasión de seguir verificando, ex-
perimentando y reflexionando sobre mucho de lo escrito en la primera edición. Desde luego, en
su mayor parte aun sigue siendo vigente, válido y útil, como lo era entonces. Pero también he vi-
vido frustraciones de las que, en definitiva, he obtenido un aprendizaje. Algunas son principal-
mente de tipo técnico y otras son principalmente de tipo personal, aunque, de hecho, ambas as-
pectos se entremezclan.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


370

Una de las frustraciones –de tipo técnico– fue consecuencia de haber ido dándome cuenta de
la confusión y falta de consenso que existía y existe aun en algunos de los considerados temas
fundamentales del Análisis Transaccional, siendo a destacar el de los estados del yo. Así, por
una parte, fui descubriendo que, pese a la convicción unívoca con que a veces se hablaba y se
sigue hablando del tema –y yo mismo he “enseñado” también así–, de hecho, no se estaba utili-
zando ni se utiliza un único modelo de los estados del yo, sino que existía una fuerte controver-
sia al respecto, lo que me llevó no sólo a investigar, sino a buscar alguna solución integradora.
Parte de los resultados fueron publicados en Transactional Analysis Journal en el artículo Un
análisis integrador de los modelos de los estados del yo (0ller, 1997), que puede verse en el ane-
xo A. Otros aun no están publicados, pero tienen que ver con habitual confusión de conceptos
entre los estados del yo y los órganos psíquicos.
Naturalmente, en esta edición he tomado en cuenta estos resultados, hasta el punto de que in-
cluso he reescrito todo el capítulo 3: Nuestros personajes y su mundo y buena parte del capítulo
13: El desarrollo para autorrealizarse, pues son los que han sido más afectados por estas cuestio-
nes. Pero además, también se encontrarán reflexiones, aclaraciones y cambios sobre otros as-
pectos teóricos y prácticos, es decir, que he reescrito mucho de otros capítulos. Por ejemplo, en-
tre otros, se encontrará el cambio del término aislamiento (Oller, 1986) por el de retraimiento y el
de Niño Aislado por el de Niño Retraído, en base a nuevas precisiones conceptuales y ante todo
terminológicas, que justifico, pues pese a la difusión que tuvo el concepto en su momento, con
frecuencia aun sigue “ignorándose”. También he reorganizado algún material del libro que antes
estaba en el capítulo 2 y que he considerado de menor interés general, colocándolo en los dos úl-
timos anexos del final. En resumen, todo el contenido ha sido revisado y renovado, para ser en lo
posible coherente con su subtítulo de Reflexiones y creaciones en Análisis Transaccional.
Otra de las frustraciones –de tipo personal– fue consecuencia de haberme ido dándome cuenta
de que, en algunos aspectos, el contenido de la primera edición del libro reflejaba cierto triunfalis-
mo, relativamente frecuente en las presentaciones del Análisis Transaccional, respecto a lo que
con su ayuda podía lograrse cambiar de uno mismo, la rapidez en cambiarlo y el estado de bienes-
tar final que resultaba. Sin embargo, lo que he ido viviendo posteriormente en mi propia vida perso-
nal y profesional, se ha encargado de poner las cosas en su sitio, desde luego, afortunadamente.
Ciertamente, el AT es muy útil y he comprobado ampliamente su efectividad tanto en mi mis-
mo como en mis clientes, pero también tiene sus límites y no explica todas las dificultades que
podemos ir experimentando en la vida, ya no sólo desde el punto de vista espiritual –que, desde
luego, no es su finalidad específica–, sino también en aquellos aspectos de nuestro desarrollo
que no tienen que ver propiamente con el guión psicológico, ni tampoco con haber estado vivien-
do siguiendo un contraguión (es decir, un plan inconsciente aparentemente positivo, que acaba
en un desenlace negativo). Desde luego, a veces esto último es posibilitado por ciertas presenta-
ciones y usos que se hacen del Análisis Transaccional, pero, en realidad, me estoy refiriendo a
aquellas etapas, crisis y cuestiones de tipo psicológico-existencial que no podemos eludir vivir
según la edad que vayamos teniendo en la vida, como, por ejemplo, la crisis de la mediana
edad, el proceso de envejecer, la proximidad de la muerte, etc., por citar sólo algunos temas.
Bastantes de estas manifestaciones conllevan lo que llamo separaciones individuadoras, que
son necesarias para crecer, si bien conllevan sus propio sinsabor
El Análisis Transaccional es realmente una metodología muy útil para facilitar el logro de un buen
nivel de autonomía psicológica, pero, precisamente y paradójicamente, dicho logro implica también
su propio nivel de dificultades, en su mayor parte precisamente de tipo existencial. Son las dificulta-
des que ha de vivir y afrontar aquella persona a la que Ken Wilber (1988) denomina el centauro exis-
tencial, alguien que (pág. 114) “no constituye sólo una unidad integral superior al ego, el cuerpo, la
persona y la sombra, sino una importante transición hacia los dominios sutiles y transpersonales su-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


371

periores”. Pero al mismo tiempo, también según describe Wilber, una persona en quien (pág. 238)
“el yo, que ha aceptado (hasta cierto punto) la muerte y la trascendencia de todos los niveles inferio-
res, se halla ahora completamente identificado con el ego mental –el ego P-A-N (y esta referencia al
modelo Padre, Adulto y Niño del AT es de Wilber, no mía)–, y esta nueva sensación de identidad
sustitutoria se fortifica hasta los dientes para defenderse de la muerte y de la trascendencia”.
Así pues, no todo queda resuelto con lo que nos podemos facilitar resolver –que es mucho–
con el Análisis Transaccional en nuestro crecimiento personal. Aun con la satisfacción de todo lo
que podemos lograr en cuanto a cubrir nuestras necesidades de individuación y vinculación (que
son el tema de mi nuevo libro La personalidad integradora: El doble logro de ser sí mismo y vin-
cularse), existen nuevos posibles logros por delante, con sus propias dificultades, nuestras limi-
taciones humanas al respecto y las frustraciones que de todo ello resulta. También, claro, el
mundo tiene sus propios problemas reales que interfieren en las cosas y que también nos afec-
tan, pues no vivimos solos.
En consecuencia, en esta edición me he propuesto poner el triunfalismo en su sitio, en cuanto
tiene de poco realista, lo que no niega que podemos seguir siendo optimistas en nuestras expec-
tativas respecto a la utilidad del Análisis Transaccional. Por tanto, en base a lo que he explicado,
he revisado todo el contenido del libro desde dicha perspectiva, además de que también he acla-
rado y a veces ampliado algunos conceptos, así como he cambiado los títulos de algunos capítu-
los, como ejemplo, para quien no conoce la edición anterior, cuando el capítulo 10 antes se titu-
laba: Creamos nuestro propio mundo (al más puro estilo de quienes creen en el poder sin límites
del pensamiento positivo, creencia que no comparto), ahora se titula: Causamos parte de nues-
tro mundo. Otro ejemplo es el del capítulo 8, antes titulado: Podemos cambiar, no sólo mejorar,
que ahora se titula: Podemos lograrlo, no sólo intentarlo y que además añade el concepto de es-
cala estimativa del logro. Y refiriéndome a nuevos conceptos, otro que he añadido es el de nú-
cleo esencial de los estados del yo, en el capítulo 3. Pero hay bastantes variaciones más, que
aclaran, cambian o añaden conceptos.
También, desde luego, hay informaciones y datos nuevos, tanto a nivel de nuevas contribucio-
nes de autores transaccionalistas y de otros enfoques, como en la bibliografía en general. Algo
que pienso que será útil es que he localizado todo el material que he podido que estuviese tradu-
cido al castellano, ya se trate de libros, como, muy es especial, de artículos. También he revisa-
do las figuras ilustrativas, aclarando y modificando algunas, así como he añadido algunas nue-
vas. Así mismo, he revisado el estilo y claridad lingüística del texto.
Otra cuestión que quiero comentar tiene que ver con el uso del lenguaje, pues vengo obser-
vando y lo he confirmado de nuevo al revisar el libro, que, a veces, para referirse a según que
cosas desde un punto de vista descriptivo-formal, es prácticamente inevitable –o la costumbre
puede más que el propósito– hacerlo como que “son” de tal manera o de tal otra, pareciendo en-
tonces que “son” de una manera unívoca e incuestionable. Por tanto, aunque en lo posible he
procurado tenerlo en cuenta, a veces, puede que cuando me refiera a algunas cosas como que
“son” de una determinada manera, dicho “son” tenga el sentido de de son generalmente, otras el
de son frecuentemente, otras el de son probablemente y aun otras veces el de son dialéctica-
mente, es decir, que no se excluye la interacción con su contrario dialéctico.
Para terminar, no pretendo, desde luego, que quienes adquirieron y leyeron la primera edi-
ción, adquieran ahora esta, pero si tienen la ocasión de leerla les sugiero que no la desaprove-
chen, pues creo que también les será de utilidad y tendrán la oportunidad de una experiencia
que pienso que es bastante inusual: la de leer un libro que en cierta manera se ha “autorrealiza-
do”, haciendo honor a su título. Mis mejores deseos.”

