Allí estaba en mi habitación densamente llena de humo de cigarrillo que se paseaba
de forma danzante frente a mis ojos Hacía que mi mente creara lúgubres formas de cosas que ni yo mismo entiendo Estaba sentado con mi cigarrillo en la mano en mi sillón favorito, el cual era de color carmesí; ese color que me recuerda a los bellos labios de mi amiga bueno, de la que conocí ayer en un club nocturno Mi sillón era demasiado cómodo; en ese sillón podía lanzar mi cuerpo por horas sin sentir ninguna especia de molestia Al alcance de mi mano, al lado del sillón, tenia una mesita pequeña en la cual coloco mi cajetilla de cigarrillos y una novela de esas que me recuerdan que el amor es una ilusión asquerosa Enfrente de donde estaba sentado hay una amplia ventana, inmensa ventana, en donde la luz de la luna entra a mi habitación sin mi consentimiento Mi habitación es un poco extraña, todas las noches siento que el ambiente se torna un poco denso, no estoy seguro si es porque ultimamente he sentido que mi salud a decaido un poco Sin embargo, disfruto mucho leer mis novelas favoritas aunque hablan de un tal amor que tanto odio Tengo que confesar que nunca espere en ningún momento de mi vida vivir la experiencia que relataré a continuación Mientras terminaba de leer mi novela e inmediatamente colocarla en la mesita que tengo al lado del sillón, mis ojos se percataron que en una esquina de mi habitación se figuraba una silueta; la cual me recordaba a un ser humano, precisamente a una mujer Me quedé alli sentado intentando descifrar que era esa silueta Tuve un plan Procedí a echar a andar mi mente para tratar de analizar si en realidad mis ojos no me estaban engañando, y que efectivamente eso que estaba en la esquina era una silueta de una mujer Me tardé unos minutos echando a andar mi plan y traté de concluir lo que mis ojos miraban Perplejo seguí observando esa silueta Después de unos momentos, luego que sonaran las campanas gritando a grandes voces que ya eran las doce de la noche, la silueta empezó a moverse Lentamente esa silueta se fue exponiendo a la luz de la luna que entraba como nerviosa a mi habitación, y la silueta empezó a reflejarse tal cual es Efectivamente era una bellísima mujer, una de aquellas que te hacen pensar que estas en un sueño debido a esa energía radiante que emiten La piel de aquellla misteriosa mujer era espectralmente blanca, sus ojos eran grandes y profundos de un color esmeralda muy oscuro, pero que me llenaban de una tristeza indescriptible, se miraban vacíos Sus carnosos labios pintados de color negro mate hacían que mi alma se destrozara de placer en miles de pedazos Su cabello largo y liso de un tono negro azabache hacía que mi mente se quedara en blanco, se balanceaba de un lado a otro en armonía con cada paso que ella realizaba Su cuerpo era algo delgado pero muy femenino, es decir, proporcionalmente agradable de sus atributos Vestía demasiado sensual, vestia una sexy lencería estilo francés color rojo carmesí demasiado intenso, la pasión que emitía el color y el diseño de esa lencería era demasiado para mi corazón falto de cariño Usaba unos tacones altos del mismo color de su lencería Estos tacones le quedaban a la perfección gracias al estilo de estos se lograba ver sin esfuerzo buena parte de sus bellos y delicados pies Quedé impactado Parecía que el tiempo corría más despacio, de forma cansada Me quedé por unos momentos analizando la escena y trataba de sacar algunas conclusiones de semejante mujer ¿Por qué una mujer mortalmente bellla estaba en la habitacióń de un tipo lunático y odioso de todo el mundo? ¿Por qué una silueta que estaba en un rincón de mi habitación se transforomó en semejante belleza de mujer? No me alcanzaba el tiempo para preguntar más, mi mente se sobrecargaba de demasiada información y de esa belleza espectral que esa mujer emanaba de su cuerpo Después de llevar a cabo esta pelea de pensamientos en mi interior,la destinataria de tanto halago se empezó a acercar lentamente hacia mí Quizá lo realizaba de esa manera para burlarse de mi cordura y mi paciencia ¡Quiere volverme loco Se quedaba