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ANEURISMAS (con o sin necrosis vascular)

Dilatación localizada en arteria sobre cualquier zona de distensión y


debilidad de las capas medias del muro vascular (hemorragia en vasa-vasorum,
rotura de la íntima y disección)
Etiología: Arteriosclerosis, hipertensión sistólica, síndrome de Marfan,
infecciones (endocarditis), malformaciones (angiomas).
Tratamiento oficial: Propanolol (disminuye la velocidad de llenado del
ventrículo izquierdo y por tanto, el golpe sistólico y disminuye igualmente la
frecuencia), Nitroprusiato sódico (hipotensor que actúa dilatando arteriolas y
vénulas para bajar indirectamente la tensión sistólica y con ella el riesgo) y
Reserpina.

ANEURISMAS Y MEDICINA BIOLÓGICA

El enfoque biológico de los aneurismas obliga a una actuación


fitoterápica de doble ámbito.

1) Por un lado, la Medicina Biológica establece una estrategia


protectora del vaso debilitado como urgencia inexcusable, para la que
el conocimiento de la fitoterapia antihipertensiva y antiarteriosclerótica
es clave.
a. Para la H.T.A., mayor o menor, subyacente, hemos evaluado:
Eucaliptus, Vinca Pervinca, Espino Blanco, Meliloto, Fumaria, Tila y
Ulmaria.
b Para la arteriosclerosis, mayor o menor, subyacente: Las
anteriores más Cola de Caballo, Fresno, Abedul y Alcachofa.
c. Para el hipermetabolismo, hipersimpatismo y Calor Interno que
caracteriza el cuadro en que se gestan los aneurismas: Las mismas
plantas más aceites esenciales de Ylang-Ylang y Enebro.
d. Para potenciar la fuerza arterial de las paredes: Ciprés, Hiedra,
Hipérico, Mirto, Meliloto, Cola de Caballo y Pensamiento Silvestre.
Por tanto, hipertensión, arteriosclerosis, hiperactividad metabólica y
debilidad arterial constitucional, establecen el cuadro de fondo en que los
aneurismas se producen.

2) Hemos citado a la arteriosclerosis, hipertensión sistólica, síndrome de


Marfan, endocarditis y angiomas como condicionantes de la vitalidad
arterial, pero sin embargo, estas patologías no tienen, “perse”, porqué
producir aneurismas. El cuadro etiológico que explica los aneurismas
se entiende en Medicina Biológica como el resultado de un Vacío de
Yin de Corazón y Vacío de Sangre de Corazón, asociado a Vacío de Yin
de Riñones. Es, este específico terreno el que determina la lesión.
Es decir, los aneurismas expresan una lesión vascular en un terreno de
alteración hormonal y neurovegetativa que constituye un agobio metabólico
sobre una arteria debilitada.
Es importante comprender bien este cuadro, porque en él se explican
señales y síntomas que acompañan al enfermo aneurismático, (palpitaciones,
insomnio, sueño de baja calidad, mareos y vértigos, calor en palmas de las
manos y plantas de los pies, sudor nocturno, pómulos rojos) que son las propias
del Vacío de Yin.( Ver 1ª parte: Vacío de Yin y Vacío de Sangre).

TRATAMIENTO BIOLÓGICO:

Los remedios para ambos cuadros, deben ir asociados puesto que


asociados producen la lesión.
* Dieta Hiposódica-Hipercaliémica + Dieta Definida nº10.
* B-5 y B-22. Para Vacío de Yin y su alteración neuroendocrina y
para potenciar la pared vascular (3 cucharillas de un preparado al día y
alternar al día siguiente con 3 de la otra). La B-22 pretende una
protección directa sobre vasos sanguíneos mediante dos acciones:
Tonificante (Meliloto y Pensamiento Silvestre) y freno del agobio
hipermetabólico Yang por Vacío de Yin (Milenrama, Parietaria, Diente
de León).
* F-60.

F-60 (plantas estudiadas):


Valeriana, Espino blanco, para protección antiictus.
Angélica, Helenio, para tonificar “Sangre de Corazón” y Vacío de Yin.
Borraja, Fresno, Ulmaria, Vitex agnus castus, Meliloto, Pasiflora,
Remania, Bolsa de pastor, para equilibrar el Vacío de Yin.
Aceites esenciales: Ylang ylang, Azahar.

A esta cura básica de los aneurismas puede añadirse un equilibrador de la


tensión arterial, F-59.
F-59 (plantas estudiadas):
Azahar, Tila, Celidonia, Valeriana, Angélica, Fumaria, Muérdago, Vinca,
Abedul, Borraja, Ulmaria, Pasiflora, Meliloto, para evitar
Estancamiento de Sangre y relajar el simpatismo en que se constituye
la H.T.A.
Aceites esenciales: Lavanda, Limón, Eucaliptus.

Sin embargo, resta una acción posterior fundamental que es la


potenciación de la resistencia del propio muro vascular que como hemos dicho
requiere un preparado propio, F-90.

F-90 (plantas esudiadas):


Ciprés, Hiedra, Hipérico, Mirto, Meliloto, Cola de caballo, Pensamiento
silvestre, Cardo mariano, Mirtilo, Castaño de indias, para potenciar
elasticidad y tono en la pared vascular.
Aceites esenciales: Ciprés, Limón.

Puesto que el riesgo de lesión vascular es algo implícito en la edad, la


importancia de este preparado como protección es esencial.

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