Jordi Oller Vallejo

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


372

ANÁLISIS TRANSACCIONAL I: CÓMO NOS HACEMOS PERSONA

Autor: Francisco Massó Cantarero


Editorial: CCS
ISBN: 978-84-9842-108-8 Madrid, 2007
Nº de páginas: 296

Cada una de las páginas de este libro está escrita con miras a demostrar
que el proceso de convertirse en persona es una tarea diaria y constante,
aun a pesar del protagonista; plural y participativa, toda vez que en ese es-
fuerzo colaboramos, mediante las transacciones, las personas que rodea-
mos a cada protagonista.
En efecto, cada persona es un agente constructor o destructivo para sus
congéneres, por las atribuciones de valor que nos asignamos recíproca-
mente, la confianza que nos otorgamos, las expectativas de desarrollo personal que creamos y
las confirmaciones que efectuamos sobre los logros ajenos. Por eso, éste es un libro de Análisis
Transaccional, porque se adentra en averiguar cómo la conducta cotidiana contribuye a la confi-
guración del propio yo de cada persona.
El libro puede ser una excelente herramienta para padres y educadores, al proponerles un en-
foque positivo para su labor de acompañamiento y guía de sus educandos.
Sin menoscabo de esa pretensión, el autor defiende en todo momento la libertad de cada per-
sona, su derecho a ser diferente y único, a cambiar su modo de funcionar que, a la postre, re-
dundará en un cambio de estructura, dado que no sólo se hace camino al andar, sino que an-
dando se hace el caminante a sí mismo, con la sinergia de los demás.
El libro constituye también una reflexión sobre el Análisis Transaccional, acrisolada durante
más de 25 años de experiencia de utilización de esta técnica. Con la modestia de quien habla
desde la práctica, el autor propone ideas novedosas relativas al funcionamiento de los estados del
yo y su integración; pero, es preciso destacar el empeño puesto en detraer cualquier tipo de de-
terminismo sea para tomar una decisión minúscula, sea para consolidar la estructura psicológica.

ANÁLISIS TRANSACCIONAL II: EDUCACIÓN, AUTONOMÍA Y CONVIVENCIA

Autor: Francisco Massó Cantarero


Editorial: CCS
ISBN: 978-84-9842-676-2 Madrid, 2008
Nº de páginas: 244, consta de seis capítulos, presentación, introducción y
epílogo.
Hay un anexo sobre juegos, glosario y bibliografía.
Está prologado por el Dr. Kertész, Rector de la Universidad de Flores (Argentina)

El texto está destinado a padres, profesores y a toda persona que tenga


por misión acompañar y estimular el desarrollo de otro ser humano. En este
sentido, el objetivo general es de carácter preventivo, preservar la salud psí-
quica del educando, no hacerle daño. Eric Berne decía primum non nocere,
lo primero es no dañar.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


373

Es una reflexión, hecha desde el Análisis Transaccional, para destacar y revalidar el papel del
educador, y mostrar el valor que tiene la comunicación diaria verbal, no-verbal y simbólica, den-
tro y fuera de la familia, en los diferentes grupos que va integrando la persona.
A cualquier edad, necesitamos del juego lúdico como espacio creativo para el desarrollo de la
intuición y la imaginación, y del banco de pruebas para revalidar habilidades de relación y pro-
mover vínculos. Pero, es muy significativa la función terapéutica que el autor otorga al juego, ya
que éste permite liberar tensiones, resolver conflictos de la vida real y desarrollar empatía. Esta
es una aportación original y sugestiva.
También pretende desdramatizar el conflicto y mostrar cómo el antagonismo, que forma parte
de la vida, es necesario para un desarrollo psíquico saludable, entrenamiento de la asertividad y
campo de aprendizaje para facilitar la sinergia y la cooperación.
En definitiva, el libro estudia al ser humano en relación con sus semejantes, el papel confor-
mador que tienen los grupos sobre la estructura psíquica de cada persona. Cómo es la necesi-
dad de pertenencia, que nos obliga a crear grupos, darles vida y aceptar su desaparición, como
si se tratase de otros organismos. Los papeles que desarrollamos dentro de los grupos contribu-
yen al desarrollo integral de la persona: nos permiten sentir emociones, integrar valores y adop-
tar pautas de convivencia.
La autonomía, inclusive de pensamiento, es un bien a promover a lo largo del proceso educativo,
cuidando la convergencia. La persona se hace humana gracias a su relación con los demás y con
ellos mantiene un fluido abierto, de índole transaccional, que ha de redundar en beneficio mutuo.

LA PERSONALIDAD INTEGRADORA:
EL DOBLE LOGRO DE SER SÍ MISMO Y VINCULARSE

Autor: Jordi Oller Vallejo


Editorial: Edicions CEDEL
Año: 2004
Nº de páginas: 429
Sitio web del libro: http://www.analisis-transaccional.net

Biografía del autor: Jordi Oller Vallejo está Certificado en Psicología


por la UB y como Analista Transaccional Clínico por la ITAA y EATA. Tam-
bién está reconocido como Psicoterapeuta por la FEAP. Es uno de los
principales introductores del AT en España a partir de 1974. Fue Presiden-
te Fundador de l’Associació Catalana d’Anàlisi Transaccional – ACAT. Ha
publicado numerosos artículos en el Transactional Analysis Journal – TAJ, publicados también
en la Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista de AESPAT. Es a destacar que
ha contribuido con una amplia investigación en el tema de los estados del yo, tanto desde el pun-
to de vista psicológico como neurológico. Ha publicado también el libro Vivir es autorrealizarse:
Reflexiones y creaciones en Análisis Transaccional, ya en su segunda edición renovada (Edito-
rial Kairós, 1987, 2001)

ANÁLISIS

Una útil manera de disponer de información sobre el libro, es transcribir algunos de los temas
que se incluyen en la Introducción:

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


374

Tema del libro

En este libro comparto el resultado de mi exploración teórica y práctica sobre nuestras necesi-
dades de vinculación e individuación, tanto en su sentido psicológico personal, como en su senti-
do transpersonal o espiritual. Se trata de un tema que es básico para el desarrollo del ser huma-
no y que, por tanto, permanece siempre abierto a nuevas contribuciones, reflexiones y elabora-
ciones.
Las personas expresamos nuestro ser en el mundo siendo hacia los demás, vinculándonos, y
también siendo hacia nosotros mismos, individuándonos. Al vincularnos, vamos estableciendo
con los demás una variedad de vínculos en los que nos apoyamos para vivir y crecer, tales como
los de apego, de afecto, de amor, de pareja y otros de otra clase que analizaré en el libro, ya que
no todos los vínculos son con personas (por ejemplo, están también los ideológicos, los que es-
tablecemos con el saber conocido y otros). Al individuarnos, vamos descubriendo y expresando
quiénes somos como seres individuales, en todas nuestras dimensiones. En realidad, se trata de
la manifestación de los que denomino: el impulso vinculador y el impulso individuador, el doble
impulso de nuestro ser que se concreta en dos necesidades vitales que tienen entre sí una inte-
racción dialéctica, ya que en el fondo expresan un único impulso del Ser. Por eso, debido a su
origen en el Ser, ambas necesidades también tienen un sentido trascendente.
Sin embargo, aunque vincularnos e individuarnos tienen la misma importancia para nuestro
crecimiento personal y espiritual, es frecuente encontrar enfoques que consideran más importan-
te una u otra de las dos necesidades, generalmente la de individuación (esto puede confirmarse
en la pertinente sección de una librería, en la que veremos abundan variedad de títulos indivi-
duadores que alientan –por lo demás, con una intencionalidad positiva- cosas como “decide ser
tú mismo”, “vive la vida siento tú”, “se dueño de tu destino” y otras por el estilo). Pero, metafóri-
camente, ocurre con estas dos necesidades como con los dos lados de una moneda, que cuan-
do miramos un lado no vemos el otro lado que está siempre presente detrás, y lo mismo en el
caso contrario; y además, no sólo no podemos ver los dos lados a la vez, sino que lo que hace-
mos es convertirlos en contrarios, llamándoles entonces cara y cruz. Parecidamente, también se
suele convertir en contrarias las dos necesidades de vinculación y de individuación, cuando, de
hecho, son las dos caras de una misma moneda, es decir, que ambas son parte inseparable de
una misma unidad dialéctica.
En ocasiones, incluso las dos necesidades se manifiestan claramente en un mismo aconteci-
miento de la vida, tal como sucede, por ejemplo, en el nacimiento: nacer es tanto un acto indivi-
duador como un acto vinculador. En realidad, si nuestro crecimiento es saludable, al individuar-
nos posibilitamos avanzar en la vinculación y al vincularnos posibilitamos avanzar en la indivi-
duación. Es verdad que si no miramos el tema desde una perspectiva dialéctica, a veces, según
la etapa o circunstancia de nuestra vida, una u otra necesidad puede destacar como teniendo
más importancia relativa, pero, en definitiva, la finalidad de nuestro crecimiento personal consiste
en la satisfacción integradora de ambas necesidades.

Contenido

En cuanto al contenido conceptual del libro, se trata de un texto de psicología personal y


transpersonal, útil no sólo para los profesionales de las ciencias humanas, sociales y de la salud,
sino también para toda persona interesada en su crecimiento personal.
Con un enfoque multidisciplinar e integrador, con un propósito próximo al del constructivismo,
se encontrarán aportaciones de variedad de sistemas y de autores, habiendo realizado algunas

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


375

investigaciones con resultados sorprendentes y a veces hasta dramáticos. Entre los sistemas,
por citar algunos, cabe destacar que he integrado mucho de la teoría del apego, la teoría de las
relaciones objetales, la teoría de la separación-individuación, la psicología analítica, la psicología
transpersonal, la terapia iniciática, la filosofía budista y un largo etcetera, que incluye también el
modelo de la personalidad del análisis transaccional, el cual he “remodelado” según mis últimas
contribuciones sobre el tema. Todo este conjunto participa en dar consistencia a mi enfoque so-
bre las necesidades de vinculación e individuación, enfoque al que denomino teoría de la vincu-
lación-individuación (o al revés, si se prefiere el otro orden).
Un propósito importante ha sido, en lo posible, aclarar y armonizar algunos conceptos que
suelen estar polémicamente contrapuestos, según se los analice ya sea desde enfoques encua-
drados dentro de la psicología personal o dentro de la psicología transpersonal. Por ejemplo, el
apego es, por una parte, según la teoría del apego, en la actual psicología occidental, un instinto
natural que nos es totalmente necesario para crecer como seres humanos e incluso para indivi-
duarnos. En cambio, por otra parte, según la filosofía budista e hinduista, en la veterana psicolo-
gía oriental, el apego es visto como un obstáculo para individuarse, motivo por el cual se alienta
a que es necesario el desapego y el no-apego, es decir, lo contrario del apego. Otra polémica es
también la planteada con el propio concepto de individuación, tendiendo también a estar contra-
puestos el enfoque occidental y el enfoque oriental, el primero más interesado en el desarrollo
del yo personal, mientras que el segundo lo está más en el desarrollo del yo transpersonal, yen-
do además, con frecuencia, contra el denominado “ego”, pero en ambos enfoques perdiéndose
de vista que, de hecho, ambos se complementan y completan necesariamente.
Desde otro punto de vista, en el libro se encuentran contribuciones no sólo de psicología per-
sonal y transpersonal, sino también de neurología, antropología, filosofía y sociología. Además,
en lo posible, si lo considero justificado, voy incluyendo también, ya sea en el texto o mediante
las notas al final, mis propias reflexiones sobre dichas contribuciones, así como también mis pro-
pias elaboraciones. Esto último, en particular, es resultado de la aplicación del que denomino
proceso de individuación del saber, un proceso intelectivo-emocional en el que, descriptivamen-
te, distingo las fases de aceptación, crítica, reflexión y creación. Se trata de un proceso que des-
cribo por primera vez en este libro y que, desde luego, invito al lector a que lo aplique también a
su razonamiento sobre el tema de la vinculación e individuación, contribuyendo así a “crear más
saber” con el que interpretar y describir la realidad.

