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VIA CRUCIS

¿Cómo rezar el viacrucis?

Origen y promesas de Jesús a los devotos del viacrucis

¿Qué es el viacrucis?

Es la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte
en la cruz y posterior resurrección. Literalmente, via crucis significa "camino de la cruz". Al rezarlo, recordamos
con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos del pecado durante su pasión y muerte. Dicho
camino se representa mediante 15 imágenes de la Pasión que se llaman "estaciones". Te animarás a cargar con las
cruces de cada día, si recuerdas con frecuencia las estaciones o pasos de Jesús hasta el Calvario.

¿Cuáles son las promesas de Jesucristo a los devotos del via crucis?

A la edad de 18 años, Estanislao, joven español, ingresó al noviciado de los “Hermanos de las escuelas cristianas" ,
en Bugedo (Burgos, España). En la vida religiosa, este joven tomó los votos de religión que son: el cumplimiento
de los reglamentos, avanzar en la perfección cristiana; y alcanzar el amor puro. En el mes de octubre de 1926, este
hermano se ofreció a Jesús por medio de María Santísima. Poco después de haber hecho esta donación heroica de
sí mismo, el joven religioso enfermó y meses después, murió. Fue en marzo de 1927.

Según el maestro de novicios, Estanislao era un alma escogida de Dios que recibía mensajes del cielo. Sus
confesores y teólogos reconocieron estos hechos sobrenaturales como actos insignes. Su director espiritual le había
ordenado escribir todas las promesas transmitidas por Nuestro Señor, entre otras las relacionadas con los devotos
del via crucis. Promesas para los devotos del Via Crucis
1.- Yo concederé todo cuanto se me pidiere con fe, durante el rezo del Via Crucis.

2.- Yo prometo la vida eterna a los que, de vez en cuando, se aplican a rezar el Via Crucis.

3.- Durante la vida, yo les acompañaré en todo lugar y tendrán Mi ayuda especial en la hora de la muerte.

4.- Aunque tengan más pecados que las hojas de las hierbas que crece en los campos, y más que los granos de
arena en el mar, todos serán borrados por medio de esta devoción al Via Crucis. (Nota: Esta devoción no elimina la
obligación de confesar los pecados mortales. Se debe confesar antes de recibir la Santa Comunión.)

5.- Los que acostumbran rezar el Vía crucis frecuentemente, gozarán de una gloria extraordinaria en el cielo.

6.- Después de la muerte, si estos devotos llegasen al purgatorio, Yo los libraré de ese lugar de expiación, el primer
martes o viernes después de morir.

7.- Yo bendeciré a estas almas cada vez que rezan el Via Crucis; y mi bendición les acompañará en
todas partes de la tierra. Después de la muerte, gozarán de esta bendición en el Cielo, por toda la eternidad.

8.- A la hora de la muerte, no permitiré que sean sujetos a la tentación del demonio. Al espíritu maligno le
despojaré de todo poder sobre estas almas. Así podrán reposar tranquilamente en mis brazos.

9.- Si rezan con verdadero amor, serán altamente premiados. Es decir, convertiré a cada una de estas almas en
Copón viviente, donde me complaceré en derramar mi gracia.

10.- Fijaré la mirada de mis ojos sobre aquellas almas que rezan el Vía Crucis con frecuencia y Mis Manos estarán
siempre abiertas para protegerlas.

11.- Así como yo fui clavado en la cruz, igualmente estaré siempre muy unido a los que me honran, con el rezo
frecuente del Vía Crucis.

12.- Los devotos del Vía Crucis nunca se separarán de mí porque Yo les daré la gracia de jamás cometer un pecado
mortal.

13.- En la hora de la muerte, Yo les consolaré con mi presencia, e iremos juntos al cielo. La muerte será dulce para
todos los que Me han honrado durante la vida con el rezo del Vía Crucis
14.- Para estos devotos del Vía Crucis, Mi alma será un escudo de protección que siempre les prestará auxilio
cuando recurran a Mí..

¿Cómo se reza el Via Crucis?

ORACIONES INICIALES

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame.


Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. Oh buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo,
defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti, para que con tus santos
te alabe, por los siglos de los siglos. Amén.

Por la señal, de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ACTO DE CONTRICCIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad
infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa
porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente
nunca más pecar, confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

1ª ESTACIÓN: JESÚS SENTENCIADO A MUERTE

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Sentenciado y no por un tribunal, sino por todos. Condenado


por los mismos que le habían aclamado poco antes. Y El
calla...

Nosotros huimos de ser reprochados. Y saltamos


inmediatamente...
Dame, Señor, imitarte, uniéndome a Ti por el Silencio cuando
alguien me haga sufrir. Yo lo merezco. ¡Ayúdame!

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


2ª ESTACIÓN: JESÚS CARGADO CON LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Que yo comprenda, Señor, el valor de la cruz, de mis pequeñas


cruces de cada día, de mis achaques, de mis dolencias, de mi
soledad.
Dame convertir en ofrenda amorosa, en reparación por mi vida
y en apostolado por mis hermanos, mi cruz de cada día.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

3ª ESTACIÓN: JESÚS CAE, POR PRIMERA VEZ, BAJO


EL PESO DE LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Tú caes, Señor, para redimirme. Para ayudarme a levantarme


en mis caídas diarias, cuando después de haberme propuesto
ser fiel, vuelvo a reincidir en mis defectos cotidianos.
¡Ayúdame a levantarme siempre y a seguir mi camino hacia Ti!

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO CON LA VIRGEN

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Haz Señor, que me encuentre al lado de tu Madre en todos los


momentos de mi vida. Con ella, apoyándome en su cariño
maternal, tengo la seguridad de llegar a Ti en el último día de
mi existencia.
¡Ayúdame Madre!

