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Hidráulica Fluvial y MarítimaMonferrer

IAHR AIPH
XXI CONGRESO LATINOAMERICANO DE HIDRAULICA
SÃO PEDRO, ESTADO DE SÃO PAULO, BRASIL, OCTUBRE 2004

TRANSPORTE DE SEDIMENTOS EN RIOS Y CANALES

Julián Aguirre-Pe, Alix T. Moncada y María L. Olivero


CHIDRA, Laboratorio de Hidráulica, Facultad de Ingeniería, Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela,
aguirrej@ula.ve, Fax 58-274-2402812

RESUMEN: En este trabajo se reúnen más de dos mil quinientos datos de ríos y canales que se han divulgado
ampliamente en la literatura y que se utilizan para calibrar nuevas relaciones funcionales de transporte y para obtener
casos particulares de aplicación puntual. También se han seleccionado quince de las más recientes funciones de
transporte, de poco más de medio siglo, para determinar la bondad de cada una de ellas respecto a cada uno de los ríos y
canales estudiados. El análisis de los resultados indica que las ecuaciones que contienen el número de Froude de las
partículas como variable independiente presentan mayor predictibilidad que las ecuaciones cuyo parámetro
independiente es el esfuerzo cortante adimensional o la diferencia de éste con el esfuerzo cortante crítico. Es
esperanzadora la aplicación de las diferentes ecuaciones en rangos más amplios que los de diseño original. De hecho, el
índice de dispersión ID (parámetro propuesto para cuantificar la predictibilidad del transporte de sedimentos de un río o
un canal, proporcional a la dispersión experimental) arroja buenos resultados en variados canales y ríos. Se propone que
una ecuación se emplee como predictora de transporte de sedimentos solamente si su índice de dispersión es menor o
igual que 10. Se verifica que los canales presentan un menor índice de dispersión que los ríos, lo cual se explica por la
mayor irregularidad de la sección transversal de los ríos. La velocidad de caída de las partículas no sustituyen
adecuadamente el efecto de su diámetro en las funciones de predicción de transporte de sedimentos.

ABSTRACT: In this paper, more than 2500 rivers and laboratory channel data, that have been widely presented in the
literature, are used to calibrate new sediment transport functional relationships and for obtaining particular cases of
punctual applications. Furthermore, 15 of the most used transport functions, in almost half a century, are used to
determine the goodness of each of them with respect to each of the studied rivers and laboratory channels. Analysis of
results indicates that relationships that contain the particle Froude number as independent variable show better
predictability than those whose independent variable is the dimensionless shear stress or its difference with the critical
shear stress. Application of different relationships in wider fields than those of the original design is a very hopeful
event. In fact, the dispersion index ID (proposed parameter to quantify predictability of sediment transport in a river or
laboratory channel) shows good results in various rivers and laboratory channels. It is proposed that an equation be
employed in predicting sediment transport only if its dispersion index is equal or smaller than 10. It is obtained that
channels show a lesser dispersion index than rivers, this can be explained because of larger irregularities in the
transversal section of rivers. Fall velocity of sediment particles does not substitute adequately the effect of particle
diameter in sediment transport prediction.