Sobre la notas AT que relacionan el contenido con el Análisis Transaccional

Aunque este libro no es un libro de análisis transaccional ni requiere ningún conocimiento de di-
cho sistema para poder ser leído, en el texto se encontrarán números de notas a los que también
en superíndice acompañan las iniciales AT, indicando así que aquella parte de lo que se está le-
yendo la relaciono en la nota (cuyo texto se encuentra al final del libro) con el análisis transaccio-
nal (AT): el sistema de psicoterapia individual y social iniciado por el Dr. Eric Berne. Pero el que a
veces relacione el contenido del libro con el análisis transaccional no ha de ser causa de reticen-
cia por parte de quienes no simpaticen con dicho sistema, ya sea porque consideran que se trata
de un producto made in USA o por otros motivos, los cuales a veces, desde luego, como en todas
las cosas humanas, puede que tengan su razón de ser. Por ejemplo, hay personas que ven en los
términos de Padre, Adulto y Niño, un excesivo coloquialismo y que, por tanto, ello implica que el
método está falto de rigor científico, lo que, desde luego, no es así. Pero el tema puede resolverse
si los términos Padre, Adulto y Niño, son sustituidos por los de yo cuidador, yo individuador y yo
cuidado, respectivamente. O para alguien orientado hacia el psicoanálisis y orientado hacia los

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


376

aspectos biográficos de la persona, pueden sustituirse por los de yo introyectado, yo actualizado y


yo regresivo, respectivamente. En definitiva, no hemos de perder de vista que “el dedo que señala
nunca es es la cosa señalada”, por lo que no vale la pena discutir por el dedo.
Pero entonces, ¿por qué me ha parecido útil relacionar el texto con el análisis transaccional?
Por una parte, aunque en mi trabajo profesional tengo un enfoque en el que integro todo lo que
voy conociendo y experimentando, mi formación inicial como psicoterapeuta se desarrolló princi-
palmente dentro del modelo del análisis transaccional, método del que fui uno de sus introducto-
res en España y al que sigo considerando plenamente vigente y útil. Además, su importancia
dentro de la psicología humanista, aunque no siempre le es reconocida, es innegable. Desde
luego, como todos los métodos psicológicos, el análisis transaccional también tiene sus límites,
pero una de sus grandes ventajas –además de que en sí es también un enfoque terapéutico inte-
gral– es su facilidad para combinarse con otros sistemas, pudiendo ser complementado por ellos
y también a su vez pudiendo complementarlos.
Por tanto, mi propósito es aprovechar seguir dando a conocer el análisis transaccional a quie-
nes se interesan por los métodos de crecimiento personal. Pienso que la relación del texto con el
análisis transaccional puede ser útil para cualquier lector que aunque no conozca aun el sistema,
le atraiga comenzar a conocerlo. También, desde luego, pienso que puede interesar a quienes
ya lo conozcan algo e incluso bastante, ya sea a nivel personal o porque lo utilizan profesional-
mente. Y si además se trata de lectores que han leído mi primer libro Vivir es autorrealizarse:
Reflexiones y creaciones en Análisis Transaccional, entonces pienso que aun les puede intere-
sar con mayor motivo. Además, por otra parte, para estos últimos viene a ser una buena conti-
nuación de dicho libro, pues, en definitiva, aunque autorrealizarse es ser uno mismo, esto no
sólo implica individuarse –que es lo que generalmente se suele interpretar y que yo diferencio
denominándolo ser sí mismo- sino que abarca también vincularse.

Jordi Oller Vallejo

EL OTRO LADO DEL PODER


Análisis Transaccional del Poder Personal

Autor: Claude Steiner


Editorial: JEDER
Título El otro lado del poder
Colección: Análisis Transaccional
Prólogo: Lluís Casado Esquius
Páginas: 268
Tamaño: 21 x 14 cm.
Encuadernación: Rústica con solapas
Plaza de edición: Sevilla
Precio: 18 euros
Fecha de publicación: 16 de marzo de 2009
ISBN: 9788493703202

Los juegos de poder son transacciones conscientes que tienen el propósito de manipular a las
personas para que hagan o dejen de hacer algo que en principio no tenían pensado. En la prime-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


377

ra parte nos da una aproximación al poder y sus mitos, a la obediencia y a los sentimientos ge-
nerados. Acotados por familias, en la segunda parte Steiner desglosa los juegos de poder. “Todo
o Nada”, de “Intimidación”, “Mentiras”, “Conversacionales” y “Pasivos”, nos muestra sus antítesis,
y también nos propone la Solución Cooperativa. Por último, en la tercera parte el autor aporta su
visión y opinión personal. Frente la analogía habitual Poder=Control, ofrece otras seis fuentes de
poder: Equilibrio, Pasión, Amor, Comunicación, Sabiduría y Trascendencia, que se pueden desa-
rrollar como alternativa y complemento al Control.
El Otro Lado del Poder de Claude Steiner, es obra fundamental del Análisis Transaccional,
que por fin está disponible en Español. Obra muy interesante, reveladora e inmediata que si-
guiendo la mejor tradición del AT, hará reflexionar al lector.
“La lectura de El Otro Lado del Poder puede resultar provechosa para muchas personas. La
gente que se siente débil y que habitualmente es manejada y avasallada puede que quiera
aprender cómo se lo hacen y cómo lo puede evitar. Aquellas personas que se sienten fuertes y
tienen por hábito controlar a los demás se pueden sentir inquietas o francamente incómodas al
respecto. Pueden aprender cómo dejar de abusar del poder sin transformarse en impotentes. To-
dos pueden aprender los muchos caminos al poder de que disponen, aparte del Control y la ma-
nipulación de los demás”.

Claude Steiner

LA FILOSOFÍA: MEDICINA DEL ALMA (12 REFLEXIONES)

Autor: J. L. Camino Roca


Publicado por: La Busca edicions

Después de conocerle y tratarle desde hace cinco años, tengo la impre-


sión de que el autor de este libro, J. L. Camino, se siente “muy bien” cuan-
do lee, habla o escribe sobre Filosofía. Como terapeuta o, antes, como
profesor de Universidad, se lo podía pasar “bien”, pero donde se autorrea-
liza es en la Filosofía.
Para mí, esto constituye un gran mérito, porque está luchando contra la
corriente dominante en los políticos: quitar importancia a esta disciplina. Entonces, ¿quién se
está haciendo cargo de la Filosofía?. Como la naturaleza aborrece el vacío, unos autores han
visto una gran oportunidad para escribir libros de divulgación de las ideas filosóficas. El éxito les
ha acompañado a algunos de ellos.
Me atrevo a afirmar que el título del libro de Camino se queda corto. Es decir, que esta obra
abarca mucho más de lo que el título afirma. Y esto me lleva a enlazar con el filósofo español al
que considero más grande en varios siglos: Gustavo Bueno. Ya se ocupó de Berne en las Jorna-
das que organicé en 2005 para conmemorar los 35 años de la muerte de Berne. Después, hemos
re-publicado en esta Revista un artículo suyo sobre Psicoanalistas y Epicúreos. Sin embargo, no
traigo aquí a Bueno para referirme a Berne, sino para comprender mejor el libro de Camino.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


378

En estos momentos leemos todos los días noticias sobre la enfermedad de la economía mun-
dial y de las economías de diversos países. Cuando muchas declaraciones hablan de “burbujas”,
en realidad están hablando como si la economía fuera el organismo humano en el que un grupo
de células dañinas comienza a acelerar su crecimiento. Es decir, en estas declaraciones, subya-
ce la metáfora de enfermedad/salud.

Platón ha insistido en la analogía entre el político y el médico, lo que implica la conside-


ración de la sociedad como un organismo susceptible de enfermar. La política sería algo
así, según Platón, como la “medicina” de la República. (La República, IX, 588c). (Bueno,
G. (1991). Primer ensayo sobre las categorías políticas, p. 224. Logroño: Cultural Rioja.

