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Señor Juez:
Dr. Martin Bustos, abogado, M.P 1-260, en nombre y representación del Sr. Pedro Arco
y con participación acordada en los autos: "Pedro Arco y otro p.ss.aa Administración Fraudulenta",
Expte. Letra A, año 2001 respetuosamente comparezco y digo:
I. OBJETO:
Que en amparo de lo establecido en el artículo 283 del CPP de Córdoba, vengo a solicitar
el CESE DE PRISIÓN PREVENTIVA de mi defendido, manifiesto mi petición excarcelatoria, en tanto la
misma no reúne las condiciones necesarias para garantizar su legalidad.
II. FUNDAMENTOS:
b) Prisión preventiva como excepción. Finalidad. Requisitos: La detención preventiva, como medida
cautelar, sólo puede tener fines procesales. El carácter procesal de la detención significa que la
coerción (la privación de libertad) se utiliza para garantizar "la correcta averiguación de la verdad y
la actuación de la ley penal". No se puede recurrir a la detención preventiva para obtener alguna de
las finalidades propias de la pena (v. gr., impedir que el imputado cometa un nuevo delito). La Corte
Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), cuya jurisprudencia, según lo entendió la Corte
Suprema (Fallos 321:3630), debe servir de guía para la interpretación de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (Fallos: 318:514, consid. 11, párr. 2°) ha consagrado, dentro del contexto
general de los instrumentos internacionales vigentes, que la prisión preventiva es una medida
cautelar, no punitiva, y que a su vez no debe constituir la regla general, como expresamente lo
consagra el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 9.3), pues de lo contrario se
estaría privando de la libertad a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido establecida, en
violación del principio de inocencia (8.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 9.1
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos) (conf. caso Suárez Rosero, sentencia del 12
de noviembre de 1997, párr. 77) . Por su parte, la Constitución de Córdoba estableció, en su art. 42,
el marco al que se debía someter la prisión preventiva, como medida cautelar, la cual sólo puede
tener fines procesales, porque afecta uno de los bienes más preciados del hombre, su libertad
ambulatoria, regulado por el artículo 14 de la Constitución Nacional, el que establece el derecho de
toda persona, aún imputada por la comisión de un delito, a permanecer en libertad, incluso durante
el proceso. La prisión preventiva está limitada por los principios de legalidad, presunción de
inocencia, necesidad y proporcionalidad, indispensables en una sociedad democrática. Constituye
la medida más severa que se puede imponer al imputado, por ello debe aplicarse excepcionalmente.
La regla debe ser la libertad del procesado mientras se resuelve acerca de su responsabilidad penal.
En el caso “Napoli, Erika E. Y otros s/ infracción art. 189 del C.P” La CSJN ha manifestado que: “La
limitación de la libertad personal durante el proceso motivada en el reproche o en la repulsa social
de ciertas conductas, por más aberrantes que puedan ser”…”desvirtúa la naturaleza cautelar de la
prisión preventiva al convertirla en una verdadera pena anticipada”. Y es claramente este el sentido
que el Sr. Fiscal está dándole a la prisión preventiva de mi defendido, ya que es ostensible su
inadecuación con la finalidad propia del instituto que es asegurar que el acusado no se evadirá o
interferirá de otra manera la investigación judicial.