PALABRAS CLAVE: Transporte de sedimentos, ríos, canales de laboratorio


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INTRODUCCIÓN

White et al. (1975) señalaron que cada modelo de transporte ha sido desarrollado de buena fe por
reconocidos investigadores, pero a menudo para un rango específico de tamaños de sedimentos y para
condiciones hidráulicas particulares. Los transportes calculados, de sedimentos del lecho, varían
considerablemente de una teoría a otra y no es fácil, por consiguiente, seleccionar cuál método adoptar para
una situación específica. Las características de diversas teorías de transporte han sido evaluadas de diferentes
formas. Las comparaciones se han hecho usualmente graficando, para cierta corriente, tanto las tasas de
transporte observadas como las calculadas contra el caudal de agua, o en forma más universal, los transportes
adimensionales de sedimentos contra los esfuerzos cortantes en el lecho también adimensionales. La
American Society of Civil Engineers, ASCE, (1975), reunió 13 fórmulas para estimar el transporte del
material del lecho en condiciones de flujo permanente, sin incluir la carga de lavado.
Un canal obedece a un diseño con ciertas características hidráulicas y geométricas que difieren de las
de un río que no tiene determinaciones previas sino que obedecen a parámetros de la hidrología, la
geomorfología y la hidráulica fluvial. El caudal de un canal es usualmente constante pero el de los ríos varía
en función de los parámetros hidrológicos de la cuenca. Las crecidas de los ríos pueden modificar tanto el
curso del río, como sus secciones transversales características. Para un río son importantes los caudales
infrecuentes pero no extraordinarios, los caudales extraordinarios y los caudales menores pero duraderos.
Existen dudas sobre si el suministro limitado de sedimentos es consistente con las funciones de
transporte de sedimentos que relacionan la tasa de transporte a las características hidráulicas y a las
propiedades del sedimento del lecho. El transporte es función de tres grupos de propiedades; el material del
lecho (distribución de tamaños, densidad, forma y arreglo del fondo); el flujo que causa el movimiento
(caudal, profundidad, forma del canal, velocidad, gradiente del flujo); y la tasa de transporte de sedimentos
(que contempla la distribución de tamaños, carga en suspensión y la carga de fondo).
Las fórmulas de transporte de sedimentos aplicables a sedimentos gradados se consideran usualmente
como predictoras de transporte correspondientes a caudales y materiales del lecho conocidos. En la práctica,
también pueden emplearse en dirección contraria, para calcular la composición del lecho dados los
parámetros característicos del transporte y de las características hidráulicas. En la práctica, se puede calcular
la composición desconocida del lecho a partir de la información detallada del transporte de sedimentos.
La mayor parte de las ecuaciones de transporte tienen una base hidráulica. Proporcionan la tasa de
transporte en función del exceso de alguna variable del flujo, tal como el esfuerzo cortante, el caudal, o el
número de Froude densimétrico, sobre el valor crítico de la variable para iniciar el movimiento. Estos valores
críticos suponen que no hay transporte por debajo del valor crítico de la variable. Esto no es realista,
tomando en cuenta las condiciones estocásticas de la iniciación del movimiento de las partículas, que en los
ríos de montaña presentan un amplio rango de variación. Por ello, las tasas de transporte medidas de los
tamaños de las fracciones en movimiento no es directamente comparable con la tasa de transporte uniforme
del mismo diámetro moviéndose bajo las mismas condiciones del flujo.
Las variables de un río aluvial se pueden clasificar como variables independientes y variables
dependientes, es decir, las variables de causa y las variables de efecto. Aquéllas que se imponen sobre el río,
por cualquier razón, son variables independientes o variables de control, mientras que las variables
resultantes como efecto son variables dependientes.
El río no tiene control de las variables independientes, por el contrario, él es controlado por tales
variables. Las variables que deben tomarse en cuenta son las propiedades del fluido, las propiedades de los
sedimentos y las características del sistema del flujo. Se considera así el caudal de agua Q, el caudal de
sedimentos Qs, la anchura del canal T, la profundidad d, la velocidad media U, el radio hidráulico r, la
pendiente de la línea de energía del flujo y el factor de fricción f o los diámetros Di que caracterizan el
material suelto del lecho.

PROCEDIMIENTOS PARA ESTIMAR EL TRANSPORTE DE SEDIMENTOS

Aquí se consideran quince de las formulaciones más empleadas para estimar el transporte de sedimentos del
lecho, en ríos y canales. Aunque algunas fueron diseñadas para condiciones específicas, su uso extensivo en
rangos más amplios que los originales nos permitirá hacer estimaciones generales sobre aplicabilidad de las
formulaciones, sobre la posible aptitud preferencial por ríos o por canales o por rangos específicos de las
variables. Las ecuaciones presentadas en orden cronológico son las siguientes:

La ecuación de Meyer – Peter y Müller (1948) expresa que


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(
Φ* = 8 λτ* − τ*c )
3/ 2
(1)

en la cual el transporte adimensional corresponde a

qs
Φ* = (2)
D 50 (g ∆ D 50 )
12

donde λ es un factor debido a las formas de fondo. Si éste es plano λ = 1, τ* es el valor del esfuerzo
cortante adimensional dado por:
rb S (3)
τ* =
∆ D 50

τc* es su valor crítico, prácticamente igual a 0.047 para valores altos del número de Reynolds del contorno, qs
es el transporte de sedimentos del lecho en volumen por unidad de tiempo y de ancho, D50 es el diámetro
significativo de las partículas de sedimentos, g es la aceleración de gravedad, ∆ es el peso específico relativo
sumergido, que adquiere el valor ∆ = 1.65 para partículas de cuarzo, rb es el radio hidráulico correspondiente
al efecto del lecho, y S es la pendiente de la línea de energía.

