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UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA

Departamento de Ciencias Sociales


Facultad de Humanidades y Comunicación

Carrera: Trabajo Social Y Gestión Del Desarrollo


Asignatura: Práctica de Trabajo Social Comunitario III

Docente: Lenoshka Ingram Medina

PRESENTADO POR:
1. Ana Isabel López Flores
2. Denisse Leonor Dávila
3. Concepción de los Ángeles Sánchez Busto
4. Coralia Noelia Guzmán Navarrete

Managua, 2019
Según el Código de la niñez y adolescencia en la Ley No.287 considera como niño y niña a los
que no hubiese cumplido los 13 años de edad y adolescentes a los que se encuentran entre los
13 y 18 años de edad, no cumplidos, a la vez plasma que se entiende por interés superior de la
niña, niño y adolescente todo aquello que favorezca su pleno desarrollo, físico, psicológico,
moral, cultural, social, en consonancia con la evolución de sus facultades que le beneficie en su
máximo grado.

De los Derechos y Deberes en el Art.12 plasma que las niñas, niños y adolescentes tienen
derecho intrínseco a la vida desde su concepción y a la protección del estado a través de las
políticas que permitan su nacimiento supervivencia y desarrollo integral y armonioso en
condiciones de una existencia digna.

La niña, niño y adolescente tienen derecho a la libertad, a la seguridad, al respeto y a la dignidad


como personas humanas en proceso de desarrollo y con características particulares como
sujetos de los derechos establecidos en la Constitución política y en las leyes.

Art.20 Es responsabilidad primordial de las madres, padres o tutores, así como del estado a
través de sus políticas educativas, educar a las niñas, niños y adolescentes en el ejercicio de sus
derechos y libertades conforme a la evolución de sus facultades.

Capitulo II

De la convivencia familiar

Art. 24 Es obligación de las madres y de los padres, la responsabilidad compartida, en el cuido,


alimentación, protección, vivienda, educación, recreación, y atención medica física y mental de
sus hijas e hijos conforme a la Constitución Política, el presente código y las leyes vigentes.

Capitulo III

Art.46 Las madres, padres o tutores, tienen la obligación de incorporar a sus hijas e hijos o a
quienes tengan bajo su cuido, en el sistema educativo y velar por su asistencia al centro de
educación. A fin a que se desenvuelvan con éxito en el proceso de aprendizaje.

Art.50 En el proceso educativo se deberá respetar los valores culturales, artísticos, religiosos e
históricos propios del contexto social de la niña, niño y adolescente y promover el acceso a las
fuentes de cultura y a la libertad de recreación y a todos aquellos consignados en la Convención
sobre los Derechos del Niño.

En Nicaragua como en el resto de América Latina, el análisis y tratamiento de la familia como


base de la sociedad ha estado mediado desde la colonia hasta nuestros días por el grado de
reconocimiento o desconocimiento de los factores históricos sociales y culturales que
determinan su conformación y evolución. En la medida en que se aborda la familia desde la
perspectiva de un modelo ideal y único se tiende a desconocer las diversas modalidades de
interacción, formas o arreglos que asumen, en respuesta a los tiempos en los que viven.

Desde la perspectiva del Estado puede ser conveniente tener como referencia un modelo ideal
de familia, como grupo social donde confluyen más estrechamente los intereses individuales
con los intereses colectivos. Asimismo, resulta funcional a todo Estado ver a la familia
comportarse como “célula base” de la sociedad, como principal intermediaria entre el individuo
y el Estado o como “la primera escuela de la vida”.

Tipología según la composición o estructura del hogar

Por estructura de hogar se entiende la composición de los miembros del hogar, tomando como
referencia o modelo ideal al hogar nuclear (ambos padres e hijos). Commented [H1]: Quién dice esto?? Hay que citar

Las categorías comúnmente establecidas en esta tipología de hogares son:

a. Hogares unipersonales.

b. Hogares nucleares: pueden tener núcleo conyugal completo o incompleto e hijos. Los
nucleares suelen subdividirse en biparentales sin hijos, biparentales con hijos, monoparentales
con jefe hombre, monoparentales con jefe mujer.

c. Hogares extensos: pueden presentar un núcleo conyugal completo o incompleto más otros
parientes del jefe de hogar. No hay presencia de miembros no parientes del jefe de hogar.

d. Hogares compuestos: pueden presentar un núcleo conyugal completo o incompleto, pueden


tener o no otros parientes del jefe de hogar, y tienen otros miembros no parientes del jefe.

e. Hogares sin núcleo conyugal: no se conforman con un núcleo conyugal, con presencia de otros
parientes del jefe de hogar y/o no parientes del jefe de hogar. Este tipo de hogar se conforma
por dos personas o más. En términos generales, en América Latina se ha observado (Arriagada,
Ariza, y otros) que por el descenso sostenido de la fecundidad, el avance de la transición
demográfica conlleva el incremento de hogares nucleares y hogares no familiares y la reducción
de hogares extensos. En esta tipología son de especial interés los hogares nucleares
biparentales, los extensos y los monoparentales de jefatura femenina, ya sea por la evolución
en su peso estadístico como por su probable vínculo con niveles de pobreza.

