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CONCEPTO
b) Aplicación del derecho común a las relaciones laborales, ocasionado por aplicación
de los principios de libertad e igualdad llevados al campo de las relaciones laborales,
que implicó la negociación de la partes situadas en un plano de igualdad, que
permitió de esta forma la consagración de grandes abusos del más fuerte 8quien
mandaba sobre los medios de producción) sobre el más débil.
"Es así como a fines del siglo XIX y comienzos del actual el derecho del trabajo
emerge con fuerza dejando atrás el esquema de libertad contractual del derecho civil,
consagrando la intervención estatal en la relación laboral, protegiendo al trabajador y
legitimando la acción colectiva de los mismos, por medio de sus sindicatos.
El derecho laboral se consolida como un "derecho del trabajo" y, a la vez, "del
trabajador", por cuanto el trabajo como objeto de un contrato es inseparable del
sujeto que lo produce"3
CONCLUSION: El trabajo objeto de regulación por el derecho del trabajo es: libre,
productivo, realizado por cuenta ajena, en condiciones de subordinación respecto de
otra persona, manual o intelectual y realizado en el sector privado. Si no se dan estas
características, y siendo de relevancia jurídica, un trabajo podrá ser regulado por el
derecho civil, comercial, administrativo, etc., pero no por el derecho laboral.
DEFINICIÓN
Muchas son las definiciones que la doctrina ha dado del derecho del trabajo.
Así, Macchiavello señala que "el derecho del trabajo tiene por objeto regular,
con principios propios, las relaciones jurídicas individuales y colectivas que emanan
y se generan por el desarrollo de actividades laborativas retribuidas, subordinadas y
privadas.4"
Luis Lizama Portal5 indica que "es la ordenación jurídica del trabajo prestado
por cuenta ajena en condiciones de dependencia o subordinación."
Patricio Novoa y William Thayer señalan que "es la rama del derecho que, en
forma principal, se ocupa de regular tuitivamente la situación de las personas
naturales que obligan de modo total o parcial, su capacidad de trabajo, durante un
período apreciable de tiempo, a un empleo señalado por otra persona, natural o
jurídica que remunera sus servicios6"
Otros autores ponen énfasis en el carácter proteccionista que esta disciplina
presenta. Así, Héctor Escríbar Mandiola lo define como "el conjunto de doctrinas o
4
Macchiavello, Guido, "Derecho del Trabajo", pág. 45
5
Lizama portal, Luis. "Derecho del Trabajo" Editorial LexisNexis, Santiago, 2003
6
Thayer, William y Novoa, Patricio. "Manual de Derecho del trabajo". Editorial Jurídica de Chile, T.1, pág, 25
teorías, normas e instituciones cuyo fin es la reivindicación y protección de los
intereses y derechos del trabajador y de las clases sociales económicamente débiles" 7
En el mismo sentido lo define el profesor Walker Linares, para quien es "el
conjunto de teorías, normas y leyes destinadas a mejorar las condiciones económico-
sociales de los trabajadores de toda índole y a reglar las relaciones contractuales
entre patronos y asalariados" 8
Finalmente para el profesor Sergio Gamonal Contreras, la esencia del derecho
del trabajo comprende la regulación jurídica de las siguientes materias: a) del trabajo
subordinado; b) de las organizaciones colectivas de trabajadores y empleadores; c) de
las acciones colectivas de promoción, defensa y negociación de mejores condiciones
de trabajo; y d) de las instituciones estatales como la Dirección del Trabajo o el
ministerio del ramo encargado de fiscalizar el cumplimiento de la legislación laboral,
y de la elaboración y aplicación de las políticas del trabajo.
NATURALEZA JURÍDICA
7
Escríbar Mandiola, Héctor, "Tratado de Derecho del Trabajo". Tomo I, pág. 17
8
Walker Linares, Francisco. "Nociones elementales de Derecho del Trabajo", pág. 14
contrato de trabajo y la relación laboral entre particulares. Sin embargo, reconoce
otras propias del derecho Público e igual de esenciales en su estructuración, como lo
es la existencia de contratos colectivos, las normas de protección a la salud del
trabajador y ciertas instituciones del derecho sindical.
9
RADBRUCH, GUSTAV, Introducción a la Ciencia del Derecho, Imprenta Helénica, Madrid, España,1930
10
Ob. Cit. pág. 28
11
ALONSO GARCÍA, MANUEL Derecho del trabajo, Barcelona, España1960
CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO DEL TRABAJO.
3.- Es realista.
Esto significa que debe reflejar las condiciones económicas y sociales de la
época. Es de aplicación diaria constante, ya que es perfectamente posible que
muchos de los aspectos regulados por las demás ramas del derecho jamás lleguen a
ser aplicados por algunos sujetos, pero éste siempre o generalmente estará
relacionado al ámbito laboral. En este sentido, el profesor de la Cueva, citando a los
profesores Rouast y Durand13, indica que se trata de un derecho concreto y actual,
en el entendido que su contenido puede y debe variar en función de las regiones,
actividades y personas a las que se aplique, debiendo de esta manera adaptarse a
diferentes realidades. Desde este punto de vista, el derecho varía con relación a
nacionales y extranjeros, hombres y mujeres, mayores y menores de edad e incluso
respecto de ciertos sectores de la actividad económica.
12
Ob. Cit. pág 31
13
André Rouast y Paul Durand: Precois de Législlation Industrielle. Ciado por Mario de la Cueva. Ob. Cit.
pág.251.
c) Existe también una autonomía doctrinaria, que se traduce en toda una producción
literaria especializada que es el resultado de la expresión de los principios propios
que inspiran a esta asignatura.
d) Tiene también autonomía académica, que se materializa en cátedras separadas,
destinadas a la enseñanza de esta disciplina en las universidades y en la existencia
de departamentos especiales con el mismo objeto.
e) Sin embargo, lo que en mayor medida permite defender la sustantividad propia del
derecho laboral es que los principios que inspiran sus normas son diferentes a los
principios del derecho común.
5.- Es informal.
No exige, por regla general, solemnidades ni requisitos esenciales para su
aplicación.