La formulación de Einstein (1950) y Brown (1950) se expresa como

Φ* = 40 F1 τ*3 (4)

donde F1 representa la velocidad adimensional de caída de las partículas correspondientes al D50 y ν es la


viscosidad cinemática del fluido, en general agua

2 36 ν 2 36 ν 2
F1 = + − (5)
3 g ∆ D 50 3 g ∆ D 50
3

Las funciones de Sato, Kikkawa y Ashida (1958) se basan en un análisis teórico similar al de Einstein
(1950) y puede presentarse en función del coeficiente n de Manning, como
3.5
 C  τ  1
  τ 0 u * f  c  si n ≤ 0.025 (6)
 40 r 16   τ0  γ s g ∆ D 50 3
 b 

Φ* = τ  1 (7)
τ 0 u * f  c  si n > 0.025
 τ0  γ s g ∆ D 50 3

en las cuales u * = τ 0 ρ , τ0 es el esfuerzo cortante en el contorno, γs es el peso específico del sedimento, ρ


es la densidad del fluido, C es el coeficiente Chézy que adquiere la forma adimensional C * = C / g y se
16
relaciona con la rugosidad de Manning por C = rb /n

El esfuerzo cortante crítico fue aproximado por la expresión

τ c = 0.05 (γ s − γ ) D 50 (8)

y la función τc /τ0 se expresa por la relación

τ  (9)
f  c  = 2.7809X 3 − 4.9607X 2 + 1.586X + 1.0006
 τ0 
donde X es una variable.
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El método de Frijlink presentado por Maza y García (1996), relaciona el transporte con el inverso del
*
esfuerzo cortante adimensional (intensidad de corte). Así obtuvo, para ψ F = 1 / τ *µ , que

−1 2 *
Φ * = 5ΨF* e −0.27 ΨF (10)

1
donde µ = (C C 90 ) 2 adquiere el valor de 1 cuando la C de Chézy coincide con C90. La ecuación de Frijlink y
Angerman es válida para (1/µ τ*) ≤ 18.

El método de Yalin (1963) fue propuesto para estimar el arrastre en la capa de fondo. Así escribió que

 1 
g b = C 3 S y D u * (γ s − γ ) 1 − Ln(1 + a y S y ) (11)
 a y S y 
donde C3 = 0.635, y D es el diámetro de los granos sueltos del lecho.
τ* − τ* c
Sy = (12)
τ* c
Además se tiene que
0.4
 γ 
a y = 2.45 τ *c   (13)
 γs 
Finalmente se recuerda que
gb
Φ* = (14)
(g ∆ D 350 )1 2 γ

El procedimiento de Engelund y Hansen (1967) está basado en experimentos con arenas. La relación
funcional fue expresada como
52
0.1τ *
Φ =
*
(15)
fc

en la que fC es un coeficiente de fricción igual a

2
fc = (16)
C *2

donde el coeficiente adimensional de Chézy está dado por C* = U / u* , en la cual U es la velocidad media del
fluido y u* es la velocidad de corte en el lecho.

La formulación de Ackers y White (1973) expresa que


1.5
0.025 D 35  P * 
Φ* = q  − 1 (17)
D 50 (g ∆ D 35 ) 12
d  0.17 
donde
 
 
1  U  (18)
P* =
(g D 35 ∆)1 2   r  
 321 2 log 10 b  
  D 35  
en las cuales D35 y D50 se refieren a los diámetros que separan las partículas correspondientes de diámetros
menores que los indicados en los subíndices; d es la profundidad media del flujo y q es el caudal líquido por
unidad de ancho.

