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Algunos mineros y otros vecinos del lugar se afiliaron en 1905 al Partido Liberal
Mexicano, dirigido por los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón. Los líderes
de la organización magonista que funcionaba de manera clandestina en Cananea
eran Manuel M. Diéguez, Esteban Baca Calderón y Lázaro Gutiérrez de Lara,
quienes años después desempeñarían papeles destacados durante la Revolución
mexicana.
Los magonistas convencieron a sus compañeros de la necesidad de organizarse
para luchar por condiciones de trabajo dignas y para hacer valer las leyes
mexicanas en una población donde todo era dictado por la compañía y eran
palpables los abusos de los funcionarios y de los capataces extranjeros. El 31 de
mayo de 1906 los trabajadores de la mina Oversight recibieron el aviso de que se
reduciría el personal, con lo cual aumentaría la carga de trabajo, pero no los
salarios, de los operarios que no fueran despedidos. Esa misma noche, los mineros
decidieron suspender sus labores y la madrugada del 1 de junio empezó la huelga,
que poco a poco se extendió a otras minas.
También esa tarde iniciaron los enfrentamientos entre la policía y los capataces de
las minas contra los huelguistas. Por otra parte, un grupo de rangers de Arizona
cruzó la frontera para colaborar en la represión del movimiento, no sin antes
combatir a los aduaneros mexicanos.
Antecedentes
Después del éxito que tuvo la rebelión de Pascual Orozco en el estado de
Chihuahua a finales de 1910 y principios de 1911, Orozco decidió tomar Ciudad
Juárez, importante bastión porfirista por el comercio de armas con Estados Unidos.1
Tras dos días de lucha, el 10 de mayo de 1911 cayó la ciudad y con ello se aceleró
la caída de Porfirio Díaz, que se concretó en los Tratados de Ciudad
Juárez firmados el 21 de mayo. Orozco fue fundamental para la caída de Porfirio
Díaz, algo que reconoció Madero, pero a pesar de ello sus esfuerzos no fueron
recompensados y se le nombró comandante de los rurales de Chihuahua, un puesto
que el historiador Michael Meyer consideró modesto para su contribución.1
Cuando Orozco se postuló para gobernador de Chihuahua, su candidatura fue
frenada por Madero y su candidato Abraham González. A pesar de ello, siguió
apoyando a Madero, hecho que se demostró cuando reprimió los
movimientos reyistas y vazquistas en su estado. El rompimiento ocurrió el 19 de
enero de 1912 cuando Madero y Orozco se entrevistaron en la Ciudad de México,
donde Madero solicitó a Orozco dos cosas inotorgables, primero que presionara a
la legislatura estatal para darle facultades extraordinarias al gobernador de
Chihuahua y, segundo, que detuviera la rebelión zapatista, algo con lo que estaba
totalmente en desacuerdo pues compartía algunos principios con Zapata, como la
justicia social, el reparto agrario y el mejoramiento de las condiciones de los
trabajadores.3 Desde entonces hasta principios de marzo, Orozco fue fiel a su nuevo
puesto como jefe de la zona rural de Chihuahua, pues continuo reprimiendo los
movimientos vazquistas, aunque la ruptura política con Madero ya era evidente.
Finalmente, impulsado por la enorme popularidad que había ganado, por considerar
que las reformas de Madero eran insuficientes y por el apoyo que grupos
reaccionarios de Chihuahua le brindaron, Orozco se rebeló el 3 de marzo de 1912.
26 DE MARZO DE 1913, PLAN DE GUADALUPE.
Tras el asesinato de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez,
como consecuencia del cuartelazo conocido como la "Decena Trágica",
el gobernador del estado de Coahuila, Don Venustiano Carranza, se
lanzó a la lucha armada para restablecer el orden cnstitucional. Para tal
efecto, en la Hacienda de Guadalupe, Coahuila el 26 de marzo de 1913
se proclamó el Plan que lleva el nombre de esa hacienda, el cual
constaba de los siguientes artículos:
1º Se desconocía al General Victoriano Huerta como Presidente de la
República;
2º Se desconocía también a los poderes Legislativo y Judicial de la
Federación.
3º Se desconoció a los gobiernos de los Estados que reconocían los
Poderes Federales de la administración de Huerta.
4º Se nombra como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista a
Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila, Coah.
5º Carranza se encargaría de forma interina del gobierno al ocupar el
Ejército Constitucionalista la Ciudad de México.
