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Economia Española

MACROECONOMIA
DE ESPAÑA

Paula González Armendáriz


INDICE de PRECIOS de CONSUMO (IPC)
El Índice de Precios al Consumo es un indicador de la evolución del coste de la vida.
Pero ¿para qué se utiliza y cómo se calcula?
Cuando hablamos de la inflación en España, nos referimos a menudo al índice de
precios al consumo, abreviado como IPC. El IPC español muestra la evolución de los
precios de una serie definida de productos y servicios que adquieren los hogares en
España para su consumo. Para determinar la inflación, se analiza cuánto ha aumentado
porcentualmente el IPC en un período determinado con respecto al IPC en un período
anterior. En caso de caída de los precios, se habla de deflación (inflación negativa).

La importancia de cada artículo o servicio en el cálculo del IPC está determinada por
su propio consumo y suele cambiar según se modifican los hábitos de los
consumidores. Por ejemplo, los cd regrabables se incluyeron en la lista de indicadores
para caer años después, al igual que el alquiler de películas. Recientemente, se han
introducido tratamientos estéticos como la foto depilación y productos informáticos
como tabletas y discos duros portátiles, por lo que puede decirse que el IPC y los
precios que lo componen son un indicador —una especie de radiografía— de la
economía y de la sociedad de un país.
Como vemos, el IPC no recoge el precio de estos productos, sino cuánto ha aumentado
o disminuido su precio, y se presenta en forma de porcentaje medio de esos
productos. Normalmente este hito se representa indicando el tanto por ciento que ha
variado respecto al mes anterior, aunque existen otras formas de presentarlo.

¿Para qué sirve el IPC?


El IPC señala la evolución del coste de la vida y resulta esencial para conocer la
inflación, que es el incremento generalizado de los precios de bienes y servicios. Por
ejemplo, si el IPC sube un 5% significa que una familia tendrá que gastar un 5% más
para adquirir la “cesta de la compra” básica. Por este motivo, la variación de este
indicador se traslada a los convenios salariales, las rentas de las viviendas, las
pensiones, las deudas, etc. Si el IPC asciende y nuestros ingresos no lo hacen de una
manera proporcional, nuestro nivel adquisitivo será menor.

¿Quién calcula el IPC?


El Instituto Nacional de Estadística es el encargado de recoger los datos mensualmente
y de calcular a partir de ellos el IPC.

¿Cada cuánto tiempo se calcula el IPC?


El cálculo se lleva a cabo cada mes, y se publica a mediados del mes siguiente al mes
calculado. Al ser mensual, el IPC permite observar la evolución de la economía (y de la
inflación) durante un determinado periodo de tiempo. La evolución del IPC posibilita el
establecimiento de predicciones por parte del gobierno y empresas privadas sobre las
que basan sus decisiones de cara al futuro.
¿Cómo se calcula el IPC?
Para calcular el IPC se contrasta la evolución de los precios de un total 489 artículos.
Para ello se recoge información de 30.000 establecimientos, repartidos entre 177
municipios españoles (las 52 capitales de provincia y 125 localidades no capitales). Los
datos se recopilan en persona o por teléfono, fax y correo electrónico y no se incluyen
liquidaciones, saldos, rebajas u ofertas.

Para calcular el IPC se utiliza la fórmula de Laspeyres, que muy básicamente podría
resumirse como:

Precios nuevos x Cantidades anteriores


—————————————————–
Precios viejos x Cantidades anteriores

¿Qué es el IPC armonizado?


Desde 1997 los países de la Unión Europea deben calcular también su IPC en base a las
normas dispuestas por el Banco Central Europeo. Es lo que se llama IPCA (IPC
Armonizado), que sirve para comparar la inflación de los distintos países en base a
unos criterios comunes, de forma que la comparativa sea lo más ajustada posible.

Historia del IPC


Los primeros índices de precios que se calcularon en España se remontan al año 1936 y
sirvieron de base para establecer el primer Sistema de Índices de Coste de la Vida, que
se mantuvo vigente hasta diciembre de 1960. Posteriormente entraron en vigor dos
nuevos sistemas, con base en los años 1958 y 1968.

