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Es por ello que originalmente se le llamó a esta residencia La Trilla, y más tarde se le

denominó Miraflores, su nombre actual. Fueron dos los elementos que influyeron en el
lento desarrollo de la construcción del palacio. Por un lado, las obligaciones presidenciales
que impidieron a Crespo ocuparse directamente del proyecto; y por el otro, lo irregular del
terreno, debido a que estaba situado en los bajos de la ladera sur avileña. Más tarde, hacia el
año 1887, comienza la segunda etapa histórica de la construcción de Miraflores, la cual se
ve afectada por los requerimientos de tiempo y dinero que le exigían a Crespo el logro de
sus metas políticas.

Durante la mayor parte de esa época, Crespo estará fuera del país, lo que dificulta un poco
la continuación del proyecto. Sin embargo, en España establece contacto con el constructor
Juan Bautista Sales, con quien observa los modelos para la construcción, el diseño de los
primeros planos, y contrata a un grupo de artesanos en carpintería, herrería y decoración. Se
comenta que durante su estadía en España, Crespo tomó el nombre de Miraflores debido a
una Cartuja que existe en la ciudad de Burgos. Una segunda versión indica que Crespo se
inspiró en ese nombre a raíz de su exilio en Perú, donde permaneció algún tiempo en una
hacienda antigua denominada Miraflores.

Para el año 1889, cuando Crespo regresa del exilio, se cumple la etapa más favorable en la
construcción del palacio, debido a que Crespo le dedicará más tiempo a la continuación y
culminación de este proyecto. Incluso, para el año 1892 existen testimonios gráficos de la
estructura externa del Palacio, totalmente terminada, identificada con el nombre de La
Trilla. En el año 1893, Crespo es elegido nuevamente Presidente de la República, luego del
triunfo de su Revolución Legalista, hecho favorable para la edificación de Miraflores, pues
se puede finalizar la construcción en su parte interna y también atender los detalles finales
del proyecto.

En el año 1897 aparece por primera vez identificada, en el plano de Caracas, la esquina que
lleva el nombre de Miraflores, además del área de la edificación. A comienzos de 1898,
antes de marcharse al interior, Crespo realiza la última visita al Palacio, y al poco tiempo es
asesinado en La Mata Carmelera. Su muerte generaría una etapa difícil en la construcción
de Miraflores. Él había dejado numerosas deudas, razón por la cual su patrimonio queda
afectado. De esta forma, la viuda de Crespo debió hacer frente a algunas demandas, de las
que no escapa Miraflores.

La Junta Revolucionaria de Gobierno durante una reunión en el Salón de los Espejos


(denominado actualmente Salón Joaquín Crespo) en 1945.
A raíz del terremoto ocurrido en Caracas el 29 de octubre de 1900, el General Cipriano
Castro, ya en el poder, decide alquilar Miraflores como residencia presidencial. Toma tal
decisión presionado por el temor que le inspiró el terremoto, pues el sismo lo sorprendió en
la Casa Amarilla y tuvo que saltar a la calle desde uno de sus balcones. Miraflores, en
cambio, tenía una construcción antisísmica. De esta manera, Castro se convierte en el
primer Presidente en habitar el Palacio. También, se traslada allí el Despacho del Ministerio
de Hacienda y Crédito Público.

Edgar Sanabria juramentado en el caego de comisionado especial de la Presidencia de


Venezuela, por Rafael Caldera en el despacho presidencial, 1969.

Jimmy Carter, presidente de los Estados Unidos y Carlos Andrés Pérez en el despacho
presidencial, 1978.