14
Garmendia Argón, Mario. "Orden Público y Derecho del Trabajo". Fundación de Cultura Universitaria, Uruguay,
2001
15
Ob. Cit. pág. 33
intervención que supone de esta forma "la introducción de desigualdades
compensadoras de los desequilibrios que exhibe la realidad 16"
Con el nacimiento del derecho del trabajo, la noción de orden público de la
época, atribuida hasta ese entonces por la reinante escuela liberal 17 es replanteada.
La autonomía de la voluntad, vigente como regla de oro, comienza a ser cuestionada,
postulándose una nueva noción: el orden público social o laboral, que invoca como
uno de sus principios básicos precisamente el de la limitación de la autonomía de la
libertad y el fortalecimiento de la imperatividad de las normas jurídicas. En la
actualidad puede estimarse que este concepto de orden público es una característica
esencial del Derecho del trabajo, el que, como ya se ha señalado, busca lograr un
equilibrio entre las partes involucradas en la relación laboral, evitando así los
posibles abusos que se originan en la disparidad de las mismas.
Esta característica ha implicado la consagración de la irrenunciabilidad de los
derechos que se establecen a favor del trabajador, irrenunciabilidad que sólo se da
en relación con el trabajador, que es a quien se busca proteger, pero no implica que
los derechos contemplados en la legislación no puedan ser mejorados, aunque nunca
disminuidos. Esta última característica es la que algunos autores denominan
“carácter unilateral del orden público laboral”18 .
Lo señalado implica que no pueden renunciarse por anticipado los derechos
que otorga. En materia de derecho común los derechos pueden, por regla general,
renunciarse. (Art. 12 del Código Civil). En cambio, en derecho del trabajo rige el
principio exactamente contrario, característica, que ha sido elevada al rango de
principio del derecho del trabajo y que encuentra su expresión legislativa en el art. 5
del Código del ramo, que se analizará en detalle oportunamente.
7.- Es clasista.
Principalmente persigue amparar al económicamente débil para colocarlo en
un pie de relativa igualdad con el poderoso al contratar sus servicios. Pretende
compensar con una superioridad jurídica, la inferioridad económica.
8.- Es universal.
Los principios generales en que se inspira son los mismos gracias a la acción
realizada por la OIT, al punto de que hoy se habla de un Derecho Internacional del
Trabajo. Walker indica que se trata de un derecho de principios universales, pero
con modalidades propias en cada país.19
Si bien el derecho del trabajo nace como una forma de protección a la parte
débil de la relación laboral (trabajador) no es éste el único sujeto de la disciplina. Así
entonces, se incluirá en esta expresión a todas las personas que participan en las
relaciones de trabajo, es decir a las personas naturales o jurídicas que en forma
directa o indirecta intervienen en la elaboración, prestación, recepción y control de la
normatividad laboral.
Se distingue entre sujetos individuales y sujetos colectivos.
Son sujetos individuales el empleador y el trabajador, quienes, además son
sujetos del contrato individual de trabajo.
Son sujetos colectivos las organizaciones sindicales, la empresa y el Estado.
Nos referimos a las personas naturales o jurídicas que en forma directa o
indirecta intervienen en la elaboración, prestación, recepción y control de la
normatividad laboral.
Se distingue entre sujetos individuales y sujetos colectivos.
Son sujetos individuales el empleador y el trabajador, quienes, además son
sujetos del contrato individual de trabajo.
Son sujetos colectivos las organizaciones sindicales, la empresa y el Estado.
1.1 Empleador.
16
ïdem, pág. 72
17
Se entendía como supremacía y amparo a ultranza de todas las expresiones jurídicas derivadas del concepto de
libertad.
18
Gamonal, ob. cit. pág 111
19
Ob cit. pág. 29
Está definido en el art. 3 del Código del Trabajo como "la persona natural o
jurídica que utiliza los servicios intelectuales o materiales de una o más personas en
virtud de un contrato de trabajo".
Normalmente el empleador reviste la forma jurídica de una empresa. Incluso el
concepto institucional de empresa lleva a afirmar que en la relación individual el
trabajador se relaciona con la empresa y no con el empleador.
Como lo señala el propio art. 3 el empleador puede ser una persona natural o
jurídica.
Se sostiene que en el caso del empleador del trabajador de casa particular no
estaríamos frente a una empresa. Es difícil concebir otra situación en que el
empleador no revista la calidad de empresa.
1.2 Trabajador.
Está definido en el art. 3 letra b, que señala que lo es "toda persona natural
que preste servicios personales, intelectuales, o materiales, bajo dependencia o
subordinación, y en virtud de un contrato de trabajo".
Expresión "trabajador"
En la actualidad esta parte de la relación laboral es llamada "trabajador" por
nuestra legislación, situación que históricamente no siempre fue así. Efectivamente,
el Código del Trabajo del año 1931 diferenciaba entre "empleado" y "obrero",
definiendo al primero de ellos como "toda persona en cuyo trabajo predomine el
esfuerzo intelectual sobre el físico", y al segundo como "toda persona que, sin estar
comprendida en los números anteriores (definición de patrón o empleador y de
empleado) trabaje por cuenta ajena en un oficio u obra de mano o preste un servicio
material determinado". (Artículo 3° N° 2 y 3).
El año 1978, con la dictación del D.L. 2.200, se eliminó toda diferenciación
entre obrero y empleador y se comenzó a utilizar el término genérico trabajador,
comprensivo de ambas, y lo que es más importante, uniformando asimismo la
legislación aplicable a las dos categorías.
a) Persona natural.
A diferencia del empleador el trabajador sólo puede ser una persona natural,
pues el derecho del trabajo protege al trabajador como ser humano y especialmente
por la energía personal que aporta en el desarrollo de la relación laboral.
b) Servicios personales
El trabajo debe ser personal, carácter que es exigido en forma expresa por el
artículo 3 y es corroborado por la disposición contenida en el artículo 159 N° 3
cuando señala que el contrato de trabajo termina por la muerte del trabajador.
2 Sujetos colectivos.
.2.1 Estado.
La actividad del Estado como sujeto del derecho del trabajo se expresa a través
de su tradicional triple acción: legislativa, ejecutiva y judicial.
