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La industria del cemento tiene un impacto ambiental negativo importante para la salud, en
función de su localización con relación a centros poblados.
La industria del cemento incluye las instalaciones con hornos que emplean el proceso
húmedo o seco para producir cemento de piedra caliza, y las que emplean agregado
liviano para producirlo a partir de esquisto o pizarra. Se utilizan hornos giratorios que
elevan los materiales a temperaturas de 1400 °C. Las materias primas principales son
piedra caliza, arena de sílice, arcilla, esquisto, marga y óxidos de tiza. Se agrega sílice,
aluminio y hierro en forma de arena, arcilla, bauxita, esquisto, mineral de hierro y escoria
de alto horno. Se introduce yeso durante la fase final del proceso. La tecnología de hornos
de cemento se emplea en todo el mundo. Usualmente, las plantas de cemento se ubican
cerca de las canteras de piedra caliza a fin de reducir los costos de transporte de materia
prima.
Emisiones atmosféricas de una fábrica de cemento sin los controles adecuados sobre las
emisiones atmosféricas.
IMPACTOS AMBIENTALES POTENCIALES
El polvo, especialmente la sílice libre, constituye un riesgo importante para la salud de los
empleados de la planta cuya exposición provoca la silicosis. Algunos de los impactos
mencionados pueden ser evitados completamente, o atenuados más exitosamente, si se
escoge el sitio de la planta con cuidado.
Véase también:
Material peligroso
Peligro industrial
Parque industrial (localización)
Fábrica de cemento en Australia, no se aprecian emisiones atmosféricas dañinas.
TEMAS ESPECIALES
En las plantas del proceso "seco", se alimentan al horno las materias primas secas. El
único efluente es el agua de enfriamiento, y ésta puede ser eliminada con torres de
enfriamiento o piscinas. En el proceso "Húmedo", se alimentan las materias primas al
horno en forma de una lechada. En algunos casos, las plantas pueden lixiviar el polvo del
horno que se ha recolectado, a fin de eliminar el álcali soluble antes de volver a
alimentarlo al horno. En estas plantas, el rebosamiento del clarificador del proceso de
lixiviación constituye la fuente más severa de contaminación hídrica; requiere
neutralización (posiblemente mediante carbonicen) antes de descargarlo.
Proceso del Cemento.
La alta temperatura de la llama y la naturaleza del producto hacen que los hornos de
cemento sean atractivos para destruir una variedad de materiales orgánicos peligrosos.
Manejados correctamente, los hornos constituyen una alternativa mucho menos costosa
que los incineradores de desechos. Las pruebas realizados por la Agencia de Protección
Ambiental de los EE.UU. y otros, han demostrado que la destrucción de los compuestos
orgánicos, incluyendo PCB y los pesticidas organocloruros y órgano fósforos, iguala o
supera los resultados logrados por los incineradores de desperdicios peligrosos que
operan a temperaturas más bajas. Muchos compuestos metálicos tóxicos pueden ser
quemados en los hornos de cemento en cantidades que sean suficientemente pequeñas,
y que no afecten negativamente la calidad del producto, ni la seguridad, porque se
vinculan a la escoria y llegan a formar parte del producto. El plomo, sin embargo, requiere
atención especial; hasta la mitad de la cantidad introducida sale del horno y se precipita
con el polvo del horno. El reciclaje del polvo aumenta la concentración del plomo hasta el
punto en que éste, también, se vincula a la escoria, pero una cantidad pequeña (0.2 a 1.0
por ciento) se escapa con los gases de la chimenea. Talium se emite con el humo del
horno, es decir, no se liga a los sólidos. Los estudios del comportamiento del mercurio,
hasta la década de los 90, han sido inconcluyentes.
Descripción del ámbito de actividad
Las fábricas de la industria del cemento, cal y yeso generan principalmente productos en
forma de polvo que con la adición de agua son modelables y, tras un tiempo de reacción
dado, endurecen. Para la obtención de los productos son necesarias las siguientes etapas
de fabricación:
Cocción;
Embalaje y envío.