Desde luego, hay consultores a los que las empresas e instituciones llaman únicamente cuan-
do las cosas van mal. Algunos de ellos, por tanto, son “médicos” de los políticos. Y no es casua-
lidad que los Departamentos de Informativos tengan “doctores” de las noticias, para prescribir
qué hay que hacer cuando el telediario no consigue levantar el vuelo en los índices de audiencia.
Manfred KETS DE VRIES y Danny MILLER hablan de organizaciones dramáticas, suspicaces,
deprimidas e impulsivas; Herb SCHMERTZ explica cómo hay empresas e instituciones que tratan
de ocultar su personalidad; hay instituciones y empresas que son modestas, tímidas, deprimidas,
esquizofrénicas. Es decir, consideran las instituciones y empresas como si fueran individuos.
La Comunicación Empresarial también tiene una versión aristotélica, aunque quizá sus profe-
sionales estudiaron al filósofo griego por última vez en el Bachillerato.

La concepción aristotélica de la sociedad política difiere en su enfoque de la concepción


platónica... En el fondo, habría que hablar de una convergencia armónica de las partes en
el todo, convergencia que no excluye la posibilidad de enfermedades eventuales ni menos
aún la necesidad de un gobierno racional (prudente) del organismo social, un gobierno
que se considerará tan natural como el “nous” pueda serlo para la dirección del organismo
humano. (Bueno, G. (1991). Primer ensayo sobre las categorías políticas, p. 224-225. Lo-
groño: Cultural Rioja).

Después de esta introducción aclaratoria, me agrada resaltar la estructura del libro de Cami-
no. Es una Historia de la Filosofía, pero planteada en forma de grandes preguntas. Y es que la
categoría intelectual de una persona se mide por la de las preguntas que hace, no por las res-
puestas que da. En este caso, hay excelencia en las preguntas y calidad en las respuestas. Y
tiene una gran habilidad, porque su primera Reflexión parte de los Sofistas. Es como un “gan-
cho” para que leamos, porque a primera vista nos podemos llevar las manos a la cabeza:
“¿Cómo se le ocurre a este autor comenzar la Historia de la Filosofía por los sofistas? Sin em-
bargo, inmediatamente se pregunta por quiénes fueron sus antecedentes. Y ahí es donde nos in-
troduce en los presocráticos, a los que él llama “primeros filósofos griegos”.
Sintetiza a Platón y a Aristóteles en poco más de treinta páginas, para después, dedicar casi
el mismo número de páginas a la filosofía cristiana, pero relacionándola también con Platón y
Aristóteles.
Intrigante es el planteamiento que Camino hace de su Reflexión 4ª: ¿Renovaron el conoci-
miento los renacentistas? Es de esos títulos que te invitan a leer para saber la respuesta que el
autor ofrece.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


379

También considero un acierto el título de la Reflexión 5ª: Racionalismo y Empirismo en el Ba-


rroco. Y lo considero acertado, porque no hay muchos historiadores de la Filosofía que relacio-
nen Filosofía y Arte. Incluso, creo que hubiera sido un gran acierto incluir el pensamiento de los
españoles Calderón y Baltasar Gracián, porque ejercieron una gran influencia sobre algunos filó-
sofos alemanes posteriores.
Y así sucesivamente, hasta llegar a la Reflexión 12ª: ¿Adónde va el pensamiento filosófico en
la actualidad?. Esta pregunta me recuerda la anécdota que contó en su día el gran director de
cine Von Sternberg, que estaba sentado junto al pintor Matisse. Una señora le preguntó al pintor:
“¿Qué opina del arte, señor Matisse?” Y éste, que estaba comiendo pescado y tenía que tener
sumo cuidado con las espinas, le contestó: “Señora, ¿no tiene usted preguntas pequeñas?”.
Desde luego, las preguntas que Camino se plantea y nos plantea no son pequeñas.
Creo que debería haberse ocupado más de algunos filósofos españoles. Es el único reparo
que le pongo. Y espero que, en cualquier conversación personal, hablemos sobre este asunto.
Quiero terminar esta reseña diciendo que este libro me recuerda, por su interés, el que escri-
bió Harold Raley, Decano de Humanidades de la Houston Baptist University, sobre la Filosofía
de Julián Marías: La visión responsable. Para comprender el pensamiento de este filósofo espa-
ñol, es mucho mejor leer primero el libro de Raley, admirablemente escrito. Lo mismo me ha
ocurrido con algún libro sobre Piaget y otros autores. Pues bien, el libro de Camino es una gran
síntesis, fácil de leer, que ayuda a vencer el cansancio que muchos estudiantes y profesionales
tienen cuando se enfrentan con libros de filosofía. Los transaccionalistas pueden encontrar en el
libro de Camino una mina de sugerencias para su trabajo.

Felicísimo Valbuena de la Fuente

FICHA TÉCNICA

Autor: Claude Steiner


Título: El CORAZÓN DEL ASUNTO
Colección: Análisis Transaccional
Prólogo: Terry Berne
Páginas: 256
Tamaño: 21 x 14 cm
Encuadernación: Rústica con solapas.
Plaza de edición: Sevilla
Precio: 18 euros
Fecha de publicación: 6 de enero de 2010
ISBN: 9788493703219
Más info: www.jederlibros.com
Blog: www.elotroladodelpoder.blogspot.com
Autor: www.claudesteiner.com
Distribución a Librerías para España: www.paradox.es

El amor es la respuesta. ¿Cuál es la pregunta?


Cincuenta años de práctica terapéutica y una vida plena de experiencias, reflexiones y apren-
dizajes otorgan a Claude Steiner la potestad para atreverse a hacer algunas preguntas funda-
mentales y sugerir algunas respuestas que se resumen en una: El amor.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


380

La humanidad se enfrenta con algunos problemas monumentales. El poder y su abuso, el


