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LA TRÁGICA
HISTORIA DEL
HIJO DE CÉSAR
Y CLEOPATRA

AGRIPINA
LA TURBULENTA
MADRE DE NERÓN

EL LONDRES
DE CHARLES
DICKENS
LAS SOMBRAS DE
LA INGLATERRA
VICTORIANA

MAGALLANES
LA ODISEA DE LA
PRIMERA VUELTA
AL MUNDO

NÚMERO 189
nationalgeographic.com.es
Nº 189 • 4,95 € / PVP CANARIAS 5,10 €
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 EDITORIAL

EN OTOÑO DE 1843, Dickens visitó una escuela para niños pobres en

Field Lane, en Londres. «Era un lugar miserable: tres aulas en la planta
baja en un edificio en ruinas, en medio de aquel laberinto de patios que
eran Saffron Hill y sus alrededores. Muchos pensaban que aquélla era
la peor barriada de Londres, un lugar inmundo donde enfermedades y
delincuencia iban de la mano», cuenta Peter Ackroyd en su biografía del
novelista. El propio Dickens habló de «insondable ignorancia y absoluta
barbarie» al referirse a aquel Londres infame; el escritor conocía muy
bien esa calle, donde había situado la madriguera del malvado Fagin
en Oliver Twist, publicado cinco años atrás. Al traspasar el umbral de
la escuela, Dickens entró (según él mismo anotaría) en «un ambiente
nauseabundo, una mezcla de hedor y pestilencia, como si se hubiera
dado rienda suelta a todos los pecados mortales que, aullando y
vociferando, se te venían encima al cruzar la puerta» (no era una figura
retórica: Clarkson Stanfield, que lo acompañaba, no pudo resistir la
fetidez y aguardó fuera). La visita dejó su huella: Dickens se puso a
escribir su inolvidable Canción de Navidad, que acabó a principios de
diciembre. En ella, el fantasma de las Navidades presentes muestra al
avaro Scrooge un niño y una niña, Ignorancia e Indigencia, «miserables,
abyectos, espantosos, horrendos y desventurados». Allí «donde la gracia
de la juventud debió haberles perfilado los rasgos y retocado con sus
más frescas tintas, una mano marchita y seca, como la de la vejez, les
había atormentado, retorcido y hecho trizas». Eran hijos de Londres, la
capital del planeta. La ciudad donde la mitad de los entierros celebrados
en 1839 correspondieron a criaturas de menos de diez años.

JOSEP MARIA CASALS

Director
34 8 ACTUALIDAD
12 GRANDES INVENTOS
El ascensor que no caía
Elisha Otis creó un ascensor con un
sistema de seguridad que impedía que
la cabina se estrellase contra el suelo.
14 PERSONAJE SINGULAR
Paulina Bonaparte
La frívola hermana de Napoleón
fue la persona más fiel al emperador.
20 ANIMALES EN LA HISTORIA
La desaparición del bisonte
20 La caza indiscriminada llevó a este
animal al borde del exterminio.
22 HECHO HISTÓRICO
El cable transatlántico
En 1856, un cable submarino conectó
Europa y América, en lo que fue un
hito de las telecomunicaciones.
28 DATO HISTÓRICO
Los cañones nazaríes
El reino de Granada fue el primero de
la península ibérica que usó esta arma.
30 VIDA COTIDIANA
El refrescante sorbete
El sorbete causó sensación en
Europa, y en tiempos de la Ilustración
amenizaba las veladas burguesas.
34 OBRA DE ARTE
El Libro de los cometas
Un manuscrito ilustrado del siglo XVI
trata de estos fenómenos astronómicos.
116 GRANDES ENIGMAS
La muerte de Zola
El escritor Émile Zola murió intoxicado
en su dormitorio. ¿Fue un accidente o
un asesinato de la extrema derecha?
120 GRANDES DESCUBRIMIENTOS
Agia Irini
En este yacimiento chipriota se
hallaron miles de figuras de terracota.
124 LA FOTO DEL MES
La defensa de Montmartre
Los artilleros de la Comuna de París
posan junto a las armas del pueblo.
126 LIBROS
 96 EL LONDRES
DE CHARLES
DICKENS
CHARLES DICKENS, uno de
los novelistas británicos más
reconocidos de todos los
tiempos, retrató como nadie
la otra cara del Londres del
siglo XX. Detrás de la pátina
de riqueza y prosperidad
que mostraba al mundo,
la capital del Imperio
británico escondía una
ciudad despiadada en la que
abundaban la miseria y el
crimen, y en la que los niños,
los más vulnerables, eran las
principales víctimas.
POR JOAN ELOI ROCA

NIÑOS EN FILA EN UNA CALLE DESCONOCIDA

DE LONDRES, JUNTO A VIVIENDAS POBRES.
FOTOGRAFÍA TOMADA HACIA 1900.

36 Cesarión, el hijo de Julio César y Cleopatra

Además de imponer en el trono de Egipto a su aliada y amante
Cleopatra, Julio César engendró un hijo con ella. Cesarión,
50 Agripina, la
el pequeño César, estaba destinado a reinar en Egipto, pero acabó madre de Nerón
convertido en una víctima colateral de la lucha por el poder Agripina la Menor no
desatada entre el futuro Augusto y sus dos adversarios, se resignó a aceptar el
Marco Antonio y Cleopatra. POR JUAN PABLO SÁNCHEZ papel secundario que
la sociedad romana
64 Europa después de la peste negra otorgaba a las mujeres.
La Augusta sufrió
En el siglo XV, la peste negra acabó con la vida de un tercio de en carne propia las
la población europea. Pero ese rastro de muerte trajo beneficios continuas conspiraciones
para los que sobrevivieron: subida de salarios ante la que tuvieron lugar en
falta de mano de obra, aumento de las fortunas el seno de su familia
por la acumulación de herencias y mejora de las (y participó en ellas),
condiciones de vida. POR ALBERTO RECHE ONTILLERA y consagró su vida
al objetivo de hacer
80 La odisea marítima de Magallanes emperador a su hijo
En 1519 partió del puerto de Sevilla una expedición Nerón para ejercer el
al mando de Fernando de Magallanes con la misión poder a través de él.
de hallar una ruta hacia las islas de las especias Pero al poco de que
navegando hacia el oeste. La aventura acabó en una éste accediera al trono,
odisea en la que el propio Magallanes perdería la vida. mandó asesinarla.
POR ISABEL BARCELÓ CHICO
Pero la expedición se convirtió en leyenda al ser la
primera en dar la vuelta al globo por el extremo sur AGRIPINA LA MENOR.
de América. POR PABLO EMILIO PÉREZ-MALLAÍNA BUSTO EN MÁRMOL. SIGLO I D.C.
 Licenciataria de
NATIONAL GEOGRAPHIC
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LA TRÁGICA
HISTORIA DEL
PRESIDENTE
HIJO DE CÉSAR
Y CLEOPATRA
Editor JOSÉ ENRIQUE RUIZ-DOMÈNEC
RICARDO RODRIGO
CONSEJERO DELEGADO
AGRIPINA
LA TURBULENTA
Director JOSEP MARIA CASALS ENRIQUE IGLESIAS
MADRE DE NERÓN
Director de arte IÑAKI DE LA FUENTE DIRECTORAS GENERALES
EL LONDRES
DE CHARLES Jefe de redacción JESÚS VILLANUEVA ANA RODRIGO,
DICKENS
LAS SOMBRAS DE
LA INGLATERRA
Editora de fotografía MERITXELL CASANOVAS MARI CARMEN CORONAS
VICTORIANA
Redactores CARME MAYANS, ÀLEX SALA
LA PESTE
MAGALLANES
LA ODISEA DE LA
PRIMERA VUELTA
AL MUNDO
Editora adjunta a la redacción GUIOMAR HUGUET DIRECTOR GENERAL PLANIFICACIÓN Y CONTROL

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NÚMERO 189
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Tratamiento de imagen JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ DIRECTORA EDITORIAL
CUANDO L A MUERTE GOLPEÓ EUROPA
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A LAS VÍCTIMAS DE LA DIRECTORA CREATIVA
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FRANCESA DE 1503. Colaboradores externos: DIRECTOR DE CIRCULACIÓN
BIBLIOTECA NACIONAL, PARÍS. VÍCTOR LLORET BLACKBURN (COORDINADOR), DAVID JOSÉ ORTEGA
DIRECTOR DE PRODUCCIÓN
FOTO: DAGLI ORTI / AURIMAGES HERNÁNDEZ DE LA FUENTE (ANTIGÜEDAD), RAMON OLIVA
RICARD ARGILÉS
(CORRECTOR), CARLO CARANCI (TRAD.)
Colaboran en este número: LUCÍA AVIAL-CHICHARRO, ISABEL Difusión controlada por
BARCELÓ CHICO, JOAN ELOI ROCA, ISAAC LÓPEZ CÉSAR,
ALFONSO LÓPEZ, CARME MAYANS, PABLO EMILIO PÉREZ-
MALLAÍNA, FERNANDO MARTÍN PESCADOR, GIORGIO
PIRAZZINI, Mª PILAR QUERALT DEL HIERRO, JUAN PABLO
SÁNCHEZ, ALBERTO RECHE ONTILLERA, ANTONIO
TORREMOCHA, JESÚS VILLANUEVA, MONTSERRAT VILLAR
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Catedrático de Vicepresidenta de Catedrático de Catedrático Investigador del
EVP Consumer Products and Experiences: ROSA
Historia Medieval la Sociedad Catalana Filología Griega de Filología Consejo Superior
ZEEGERS
de la Universidad de Egiptología. de la Universidad Neotestamentaria de Investigaciones
Autónoma de Arqueóloga de Complutense. Premio de la Universidad Científicas. Profesor BOARD OF DIRECTORS
Barcelona. la Generalitat de Nacional a la obra Complutense asociado de IE JEAN M. CASE, KEVIN J. MARONI,
Especialista en Cataluña. de un traductor. de Madrid. University. JAMES MURDOCH, LACHLAN MURDOCH,
historia de Europa Ha desarrollado Especialista en la Experto en el antiguo Destacado conocedor FREDERICK J. RYAN, JR., BRIAN F. SULLIVAN
y del Mediterráneo, y su labor como historia y cultura Israel y los orígenes del de la España moderna INTERNATIONAL PUBLISHING
docente en Francia e investigadora en de la Antigüedad cristianismo, ha ejercido y la América colonial, Senior Vice President: YULIA PETROSSIAN
Italia. Miembro español Egipto, donde ha grecolatina, ha una importante labor ha compaginado BOYLE
en la comisión de 27 sido miembro de la traducido numerosas de divulgación de la la investigación, la ARIEL DEIACO-LOHR, GORDON FOURNIER,
historiadores para los misión española que obras clásicas (entre historia del Próximo docencia universitaria KELLY HOOVER, JENNIFER JONES,
27 países de Europa. excava en Oxirrinco. ellas, la Odisea). Oriente antiguo. y la divulgación. JENNIFER LIU, ROSSANA STELLA
ACTUALIDAD
LOS ARQUEÓLOGOS
excavan en el yacimiento
descubierto en Motza,
a cinco kilómetros de
la ciudad de Jerusalén.
PRÓXIMO ORIENTE
Ungranpoblado
neolítico en Israel
Cerca de Jerusalén ha aparecido un
asentamiento de 9.000 años de antigüedad
P
oco antes de iniciar
las obras de cons-
trucción de una
autopista cerca del
barrio de Motza, a cinco ki-
lómetros al oeste de Jerusa-
lén, un grupo de arqueólogos
israelíes sacó a la luz un an-
tiguo asentamiento de unos
9.000 años de antigüedad y
que por su vasta extensión es
el más grande del Neolítico
jamás descubierto en Israel:
se cree que pudo tener entre
dos y tres mil habitantes.
Las excavaciones, reali-
zadas por la Autoridad Ar-
queológica Israelí bajo la
NIR ELIAS / REUTERS / GTRES
EN MOTZA se han hallado, entre otros objetos,
útiles fabricados con herramientas de pedernal,
distintos tipos de armas (como las de la
imagen inferior): puntas de flechas, hachas,
cuchillos..., objetos de culto y estatuillas tanto
antropomorfas como zoomorfas. Las tumbas
contenían ajuares funerarios compuestos tanto
por elementos de uso diario como objetos de
lujo: conchas del mar Rojo y el Mediterráneo,
brazaletes de piedra e incluso objetos de
direción de Hamoudi Kha- obsidiana de Anatolia, lo que sugiere la
existencia de comercio a larga distancia.
lail y Jacob Vardi, han
exhumado viviendas y edi-
ficios públicos y religiosos
separados por estrechos
callejones. Algunas de estas
construcciones eran alma-
cenes que contenían gran-
des cantidades de semillas
de legumbres. También han
aparecido huesos de anima-
les, sobre todo, de ovejas.
Esto hace pensar que sus
habitantes practicaron la
NIR ELIAS / REUTERS / GTRES
agricultura intensiva y se
especializaron en la domes-
ticación, dejando cada vez
más de lado la caza.
 CONVOCA EL NUEVO CONCURSO FOTOGRÁFICO 2019
H2OCEAN
PATROCINADO POR

SUMÉRGETE Y PARTICIPA EN EL CONCURSO FOTOGRÁFICO DE RBA EN

NATIONAL GEOGRAPHIC Y LLÉVATE LOS MEJORES RELOJES SUMERGIBLES

El concurso H2Ocean que convoca RBA, PREM IO DEL J URADO

licenciataria de National Geographic en Es- El primer premio, un reloj
SEIKO PROSPEX SPB101J1,
paña, está patrocinado por Prospex #Dis- será otorgado por un jurado
coverYourPlanet de Seiko, una campaña cualificado compuesto por el
que anima a las personas a explorar el plane- director y el equipo de redacción
ta, a descubrir las maravillas de nuestros de National Geographic España
océanos y a tomar conciencia de la importancia de su conser- y reconocidos fotógrafos colabo-
radores de la revista.
vación. Durante la acción #DiscoverYourPlanet de Prospex
nos acompañará Fabien Cousteau, nuestro embajador y líder TRES PREM IOS POR
del Instituto Educativo Centro de Aprendizaje Oceánico, una V OTACI ÓN POPULAR
organización que vela por el desarrollo de iniciativas globales Además, por votación popular
destinadas a la preservación de los mares. Seiko dona una on line se elegirán tres finalistas
que serán premiados con los
parte de los beneficios de la colección Prospex Save The relojes de la colección Save the
Ocean a esta organización. A través de H2Ocean, descubra- Ocean SRPD23K1, SRPD21K1
mos juntos nuestro planeta: #DiscoverYourPlanet. y SSC741P1.

Consulta las bases del concurso en www.nationalgeographic.com.es/h2ocean

¡INSCRÍBETE A PARTIR DEL 21 DE JUNIO!
ACTUALIDAD
ANTIGUA GRECIA
La vieja Atenas,
bajo el Museo
Abren al público los restos arqueológicos que
hay debajo del Nuevo Museo de la Acrópolis
C
on motivo de la
celebración de
los diez años de la
inauguración del
Nuevo Museo de la Acró-
polis, situado a los pies de
la colina sagrada de Atenas,
las autoridades griegas aca-
ban de abrir al público las
ruinas de la antigua ciudad
que se extienden bajo los
cimientos del edificio. Es-
tas ruinas se descubrieron
entre 1997 y 2004, durante
las obras de construcción
de una estación de metro y
la excavación de los cimien-
tos del nuevo edificio que ha
VISITANTES del Nuevo Museo
de la Acrópolis observan los
restos arqueológicos que se
extienden bajo el edificio.
A. KONSTANTINIDIS / REUTERS / GTRES
LOS ARQUEÓLOGOS saben desde hace tiempo
que las faldas de la Acrópolis (en la imagen)
ocultan un gran tesoro arqueológico, prueba
de una ocupación humana ininterrumpida.
Así lo prueban los cimientos del Nuevo Museo
de la Acrópolis, donde podemos observar
desde vestigios del siglo V a.C. hasta edificios
de época medieval, época en que se alternan
períodos de actividad con épocas de abandono.
Capas y capas de restos arqueológicos que son
sustituido al antiguo museo, un testimonio impagable de la vida en Atenas
durante milenios.
situado en lo alto de la Acró-
polis y mucho más pequeño.
Las obras parecieron eter-
nizarse debido a la gran can-
tidad de vestigios que fue-
ron surgiendo: restos de
templos, casas, baños pú-
blicos, talleres de cerámica,
pozos, tumbas... Todos estos
espacios ocupan cuatro mil
metros cuadrados, y su cro-
nología va desde los siglos
S. BORISOV / ALAMY / CORDON PRESS
VI y V a.C. hasta la Edad
Media. Una parte de esta
vasta superficie es la que los
visitantes actuales tendrán
la suerte de admirar.

Los 1.500 kilómetros del
Camino de Santiago en Galicia
DIEZ RUTAS JACOBEAS POR TODA LA
GEOGRAFÍA GALLEGA QUE PERMITEN
DISFRUTAR DE LO MEJOR DE LOS
PATRIMONIOS CULTURAL Y NATURAL
E
l Camino Francés es, sin duda,
la ruta jacobea más conocida
y concurrida de los diez itine-
UDULRVRÀFLDOHVGHO&DPLQRGH
Santiago en Galicia pero los peregri-
nos llegan a Santiago cada vez más
repartidos entre una decena de vías de
peregrinación.
Los caminos del Norte y el Primitivo,
que junto con el Francés ostentan
la distinción de bien patrimonio de
la UNESCO, permiten peregrinar a
través de dos reservas de la biosfera
–la de Terras do Miño y la de Río Eo,
Oscos e Terras do Burón– y descubrir
dos de las cinco catedrales de Galicia,
una en Mondoñedo y otra en Lugo,
además de la Muralla de esta última
ciudad, declarada también bien patri-
monio de la UNESCO.
Desde el Sur, los caminos Portugués
y Portugués de la Costa atraviesan la
provincia de Pontevedra y convergen
en Redondela hasta Compostela. Des-
de Tui, una de las capitales del Antiguo
Reino de Galicia, que cuenta con otra
de las cinco catedrales de esta Comuni-
dad, el peregrino se encontrará también
con la bella ciudad de Pontevedra y, an-
tes de llegar a Santiago, con la histórica
villa de Padrón, ya en A Coruña.
Si se opta por el recorrido de la Costa,
desde A Guarda a Vigo, el mar se
hace omnipresente en el Camino con
enclaves tan interesantes como el
Monasterio de Oia, la villa de Baiona
y la ciudad de Vigo.
Para los que peregrinan desde el Este,
la Vía de la Plata y el Camino de
Invierno son dos rutas distintas al Ca-
mino Francés en las que se encuentran
hermosas villas y parte de los mejores
paisajes del interior de Galicia. Por la
Vía de la Plata se accede a Galicia por
A Mezquita y el peregrino podrá optar
por dos itinerarios: uno al norte que le
llevará por el Parque natural de O Inver-
nadeiro, y otro al sur que le permitirá
conocer villas tan históricas como Verín
y Allariz. Las dos rutas alternativas se
TURISMO DE GALICIA
unen cerca de la ciudad de Ourense,
capital termal de Galicia y urbe que
además de su Catedral destaca por su
PDJQtÀFRFDVFRKLVWyULFR
El Camino de Inverno es un recién lle-
gado al elenco de rutas jacobeas. Parte
del Camino Francés en Ponferrada y
se une a la Vía de la Planta en Lalín,
Pontevedra. Sus más de 200 kilóme- Camino del Norte en
tros de recorrido atraviesan la comarca
oriental de Valdeorras, las llanuras de Sobrado dos Monxes
Lemos y la Ribeira Sacra de O Miño,
para ascender hasta la Sierra de O
Faro, desde donde se obtiene una de
las mejores panorámicas del interior
de Galicia.
Y si uno llega por mar a los puertos
de Ferrol y A Coruña, también tiene
una alternativa para peregrinar a
Santiago de Compostela. Se trata del
Camino Inglés, que recorre la pro-
vincia coruñesa y tiene como origen
ambas ciudades: Ferrol, una ciudad
única cuyo desarrollo urbanístico se
debe a la Ilustración, y A Coruña, la
activa ciudad atlántica cuya Torres de
Hércules es uno de los patrimonios
mundiales de la UNESCO en Galicia.
Desde el mar también llega la Ruta El Camino Portugués en el
del mar de Arousa y Río Ulla, un
VLQJXODULWLQHUDULRPDUtWLPR\ÁXYLDO puente Rúa dos Francos (Teo)
que conmemora la llegada a Galicia,
por mar, del cuerpo del apóstol
Santiago tras su martirio en Jerusalén,
alrededor del año 44.
Y por último, el único camino
que parte de Santiago, el Camino
de Fisterra y Muxía, que es la
SODVPDFLyQPiVÀHOGHHVHKLVWyULFR
grito del peregrino, que exclama
¡Ultreia! (“¡Vamos más allá!”).
Es, efectivamente, más allá de la
meta, en Compostela —después de
haberse postrado ante los restos del
apóstol Santiago— cuando muchos
SHUHJULQRVGHFLGHQFRQRFHUHVWHÀQ
del mundo, y no dudan en superar
ORVVDFULÀFLRVGHODVGXUDVMRUQDGDV
pasadas para caminar ahora, al me- Camino de Fisterra y Muxía.
nos, cuatro o cinco días más. Praia Langosteira (Fisterra)
GRANDES INVENTOS
El ascensor
1852
a prueba de
accidentes
El estadounidense Elisha Otis creó un ascensor
de vapor que conquistó el mercado gracias a
su ingenioso sistema automático de seguridad
L
a idea de un mecanismo capaz
de transportar verticalmente
personas o cargas es muy an-
tigua. En la Grecia y la Roma
antiguas se encuentran dispositivos
que cumplían esa función: en el Coli-
seo de Roma, por ejemplo, se utiliza-
ban para subir a los gladiadores desde
los sótanos hasta la arena.En períodos
más recientes hay diversas referen-
cias al uso de elevadores en edifi-
caciones palaciegas. Pero se trataba
de mecanismos muy básicos,a base de
sencillas poleas o transmisiones por
tornillo, y la fuerza motriz era animal.
ASCENSOR OTIS DE LA TORRE EIFFEL,
EN UN GRABADO DE 1889.
AKG / ALBUM
Ya en el siglo XIX, en las décadas
de 1830 y 1840, surgieron en Ingla-
terra y Estados Unidos los primeros
ascensores de pasajeros impulsados
con un motor de vapor. Sin embargo,
tenían un grave problema: para sos-
tener la cabina se utilizaban cuerdas
de cáñamo, y resultaba relativamente
frecuente que estas cuerdas se rom-
pieran,matando o dejando gravemen-
te heridos a los pasajeros. A pesar
de que se introdujeron cuerdas más
resistentes,la desconfianza de la gen-
te persistía, alentada por las trágicas
noticias de los periódicos.
Primero, la seguridad
Todo cambió gracias al inventor es-
tadounidense Elisha Graves Otis.
Nacido en Vermont en 1811, Otis tra-
bajó en la manufactura de carruajes
y caravanas, y luego como maestro
mecánico en una fábrica de armazones
de cama. En 1852 recibió el encargo de
crear una nueva factoría en Yonkers
(estado de Nueva York),y fue entonces
cuando ideó un ascensor provisto de
un sistema automático de seguridad:
unos rieles dentados que frenaban la
cabina en caso de que el cable de suje-
ción fallara. Viendo las posibilidades
de su invento,dejó la fábrica y creó una
empresa de ascensores en la misma
ciudad. Pero en los siete primeros
meses de existencia de su estable-
cimiento tan sólo colocó un aparato.
SCI
EN
CE
SO
RC
U
E/
AL
BU
M
ELISHA G. OTIS (1811-1861), INVENTOR
Y EMPRESARIO NORTEAMERICANO.
Entonces recibió una invitación
para mostrar su invención en una
importante exposición industrial
que se celebraba en Nueva York, en
un gran edificio denominado Crystal
Palace (a imitación del de la Exposi-
ción Universal de Londres de 1851). En
una demostración llena de teatralidad,
Otis cargó la plataforma al máximo,
se subió a ella, mandó elevarla y luego
ordenó cortar la cuerda que la sujeta-
ba. La multitud se quedó sin aliento y,
como si de un espectáculo de magia se
tratara, rompió en aplausos entusias-
mada al contemplar cómo la platafor-
ma sólo descendía unos centímetros
antes de quedar bloqueada. Mientras,
Otis tranquilizaba a la sorprendida
multitud con el grito: «¡Todo a salvo
caballeros, todo a salvo!».
Moverse en altura
El éxito de la demostración del Crys-
tal Palace dio alas a la invención de
Otis y a la empresa que había fundado
junto con sus dos hijos, la Otis Eleva-
tor Company. En una época en que los
edificios urbanos se hacían cada vez
más altos, el ascensor con medidas
de seguridad de Otis se convertiría
en un componente vital de la edifi-
cación en altura. En 1857, la compañía
Otis instaló el primer ascensor de
vapor con freno de seguridad de uso
público en un gran almacén de cinco
plantas de Broadway.
 El cable de
sujeción de la
cabina (1) se
conectaba a una
ballesta elástica,
(1) que se mantenía
estirada debido
a la tensión del
cable. Cuando
éste se rompía,
la ballesta se cur- REGULADOR DE UN ASCENSOR OTIS
vaba hacia abajo DE FINALES DEL SIGLO XIX. TORONTO.
STEVE RUSSELL / GETTY IMAGES
(2) y empujaba
a dos bielas en
forma de L (3),
haciéndolas EL RETO DEL
(3)
(2) girar ligeramen-
te, con lo que se
TRANSPORTE
engranaban en
los raíles denta-
VERTICAL
dos laterales y se 1803
frenaba la caída Se construye en Inglaterra
de la cabina. un ascensor de uso industrial,
el teagle, de William Strutt.

1852
Otis diseña su ascensor,
que presenta en 1854 en la
Exposición de Nueva York.

1872
Otis instala en Nueva York el
primer ascensor accionado
mediante sistema hidráulico.

1878
El alemán Siemens construye
el primer ascensor eléctrico
de engranajes.
BETTMANN / GETTY IMAGES

PATENTE DEL ASCENSOR DE OTIS. 1861

DEMOSTRACIÓN del mecanismo de seguridad del ascensor Otis.