El 1 de enero de 1901, el Palacio de Miraflores ofreció la primera recepción oficial con


motivo del Año Nuevo. Posteriormente, en marzo, la Asamblea Nacional Constituyente
aprueba un proyecto mediante el cual se autoriza al Poder Ejecutivo Federal para adquirir la
propiedad del Palacio con el objeto de convertirlo en Mansión Presidencial. Entre tanto, la
edificación es sometida a remate y, finalmente, el gobierno la adquiere el 19 de junio de
1911, para convertirla en casa presidencial. Poco tiempo después, el General Juan Vicente
Gómez se convierte en el primer mandatario que ocupa el Palacio con carácter de
Residencia Oficial de los Presidentes de la República. Allí ofrece el General una gran
recepción con motivo del Centenario de la Independencia, el 5 de julio de 1911.
Para el año 1936, el General Eleazar López Contreras se instala en Miraflores y le cambia
al Palacio el carácter personalista que le habían atribuido Castro y Gómez, confiriéndole un
perfil de Palacio Nacional de Gobierno y residencia oficial de los Presidentes de Venezuela.
En 1941, el Presidente Isaías Medina Angarita ordena la reparación del Despacho
Presidencial y mejora los alrededores del Palacio.

En 1945, Rómulo Betancourt se convierte en el primer mandatario que identifica a


Miraflores como la sede donde se refrendan los Decretos Presidenciales, en sustitución del
Palacio Federal, como se hacía anteriormente a esta fecha. En 1948, llega al Palacio de
Miraflores el primer presidente elegido por voto popular, el novelista Rómulo Gallegos.

Entre 1948 y 1958, durante la dictadura de la Junta Militar y del General Marcos Pérez
Jiménez, el Palacio de Miraflores sufre un grave abandono, incluso se plantea destruir sus
instalaciones y reemplazarlo por otra edificación que sirva de sede oficial del gobierno.
Para el año 1959, Rómulo Betancourt, primer mandatario constitucional de la nueva etapa
democrática, despacha desde Miraflores e inicia una nueva ampliación de algunos salones y
ambientes del palacio.

Años más tarde, en el primer período constitucional de Rafael Caldera (1969-1974) se


inicia el levantamiento del Edificio Administrativo. Y en febrero de 1979, el Palacio es
declarado Monumento Histórico Nacional. En el período del Presidente Luis Herrera
Campins (1979-1984), se concluye el Edificio Administrativo y la Plaza Bicentenaria y
durante la administración de Jaime Lusinchi (1984-1989), se amplia el área correspondiente
al Consejo de Ministros. En 1992 la estructura del palacio se vio afectada por los intentos
de golpe de Estado del 4 de febrero y 27 de noviembre.

Entre 1994 y 1999 se emprendió una práctica dirigida a rescatar la dignidad del Palacio de
Miraflores como sede oficial del gobierno. Durante algunos años estuvo abierto a visitas
guiadas.

Durante los hechos de abril de 2002, se lleva a cabo una multitudinaria marcha hacia este
palacio exigiendo la renuncia del presidente Hugo Chávez. La marcha contra el gobierno
fue desviada de su recorrido hacia el palacio presidencial de Miraflores. Ante estos hechos,
el presidente Chávez ordenó a los militares activar el Plan Ávila, y la televisora oficial
Venezolana de Televisión empezó a realizar llamados a todos los simpatizantes del
gobierno a que salieran a «defender la revolución». Para cuando la marcha opositora se
acercó a Miraflores, se encontraron con una concentración de apoyo al gobierno y varios
efectivos militares. Ocurrieron entonces enfrentamientos armados entre la Policía
Metropolitana, el Ejército y grupos, que produjeron varios muertos y heridos resaltando los
Sucesos de Puente Llaguno. La presencia de francotiradores y los enfrentamientos con la
Policía Metropolitana dejaron 19 muertos y cientos de heridos, tanto opositores como
partidarios del oficialismo.

En febrero de 2007 se inauguró una nueva sala de prensa bautizada Simón Bolívar, más
amplia y cómoda para realizar conferencias o anuncios importantes por parte de los
distintos representantes del gobierno. En noviembre de 2012 la Asamblea Nacional aprobó
un crédito adicional para la rehabilitación de la fachada del palacio.1
Espacios

Patio Central del Palacio.

Salón Néstor Kirchner

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