amor a veces inalcanzable, la información frecuentemente repleta de mentiras, la política usual-
mente corrupta, las difíciles relaciones entre las personas. En la Era de la Información, el autor
propone que el Análisis Transaccional enfocado en el amor, la psicología de la comunicación co-
operativa entre los seres humanos, es un atinado método para descubrir las respuestas a pre-
guntas trascendentes.
Con EL CORAZÓN DEL ASUNTO el autor no se limita a hacer un compendio de su obra y pen-
samiento. Elabora y relaciona todas sus ideas, sí, pero además con la perspectiva de la madurez y
la osadía de la juventud propone nuevas vías para usar remedios ancestrales y modernos: la Natu-
raleza y su tendencia curadora (vis medicatrix naturae), el Análisis Transaccional, la democracia, la
cooperación, la informática y el amor, nos darán pistas para descubrir los remedios necesarios. Está
repleto de aclaraciones y nuevos detalles sobre otros temas ya tratados, e incluye muchas ideas
nuevas y anécdotas personales. Sin duda, quien piense que es un simple compendio de la obra del
autor se equivoca. En definitiva, este libro es un resumen de su pensamiento, una visión del AT,
pero sobre todo una proyección a nuevas propuestas para las soluciones de un nuevo siglo.
Por nuestra parte, es una satisfacción seguir editando libros que nos ayuden a las personas a
comprendernos mejor mutuamente mediante la mejor herramienta que conozco: el Análisis Tran-
saccional. En esta ocasión quiero destacar la ayuda recibida, que ha sido mucha y decisiva.
Nuevamente la confianza y el apoyo del autor ha sido fundamental, gracias Claude. Terry Berne
ha realizado un prólogo sugerente y además nos ayudó en la revisión de la traducción del mismo
para que fuera reflejo fiel del original. Impagable ha sido la ayuda de Susana Arjona, Jesús La-
guna, Francisco Navarro, Enrique Sánchez y Salvador Sedeño que nos han ayudado en la tra-
ducción.¡¡Gracias a todos!!
“Siempre poderoso en las cuestiones humanas, el amor solo no ha estado a la altura de la
ocasión en esta tarea redentora. Asociado con la información, el amor, creo, es aún la Solución”.
Claude Steiner.
LA INTUICIÓN Y EL ANÁLISIS TRANSACCIONAL de Eric Berne, integra un interesante
prólogo de Felicísimo Valbuena. Hemos incluido varios anexos, como el prólogo original de Paul
McCormick, quien realizó la edición original, o la bibliografía completa en español de Eric Berne
que realizó Robert M. Cranmer para Beyond games and scripts.
Es la primera edición que se realiza de este título en español.
Adjunto más abajo la ficha técnica.
A finales de 1945, el psiquiatra y Oficial Médico Eric Berne dispone de unos 45 segundos para
dirimir si un soldado es apto para ser licenciado. Tiene tiempo para dos preguntas. Con las res-
puestas además intenta averiguar su profesión civil. Unos 25.000 soldados pasaron por el proce-
so.
Esta experiencia, junto a su sólida formación psicoanalítica y a la necesidad urgente de «cu-
rar» le llevan a desarrollar un sistema completo: el Análisis Transaccional.
Ocho ensayos escritos en un periodo de trece años desvelan los mecanismos de la intuición y
de la comunicación latente entre las personas.
«Hay un momento para el método científico y un momento para la intuición —uno trae consigo
más certeza, la otra ofrece más posibilidades; las dos juntas son la única base del pensamiento
creativo»
Eric Berne

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


381

FICHA TÉCNICA

Autor: Eric Berne


Título: LA INTUICIÓN Y EL ANÁLISIS TRANSACCIONAL
Colección: Análisis Transaccional
Prólogo: Felicísimo Valbuena
Páginas: 204
Tamaño: 21 x 14 cm
Encuadernación: Rústica con solapas.
Plaza de edición: Sevilla
Precio: 18 euros
Fecha de publicación: 10 de mayo de 2010
ISBN: 9788493703233

Más info: www.jederlibros.com


Blog: Blog: www.elotroladodelpoder.blogspot.com
www.elotroladodelpoder.blogspot.com
Autor: www.ericberne.com
Distribución a Librerías para España: www.paradox.es
Si te interesa, puedes entrar en nuestra web: www.jederlibros.com (sección “Librería”), regís-
trate y solicita tu ejemplar.
También, si lo prefieres, puedes enviar el cupón que te adjunto, por correo o fax. En unos días
estará disponible en las librerías.

VIDEOS

Nada, ni Avatar; ni el templario con pijama de rayas y un bidón de gasolina; ni la enésima pre-
cuela después (¿o puede que antes?) de la secuela de Star Wars. ¡¡El lanzamiento más espera-
do es éste!!
He metido demasiada gente en la coctelera y sólo espero no tener que necesitar un abogado.
Las únicas bendiciones (y sonrisas) oficiales con las que cuento son las de Claude Steiner y
Terry Berne.
Están calentitos y recién subidos.
Al final lo he hecho en dos partes. El máximo en YouTube son 10 minutos, y como me pasaba
de ese tiempo los he dividido en dos. Además son partes claramente diferenciadas.
Espero que te gusten, y ya me dirás qué te pareció, o si lo prefieres coméntalo en la misma
página.
Eric Berne Centennial 1ª Parte: http://www.youtube.com/watch?v=sC8hOIjwZYY
Eric Berne Centennial 2ª Parte: http://www.youtube.com/watch?v=BzxfvFsBdVg
Agustín Devós
EDITORIAL JEDER (Gisper Andalucía, S.L.)
C/ Fernando IV, 7 local – 41011 Sevilla
Tf: 95 427 54 07 - Fax: 95 428 29 88
Web: www.jederlibros.com - mail: info@jederlibros.com

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


382

RELACIÓN PROFESOR-ALUMNO. CAMINOS PARA SU MEJORA DESDE EL AT.

Autor: José Antonio San Martín


Publicado: Madrid, 2010

Este libro se integra en la cada vez más importante publicación de libros so-
bre AT en España. Tiene una característica distintiva: Se dirige, fundamental-
mente, a los profesores de Educación Primaria y Secundaria en España y el
autor facilita un CD con una presentación en Powerpoint (129 transparencias).
Por tanto, este libro viene a ser como un Curso “llave en mano” sobre el AT.
En cada Capítulo, el autor incluye un Comentario a las diapositivas y una serie
de actividades.
Por tanto, en esta época en la que las disposiciones legales en Educación
prácticamente obligan a los profesores a que estén en continuo reciclaje me-
diante cursos, el libro de San Martín puede ser un buen instrumento. Sobre todo, porque recorre
todos los niveles del AT. De esta manera, los profesores que quieran seguir progresando su co-
nocimiento y práctica del AT pueden encontrar aquí una buena pista para despegar.
Después de estos aspectos muy positivos del libro, también he de resaltar algunas zonas que
pueden mejorar. A pesar de su excelente edición, el libro tiene cierto aspecto antiguo, por la bi-
bliografía que cita. Cualquier lector que lea detenidamente el libro puede sacar la impresión de
que el AT es un asunto de hace bastantes años. El autor puede remediar esta impresión citando
las ediciones más recientes de los libros de Berne, por ejemplo; o integrando en el texto, y no
sólo en la bibliografía final, autores y obras que la editorial CCS, que él dirige, ya ha publicado.
También podría ampliar las actividades, abriéndose al mundo del cine y al de las series de televi-
sión. El libro adquiriría, así, un mayor dinamismo y podría resultar apasionante para muchas personas.
Finalmente, y como va dirigido a un público tan amplio como el de los profesores, vendría muy
bien aludir a la Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, tanto en papel como
en todos los números, desde su fundación, que figuran en la Página Web de AESPAT. Así podrí-
an irse elevando, cada vez más, desde la plataforma que constituye este libro.