Elisha Graves Otis falleció en 1861, instaló el ascensor hidráulico que

sólo tres meses después de que la
Oficina de Patentes de Estados Uni-
dos le concediera la patente por su
«Aparato de elevación mejorado».
No tuvo tiempo de ver, pues, cómo
su ascensor con medidas de segu-
ridad revolucionó la arquitectura
de las grandes ciudades. En 1872, su
compañía instaló en Nueva York el
subía hasta la segunda planta de la
torre Eiffel. Consistía en una cabina
de dos pisos, con la singularidad de
que el ascenso se realizaba por raíles
inclinados. Otro ascensor, en este ca-
so construido por Édoux, conectaba
la segunda planta con la tercera. Se
trataba de un logro sin precedentes:
ascensores capaces de alcanzar los
SPL / AGE FOTOSTOCK

primer ascensor hidráulico, tecnolo- 276 metros de altura.

gía que se generalizaría rápidamente ISAAC LÓPEZ CÉSAR
en sustitución del vapor. Y en 1889 UNIVERSIDAD DE LA CORUÑA
PERSONAJE SINGULAR

Paulina, la indomable
del clan Bonaparte
Excepcionalmente bella, frívola, pero a la vez generosa y leal, Paulina desafió las convenciones
de su época y la autoridad de su hermano Napoleón coleccionando amantes y aventuras

S
egún Napoleón, su hermana de su familia y le permitió olvidar to-

Una Paulina fue «la mujer más

hermosa de su tiempo y la
da penuria económica para codearse
con la alta sociedad de la Provenza.
enamorada mejor de las criaturas vi- A pesar de su juventud, Paulina ya

errante vientes». No le faltaban ra-

zones para llegar a tal conclusión. Su
1797 belleza quedó sobradamente reflejada
por artistas como el escultor Cano-
A los 16 años, Paulina va o los pintores Benoist o Lefèvre.
Bonaparte se casa
con el general Leclerc. De su talante leal y generoso da fe su
Un año después nace voluntad de acompañarle en su pri-
el primer hijo de la pareja. mer destierro en Elba y las muchas
cartas con las que alivió sus años de
1802 soledad y exilio en Santa Elena.
La vida de Paulina Bonaparte tuvo
Acompaña a su esposo
a Haití, donde éste debe mucho de aventura. Había nacido
sofocar una rebelión y el 20 de octubre de 1780 en Ajaccio
acaba muriendo víctima (Córcega), sexta de los ocho hijos del
de la fiebre amarilla.
abogado y político Charles Marie
Bonaparte y Maria Letizia Ramolino.
1803 Las veleidades políticas de su padre,
implicado en la causa nacionalista
Se traslada a Roma
después de contraer de Córcega, acabaron con la buena
matrimonio con Camillo situación económica de la familia.
Borghese, al que traiciona
con infinidad de amantes. En 1793, cuando sus hermanos Jo-
sé y Napoleón concluyeron su
formación militar en París, la
1815 familia se instaló en Marsella
Tras el destierro de buscando nuevos horizontes.
Napoleón a Santa Elena, Fue sin duda el prestigio mili-
regresa a Roma, pero
no se le permite visitar tar adquirido por Bonaparte lo
a su hermano. que facilitó el ascenso social
ORONOZ / ALBUM
frecuentaba la compañía de los cama-
radas de su hermano. Tras un fracasado
idilio con Junot, Napoleón la reclamó
a su lado en Milán para romper su re-
lación con el veterano revolucionario
Louis Marie Stanislas Fréron. En la ciu-
dad italiana conoció a Charles Leclerc,
uno de los hombres de confianza del
futuro emperador. Con su beneplácito,
contrajeron matrimonio el 14 de junio
de 1797 y un año después nació el úni-
co hijo de la pareja, Dermide. Pero el
matrimonio no impidió que Paulina
se sumiera en una espiral de fiestas y
frivolidad en la que no brillaba preci-
samente por la fidelidad a su esposo.
Primera dama de Haití
En 1801, Napoleón decidió reprimir
el levantamiento insurgente de Haití,
acaudillado por Toussaint Louverture,
y para ello envió al Caribe a su cuñado
Leclerc al mando de 20.000 soldados.
Aun en contra de su voluntad, Pauli-
na hubo de acompañar a su esposo
junto con el pequeño Dermide. Una
vez en Port-au-Prince, la capital de la
isla, supo brillar como lo había hecho

1925
Al poco tiempo de
En Haití convirtió su mansión en
haberse reconciliado un hospital para los afectados por
con su esposo, Paulina
muere víctima de un la epidemia de fiebre amarilla
cáncer fulminante.
EMPUÑADURA DE LA ESPADA DE CAMILLO BORGHESE, SEGUNDO ESPOSO DE PAULINA.

en París en sus primeros tiempos de
recién casada. De fiesta en fiesta, sin
tener que soportar la crítica mirada de
su hermano, se convirtió en el eje
de la vida social de la colonia francesa.
Muy distinta fue la situación de
Leclerc, quien no sólo hubo de en-
tregarse a reprimir la rebelión, sino
que contempló impotente cómo la
fiebre amarilla diezmaba sus tropas.
Fue la primera vez que Paulina tuvo
ocasión de mostrar su buen corazón.
Convirtió su mansión en un hospi-
tal de campaña, se puso al frente del
mismo y obligó a hacer otro tanto a
quienes habían frecuentado sus sa-
lones en busca de diversión. La trage-
dia, además, iba a golpearla de cerca.
En noviembre de 1802, Leclerc se
contagió y murió, y Paulina regresó a
Francia junto con Dermide y el cuerpo
embalsamado de su esposo.
Tras organizar las exequias fúne-
bres en memoria de su marido, Pau-
lina guardó las formas el tiempo que
señalaba el protocolo. Pero no estaba
hecha para ser una viuda eternamente
envuelta en lutos y no tardó en iniciar
una extensa colección de amantes
entre los que destacó François Tal-
BAÑOS DE
LECHE A
DIARIO
LAS EXTRAVAGANCIAS de Pauli-
na Bonaparte la convertían en
la comidilla del «todo París»,
que comentaba escandalizado
sus excéntricas costumbres.
Se decía que se daba baños de
leche a diario para blanquear
su tez o que recibía a las visi-
tas cubierta únicamente con
un sutil peinador. También se
explicaba que hacía perforar
los techos de las casas donde
se alojaba (fueran o no su re-
sidencia) para improvisar una
ducha sobre su habitación.
Pero sin duda el rumor más
grotesco era el que asegura-
ba que se calentaba los pies en
CHRISTOPHE FOUIN / RMN-GRAND PALAIS
los escotes de dos mulatas que
había traído con ella de Haití.
PAULINA BONAPARTE JUNTO A UN BUSTO DE
SU HERMANO NAPOLEÓN. RETRATO DE ROBERT
LEFÈVRE. PALACIO DE VERSALLES.
ma, un actor muy popular entonces
en París, con lo que el escándalo se
hizo inevitable.
Un príncipe italiano
Por entonces, Napoleón ya había em-
prendido la carrera hacia el imperio.
Consciente de que para conseguir
sus fines era necesario mantener una
reputación intachable, vio en la con-
ducta de Paulina un obstáculo a tener
en cuenta. A fin de cortar de raíz la
escandalosa trayectoria amorosa de
su hermana, decidió buscarle un ma-
rido que refrenara sus impulsos y le
 PERSONAJE SINGULAR

VILLA PAOLINA. Fue la

residencia de Paulina
Bonaparte en Roma. Hoy en
día es la embajada francesa
ante la Santa Sede.
RAFFAELLO BENCINI / ALINARI / AGE FOTOSTOCK

confiriese una cierta respetabilidad.
Si, además, el matrimonio la alejaba
de París, mejor que mejor.
En el horizonte se perfiló la figura
del príncipe Camillo Borghese, un jo-
ven de 28 años residente en Roma y
poseedor de una gran fortuna.El trato
pareció satisfacer a Bonaparte, ya que
garantizaba a su díscola hermana el
tratamiento de principessa, una anua-
lidad de 70.000 francos, propiedades
y un amplio personal de servicio a su
disposición. Sin embargo, Paulina no
estaba dispuesta a abandonar París.
Pero la autoridad de Napoleón no se
discutía y,tras la boda,recibió la orden
de trasladarse de inmediato a Roma
en los siguientes términos: «Señora
princesa de Borghese: se aproxima la
mala estación. Los Alpes se cubrirán
de hielo, por lo que debéis poneros
en camino hacia Roma. Os ruego que,
una vez allí, os distingáis por vuestra
dulzura. Se espera más de vos que de
cualquier otra persona. Debéis adapta-
ros a las costumbres de vuestro nuevo
país y no pronunciar jamás la frase:
“En París esto es mejor”».

Amoríos en Roma
En la Ciudad Eterna, reemprendió la
AMIGA DE LAS JOYAS carrera de amoríos y diversión que
había dejado en París. Borghese acep-
YA EMPERADOR, Napoleón otorgó a Paulina un pe- tó tal comportamiento sin rechistar.
queñoestadodediezkilómetroscuadrados.Ofen- Era consciente de que no podía darle
dida por lo que consideraba un agravio respecto a su esposa lo que ella tanto parecía
a sus hermanos, vendió su nueva posesión y con necesitar. La razón era sencilla: a
el dinero obtenido compró tal cantidad de trajes y pesar de su juventud, Camillo
joyas que su hermano la bautizó como Nôtre Dame Borghese era impotente.
des Colifichets (Nuestra Señora de los Perifollos). OR La vida de Paulina en
ON
OZ
PANTUFLAS DE PAULINA BONAPARTE. MUSEO NAPOLEÓNICO, ROMA. / AL Italia se vio ensombreci-
BU
M
da por la muerte de su hijo

VISITA
EL HOGAR DE LOS
MAESTROS
FLAMENCOS
Visitar Flandes es revivir la vida e
historia de Bruegel, Rubens y Van
Eyck, los grandes Maestros Fla-
mencos que, desde el S. XV hasta
finales del XVII, elevaron la región
flamenca a la vanguardia del
mejor arte en Europa Occidental.
La huella de estos pintores sigue
viva en sus calles y en numerosos
edificios como palacios renacen-
tistas, casas barrocas y lugares
donde vivieron y trabajaron.
Pasear por Flandes es rememorar
un pasado histórico y convertir el
viaje en una experiencia impac-
tante e inolvidable.
La inspiración de Rubens
El gran legado barroco de Pedro
Pablo Rubens sigue siendo el
orgullo de Flandes y de Amberes,
ciudad donde vivió la mayor parte
de su vida. Más de cincuenta de
sus obras se exhiben en distintos
museos e iglesias. La Catedral y la
Casa Rubens son de visita obligada.
Ruta por las exposiciones
de los Maestros
Si Amberes dedicó el año
pasado un festival cultural a
Rubens, este año varias lo-
calidades de Flandes y Bru-
selas conmemoran el 450 ani-
©Antwerpen Rubenshuis collectiebeleid
versario de la muerte de Bruegel,
con exposiciones diversas e irrepe-
tibles. La Real Biblioteca de Bélgi-
ca de Bruselas ofrece la interesan-
te muestra de grabados “Bruegel
en blanco y negro”. También en
Bruselas, en el majestuoso Dynas-
tiegebouw, se puede visitar una
impresionante exposición mul-
www.maestrosflamencos.com
Publirreportaje
La imaginación de Bruegel
Pieter Bruegel el Viejo fue uno
de los artistas flamencos más
destacados del S. XVI. Pintor
innovador, modernizó el arte
paisajista de su época. Su obra
puede visitarse de forma perma-
nente en los Museos Reales de
Bellas Artes de Bruselas -pintu-
ras y vídeos fascinantes-, y en el © Artoria
Museo Mayer van den Bergh de
Amberes.
El óleo de Van Eyck
Considerado el padre de la pintura
al óleo, Jan van Eyck revolucionó
la pintura de Flandes a principios
del siglo XV. Pasear por Brujas
permite seguir sus huellas a
través de su legado. Su obra más
famosa es el retablo de la Cate-
dral de San Bavón de Gante “La
Adoración del Cordero Místico”,
actualmente en restauración, que
podrá visitarse el año que viene © KBR
en todo su esplendor.
timedia sobre su obra.
Este otoño hay previstas
más propuestas sobre
Bruegel en Amberes.
Y del 1 de febrero al 30
de abril de 2020, Gante in-
augura, en el MSK, la mayor ex-
posición dedicada a Van Eyck,
“Van Eyck. Una revolución ópti-
ca” que se completa con un abani-
co cultural de eventos en la ciudad,
enmarcados dentro del programa
“OMG! Van Eyck was here” que
durará todo el año.
© www.lukasweb.be

Dermide, que entonces tenía seis años,
y dio un nuevo giro con la irrupción de
un pintor noble de origen provenzal,
Auguste de Forbin. La relación entre
ambos pareció la de una mecenas con
su artista hasta que la princesa Borg-
hese escapó con su protegido a sus
posesiones en Francia.
El marido burlado acudió a Napo-
león, que puso fin al romance llamando
a Forbin a su lado y concediéndole el
título de barón del Imperio. Al mis-
mo tiempo escribió a Paulina: «Si te
obstinas en llevar esa clase de vida, no
cuentes conmigo. Yo no te acogeré sin
que antes ceses los desacuerdos con
tu marido. Ponte de acuerdo con el
príncipe, y procura vivir como corres-
ponde a mi nombre y a tu alcurnia».
Paulina no le obedeció. Roto su ma-
trimonio con Borghese, posiblemente
sintiéndose aún más libre, Paulina
aumentó su nómina de amantes con
un director de orquesta, Félix Blangini;
VENUS VICTRIX. Paulina posó
semidesnuda para esta escultura
de Antonio Canova. Palacio
Borghese, Roma.
SCALA, FIRENZE
un comandante de húsares, Armand Tras la muerte de Bonaparte en
de Canouville; un capitán de dragones, 1821, Paulina consiguió la mediación
Achille Torteau de Septeuil; un mili- del papa para que Camillo Borghe-
tar, el mayor Duchaud… Hasta que el se le otorgara el perdón. Retirada a
único hombre al que Paulina fue fiel, su mansión romana, pareció olvidar
su hermano Napoleón, la necesitó. todo tipo de frivolidad hasta que un
cáncer fulminante acabó con su vida
Entregada al emperador cuando sólo contaba 44 años. Había
Tras la ocupación de París por sus pedido ser enterrada junto a su primer
enemigos en 1814, Napoleón fue des- marido y su hijo Dermide en Francia,
terrado a la isla de Elba. Aquellos a los pero Borghese decidió sepultarla en
que había aupado a la gloria, incluidos el panteón familiar de la basílica ro-
sus propios parientes, parecieron ol- mana de Santa Maria Maggiore. Allí,
vidarlo, y tan sólo Paulina le visitó en entre papas y príncipes, descansa
su destierro. Aún más: cuando Na- eternamente la Venus Imperial que
poleón huyó de Elba y volvió a París, inmortalizó Canova.
su hermana no dudó en entregarle los
valiosos diamantes Borghese para cos- MARÍA PILAR QUERALT DEL HIERRO
HISTORIADORA
tear la campaña de Waterloo. Luego,
cuando la derrota ya era incontestable,
Paulina insistió ante Metternich para Para ENSAYO
que le permitiera compartir con Na- saber Paulina Bonaparte
Geneviève Chastenet.
poleón el exilio de Santa Elena, pero más Editorial Javier Vergara,
Buenos Aires, 1998.
nunca obtuvo el permiso para hacerlo.
ANIMALES EN LA HISTORIA
El bisonte,
víctima del
hombre blanco
A finales del siglo XIX, el bisonte americano, sustento
durante siglos de los indios de las praderas, fue
prácticamente exterminado por cazadores profesionales
C
uando en 1540 Vázquez de
Coronado se adentró por
tierras de Nuevo México,
Texas, Kansas, Arizona
y Nevada –en lo que fue la prime-
ra expedición oficial documentada
al interior del actual Estados Uni-
dos–, se quedó admirado ante las
ingentes manadas de toros peludos
que merodeaban libremente por las
llanuras. Uno de los acompañantes
de Coronado, Pedro Castañeda de
Nájera, en el relato que dejó de la
expedición, describió de este modo
UN COLONO
DESUELLA UN
BÚFALO QUE
ACABA DE CAZAR.
ALAMY / CORDON PRESS. COLOR: JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ
el animal: «Es animal feo y fiero de
rostro, y cuerpo. Huye de los caballos
por su mala catadura o por nunca
los haber visto».
Castañeda estaba describiendo
al bisonte americano, aunque él
lo bautizó con el nombre de cíbolo
o cíbola, tomado de los indios zuñi,
una de las tribus autóctonas de la
zona. Curiosamente, en el español de
Nuevo México, cibolero es el cazador
de bisontes. Curiosamente también,
Cíbola fue asimismo el primer nom-
bre que utilizaron los españoles para
referirse a todo el territorio antes de
que pasara a llamarse Nuevo México.
La palabra cíbola para definir a estos
imponentes animales no prosperaría.
Sería el término búfalo, del francés
boeuf, buey, el que se generalizaría
gracias a los exploradores franceses
del nuevo continente.
Ya los primeros exploradores es-
pañoles se dieron cuenta de la im-
portancia que tenía el bisonte para
la economía de subsistencia de gran
parte de las tribus indias. «No tienen
sus dueños otra riqueza, ni hacienda
–escribió Castañeda–; dellos comen,
visten, calzan, y hacen muchas cosas
de los cueros, casas, calzado, vestidos
y sogas; de los huesos, punzones; de
los nervios, y pelos, hilo; de los cuer-
nos, buches, y vejigas, vasos; de las
boñigas, lumbre». Y así siguió siendo
hasta que, a mediados del siglo XIX,
AC
I
BUFFALO BILL, NOMBRE CON EL QUE SE CONOCIÓ
A WILLIAM FREDERICK CODY. GRABADO DE 1890.
las Grandes Llanuras se vieron inva-
didas por miles de colonos de origen
europeo que acabaron haciendo invia-
ble el modo de vida tradicional de los
indios, y en particular su economía
basada en la caza del bisonte.
Los colonos fueron ocupando cada
vez más tierras para dedicarlas a la
agricultura y la cría de ganado vacuno,
lo que redujo drásticamente el terri-
torio donde pastaban los bisontes.
Además, el nuevo ganado importado
desde Europa traía consigo enfer-
medades para las que los bisontes
americanos no estaban preparados.
Matanza industrial
El ejército estadounidense, por su
parte, impulsó el exterminio de la
población de bisontes como parte de
su estrategia de sometimiento de las
tribus indias: su propósito era acabar
con el elemento básico de la economía
de los indios nómadas para forzar su
reclusión en reservas. En 1869, el ge-
neral Sherman declaró que «el modo
más rápido de obligar a los indios a
asentarse era enviar a diez regimien-
tos de soldados a las llanuras con
la orden de disparar a los búfalos hasta
que fueran demasiado escasos para
mantener a los pieles rojas».
Sin embargo, este exterminio no lo
llevaron a cabo los soldados, sino los
cazadores profesionales de bisontes.
Algunos trabajaban para las compa-

ALAMY / CORDON PRESS
ñías de ferrocarril, que compraban la
carne para alimentar a sus trabajado-
res. Buffalo Bill, por ejemplo, mató
más de 4.000 bisontes entre 1867 y
1868, los dos años en que estuvo con-
tratado por la Union Pacific Railroad.
Aún más importante fue el desarrollo,
a partir de 1870, de una industria de
curtido de pieles de bisonte, con las
que se hacían correas de maquinaria y
botas. Miles de tiradores se dedicaron
entonces a matar bisontes para sa-
tisfacer esta demanda. Armados con
fusiles de largo alcance (los preferidos
eran los Sharp), se apostaban a 150
metros de las manadas y disparaban
a los pulmones de los animales para
abatirlos de un solo disparo. Cada
cazador mataba entre 25 y 50 bisontes
al día, tantos como podían despellejar
los miembros de su equipo. Luego, los
paquetes de pieles eran enviados en
tren a las factorías del este del país.
En apenas una década, el bisonte
de Norteamérica fue prácticamente
exterminado. Si en el siglo XVIII
había unos 30 millones de ejempla-
res, en 1889 quedaban tan sólo 541.
ESTA IMAGEN tomada hacia
mediados de la década de 1870
muestra una impresionante pirámide
de cráneos de bisonte, que se
aprovechaban como fertilizante.
Paradójicamente, el mismo Buffalo
Bill ya advirtió de que había que pro-
teger a estos animales porque se les
estaba llevando a la extinción. Los
programas de protección y de rein-
troducción del bisonte han mejorado
la situación y hoy existe alrededor de
medio millón de reses, aunque sólo
15.000 de estos ejemplares viven li-
bres en la Naturaleza, no confinados,
pastando a sus anchas por los parques
nacionales de Estados Unidos.
FERNANDO MARTÍN PESCADOR
HISTORIADOR
UNA BALLENA pasa
por encima del cable
submarino que el buque
Agamemnon tiende
para conectar Europa
y América en 1858.
Acuarela del siglo XIX.

ARTOKOLORO / AURIMAGES

El cable submarino que

conectó dos continentes
En 1858 se logró tender a través del Atlántico un cable telegráfico para comunicar Europa
y América, pero sólo funcionó tres semanas. En 1866, otro más resistente lo reemplazó

E
n 1840, las comunicaciones
telegráficas terrestres esta-
ban plenamente extendi-
das, tanto en Europa como
en Estados Unidos. La idea
de un cable telegráfico transatlántico
que permitiera conectar el Viejo y el
NuevoMundosurgiótanprontocomo,
en 1842, Samuel Morse comenzó una
serie de experimentos para el tendido
decablessubmarinos.Alañosiguiente,
en una carta dirigida al secretario de
Hacienda de EE. UU., el propio Morse
afirmaríaque«esposibleunacomuni-
cacióntelegráficaatravésdelAtlántico.
Por sorprendente que parezca, llegará
un día en que este proyecto se realice».
Elprimercabletelegráficosubmari-
no conectó FranciaeInglaterra en 1850
a través del estrecho de Dover.A pesar
de que se rompió al poco tiempo, am-
bos países volvieron a ser conectados
al año siguiente.Otros cables subma-
rinos fueron tendidos en Inglaterra,
Irlanda o el Mediterráneo, de modo
que en 1858 había más de 30 líneas
sumergidas, siendo la más larga la del
mar Negro, de 574 kilómetros.
Demostrada la viabilidad de la tele-
grafía submarina, y viendo sus ventajas
frente al correo tradicional –una car-
ta entre EE. UU. y Europa tardaba en
llegar unos diez días–, el proyecto de
lanzar un cable a través del Atlántico se
retomó activamente. El desafío no era
menor: tender unos 4.000 kilómetros
de cable a profundidades que alcanza-
ban los 4.000 metros. La topografía
marina era determinante, pero afortu-
nadamente ésta era conocida gracias al
mapa topográfico del Atlántico Norte
que se había realizado unos años antes.

¿UNA MESETA O UNA CORDILLERA?
EL TRAYECTO elegido para desple-
gar el cable telegráfico (arriba) se
basó en los trabajos de sondeo del
Atlántico Norte realizados durante
los primeros años de la década de
1850 por dos oficiales de la Ma-
Los promotores del proyecto fueron
el ingeniero de telégrafos Frederick
Newton Gisborne, Samuel Morse y el
empresario Cyrus West Field, creador
de la Atlantic Telegraph Company. Los
trabajos serían sufragados mediante la
venta de acciones de dicha compañía,
tanto en Inglaterra como en Estados
Unidos. El gobierno británico colabo-
ró económicamente y, además, cedió
los barcos necesarios para el tendido.
Una empresa manufacturó un ca-
ble compuesto por
siete alambres
de cobre, re-
cubierto con
tres capas
El primer cable submarino
internacional conectó
Inglaterra con Francia en 1850
CYRUS WEST FIELD, UNO DE LOS IMPULSORES DEL CABLE TRANSATLÁNTICO.
LA
A
MY
/A
CI
rina de Estados Unidos, John M.
Brooke y Matthew F. Maury. Am-
bos llegaron a la conclusión de que
existía un corredor profundo llano y
libre de obstáculos entre Irlanda y
Terranova, ideal para alojar un cable
de gutapercha –un aislante natural
obtenido del látex del árbol palaquium,
originario del archipiélago indomala-
yo– y blindado con una espiral de hilos
de acero. El diámetro total del cable
era de tan solo 1,75 centímetros, lo
que permitía una gran flexibilidad. Al
mismo tiempo, estaba calculado para
poder ser sumergido verticalmente
en el agua seis millas sin romperse.
Dos intentos fallidos
En la primavera de 1857, dos barcos de
guerra modificados, el USS Niagara y el
HMS Agamemnon, cargaron cada uno
la mitad del cable, que empalmarían
en medio del océano. A partir de ese
HECHO HISTÓRICO
UM EST
R M IPSSUM
LORE
LO ES
E
GRANGER / ALBUM
sumergido. En realidad, la supues-
ta «meseta telegráfica» –como la
bautizó Maury– es una zona acci-
dentada de montes y valles subma-
rinos, cuya profundidad varía entre
los 700 y los más de 4.000 metros.
punto, el Agamemnon debería desen-
rollar cable navegando hacia la bahía
de Valentia Island (Irlanda), mien-
tras el Niagara iría sumergiendo cable
en dirección a la bahía de Trinity, en
Terranova. El 11 de agosto de 1857,
cuando el Niagara se encontraba en una
zona con una profundidad de 3.600
metros, uno de los ingenieros a bordo
observó como se partía el cable al ele-
varse el buque durante un fuerte oleaje.
Se perdieron unos 650 kilómetros de
tendido, la misión se interrumpió y
los barcos se retiraron.
A pesar de este fracaso inicial, la
Atlantic Telegraph Company encargó
la fabricación de más cable y, una vez
cargado en los barcos, éstos partieron
de nuevo. El 26 de junio de 1858, en
medio de una dura tormenta, am-
bos buques consiguieron realizar el
empalme y tender 74 kilómetros de
cable. Sin embargo, el cable se partió
en las profundidades del mar. Dos
días después volvieron a realizar el
HECHO HISTÓRICO
EL CABLE de la bodega debía
desenrollarse a medida que
el barco avanzaba para sacarlo
por la borda y depositarlo
en el lecho marino.
empalme, pero el cable se rompió
dos veces mientras se tendía desde
el Niagara. En la noche del 29, el cable
se volvería a romper cuando se estaba
sumergiendo desde el Agamemnon
y cuando los barcos se encontraban
a más de 500 kilómetros de distan-
cia entre ellos, lo que obligó a ambas
embarcaciones a regresar de nuevo a
Irlanda sin acabar su misión.
COBRE Y GOMA
EL CABLE tendido en 1866 se componía
de un núcleo de siete hilos de cobre
cubiertos por una gruesa capa de
gutapercha que también envol-
vía los diez hilos de alambre más
gruesos de la parte más externa.
SECCIÓN DEL CABLE USADO EN 1866.
Cuando el escepticismo se había
ya apoderado de la opinión pública
y se dudaba seriamente del éxito del
proyecto, se realizó un nuevo intento.
Esta vez el Niagara y el Agamemnon
partieron de Irlanda acompañados
de otros dos buques. El 29 de julio de
1858 realizaron el empalme en un mar
en calma. Se separaron lentamente y,
día tras día, fueron desenrollando ca-
SPL / AGE FOTOSTOCK
AKG / ALBUM
ble en las profundidades de un océano
tranquilo. Continuamente enviaban
señales eléctricas a través del propio
cable para comprobar su integridad. El
miércoles 4 de agosto el Niagara atracó
en la bahía de Trinity y, casi al mismo
tiempo, el Agamemnon entraba en la
bahía de Valentia. La misión había sido
un éxito. Sólo quedaba conectar el ca-
ble transatlántico con la red terrestre.
Primeros mensajes
El primer mensaje telegráfico a tra-
vés del cable transoceánico se envió
desde Irlanda el 16 de agosto de 1858,
y decía: «Gloria a Dios en el cielo, paz
en la Tierra a los hombres de buena
voluntad». Después, la reina Victo-
ria de Inglaterra y el presidente de
los Estados Unidos James Bucha-
nan intercambiaron telegramas: «La
Reina está convencida de que el Presi-
dente compartirá con ella la ferviente
esperanza de que el cable, que ahora ya

conecta Gran Bretaña y Estados Uni-
dos, constituirá un vínculo adicional
entre las dos naciones, cuya amistad se
basa en el interés común y en su recí-
proca estima». Por su parte, Buchanan
envió un fervoroso mensaje: «Éste es
un triunfo más glorioso porque es mu-
cho más útil para la humanidad de lo
que un conquistador ha podido ganar
en un campo de batalla. Que el cable
transatlántico, bajo la bendición del
cielo, demuestre ser un vínculo de paz
y amistad perpetuas entre las naciones
afines, y un instrumento destinado
por la Divina Providencia para difundir
la religión, la civilización, la libertad
y la ley en todo el mundo».
Las celebraciones y los mensajes
exaltados se sucedieron. Nueva York
fue engalanada con banderas, se lanza-
ron fuegos artificiales y se iluminaron
los edificios. El cable fue considerado
por algunos como «la octava maravilla
del mundo». En el semanario america-
CON LA LLEGADA del cable
submarino a la bahía de Trinity,
en Terranova, el 4 de agosto
de 1858, culminó la conexión
telegráfica con América.
EVERETT / ALAMY / ACI
no Frank Leslie’s Illustrated Newspaper vamente inutilizado sólo tres semanas
podía leerse:«El cable telegráfico es después de su inauguración. Era el
un completo triunfo. Los mensajes ejemplo de una época en la que se
circulan libremente y no hay duda de afrontaban grandes desafíos sin con-
que en breve se podrá aumentar la ve- tar aún con el desarrollo tecnológico y
locidad de las transmisiones. No hace el conocimiento científico completos
falta recordar al público cuán pocos para abordarlos con garantía de éxito.
tenían fe, hace tan sólo un mes, en un No fue hasta 1866 cuando, tras va-
logro tan maravilloso». rios intentos y diversas dificultades,
el barco de vapor Great Eastern tendió
Un éxito efímero un nuevo cable transatlántico. Esta
A pesar de tan desbordante alegría, vez el cable era más grueso, con mejor
la realidad era que los mensajes se aislamiento y un mayor blindaje.
transmitían con una lentitud extrema. Alcanzaba una velocidad de comuni-
El mensaje de la reina Victoria tardó cación ochenta veces superior al cable
17 horas y 40 minutos en recibirse: se de 1858, y consiguió conectar por pri-
necesitaban dos minutos para trans- mera vez ambos continentes de forma
mitir una sola letra. En un intento por duradera y efectiva.
aumentar la velocidad de las comu- ISAAC LÓPEZ CÉSAR
nicaciones se comenzaron a aplicar UNIVERSIDAD DE LA CORUÑA
voltajes excesivos, lo que, junto con
la precariedad del diseño del cable, Para ENSAYO
The cable: the wire that
saber changed the world
acabó por deteriorarlo rápidamente, más Gillian Cookson. History Press, 2012.
hasta el punto de que quedó definiti-
 Entonces Thor, alzando su poderoso
martillo Mjölnir, convocó a todos los rayos y
les ordenó proteger a los hombres...
 Odín, el omnipotente creador
Thor, el indomable protector de los hombres
Loki, el astuto dios de la mentira
Descubre todas las sagas de los héroes y Dioses vikingos.
Por primera vez, una colección con las grandes novelas épicas que recogen
toda la genealogía y la fuerza de la mitología nórdica transmitida de generación
en generación a través de las Eddas.