6º Carranza como Presidente interino convocaría a elecciones
generales, entregando el poder a quien resultase electo.
7º El representante del Ejército Constitucionalista en los estados que
reconocieran al Gobierno de Huerta pasaría a ser Gobernador interino,
debiendo convocar a elecciones locales.
El Plan de Guadalupe proclamaba la necesidad de restablecer la
legalidad en la República; estableció las bases para la creación de una
nueva estructura nacional y nuestra Constitución, propósito que se
concretaría el 5 de febrero de 1917 con la promulgación de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, misma que nos
rige en la actualidad.
PACTO DE LA CIUDADELA
El Pacto de La Ciudadela fue un documento firmado por Félix Díaz y Victoriano
Huerta el 18 de febrero de 1913,1 en virtud del cual las fuerzas armadas ilegales
contrarias a Francisco I. Madero se pusieron de acuerdo y se comprometieron, en
su intento por derrocar el gobierno legítimo mexicano en provecho de miras
personales y de las élites que les ofrecían apoyo, en especial la representación
diplomática estadounidense. Se conoce como Pacto de la Embajada porque se
firmó en las instalaciones de la embajada de Estados Unidos en México,2 y con la
colaboración intervencionista, del todo ajena a sus funciones, del embajador Henry
Lane Wilson, se realizaron las pláticas y se concertó el acuerdo, el cual estableció:
Contenido
El nuevo movimiento armado necesitaba establecer sus principios rectores y darlos
a conocer al resto del país, el documento que sentó las bases fue escrito por Gilberto
Valenzuela y promovido por Plutarco Elías Calles. “El Plan presentado por Calles
fue proclamado solemnemente y literalmente transcrito a la prensa norteamericana.
El Plan de Agua Prieta constó de cuatro considerandos y diecisiete artículos o
postulados; a continuación se mencionan cinco de ellos que resumen claramente
las intenciones del movimiento:
Antecedentes[
Cuando Francisco I. Madero llegó a la Presidencia de México mantuvo vínculos con personas
afines a Porfirio Díaz; tratando de mantener la estabilidad económica, social y de preservar la
inversión extranjera, no realizó grandes reformas en la infraestructura de gobierno; y conservó
intacto el ejército federal porfirista, licenciando a las tropas rebeldes.67 Esto causó que perdiera
el apoyo de muchos revolucionarios que consideraban que no se identificaba con las clases
marginadas.8 Los hacendados tampoco estaban contentos ya que esperaban medidas más
enérgicas para frenar la revolución campesina zapatista. La prensa lo hizo objeto de críticas que
a veces rayaron en la ridiculización, lo que fue debilitando su fuerza política.9
Cuando algunos revolucionarios lo abandonaron, llamó al general Victoriano Huerta para luchar
contra Pascual Orozco y Emiliano Zapata, que se habían levantado en armas. Las élites
militares se sumaron a la oposición buscando la oportunidad para derrocarlo, entre los dirigentes
de este movimiento estaban el general Bernardo Reyes y el general Félix Díaz, que contaba
con el apoyo de los porfiristas en el exilio.8 Después de romper relaciones con Madero, Bernardo
Reyes se refugió en San Antonio, Texas, e intentó organizar desde allá un levantamiento. El 16
de septiembre de 1911 proclamó el Plan de la Soledad, que no consiguió apoyo en Estados
Unidos, ni en México. Al ver que su intento resultó fallido, regresó derrotado a México y se
entregó voluntariamente el 25 de diciembre de 1911 en Linares, Nuevo León, desde donde fue
trasladado a la cárcel militar de Santiago de Tlatelolco.10 Félix Díaz encabezó otro levantamiento
en Veracruz el 16 de octubre de 1912, este con la intención de restablecer el antiguo régimen,
pero fue contenido rápidamente por las fuerzas federales y encarcelado en la Penitenciaría de
Lecumberri.11 Madero decidió no ejecutarlos.12
Los generales Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz, acompañados del empresario Cecilio Ocón,
se reunieron en octubre de 1912 en La Habana, Cuba. Su intención era organizar una
conspiración para derrocar a Madero, por lo que más tarde visitaron en la cárcel a Reyes y a
Díaz, quienes estuvieron de acuerdo con los planes. Reyes propuso convocar a Huerta a
participar en el movimiento, pero él rechazó la invitación porque consideraba que no era el
momento adecuado.