Con la entrada en vigor del sistema base 1976 los indicadores recibieron la
denominación de Índices de Precios de Consumo. Este sistema introdujo novedades
importantes, como la clasificación de consumo en ocho grandes grupos y la creación
de índices para cada una de las comunidades autónomas. Desde entonces han existido
otros dos sistemas de IPC, con base en los años 1983 y 1992.

En enero de 2002 entró en vigor el sistema de IPC base 2001. Entre las principales
novedades del IPC base 2001 destacaba su publicación en 12 grupos, motivado por la
adaptación a la COICOP, así como a la actualización de las ponderaciones de estos 12
grupos a partir de la información que aporta la Encuesta Continua de Presupuestos
Familiares. En el IPC base 2001 destacaba la inclusión de precios rebajados, la revisión
anual de ponderaciones y el encadenamiento de los índices. En enero de 2007 se
publican los primeros índices en base 2006, que recoge un aumento de la muestra de
municipios, del número de precios recogidos y del número de artículos de la cesta de
la compra.

En enero de 2012 entra en vigor la base 2011. En la cesta de la compra del IPC entran
nuevos artículos como los discos duros portátiles, los notebooks, las tabletas, la foto
depilación, la depilación láser o el logopeda. Asimismo, desparecen otros cuyo
consumo ha dejado de ser significativo como el CD grabable o el alquiler de películas.

En enero de 2017 entra en vigor la base 2016. Entre las características de esta nueva
base cabe destacar que incorpora la nueva clasificación europea de consumo
denominada ECOICOP, lo que implica mayor desglose de la información (el número de
subclases se amplía hasta 219). Además, se producen cambios en la cesta de la
compra. Se incorporan artículos como los servicios en línea de video y música, los
juegos de azar o la café mono dosis. Y se eliminan otros como el brandy, la
videocámara o el DVD grabable.

Grupos del IPC


Los 12 grupos del IPC base 2016 se subdividen en 43 subgrupos, 101 clases y 219
subclases; 57 rúbricas y 29 grupos especiales.
Los 12 grupos que conforman el IPC y sus ponderaciones para el año 2019 son:

GRUPOS SECTORES PONDERACIONES (%)


1 Alimentación y bebidas no
18,88
alcohólicas
2 Bebidas alcohólicas y tabaco 2,90
3 Vestido y calzado 6,72
4 Vivienda 13,35
5 Menaje 5,85
6 Medicina 3,82
7 Transporte 15,46
8 Comunicaciones 3,74
9 Ocio y cultura 8,43
10 Enseñanza 1,64
11 Hoteles, cafés y restaurantes 12,43
12 Otros 6,78

Gráfica de variación del IPC:


Índice de Precios de Consumo (IPC). Base 2016 Índice de Precios de Consumo
Armonizado (IPCA). Base 2015 marzo 2019

Principales resultados:
 La tasa de variación anual del IPC en el mes de marzo es del 1,3%, dos décimas
superiores a la registrada el mes anterior.
 La tasa anual de la inflación subyacente se mantiene en el 0,7%.  La variación
mensual del índice general es del 0,4%.
 El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) sitúa su tasa anual en el 1,3%,
con lo que aumenta dos décimas respecto al mes de febrero.

Evolución anual de los precios de consumo:


La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de marzo es del
1,3%, dos décimas superiores a la registrada el mes anterior. Los grupos con mayor
influencia positiva en el aumento de la tasa anual son:
 Transporte, con una tasa del 3,0%, más de un punto por encima de la del mes
anterior, debida, principalmente, a que los precios de los carburantes y lubricantes
suben este mes, mientras que bajaron el año pasado.
 Vivienda, cuya variación anual aumenta más de un punto, situándose en el 2,1%, a
causa de que los precios de la electricidad descendieron en marzo de 2018 más de lo
que lo hacen este mes.
Por su parte, el grupo con influencia negativa que destaca es:
 Alimentos y bebidas no alcohólicas, que disminuye su tasa anual cinco décimas, hasta
el 0,9%. Destaca en esta evolución la bajada de los precios de las frutas, frente a

La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no


elaborados ni productos energéticos) se mantiene en el 0,7%, y se sitúa seis décimas
por debajo de la del IPC general.
Evolución mensual de los precios de consumo:
En marzo la tasa de variación mensual del IPC general es del 0,4%.