La jefatura de hogar como categoría presenta sesgos y limitaciones que llaman a relativizar su
uso y a buscar términos y conceptos alternativos como “miembros de referencia” y “jefatura de
hogar compartida” para las encuestas de hogares (CEPAL, 2004b).

En nuestra cultura, al hombre se le asigna la jefatura del hogar como derivación del papel de
proveedor y cabeza de familia que le atribuye la sociedad, independientemente de su aporte
real a la economía del hogar.

La utilización de la jefatura femenina como indicador de la pobreza de las mujeres ha sido


ampliamente debatida porque puede estar asociada con múltiples situaciones y no
necesariamente con condiciones de mayor pobreza.

Las estadísticas indican que mientras el hombre generalmente se desempeña como jefe de
hogar con muchas responsabilidades compartidas con su cónyuge, la mujer por el contrario –en
la mayoría de los casos– se reconoce como jefa de hogar sólo en hogares monoparentales. En
otra dirección, se argumenta que es muy probable que las mujeres que se hacen cargo de los
hogares monoparentales tener alguna capacidad económica, de otra forma tiendan a unirse o a
formar hogares extendidos. Commented [H2]: Veo mucha información sin cita bibliográfica
Situación educativa de este segmento poblacional en Nicaragua.

En Nicaragua, los avances en este tema han tenido sus altos y bajos, fuertemente influenciados
por los cambios de gobierno. En general, la educación inicial4 ha estado marginada, en parte
porque no se ha reconocido sino hasta hace pocos años su importancia para el desarrollo del
niño y la niña, a esto se suma que por décadas se han manejado concepciones erróneas en la
sociedad en general y en particular en algunas familias que piensan que los niños y niñas asisten
al preescolar sólo a jugar y que este nivel educativo es preparatorio para la primaria. Commented [H3]: Hay que poner cita…de dónde sacó esto?? Es
recomendable poner: según X (20xx), en Nicaragua los avances…
La Constitución reconoce la vigencia de ciertos instrumentos internacionales entre ellos la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención de Derechos del Niño y la Niña
que señalan la educación como un derecho humano y establece la obligación de los Estados de
garantizarlo. Por su parte, el Código de la Niñez y la Adolescencia (Ley 287) reconoce que es
obligación del Estado, la familia, la comunidad y la sociedad, garantizar ciertos derechos a los
niños, niñas y adolescentes entre ellos se cuenta el derecho a la educación. Cabe señalar que
este código también presenta vacíos ya que no hace referencia a la obligatoriedad y gratuidad
de la educación inicial o preescolar sólo menciona la educación primaria.

La Ley de Educación reconoce que la educación inicial es el primer nivel de la Educación Básica
que atiende a niños y niñas menores de 6 años. Además, señala cómo se dividirán los grupos de
edades:

I ciclo: De 0- 3 años se atiende en modalidad no formal (con mayor participación comunitaria)

II ciclo: De 3 a 5 años en modalidad no formal y formal. Este segundo nivel es el que es objeto
del estudio.

En particular determina que el grupo de 5 a 6 años de educación inicial es atendido en educación


formal (III Nivel pre-escolar). Cabe destacar que este es el nivel que es asumido por el MINED
aun cuando la Ley de Organización, Competencia y Procedimiento del Poder Ejecutivo (Ley 290)
establece que este Ministerio es responsable de la formulación, dirección y administración de
políticas, planes y programas de la Educación Básica, lo que implicaría la obligatoriedad de
brindar una oferta educativa para todos los niveles de preescolar, aunque existen instrumentos
jurídicos que reconocen el derecho a la educación para todos los nicaragüenses, la
obligatoriedad y gratuidad de la misma referida a la Educación Básica y Media, y el compromiso
del Estado de brindar este derecho y en algunos de ellos se especifican los diferentes niveles
educativos donde sólo se incluye la educación de 3- 5 años que representa al preescolar. Esto
ha generado una poca priorización de la educación inicial, lo que se traduce en gran parte en
una menor inversión y en su escasa inclusión en los planes y políticas educativas.

Hacinamiento en Nicaragua
El Hacinamiento se refiere a la utilización del espacio de alojamiento de la vivienda según el
número de miembros por hogar.