Revolución verde
Revolución verde es la denominación usada internacionalmente para describir el
importante incremento de la productividad agrícola y por tanto de alimentos
entre 1960 y 1980 en Estados Unidos y extendida después por numerosos países.1
Consistió en la adopción de una serie de prácticas y tecnologías, entre las que se
incluyen la siembra de variedades de cereal (trigo, maíz y arroz, principalmente)
más resistentes a los climas extremos y a las plagas, nuevos métodos
de cultivo (incluyendo la mecanización), así como el uso
de fertilizantes, plaguicidas y riego por irrigación, que posibilitaron alcanzar altos
rendimientos productivos.
Fue iniciada por el ingeniero agrónomo estadounidense Norman Borlaug con ayuda
de organizaciones agrícolas internacionales, quien durante años se dedicó a
realizar cruces selectivos de variedades de trigo, maíz y arroz en países en vías de
desarrollo, hasta obtener las más productivas. La motivación de Borlaug fue la baja
producción agrícola con los métodos tradicionales en contraste con las perspectivas
optimistas de la revolución verde con respecto a la erradicación del hambre y
la desnutrición en los países subdesarrollados.2 La revolución afectó, en distintos
momentos, a todos los países y puede decirse que ha cambiado casi totalmente el
proceso de producción y venta de los productos agrícolas.
La revolución verde obtuvo un gran éxito en el aumento de la producción, pero no
se dio suficiente relevancia a la calidad nutricional, resultando en la expansión de
variedades de cereales con proteínas de baja calidad y alto contenido en hidratos
de carbono.3 Estos cultivos de cereales de alto rendimiento, ampliamente
extendidos y predominantes en la actualidad en todo el mundo, presentan
deficiencias en aminoácidos esenciales y un contenido desequilibrado de ácidos
grasos esenciales, vitaminas, minerales y otros factores de calidad nutricional.3
Si bien la expansión de estos cereales altos en calorías consiguió evitar la inanición
de gran parte del mundo durante varias décadas, el empobrecimiento nutricional
que han sufrido como consecuencia las dietas basadas en ellos ha agravado el
problema de la desnutrición y la creciente incidencia de ciertas enfermedades
crónicas en personas aparentemente bien alimentadas (las denominadas
"enfermedades de la civilización").3 No solo las dietas humanas se han resentido de
forma directa a través del consumo de estos cereales, sino también por el
empobrecimiento de la calidad de los productos de origen animal (derivados de
animales alimentados con estos cereales).3
El término "Revolución Verde" fue utilizado por primera vez en 1968 por el ex
director de USAID, William Gaud, quien destacó la difusión de las nuevas
tecnologías y dijo: «estos y otros desarrollos en el campo de la agricultura contienen
los ingredientes de una nueva revolución. No es una violenta revolución roja como
la de los soviéticos, ni es una revolución blanca como la del Sha de Irán. Yo la llamo
la revolución verde».
LEY CALLES
La ley Calles, oficialmente llamada ley de tolerancia de cultos, fue una ley mexicana expedida
el 14 de junio de 1926 cuyo fin era controlar y limitar el culto católico en México. Esta ley fue
elaborada durante el mandato del presidente Plutarco Elías Calles, a quien debe su nombre.12
La promulgación de la ley Calles fue uno de los motivos principales para el inicio de la guerra
cristera, la cual buscaba entre otras cosas la anulación de la ley Calles.3
Antecedentes
Desde el inicio de la Revolución mexicana, muchos líderes políticos y revolucionarios dieron un
énfasis anticlerical a sus discursos, en algunos casos llegando a tener un énfasis antirreligioso.
A partir de 1920, con el aumento de la influencia socialista en México, estos discursos
empezaron a plantear una visión más radical de la religión, alentando a los grupos radicales que
tenían por objetivo «luchar contra el fanatismo».4
En 1925, el gobierno de Plutarco Elías Calles promueve la creación de la Iglesia católica
apostólica mexicana, una iglesia cismada de la autoridad de Roma y del papa, declarando como
patriarca de la iglesia a José Joaquín Pérez Budar. Igualmente, durante el mandato de Calles,
se crearon diversas leyes anticlericales estatales, como las promulgadas
en Veracruz y Tabasco, que decretaban que todos los sacerdotes debían estar casados y tener
más de 40 años de edad.5
En mayo de 1925, y como respuesta a las presiones del gobierno contra la iglesia, se funda
la Liga Nacional para la Defensa de las Libertades Religiosas.2
Contenido
La ley Calles tenía por objetivo mantener bajo control a la iglesia, sometiéndola a los designios
del gobierno. Entre sus normas estaban:2
Limitación del número de sacerdotes a uno por cada seis mil habitantes.
