La Profecía de los

Siete Candeleros de
Oro

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La Profecía La primer visión que tuvo Juan
en su destierro en la desolada
de los Siete isla de Patmos fue la de un
candelero de oro de siete brazos
Candeleros y en medio de esas luminosas
lámparas, miró al Hijo del

de Oro
Hombre que le estaba hablando
y las primeras palabras que le
dijo de entre los siete candeleros
fueron:
Introducción:
No todos los que leen alcanzan “Yo soy el Alfa y Omega, el
a comprender el lenguaje primero y el último, escribe en
simbólico que se usa para un libro lo que ves y envíalo a
explicar la “Revelación de las siete iglesias que están en
Asia” Apocalipsis 1:11. Alfa y
Jesucristo”; se requiere que el Omega son la primera y la
hombre se interese por última letra
comprender esa revelación del alfabeto
mediante el estudio y griego,
meditación con el Espíritu de Jesucristo le
profecía; y es justamente esto lo estaba
diciendo que Él es el primero y
que recomienda el Señor al
el postrero, que Él es la cabeza y
decir: “Bienaventurado el que el cimiento de la Iglesia. Juan
lee y los que oyen las palabras tenía que estar plenamente
de esta profecía y guardan las cierto que estaba hablando con
cosas en ella escritas” el Cristo resucitado; el anciano
Apocalipsis 1:3. Juan ha de haber quedado
impresionado al contemplar
aquel que hacía unos 60 años lo

D esde luego
pretendemos conocer
no

todos los misterios del

Espíritu de profecía pues ni aún
el mismo apóstol Pablo lo
entendió todo, él mismo
escribió: “En parte conocemos y
en parte profetizamos” 1 que miró: “Y me volví para ver
Corintios 13:9
2
había visto crucificado y ahora
lo estaba viendo con una
radiante personalidad de un
cuerpo glorificado en medio de
aquellos siete candeleros de oro.
El apóstol Juan describió así lo
la voz que hablaba conmigo; y
vuelto, vi siete candeleros de
oro, y en medio de los siete
candeleros a uno semejante al
hijo del hombre, vestido de una
ropa que llegaba hasta los pies,
y ceñido por el pecho con un
cinto de oro. Su cabeza y sus
cabellos eran blancos como
blanca lana, como nieve; sus
ojos como llama de fuego; y sus
pies semejantes al bronce
bruñido, refulgente como en un
horno; y su voz como estruendo
de muchas aguas. Tenía en su
diestra siete estrellas; de su boca
salía una espada aguda de dos
filos; y su rostro era como el sol
cuando resplandece en su
fuerza.” Apocalipsis 1:12 – 16.
Así es el Cristo de la gloria
hoy, el Cristo resucitado, la
primicia de la resurrección,
el que estuvo muerto y
volvió a vivir, se le presentó
al anciano Juan como
sesenta años después de su
crucifixión y resurrección y
se le apareció entre aquellos
candeleros de oro.
Los Siete
Candeleros de Oro
Aquellas hermosas lámparas
que el apóstol Juan miró en el
cielo muchos años atrás, habían
sido vistas por sus ancestros en
aquel grandioso tabernáculo y
3
posteriormente en el glorioso
templo que el Rey Salomón
había construido en Jerusalén.
En el lugar Santo del Templo se
encontraba entre otras cosas un
majestuoso candelero
construido con manos
primorosas diseñado por el
mismo Dios: “Hizo así mismo el
candelero de oro puro labrado a
martillo; su pie, su caña, sus
copas, sus manzanas, y sus
flores eran de lo mismo, de sus
lados salían seis brazos; tres
brazos de un lado del
candelero. En un brazo tres
copas en forma de flor de
almendro, una manzana y una
flor, y en otro brazo tres copas
en figura de flor de almendro,
una manzana y una flor; así en
los seis brazos que salían del
candelero… hizo así mismo sus
siete lamparillas, sus
despabiladeras y sus platillos de
oro puro.” Éxodo 37:17 – 23.
Esas lámparas tenían que arder
continuamente en el altar del
Señor, y el pueblo era el
encargado de traer
combustible para mantenerlas
el
encendidas, la orden era: “Y tu
mandarás a los hijos de Israel
que traigan aceite puro de
olivas, molido para la
luminaria, para hacer arder
continuamente las lámparas”
Éxodo 27:30.
Pero por el mal
comportamiento de los hijos de
Israel fue destruido aquel
hermoso templo donde muchas
veces el Señor se manifestó, hoy
el Eterno no quiere habitar en
templos hechos de manos, pero
sí quiere que le edifiquemos un
templo espiritual para su
adoración: “Vosotros como
piedras vivas sed edificados una
casa espiritual, y un sacerdocio
santo para ofrecer sacrificios
espirituales, agradables a Dios
por Jesucristo” 1 Pedro 2:5. Y
dentro de esa casa espiritual
debe estar ese histórico y
simbólico candelero de oro y
tiene que arder con aceite de
oliva continuamente para
mantenernos en luz y a perpetua eternidad” Daniel
comunión con Dios.
En una región de Asia, hoy
conocida como Turquía, el
Señor encendió un luminoso
candelero, el cual estuvo
iluminando por casi dos
siglos la senda que conduce
al Dios Todopoderoso a miles
de extraviados.
Aquellos siete candeleros de oro
se volvieron un misterio y
claramente le dice el Cristo
Resucitado al anciano Juan: “El
misterio de las siete estrellas
que has visto en mi diestra, y de
los siete candeleros de oro: las
siete estrellas son los ángeles de
las siete iglesias, y los siete
candeleros de oro que has visto,
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son las siete iglesias.”
Apocalipsis 1:20.
El número siete en la simbología
bíblica significa algo completo,
podemos decir entonces que
esos siete candeleros de oro
significan la Iglesia del Señor
alumbrando al mundo en todos
los tiempos del cristianismo.
Ahora note que cada candelero
tiene una estrella el cual es cada
ángel que está en su respectivo
candelero y ese ángel es el
ministerio, son los predicadores
que generan la luz, la
enseñanza que la iglesia
proyecta a este mundo: “Los
que enseñan la justicia a la
multitud son como las estrellas
12:3.
La Iglesia tiene sus mensajeros,
hombres y mujeres que forman
esta luz para alumbrar al
mundo, la Palabra del Señor
compara como ángeles a esos
mensajeros, Pablo le dijo a los
cristianos de Galacia: “Me
recibiste como un ángel de
Dios” Gálatas 4:14.
Los hijos de Israel tenían el
deber de traer aceite puro de
oliva para hacer arder
continuamente las lámparas. De
igual manera hoy todos los que
conformamos la Iglesia del
Señor debemos traer aceite puro
para hacer arder las lámparas o
sea para que la Iglesia proyecte
la luz al mundo. Ese aceite de
oliva puro se entiende hoy
como la santidad, la
consagración al Señor: “Hallé a
David mi siervo lo ungí con mi
santa unción” Salmo 89:20.
¿Trae usted santidad,
consagración a la iglesia?
¿Contribuye con todo el
bienestar para el pueblo de
Dios?
De cada miembro depende el
tamaño de la luz que este
candelero le proyecte al mundo;
hay tantas formas para generar
luz de Dios en la Iglesia:
ejercitando el amor fraternal,
asistiendo puntualmente a las
reuniones, haciendo con cariño
la Obra que nos asignen,
santificándonos al Señor para
que nuestras oraciones sean
escuchadas; esto y mucho más,
significa traer aceite de oliva
puro para que arda el candelero
del Señor.
“Y en medio de los siete
candeleros de oro vi uno
semejante al Hijo del
hombre” Apocalipsis 1:13
Con esto entendemos que
Jesucristo está siempre entre su
iglesia observando
cuidadosamente nuestras
acciones. Él mismo lo dijo: “He
aquí yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del
mundo.” Mateo 28:20.
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Jesucristo siempre estará con
nosotros para animarnos, para
darnos su apoyo, Él estará
observándonos si estamos
trayendo aceite puro para hacer
arder el santo candelero de su
altar: “Así alumbre vuestra luz
dijo Jesucristo para que miren
tus obras buenas” Mateo 5:16.
El Primer Candelero
Ya dejamos establecido que los
siete candeleros levantados por
el Señor en el Asia menor
tipificaban las siete iglesias de
aquella región que literalmente
una vez existieron: “El misterio
de las siete estrellas que has
visto en mi diestra, y de los siete
candeleros de oro: las siete
estrellas son los ángeles de las
siete iglesias, y los siete
candeleros que has visto, son las
siete Iglesias.” Apocalipsis 1:20.
Estas siete congregaciones
estuvieron ubicadas en siete
comunidades del Asia menor
conocido hoy como Turquía y a
cada una de esas iglesias Dios le
envió una carta: “Yo soy el Alfa
y la Omega, el primero y el
último, escribe en un libro lo
que ves, y envíalo a las siete
Iglesias que están en Asia: Éfeso,
Esmirna, Pérgamo, Tiatira,
Sardis, Filadelfia y Laodicea.”
