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Los pluviómetros sirven para calcular la cantidad de lluvia que cae en una zona concreta
durante un periodo de tiempo determinado. Los primeros registros pluviométricos de los
que se tiene constancia datan de la Grecia Clásica, hacia el 500 a.C. Unos cien años
después, en la India, se utilizaban cuencos para registrar la cantidad de lluvia caída.
Los pluviómetros más comunes utilizados por los servicios meteorológicos y en
aeropuertos consisten en un cilindro de gran tamaño a modo de embudo que desemboca
en un tubo más estrecho con el que se realiza la medición. El cilindro, de medio metro de
alto, dirige el agua recogida hacia el tubo interior, cuya sección es la décima parte de la
que posee la parte superior del embudo. Esta diferencia permite realizar mediciones más
precisas. Además, los radares meteorológicos de largo alcance cumplen también las
funciones de una red de pluviómetros densa.
El cálculo de las precipitaciones y la calidad de las mediciones por parte de los
pluviómetros contribuyen al correcto funcionamiento de la red de alcantarillado, las
depuradoras, los cultivos de regadío y la detección temprana de un posible riesgo de
inundación. Entre otras cosas porque las precipitaciones intensas son capaces de
desbordar los sistemas de alcantarillado urbano y anegar ciudades en poco tiempo.
Además, el uso innecesario de agua de riego en las plantaciones genera un aumento de
costes considerable.
En efecto, este aparato se ideó para medir la cantidad de milímetros que el agua
alcanzaría en caso de que el suelo fuera perfectamente horizontal y así poder recoger y
determinar con precisión la precipitación que cae. La lluvia o precipitación se mide en
l/m2 o mm. La precipitación es una de las variables que cuenta con series climáticas más
antiguas y constituye un factor clave para la vegetación y la agricultura. Los pluviómetros
totalizadores permiten determinar la cantidad total de precipitación o lluvia caída en un
periodo de tiempo determinado, por ejemplo 24h.
Este es un aparato registrador que sirve para registrar en forma continua la cantidad total
y la duración de lluvia caída en milímetros(mm), de los registros puede definirse no sólo la
altura de la precipitación caída sino también, cuanto ha caído, permitiendo analizar la
distribución de la lluvia en el tiempo. Al igual que el pluviómetro posee un brocal en la
parte superior por donde ingresa el agua hacia un depósito llamado cámara de sifonaje,
en cuyo interior existe un flotador, el cual al recibir una cierta cantidad de precipitación (10
mm) provoca una sifonada hacia un colector que esta en la parte inferior del instrumento.
Este ciclo se va repitiendo hasta que el periodo de precipitación termina. El flotador tiene
Tipos de Pluviógrafos
2- Pluviógrafo de flotador: En este tipo la lluvia captada por una boca de sección
normalizada igual a la del pluviómetro cae dentro de un recipiente que contiene un
flotador. A medida que el nivel de agua en el depósito sube, lo hace también el flotador, el
que se halla vinculado al sistema registrador.
3- Pluviógrafo a cubeta basculante: Este tipo de pluviografo cuenta, bajo la boca del
embudo, con un compartimiento en el que hay dos cubetas, una de las cuales recibe el
agua precipitada y al llenarse, se produce un desequilibrio que hace que la cubeta
vuelque la cantidad de agua que contiene, moviendo a la segunda cubeta al lugar de
recolección del agua. En ese momento se acciona un circuito eléctrico que marca o
produce el registro correspondiente.
Los Pluviogramas
Los pluviogramas registran las precipitaciones de una semana. Esta lectura deberá indicar
la cantidad de precipitación acumulada cada un determinado período de tiempo. En
síntesis, el objetivo es, a partir de la imagen escaneada de un pluviograma, poder obtener
una planilla que contenga la cantidad de precipitación acumulada cada un cierto período
de tiempo (período de muestreo) durante una semana.
Muchas obras de ingeniería civil son profundamente influenciadas por factores climáticos,
entre los que se destaca por su importancia las precipitaciones pluviales. En efecto, un
correcto dimensionamiento del drenaje granizaría la vida útil de una carretera, una vía
férrea, un aeropuerto. El conocimiento de las precipitaciones pluviales extremas y el
consecuente dimensionamiento adecuado de los órganos extravasores de las represas
garantizará su seguridad y la seguridad de las poblaciones y demás estructuras que se
sitúan aguas abajo de la misma. El conocimiento de las lluvias intensas, de corta
Las características de las precipitaciones pluviales que deben conocerse para estos casos
son: