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En la nasofaringe
o
Obstrucción nasal o Epistasis (sangrar por un oído)
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Taponamiento de un oído
En la orofaringe
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Dolor al tragar
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Alteración en el sonido de la voz
o
Saliva con sangre
En la hipofaringe
o
Dolor al tragar, que puede irradiar a un oído
o
Alteración en el sonido de la voz
o
Disfonía (ronquera), si afecta ya a la cuerda vocal o Dificultad
respiratoria
¿En qué fase de evolución está el
cáncer (estadios)?
o
Estadio I: tumor menor de 2 cm y sin metástasis a los
ganglios linfáticos.
o
Estadio II: tumor entre 2 y 4 cm sin metástasis.
o
Estadio III: tumor mayor de 4 cm o de menor tamaño con
metástasis linfática.
o
Estadio IV: el cáncer se ha diseminado a los tejidos de
alrededor de la faringe; los ganglios linfáticos pueden estar
afectados o no.
¿Cuáles son los tratamientos?
En los tumores localizados en la naso-faringe o cavun, el
tratamiento de elección es la quimio-radioterapia.
¿Qué deberá hacer el paciente una
vez finalizado el tratamiento?
Una vez acabado el tratamiento, el paciente deberá
seguir controles periódicos que permitan detectar
precozmente los casos de recidivas de la enfermedad para
ser rescatados inmediatamente.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es extirpar por completo el cáncer y evitar su diseminación a
otras partes del organismo.
Aprender a comer suficiente proteína y calorías para mantener un peso alto. Pregúntele a su
proveedor de atención médica acerca de los suplementos alimenticios líquidos que pueden ayudar.
Posibles complicaciones
Las complicaciones de este tipo de cáncer pueden incluir:
Prevención
No fume ni use ninguna otra forma de tabaco. Asimismo, reduzca o evite el consumo de
alcohol.
Las vacunas contra el VPH recomendadas para niños y adultos jóvenes se enfocan en los
subtipos del VPH que tienen más probabilidad de causar algunos cánceres de cabeza y
cuello. Han demostrado que previenen la mayoría de infecciones orales por VPH. No está
claro aún si también pueden prevenir los cánceres de garganta o laringe.
Cáncer de esófago
El cáncer de esófago ocurre cuando se desarrollan células
cancerosas en el esófago. Los dos tipos más comunes son el
carcinoma de células escamosas y el adenocarcinoma. El cáncer de
esófago podría no presentar síntomas en sus etapas tempranas y se
lo encuentra más frecuentemente en hombres de más de 50 años de
edad.
Su doctor podría realizar un examen físico, una radiografía del
pecho, una TAC del pecho, una radiografía del tracto
gastrointestinal (GI) superior, una esofagoscopía, o una PET/TC
para ayudar a determinar si usted tiene cáncer y si se han
diseminado. Podría ser necesario hacer una biopsia para confirmar
el diagnóstico de cáncer. Las opciones de tratamiento dependen de
la extensión de la enfermedad e incluyen cirugía, radioterapia y
quimioterapia, o una combinación de ambas.
En qué consiste el cáncer de esófago
Forma en que se diagnostica y evalúa el cáncer de esófago
Cómo se trata el cáncer de esófago
Es posible que en las primeras etapas del cáncer de esófago no se presenten síntomas. En los
cánceres más avanzados, los síntomas pueden incluir:
El cáncer de esófago por lo general no se puede descubrir hasta que está en una etapa avanzada. Es
más común que se presente en adultos de más de 50 años de edad y los hombres tienen el doble de
riesgo. El cáncer de esófago es la séptima causa más común de muerte por cáncer en hombres.
Además del sexo masculino y la edad, los factores de riesgo para el cáncer de esófago incluyen:
fumar
consumo excesivo de alcohol
enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), una condición en la que los contenidos del
estómago retroceden hacia la sección inferior del esófago; esto puede irritar el esófago y,
con el tiempo, hacer que se desarrolle el esófago de Barrett, una condición en la que las
células escamosas del recubrimiento interno de la parte inferior del esófago han cambiado o
han sido reemplazadas por otras células glandulares. La mayoría de las personas con
esófago de Barrett no desarrollan cáncer de esófago.
o Las células glandulares afectadas por el esófago de Barrett se pueden volver
anormales con el tiempo y llevar a una condición precancerosa llamada displasia. Si
hay displasia, o si existe una historia familiar de esófago de Barrett, el riesgo de
cáncer es mayor.
volver arriba
Cáncer esofágico
Es un cáncer que comienza en el esófago. Este el conducto a través del cual el alimento
se mueve desde la boca hasta el estómago.
Causas
El cáncer esofágico no es común en los Estados Unidos. Se presenta con mayor
frecuencia en hombres mayores de 50 años.
Movimiento de devolución del alimento a través del esófago y posiblemente la boca (regurgitación)
Acidez gástrica
Vómitos con sangre
Pérdida de peso
Pruebas y exámenes
Los exámenes empleados para ayudar a diagnosticar el cáncer esofágico pueden incluir:
Tratamiento
La EGD se usará para obtener una muestra de tejido del esófago con el fin de diagnosticar
el cáncer.
Cuando el cáncer esofágico está solamente en el esófago y no se ha diseminado, se hará
una cirugía. Se extirpará el cáncer y todo o parte del esófago. La cirugía se puede hacer
mediante:
Se puede usar ya sea la quimioterapia, la radioterapia o ambas para reducir el tamaño del
tumor y facilitar la realización de la cirugía.
Si la persona está demasiado enferma para someterla a una cirugía mayor o el cáncer se
ha diseminado a otros órganos, se puede emplear la quimioterapia o la radioterapia para
ayudar a reducir los síntomas. Esto se denomina terapia paliativa. En tales casos, la
enfermedad generalmente no es curable.
La terapia fotodinámica, en la cual se inyecta un fármaco especial dentro del tumor y luego es
expuesto a la luz. La luz activa el medicamento que ataca el tumor.
Grupos de apoyo
El estrés causado por la enfermedad se puede aliviar uniéndose a un grupo de apoyo para
el cáncer. El hecho de compartir con otras personas que tengan experiencias y problemas
en común puede ayudarle a no sentirse solo.
Expectativas (pronóstico)
Cuando el cáncer no se ha diseminado por fuera del esófago, la cirugía puede mejorar las
probabilidades de sobrevivir.
Posibles complicaciones
Las complicaciones pueden incluir:
Neumonía
Prevención
Para disminuir el riesgo de cáncer del esófago:
NO fume.
Nombres alternativos
Cáncer del esófago
Cáncer hepático
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Cáncer hepático
Especialidad Oncología
Aviso médico
[editar datos en Wikidata]
El cáncer hepático es un tipo de cáncer que actúa sobre el hígado de dos formas:
Tumor primario que son los tumores que se originan en el hígado y son bastantes
agresivos.
Tumores procedentes de otros órganos las metástasis son más frecuentes que en
los tumores primarios.
Las metástasis hepáticas se producen cuando el tumor ha pasado a la sangre y emigran
por los vasos sanguíneos colocándose en el hígado.
Índice
Tratamiento[editar]
Las opciones del tratamiento del cáncer hepático son cirugía, quimioterapia, trasplante de
hígado, radioterapia, quimioembolización y radioembolización.1 2
El cáncer de hígado es un tipo de turmo maligno que se origina en las células que
forman el hígado como hepatocitos, canales biliares o vasos sanguíneos, siendo
generalmente bastante agresivo. Puede causar síntomas que suelen surgir en las
fases más avanzadas de la enfermedad e incluyen dolor en el abdomen, mareos,
pérdida del apetito, pérdida de peso y ojos amarillentos.
Personas con grasa en el hígado, cirrosis hepática o que usan
anabolizantes tienen mayor riesgo de desarrollar este cáncer, que suele ser
diagnosticado por un examen de imagen abdominal como ecografía o tomografía,
los cuales son capaces de detectar uno o más nódulos en el hígado.
El tratamiento se realiza con cirugía y quimioterapia, dependiendo del tamaño y de
la gravedad de cada caso, y las posibilidades de que se cure son mayores cuando
el tumor se identifica precozmente, en fases más iniciales. Cuando ya no es
posible curar el cáncer de hígado, el tiempo promedio de vida es de
aproximadamente 5 años, pero este valor varía dependiendo del grado de
desarrollo de la enfermedad y si tiene enfermedades asociadas.
¿Qué es el hígado?
El hígado es el órgano más grande del cuerpo humano y está ubicado en la parte superior
derecha, detrás de las costillas inferiores. El hígado cumple muchas funciones, incluidas
las siguientes:
Almacenar nutrientes.
Eliminar productos de desecho y células gastadas del cuerpo.
Filtrar y procesar sustancias químicas de los alimentos, el alcohol y los medicamentos.
Producir bilis, una solución que ayuda a digerir las grasas y a eliminar los productos de
desecho.
ntroducción
La vesícula biliar es un órgano con forma de pera ubicado debajo del hígado. Almacena
bilis, un líquido producido por el hígado para digerir las grasas. Cuando el estómago y el
intestino digieren los alimentos, la vesícula biliar libera bilis a través de un tubo
denominado conducto biliar común. Ese conducto conecta a la vesícula biliar y el hígado
con el intestino delgado.
El cáncer de la vesícula biliar es muy poco común. Ocurre más frecuente en mujeres e
indios norteamericanos. Los síntomas incluyen:
El cáncer de vesícula biliar es una enfermedad por la que se forman células malignas
(cancerosas) en los tejidos de la vesícula biliar.
Los signos y síntomas de cáncer de vesícula biliar son ictericia, fiebre y dolor.
Anatomía de la vesícula biliar. La vesícula biliar está justo debajo del hígado.
La bilis se almacena en la vesícula biliar y fluye a través del conducto cístico y
el conducto colédoco hacia el intestino delgado cuando se están digiriendo
los alimentos.
El cáncer de vesícula biliar se suele encontrar cuando se extirpa la vesícula biliar por
otras razones. Es poco frecuente que los pacientes con cálculos biliares presentan un
cáncer de vesícula biliar.
Para detectar (encontrar), diagnosticar y estadificar el
cáncer de vesícula biliar, se utilizan pruebas que examinan
la vesícula biliar y los órganos cercanos.
Los procedimientos para obtener imágenes de la vesícula biliar y el área que la rodea
ayudan a diagnosticar el cáncer de vesícula biliar y muestran el grado de diseminación
del cáncer. El proceso que se utiliza para determinar si las células cancerosas se
diseminaron dentro de la vesícula biliar y a su alrededor se llama estadificación.
Para planificar el tratamiento, es importante saber si el cáncer de vesícula biliar se
puede extirpar mediante cirugía. Las pruebas y los procedimientos para detectar,
diagnosticar y estadificar el cáncer de vesícula biliar se suelen realizar al mismo tiempo.
Es posible que se utilicen las siguientes pruebas y procedimientos:
Examen físico y antecedentes : examen del cuerpo para revisar el estado general de salud
e identificar cualquier signo de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca
anormal. También se toman datos sobre los hábitos de salud y los antecedentes de
enfermedades y tratamientos.