Apocalipsis 1:11
El primer candelero fue la
iglesia de Éfeso y mediante la
pluma del anciano Juan le dicen
esto: “Escribe al ángel de la
iglesia en Éfeso, el que tiene las
siete estrellas en su diestra, el
cual anda en medio de los siete
candeleros de oro, dice estas
cosas: Yo sé tus obras y tu
trabajo y paciencia y que tú no
puedes sufrir los malos, y has
probado a los que se dicen ser
apóstoles y no lo son, y los has
hallado mentirosos; y has
sufrido, y has tenido paciencia,
y has trabajado por mi nombre
y no has desfallecido. Pero
tengo contra ti que has dejado
tu primer amor, recuerda por
tanto de dónde has caído y
arrepiéntete y has las primeras
obras; pues si no, vendré presto
a ti, y quitaré tu candelero de su
lugar sino te hubieres
arrepentido” Apocalipsis 2:1 –
5 Grecia Clásica. Entendamos
La Primera Iglesia en Éfeso: La
ciudad portuaria de Éfeso
estaba situada a corta
distancia de la isla de Patmos,
por lo tanto, era lógico enviar
primero una carta a esta
ciudad y luego dejar que
circulara a las otras seis
iglesias; algunos arqueólogos
han descubierto los restos de
las carreteras romanas que
iban desde Éfeso hasta
Laodicea. “No es casualidad”
hace notar el arqueólogo John
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Mcray, que las cartas que se
encuentran en Apocalipsis
1:3 estuvieran ordenadas en
esta secuencia. Comenzando
en Éfeso hasta llegar a
Laodicea.
Antes de analizar
cuidadosamente el mensaje que
Dios le envía a la iglesia de
Éfeso, es necesario que nos
ubiquemos en el punto
geográfico e histórico donde se
encontraban estos candeleros.
Éfeso literalmente era el nombre
de una gran ciudad, tan
importante como otros lugares
donde se encontraban las
iglesias, estas congregaciones
estuvieron ubicadas entre el
mar Mediterráneo y el mar
Negro. Esas zonas donde se
desarrollaron estas iglesias que
se mencionan en Apocalipsis
fueron lugares donde se
desarrolló la civilización de la
esto: no es que la Iglesia se
llamara Éfeso sino el lugar
donde se encontraba la Iglesia,
claramente leemos: “Escribe al
ángel de la iglesia en Éfeso” esta
ciudad llegó a convertirse en un
gran emporio comercial muy
influyente en el mundo de
entonces. Era un puerto en la
ruta comercial proveniente de
toda el Asia menor y Palestina
hacia la gran Grecia; allí
literalmente se había edificado
un enorme faro que se miraba
desde muy lejos y servía para
orientar a los navegantes que se
conducían a Éfeso. Fue en esta
influyente ciudad que Dios
edificó una gran Iglesia, un
gran faro para orientar a todos
los extraviados y conducirlos al
Reino de Dios, fue Pablo el
hombre elegido para edificar
esta congregación, los primeros
trabajos de evangelización están
relatados por Lucas en el libro
de los Hechos. Pablo empezó
enseñando la sana doctrina en
la escuela de un hombre
llamado Tyramno: “… Y
apartándose Pablo de los judíos
y llevándose a los discípulos
disputaba cada día en la escuela
de un cierto Tyramno, y esto fue
por espacio de dos años. De
manera que todos los que
habitaban en Asia, judíos y
griegos oyeron la Palabra del
Señor Jesús.” Hechos 19:9 – 11
Grandes milagros obró el
Espíritu Santo mientras estuvo
Pablo en Éfeso: “Y esto fue
notorio a todos así judíos como
a griegos, los que habitaban en
Éfeso, y cayó temor sobre todos
ellos y era ensalzado el nombre
de Jesús.” Hechos 19:17
En esta iglesia hubo gente que
antes había practicado las
ciencias ocultas: “Así mismo
mucho de los que habían
practicado vanas artes, trajeron
los libros, y los quemaron
delante de los apóstoles: y
echada la cuenta del precio de
ellos, hallaron ser cincuenta mil
denarios.” Hechos 19:19.
7
Poco a poco el Señor fue
levantando un gran faro en este
punto estratégico de aquel
mundo del mar Mediterráneo,
gente grande e importante
entró a la Iglesia del Señor en la
ciudad de Éfeso. Pero esto
provocó gran oposición, se
menciona a un hombre malo
llamado Demetrio que tenía
una fábrica de hacer reliquias
de la diosa Diana, industria que
le dejaba fuertes ganancias, y
este hombre levantó un
tremendo revuelo en contra de
Pablo quien era en ese momento
la principal figura en el trabajo
de la Iglesia: “A los cuales
reunidos con los oficiales de
semejante oficio, dijo: varones,
sabéis que de este oficio
tenemos ganancia; y veis y oís
que este Pablo, no solamente en
Éfeso, sino a muchas gentes de
casi todo Asia, ha apartado con
persuasión diciendo, que no son
dioses los que se hacen con las
manos, y no solo hay peligro
que este negocio se nos vuelva
en reproche, sino que el templo
de la gran diosa Diana sea
estimado en nada, y comience a
ser destruida su majestad, la
cual honra todo el Asia y el
mundo. Oídas estas cosas, se
llenaron de ira, y dieron alarido
diciendo: ¡Grande es Diana de
los efesios! Y la ciudad se llenó
de ira y unánimes se arrojaron
al teatro, arrebatando a Gayo y
Aristarco, macedonios
compañeros de Pablo.” Hechos
19:25 – 29.

Fue en medio de esa
convulsa situación que Dios
edificó la iglesia en Éfeso, se
dio una lucha titánica y
Pablo estuvo al frente de
todo, esta duró tres años
hasta que dejó bien
montado el candelero de
Dios alumbrando con más
fulgor que el famoso faro
de la ciudad de Éfeso.
El primer Obispo que se ordenó
en Éfeso fue el joven Timoteo:
“Como te rogué que te quedases
en Éfeso, cuando partí para
Macedonia, para que mandases
a algunos que no enseñen
diversas doctrinas” 1 Timoteo
1:3.
Bajo la dirección de Timoteo y
asesorado por Pablo mediante
cartas, este joven ministro
desarrolló la Iglesia de Éfeso, la
cual fue un gran bastión del
cristianismo en el primer siglo
de nuestra era. El último obispo
de esta Iglesia según la historia
se llamó Polícrates, quien luchó
duramente contra la
descarriada Iglesia de Roma,
uno de los puntos que sostuvo
Polícrates fue la
conmemoración de la Cena del
Señor una vez al año en el
décimo cuarto día de la luna
nueva de la primavera. En
cambio los cristianos de roma
estaban instituyendo la Cena del
Señor todos los días.
8
Después de haber leído un poco
de la historia de esta iglesia
veamos que dice el Señor en la
carta que le envía.
El mensaje a Éfeso empieza
identificando el remitente de la
carta; “aquel que tiene en su
poder las siete estrellas” que son
los siete ángeles o ministerios de
cada iglesia y Él anda en medio
de los siete candeleros de oro,
esto significa que Jesucristo está
en medio de las iglesias y Él
estará presente hasta la
consumación de los tiempos.
Es por ello que creemos con
absoluta firmeza que el pueblo
del Señor no se extinguió, en
algunos tiempos pudo haber
quedado como dice la profecía:
“Como un pábilo humeante”
Pero luego volvió a encenderse
la llama, porque la Iglesia del
Señor no puede morir, ella está
edificada sobre el Cristo
viviente y Él es quien anda en
medio de los siete simbólicos
candeleros de oro.
Jesucristo ha andado con su
pueblo en las buenas y en las
malas, en las tribulaciones y en
las bonanzas: “Yo sé tus obras.
Y tu trabajo y paciencia, y que
tú no puedes sufrir los malos, y
has probado a los que dicen ser
apóstoles y no lo son, y los has
hallado mentirosos y has
sufrido y has tenido paciencia, y
has trabajado por mi nombre, y
no has desfallecido” Apocalipsis
2:2 – 3
¡Qué tremenda y consoladora
salutación! El Señor reconoce de
esta iglesia que había estado
cumpliendo la función de un
luminoso candelero; había
trabajado febrilmente por el
empuje de la causa del
Evangelio. Timoteo había estado
cumpliendo su misión. Y este
mensaje también es aplicable a
nuestros días, Dios reconoce
nuestra labor en su Obra,
cuando actuamos, cuando
trabajamos como hizo la iglesia
de Éfeso, sin duda alguna que el
Señor nos dice lo mismo: “Has
sufrido, has tenido paciencia,
has trabajado por mi nombre, y
no has desfallecido.”
¡Qué precioso es ver en la
Iglesia del Señor hombres y
mujeres de este quilate! que
trabajen por esta causa sin
desfallecer; hombres cuidadosos
en mantener los principios que
Pablo enseñó. El Señor les dice:
“Has probado los que se dicen
ser apóstoles y no lo son y los
has hallado mentirosos.”