Necesidad de una licencia expedida por el Congreso de la Unión o los estados para poder
ejercer el ministerio sacerdotal.
Necesidad de estar registrados ante el gobierno municipal del lugar donde el sacerdote
oficiará el culto religioso.
Reformas al código penal para establecer condenas por el incumplimiento de alguna de las
nuevas leyes.
Consecuencias
El 24 de julio de 1926, con el apoyo del papa Pío XI, los obispos protestaron contra la ley
pidiendo la suspensión del culto religioso a partir de su entrada en vigor, hecho que ocurrió el 31
de julio del mismo año. Tres meses después, la Liga Nacional para la Defensa de las Libertades
Religiosas inició un boicot contra el gobierno, pidiendo la abstención en el pago de impuestos y
en el consumo de productos creados por el estado, causando grandes pérdidas económicas al
país.2
Ante las acciones contra la ley Calles, el gobierno decidió aprehender a quienes organizaran o
participaran de ellas, por lo que la Liga Nacional para la Defensa de las Libertades Religiosas
decidió organizar un levantamiento armado, mismo que inició en enero de 1927 en Jalisco,
expandiéndose por todo el país y dando inicio a la Guerra cristera.
LA GUERRA CRISTERA
Desde la época en la que con las Leyes de Reforma se buscaba que la Iglesia
católica perdiera el gran poder monetario y político que tenía, gobierno e Iglesia
vivieron enfrentados. Este conflicto se agravó para 1926 al implementar el gobierno
los artículos de la constitución de 1917, específicamente el 3 y el 130, de forma
radical, para controlar totalmente a la Iglesia, reforzando estos principios con la
llamada Ley Calles.
La Ley Calles fue la causa de este conflicto civil, además de las prohibiciones, el
gobierno intentó la creación de una Iglesia que nada tuviera que ver con el Vaticano,
para así socavar totalmente la influencia de la Iglesia fiel al jerarca católico en la
población.
La reacción de la Santa Sede a la Ley Calles fue de rechazo total, las actividades
religiosas en todo México fueron suspendidas en protesta a las medidas tomadas
contra la Iglesia y la población se manifestó para intentar lograr que las medidas
tomadas dieran marcha atrás, pero nada de esto sirvió, ni siquiera el boicot
económico contra el gobierno de Plutarco Elías Calles logró hechar atrás las
medidas adoptadas contra la “Libertad religiosa”.
Tras la muerte de Álvaro Obregón, que había ganado las elecciones en 1928 fue
asesinado por José León Toral en el mes de junio y de manera provisional asume
el poder Emilio Portes Gil, por indicaciones de Plutarco Elías Calles.
La crisis política es resuelta hábilmente por Calles que tranquiliza a los obregonistas
nombrando un presidente provisional que asegura la endeble concordia de la
familia revolucionaria.
Con mayor habilidad política Calles anuncia la creación del Partido Nacional
Revolucionario, ideado más que como un partido político como mecanismo de
aglutinación de los heterodoxos grupos políticos, Calles en su último informe
presidencial de 1928, proclama ante la nación que ha concluido la época de los
Caudillos para dar lugar al de las Instituciones, pero el mismo se convierte en “Jefe
Máximo” de la Revolución, manipulando desde atrás del trono las sucesiones
presidenciales de portes Gil, Ortiz rubio y Abelardo Rodríguez .
Antecedentes
El 7 de agosto de 1901, los hermanos Flores Magón fundaron el periódico jurídico de
México Regeneración, desde el cual criticaban la corrupción del sistema judicial del régimen del
general Porfirio Díaz, lo que los llevó a la cárcel. En 1902, los Flores Magón y un grupo
de liberales arrendaron el periódico El Hijo del Ahuizote. En 1903, en el cuadragésimo sexto
aniversario de la Constitución de 1857, el personal del periódico realizó una protesta con el lema
"La Constitución ha muerto". Ese mismo día, Flores Magón publicó en el mismo periodo una
nota que decía: "todo aquel que esté libre de pecado que arroje la primera piedra acerca de la
Constitución", y parte del texto decía: "Cuando ha llegado un 5 de febrero más y... la justicia ha
sido arrojada de su templo por infames mercaderes y sobre la tumba de la Constitución se alza
con cinismo una teocracia inaudita ¿para qué recibir esa fecha, digna de mejor pueblo, con
hipócritas muestras de alegría? La Constitución ha muerto, y al enlutarnos hoy con esa frase
fatídica, protestamos solemnemente contra los asesinos de ella, que con escarnio sangriento al
pueblo que han vejado, celebren este día con muestras de regocijo y satisfacción".