Pruebas del funcionamiento hepático : procedimiento mediante el cual se analiza una
muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias que el hígado libera a la
sangre. Una cantidad más alta que la normal de una sustancia puede ser un signo de
enfermedad hepática que se puede deber a un cáncer de vesícula biliar.
Estudios bioquímicos de la sangre : pruebas por las que se examina una muestra de
sangre para medir la cantidad de ciertas sustancias que los órganos y tejidos del cuerpo
liberan en la sangre. Una cantidad anormal (mayor o menor que la normal) de una sustancia
suele ser signo de enfermedad.
Tomografía computarizada (TC): procedimiento para el que se toma una serie de
imágenes detalladas del interior del cuerpo, como el tórax, el abdomen y la pelvis, desde
ángulos diferentes. Las imágenes se crean con una computadora conectada a una máquina
de rayos X. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere a fin de que los órganos o los
tejidos se destaquen de forma más clara. Este procedimiento también se llama tomografía
computadorizada, tomografía axial computarizada (TAC) o exploración por TAC.
Ecografía : procedimiento para el que se hacen rebotar ondas de sonido de alta energía
(ultrasónicas) en los tejidos u órganos internos a fin de producir ecos. Los ecos forman una
imagen de los tejidos del cuerpo que se llama ecograma. Para diagnosticar el cáncer de
vesícula biliar, se realiza una ecografía abdominal.
Colangiografía transhepática percutánea (CTP): procedimiento para tomar una
radiografía del hígado y las vías biliares. Se introduce una aguja fina a través de la piel
debajo de las costillas hacia el hígado. Se inyecta un tinte en el hígado o las vías biliares y
se toma una radiografía. Si se encuentra un bloqueo, se deja una sonda delgada y flexible
en el hígado, que se llama endoprótesis, para drenar la bilis por el intestino delgado o una
bolsa recolectora fuera del cuerpo.
Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE): procedimiento que se usa
para tomar radiografías de los conductos (tubos) que transportan la bilis desde el hígado a
la vesícula biliar y desde la vesícula biliar al intestino delgado. A veces el cáncer de
páncreas achica la abertura de estos conductos e impide o reduce el flujo de bilis; esto
causa ictericia. Se introduce un endoscopio (tubo delgado con iluminación) a través de la
boca, el esófago y el estómago hasta la primera parte del intestino delgado. Luego se
introduce un catéter (un tubo más pequeño) a través del endoscopio hasta los conductos
biliares. Se inyecta un tinte por el catéter para que llegue a los conductos y se toma una
radiografía. Si hay un tumor que obstruye un conducto, tal vez se introduzca un tubo
delgado para desbloquearlo. Este tubo (o endoprótesis) a veces se deja colocado para
mantener el conducto abierto. También es posible extraer muestras de tejido.
Imágenes por resonancia magnética (IRM) con gadolinio : procedimiento para el que se
utiliza un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes
detalladas de áreas internas del cuerpo. Se inyecta en una vena una sustancia que se llama
gadolinio. El gadolinio se acumula alrededor de las células cancerosas y las hace aparecer
más brillantes en la imagen. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia
magnética nuclear (IRMN).
Ecografía endoscópica (EE): procedimiento para el que se introduce un endoscopio en el
cuerpo, por lo habitual, a través de la boca o el recto. Un endoscopio es un instrumento
delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. Se usa una sonda
colocada en el extremo del endoscopio para hacer rebotar ondas sonoras de alta energía
(ultrasónicas) en los tejidos o los órganos internos, y crear ecos. Los ecos forman una
imagen de los tejidos del cuerpo que se llama ecografía. Este procedimiento también se
llama endoecografía.
Laparoscopia : procedimiento quirúrgico para observar los órganos del interior del
abdomen y determinar si hay signos de enfermedad. Se realizan
pequeñas incisiones(cortes) en la pared del abdomen y se introduce un laparoscopio (un
tubo delgado, con una luz) en una de las incisiones. Es posible introducir otros
instrumentos en la misma incisión o en otras incisiones para realizar procedimientos como
la extirpación de órganos o la extracción de muestras de tejido para una biopsia. La
laparoscopia ayuda a descubrir si el cáncer se encuentra adentro de la vesícula biliar
solamente o si se diseminó hasta tejidos cercanos y si se puede extirpar mediante cirugía.
Biopsia : extracción de células o tejidos para que un patólogo los observe al microscopio y
determine si hay signos de cáncer. La biopsia se puede realizar después de la cirugía para
extirpar el tumor. Si es evidente que el tumor no se puede extirpar mediante cirugía, se
realiza una biopsia con una aguja fina para extraer células del tumor.
El cáncer de vesícula biliar solo se cura mediante cirugía si se detecta antes que se
disemine. Si el cáncer se diseminó, la terapia paliativa mejora la calidad de vida del
paciente porque controla los síntomas y las complicaciones de esta enfermedad.
Se debe considerar tomar parte en uno de los ensayos clínicos que se realizan para
mejorar el tratamiento. Para obtener más información sobre ensayos clínicos en curso,
consulte el portal de Internet del NCI.
Etapas y tratamiento[editar]
Para poder planificar el tratamiento más adecuado, se necesita conocer el estado en la
que se encuentra el cáncer.
Localizado[editar]
El cáncer se encuentra sólo en los tejidos que constituyen la pared de la vesícula biliar.
Este tipo de cáncer puede extraerse de forma completa mediante una operación
quirúrgica. También es posible que se lleve a cabo una Colecistectomía, es decir, que
además de la vesícula biliar, se eliminan los tejidos cercanos.
En algunos casos también se realiza un estudio para evaluar la eficacia de
la quimioterapia o radioterapia conjuntamente con la cirugía.
Irresecable[editar]
El cáncer es imposible de eliminar por completo de forma quirúrgica ya que se ha
diseminado a los tejidos circundantes, pudiendo haber llegado
al hígado, estómago, páncreas, intestino o nódulos linfáticos del área.
En esta etapa es frecuente la obstrucción del conducto biliar, por lo que se realiza una
cirugía para eliminar la obstrucción. Son también utilizadas operaciones quirúrgicas,
radioterapia y quimioterapia con fines paliativos.
Cáncer pancreático
Causas
El páncreas es un órgano grande que se encuentra detrás del estómago. Produce y
secreta enzimas en los intestinos que ayudan al cuerpo a digerir y absorber los
alimentos, sobre todo las grasas. El páncreas también produce y secreta insulina y
glucagón. Estas son las hormonas que le ayudan al cuerpo a controlar los niveles de
azúcar en la sangre.
Otros tipos menos comunes incluyen el glucagonoma, el insulinoma, el tumor de las células de
los islotes y el vipoma
La causa exacta del cáncer pancreático se desconoce. Es más común en gente que:
Es obesa
Tiene diabetes
El cáncer de páncreas es ligeramente más común en las mujeres que en los hombres. El
riesgo aumenta con la edad. Los antecedentes familiares de la enfermedad también
aumentan ligeramente la probabilidad de padecer este cáncer.
Síntomas
Un tumor (cáncer) en el páncreas puede crecer sin ningún síntoma al principio. Esto
significa que con frecuencia el cáncer está avanzado cuando se descubre.
Diarrea
Fatiga y debilidad
Aumento repentino del nivel de azúcar en la sangre (diabetes)
Ictericia (un color amarillo en la piel, las membranas mucosas o las escleróticas de los ojos) y
picazón en la piel
Pérdida de apetito y de peso
Náuseas y vómitos
Pruebas y exámenes
El proveedor de atención médica realizará un examen físico y hará preguntas acerca de
sus síntomas. Durante el examen, el proveedor puede sentir una protuberancia (masa) en
el abdomen.
Tratamiento
El tratamiento para el adenocarcinoma depende del estadio del tumor.
Los signos y síntomas del cáncer de páncreas son ictericia, dolor y pérdida de peso.
Anatomía del páncreas. El páncreas tiene tres áreas: cabeza, cuerpo y cola.
Se encuentra en el abdomen cerca del estómago, los intestinos y otros
órganos.
Fumar.
Tener mucho sobrepeso.
Tener antecedentes personales de diabetes o pancreatitis crónica.
Tener antecedentes familiares de cáncer de páncreas o pancreatitis.
Presentar ciertas afecciones hereditarias, como:
o Síndrome de neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 (NEM1).
o Cáncer de colon sin poliposis hereditario (CCSPH; síndrome de Lynch).
o Síndrome de von Hippel-Lindau.
o Síndrome de Peutz-Jeghers.
o Síndrome de cáncer de mama y ovario hereditario.
o Síndrome de melanoma familiar con lunares atípicos múltiples (FAMMM).
Examen físico y antecedentes : examen del cuerpo para revisar el estado general de salud
e identificar cualquier signo de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca
anormal. También se toman datos sobre los hábitos de salud, los antecedentes de
enfermedades y los tratamientos anteriores.
Estudios bioquímicos de la sangre : pruebas por las que se examina una muestra de
sangre para medir la cantidad de ciertas sustancias, como la bilirrubina, que los órganos
y tejidos del cuerpo liberan en la sangre. Una cantidad anormal (mayor o menor que la
normal) de una sustancia suele ser un signo de enfermedad.
Prueba de marcadores tumorales : procedimiento para el que se analiza una muestra de
sangre, orina o tejido para medir las cantidades de ciertas sustancias, como el antígeno de
cáncer 19-9 (CA 19-9) y el antígeno carcinoembrionario (ACE), elaboradas por los
órganos, los tejidos o las células tumorales del cuerpo. Ciertas sustancias se relacionan con
tipos específicos de cáncer cuando se encuentran en concentraciones más altas en el
cuerpo. Estas se llaman marcadores tumorales.
Imágenes por resonancia magnética (IRM): procedimiento para el que se usa un
imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas de
áreas del interior del cuerpo. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia
magnética nuclear (IRMN).
Tomografía computarizada (TC): procedimiento para el que se toma una serie de
imágenes detalladas del interior del cuerpo desde ángulos diferentes. Las imágenes se crean
con una computadora conectada a una máquina de rayos X. Se inyecta un tinte en
una vena o se ingiere a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen de forma más
clara. Este procedimiento también se llama tomografía computadorizada, tomografía axial
computarizada (TAC) o exploración por TAC. Una exploración con TC en
espiral o helicoidal produce una serie de imágenes muy detalladas de áreas del interior del
cuerpo mediante una máquina de rayos X que explora el cuerpo con un movimiento en
espiral.
Tomografía por emisión de positrones (TEP): procedimiento para encontrar células
de tumores malignos en el cuerpo. Se inyecta en una vena una cantidad pequeña
de glucosa (azúcar) radiactiva. El escáner de la TEP rota alrededor del cuerpo y crea una
imagen de los lugares del cuerpo que usan la glucosa. Las células de tumores malignos se
ven más brillantes en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las
células normales. Se puede realizar una TEP y TC al mismo tiempo. Esto se llama
una TEP-TC.
Ecografía abdominal: examen de ecografía que se usa para tomar imágenes del interior
del abdomen. Se presiona el transductor de ecografía contra la piel del abdomen y este
dirige ondas de sonido de alta energía (ultrasonido) hacia el abdomen. Las ondas de sonido
rebotan en los tejidos y órganos internos y crean ecos. El transductor recibe los ecos y los
envía a una computadora, que usa los ecos para crear imágenes que se llaman ecogramas.