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El mundo del hielo y la oscuridad enfrentado al mundo del fuego y la luz

en una lucha eterna abocada a la gran batalla final: el Ragnarök.

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DATO H I S T Ó R I CO
Los cañones, el
arma secreta del
reino nazarí
Los musulmanes fueron pioneros en la adopción de las
armas de fuego, llegadas de China. En España, los reyes
nazaríes las usaron en la defensa de Algeciras, en 1342
L
a pólvora fue inventada por
los chinos en torno al siglo IX.
Primero se empleó con fines
medicinales y lúdicos, aunque
pronto se le dio un uso militar, como
explosivo para accionar cañones y
lanzar bombas o granadas. En sus
primeros contactos con el Imperio
chino, los mongoles aprendieron
la técnica de fabricación de la pól-
vora y su uso militar, y consta que
emplearon armas de fuego contra
los húngaros en la batalla de Mohi
(1241). A través de los mongoles, el
conocimiento de la pólvora pasó a los
musulmanes del Próximo Oriente,
quienes, a su vez, lo trasladaron a los
sultanatos musulmanes del norte de
África. Fue así como el reino nazarí
de Granada –que desde mediados
del siglo XIII fue el único Estado
musulmán en la península ibérica–
desempeñó un papel destacado en
la introducción de las armas
de fuego en Europa.
E. TWEEDY / AURIMAGES
Aunque el escritor malagueño
Abd-Allah ibn al-Baytar ya men-
cionó la existencia de la pólvora y sus
efectos a mediados del siglo XIII, es
probable que no se utilizase con fines
militares hasta 1325, durante el sitio
de Huéscar (al noreste de Granada)
por el sultán nazarí Ismail I. Así lo
recoge Ibn-al-Jatib en su Historia
de los reyes de la Alhambra. Según el
historiador Ichoua Sylvain Allouche,
Ismail I utilizó un primitivo cañón
que impulsaba los proyectiles por
medio de la combustión de la pól-
vora. Sin embargo, es el asedio de
Algeciras, en 1342-1344, el que ofrece
mayores y más precisas referencias
al uso de artillería por los nazaríes.
En esa época, Algeciras era uno
de los baluartes del reino nazarí. Pa-
ra conquistar esta ciudad portua-
ria de unos 20.000 habitantes, y
cerrar definitivamente el paso a las
invasiones procedentes de la orilla
africana, Alfonso XI de Castilla or-
ganizó una gran campaña en la que
participaron tropas castellanas,
CAÑÓN PRIMIGENIO.
MINIATURA DE UN
CÓDICE DE FINALES
DEL SIGLO XIV.
UNIVERSIDAD DE
GOTINGA.
BOLAS DE CAÑÓN DEL
SIGLO XIV. CASTILLO
DE FOIX. GETTY IMAGES
aragonesas, navarras y portuguesas
(unos 15.000 hombres), así como
numerosos cruzados llegados desde
Francia, Inglaterra, Italia y Alemania,
además de las escuadras de Castilla,
Aragón y Génova.
«Truenos» temibles
En la Crónica de Alfonso XI, escrita
por Fernán Sánchez de Valladolid,
se hace mención explícita en varias
ocasiones de la pólvora y del empleo
por los defensores musulmanes de
Algeciras de un arma de fuego que
podría compararse a los cañones.
El cronista alfonsino denomina a
aquellos primitivos artilugios piroba-
lísticos con el nombre de «truenos»,
por el estruendo que producían al ser
disparados. También hace hincapié en
el daño que ocasionaban en los hom-
bres las «pellas de hierro» que lanza-
ban: «Et otrosí muchas pellas de hierro
que les lanzaban con truenos, de que
los omes avían muy grand espanto».
Cuenta también el cronista que
cuando estas bombas impactaban
en cualquier miembro del cuerpo
lo arrancaban como si lo hubieran
cortado con un cuchillo, y si algún
hombre era herido por ellas, al cabo
moría porque los proyectiles venían
ardiendo como fuego y con tanta fuer-
za «que pasaban a un hombre con
todas sus armas». Las palabras de
Fernán Sánchez vienen a demostrar

tanto el pavor que producía el uso de
los «truenos» entre los sitiadores
como el hecho de que el autor de la
crónica desconocía aquella arma,
que sólo acierta a nombrar por el
ruido que producía al ser empleada.
Eficacia limitada
En otro capítulo, Fernán Sánchez es-
cribe que los defensores lanzaban
muchos truenos y arrojaban «pellas
de hierro» muy grandes y tan lejos que
pasaban más allá de la hueste sitiado-
ra. El cronista de la Casa de Medina
Sidonia, Pedro Barrantes Maldonado,
recoge este pasaje y añade que las
«pellas de hierro» tenían el tamaño
de una manzana. El 24 de febrero de
1344 –es decir, un mes antes de la
capitulación de Algeciras– dice la
Crónica que «entraron en la ciudad
cinco zabras y saetías [dos tipos de
embarcación] cargadas de harina, y de
miel, y de manteca, y de pólvora con
que lanzaban las piedras del trueno».
De todas maneras, aunque esta
primitiva artillería pirobalística te-
nía efectos espectaculares –sobre
todo para los hombres que nunca la
habían visto usar en medio de una
batalla–, no debía de provocar exce-
sivos daños en el ejército sitiador. Los
musulmanes contarían con un nú-
mero limitado de cañones, de escasa
precisión y corto alcance. Si damos
crédito a Barrantes cuando dice que
las pellas de hierro que lanzaban los
algecireños eran del tamaño de una
manzana, podemos deducir que los
artilugios que disparaban tales pro-
yectiles eran de pequeño calibre y
eficaces únicamente contra los sol-
dados, pues ni las grandes bastidas
o torres de asalto, ni los cadahalsos
ASALTO de tropas cristianas a una
ciudad musulmana. Miniatura del
siglo XIII. Biblioteca Nacional, Madrid.
ORONOZ / ALBUM
y los trabucos podían ser derribados
por proyectiles de ese tamaño. Al fin
y al cabo, pese al empleo de artille-
ría por sus defensores, las fuerzas
cristianas tomaron Algeciras el 28
de marzo de 1344.
En resumen, se puede decir que los
cañones utilizados en Europa durante
el siglo XIV eran de poco calibre y
tenían escasa precisión, por lo que en
un principio su repercusión militar
no fue grande. La artillería pirobalís-
tica sólo arrinconó definitivamente a
las viejas catapultas a partir del siglo
XV, cuando se fabricaron grandes ca-
ñones o bombardas capaces de lanzar
proyectiles de hierro o de piedra muy
gruesos y pesados que podían des-
mantelar torres y almenas, y abatir
puertas y defensas.
ANTONIO TORREMOCHA
HISTORIADOR
VIDA COTIDIANA

Los sorbetes
son para
el verano
Inventada quizá por los árabes, la fórmula del sorbete
hizo furor en toda Europa en la época de la Ilustración

E
n el siglo XVIII, en las grandes
ciudades europeas, la bur-
guesía descubrió los placeres
de la vida social en todas sus
variedades: el paseo, el teatro
y la música, las tertulias... Aunque
ciertamente, entonces como ahora, lo
más sencillo era «quedar» para tomar
algo. En otras épocas, ese algo habría
sido una bebida alcohólica de las que
se servían en tabernas no siempre
de buena reputación. En la era de la
Ilustración, en cambio, se preferían
productos más refinados, como el té,
el café y el chocolate, todos ellos pro-
ductos exóticos difundidos gracias al
comercio con las colonias.Otra opción
era tomarse un helado, o un sorbete,
para conseguir hielo. Cuando nevaba
en las zonas montañosas próximas a
las ciudades, salían cuadrillas a re-
coger nieve que transportaban, en
cestas o en sacos, a pozos excavados
en el suelo, generalmente en zonas
umbrías. Allí la nieve se prensaba para
formar capas que se separaban con
helechos u otros vegetales, formando
bloques de hielo que se conserva-
ban durante todo el año. Este hielo
se transportaba luego a la ciudad en
COCINA VALENCIANA del
mulas y se depositaba en almacenes,
siglo XVIII. El camarero
llamados a veces «casas de nieve». con chaqueta marrón lleva
Vendedores ambulantes lo vendían espumas heladas; a la
por las calles o a domicilio. derecha, otro se dispone
a coger una garrapiñera.
El hielo, remedio universal Museo de Artes
ORONOZ / ALBUM

como se solían denominar en la época. En algunas ciudades, el comercio de
Contra lo que cabría pensar,también el nieve estaba regulado por las autori-
helado era algo relativamente novedo- dades, que fijaban los precios y cas-
so, e incluso tan exótico como el café. tigaban la venta ilegal. En la ciudad
En los tiempos anteriores al conge- de Nápoles, por ejemplo, en 1806
lador, existía en numerosas regiones había cuarenta y tres «vendedores
de Europa todo un sistema económico de nieve». Una de las normas pa-
NIEVE A LA VENTA
EN 1607, un empresario de origen catalán, Pedro
Xarquíes, obtuvo el privilegio de vender hielo
BRITISH MUSEUM / SCALA, FIRENZE
Decorativas, Madrid.
ra estos vendedores era que debían
suministrar hielo a lo largo de to-
do el año, no sólo durante el verano.
El hielo, en efecto, era esencial para la
vida cotidiana de la gente, no sólo para
mantener frescos los alimentos, sino
también como remedio medicinal. La
gente quería tener en casa siempre
algo de hielo para usarlo como anes-
tésico, detener hemorragias o tratar

en Madrid. El hielo venía de la sierra de Gua- quemaduras. De ahí que numerosos

darrama y se guardaba en pozos de nieve en
la puerta de Bilbao. Luego se vendía en puestos
en las plazas, entre ellas la Puerta del Sol.
VENDEDOR DE HIELO EN ROMA. AMBROGIO BRAMBILLA. 1612.
médicos publicaran tratados sobre las
propiedades medicinales del hielo,
como el sevillano Juan de Carvajal:
Utilidades de la nieve, deducidas de la
buena medicina (1611).

Claro está que el hielo también se
usaba para enfriar bebidas, echando
en ellas el equivalente de nuestros
«cubitos». Podría pensarse que de
ahí a hacer un helado el paso es fácil
de dar. Pero el proceso endotérmico
por el que una sustancia se congela
requiere una técnica particular que,
según parece, se desarrolló por primera
vez en el ámbito de la cultura árabe
medieval. El procedimiento consistía
en colocar un recipiente cilíndrico de
metal (por ejemplo, de estaño), con la
masa del helado en su interior, dentro
de un cubo de madera que a su vez se
llenaba de hielo combinado con un
La tentación
de la crema helada
JUNTO AL SORBETE se difundieron en el siglo XVIII helados
cremosos como los habituales hoy día. En el lenguaje cu-
linario español se distinguía entre los sorbetes, realizados
a base de jugo o zumo de frutas, y las GARRAPIÑAS, que se
elaboraban con una crema rada. Las había de chocolate o
de huevos o lácteos. También de leche. En su Arte de reposte-
había QUESOS helados, que se ría (1747), Juan de Mata daba
hacían colocando el helado en una receta de LECHE HELADA,
un molde cilíndrico que se vol- semejante a la actual leche
vía a refrigerar y adquiría una merengada, que incluía en sus
forma semejante a un queso. ingredientes claras de huevo,
Otra variante eran las ESPUMAS, azúcar de Holanda, canela
una suerte de mousse refrige- y limón verde.
VIDA COTIDIANA

EL ARTE
DE VENDER
SORBETES
EN ESTA ESTAMPA de finales del
siglo XVIII se puede observar
el equipo completo de un ven-
dedor de sorbetes napolitano.
La sorbettiera, sujeta con una
cinta, está colocada en la tina-
ja llena de hielo con la corres-
pondiente solución de salitre.
El vendedor sostiene en la
mano derecha el cucharón con
el que extrae la crema helada
que coloca sobre la pequeña
copa, de la que lleva una pro-
visión en una cesta aparte. Ba-
jo la estampa podía leerse, en
dialecto napolitano: «¡Cuánto
azúcar echo, mira qué tinaja de
sorbete!» (Quanto zuccaro ncè
metto, vi che giarra de sorbetto).

BRIDGEMAN / ACI
VENDEDOR DE HELADOS NAPOLITANO.
FINALES DEL SIGLO XVIII.

ingrediente con propiedades refrige- enseñaré cómo se puede no sólo en- idea de que el método de elaboración
rantes particulares: el salitre (aunque friar sino congelar, de manera que no de estos primeros helados procedía de
también podía ser simplemente sal). se puede beber más que sorbiéndolo. Oriente. El sorbete se componía con
El primer testimonio sobreelusode Poned vino en un frasco y añadid un sustancias a elección del heladero:
esta técnica en Europa procede de un poco de agua para que se vuelva hielo «Zumosdevegetales,algunosconsus-
opúsculo publicado en 1550 por Blas más rápidamente; luego echad nieve tancia de fruta, otros con esencias de
deVillafranca,unmédicoespañolresi-
deVillafranca,unmédicoesp en una vasija de madera y esparcid aromas, y otros todavía con leche
dente en Roma.La técnica see difundió salitre en polvo. Menead el frasco en de animales o de simientes», decía
rápidamente por Italia, y een 1598 el la nieve,y se congelará gradualmente». un manual gastronómico de finales
napolitano Della Porta la desscribía en del siglo XVIII. También se añadía
detalle: «Dado que la prime- Aguas heladas azúcar. Dado el precio relativamente
ra cosa que se desea en las De esta forma se elaboraba lo que en elevado de esta sustancia en el siglo
fiestas es beberr vino tan los siglos XVII y XVIII se denomi- XVII, quizá se reemplazaba entonces
frío como o el hielo, naban sorbetes. El término procedía, por endulzantes tradicionales, como
especialmente a través del turco, del árabe sharba, uvas fermentadas u otros frutos, pero
en ve erano, os «bebida fresca», lo que refuerza la en la segunda mitad del siglo XVIII, el
azúcar se había abaratado considera-
blemente y era de uso general.
Los sorbetes son «el producto Lasvariedadesdesorbeteseranmu-
de la razón humana más chas,y podemos conocerlas a través de
librosderecetasqueaparecierondesde
rrefinada», decía un autor finales del siglo XVII. Por ejemplo, el
napolitano Antonio Latini, en un li-
VAJILLA PARA SERVIR POSTRES. MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA, NÁPOLES. bro de cocina, incluía «varios tipos de
BRIDGEMAN / ACI
 SORBETERÍA italiana del siglo XIX.
Frente al mostrador, el propietario
con una sorbettiera portátil y un
niño tomándose un helado.
DEA / SCALA, FIRENZE
sorbetes o aguas heladas», empezando
con el más sencillo y popular, el sorbe-
te de limón, y continuando con otros
de fresa, chocolate, cereza o canela.
En 1690 aparecía también en Nápoles
el primer libro dedicado específica-
mente a los helados: Breve y nuevo
modo de hacer todo tipo de sorbetes con
facilidad, que incluía 23 recetas.
Nápoles, capital del helado
La afición por los helados se difun-
dió enormemente en Nápoles. En su
libro de recetas, Latini afirmaba que
«aquí en Nápoles parece que todos han
nacido con la habilidad y el instinto
para hacer sorbetes». Los forasteros
no dejaban de destacar una costumbre
que para muchos de ellos resultaba
totalmente nueva. En la década de
1770, el inglés Swinburne decía: «La
pasión por el agua helada es tan grande
y tan general en Nápoles que los sim-
ples mendigos la beberán en su estado
natural; y, creo, una escasez de pan no
se sentiría más severamente que una
falta de nieve» (el hielo necesario para
hacer los sorbetes).
En su Viaje a Italia, Goethe también
dio cuenta de la presencia de vende-
dores ambulantes de sorbetes, los
llamados acquaioli. Éstos se apostaban
en las calles, preparaban el helado en la
sorbettiera llena de hielo y lo extraían
con un cucharón para ofrecerlo a los
viandantes en pequeñas copas al efec-
to. Naturalmente, los helados también
podían consumirse en un ámbito do-
méstico, para concluir una comida en
familia o una recepción social. En el si-
glo XVIII, algunos afamados fabrican-
tes de porcelana –como la de Sèvres,
en Francia, o la de Capodimonte, en la
misma Nápoles– crearon una vajilla
especial para los helados, que incluía
copas para helados (tasses à glace) y
recipientes para mantenerlos fríos,
cubos de hielo o sceaux à glace.
Existía también la opción de tomar-
se un helado en un establecimiento es-
pecial, la heladería, llamada en Nápoles
sorbetería o bottegha di gelati. Eran
establecimientos elegantes reservados
a clientes de la burguesía, parecidos en
este aspecto a las cafeterías. En 1807
había en Nápoles 15 de estas sorbe-
terías –menos que cafeterías, de las
que se contaban 206–. No sin motivo,
Filippo Baldini, en un pequeño libro
de 1775 dedicado a argumentar los
beneficios médicos de los sorbetes,
declaraba que éstos eran «el producto
de la razón humana más refinada» y
«una de las muchas consecuencias
de una sociedad bien ordenada».
ALFONSO LÓPEZ
HISTORIADOR
Para ENSAYO
«Making and eating ice-cream
saber
más
in Naples»
Melissa Calaressu. Past & Present,
Vol. 220, núm. 1, agosto 2013,
pp. 35–78.
 OBRA DE ARTE
ANÓNIMO (15 87)
Libro de los cometas
A finales del siglo XVI se confeccionó un libro manuscrito con bellas
ilustraciones dedicado a los cometas, que según una antigua tradición
de interpretación de los fenómenos astrales eran anuncio de desastres
D
urante milenios se atribuyó
a los cometas un carácter
profético de muerte y de-
vastación. Esta aura terri-
ble seguía arraigada en la Europa
del Renacimiento, como atestiguan
multitud de escritos y obras gráficas.
El Libro de los cometas es un hermoso
ejemplo de ello. Esta obra de autor
desconocido se publicó en francés
en 1587, y fue escrita e ilustrada a
mano a pesar de que hacía más de
un siglo que se había inventado la
imprenta moderna. Se conservan
dos copias algo diferentes, aunque
probablemente elaboradas por el
mismo escriba y el mismo artista:
una en la biblioteca de la Universi-
dad de Kassel, en Alemania, y otra
en el Instituto Warburg de Londres.
UNIVERSITÄTSBILIOTHEK KASSEL
El texto –basado en el Libro del huyen del fuego que avanza sin con-
significado de los cometas, de 1238– trol. El resplandor de la conflagración
describe la materia de los cometas, ilumina el paisaje, y el brillo del co-
su conexión con los planetas y su meta se refleja en las nubes.
significado según la forma, color y En el libro, los cometas se repre-
posición. La edición de Kassel con- sentan como ornamentos del paisaje
tiene trece ilustraciones, en las que se y aportan a la escena un carácter más
representan un total de diez cometas, poético que premonitorio de una des-
dos lluvias de estrellas y un parhelio. gracia concreta. Así, el cometa Rosa,
Cada cometa recibe un nombre es- con cara sonriente, parece contemplar
pecial, relacionado con el color (co- a la humanidad con semblante amable.
mo Rosa y Argentum) o con la forma El temor que inspiraron los come-
(como Scutella, «escudo»). tas impulsó su estudio mediante su
datación, descripción y clasificación.
Anuncios de desastre En 1577, el avistamiento del Gran
El aspecto de estos cometas es a veces Cometa causó sensación en Europa y
fantasioso, como el del cometa Verú, atrajo el interés de astrónomos como
que tiene forma de espada. Tres de el danés Tycho Brahe, quien confirmó
ellos no tienen cola, y todos tienen que se trataba de un acontecimiento
un tamaño desmesurado en relación celeste situado más allá de la Luna, y
con el paisaje. A la vez que se descri- no de un fenómeno atmosférico co-
be el cometa se indica su significado. mo hasta entonces creían numerosos
Por ejemplo, el autor explica que estudiosos y el propio autor del Libro
cuando el cometa Aurora aparece so- de los cometas, ajeno a los avances de
bre Oriente con la cabeza baja y la co- la ciencia astronómica. Su obra es un
la alta habrá sequía, incendios o ejemplo maravilloso que nos habla
guerra. En la ilustración que le corres- de supersticiones milenarias cifra-
ponde (y que vemos a la derecha), das en las colas y cabelleras de estos
este cometa es rojo y amarillo, y tiene enigmáticos astros.
una espléndida cola. Bajo su auspicio
MONTSERRAT VILLAR
aterrador una ciudad es devastada por CENTRO DE ASTROBIOLOGÍA (CSIC/INTA)
las llamas, mientras varias personas INSTITUTO NACIONAL DE TÉCNICA AEROESPACIAL
UNIVERSITÄTSBILIOTHEK KASSEL
la ilustración a la izquierda de estas líneas muestra un parhelio, fenómeno
óptico que en ocasiones produce varias imágenes del Sol cuando su luz se
refleja en un determinado tipo de nubes. El texto explica que al día siguiente de
la muerte de Julio César «se mostraron tres soles en Oriente, que poco a poco se
convirtieron en uno», un signo anunciador de la unificación del Imperio romano.
CLEOPATRA Y CESARIÓN
Este relieve, descubierto en una iglesia
copta, muestra al joven Ptolomeo
XV ante la diosa Isis, con la corona
azul jepresh y en las manos unos
instrumentos musicales llamados
sistros. Museo de Bellas Artes, Lyon.
En la página siguiente, busto de
Cleopatra VII. Museo Nuevo, Berlín.
FOTOS: ALAMY / ACI

C SARIÓN
EL HIJO DE CÉSAR Y CLEOPATRA
Tras la visita de Julio César a Egipto,
Cleopatra dio a luz a un hijo al que
llamó Cesarión, «el pequeño César».
El joven príncipe, heredero potencial de
un gran imperio, fue una trágica víctima
de la lucha por el poder en Roma
JUAN PABLO SÁNCHEZ
DOCTOR EN FILOLOGÍA CLÁSICA
 JULIO CÉSAR
Y CLEOPATRA
En Egipto, César
ayudó a Cleopatra
a conseguir el
trono e inició una
relación amorosa
con ella, como
muestra esta
pintura. Óleo por
Pietro da Cortona.
1637. Museo de
Bellas Artes, Lyon.

TEMPLO DE
HORUS EN EDFÚ
Este templo
ptolemaico del
Alto Egipto,
dedicado al dios
halcón, acabó de
construirse en
el año 57 a.C., en
tiempos del padre
de Cleopatra:
el faraón
JOSSE / SCALA, FIRENZE
Ptolomeo XII.

E
n el año 48 a.C., Julio César llegó a
Egipto para imponer el orden –el
orden de Roma– en el reino de los
Ptolomeos. El general romano de-
puso al faraón Ptolomeo XIII,lo que
provocó una desesperada rebelión de sus par-
tidarios en Alejandría. Una vez pacificada la
ciudad,Césarconfirmóeneltronoalahermana
yesposadelmonarcadepuesto,CleopatraVII,
que se casó con otro de sus hermanos, Pto-
lomeo XIV. Para agradecérselo, la joven reina,
que apenas tenía 21 años,invitó a César,trein-
ta años mayor que ella, a un crucero por el
Nilo, a bordo de un lujoso palacio flotante.
Durante dos meses, Cleopatra agasajó a su
ilustre huésped, haciéndole descubrir tan-
to los misterios de su país como sus propios
atractivos. La pasión que surgió entre ambos
fue tal que, al abandonar César la tierra del
Nilo, Cleopatra quedó embarazada de un hijo
de ambos. Lejos de ocultar el hecho, Cleo-
patra proclamó abiertamente la paternidad
del romano al dar a su vástago el nombre de
Ptolomeo Cesarión,esto es,«pequeño César».
De hecho, los sacerdotes egipcios llegaron a
asegurar ante sus fieles que,en verdad,el dios
Amón se había encarnado en el hombre más
poderoso de Roma para engendrar a ese niño.
La suntuosa corte de Alejandría tenía, pues,
un nuevo príncipe de origen divino.
NICO TONDINI / GETTY IMAGES
A finales del año 46 a.C., Cleopatra llegó
a Roma con su hijo y con todo el boato de su
corte por invitación de Julio César.Los roma-
nos no daban crédito; pero no porque César,

C R O N O LO G Í A

EL FINAL 47 a.C. 46 a.C.

DE UNA
Nace en Alejandría el hijo La reina Cleopatra,
de César y Cleopatra, acompañada de su esposo-
que recibe el nombre hermano Ptolomeo XIV
DINASTÍA de Ptolomeo Cesarión y de su hijo Cesarión, visita
/ ALBUM

Filopator Filometor. a Julio César en Roma.

PRISMA

TORSO DE UN REY PTOLEMAICO EN BASALTO NEGRO. POSIBLEMENTE PTOLOMEO XII O PTOLOMEO XV. MUSEO METROPOLITANO, NUEVA YORK.
15-III-44 a.C.
Mientras Cleopatra aún
se encuentra en Roma,
Julio César es asesinado
en el Senado. La reina y su
familia regresan a Egipto.
VII-44 a.C.
De nuevo en Egipto,
Cleopatra trama el
asesinato de Ptolomeo XIV
y corona a su hijo Cesarión
como Ptolomeo XV.
34 a.C. 30 a.C.
Marco Antonio reconoce Tras la victoria de Accio en
oficialmente en Alejandría 31 a.C., Octaviano ultima la
a Cesarión como hijo y conquista de Egipto. Cleopatra
heredero de Julio César se suicida y el vencedor
y corregente de Egipto. ordena ejecutar a Cesarión.
 Cesarión, el RELIEVE DEL MAMMISI DE ARMANT.
DESCRIPTION DE L’ÉGYPTE.

dios salvador
EN ARMANT, cerca de Luxor, existía un gran
templo dedicado al dios solar Montu. En su
recinto, Cleopatra hizo construir un peque-
ño santuario, una «casa del alumbramien-
to» o mammisi, en la que se la honraba a
ella misma bajo la forma de Hathor, y a su
hijo Cesarión como Harpre, esto es, Horus
el Sol. El santuario fue arrasado en el siglo
XIX, pero antes los egiptólogos hicieron
copias detalladas de sus relieves.
EN UNO DE ESTOS relieves se ve a dos diosas
idénticas con cabeza de vaca sentadas en
un diván, amamantando cada una a un ni-
ño, ambos también iguales. Los estudiosos
identifican a este infante con Harpre-Cesa-
rión. Según observa Joyce Tyldesley: «En un
período en el que se esperaba con ansia la
llegada de un salvador a la Tierra, Cesarión
viene al mundo claramente como un dios».

SCIENCE MUSEUM / AGE FOTOSTOCK

reconocido galán, hubiera tenido una rela-
JULIO CÉSAR ción con Cleopatra, sino porque ésta hubiera
CON CORONA
DE LAUREL llegado a Roma en compañía de su segundo
Áureo acuñado marido-hermano Ptolomeo XIV y César la
en 43 a.C. en la hubiera acogido en una de sus villas subur-
Galia Cisalpina banas, los Horti Caesaris (en lo que hoy es
que muestra el Trastévere), colmándola de honores ofi-
en el anverso la
efigie de Julio
ciales como «aliada» de Roma. Se decía que,
César con una en las visitas que le hacían los romanos, «la
corona de laurel. egipcia» (como desdeñosamente se referían
Conmemora su a Cleopatra) portaba en sus brazos a su hijo y
proclamación ésteseparecíasospechosamenteaJulioCésar.
como dictador
Lo cierto es que Marco Antonio, el lugarte-
perpetuo.
niente de César,aseguró en la sede del Senado
que el dictador lo había reconocido ante sus
más íntimos amigos como hijo suyo.
Julio César, por su parte, ni siquiera
se molestó en desmentir esos rumores;
es más, no tenía ningún problema en
que el pequeño ostentara el nombre de
su único hijo varón –había tenido una hija,
Julia, a la que había casado con Pompeyo, pe-
ro que murió de sobreparto–. Para que aquel
plan se pudiera llevar a cabo,Roma debía dejar
de ser formalmente una república, lo que lle-
vó a César a ampliar aún más sus ya extraor-
dinarios poderes, haciendo que su cargo de
dictador fuera vitalicio (dictator perpetuus).
Apartirdeentonces,al«campeóndeRoma»se
lo permitieron todo,incluso erigir una estatua
de su amante Cleopatra junto a la de la diosa
Venus en el nuevo foro que había mandado
construir. También surgieron rumores de un
nuevo embarazo de Cleopatra que,si hubieran
sido ciertos,posiblemente habrían despejado
las dudas sobre la paternidad de Cesarión.
Un corregente de tres años
La situación cambió bruscamente a raíz
del asesinato de César por los partidarios del
ILUSTRACIÓN: VALOR-LLIMÓS ARQUITECTURA

Cesarión: la alianza de Roma y Egipto antiguo régimen republicano, en los fa-

marcabaeliniciodeunambiciosopro-
yectoimperial,conunposibletraslado
de la capital a Alejandría, y César era
consciente de que su viabilidad a largo
plazo quedaba asegurada con Cesarión,
GE
A
mosos idus de marzo de 44 a.C. Cleopatra
se llevó una desagradable sorpresa al en-
terarse de que en su testamento César ha-
bía nombrado tutores para un hijo natural,
«en el caso de que le naciese alguno», pero

FO
TO
S TO
CK
TEMPLO DE VENUS EN ROMA
El santuario ocupaba el fondo de la plaza del
foro de César (que medía 160 m de largo por
75 de ancho). Situado sobre un alto podio, en el
frente tenía ocho columnas y nueve en cada lado,
todas de estilo corintio. En su interior, y junto a
numerosas obras de arte y la estatua de culto de
la divinidad, César hizo colocar una estatua de
bronce dorado que representaba a Cleopatra.

