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Tabaquismo

Las modas y tendencias que influencian a la sociedad cambian constantemente. De


este modo, en décadas pasadas se solía promocionar el consumo de cigarros en
películas de cine y en series de televisión, así como en piezas publicitarias que lo
asociaban con figuras de semblante elegante o distinguido. Sin embargo, gracias a
los estudios e investigaciones que se han realizado sobre el tabaquismo, en la
actualidad existen varias normas que regulan este tipo de mensajes. Pensando en
esto, el presente ensayo está dedicado a analizar sus consecuencias más importantes
en el ámbito de la salud.

El tabaco tiene en su composición una serie de sustancias que han demostrado ser
muy peligrosas para el organismo de cualquier persona. Entre ellas, es necesario
mencionar a la nicotina, la cual es altamente adictiva e incluso puede ocasionar la
muerte si es consumida en grandes cantidades. Tiene un efecto estimulante y sedante
al mismo tiempo, esto lo consigue mediante la descarga de adrenalina en la corteza
suprarrenal, afectando casi de manera inmediata al sistema nervioso central y
produciendo la liberación de glucosa. Luego de esto, es inevitable experimentar
cierta fatiga y depresión, creando un círculo vicioso donde el individuo se verá
motivado a buscar más nicotina.

Por otro lado se encuentra el alquitrán, cuyo contenido en cada cigarrillo varía
dependiendo la marca. Según varios estudios en pacientes que han sufrido de
tabaquismo, representa una de las principales causas para desarrollar cáncer de
pulmón y otras afecciones bronquiales. Mientras que el monóxido de carbono que se
halla en el humo, incrementa las probabilidades de que se generen enfermedades
cardiovasculares.

Así como los antes mencionados, en el humo ambiental del tabaco existen más de
cuarenta componentes químicos que han comprobado ser tóxicos y cancerígenos. Lo
más alarmante de esto es que el tabaquismo no solo afecta a los fumadores, sino que
las personas cercanas también se convierten en víctimas de sus consecuencias, ya
que inevitablemente terminan inhalando estos gases.

Una de las mayores consecuencias del tabaquismo en la salud ocurre con las mujeres
embarazadas. Hay millones de casos donde los bebés han sido prematuros, teniendo
un peso por debajo de lo recomendado, o incluso nacen muertos. Asimismo, estos
niños suelen ser más propensos a desarrollar trastornos emocionales y conductuales.

En vista de los grandes peligros que involucra el tabaquismo, la Organización


Mundial de la Salud está constantemente trabajando con los gobiernos de múltiples
países. De esta forma, se han logrado establecer campañas de concientización, así
como leyes que prohíben el fumar en lugares públicos. Además, existen varias
asociaciones que se dedican a la lucha en contra de las grandes tabacaleras.
LA ADICCIÓN AL TABACO

Al igual que Carmen Maldonado en su ensayo de “La adicción a las drogas:


interrogante neurocientífica,” yo igualmente hablaré del mismo tema. La adicción
a las drogas es un problema que le está afectando a todo el mundo. Las drogas de
abuso no sólo te causan enfermedades si no que también te pueden causar la
muerte. Todas las drogas de abuso inducen a la liberación de dopamina, lo cual
para el cerebro es un sinónimo de placer.

A continuación les hablaré de una de estas drogas, el tabaco. El tabaco puede


causar cáncer. Se han estudiado las mutaciones de las células inducidas por el
humo del tabaco. Las drogas de abuso no sólo te causan enfermedades si no que
también te puede llevar a la muerte. El cigarrillo te puede dar cáncer en las vías
respiratorias, lo que ha sido confirmado por numerosos científicos.

El cigarrillo no solo afecta al que lo consume si no al que lo inhala de segunda


mano. De las dos formas puede causar daño respiratorio y otros. Fumar muchos
cigarrillos trae muchos problemas. El riesgo para los fumadores es muy alto les
puede dar: cáncer, leucemia, enfisema, enfermedades crónicas, efecto sobre la
reproducción, muerte prematura, problemas respiratorios, ataques del corazón,
entre otros.