La imagen se puede imprimir para observar más tarde.
Ecografía endoscópica (EE): procedimiento para el que se introduce un endoscopio en el
cuerpo, por lo habitual, a través de la boca o el recto. Un endoscopio es un instrumento
delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. Se usa una sonda
colocada en el extremo del endoscopio para hacer rebotar ondas sonoras de alta energía
(ultrasónicas) en los tejidos o los órganos internos, y crear ecos. Los ecos forman una
imagen de los tejidos del cuerpo que se llama ecografía. Este procedimiento también se
llama endoecografía.
Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE): procedimiento que se usa
para tomar radiografías de los conductos (tubos) que transportan la bilis desde el hígado a
la vesícula biliar y desde la vesícula biliar al intestino delgado. A veces, el cáncer de
páncreas achica la abertura de estos conductos e impide o reduce el flujo de bilis; esto
causa ictericia. Se introduce un endoscopio (tubo delgado con iluminación) a través de la
boca, el esófago y el estómago hasta la primera parte del intestino delgado. Luego se
introduce un catéter (un tubo más pequeño) a través del endoscopio hasta los conductos
pancreáticos. Se inyecta un tinte por el catéter para que llegue a los conductos y se toma
una radiografía. Si hay un tumor que obstruye un conducto, tal vez se introduzca un tubo
delgado en el conducto para desbloquearlo. Este tubo (o endoprótesis) a veces se deja
colocado para mantener el conducto abierto. También es posible extraer muestras de tejido.
Colangiografía transhepática percutánea (CTP): procedimiento para tomar una
radiografía del hígado y las vías biliares. Se introduce una aguja fina a través de la piel
debajo de las costillas hacia el hígado. Se inyecta un tinte en el hígado o las vías biliares y
se toma una radiografía. Si se encuentra un bloqueo, se deja una sonda delgada y flexible
en el hígado, que se llama endoprótesis, para drenar la bilis hacia el intestino delgado o
hacia una bolsa recolectora fuera del cuerpo. Esta prueba se lleva a cabo solo cuando no es
posible hacer una CPRE.
Laparoscopia : procedimiento quirúrgico para observar los órganos del interior del
abdomen y determinar si hay signos de enfermedad. Se realizan
pequeñas incisiones(cortes) en la pared del abdomen y se introduce un laparoscopio (un
tubo delgado, con una luz) en una de las incisiones. El laparoscopio puede tener un
transductor de ecografía en un extremo con el fin de hacer rebotar ondas de sonido de alta
energía en los órganos internos, como el páncreas. Esto se conoce como ecografía
laparoscópica. Es posible introducir otros instrumentos en la misma incisión o en otras para
realizar procedimientos como la extracción de muestras de tejido del páncreas o una
muestra de líquido del abdomen para verificar si hay cáncer.
Biopsia: extracción de células o tejidos para que un patólogo los observe al microscopio y
determine si hay signos de cáncer. Hay diferentes maneras de realizar una biopsia para el
cáncer de páncreas. Es posible introducir una aguja fina o una aguja gruesa en el páncreas
durante una radiografía o ecografía para extraer células. También se puede extraer tejido
durante una laparoscopia o una cirugía para extirpar un tumor.
SECCIONES
Información general sobre el cáncer de estómago
Estadios del cáncer de estómago
Cáncer de estómago recidivante
Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Opciones de tratamiento por estadios
Información adicional sobre el cáncer de estómago
Información sobre este sumario del PDQ
Ver todas las secciones
Los síntomas del cáncer de estómago incluyen indigestión y malestar o dolor estomacal.
La pared del estómago se compone de cinco capas de tejido. De la capa más interna a la
capa más externa, las capas de la pared del estómago son las
siguientes: mucosa, submucosa, músculo, subserosa (tejido conjuntivo) y serosa.
El cáncer de estómagocomienza en la mucosa y a medida que crece se disemina a las
otras capas del estómago.
Los tumores de estroma surgen en el tejido conjuntivo que sostiene el estómago y se
tratan de manera diferente al cáncer de estómago. Para obtener más información,
consulte el sumario del PDQ Tratamiento de los tumores de estroma gastrointestinal.
Para obtener más información sobre el cáncer de estómago, consulte los siguientes
sumarios del PDQ:
En los estadios más avanzados del cáncer de estómago se presentan los siguientes
signos y síntomas:
Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para revisar el estado general de salud e
identificar cualquier signo de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca
anormal. También se toman datos sobre los hábitos de salud y los antecedentes de
enfermedades y tratamientos anteriores.
Estudios bioquímicos de la sangre: pruebas por las que se examina una muestra de sangre
para medir la cantidad de ciertas sustancias que los órganos y tejidos del cuerpo liberan en
la sangre. Una cantidad anormal (mayor o menor que la normal) de una sustancia suele ser
signo de enfermedad.
Recuento sanguíneo completo (RSC): procedimiento para el que se extrae una muestra de
sangre para verificar los siguientes elementos:
o La cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
o La cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta el oxígeno) en los glóbulos
rojos.
o La parte de la muestra compuesta por glóbulos rojos.
Endoscopia superior: procedimiento para observar el interior del esófago, el estómago y
el duodeno (primera parte del intestino delgado) a fin de determinar si hay áreas anormales.
Se introduce un endoscopio (tubo delgado con luz) a través de la boca hacia abajo, pasando
por la garganta hasta el esófago.AMPLIAR
Endoscopia superior. Un tubo delgado con iluminación se inserta por la boca para
identificar áreas anormales en el esófago, el estómago y la primera parte del intestino
delgado.
Ingesta de bario : serie de radiografías del esófago y el estómago. El paciente bebe un
líquido que contiene bario (compuesto metálico de color plateado blancuzco). Después de
que el bario recubre el esófago y el estómago, se toman radiografías. Este procedimiento
también se llama serie gastrointestinal superior.AMPLIAR
Ingesta de bario para el cáncer de estómago. El paciente ingiere bario líquido; este fluye a
través del esófago y hacia el estómago. Se toman radiografías para identificar áreas
anormales.
Tomografía computarizada (TC): procedimiento para el que se toma una serie de
imágenes detalladas del interior del cuerpo desde ángulos diferentes. Las imágenes se crean
con una computadora conectada a una máquina de rayos X. Se inyecta un tinteen
una vena o se ingiere a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen de forma más
clara. Este procedimiento también se llama tomografía computadorizada, tomografía axial
computarizada (TAC) o exploración por TAC.
Biopsia : extracción de células o tejidos para que un patólogo los observe al microscopio y
determine si hay signos de cáncer. Por lo general se toma una biopsia de estómago durante
una endoscopia.
A veces se analiza la muestra de tejido para determinar el número de genes HER2 y
la cantidad de proteínas HER2 que se producen. Si el número de genes HER2 o las
concentraciones de proteínas HER2 son mayores que lo normal, el cáncer se
llama positivo para HER2. Es posible tratar el cáncer de estómago positivo para
HER2 con un anticuerpo monoclonal que se dirige a la proteína HER2.
La muestra de tejido también se puede analizar para verificar si hay infección
por Helicobacter pylori (H. pylori).
SECCIONES
Información general sobre el cáncer de intestino delgado
Estadios del cáncer de intestino delgado
Cáncer de intestino delgado recidivante
Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Opciones de tratamiento para el cáncer de intestino delgado
Información adicional sobre el cáncer de intestino delgado
Información sobre este sumario del PDQ
Ver todas las secciones
Los signos y síntomas del cáncer de intestino delgado incluyen pérdida de peso sin
explicación y dolor abdominal.
Para obtener más información sobre el cáncer de intestino delgado, consulte los
siguientes sumarios del PDQ:
Tratamiento del sarcoma de tejido blando en adultos
Tratamiento del sarcoma de tejido blando infantil
Tratamiento del linfoma no Hodgkin en adultos
Tratamiento del linfoma no Hodgkin infantil
Tratamiento de los tumores carcinoides gastrointestinales
Tratamiento de los tumores del estroma gastrointestinal
Información
Especialistas
Asociaciones
Preguntas y Respuestas
Qué es
Causas
Síntomas
Prevención
Tipos
Diagnóstico
Tratamientos
Otros datos
Qué es
El cáncer de intestino delgado es una enfermedad poco frecuente en la que se forman
células malignas en la mucosa que recubre los diferentes tramos del intestino delgado:
duodeno, yeyuno e íleon.
Causas
La causa del cáncer de intestino delgado se desconoce, sin embargo, existen algunos
factores de riesgo influyentes:
1. Mala alimentación (consumo de alcohol, azúcares, carnes rojas, etc).
2. Ser fumador.
3. Presencia de pólipos intestinales.
4. Tener la enfermedad de Crohn.
5. Estar diagnosticado de un síndrome hereditario. Los principales son:
CCHNP (cáncer de colon hereditario no polipósico). Tiene lugar una pérdida en la capacidad
de reparación del ADN debido a una mutación en el gen MMR.
Poliposis adenomatosa familiar (PAF): al existir una mutación del gen APC, la tendencia a
desarrollar pólipos en el intestino delgado es más alta.
Síntomas
Los signos que muestran la presencia de este tumor no son claros ni concretos y,
además, suelen aparecer en una fase en la que la enfermedad se encuentra en un estado
avanzado.
Según la Asociación Española Contra el Cáncer, los más frecuentes son:
Dolor en el abdomen.
Pérdida de peso.
Tipos
Podemos encontrar distintos tipos de tumores en el intestino delgado:
Adenocarcinoma de intestino delgado: el tumor tiene como foco las células de la mucosa. La
localización más frecuente es en el duodeno.
Sarcomas: este tipo de tumores no son específicos del intestino delgado, sin embargo, pueden
encontrarse en los músculos de sus paredes.
Linfomas: una variedad de estos llamada MALT, puede localizarse en el intestino delgado.
Diagnóstico
La enfermedad suele ser detectada cuando ya se encuentra bastante avanzada.
Algunos de los procedimientos diagnósticos más eficaces son:
Endoscopia digestiva alta: permite visualizar el duodeno.
TC abdominal: al permitir observar todo el abdomen se pueden ver lesiones desde 0,5 a 1 cm
en cualquier órgano.
PET-TC: se introduce glucosa marcada en la sangre, por lo que las células que están en mayor
proceso de división captan más glucosa que el resto y, por tanto, son más visibles en el TC. Esta
actividad celular mayor puede indicar presencia de células tumorales.
Tratamientos
El tratamiento a seguir depende de en qué fase se encuentre la enfermedad:
En los tumores en estadio I, II y III: el tratamiento quirúrgico es la opción más utilizada.
En los tumores en estadio III (ganglios positivos): los especialistas aconsejan complementar el
tratamiento con quimioterapia.
Otros datos
El cáncer de intestino delgado es inusual y representa solo un 2 por ciento de los
tumores de aparato gastrointestinal. En el global de todos los tumores malignos supone
menos del 0,4 por ciento de los casos.
La edad media en la que está más presente es alrededor de los 65 años.
Seguimiento y revisiones
Cuando el tratamiento concluye, es necesario que se efectúen revisiones de manera
regular para vigilar al paciente.
