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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN

TEMA: CRISTIANISMO

INTEGRANTES: LEONARDO ARCAYA CHOQUEÑA 2018 - 127009

JAIR ALEX HUAYTA MAMANI 2018 - 127013

JOSÉ COAQUIRA CHURA 2018 - 127022

JHON CERVANTES OLIVERA 2018 – 127036

DOCENTE: MIGUEL ÁNGEL GÜISA BRAVO

MATERIA: PENSAMIENTO POLÍTICO

SEMESTRE: III

ESCUELA: DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

TACNA – PERÚ

2019
Contenido
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 1

CAPÍTULO I: EL CRISTIANISMO ......................................................................................... 2

1.1. Definición ................................................................................................................. 2

1.2. Conceptos .................................................................................................................. 2

1.3. Origen e Historia ....................................................................................................... 3

1.3.1. La predicación de Cristo ....................................................................................... 5

1.3.2. Los primeros cristianos y el mensaje universalista ............................................... 6

1.3.3. La oficialización del cristianismo ......................................................................... 6

1.4. Expansión del Cristianismo ...................................................................................... 7

CAPÍTULO II: CRISTIANISMO Y MARXISMO ................................................................... 9

2.1. Origen del Marxismo ................................................................................................ 9

2.2. Fundamentos ........................................................................................................... 10

2.3. Socialismo Cristiano ............................................................................................... 13

2.3.1. Época de aplicación si se aplicó y el país donde se aplicó .................................. 13

2.3.2. Quienes eran dueños de los factores de producción ............................................ 14

2.3.3. Quienes tomaban las decisiones sobre las actividades económicas .................... 14

2.3.4. Principales aspectos que cimentan la propuesta, ejemplos principales de esta

doctrina 15

CAPÍTULO III: CRISTIANISMO Y CIENCIA ..................................................................... 16


3.1. La filosofía y el cristianismo................................................................................... 16

3.2. Darwinismo y Cristianismo .................................................................................... 17

3.2.1. El lado del cristiano Wallace ............................................................................... 19

3.2.2. Darwin y el “teísta” Lyell.................................................................................... 19

3.2.3. El frente de los opositores ................................................................................... 19

3.2.4. Visión inteligente ................................................................................................ 20

3.3. El Cristianismo y la ciencia contemporánea ........................................................... 20

3.3.1. Conexiones entre átomos y estrellas: .................................................................. 20

3.3.2. Una centralidad no geométrica:........................................................................... 21

3.4. Una verdad no tan falsa........................................................................................... 21

CAPÍTULO IV: CRISTIANISMO Y POLÍTICA ................................................................... 23

4.1. Democracia Cristiana ...............................................Error! Bookmark not defined.

4.1.1. Época de aplicación si se aplicó y el país donde se aplicó .... Error! Bookmark not

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4.1.2. ¿Cómo se clasificaban, pagaba al factor trabajo y cómo se trataban? ............. Error!

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4.1.3. Relación Iglesia-Estado ........................................Error! Bookmark not defined.

4.1.4. Política basada en la comprensión cristiana del ser humano .... Error! Bookmark

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4.2. Aportes del cristianismo en la política .................................................................... 23


4.2.1. Opción preferencial por el pobre ......................................................................... 24

4.2.2. Construcción de vínculos no abstractos .............................................................. 24

4.2.3. Ethos de vida buena............................................................................................. 25

CONCLUSIONES ................................................................................................................... 27

Bibliografía .............................................................................................................................. 28
INTRODUCCIÓN

El cristianismo ha tocado en algún momento nuestras vidas, sea mediante nuestros padres o

los profesores, incluso las personas que nunca han recibido en sus vidas algún tipo de educación

religiosa o personas ateas suelen decir “Gracias a Dios”, “Lo juro por Dios”, “vete al infierno”,

“mi mayor pecado”, “duerme con los angelitos”; tan de moda se ha puesto que a veces uno ni

sabe de donde proviene esta religión y la practica por satisfacción espiritual o por miedo a la

muerte.

También el cristianismo repercute mucho a la hora de hablar del origen del cosmos, ya que la

experiencia nos ha enseñado que todo tiene un inicio y un final, y el gran misterio del ser

humano es saber ¿En dónde se encuentra? , ¿De dónde proviene? , ¿Quién es el primer ser

humano que existió? y sobre todo la cuestión más importante y quizá perturbadora, ¿Qué hay

más allá de la muerte? Claramente estas cuestiones son imposibles de resolver con total

exactitud, es por ello que se ha creado varias teorías sobre nuestros primeros años de historia

como especie homo sapiens sapiens. Todo va sumamente bien porque se trata de actos pasados,

pero el grandísimo problema de la última interrogante, puesto que es imposible realizar un

estudio del psiquis humano luego de la muerte puesto que también muere con la vida humana. Es

por ello que el cristianismo ha tenido mucho éxito a la hora de crear teorías puesto que da

respuestas más satisfactorias y fáciles de entender.

Es por ello y por muchos más motivos que esta monografía tratará de explayar las ideas más

precursoras y opositoras acerca del cristianismo, claramente dando una introducción acerca de

cristianismo en el primer capítulo.

1
CAPÍTULO I:

EL CRISTIANISMO

1.1. Definición

Es una religión de clasificación monoteísta, es decir que lleva la creencia de un solo

Dios todopoderoso, y abrahámica, lo que indica que tiene como patriarca a Abraham,

un personaje mencionado en la biblia, quien es fiel a Dios y toma misiones emanadas

por él.

1.2. Conceptos

“El cristianismo es el mayor sistema intelectual que la mente del hombre jamás haya

tocado” (Schaeffer, 2003).