En virtud de su acción legislativa dicta normas laborales; en virtud de su
acción administrativa, controla y fiscaliza la aplicación de la legislación laboral, por
medio de órganos que él mismo crea para esta finalidad; finalmente, su acción
judicial se expresa en la creación de tribunales especiales llamados a conocer
exclusivamente de contiendas laborales; también se expresa en los procedimientos
laborales establecidos en el Código para resolver los conflictos jurídicos de esta rama
del derecho.
2.2 Empresa.
Concepto de empresa
El concepto de empresa20 es un tema de mucho análisis y que aún no se
encuentra completamente superado. Muchos son los aspectos objeto de estudios,
siendo el principal de ellos el que busca responde la interrogante ¿De qué está hecha
la empresa?, cuya respuesta oscila en los extremos de considerarla compuesta por
cosas o constitutiva de una “comunidad humana”, con todas las consecuencias que
se siguen a una u otra posición. Así, en el primer caso podrá ser susceptible de
dominio, idea que no es posible concebir en el segundo, en el cual sólo podrá ser
objeto de una regulación de autoridad.
El debate se ha concretado en dos teorías principales: la jurídico-institucional y
la patrimonial21.
a) Concepción jurídico-institucional
De acuerdo a esta teoría, la empresa tiene una realidad en sí, con su propia
organicidad, que aúna los diversos elementos que intervienen en el proceso
colectivo: trabajo, capital, técnica, etc., con vista a la generación de bienes y
servicios. Pero la empresa como tal mantiene una identidad propia aun cuando
cambien sus propietarios, directores, administradores y trabajadores.
Del punto de vista socio-laboral, en esta concepción el tradicional
antagonismo de las partes que intervienen en la relación laboral aparece
atenuado.
Así concebida, la empresa no se identifica con la persona o agrupación de
personas que son dueñas del patrimonio, sino que constituye una realidad
propia.
Adhirieron a esta posición muchos autores franceses, entre ellos Paul Durand
y A. Rouast y en hispano américa Mario de la Cueva.
b) Concepción patrimonialista
Los seguidores de esta teoría reconocen a la empresa un evidente contenido
institucional del punto de vista sociológico y económico; es una realidad que
nadie puede negar ni discutir, pero jurídicamente, para los efectos que interesan
al derecho del trabajo, no es una persona jurídico-laboral distinta del empresario.
Para esta teoría la empresa es el simple centro donde se desarrollan múltiples
relaciones jurídicas tanto laborales como económicas y comerciales. Reconocen
de esta forma que la empresa se muestra como un centro en donde se actualizan
las relaciones jurídicas laborales, pero no existiría un concepto jurídico legal de
empresa, sino de relaciones laborales dentro de la empresa 22.
Cuando se regula la empresa no se hace de ella un sujeto de derecho, sino que
se la regula como un objeto de derecho, mientras que las relaciones jurídicas se
mantienen entre sujetos de derecho, los cuales deben ser personas naturales o
jurídicas23.
b) Por otra parte, la empresa como ente no puede existir por sí sola, es necesaria la
existencia por lo menos de un ser humano que sea el que la emprende. Lo que no
es posible, es que las cosas se pongan en marcha solas.
c) Los capitales son sin duda aportados por personas, pero ellos no se desprenden
de su dominio a favor de la empresa, sino a favor de la organización jurídica de
que se trate.
24
Thayer y Novoa, ob. Cit. pág. 177
25
Idem, pág. 180
El Código señalaba un concepto en el art. 3, de acuerdo al cual "para los
efectos de la legislación laboral y de seguridad social, se entiende por empresa toda
organización de medios personales, materiales o inmateriales, ordenados bajo la
dirección de un empleador, para el logro de fines económicos, sociales, culturales o
benéficos, dotada de una individualidad legal determinada"
De acuerdo a esta definición, es posible sostener que el derecho laboral ha
adoptado una concepción institucional de empresa, concibiéndola como una
comunidad jurídica y considerando, además a los trabajadores como parte
importante de ella. Anteriormente se tendía a identificar la empresa con el
propietario de los medios de producción.
El art. 3 encuentra su complemento en el art. 4 que consagra el principio de la
continuidad de la empresa al disponer en su inciso 2 que "las modificaciones totales
o parciales relativas al dominio, posesión o mera tenencia de la empresa no alterarán
los derechos y obligaciones de los trabajadores emanados de sus contratos
individuales o de los instrumentos colectivos de trabajo, que mantendrán su vigencia y
continuidad con el o los nuevos empleadores".
Si bien estas dos normas evidencian la adopción de un concepto institucional
ello no es absoluto en nuestro ordenamiento jurídico, pues no hay normas laborales
que reconozcan al trabajador participación en la gestión de la empresa, aunque sí
pueden llegar a tenerla en sus utilidades, a través de una forma especial de
remuneración, cual es la gratificación legal.
El tema será tratado nuevamente al analizar los sujetos del contrato de
trabajo.
CUARTA ETAPA: Corresponde a la vigencia del Código de 1931, que fue una
recopilación de las leyes de 1924 y de otras dictadas posteriormente. El Código fue
promulgado en forma inconstitucional, en virtud del D.F.L. 178, haciéndose uso de
facultades extraordinarias. Esta etapa se mantiene hasta 1973. Como rasgo
distintivo se aprecia que el Código estaba presidido por una doble regulación del
contrato de trabajo, pues se distinguía entre obrero y empleado particular. Este texto
fue modificado por una profusa legislación, tanto complementaria, como propiamente
modificatoria.
QUINTA ETAPA: Comprende desde el año 1973 hasta el 1979. Sigue rigiendo el
Código de 1931, pero en virtud de una legislación transitoria muchas de sus
disposiciones quedan suspendidas o sin efecto. Las limitaciones más importantes
aparecen impuestas a las normas de Derecho Colectivo, como por ejemplo la facultad
de negociar colectivamente. En el mismo sentido el D.L. 198, impone importantes
restricciones a la libertad sindical, puesto que les está prohibido a los sindicatos
elegir sus directores, aplicándose un sistema de directores designados.