2. FALTA DE PRUEBAS SUFICIENTES PARA IMPUTAR AL SR. PEDRO ARCO DE DEFRAUDACIÓN POR
ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA Y DICTAR SU PRISION PREVENTIVA: A todo evento, y para el caso
en que considere V.S. que procede indistintamente la restricción inconstitucional de la libertad del
imputado, pido tenga presente que la “causa probable” de culpabilidad en base a la cual se decidió
la medida cautelar de prisión preventiva, no existe. Es más, la investigación contiene graves y serias
irregularidades que además de violar el debido proceso, han consolidado un sumario sin garantías
y han favorecido una serie de providencias coercitivas sin pruebas. En este sentido, cabe enumerar
una serie de elementos probatorios que permiten rebatir los argumentos de la Fiscalía en cuanto a
la plataforma fáctica y el encuadre jurídico de la conducta atribuida al imputado, como así también
los indicios que marcan la línea de investigación que sostiene la acusación. Como primer aspecto, a
tener en cuenta, es que de toda la documentación obrante en el expediente: 1. actos preparatorios
de los créditos otorgados; 2. actos de otorgamiento de los préstamos crediticios, la fiscalía no pudo
probar que surgiera algún factor incriminatorio para mi defendido. Por otro parte, si bien es cierto
que del dictamen realizado por el Contador Julio Franchetti surgen sospechas sobre el otorgamiento
irregular de un número indeterminado de préstamos, asimismo es vedad que en ningún fragmento
de dicha auditoría se logra concluir que los hechos denunciados hayan sido necesariamente autoría
del Sr Pedro Arco. También es importante destacar que de la declaración testimonial del Sr. Alberto
Superti, no pudo probarse la participación en el hecho del Sr. Pedro Arco, puesto que si bien surge
que habría escuchado conversaciones entre el Sr. Marcos Reyna y otra persona, en donde se habrían
puesto de acuerdo para otorgar créditos sin los avales exigidos por la ley a amigos comunes, estas
conversaciones fueron escuchadas desde un pasillo, por lo que no se pudo reconocer debidamente
quien era esa persona. En cambio de la declaración testimonial de otro de los empleados del Banco
Social, el Sr. Juan Marchi, surge que el Sr. Pedro Arco desconocía totalmente tales irregularidades,
y que el Sr. Marcos Reyna actuaba con otra persona empleada del Departamento de Avales. Sobre
las declaraciones testimoniales de los Sres. José Sánchez y Jorge Robles, acerca de que el Sr. Marcos
Reyna realizó los hechos que se le imputan porque fue coaccionado por el Sr. Pedro Arco, es dable
cuestionar severamente su verosimilitud, debido a que se trataría de dos ex empleados del Banco
Social que, según consta en los legajos del departamento de recursos humanos, fueron despedidos
con causa de la entidad bancaria por el Sr. Pedro Arco hace más de tres años. Respecto a los pasajes
de avión con destino a Honolulu, estimados por la Fiscalía como evidencia de que intentaba eludir
la acción de la justicia, esta hipótesis debe quedar completamente descartada por el testimonio de
la Sra. Juana Rosales, empleada doméstica del Sr. Pedro Arco, quien declaró en sede judicial que los
mencionados tickets de avión son de su propiedad, ya que planeaba ir a visitar a su hijo que vive en
aquel ciudad. Por último, cabe concluir que de toda la documentación aportada, de las declaraciones
testimoniales, de la documentación secuestrada en los domicilios de Arco y Reyna, de la declaración
de los imputados, no es posible demostrar con un grado de probabilidad suficiente la existencia del
hecho de administración fraudulenta y la participación punible de imputado. Además, no existen,
en la causa, vehementes indicios de que haya intentado eludir la acción de la justicia o entorpecer
la investigación. Lo que llevaría a demostrar la inocencia de mi cliente respecto del hecho que se le
imputa.
Que con el propósito de garantizar los fines del proceso penal, en virtud de lo dispuesto
en el artículo 268 del CPP de Cba., solicito, la aplicación de estrictas medidas alternativas a la prisión
sin condena, pudiendo ser a modo ejemplificativo, las siguientes: a) Fijar y mantener un domicilio.
b) Abstenerse de realizar cualquier acto que pueda obstaculizar el descubrimiento de la verdad y la
actuación de la Ley. c) Prohibición expresa de salida de la provincia del imputado Sr. Pedro Arco, ya
sea por vía terrestre o aérea d) Prohibición expresa de ausentarse de su domicilio en horarios
nocturnos que considere el Juez de la causa e) Presentaciones diarias, en la dependencia policial
más cercana a su domicilio.
Que estas medidas alternativas son solicitadas bajo el expreso apercibimiento de que en
caso de que se constatare el mínimo incumplimiento de las reglas de conducta, podrá ordenarse la
revocación inmediata de la excarcelación y su consecuente detención hasta el juicio oral y público
o hasta una nueva resolución judicial propicia al imputado.
Que a partir de los planteos introducidos, he de tomar como recaudo legal el dejar asentada
la voluntad de acudir eventualmente a la instancia superior mediante los recursos de Casación e
Inconstitucionalidad; así como la expresa y formal Reserva del Caso Federal en los términos del art.
14 de la Ley 48. Ello es así en virtud de los derechos y garantías constitucionales invocados, tanto
como por las vulneraciones constitucionales verificadas, entre las que se incluyen la arbitrariedad,
la irrazonabilidad y la gravedad institucional.
V. PETITORIO:
1) Tenga por solicitado el cese de la prisión preventiva en los términos de la ley de rito y en
base a los fundamentos esgrimidos.