La posibilidad de que la enfermedad vuelva a presentarse es más elevada durante
los primeros años. En los tres primeros se recomienda realizar exámenes cada pocos
meses y, a partir del cuarto y quinto año, éstos podrían separarse un poco más.
Las pruebas de seguimiento suelen ser las siguientes:
Analítica completa.
Ecografía abdominal.
Radiografía de tórax.
TC torácico/abdominal.
Tránsito digestivo.
Endoscopia oral.
Cáncer de colon
Volver a Cáncer (patología)
persona comiendo coliflor
Información
Especialistas
Asociaciones
Preguntas y Respuestas
Qué es
Causas
Síntomas
Prevención
Tipos
Diagnóstico
Tratamientos
Otros datos
Qué es
El cáncer de colon es una enfermedad que se desarrolla debido a que la mucosa del
colon contenida en un pólipo existente evoluciona por diferentes causas hasta
convertirse en un tumor maligno. Normalmente las células malignas se localizan en la
porción intermedia y más larga del intestino grueso.
Este tipo de cáncer es uno de los más comunes a nivel mundial y también de los más
fáciles de diagnosticar. Además, las tasas de curación son elevadas si se detecta
precozmente y tarda mucho en desarrollarse.
El colon, junto con el recto (porción final del intestino grueso) es el lugar donde se
almacenan las heces antes de ser expulsadas al exterior a través del ano. Al encargarse
de esta labor, acumula sustancias de desecho, por lo que es un lugar propicio para la
aparición de un cáncer. Por eso es importante reducir el tiempo de acumulación al
mínimo adoptando una dieta equilibrada que facilite el tránsito intestinal adecuado
evitando el estreñimiento.
El cáncer de colon puede crecer de tres formas:
Crecimiento local: En este caso el tumor invade profundamente todas las capas de la pared del
tubo digestivo. En primer lugar, el tumor maligno crece desde la mucosa, se expande por la
serosa y llega a las capas musculares. En el momento que el cáncer traspasa la pared del
intestino puede diseminarse a todos los órganos.
Diseminación hematógena: Aquí el tumor se sirve del torrente sanguíneo paradiseminar las
células cancerígenas al hígado, los pulmones, los huesos y el cerebro, principalmente.
Incidencia
Según datos de diciembre de 2014 de la Asociación Española Contra el Cáncer, en
España el cáncer de colon es el tercero más frecuente en los hombres, por detrás
del de pulmóny próstata; y el segundo en las mujeres, por detrás del de mama. En
términos generales, el cáncer colorrectal es el que tiene una mayor incidencia, un 15 por
ciento. Además, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer
de colon tiene una incidencia de 32.240 personas al año en España y es el
responsable de 14.700 fallecimientos.
Causas
Las principales causas que provocan esta enfermedad son:
Edad: La mayor parte de los casos de cáncer de colon se localizan en personas entre los 65 y
los 75 años aunque puede haber casos que se manifiesten entre los 35 y los 40 años. Si se
diagnostican antes de esa edad suele deberse a que el paciente tiene una predisposición
genética a padecer esta patología.
Dieta: El cáncer de colon parece estar asociado a dietas ricas en grasas y pobres en fibra. En
este sentido, actualmente se están llevando a cabo numerosas investigaciones.
Historial médico: Se ha demostrado que quienes tienen una mayor predisposición a padecer
esta enfermedad son las personas que tienen o han tenido pólipos (crecimiento benigno) de
colon o recto, colitis ulcerosa (enfermedad inflamatoria intestinal), cáncer de
mama, útero u ovarios.
Parientes de primer o segundo grado que también han tenido cáncer de colon.
Estilo de vida: Existen ciertos factores que dependen del estilo de vida y que predisponen a la
aparición del cáncer de colon, como, por ejemplo, la obesidad, la vida sedentaria y el
tabaquismo.
Síntomas
El cáncer colorrectal tiene una larga evolución y sus síntomas pueden variar
dependiendo de la localización del tumor en el intestino grueso. Las molestias más
frecuentes aparecen en la fase avanzada de la enfermedad. Sin embargo, estos síntomas
no son exclusivos del cáncer de colon y pueden producirse en otras patologías como las
hemorroides o determinados trastornos digestivos. Los especialistas recomiendan acudir
al médico en cuanto aparezcan para facilitar que el diagnóstico se realice de forma
adecuada. Los más comunes son:
Prevención
En todos los tipos de cáncer existen factores de riesgo que hacen que las personas que
estén expuestas a ellos tengan más probabilidades de desarrollar un tumor maligno.
La investigación en cáncer colorrectal ha demostrado que en algunos tipos, los tumores
se originan a partir de pólipos (pequeños bultos benignos). La detección precoz y
extracción de estos pólipos puede ayudar a prevenir la aparición de la enfermedad.
Otra de las causas de la aparición del cáncer de colon es la predisposición genética que
tenga la persona. Esto se debe a diversas alteraciones en determinados genes por lo
tanto, los individuos con familiares que tienen o han tenido esta patología deben acudir
a exámenes médicos periódicamente.
Existen diferentes síndromes que predisponen a que aparezca el tumor maligno. Los
más comunes son dos:
Alimentación: Los especialistas aconsejan seguir una dieta equilibrada y recomiendan las
siguientes pautas.
No abusar de comidas ricas en grasas.
Disminuir el consumo de grasas de manera que no superen el 20 por ciento del total de
calorías de la dieta, consumir preferentemente grasas monoinsaturadas (aceite de oliva) y
poliinsaturadas (aceite de pescado).
Disminuir la ingesta de carnes rojas.
Aumentar el consumo de pescado y pollo.
Incorporar a la dieta alimentos ricos en fibra ya que tomar una cantidad de fibra de al menos
25 gramos diarios, en forma de cereales y pan integral, previene la aparición del tumor.
Incrementar la ingesta de frutas y verduras. Especialmente coliflor, coles de Bruselas, brócoli y
legumbres.
Edad: Este tipo de cáncer suele aparecer a partir de los 40 años y su incidencia aumenta a
medida que se cumplen años.
Por último, si la persona tiene algún tipo de enfermedad inflamatoria intestinal, como
lacolitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, aumenta el riesgo de padecer la
enfermedad.
Tipos
En el 90-95 por ciento de los casos, el adenocarcinoma es el tipo de cáncer de colon
más común. Éste se localiza en la mucosa que recubre el interior del colon y del recto.
Aunque éste es el más común existen otros tipos menos frecuentes:
Linfoma: Es el cáncer de las células de la defensa del intestino y del estómago.
Sarcoma: Este tumor surge en la capa muscular del tubo digestivo.
Tumores carcinoides: Se produce en las células productoras de hormonas del aparato
digestivo.
Melanoma.
Diagnóstico
Una de las principales ventajas del cáncer de colon es que es de los pocos tipos que se
puede diagnosticar antes de que la persona presente síntomas.
La prueba más fiable es un test de sangre oculta en las heces que averigua si hay
presencia de sangre o no. Si sale positivo, a continuación se realizará una colonoscopia
para ver el origen de sangrado. Esta prueba sirve para conseguir detectar y extirpar los
pólipos para evitar que se desarrolle el tumor. El test lo puede realizar el paciente en
casa y debe ser interpretada por un especialista. Esta prueba se recomienda, como
norma general, cada dos años a partir de los 50 años.
Una vez que se tiene la sospecha de que puede haber un posible problema o lesión en el
colon, el médico debe elaborar una historia clínica, realizar una exploración física y un
tacto rectal. Para detectar un cáncer de colon se utilizan varias técnicas:
Tacto rectal: Es una exploración física que el médico realiza introduciendo un dedo en el ano
para detectar anomalías en la parte inferior del aparato digestivo, como, por ejemplo, sangre,
bultos anormales o si el paciente siente dolor.
Sigmoidoscopia: Es una exploración que consiste en introducir por el ano un tubo que
transmite luz e imagen, y que se llama endoscopio. Con él se puede examinar el recto y la
parte final del colon (unos 60 cm), y detectar algunos de los pólipos que pudiera haber allí.
Enema de bario con doble contraste: Consiste en una serie de radiografías del colon y el recto
que se toman después de que al paciente se le haya aplicado un enema (lavativa) con una
solución blanca calcárea que contiene bario para mostrar radiológicamente con detalle el
interior del colon y el recto.
Tratamientos
Para planificar el tratamiento adecuado, el médico necesita saber en qué etapa de la
enfermedad se encuentra el paciente. En la actualidad existen dos sistemas que se usan
con la misma frecuencia.
Tipos de escala
Clasificación TNM
En esta se miden los tres aspectos que afectan al cáncer. En primer lugar, la T se refiere
altamaño del tumor primario en el intestino; la N se refiere a la presencia o no en los
ganglios linfáticos, mientras que la M atañe a la presencia de metástasis a distancia. Así
se distinguen cinco estadios:
Estadio 0 o carcinoma in situ: En esta etapa temprana el cáncer se encuentra en la capa más
superficial de la mucosa, no la traspasa y no afecta a los ganglios linfáticos.
Estadio I: El cáncer se ha diseminado a la pared del recto o del colon sin traspasar la capa
muscular. En este estadio los ganglios linfáticos tampoco se ven afectados.
Etapa II: El cáncer se ha extendido a la capa más profunda del colon, pero no a los ganglios
linfáticos, que, repartidos por todo el cuerpo, producen y almacenan células capaces de
combatir las infecciones. En este estadio el tumor puede invadir los órganos de alrededor.
Etapa III: El cáncer se ha extendido ya a los ganglios linfáticos y a los órganos más cercanos.
Etapa IV: El cáncer ha llegado a otros órganos del cuerpo (principalmente tiende a invadir el
hígado, los huesos y los pulmones).
Clasificación de Dukes o Astler y Coller
Esta escala utiliza las letras de la A a la D valorando cuanto profundiza en la pared
del colon:
Estadio A: En esta etapa se encuentran los pacientes que tienen una lesión sólo en la mucosa y
no afecta a los ganglios linfáticos.
Estadio B1: El cáncer se encuentra en parte de la pared del recto y del colon pero no lo
traspasa, ni afecta a los ganglios.
Estadio B2: El tumor se extiende en toda la pared del colon y del recto sin invadir los ganglios
linfáticos.
Estadio C: En este nivel el cáncer puede afectar de forma parcial o total a la pared y también a
los ganglios linfáticos.
Otros datos
Pronóstico
Según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, aproximadamente el 54
por ciento de los pacientes con cáncer de colon sobreviven más de cinco años. Aunque
estas cifras varían dependiendo del estadio. Así, la supervivencia a los cinco años en el
estadio A es de entre el 90 y el 92 por ciento; en el estadio B, de entre el 50 y el 75 por
ciento; en el estadio C del 25 al 55 por ciento y en el estadio D es menor al 8 por ciento.
Además, en los últimos años, el pronóstico de supervivencia para los pacientes en
estadio C con quimioterapia tras la cirugía ha mejorado bastante.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios varían según el tratamiento que recibe el paciente, pero la
mayoría son temporales. El médico debe informar al paciente sobre los que puedan
aparecer.
La cirugía puede provocar dolor y debilidad en la zona afectada y diarrea temporal. Además,
si al enfermo se le ha realizado una colostomía puede producirse una irritación de la piel
alrededor de la apertura realizada.