SEXTA ETAPA: Dictación e la legislación laboral por vía de decre-tos leyes. Así
tenemos:
- D.L. 2.200, de 1978, sobre contrato individual de trabajo;
- D.L. 2.756, de 1979, sobre organizaciones sindicales;
- D.L. 2.758, de 1979, sobre negociación colectiva;
- D.L. 3.648, de 1980, que suprimió la judicatura del trabajo y estableció normas
sobre procedimiento laboral. (La ley 18.510 restableció los juzgados del trabajo, pero
no las cortes).
SEPTIMA ETAPA: Comenzó en 1987 con la dictación del Código del Trabajo, vigente
hoy día, pero con importantes modificaciones relativas a terminación del contrato de
trabajo (ley 19.010, de 29 de noviembre de 1990) y a organizaciones sindicales y
negocia-ción colectiva (ley 19.069, de 30 de julio de 1991). El 7 de enero de 1994 se
fijó el texto refundido, coordinado y sistematizado del Código del Trabajo, el que con
algunas modificaciones se encuentra actualmente vigente.
Las fuentes del derecho del trabajo son las fuerzas sociales capaces de crearlo.
Se distingue entre fuentes materiales y fuentes formales o instrumentales.
1. Fuentes materiales.
Son los factores históricos culturales que impulsan su nacimiento o
desarrollo. Son los “fenómenos histórico-culturales que han impuesto una cierta
regulación de las relaciones de trabajo, con independencia de la voluntad de los
interesados”26. Nos referimos a la sociedad civil o el Estado, las circunstancias
políticas, las creencias religiosas, las concepciones filosóficas, etc. En materia de
derecho del trabajo pertenecen a esta categoría la esclavitud, el feudalismo, el
gremialismo, la independencia de los Estados Unidos, el desarrollo industrial, el
capitalismo moderno. También ciertas ideologías históricas de fuerte contenido
económico social, como anarquismo, individualismo liberal, socialismo, humanismo
cristiano y cooperativismo.
1. Constitución política.
En relación con la Constitución como fuente del derecho del trabajo en los
estados modernos se observa una evolución en cuanto a consagrar dentro de las
cartas políticas, los principios básicos del derecho laboral, que asoma tímidamente
en el siglo pasado para abrirse cauce en el siglo actual. En efecto, mientras las
primeras constituciones sólo contienen principios que consagran la libertad de
trabajo y el derecho a elegir cualquier profesión, traduciendo con ello la
preocupación liberal en torno a los derechos y deberes del individuo, las
constituciones políticas actuales incorporan en sus textos los llamados derechos
sociales, cuya formulación más general puede resumirse en el derecho y en el deber
de trabajar, sin perjuicio que se precisen principios más concretos como el derecho a
la formación profesional, estabilidad en el empleo, derecho de sindicación, derecho a
celebrar convenciones colectivas de trabajo y derecho a la seguridad social.
En nuestra Constitución los derechos básicos se consagran en los arts. 19 Nº
16 y Nº 19.
Este fenómeno ha hecho a los autores hablar de la constitucionalización del
derecho del trabajo,27 que significa precisamente la incorporación de cláusulas
laborales a los textos constitucionales, que significa por un lado que el Estado
plasma los principios esenciales del derecho laboral en la constitución y, por el otro
el derecho del trabajo alcanza su consolidación definitiva al adquirir rango
constitucional28.
26
Thayer y Novoa, ob. Cit. pág 45
27
Gamonal, ob. Cit. págs. 32 y siguientes.
28
Montoya Melgar, Alfredo. Derecho del trabajo, p. 82. Citado por Gamonal, ob. Cit. pág 33
El Derecho del trabajo en la Constitución de 1980 29
29
En esta parte se seguirán los planteamientos del profesor Gamonal. Ob. Cit. pág. 39 y siguientes
b. El principio de la justa retribución (Art. 19 N° 16, inciso 2)
De acuerdo a lo señalado en las Actas de la Comisión de Estudios el utilizarse la
expresión “justa retribución” obedece a la intención de establecer una
terminología más amplia, quedando comprendido cualquier trabajo que se pague,
pudiendo ampliarse dicho vocablo a los denominados “beneficios o conquistas
sociales” o formas más enriquecedoras que el simple pago en dinero 30.
2. La ley.
Luego de la Constitución Política debe reconocerse como fuente del derecho
del trabajo de origen estatal, las leyes que dicta el legislador para desarrollar y
completar los principios laborales contemplados en aquélla. Es tan abundante la
actividad que en este sentido desarrolla el legislador moderno, que para presentarlas
metódicamente y facilitar el conocimiento de sus normas ha sido necesario
agruparlas en un Código del Trabajo.
4. Decretos y reglamentos.
Se trata de textos dictados en virtud de la potestad reglamentaria del poder
ejecutivo. Ambos están subordinados a la ley y de una u otra manera, a través de
ellos, es decir, por la vía administrativa, se especifica, detalla o aplica la ley.
5. Jurisprudencia.
Algunos autores niegan el carácter de fuente del derecho laboral a la
jurisprudencia de los tribunales, por estimar que ellos se limitan a aplicar la ley, a
interpretarla o a aplicar principios jurídicos, pero no crean derecho. Sin embargo,
puede decirse que en la medida que los tribunales de justicia deban interpretar o
aplicar el derecho existente, efectúan una creación de derecho, ésto, sobretodo
cuando resuelven casos no previstos por el legislador o no susceptibles de ser
resueltos mediante la simple aplicación del derecho existente, ya que el propio
legislador ha impuesto al juez la obligación de fallar a pesar del silencio de la ley. Por
otra parte no puede negarse que la interpretación de los tribunales de justicia es
también creadora y no sólo interpretativa y ello no porque imponga una norma, sino
porque busca lo que es justo y oportuno.
Especial importancia adquirirá esta fuente cuando nos encontramos ante una
imperfección legislativa, la cual muchas veces caracteriza a la legislación laboral.
Es muy importante en esta materia la jurisprudencia que emana de los
organismos administrativos que tienen la facultad de interpretar la ley a través de
dictámenes. Ella puede emanar de la Dirección del Trabajo, de la Superintendencia
de Seguridad Social y de la Contraloría General de la República (esto último, en la
medida que las normas laborales se apliquen en el sector público, lo cual constituye
una excepción).