Entre los riesgos más importantes están los siguientes: El acortamiento de las
expectativas de vida. Por ejemplo una persona de 25 años de edad que se fume
dos paquetes de cigarrillo al día tiene una expectativa de vida (duración de su
vida) de 8.3 años menos que una que no fume.

También los fumadores que consumen más de 25 cigarrillos diarios por 15 años
tienen de 2 a 3 veces más probabilidades de desarrollar leucemia, aún después de
haber dejado de fumar. Las madres fumadoras tienen más niños de bajo peso, que
las madres no fumadoras.
La mejor recomendación para todos es evitar empezar a fumar. De esta forma
ayudaríamos a nuestro planeta evitando la contaminación del humo y
mejoraríamos nuestra salud y calidad de vida.
PERSPECTIVA SOBRE EL TABAQUISMO EN MEXICO

Las adicciones son un problema en el campo


de la salud pública, que requieren de acciones
amplias y coordinadas en las que deben de
estar incluidos los esfuerzos de todos los
sectores de la sociedad al respecto el Sector
Salud emprende acciones, por medio del
Consejo Nacional Contra las Adicciones
(CONADIC), con programas nacionales, a los
cuales se conjugan muchas propuestas e
ideas que emprenden infinidad de
agrupaciones y organismos nacionales como
internacionales (1). Sin embargo, los tiempos
y las condiciones en las que se presenta el abordaje y la atención para disminuir los
índices de adicción no parecen reflejar el esfuerzo y la atención de agrupaciones y
organismos, que entre sus actividades esta el implementar estrategias y actividades
contra el tabaquismo en beneficio de la población.

El tabaquismo, constituye la enfermedad prevenible que se relaciona con mas problemas


de salud y causas de muerte en el mundo. En México durante el año 2000, se estimo
que más de 40,000 defunciones anuales están asociadas al consumo del tabaco. El costo
que este problema de salud pública tiene para nuestra sociedad se refleja en las muertes
prematuras, en la invalidez de población productiva y en un deterioro de la calidad de
vida de los mexicanos. Además, de que la atención a los padecimientos agudos y
crónicos causados por el tabaquismo afectan severamente el presupuesto de los
sistemas de atención a la salud (2,3).

El Tabaquismo como epidemia, una constante oportunidad de trabajar y


concientizar.

Los programas contra el tabaquismo, constituyen una guía y un compromiso para el


trabajo, un avance en la formulación de respuestas integrales, e iniciativas propuestas
por numerosas instituciones y organizaciones públicas, sociales y privadas. Lo anterior
con el fin de ofrecer a la población alternativas accesibles de atención a los fumadores y
con el propósito, de contribuir a conservar y mejorar el estado de salud de la población.
Además el avance de la epidemia del tabaquismo, ha contribuido a plantear el desarrollo
de acciones estratégicas en el ámbito legislativo, preventivo, de tratamiento y
rehabilitación, así como en el área de investigación y participación comunitaria en el
ámbito nacional (4).

En el ámbito internacional, este tipo de esfuerzos se suma a las acciones para el control
del tabaquismo que a emprendido la Organización Mundial de la Salud y que contribuye
a dar cumplimiento a los compromisos que suscribió México durante la Asamblea General
de las Naciones Unidas en junio de 1998 y en la X Conferencia Mundial sobre el Tabaco
y Salud, realizada en China en 1997 (5).
EL TABAQUISMO

Las adicciones son un problema en el campo de la salud pública,


que requieren de acciones amplias y coordinadas, en las que deben
de estar incluidos los esfuerzos de todos los sectores de la sociedad
en el Sector Salud… El tabaquismo no es un hábito, ya que no es
una conducta que se repite sin dañar al individuo, sino que es una
“adicción”. Un dato preocupante, es que, aunque los diversos
fumadores de nuestra población, saben que el cigarro les causa un
daño a su salud, atribuyen beneficios físicos al cigarro, pues piensan
que quita el hambre, ayuda a la digestión o evita el estreñimiento,
pero éstos no cuentan con suficiente información acerca de las
diversas enfermedades y problemas que acarrean.