HIS
HIS
S IIA
A NA
NA
AT
ATI
TI A RA
APHI
PH
TEMPLO DE HATHOR EN DENDERA
Para dar legitimidad a su hijo y mostrarlo como su corregente y
heredero, Cleopatra hizo grabar en el templo de Dendera un relieve
en el que se muestra a ambos (a la izquierda de la imagen) delante
de la diosa Hathor y su hijo Ihy (a la derecha).

NIGEL WESTWOOD / ALAMY / ACI

 CLEOPATRA SUMERGE UNA PERLA EN toria de amor con el dictador. Pero en Roma,
VINAGRE ANTE MARCO ANTONIO. ÓLEO Octaviano no reconoció el linaje del nuevo rey
POR GERARD DE LAIRESSE. 1700. PALACIO
PETERHOF, SAN PETERSBURGO. de Egipto y muy oportunamente, el antiguo
administrador y hombre de confianza de Julio
César, llamado Cayo Oppio, publicó un libro
en el que revelaba que Cesarión no era hijo de
quien decía ser y que todo era un bulo. Éste
era un aviso para que Cleopatra se andase con
cuidado con los nuevos amos de Roma.

Golpe contra Octaviano

La esperanza para Cleopatra renació al apare-
cer en su horizonte Marco Antonio, el polí-
tico que disputaba a Octaviano en esos años
el control de Roma. Cuando en el otoño de
41 a.C. Marco Antonio la convocó en Tarso, la
reina entendió que debía jugar bien sus cartas
por el bien de su reino y de su hijo Cesarión.
De nuevo, la reina logró seducir a un gene-
ral romano durante un crucero, en el que se
cuenta que al lujo de su apariencia se añadie-
ron inteligentes y salaces pullas para avivar
el deseo del romano. Marco Antonio pasó el
invierno de 41-40 a.C. en Egipto, y desde ese
momento la suerte de ambos quedaría ligada.
De su unión nacieron dos mellizos iden-
AKG / ALBUM
tificados con divinidades astrales: Alejandro
Helios (Sol) y Cleopatra Selene (Luna). Más
tarde, la reina tuvo otro hijo con Marco
MARCO designaba como heredero a su sobrino nieto Antonio, al que pondría el nombre de
ANTONIO Octaviano y no reconocía a Cesarión como Ptolomeo Filadelfo. Además, Cleopatra aña-
En una solemne hijo suyo. En medio de todo ese desconcier- diría a sus dominios otros nuevos en el sur
ceremonia en
Alejandría, Antonio to, y comprendiendo que sus vidas corrían de Siria, Chipre y el norte de África. De este
(abajo) reconoció peligro, Cleopatra decidió volver a toda prisa modo, gracias a su madre, Cesarión se había
en público a a Egipto con Cesarión. convertido en corregente de un cada vez más
Cesarión como hijo Ya en Alejandría, la reina ordenó resoluti- amplio territorio en Oriente.
de César y heredero
del trono de Egipto.
vamente el envenenamiento de su hermano El mayor momento de gloria de Cleopatra
Busto. Museos Ptolomeo XIV y nombró como corregente a llegó durante una ceremonia celebrada en el
Vaticanos, Roma. Cesarión, a pesar de que este sólo tenía tres gimnasio de Alejandría en 34 a.C., cuando
años.Apartirdeentonces,Cesariónpasóaser Marco Antonio confirmó a la reina en el tro-
reconocido oficiaalmente como Ptolomeo XV no de Egipto y otorgó a Cesarión el título de
César, ostentan ndo los sobrenombres de «Rey de Reyes». Más importante aún fue el
Filopator (que am
ma al padre) y Filometor (que reconocimiento oficial de Cesarión como hijo
ama a la madre), para que así nadie dudara legítimodeJulioCésarporpartedeMarcoAn-
de que había sido
o fruto de su apasionada his- tonio,quien buscaba así golpear las pretensio-
nespolíticasdeOctaviano,alpresentarlocomo
un simple usurpador frente a ese adolescente
egipcio por cuyas venas supuestamente corría
En 34 a.C., M
Marco Antonio la sangre del dictador. No por ello se olvidó
confirmó a CCleopatra como Marco Antonio de los hijos que él había tenido
reina de Egiipto y nombró con Cleopatra.Les concedió el trato de altezas

ALB
UM a Cesarión ««Rey de reyes» reales y a su hijo Alejandro Helios le adjudicó
DEA / ALBUM

/
O RO
N OZ los reinos de Armenia, Media y Partia (para
cuando fueran conquistados).
ESTELA DEL GENERAL CALÍMACO
Esta estela de granito, descubierta
en el templo de Karnak, se labró en
honor del general Calímaco, y su texto
menciona a Cleopatra y Cesarión.
Museo Egipcio, Turín.
 LOS
HIJOS DE
CLEOPATRA
Tras la muerte de Cesarión, sus
hermanos fueron trasladados a
Roma. Allí se pierde el rastro de
dos de ellos; sólo de Cleopatra
Selene se sabe que se casó con
el rey de Mauritania.

CLEOPATRA tuvo cuatro hijos: uno con

Julio César y otros tres con Marco
Antonio. Tras hacer ejecutar a Cesarión,
Octaviano se llevó consigo a los demás
a Roma en calidad de prisioneros y los
presentó al pueblo romano cargados
de cadenas en un pomposo desfile
triunfal. Luego el hombre fuerte de
Roma entregó a los niños a Octavia, su
virtuosa hermana, para que los educara
convenientemente en compañía de otros
jóvenes miembros de la familia imperial.
Cleopatra Selene se casó con el rey de
Mauritania, Juba II, con quien tuvo varios
hijos. Su cuerpo yace supuestamente
junto al de su marido en el mausoleo
que la nueva dinastía mauritana erigió
en Tipasa (Argelia). En cambio, no se
tienen noticias del destino de los otros
dos hermanos de Cleopatra Selene: su
mellizo Alejandro Helios y Ptolomeo
Filadelfo. Los historiadores creen que
los niños no llegaron a la edad adulta.
CESARION. ESTAUTA
DE GRANITO ROSA QUE
REPRESENTA AL HIJO
DE CÉSAR Y CLEOPATRA
TOCADO CON EL NEMES.
MUSEO NACIONAL
ROMANO, ROMA.
AKG / ALBUM
CLEOPATRA SELENE
Y ALEJANDRO HELIOS,
LOS MELLIZOS DE MARCO
ANTONIO Y CLEOPATRA.
ESTATUA DE PIEDRA CALIZA QUE
REPRESENTA A LOS HERMANOS
PROTEGIDOS POR SERPIENTES.
MUSEO EGIPCIO, EL CAIRO.

KENNETH GARRETT / GETTY IMAGES

 La apariencia
de Cesarión
LA IMAGEN más antigua de Cesarión pro-
cede de unas monedas acuñadas en Chi-
pre en 44 a.C., cuando aún era un bebé en
brazos de su madre. Sin embargo, existen
representaciones escultóricas posterio-
res en museos de todo el mundo (como
Mantua, El Cairo, Nueva York o la misma
Alejandría), en las que Cesarión aparece
con el típico tocado egipcio y vistiendo un
faldellín sin plisar (shenti), con arreglo a las
imágenes tradicionales de los faraones.
EN TODAS ESTAS ESTATUAS destacan las
facciones redondeadas y marcadamente
juveniles del retratado, así como los es-
pesos mechones que sobresalen de su
abundante cabellera y unos ojos gran- CABEZA DE UNA ESTATUA
des y abiertos que parecen escrutar con ATRIBUIDA A CESARIÓN. LA
IMAGEN FUE TOMADA EN
curiosidad, aunque impotente, el devenir EL TRANSCURSO DE UNA
de los acontecimientos. EXPOSICIÓN EN LOS ÁNGELES.

ZUMA PRESS / ALAMY / ACI

Todo esto era demasiado para Octaviano,
EGIPTO que declaró la guerra a Cleopatra y logró derro-
CAUTIVO DE
OCTAVIANO tarla a ella y a Marco Antonio en la batalla de
Esta moneda de Accio, en las costas de Grecia (31 a.C.). Cleo-
plata muestra patra volvió apresuradamente a Alejandría.
en su reverso Consciente de que ante todo había que poner
la inscripción a salvo a Cesarión, el heredero, lo envió al sur
Aegypto capta
(Egipto cautivo),
en compañía de su ayo. Ambos remonta-
en alusión a ron en barco el río Nilo hasta llegar a la villa
la conquista de Copto (Qift), no muy lejos de Tebas. Desde
de Octaviano. esa población partían rutas caravaneras que, a
Museos Estatales, través del desierto oriental, conducían hasta
Berlín.
el puerto comercial de Berenice (Baranis),
a orillas del mar Rojo. Cesarión sabía que su
única vía de escape eran precisamente esas
tierras aparentemente inhóspitas, en
las que sólo vivían tribus salvajes
en cuevas (los conocidos como «tro-
gloditas»), por las que se podía salir
de Egipto y dirigirse por mar a Ara-
bia o incluso a la India, donde con
seguridad sería bien recibido como
hijo de Cleopatra. ¡Quién sabe si,
más tarde, Cesarión hubiera podido
volver desde tan lejos a su patria y
En esa región, Cesarión se enteró de la
entrada de las tropas romanas en Alejan-
dría y del suicidio de Marco Antonio y de
su madre. Las circunstancias aconsejaban
una pronta huida, pero el ayo de Cesarión le
hizo creer que Octaviano se apiadaría de él y
le permitiría conservar su reino. En efecto,
Octaviano había considerado salvar la vida
del joven, pero uno de sus hombres de con-
fianza lo convenció de lo contrario: no era
conveniente que hubiera demasiados «cé-
sares». Así pues, Cesarión fue ejecutado en
cuanto llegó a Alejandria, en agosto del año
30 a.C. El sueño de un faraón romanoegip-
cio se desvaneció trágicamente, y el antiguo
reino ptolemaico de Egipto se convirtió en
una provincia romana.
Para ENSAYO
Cleopatra: una reina en tres culturas
saber Wolfgang Schuller. Siruela, Madrid, 2008.
más Cleopatra
Joyce Tyldesley. Ariel, Barcelona, 2008.
NOVELA
El caballo de César
C. McCullough. Ediciones B, Barcelona, 2018.
Antonio y Cleopatra
ALBUM

C. McCullough. Planeta, Barcelona, 2010.

BP

/S reclamar el trono de sus antepasados!

K

CA
LA
, FI
REN
ZE
CLEOPATRA
Y EL VENCEDOR
Encerrada en su palacio
de Alejandría, Cleopatra
solicitó una entrevista
con Octaviano. Las
fuentes difieren sobre
lo que ocurrió. Según
Plutarco, Cleopatra
suplicó por su vida y la
de sus hijos. Dión Casio,
en cambio, retrata a
una reina digna que
trató de seducir al joven
Octaviano. Óleo por
Barbieri. Siglo XVII.
Museos Capitolinos.
LA AUGUSTA QUE QUISO REINAR

La bisnieta del divino Augusto no quiso

conformarse con el papel secundario que
la sociedad romana otorgaba a las mujeres
en política. Por ello, tras casarse con su tío
el emperador Claudio, se propuso lograr la
púrpura para su hijo Nerón,
quien sin embargo acabó asesinándola

ISABEL BARCELÓ CHICO

ESCRITORA. AUTORA DEL LIBRO MUJERES DE ROMA.
HEROÍSMO, INTRIGAS Y PASIONES
AGRIPINA LA MENOR
Ojos grandes y almendrados, frente
inusualmente estrecha enmarcada
por ondas o rizos, boca carnosa
y mentón firme: así se representaba
a Agripina en los retratos oficiales.
Busto en mármol. Museo
Arqueológico Nacional, Nápoles.
DEA / ALBUM
 AUGUSTO LIVIA
2 7 a . C. 1 4 d . C.

AGRIPA JULIA TIBERIO DRUSO ANTONIA

14-37 LA MENOR

AGRIPINA GERMÁNICO
LA MAYOR

CALÍGULA CNEO AGRIPINA CLAUDIO MESALINA

37-41 DOMICIO LA MENOR 41-54
AHENOBARBO

NERÓN OCTAVIA BRITÁNICO

54-68

CRISTIANO FRONTEDDU / ALAMY / ACI

B
LA FAMILIA iznieta del divino Augusto (fun-
JULIO-CLAUDIA
dador del Imperio), nieta de Tibe-
Los cinco césares
de esta dinastía
rio e hija del gran Germánico, her-
imperial formaron mana de Calígula, esposa de Clau-
parte de una dio, madre de Nerón... Ésa era Agri-
compleja red de pina la Menor, la matrona más ilustre de
parentesco, como Roma. Rompió las barreras que debían re- des que no se sujetaban a las normas y, así,
se aprecia en este
árbol genealógico tenerla en su hogar, ocupándose de los asun- sus acciones se presentaron como fruto de
(simplificado). tos domésticos, inexcusable obligación de la irracionalidad, de una sexualidad desor-
las mujeres virtuosas. Fue la primera que denada, falta de escrúpulos y una ambición
alcanzó la dignidad de Augusta en plena ju- desmedida. Agripina ha pasado a la historia
ventud y ello la colocó al nivel de su esposo. con ese pesado fardo, que poco a poco co-
Los historiadores antiguos –ninguno de mienza a examinarse críticamente.
ellos coetáneo suyo– vieron en la relevan-
cia pública de Agripina una flagrante vulne- Unos padres famosos
ración de la estructura patriarcal en la que Mujer de fuerte personalidad, Agripina re-
se asentaba la sociedad romana. Desde esa cibió una educación sólida, pues escribió
perspectiva, le fueron hostiles. Encuadra- unas memorias en las que, según el histo-
ron su conducta en el estereotipo riador Tácito, que pu-
aplicado a las mujeres rebel- do consultarlas,

15 d.C. 37 d.C.
C R O N O LO G Í A Nace Agripina la Muere el emperador
TODO Menor en la guarnición
militar de Ara
Tiberio. Lo sucede
Calígula, hermano
POR Ubiorum, en Germania. de Agripina. A finales
SU HIJO Es hija de Germánico
y de Agripina la Mayor,
de año, ésta da a luz
a Nerón, hijo de Cneo
nieta de Augusto. Domicio Ahenobarbo.
ZE
EN

CAMAFEO DEL EMPERADOR CLAUDIO. MUSEO DE HISTORIA DEL ARTE, VIENA.

FIR
A,
AL

SC
K/
BP
 EL PALATINO
En la colina del Palatino se levantaban
las residencias de los distintos
emperadores. Vista de las ruinas
del Palatino desde el antiguo
emplazamiento del circo Máximo, el
mayor hipódromo del mundo romano.

«dejó para la posteridad recuerdo de su vida venir se truncó de manera dramática cuando EL ÚLTIMO
y de las desgracias de su familia». La pérdida la pequeña tenía cuatro años: su padre murió JULIO-CLAUDIO

de ese documento nos priva de su voz y la
deja a merced de las palabras de otros. De su
inteligencia no cabe duda, como tampoco de
su determinación, fortaleza y conocimiento
de la corte imperial, en cuyo seno creció y
donde su carácter se forjó en el dolor.
Agripina nació en un campamento militar a
orillas del Rin, fruto del matrimonio más po-
pular y estimado de Roma: Germánico, sobrino
nieto e hijo adoptivo del emperador Tiberio y
candidato a sucederlo, y Agripina la Mayor, la
nieta favorita de Augusto. Una pareja cuyo por-
envenenado en Siria, un crimen que su madre Tras dar a luz a
Nerón, Agripina
siempre atribuyó al propio Tiberio,temeroso dedicó su vida a
de que la popularidad de Germánico entre el conseguir el poder
ejército terminara por destronarlo. imperial para su
Responsable o no de ese crimen, el empe- vástago. Busto del
emperador Nerón.
rador Tiberio negó a su hijo adoptivo el honor Museos Capitolinos,
de ser despedido con un funeral público. Su Roma.
viuda, la indómita Agripina la Mayor, que
venía desde Asia con las cenizas de su marido,
lo desafió abiertamente. Investida de la mayor
dignidad, tomó en sus manos la urna con
las cenizas y, acompañada por sus hijos

49 d.C. 54 d.C. 59 d.C.

Agripina se casa con su
tío, el emperador Claudio.
Trae a Roma a Séneca
(que estaba desterrado)
y lo nombra preceptor de
Nerón. Al año siguiente
recibe el título de Augusta.
Muere el emperador
Claudio, quizá tras
ingerir un plato de setas
envenenadas a instancias
de Agripina. El mismo día, el
ejército y el Senado aclaman
a Nerón como emperador.
Tras salvarse de morir
ahogada, Agripina es
asesinada en su villa de
Bauli por unos esbirros de
su hijo Nerón. Su cadáver es
incinerado apresuradamente
en el mismo lugar.
BRI
DGE
MA
N/
AC I
 MAUSOLEO
DE AUGUSTO
En el centro de la
imagen aparece el
mausoleo de este
emperador, donde
fueron enterrados
varios miembros
de su familia, y a
la izquierda, junto
al Tíber, el Museo
del Ara Pacis.

TATE, LONDRES / RMN-GRAND PALAIS

AGRIPINA LA MAYOR
DESEMBARCA EN BRINDISI
CON LAS CENIZAS DE
SU ESPOSO GERMÁNICO.
HAMILTON GAVIN. SIGLO XVIII.
TATE COLLECTION.

LAS TRES y por una ingente multitud de ciudadanos

HERMANAS compungidos, atravesó, en silencio, las ca-
DE CALÍGULA DEA / AGE FOTOSTOCK
lles de Roma hasta el mausoleo de Augusto,
Durante su reinado,
Calígula hizo acuñar donde las depositó. Tiberio jamás le perdo-
monedas en las nó tal desafío y se lo cobró con creces. Pocos
que aparecía su años después hizo asesinar a sus dos hijos
busto en el anverso, mayores, y a ella misma la desterró a una isla,
y, en el reverso, las donde murió de inanición. Estos horrores, los cónsules concluían sus propuestas al
figuras de sus tres
hermanas: Agripina, vividos por la joven Agripina con dolorosa Senado con la fórmula: «Que sea bueno y
Drusila y Livila. impotencia, la conmocionaron y dejaron en venturoso para Cayo César y sus hermanas».
Museo Arqueológico su ánimo una huella indeleble. Decidió no La vida de Agripina entraba en un período
Nacional, Siena. enfrentarse al poder y protegerse en la dis- de brillantez y de popularidad que culminó,
creción del matrimonio. cumplidos los 22 años, con el nacimiento de
su único vástago, Nerón, hijo de Cneo Domicio
Sobrevivir a Calígula Ahenobarbo, que murió cuando el niño tenía
Con el acceso al trono imperial de su hermano tres años. Desde que supo que había alumbra-
Calígula –quien habría ayudado a Tiberio a do a un varón, abrigó el propósito de lograr
descender al reino de los muertos–, Agripina la púrpura para él. Una ambición legítima,
salió a la luz. De hecho, la imagen más tem- respaldada por la extraordinaria nobleza de
prana que tenemos de ella se encuentra en su estirpe y por la costumbre de las matro-
una moneda acuñada en el año 38. En el nas romanas de trabajar en favor de los suyos.
anverso figura la efigie de Calígula; en A ello se sumaba una fuerte inclinación per-
el reverso, sus hermanas Drusila y sonal por ejercer la política. En una sociedad
Livila representan la Concordia que relegaba a las mujeres a la esfera domés-
y la Fortuna mientras Agripina, tica, era impensable que ella, por sí misma,
apoyada en una columna, en- pudiera desarrollar tal vocación. Confiaba en
carna a Securitas, la seguridad satisfacerla indirectamente, a través de Nerón.
y fortaleza del Imperio. El em- Una tarea ardua y peligrosa.
perador cubrió a sus tres her- Calígula cayó gravemente enfermo y, al re-
manas de honores, las incluyó cobrar la salud, inició una etapa sangrienta
en las plegarias oficiales y hasta de eliminación de rivales que recordaba a los
I
AC
N/
MA

E
IDG
BR
NACIDA EN GERMANIA MOSAICO DE TEMA DIONISÍACO
DESCUBIERTO EN UNA VILLA ROMANA
DE COLONIA, CIUDAD FUNDADA EN

COLONIA
HONOR A AGRIPINA. MUSEO ROMANO.
GERMÁNICO, COLONIA.

AGRIPPINA

C
on sus luces y sombras, la etapa
en que Agripina intervino en los
asuntos públicos fue de tranqui-
lidad, prosperidad y buen gobier-
no. Uno de sus logros personales, siendo ya
Augusta, fue fundar una colonia romana en
Germania, en el poblado donde ella nació el
6 de noviembre del año 15 d.C. La fundación
de ciudades era un hecho extraordinario
y de gran prestigio que en el mundo roma-
no jamás había protagonizado una mujer.
El nombre asignado al nuevo asentamiento
fue Colonia Claudia Augusta Ara Agripinensis.
Se trata de la actual y floreciente ciudad de
Colonia, cuya población hoy en día supe-
BPK / SCALA, FIRENZE

ra el millón de habitantes y es la cuarta de

Alemania por su extensión.
 ALAMY / CORDON PRESS
UN TEMPLO peores tiempos de Tiberio. Si Agripina per-
PARA EL cibió el peligro, no acertó a sortearlo. Quizá,
DIVINO
CLAUDIO como sugieren algunos historiadores, cons-
Agripina hizo piró contra su hermano y fue descubierta.
construir un En todo caso, acusada de conducta inmoral, fue
templo en honor condenada al destierro. Un año más tarde, el
de su esposo asesinato de Calígula desató una nueva matan-
fallecido en el
za y graves revueltas. Su tío paterno, Claudio,
monte Celio,
cerca del lugar se alzó con el poder. Revocó la condena de su
donde luego se sobrina y le permitió regresar a la urbe. Tras
alzaría el Coliseo. enviudar, Agripina se casó de nuevo y se alejó
El complejo fue de Roma con su pequeño Nerón.
destruido por el
incendio del año
64. Sobre estas
Matrimonio imperial
líneas, vista del Ocho años después, Claudio enviudó. En la
Foro romano, con búsqueda de una nueva esposa, Agripina (que
el Coliseo al fondo
había quedado viuda por tercera vez) era la
a la izquierda.
candidata de mayor y más indiscutible rango
y la última superviviente de su familia. Joven,
bella y de honestas costumbres, entre sus mé-
ritos figuraba el traer consigo a su hijo, «un
nieto de Germánico, verdaderamente digno de
la condición imperial». No menos importan-
te era evitar que ella y Nerón «llevaran a otra
casa el brillo de los Césares». Siempre sagaz,
Agripina puso como condición que Nerón se
casara con Octavia, hija menor del emperador.
Era innegable que el matrimonio de Clau-
dio y Agripina, celebrado en el año 49, les
convenía a los dos. La nueva y enérgica em-
peratriz despertaba entusiasmo y respeto.
METROPOLITAN MUSEUM / SCALA, FIRENZE
Agripina emanaba autoridad y ello rendía
sus frutos. Con habilidad y tacto estableció
una relación fluida con el Senado, impuso or-
den y moderación en la corte y resolvía con
su marido los problemas del Imperio. Se hizo
merecedora del título de Augusta, que la ase-
mejaba en dignidad y autoridad al emperador,
a cuyo lado se presentaba en público –algo
inédito hasta entonces– sin que, al parecer,
se lo reprocharan sus coetáneos.
En cierta ocasión, un rey britano, su mujer y
sus hijos, prisioneros de guerra, fueron exhi-
bidos, encadenados, por las calles de la ciudad
y concluyeron su recorrido ante Claudio. Sen-
tado en un trono sobre una tarima, rodeado de
pretorianos, el emperador, conmovido al oír el
discurso del condenado, les perdonó a todos
la vida y los liberó. Éstos le dieron las gracias
y luego hicieron lo propio con Agripina, que
se hallaba en una tribuna separada. «Era algo
francamente nuevo e insólito en la tradición
de los antiguos: una mujer ocupando un sitial
ante los estandartes romanos», se escandali-
zaría Tácito muchos años después.
 MUERTE DE BRITÁNICO DOS MADRES EN LUCHA
Apenas unos meses después de
la muerte de su padre Claudio,
Británico fue envenenado en el MESALINA
curso de un banquete, seguramente
a instancias de Nerón. Grabado Y AGRIPINA
por Abel de Pujol. Siglo XIX.

L
a enemiga más temible de Agripina
fue la emperatriz Mesalina. Casada
con Claudio, ya tenía una hija cuando
fue asesinado el emperador Calígula.
Durante la confusión posterior, la guardia
pretoriana halló a Claudio escondido tras
una cortina y lo proclamó emperador. Pocos
días después, Mesalina dio a luz un varón,
Británico, el único descendiente masculino
a la vez del divino Augusto y del amado Ger-
mánico. Pero el pueblo romano adoraba a
Nerón y lo manifestó ruidosamente durante
los Juegos Seculares, en detrimento del hi-
jo de Mesalina. Para Agripina, el peligro era
máximo, y lo que finalmente los salvó a ella
y a Nerón fue un grave error de Mesalina:
suscitar contra ella la inquina de un ministro
de Claudio, Narciso, que convenció al em-
perador de que su esposa conspiraba contra
él y de que debía ejecutarla. A continuación,
Agripina se casó con el viudo Claudio y con-
quistó así el Imperio para Nerón.

Su propia experiencia vital, afectada por los el temor de que se retractara y descartase a EL EMPERADOR
crímenes de los que fueron víctimas muchos Nerón como heredero.No hay pruebas de ello, CLAUDIO

parientes, amigos y miembros de su propia
familia (sólo una hermana murió de causas
naturales), impulsó a Agripina a planificar con
tiempo el acceso de su hijo al poder.Queríaque
se hiciera sin luchas y con la mínima violencia.
Una previsión importante, dado que Claudio
también tenía un hijo varón, aunque de menor
edad: Británico. Para ello recurrió a un sistema
eficaz: presentarlo paulatinamente como el
sucesor elegido, a través de gestos pequeños
pero de alto valor simbólico: Nerón aparecía
en público con la pareja imperial,fue colmado
de cargos y honores, se celebró su matrimonio
con la hija de Claudio y, como último paso,
el emperador lo adoptó legalmente. Nerón
quedaba así por delante del hijo biológico de
Claudio y su preeminencia a la hora de la su-
pero, en cualquier caso, actuó con tal inteli- Agripina se casó
con su tío Claudio
gencia que, muerto Claudio, en el curso de cuando éste
unas horas Nerón fue reconocido emperador enviudó de Mesalina
por el ejército y el Senado. tras ejecutarla
por traición. Abajo,
Relegada por Nerón cabeza en bronce
del emperador.
En su primer discurso ante los senadores, Museo Británico.
Nerón puso de manifiesto que Agri-
pina no sería –como ella espera-
ba–sucolegaenelgobiernodel
Imperio. Desde luego no lo
permitirían sus consejeros,
Séneca y Burro, nombrados
en su día por Agripina y con-
vertidos en los nuevos hom-
bres fuertes: creían que el
lugar de una mujer era su ca-
SCALA, FIRENZE

cesión estaba asegurada. Una acción política
que debió de resultar dura para Británico.
Aunque la salud del emperador era mala,
muchos autores atribuyeron su muerteaAgri-
pina, quien habría ordenado envenenarlo ante
sa y no había motivos para ex-
ceptuar a la Augusta Agripina.
Lejos de encajar este golpe y
aceptarlo,ellapretendió,sinéxito,
intervenir en asuntos de Estado o,
 1

AGRIPINA,
IGUAL DE

n la ciudad de Afrodisias, en la actual

Turquía, se alzaba en época roman na
el llamado Sebasteion, un enorm me
complejo dedicado a la diosa Afrodita y a lo os
emperadores de la dinastía Julio-Claudi a.
El santuario se inició en el año 20, durante el
reinado de Tiberio, y la construcción se extendió
hasta el de Nerón, en el año 60. Financiado por
las familias más ricas de la ciudad, el Sebasteio
on
estaba decorado con bellos relieves de már-
mol de excelente calidad –traído de una cantera
próxima– que representaban temas relaciona-
das con los dioses, los mitos y los emperadorees
contemporáneos, a los que se mostraba com mo
héroes y en compañía de distintos miembro os
de la familia imperial. Los dos que aquí vemo os,
expuestos en el Museo de Afrodisias, abierto
en el año 2008, ponen de manifiesto la im m-
portancia que la propaganda oficial otorgab ba
a Agripina, representada al mismo nivel de su s
esposo Claudio y su hijo Nerón.

1 CLAUDIO Y AGRIPINA
Agripina y su marido, el emperador Claudio
–éste en desnudo heroico, y vestido sólo con
una capa y con una corona sobre sus sienes–
son exaltados como pareja imperial. Los
esposos se dan la mano, lo que en Roma era
el símbolo típico de la concordia conyugal.
1. MARTIN SIEPMANN / ALBUM. 2. PAUL WILLIAMS / ALAMY / ACI

2 AGRIPINA CORONA A NERÓN

Agripina, con una cornucopia, símbolo de
abundancia y prosperidad, pone sobre las
sienes de su hijo una corona de laurel, actuando
como otorgante del poder imperial. El nuevo
emperador viste atuendo militar, y ha dejado
su yelmo en el suelo para ser coronado.
2
 EL BARCO SE HUNDE
El navío que llevaba a
ESTANCIA CON PAVIMENTO
DE MOSAICO DE UNA VILLA Agripina a su villa desde
SUMERGIDA EN LA BAHÍA DE la de Nerón se hundió.
BAYAS (NÁPOLES), DONDE Pero con lo que no
MURIÓ AGRIPINA.
contaba Nerón es con
que su madre era una
excelente nadadora.
Óleo por Gustav
Wertheimer. Siglo XIX.

ANTONIO BUSIELLO
UN REGALO cuanto menos, influir en su hijo, de 17 años.
ENVENENADO Advertía los peligros que se cernían sobre él.
PARA SU MADRE
Nerón descuidaba sus deberes de Estado y,en
Tras varios intentos
infructuosos para
lugar de atender a su esposa, con quien debía
acabar con su procrear un heredero, se perdía en devaneos
madre, Nerón pensó con una liberta. Aumentaban las amenazas
asesinarla usando un maternas y las disputas.La tensión entre ma-
barco trucado para dre e hijo, ya insoportable, se agravó cuando
que se hundiera en la
bahía de Bayas. Abajo, Nerón hizo asesinar a Británico durante un
representación de un banquete. Antes de que se cumpliera un año
barco en una moneda del acceso de Nerón al poder, Agripina fue
acuñada en Alejandría conminada a instalarse fuera de la residencia
bajo el reinado
imperial y se le retiró la escolta. De nuevo se
de Nerón. Museo
Marítimo, Haifa. adentró en la oscuridad, pero no tan espesa
como para quedar protegida del odio creciente
de su hijo.Su sola existencia constituía para el
emperador un yugo del que ansiaba liberarse.
Con el pretexto de una reconciliación,Ne-
rónlainvitóacenaraunadesusvillascosteras
y se deshizo en amabilidades. Le ofreció
una nave para que regresase cómoda-
mente a casa y ella aceptó, confiada.
Durante el viaje se abrió el casco y
Agripinacayóalagua,perologróal-
canzarlaorillaanado.Desesperado
al conocer el fracaso del plan,y con
la aquiescencia de sus consejeros,
Nerón mandó a sus secuaces a la
villa donde ella se había refugiado
paraqueacabaseneltrabajo.Agripina
se resistía a aceptar que su propio hijo
ER
ICH
CULTURE IMAGES / ACI
quisiera asesinarla.Mas,ante la evidencia,con
un gesto dramático mostró su vientre a los
asesinos para que la hirieran allí donde había
gestado a Nerón.
A fin de encubrir el matricidio,Nerón y sus
consejeros pergeñaron una versión perversa:
Agripina había intentado matar al emperador
y, al no conseguirlo, se suicidó. Para que re-
sultara más convincente, le atribuyeron toda
clase de crímenes, entre ellos, el de «preten-
der ser asociada al Imperio, que las cohortes
pretorianas prestaran juramento a una mujer»,
y arrastrar a la misma degradación al pueblo
de Roma y al Senado. Así concluyó, en el año
59, la aventura vital y política de la Augusta
Agripina, la dama más ilustre de Roma: sin
honras fúnebres, con la reputación destrozada
y el día de su natalicio declarado nefasto.
Para ENSAYO
Mujeres de Roma, heroísmo, intrigas
saber y pasiones
más Isabel Barceló. Sargantana, Paterna, 2018.
Agripina. La primera emperatriz de Roma
Emma Southon. Pasado & Presente,
Barcelona 2019.

ES
SIN
L

G/
ALB
UM
CENIZAS DE AGRIPINA TUMBA DE AGRIPINA.
ESTAS RUINAS EN LA
LOCALIDAD DE BACOLI

EL SUPUESTO SE CONOCEN CON ESTE

NOMBRE, AUNQUE NO SE
SABE SI LA EMPERATRIZ

SEPULCRO FUE ENTERRADA AQUÍ.

P
ara asegurarse de la muerte de su
madre, Nerón se desplazó desde su
villade Bayas hasta la de Agripina, en
Bauli, a corta distancia. Los esclavos
de la casa habían huido, así que debió de ha-
llarla tal como la dejaron sus asesinos. Para
borrar las trazas del crimen, en el exterior se
apilaronmueblesyropasparaformarunapi-
ra y, en ella, tendida sobre un triclinio a modo
de lecho fúnebre, fue incinerada la Augusta
Agripina. Su liberto Mnéster no quiso sobre-
vivirla y se quitó la vida mientras las llamas
aún ardían. Las cenizas de Agripina fueron
enterradas junto al camino que une Bayas y
Miseno. En Bacoli, se conservan unas ruinas
ISTOCK / GETTY IMAGES

conocidas como «sepulcro de Agripina».

Aunque no consta que ésa fuera su tumba.
NERÓN Y EL
CADÁVER DE
AGRIPINA
sta pintura de Arturo Montero y
Calvo, de 1887, titulada Nerón ante
el cadáver de su madre Agripina –pro-
piedad del Museo del Prado y en depósito en
el Museo de Jaén–, representa el momento
en que Nerón observa el cadáver de su madre
Agripina tras haber ordenado su asesinato,
según el escabroso relato de los historiadores
antiguos, entre ellos Suetonio en sus Vidas de
los doce Césares: «Acudió precipitadamente
para ver el cadáver de su madre, palpó sus
miembros, criticando unos y alabando otros, y,
como entretanto sintiera sed, se puso a beber.
No obstante, ni en aquel momento ni jamás
en los tiempos que siguieron pudo soportar la
conciencia de su crimen».
MUUSEO NACIONAL DEL PRADO, DEPÓSITO EN EL MUSEO DE JAÉN
 ALEGORÍA
DE LA PESTE
La muerte,
representada con
alas y montada en
un caballo negro,
dispara contra los
seres humanos
sus flechas, que
simbolizan la
epidemia. Tabla de
Biccherna, Siena.
1437. Museos
Estatales, Berlín.
BPK / SCALA, FIRENZE
 LA PESTE
NEGRA
EL RENACIMIENTO TRAS LA CATÁSTROFE

Tras los estragos causados por la peste que azotó

Europa entre 1347 y 1353, los supervivientes se
consagraron a la difícil tarea de la reconstrucción

ALBERTO RECHE ONTILLERA

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA. INSTITUTO DE ESTUDIOS MEDIEVALES
 UN PUERTO
MEDIEVAL
El auge del
comercio en
el siglo XIV
contribuyó
a la expansión
de la peste.
Miniatura
del siglo XV.
Biblioteca
Bodleyana,
Oxford.

EL GRAN CANAL
DE VENECIA
Los barcos
de Génova y
Venecia, ciudades
comerciales
por excelencia,
introdujeron
en Europa la
peste, que
llegó al Viejo
Continente desde
el mar Negro.
ORONOZ / ALBUM

L
a peste negra y su impacto en Europa
occidental han quedado grabados en
la retina de generaciones de euro-
peos, ya sea a través de los relatos de
los hechos, de las nuevas y macabras
imágenes con las que se representó la muerte
desde entonces o de las escenas dantescas
sobre la plaga que aparecen una y otra vez en
los manuales escolares. En nuestra forma de
imaginar la Edad Media –sucia, anárquica,
atrasada–, la llegada de esta epidemia a Eu-
sultado de lo mucho que había progresado la
sociedad medieval. En efecto, la peste negra
llegó a Europa a través de las redes comercia-
les que se habían tejido entre Europa y Asia
desde finales del siglo XI, y que tuvieron su
máxima expresión en la política comercial
de las ciudades-estado de Génova y Venecia,
cuyos intereses se extendían desde el Próxi-
mo Oriente hasta la Europa septentrional.
El día a día de los puertos mediterráneos o
de las bulliciosas ciudades hanseáticas del
BUENA VISTA IMAGES / GETTY IMAGES

ropa no hace sino reforzar nuestros prejuicios
sobre los siglos finales del medievo.
Pero lo cierto es que la catástrofe que liqui-
dó entre un tercio y la mitad de la población
del continente fue en buena medida el re-
Báltico y el mar del Norte, así como el ajetreo
en ferias, mercados y caminos nos hablan de
un mundo mucho más conectado de lo que
podría parecer, y que por ello mismo sufrió
especialmente los estragos de la epidemia.

1347-1348 1349 1350

LA MUERTE NEGRA llega a
LA Constantinopla y se expande
RUTA DE por Grecia y Sicilia. Al año si-
LA MUERT guiente se extiende por los Bal-
canes, Italia, Francia, el norte de
España y el sur de Inglaterra.
LA PESTE afecta a Europa
Central, parte de Polonia y
llega a Escandinavia. Se extien-
de por el centro de Inglaterra,
por Irlanda y por el sur de la
península ibérica.
LA PLAGA sigue su marcha
mortal por Europa y los Países
Bajos. Gran parte de Alemania,
Dinamarca, la costa de Polonia,
el sur de Suecia y Escocia su-
cumben a la pandemia.
 1351-1353
LA PESTE continúa extendién-
dose por Europa y ataca el este
de Alemania y el resto de Po-
lonia. En su viaje llega hasta
Rusia y se expande por Moscú
y las regiones circundantes.
LOS NIÑOS, VÍCTIMAS 11346

PROPICIATORIAS 11347
11348
LA PESTE NO SÓLO DEVASTÓ Europa entre 1347 y 1351; cuando llegó, lo
11349
hizo para quedarse. Aunque nunca volvió a atacar con la virulencia de
aquellos años, se convirtió en compañera de viaje de las sociedades eu- 11350
ropeas hasta su erradicación definitiva en el siglo XIX. Sólo en lo que que-
daba del siglo XIV, Europa tuvo que en- 11351
frentarse a nuevos brotes de la enferme- 11352-1353
dad en 1366, 1374 y 1400. La de los años
1374 -1375, por ejemplo, fue conocida co-
mo la peste de los Niños, ya que gran par-
te de los muertos en aquella ocasión fue-
ron niños o jóvenes; junto con los ancia- MORTANDAD
INFANTIL
nos, los niños eran el grupo más expuesto
La pintura de
a la epidemia. De este modo, tras cada
Giovanni Baleison
nuevo paso de la peste por Europa no sólo muestra un carro
quedaba muy mermada la población del con dos pequeños
continente, sino que, comolaenfermedad difuntos y a una
afectaba a las generaciones más jóvenes, madre con su

AKG / ALBUM
lastraba cualquier posibilidad de recupe- hijo muerto en
ración demográfica. el regazo. 1481.
Capilla de Sainte-
Claire, Venanson.
INGL
L T RR

Los orígenes de la peor epidemia de pes- bles sobrevinieron en las principales ciuda-
te de la historia se hallan en el corazón de des europeas, mientras pilas de cadáveres D
Asia. Bien desde el norte de la India, bien se amontonaban en los cementerios espe- A
desde las estepas del Asia Central, la peste rando sepultura y las tierras quedaban sin Bri
rebasó sus fronteras ambientales tradicio- cultivar porque los campesinos fallecían en
nales y llegó a Europa gracias a la vitalidad masa. La muerte afectaba a todo el espectro
comercial de la época. Lo hizo a través de social: desde los trabajadores de la construc-
Crimea: en 1346, los refugiados de la ciudad ción hasta los más selectos miembros de los
de Caffa, en su huida de los mongoles, lle- círculos aristocráticos; incluso las familias
varon la enfermedad a Mesina y otros puer- reales veían con estupor cómo la muerte les
tos del Mediterráneo, y aquélla se expandió arrebataba a los suyos, sin cura ni remedio. O
sin freno por el continente aprovechando la IZC A
red de puertos y caminos y la intensidad del Bailando con la muerte S
iago
go NA
A
comercio a peque- ¿Cómo entender el profundo impacto que R
ña escala. Corría el la peste negra dejó en la mente de toda una
AL

o Duero
Zaragg
año 1347 cuando la generación de europeos? La época nos ha A T L
peste negra se in- dejado infinidad de imágenes de una nue- A
T

Río ajo T do
trodujo en Europa; va sensibilidad respecto a la muerte, que se
apenas cuatro años repite allí donde nos detengamos a mirar: Lisboa
boa
CARTOGRAFÍA: EOSGIS.COM. FOTO: RAMON MANENT / ALBUM

después, el mundo de repente, los esqueletos descarnados, que evviill

Alm
había cambiado para pasan a representar a la propia muerte, apa- Cádi
siempre. recen por doquier. En las pinturas murales, C
Ceuta
De un día para las iluminaciones de los manuscritos y las
otro, decenas, cen- baladas, una muerte esquelética, guadaña F
Fez
tenares, miles de en mano, siega indiscriminadamente las vi-
muertes inexplica- das de campesinos, artesanos, abadesas y

MERCADO DE TRIGO. MINIATURA ITALIANA DEL SIGLO XV. BIBLIOTECA LAURENCIANA, FLORENCIA.
ORONOZ / ALBUM
 EL ABRAZO
LA PESTE NEGRA,
REPRESENTADA EN EL LIBRO DE
HORAS DE SANTA CLARA, POR
BERNAT MARTORELL. 1430-1435.

MORTAL DE
ARCHIVO HISTÓRICO DE LA
CIUDAD DE BARCELONA.

LA PANDEMIA
LA PESTE NEGRA se difundió por Europa en una serie de mortíferas
oleadas con origen en Crimea, donde en 1346 se registraron los
primeros casos. En octubre de 1347, varios galeones, seguramen-
te procedentes de Crimea, atracaron en Mesina y difundieron la
plaga por esta ciudad. En 1348, tres barcos infectados llegaron
a Génova, de donde fueron expulsados, y con sus escalas en
puertos franceses y españoles extendieron la enfermedad. La
peste avanzó por todo el continente sembrando la destrucción,
hasta acabar con las vidas de un tercio o más de sus habitantes.

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 HUYENDO
DE LA PESTE
Esta miniatura del
siglo XV recrea
un episodio
del Decamerón,
cuyos diez
protagonistas
cuentan historias
para huir de una
terrible realidad.
Biblioteca del
Arsenal, París.

LA CATEDRAL
DE TORTOSA
La plaga llegó
a la ciudad
de Tortosa
(Tarragona) en
1347, el año en
que se empezó
a construir la

JOSSE / SCALA, FIRENZE

catedral de
Santa María,
consagrada
en 1441.

magnates, e incluso acaba con la existencia
del propio emperador. Las llamadas «danzas
de la muerte» son, quizá, la más elaborada ex-
presión de esta nueva mentalidad moldeada
por la hecatombe, y fijarán en el imaginario
europeo una forma muy concreta de repre-
sentar la muerte y sus efectos, que rebasará
los límites del mundo medieval y tendrá al-
guna de sus expresiones más notables en las
obras de Hans Holbein el Joven y de Pieter
Brueghel el Viejo, ya en el siglo XVI.
Oportunidades de fortuna
En paralelo a la presencia constante de la
muerte se desarrolló una vena vitalista, jo-
vial, que recorrió toda la sociedad. Tras su
llegada en 1347, la enfermedad atacó a los
europeos en diversas ocasiones y los super-
vivientes de las diferentes epidemias se de-
dicaron a celebrar la vida de muchas maneras.
Tal vez la que más nos ha quedado grabada
en la retina, por su belleza formal y su tono
calculadamente naíf y seductor, sea el Deca-
merón, de Giovanni Boccaccio. La historia es
muy conocida: diez jóvenes huyen de los es-
tragos de la peste negra en Florencia y se re-
fugian durante diez días en una villa de las
afueras. Para distraerse, las siete mujeres y
los tres hombres que forman el grupo hilva-
narán un total de cien relatos, a cual más su-
culento, que van de lo cómico a lo trascen-
dental, de lo erótico a lo ingenioso, en una
suerte de lienzo de las maravillas. Es la huida
hacia delante de unos personajes que, mien-
tras su mundo se derrumba, fantasean sobre
los placeres de la vida y sobre las posibilida-
des que ofrece una nueva sociedad.
Y es que, una vez superada la mor-
tandad inicial, la peste negra trajo
casi tantas oportunidades como
desgracias. La Europa anterior
MANUEL COHEN / AURIMAGES

a los efectos de la epidemia se

ESCULTORES REPRESENTADOS EN EL
RELIEVE DE LOS CUATRO SANTOS CORONADOS.
IGLESIA DE ORSANMICHELE, FLORENCIA.
AKG / ALBUM
EL TRIUNFO
DE LA MUERTE
este fresco, que hoy se expone en
la Galería Regional de Sicilia, en el
palacio Abatellis de Palermo, fue
pintado hacia 1450 por un maestro
desconocido para decorar el patio del
palacio Sclafani, en la misma ciudad.
Por entonces, este palacio se había
habilitado como hospital, y en él se
atendía a las víctimas de pestes como
las que se declararon en Palermo en
1422 y 1437. La pintura, que sigue los
cánones del género conocido como
«triunfo de la muerte», ofrecía a los
enfermos una lección moral que daba
sentido a su sufrimiento.

La muerte, a lomos de un caballo

blanco, esquelético como ella misma,
avanza armada con un arco.

Debajo se amontonan los fallecidos por

las flechas que ha lanzado la muerte,
esto es, la peste. Son todos reyes,
obispos y personas de condición elevada.

A la izquierda, un grupo de personas

humildes rezan para escapar a la
epidemia.

Abajo, a la derecha, una mujer y un

hombre, alcanzados por los dardos de
la peste, luchan por reponerse con la
ayuda de sus amigos.

Arriba, a la derecha, se representa un

ambiente ideal, con caballeros, damas
y músicos en torno a una fuente.

Arriba, a la izquierda, un caballero

sujeta a dos mastines, símbolo quizá
de las bajas pasiones.
SCALA, FIRENZE

TRIUNFO DE LA MUERTE. FRESCO DE UN PINTOR

ANÓNIMO. HACIA 1446. GALERÍA REGIONAL DE
SICILIA, PALERMO.
 LA PESTE Y LA GUERRA BATALLA
CABALGAN JUNTAS CAMPAL
Esta miniatura
de Las grandes
crónicas de
LA LLEGADA DE LA PESTE a Europa en 1347 coincidió con los primeros
Francia recrea la
compases de la guerra de los Cien Años. Meses antes de que la enfer- batalla de Crécy,
medad se detectara en Mesina, ingleses y franceses ya habían cruza- en agosto de
do sus espadas en Crécy, la primera batalla campal que se decantó 1346, donde los
del lado inglés; seguirían las de arqueros ingleses
Poitiers en 1356 y Agincourt en destruyeron
1415. Y es que peste y guerra ca- la caballería
balgaron juntas durante el siglo francesa.
XIV. El desastre provocado por la LA PESTE
epidemia se sumó a los efectos EN EL CAMPO
delascontiendas.Yafueseenlos Al disminuir
campos de batalla franceses, es- el número de
coceses, italianos, castellanos o campesinos, los
aragoneses,losañosdelasegun- que quedaron
da mitad del siglo XIV asistieron pudieron exigir

ERICH LESSSING / ALBUM

a una escalada sin precedentes más a los señores.
de las luchas entre las potencias Miniatura de Las
muy ricas horas
europeas, que agravó los efectos del duque de Berry.
de la crisis demográfica. Museo Condé,
Chantilly.

encontraba en el punto álgido de un ciclo
expansivo. La población del continente lle-
vaba generaciones creciendo a un ritmo con-
siderable, aunque los recursos no lo habían
hecho en consonancia. Ya antes de la llegada
de la peste a Europa se pueden rastrear los
primeros síntomas de agotamiento, que van
desde la fertilidad decreciente de las nuevas
tierras roturadas y los ciclos de malas cose-
chas hasta la espiral de quiebras bancarias
que tuvo lugar a principios del siglo XIV en
algunas zonas de Europa.
Las crisis de subsistencias –como lo mal
any primer (el primer mal año) que citan las
fuentes catalanas refiriéndose al
año 1333– fueron también una
realidad durante todo el si-
glo. En ese sentido,
la epidemia llegó
en el peor momento
posible: a una Europa
densamente poblada y
mal alimentada.
Pasado el infierno
de los años 1348-1351 y
enterrados los muertos,
DEA / ALBUM
la peste negra dejó un escenario muy dife-
rente. En las ciudades se pasó de un paisaje
dantesco de acumulación de muertes y de
terror colectivo (basta mirar el gran volumen
de testamentos dictados aquellos años) a un
ambiente de oportunidades.La mano de obra
escaseaba y los salarios debían renegociarse
al alza constantemente debido a la escasez
de trabajadores especializados.
Las oligarquías urbanas vieron este he-
cho como un problema: los intentos de los
gobiernos por limitar los salarios o por con-
trolar el lujo nos indican que, después de la
peste negra, el problema de las ciudades eu-
ropeas no era tanto combatir la pobreza o el
estancamiento como controlar las nuevas
formas de riqueza.
Fortunas inesperadas
Incluso si dejáramos de lado la subida de los
salarios, la ola de muertes provocada por la
epidemia tuvo un efecto inesperado en el pla-
no económico: la concentración de la riqueza
en los supervivientes. Quienes perdieron a
sus familiares,lejanos o cercanos,empezaron
a recibir las herencias de los difuntos. Tanto
AKG / ALBUM

COPA CON CUBIERTA DE JASPE GRIS Y ORO. SIGLO XV. PALACIO PITTI, FLORENCIA.
 ACCIÓN
DE GRACIAS
El retablo del
altar mayor de la
catedral de
Ávila muestra la
construcción de
la iglesia dedicada
al arcángel san
Miguel, que
detuvo una
epidemia de
peste en Roma.

IGLESIA DE
SAN ROQUE
A finales del
siglo XV se alzó
en Venecia
este templo,
dedicado al santo
protector de la
peste. La cúpula y
el ábside son los

ORONOZ / ALBUM
originales; el resto
se renovó en el
siglo XVIII.

en el campo como en la ciudad, las propie-
dades se concentraron y el dinero llenó las
bolsas como nunca antes lo había hecho.
En una sociedad conmocionada por el im-
pacto de la muerte súbita a su alrededor, esta
inyección de dinero se materializó en una
expansión sin precedentes del lujo: el arte
suntuario, la orfebrería o las fiestas cortesa-
nas son expresiones de este fenómeno, como
también lo fue la nueva manera de entender
el trabajo y los negocios.
Campos abandonados
En el campo, la gran mortandad favoreció
las expectativas de los campesinos. Pese a
que la peste tuvo un impacto mayor en los
ambientes urbanos, la despoblación afectó
poderosamente a las tierras de cultivo por
dos razones: los estragos de la enfermedad
y el éxodo hacia las ciudades. Numerosos
campos quedaron abandonados y los cam-
pesinos supervivientes tuvieron a su dispo-
sición nuevas tierras, muchas de las cuales
se presentaban ante ellos con menos obli-
vez más conscientes de sus derechos sobre la
propiedad y reacios a satisfacer las antiguas
cargas señoriales, y unos señores avisados
del riesgo que suponía para su forma de vida
la merma de los ingresos procedentes de sus
posesiones agrícolas. Además, la nueva si-
tuación en el campo no pasó desapercibida a
los inversores urbanos, que vieron una opor-
tunidad de negocio en la compra de tierras.
Todos estos cambios exacerbaron las ten-
siones sociales. En toda Europa se cuestio-
naban las viejas relaciones de poder, ya fuera
por parte de los artesanos de la lana floren-
tinos, los campesinos de remensa catalanes,
los integrantes de los movimientos antifis-
cales ingleses o de las jacqueries francesas.
E incluso en el ámbito religioso, con el auge
de las propuestas mendicantes y rigoristas.
Cuando el polvo provocado por la peste negra
se posó, el nuevo paisaje europeo tenía una
fisonomía bien diferente.
Para ENSAYO
Un espejo lejano: el calamitoso siglo XIV
saber Barbara W. Tuchman. Ariel, Barcelona, 2014.
PIERE BONBON / ALAMY / ACI

gaciones feudales que los terruños donde ya más La Peste negra, 1346-1353
Ole J. Benedictow. Akal, Madrid, 2011.
trabajaban. La segunda mitad del siglo XIV y NOVELA
buena parte del XV serán una época definida La peste negra
Luis Miguel Guerra. Edhasa, Barcelona, 2006.
por la tensión entre unos campesinos cada
 LA LEYENDA
DE SAN
ROQUE
la peste negra propició el surgimiento de nue-
vas formas de culto religioso, como el dedicado
a san Roque, el Abogado contra la Peste. Este
culto se relaciona con un personaje nacido en
Montpellier a finales del siglo XIII o a principios
del XIV y que, durante una peregrinación a Ro-
ma, se dedicó a atender a los enfermos de peste
que halló por el camino. Tras contraer él mismo
el mal, cuenta la leyenda que sufrió el rechazo
de todos hasta que un ángel lo curó. Luego quiso
regresar a Montpellier, pero fue detenido en el
norte de Italia, acusado de ser un espía, y fue
encerrado en una cárcel, donde murió.
El santo se labró gran fama como defensor ante
la plaga y su culto tuvo una amplísima difusión
durante toda la Edad Moderna. Santiago de
Compostela, por ejemplo, lo tiene como santo
patrón desde 1518, cuando la ciudad sufría el
azote de una epidemia de peste y sus habitantes
se encomendaron al santo. Los artistas han evo-
cado con frecuencia la figura de san Roque, que
aquí vemos en un retablo obra de un maestro
alemán de mediados del siglo XV.

1 SAN ROQUE
El santo es representado a la manera de
un peregrino, con bordón, sombrero y capa.
En su pierna izquierda vemos la llaga
causada por la enfermedad.

2 EL PERRO
San Roque se retiró al bosque cuando se dio
cuenta de que había contraído la enfermedad.
Allí, el perro de un rico señor le traía cada día una
hogaza de pan para que pudiera alimentarse.

3 EL ÁNGEL
La curación definitiva de san Roque tuvo
lugar cuando se le apareció un ángel, al que RETABLO DE SAN ROQUE, OBRA CONSERVADA
FINE ART IMAGES / ALBUM

EN EL MUSEO DE BELLAS ARTES DEL LEJANO

vemos cauterizando la herida del santo. ORIENTE DE KHABAROVSK, EN RUSIA.

16 HISTORIA NATIONAL GEOGRAPHIC

 1

2
 500 años de la expedición
que circunnavegó el planeta

MAGALLANES
En 1519 partió de Sevilla una flota de cinco navíos
al mando de Fernando de Magallanes, un hidalgo
portugués. Con el objetivo de abrir una nueva ruta
a las Molucas, las islas de las especias, Magallanes
y sus hombres bordearon el sur del continente
americ acífico

CATEDRÁTICO DE HISTORIA DE AMÉRICA. UNIVERSIDAD DE SEVILLA

EL ESTRECHO DE MAGALLANES
Los tres navíos que componían
entonces la flota de Magallanes
emplearon algo más de un mes
para atravesar el paso entre los
océanos Atlántico y Pacífico.
AKG / ALBUM
 E n la primavera de 1518, el hidalgo portugués Fernando
de Magallanes llegó a un acuerdo con el joven rey de Es-
paña, Carlos I, para dirigir una expedición comercial al
otro extremo del mundo, las Molucas, un archipiélago
hoy perteneciente a Indonesia. El objetivo era adquirir las espe-
cias –canela, clavo, nuez moscada...– que se cosechaban en aque-
llas islas y que, vendidas en los mercados europeos, reportaban
beneficios extraordinarios. Desde hacía dos del total; no era una proporción excepcio-
décadas, los portugueses controlaban una nal, pues en las flotas españolas del siglo XVI
ruta marítima directa que pasaba por el sur era frecuente encontrar, por lo menos, un 20
del continente africano. En el fondo, la ruta por ciento de tripulantes foráneos. Entre los
alternativa de Magallanes descansaba en más numerosos estaban los italianos, con
la misma idea que guio a Cristóbal Colón 27 individuos, y los portugueses, con 24.
en 1492: llegar a Oriente navegando hacia En cuanto a los españoles, eran mayoría los
Occidente. Para ello propugnaba dirigirse andaluces, 54, lo que suponía algo más de
al sur de América hasta alcanzar el paso que una quinta parte del total de los alistados.
comunicaba el océano Atlántico con el vasto
mar que separaba América de Asia. Siempre, Del grumete al capitán
claro está, que ese paso existiera, pues todos La tripulación estaba organizada según el
los navegantes que habían ido en su busca escalafón típico en la marinería de la época.
en los años anteriores habían fracasado. Los más jóvenes, entre 10 y 17 años, eran los
En las capitulaciones, el monarca ordena- pajes de nao, encargados de todas las tareas
ba a Magallanes «armar cinco navíos con la de limpieza a bordo. Conocemos los nom-
gente y mantenimientos e otras cosas nece- bres de dos de estos pajes en la expedición de
sarias para el dicho viaje». Los preparativos Magallanes: Juanillo y Vasquito. Ambos eran
se prolongaron durante más de un año. La hijos de pilotos de la expedición, Juan Carba-
primera tarea fue la de reclutar a la tripula- llo y Vasco Gallego. Junto a ellos estaban los
ción. Los datos sobre el número de tripu- grumetes, marineros jóvenes, de entre 17 y 25
lantes varían según las fuentes, pero una años aproximadamente. Entre otras cosas, se
cifra razonable estaría en torno a los 250. De encargaban de subir por la arboladura y reco-
ellos, unos 90 figuraban como extranjeros, ger o largar el paño de las velas, y también les
lo que supondría algo eran encomendadas las faenas más pesadas y
más de un tercio que requerían mayor esfuerzo físico.

C R O N O LO G Í A

EN RUTA 10-VIII-1519 7-IV-1520

HACIA
Tras algo más de un año Magallanes manda decapitar
de preparativos, la flota de a Gaspar de Quesada,
cinco navíos al mando capitán de la Concepción,
ASIA de Fernando de Magallanes
parte de Sevilla.
a fin de desbaratar un motín
contra su autoridad.
SF
A

/A
LBU
M
CARLOS V EN UNA MONEDA DISEÑADA POR DURERO. MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL, MADRID..
 SEVILLA Y ULTRAMAR
A finales de 1517, Magallanes llegó
a Sevilla y presentó a la Casa de
Contratación su proyecto de viaje a
las islas de las Especias. Bajo estas
líneas, la Torre del Oro de Sevilla.
TONO BALAGUER / AGE FOTOSTOCK

28-XI-1520 27-IV-1521 6-XI-1521 6-IX-1522

Los tres navíos que restan Fernando de Magallanes Comandada por Elcano, la La nao Victoria, única
de la expedición salen del encuentra la muerte en un expedición llega a las islas restante, entra en el puerto
estrecho de Magallanes y enfrentamiento con Molucas. Sus miembros de Sevilla, disparando
emprenden la travesía del los indígenas de la isla son recibidos por el rey de toda su artillería para
océano Pacífico. filipina de Mactán. Tidore, el sultán al-Mansur. celebrarlo, según Pigafetta.
 Sexo «contra natura» cargaba de dirigir la maniobra y mantener la
disciplina; el condestable, responsable de
a bordo de laVictoria la conservación de las armas, o el carpintero
y el calafate, que debían hacer las reparacio-

A
nes para el mantenimiento de la embarca-
NTONIO GINOVÉS –italiano, como indica el apellido
ción. Una figura muy importante, y con muy
o apodo– fue el grumete más tristemente famoso de la
expedición de la primera vuelta al mundo. En noviem- mala fama, era el despensero; él guardaba
bre de 1519, navegando para cruzar el ecuador, el ca- la llave de los siempre escasos alimentos y
pitán de la nao Victoria comunicó a Magallanes que su maestre, solía ser acusado de sisar y darlos de mala
el siciliano Antón Salomón, había sido sorprendido intentando calidad. El despensero Juan Ortiz, que nave-
cometer el entonces llamado «pecado nefando» con el grumete gó en la nao San Antonio, tuvo que plegarse
Ginovés. Magallanes ordenó detener a ambos y, en juicio su- a entregar la llave de la despensa durante la
marísimo, Salomón fue condenado a muerte por estrangula- rebelión que tendría lugar en tierras de la
ción, sentencia que se Patagonia, cuando los amotinados, muer-
ejecutó unas semanas tos de frío y hartos de racionamientos, le
más tarde. Antonio pusieron un puñal en la garganta.
Ginovés fue perdona-
do, pero desapareció La autoridad a bordo
misteriosamente poco
después; quizá se sui- La tripleta directiva en cada barco estaba
cidó ante las burlas de formada por el piloto, el maestre y el capitán.
los demás marineros, Los pilotos eran a menudo personas con no-
o bien fue empujado al table preparación intelectual, especialmente
mar por alguien que no aquellos que superaban los exámenes de la
quería verse compro- Casa de la Contratación y se convertían en
metido. pilotos de la Carrera de Indias. En la expedi-
ción de Magallanes destacaron dos pilotos
JOVEN MARINERO DEL SIGLO
XVI. DETALLE DE UNA LITOGRAFÍA con una buena formación teórica: Esteban
CONTEMPORÁNEA.
Gómez, en la nao Trinidad, y Andrés de San
Martín, en la nao San Antonio. En cambio,
otros dos pilotos, Juan Rodríguez Mafra y
BRIDGEMAN / ACI
Vasco Gallego, eran analfabetos y compen-
saban su escasa formación con su extraor-
EL PLAN DEL El grueso de la tripulación estaba formado dinaria experiencia.
DESCUBRIDOR
por los marineros, hombres de más de 25 El maestre era el administrador económico
Magallanes utilizó
unos mapas del años que asumían las labores que precisa- de la embarcación. Sin duda el más famo-
portugués Serrão ban de mayores conocimientos, tales como so en la expedición de Magallanes fue Juan
que situaban las llevar la caña del timón o realizar las ma- Sebastián Elcano, un marino vasco que tras
Molucas en la zona niobras más complejas con los aparejos, de haber sido propietario de su propio barco
reservada a España
por el tratado de
cuya prontitud y exactitud podía depender tuvo que venderlo y enrolarse en los buques
Tordesillas. Grabado. la seguridad de todos. Ginés de Mafra fue de la flota de la especiería. Inicialmente na-
un buen ejemplo de marinero experto, que vegó en la nao Concepción y estuvo a pun-
incluso acabaría ejerciendo de piloto y to de ser ahorcado durante la rebelión en
1. ORONOZ / ALBUM; 2. Y 3.. AGE FOTOSTOCK. 4. Y 5. ORONOZ / ALBUM

que nos ha dejado uno de los relatos más
emocionantes de la expedición a las Mo-
lucas. El otro relato destacado de la empresa
fue obra de un italiano, Antonio Pigafetta,
embarcado como «sobresaliente» (cargo de
AL
BU
M tipo militar) y servidor de Magallanes.
Algunos marineros conseguían la
confianza de sus jefes y se convertían
en mandos intermedios. Entre ellos
estaban el contramaestre, que se en-
tierras de la Patagonia. Aunque finalmente
se le perdonó, se mantuvo en un discretísimo
segundo plano que sólo abandonó cuando
Magallanes murió en un enfrentamiento con
nativos filipinos, tras lo cual tomó el mando
de la nao Victoria y dirigió el viaje de vuelta.
En las rutas comerciales, los maestres
ejercían el mando supremo. Pero la arma-
da de las Molucas era una expedición real,
y por ello se puso al frente de cada barco
 CUADRANTE DE LATÓN
FABRICADO EN NÁPOLES EN
1553. MUSEO DE HISTORIA DE
LAS CIENCIAS, FLORENCIA.

2.

1. 3.
BRÚJULA MAPA DE LAS
ACIMUTAL DEL MOLUCAS DE NUÑO
SIGLO XVI. MUSEO GARCÍA DE TORENO.
ARQUEOLÓGICO 1522. BIBLIOTECA
NACIONAL, MADRID. REAL, TURÍN.

RELOJ DE ARENA DEL SIGLO XVI. ASTROLABIO NÁUTICO DE

MUSEO NAVAL, MADRID. 1571. MUSEO NAVAL, MADRID.

BRÚJULAS
Y MAPAS
Magallanes llevó consigo en
la expedición los siguientes
instrumentos cosmográficos:
1. 50 brújulas
2. 21 cuadrantes de madera
3. 24 cartas de marear (6 obra
de Ruy Faleiro y 18 de Nuño
5. García de Toreno)
4. 7 astrolabios (uno de
madera y 6 de metal)
5. 18 relojes de arena 4.

WHITE IMAGES / SCALA, FIRENZE
EL FIN a un capitán. Todos ellos eran hidalgos, y
DEL MOTÍN
algunos sabían poco del arte de marear, lo
Magallanes condenó
a muerte a 40 que de por sí era una fuente de problemas.
marineros que se Además, desde el principio hubo tensiones
rebelaron en el puerto en torno a quién ejercía el mando supremo
de San Julián, pero sobre la flota. El 26 de julio de 1519, apenas
conmutó la pena
ante la necesidad
dos semanas antes de la salida, el rey designó
de disponer de a un hidalgo castellano, Juan de Cartagena,
todos los hombres como «conjunta persona» al capitán general
para culminar la Magallanes, lo que planteaba una peligrosí-
expedición. sima bicefalia durante un viaje tan largo y
complejo. Y, en efecto, entre ambos pronto
surgieron las fricciones. Magallanes toma-
ba las decisiones y cambiaba el rumbo sin
consultar con Cartagena, que protestaba de
forma cada vez más enérgica.
El conflicto estalló en noviembre de 1519,
a raíz de un caso de sodomía entre el maestre
Antón Salomón y el grumete Antonio Gi-
novés. Magallanes solicitó la presencia de
los demás capitanes en su nave para tratar
el caso, pero Juan de Cartagena le recriminó
por no haber sido consultado previamente.
Sumamente alterado por ver discutida su
autoridad en público, Magallanes agarró a
Cartagena gritando: «Sed preso», y el capi-
tán de la San Antonio acabó de manera infa-
mante con los pies aprisionados en el cepo.
Estas desavenencias culminarían cuando la
expedición trató de pasar el invierno austral
en el puerto de San Julián, en la Patagonia.
Allí el frío y la escasez de alimentos lleva-
ron a Juan de Cartagena y a los principales
capitanes españoles, incluido el maestre El-
cano, a rebelarse contra Magallanes. Cuando
el capitán general pudo sofocar la revuelta,
varios de los amotinados fueron ejecutados
y Cartagena, al que no se atrevió a matar,
quedó abandonado en una tierra desolada
y de él nunca más se supo.
Los cinco navíos
Los cinco navíos de la flota de Magallanes
eran la Trinidad –que hacía de capitana e iba
mandada por Magallanes–, la San Antonio,
la Concepción, la Victoria y la Santiago. Se
trataba de pequeños veleros construidos
seguramente en el Cantábrico, de poco más
de 20 metros de eslora. Sólo uno de ellos
culminó el periplo planetario: la Santiago se
estrelló en la costa argentina, la San Antonio
desertó y retornó a España cuando la flota
enfilaba el estrecho de Magallanes, y la Con-
cepción fue quemada en las Filipinas por falta
de tripulantes para hacerla navegar. Cuando
la nao Victoria, al mando de Juan Sebastián
de Elcano, y la Trinidad, comandada por
Gaspar Gómez de Espinosa, se disponían
a regresar a España cargadas de especias, a
esta última se le descubrió una vía de agua y
no pudo hacerse a la mar. La Victoria, al man-
do de Elcano, tardaría casi diez meses en el
viaje de regreso desde las Molucas, vía Ti-
mor y el cabo de Buena Esperanza.
La flotilla iba preparada para enfrentarse
a enemigos conocidos y desconocidos y es-
taba provista de alrededor de 70 piezas de
artillería ligera, como falconetes, versos y
pasamuros, la mayoría de las cuales podían
hacer fuego por encima de la borda. Estas
piezas disparaban pelotas de plomo, para cu-
ya fabricación se llevaban planchas de metal
TIERRAS DE LA PATAGONIA
«Creo que en todo el mundo no
existe un estrecho mejor y más bello
que éste», escribió Pigafetta sobre
el paso entre el Atlántico y el Pacífico.
Fiordo frente a la cordillera Darwin,
en la Patagonia chilena.
ALAMY / ACI
La batalla de la
isla de Mactán
E
N LA ISLA DE MACTÁN, un jefe local salió a pedir ayuda a
Magallanes contra otro jefe rival. El capitán portugués de-
cidió enviar 60 hombres «armados con corazas y celadas»
a bordo de tres barcas, con los que fue él mismo. A causa
de los escollos, las barcas debieron detenerse a distancia. De ellas
saltaron 49 hombres, que al llegar a la playa se encontraron con
1.500 indígenas que les lanzaron piedras, flechas y lanzas, dirigidas
sobre todo a las piernas, que los europeos llevaban descubiertas.
Magallanes ordenó incendiar las cabañas de los indígenas, pero
esto no hizo más que
enfurecerlos. «No po-
díamos resistir aquella
cantidad de lanzas y de
piedras [...]. Las bom-
bardas de las barcas es-
taban demasiado lejos,
por lo que decidimos re-
tirarnos». Sin embargo,
los indígenas lograron
rodear a Magallanes,
lo derribaron y lo alan-
cearon hasta la muerte.
LA BATALLA DE LA ISLA DE
MACTÁN, EN LAS FILIPINAS.
GRABADO ALEMÁN. 1603.
GRANGER / ALBUM
y los correspondientes moldes, pero tam-
bién podían lanzar clavos y simples piedras.
Además, se trasportaban lanzas, espadas,
ballestas y arcabuces para armar dos compa-
ñías, cada una de 100 hombres.
Magallanes y sus hombres se
valieron de este armamento en
sus tratos con los pueblos in-
dígenas, a veces como simple
recurso intimidatorio, pero no
siempre con eficacia. Cuando
el jefe de la isla de Mactán se
resistió a hacer acto de sumi-
sión al rey de España, Maga-
llanes envió tres barcas con 60
hombres armados. Sin embar-
go, la acción de sus ballestas y
arcabuces no logró doblegar la
J. S. ELCANO. SIGLO XVI.
resistencia de los isleños en el
MUSEO MARÍTIMO, SEVILLA. combate que se desarrolló en
ORONOZ / ALBUM
la playa, mientras que los cañones que iban
en las barcas resultaron ineficaces a causa de
su lejanía. Los europeos debieron retirarse,
dejando en la isla siete hombres sin vida, en-
tre ellos el propio Magallanes. Apenas unos
días más tarde, los cañones de los navíos
europeos tampoco sirvieron de nada para
rescatar a los expedicionarios que habían
caído en una celada de sus antiguos aliados
de la isla de Cebú.
El reto de subsistir
En una expedición como ésta, la clave del
éxito estaba en los bastimentos. La base de
la alimentación era la galleta, un tipo de pan
de los marineros cocido varias veces para
su más larga conservación y denominado
«bizcocho» (del latín bis coctus). El vino era
vital, pues sustituía al agua cuando ésta se
volvía putrefacta. Para confeccionar los tí-
picos guisotes marineros, se llevaban diver-
sas legumbres, como lentejas, garbanzos y
habas, que se cocinaban con pescado salado
o tocino. Además se transportaba aceite y
vinagre. Para los casos en que los temporales
o el ataque de los enemigos no aconsejasen
encender el fogón, se llevaron un millar de
quesos, pues en esos casos la comida se re-
ducía a pan, queso y vino. Como de costum-
bre, la flota llevaba animales: vacas y cerdos
como reserva viva de leche y carne.
En este aspecto, la travesía del Pacífico su-
puso el mayor desafío de la expedición. Así
describió Pigafetta la situación: «Durante
tres meses y 20 días no pudimos conseguir
alimentos frescos. El bizcocho que comía-
mos no era ya pan, sino un polvo mezclado
con gusanos y tenía un hedor insoportable
por estar empapado en orines de rata. El agua
que debíamos beber era igualmente pútrida y
hedionda. Para no morir de hambre llegamos
al terrible trance de comer pedazos de cuero
con que se había recubierto el palo mayor».
Los mariernos incluso se rifaban las ratas
que cazaban como el manjar más exquisito.
«Pero la mayor desgracia de todas fue que a
algunos hombres se les inflamaron las encías
de tal modo que no podían comer y se mo-
rían». Estos últimos eran los síntomas del
escorbuto, un mal que durante la travesía
del Pacífico costó la vida a 19 marineros,
además de dos indígenas americanos que se
LAS MOLUCAS
«El miércoles 6 de noviembre [de
1521] descubrimos cuatro islas
montañosas. El piloto nos dijo que eran
el Maluco. Entonces dimos gracias a
Dios e hicimos descargas con toda la
artillería» (Pigafetta). En la imagen,
las islas de Tidore y Ternate.
FADIL / GETTY IMAGES
 CABO
O
2 -XI
X 1 2

-I

L
-
-

E
- - 222
 VI AJE DE L A VICTOR IA
Este mapa del cartógrafo
alemán Heinrich Scherer, de
1702, representa la vuelta
al mundo de la nao Victoria.
El navío aparece abajo a
la izquierda, mientras que
a la derecha se ven los 18
marineros que retornaron a
Sevilla, dirigiéndose a una
iglesia para cumplir un voto
por haber sobrevivido.

- - 52

6 - 1

FINE ART IMAGES / ALBUM

Las baratijas, medio la pieza de vestimenta más típica de los ma-
rineros de la época. También llevaban varias
de pago universal libras de la especia local hispana: el azafrán,
así como diez quintales de marfil y frascos de

L
mercurio. Estos productos servían para hacer
A FLOTA DE LAS MOLUCAS llevaba una buena provisión de
intercambio de regalos en los lugares donde
baratijas, como peines, anzuelos, tijeras, espejos y cuchi-
llos alemanes «de los peores», así como 20.000 casca- atracaban. Por ejemplo, cuando los europeos
beles y cuentas de vidrios de colores para hacer trueque llegaron a la rica isla de Borneo, ofrecieron
con poblaciones locales. Por ejemplo, cuando se acercaron a la al rey, según consigna Pigafetta, «una túni-
isla filipina de Homonhon o Suluan, recibieron la visita de un ca de terciopelo verde a la moda turca, una
grupo de nativos a los que Magallanes ordenó que «les dieran silla de terciopelo morado, cinco brazas de
de comer y les regaló bonetes rojos, espejos, peines, cascabeles, paño rojo, un vaso dorado, un tintero dora-
marfil, [telas de] bocací y otras cosas». A cambio, los nativos les do...». A cambio, en una audiencia en el pala-
ofrecieron pescado, diversos frutos –entre ellos cocos– y bebida. cio del sultán de las isla, éste les dio brocados
y telas de oro y de seda.
Las especias de las Molucas, el objetivo de
todo el viaje, también se adquirieron median-
te trueque. Pigafetta explica que, en la isla de
Jilolo, los europeos podían adquirir un bahar
de clavo (equivalente a 230 kilos) a cambio de
cualquiera de estos conjuntos de artículos:
10 brazas de paño rojo muy bueno, 15 brazas de
paño no muy bueno, 15 hachas, 35 vasos
de vidrio («todos se los quedó el rey» de la is-
la), 150 cuchillos, 50 pares de tijeras, etcétera.
Cuando, el 6 de septiembre de 1522, la Vic-
toria atracó en el muelle de Sevilla habían
pasado tres años y un mes de la partida des-
de ese mismo lugar. Habían recorrido una
distancia que equivalía a casi dos vueltas al
LOOK AND LEARN / BRIDGEMAN / ACI
mundo en línea recta. El clavo de olor que
traían en la bodega dio para pagar los gastos
ESCENA DE habían llevado consigo, y dejó postrados a de toda la empresa y aún quedó un pequeño
TRUEQUE
otros 25 o 30. No es extraño el alborozo de los beneficio. A España sólo regresaron 18 de los
Un marino de la
expedición de marineros al término de la travesía del Pacífi- primitivos expedicionarios, junto con tres
Magallanes ofrece co, según relataba Ginés de Mafra: «Yendo na- indígenas de las Molucas. De la nao Trinidad,
un collar a un nativo vegando esta armada, un día que fueron 17 de capturada en las Molucas por los portugue-
de las islas Filipinas marzo del año 1521, uno que estaba en la gavia ses, sólo regresaron a la Península cuatro su-
a cambio de bebida
y comida.
que se llamaba Navarro, dijo a grandes voces: pervivientes. Un viejo dicho marinero del
Ilustración de la ¡Tierra, tierra! Con esta subida palabra todos siglo XVI puede servir de perfecto resumen
década de 1980. se alegraron tanto que el que menos señales para explicar la suerte, o la desgracia, de los
de alegría mostraba se tenía por más loco». tripulantes de aquella larguísima epopeya:
«La mar es mina donde muchos se hacen ri-
Misión comercial cos, pero infinitos más yacen enterrados».
Las embarcaciones también cargaban mer-
cancías de todo tipo para entablar tratos con Para ENSAYO

los países que iban a visitar. Las más desta- saber La vuelta al mundo de Magallanes-
Elcano
cadas eran las telas: piezas de paños de bri- más Mª D. Higueras Rodríguez. CSIC, Madrid, 2018.
TEXTO
llantes colores (rojo, amarillo o de tonalidad La primera vuelta al mundo
Antonio Pigafetta. Alianza, Madrid, 2019.
plateada), otras de mayor calidad como ter- INTERNET
ciopelo, así como 200 bonetes colorados, es La primera vuelta al mundo
rutaelcano.com
decir, gorros parecidos a la barretina, que era
POR FIN EN CASA
Los marineros que han
completado la vuelta
al mundo descienden
de la Victoria con cirios
en la mano para cumplir
una acción de gracias.
Óleo por Elías Salaverría
Inchaurrandieta. 1919.
Museo Naval, Madrid.
BRIDGEMAN / ACI
LA NAO
VICTORIA
Los documentos del siglo XVI
denominan nao a cualquier navío
preparado para la navegación
oceánica. Sin embargo, la Victoria
y las otras cuatro naves de la
expedición de Magallanes eran
carracas, típicas del área cantábrica.
La Victoria era la cuarta por tamaño,
y haría luego dos viajes a América.
Cofa

Palo de
mesana
Palo Palo
mayor Trinquete
e

Castillo
de proa

Timón

FICH
HA TÉCNICA

Tripulación:
p Francobordo
45 hombres Una de las
características de
la nao era su gran
francobordo, es
Desplazamiento: decir, la altura
100 toneladas de la parte de la
nave que emerge
fuera del agua.
6,7 m 26 m
Dimensiones: Manga Eslora
 Castillo
de popa

Cubiertas
Poseía cuatro
cubiertas, con
unos 120 m2 de
superficie útil.

Artillería
La nao llevaba
10 falconetes de
hierro forjado.
OL 90 / ALBUM

Toneles
de agua
Ancla Lastre y vino
SO
EL NOVELISTA DE LONDRES
Charles Dickens, fotografiado en
su escritorio. En la página siguiente,
la cubierta de Las aventuras de
Oliver Twist, ilustrada por George
Cruikshank con diversos episodios
de la novela, en la edición de 1846.
BRITISH LIBRARY / ALBUM. CUBIERTA: SCALA, FIRENZE
 EL LONDRES
DE
CHARLES
DICKENS
Charles Dickens dejó en
sus obras el testimonio de una ciudad
en la que convivían una riqueza
extrema y una miseria que, como él
mismo dijo a un periodista, «supera
el entendimiento»

JOAN ELOI ROCA

AUTOR DE GUÍA LITERARIA DE LONDRES (2012)
N
adie captó mejor quee
Charles Dickens las dos
caras del Londres de su u
época. Un lado brillantee,
que avanzaba a grandes
zancadas hacia el futuroo,
y otro lado sombrío, dee
pobreza y explotación infantil. Curiosamentee,
Dickens no había nacido en Londres, sino en n
Portsmouth. Sus padres, John y Elizabeth, se
instalaron en la capital cuando Charles tenía
diez años, en una casita de ladrillos amarillos
en la calle Bayham, en Candem, entonces en las
afueras de Londres. La casa, como las demás
del barrio, era pequeña, pero nueva. Allí vivían
n,
además de sus padres y cuatro hermanos, un n
sobrino y un criado. John Foster, buen amigo y
biógrafo de Dickens, describió Candem como o
«la parte más pobre de las afueras», pero no o
era así. En 1822 Candem era un barrio de clasee
media, donde vivían tenderos y empleados dee
profesiones liberales. Le sucedió a Foster lo o
mismo que nos ocurre hoy cuando evocamos
el adjetivo «dickensiano». De inmediato vie-
nen a la mente imágenes de niños pobres, su-
cios y hambrientos, fábricas terribles y calles
inmundas. Y, desde luego, pronto ese tipo dee
oscuridad existió en la vida de Dickens, pero o
aún no había llegado ese momento.

El lado oscuro de Londres

A finales de 1823, los Dickens se mudaron al a
número 4 de la calle North Gower, cerca dee
Euston, a una casa el doble de grande y más
céntrica. En esta zona, las calles estaban pavi-
mentadas y la vida era más cara. Los Dickens
tenían ya siete hijos y siempre faltaba el dine- LA MAYOR CIUDAD
ro. David Copperfied es, quizá, la novela más
autobiográfica de Dickens. En ella aparece el e DEL PLANETA
personaje del señor Micawber, el epítome dee
hombre pobre, pero optimista, que siempree
piensa que saldrá adelante de algún modo. Dic-
E l Londres al que llegó Dickens en 1822, con
diez años, no era el que vio por última vez
en 1870, a los 58 años, cuando murió. De algo
kens se inspiró en su padre, John, para crear más de un millón de habitantes había pasado a
este personaje. De Micawber es la célebre citaa casi cuatro, el área urbana se había extendido
«Ingresos anuales 20 libras; gastos anualess, desmesuradamente y los ómnibus, el ferrocarril,
19,97. Resultado: felicidad. Ingresos anuales el metro, el alumbrado público, el alcantarillado
20 libras; gastos anuales 20,02. Resultado: mi- y las reformas urbanísticas habían cambiado su
MARY EVANS / AGE FOTOSTOCK

seria». Rápidamente, la realidad de la familia rostro. Sin embargo, sus calles mantenían un
Dickens empezó a parecerse más a la segundaa contraste entre riqueza y miseria sin parangón
parte de esa ecuación. Londres, en cualquier en ninguna otra ciudad de Europa occidental.
época, pero especialmente en tiempos dee
 El territorio del novelista
La zona sombreada en este mapa de 1862
concentra las menciones a espacios de
Londres en las obras de Dickens. Con
excepciones, ignoró el sur del Támesis,
ocupado por almacenes, muelles y
terrenos fangosos y baldíos. Los lugares
que más se mencionan en sus obras
son Westminster (no en vano Dickens
empezó su carrera como cronista
parlamentario) y la catedral de San Pablo.
BRIDGEMAN / ACI

LONDRES A VISTA DE PÁJARO DESDE LA CATEDRAL DE SAN

PABLO, CON LA ZONA BURGUESA DE LA CITY EN PRIMER PLANO
Y EL ÁREA POBRE E INDUSTRIAL DEL EAST END AL FONDO.
 UN GUARDIA MUESTRA A UNA
FAMILIA QUE VISITA NEWGATE LOS
VACIADOS EN YESO DE CRIMINALES
FAMOSOS ALLÍ EJECUTADOS. CUANDO
CERRÓ LA CÁRCEL, LOS BUSTOS SE
Dickens, era una ciudad cómoda para los ricos VENDIERON A CINCO LIBRAS CADA UNO.
y dura para los pobres. A los primeros les ofre-
cía entretenimiento sin fin y las últimas ma-
ravillas de la tecnología, como el ferrocarril, el
metro, el telégrafo o la electricidad, todas las
cuales aparecieron en vida del escritor. Los po-
bres se veían forzados a jornadas de doce horas
por sueldos que a menudo ni siquiera alcanza-
ban para pagarse una cama y el sustento básico.
Y así fue como Charles Dickens conoció el
lado oscuro de Londres: para hacer frente a las
crecientes deudas de la familia, al cumplir los
doce años fue arrancado de la escuela y de su
plácida vida de niño de clase media y enviado
a trabajar a una fábrica por seis chelines a la
semana. Poco después, su padre fue arrestado
por una deuda de 40 libras y 10 chelines y, en
consecuencia, la familia tuvo que abandonar la
casa de la calle North Gower. El pequeño Char-
les se quedó solo en una habitación cerca de su
fábrica, mientras que el resto de la familia se
fue a vivir a la cárcel de Marshalsea, a cuatro
kilómetros de distancia, un edificio lóbrego
en la orilla sur del Támesis, cerca del puente de
Londres, cuyo nombre era temido por todos los
deudores de la ciudad.