“El cristianismo fue desde el principio, esencial y fundamentalmente, náusea de la

vida y disgusto con la vida, simplemente ocultos detrás, enmascarados por,

disfrazados como, la fe en 'otra' o una 'mejor' vida.” (Nietzsche, 2012)

El cristianismo es uno de los movimientos más fuertes y tal vez más incomprendidos

del mundo. Las percepciones de la religión y sus seguidores van desde Nietzsche, que

raya con lo militante, a Schaeffer, que celebra el cristianismo como el punto

culminante de la humanidad.

2
De hecho, como lo atestiguan los últimos dos mil años de historia, el cristianismo ha

sido, al menos, un movimiento de polarización.

El cristianismo es uno de los movimientos más fuertes y tal vez más incomprendidos

del mundo. Las percepciones de la religión y sus seguidores van desde Nietzsche, que

raya con lo militante, a Schaeffer, que celebra el cristianismo como el punto

culminante de la humanidad.

De hecho, como lo atestiguan los últimos dos mil años de historia, el cristianismo ha

sido, al menos, un movimiento de polarización. (Ramírez Vega, 2007)

1.3. Origen e Historia

A lo largo de la historia los textos bíblicos han sido susceptibles de diversas lecturas,

todas ellas condicionadas, consciente o inconscientemente, por la situación

socioeconómica en que dichos textos son recibidos y por el sujeto histórico al que el

lector se vincula. Esta observación es válida tanto para una lectura realizada desde la

perspectiva de fe (teológica) como para la que se realiza desde una perspectiva no

creyente (crítica). En la Latinoamérica actual hay un interés creciente por el

fenómeno cristiano, al tomar conciencia de su poder social, sea como elemento

legitimador del statu quo, sea como elemento contestatario. Por esta razón hoy se

siente la necesidad de realizar “relecturas” de dichos textos bíblicos desde la óptica

del nuevo sujeto revolucionario. La obra que vamos a analizar representa el primer

intento en este sentido. Es posible, por tanto, que pronto veamos un relanzamiento en

la difusión de ella, interesante para el diálogo que se está realizando dentro del campo

marxista entre creyentes y no creyentes. (Marroquín, 1984)

Muchas personas colocan el comienzo del cristianismo hace unos dos mil años con la

3
vida de Jesús. En realidad, el cristianismo comenzó como un movimiento de

reforma dentro del judaísmo, que se había establecido cerca de dos mil años

antes. Para comprender el cristianismo, hay que remontarse a las raíces del judaísmo.

Nos encontramos con aspectos de la historia de los israelitas en la Biblia, que es en

última instancia, una colección de escritos que dan a conocer la historia de la relación

de Dios con la humanidad. "En el principio", dicen las Escrituras, "Dios creó los

cielos y la tierra”.

Sin embargo, poco después de la creación de la humanidad, las cosas empezaron a ir

mal. La gente eligió desafiar el mandato de Dios, y el pecado entró en el mundo.

(Malec, 18)

Resultado directo de esta desobediencia, desde entonces los seres humanos han estado

luchando con las relaciones rotas con Dios, con ellos mismos, con los demás y con la

creación.2 Peor aún, a través de ese acto, la muerte se introdujo en el mundo.

Con el fin de restaurar la relación eterna con su creación, Dios escogió a una persona

justa, Abraham, y puso en marcha un plan de redención. A través de la familia de

Abraham, un pueblo se convirtió en una nación que estaba destinada a ser una luz,

una bendición, y un modelo para el mundo entero: Israel.

Aunque hubo momentos en los que se olvidaron quiénes eran y descuidaron los

mandamientos de Dios, con el tiempo los israelitas lograron ser el pueblo fiel de Dios,

a pesar de las amenazas y los ataques formulados contra ellos por las naciones

circundantes. En la concepción cristiana, la presencia de los israelitas en el mundo y

su mensaje del único Dios verdadero prepararon a los pueblos de la tierra para la

siguiente fase del plan de Dios. (Malec, 18)

4
El cristianismo deriva de la corriente religiosa judaica en el año I a. de C., y es basada

en la vida, las enseñanzas y la muerte de Jesús. Los judíos no creen en Jesús como

mesías o persona divina.

La resurrección de Jesús y su divinidad será uno de los puntos a ser discutidos por las

autoridades del cristianismo que generará posteriormente su división.

El cristianismo tiene como libro sagrado la Biblia, compuesta por el Antiguo

Testamento y el Nuevo Testamento. Las enseñanzas del Nuevo Testamento son casi

exclusivas de la religión cristiana.

El cristianismo medieval tenía varias corrientes, especialmente por la diferencia de

opiniones sobre la divinidad, resurrección de Jesús y la existencia de la Santísima

Trinidad.

En el año 313 d.de C., el emperador Constantino I promulga el edicto de Milán, en la

cual se establecía la libertad de culto, acabando con las persecuciones contra los

cristianos y aceptando el cristianismo en la corte.

Será con el edicto de Tesalónica promulgado por Teodosio en el año 380 d.C. que el

cristianismo se establece formalmente como religión oficial del imperio romano.

1.3.1. La predicación de Cristo

El cristianismo tiene como referente la vida y predicación de Jesucristo.