2. Convenciones colectivas.
Ya a fines del siglo pasado se comenzó a constatar que la acción de grupos
profesionales podría tener, como una de las variadas formas de concreción, la
concertación con la parte patronal de las condiciones de trabajo que habían de regir
en determinada faena o establecimiento. En principio el Estado no vio con buenos
ojos esta clase de pactos por entender, de acuerdo con la ideología imperante, que la
dictación de normas de general aplicación era una facultad privativa suya. Esta
actitud de resistencia inicial ha variado y hoy en día los pactos y convenios,
convenciones y contratos colectivos de trabajo constituyen una importante fuente
propia del derecho laboral.
Lo que caracteriza a una determinada expresión como una fuente del derecho
es que personas extrañas a su creación puedan verse obligadas por ellas. Por esta
razón es que el contrato individual de trabajo no se considera como tal, pero sí los
convenios colectivos, ya que éstos producen tal efecto.
La doctrina en general reconoce el carácter de fuente del derecho del trabajo a
las convenciones colectivas por dos razones básicas:
1.- Son generadas por grupos sociales a los cuales el legislador ha reconocido
aptitud jurídica para crear normas a través de su suscripción; y
2.- El fin principal de ellas es el de fijar condiciones generales de trabajo y
remuneración para los pactos que se celebren durante su vigencia. Este es el efecto
normativo de la convención colectiva.
3. Fallos arbitrales
El fallo arbitral pone término a una negociación colectiva y su contenido
produce un efecto similar al de la convención colectiva.
4. Costumbre
Como lo señala el Código Civil, la costumbre no constituye derecho, sino en
los casos en que la ley se remite a ella.
La costumbre, como fuente, tuvo importancia en la etapa anterior al
nacimiento del derecho del trabajo y también conjuntamente con aquél, pero ha ido
perdiendo importancia por la evolución científica del derecho laboral. Sin embargo,
encuentra aplicación en algunas áreas, como por ejemplo en la actividad pesquera
artesanal.
La jurisprudencia administrativa e incluso judicial, ha hecho cierto
reconocimiento al valor de la costumbre sobre la base del art. 1564 del Código Civil,
según el cual las cláusulas de un contrato también pueden interpretarse por la
aplicación práctica que hayan hecho de ellas ambas partes o una de ellas con la
aprobación de la otra, concluyendo que la forma especial como las partes han dado
cumplimiento al contrato de trabajo, se convierte en una cláusula tácita de éste, que
puede incluso modificar o complementar las estipulaciones del contrato que consten
por escrito.
Se ha resuelto, por ejemplo, que los anticipos de sueldo que una empresa
acostumbra a conceder a sus trabajadores, constituye una modalidad de pago de las
remuneraciones incorporada al contrato.
A estas cláusulas se les llama cláusulas tácitas incorporadas, e implican el
cumplimiento reiterado del contrato de una manera determinada y esta es la razón
de que pase a ser una estipulación tácita de dicho contrato. Es necesario un
cumplimiento constante y reiterado por un lapso más o menos prolongado.
FUENTES INTERNACIONALES
33
Plá Américo, Los principios del derecho del trabajo” pág. 14
La doctrina ha entendido que se expresa en tres aspectos distintos:
a) La regla "in dubio pro operario", según la cual el juez o el intérprete debe elegir
entre varios sentidos posibles, aquel que sea más favorable para el trabajador.
b) La regla de la norma más favorable, según la cual, en el caso de existir más de
una norma aplicable, debe optarse por aquella que sea más favorable, aunque no sea
la que hubiese correspondido de acuerdo a los criterios clásicos sobre jerarquía de
las normas.
c) La regla de la condición más beneficiosa, según la cual la aplicación de una nueva
norma laboral nunca debe servir para disminuir las condiciones más favorables en
que pudiere encontrarse un trabajador.
De esta exposición se observa que son tres las reglas resultantes de un mismo
principio general, sin que pueda considerarse una regla subordinada a otra.
1. La flexibilidad laboral34
Este proceso comenzó a desarrollarse en los años 80, en Europa y como
respuesta a diversas crisis económicas de la época, institución que agrupa a
distintos fenómenos y que implica la posibilidad para el empleador de adaptar
ciertos aspectos de la relación laboral a determinados factores vigentes en un
momento dado. Siguiendo al profesor Gamonal35 se entenderá la institución en
dos sentidos:
34
El tema será tratado siguiendo los lineamientos del trabajo del profesor Sergio gamonal Contreras "La
flexibilidad laboral", en la revista "Cuadernos Jurídicos", N° 5, Juiol 1996. Universidad Adolfo Ibáñez.
35
Cita a Boyer, Robert La flexibilidad del Trabajo en Europa, pág 280
2. Los derechos ciudadanos de trabajador en el contrato de trabajo
a) Discriminación precontractual
El empleador goza en principio de plena libertad para efectuar un proceso de
selección de sus trabajadores, aunque debe respetar las normas de no
discriminación contenidas en la Constitución, no pudiendo discriminar sino por
criterios de capacidad e idoneidad personal. Al respecto el Código en el artículo 2
inciso3 indica que no se consideran discriminación las distinciones, exclusiones o
preferencias basadas en las calificaciones exigidas para un empleo determinado.
Por el contrario señala que sí lo son las ofertas de trabajo efectuadas por un
empleador, directamente o a través de terceros y por cualquier medio, que
señalen como un requisito para postular a ellas cualquiera de las condiciones que
ya se indicaron.
También existe una aplicación de este principio en el artículo 194 inciso final
que dispone que “Ningún empleador podrá condicionar la contratación de
trabajadoras, su permanencia o renovación de contrato, o la promoción o
movilidad en su empleo, a la ausencia o existencia de embarazo, ni exigir para
dichos fines certificados o examen alguno para verificar si se encuentra o no en
estado de gravidez”
En igual sentido legisla el artículo 7 de la ley 19.779, en relación a la
detección del virus de inmunodeficiencia humana.