En Nicaragua un total de 367.248 viviendas están habitadas en condición de hacinamiento. El


54% está concentrado en áreas urbanas. Commented [H4]: Falta cita

Los niveles de hacinamiento son mayores en el país. Según un informe del pasado noviembre
emitido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 3 de cada diez
hogares viven en condiciones de hacinamiento, posicionando así a Nicaragua como el segundo
país con mayores cifras de hacinamiento de la región. Se considera hacinamiento cuando en un
hogar conviven más de tres personas por habitación y menos de una cama por persona, sin
embargo, el mismo estudio de CEPAL documentó que en algunas regiones de Nicaragua
conviven más de dos o tres familias en la misma construcción. En dicho informe, Nicaragua se
ubica como el segundo país con el mayor nivel de hacinamiento de la región centroamericana,
con el 38.2% a nivel nacional. “En los asentamientos, los hogares tienen dos o más núcleos
familiares, los núcleos excedentes son miembros de la familia principal que crearon otra familia
y decidieron quedarse en la vivienda porque no encuentran otras opciones”, comenta Moisés
Flores, director de Techo un proyecto que nació para brindar viviendas dignas a las familias.

La Constitución Política de Nicaragua (Artículo 64) reconoce el derecho de la ciudadanía a una


vivienda digna y establece que el Estado es garante de este derecho. La aprobación en 2009 de
la Ley 677, “Ley especial para el fomento de la construcción de viviendas y de acceso a la vivienda
de interés social” fue un avance sustantivo para la regulación del derecho a la vivienda. Esta ley
constituye un punto de inflexión y una oportunidad para acometer el desafío de garantizar
acceso a la población de bajos ingresos a una vivienda digna.

Según Athens (2004), “…En base a la encuesta nacional de hogares de 1998 y 2001, en Nicaragua
se identificó el 52% de viviendas que tenían deficiencias cualitativas. En el año 2001 el 46% de
la población vivía por debajo de la línea de la pobreza, de los 4 cuales el 15% vivían en extrema
pobreza. En Nicaragua los proyectos de viviendas para las clases altas son desarrollados por
empresas de construcción, mientras que las clases medias emplean maestros de obra o
carpinteros, las familias más pobres utilizan la autoconstrucción. Entre las viviendas
autoconstruidas en Nicaragua los materiales más comunes incluyen la madera, barro, paredes
interiores hechas de tela o cartón, techos de paja o zinc y piso de tierra. Los habitantes acceden
al agua a través de grifos públicos o pozos, es común el uso de letrinas o en algunos casos defecar
en áreas abiertas. El tipo de vivienda prevaleciente entre los pobres en Nicaragua hace a sus
residentes más vulnerables a enfermedades contagiosas, crónicas y accidentes…” La
autoconstrucción es muy común en la población de bajos ingresos. Esto se debe a la dificultad
de comprar una vivienda adecuada. La mayoría de la población de bajos ingresos, optan por
construir paulatinamente su vivienda. Es decir, primero construyen una casita de zinc o madera
y van haciendo mejoras, hasta terminar de construir la vivienda.

Según UCA (2009), “….En base al censo nacional 2005 realizaron un diagnóstico de la situación
habitacional en Nicaragua. En el estudio se tomaron en cuenta variables como el estado físico
de la vivienda, acceso a servicios básicos, riesgo ambiental (hogares propensos a inundaciones
o contaminación ambiental), ingresos de la familia, tamaño de las familias. Según las carencias
de las viviendas se dividen en déficit cuantitativo y déficit cualitativo…” Es importante realizar
un diagnóstico habitacional para observar las deficiencias que hay en las viviendas de las
familias, de manera que las políticas públicas puedan mejorar esas deficiencias.

Referencias bibliográfica

Agudelo, Irene y Sofía Montenegro (2000). Las representaciones filiales y parentales sobre las
relaciones en la familia. Un estudio exploratorio. Centro de Investigaciones de la Comunicación,
Managua.

Andersen, L. (2004). Population and poverty projections for Nicaragua 1995- 2015. Managua

Barahona Milagros, (2006). Familias, hogares, dinámica demográfica, vulnerabilidad y pobreza en


Nicaragua. Santiago de Chile.

ONU. (s.f). El derecho a una vivienda adecuada, folleto informativo Nro 21. Recuperado el 10 de
Mayo de 2017, de www.ohchr.orerg>Publications>FS21_rev_1_Housing_sp.pdf

Athens. (Octubre de 2004). Vivienda saludable en Nicaragua: una mirada intersectorial para
mejorar la calidad de vida. Recuperado el 22 de Mayo de 2017, de
www.bvsde.paho.org>bvsacd>saludvivienda

INIDE. (Noviembre de 2006). Vlll Censo de población y lV de vivienda. Recuperado el 18 de Mayo


de 2017, de http://www.inide.gob.ni>volPoblación

UCA. (Agosto de 2009). Situación Habitacional en Nicaragua. Recuperado el 12 de Marzo de 2017,


de http://www.ecentro.uca.edu.ni>file>download

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