La ecuación de Smart y Jaeggi (1983) se muestra como


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D 
Φ * = 4 90  S 0.6 C * τ *0.5
d * *
τ − τ cj ( ) (19)
 D 30  rb

en la cual D90 y D30 son los diámetros de las fracciones correspondientes, y el esfuerzo crítico se expresa
como
 S 
τ *cj = τ *c cos(atan(S)) 1 −  (20)
 tan (φ ) 

donde φ es el ángulo de reposo del material granular que compone el lecho.

La función de Mizuyama y Shimohigashi (1985) se expresa como

1
q s = A´ q S 2 (21)
∆2

donde A´ es una constante que para el valor A´= 20 nos permite expresar la función como

q 1
Φ * = 20 S2 (22)
g ∆ D 350 ∆2

La función de Bathurst et al. (1987) expresa el transporte en función del exceso de caudal sobre el
caudal crítico qc necesario para iniciar el movimiento de las partículas. La expresión es
2.5 S3 2
Φ* = (q − q c ) (23)
(∆ + 1)D 50 (g ∆ D 50 )1 2
donde el caudal crítico se obtiene por la relación

(
q c = g D 350 )
12
0.15 S −1.12 (24)

El procedimiento de Pacheco–Ceballos (1989) incluye un esfuerzo cortante crítico adimensional


*
τ c = 0.043. Su relación funcional es
1.5
 τ − τc 
2   D 50 u b S
 τ c  d
Φ =
*
(25)
∆ tg (α ) g ∆ D 350 rb

donde tg(α) ≈ 0.7, ub es la velocidad en el fondo y ub/U es la relación de la velocidad de la partícula en la


capa del fondo y la velocidad media U. Así

 a 
log15 
ub
=  D 50  (26)
U  d 
log12 
 D 50 
donde el espesor a se obtiene de
1.5
 τ* − τ*c 
a =   2 D 50 (27)
*
 τ c 

La función de transporte de Parker (1990) se puede expresar por la relación


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Φ * = W * τ *50 ( ) 32
(28)

donde la velocidad adimensional de caída se define como

W* = 0.0025 G ( Γ50) (29)


en la cual

4.5
 0.853 
54741 −  para Γ > 1.59 (30)
 Γ 
G ( Γ50) = [
exp M 0 (Γ − 1) − 9.28(Γ − 1)
2
] para 1≤ Γ ≤ 1.59 (31)

Γ M0 para Γ < 1 (32)

donde Γ50 expresa la relación de esfuerzos según

τ *50
Γ50 = (33)
τ *r 50
con τ*r50 = 0.0876 y M0 es un coeficiente experimental.

La ecuación de Karim (1998) expresa el transporte como función del número de Froude de la partícula
F*, de la velocidad de corte en el lecho, y de la velocidad de caída w de las partículas. Se expresa como

2.97  u* 
Φ * = 0.00139 F*   (34)
w
en la cual
U
F* = (35)
g ∆ D 50

y la velocidad de caída es

 2 36 ν 2 36 ν 2 
w = + −  g∆D (36)
 3 g∆D 3 g ∆ D 50
3  50
 50 

La relación funcional de Aguirre-Pe et al. (2000a, 2000b y 2003) está dada por la expresión

F*6S1 2
Φ * = 1. 5 (37)
C *4

en la cual F* es el número de Froude de las partículas dado por la ecuación (35), S es la pendiente y C* es el
coeficiente adimensional de Chézy.

La ecuación de Cheng (2002), de reciente data, expresa el transporte por la relación funcional

 −0.05 
 1. 5 
Φ * = 13 Θ 1.5 e  Θ 
(38)
en la cual
u *2
Θ= (39)
∆ g D 50
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ANALISIS COMPARATIVO DEL TRANSPORTE DE SEDIMENTOS EN RIOS Y CANALES

Se estima pertinente determinar el comportamiento de las quince relaciones funcionales descritas,


seleccionadas de entre las más populares en la estimación del transporte de sedimentos, con respecto de diez
ríos y canales de laboratorio cuyos datos han sido empleados universalmente en la calibración de ecuaciones
y fórmulas en el transporte de sedimentos. Los datos han sido tomados de Brownlie (1981) y de la base de
datos Hydrau-Tech. Inc. (1998). Para cada formulación se obtuvo el error medio normalizado MNE dado
como
x − x ci
100 n mi
MNE = ∑ (40)
n i =1 x mi

donde xmi y xci son los valores medidos y calculados de las variables hidráulicas. También se determinó el
factor medio de predicción MPF expresado como