Los grupos con mayor repercusión positiva en la tasa mensual del IPC son:
 Vestido y calzado, con una variación del 4,4%, que repercute 0,249, y recoge el
comportamiento de los precios al comienzo de la temporada de primavera-verano.
 Transporte, que presenta una tasa del 1,1%, motivada por el incremento de los
precios de los carburantes y lubricantes y, en menor medida, del transporte aéreo de
pasajeros. La repercusión de este grupo en el índice general es 0,177.
 Hoteles, cafés y restaurantes, cuya variación del 0,6%, que repercute 0,069, está
causada por la subida de los precios de los servicios de alojamiento y la restauración.
 Ocio y cultura, con una tasa del 0,3% y una repercusión de 0,027, explicadas casi en
su totalidad por el aumento de los precios de los paquetes turísticos.
Por su parte, los grupos con repercusión negativa en el índice general que destacan
son:
 Vivienda, que sitúa su variación en el –0,8% y tiene una repercusión de –0,106, a
consecuencia de la bajada de los precios de la electricidad.
 Alimentos y bebidas no alcohólicas, con una tasa del –0,4%, en la que destaca el
descenso de los precios de las legumbres y hortalizas y las frutas. Este grupo repercute
–0,069 en el IPC general. En un análisis más detallado, se pueden observar las parcelas
que más han afectado a la tasa mensual del IPC en el mes de marzo.
Resultados por comunidades autónomas. Tasas de variación anual.
La tasa anual del IPC aumenta en todas las comunidades autónomas en marzo
respecto a febrero. Los mayores incrementos se producen en Illes Balears, Castilla–La
Mancha y Galicia, con una subida de cuatro décimas en todas ellas. Por su parte,
Canarias, Comunidad Foral de Navarra y Comunidad de Madrid registran los aumentos
más moderados, de una décima respecto al mes anterior.

Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA)


En el mes de marzo la tasa de variación anual del IPCA se sitúa en el 1,3%, dos décimas
por encima de la registrada el mes anterior. La variación mensual del IPCA es del 1,4%.
Índices de Precios de Consumo a Impuestos Constantes
En el mes de marzo la tasa de variación anual del IPC a Impuestos Constantes (IPC-IC)
se sitúa en el 1,3%, la misma que la registrada por el IPC general. La tasa de variación
mensual del IPC-IC es del 0,4%. Por su parte, el IPCA a Impuestos Constantes (IPCA-IC)
presenta una tasa anual del 1,2%, una décima por debajo de la del IPCA. La tasa de
variación mensual del IPCA-IC es del 1,4%.

Indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC)


Indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA)
Abril 2019
El indicador adelantado del IPC sitúa su variación anual en el 1,5% en abril, dos
décimas superiores a la registrada en marzo.
La tasa anual del indicador adelantado del IPCA es del 1,6%

La inflación anual estimada del IPC en abril de 2019 es del 1,5%, de acuerdo con el
indicador adelantado elaborado por el INE. Este indicador proporciona un avance del
IPC que, en caso de confirmarse, supondría el aumento de dos décimas en su tasa
anual, ya que en el mes de marzo esta variación fue del 1,3%. En este comportamiento
destaca la subida de los precios de los paquetes turísticos, frente a la bajada que
experimentaron en 2018.

Por su parte, la variación anual del indicador adelantado del IPCA se sitúa en abril en el
1,6%. Si este dato se confirma, la tasa anual del IPCA aumentaría tres décimas respecto
al mes anterior.
Evolución de la tasa mensual
Los precios de consumo registran en abril una tasa del 1,0% respecto al mes de marzo,
según el indicador adelantado del IPC.

Por su parte, la variación mensual del indicador adelantado del IPCA se sitúa en abril
en el 1,1%.

DEFICIT/SUPERÁVIT PÚBLICO
El déficit público se produce cuando en las Administraciones Públicas los gastos
superan a los ingresos, en un período determinado. En este caso, la Administración no
es capaz de recaudar suficiente para afrontar los gastos que tiene en este período y,
por lo tanto, debe recurrir al endeudamiento para financiarse.