La quimioterapia afecta tanto a las células cancerosas, como a las normales y puede
producir náuseas, vómitos, caída del cabello (aunque éste siempre vuelve a crecer), diarrea y
fatiga.
Por último, la inmunoterapia puede provocar síntomas parecidos a la gripe, como fiebre,
escalofríos, debilidad y náuseas.
Marcadores tumorales
El antígeno carcinoembrionario (CEA) es una sustancia que se encuentra en la sangre
de algunas personas con cáncer de colon. La prueba de sangre del antígeno
carcinoembrionario se usa con más frecuencia con otras pruebas para el seguimiento de
pacientes que ya han tenido cáncer y han recibido tratamiento. Esta prueba puede alertar
precozmente de la reaparición de un cáncer. El antígeno carcinoembrionario puede estar
presente en la sangre de algunas personas que no tengan cáncer de colon. El fumar
también puede aumentar los niveles de éste antígeno. Por eso, no puede considerarse
como una prueba específica para detectar cáncer de colon.
SECCIONES
Información general sobre el cáncer de cuello uterino
Estadios del cáncer de cuello uterino
Cáncer de cuello uterino recidivante
Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Opciones de tratamiento por estadio
Opciones de tratamiento para el cáncer de cuello uterino recidivante
Cáncer de cuello uterino durante en el embarazo
Información adicional sobre el cáncer de cuello uterino
Información sobre este sumario del PDQ
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El cáncer de cuello uterino es una enfermedad por la que se forman células malignas
(cancerosas) en los tejidos del cuello uterino.
La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es el principal factor de riesgo del
cáncer de cuello uterino.
Por lo general no se presentan signos o síntomas de cáncer de cuello uterino temprano pero,
a veces, se detectan a tiempo con exámenes regulares.
Entre los signos y síntomas de cáncer de cuello uterino están el sangrado vaginal y dolor
pélvico.
Para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de cuello uterino, se utilizan pruebas que
examinan el cuello uterino.
Para obtener más información sobre el cáncer de cuello uterino, consulte los siguientes
sumarios del PDQ:
Prevención del cáncer de cuello uterino
Exámenes de detección del cáncer de cuello uterino
Cánceres poco comunes en la niñez
Los factores de riesgo del cáncer de cuello uterino son los siguientes:
Estar infectado por el virus del papiloma humano (VPH). Este es el factor de riesgo más
importante de cáncer de cuello uterino.
Haber estado expuesto al medicamento DES (dietilestilbestrol) en la matriz de la madre.
Tener los siguientes factores de riesgo puede aumentar el riesgo de cáncer de cuello
uterino en las mujeres que tienen una infección por el VPH:
También hay factores de riesgo que aumentan el riesgo de infección por el VPH:
Examen físico y antecedentes : examen del cuerpo para revisar el estado general de salud,
como identificar cualquier signo de enfermedad, como nódulos o cualquier otra cosa que
parezca inusual. También se toman datos sobre los hábitos de salud del paciente, así como
los antecedentes de enfermedades y los tratamientos aplicados en cada caso.
Examen pélvico: examen de la vagina, el cuello del útero, el útero, las trompas de Falopio,
los ovarios, y el recto. Se introduce un espéculo en la vagina y el médico
o enfermero revisa la vagina y el cuello uterino en busca de enfermedad. Por lo general se
realiza una prueba Pap del cuello uterino. El médico o enfermero introduce también uno o
dos dedos de una mano, enguantados y lubricados dentro de la vagina y coloca la otra mano
en la parte baja del abdomen para palpar el tamaño, la forma y la posición del útero y los
ovarios. El médico o enfermero también introduce un dedo enguantado y lubricado en el
recto para palpar masas o áreas anormales.AMPLIAR
Examen pélvico. El médico o enfermero introduce uno o dos dedos lubricados,
enguantados en la vagina, mientras presiona la parte inferior del abdomen con la otra mano.
Esto se realiza para palpar el tamaño, la forma y la posición del útero y los ovarios.
También se revisa la vagina, el cuello uterino, las trompas de Falopio y el recto.
Prueba de Pap: procedimiento para recoger células de la superficie del cuello uterino y la
vagina. Se utiliza un trozo de algodón, un cepillo o una paleta de madera para raspar
suavemente las células del cuello uterino y la vagina. Las células se examinan bajo
un microscopio para determinar si son anormales. Este procedimiento también se llama
prueba Pap.AMPLIAR
Prueba de Pap. Se introduce un espéculo en la vagina para ensancharla. Luego, se introduce
un cepillo en la vagina para obtener células del cuello uterino. Las células se observan al
microscopio para determinar si hay signos de enfermedad.
Prueba del virus del papiloma humano (VPH) : prueba de laboratorio en la que se
analiza el ADN o el ARN para determinar si hay ciertos tipos de infección por el VPH. Se
extraen células del cuello uterino y del ADN o ARN y se revisan para ver si la causa de la
infección es algún tipo de VPH que está relacionado con el cáncer de cuello uterino. Esta
prueba se puede llevar a cabo con el uso de las muestras de células que se extraen durante
una prueba de Pap. Esta prueba también se hace si los resultados de la prueba de Pap
muestran ciertas células anormales en el cuello uterino.
Legrado endocervical : procedimiento para el que se recogen células o tejidos del canal
del cuello uterino mediante una cureta (instrumento en forma de cuchara con un borde
cortante). Se extraen muestras de tejido y se observan bajo un microscopio para determinar
si hay signos de cáncer. Algunas veces, este procedimiento se lleva a cabo al mismo tiempo
que la colposcopia.
Colposcopia: procedimiento mediante el cual se usa un colposcopio (un instrumento con
aumento y luz) para determinar si hay áreas anormales en la vagina o el cuello uterino. Se
pueden extraer muestras de tejido con una cureta (una herramienta en forma de cuchara con
un borde cortante) o un cepillo para observarlas bajo un microscopio y determinar si hay
signos de enfermedad.
Biopsia : si se encuentran células anormales en una prueba de Pap, el médico puede
realizar una biopsia. Se corta una muestra de tejido del cuello uterino para que
un patólogo la observe bajo un microscopio y determine si hay signos de cáncer. Una
biopsia en la que solo se extrae una pequeña cantidad de tejido se realiza generalmente en
el consultorio del médico. Puede ser necesario que la mujer vaya a un hospital para que se
le practique una biopsia de cono cervical (extracción de una muestra más grande de tejido
cervical, en forma de cono).
Estadio del cáncer (tamaño del tumor y si afecta el cuello uterino de forma total o parcial, o
se diseminó a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo).
Tipo de cáncer de cuello uterino.
Edad y estado general de salud de la paciente.
Si la paciente tiene cierto tipo de virus del papiloma humano (VPH).
Si la paciente presenta el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Si el cáncer está recién diagnosticado o recidivó (volvió).
El tratamiento del cáncer de cuello uterino durante el embarazo depende del estadio del
cáncer y la etapa del embarazo. Para los casos de cáncer de cuello uterino que se
identifican en estadio temprano o para los casos de cáncer que se encuentran durante el
último trimestre del embarazo, se puede demorar el tratamiento hasta el nacimiento del
bebé. Para obtener más información, consulte la sección sobre Cáncer de cuello uterino
durante el embarazo.
Información
Especialistas
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Preguntas y Respuestas
Qué es
Causas
Síntomas
Prevención
Tipos
Diagnóstico
Tratamientos
Otros datos
Qué es
El cérvix o cuello uterino es la parte inferior del útero que forma el canal que lleva a
la vagina. La mucosa que recubre el cérvix está en continuidad con la vagina y se
denomina ectocérvix, mientras que la que recubre el conducto o canal cervical que lleva
hasta la cavidad del cuello uterino, se denomina endocérvix.
En este tipo de cáncer, la mayor parte de los tumores surgen en la zona donde se une el
ectrocérvix con el endocérvix dando lugar a carcinomas de células escamosas.
El cáncer se produce cuando las células normales del cuello del útero empiezan a
transformarse y crecen de manera descontrolada.
Incidencia
Este tipo de cáncer es más frecuente en mujeres entre los 40 y los 55 años de edad. En la
actualidad, es el sexto cáncer más frecuente en España, por detrás del de mama,
pulmón, colorrectal, endometrio y ovario. De hecho, tal y como explica la oncóloga
Isabel Bover, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), este tipo
supone el 3,7 por ciento de todos los cánceres femeninos, aunque su incidencia varía
según la provincia.
“Las de menor incidencia son Navarra y Zaragoza con 4 o 5 casos por cada 100.000
habitantes”, afirma Bover. “La provincia con mayor incidencia es Baleares
(concretamente Mallorca) con 13,6 casos por cada 100.000 habitantes”.
Las razones que explican que haya esta variación entre provincias se debe a las
diferencias socioculturales de la población, como los hábitos sexuales, las dificultades
para desarrollar programas de cribado o el mayor o menos número de parejas de la
mujer.
A nivel mundial, las áreas con mayor mortalidad recaen en Latinoamérica, África y el
Sudeste Asiático.
Causas
Existen algunos factores de riesgo que están relacionados con la incidencia del cáncer
de cuello de útero. El más importante que participa en el desarrollo de lesiones
premalignas es la infección por papilomavirus o virus del papiloma humano (VPH).
Tal y como señalan desde SEOM, el VPH está presente en el 99 por ciento de los
casos de cáncer de cérvix.
El VPH se transmite de persona a persona mediante las relaciones sexuales y el riesgo
de infección aumenta si la actividad sexual comienza a edades tempranas, la mujer tiene
muchos compañeros sexuales, o mantiene relaciones con un hombre que ha tenido
muchas parejas, y mantiene una relación sexual con un hombre que tiene verrugas en
el pene.
“La mayoría de las infecciones por VPH se resuelven espontáneamente”, afirma
Bover. “Se desconocen los motivos por los que sólo algunas infecciones progresan a
alteraciones malignas”.
El riesgo aumenta entre el final de la adolescencia y la mitad de los 30 años. Con 40
años la posibilidad de desarrollarlo sigue existiendo por lo que desde la sociedad
recomiendan continuar con las citologías y chequeos para la detección precoz.
Otros factores que podrían causar este tipo de cáncer son:
El consumo de tabaco: Las mujeres que fuman tienen dos veces más posibilidades de
desarrollar el cáncer que las no fumadoras.
La promiscuidad sexual: Las mujeres con muchas parejas sexuales o que mantengan relaciones
sexuales con un hombre que ha tenido muchas parejas sexuales tienen más riesgo.
Edad precoz de inicio de relaciones sexuales.
Mujeres que tienen el sistema inmunológico debilitado por el uso de medicamentos utilizados
en otras patologías, así como el tratamiento para el VIH u otros tipos de cáncer.
Mujeres con herpes genital.
Utilizar anticonceptivos orales aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer de cuello de
útero.
Síntomas
Casi todas las mujeres no tienen síntomas en los primeros estadios de este tipo de
cáncer. La oncóloga Isabel Bover indica que los síntomas no aparecen hasta que el
cáncer se ha extendido a otros tejidos y órganos.
Las manifestaciones que puede tener la mujer son:
Manchas de sangre o sangrado leve entre las menstruaciones o después de la misma.
Dolor al mantener relaciones sexuales.
