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OBSERVACIÓN Y APRECIACIÓN

CASO 0. Observación y teoría

Alfredo, un joven interesando en la investigación social, tuvo que abandonar sus estudios en Psicología para atender la
tienda de abarrotes de sus padres, sin embargo se mantiene en constante actualización leyendo información en internet,
participando en Blogs y en ocasiones hasta discutiendo en foros.

Usualmente cuando Alfredo llega a la tienda pone todo en su lugar, prende la computadora y empieza a hacer búsquedas
en internet sobre métodos de investigación, se topa con un Blog de nombre “Ciencia, escepticismo y humor” al entrar
se da cuenta que hay muchas actualización con títulos interesantes, las revisa una a una y casi al final se topa con una
que llama especialmente su atención, se titula “La observación científica nunca puede estar libre de teoría”, se pone un
poco a meditar y la verdad duda sobre la afirmación por lo que decide entrar y leer todo lo que se dice al respecto:

Hay un célebre experimento realizado en 1897 por J. J. Thomson que requiere un detalle. Durante años, los físicos
habían estado intrigados con el fenómeno misterioso de los rayos catódicos que son aquellos que se generan cuando
una placa de metal dentro de un tubo de vidrio al que se ha hecho el vacío se conecta al polo negativo de una
enorme batería. Esos rayos se manifiestan porque en el extremo opuesto del tubo aparece una mancha luminosa.
Los tubos de los televisores no son [eran] más que esos tubos de rayos catódicos en los que la intensidad de los
mismos está controlada por las señales emitidas desde las estaciones del Televisión.
Cuando se descubrieron esos rayos, nadie sabía qué eran exactamente. Thomson midió la desviación que tomaban
esos rayos al situarlos en el seno de campos eléctricos o magnéticos. Resultaba que el valor de la desviación era
compatible con la hipótesis de que estaban constituidos por pequeñas partículas que tenían una carga eléctrica bien
definida. Thomson llegó a la conclusión que esas partículas eran los constituyentes fundamentales de los átomos.
Thomson es recordado ahora por el descubrimiento del electrón. Ese mismo experimento fue realizado por Walter
Kaufmann en la misma época.

La principal diferencia entre ambos experimentos era que el de Kaufmann era mejor. Hoy sabemos que la relación
entre masa y carga del electrón está más cerca la hallada por Kaufmann y no por la de Thomson. Sin embargo, la
historia lo ha relegado al olvido porque era un positivista: no creía que la tarea del físico fuera especular sobre cosas
que no se podían observar. Kaufmann no dijo que era un cierto tipo de partícula, sino que fuera lo que fuera lo que
estaba corriendo dentro de un rayo catódico, transportaba una cierta cantidad eléctrica respecto a su masa.
Mientras Kaufmann no siguió, Thomson pensó que había descubierto una partícula fundamental, así que continuó
haciendo experiencias para encontrar sus propiedades. Encontró que la misma relación carga y masa se daba en
determinadas partículas emitidas por la radiactividad de determinadas sustancias y también por determinados
materiales calentados, y llevó a cabo una primera medición de la carga y la masa por separado. Y fue este conjunto
de cosas las que hicieron de él el descubridor del electrón. A decir verdad Thomson ni siquiera observó la desviación
de los rayos catódicos en el seno de un campo magnético; simplemente, midió la desviación de un punto luminoso
en un extremo de un tubo de vacío cuando ciertos cables eléctricos eran conectados a una batería. Incluso
simplemente, experimentó sensaciones visuales y táctiles al respecto.
Weinberg, S. (2003). Plantar cara: la ciencia y sus adversarios culturales. Paidós.

Al terminar su lectura Alfredo se queda pensativo sobre lo que acaba de leer, no da crédito a si el título del artículo del
Blog es correcto y se queda repitiendo en su mente ¿qué significa observar algo? ¿Thomson debió quedarse con el
crédito? ¿Realizó una observación o simplemente una percepción del fenómeno?...

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