El superávit público se produce cuando en las Administraciones Públicas los gastos son
inferiores a los ingresos, en un período determinado. En este caso, la recaudación
supera los gastos que asume.
El déficit del conjunto de las administraciones públicas (sin incluir a los ayuntamientos)
se situó en -18.048 millones de euros hasta noviembre de 2018, lo que equivale al -
1,49% del Producto Interior Bruto (PIB) e implica una variación del -27,66% respecto al
mismo periodo de hace un año, según los últimos datos publicados por el Ministerio
de Hacienda.

Mientras, el déficit del Estado hasta noviembre de 2018 alcanzó los -11.993 millones
de euros, un -33,44% en tasa interanual, equivalente al -0,99% del PIB

Por su parte, las comunidades autónomas registraron un déficit conjunto


de 1.341 millones de euros, lo que representa el 0,11% del PIB.
Mientras, este otro gráfico representa la evolución del déficit del Estado en
comparación con el de las comunidades autónomas.

Objetivos del déficit


El Gobierno aprobó en julio de 2018 una relajación de los objetivos de déficit para el
periodo 2019-202. Los nuevos objetivos de déficit público serán del 1,8% del PIB en
2019, del 1,1% en 2020 y del 0,4% en 2021, con lo que se relajan los objetivos
previstos anteriormente (-1,3% en 2019, -0,5% en 2020 y +0,1% en 2021).

En total, estas cinco décimas conllevarán un aumento de los recursos de 6.000


millones de euros: 2.500 millones para CC.AA., 2.500 millones para Seguridad Social y
1.000 millones para Administración Central. De este modo, la previsión del Gobierno
es que las comunidades presenten un déficit del 0,3% del PIB el próximo año; del 0,4%
en el caso de la Administración Central, y del 1,1% en el de la Seguridad Social. Las
corporaciones locales, por su parte, estarán en equilibrio.

Del déficit público del 1,1% del PIB previsto para 2020, una décima corresponderá a la
Administración Central, otra a las comunidades autónomas y nueve décimas para la
Seguridad Social, según las previsiones del Gobierno. Por su parte, todo el déficit
público estimado para 2021 (-0,4% del PIB) procederá de la Seguridad Social, ya que
tanto Administración Central, como comunidades y ayuntamientos se situarán en
equilibrio.

LOS IMPUESTOS EN ESPAÑA: EL


SISTEMA TRIBUTARIO ESPAÑOL
La principal fuente de financiación de los estados bebe de un sistema recaudatorio de
tributos que en España gestiona la Agencia Tributaria y garantiza la prestación de
servicios públicos, entre otras cosas. Estas aportaciones son obligatorias y están fijadas
por ley, pero el ciudadano no recibe una contraprestación específica individual por
ellas, es decir, una pensión contributiva como podría ser la jubilación está relacionada
con la capacidad económica del contribuyente. El sistema fiscal se basa en diversas
circunstancias (renta, patrimonio, consumo, etc.) para estimar el tipo de aportación a
las arcas públicas de cada contribuyente, obedeciendo a principios de igualdad y
capacidad económica.
El sistema tributario español está encuadrado legalmente por la Constitución Española,
La Ley General Tributaria, la Ley general presupuestaria, las Leyes reguladoras de los
tributos y los Reglamentos que desarrollan las leyes tributarias. Su actual estructura
procede de la reforma que el ministro Francisco Fernández Ordóñez impulsó en 1977
para renovar el sistema fiscal español y prepararlo para su entrada en Europa –en
parte también para solucionar el problema de la evasión, aún no solventado del todo.
Está sustentado por los principios de igualdad y generalidad, de capacidad económica,
de progresividad, de no confiscatoriedad y de legalidad.
A continuación, aclaramos diversos conceptos ligados al sistema tributario español y
explicamos cuáles son los impuestos estatales.