40
Lizama. Ob cit. pág. 70
II.- LA RELACION INDIVIDUAL DE TRABAJO
En lo político el tema fue dominado por Arturo Alessandri Palma, que con
su oratoria brillante generó un impresionante movimiento popular, que lo llevó al
poder en 1920 y a su regreso a través de un golpe militar en 1925. En este
convulsionado ambiente se dictaron las primeras leyes laborales chilenas, entre
las que se pueden citar la Ley N° 1.938, de Habitaciones Obreras, de 20 de febrero
de 1906, que se acostumbra citar como la primera ley social chilena; Ley Sobre
Descanso Dominical, en 1907; Ley sobre Sillas en los Establecimientos
Comerciales, en 1915; Ley sobre Indemnizaciones por Accidentes del Trabajo, en
1916; Ley de Salas Cuna, en 1917; Ley de la Caja de Retiro y Previsión Social de
los Ferrocarriles del Estado, en 1918 (estimada como la primera ley de previsión
dictada en Chile, si bien hay otras anteriores, como la de Jubilación de Empleados
Civiles, de 20 de agosto de 1857) y la Ley de Caja de Crédito Popular, en 1920.
El movimiento político encabezado por Alessandri hizo suya la idea
plasmada por la naciente Organización Internacional del Trabajo en el sentido de
que la paz universal no puede fundarse sino en la justicia social. Estas ideas se
concretaron un proyecto de código del trabajo, redactado principalmente con las
firmas del Presidente Alessandri y de su Ministro del Interior, don Pedro Aguirre
Cerda, en 1921.
A pesar de la insistencia del Presidente Alessandri el Congreso de la época
no quiso prestar su aprobación al proyecto, pues la mayoría de sus integrantes
resistía violentamente la legislación social. "Sigo creyendo que en el orden social, la
represión violenta, la coacción por enérgica y exagerada que sea, contiene pero no
cura. Difiere y retarda el estallido que a la larga o a la corta viene siempre cuando
imperan en el hecho el abuso y la injusticia. Sólo el respeto al derecho, la justicia
que se hace cuando se debe, es lo que produce la quietud definitiva, el orden y la
paz, cimentados en la armonía de los derechos y deberes recíprocos de los hombres
en sociedad." 41
El 8 de septiembre de 1924 y bajo la presión de un golpe militar ("Ruido de
sables") fueron rápidamente despachadas como desglosadas del proyecto de Código
del Trabajo las siguientes leyes, que constituyen la base de nuestra legislación social
y que posteriormente dieron lugar al Código del Trabajo de 1931.
Estas leyes versaron sobre las siguientes materias: N° 4.053, sobre
Contrato de Trabajo; Ley N° 4.054, sobre Seguro Obligatorio de Enfermedades e
Invalidez; Ley N° 4.055, sobre Accidentes del Trabajo; Ley N° 4.056, sobre Tribunales
de Conciliación y Arbitraje; Ley N° 4.057, sobre Organización Sindical; Ley N° 4.058,
sobre Sociedades Cooperativas; Ley N° 4.059, sobre Contrato de Empleadores
Particulares.
En 1930, el primer Gobierno del Presidente Carlos Ibáñez del Campo,
presentó al Congreso un proyecto de Código del Trabajo que refundía en un solo
texto las leyes vigentes, haciendo diversas correcciones en ellas. Dicho proyecto no
alcanzó a tratarse por el Parlamento, pues el Gobierno obtuvo facultades
extraordinarias y en virtud del D.F.L. N° 178, de 13 de mayo de 1931, el propio
41
Pensamiento de don Jorge Alessandri Palma. En Poblete Troncoso, "El Derecho del Trabajo y la Seguridad
Social en Chile" Pág. 26
Ejecutivo promulgó el primer Código del Trabajo de Chile, bajo el nombre de Texto de
las Leyes del Trabajo.
Este Código, mantuvo su vigencia con numerosísimas modificaciones, hasta la
implementación del llamado Plan Laboral, que se puede señalar que comienza con la
dictación del D.L. 2.200, publicado en el Diario oficial de 15 de junio de 1978, que
fijó normas definitivas al contrato de trabajo y a la protección de los trabajadores, y
derogó toda norma contraria o incompatible con este decreto ley y en especial los
Libros I y II del Código del Trabajo, que versaban sobre el contrato de trabajo y la
protección a los obreros y empleados en el trabajo y otras disposiciones aisladas. En
consecuencia quedaron vigentes las disposiciones de los Libros III y IV que se
referían a las asociaciones sindicales y a los Tribunales del Trabajo. A poco andar se
dictó el decreto Ley N° 2.756, publicado en el Diario oficial del 3 de julio de 1979,
sobre organización sindical; luego, el 6 de julio del mismo año se publica el D.L.
2.758, que establece normas sobre negociación colectiva y el 10 de marzo de 1981 el
D.L. 3.648, que conjuntamente con la Ley N° 18.510 (14 de mayo de 1986),
modificada por la Ley N° 18.571 (6 de noviembre de 1986), reemplazan totalmente la
judicatura del trabajo y su procedimiento.
Toda esta legislación fue objeto de múltiples modificaciones pudiendo citarse por
ejemplo la Ley 18.018, de 14 de agosto de 1981 que modificó fuertemente el D.L.
2.200; la Ley 18.011 (1 de julio de 1981) que reguló el trabajo de los hombres de
mar, Ley 18.032 (25 septiembre de 1981), sobre trabajadores portuarios.
Toda esta legislación fue determinando un importantísimo proceso de
transformación del Derecho del Trabajo en Chile, lo que hizo pensar a estudiosos de
la época en que las variaciones experimentadas no sólo obedecían al natural carácter
mutante del mismo, sino a la falta de análisis profundo de empresarios y
trabajadores como asimismo de estudiosos del Derecho Laboral.
Finalmente el 6 de julio de 1987, se publicó la Ley N°18.620, a través de la cual
se fijó el texto definitivo del nuevo Código del Trabajo. Se dividió en cinco libros que
incluían 454 artículos y comenzó a regir el 6 de agosto de 1987. Se conformaba de la
siguiente forma:
- Un Título Preliminar (artículos 1 a 6)
- Libro I: del Contrato Individual de Trabajo y de la Capacitación Laboral
- Libro II: De la protección a los Trabajadores
- Libro III: De las Organizaciones Sindicales y del Delegado de Personal
- Libro IV: De la Negociación Colectiva
- Libro V: De la Jurisdicción Laboral
- Título Final
Este texto derogó una serie de normas legales, entre las cuales figuraban los
decretos leyes 2.200, 2.756 y 2758, y ordenó que las disposiciones especiales o
reglamentos que hiciesen referencia a las normas que este texto derogaba, se
entenderían hechas a aquellas pertinentes del Código que por esta ley se aprobaba.