Conocemos de modo indirecto sus palabras, puesto que no escribió

personalmente nada y sus doctrinas se plasmaron por escrito varias

décadas después de su muerte. El cristianismo fue una religión minoritaria

durante siglos, aunque muy pronto se dotó de un mensaje universalista,

5
que abría a cualquier persona el camino para hacerse cristiano. (Ramírez

Vega, 2007)

1.3.2. Los primeros cristianos y el mensaje universalista

Tras la muerte de Jesús, ajusticiado en la cruz, sus discípulos dijeron que

había resucitado y que era hijo de Dios. En las primeras etapas de

consolidación del cristianismo destaca la figura de Pablo de Tarso (15-67

d.C.), que fue uno de los perseguidores de los cristianos hasta que, según la

tradición, tuvo una visión que le convirtió en seguidor de Jesús. Pasado el

tiempo ya eran muchos los judíos que profesaban la nueva religión. Los

viajes de Pablo por los territorios romanos le convirtieron en el mejor

transmisor de una religión que aseguraba la redención por la muerte y la

resurrección, siendo Jesucristo la figura ejemplar de la vida eterna. Pablo

fue fundamental para convencer a otros discípulos de Jesús de abrir la

religión a cualquiera que estuviese dispuesto a aceptar a Jesús. El

cristianismo se convirtió en una religión universalista con una constante

vocación misionera. (Ramírez Vega, 2007)

1.3.3. La oficialización del cristianismo

La relación de cristianos con Roma, el mayor imperio del momento, fue

muy variable a lo largo de los cuatro primeros siglos de vida de esta

religión. Sufrieron periodos de persecución, pero también llegaron a

establecer buenas relaciones con el poder. El acercamiento al poder tuvo

un episodio importante a principios del siglo IV, durante el mandato del

emperador Constantino. El cristianismo le ofrecía a este gobernante una

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religión homogénea, bien organizada y con un mensaje que podía servir de

aglutinante en un imperio con culturas y formas de pensar distintas, que

necesitaban una ideología común que los unificase y legitimase a su

gobernante.

El cristianismo convirtió a Constantino en el intermediario entre Dios y sus

súbditos. En su calidad de gobernantes cristianos, Constantino en el

intermediario entre Dios y sus súbditos. En su calidad de gobernantes

cristianos, Constantino y sus sucesores homogeneizaron las creencias y la

administración religiosa. Lo hicieron por medio del mecanismo de

concilios, reuniones de obispos que los emperadores convocaban y en

cuyas decisiones en muchas ocasiones influían de modo directo o

indirecto. Los concilios redefinieron de modo muy significativo en

ocasiones las creencias, y consolidaron la tradición como pilar junto con

los evangelios de la religión cristiana. (Ramírez Vega, 2007)

1.4. Expansión del Cristianismo

Después de la muerte de Jesús, los apóstoles siguieron practicando su doctrina.

Muchos de ellos vivían en Jerusalén, donde se organizó la primera comunidad

cristiana. El cristianismo se empezó a difundir entre los gentiles (no judío).

El apóstol Pedro había sido designado por Jesús como la piedra sobre la cual se debía

edificar su iglesia. Él viaja a Roma y ahí se funda la primera comunidad cristiana de

Occidente. Predicó la resurrección de Jesús como signo del perdón y salvación de la

humanidad. Murió en la persecución cristiana, decretada por el emperador Nerón.

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Pablo de Tarso fue uno de los grandes perseguidores del cristianismo, pero se convirtió,

transformándose en el gran propagador de la fé. El idioma griego fue muy importante en la

transmisión del mensaje y la doctrina cristiana ya que Pablo viajó por regiones que,

mayoritariamente, tenían el lenguaje y cultura griega.

Pedro, Pablo y los demás apóstoles, se dirigieron a lugares muy remotos del mundo

difundiendo la nueva religión.

El cristianismo se expandió rápido ya que el mensaje de Jesús era sencillo, y a través de

parábolas y un lenguaje accesible estuvo al alcance de los más humildes, también gracias a

que esta doctrina era atractiva para los pobres por su estilo de vida y comunidad de bienes. En

la actualidad la gran mayoría de la población es cristiana. (Sánchez, 2009)

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CAPÍTULO II:

CRISTIANISMO Y MARXISMO

2.1. Origen del Marxismo

El marxismo nace en condiciones muy análogas al cristianismo. En efecto, nace de la

lucha de clase y propiamente de la actual del proletariado contra la burguesía, y en

función de esta lucha. Nace como expresión ideológica de la clase proletaria, de la cual

indica la necesidad de su llegada, la vía y los modos de esta llegada.

El Marxismo existe no porque un día haya aparecido en el mundo un cierto individuo que

se llamaba Marx, el cual, se ha puesto a filosofar y ha sacado de su cerebro la doctrina

que lleva su nombre. Toda esta filosofía ha llevado un proceso. El marxismo existe en

cuanto que existe, y existía ya antes, la lucha entre proletariado y burguesía. La

experiencia y la crítica de esta lucha provocan necesariamente en el seno de la clase

activa, es decir, revolucionaria, la formulación de las ideas en torno a las mismas.

La doctrina marxista, como cualquier otra doctrina, encuentra su fundamento en las

doctrinas precedentes y en las experiencias y condiciones históricas existentes. De las

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doctrinas precedentes, utiliza una parte, rechaza otra, y otra la reconoce equivocada y la

corrige. Tampoco la burguesía puede ir más allá de los límites que permiten estas

condiciones preexistentes y existentes. Es un término dialéctico del devenir histórico de

las luchas de clase; la doctrina marxista es válida mientras que las condiciones que la han

hecho nacer no se hayan modificado hasta el punto de generar otros desarrollos. Esa

doctrina acompaña, guía y dirige al proletariado en su lucha revolucionaria hasta que éste

haya terminado todo lo que está obligado a hacer por la necesidad de su desarrollo, es

decir, destruir la sociedad actual, la sociedad burguesa, para crear a través la fase de su

dictadura la sociedad sin clases.