En el método húmedo la materia prima se muele con adición de agua hasta formar un
lodo que contiene 35 - 40 % de agua. Durante la cocción el agua se evapora. La cantidad
de energía requerida viene a ser un 100 % mayor que en el método seco. Por razón del
proceso, en el método húmedo la cantidad específica de gas de escape es también
mayor. No se fabrican hornos nuevos para el método húmedo, salvo para condiciones
extremas de la materia prima. Las instalaciones antiguas son reconvertidas en creciente
medida al proceso en seco, con el que se ahorra energía.
En casi todos los yacimientos se encuentra anhidrita asociada con yeso. La anhidrita es
una forma anhidra de sulfato cálcico (CaSO4) que, una vez desmenuzado y clasificado,
se utiliza a veces como aglomerante rápido sin tratamiento térmico previo.
Aire
Gases de escape/gases de combustión
Durante la extracción y trituración de las materias primas del cemento, cal y yeso
(principalmente piedra caliza, yeso y anhidrita), realizadas normalmente en canteras, no
se producen gases de escape.
Las materias primas del cemento se suelen secar al mismo tiempo de su preparación y
molienda, por lo que la humedad presente se desprende en forma de vapor de agua
inocuo. Durante la cocción de las materias primas, u obtención del cemento, tiene lugar,
por desprendimiento del dióxido de carbono (CO2) contenido en la piedra caliza, la
transformación de carbonato cálcico en óxido cálcico. Así pues, las emisiones gaseosas
de la cocción están formadas por el CO2 de la descarbonatación, los gases de escape de
los combustibles y también vapor de agua en pequeña cantidad. En el gas desprendido
pueden aparecer también compuestos de azufre (generalmente en forma de SO2) y
óxidos de nitrógeno (NOx). Las emisiones de vapor y de cloro y flúor gaseosos se evitan
en el proceso normal por adsorción de los contaminantes en el producto combustible.
Las emisiones de vapor de agua y de CO2 son inherentes al proceso, mientras que la
aparición de compuestos de azufre puede reducirse drásticamente con el uso de materias
primas y combustibles adecuados y el control del proceso de combustión. Hasta ciertos
límites los componentes sulfurados son fijados por la clinca del cemento durante la
cocción.
Durante la cocción del yeso, pasan a la atmósfera vapor de agua y pequeñas cantidades
de gas de combustión. Dado que las temperaturas de cocción de 300 - 400 C no son muy
altas y los flujos de masa son generalmente muy pequeños, también estas instalaciones
de cocción producen una contaminación ambiental escasa.
Polvo
Durante la obtención y elaboración de cemento, cal y yeso, el proceso produce polvo en
diferentes fases de trabajo. En el cemento este polvo es una mezcla de piedra caliza,
óxido cálcico, minerales del cemento y a veces también cemento totalmente cocido,
mientras que en el yeso es anhidrita y, sobre todo, sulfato cálcico. A excepción del polvo
de CaO puro, que aparece en la cocción de la cal, el polvo no es peligroso, pero sí muy
molesto. En los distintos grupos de producción y dispositivos de transporte de una fábrica
de cemento hay que aspirar y despolvar de 6 a 12 m³ de aire y gas de escape por kg de
material. Entre las mayores fuentes de una fábrica están:
Ruido
Las fábricas de cemento ocasionan un impacto sonoro mucho mayor que las de cal y
yeso. Pero también estas últimas tienen sectores de producción cuyos niveles de ruido
son considerables.
En la extracción de materias primas pueden producirse durante corto tiempo molestias de
ruido a causa de explosiones y las consiguientes sacudidas. Pero con procedimientos de
detonación adecuados se pueden reducir en gran medida estas emisiones de ruido.
Para evitar molestias, las plantas de la industria de cal y de yeso y, sobre todo, del
cemento deben estar construidas como mínimo a una distancia de 500 m de las zonas
urbanizadas. La inmisión en urbanizaciones próximas no debe sobrepasar 50 hasta 60
dB(A) de día y 35 - 45 dB(A) de noche.