Apocalipsis 2:2
Mantuvieron incólume la fe que
habían heredado de Pablo, no
así otras iglesias como los
Gálatas y los Corintios que con
facilidad se torcían y hubo que
luchar para volverlos a su
primitiva fe.
Pero tal parece que la Iglesia de
Éfeso cuando le llega la carta
estaba entrando en una
9
tremenda decadencia, ya se le
estaba terminando el interés y el
cariño por la causa del Señor,
por eso la exhortación es: “Pero
tengo contra ti que has dejado
tu primer amor. Recuerda por
tanto de dónde has caído, y
arrepiéntete, y has las primeras
obras, pues sino Vendré presto
a ti, y quitaré tu candelero de
tu lugar, sino te hubieres
arrepentido.” Apocalipsis 2:5.
Grandes y sobresalientes obras
había estado haciendo la Iglesia
de Dios en Éfeso en las primeras
décadas de su existencia: uno de
sus trabajos fue alojar a millares
de cristianos que llegaron de la
Iglesia de Jerusalén cuando
venían huyendo, durante la
destrucción en el año 70 d.C.
muchos pobres se fueron a
refugiar a Éfeso, y esta Iglesia
como era grande y fuerte los
amparó, dándoles abrigo a
todos aquellos damnificados,
realmente había demostrado ser
una Iglesia de mucho amor, le
ponía fuerza al anuncio del
Reino de Dios, pero cuando le
llega la carta ya no tenían
mucho ánimo para mantener
ese ritmo de vida espiritual y la
advertencia fue: “Si no te
arrepientes, vendré presto a ti y
quitaré tu candelero de su
lugar.” Apocalipsis 2:5. Al decir
que le quitaría el candelero le
estaba diciendo que la Iglesia en
ese lugar ya no seguiría
alumbrando, que le quitaría la
bendición de tener gente
inteligente y dinámica, dejaría
de ser una iglesia líder en aquel
lugar, y todo esto sucedería si
no se arrepentía y volvía a su
primer amor.
No se sabe mucho acerca de lo
que le sucedió a esta Iglesia. La
historia relata que la gran
ciudad de Éfeso fue sacudida
por un terrible terremoto en el
segundo siglo d. C. y el faro que
había para alumbrar a los
navegantes fue destruido, la
importancia de la ciudad de
Éfeso terminó quedando en
ruina; y debido a la situación
imperante en esta ciudad el
candelero de la Iglesia, fue
movido para otro lugar.
Esta carta es aplicable para
nuestros días: pues en ella le
dicen: “El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las
Iglesias” Apocalipsis 2:11. El
mensaje no solo era para la
Iglesia de Éfeso claramente dice
el remitente “lo que el espíritu
dice a las Iglesias”, cuando
nosotros entramos a la Iglesia
del Señor nos sentimos
fascinados por su doctrina y
somos fervientes en la causa,
pero nos puede acontecer lo de
la iglesia de Éfeso, que andando
el tiempo podemos enfriarnos
espiritualmente, nos cansamos
de cooperar para mantener
ardiendo el candelero de la
predicación. Tal vez los afanes
de la vida material pueden
hacernos sucumbir en esta
parte de la fe. Debemos tener
10
mucho cuidado, pues: “Nos
pueden quitar el candelero”,
como le aconteció a la iglesia en
Éfeso.
Doctrina de los
Nicolaítas
Había sido tanta la fortaleza que
tuvo esta iglesia que aún
habiéndose olvidado del primer
amor todavía seguía
manteniendo la sana doctrina:
“Más tienes esto, que aborreces
los hechos de los nicolaítas: los
cuales yo también aborrezco. El
que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias. Al
que venciere, le daré a comer
del árbol de la vida, el cual está
en medio del paraíso de Dios.”
Apocalipsis 2:6 – 7
La doctrina de los nicolaítas fue
rechazada por la iglesia en
Éfeso, doctrina que el Señor
también aborrecía, al principio
dijimos que esta iglesia podía
detectar aquellos que se decían
ser apóstoles y no lo eran y los
encontraban mentirosos, en ese
tiempo hubo una efervescencia
de apóstoles fraudulentos de
Cristo enseñando diversas
doctrinas y entre ellos estaban
los nicolaítas. No se sabe
realmente quienes fueron estos
hombres, a juzgar por el
nombre algunos dicen que
provenían de Nicolás el
prosélito de Antioquia.
Uno de los puntos fuertes que la
Iglesia en Éfeso tuvo que
defender cuando Timoteo era
uno de sus obispos, fue que la
mujer no debía tomar el mando
de la iglesia, Pablo le decía a
Timoteo: “La mujer aprenda en
silencio, con toda sujeción
porque no permito a la mujer
enseñar, ni tomar autoridad
sobre el hombre sino estar en
silencio” 1 Timoteo 3: 11 – 12.
Esta herejía se introdujo en
algunas iglesias como en la
iglesia de Corinto y la de Éfeso,
Pablo aconsejó al obispo de
Éfeso que no fuera a quebrantar
la regla en el culto; las mujeres
tienen que aprender en silencio
no deben existir pastoras ni
ministras en la dirigencia de la
iglesia. Esta iglesia no dio
problemas por asuntos de
doctrina, mantuvo la fe
justamente como se lo había
enseñado el apóstol Pablo.
Tenemos que admirar la
abnegación, el trabajo, la
constancia, por hacer progresar
la Obra de Dios como lo tuvo la
Iglesia de Dios en Éfeso,
tenemos que admirar también
la firmeza que mantuvo esta
iglesia en sostener los principios
de la fe original pero debemos
corregir el error que ella
cometió de haberse olvidado del
primer amor, ese cariño
ferviente que adquiere el
hombre en los primeros días de
caminar en el Evangelio, porque
11
si nos olvidamos de ese amor
nos pueden quitar el candelero.
El Mensaje a la Iglesia
que estaba en Esmirna
Este es el segundo candelero
que se nos presenta en la
profecía.
Datos Históricos:
La siguiente ciudad en la
antigua ruta postal era Esmirna,
situada a unos 60 Km. De Éfeso.
Era una ciudad floreciente y el
centro principal de la adoración
al emperador romano.
Esta iglesia está representada
como la segunda lámpara en
aquel simbólico y misterioso
candelero que vio el anciano
Juan. El remitente de la carta a
la iglesia de Esmirna se
identifica así: “Y escribe al
ángel de la iglesia en Esmirna:
el primero y postrero, el que
estuvo muerto y vivió, dice
esto:” Apocalipsis 2:8.
El remitente de esa carta no es
otro más que Jesucristo el
primogénito de toda creación;
Él es quien mediante la palabra
escrita o por la inspiración
Divina ha animado siempre a su
pueblo. Esmirna era una ciudad
rica y poderosa, pero los
cristianos que vivieron allí
fueron víctimas del maltrato del
imperio romano porque no
adoraban al emperador.

Los cristianos de Esmirna
fueron un blanco especial
durante la persecución del
emperador Domiciano, pues
la historia de la ciudad
indicaba que era una fiel
aliada de Roma. Por su lealtad
había sido declarada una
ciudad libre; el comentarista
William Barclay explica:
“Mucho antes de que Roma
se convirtiera en amo del
mundo, Esmirna había
echado su suerte con ella,
jamás vacilaría en su
fidelidad a Roma”
Los cristianos podrían tener
paz en Esmirna si portaban
un certificado que indicaba
que habían ofrecido incienso
al emperador y lo
proclamaran su señor.
Los habitantes de Esmirna
vivieron inmersos en las
prácticas del paganismo y les
era muy difícil reconocer a
Cristo con su enseñanza divina
y veraz.
Esmirna, esta palabra significa
“Mirra” o “Muerte”, la mirra es
una resina chiclosa de olor
trascendente, amarga y de color
rojo, la produce un árbol de la
familia burcereasia de Arabia y
Abisinia, la usaron los antiguos
para embalsamar a los muertos
y también la daban a beber para
acelerar la muerte a los reos.
Esta Etimología de Esmirna
encaja con los sufrimientos,
12
amarguras y muertes que sufrió
la Iglesia del Señor en ese lugar
y en otros más por varios siglos.
El mensaje que le da el Señor es:
“Yo sé tus obras, y tu
tribulación y tu pobreza (pero
tú eres rico) y la blasfemia de
los que se dicen ser judíos y no
lo son, más son sinagogas de
Satanás.” Apocalipsis 2:9. La
iglesia había quedado pobre, le
expropiaron sus bienes
materiales por no adorar al
emperador romano, perdieron
sus derechos civiles, pero a
pesar de todas esas luchas ellos
eran ricos en la fe y en la
esperanza. A pesar de todo lo
que les había sucedido no
negaron su fe. Los endurecidos
judíos llenos de celos sin ciencia
también ultrajaron
groseramente a la pobre iglesia
que estaba en Esmirna. Estos
hermanos fueron realmente
como la mirra cuando los
estrujaban; revestidos de paz y
de esperanza expandían un
trascendente olor de santidad y
de Vida Eterna: “Porque para
Dios somos grato olor de Cristo
en los que se salvan…” 2
Corintios 2:15.
Esta Iglesia existió en la época
que vivieron aquellos rapaces
emperadores que se complacían
en cubrir con brea a los
seguidores de Cristo y
prenderles fuego para que
alumbraran en las plazas
públicas a fin de callar la voz de
los que creían en el Señor. En
aquel azaroso tiempo, las
mujeres recibieron sus muertos
como si habían resucitado.
Otros fueron estirados y
tuvieron el valor de no aceptar
rescate para ganar mejor
resurrección, otros
experimentaron vituperios y
azotes, y a más de esto prisiones
y cárceles; fueron apedreados,
aserrados, pasados por cuchillo,
anduvieron de acá para allá
cubiertos de pieles de ovejas y
de cabras, pobres, angustiados y
maltratados, Hebreos 11:33 –
38.
No olvide que fueron la
mirra que en su martirio
dieron un perfumado y
trascendente olor de fe y de
esperanza al mundo. Casi
doscientos años duró esta
amarga situación para
Esmirna.
Pero el Señor los había
preparado para que soportaran
ese tiempo de angustia: “No
tengáis ningún temor de las
cosas que has de padecer, he
aquí el diablo ha de enviar
algunos de vosotros a la cárcel,
para que seáis probados y
tendréis tribulación diez días.
Se fiel hasta la muerte y yo te
daré la corona de la vida.”
Apocalipsis 2:10.
13
Esta tribulación de diez días
puede tener doble significado:
1) La persecución de diez
emperadores romanos
comenzando con el perverso
Nerón en el año 67 d.C. y
terminando con el
sanguinario Deoclesiano en
el año 313 d.C.
2) Diez años de continua y
cruel persecución que
Deoclesiano llevó a cabo
entre los años 301 al 313
d.C. el periodo del reinado
de este hombre la historia lo
califica como la era de los
mártires (Tomado del
diccionario enciclopédico de
Salvat, página 383-384).
Deoclesiano fue uno de los
enemigos más acérrimos del
Evangelio de Cristo, ultrajó a la
iglesia que estaba en Esmirna y
a muchos cristianos esparcidos
en el imperio de los lobos
rapaces de Roma. Pero aquellos
cristianos paladinamente
contendieron por la fe dada un
día a los santos (Judas 1:3). El
Señor cierra su mensaje a esta
Iglesia con estas palabras: “El
que tiene oído oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias. El
que venciere no recibirá daño
de la muerte segunda.”
Apocalipsis 2:11. Claramente
leemos que el mensaje no solo
era para Esmirna sino para
todas las iglesias, así dice su
mensajero: “El que tiene oído
para oír oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias.”
Confiemos en las palabras que
dijo el Maestro que el que
perdiere su vida por causa de Él
la hallará, el que venza las
acechanzas del mundo la
segunda muerte no le tocará.
Esta muerte segunda se operará
después que se dé la segunda
resurrección: “Y el infierno y la
muerte fueron lanzados al lago
de fuego. Esta es la muerte
segunda.” Apocalipsis 20:14.
Como descendientes de Adán
tenemos que experimentar la
primera muerte, dejaremos
todo, riquezas, honores, títulos.
Lo único que podemos llevarnos
es la fe en el corazón. Si le
somos fieles como los hermanos
de Esmirna saldremos
victoriosos de la segunda
muerte, entonces podremos
decir cómo está escrito:
“¿Dónde está oh muerte tu
aguijón? ¿Dónde oh sepulcro tu
victoria?” 1Corintios 15:55.
La Iglesia de Esmirna nos da un
gran ejemplo de fidelidad a
pesar de que quedaron pobres
por la persecución,
mantuvieron incólume su fe y
se hicieron ricos en Dios,
imitemos este ejemplo;
entreguémonos a Dios no
importando nuestra situación
económica, y estemos ciertos
que todos los que quieran vivir
piadosamente en Cristo Jesús
padecerán persecución. 2 nuestros días: “Escribe al ángel
Timoteo 3:12.
14
El Mensaje a la
Iglesia que estaba en
Pérgamo
Pérgamo, era la capital romana
del Asia menor (Turquía)
aunque esta ciudad jamás
alcanzó la grandeza comercial
de Éfeso o Esmirna, fue
indiscutiblemente el centro
religioso médico y artístico de la
región. Su famosa biblioteca
con sus doscientos mil rollos de
pergamino solo era superada
por la biblioteca de Alejandría
en Egipto.
Esta palabra Pérgamo, en el
antiguo siríaco quiere decir
“Unión o Amalgamación”. Fue
una ciudad entregada a la
idolatría; allí edificaron un
templo a un tal Esculapio hijo
de Apolo; y era adorado en
forma de serpiente viva; por eso
el Señor le advierte a esa iglesia
que estaba viviendo en la silla
de Satanás.
El nombre Esculapio o
Asclepio Soter, cuyo
equivalente en latín es la
“serpiente instructora del
hombre y su salvador”
El mensaje a la Iglesia de
Pérgamo era urgente y encierra
un gran significado para
de la iglesia en Pérgamo: el que
tiene la espada aguda de dos
filos, dice estas cosas: yo sé tus
obras, y donde moras, donde
está la silla de Satanás; y
retienes mi nombre y no has
negado mi fe, ni aun en los días
que fue Antipas mi testigo fiel,
el cual ha sido muerto entre
vosotros, donde Satanás mora.
Pero tengo unas pocas cosas
contra ti: porque tienes ahí a los
que tienen la doctrina de
Balaam, el cual enseñaba a
Balac a poner escándalo delante
de los hijos de Israel, a comer
cosas sacrificadas a los ídolos, y
a cometer fornicación. Así
también tú tienes a los que
tienen la doctrina de los
nicolaítas, la cual yo aborrezco.
Arrepiéntete porque de otra
manera vendré presto a ti y
pelearé contra ellos con la
espada de mi boca.” Apocalipsis
2:12 – 16.
Esta espada que el Señor posee
es el poder de su Palabra:
“Porque la palabra de Dios es
viva y eficaz y más penetrante
que toda espada de dos filos,
que alcanza a partir el alma y
las coyunturas, y discierne las
intenciones y los pensamientos
del corazón.” Hebreos 4:12.
Muchos que eran parte de la
organización de Dios en la
ciudad de Pérgamo no se daban
cuenta del peligro que tenían,
no habían entendido aún que
estaban viviendo donde Satanás
tenía su silla, ellos no sufrieron
persecuciones como los
cristianos que moraban en
15
Esmirna, este fue otro tipo de
persecución que el diablo
fraguó. En Pérgamo se respiraba
una atmósfera saturada de
espiritismo, ocultismo, y de
todas esas doctrinas diabólicas.
Aquel dios que habían
levantado los de Pérgamo el
cual llamaban Esculapio y lo
adoraban en forma de
serpiente, esto estaba afectando
espiritualmente a los seguidores
de Jesús. Satanás había
infiltrado en la congregación
del Señor la trastornadora
doctrina del perverso Balaam,
por eso la exhortación era:
“Pero tengo unas pocas cosas
contra ti, porque tú tienes ahí
los que tienen la doctrina de
Balaam, el cual enseñaba a los
hijos de Israel a comer de cosas
sacrificadas a los ídolos y
cometer fornicación: así
también tú tienes los que tienen
la doctrina de los nicolaítas, lo
cual yo aborrezco.” Apocalipsis
2:14 – 15.
Dice el historiador William
Barclay que personas de
todas partes del mundo
concurrían a Pérgamo y
llegaban al templo de
Esculapio, conocido como el
dios de la sanidad. Había
numerosos cuartos para
hacer el tratamiento,
dormitorio para los
tratamientos siquiátricos de
incubación y
autosugestión… Los
pacientes que venían al
santuario creían que la
serpiente Esculapio los iba a
salvar.

autosugestión… Los
pacientes que venían al
santuario creían que la
serpiente Esculapio los iba a
salvar.
El origen de la adoración a la
serpiente en Pérgamo, algunos
historiadores lo rastrean desde
la caída del imperio babilónico
cuando varios sacerdotes
caldeos trasladaron su centro
religioso a Pérgamo: “Los
caldeos derrotados huyeron al
Asia menor y establecieron su
escuela principal en Pérgamo.”
Explica el historiador William
Barclay.
Y en la Iglesia del Señor se
infiltró la doctrina de Balaam,
Balaam fue un profeta de Dios
pero luego se desvió del Camino
derecho, sedujo a los hijos de
Israel cuando venían por el
desierto a que cometieran
fornicación con las hijas de
Moab. Números 25:1 – 9
hicieron una alianza impía lo
cual no agradó al Señor.
En forma figurativa esto
representa la unión ilegal entre
el pueblo de Dios y el mundo
“No os juntéis en yugo con los
infieles” 2 Corintios 6:14 Dios
siempre ha tenido ese santo
celo, no acepta que un discípulo
participe en relaciones
amorosas con los ídolos, ni con
filosofías demoníacas: “No
podéis beber la copa del Señor y
16
la copa de los demonios.” 1
Corintios 10:21. ¡CUIDADO
CON PROVOCAR A CELOS A
DIOS!
Un verdadero cristiano no debe
unirse con las doctrinas de
Balaam, el cual enseña a
fornicar con otros dioses. Este
problema de apostasía, de
casamiento ilegal con las
doctrinas y costumbres idólatras
que se dio en la iglesia que
estaba en Pérgamo también se
dio después y en una forma
mayúscula con los cristianos
que estaban en la ciudad de
Roma. Después que el perverso
Nerón le puso fuego a Roma y
les echó la culpa a los
cristianos, los seguidores de
Jesucristo tuvieron que
esconderse en las sucias y frías
catacumbas de la ciudad
imperial. Por mucho tiempo
pasaron en esa situación pero
ahí en las catacumbas eran
hombres y mujeres pulcros,
almas consagradas a Dios, no
tenían compromiso con ningún
rey solo con el Rey del Cielo
pero sucedió que después de la
muerte de Deoclesiano,
Constantino el Grande fue
llamado de las tropas de
Bretaña para ser proclamado
emperador, pero esto no sería
nada fácil pues tenía cinco
rivales que vencer. Constantino
trató de tranquilizar el imperio
buscando la afinidad entre
cristianos y paganos, para el
efecto creó un estandarte que
tenía la cruz y el monograma de
Cristo.
Existe una leyenda la cual dice
que en el año 312 mientras se
dirigía a combatir contra
Magencio uno de sus rivales;
vio en el cielo un trofeo
luminoso de la cruz, colocado
sobre el sol de mediodía con
una inscripción que se leía:
“Con este signo vencerás”. A
partir de ese momento,
Constantino luchó por casar el
cristianismo con el paganismo
romano, como lo hizo Balaam
con Israel y las moabitas, muy
sigilosamente Constantino como
aquel Balaam enamoró a
aquellos grandes paladines que
habían sostenido la fe dada a los
santos, esto se ve claramente en
el edicto de Milán publicado en
el año 313, d.C. este edicto fue
preparado por Constantino y su
colega Licinio, y dice así:
“Hemos decidido otorgar a los
cristianos y a todos los demás,
perfecta libertad de practicar la
religión que crean mejor” Con
este edicto de Constantino el
Grande, hizo que muchas de las
doctrinas de los paganos
romanos se introdujeran al
cristianismo y muchos de
aquellos cristianos por amor a
la comodidad y la buena vida,
aceptaron la alianza, le
creyeron a la doctrina de
Balaam en ese tiempo de la
historia se dieron los grandes
cambios doctrinales,
astutamente cambiaron el
17
sábado día de la adoración de
Dios e introdujeron la
adoración del domingo día
dedicado al dios sol (Consulte la
obra titulada: Investigaciones de
la iglesia capitulo 6-7 página
51) esto se desarrolló tan al
extremo que la iglesia fue unida
al estado y se convirtió en un
poder político - religioso.
Constantino llegó a ser
reconocido como la cabeza de
la iglesia y llevó el título de
Pontifex, el mismo título que
ostentaron más tarde los
jerarcas de la Iglesia de Roma.
Se había repetido la historia de
Pérgamo, gran parte del
cristianismo se casó con el
imperio romano.
Hoy tenemos un cristianismo
leudado, practica algunas cosas
del Verdadero Evangelio, pero
también practica tradiciones de
la Roma pagana. Pero el Señor
no está de acuerdo que un
verdadero seguidor de Él se dé
en casamiento con los dioses
paganos; tarde o temprano el
Señor vendrá contra los que se
han casado con los dioses de
Roma.
El Señor termina su carta a
Pérgamo diciéndole: “El que
tiene oído oiga lo que el Espíritu
dice a las Iglesias”. Apocalipsis
2:17
El Mensaje a la Iglesia
que estaba en Tiatira
 “Y escribe al ángel de la iglesia
en Tiatira: el hijo de Dios, el que
tiene ojos como llama de fuego,
y pies semejantes al bronce
bruñido, dice esto: yo conozco
tus obras, y amor, y fe, y
servicio, y tu paciencia, y que
tus obras postreras son más que
las primeras.” Apocalipsis 2:18
– 19
Datos Históricos:
Como a sesenta kilómetros al
oriente de Pérgamo estaba la
ciudad de Tiatira, un
importante centro comercial de
lana y productos textiles.
Cuando la ciudad fue excavada
entre los años 1968 y 1971 los
restos arquitectónicos indicaban
que la ciudad tenía el estilo
romano de pórticos y edificios
públicos, además de un templo
dedicado a la diosa Artemisa. La
ciudad era famosa por sus finas
telas de lana, que normalmente
eran teñidas en un tono que
llegó a conocerse como la
púrpura de Tiatira.
En la primer gira por Europa,
el apóstol Pablo en la ciudad
de Filipo, primera provincia
de Macedonia, y justamente
en un día sábado a la orilla
de un río donde Pablo
acostumbraba hacer la
oración, se reunieron varias
mujeres: “Entonces una
mujer llamada Lidia,
vendedora de púrpura, de la
ciudad de Tiatira, que
adoraba a Dios, estaba
oyendo; y el Señor abrió el
corazón de ella para que
estuviese atenta a lo que
adoraba a Dios, estaba
oyendo; y el Señor abrió el
corazón de ella para que
estuviese atenta a lo que
Pablo decía.” Hechos 16:13
– 14.
La pala del arqueólogo ha
descubierto inscripciones en los
escombros de esa ciudad de
Tiatira y revelan la existencia de
importantes gremios
comerciales, muchos de ellos
relacionados con una pujante
industria textil. Siendo Tiatira
un gran centro religioso
dedicado a la diosa Artemisa,
conocida también como Venus
entre los griegos y siendo
también sede de poderosos
gremios que exigían a sus
trabajadores la participación
religiosa en sus banquetes, era
difícil para los cristianos que
moraban en esa ciudad no caer
en la idolatría; el comentarista
León Morris, explica: “los
poderosos gremios comerciales
en esa ciudad hubieran hecho
muy difícil para un cristiano
ganarse el pan cotidiano sin
pertenecer a alguna de estas
asociaciones.” Pero al ser
miembro, uno debía asistir a los
banquetes gremiales, esto
significaba comer carne que
primero había sido sacrificada a
un ídolo ¿Qué podía hacer el
cristiano? Si no se ajustaba a las
normas quedaba sin trabajo.
Otro hecho que empeoraba la
situación era que a menudo
18
estos banquetes degeneraban en
un desenfreno sexual. Por ello
en la carta a Tiatira les dice:
“Pero tengo unas pocas cosas
contra ti: que toleras que esa
mujer Jezabel, que se dice
profetiza, enseñar y seduzca a
mis siervos a fornicar y a comer
cosas sacrificadas a los ídolos. Y
le he dado tiempo para que se
arrepienta, pero no quiere
arrepentirse de su fornicación.
He aquí, yo la arrojo en cama, y
en gran tribulación a los que
con ella adulteran, sino se
arrepienten de las obras de
ella.” Apocalipsis 2:20 – 22.
Jesucristo sabía y le reconoce
a Tiatira las obras que había
hecho, la caridad, servicio y
fe, y que sus obras últimas
eran mejores que las
primeras. Apocalipsis 2:19
Pero lo que tenía contra ella es
que estaban permitiendo a una
mujer que se llamaba Jezabel
que se decía ser profetiza y con
esa profecía engañaba y
enseñaba a fornicar y a comer
cosas ofrecidas a los ídolos. El
ministerio de la iglesia que
estaba en Tiatira permitía que
aquella seductora mujer
instruyera a la iglesia y les diera
dirección a los ministros. Por
eso el Señor exhorta a aquella
congregación, el Espíritu Santo
le prohíbe terminantemente a la
mujer que tome la dirección de
la congregación de Dios, así
está escrito: “La mujer aprenda
19
con toda sujeción, porque no
permito a la mujer enseñar, ni
tomar autoridad sobre el
hombre, sino estar en silencio
porque Adán fue formado
primero y después Eva.” 1
Timoteo 2:11-13. Esto es lo que
dice el Espíritu del Señor; toda
mujer santa y temerosa de Dios
respeta este mandamiento ella
está consciente que no es su
responsabilidad dirigir la
organización del Señor, sino los
varones, si esto se hace en
alguna iglesia es apostasía o
rebelión a los decretos divinos.
En este craso error cayó la
iglesia que estaba en Tiatira; y
el Señor a través de esta carta le
exhorta que se arrepienta. El
espíritu de aquella mujer
Jezabel que se decía ser
profetiza en los tiempos de la
iglesia de Tiatira no ha muerto,
ahora más que nunca se ve muy
fuerte en el mundo religioso
cuantas mujeres se
autodenominan pastoras y
ministras, asegurando que el
Señor las ha autorizado para
organizar y manejar grandes
congregaciones y miles de
incautos han sido engañados,
Dios no puede contradecirse:
“Vuestras mujeres callen en las
congregaciones; porque no les
es permitido hablar, sino que
estén sujetas como la ley
también lo dice… ¿Acaso ha
salido de vosotros la palabra de
Dios, o solo a vosotros ha
llegado? Si alguno se cree
profeta, o espiritual, reconozca
que lo que os escribo son Fue una mujer sidonia que se
mandamientos del Señor.” 1 casó con el rey Acab, y lo
Corintios 14:34-37. manejó a su antojo para el mal,
conduciendo al pueblo de Dios
Tal vez alguien esté
a una terrible apostasía: “Y
preguntándose: ¿Pero la Biblia
reinó Acab hijo de Omri, sobre
habla de profetizas? como las
Israel e hizo lo malo en los ojos
hijas de Felipe. Las profetizas no
del Señor y tomó por mujer a
enseñaban ejerciendo autoridad
Jezabel hija de Etbaal rey de los
sobre los profetas, su labor era
sidonios” 1 Reyes 16:30 – 32.
de un orden diferente, miremos
Esta Jezabel financiaba un
un ejemplo: “Estaba también
fuerte ministerio de profetas del
allí Ana, profetiza, hija de
dios Baal, al profeta Elías le tocó
Phanuel de la tribu de Aser, de
luchar contra ellos y Jezabel lo
edad muy avanzada, pues había
persiguió para matarlo.
vivido con su marido siete años,
Justamente lo mismo sucedía
desde su virginidad, y era viuda
con la iglesia que estaba en
hacía ochenta y cuatro años: y
Tiatira, los problemas de
no se apartaba del templo,
hogaño son los mismos de
sirviendo de noche y de día con
antaño, hoy Jezabel sigue con
ayunos y oraciones.” Lucas 2:36
sus altares en honor a su dios
– 37. El hecho que Ana se le
Baal con sus cultos de gran
llamara profetiza no indica que
colorido y estruendosos. En el
ella ejercía trabajos de
sentido simbólico Jezabel sirve
autoridad sobre los varones que
para representarnos a una
estaban en el templo, ¡No!, ella
iglesia apóstata pues no
oraba y ayunaba en el templo,
debemos olvidar que mujer en
seguramente fue una gran
el sentido simbólico es
consejera dando orientación
equivalente a Iglesia. Un
por su experiencia, pero no
cristianismo apóstata del cual
ejercía dominio sobre la
hemos hablado fuerte y
dirigencia.
claramente; ministrado contra
la voluntad de Dios, plagado de
¿Quién fue Jezabel apostasías con levaduras

en el Pasado? babilónicas y romanas, así como

en el pasado Jezabel fundó su
organización y confundió al
pueblo de Israel.
20

En el perfil de la profecía
encontramos que el espíritu
de Jezabel se introdujo en el
cristianismo de Roma e hizo
un sincretismo mezclando el
cristianismo con las
costumbres idolátricas del
romanismo, de las religiones
egipcias y babilónicas. Hoy
tenemos un cristianismo que
enseña a invocar a los
muertos para que les hagan
milagros, la canonización de
personajes prominentes que
existieron y después de
muertos los elevan a calidad
de dioses. Esa idea nació
entre los egipcios y los
babilonios, ellos invocaban el
espíritu de sus faraones y de
sus reyes ya muertos
pidiéndoles protección.
Así como Acab se casó con
Jezabel también el cristianismo
romano se casó con los
emperadores de Roma e
hicieron esta amalgamación y
de este matrimonio resultó
como hijo el cristianismo
apóstata, y esta nueva religión
que empezó a gestarse como en
el año 300 d.C. persiguió
sanguinariamente al remanente
santo que no quiso negociar con
ellos, de esto da fe la historia
seglar y se describe como el
tiempo de la inquisición.
Finalmente en la carta le dicen a
Tiatira: “Yo le he dado tiempo
21
para que se arrepienta, pero no
quiere arrepentirse de su
fornicación. He aquí, yo la
arrojo en cama, y en gran
tribulación a los que con ella
adulteran, sino se arrepienten
de las obras de ellas. A sus hijos
heriré de muerte y todas las
iglesias sabrán que Yo soy el
que escudriña la mente y el
corazón; y daré a cada uno
según vuestras obras.”
Apocalipsis 2:21 – 23.
El mensaje a esta congregación
finaliza con estas palabras:
“Pero yo digo a vosotros y a los
demás que estáis en Tiatira que
no tienen esta doctrina y que no
han conocido las profundidades
de Satanás como dicen: yo no
enviaré sobre vosotros otra
carga.” Apocalipsis 2:24
Satanás es sigiloso y profundo,
se transfigura de tantas
maneras hasta como un ángel
de luz, y aparentemente no
envía más cargas, le presenta al
mundo un evangelio suave y
fácil de llevar, pero la iglesia de
Tiatira estaba advertida y el
remanente santo de hoy
también lo está, no debe aceptar
la doctrina de Jezabel y nada de
relacionarse con las
profundidades del engañador
como la invocación a los
difuntos, ¿Cómo vamos a
pedirle milagros a aquellos
santos que ya murieron? Eso no
es otra cosa más que un estilo
de espiritismo y brujería;
mantengamos el candelero
encendido y luchemos por la
sana doctrina, aunque se nos
diga que somos conservadores o
extemporáneos. La palabra de
Dios no debe pasar de moda.
Cristo nos ordena que debemos
salir de esta sociedad mundana,
no importa lo tentador que
parezca, no nos dejemos llevar
del error.
“Al que venciere y guardare
mis obras hasta el fin, yo le
daré autoridad sobre las
naciones, y las regirá con
vara de hierro y serán
quebradas como vaso de
alfarero; como yo también la
he recibido de mi Padre; y le
daré la estrella de la mañana.
El que tiene oído oiga lo que
el Espíritu dice a las Iglesias”
Apocalipsis 2:26 – 29
El mensaje de cada carta no se
circunscribe a una iglesia
solamente sino a las iglesias de
todos los tiempos y lugares,
pues claramente dice: “El que
tiene oído oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias”
El Mensaje a la
Iglesia que estaba en
Sardis
Datos Históricos:
22
Esta ciudad situada sobre el
fértil valle de Hermos a unos 45
Km. Al sur de Tiatira. La ciudad
se parecía a una gigantesca
torre y era considerada
inexpugnable. En la parte de
abajo convergía cinco
carreteras, esto indica que
Sardis era un gran centro
comercial. Esta próspera ciudad
había sido la capital del imperio
Lidio bajo el opulento rey Creso.
Cristo le dice a esta iglesia que
está en Sardis: “Sé vigilante, y
afirma las otras cosas que están
para morir; porque no he
hallado tus obras perfectas
delante de Dios” Apocalipsis
3:2. Los cristianos de Sardis
sabían lo que significaba ser
vigilante.
La ciudad cayó dos veces
porque los ciudadanos se
confiaron de su ciudadela y
dejaron de velar. La primera
vez fue cuando el rey Ciro de
Persia, sitió la ciudad, pero los
habitantes de Sardis confiados
en su imbatible bastión, no le
prestaron mucha atención al
invasor. Al no encontrar una
forma para llegar hasta la
cumbre, Ciro ofreció una gran
recompensa al soldado que
lograra hallar un camino hacia
arriba. Poco tiempo después un
soldado persa que espiaba la
ciudad notó que a uno de sus
enemigos se le cayó el casco que
llevaba. El soldado incauto pasó
por un pasaje secreto para
recuperarlo, y esa noche el
soldado persa llevó un pequeño
contingente hasta la cumbre.
Para sorpresa de ellos, nadie
estaba vigilando la ciudad. Los
guardias se habían retirado
para ir a dormir, confiados en
que no había necesidad de
seguir velando, así cayó la
ciudad de Sardis por primera
vez.
Por increíble que parezca, unos
siglos después esto se repitió;
esta vez fue un general griego el
que puso sitio a la ciudad de
Sardis. Nuevamente los
invasores descubrieron un
pasaje secreto y hallaron la
ciudad indefensa. Los habitantes
se habían olvidado de la lección
previa y la ciudad cayó otra vez.
Cristo se vale de esta lección
para enseñarle a la iglesia
una profunda y profética
lección “Si no velas, vendré
sobre ti como ladrón, y no
sabrás a qué hora vendré
sobre ti.” Apocalipsis 3:3
La iglesia que estaba en Sardis
es la quinta en el orden del
candelero, el mensaje a esta
iglesia, se encuentra registrado
así: “Y escribe al ángel de la
iglesia en Sardis: el que tiene los
siete espíritus de Dios dice estas
cosas: yo conozco tus obras que
tienes nombre que vives, y estas
muerta. Se vigilante y confirma
las otras cosas que están para
morir; porque no he hallado tus
23
obras perfectas.” Apocalipsis
3:1-2
Jesucristo aquí se identifica
como el que tiene los siete
espíritus de Dios, mediante ellos
el Señor sostiene, anima y da
dirección a su pueblo. Miremos
cuáles son esos siete espíritus
que el Señor Jesucristo tiene
para sustentar su obra aquí en
la tierra: “Y reposará sobre Él;
espíritu del Señor, Espíritu de
sabiduría, espíritu de
inteligencia, de consejo y de
fortaleza, espíritu de
conocimiento y de temor del
Señor” Isaías 11:2.