Tener un sangrado menstrual más largo y abundante de lo normal.
Sangrar después del coito o durante el examen pélvico en la consulta del ginecólogo.
Aumento de la secreción vaginal.
Sangrar después de la menopausia.
La especialista señala que cuando aparecen estos síntomas, y aunque se parezcan a otros
de patologías no tan graves, conviene que acuda al médico para comunicárselo con la
mayor brevedad posible.
Prevención
Prevenir este tipo de cáncer es posible a través de la detección precoz de alteraciones
celulares en la citología y administrando la vacuna contra el VPH.
En la actualidad hay dos formas comercializadas de la vacuna:
Gardasil previene la aparición de displasias cervicales de alto grado, carcinomas cervicales,
lesiones displásicas vulvares y vaginales de alto grado y verrugas genitales causadas por los
tipos de VPH 6, 11, 16 y 18. Estos dos últimos tipos de VPH causan el 70 por ciento de las
muertes por este tumor.
Esta vacuna se dirige a niñas y mujeres de entre 9 y 26 años siendo cien por cien eficaz
en aquellas que no hayan mantenido relaciones sexuales y que, por tanto, no hayan
estado expuestas al virus.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMEA) estableció que su uso estaba
contraindicado en el caso de pacientes con síndrome coronario agudo,
como angina o infarto de miocardio. Tampoco está recomendada en personas con
enfermedad cardiaca isquémica y/o enfermedad arterial periférica, y su combinación
con insulina debe darse sólo en casos excepcionales.
“Esta vacuna se administra mediante tres inyecciones intramusculares en un periodo de
seis meses. La necesidad de revacunación dependerá de los resultados de los estudios
que se están realizando en la actualidad”, señala Bover. “Existen datos que indican que
la inmunidad contra el VPH dura un mínimo de 3 a 5 años”.
Cervarix está igualmente indicada para la prevención de las lesiones premalignas del cuello de
útero y del cáncer de cérvix, relacionados causalmente con los tipos 16 y 18 de VPH y ofrece
además protección cruzada frente a los tipos 31, 33 y 45. Induce niveles de anticuerpos en un
orden de magnitud mayor que los encontrados tras una infección natural en mujeres de hasta
55 años, aunque el nivel de anticuerpos en sangre es mayor en los intervalos de edad de entre
10 y 14 años.
Entre sus particularidades, presenta un innovador sistema adyuvante AS04, que confiere
gran potencia y duración a la inmunización. Consta, al igual que Gardasil, de tres dosis,
adquiridas en la farmacia.
Tipos
Dependiendo del origen del tumor existen dos tipos de cáncer de cérvix:
Carcinoma epidermoide: Localizado en el ectrocérvix y el fondo de la vagina. Este tipo se da en
el 85 por ciento de los casos.
Adenocarcinoma: Se origina en las células situadas en el canal cervical, en el interior del cuello
del útero. Aparece en el 15 por ciento de las situaciones.
Diagnóstico
Las pruebas de Papanicolaou (Pap) pueden detectar de forma exacta y poco
costosahasta un 90 por ciento de los cánceres de cérvix, incluso antes de que
aparezcan los síntomas. En consecuencia, el número de muertes por esta enfermedad se
ha reducido en más del 50 por ciento.
Es recomendable que las mujeres se hagan su primera Pap cuando comienzan a ser
sexualmente activas o a partir de los 18 años y que lo repitan sucesivamente una vez al
año. Si los resultados son normales durante 3 años consecutivos, entonces la prueba
puede espaciarse y realizarla cada 2 o 3 años, siempre que no se cambie el hábito de
vida. Si todas las mujeres se sometieran a la Pap de forma periódica podrían eliminarse
las muertes causadas por esta clase de cáncer. Sin embargo, casi el 40 por ciento de las
mujeres de los países desarrollados no se hace la prueba regularmente.
Si se encuentra una masa, una úlcera u otra formación sospechosa sobre el cuello
uterino durante una exploración pélvica, o si los resultados de las Pap indican una
anomalía o cáncer, se debe realizar una biopsia (extracción de una muestra de tejido
para examinarla al microscopio).
La muestra de tejido se obtiene durante una colposcopia, intervención terapéutica en la
que se usa un tubo de visualización con una lente de aumento (colposcopio) para
examinar el cuello interno del útero minuciosamente y escoger el lugar idóneo de la
biopsia.
Se realizan dos clases de biopsia: la biopsia en sacabocados, en la que se extrae una
diminuta porción del cuello uterino que se selecciona visualmente con el colposcopio, y
el legrado endocervical, en el que se raspa el tejido del canal del cuello inaccesible
visualmente. Ambos procedimientos son un poco dolorosos y producen una pequeña
hemorragia, aunque juntos suelen proporcionar suficiente tejido para que el patólogo
establezca un diagnóstico.
Si éste no resulta claro, se realiza una conización, en la que se extrae una mayor porción
de tejido. Por lo general, esta biopsia se realiza mediante escisión electroquirúrgica en la
propia consulta del médico.
Una vez que se ha establecido el diagnóstico, se deben determinar el tamaño y la
localización exacta del cáncer (es decir, se realiza un estadiaje). El proceso se inicia con
una exploración física de la pelvis y varias pruebas (cistoscopia, radiografía de tórax,
pielografía intravenosa, sigmoidoscopia) para determinar si el cáncer cervical se ha
extendido a otras estructuras circundantes o a partes más distantes del cuerpo.
Asimismo, pueden realizarse otras pruebas, como una tomografía computarizada, un
enema con papilla de bario y radiografías de huesos e hígado, dependiendo de las
características de cada caso.
Tratamientos
Según la oncóloga Isabel Bover, la elección del tratamiento dependerá del tamaño del
tumor, de la localización, del estado del paciente y de si quiere tener hijos.
Las opciones actuales son la cirugía y la radioterapia y, en algunas ocasiones, la
quimioterapia. “La decisión sobre el tratamiento suele decidirse por consenso entre
especialistas (ginecólogo, radioterapeuta y oncólogo médico)”, señala Bover. “La
cirugía y la radioterapia son tratamientos locales que sólo afectan al área del tumor,
mientras que la quimioterapia afecta a todo el cuerpo”.
Cirugía
Dependiendo del estadio de la enfermedad y de la extensión del tumor el especialista
puede extirpar sólo el tejido maligno, el cuello cervical completo, el útero (preservando
o no los ovarios y las trompas) y los ganglios linfáticos regionales.
Los tipos de cirugía que se pueden realizar según especifican desde SEOM son:
Conización: Este método es una biopsia en cono que se realiza si el cáncer es microinvasivo.
Cervicectomía radical o traquelectomía: Esta cirugía se utiliza para extirpar el cuello uterino y
dejar intacto el útero pero diseccionando de los ganglios linfáticos pélvicos. Puede utilizarse en
mujeres jóvenes que desean preservar la fertilidad y siempre que sea posible, según el tamaño
del tumor. Este procedimiento ha logrado aceptación como alternativa a la histerectomía en
estas situaciones.
Histerectomía: Puede ser simple (sólo se extrae el útero y el cuello uterino) o radical (incluye
la extirpación del útero y cuello uterino, parte superior de la vagina, el tejido el tejido que
rodea al cuello del útero y los ganglios linfáticos pélvicos). En los casos en los que se extirpen
las trompas de Falopio y los ovarios (opcional, según la edad de la paciente) se realizará de
modo simultáneo a la histerectomía.
Exenteración pélvica: Se extirpa el útero, vagina, colon inferior, el recto y/o la vejiga, si el
cáncer se ha diseminado a estos órganos tras la radioterapia.
Radioterapia
La radioterapia puede utilizarse sola, como tratamiento único antes de la cirugía o en
combinación de quimioterapia.
Este tipo de tratamiento puede tener efectos secundarios en la mujer y dependen de la
dosis y de la parte del cuerpo donde se administre. Los más comunes son cansancio, piel
seca o enrojecida, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, molestias urinarias y diarrea.
Estos efectos suelen desaparecer una vez que el tratamiento ha finalizado.
“Durante el tratamiento es aconsejable evitar las relaciones sexuales que se pueden
reanudar transcurridas unas semanas desde que ha finalizado el tratamiento”, especifica
Bover.
Quimioterapia
Suele administrarse para eliminar las células malignas por vía intravenosa para que se
traslade al torrente sanguíneo con la finalidad de destruir las células que pudieran
quedar tras la cirugía o radioterapia.
Los efectos secundarios más comunes son náuseas, vómitos, diarrea, fatiga, pérdida de
apetito, leucocitos o hemoglobina bajos, sangrado o hematomas, adormecimiento o
cosquilleo en manos y pies, dolor de cabeza, pérdida del cabello y oscurecimiento de la
piel y las uñas. Estos síntomas no aparecen de forma simultánea y suelen desaparecer al
finalizar la terapia.
Otros posibles efectos son que la paciente puede tener imposibilidad para quedarse
embarazada y menopausia prematura.
Otros datos
Pronóstico
Gracias al aumento de los cribados y del comienzo del tratamiento en las fases
tempranas del cáncer, la mortalidad se ha reducido mucho en los últimos cincuenta años
en los países desarrollados.
En la actualidad la supervivencia a cinco años en todos los estadios del cáncer es
del 71 por ciento y si se detecta en una fase temprana tiene una supervivencia a cinco
años del 92 por ciento.
Vida sexual de la mujer
Este tipo de tumor aparece en mujeres relativamente jóvenes por lo que puede afectar a
la vida sexual y a la fertilidad por lo que el tratamiento de la disfunción sexual deberá
abarcar tanto el aspecto físico y psicológico, tal y como señala la oncóloga Isabel Bover.
Cáncer ovárico
Es un tipo de cáncer que comienza en los ovarios, los órganos reproductores femeninos
que producen los óvulos.
Causas
El cáncer ovárico es el quinto cáncer más común entre las mujeres. Provoca más muertes
que cualquier otro cáncer del aparato reproductor femenino.
Cuantos menos hijos tenga una mujer y cuanto más tarde en su vida dé a luz, más alto será el riesgo
de presentar este tipo de cáncer.
Las mujeres con antecedentes personales de cáncer de mama o antecedentes familiares de cáncer de
mama o cáncer de ovarios tienen un mayor riesgo de sufrir este tipo de cáncer, debido a anomalías
en los genes BRCA1 o BRCA2.
Las mujeres que toman estrogenoterapia solamente (no con progesterona) durante 5 años o más
pueden tener un riesgo más alto de cáncer ovárico. Sin embargo, las pastillas anticonceptivas
disminuyen el riesgo de este cáncer.
Las mujeres mayores tienen un riesgo más alto de padecer cáncer ovárico. La mayoría de las muertes
por este tipo de cáncer se presentan en mujeres de 55 años en adelante.
Síntomas
Los síntomas de cáncer ovárico son con frecuencia vagos y tanto las mujeres como los
médicos generalmente se los atribuyen a otras afecciones más comunes. Cuando el
cáncer se diagnostica, el tumor a menudo se ha diseminado más allá de los ovarios.
Acuda al médico si tiene los siguientes síntomas diariamente durante más de unas pocas
semanas:
Síntomas digestivos como falta de apetito, indigestión, náuseas y vómitos, estreñimiento, y aumento
de gases.