La sombra de la cárcel
En la Inglaterra del siglo XIX, un deudor podía
ser encarcelado hasta que satisficiera su deuda.
Más aún, como las prisiones no eran públicas,
sino privadas, cobraban a los presos la estancia,
de modo que el coste de su manutención se su-
maba a la deuda que había motivado el encarce-
lamiento. Si uno era pobre, como los Dickens,
era habitual que la familia se mudara a la cárcel
con el deudor para ahorrar dinero. Los presos PRISIONES QUE
ADMITÍAN VISITAS
convivían hacinados en pequeñas celdas, en
las que se juntaban hasta doce personas. No era

L
extraño que murieran de inanición o enferme- a experiencia carcelaria no era ajena a mu-
dades, o acabara con ellos el frío (por supuesto, chos londinenses. Además de la prisión pa-
no había calefacción) o el calor en verano. Como ra deudores de Marshalsea, podías dar con tus
Marshalsea era una prisión privada, los presos huesos en la ominosa cárcel de Newgate, que en
tiempos de Dickens empezó a albergar a conde-
nados a muerte: allí ve Oliver Twist a Fagin, a la
Súbitamente, el pequeño espera de ser colgado. Dickens conocía Newgate
Charles Dickens se vio de primera mano: ya en 1836 había descrito una
despojado de su tranquila
FOTOS: BRIDGEMAN / ACI

visita a la prisión en sus Escenas de la vida de

Londres por Boz, ya que los miércoles y jueves,
infancia y conoció de primera de doce a tres, Newgate abría al público.
mano lo que era la cárcel
 LA PRISIÓN DE
NEWGATE A FINALES
DEL SIGLO XIX. LA
ÚLTIMA EJECUCIÓN
EN ELLA TUVO LUGAR
EN 1902, AÑO EN QUE
FUE DEMOLIDA. AL
FONDO, LA CATEDRAL
DE SAN PABLO.

EN 1872, EL DIBUJANTE GUSTAVE DORÉ PUBLICÓ

LONDRES: UN PEREGRINAJE, DONDE MOSTRABA
LA VIDA DE LOS MARGINADOS, COMO ESTOS
INTERNOS DE NEWGATE HACIENDO EJERCICIO.
queselopodíanpermitirteníanaccesoaunbar, LOS MÁS
un restaurante, una tienda e incluso gozaban EXPLOTADOS
del privilegio de salir de la cárcel durante el día.
Pero,para la gran mayoría,la prisión por deudas
eraunpozodelqueresultabadifícilsalir.Enotra S i había algo que fuera barato en Londres, era
la mano de obra infantil, algo que Dickens
sabía por propia experiencia. Había niños que
de las novelas de Dickens, La pequeña Dorrit,
por ejemplo, el personaje de William Dorrit eran obligados a trabajar en las workhouses a
lleva tanto tiempo encarcelado en Marshalsea cambio de una misérrima alimentación, como
que sus hijos han crecido dentro de la cárcel. Oliver Twist. Otros eran vendidos o alquilados
por sus familias, o eran abandonados y debían
Una marca indeleble ganarse el sustento por sí mismos. Londres era
Muy a menudo los presos dependían de sus una ciudad repleta de criaturas que se ofrecían
por escasas monedas: se cree que había entre
familiares para reunir el dinero que les permi-
diez y veinte mil que se ocupaban en trabajos
tiera recuperar la libertad. Charles contribuyó
callejeros. Limpiaban zapatos, recogían los
lo que pudo trabajando en la fábrica Warren’s
excrementos de caballo (de los que cada día
Blacking, que estaba en Hungerford Stairs,
quedaban toneladas en las calles de la ciudad),
entre el Strand y el río (luego se trasladaría a acarreaban los bultos de los pasajeros
CoventGarden),yfabricababetúnparazapatos. de trenes y ómnibus, se empleaban
La experiencia resultó traumática. Él mismo como repartidores de las tiendas,
confesó que, hasta que no se demolió la fábri- llevaban telegramas, vendían perió-
ca, no tuvo «el valor de volver al lugar en que dicos, cerillas o flores. Los mudlarks
empezó mi esclavitud […]. Durante muchos buscaban monedas o cualquier
años,si tenía que pasar cerca,cruzaba a la acera basura aprovechable en el barro del
opuesta». Las largas jornadas de diez horas le Támesis durante la marea baja.
dejaron una profunda huella: «No hay palabras Los que trabajaban como des-
para expresar la agonía de mi alma [...] me sen- hollinadores morían asfixiados
tía humillado y traspasado por la pena». Aun o a causa de las «verrugas de hollín»,
así tuvo suerte, pues su trabajo, que consistía como se llamaba al cáncer de escroto
en tapar y etiquetar los tarros de betún, era de contraído al limpiar chimeneas.
los más livianos de la fábrica.
David Copperfield d expresa el desamparo que
sintió el propio Dickens: «Sabía ahora lo bas-
tante del mundo como para haber perdido casi
por completo la capacidad de sorprenderme,
pero de todos modos incluso ahora me causa
cierta sorpresa el que yo fuera arrojado al pie
de los caballos con tanta facilidad a tan tierna
edad. Dado que era un niño de excelentes fa-
cultadesy con grandes poderes de observación,
rápido, afectuoso, delicado y a quien resultaba
fácil herir física o mentalmente, me parece in-
verosímil que nadie interviniera en mi favor. LIMPIABOTAS
EN UNA
Pero nadie lo hizo y así me convertí, a los diez FOTOGRAFÍA
años, en un obrero de la fábrica». La explota- TOMADA
EN LA DÉCADA
ción infantil,en fábricas y todo tipo de trabajos, DE 1870.
estaba a la orden del día en Londres.Hasta 1833
el gobierno no prohibiría la contratación de
FOTOS: BRIDGEMAN / ACI

menores de nueve años.

John Dickens estuvo entrando y saliendo de
Marshalsea durante los años siguientes, pe-
ro, por fortuna, cuando Charles llevaba ya un
VENDEDORA NEWSBOY
DE CERRILLAS O VENDEDOR
LUCIFER. DE PERIÓDICOS
GRABAADO OFRECIENDO
POR RICHARD THE TIMES.
BEARD. 1840. GRABADO. 1862.

MENSAJERO
EMPLEADO
POR CORREOS
PARA ENTREGAR
TELEGRAMAS.
FOTO DE 1899.

MUDLARK
UN JOVEN CON LOS PIES
DESHOLLINADOR EN EL FANGO
CON LOS ÚTILES DEL RÍO.
DE SU OFICIO. GRABADO POR
GRABADO POR R. BEARD. 1862.
R. BEARD. 1862.
LA CIUDAD DE LOS POBRES
Tomada hacia 1900, esta
fotografía de autor desconocido
habla de viviendas húmedas
y lóbregas, con habitaciones
donde trabajaba, comía
y dormía una familia entera.
BRIDGEMAN / ACI
LOREM LORME LOOREM
año en la fábrica, John insistió en que dejara de
trabajar y volviera a la escuela. Pero tres años
después Dickens dejó la escuela de forma de-
finitiva porque su padre ya no podía pagársela.
Gracias a un contacto de su madre, entró a tra-
bajar como escribiente en un bufete de aboga-
dos, Ellis & Blackmore. Tenía quince años y el
sueldo, que al principio era de doce chelines a
la semana, pronto subiría a treinta. Ese dinero
le permitió empezar a explorar los placeres que
Londres ofrecía a un joven. Por primera vez se
podía permitir ir al teatro, comer fuera de vez
en cuando y explorar la ciudad.

Conociendo el otro Londres

Dickens se familiarizó con toda la zona de los
juzgados y de la City. Arracimados alrededor
de Holborn, Fleet Street, el Strand y Chancery
Lane, estaban los Inns of Court, donde vivían,
estudiaban y trabajaban los abogados de la ciu-
dad desde la Edad Media, y donde el propio
Dickens residió un tiempo. Eran el centro de
la actividad legal de Londres, equivalentes a
colegios de abogados, pero que, además, ofre-
cían alojamiento a sus miembros. Los describe
en Los papeles del Club Pickwick como «lugares
antiguos y extraños, llenos de recovecos, gale-
rías y pasillos». Los Inns, así como el Derecho
y los abogados, aparecerán luego de forma re-
currente en sus novelas.
A menudo menciona la plaza de Lincoln’s
Inn Fields como un lugar sombrío, aunque hoy
es un espacio tranquilo de Londres por el que
todavía pasan los abogados con sus maleti-
nes camino de los juzgados. Justo a la vuelta
de la esquina de esta plaza, en la discreta calle
Portsmouth, Dickens solía pasar frente a una
pequeña tienda, que ya entonces se conside-
raba la más antigua de Londres y que hoy sigue
exactamente en el mismo lugar. Se trata de
The Old Curiosity Shop en la que, por supues-
to, inspiraría su Vieja tienda de antigüedades.
Gray’s Inn (otro de los Inns) aparece tanto en

A los 15 años, Dickens dejó

definitivamente la escuela
porque su padre no la podía
BRIDGEMAN / ACI

pagar y empezó a trabajar

en un bufete de abogados
LA METRÓPOLI DE LOS RICOS
Hacia 1885, Regent Street, una
de las calles principales del
Londres burgués, tenía este
aspecto. Los edificios de la
izquierda forman el Quadrant,
una zona con múltiples
comercios abiertos al público.
David Copperfield como en Los papeles del Club
Pickwick. En la última e inconclusa novela de
Dickens, El misterio de Edwind Drood, se men-
ciona la tranquila plaza en el histórico Staple
Inn, en Holborn, que «transmite al aliviado
peatón la sensación de tener algodón en sus
oídos y suelas de terciopelo en los pies».
Gracias a que aprendió taquigrafía,Dickens
empezó a colaborar con periódicos como re-
portero. En paralelo, publicó pequeños bos-
quejos sobre Londres bajo el seudónimo de
Boz. Poco después, en 1836, se publicaron las
primerasentregassuprimeranovela,Los pape-
les del Club Pickwick,que narraba las aventuras
deungrupodeamigosenelcampo.Enlacuarta
entrega apareció como personaje Sam Weller,
un sirviente cockney (habitante de los bajos
fondos del East End) con un conocimiento
enciclopédico de Londres (y quien, por cier-
to, cuando se nos presenta, está limpiando
las botas de su amo con un betún que «habría
hecho morirse de envidia al señor Warren»).
Las ventas de la serie se dispararon con la apa-
rición de Weller. Dickens había descubierto
que a sus lectores les interesaba Londres,y que
Londres aseguraba las ventas.Se hizo,además,
tremendamente famoso casi de inmediato.

El caminante nocturno
El escritor recorrió incansablemente las calles
delacapitalbritánica,absorbiendolarealidadde
la ciudad como una esponja. Acostumbraba a
andar entre ocho y 40 kilómetros diarios,a un
ritmo, según cuenta él mismo, de algo más de
siete kilómetros por hora.Hoy esas distancias
nos parecen asombrosas, pero los londineses
de la época caminaban mucho más que los ur- MISERIA A CUBIERTO
banitasmodernos.Muchasdelascaminatasde
Dickens, además, eran nocturnas, pues sufría O BAJO EL CIELO
C
insomnio. En una carta de 1863 explicaba que asas deshechas con los huecos de las venta-
por la noche caminaba entre 16 y 24 kilóme- nas cubiertos con harapos y periódicos [...],
tros mientras trabajaba en su libro. Se movía chicas de catorce y quince años descalzas, con
al norte del río (al sur del Támesis había toda- el pelo enmarañado y grandes gabanes blancos
vía poco más que almacenes), desde Charing como casi único vestido, chicos de todas las
Cross y Covent Garden –entonces limítrofe edades con abrigos de todas las tallas o sin nada
con Saint Giles, un barrio de delincuencia y de abrigo». En 1835, Dickens firmaba como Boz
vicio–pasandoporlaCityhastaWhitechapel: esta descripción de una rookery (como se lla-
FOTOS: BRIDGEMAN / ACI

ese era el corazón del Londres dickensiano. maban los barrios donde se hacinaban pobres,
No debemos imaginarlo caminando por ladrones y prostitutas) cerca de Covent Garden.
Londres ataviado con una adusta levita negra. Aunque peor vivían quienes carecían de techo.
Al contrario, solía vestir ropas de vivos colores
SOLICITANTES DE
PLAZA EN UN ASILO
PARA POBRES EN PLENO
INVIERNO. UN TEXTO DE
DICKENS ACOMPAÑABA
ESTE ÓLEO DE SAMUEL
LUKE FILDES CUANDO SE
EXHIBIÓ POR PRIMERA
VEZ, EN 1874.

VENDEDORES DE ZAPATOS
Y NIÑOS ARRACIMADOS
EN LA CALZADA,
EXPUESTOS A ATROPELLOS.
EN 1872, GUSTAVE DORÉ
RECOGIÓ ESTA ESCENA
CALLEJERA DE SEVEN
DIALS, EN COVENT GARDEN.
y corte atrevido, pues su sentido de la moda y
su carácter respondían más a los del período de
la Regencia, en el que se estilaban los colores
brillantes y el dandismo, que a los de un victo-
riano.ParaDickens,queprocesabasuficciónen
sus paseos, Londres era su «linterna mágica»
particular. Si no podía caminar, se inquietaba.

ElhombrequemejorconocíaLondres
Conocía íntimamente todos los barrios de su
ciudad «con la precisión de un taxista».Covent
Garden era el mercado y el centro del florecien-
te negocio del vicio; Drury Lane, justo al lado,
era sinónimo de pobreza y suciedad, mientras
que la Lowther Arcade, a apenas unos cientos
de metros,era el lugar preferido de los más pu-
dientespara hacer sus compras.Era la naturale-
za de Londres: dos realidades opuestas prácti-
camente contiguas, pero que no se mezclaban.
El ágil paso del escritor no le impedía reparar
en todo y grabarlo en su asombrosa memoria.
Un contemporáneo escribió que si se le da-
ba a Dickens el nombre de cualquier calle de
Londres era capaz de decirte «todo lo que ha-
bía en ella, de qué era cada una de sus tiendas,
cómo se llamaba el dueño del colmado y cuan-
tas peladuras de naranja había sobre la acera».
Aquel era un Londres en ebullición, con
calles repletas de gente y perpetuamente en
obras, porque estaba en constante transfor-
mación, modernizándose a marchas forzadas
y aumentando constantemente de tamaño. Si
en 1800 contaba con un millón de habitantes y
unas 136.000 casas,a finales de siglo alcanzaba
los 6,5 millones de habitantes y más de seis
millones de casas. Ese ritmo de transforma-
ción urbana hace que buena parte del Londres LA LACRA DE LA
PROSTITUCIÓN
de Dickens ya no exista. Sí se puede visitar to-
davía, en el 48 de la calle Doughty, la casa en la
que vivió durante unos años en la década de
1830 y dónde escribió Oliver Twist, Los papeles
del Club Pickwick y Nicholas Nickleby. Hoy es
E n el siglo XIX, la prostitución adquirió una
amplitud inusitada en Londres. Se decía
que a comienzos de la década de 1860 había
sede del Museo Charles Dickens.Otros lugares 80.000 prostitutas, la décima parte de las
permanecen igual. Por ejemplo, las campanas cuales tenía menos de quince años. La pobre-
quedespiertanaScroogeenCanción de Navidad za abocaba a estas muchachas a la explota-
tras las visitas de los espíritus de las Navidades ción sexual, en una época en que la edad legal
pasadas,presentes y futuras son las del reloj de del consentimiento para mantener relaciones
FOTOS: BRIDGEMAN / ACI

Saint Dustan-in-the-West, en Fleet Street. sexuales se situaba en los doce años, y en una
Mejor suerte han tenido los pubs, restau- ciudad donde los menesterosos se unían en
rantes y tabernas que tanto frecuentó el escri- pareja a los trece y catorce años.
tor. Muchos de los que se mencionan en sus
GEORGE CRUIKSHANK,
ILUSTRADOR DE
DICKENS, ES AUTOR DE
ESTE GRABADO CON LA
LEYENDA «DE LA LICORERÍA
AL BAILE, LA MUCHACHA
POBRE ES CONDUCIDA A
ESE ESTADO QUE ACABA
EN LA MISERIA».

CHICAS ABANDONADAS.
GRABADO POR ÉMILE
BAYARD. 1862. LAS
MUCHACHAS ABOCADAS
A LA PROSTITUCIÓN ERAN
UN TEMA SEDUCTOR PARA
BURGUESES ÁVIDOS DE
EMOCIONES FUERTES.
Tierra de enfermedades
En septiembre de 1852, la revista satírica Punch publicaba este grabado: «Una corte para el rey Cólera», con niños jugando
entre la basura en un slum. Y, en efecto, las deplorables condiciones higiénicas favorecieron graves brotes de cólera en 1853.

La ciudad más oscura

La climatología y las emanaciones de las chimeneas se aliaban para crear una niebla tan densa que daba lugar a un trabajo peculiar:
el de los link boys, muchachos que portaban una antorcha para iluminar a los caminantes e incluso a las caballerías y los carruajes.

AMBIENTES
PECULIARES
L a ciudad en la que Dickens situó sus novelas
era la capital de la nación más avanzada del
planeta, pero esto no se reflejaba en una vida
diaria poco cómoda, marcada por la oscuridad
de la noche o la niebla apenas rota por las lu-
ces de gas o por los link boys (que aparecen,
por ejemplo, cuando Scrooge se asoma a la
ventana en Canción de Navidad), e insana por
actividades económicas como la del mercado
de Smithfield, que tan vívidamente describió
Dickens en Oliver Twist.
FOTOS: BRIDGEMAN / ACI, EXCEPTO ARRIBA DERECHA: MARY EVANS / AGE FOTOSTOCK
Calles poco aptas para paseantes
Esta escena de 1865 nos muestra los efectos de la nieve derritiéndose, al formar una mezcla con el lodo y el estiércol de caballo.
A la derecha de la imagen vemos a uno de los niños que ganaban unos peniques barriendo la calle para que la cruzaran los viandantes.

Hombres... y animales
El ganado ocupaba una parte central de Londres: a 600 m de la catedral de San Pablo se hallaba el mercado de carne de Smithfield,
una vasta explanada donde se vendían decenas de miles de cerdos, ovejas y cabezas de vacuno; no se cerró hasta la década de 1850.
 EL PALACIO DE LA GINEBRA. ILUSTRACIÓN
DE GEORGE CRUIKSHANK PARA EL ARTÍCULO
novelas o que cita en su correspondencia exis- «LAS LICORERÍAS», DE DICKENS, EN ESCENAS
DE LA VIDA DE LONDRES POR BOZ. 1835.
ten todavía. Precisamente frente a donde se
había alzado la antigua fábrica Warren, estaba
(y sigue estando) su restaurante favorito, Ru-
les. A Dickens, siendo ya un escritor famoso, le
gustaba reservar una mesa cerca de la ventana
para ver mientras comía el lugar donde tanto
había sufrido de niño.
Dickens solía visitar la cafetería de The
George Inn, que hoy es un pub, a la que men-
ciona en La pequeña Dorrit. En cuanto a los
pubs, uno de sus favoritos era Ye Olde Cheshire
Cheese, cerca de Fleet Street. El pub aparece
en Historia de dos ciudades y tiene un pedigrí
literario impecable, pues fue también frecuen-
tado por Samuel Johnson y William Butler
Yeats. En Nuestro común amigo aparece otro
pub que también sigue en pie: The Grapes, en
Limehouse, al este de Londres. En este pub se
puede disfrutar de la vista al Támesis, aunque
hoy no está abarrotado de barcos y botes, como
lo estaba en tiempos del escritor.
La ciudad honró a su gran escritor enterrán-
dolo en el Rincón de los Poetas de la Abadía de
Westminster, bajo una sencilla lápida de már-
mol negro. Allí descansa un hombre que co-
noció de primera mano el Londres más cruel,
el del trabajo infantil, la pobreza y la prisión
por deudas, pero que también, con la riqueza
que le dio la fama, disfrutó del Londres más
lujoso, hedonista y moderno. Ambas ciudades
convivían prácticamente en el mismo espacio.
En ocasiones, bastaba cruzar una calle para
pasar del lujo más extremo a la marginalidad
más intensa. Parte del éxito de Dickens es que
permitió a los lectores contemporáneos, la
mayoría de clase acomodada, visitar ese otro EVADIRSE DE
Londres en el que no se atrevían, o no podían,
entrar en persona. Y esa es la tentadora invi- LA REALIDAD
tación que Dickens sigue haciendo hoy desde
E n 1835, Dickens firmó como Boz el artículo
FOTOS: BRIDGEMAN / ACI, EXCEPTO ARRIBA IZQUIERDA: HERITAGE / ALBUM

sus novelas a todos sus lectores.

«Las licorerías», de 1835, donde constataba
que los mejores de estos locales estaban cerca
Para ENSAYO
Charles Dickens. Mi vida
de los enclaves más pobres de Londres. «Be-
saber Claire Tomalin. Aguilar, Madrid, 2012. ber ginebra –afirmaba– es uno de los grandes
más Dickens, el observador solitario
Peter Ackroyd. Edhasa, Barcelona, 2011.
vicios de Inglaterra, pero [...] hasta que no me-
Londres: una biografía joremos los hogares de los pobres, o persua-
Peter Ackroyd. Edhasa, Barcelona, 2002.
damos a un desgraciado muerto de hambre de
INTERNET
https://bit.ly/2Hp7cjB que no busque el alivio en el olvido momentá-
(localizaciones londinenses de las
novelas de Dickens) neo de su desdicha [...], las licorerías seguirán
www.victorianweb.org aumentando en número y esplendor».
LA BOTELLA, POR CRUIKSHANK.
1847. LA BURGUESÍA ATRIBUÍA EL
ALCOHOLISMO A LA ESCASA FIBRA
MORAL DE LOS TRABAJADORES, NO
A SUS CONDICIONES DE VIDA.

UNA TABERNA.
GRABADO POR
GUSTAVE DORÉ,
APARECIDO COMO
ILUSTRACIÓN DE
LONDRES, OBRA DEL
ESCRITOR FRANCÉS
LOUIS ÉNAULT. 1876.
GRANDES ENIGMAS

ÉmileZola,la
sospechosamuerte
deunnovelista
Convertido en bestia negra de los nacionalistas franceses por su
defensa del capitán Dreyfus, Zola murió en extrañas circunstancias

L
a trágica muerte de
Émile Zola», tituló
en primera página
el 30 de septiembre
de 1902 el diario Le
Figaro, y la noticia apare-
ció en todos los periódicos
franceses e internacionales.
A los 62 años había fallecido
el más célebre y estimado
novelista de Francia, el úl-
timo de la tríada de los gran-
des que incluía a Flaubert y
a Daudet, así como el perio-
dista que unos años antes
nes, fue condenado por ello a
la degradación y a la depor-
tación a la Isla del Diablo, en
la Guayana francesa. En un
clima de creciente naciona-
lismo y antisemitismo, re-
sultaba evidente que Drey-
fushabíasidocondenadopor
su ascendencia, a pesar de
que las pruebas apuntaban
a su falta de culpabilidad.
Fallo en la chimenea
Publicado en 1898, J’accuse
acusaba públicamente a
derecha francesa, que exhi-
bió un odio visceral contra
él y jamás aceptó la rehabili-
tación del capitán, fruto del
artículo de Zola.
Los periódicos informa-
ron enseguida con todo de-
talle de las circunstancias de
la muerte de Zola, gracias
al testimonio de su esposa
Alexandrine, que sobrevi-
vió a la tragedia, y de los
vecinos del inmueble en el
que residían. El 28 de sep-
tiembre ambos regresaron a
COSTA / BRIDGEMAN / ACI

había sacudido los cimien- los perseguidores de Al- su residencia parisina. El día
tos de la República francesa fred Dreyfus. El artículo le anterior les habían avisado
con el artículo J’accuse. costó a Zola una condena a de que tenían un problema
En ese artículo, Zola había prisión que evitó huyendo en el tiro de la chimenea,
defendido al capitán alsa- a Londres durante un año. pero no se preocuparon y
ciano de origen judío Alfred Pero desde ese momento el se fueron a la cama a la ho-
Dreyfus,queen1894,acusa- escritor se convirtió en la ra de siempre, sin apagar inquietos ante la ausencia
do de ser espía de los alema- bestia negra de la extrema las brasas. Por la mañana, de Alexandrine, que era por
lo general la más madruga-
dora, los criados abrieron
la puerta del dormitorio
y los encontraron exáni-
DOBLE VIDA mes: el cuerpo sin vida del
gran escritor, todavía ca-
CASADO DESDE 1870 con Alexandrine, Émile Zola inició en liente, en el suelo, y su mu-
1888 una relación con Jeanne Rozerot, a la que doblaba jer, que apenas respiraba,
la edad. El escritor llevó una doble vida hasta su muerte: tumbada en la cama.
mientras seguía casado con Alexandrine, formó una fa- La policía se hizo cargo
milia paralela con su amante. Ésta le dio dos hijos, que de la investigación y en-
fueron reconocidos como herederos por su esposa oficial. seguida concluyó que Zola
ÉMILE ZOLA Y JEANNE ROZEROT HACIA 1895. había muerto asfixiado por
el monóxido de carbono de
LEEMAGE / PRISMA ARCHIVO
 LA MUERTE DE ÉMILE ZOLA
Este dibujo recrea el momento en que
los sirvientes entran en el dormitorio
del matrimonio y descubren el cuerpo
sin vida del escritor.

REGRESO FATAL
LA VÍSPERA de la tragedia, Émile Zola y su esposa vol-
vían a su casa de París después de haber pasado tres
meses en el campo. Debido a esta larga ausencia y a
la caída de las temperaturas, la casa estaba muy fría,
por lo que el escritor mandó encender la chimenea
de su dormitorio para calentarlo, lo que resultó fatal.

ULLSTEIN BILD / GETTY IMAGES

EL DORMITORIO DEL MATRIMONIO ZOLA ERA UNA ESTANCIA DE GRANDES
DIMENSIONES. FOTOGRAFÍA TOMADA ALREDEDOR DE 1895.

la chimenea obstruida de su
habitación. La reconstruc-
ción explicaría que Émile,
aturdido, se había levantado
para abrir la ventana, pero
se había desmayado antes
de alcanzarla y había caído
al suelo. Este acto lo conde-
nó a muerte, ya que el gas
tóxico se había depositado
a ras de suelo e invadió sus
pulmones. Alexandrine, en
cambio, se había salvado
gracias a que la altura de la
cama evitó que inhalase una
dosis mortal del gas vene-
noso. La justicia consideró
que la muerte del novelista
había sido accidental y ar-
chivó el caso.
El deshollinador
Nadie cuestionó esta ver-
sión de la muerte de Zola
hasta 1953, cuando aparecie-
ron una serie de acusaciones
formales en el diario Libé-
ration. Habían transcurrido
pocos meses desde las con-
memoraciones por los 50
años de la muerte del escri-
tor, y la redacción recibió la
carta de un farmacéutico ju-
bilado, Pierre Hacquin, que
afirmaba conocer la verdad
sobre la muerte de Zola.
Hacquin contó al joven
periodista Jean Bedel que,
durante su militancia ju-
venil en la extrema derecha,
había mantenido relaciones
con un deshollinador lla-
mado Henri Buronfosse,
el cual, tras muchos años
de amistad y batallas polí-
ticas comunes, le confesó
que había asesinado a Émile
Zola. Los hechos se habrían
desarrollado de la siguiente
manera: Buronfosse y un
compañero suyo subieron
al tejado de la habitación de
Zola. Camuflándose como
obreros que trabajaban en el
edificio contiguo, tapona-
ron la chimenea y la desobs-
truyeron una vez fallecido
el novelista. Ello explicaría
las dificultades que tuvo la
policía para reconstruir las
condiciones de la asfixia en
una habitación con la chi-
menea que sólo estaba obs-
truida parcialmente.
GRANDES ENIGMAS

LA PRENSA
CONTRA ZOLA
DESDE EL MISMO momento de
la publicación de J’accuse,
Zola estuvo en el punto de
mira de los grupos ultrana-
cionalistas y su prensa. Su-
frió continuas amenazas y
una campaña constante de
desprestigio en los periódicos
más conservadores. Furibun-
das columnas de opinión lo
presentaban como un trai-
dor, le dedicaron canciones
y panfletos difamatorios, y
apareció en las páginas de los
diarios caricaturizado como
el rey de los cerdos. Henri Le-
bourgeois realizó una serie de
treinta y dos dibujos satíricos
en los que el escritor aparecía
como un iluminado, un loco,
un bufón o un hombre de cos-
tumbres sexuales relajadas.
EN ESTA CARICATURA DE HENRI
LEBOURGEOIS, ZOLA PONE SU FAMA AL
SERVICIO DE LAS POTENCIAS EXTRANJERAS
PARA EROSIONAR LA IMAGEN DE FRANCIA.