2.2. Fundamentos

La indagación crítica marxista descifra el porqué del rebelarse y constituirse de la

sociedad burguesa, y del antagonismo que se produce en ella entre la clase proletaria

oprimida y la burguesía dominante. El proletariado muestra como desde el mismo

desarrollo de la sociedad burguesa, por virtud de este antagonismo, se viene creando las

condiciones por las cuales el proletariado deberá destruirla. La explicación dada por el

marxismo a los fenómenos humanos es una hipótesis científica en cuanto que es una

explicación de los mismos y es la sola hipótesis que hoy pueda ser formulada en base a

las adquisiciones doctrinales que posee la humanidad. Del examen crítico de la época

burguesa de la humanidad la teoría se extiende a la interpretación del devenir de todas las

sociedades humanas, cuya sucesión siempre es el fruto de la lucha de las clases

antagónicas, creadas por necesidades que se derivan de los modos de producción.

Pero de esta hipótesis explicativa de los fenómenos humanos se alimenta o amplía la

concepción marxista. El salto adelante en el descifrar el mecanismo social y del giro

10
histórico se ha obtenido superando las concepciones tradicionales escolásticas y

abstractas de sociedades, de individuos y de justicia, sustituyendo a este método, que

Marx llamó metafísico, la indagación de los contrastes de intereses y de las guerras de

clase. De otro modo, las ciencias de la naturaleza habían progresado de modo formidable

liberándose de la inmovilidad aristotélica y tomista de los cielos, de los conceptos

absolutos de materia y de espíritu, para volver a buscar el juego infinito de fuerzas y de

las influencias atractivas y repulsivas en todos los campos de los fenómenos físicos

químicos y biológicos.

De ahí el vigor general de la dialéctica, que vale como destrucción revolucionaria de

todos los conceptos superados y fosilizados, defendidos por las fuerzas de la autoridad y

de la conservación. De aquí la amenaza al mundo moderno, al mundo burgués, que se

detuvo en la aplicación de la crítica filosófica al campo de las ciencias de la naturaleza,

de extender la crítica al campo de la economía política y vencer su resistencia de clase

con la crítica de las armas revolucionarias.

La formación de la concepción marxista presenta algunas analogías con la formación de

la cristiana, ya sea por las causas que la han producido, como por su desarrollo hasta

devenir una explicación general de los fenómenos del universo. +ero el contenido de las

dos concepciones no sólo es distinto, es antiético. El cristianismo ha sido la doctrina de

aquel cierto período histórico, o sea, del traspaso revolucionario que determinó el

hundimiento de la economía esclavista y por el cual se han venido creando las bases de la

sociedad que aún perdura, a pesar de las inmensas transformaciones sucesivas. Se

fundaba en la existencia de fuerzas sobrenaturales. La concepción marxista, surgida en un

período de vastísimo desarrollo del conocimiento, que en la fase de investigación y en la

11
de divulgación, excluyen el recurso a la intervención de fuerzas sobrenaturales, está

llamada a acompañar aquella acción revolucionaria del proletariado que debe conducir a

destruir precisamente la sociedad que el cristianismo ha contribuido a formar.

Al igual que la sociedad en la que prevalecerá el proletariado está destinada a destruir la

actual, así también la hipótesis o la doctrina marxista está destinada a hacer justicia sobre

las precedentes y en particular sobre el cristianismo, del mismo modo que este lo hizo, a

su vez, con la religión pagana. El cristianismo quedará el recuerdo histórico, el recuerdo

de un hecho pasado, tal como es hoy, la religión pagana, con esta profunda diferencia

que, en relación al paganismo el cristianismo ha sido una pura y simple superación, tanto

porque como hipótesis explicativa de los fenómenos no sale del mismo concepto de la

necesidad de la intervención de la idea divina, como porque, como acción, social si bien

ha contribuido a la eliminación de la esclavitud en el sentido clásico de la palabra, no ha

hecho más que contribuir a la sustitución de esta con nuevas y más refinadas formas de

esclavitud. Si, antes de él se compraba al esclavo, comprándose de hecho la capacidad

laborativa, y se le daba lo estrictamente necesario para vivir, en la sociedad burguesa que

continua reclamándose al cristianismo, es el trabajador el que en el mercado ya no se

vende a sí mismo sino sus capacidades de trabajo, y el capitalista que las compra le da en

compensación lo estrictamente necesario para que pueda vivir, o sea, mantener eficiente

su capacidad de trabajo. Esta es la forma de esclavitud, que ha contribuido a crear el

cristianismo, y que hoy se llama asalariado. Al trabajador diligente el cristiano le ofrece

la ilusión contenedora de una recompensa después de la muerte, el reino de los cielos,

como premio por su resignación a aceptar la tristeza de la presente miseria del marxismo,

por el contrario, mirando precisamente hacia la destrucción de esta forma de esclavitud,

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con la eliminación del asalariado, mira hacia la demolición del pilastro fundamental sobre

el que se apoya toda la sociedad actual, para crear una sociedad sin clases y por eso sin

ideologías que se reclamen a la división en clases y a su proyección en todos los campos

del saber. (Labastida, y otros, 1985)

2.3. Socialismo Cristiano

Teoría que procura conferir a la, religión cristiana un tinte socialista, presentar el

cristianismo como defensor de los intereses de los trabajadores y como medio de

liberación de todas las calamidades sociales. El socialismo cristiano surgió en Inglaterra y

Alemania en las décadas de 1830 y 1840. Entre sus principales exponentes tenemos a

