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EL VAN Y EL TIR, LAS DOS COSAS QUE DEBES SABER A LA HORA DE INVERTIR

16 de marzo de 2018 | 08:00

Por Juan Martín

La gran cantidad de decisiones que se toman en una empresa requieren una planificación
económica, puesto que afectan directamente al flujo de caja de la entidad. Se puede aludir a la
compra de otra empresa, el lanzamiento de nuevos productos o servicios, alquiler de equipos
o la compra de inmovilizados entre otros, ya que toda esa inversión va a producir distintos
flujos de caja en diferentes períodos.

Los análsis de inversiones ayudan con los análisis de planificación de los recursos, aportando
distintos cashflows o flujos de caja en un solo valor.

¿En qué consisten y para qué sirven el Valor Neto Acumulado y la Tasa Interna de Retorno?

Antes de ver cómo se realizan los cálculos, es necesario conocer los parámetros requeridos
para valorar el beneficio de un proyecto o inversión.

El VAN o NVP, por sus siglas en inglés, habla del Valor Actual Neto y es la metodología que se
aplica para calcular el rendimiento de una inversión. Describe el valor actual de la inversión a
realizar sobre los importes que se recibirán en unos plazos concretos.

Si se dispone, por ejemplo, de un capital de 100 euros, a este capital se le denominaría valor
presente. Con un 10 % anual de interés producirá 110 euros. Si al cabo de un año el flujo que
se espera es 110, el VAN es igual a 100 euros.

El VAN supone el valor económico de la diferencia entre la inversión inicial y la suma de


cashflow esperado, ajustado con cierta tasa de descuento y calculado sobre el flujo neto de
caja que genera la inversión. Sitúa en valor actual los futuros cashflows que va a originar el
proyecto, descontados a un tipo de interés concreto y comparados con el valor del importe de
la inversión inicial.

Por ejemplo, para acometer un nuevo proyecto se requiere una inversión de 500 000 euros y
los flujos de efectivo en valor neto de los próximos cinco años serán 100 000, 125 000, 125
000, 150 000 y 150 000 euros. La tasa de descuento sería un 20 %. Por lo tanto, podemos
aseverar que este proyecto es viable.

Si se ahorra, eso significa que el capital gana interés, por el contrario, si se obtiene
financiamiento, eso quiere decir que se paga interés al utilizar el capital.
Al combinar el valor actual neto con el TIR o IRR se puede obtener una imagen muy fiable y
clara del rendimiento del proyecto de inversión que se va a acometer.

La Tasa Interna de Retorno o TIR mide la rentabilidad de los proyectos, es decir, el porcentaje
de rentabilidad anual que se acumula durante una inversión. Dicho de otro modo, el TIR es una
tasa de descuento que iguala el VAN a cero y normalmente lo complementa.

El secreto principal para poder plantear cierto tipo de inversiones reside en el correcto cálculo
del cashflow. Para ejecutar distintos análisis de inversiones se necesita comparar los flujos de
caja que originan o trabajar con incremental cashflows. Dicho de otro modo, compararlos con
los flujos que genera una inversión de forma adicional a esta o a inversiones alternativas.

Esto permite comparar los flujos de caja en la circunstancia de no lanzar el producto o con otro
escenario completamente alternativo.

Analíticamente, calificar la decisión por mediación de una secuencia de flujos de caja plantea
dos retos diferenciados:

Forecasting, estimación o anticipación de los flujos de caja, basándose en la información que


reporta el análisis financiero y la capacidad de la organización de realizar proyectos
financieros.

Utilizar procedimientos de valoración sobre las inversiones, considerando la secuencia de los


flujos de caja.

El valor presente parte de la hipótesis de que un inversor prefiere percibir hoy una cantidad de
dinero en vez de recibir una cantidad semejante en un futuro, por la sencilla razón de que
disponer de un monto económico hoy permite invertirlo y que esta inversión genere un
retorno. En cambio, si no se dispone de ello, no se puede realizar ningún tipo de acción.

Esta es la razón para que se hable de valor presente cuando se producen los análisis de
inversiones y este concepto lleva a hacer referencia al valor actual de una serie de ingresos
futuros.

¿Cómo realizamos los cálculos?

“C1” es el capital que va a recibir un inversor tras invertir un capital de inicio “C0” con un tipo
de interés “i” en un período de tiempo determinado. Al volver a invertir el capital obtenido
durante otro período se obtiene “C2”.
Si se reemplaza “C1” por el proceso ya mencionado, se puede concluir que el capital obtenido
durante un número de períodos “t” es “Ct”.