Felicísimo Valbuena de la Fuente

A MONTREAL CHILDHOOD

Autor: Eric Berne (2010)


Editorial: Jeder, 176 páginas

Quiero comenzar esta reseña agradeciendo a Terry Berne que no se haya


limitado a sentir amor filial hacia su padre, pues en ese caso, se habría que-
dado para sí mismo la autobiografía que él descubrió entre los muchos pape-
les que dejó su padre. Ha tenido el acierto de saber lo muy importante que
esta autobiografía puede resultar para entender aspectos centrales del Análi-
sis Transaccional. Y a fuerza de constancia, en medio de sus muchos com-
promisos profesionales, ha logrado un texto que podemos leer muy bien y del que un guionista
inteligente podría extraer bastantes escenas para lograr una buena película.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


383

Sí, ya va siendo el momento en que, además de lograr que el público español conozca las
obras fundamentales de Eric Berne, también pueda verlo en la pantalla. Y si no basta con una
sola película, habrá que rodar varias. El personaje Berne es mucho más interesante que otros
muchos. Hace unos años leí la gruesa autobiografía de Richard Wagner- 735 págs-, uno de los
libros más aburridos que he leído en mi vida y del que dudo que pudiera extraerse una película
de calidad media.
En este trabajo de edición, Terry no ha estado solo. Ha contado con la ayuda del intrépido Agus-
tín Devós. Si los escolásticos definían el miedo como la trepidación de la mente ante un mal que
probablemente es inminente, Agustín desconoce el miedo y está logrando resultados que editores
de otros países, comenzando por los norteamericanos, ni siquiera se plantean. Entre otros, ir lo-
grando editar, poco a poco, las obras más importantes de Eric Berne y de otros discípulos de éste.
Lo primero que me pregunto es si nos encontramos ante una autobiografía en sentido estricto
o también ante una biografía de los padres de Eric. Porque el impulso inicial, lo que llevó a Eric a
escribir estas páginas fue la gran admiración y agradecimiento que sentía hacia sus padres. O
dicho de otra manera, este libro es un homenaje. Con lo cual, Berne también se adelantó, como
en muchas otras cosas, a su tiempo. Desde hace unos años, se están poniendo de moda «el li-
bro del abuelo». Es decir, ante el hecho comprobado de que los biznietos no se acuerdan ya del
padre de su abuelo, los padres encargan a alguna persona- en algunos casos, a un periodista de
investigación-, que grabe largas entrevistas con el abuelo, en las que éste pueda dar suelta a su
vanidad y contar su vida a su manera. Después, esa persona selecciona pasajes de esas entre-
vistas, los da forma y acaba ofreciendo un manuscrito a la familia a cambio de una buena remu-
neración. La familia intercala fotografías, se lo regala al abuelo, pero la finalidad fundamental es
que los nietos tengan un recuerdo claro de quién era su abuelo. Si Berne no entregó a sus hijos
el libro, es porque vivió menos de lo que probablemente él esperaba.
Lo primero que narra Berne es cómo acompañaba a su padre en las visitas a sus pacientes. Y
ya al comienzo se nos muestra en una de sus reacciones típicas. «Él (su padre) tocaba el timbre,
alguien abría la puerta, él entraba, la puerta se cerraba y ya no había más Padre. Yo miraba a la
puerta y la puerta no me decía nada de lo que pasaba detrás de ella». Y el niño Berne, que se
quedaba en el taxi, esperando a su padre, no tenía más actividad que pensar, porque la comuni-
cación entre el taxista y él era imposible, ya que el taxista sólo hablaba en francés y Berne des-
conocía ese idioma.
Al llegar a casa, el Doctor David Bernstein seguía atendiendo más y más pacientes. ¿No fue
viendo, día a día, el estilo de vida el que luego Berne empleó siempre?. ¡Trabajo, trabajo!. La
mayor preocupación del padre era que Eric y su hermana Grace fortaleciesen sus defensas fren-
te a las enfermedades que hacían morir a miles de niños. Les daba tónico con estricnina y así es
como logró que sus dos hijos no contrajesen enfermedad alguna.
Cuando habla de 1910, año en que nació, Berne resume algunos acontecimientos llamativos,
pero enseguida se eleva a hilos que van a formar la trama de su vida. Y con cierto aire de sus-
pense, habla de Viena, «donde un traficante de pinturas de veintidós años se sentaba en los ca-
fés leyendo periódicos políticos, mientras que no muy lejos en la misma calle un doctor con bar-
ba estaba organizando una asociación internacional interesada en curar enfermedades menta-
les. ¿Se cruzaron alguna vez el joven fracaso y el éxito barbudo en la calle durante esos días»
(Pág. 21). Así es como la inconfundible prosa berniana presenta a Hitler y a Freud.
Berne retrata a su padre como un médico científico, que fue corrigiendo sus hipótesis sobre el
factor fundamental que causaba la elevada mortalidad infantil. Primero, pensó que era el aire po-

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


384

lucionado. Por eso, los médicos recomendaban que los niños pasasen temporadas en el campo,
respirando aire puro. Después, David Bernstein se dio cuenta de que era la mala calidad de la le-
che la que desencadenaba esa especie de Peste Negra. Finalmente, se dio cuenta de que era el
contagio humano el factor decisivo. Por tanto, había que traer a los niños a la ciudad para recibir
un tratamiento que les fortaleciese contra las amenazas constantes de la muerte. Le llevó 15
años alcanzar la hipótesis definitiva. Y sentimos una gran pena cuando nos damos cuenta de
que ese médico murió poco después de alcanzar la luz científica, pero como le ocurriría a su hijo
Berne años después, no les dio tiempo a ver la Tierra Prometida de su vocación enteramente
realizada en el trato con los demás.
Cuando describe la calle de la Santa Familia, donde vivió durante veinte años, Berne se con-
vierte en un auténtico virtuoso de la Sociología. Muestra claramente los tres tipos de habitantes
que allí convivían sin gran armonía: Católicos, Protestantes y Judíos. Estudia con trazos certeros
cómo era cada comunidad, a qué trabajos se dedicaban y cuáles eran las relaciones de unos
con otros. Seguro que a los lectores españoles de la autobiografía de Berne, las páginas 39-42
les van a recordar la convivencia de cristianos, moros y judíos en Córdoba o en Toledo, por citar
sólo dos ciudades.
Y sorprende también que Berne dedique nada menos que veinte páginas –43-63– a presentar
dinámicamente su casa y cada rincón de ella. Con lo cual, la casa se convierte en un personaje
principal de la autobiografía. Como hizo Daphne du Maurier en Rebeca. Otra buena idea para
una película.
En medio de esas páginas, concretamente en la 54, Berne explica cómo su madre le inició en
la afición a la buena Literatura: Dickens, Shakespeare, Lamb, Hamsun, Heine, Balzac, Jokai, Ba-
con, Montaige y Swift. El resultado de esta influencia nos lo cuenta Berne más adelante. Éste de-
bía de ser tan inteligente que era capaz de aprenderse todo el contenido de los libros escolares
en dos días y luego se dedicaba, durante el año, a su pasión preferida: leer. De la lectura de mu-
chos libros, debió de extraer Berne su teoría del guión. Y sobre todo, de todo lo que su madre le
enseñó sobre los cuentos de hadas.
Después de morir el padre David, su madre Sarah fue capaz de guardar un duelo digno y,
después, se dedicó a ayudar a Eric y a Grace para que no sólo sobreviviesen físicamente, sino
para que fueran lo que querían ser. He llegado a convencerme de que Sarah se dedicó a su hijo
y a su hija como el padre de Mozart a él y a su hermana.
En lugar de seguir comentando esta apasionante biografía, invito a leerla teniendo presentes
las obras de Berne. Sobre todo, el Hola. Es muy fácil reconstruir el Guión de Berne partiendo de
las anécdotas que cuenta en este breve libro. Desde su relación con las mujeres a su determina-
ción de superar todos los obstáculos, que no fueron pocos. Hay optimismo y no resentimiento,
creatividad para distinguir las diferencias entre las personas, no maniqueísmo; confianza en sí
mismo y no ganas de revancha. Una auténtica obra de arte. Y en cuanto a la sonoridad del in-
glés, hace recordar el virtuosismo de un Raymond Chandler o de un Truman Capote, dos Paga-
ninis de una prosa que a la vez es enteramente clásica y actual.