Los tributos en España: tasas, contribuciones, impuestos

Comencemos por desgranar conceptos. Un tributo es, tal como define la Ley General
Tributaria en el artículo 2, una aportación económica a la que los ciudadanos están
obligados por ley ya que sustenta los ingresos del estado y garantiza el
funcionamiento del sistema público de servicios de uso general. Así, aunque no reciba
una compensación directa por lo pagado, el ciudadano sí obtiene la posibilidad de
disfrutar de determinados servicios de uso común, ya que el estado distribuye la
recaudación de forma equitativa o según las necesidades del momento.

El sistema tributario español distingue tres tipos de tributo: las tasas, las
contribuciones especiales y los impuestos.
 Tasas: se pagan cuando el ciudadano hace uso de un determinado servicio
prestado por el estado, como es el pago de un vado permanente de
aparcamiento o la renovación del DNI.
 Contribuciones especiales: tienen su origen en la recepción de un beneficio o
un valor añadido por parte del ciudadano, como podría ser el aumento del
valor de una finca por una reforma urbanística adyacente. En este caso, el
ingreso que realiza el propietario de esta finca debe servir para compensar los
gastos ocasionados por la renovación.

 Impuestos: están definidos por la ley tributaria como el pago sin


contraprestación que realiza el ciudadano como prueba de que puede
contribuir a la administración pública por motivo de una capacidad económica
resultante de negocios, propiedades o del trabajo (art. 2.2. C de la Ley General
Tributaria).
Es decir: toda persona que genere ganancias suficientes para contribuir a la hacienda
pública está obligada a hacerlo y lo hace en función de unos hechos que demuestran
su capacidad económica. Estos hechos se denominan “hechos imponibles” y son los
que generan precisamente el impuesto: la obtención de un salario constituye un hecho
imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y la percepción de
bienes por herencia, del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, por ejemplo.
La capacidad económica o de pago es un principio fundamental del sistema fiscal: a
mayor capacidad de pago, mayor capacidad de aportación a las arcas públicas. La
capacidad económica de cada ciudadano se expresa de varias formas, principalmente a
través de sus posesiones (patrimonio), de los ingresos que recibe(renta) o de lo
que consume, y es por ello por lo que los distintos tipos de impuestos recaen sobre
alguna de estas tres expresiones de la capacidad de pago de las personas.

Tipos de impuestos en España

Los impuestos pueden clasificarse de diversas formas: personales y reales, subjetivos y


objetivos, periódicos o instantáneos o directos e indirectos, siendo esta última
división, basada en su forma de gravar la capacidad económica del contribuyente, la
más utilizada. Junto a estos, también existen los impuestos locales exigidos por los
Ayuntamientos y Diputaciones Provinciales (Impuesto sobre Bienes Inmuebles, el
Impuesto sobre Actividades Económicas, y el Impuesto sobre Vehículos de Tracción
Mecánica), y los establecidos por las Comunidades Autónomas.

Impuestos directos Impuestos indirectos

IRPF IVA
Impuesto sobre la Renta de no Impuesto sobre Transmisiones
Residentes Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados

Impuesto sobre Sociedades Renta de Aduanas

Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones Impuestos Especiales

Impuesto sobre el Patrimonio

Impuesto sobre la Renta de no Impuesto sobre Transmisiones


Residentes Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados

Los impuestos directos se denominan así porque se aplican sobre una manifestación
inmediata (directa) de la capacidad de pago, como puede ser la posesión de un objeto
de patrimonio o la obtención de una renta. Este método impositivo gravaría, así, la
riqueza en sí que se posee. En estos se incluyen el IRPF o Impuesto sobre la Renta de
las Personas Físicas, el Impuesto sobre la Renta de no Residentes, el Impuesto sobre
Sociedades, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y el Impuesto sobre el
Patrimonio.
El método impositivo indirecto gravaría la capacidad económica de forma indirecta e
impersonal porque se aplica de forma indiscriminada al uso que se puede hacer de la
riqueza consumiendo (comprador) o transfiriendo (vendedor) bienes. Este grupo de
impuestos grava el consumo de bienes y servicios y las transmisiones de bienes y
derechos en general y comprende el Impuesto sobre el Valor Añadido o
IVA, Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados, Renta de Aduanas, Impuestos Especiales.
A continuación, nos centraremos en los tributos obligatorios para pymes y
profesionales autónomos en España o cuya actividad económica tribute en territorio
peninsular.

Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)


El IRPF es una pieza clave del sistema tributario español y se encuentra regulado en la
Ley 35/2006 de 28 de noviembre y el Real Decreto 439/2007 de 30 de mayo.
El nombre de este impuesto ya revela algunos de sus aspectos esenciales: es un
impuesto que grava la renta que recibe una persona, porque es la que determina su
mayor o menor comodidad económica y por ende su capacidad contributiva, siendo
así un impuesto personal porque recae sobre personas físicas y no empresas. El IRPF es
un impuesto que se paga mes a mes en base a un sistema de retenciones. Al final de
año la declaración anual hace un balance: si sale negativo el contribuyente recupera
parte de lo pagado y si sale positivo ha de abonar la diferencia.

Los profesionales autónomos declaran su renta cada tres meses en base a un sistema
progresivo de contribución establecido por la Agencia Tributaria.

Para determinar la capacidad económica del contribuyente se tienen en cuenta


diversos factores personales y familiares que personalizan el impuesto, no solo según
el principio de la progresividad (a mayor capacidad, más contribución), sino también
en base a un sistema de exenciones, reducciones y deducciones que, desde el punto
de vista del contribuyente, sirven para aumentar la cantidad que devuelve la Agencia
Tributaria a final de año o, lo que es lo mismo, pagar menos impuestos.
Llega el momento de hacer la Declaración de la Renta y una de las claves para
entender cómo funciona el pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es
saber en qué consisten los tramos del IRPF.
Estos tramos indican qué porcentaje de impuestos debe pagar cada contribuyente y
van escalando aumentando en función de sus ingresos brutos, de manera
proporcional; la filosofía detrás de esta mecánica es reducir el pago de impuestos de
quienes tienen unas rentas más bajas y de aumentar el de las rentas más elevadas.
De esta forma, a continuación, se presentan los tramos del IRPF para 2019:

Tramos del IRPF para 2019


Base imponible Retención
0€ 12.450 € 19 %
12.450 € 20.200 € 24 %
20.200 € 35.200 € 30 %
35.200 € 60.000 € 37 %
Más de 60.000 € 45 %

Impuesto sobre la Renta de no Residentes


Este impuesto grava la renta obtenida en España por personas físicas y entidades
residentes en el extranjero y se fundamenta en el Real Decreto Legislativo 5/2004 de 5
de marzo de 2004 y el Real Decreto 1776/2004 de 30 de julio de 2004. Asimismo,
conviene conocer los diferentes Convenios internacionales de doble
imposición suscritos por el Estado español con otros Estados para evitar la doble
imposición o la evasión fiscal.

Impuesto sobre Sociedades (IS)


El Impuesto de Sociedades es un «tributo de carácter directo y naturaleza personal
que grava la renta de las sociedades y demás entidades jurídicas» (Ley 27/2014, de 27
de noviembre, del Impuesto sobre Sociedades) y se aplica en todo el territorio español,
incluidas las Islas Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, y a excepción del País Vasco y
Navarra, que disponen de un concierto propio.
El hecho imponible es la obtención de renta por parte de personas jurídicas
(sociedades) y entes sin personalidad (fondos de inversión), donde la renta equivale al
resultado contable según la legislación mercantil. Están sujetas al IS todo tipo de
entidades siempre que tengan personalidad jurídica propia, desde las sociedades
mercantiles a las asociaciones y fundaciones, pasando por cooperativas y sociedades
unipersonales (art. 7).
En el artículo 9 de la misma ley se especifican las exenciones, grupo en que se
inscriben el Estado, las comunidades autónomas, el Banco de España o las Reales
Academias, entre otras, así como se especifican las entidades parcialmente
exentas (instituciones sin fines de lucro, uniones, federaciones, etc.). Las pymes están
sujetas a un tipo reducido del 25 %.

Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)


Creado en 1986 por exigencia de la Comunidad Europea, el IVA es la base del sistema
tributario español de imposición indirecta porque no recae en la renta que obtiene un
contribuyente por su trabajo, sino en el uso que esa persona hace de su renta. Está
regulado en la Ley 37/1992 conocida habitualmente como Ley del IVA en el
Reglamento del impuesto aprobado por el Real Decreto 1624/1992, con un ámbito de
aplicación que excluye a Las Islas Canarias, donde se aplica el similar Impuesto
General Indirecto Canario (IGIC), así como a Ceuta y a Melilla.
Si hay varias empresas que participan en la cadena productiva, todas incluyen el IVA
correspondiente en función de tres tipos impositivos que dependen del tipo de
servicio de que se trate: 4 % (tipo superreducido) para productos de primera
necesidad; 10 % (tipo reducido) para algunos productos alimenticios y sanitarios,
transporte de viajeros, hostelería y construcción, y el general del 21 % si no se inscribe
en ninguno de los dos tipos anteriores.
El importe resultante se ve reflejado en el producto final que adquiere el consumidor,
en el cual repercute completamente el impuesto al tratarse de un impuesto indirecto
que grava la capacidad de consumo. De esta forma, este impuesto es neutral para las
empresas, porque no lo pagan ni lo cobran, pero sí lo transmiten, actuando así de ente
recaudador para el estado. Por esto, el IVA solo grava la circulación de la riqueza sin
detenerse a considerar las circunstancias personales como sí hace el IRPF. Las
empresas deben declarar el IVA abonado y cobrado mensual o trimestralmente.

Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados


Este tributo, regulado en el Real Decreto Legislativo 1/1993, del 24 de septiembre y el
Real Decreto 828/1995, de 29 de mayo, reúne tres impuestos incompatibles con el IVA
y entre sí:
 Impuesto sobre Transmisiones patrimoniales onerosas: grava todas las
transmisiones de patrimonio entre las personas si ambas partes obtienen un
beneficio. Se trata por ello de transmisiones a título oneroso y entre ellas
encontramos la venta de un coche o de una finca o el alquiler de un piso. Está
transferido a las Comunidades Autónomas.
 Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados: grava los documentos
notariales (actas, escrituras, testimonios notariales) formalizados en España o
en el extranjero siempre que tenga efecto en España.
 Impuesto sobre Operaciones societarias: grava la constitución, aumento y
disminución de capital, la fusión, escisión y disolución de una sociedad, las
aportaciones de los socios para reponer pérdidas y el traslado a territorio
español del domicilio social de una sociedad.

Renta de Aduanas
Grava la importación y exportación de mercancías y está regulado por el Reglamento
(CEE) 2913/92 del Consejo, de 12 de octubre de 1992, por el que se aprueba el Código
Aduanero Comunitario. En Europa el arancel aduanero por una misma mercancía es
igual en todos los países de la unión.

TASA DE DESEMPLEO Y SECTORES


AFECTADOS
El número total de parados en España es de 3.354.300,02 personas en el trimestre 1
de 2019, lo que supone un 1,52% respecto al trimestre anterior. La tasa de paro es del
14,7%, 0,25 puntos porcentuales con relación a hace tres meses, según la Encuesta de
Población Activa que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el siguiente mapa, secpuede comprobar
cuál ha sido la tasa de paro en cada comunidad autónoma en el último periodo
disponible.

Así ha cambiado el empleo y el paro


En el trimestre 1 de 2019 se han registrado 19.471.000,25 personas ocupadas, lo que
representa una variación de -93.399,92 de personas comparado con el trimestre
anterior. Mientras el número de parados ha cambiado en 50.200,03 personas. En el
último año, el paro ha cambiado un -11,63%.
Tasa de paro por edad

La tasa de paro, por género


En el trimestre 1 de 2019, la tasa de paro de las mujeres se situó en el 16,74%, en
comparación con la de los hombres, del 12,91%. En el último año la tasa de paro de las
mujeres ha variado un -9,71%, mientras que la de los hombres lo ha hecho en -14,99%.
En estos dos gráficos puedes comprobar cómo se compara la tasa de paro de hombres
y mujeres.

¿Qué sectores tienen menor tasa de desempleo?


Los trabajadores que han recibido formación en salud y servicios sociales, Tecnologías
de la Información y las Comunicaciones, y agricultura, ganadería, pesca y veterinaria
tienen menores tasas de paro en España que las personas que han optado por otras
especialidades o se han quedado en la formación básica.