1 n  x mi x ci 
MPF = ∑ mayor de  ,  (41)
n i =1
 x ci x mi 

Además, se propone un nuevo índice de dispersión ID, dado por

MNE
ID = MPF (42)
100

Este índice puede ser tan bueno como el valor teórico de cero cuando no hay ningún error, pero también
puede crecer hasta valores muy altos. Se estima que son aceptables valores hasta cerca de 10, lo que puede
corresponder a MNE = 200 y a un MPF = 5. En la Tabla 1 se presenta el comportamiento de las relaciones
seleccionadas para un canal de laboratorio, según mediciones de Abdel-Aal en 1969. En la columna
izquierda se presentan las ecuaciones calibradas y en las últimas columnas se presenta el índice de dispersión
ID de las ecuaciones ordenadas conforme a su comportamiento.

Tabla 1. Comportamiento de las relaciones funcionales para los datos de laboratorio de


Abdel-Aal en 1969
Rango de Variación
Pendiente S (m/m) 0,00170 < S (m/m) < 0,00250
Diámetro de las partículas D50 (mm) 0,10500 < D50 (mm) < 0,10500
Radio hidraúlico rb (m) 0,07265 < rb (m) < 0,09719
3
Caudal por unidad de ancho q (m /ms) 0,03509 < q (m3/ms) < 0,11744
Ecuación MNE (%) MPF ID # Autor ID
Meyer, Peter y Müller (1948) 63,84 4,07 2,60 1 Karim (1998) 0,28
Einstein y Brown (1950) 97,43 71,15 69,32 2 Aguirre et al.(2000a,2000b y 2003) 0,59
Sato, Kikkawa y Ashida (1958) 76,01 4,26 3,24 3 Engelund y Hansen (1967) 1,00
Frijlink en 1962 73,92 7,63 5,64 4 Cheng (2002) 1,61
Yalin (1963) 231,88 3,36 7,78 5 Parker (1990) 1,93
Engelund y Hansen (1967) 46,69 2,14 1,00 6 Pacheco-Ceballos (1989) 2,45
Ackers y White (1973) 90,85 11,19 10,17 7 Meyer, Peter y Müller (1948) 2,60
Smart y Jaeggi (1983) 89,82 12,08 10,85 8 Sato, Kikkawa y Ashida (1958) 3,24
Mizuyama y Shimohigashi (1985) 97,27 44,87 43,65 9 Frijlink en 1962 5,64
Bathurst et al. (1987) 92,33 16,02 14,79 10 Yalin (1963) 7,78
Pacheco-Ceballos (1989) 66,33 3,70 2,45 11 Ackers y White (1973) 10,17
Parker (1990) 59,21 3,26 1,93 12 Smart y Jaeggi (1983) 10,85
Karim (1998) 22,93 1,23 0,28 13 Bathurst et al. (1987) 14,79
Aguirre et al. (2000a, 2000b, 2003) 40,54 1,46 0,59 14 Mizuyama y Shimohigashi (1985) 43,65
Cheng (2002) 60,18 2,68 1,61 15 Einstein y Brown (1950) 69,32
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En la Fig. 1 se muestra el ajuste de la relación de Aguirre-Pe et al.(2000a, 2000b y 2003), a los datos
de laboratorio de Willis, Coleman y Ellis en 1972.

1,E+08

1,E+07

1,E+06

1,E+05
* *4 1/2
Φ C /S

1,E+04

1,E+03
4 1/2 6
Φ*C* /S =1,5F*
MNE = 105,14%
1,E+02 MPF = 2,10
ID = 2,21

1,E+01
1 10 100
F*

Fig. 1. Ajuste de la ecuación de Aguirre-Pe et al. (2000a, 2000b y 2003) a los datos de laboratorio de
Willis, Coleman y Ellis en 1972

En la Tabla 2 se muestra el comportamiento de las relaciones seleccionadas para el río Saskatchewan,


según mediciones de Samide en 1971. El índice de dispersión ID en la última columna muestra valores más
altos que en el caso de los canales presentados. Esta característica de menor exactitud en ríos que en canales
se ha observado en una muestra de más de 30 ríos y canales de laboratorio.