Estos siete poderes han sido
enviados a la tierra y son como
siete ojos mediante los cuales el
Cordero Jesucristo observa el
movimiento de su obra: “Y
miré, y he aquí en medio del
trono y de los cuatro animales,
y en medio de los ancianos,
estaba un cordero cómo
inmolado, que tenía siete
cuernos, y siete ojos que son los
siete espíritus del Señor”
Apocalipsis 5:6. Estos siete ojos
los cuales son la omnividencia
de Jesús, en todas las edades ha
estado observando a su pueblo
y por ello le dice a la iglesia que
estaba en Sardis: “Yo sé tus
obras que tienes nombre que
vives, pero estas muerta”
Esta congregación pasaba por
una situación espiritual
completamente lamentable,
vivía únicamente de nombre,
realmente estaba terminada. No
era que estaba muerta en delitos
y pecados sino que era una
iglesia sin ánimo alguno para
trabajar en la causa del
Evangelio. Era una iglesia sin
visión y misión, sus líderes no
miraban nada para el futuro, no
habían hombres emprendedores
para luchar por la causa de
Dios. A esta iglesia en Sardis el
Señor la encontró como
aquellas diez vírgenes de la
parábola: “Entonces el reino de
los cielos será semejante a diez
vírgenes que tomando sus
lámparas, salieron a recibir al
esposo. Cinco de ellas eran
prudentes y cinco insensatas…
y tardándose el esposo
cabecearon todas y se
durmieron.” Mateo 25:1 – 3.
Tanto las prudentes como las
insensatas se durmieron como
la iglesia que estaba en Sardis.
Este es un llamado de alerta
para que no caigamos en el
deplorable estado que cayó la
iglesia en Sardis. El pueblo de
Dios debe ser ferviente y
dinámico en todo, recordemos
que en medio de las
adversidades siempre estará el
Señor para animarnos con sus
palabras: “Se fiel hasta la
muerte y te daré la corona de la
vida” Apocalipsis 2:10.
Ciertamente estamos viviendo
en un mundo azaroso de
asfixiante convulsión
materialista y religiosa, hoy más
24
que nunca el pueblo de Dios
corre el riesgo de volverse
conformistas y practicar un
cristianismo sin Cristo. ¡Cuántas
iglesias de Dios habrán en el
mundo que sin darse cuenta ya
sacaron a Jesucristo de su
congregación y lo sustituyeron
por vanidades y falsas
doctrinas, pues en la profecía
del candelero aparece Jesús
afuera de la Iglesia diciendo: “
He aquí yo estoy a la puerta y
llamo, si alguno oye mi voz y
abre la puerta entraré a él…”
Apocalipsis 3:20.
Por ello el mensaje a Sardis es
neurálgico: “Sé vigilante y
confirma las otras cosas que
están para morir, porque no he
hallado tus obras perfectas.
Acuérdate, pues, de lo que has
recibido y oído y guárdalo y
arrepiéntete. Pues si no velas
vendré sobre ti como ladrón, y
no sabrás a qué hora vendré
sobre ti.” Apocalipsis 3:2 – 3.
Que es lo que la iglesia ha
recibido y oído si no aquella
instrucción del Evangelio
puro que de generación en
generación se ha ido
transmitiendo, pero
desafortunadamente muchos
por falta de vigilancia
espiritual, la han ido
perdiendo.
Es muy peligroso que debido a
los afanes de este mundo, y a
tanta efervescencia religiosa
aparecida recientemente, el
pueblo de Dios corra el riesgo
de perder aquella doctrina que
recibió de sus antepasados. Y
eso se debe al descuido
espiritual. Bien que está escrito:
“Pero mientras dormían los
hombres, vino su enemigo y
sembró cizaña entre el trigo y se
fue.” Mateo 13:25
Roguemos al Señor que siempre
levante hombres y mujeres que
mantengan ardiendo el
candelero de la esperanza, y
mantengámonos vigilantes y no
durmiendo, siempre digamos
heme aquí en los trabajos del
anuncio del Reino de Dios,
ayudemos a mantener
encendido el candelero para no
morirnos y no caer en el
estupor que cayó la pobre
iglesia de Sardis; hoy más que
nunca debemos estar despiertos
porque vivimos en tiempos
difíciles plagados de tanta
presión sicológica y causa velando cada día con la
religiosidades falsas, las cuales
pueden hacer que el pueblo de
Dios se desmorone. Por ello el
mensaje es: “Acuérdate pues de
lo que has recibido, y guárdalo
y arrepiéntete…” Apocalipsis
3:3
El Evangelio que nosotros
hemos recibido no ha sido
confeccionado en concilios de
hombres, ni basado en
doctrinas ni tradiciones
humanas, por lo tanto lo que
25
hemos recibido y oído
guardémoslo con todo amor,
eso se lo dijeron a la iglesia de
Sardis y se lo dicen a la iglesia
del Señor del presente tiempo.
Es aquí donde: “Está la
paciencia de los santos, los que
guardan los mandamientos de
Dios y tienen la fe de Jesús”
Apocalipsis 14:12.
Pero a pesar de la deplorable
situación que estaba viviendo
aquella iglesia, hubo entre ellos
un grupo que se mantuvo en
pie: “Más tienes unas pocas
personas en Sardis que no han
ensuciado sus vestiduras y
andarán conmigo en vestiduras
blancas porque son
dignos.”Apocalipsis 3:4
Quedó un remanente de aquella
congregación que se mantuvo
vigilante guardando lo que
había recibido del Señor. Así
mantengámonos nosotros,
luchemos con firmeza por esta
lámpara encendida,
alimentándola siempre con el
aceite del Espíritu Santo y con
fuego del altar para que ningún
viento de doctrina nos la pueda
apagar y no ensuciemos
nuestras vestiduras espirituales,
prototipo de la santidad y
consagración al Señor, porque
si no velamos el Señor vendrá a
nosotros como ladrón, y no nos
daremos cuenta la hora en que
Él vendrá. Apocalipsis 3:3.
 El Mensaje a la Iglesia
que estaba en Filadelfia
Datos históricos:
25 Km. Al sudeste de Sardis se
encontraba la ciudad de
Filadelfia, la más nueva de las
siete ciudades.
Como pasaba por allí una
carretera imperial que iba
desde Roma hasta el cercano
oriente la ciudad era conocida
como la puerta al oriente.
Cristo le dice a esta iglesia en su
mensaje: “Reten lo que tienes,
para que ninguno tome tu
corona. Al que venciere, yo le
haré columna en el templo de
mi Dios, y nunca más saldrá de
allí.” Apocalipsis 3:7
La ciudad de Filadelfia fue
establecida por Átalo Segundo
entre los años 159 – 138 a.C., a
este hombre también le
llamaban Filadelfo, que quiere
decir: “El que ama a su
hermano” por el gran amor
fraternal que sentía por su
hermano el rey Eumenes
Segundo de Pérgamo. Durante
el reinado de su hermano, Átalo
Segundo, fue su asistente más
leal.
Comenta un diccionario bíblico:
“Tal como Filadelfo era
conocido por su fidelidad a su
hermano, así la iglesia, la
verdadera Filadelfia, cumple
26
este mismo atributo al mostrar
una férrea lealtad a Cristo.”
(Nuevo Diccionario de la Biblia
1982 página 926)
La carta a la iglesia en
Filadelfia es uno de los
mensajes más preciosos y
animadores que Jesucristo le
da a su iglesia; empieza así:
“Escribe al ángel de la iglesia en
Filadelfia: esto dice el Santo, el
Verdadero, el que tiene la llave
de David, el que abre y ninguno
cierra y cierra y ninguno abre.
Yo conozco tus obras; he aquí,
he puesto delante de ti una
puerta abierta, la cual nadie
puede cerrar; porque aunque
tienes poca fuerza, has
guardado mi palabra y no has
negado mi nombre.”
Apocalipsis 3:7 – 8.
Todas las cartas tenían una
íntima relación con el estado
geográfico, político, de cada
ciudad; así como a Filadelfia le
llamaban la puerta al oriente,
en sentido espiritual, Dios le
abrió una puerta, la cual nadie
podía cerrar. El mensaje a
Filadelfia trasciende hasta
nuestros tiempos y hasta los
tiempos finales, en el versículo
10 del capítulo 3 leemos: “Por
cuanto has guardado la palabra
de mi paciencia, yo también te
guardaré de la hora de la
prueba que ha de venir sobre el
mundo entero, para probar a
los que moran en la tierra.”
