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Universidad del Valle

Licenciatura en Historia
Seminario del Historiador I
Juana Carolina Silva Manrique
Código: 1642750

Historia de las Mentalidades: Aproximaciones metodológicas​.


Rese​ñ​a analitica/ critica.

Solange Alberro es doctora en Historia por la Universidad de París IV Sorbona.


Profesora e investigadora del Centro de Estudios Históricos del El Colegio de México
desde 1989 hasta la fecha, directora de la revista ​Historia Mexicana desde 1992 hasta
2002, miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel III, miembro del Consejo
Editorial de la Revista Nexos (México) y Cuadernos Americanos (Sevilla) autora de más
de seis libros y con publicaciones alrededor de toda América Latina.

La intervención de la doctora inicia con un subtítulo sugerente: “​La emergencia de un


nuevo territorio: Las mentalidades” en donde describe en qué consiste esta nueva
emergencia como corriente historiográfica y hace la claridad que esta, no se trata de una
teoría explicativa o de un sistema filosófico, sino más bien que consiste en la necesidad de
dar cuenta de la complejidad en la realidad, compuesta de redes y combinaciones entre
distintas esferas, además de estudiar interrogantes que habían permanecido inexplotadas,
despreciadas o desconocidas. A la historia de las mentalidades le atañen temas
relacionados con la familia, la cultura popular, material, entre otros. Se resalta la
importancia de entender que la actitud mental fomenta nuevas problemáticas, que
partiendo del presente, se proyecta el investigador hacia un pasado y es de esta manera es
como se delimita un nuevo campo de investigación.

La doctora Solange nos introduce en su texto, mostrándonos, que la constante indagatoria


entre el presente y los elementos que nos da el pasado, es lo que le atañe a la historia de las
mentalidades, lo cual significa mucho más que una aparición metodológica, como tal se
debe entender como una reorganización de la realidad histórica a través de nuevas
problemáticas.

¿​Es novedosa la corriente historiográfica historia de las mentalidades?

La historia de las mentalidades es compleja y versátil, siendo asi, diversa y nada


sistemática, pero a pesar de ello, no quiere decir que no se valga de métodos como los que
utiliza la historia económica (método cuantitativo), el cual brinda un marco adecuado para
el análisis de un fenómeno. Respecto a esto, no podemos dejar de lado la periodización,
indispensable en la disciplina histórica, esta, nos brinda el largo plazo que permite apreciar
las evoluciones, por estáticas que parezcan, en el caso de comportamientos y mentalidades.
También algo especial y característico que señala la autora que posee, es la crítica hacia las
fuentes documentales, tratando de entender que estas no se deben tomar a manera de
verdad absoluta y que también poseen filtros y juicios de valor que hay que mirar muy de
cerca para poderlos evaluar y entender, porque es ahí donde el historiador debe analizar y
corregir o matizar aquellos tintes con la única finalidad de intentar llegar a una
“objetividad” que sustenta el fenómeno que le ocupa.
Discriminar los temas de investigación o negar su representatividad, quizá incluso verlos
como algo marginal y desprovisto de relaciones con el contexto social equivale a adoptar
juicios de valor que impiden que el investigador mantenga la distancia necesaria para
llevar a cabo el propósito de analizar. Esta situación es lo que hace especial a la historia de
las mentalidades, el hecho de poder tomar casos aislados o excepcionales y recuperarlos
dentro del mismo contexto que los suscito. Se hace la salvedad de que la historia de las
mentalidades se diferencia por mucho, de la sociología aplicada a la historia, porque busca
descubrir comportamientos y conductas colectivas.

Para esta corriente historiográfica es muy importante trabajar, también, de manera


cualitativa, y para ello es importante el discurso de la etnopsiquiatría. Cuando hablamos
del método cualitativo, innegablemente hablamos de situaciones cargadas de
subjetividades, haciendo que el análisis de los discursos se convierta no solo en algo
complejo de investigar y analizar, sino también en un método versátil al igual que la
etnopsiquiatría.
La etnopsiquiatria presenta ciertos problemas al utilizar las categorias de analisis de Freud,
ya que se puede poner en duda su validez bajo los discursos que repelen el eurocentrismo y
la homogeneización. Algunas de las categorías establecidas por Freud han sido refutadas
por la antropología social en comunidades que no integran como tal el mundo occidental,
sin embargo, resulta bastante útil y beneficioso hacer uso de este discurso como auxiliar
cuando se habla de sociedades con un mismo trasfondo cultural occidental. En resumen,
como tal, la utilización completa de cada uno de estos métodos, puede resultar innecesaria
o ineficaz, sin embargo se deja al talento per se del historiador, la utilización de cualquiera
de estos métodos para el análisis dentro de la historia de las mentalidades. La Doctora
Solange desarrolla muy bien la idea de que la disciplina histórica no se puede ni se podrá
posicionar como una ciencia que establezca leyes que permitan predecir el futuro, y
pretender que esto suceda o inclinar la balanza porque asi fuera, seria incurrir en un
positivismo que hace tiempo ha sido dejado atrás. Por esta misma razón, resulta un poco
problemático establecer una metodología estricta o única, pudiendo incluso incurrir en la
transdisciplinariedad al utilizar distintos discursos y/o métodos para analizar fenómenos
que bien o mal podrían interesarle a áreas como la sociología histórica o la antropología
histórica.
Lo que en algún momento se ha llamado “cultura” de manera burguesa para referirse o con
respecto a las obras de arte, la comunicación, y por sobretodo la controversia, parece ser el
medio más adecuado para estimular la imaginación y la creatividad, por esto, en el campo
de las mentalidades, lleno de subjetividades, la metodología no es más que una lista de
recursos que pudieran ser útiles para ser readaptados por el historiador.

El llamado de la doctora radica fundamentalmente en posicionarnos como “Artesanos


ingeniosos” que se valen de una diversidad inconmensurable de métodos para producir
material investigativo. El texto, ciertamente refleja la reseña de metodos de investigacion
posibles de utilizar en la historia de las mentalidades, los cuales se plantean más como
medios en pro de llegar a un fin, pero que no pueden asegurar este. Como tal, pareciera ser
una invitación al desarrollo e investigación de dicha corriente historiográfica con el fin de
generar discusiones transdisciplinares que sigan colocando en tela de juicio las
metodologías anquilosadas y de corte decimonónico que aún hoy en pleno siglo XXI se
siguen insistiendo, a pesar de las nuevas emergencias y de los nuevos paradigmas.
Bibliografía.

❖ ALBERRO, Solange​. “​Historia de las mentalidades: aproximaciones


metodológicas”​ en: ​Boletín de Investigaciones históricas, No. 6 (1991)

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