Tabla 2. Comportamiento de las relaciones funcionales para el río Saskatchewan, datos de


Samide en 1971
Rango de Variacíon
2
Caudal por unidad de ancho q (m /s) 1,545147 < q (m2/s) < 6,421313
Radio hidraúlico rb (m) 0,680961 < rb (m) < 2,407768
Pendiente S (m/m) 0,001580 < S (m/m) < 0,007450
Diametro de las partículas D50 (m) 0,013606 < D50 (m) < 0,076113
Ecuación MNE (%) MPF ID # Autor ID
Meyer, Peter y Müller (1948) 1703,55% 23,946 407,935 1 Aguirre et al. (2000a,b y 2003) 6,151
Einstein y Brown (1950) 644,83% 7,449 48,034 2 Sato, Kikkawa y Ashida (1958) 7,403
Sato, Kikkawa y Ashida (1958) 189,15% 3,914 7,403 3 Mizuyama y Shimohigashi (1985) 13,284
Frijlink en 1962 1900,43% 20,004 380,169 4 Engelund y Hansen (1967) 15,333
Yalin (1963) 360,41% 6,206 22,366 5 Yalin (1963) 22,366
Engelund y Hansen (1967) 343,88% 4,459 15,333 6 Smart y Jaeggi (1983) 23,070
Ackers y White (1973) 499,42% 6,210 31,015 7 Ackers y White (1973) 31,015
Smart y Jaeggi (1983) 388,34% 5,941 23,070 8 Karim (1998) 38,560
Mizuyama y Shimohigashi (1985) 316,82% 4,193 13,284 9 Pacheco-Ceballos (1989) 45,581
Bathurst et al. (1987) 762,45% 8,624 65,757 10 Einstein y Brown (1950) 48,034
Pacheco-Ceballos (1989) 364,53% 12,504 45,581 11 Bathurst et al. (1987) 65,757
Parker (1990) 262,45% 31598,105 82928,306 12 Cheng (2002) 247,910
Karim (1998) 572,82% 6,732 38,560 13 Frijlink en 1962 380,169
Aguirre et al. (2000a,b y 2003) 199,56% 3,083 6,151 14 Meyer, Peter y Müller (1948) 407,935
Cheng (2002) 1523,61% 16,271 247,910 15 Parker (1990) 82928,306

En la Fig. 2 se presenta el ajuste de la relación funcional de Aguirre-Pe et al. (2000a, 2000b y 2003) a
los datos del río Mountain Creek, Einstein en 1942.
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1,E+09

1,E+08

1,E+07
1/2

1,E+06
Φ* C* / S
4

1,E+05 4 1/2 6
Φ* C* / S = 1,5F*
MNE = 88,04%
1,E+04
MPF = 2,226
IE = 1,959
1,E+03

1,E+02
1 10 100
F*

Fig. 2. Ajuste de la ecuación de Aguirre-Pe et al. (2000a, 2000b y 2003) a los datos del río
Mountain Creek, Einstein en 1942

En la Tabla 3 se presentan los índices de dispersión ID de las 15 relaciones funcionales


aplicadas al conjunto de canales y al conjunto de ríos, con el fin de encontrar las mejores funciones,
es decir, las que tienen menor sumatoria del índice ID.