Charles Kingsley y Frédéric Le Play. Esta doctrina surgió tras la derrota de los

movimientos radicales de ambos países. A los trabajadores se les ofrecía el consuelo de la

religión para mitigar su sufrimiento y darles esperanza. La misión del socialismo

cristiano consiste en luchar contra el movimiento revolucionario, en reconciliar las clases

enemigas. La Biblia iba a constituirse en el manual de estadista, del empresario y del

trabajador; el precepto divino era el amor mutuo y la confraternidad. El término

socialismo cristiano, fue usado por primera vez en Francia en 1853 en una obra titulada

“El reino social del Cristianismo”, Aunque en algunos escritos anteriores al siglo XIX ya

se hablaba de aspectos socio-económicos y su repercusión en el alma, es quizás como una

respuesta al socialismo que la Iglesia Católica empieza a preocuparse por las

consecuencias negativas que ha tenido el capitalismo sobre el obrero

2.3.1. Época de aplicación si se aplicó y el país donde se aplicó

La corriente del Socialismo Cristiano se manifestó en el siglo XIX en la

Comunión Anglicana promoviendo la identificación de cristianismo-socialismo.

13
Por lo tanto estuvo presente en los países de trasfondo británico, es decir, la

misma Inglaterra, algunas antiguas colonias inglesas en América que pertenecen a

Canadá, Estados Unidos y las Antillas, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica,

algunos países del sureste de Asia y África.

Más recientemente (1980-1992), se han aplicado el Socialismo Cristiano, en

países que a través del uso de la llamada teología de la liberación lo han

practicado. Países como El Salvador, Nicaragua y Venezuela se cuentan entre

ellos.

2.3.2. Quienes eran dueños de los factores de producción

Los dueños de los factores de producción eran los feudales, la burguesía y el

proletario. El capitalismo era un sistema, que explotaba a la clase obrero

transformándolos en máquinas o bestias, que les permitía a los poderosos sus

rentas y fortunas, mientras los trabajadores se hundía en la miseria. El capitalismo

era un sistema ineficaz e irracional para desarrollar las fuerzas productivas de la

sociedad, que atravesaba crisis cíclicas y además no proporcionaban trabajo a toda

la población, con lo que permitían que los recursos humanos no fueran

aprovechados, y generaban lujos en vez de satisfacer necesidades.

2.3.3. Quienes tomaban las decisiones sobre las actividades económicas

Sus principales dirigentes para discutir esas cuestiones relacionadas entre la

burguesía y el proletariado, y proponer una sociedad y economía más cristiana

“Cristianismo Social”.

14
2.3.4. Principales aspectos que cimentan la propuesta, ejemplos principales de esta

doctrina

La teoría del Socialismo Cristiano procura conferir a la religión cristiana un tinte

socialista, presentar el cristianismo como defensor de los intereses de los

trabajadores y como medio de liberación de todas las calamidades sociales.

Busca en la orientación y en el ejemplo de Cristo la forma de buscar una sociedad

más igualitaria.

La misión del socialismo cristiano consiste en luchar contra el movimiento

revolucionario, en reconciliar las clases enemigas. En nuestros días, el socialismo

cristiano constituye una variedad de la ideología burguesa. La crítica que los

socialistas cristianos hacen del capitalismo posee un carácter demagógico.

El socialismo cristiano se halla estrechamente vinculado al reformismo y lleva a

cabo una política escisionista en el movimiento obrero.

El socialismo cristiano se destaca la vinculación de la fe y política para resaltar el

aspecto humano y la solidaridad por encima de otros elementos.

15
CAPÍTULO III:

CRISTIANISMO Y CIENCIA

3.1. La filosofía y el cristianismo

Aristóteles indica sobre el primer motor:

Es debido a que todo móvil, a su vez debe ser movido por un motor y este a su vez, debe

ser movido por otro motor, por lo que la cadena de móviles necesita de un primer motor

que no sea movido a su vez por otro.

Sobre este primer motor inmóvil, Aristóteles dirá que debe ser acto puro, forma pura,

pues si no estuviese en acto sería imposible que pueda ser motor de algo. El primer motor

funge como el orden último de la cosmología aristotélica. Él mueve directamente a los

astros del primer cielo, estos tratan de imitarlo dando vueltas en círculo. El círculo

responde al acto más perfecto según la ideología griega, pues no tiene comienzo ni fin, es

continuo. Aristóteles define al primer motor como gnosis gnoeseos (conocimiento de

conocimiento), así el primer motor vuelve sobre sí, conociendo solo lo más perfecto: él

mismo, y esto responde al porqué de la estructura esférica del universo según Aristóteles.

Aristóteles afirma que «tiene que haber un ser inmortal, inmutable, en última instancia,

responsable de toda la plenitud y el orden en el mundo sensible». Debido a que aquel ser

no tendría ni partes ni magnitud, le sería físicamente imposible mover objetos materiales.

Dado que la materia es, para Aristóteles, un sustrato en el cual un potencial a cambiar

puede ser «actualizado», todo potencial debe actualizarse en un ser que es eterno, pero

que no debe estar quieto, ya que la actividad continua es esencial para todas las formas.

Esta forma inmaterial de actividad debe ser de naturaleza intelectual y no puede estar

condicionada por la percepción sensorial, por lo que la sustancia eterna debe pensar solo

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en pensar en sí misma, y existe fuera de la esfera de estrellas, donde incluso la noción de

lugar no está definida para Aristóteles. Su influencia sobre los seres inferiores es

puramente el resultado de una «aspiración o deseo», y por esto dice que cada esfera

celestial emula al motor inmóvil, lo mejor que puede, con su movimiento circular

uniforme. El primer cielo, la esfera más exterior de las estrellas fijas, es movido por el

deseo de emular al motor primario. Es por esto por lo que se dice que Aristóteles concibió

en su teoría la traslación de los planetas.