Filadelfia existirá en los tiempos
de la prueba y de la angustia y
el que tiene la llave de David,
aquel que cuando abre nadie
cierra y aquel que cierra y
nadie abre, le ha abierto una
puerta; puerta que no se la
abrió a ninguna iglesia. En el
sentido bíblico una puerta
abierta significa oportunidad
para predicar la palabra:
“Orando también por nosotros,
para que el Señor nos abra
puerta para la palabra a fin de
dar a conocer el misterio de
Cristo, por el cual también estoy
preso.” Colosenses 4:3
Y agrega en el versículo 8 de la
carta a Filadelfia: “Porque
aunque tienes poca fuerza, has
guardado mi palabra y no has
negado mi nombre.” Filadelfia
no tuvo aquel potencial
apostólico como en los tiempos
de los grandes milagros y las
grandes conversiones, solo tenía
poca fuerza, había rebajado la
dosis de la energía de Dios esa
fuerza es el Espíritu Santo: “He
aquí, yo enviaré la promesa de
mi Padre sobre vosotros; pero
quedaos vosotros en la ciudad
de Jerusalén, hasta que seáis
investidos de poder desde lo
alto.” Lucas 24:49
El pueblo de Dios ha sufrido
grandes persecuciones y ha
pasado por el ardiente desierto
de este mundo y de alguna
27
manera ha desgastado su
armadura y perdido la fuerza
pero con ese poco que le queda
más la puerta que el Señor le
abrió, es suficiente para que
Filadelfia mantenga el
candelero encendido, pues se
trata de una puerta que nadie
puede cerrar, y le dice en el
versículo 10 de la carta: “Por
cuanto has guardado la palabra
de mi paciencia, yo también te
guardaré de la hora de la
prueba que ha de venir sobre el
mundo entero, para probar a
los que moran en la tierra.” Esa
palabra de la paciencia es la
doctrina aquella enseñanza
apostólica, aquel Evangelio no
adulterado por ello le dice en el
versículo 11 del capítulo 3 de
Apocalipsis: “He aquí, yo vengo
pronto; reten lo que tienes, para
que ninguno tome tu corona.”
Filadelfia tiene un mensaje
antiguo que ha preservado a
través de las centurias no tiene
un evangelio leudado sino la
Palabra de la paciencia, ha
retenido en su corazón aquella
doctrina que la iglesia de Sardis
no pudo retener, recuerde que a
Sardis le dijeron. “Afirma las
otras cosas que están para
morir” ¡Cuántas cosas, cuántas
enseñanzas habrá olvidado la
iglesia de Dios en el devenir del
tiempo pero los cristianos de
Filadelfia las han retenido,
porque esa fuerza del Espíritu
ha hecho que guarden esa
Palabra y por tener esta virtud
de guardar los mandamientos
de la paciencia de Dios, Él
guardará a esta iglesia en la
hora de la prueba, en la hora de
la angustia que ha de venir para
probar a los que moran sobre la
tierra.
El remanente santo no está
pensando en que será llevado al
cielo cuando venga el momento
de la angustia, aquí será
guardado, como le dice en la
carta a Filadelfia.
Estimado Hermano:
Aprovechemos la puerta que
el Señor nos ha abierto hoy
para difundirle al mundo
aquel Evangelio puro que se
ha ido perdiendo y que solo
el remanente santo logra
retener y confiemos en Dios
que Él nos guardará de la
hora de la prueba que al
mundo se le avecina.
Y concluye diciendo la carta:
“Al que venciere, yo le haré
columna en el templo de mi
Dios y nunca más saldrá de allí;
y escribiré sobre él, el nombre
de mi Dios, y el nombre de la
ciudad de mi Dios, la nueva
Jerusalén, la cual desciende del
cielo, de mi Dios, y mi nombre
nuevo. El que tiene oído, oiga lo
que el espíritu dice a las
Iglesias.” Apocalipsis 3:11-13.
El Mensaje a la Iglesia
que estaba en Laodicea
28
La última de las siete ciudades
era Laodicea también ubicada a
unos 60 Km. al sudeste de
Filadelfia. Por estar en la
encrucijada de tres rutas
comerciales, era una de las
ciudades más prósperas de
aquel mundo. Los de Laodicea
fueron famosos por la
confección de vestimentas de
una lustrosa lana negra y
también por su centro médico
que se especializaba en
ungüentos para los ojos.
Al acumular tantas riquezas,
Laodicea se había convertido
también en la sede bancaria de
la región y como en todas las
cartas el remitente usa la
condición de la ciudad para
entregar un mensaje espiritual
a la iglesia. Jesucristo le declara
a esta iglesia lo siguiente: “Yo
conozco tus obras, que ni eres
frío ni caliente. ¡Ojalá fueses
frío o caliente! Pero por cuanto
eres tibio, y no frío ni caliente te
vomitaré de mi boca.”
Apocalipsis 3:15 – 19.
Los arqueólogos han
descubierto el acueducto
principal que iba a Laodicea y
todavía se pueden ver varios
kilómetros de esta obra. Dicen
que el agua era conducida
desde el sur por un acueducto
que contenía tantos minerales
que los ingenieros romanos
tuvieron que hacerle aperturas
especiales para poder remover
los depósitos minerales antes
que taparan las cañerías, a
pesar de ser una ciudad rica, la
ciudad no tenía buena agua. El
agua llegaba de unas termas
cercanas y se enfriaba hasta
volverse tibia o llegaba de otra
fuente más fría pero se
calentaba al pasar por el
acueducto (Comentario bíblico
para el expositor, apuntes sobre
Apocalipsis 3)
El remitente de la carta que no
es otro más que el Cristo
viviente se vale de las aguas
tibias de Laodicea para
recordarle a iglesia que su
pobre estado espiritual le era
igualmente repugnante. La
tibieza espiritual de la iglesia en
Laodicea revelaba que no
estaban dispuestos a Y finalmente Cristo les advierte
comprometerse en obedecer las
leyes de Dios, no eran cristianos
definidos, las riquezas
materiales, el buen vestir los
tenía tibios; por ello le sigue
diciendo en la carta: “Porque tú
dices: yo soy rico, y me he
enriquecido, y de ninguna cosa
tengo necesidad; y no sabes que
tú eres un desventurado,
miserable, pobre, ciego y
desnudo. Por tanto, yo te
aconsejo que de Mí compres
oro afinado en fuego, para que
seas rico y vestiduras blancas
para vestirte, y que no se
descubra la vergüenza de tu
desnudez; y unge tus ojos con
colirio para que veas. Yo
reprendo y castigo a todos los
que amo; sé, pues, celoso, y
29
arrepiéntete.” Apocalipsis 3:15
– 19.
Aunque las vestiduras que se
fabricaban en la ciudad de
Laodicea eran famosas en el
mundo, estas no alcanzaban a
cubrir la vergüenza de la
desnudez espiritual por la que
estaba pasando aquella iglesia y
aunque eran famosas porque en
sus centros médicos fabricaban
ungüentos para los ojos
aquellas pomadas no eran
suficientes para abrir los
cegados ojos de los cristianos de
Laodicea, por eso es que en el
mensaje les dice Jesús que Él
podía venderles vestiduras
blancas y colirio para sus ojos.
que no deben confiar en las
riquezas físicas sino más bien
en Él, quien posee el oro
verdadero, pueden obtener ese
oro al superar las pruebas y
crecer en el carácter espiritual
justo; este sabio consejo es de
un valor perdurable para toda
la iglesia en cualquier época de
su historia.
La iglesia de Laodicea es tipo
y figura de la iglesia de los
últimos tiempos, una iglesia
tibia embullida en las cosas
materiales queriendo servir a
Dios y a las riquezas. Una
iglesia sin profecía y
completamente adormecida.
Al extremo que sin darse
cuenta Jesucristo ya no está
dentro de ella.
Esto es sorprendente pero es la Galeras, Calle Principal a
verdad, Jesucristo fue sacado de Güinope
la iglesia y ha sido sustituido Cortés:
por dioses falsos, pero aunque - San Pedro Sula:
la iglesia sacó a Jesucristo de su Bo. Cabañas 17 calle, 13 y
corazón, Él de afuera le sigue 14
Ave. Sureste
diciendo: “He aquí, yo estoy a la - Omoa:
puerta y llamo; si alguno oye mi Bo. San Antonio
voz y abre la puerta entraré a él Valle:
- San Lorenzo: Comunidad de
y cenare con él y él conmigo.” El Comercio, Carretera a
Apocalipsis 3:20 Coyolito, Frente a la Escuela
Choluteca:
Note que Cristo está a la puerta, - Pespire:
y no adentro, hace tiempo lo Río Chiquito y
Cacautare
sacaron debido al mal Macuelizo, San
comportamiento, a la tibieza y Antonio de Flores
al materialismo. Pero siempre
quedará un remanente que Comayagua:
- Siguatepeque:
mantendrá el candelero Bo. Suyapita, Contiguo a
encendido hasta la Beneficio de Arroz
consumación de los tiempos.
Yoro: El Progreso, Las Minas
Quiera Dios que usted y yo
seamos parte de ese remanente Colón:
- Tocoa:
y cooperemos para llevar aceite Zamora, Colonia Rivera.
puro de oliva para mantener
encendido el candelero. Santa Bárbara:
- Gualala: Guacamaya

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