Necesidad de orinar con más frecuencia de lo normal (aumento de la polaquiuria o tenesmo vesical).
Pruebas y exámenes
Un examen físico con frecuencia es normal. Con el cáncer ovárico avanzado, el médico
puede encontrar un abdomen hinchado con frecuencia debido a la acumulación de líquido
(llamado ascitis).
Un examen de la pelvis puede revelar una masa abdominal o en el ovario.
Un examen de sangre para CA-125 no se considera una buena prueba de detección de
cáncer ovárico. Sin embargo, se puede hacer si una mujer:
Tiene síntomas de este tipo de cáncer.
Ya le han diagnosticado el cáncer para determinar qué tan bien está funcionando el tratamiento.
Tratamiento
La cirugía se utiliza para tratar todas las fases o estadios del cáncer ovárico. Para los
estadios iniciales, la cirugía puede ser el único tratamiento. La cirugía puede implicar la
extirpación de ambos ovarios y las trompas de Falopio, el útero u otras estructuras en el
abdomen o la pelvis.
Tres de cada 4 mujeres con cáncer ovárico sobreviven un año después del diagnóstico.
Cerca de la mitad de las mujeres vive por más de 5 años después del diagnóstico.
Solicite una cita con su proveedor de atención médica si tiene síntomas de cáncer ovárico.
Prevención
No existen recomendaciones estándares para detectar el cáncer ovárico. La ecografía de
la pelvis o los exámenes de sangre, como el CA-125, no han demostrado ser eficaces y no
se recomiendan.
Las pruebas para los genes BRCA1 o BRCA2 pueden ser recomendables para las mujeres
con alto riesgo de cáncer ovárico. Estas son mujeres que tienen un historial familiar o
personal de cáncer ovárico o de mama.
La extirpación de los ovarios y las trompas en mujeres que tengan una mutación
comprobada en los genes BRCA1 o BRCA2 puede reducir el riesgo de sufrir cáncer de
ovario. Aunque este tipo de cáncer aun se puede presentar en otras zonas de la pelvis.
SECCIONES
Información general sobre el cáncer epitelial de ovario, de trompa de Falopio y primario
de peritoneo
Estadios del cáncer epitelial de ovario, de trompa de Falopio o primario de peritoneo
Cáncer epitelial de ovario, de trompa de Falopio y primario de peritoneo recidivante o
persistente
Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Opciones de tratamiento por estadio
Opciones de tratamiento para el cáncer epitelial de ovario, de trompa de Falopio y primario de
peritoneo recidivantes o persistentes
Información adicional sobre el cáncer epitelial de ovario, de trompa de Falopio y primario de
peritoneo
Información sobre este sumario del PDQ
Ver todas las secciones
Las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de ovario tienen mayor riesgo de este
cáncer.
Las mujeres con mayor riesgo de cáncer de ovario pueden considerar someterse a una
cirugía para disminuir el riesgo.
La edad avanzada es el factor de riesgo más importante para la mayoría de los cánceres.
La posibilidad de tener cáncer aumenta con la edad.
Cáncer pulmonar
Los pulmones se localizan en el tórax. Cuando usted respira, el aire pasa a través de la
nariz, baja por la tráquea y llega hasta los pulmones, donde fluye a través de conductos
llamados bronquios. La mayoría de los cánceres pulmonares comienzan en las células que
recubren estos conductos.
El cáncer pulmonar también puede afectar a personas que nunca han fumado.
Exposición al asbesto
Exposición a químicos cancerígenos, como el uranio, el berilio, el cloruro de vinilo, los
cromatos de níquel, los productos del carbón, el gas mostaza, los éteres clorometílicos, la
gasolina y los productos de la combustión del diesel
Síntomas
Es posible que el cáncer pulmonar incipiente no cause ningún síntoma.
Los síntomas dependen del tipo de cáncer que usted tenga, pero pueden abarcar:
Dolor torácico
Tos que no desaparece
Tos con sangre
Fatiga
Pruebas y exámenes
El cáncer de pulmón con frecuencia se encuentra cuando se realiza una radiografía o
una tomografía computarizada por otra razón.
Si se sospecha de cáncer de pulmón, el proveedor realizará un examen físico y hará
preguntas acerca de la historia clínica. Le preguntarán si fuma. De ser así, le
preguntarán cuánto fuma y durante cuánto tiempo lo ha hecho. También le preguntarán
sobre otras circunstancias que pueden haberlo puesto en riesgo para cáncer de pulmón,
como la exposición a ciertos químicos.
Los exámenes que pueden realizarse para diagnosticar el cáncer de pulmón o saber si se
ha extendido incluyen:
Gammagrafía ósea
Radiografía de tórax
Conteo sanguíneo completo (CSC)
Ultrasonido endoscópico del esófago (EUS, por sus siglas en inglés) con biopsia
Tratamiento
El tratamiento para el cáncer de pulmón depende del tipo de cáncer, de lo avanzado que
esté y de cuán saludable esté usted:
La cirugía para extirpar el tumor se puede hacer cuando este no se haya propagado más allá de
los ganglios linfáticos cercanos.
La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas y detener el
crecimiento de las nuevas células.
La radioterapia utiliza potentes rayos X u otras formas de radiación para destruir las células
cancerosas.
Los tratamientos anteriores pueden realizarse solos o combinados. El proveedor puede
comentarle más sobre el tratamiento específico que usted recibirá, dependiendo del tipo
específico de cáncer pulmonar y del estadio en el que se encuentre.
Grupos de apoyo
El estrés causado por la enfermedad se puede aliviar uniéndose a un grupo de apoyo
para el cáncer. El hecho de compartir con otras personas que tengan experiencias y
problemas en común puede ayudarle a no sentirse solo.
Expectativas (pronóstico)
Su pronóstico depende sobre todo de qué tanto se haya diseminado el cáncer pulmonar.
Prevención
Si usted fuma, ahora es el momento de dejarlo. Si usted está teniendo problemas para
dejar de fumar, hable con su proveedor. Existen muchos métodos para ayudarle a dejar
el cigarrillo, desde grupos de apoyo hasta medicamentos recetados. Además, trate de
evitar el humo de segunda mano (tabaquismo pasivo).
Qué es
Los pulmones son los órganos incluidos en el aparato respiratorio que
están encargados de realizar la función respiratoria, es decir, a través de
las vías respiratorias suministran oxígeno al cuerpo y expulsan el dióxido
de carbono, un producto de desecho producido por las células del cuerpo.
El cáncer de pulmón se produce cuando hay un crecimiento exagerado
de células malignas en este órgano. Si no se diagnostica a tiempo se
puede producir la metástasis del tiempo, en estos casos las células
cancerosas se desplazan hacia otros órganos del cuerpo.
Es la causa más frecuente de muerte por cáncer tanto en hombres como
en mujeres.
Causas
Los motivos que pueden provocar la aparición del cáncer son:
Tabaco: Es la principal causa. El humo de tabaco, con su elevada
concentración de carcinógenos, va a parar directamente al aire y es
inhalado tanto por los fumadores, como por los no fumadores.
Dejar de fumar reduce de manera significativa el riesgo de
desarrollar esta patologíaasí como de contraer otras enfermedades
relacionadas con el tabaco, como las enfermedades del corazón,
el enfisema y la bronquitis crónica.
Síntomas
Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), las
personas que tienen cáncer de pulmón suelen presentar la mayoría de las
veces los mismos síntomas (aunque no siempre es así) o síntomas
similares a otras enfermedades que no son mortales.
Estas manifestaciones son:
Cansancio.
Pérdida de apetito.
Tos seca o con flemas.
Tos con sangre en el esputo.
Dificultad para respirar (disnea).
Dolor.
En algunos casos, los pacientes no presentan síntomas y el cáncer
se suele detectar mediante una radiografía en los pulmones que se realiza
por otros motivos. Sin embargo, la mayoría de los diagnósticos se
producen cuando el tumor crece y empieza a interferir con los órganos y
estructuras cercanos a los pulmones.
Desde la SEOM apuntan que los tumores de pulmón pueden
generar líquidos que se acumulan en el pulmón o alrededor de él
provocando su colapso.
Si el tumor presenta metástasis los pacientes pueden desarrollar otros
síntomas en los pulmones, los huesos, los ganglios linfáticos, el cerebro,
el hígado y/o las glándulas suprarrenales que dificultan el buen
funcionamiento de los mismos.
Prevención
Entre el 80 y el 90 por ciento de los cánceres de pulmón se desarrollan en
fumadores o en personas que han dejado de fumar hace poco tiempo. Por
este motivo, la mejor forma de prevenir la aparición de la enfermedad
es dejar de fumar.
El riesgo de tener cáncer de pulmón de un exfumador se iguala al de un
no fumador cuando han transcurrido 15 años aproximadamente.
Las fibras de asbesto, cristales parecidos al cabello que se producen en
muchas rocas y que se utilizan como aislante o como material de
construcción a prueba de incendio, pueden irritar los pulmones. De hecho,
los fumadores que en el trabajo están expuestos al asbesto (reparación
de frenos, aislamiento o construcción naval, por ejemplo) tienen más
riesgo de tener cáncer de pulmón. Utilizar equipos de protección para
respirar puede reducir ese riesgo.
Dejar de fumar reduce de manera significativa el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
Tipos
Según la apariencia de las células al ser examinadas a través del
microscopio, los cánceres de pulmón pueden dividirse en dos tipos:
Cáncer de pulmón de células no pequeñas: Este tipo se desarrolla en
personas fumadores, ex fumadores, fumadores pasivos o personas que
han estado expuestas al radón.
Los tipos principales de cáncer de pulmón de células no pequeñas reciben
su nombre dependiendo del tipo de células encontradas en el
cáncer: carcinoma escamocelular(también llamado carcinoma
epidermoide), adenocarcinomas, carcinoma de células
grandes, carcinoma adenoescamoso y carcinoma no diferenciado.
Cáncer de pulmón de células pequeñas: Sólo se desarrolla en
fumadores y ex fumadores.
Diagnóstico
Debido a que los síntomas del cáncer de pulmón a menudo no se
manifiestan hasta que la enfermedad está avanzada, solamente un 15
por ciento de los casos se detectan en sus etapas iniciales. Muchos
casos de cáncer de pulmón en etapa precoz se diagnostican
accidentalmente, como resultado de pruebas médicas que se llevan a
cabo por otro problema de salud no relacionado con el cáncer.
Una biopsia del tejido del pulmón sirve para confirmar o desmentir un
posible diagnóstico de cáncer, además de proporcionar información
valiosa para determinar el tratamiento adecuado. Si finalmente se detecta
un cáncer de pulmón, se realizarán pruebas adicionales para determinar
hasta qué punto se ha propagado la enfermedad, entre ellas:
Estudios radiológicos
Estos estudios utilizan rayos X, campos magnéticos, ondas sonoras o
sustancias radiactivas para crear imágenes del interior del cuerpo.
Con frecuencia se utilizan varios estudios radiológicos para detectar el
cáncer de pulmón y determinar la parte del cuerpo adonde haya podido
propagarse. La radiografía de tórax se suele utilizar para ver si existe
alguna masa o mancha en los pulmones.
Citología de esputo
Se examina en el microscopio una muestra de flema para ver si contiene
células cancerosas.