Muchos de los contemporáneos de Aristóteles se quejaron de que la concepción de un

Dios sin poder no era satisfactoria. Sin embargo, fue esta vida la que Aristóteles apoyó

con entusiasmo como envidiable y perfecta.

Charles Darwin mencionaba sobre un creador que para él no era un ente fuera de la

realidad.

3.2. Darwinismo y Cristianismo

Charles Darwin mencionaba sobre un creador que para él no era un ente fuera de la

realidad.

“No” a la Biblia y a Jesús

Darwin respondía a una carta anterior recibida por un joven abogado, Francis

McDermott, el cual quería saber por él si creía en el Nuevo Testamento. Le pidió que

respondiera con un simple “sí” o “no” y precisó que no revelaría a nadie su respuesta.

Darwin respondió con pocas y claras frases: “Lamento tener que comunicar que no creo

en la Biblia como una revelación divina y, por lo tanto, tampoco en Jesucristo como hijo

de Dios” (jobnews.it, 17 de septiembre). De joven estuvo cerca del Evangelio

17
de hecho, el periodista y escritor Francesco Agnoli, experto en temáticas vinculadas a la

relación ciencia y fe, explica a Aleteia que “Darwin abandonó la fe en el cristianismo”.

Pero descartarlo como ateo tout court es equivocado. Abandonó su credo religioso con el

tiempo, porque de joven era un convencido defensor de la Palabra de Dios.

“Su primer artículo – sostiene Agnoli – escrito junto a Fitzroy sobre South African

Christian Recorder en 1836, cuenta cómo los misioneros cristianos contribuyeron al bien

de las poblaciones indígenas, alejándolas de prácticas como el sacrificio humano y el

infanticidio. En esa época Darwin creía en la fuerza civilizadora del Evangelio. Con el

tiempo se alejó de la fe en la Biblia y en la Revelación”.

Nunca “contra” el Creador

Poco a poco Darwin se alejó de esta posición, declarándose “agnóstico” (nunca ateo) sin

“cortar” con la doctrina cristiana. No es casualidad, prosigue Agnoli, que “al final de El

origen de las especies cite al Creador, y en varias cartas dice que su teoría no está contra

el Creador.

Durante toda la vida dirá que no es capaz de entender realmente la existencia de Dios:

“Mi juicio es a menudo fluctuante”, escribe en una carta; en otra parte se define

agnóstico, pero afirma que esta misma definición no siempre es justa: oscila entre creer

en un Dios creador, no creer, y no decantarse por ninguna de las dos”.

“No es sólo el fruto de una fuerza ciega” En otro lado afirma: “No logro verlo claro”.

“Por otra parte no puedo contentarme con ver este maravilloso universo y sobre todo la

naturaleza del hombre y deducir que todo ello es el resultado de una fuerza ciega. Soy

propenso a mirar cada cosa como el resultado de leyes diseñadas (as resulting of designed

laws), y que los detalles, sean buenos o malos, sean el resultado de aquello que podemos

18
llamar casualidad (…). No puedo pensar que el mundo, así como lo vemos, pueda ser el

resultado de la casualidad; y, sin embargo, no puedo mirar cada cosa separada como si

esta fuera el resultado de un diseño. Percibo en lo más profundo que toda la cuestión es

demasiado profunda para la inteligencia humana. Es como si un perro intentara especular

sobre la mente de Newton” (Darwin, 1985-1995)

3.2.1. El lado del cristiano Wallace

Luego se subraya que la teoría de la selección natural la presentó junto a sir Alfred

Wallace. “Ellos son los dos padres de la selección natural – subraya Agnoli -.

Wallace siempre ha sido un teísta, en cambio Darwin pasa de la fe cristiana a la

pérdida de la fe cristiana. En tres cartas distintas dice: ‘ya no creo en la

Revelación, ya no creo en la Biblia’. Pero nunca dice ya no creo en Dios”.

3.2.2. Darwin y el “teísta” Lyell

Entre los primeros defensores de la evolución, hay muchos cristianos devotos, que

no están de acuerdo con Darwin, sin embargo, en cuanto al origen del hombre.

Agnoli cita por ejemplo a sir Charles Lyell, “cuyo volumen Principios de geología

es esencial para los estudios del amigo Darwin, quien en su autobiografía alaba su

inteligencia y sus obras y lo define como “teísta decidido”.

3.2.3. El frente de los opositores

Al mismo tiempo, entre sus opositores hay muchos científicos (de hecho, la visión

de la evolución de hoy es muy distinta a la de entonces).

“Quien critica más o menos fuertemente algunas ideas darwinianas, no tanto sobre

el evento-evolución sino sobre sus mecanismos, son, por ejemplo, sólo en

Inglaterra, estudiosos como sir Richard Owen (1804-1892), profesor de Anatomía

19
y Fisiología Comparada y miembro de la Royal Society, para quien las diferencias

entre hombre y animal son de calidad y no de grado; los físicos de Cambridge sir

William Thompson (1824-1907), futuro lord Kelvin, y George Stokes (1819-

1903); Benjamin Brode (1783-1862), anatomista y fisiólogo, presidente de la

Royal Society; Alfred William Bennett (1833-1902), botánico, ambos contrarios a

la posibilidad de la existencia de etapas intermedias de la evolución (consideradas

inútiles y dañinas)”.

3.2.4. Visión inteligente

Además, hay que decir que son muchas las cartas en que Darwin dice: “yo veo, en

general, un diseño inteligente en la naturaleza, un crecimiento de complejidad de

la vida y de la historia que no es casual, pero en el detalle se me escapa”.