observandome fijamente, como de manera intensa, de esa manera que puede volver loco a cualquier individuo en este universo Empezó a decirme unas palabras vagas que con cierta dificultad intentaba entender; mis oidos alcanzaron a oir las siguientes palabras: "Me invocaste, cuando recortaste tus razones para amar" Me quedé alli sentado en mi sillón carmesí tratando de entender las palabras que aquella mujer había recitado con cierta lentitud, trataba de darles algún sentido, ¿en serio me quería hacer sentir mal debido a mis pensamientos vagos del amor? ¿era solo una casualidad? Pasaron unos minutos mientras yo me enfrascaba meditando cuando de pronto la chica sexy se montó sobre mis piernas, la colilla de mi cigarillo cayó atrozmente sobre el suelo, me miraba apasionadamente, sin embargo ella tenía algo en sus ojos que me llenaba de una inmensa tristeza Se me acercó demasiado, sentía su respiración cerca de mi perplejo rostro, sentía que su corazón y el mío eran uno solo, parecía que estaban atados de aqui hasta la eternidad Me abrazó apasionadamente Logré sentir una frialdad profunda que ella tenía en su espectral piel Debó confesar, además, que me sentía un poco exitado debido a la participación que yo tenía en semejante escena me gustaba mucho como su ser emanaba una mezcla de aroma de lujuria y pasión Luego de que esa bella mujer estuvo montada en mis piernas me dijo que ella quería tener un encuentro íntimo conmigo Curiosamente rechazé inmediatamente esa invitación No me parecía nada cómodo tener ese tipo de relación encima de mi sillón favorito, además no me sentía tan bien de salud que digamos Pero bueno, quize decirselo a la sexy mujer de la manera más gentil posible, sin embargo para desgracia mía lo que estaba procesando en mi mente lo estaba recitando al mismo tiempo en voz alta Ella escuchó perfectamente lo que yo había exclamado Ella nada más realizó una sonrisita sexy, coqueta, de esas que emanan lujuria, y me siguió observando detenidamente Para probar mi cordura ella empezó a idear un plan de los cuales cualquier hombre puede llegar a fracasar si se opone, ella mientras me miraba empezó ha quitarse el sostén Lo hacía de una manera muy provocativa, sexy, incluso cambiaba la postura de su cuerpo para poder darle más realce a la acción que estaba realizando Mientras tanto yo sufriendo, sudando frío debido a que me sentía demasiado nervioso, además la habitación se había vuelto un poco más caliente, o quizá era el cambio de la perspectiva que yo tenía del ambiente La sexy mujer dió por concluido su plan Había dejado expuestos sus bellos, hermosos, pálidos senos enfrente de mi maravillado rostro Tragué saliva precipitadamente Tomaré rienda suelta susurró un lado de mi subconciente Empezé a tocarla suavemente, empezé a acariciar su hermoso cuerpo Además me enfoqué a besar sus lindos y espectrales pechos Ella empezó a gemir sensualente Los gemidos que ella emitía eran un poco distintos, se escuchaba en ellos una especie de eco profundo, un sonido armonioso Procedí a quitar su sexy tanga color rojo carmesí Me sentía extasiado Quizá esa sensación fue distinta a las que he tenido en toda mi vida Fue especial, demasiado distinta a las que se encuentran en las desoladas calles de mi ciudad Luego quize darle las gracias a la sexy chica por haberme otorgado semejante manjar, exquisito en su especie, sin embargo le iba a susurrar las palabras que había pensado cuando de pronto se desvaneció en mis brazos; una especie de humo rojo se deslizaba entre los dedos de mis manos Quedé allí sentado en mi sillón como si nada, vacío de nuevo, olvidado ¿Qué se habrá echo semejante manjar? ¿Por qué precisamente esta noche tuvo que realizar la visita a mi fúnebre habitación? ¡Qué va Ni siquiera me dejó otorgarle las gracias por haberme ofrecido semejante momento La luz de la luna se paseaba en mi habitación como danzante, buscando una sonata para empezar a sincronizar los pasos de su baile Mi mesita de noche seguía intacta, nada más cargaba cansadamente con mi cajetilla de cigarillos y una novela de esas que me recuerdan que el amor es una ilusión asquerosa