Al paso del tiempo, las críticas y las condiciones del país desataron diversos conflictos que,
junto al resultado de las elecciones de 1910, dieron como resultado el inicio, el 20 de
noviembre de ese año, del conflicto armado conocido como la Revolución mexicana de 1910.
Según los Tratados de Ciudad Juárez, tras la renuncia de Porfirio Díaz, Francisco León de la
Barra ocupó la presidencia de México interinamente hasta que pudieran llevarse a cabo
elecciones.4
León de la Barra entregó la presidencia a Francisco I. Madero, ganador de las elecciones
extraordinarias de México de 1911. En 1913, Madero y el vicepresidente José María Pino
Suárez fueron asesinados tras el conflicto de la denominada Decena Trágica, y la presidencia
la usurpó Victoriano Huerta.
EL PLAN DE AYALA
El Plan de Ayala fue una proclama emitida por Emiliano Zapata y Otilio Montaño en
el marco de la Revolución Mexicana, el 28 de noviembre de 1911, y publicada en
prensa el 15 de diciembre del mismo año. Debe su nombre a haber sido proclamado
en la ciudad de Ayala, en el estado de Morelos.
Antecedentes
La Revolución Mexicana había iniciado en 1910 a raíz de la elección de Porfirio Díaz
como presidente por novena vez, elección que se tildó de fraudulenta. El
encarcelamiento de Francisco Ignacio Madero, que había sido rival de Díaz, terminó
de encender los ánimos. Luego de liberado y exiliado, Madero se unió con Pancho
Villa y Pascual Orozco para proclamar el Plan de San Luis, que pedía la dimisión de
Porfirio Díaz y reivindicaciones campesinas. Se iniciaron revueltas en el estado de
Chihuahua, y la toma de Ciudad Juárez.
Emiliano Zapata, en el centro y sur de México, lideró otro foco de revueltas que se
hicieron más grandes y difíciles de someter, lo que obligó a Díaz a negociar su
propia salida. La misma se acordó con Madero en los Tratados de Ciudad Juárez.
Reforma agraria proyecto político a gran escala cuyo objetivo es un cambio rápido y radical
del régimen de propiedad y explotación de la tierra. Bajo esta denominación se encuentran
múltiples procesos que deben ser contextualizados en relación a tres cuestiones clave: el
alcance, las indemnizaciones y la organización.
Origen
El verbo reformar indica la acción de rehacer, modificar, enmendar o volver a formar algo.
La acción y efecto de reformar (o reformarse), por su parte, recibe el nombre de reforma.
Del latín agrarĭus, agrario es lo perteneciente o relativo al campo. El término también se
utiliza para nombrar a la política que defiende los intereses del sector de la agricultura. Una
reforma agraria es un proceso que se proclama como una auténtica reacción antifeudal, es
decir va contra aquel sistema donde el poder radica en los propietarios de grandes
cantidades de tierras donde viven campesinos que dependen del propietario; y su abanico
cobija desde los partidarios de izquierda, la masonería, la iglesia católica hasta la alianza
para el Progreso. Es el conjunto de medidas políticas, económicas, sociales y legislativas
cuyo fin es modificar la estructura de la propiedad y producción de la tierra. Las reformas
agrarias buscan solucionar dos problemas interrelacionados, la concentración de la
propiedad de la tierra en pocos dueños (latifundismo) y la baja productividad agrícola
debido al no empleo de tecnologías o a la especulación con los precios de la tierra que
impide o desestima su uso productivo. Las formas de cambiar la tenencia de la tierra son
por medio de la expropiación de la tierra sin indemnización o mediante algún mecanismo
de compensación a los antiguos propietarios. Generalmente los resultados sociales son la
creación de una clase de pequeños y medianos agricultores que desplazan la hegemonía de
los latifundistas.
Objetivos
Esto puede realizarse a través de una expropiación (se quita la propiedad de la tierra a los
latifundistas sin ningún tipo de indemnización) o mediante mecanismos compensatorios (se
exige a los latifundistas que se desprendan de sus tierras, pero se les entrega algo a cambio).
La mayoría de los países latinoamericanos, en general, han impulsado algún tipo de reforma
agraria a lo largo de su historia.