El camino no terminó aquí. El 29 de noviembre de 1990 se publicó en el Diario
oficial la ley N° 19.010, que derogó el Título V del Libro I del Código de 1987 (sobre
terminación de contrato de trabajo), estableciendo nuevas normas sobre Terminación
de Contrato de Trabajo y Estabilidad en el Empleo.
Entre las principales modificaciones introducidas se pueden mencionar las
siguientes:
Suprimió la facultad del empleador de poner término al contrato sin expresión de
causa (aun cuando la mantuvo para ciertos trabajadores).
Subió el tope de la indemnización por años de servicios de 150 días a 330.
Incorporó la causal de terminación de necesidades de la empresa.
Concedió a los trabajadores de casa particular el derecho a indemnización por
años de servicios.
42
Lizama Portal, Luis. "Derecho del Trabajo" Editorial jurídica Lexis-Nexis, Santiago, 200, pág. 3.
c) Existen ciertos trabajadores que están expresamente sujetos a estatutos
especiales, como ocurre con el Estatuto de Salud, (Ley N° 19.378) aplicable a los
profesionales y trabajadores que se desempeñen en los establecimientos municipales
de atención primaria de salud y el Estatuto Docente (Ley 19.070, de 1991 cuyo texto
fue fijado por el D.F.L. N° 1 de 1996).
Respecto de todos estos trabajadores se consagra la aplicación supletoria del
Código, es decir, se sujetan a las normas del Código en los aspectos o materias no
regulados en sus respectivos estatutos, siempre que ellas no fueren contrarias a
estos últimos.
d) Situación del artículo 8 del Código, que se refiere a ciertas relaciones jurídicas que
no constituyen contrato de trabajo y, por ende, quedan fuera de la regulación del
Código.
43
Corte Suprema, Rol 3.409-98, de 14 de junio de 1999.
44
Corte de Apelaciones de Antofagasta Rol 2.638-2002. (Recurso de casación declarado desierto, Corte Suprema
rol 255-03)
prestados por un alumno o egresado de una institución de educación superior, y que
estos servicios se presten por un tiempo determinado”45.
1.- Bilateral.
Las partes contratantes se obligan recíprocamente (art. 1439 del Código
Civil). Se generan obligaciones para ambas partes, tanto de carácter patrimonial
como personales. Si bien se acostumbra a citar como las obligaciones básicas la de
prestar servicios por parte del trabajador y la de pagar la remuneración convenida
para el empleador, existen otras que también revisten importancia como es la
obligación del trabajador de acatar las disposiciones del reglamento interno de
orden, higiene y seguridad (arts. 153 y siguientes) y la obligación del empleador de
tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los
trabajadores (art. 184).
2.- Oneroso.
Tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes, gravándose cada uno a
beneficio del otro. (art. 1440 del Código Civil).
3.- Conmutativo.
Las obligaciones que contraen las partes se miran como equivalentes. Esta
característica puede resultar discutida atendida la natural desproporción entre lo
aportado por el empleador y la prestación del trabajador, pues mientras para aquel el
pago de la remuneración del trabajador implica un esfuerzo sólo pecuniario, el
trabajador aporta un importante esfuerzo personal. En todo caso nuestra legislación
ha buscado lograr cierta conmutatividad al asegurar en el artículo 19 N° 16 una
justa retribución y al establecer en el artículo 44 del Código del Trabajo que el
monto de la remuneración no podrá ser inferior a la mínima vigente.
4.- Principal.
Subsiste por sí mismo, sin necesidad de otra convención.
5.- Nominado.
Tiene una individualidad acusada, posee su propia denominación -contrato
de trabajo- y tiene una regulación jurídica propia, con sus elementos tipificantes, que
lo distinguen de las restantes figuras jurídicas de prestación de servicios, civiles o
mercantiles.
6.- Dirigido.
Compete a la legislación estatal regular los elementos básicos del contrato,
en detrimento de la autonomía de la voluntad.
45
Corte de Apelaciones de Apelaciones de Concepción, Rol 369-2001 (Recurso s de casación en la forma y en el
fondo rechazados por la Corte Suprema, Rol 3.449-01
Se realizan y se cumplen en el tiempo, en forma continuada, es decir, las
obligaciones que nacen de él se van cumpliendo y renovándose constantemente. (No
confundir con los contratos de plazo indefinido, que dice relación con la terminación
del mismo)
8.- Consensual.
Se perfecciona por el sólo consentimiento de las partes. (art.9)Para su
perfeccionamiento basta el acuerdo de voluntades, con prescindencia de otras
exigencias formales o materiales. (Adelantaremos que no obstante su carácter
consensual, debe constar por escrito, formalidad exigida por vía de prueba).
Primera clasificación.
Según las partes obligadas: contrato individual y contrato colectivo. Esta
clasificación ha sido recogida en el Código den el artículo 6, que define ambos
tipos.
1.Contrato individual
"El contrato es individual cuando se celebra entre un empleador y un
trabajador". Corresponde al definido en el artículo 7.
2. Contrato colectivo
"Es colectivo el celebrado por uno o más empleadores con una o más
organizaciones sindicales o con trabajadores que se unan para negociar
colectivamente, o con unos y otros, con el objeto de establecer condiciones comunes
de trabajo y de remuneraciones por un tiempo determinado."
Segunda clasificación
Según la duración del contrato
1. Contrato indefinido
Normalmente el contrato de trabajo será celebrado por toda la vida útil del
trabajador, lo que en ningún caso implica que pueda concluir antes, ya sea por
voluntad del propio trabajador o por mediar alguna otra causa de terminación.
Por otra parte, y como una forma de evitar abusos por parte del empleador,
se ha contemplado una norma que presume legalmente que el contrato es indefinido
en aquellos casos en que el trabajador ha prestado servicios discontinuos en virtud
de más de dos contratos a plazo, durante doce meses o más en un periodo de quince
meses, contados desde la primera contratación.