Tabla 3. Bondad de las relaciones funcionales expresadas por los valores mínimos de ∑ ID
ΣID en
R elació n fu n cio n al ΣID en ΣID en
can ales y # C an ales R ío s R ío s y C an ales
can ales río s
río s
M eyer, P eter y M ü ller (19 48) 24 3,8 8 53 0,5 7 77 4,4 5 1 A guirre et al. (2 000 a,b y 20 03) E ngelu nd y H an sen (1 967 ) E ngelu nd y H an sen (1 967 )
E instein y B row n (195 0) 23 2,4 3 55 9,4 6 79 1,8 9 2 E ngelu nd y H an sen (1 967 ) A guirre et al. (2 000 a,b y 20 03) A guirre et al. (2 000 a,b y 20 03)
S ato, K ikkaw a y A shida (1 95 8) 11 5,6 5 91 ,94 20 7,5 9 3 P acheco-C eballos (1 989 ) K arim (19 98) K arim (19 98)
F rijlink en 1 962 33 0,9 1 50 8,0 5 83 8,9 6 4 S m art y Jaeggi (198 3) Y alin (196 3) S ato, K ikkaw a y A shida (1 95 8)
Y alin (196 3) 19 4,1 5 89 ,67 28 3,8 2 5 S ato, K ikkaw a y A shida (1 95 8) S ato, K ikkaw a y A shida (1 95 8) Y alin (196 3)
E ngelu nd y H an sen (1 967 ) 28 ,55 25 ,14 53 ,69 6 K arim (19 98) A ckers y W h ite (197 3) A ckers y W h ite (197 3)
A ckers y W h ite (197 3) 19 8,8 5 12 5,2 9 32 4,1 4 7 B ath urst et al. (19 87) S m art y Jaeggi (198 3) S m art y Jaeggi (198 3)
S m art y Jaeggi (198 3) 92 ,64 31 9,5 8 41 2,2 2 8 Y alin (196 3) B ath urst et al. (19 87) B ath urst et al. (19 87)
M izuyam a y S him ohigashi (19 85) 31 7,9 6 50 13,41 53 31,37 9 A ckers y W h ite (197 3) C heng (200 2) P acheco-C eballos (1 989 )
B ath urst et al. (19 87) 12 9,0 0 33 6,6 7 46 5,6 7 10 E instein y B row n (195 0) F rijlink en 1 962 M eyer, P eter y M ü ller (19 48)
P acheco-C eballos (1 989 ) 43 ,86 68 6,6 9 73 0,5 5 11 M eyer, P eter y M ü ller (19 48) M eyer, P eter y M ü ller (19 48) E instein y B row n (195 0)
P arker (19 90) 25 193 65,82 83 984 ,06 26 033 49,88 12 M izuyam a y S him ohigashi (19 85) E instein y B row n (195 0) F rijlink en 1 962
K arim (19 98) 12 8,5 4 48 ,49 17 7,0 3 13 F rijlink en 1 962 P acheco-C eballos (1 989 ) C heng (200 2)
A guirre et al. (2 000 a,b y 20 03) 23 ,00 41 ,45 64 ,45 14 C heng (200 2) M izuyam a y S him ohigashi (19 85) M izuyam a y S him ohigashi (19 85)
C heng (200 2) 52 7,1 6 50 6,6 1 10 33,77 15 0 P arker (19 90) P arker (19 90)

RESULTADOS Y CONCLUSIONES

Se ha realizado una amplia revisión de datos de transporte de sedimentos tanto en canales de


laboratorio como en ríos, y a cada uno de los 10 canales de laboratorio y 10 ríos se les ha aplicado cada una
de las 15 ecuaciones seleccionadas, como las de mayor uso. Se puede concluir que los canales de laboratorio
arrojan mejor ajuste que los ríos respecto a las ecuaciones consideradas.
Se encuentra que para las relaciones funcionales analizadas, las ecuaciones que contienen el número
de Froude de la partícula F* como parámetro independiente muestran, en promedio, mejor ajuste que las
relaciones que se calibraron con el esfuerzo cortante adimensional τ*.
Se propone un índice de dispersión ID que indica la bondad de una relación funcional. Este índice
permite establecer un límite superior de 10 para calificar una relación como buena y aceptable para un canal
de laboratorio o un río.
La Tabla 3 proporciona la sumatoria de los valores de ID para cada relación funcional, interpretando
los diversos canales de laboratorio y ríos. Se observa que las tres formulaciones que arrojan mejor índice de
dispersión son las de Aguirre-Pe et al. (2000a, 2000b y 2003), Engelund y Hansen (1967) y Pacheco-
Ceballos (1989), en ese orden para canales de laboratorio y de Engelund y Hansen (1967), Aguirre-Pe et al.
(2000a, 2000b y 2003) y Karim (1998) para ríos.
Presentación Comité Organizador Temáticas Autores Busca Información General

RECONOCIMIENTO

Los autores expresan su reconocimiento a los Brs. Daniel A. Machado y David R. Contreras por el
procesamiento de la información y sus aportes a la correcta interpretación de los datos. También se
agradece al Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico, CDCHT, de la
Universidad de los Andes, por el apoyo brindado a través de la subvención CVI-ADG-I-07-95.

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