La información que trimestralmente proporciona el INE a través de la Encuesta de


Población Activa (EPA) permite hacerse una idea sobre qué actividades garantizan más
o menos encontrar un empleo. La EPA ofrece datos por sector y, con un mayor detalle,
por rama de actividad, siempre que el desempleado lleve menos de un año buscando
empleo, pues en caso contrario la estadística ya no contabiliza su actividad económica.

Por ejemplo, una visión más general por sector muestra que los desempleados que
buscan trabajo en la construcción y, especialmente, en el sector primario -agricultura,
ganadería o pesca- soportan una tasa de paro superior a los de la industria y los
servicios. En los primeros casos, y con datos del segundo trimestre de 2016, dicha tasa
es del 14% y del 25%, respectivamente, y en los segundos tan solo del 7% y del 9%.

Es llamativo el caso de la agricultura, dado que su tasa de paro supera a la media


española -situada en el 20%-, pese a que sólo se contabiliza el sector si la búsqueda de
empleo es menor a un año. Por su parte, en la construcción destaca la fuerte
reducción de la tasa de paro desde el inicio de la fase de recuperación económica.

La mayor tasa de paro en la construcción y en la agricultura coincide con un promedio


de permanencia en el mismo trabajo menor, lo cual refleja una mayor temporalidad.
Es significativo que ambos sectores tengan las más altas tasa de paro, pero, a su vez, el
promedio de permanencia en el paro sea también menor. Se trata de dos ejemplos en
los que se produce una continua transición entre un contrato temporal y el paro, algo
característico del mercado laboral español.

En el caso de los servicios, se incluye una amplia gama de ramas de actividad. Así, por
ejemplo, se incluyen actividades como la hostelería, donde el paro es del 16%,
superando al de la construcción y sólo inferior al que sufre el sector agrario, mientras
que en las finanzas y en la educación el paro es de apenas el 3%. Estas dos actividades
gozan prácticamente de pleno empleo y su tasa de paro podría considerarse como
friccional -tiempo que se tarda en encontrar un trabajo acorde a sus cualificaciones y
gustos-.
En los casos de las finanzas y la educación la tasa de paro se ha situado, con
independencia de la coyuntura económica, en el entorno del 5%, reduciéndose en las
finanzas el número de parados a la mitad desde el inicio de la recuperación y sin
aparente efecto, al menos por el momento, de los planes de reestructuración en la
banca -mucho de ellos, aplicados a base de prejubilaciones-. En el caso de la
educación, la tasa de paro repuntó más con la crisis y su descenso ha sido inferior -un
25%- al de la banca por el impacto del recorte de empleo público de 2012.

Por el contrario, la tasa de paro en la hostelería ha sido sensiblemente superior -


recordemos que no incluye desempleados con más de un año en el paro-, llegando a
superar el umbral del 20%.

Del anterior gráfico es también llamativo el incremento de la tasa de paro en la


Administración Pública, especialmente si se analiza juntamente con el tiempo de
permanencia en el empleo, que para los trabajadores con menos de seis años en su
trabajo el periodo medio es de apenas 4 meses, el menor de las ramas de actividad.

Sin embargo, el porcentaje de empleados en la Administración Pública con seis años o


más años en el puesto es del 68%, el mayor por actividad. Es decir, convive una
elevada proporción de funcionarios con una larga carrera con otros eventuales con
contratos de corta duración.
Si el desempleo en la Administración Pública muestra la peor cara, la industria
manufacturera, en el que el impulso exportador en las industrias de la alimentación y
del automóvil desempeñan un papel fundamental, ofrece la mejor noticia con un
descenso de la tasa de paro a la mitad desde 2012.

En definitiva, encontrar empleo en el campo o como camarero o en un hotel es


relativamente más complicado. En el otro extremo, encontrarlo en la educación y en
las finanzas es más sencillo. En el caso de la Administración Pública, la tasa de paro,
lejos de reducirse, crece pese a la reactivación económica, mientras que buscar
empleo en las manufacturas es una tarea menos complicada tras el inicio de la
recuperación.

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