Felicísimo Valbuena de la Fuente

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


385

NORMAS DE LA REVISTA DE ANÁLISIS TRANSACCIONAL


Y PSICOLOGÍA HUMANISTA

ÍNDICE DE LAS NORMAS DE PUBLICACIÓN www.aespat.com


Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista
–ISSN: 0212-9876–
1. INFORMACIÓN GENERAL DE LA REVISTA.
2. TIPOS DE ARTÍCULOS.
3. PREPARACIÓN DEL ARTÍCULO.
3.1. Extensión y mecanografiado.
3.2. Estructura de la “Portada” o “Primera Página”:
3.2.1. Título del artículo.
3.2.2. Autor/es.
3.2.3. Resumen.
3.2.4. Palabras clave.
3.2.5. Formas de presentar la primera página (español, inglés, francés).
3.3. Estructura del “cuerpo del artículo”.
3.3.1. Esquema estructural general del cuerpo del artículo.
3.3.2. Estructura específica según el nivel temático.
3.3.3. Citas de autores y de textos.
3.3.3.1. Formas de citar.
3.3.3.1.1. Citas de autores y de texto no literales.
3.3.3.1.2. Citas de autores y de texto literales.
3.3.3.1.3. Citas de citas.
3.3.3.1.4. Citas de INTERNET.
3.3.3.1.5. Citas de diccionarios, instituciones, manuales famosos, textos
bíblicos y antiguos.
3.3.4. Figuras y tablas.
3.3.5. Pies de página.
3.3.6. Referencias bibliográficas.
3.3.7. Distribución estructural de los apartados del artículo.
3.4. Modos de preparar el artículo, ya redactado, para su evaluación: 1) Con datos persona-
les, 2) Sin datos personales (anónimo).
3.5. Preparación de los “archivos electrónicos” del artículo: 1) Con los datos personales; 2)
Sin los datos personales.
4. PREPARACIÓN DE LA CARTA DE PRESENTACIÓN Y DE CESIÓN DE DERECHOS DE
AUTOR, “COPYRIGHT”.
5. ENVÍO, POR CORREO ELECTRÓNICO, A LA EDITORIAL DE LA REVISTA, DEL
ARTÍCULO Y DE LA CARTA DE PRESENTACIÓN.
6. PROCESO EDITORIAL.
6.1. Artículo “recibido” y “Aceptado”.
6.2. Artículo “Evaluado” y “aprobado” para su publicación.
6.3. Pruebas de imprenta y publicación editorial.
6.4. Otros aspectos.
7. ANEXOS: Anexo 1: Carta de presentación y cesión de derechos de autor (“copyright”). Ane-
xo 2: Revisión previa al envío del artículo a la Editorial. Anexo 3: Plantilla para la evaluación
anónima de los artículos. Anexo 4: Normas de la Revista.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


386

CARTAS AL DIRECTOR

Según las NORMAS, en el apartado “Normas editoriales de la Revista”:

La Revista abrirá una Sección de Correspondencia (“Cartas al Director”) en la que los lectores
puedan libremente criticar, clarificar o discutir trabajos ya publicados, u opinar acerca de la Asocia-
ción de Análisis Transaccional (AESPAT) y de esta Revista en general, enviando sus escritos al Apar-
tado de Correos: 60144 - 28080 Madrid, o sus mensajes a E-mail: garlla@yahoo.es Estos mensajes
(“Cartas al Director”) serán esmeradamente publicados y contestados en la Revista.

Las cartas no excederán de 20 líneas mecanografiadas. No se devolverán originales ni se mantendrá co-


municación con el remitente. Las cartas deberán incluir el Nº del DNI, el teléfono, el Correo electrónico y la di-
rección de quien las envía. La Revista podrá contestar a las cartas dentro de la misma sección.

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 63, Año 2010


Cortar y enviar a Apartado de Correos 60144 - 28080 Madrid
Boletín de Solicitud Conjunta de Asociación a AESPAT y Suscripción
a la Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista
Deseo pertenecer a la Asociación Española de Análisis Transaccional (AESPAT) y recibir su publicación
“Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista”, para lo cual me comprometo a abonar 45 €,
cuantía de la cuota del año 2011 para España.
Nombre y apellidos ..................................................................................................................................................................
Actividad profesional ................................................................................................................................................................
Domicilio ........................................................................................................................ Código Postal .................................
Localidad ........................................................................ País .............................................. N.I.F. ......................................
Teléfono ..................................... Fax ............................... E-mail ...................................... Web ..........................................
Fecha de Nacimiento ...................................... Nacionalidad ............................. Estudios ....................................................
Forma de pago:
■ Transferencia bancaria a AESPAT: Caja de Madrid - Conde de Peñalver, 6 - 28006 Madrid - c/c/c/ 2038-1006-63-6001231467
■ Domiciliación bancaria: Rellenar los datos adjuntos y la autorización, de pie de página, a su Banco o Caja, para que haga
efectivo dicho pago.

Entidad Bancaria ......................................................................... Código cuenta/cliente .......... / .......... / ....... / ..............................


Domicilio ......................................................................................o Postal ................................. Localidad ........................................
Fecha ................ de .................... de ...........
Firma


Cortar y enviar a Apartado de Correos 60144 - 28080 Madrid

Boletín de Solicitud de Suscripción a la Revista


de Análisis Transaccional y Psicología Humanista
■ Deseo suscribirme a la Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista por el período de un
año, renovable sucesivamente hasta nuevo aviso, para lo cual me comprometo a abonar 30 €, cuantía de
la suscripción del año 2011 para España
■ Deseo recibir el nº ......... de la Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista para lo cual me
comprometo a abonar 17 €, precio de un número suelto durante el 2011 para España.
Nombre y apellidos ..................................................................................................................................................................
Actividad profesional ................................................................................................................................................................
Domicilio ........................................................................................................................ Código Postal .................................
Localidad ........................................................................ País .............................................. N.I.F. ......................................
Teléfono ..................................... Fax ............................... E-mail ...................................... Web ..........................................
Forma de pago:
■ Transferencia bancaria a AESPAT: Caja de Madrid - Conde de Peñalver, 6 - 28006 Madrid - c/c/c/ 2038-1006-63-6001231467
■ Domiciliación bancaria: Rellenar los datos adjuntos y la autorización, de pie de página, a su Banco o Caja, para que haga
efectivo dicho pago.

Entidad Bancaria ......................................................................... Código cuenta/cliente .......... / .......... / ....... / ..............................


Domicilio ......................................................................................o Postal ................................. Localidad ........................................
Fecha ................ de .................... de ...........
Firma


Boletín de Domiciliación Bancaria (a enviar por usted a su Banco o Caja)
Cortar y enviar por usted a su Banco o Caja

Señores: les solicito que atiendan, con cargo a mi cuenta/libreta, y hasta nueva orden, el recibo que
anualmente les presentará la Asociación Española de Análisis Transaccional (AESPAT) para el pago de
mi cuota como asociado a la misma y de la suscripción a la Revista de Análisis Transaccional y
Psicología Humanista.

Nombre y apellidos ............................................................................................................ N.I.F. .....................................


Entidad Bancaria ......................................................................... Código cuenta/cliente .......... / .......... / ....... / .......................
Domicilio ......................................................................................o Postal ................................. Localidad .................................
Fecha ................ de .................... de ....

Firma

También podría gustarte