En 1953, Buronfosse lle-
vaba tiempo muerto y para
Bedel fue imposible recabar
su versión, por lo que de-
cidió llevar a cabo una in-
vestigación circunstancial
para intentar confirmar los
detalles de la historia. Sus
pesquisas mostraron que
varios aspectos del relato de
Buronfosse eran ciertos. En
efecto, en el momento de la
muerte de Zola se estaban
haciendo obras en el edificio
adyacente al de Zola, y cons-
taba asimismo que Buron-
fosse fue un deshollinador
con ideas extremistas, ma-
nifestadas en su militancia
en la organización política
nacionalista y antisemita La
Liga de los Patriotas.
En la década de 2000, el
profesor Alain Pagès, un
profesor de la Sorbona es-
pecialista en Zola, recupe-
La muerte de Zola fue celebrada
por organizaciones y medios de
la extrema derecha francesa
INVITACIÓN PARA UN ACTO CONTRA ÉMILE ZOLA EN 1908..
MANSELL / GETTY IMAGES
ró la tesis del homicidio y
llevó a cabo nuevas inves-
tigaciones. Pagès destacó el
hecho de que, al descubrirse
la muerte, la policía no tuvo
en cuenta varias pruebas
empíricas que indicaban
que las condiciones de la
habitación no justificaban
la muerte por asfixia; en
particular, el hecho de que
la chimenea no estaba to-
talmente obstruida.
AKG / ALBUM
Asimismo, Pagès reveló
un detalle sugerente: des-
de 1903, el año siguiente a
la muerte de Zola, el nom-
bre de Henri Buronfosse
comenzó a aparecer en las
listas electorales de la Li-
ga precedido por otros dos
nombres propios: Charles y
Émile. Pero su acta de naci-
miento sólo contenía uno:
Henri. El añadido del nom-
bre de Charles se explicaba
como tributo al abuelo ma-
terno, pero Émile no podía
referirse ni al abuelo paterno
ni al padre puesto que el des-
hollinador era hijo ilegítimo.
Ese nombre, incluido preci-
samente tras la muerte de
Émile Zola, ¿se refería a él?

Y si era así, ¿era una señal
de arrepentimiento, porque
sólo había querido darle una
lección y la cosa se le había
ido de las manos, o era la rei-
vindicación de la ejecución
«del traidor a la patria»?
Clima de odio
Pagès contribuyó asimismo
a contextualizar los acon-
tecimientos para entender
hasta qué punto la situación
de la época estaba excita-
da en esos años marcados
por el final de la optimista
Belle Époque y por el surgi-
miento de un nacionalismo
exasperado que provocaría
graves sacudidas en las dé-
cadas siguientes.
En efecto, la muerte de
Zola fue considerada una
fiesta por sus enemigos an-
tidreyfusianos. El periódico
La Libre Parole, por ejemplo,
tituló la noticia de la muerte
de Zola: «Un hecho natura-
lista. Zola asfixiado», con
un juego de palabras respec-
to al movimiento literario,
el naturalismo, del que Zola
era el exponente principal.
Por su parte, otros periódi-
cos de la misma tendencia
insinuaron que Zola se ha-
bía suicidado.
El matrimonio Zola había
sido durante mucho tiempo
blanco de amenazas, hasta
el punto de que Alexandri-
ne, en un primer momen-
to, había pedido al capitán
Dreyfus que no asistiese
al funeral de su marido.
Ella misma nunca protestó
contra la versión oficial de
muerte accidental.
No eran pocos, pues, los
que hacia 1902 deseaban la
muerte del más famoso de
los defensores de Dreyfus.
¿Basta esto para creer la te-
sis del atentado tal como
salió a la luz en la década
de 1950? Henri Mitterrand,
uno de los especialistas in-
ternacionales en la obra de
Zola, ha hecho el siguien-
te balance de la cuestión:
«La presunción en cuanto
al crimen de un fanático
es sólida», pero, dado que
EL PANTEÓN, tumba
de las personalidades
ilustres de Francia.
Los restos de Zola
fueron depositados
aquí en 1908.
HERCULES MILAS / ALAMY / ACI
ha pasado más de un siglo
y todos los protagonistas
de la historia han fallecido
desde hace tiempo, «fal-
ta la prueba material que
permita pasar de la sospe-
cha a la evidencia». Por ello,
es necesario aceptar que la
muerte de Émile Zola se-
guirá siendo un «misterio
de la historia que no dis-
minuye en nada la grandeza
del hombre».
GIORGIO PIRAZZINI
HISTORIADOR
Para saber más
Zola y Dreyfus
Concha Sanz Miguel.
Bellaterra, Barcelona, 2001.
Yo acuso
É. Zola. Tusquets, Barcelona, 2004.
GRANDES DESCUBRIMIENTOS

Chipre: las estatuas

de terracota de
Agia Irini
Entre 1927 y 1931, una misión arqueológica sueca sacó a la luz varios
yacimientos de la Antigüedad en Chipre, entre ellos el de Agia Irini

L
a arqueología realizar excavaciones meto-
chipriota se ha dológicas y sistemáticas en
vinculado desde Chipre, se lanzó a organizar
el siglo XIX a las en Suecia una expedición
misiones arqueo- Agia Irini nicosia arqueológica. Para financiar
o
ne

lógicas extranjeras, que han CHIP RE su trabajo, logró donaciones

rá

investigado el desarrollo de ciudadanos anónimos

er

histórico de la isla. De todas
estas misiones destaca la
Expedición Sueca en Chipre
(1927-1931), dirigida por Ei-
nar Gjerstad. Gracias a sus
trabajos, Chipre comenzó
a ocupar un lugar relevan-
te dentro del panorama ar-
queológico internacional.
La misión arqueológica
it
ed
r M
Ma
suplir las carencias de la
arqueología de la isla, un
cargo que ofreció al joven
Gjerstad, el cual aceptó pese
a su desconocimiento so-
bre la historia chipriota, tal
como él mismo reconoció:
así como la contribución
del Estado sueco, a través del
príncipe heredero Gusta-
vo Adolfo. Gracias a estos
apoyos y al de Pierides, que
facilitó las gestiones y per- LAS FIGURAS de
misos necesarios, la Expe- terracota halladas en
Agia Irini se exponen
dición Sueca en Chipre pudo en una sala del Museo
empezar a caminar Arqueológico de
Chipre, en Nicosia.
AKG / ALBUM

comenzó a forjarse en 1923, «Realmente no sabía nada Misión pionera

cuando Gjerstad llegó a la
isla invitado por Luke Z.
Pierides, cónsul sueco y
miembro del Consejo Ar-
queológico de Chipre, que lo
había conocido casualmente
en Grecia. Pieri-
des necesitaba
un arqueólogo
formado para
acerca de la arqueología de
Chipre y por eso dije que
sí sin pensarlo demasiado.
Lo desconocido me atraía».
Entusiasmado por esta
oportunidad, Gjerstad em-
pezó a visitar museos y ex-
cavaciones preliminares en
algunos yacimientos. Con-
vencido de la necesidad de
Los trabajos comenzaron
oficialmente en septiembre
de 1927. El equipo estaba
integrado por los arqueó-
logos Einar Gjerstad, Alfred
Westholm y Erik Sjöqvist,
así como por el arquitecto
John Lindros. Su propó-
sito era estudiar diversos
yacimientos para estable-
cer una cronología clara de
la historia chipriota, muy
problemática hasta el mo-
mento debido al escaso ri-
gor de las excavaciones an-
teriores. La misión terminó
en 1931, pero, aunque sólo

1927 1928-1929 1931 2010

Comienzan La Expedición Sueca Tras años de fructífero Se conforma la Nueva
oficialmente las excava en Idalion y trabajo, al término de Expedición Sueca en
excavaciones Kition. En Agia Irini la misión se dividen los Chipre, que excava en
de la Expedición hallan dos mil figuras hallazgos entre Suecia el yacimiento de Hala
Sueca en Chipre. de terracota. y Chipre. Sultan Tekke.

ESTATUA PROCEDENTE DEL SANTUARIO DE APOLO RESHEF EN IDALION. 450 A.C. MUSEO BRITÁNICO, LONDRES. ALAMY / ACI

trabajó cuatro años en Chi-
pre, su labor y sus resulta-
dos fueron impresionantes.
Entre los restos arqueoló-
gicos que vieron la luz se
encontraban desde necró-
polis y fortalezas hasta un
palacio real y un teatro, en
una cronología que partía
del Neolítico y llegaba a la
época romana. Se encon-
traron cerámicas, estatuas,
depósitos votivos y armas;
de entre todo este mate-
rial destacaron las dos mil
esculturas del santuario de
EQUIPO DE CUATRO
LA FOTOGRAFÍA bajo estas líneas, tomada
en 1930, muestra a los cuatro miembros
de la Expedición Sueca en Chipre en el
campamento de la misión. De izquierda a
Agia Irini. Los resultados derecha vemos al arquitecto John Lindros
fueron publicados en va- y a los arqueólogos Alfred Westholm, Erik
rios volúmenes. Sjöqvist y Einar Gjerstad.
La Expedición Sueca en
Chipre trabajó en unos 21
yacimientos repartidos por
toda la isla. De ellos, por su
relevancia histórica y los
resultados ofrecidos, des-
tacaron algunos, como Ida-
lion, ciudad que llegó a con-
MEDELHAVSMUSEET, STOCKHOLM
vertirse en la capital oficial
de los diez antiguos reinos de
Chipre. La Expedición co-
menzó sus trabajos allí en el
verano de 1928, localizando
GRANDES DESCUBRIMIENTOS

ANTES DE LA MISIÓN SUECA, el patrimonio arqueológico chipriota fue objeto de saqueos como el perpetrado por el italo-
estadounidense Luigi Palma di Cesnola, que como cónsul de EE. UU. em Chipre procuró al Museo Metropolitano de Nueva
York miles de piezas. Entre ellas destaca este espléndido sarcófago del siglo V a.C., procedente de la antigua Amatunte.

una fortaleza con un lugar de
culto, de finales de la Edad
del Bronce. Debajo, unas ca-
tas de prueba permitieron
documentar la existencia
de un palacio real de épo-
ca anterior. Vinculadas al
santuario, se hallaron ofren-
das votivas, armas y objetos
personales, además de una
placa de bronce con una ins-
cripción, que permitió saber
que el recinto estaba consa-
grado a una diosa asimilada a
la griega Atenea. Kition fue
otro lugar relevante, por ser
la ciudad fenicia más impor-
tante de Chipre. El trabajo
de los suecos comenzó en
1929 y hallaron pruebas que
permitían documentar un
santuario de Melkart (dios
protector de Kition).
Sin embargo, el yaci-
miento más relevante y
el mayor descubrimiento
En el santuario de Idalion se
hallaron ofrendas votivas y una
placa de bronce con una inscripción
CARRO DE TERRACOTA HALLADO EN AGIA IRINI. 625-500 A.C. MUSEO DE CHIPRE, NICOSIA.
AKG / ALBUM
de la Expedición Sueca en
Chipre fue Agia Irini, uno de
los principales lugares
de culto de la isla.
Cientos de figuras
Los trabajos en Agia Iri-
ni se iniciaron en 1929. Se
localizó un santuario de fi-
nales del período chiprio-
ta-geométrico III (900-
750 a.C.), que estuvo en uso
hasta 480 a.C. El santuario
se dividía en pequeñas habi-
ALAMY / ACI
taciones que se abrían a un
gran patio con un altar de
piedra, todo ello rodeado
por un muro que delimita-
ba el espacio sagrado o té-
menos. Aparte de descubrir
la estructura del edificio, se
localizó in situ un gran nú-
mero de figuras de terracota
(algunas casi a tamaño na-
tural) alrededor del altar.
Interpretadas como ofren-
das a un determinado dios,
representaban a personajes
varones, a excepción de dos
esculturas femeninas, y
parecen provenir del mis-
mo taller, lo que habla de la
vinculación de grupos de
artesanos con el santuario.
 LAS TERRACOTAS de Agia Irini
fotografiadas en el momento del
hallazgo, en 1929. Hoy se exhiben
en el Museo Arqueológico
de Chipre, en Nicosia.
MEDELHAVSMUSEET, STOCKHOLM

En cuanto a los objetos, al
término de las excavaciones,
en 1931, se dividieron entre
Chipre y Suecia; de hecho,
estas piezas serían el germen
del Museo Arqueológico del
Mediterráneo y del Medio
Oriente de Estocolmo. El
equipo sueco se llevó las dos
terceras partes de las piezas,
pero se firmó un acuerdo con
el gobierno de la isla para re-
partirlas de forma lógica, sin
separar las que pertenecían a
un mismo depósito. Fue un
acuerdo pionero, ya que has-
ta entonces las excavaciones
privadas habían despojado
a Chipre de muchos de sus
bienes arqueológicos.
En Suecia, los resultados
del equipo se siguieron con
mucho interés por el gran
público, incluido el príncipe
heredero Gustavo Adolfo.
El futuro monarca visitó
Chipre en 1930, partici-
pando como un arqueólo-
go más en los trabajos de la
misión durante unos días.
Animado por este interés,
Gjerstad publicó en 1933 el
libro Ages and days in Cy-
prus, donde plasmó el de-
sarrollo de la excavación,
así como numerosas anéc-
dotas y sus intensas rela-
ciones con los chipriotas,
con quienes mantuvo una
profunda amistad. Ese fue el
caso de Toulis Souidos, un
griego chipriota que fue con-
siderado como el «quinto
miembro» de la expedición,
a la que dio apoyo logístico.
Métodos científicos
Por su metodología y sus
resultados, la Expedición
Sueca en Chipre fue la pri-
mera misión arqueológica
que excavó en la isla con
métodos científicos, ob-
teniendo resultados que
permitieron avanzar en el
estudio de la historia chi-
priota. Las labores de este
primer equipo sentaron las
bases para que muchos ar-
queólogos de Suecia orga-
nizasen distintas misiones
de investigación en Chipre.
Un vínculo entre ambos
países que se mantiene
incluso a día de hoy, a tra-
vés del equipo de la Nueva
Expedición Sueca en Chi-
pre, dirigido desde 2010
por Peter M. Fischer y que
trabaja en el yacimiento de
Hala Sultan Tekke, con los
mismos objetivos científi-
cos que animaron a Gjerstad
y sus compañeros.
LUCÍA AVIAL-CHICHARRO
HISTORIADORA
Para saber más
Ages and Days in Cyprus
E. Gjerstad. Gotenburgo, 1980.
LA FOTO DEL MES

LOS CAÑONES DE MONTMARTRE

EL 18 DE MARZO DE 1871, el gobierno francés, que se había rendido a los prusianos
e instalado en Versalles, envió a sus soldados a apoderarse de los cañones
emplazados en las alturas de París, porque sus ciudadanos –escudados
tras su milicia, la Guardia Nacional– no aceptaban la rendición de Francia.
La operación fracasó: el pueblo defendió «sus» cañones (pagados por
suscripción popular), y la resistencia más notable se dio en Montmartre. Aquel
fue el auténtico comienzo de la revuelta de la Comuna, ahogada en sangre dos
meses después. Éste es uno de los cañones de Montmartre; lo custodian dos
guardias nacionales. Estaba emplazado en la esquina de la rue des Rosiers
(hoy rue du Chevalier de la Barre) con la rue de la Bonne, desde donde se captó
la imagen; las casas del fondo son las del norte de París. Este espacio ya no
existe: hoy lo ocupa un absidiolo de la basílica del Sagrado Corazón.

BRIDGEMAN / ACI
LIBROS DEL MES

ANTIGUA ROMA
ejecutada por su libertinaje;

Matronas intachables
Agripina la Menor, la ambi-
ciosa esposa de Claudio y
madre de Nerón... Algunas

y mujeres inconformistas
de ellas intentaron, a través
de los hombres de su fami-
lia, alcanzar vastos ámbitos
de poder, desafiando las

Guy de la Bédoyère
DOMINA, LAS MUJERES
QUE CONSTRUYERON
LA ROMA IMPERIAL
Pasado & Presente,
2019, 500 pp., 32 ¤
G
uy de la Bédoyère,
autor de numero-
sas obras sobre ar-
queología e historia de Ro-
ma, reivindica en su nueva
obra, Domina, las mujeres
que construyeron la Roma
imperial,el papel de las mu-
jeres en la génesis del Im-
perio romano. El autor se
centra especialmente en las
mujeres de la familia julio-
claudia, protagonistas ab-
solutas de los años que
marcaron el nacimiento y
consolidación del Imperio,
aunque también dedica un
largo epílogo a otras pode-
rosas mujeres, sobre todo
las de la dinastía de los Se-
veros, como Julia Domna,
esposa de Septimio Severo.
Por las páginas del libro
desfilan figuras de la talla
de Livia, la longeva e influ-
yente esposa de Augusto;
Octavia, la hermana del
emperador y ejemplo de
virtudes romanas; Julia, la
única hija de Augusto, des-
terrada por su comporta-
miento impropio; Agripina
la Mayor, nieta del empera-
dor y madre del demente
Calígula; Mesalina, la pri-
mera esposa de Claudio,
convenciones sociales de
su época e incluso evitan-
do, o participando, en cons-
piraciones y asesinatos. De
la Bédoyère recurre a los
autores clásicos para narrar
los acontecimientos y ofre-
ce la visión de éstos (crítica
la mayoría de las veces) res-
pecto a la actitud de mu-
chas de estas mujeres. El
libro ofrece un gran caudal
de información, pero su es-
tilo fluido y claro demues-
tra que la erudición no está
reñida con la amenidad.
CARME MAYANS
ARQUEÓLOGA

MUNDO CLÁSICO

SOMOS ROMANOS: DESCUBRE
EL ROMANO QUE HAY EN TI
Paco Álvarez
Edaf, Barcelona, 2019,
528 pp., 22 ¤
SEGÚN EL AUTOR de este libro,
todos somos romanos. La he-
rencia de Roma está presente
en nuestro mundo en las le-
yes, los idiomas, la religión...
Pero hay muchas otras cosas
que también les debemos
y que nos hacen romanos sin
que nos demos cuenta.
LEGIONES QUE
HICIERON HISTORIA
ORIENTE Y OCCIDENTE EN
LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA
Juan Pablo Sánchez
Síntesis, Madrid, 2019,
270 pp., 19 ¤
CASI UN MILENIO de relaciones
entre Occidente y Oriente,
desde la Persia aqueménida
hasta el Imperio romano, se
sintetizan muy eficazmente
en esta obra que trata de
viajeros, comerciantes, urba-
nistas o artistas que vivieron
entre dos mundos.
INVESTIGADORA de la León romana, Begoña
Fernández ofrece una excelente síntesis sobre
las legiones de la antigua Roma, desde las
formaciones de combate y el armamento
hasta la vida en el campamento o las prácticas
religiosas. Algunos tópicos quedan disipados,
como el de los legionarios condenados por ley a
vivir solos. Apoyándose en recientes estudios, la
autora muestra la presencia habitual de esposas,
concubinas y niños junto
a los soldados; no en vano
los campamentos fueron
el germen de no pocas
ciudades medievales.
Begoña Fernández Rojo
LA LEGIÓN ROMANA
Nowtilus,
Madrid, 2019,
304 pp., 15,95 ¤
EN 1989 EL ÉBOLA LLEGA A EE UU. ELLOS LO ARRIESGARON TODO PARA CONTENERLO.

INSPIRADO EN HECHOS REALES

E ST R E N O P RÓX I M A M E N T E
LIBROS DEL MES
PREHISTORIA
Cocina primitiva y
desigualdad de sexos
S
e ha demostrado que,
si se les da a elegir,
los simios prefieren
los alimentos cocinados
a los crudos. Parecen apre-
ciar instintivamente su sa-
bor y la mayor facilidad para
ingerirlos.Sipudieran,tam-
bién ellos cocinarían. Pero
sólo los humanos han desa-
rrollado la capacidad de pre-
parar alimentos al fuego. El
Richard Wrangham británico Richard Wrang-
EN LLAMAS. ham no tiene duda de que es
CÓMO LA COCINA
NOS HIZO HUMANOS esa capacidad lo que nos
Capitán Swing, Madrid, distingue como especie: «El
2019, 253 pp., 18,50 ¤ momento transformativo
que dio origen al géneroHo-
HISTORIA DE LA CULTURA
Mucho más que un
pájaro de mal agüero
C
uervo atávico,lúgu-
bre y horrendo», lo
llama Edgar Allan
Poe en su célebre poema
Nevermore. A lo largo del
tiempo y en las más diver-
sas culturas, el cuervo ha
arrastrado una persistente
mala fama: la de un pájaro
de mal agüero, cuando no
traicionero. Mahoma, por
ejemplo, le cambió el color
Boria Sax
al negro como castigo por
CUERVO haberlo querido delatar. En
Siruela, Madrid, 2019, la Edad Media, el vuelo de
214 pp., 19,95 ¤ un cuervo solitario sobre
una casa se interpretaba co-
mo surgió del control del
fuego y del advenimiento de
los alimentos cocinados».
Más que el sabor, la im-
portancia de la comida coci-
nada radica en el tiempo de
masticación. Primatólogo
reconocido, Wrangham se-
ñala que mientras los simios
dedican casi la mitad de su
jornada a masticar alimen-
tos crudos, el hombre redu-
ce ese tiempo a una décima
parte gracias a la cocina.Este
ahorro tuvo consecuencias
cruciales. Basándose en es-
tudios sobre pueblos caza-
dores-recolectores, Wrang-
mo un anuncio de próxima
muerte, y no fue raro que se
asociara a las brujas.Pero en
la cultura popular también
era admirado por su picar-
día y su inteligencia, como
se trasluce en las fábulas de
Fedro, Esopo y La Fontaine.
El escritor norteameri-
cano Boria Sax recorre en
este libro las múltiples ma-
neras en que el hombre ha
visto al cuervo, desde la
Antigüedad hasta hoy y
desde Europa hasta Asia
y América. Su panorámica,
breve pero muy bien docu-
ham muestra el papel de la
cocina en la división sexual
del trabajo, y cómo de ello
nació la institución matri-
monial, el sentido de pro-
piedad privada y hasta la au-
toridad comunitaria.
La conclusión del libro
resulta provocadora. La co-
cina «libera a los hombres»
(de la esclavitud de la masti-
cación), pero somete a las
mujeres a un «sistema pri-
mitivo de extorsión a cam-
bio de protección», esto es,
la obligación de cocinar para
el hombre a cambio de la
protección que éste le pres-
ta. Y este sistema rige, se-
gún un estudio, en el 97,8
por ciento de las sociedades
humanas. La evolución
y la antropología parecen
dar la razón al patriarcado.
ALFONSO LÓPEZ
HISTORIADOR
mentada y –sobre todo–
muy entretenida, deja al
lector admirado ante la ca-
pacidad de esta ave de apa-
riencia modesta para esti-
mular la imaginación de los
hombres. Sax pasa de los
dioses-cuervo de egipcios
o celtas a las leyendas del
cuervo de María Antonieta
o de los cuervos de la Torre
de Londres que supuesta-
mente protegen a Inglaterra
de toda invasión, sin olvi-
dar los cuentos populares
como el del campesino ru-
so que casó a sus tres hijas
respectivamente con el Sol,
la Luna y un cuervo. Cabe
destacar asimismo las nu-
merosas y bien elegidas
ilustraciones.
JESÚS VILLANUEVA
HISTORIADOR
EVENTOS, MARCAS Y PUBLICIDAD
La ginebra del
Camino
Nordés, la ginebra gallega pre-
mium, ha lanzado al mercado
una edición limitada de su bote-
lla,decoradaconmotivosdelCa-
minodeSantiagoparareivindicar
su origen gallego. La empresa
también ha aprovechado para
anunciar la inauguración de un
nuevo centro Nordés en Galicia
en 2020. www.nordesgin.com
Gdansk, la ciudad de la
libertad y la solidaridad
Gdanskesellugardondecomenzólasegundaguerramun-
dial hace ya 80 años y donde nació Solidaridad, el único
sindicato independiente sur-
gidodetrásdeltelóndeacero.
De ahí nace el compromiso
de la ciudad polaca a orillas
delVístulaconlasolidaridady
lalibertadquelehanvalidoel
premio Princesa de Asturias
2019. www.polonia.travel
Los nuevos objetivos de Fujifilm
Fujifilm acaba de presentar el objetivo más pequeño y ligero de su
gama GF, los objetivos de mayor calidad de la compañía. Se trata de
unalentepequeña y ligera, de tan sólo 335
gramos, que permite obtener foto-
grafías con una gran resolución de
imagen. También ha dado a co-
nocer la última incorporación a la
gama de objetivos de la Serie X:
una lente compacta que permite
tomar fotos a una distancia de 35
centímetros. www.fujifilm.eu/es
Apadrina y cambia: ser feliz
gracias al altruismo
Buscar la felicidad de los demás puede contribuir a alcanzar la
felicidad propia. La Fundación Vicente Ferrer se ha inspirado en
el pensamiento de su fun-
dador para lanzar su cam-
paña «apadrina y cambia»,
que quiere resaltar que
ayudar a los que más lo
necesitan tambien puede
beneficiarnos a nosotros.
www.fundacionvicenteferrer.org
Una moneda para conmemorar la
llegada del hombre a la Luna
Para conmemorar el 50 aniversario
de la llegada del hombre a la Luna,
la Fábrica Nacional de Moneda
y Timbre ha puesto a la venta
una moneda de plata con una
imagen a color del satélite y
otras del módulo lunar y una
de las antenas que prestaron
apoyo a la histórica misión des-
de España. www.fnmt.es
La Palma, turismo sostenible
Desde que hace dieciséis años La Palma se convirtió en reserva
de la biosfera, esta isla canaria ha aumentado su apuesta por el
turismosostenible que haga compatible la conservación ambiental
yeldesarrolloeconómico. La diversidad de paisajes la convierte en
unparaísopara los amantes del senderismo. www.lapalmabiosfera.es
 Próximo número
CESARE ABBATE / AP IMAGES / GTRES
EN BUSCA DEL
ORO DE LOS INCAS
LAS NOTICIAS de los fabulosos
tesoros que poseían los
pueblos de los Andes llevó
a Francisco Pizarro a lanzar la
expedición de conquista que
acabó con el Imperio inca.
Los sueños del conquistador
parecieron hacerse realidad
ORONOZ / ALBUM
cuando capturó al emperador
inca Atahualpa y éste le prometió
que, si le perdonaba la vida,
llenaría dos habitaciones de oro
y plata. Pizarro hizo fundir todo el
metal precioso recogido de esta
forma y, tras descontar la parte
debida al rey, lo repartió entre los
160 miembros de su expedición.
LOS ÚLTIMOS
TESOROS DE
POMPEYA
LA EXCAVACIÓN de la
llamada Región V, un
vasto terreno hasta ahora
inexplorado, está sacando
a la luz nuevos tesoros de
la antigua Pompeya, como
la llamada Casa de los
Delfines, una residencia
con frescos de vivos
colores, o un sensacional
fresco que representa el
mito de Leda y el cisne.
Los hallazgos nos ilustran
también sobre las víctimas,
humanas y animales,
de la erupción del volcán
Vesubio que arrasó la
ciudad en el año 79 d.C.
La mujer en el antiguo Egipto
En el Egipto faraónico, las mujeres gozaron de una
libertad y de una consideración que resultarían
impensables para los griegos o los romanos.
Los nuragas de Cerdeña
En la Edad del Bronce nació en Cerdeña una compleja
cultura que ha dejado como imponente vestigio los
nuragas, unas misteriosas torres megalíticas.
Maquiavelo y su tiempo
Secretario y embajador de la República florentina,
Maquiavelo fue un testigo privilegiado de las luchas
políticas en la Italia del Renacimiento.
La Estatua de la Libertad
En 1876, Estados Unidos cumplió los primeros cien años
como país. La República francesa le envió como regalo
una estatua que se convertiría en símbolo universal.
 mejor am a me ejó su moc a
os ele an es e la sa ana a r cana

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