La razón, observa el científico, “no logra resolver este problema”.

3.3. El Cristianismo y la ciencia contemporánea

3.3.1. Conexiones entre átomos y estrellas:

Hoy, agrega Agnoli, “física y cosmología nos enseñan algo que en la época de

Darwin no se sabía: existe una importante conexión entre la evolución cósmica,

cuyo padre es el sacerdote Lemaitre, la evolución terrestre, descubierta por el

beato Niccolò Stenone, y la biológica; existen profundas conexiones entre las

estrellas y los átomos, cosmos y hombres; existen condiciones cósmicas iniciales

muy particulares, si faltaran no podría nacer la vida. ¿El universo es, por lo tanto,

como una planta cuya flor es el hombre? Como una ‘mujer embarazada’, como

escribió hace varios siglos san Agustín, hoy a menudo citado por los cosmólogos,

20
‘¿qué lleva en sí la causa de las cosas que saldrán a la luz en el futuro?’” (San

Agustín, III)

3.3.2. Una centralidad no geométrica:

Ciertamente, como observa el astrofísico Piero Benvenuti, asistente secretario

general de la Unión Astronómica Mundial, estamos frente a un “vínculo

descubierto entre hombre y cosmos”, frente a una descubierta “centralidad”, no

geométrica, como en el sistema aristotélico-tolemaico, pero bíblica (Benvenuti &

Brancaccio, 2013)

“Mucho más, como el cosmos está sintonizado para acoger al hombre, así las

leyes de la física y la mente humana están de alguna manera, también ellas,

sintonizadas entre sí, de manera que el hombre puede comprenderlas”.

3.4. Una verdad no tan falsa

Para Aristóteles y Darwin no niegan la existencia de un Dios, pero llegan a poder dar un

indicio de este, como se pudo ver con el primer motor que postulaba Aristóteles, a pesar

de que el maestro griego era realista y su superior Platón era idealista, llegan a ser

corrientes contradictorias, este asevera que una mano invisible llega a dar señales de

creación y movimiento de todos estos sistemas continuos.

Para el maestro Aristóteles existían dos fuentes que eran la potencia y el acto, en donde el

acto es la forma física, o base de la potencia, que es la figura morfológica a la cual el

tercer ente configura, pero todos estos sistemas no pueden hacerse posible sin el primer

motor, que la cadena finita nos da la creencia de poder ver al ente externo del universo

que se rige por las metodologías físicas del universo a poder moverse o desplazarse.

21
Platón nos habla de dos mundos el mundo inteligible y el sensible, el cual la esencia de lo

sensible es lo ideal, por lo que le da la creación configurada de su forma y ser, pero al

quedar muerto o destruido este embace la esencia vuelve al mundo inteligible, a donde

pertenece, en donde la perfección es la alta gloria de todos los mundos, pero no se puede

sentir ni tocar, solo imaginar, pero todo este camino llega a un entendimiento irracional,

en donde los agnósticos no confirman ni cierran el circulo de un creador del universo.

22
CAPÍTULO IV:

CRISTIANISMO Y POLÍTICA

4.1.Aportes del cristianismo en la política

La fe en Jesucristo nos preserva de la tentación –tan propia de lo religioso– de replegarse

en la intimidad, lo privado y lo espiritual, desentendiéndose de lo social, lo público y lo

corporal. Las dudas sobre las posibilidades de transformar la realidad sociopolítica

inducen a ocuparse de las relaciones personales, privilegiando el amor como lo más

propio de la comunidad cristiana en desmedro de la justicia que correspondería a otros.

Afirmamos, por el contrario, que la fe no solo nos urge a la caridad y tiene implicaciones

sociales, sino que profundas consecuencias políticas, pues es una fe que busca la justicia,

el mayor bien posible para todos y todas, en un mundo que anhela ser liberado y cuyas

víctimas –que son la mayoría del planeta– siguen clamando al cielo.

Los aportes cristianos a la política moderna no le son exclusivos, pero le son tan propios

que se encuentran en todo el plural abanico de versiones del cristianismo. Nos

centraremos aquí solo en tres de una serie que hemos explicitado en otra parte y que

vemos muy vinculados al catolicismo latinoamericano. Se trata de aportes ético-políticos

23
que se basan en la fe en el Dios anunciado por Jesús. Una fe que nos hace confiar en la

bondad de la creación a pesar de la adversidad, que afirma la posibilidad de reconciliar fe

y razón sin tentaciones fundamentalistas ni integristas, y que confía en los esfuerzos de la

razón –en este caso en la razón moderna, ilustrada y tardía– por alcanzar mayor justicia y

progreso.

4.1.1. Opción preferencial por el pobre

El primer aporte del catolicismo a la política es quizás el aporte teológico y

magisterial más característico y significativo que la Iglesia latinoamericana ha dado a

la Iglesia universal. El Papa Benedicto XVI ha dicho en el discurso inaugural de la

Conferencia del episcopado de Aparecida que “la opción preferencial por los pobres

está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros”

y los obispos latinoamericanos nos han reiterado que en el rostro de los pobres

encontramos al mismo Cristo. Es una opción del mismo Dios de ineludibles

consecuencias éticas y es guía segura para cualquier partido político que pretenda

inspirarse en el cristianismo.

Un criterio de universalidad, pues sólo el bien de los más débiles garantiza el bien

común. Una exigencia política de incluir a los excluidos, de luchar por su liberación

y de hacer de nuestra patria, que sigue siendo una “comunidad de desiguales, una

tierra menos segregada, sectaria y clasista.