Agua
En el sector minero de la industria de cemento, cal y yeso, el agua residual puede
contener materias sedimentables. Para no superar los valores establecidos por la
normativa vigente, es preciso pasar el agua surgida en la mina a través de tanques de
reposo, y el agua utilizada para lavar la piedra caliza siempre a través de tanques de
sedimentación. El agua superficial que surge en el entorno de las minas debe ser
descargada aparte.
Las fábricas de cemento y de cal son a veces grandes consumidores de agua, pero el
proceso tecnológico no produce contaminación del agua. En las fábricas de cemento se
necesitan unos 0,6 m³ de agua por tonelada de cemento para la refrigeración de las
máquinas. La mayor parte de este agua se encuentra en circulación, por lo que sólo hay
que reponer las pérdidas. En las instalaciones que trabajan con el método seco también
se consume agua para la refrigeración de los gases de escape de los hornos, pudiéndose
calcular un consumo neto aproximado de 0,4 a 0,6m³ de agua por tonelada de cemento.
En las instalaciones que trabajan con el método húmedo se necesita aproximadamente
otro m³ por tonelada de cemento para la molienda del lodo. Este agua se desprende de
nuevo por evaporación.
En la industria de la cal se necesita agua para el apagado de la cal cocida (aprox. 0,33
m³/t de cal). Algunas fábricas de cal consumen, sobre todo cuando se exigen calidades de
gran pureza, otro m³ aprox. de agua por tonelada de cal para el lavado de la piedra caliza
bruta. Dependiendo del consumo, este agua de lavado se pasa a tanques de
sedimentación o a piscinas de clarificación, donde las partes finas se depositan y el agua
residual se evapora, o a veces se reutiliza.
La industria del yeso necesita relativamente poca agua, pues al transcurrir los procesos a
temperaturas bajas, no hace falta energía de refrigeración. En la fabricación de placas de
escayola, al yeso bruto se añade agua, que permanece en el producto para el fraguado
del yeso (transformación del semihidrato en dihidrato).
Suelo
En las inmediaciones de las fábricas de cemento, cal y yeso, si el mantenimiento de las
instalaciones de separación de polvo es insuficiente, los suelos pueden deteriorarse por el
polvo que reciben.
Puesto de Trabajo
En las fábricas de cemento, cal y yeso están en funcionamiento numerosas máquinas
que, incluso con el estado actual de la técnica, producen niveles de ruido de 90 dB(A).
Generalmente se puede conseguir disminuir el ruido por medio de dispositivos estáticos.
Los puestos de trabajo permanentes dentro de las instalaciones, por ejemplo, los puestos
de mando, deben tener insonorización. Si a pesar de ello se producen niveles continuos
de 85 dB(A), debe disponerse de protector de oídos, cuyo uso es imprescindible a partir
de un nivel de ruido de 90 dB(A) para evitar lesiones auditivas. También durante estancias
cortas en zonas de proceso con ruido intenso está prescrita una protección de los oídos.
Ecosistemas
Las fábricas de cemento, cal y yeso necesitan materias primas que se encuentran a flor
de tierra, por lo que al extraerlas no se pueden evitar interferencias en el paisaje
circundante.
En la elección del emplazamiento de las fábricas de cemento, cal y yeso deben tenerse
en cuenta también los aspectos ambientales. Si se trata de emplazamientos en zonas
aprovechadas hasta entonces para la agricultura, han de considerarse posibles fuentes de
ingresos alternativas, sobre todo para las mujeres afectadas. Además del debido
cumplimiento de las normas sobre gas de escape, polvo, ruido y agua, hay que verificar
las condiciones del terreno, la integración en el paisaje y la infraestructura del
emplazamiento. La infraestructura comprende, por ejemplo, suministro y posibilidades de
vivienda para el personal femenino y masculino, sistemas y volumen de tráfico,
industrialización existente y planificada de la zona.
Dado que el impacto ambiental no se limita al área de la fábrica, los grupos de población
afectados, y sobre todo mujeres y niños, deben tener derecho a atención médica.