46
Dirección del Trabajo, Dictamen N° 3.878/197, 22 de junio de 1995
3. Contrato por obra o servicio
este tipo de contrato, llamado también "por obra o faena" no se encuentra
expresamente regulado en el Código, pero sí se remite a esta situación el artículo 159
N° 5, al señalar que el contrato de trabajo termina con la conclusión del trabajo o
servicio que le dio origen.
Primer elemento
La intervención de determinados sujetos (partes del contrato)
Se encuentran definidos en el art. 3:
a) Empleador: la persona natural o jurídica que utiliza los servicios intelectuales o
materiales de una o más personas en virtud de un contrato de trabajo.
b) Trabajador: toda persona natural que preste servicios personales intelectuales o
materiales, bajo dependencia o subordinación, y en virtud de un contrato de trabajo.
Segundo elemento
Prestaciones u obligaciones de contenido patrimonial. Las principales o
fundamentales son dos:
a) Prestación del trabajador: prestar servicios personales bajo subordinación o
dependencia del empleador.
b) Prestación del empleador: retribuir los servicios personales del trabajador
mediante una remuneración determinada.
49
Dirección del Trabajo. Dictamen N° 2.059/175, 22 de mayo de 2000.
50
Dirección del Trabajo. Dictamen N° 1.607/35, de 28 de abril de 2003
51
Corte de Apelaciones de Santiago, Rol 4.570/2001
Una manifestación de esta circunstancia la encontramos en el art. 159 N° 3,
que contempla como causal de terminación del contrato a la muerte del trabajador.
La muerte del empleador, por el contrario, no acarrea la terminación del contrato de
trabajo, por la norma de continuidad de la empresa contenida en el art. 4 inciso 2.
a) La fuga, huida o emigración del Derecho del Trabajo a través de figuras como las
siguientes:
a.1 El arrendamiento de servicios, que en los últimos años se ha visto reaparecer aún
tratándose de profesionales universitarios.
a.4 La contratación a través de empresas de trabajo temporal, que implica una forma
más moderna de intermediación o subcontratación de mano de obra. En nuestra
realidad normalmente implica el tratar de evadir responsabilidades laborales.
a) La ajenidad
Es de la esencia del contrato de trabajo el que el producto del trabajo es
desde antes de su nacimiento del empleador, quien además asume los riesgos del
mismo. Algunos autores confieren tanto valor a este elemento que hacen derivar de él
a la dependencia53
La concurrencia de estos elementos es lo que configura la existencia de la
llamada relación individual de trabajo, la que se ha considerado como institución
fundamental del Derecho Individual del Trabajo, siendo ella la que provoca y
determina su aplicación; cuando exista, deberá cumplirse el Derecho del Trabajo y
cuando falte, la prestación de servicios quedará regida por el derecho civil. Este
elemento, sin embargo, no puede ser considerado en forma aislada, pues no
permitiría dar una buena respuesta a aquellos casos de empresas unipersonales, en
es la empresa la que asume el riesgo, presentándose como vendedora de un producto
elaborado.
Como se puede ver, ningún criterio parece suficiente por sí solo para
determinar los marcos de aplicación del Derecho del Trabajo. Todos, cual más o cual
menos, dejan abierta las posibilidades de escape de ciertas relaciones a la esfera
proteccionista del derecho laboral. Por ello, tal vez el camino sea dar nuevos alcances
al concepto de subordinación, no haciéndolo recaer sólo en el cumplimiento de
horarios o jornadas delimitadas, sino en el sometimiento personal del trabajador a la
potestad de dirección del empleador, independientemente de las circunstancias
formales que lo rodeen.54
Tercer elemento
Continuidad o permanencia en la prestación de los servicios.
Los servicios ocasionales, esporádicos no dan lugar a una relación laboral.
a) Contrato de arrendamiento
Se consideró como una forma especial de arrendamiento: el arrendamiento
de servicios. Esta posición que fue fervientemente defendida por Marcel Planiol 55. El
tratadista alemán Philipp Lotmar criticó esta posición sosteniendo que la energía de
trabajo del obrero no formaba parte de su patrimonio y, por lo tanto, no podía ser
objeto de un contrato. Es así como el trabajo permanece unido íntimamente a la
persona que desempeña el servicio.
b) Contrato de compraventa
El tratadista Francesco Carnelutti se esforzó en demostrar que el contrato de
trabajo podía ser clasificado como un contrato de compraventa. Esta posición se
levantaba en contra de aquella que propugnaba que el contrato de trabajo era un
arrendamiento, pues lo que el trabajador aportaba era en definitiva su energía, la
que a diferencia de lo que ocurre con la cosa arrendada, no podía ser devuelta a su
dueño. Esta posición obedece a la consideración de la energía humana como una
cosa, susceptible de ser vendida.
c) Contrato de sociedad
Esta posición fue defendida por el tratadista Chatelain 56 quien partiendo de
la noción de empresa sostuvieron que en el contrato de trabajo se dan dos elementos
: obra común de varias personas, cada una de las cuales aporta algo y división en
común de alguna cosa, elementos que podían ser identificados con el aporte de
trabajo y derecho a retribución que se daban en el contrato de trabajo.
d) Contrato de mandato
54
Ermida y Hernández Ob. Cit. revista laboral Chilena, N° 5 2002, pág. 70
55
Traité Elémentaire de Droit Civil. Citado por De la Cueva, Mario. Ob. Cit pág 447
56
De la Nature du Contrat entre Ouvrier et Entrepreuner. Citado por de la Cueva. Ídem pág. 450
También se intentó explicar esta naciente figura jurídica a través de la
existencia de una mandato, en la cual el trabajador actuaba como mandatario del
empleador.
a) Como primer punto debe dejarse en claro que la relación de trabajo como tal no es
única, sino que su formación, contenido y efectos están determinados por el tipo de
actividad de que se trate.
57
De la Cueva, Mario. Ob cit. pág 453
58
Ob.cit pág 478 y siguientes.
c) El contenido de la misma tampoco está determinada necesariamente por el
acuerdo de voluntades.