4.1.2. Construcción de vínculos no abstractos

Se trata de un asunto crucial si es verdad que los procesos de mercantilización,

despolitización e individualismo que acompañan esta modernidad tardía

globalizada están contribuyendo a la disolución de nuestras comunidades

24
históricas en sociedades sin tributos, sin identidad, sin peculiaridades culturales.

Las identidades particulares surgen del reconocimiento de vínculos que solo son

posibles si los sujetos se reconocen por su pertenencia a una realidad que los

antecede4. La vida en la polis supone la existencia de comunidades o asociaciones

que reconocen a sus miembros y les otorgan identidad y pertenencia. Es un

reconocimiento que exige una tarea política pues es imprescindible equilibrar la

actual relación entre el individuo y la comunidad, modificando una ideología, un

orden y un modelo que no sólo no ofrecen seguridad, protección ni refugio, sino

que disuelven los vínculos, desconocen las identidades colectivas y sostienen que

cada individuo lucha en solitario o a lo más formando parte de alguna tribu de

turno. El ethos propiciado por el liberalismo y por los procesos de globalización

alienta estos desequilibrios.

4.1.3. Ethos de vida buena

Es una serie de ideales de excelencia y propuestas de felicidad para las personas y

las comunidades. Mientras el liberalismo relega estos asuntos al plano privado -pues

en el público sólo podemos acordar procedimientos- el cristianismo estima que la

buena noticia que anuncia es para que tengamos vida (y abundante) en todos los

planos: el personal y el político, el social y el sexual, el familiar y el ecológico, el

religioso y el económico. En todos ellos será necesario discernir lo mejor dentro de

lo posible. Los antiguos llamaban a esto virtud y la encontraban en la vida de los

hombres virtuosos que eran propuestos como modelos de excelencia por ser los

mejores. Los cristianos hacen algo análogo al reconocer a los santos y proponerlos

como ideales. El que los modernos valoremos los procedimientos y las reglas para

25
garantizar lo justo y que sepamos que los contenidos ideales no son atributos

naturales inmodificables sino histórico-culturales, variables y plurales, no nos obliga

a relegarlos al ámbito privado. El político cristiano ni puede aducir neutralidad en

materias tan fundamentales ni intentar imponerse por medios que prescindan del

debate democrático. Lo dicho vale tanto para las cuestiones llamadas “valóricas”,

como para las ecológicas, sociales y culturales de cualquier orden.

Estimamos que los partidos políticos que pretenden inspirarse en el humanismo cristiano

deben traducir y concretar estos aportes en sus propuestas ideológicas y programáticas. Conviene

mantenerlos unidos, pues por un lado, aquello que ordena y juzga cualquier comunidad (sea

regional, local, comunal, sindical, étnica, religiosa, civil o política –incluida la comunidad

(nacional) es el lugar que ocupan en ella los más pequeños y, si son atendidos con preferencia,

los más desvalidos. Se impide así que las comunidades sean pervertidas y se transformen en

mafias manejadas por los poderosos y los compadrazgos. Por otra parte, una opción por los

pobres que no reconoce los vínculos entre las personas, ni sus peculiaridades culturales y

estimaciones de lo que es bueno, puede reducir la lucha por la justicia a mera conquista del poder

o a la aplicación de procedimientos abstractos. Son aportes muy peculiares del catolicismo, y a la

vez muy modernos, pues la libertad es el asunto central: hacer real la libertad de quienes no

tienen oportunidades ni posibilidades de elegir; enraizar la libertad a los vínculos que la hacen

posible; orientar nuestra libertad hacia una vida plena.

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CONCLUSIONES

 El cristianismo nace con Jesús Cristo como su mesías.

 Creen en un solo Dios dividido en tres personas, a lo cual llaman Trinidad, que se

compone por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

 Su libro sagrado es la Biblia. Los autores escribían inspirados por Dios, por lo tanto lo

llaman “la palabra de Dios”

 Se cree en la vida eterna y la resurrección, así como en el infierno, el cual es un lugar

de eterno castigo.

 El marxismo discrepa el cristianismo, puesto que lo considera como la imposición de

un poder de ideas y creencias el cual siempre ha perseguido a sus opositores, lo mismo

que ocurriría en el objeto de estudio del marxismo, la sociedad, donde la burguesía se

impone sobre el proletariado e inicia un proletariado.

 La ciencia y el cristianismo no tienen que verse como polos opuestos, sino más bien

como dos ideas diferentes de la concepción de vida. Y que parcialmente se pueden

tomar teorías propias de cada una para formar una más completa.

 El cristianismo tiene una gran importancia en el Estado pues desarrolla en él un

socialismo parcial, ya que el fin de éste es siempre ayudar a quien más lo necesite,

haciéndolo uno puede salvar su alma y llegar a la vida eterna, lo que incentiva a

realizarlo y ser un estado más socialista.

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Bibliografía

Benvenuti, P., & Brancaccio, F. (2013). Contempla el cielo y observa. San Pablo: Milán.

Darwin, C. (1985-1995). The Correspondance of Ch Darwin. Cambridge UP, 224.

Labastida, J., Marroquín, E., Palencia, J., Dussel, E., Concha, M., & Pixley, J. (1985). Marxistas

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Malec, J. (2013 de Febrero de 18). Explore God. Obtenido de ¿Qué es el Cristianismo?:

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Ramírez Vega, M. (2007). El Cristianismo. Bogotá: Santillana.

San Agustín. (16 de 9 de III). Sobre la Trinidad.

Sánchez, M. J. (07 de Marzo de 2009). El Cristianismo. Madrid, España.

Schaeffer, F. (2003). Como viviremos. San Paulo: Cultura Crista.

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