El factor que multiplica el capital inicial o “C0” es el coeficiente de capitalización. Si lo que se


desea calcular es el capital en el momento cero hay que hacerlo bajo las siguientes premisas:

El factor que va a multiplicar al capital en el momento “t” se denomina factor de descuento y


así se podrá calcular el valor presente “C0” del capital en cualquier momento “t” con un tipo
de interés “i”.

Al inicio del post se ha definido el valor actual neto o VAN como la primera herramienta para
analizar inversiones. El VAN es el valor presente de cashflow que genera una inversión “Ct” con
la diferencia del coste inicial de la misma “C0” y así se computa el remanente neto que genera
la inversión en valor presente.

Si la inversión aceptada no tiene un NPV superior a cero no existirá un remanente sobre la


inversión inicial y la tasa de descuento utilizada es la que se obtendría con una inversión
alternativa bajo mismas condiciones de riesgo.

Cuando los inversores aceptan proyectos con un valor neto actual superior a cero, producirán
recursos complementarios frente a la opción de no comprometerse con el proyecto. Si los
inversores aceptasen proyectos cuyo valor neto actual estuviese por debajo de cero,
necesitarían reducir el gasto antes de acometer esa inversión.

¿Qué son los flujos de caja equivalentes?

Una empresa tiene varias alternativas para realizar inversiones, como, por ejemplo, alquilar o
comprar un edificio, invertir en distintos activos financieros, etcétera. En estos casos, se
habrían de calcular los flujos de caja esperados valorando como alternativa de inversión la que
tuviese un mayor NPV.

Ejemplo:

Una corporación fabricante quiere reemplazar toda la maquinaria de producción y para ello
tiene dos claras alternativas de inversión:
Opción 1: comprar maquinaria con un valor inicial de 3000 euros que va a producir al cabo de
un año una rentabilidad de 1000 euros de forma anual.

Opción 2: comprar una maquinaria que representa un coste inicial por valor de 2000 euros y
que produce un flujo de caja anual de 700 euros.

Con ambas opciones se obtiene un NPV positivo, es decir, las 2 opciones de inversión serían
adecuadas. La lógica hará que se opte por la opción 1, que es la que produce un NPV superior.

El tiempo es otro de los factores a tener en cuenta antes de acometer una inversión, ya que no
siempre se dispone de la misma duración.

Ejemplo:

Opción 1: vida útil de la maquinaria de 3 años y NPV de 2000.

Opción 2: vida útil de la maquinaria de 5 años y NPV de 3000.

¿Cuál sería la mejor inversión?

Partiendo de la premisa de que la empresa no va a quebrar y que su actividad se va a


prolongar en el tiempo, necesitará siempre la maquinaria para poder producir. Por tanto, si se
efectúa la compra de la opción 1, la maquinaria deberá ser reemplazada cada trienio y si se
opta por la compra de la segunda opción, será necesario reemplazarla cada lustro.

Bajo estas premisas, no se puede comparar la maquinaria, aunque sí se puede establecer que
su NPV estaría infracalculado.

Para calcular los flujos de caja equivalentes en los proyectos de forma anual se procederá así:

Los flujos de caja equivalentes son las rentas que ofrecen el mismo NPV que la propuesta de
inversión. A la empresa con una tasa de descuento del 10 % le sería indiferente percibir 2000
euros de forma inicial, que percibir a la finalización de cada uno de los 3 años de duración de la
maquinaria de la opción 1 una cantidad de 804.25 euros. O bien recibir 3000 euros en el
momento inicial, en el caso de la opción 2, que 791.4 tras la finalización anual durante los 5
años de la vida de la maquinaria.

Con la premisa de que la maquinaria será necesaria indefinidamente, se percibirá un cashflow


de forma anual de 804.25 también de forma indefinida.
Bajo el ejemplo mostrado, se escogería la opción 1 porque produciría anualmente un cashflow
superior.

Otra de las condiciones para aceptar un proyecto es conocer si el TIR es superior a la tasa de
retorno que se requiere para un proyecto de inversión y se rechazará si el IRR es inferior. Por
lo tanto, al comparar distintas alternativas a igualdad de riesgo se podrá decidir la
conveniencia o no sobre la inversión.

Las limitaciones en cuanto al uso del IRR se aplican para la no comparación de proyectos de
inversión excluyentes de forma mutua y no tener en consideración reinvertir el cashflow
positivo de cada proyecto, por lo que no se debe utilizar si se comparan proyectos de distinta
duración.

El uso del TIR tiene sentido con restricción de recursos, ya que el NPV es la medida indicada
para comparar proyectos de inversión excluyentes entre sí.

Tags: VAN, TIR

Tomado de: https://www.cerem.pe/blog/el-van-y-el-tir-las-dos-cosas-que-debes-saber-a-la-


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