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

5ª ESTACIÓN: EL CIRINEO AYUDA AL SEÑOR A


LLEVAR LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Cada uno de nosotros tenemos nuestra vocación, hemos venido


al mundo para algo concreto, para realizarnos de una manera
particular. ¿Cuál es la mía y cómo la llevo a cabo?
Pero hay algo, Señor, que es misión mía y de todos: la de ser
Cirineo de los demás, la de ayudar a todos.
¿Cómo llevo adelante la realización de mi misión de Cirineo?

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro.


6ª ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE
JESÚS.

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Es la mujer valiente, decidida, que se acerca a Ti cuando


todos te abandonan. Yo, Señor, te abandono cuando me dejo
llevar por el "qué dirán", del respeto humano, cuando no me
atrevo a defender al prójimo ausente, cuando no me atrevo a
replicar una broma que ridiculiza a los que tratan de acercarse
a Ti. Y en tantas otras ocasiones.

Ayúdame a no dejarme llevar por el respeto humano, por el


"qué dirán".
Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

7ª ESTACIÓN: SEGUNDA CAÍDA EN EL CAMINO DE


LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Caes, Señor, por segunda vez. El Via Crucis nos señala tres
caídas en tu caminar hacia el Calvario. Tal vez fueran más.
Caes delante de todos... ¿Cuándo aprenderé yo a no temer el
quedar mal ante los demás, por un error, por una equivocación?.
¿Cuándo aprenderé que también eso se puede convertir en
ofrenda?

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


8ª ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE
JERUSALÉN

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Muchas veces, tendría yo que analizar la causa de mis lágrimas.


Al menos, de mis pesares, de mis preocupaciones. Tal vez hay
en ellos un fondo de orgullo, de amor propio mal entendido, de
egoísmo, de envidia.
Debería llorar por mi falta de correspondencia a tus
innumerables beneficios de cada día, que me manifiestan,
Señor, cuánto me quieres.
Dame profunda gratitud y correspondencia a tu misericordia.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Tercera caída. Más cerca de la Cruz. Más agotado, más falto de


fuerzas. Caes desfallecido, Señor.
Yo digo que me pesan los años, que no soy el de antes, que me
siento incapaz.
Dame, Señor, imitarte en esta tercera caída y haz que mi
desfallecimiento sea beneficioso para otros, porque te lo doy a
Ti para ellos.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


10ª ESTACIÓN: JESÚS DESPOJADO DE SUS
VESTIDURAS

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Arrancan tus vestiduras, adheridas a Ti por la sangre de tus


heridas.
A infinita distancia de tu dolor, yo he sentido, a veces, cómo
algo se arrancaba dolorosamente de mí por la pérdida de mis
seres queridos. Que yo sepa ofrecerte el recuerdo de las
separaciones que me desgarraron, uniéndome a tu pasión y
esforzándome en consolar a los que sufren, huyendo de mi
propio egoísmo.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

11ª ESTACIÓN: JESÚS CLAVADO EN LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Señor, que yo disminuya mis limitaciones con mi esfuerzo y así


pueda ayudar a mis hermanos. Y que cuando mi esfuerzo no
consiga disminuirlas, me esfuerce en ofrecértelas también por
ellos.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro.


12ª ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Te adoro, mi Señor, muerto en la Cruz por Salvarme. Te adoro


y beso tus llagas, las heridas de los clavos, la lanzada del
costado... ¡Gracias, Señor, gracias!
Has muerto por salvarme, por salvarnos. Dame responder a tu
amor con amor, cumplir tu Voluntad, trabajar por mi salvación,
ayudado de tu gracia. Y dame trabajar con ahínco por la
salvación de mis hermanos.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

13ª ESTACIÓN: JESÚS EN BRAZOS DE SU MADRE

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Déjame estar a tu lado, Madre, especialmente en estos


momentos de tu dolor incomparable. Déjame estar a tu lado.
Más te pido: que hoy y siempre me tengas cerca de Ti y te
compadezcas de mí.
¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


14ª ESTACIÓN: EL CADÁVER DE JESÚS PUESTO EN EL
SEPULCRO

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

Todo ha terminado. Pero no: después de la muerte, la


Resurrección. Enséñame a ver lo transitorio y pasajero, a la luz
de lo que perdura. Y que esa luz ilumine todos mis actos. Así
sea.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

15ª ESTACIÓN: JESÚS RESUCITA

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz


redimiste al mundo.

«¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está
aquí, ha resucitado» (Lc 24,5-6).

Unas piadosas mujeres fueron al sepulcro de Jesús muy


temprano. El anuncio de la resurrección convierte su tristeza
en alegría. Jesús está vivo y nosotros vivimos en Él para
siempre. La resurrección de Cristo inaugura para la humanidad
una renovada primavera de esperanza.

Jesús, enséñame a mantener siempre la esperanza.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


ORACIÓN FINAL

Te suplico, Señor, que me concedas, por intercesión de tu Madre la Virgen, que cada vez
que medite tu Pasión, quede grabado en mí con marca de actualidad constante, lo que Tú
has hecho por mí y tus constantes beneficios. Haz, Señor, que me acompañe, durante toda
mi vida, un agradecimiento inmenso a tu Bondad. Amén.

Virgen Santísima de los Dolores, mírame cargando la cruz de mi sufrimiento; acompáñame


como acompañaste a tu Hijo Jesús en el camino del Calvario; eres mi Madre y te necesito.
Ayúdame a sufrir con amor y esperanza para que mi dolor sea dolor redentor que en las
manos de Dios se convierta en un gran bien para la salvación de las almas. Amén.

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