Ciertamente, los problemas causados con el tabaquismo en el


adolescente no son muy notables al principio, ya que requieren de
tiempo para desarrollarse. En los jóvenes, este se asocia a la
disfunciòn eréctil por el daño que promueve en venas y arterias y
las jovencitas pueden sufrir alteraciones menstruales, variaciones
en su ciclo y poco a poco van dañando su aparato reproductor.

Quizás esto no nos genere preocupación a nuestra corta edad, pero


es el principio de un problema que se podría manifestar a la hora de
buscar un embarazo en edades mas tardías. Dentro de otras
patologías que el abuso del consumo del tabaco, nos pueden llevar
a desarrollar la “efisema pulmonar”, la cual destruye
progresivamente nuestros pulmones, diversos tipos de càncer
(pulmòn, tràquea, estòmago, etc), causados por el alquitrán y la
nicotina, enfermedades cardiovasculares e incluso “esterilidad” en
la mujer. Otro aspecto a destacar consiste en que se ha demostrado
que el consumo de cigarrillos es màs frecuente entre jóvenes de
clase socioeconómica baja o con pocos estudios, debido a su poco
conocimiento del tema; Sin embargo, en Mèxico no ocurre de èsta
manera y los porcentajes se reparten por igual en todos los grupos
poblacionales.
El tabaquismo y los adolescentes
En el 2007, hubo más de 3 millones de adolescentes americanos (entre los 12
y 17 años de edad) que reportaron haber consumido un producto de tabaco
en el mes anterior a la encuesta. En ese mismo año, se encontró que casi el
60 por ciento de los nuevos fumadores eran menores de 18 años cuando
fumaron un cigarrillo por primera vez. De los fumadores menores de 18 años,
es probable que más de 6 millones mueran prematuramente por una
enfermedad asociada al tabaquismo.

El consumo del tabaco por adolescentes no sólo


es el resultado de las influencias psicosociales,
como presión por parte de los compañeros o
amigos, sino que las investigaciones recientes
sugieren que puede haber razones biológicas para
este periodo de mayor vulnerabilidad. Hay
algunas pruebas de que fumar ocasionalmente
puede provocar en algunos adolescentes el
desarrollo de la adicción al tabaco. Los modelos
en animales proporcionan evidencia adicional de
una mayor vulnerabilidad en el hábito de fumar en la adolescencia. Las ratas
adolescentes son más susceptibles a los efectos de refuerzo de la nicotina en
comparación con las ratas adultas, y consumen más nicotina, cuando está
disponible, que los animales adultos.

Los adolescentes también parecen ser más sensibles a los efectos de refuerzo
de la nicotina combinada con otras sustancias químicas que se encuentran en
los cigarrillos, aumentando así su susceptibilidad a volverse adictos al
tabaco. Como se mencionó anteriormente, el acetaldehído aumenta las
propiedades adictivas de la nicotina en los animales adolescentes, pero no en
los animales adultos. Un estudio reciente también sugiere que hay genes
específicos que pueden aumentar el riesgo de la adicción en las personas que
comienzan a fumar durante la adolescencia. El NIDA continúa apoyando
activamente las investigaciones dirigidas a aumentar nuestro conocimiento
sobre cómo y por qué los adolescentes se vuelven adictos y a desarrollar
estrategias de prevención y tratamiento para responder a sus necesidades
específicas.
El tabaquismo en nuestra sociedad

El científico británico Richard Peto, una autoridad mundial en el estudio del


consumo de tabaco, utiliza un ejemplo para explicar los riesgos que asumen
los fumadores. Coge una moneda, la tira al aire y la recoge con la palma de la
mano. Cara o cruz: ese es el riesgo que tienen los fumadores habituales de
morir a causa del tabaco, (50%). Así de sencillo y contundente.