Broncoscopia
Se introduce un tubo flexible iluminado a través de la boca hasta los
bronquios. Este procedimiento puede ayudar a encontrar tumores
localizados centralmente u obstrucciones en los pulmones. También
puede utilizarse para hacer biopsias o extraer líquidos que se examinarán
con el microscopio para ver si contienen células cancerosas.
Mediastinoscopia
Se hace un corte pequeño en el cuello y se introduce un tubo iluminado
detrás del esternón. Pueden utilizarse instrumentos especiales que se
manejan a través de este tubo para tomar una muestra de tejido de los
ganglios linfáticos mediastínicos (a lo largo de la tráquea y de las áreas de
los principales tubos bronquiales). La observación de las muestras con un
microscopio puede mostrar si existen células cancerosas.
Análisis de sangre
Con frecuencia el especialista puede realizar ciertos análisis de sangre
para ayudar a detectar si el cáncer de pulmón se ha extendido al hígado o
a los huesos, así como para diagnosticar ciertos síndromes
paraneoplásicos.
Tratamientos
La elección de tratamiento dependerá de la etapa y de la extensión del
cáncer, del tamaño del tumor o el tipo de cáncer de pulmón. Las
principales opciones son:
Cirugía
El objetivo de la cirugía es la extirpación del tumor y los ganglios linfáticos
cercanos en el tórax.
Si el paciente tiene cáncer de pulmón de células no pequeñas, los
especialistas recomiendan que durante la operación se realice
una lobectomía pulmonar (la extirpación del lóbulo pulmonar completo),
incluso si el tumor es pequeño.
El periodo de recuperación después de la cirugía depende de la cantidad
extirpada y de la salud del paciente antes de realizar la operación.
Radioterapia
La radioterapia consiste en la aplicación de dosis de radiación graduadas
dirigidas para destruir las células cancerosas y reducir el tamaño del
tumor.
Desde SEOM especifican que este tipo de terapia, al igual que con la
cirugía, no se utiliza para tratar cánceres diseminados porque la
radiación también daña las células que no son cancerosas.
Quimioterapia
Esta opción se utiliza para destruir las células cancerosas en todo el
cuerpo. La mayoría de los medicamentos se suelen aplicar por vía
intravenosa.
Los medicamentos que se utilizan en este tratamiento también pueden
dañar las células normales del cuerpo y puede provocar que el paciente
presente un recuento bajo de glóbulos rojos, blancos, plaquetas y alto
riesgo de infección.
Además, los pacientes pueden tener efectos secundarios como pérdida
de cabello, llagas en la boca, náuseas, vómitos y fatiga.
Inmunoterapia
El desarrollo de cualquier tipo de cáncer se asocia a un fallo del sistema
inmunológico, incapaz de detectar y destruir las células tumorales. Hasta
hace poco, no se había logrado que el sistema inmunológico actuara de
forma activa contra el tumor, de modo que el abordaje tradicional de esta
enfermedad se centraba en eliminar las células cancerígenas mediante
fármacos (quimioterapia) o radiación (radioterapia). Con la
inmunoterapia, el tratamiento deja de dirigirse al tumor para dirigirse a
reforzar los recursos del sistema inmunológico del enfermo.
“Mediante los nuevos fármacos inmuno-oncológicos estamos logrando
que sea el propio organismo el que actúe contra el cáncer, una
estrategia radicalmente distinta a la quimioterapia convencional”, explica
Javier de Castro, jefe de sección del Servicio de Oncología Médica del
Hospital Universitario La Paz, de Madrid.
Según el experto, los nuevos tratamientos inmunoterapéuticos han
conseguido que entre un 20 y un 30 por ciento de los pacientes con
este tipo de tumor sobrevivan cinco años. No obstante, todavía no es
posible su aplicación en todos los enfermos. “Los primeros resultados
obtenidos en los ensayos clínicos realizados con el tratamiento de
segunda línea han demostrado un beneficio superior a la quimioterapia
habitualmente empleada; todo ello, en las distintas variantes de cáncer de
pulmón y en pacientes ya tratados previamente con otras opciones de
tratamiento que habían fracasado”, detalla de Castro. Sin embargo, la
inmunoterapia tiene grandes retos por delante: “Quedan cuestiones por
determinar como, por ejemplo, en qué momento de la enfermedad es
mejor aplicar la inmunoterapia o si será eficaz en todos los pacientes”,
advierte.
Los fármacos inmuno-oncológicos parecen ser más eficaces cuanto
mayor sea el número de mutaciones genéticas sin identificar que tenga el
tumor. Por esta razón, la inmunoterapia tiene más éxito en pacientes
fumadores, los que tradicionalmente tenían peor opciones de tratamiento.
“Posiblemente el carcinógeno tabaco ha causado tales alteraciones
genéticas en la célula tumoral que las células tumorales de los
pacientes muy fumadores son las que están más preparadas para
que el tratamiento inmunológico sea útil”, afirma Castro.
Otros datos
Incidencia
El cáncer de pulmón es el más frecuente en hombres y mujeres. Según
la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en España se
diagnostican al año unos 20.000 casos nuevos, lo que supone el 18,4
por ciento de los tumores en los hombres y el 3,2 por ciento en las
mujeres.
Esta incidencia es alta para los hombres y sólo se supera en los países de
Europa del Este y América del Norte. En el caso de las mujeres, la
incidencia puede considerarse baja. Sin embargo, en los últimos años el
número de diagnósticos en mujeres ha aumentado. Esto se atribuye a
que la cifra de fumadoras se está incrementando.
Este tipo de cáncer suele diagnosticarse entre los 55 y los 75 años,
aunque existen casos a partir de los 35 años.
Pronóstico
El pronóstico de la patología depende del estadio en el que se encuentre
el paciente, ya que si bien el cáncer de pulmón se puede tratar en
cualquier estadio, sólo algunos de ellos se pueden curar.
Etapas
El médico necesita saber la etapa en que se encuentra el cáncer para
poder planificar el tratamiento adecuado.
La clasificación del cáncer de pulmón de células no pequeñas pasa por
las siguientes etapas:
Etapa oculta: Se encuentran células cancerosas en el esputo, pero no se
puede encontrar ningún tumor en el pulmón.
Tumor cerebral
Síntomas y causas
Diagnóstico y tratamiento
Médicos y departamentos
Atención en Mayo Clinic
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Descripción general
Tumor cerebral
Un tumor cerebral es una masa o un crecimiento de células anormales en el
cerebro.
Existen muchos tipos diferentes de tumores cerebrales. Algunos tumores
cerebrales son no cancerosos (benignos) y otros, cancerosos (malignos). Los
tumores cerebrales pueden comenzar a aparecer en el cerebro (tumores
cerebrales primarios), o el cáncer puede comenzar en otras partes del cuerpo y
diseminarse al cerebro (tumores cerebrales secundarios o metastásicos).
La rapidez con la que crece un tumor cerebral varía mucho. Tanto el índice de
crecimiento como la ubicación del tumor cerebral determinan cómo afectará la
función del sistema nervioso.
Tipos
1. Astrocitoma
3. Craneofaringioma
4. Ependimoma
5. Glioblastoma
6. Glioma
7. Meduloblastoma
8. Meningioma
9. Metástasis cerebral
11. Oligodendroglioma
12. Pineoblastoma
Síntomas
Los signos y síntomas de un tumor cerebral varían ampliamente y dependen
del tamaño, la ubicación y la velocidad de crecimiento del tumor.
Problemas de audición
Cuándo consultar al médico
Pide una consulta con el médico si tienes signos y síntomas persistentes que te
preocupan.
Causas
Tumores cerebrales que comienzan en el cerebro
En los adultos, los tumores cerebrales primarios son mucho menos frecuentes
que los tumores cerebrales secundarios, en los que el cáncer comienza en otro
lado y se disemina al cerebro.
En los adultos, los tumores cerebrales secundarios son mucho más frecuentes
que los primarios.
Cáncer de colon
Cáncer de riñón
Cáncer de pulmón
Melanoma
Factores de riesgo
Diagnóstico
Pruebas para encontrar cáncer en otras partes del cuerpo. Si se cree que el
tumor cerebral puede ser el resultado de un cáncer que se ha esparcido desde
alguna otra parte del cuerpo, el médico puede recomendarte pruebas y
procedimientos para determinar donde se originó el cáncer. Un ejemplo puede
ser una exploración mediante una tomografía computarizada o mediante una
tomografía por emisión de positrones para buscar signos de cáncer de pulmón.
Una biopsia estereotáctica con aguja se puede realizar para los tumores
cerebrales que están en zonas de difícil acceso o muy sensibles dentro
del cerebro que pueden ser dañadas por una operación más exhaustiva.
El neurocirujano hace un pequeño orificio en el cráneo. Luego inserta una
aguja fina a través del mismo. Se extrae el tejido con la aguja, que por lo
general es guiada a través de una tomografía computarizada o mediante
exploración de imágenes por resonancia magnética.
Tratamiento
En algunos casos, los tumores son pequeños y fáciles de separarse del tejido
cerebral que los rodea, lo cual hace que sea posible una extracción quirúrgica
completa. En otros casos, los tumores no pueden separarse del tejido que los
rodea, o bien están localizados cerca de partes sensibles dentro del cerebro, lo
cual hace que la cirugía sea riesgosa. En estas situaciones, el médico extrae la
mayor cantidad de tumor que sea seguro extraer.
Incluso extraer una parte del tumor cerebral puede ayudar a reducir los signos
y síntomas.
Radioterapia
Se está estudiando una nueva forma de radioterapia que usa rayos de protones
para tratar a las personas con tumores cerebrales. En el caso de los tumores
que están muy cerca de zonas sensibles del cerebro, la terapia de protones
puede reducir el riesgo de presentar efectos secundarios asociados con la
radiación. Pero aún no se ha demostrado que la terapia de protones sea más
eficaz que la radioterapia estándar con rayos X.
Radiocirugía estereotáctica
La radiocirugía estereotáctica no es una forma de cirugía en el sentido
tradicional. Esto es porque la radiocirugía utiliza múltiples haces de radiación
para brindar una forma de tratamiento de radiación altamente enfocada en
matar las células del tumor en un área muy pequeña. Cada haz de radiación no
es particularmente poderoso, pero el punto en donde todos los haces se
encuentran, en el tumor cerebral, recibe una dosis muy grande de radiación
para matar las células del tumor.
Quimioterapia
La quimioterapia usa medicamentos para matar las células del tumor. Los
medicamentos de la quimioterapia se pueden tomar por vía oral en forma de
tableta o se pueden inyectar en una vena (por vía intravenosa). El
medicamento de la quimioterapia que se utiliza con mayor frecuencia para
tratar los tumores cerebrales es la temozolomida (Temodar), que se toma como
una tableta. Hay muchos otros medicamentos de quimioterapia disponibles y
que se pueden usar según el tipo de cáncer.
Terapia ocupacional para que puedas retomar las actividades diarias habituales
(entre ellas, el trabajo) después de un tumor cerebral u otra enfermedad
Clases de apoyo para niños en edad escolar para ayudarlos a afrontar los
cambios en la memoria y el pensamiento después de un tumor cerebral
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controlar esta enfermedad.
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