Estos datos son el resultado de un estudio de seguimiento realizado a lo largo de


40 años entre varones británicos fumadores y refleja que 1 de cada 2 fumadores
regulares de cigarrillos morirá a causa del tabaco. En España, se calcula que, como
consecuencia del tabaco, se producen más de 55.600 muertes anuales.

El consumo de cigarrillos es el principal problema de salud pública en los países


occidentales desarrollados, entre los que nos situamos, siendo además la mayor
causa prevenible de enfermedad y muerte.

También sabemos que dejar de fumar produce importantes e inmediatos beneficios


para la salud de los hombres y de las mujeres de todas las edades, tanto si padecen
o no enfermedades relacionadas con el tabaco. Dejar de fumar disminuye el riesgo
de cáncer de pulmón, otros cánceres, infarto de miocardio, trombosis cerebral y
problemas respiratorios.

Los costes humanos, sanitarios, sociales y económicos del consumo de tabaco y


de la exposición al humo son conocidos por todos, pero en nuestro país se sigue
aceptando socialmente el consumo de tabaco: fumar sigue estando bien visto por
la sociedad. Los últimos datos estadísticos mostraban que el 34,4% de la población
adulta española fuma (Encuesta Nacional Salud España ENSE, 2001), con una
tendencia clara a que el consumo descienda en varones y aumente en mujeres.

Fumar es una adicción, una conducta aprendida y una dependencia social. Una
visión completa del problema del tabaquismo puede ayudarnos a comprender
definitivamente por qué fuman las personas.

La nicotina, presente en el tabaco, es una sustancia química potente que produce


placer, aumenta la atención, disminuye el hambre, mejora el estado de ánimo y
calma los síntomas de abstinencia de la nicotina. Además, puede actuar como
estimulante y relajante.
La nicotina llega en 7 segundos desde los pulmones al cerebro y se une a distintas
zonas cerebrales. Un fumador promedio repite este proceso unas 200 veces cada
día (73.000 caladas al año) y esto le conduce a la adicción al tabaco. Entre las
evidencias que demuestran que fumar es una dependencia están que más del 90%
de los fumadores fuman diariamente, que los síntomas de abstinencia al tabaco se
calman cuando se administra nicotina, y que existe dificultad para su abandono con
recaídas frecuentes.

Síntomas de abstinencia

La nicotina permanece en sangre aproximadamente dos horas, de modo que


cuando los niveles de nicotina están por debajo de los niveles de confort de un
fumador, aparecen síntomas de abstinencia. Dichos síntomas incluyen ansiedad,
incapacidad de concentrarse, irritabilidad, imposibilidad de descansar, necesidad
urgente de un cigarrillo, disminución del pulso, dolor de cabeza e insomnio. Cuando
se deja de fumar, la mayoría de los síntomas del síndrome de abstinencia alcanzan
su intensidad máxima de 24 a 48 horas después de haber dejado de fumar y
disminuyen gradualmente de intensidad en 2 ó 3 semanas. Sin embargo, otros
síntomas, como es el deseo urgente de fumar, particularmente en situaciones
difíciles, persiste durante meses o incluso años. La dependencia a la nicotina y el
síndrome de abstinencia condicionan las posibilidades de éxito en el intento de
abandono de los fumadores.

Fumar es una conducta aprendida

La mayoría de las personas empieza a fumar antes de los 20 años. Poco a poco,
las situaciones en que habitualmente se fuma se van asociando con los efectos
reforzadores de la nicotina. Beber café, descansar en medio del trabajo o salir con
los amigos son situaciones que se asocian a un cigarrillo, y dificultan mucho que el
fumador abandone su adicción. El condicionamiento que se produce en semejante
contexto es una de las causas más importantes de recaídas.

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