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Cuando inicias una relación de pareja todo es pasión, alegría y

romance, pero a medida que te asientas en ella comienzan a


aparecer los problemas y algunos comportamientos indeseados.

de cómo nos comunicamos y nos comportamos- pueden tener un


enorme efecto en nuestra relación. Al principio, es posible que no
parezcan ser perjudiciales, pero con el tiempo, pueden pasar de ser
una pareja sana a una que dice ‘No lo soporto’”, explica.

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A continuación, te presentamos los factores comunes que llevan al


deterioro de una relación casi sin notarlo, según la especialista.

1. La agresividad pasiva

“Ser pasivo agresivo es un enorme demoledor en una relación. Al ser


pasivo-agresivo, no estás realmente comunicando cómo te sientes a tu
pareja. Sino que tu novio o novia está recibiendo señales mixtas,
porque tus palabras y comportamientos no coinciden. A veces puede
sentirse poderoso ser pasivo-agresivo, pero tú y tu pareja perderán
ese poderoso amor si actúas de esta manera”, asegura Altschule.

2. Palabras hirientes

“Las palabras pueden herir una relación, y, de hecho, destruirla. Ten


cuidado con lo que sale de tu boca, porque no puedes darle la espalda
a esos comentarios. Además, una vez que abres la puerta (de las
palabras hirientes), es difícil cerrarla. Necesitan respetarse el uno al
otro, y es difícil hacerlo si le dices cosas horribles a tu pareja”, explicó.

3. Falta de confianza

Sara señala que “por lo general, la gente tiende a pensar que confiar
en la pareja significa confiar que él o ella no te va a engañar. Sin
embargo, confiar en tu pareja en otras formas es también muy
significativo. ¡Tienes que ser capaz de confiar en las promesas de tu
pareja! Una vez que sientes que no puedes contar con tu pareja (en
cualquier orden de cosas), parte la cuenta regresiva de la relación”.
4. Amenazas

“No puedes confiar en tu pareja si él o ella te amenaza con dejarte


cada vez que discuten. La única vez que debes hacer este tipo de
amenazas es cuando estás 100 por ciento listo para irte”, afirma la
experta en relaciones.

5. Perder la identidad

“Es muy común que las personas pierdan su identidad cuando están
en una relación, moldeándose juntos en una sola. En ese momento
comienzas a perder tu propia identidad y dependes demasiado de tu
pareja”, dice Sara, enfatizando que “una pareja no te debe completar,
sino más bien, complementarte. Asegúrate de permanecer siempre
independiente y confiar en ti mismo”, explica.

6. Quedarse callado

“Algunas personas no saben cómo manejar la confrontación, por lo


que simplemente la ignoran y la barren debajo de la alfombra. Este
silencio conduce a conflictos no resueltos y resentimiento”, indica.

“Por otra parte, el silencio puede hacer que sientas una sensación de
poder en el momento, pero es infantil y perjudicial para tu relación.
Hablar y comunicarse es lo saludable. Barrer demasiado bajo la
alfombra lleva a un piso sucio, demasiado difícil de limpiar”,
complementó.

7. Ser pasivo

Cuando la fase de enamoramiento termina, muchos caen en la


complacencia. Se acaban los mensajes de texto tiernos, las notas
amorosas, los chocolates y las flores, las citas nocturnas, etc. Cuando
esto pasa, “se pierde de vista lo que realmente es más importante.
Cada relación increíble requiere esfuerzo. No puedes ser pasivo en
una relación y simplemente verla pasar. ¡Tienes que ser proactivo.
Muéstrele a tu pareja que te importa y nunca pierdas de vista eso!”,
recomienda Sara.
8. Contar los secretos

“Es importante recordar que lo que tienes con tu pareja es sagrado y


privado. A veces, es difícil acordarse después de un par de copas con
tus amigas. Es entonces cuando todas esas historias salen y podría no
ser tan bonito. Una cosa es dar rienda suelta a una conversación, pero
es otra es hablar mal continuamente de tu pareja”, explica.

9. No ser solidario

La especialista dice que las parejas poderosas tienen algo en común:


“Apoyan completamente las metas y sueños del otro”.

“Es necesario apoyar las aspiraciones de tu pareja y ser su fan


número uno. De lo contrario, podrías convertirte en el número uno de
los motivos para separarse”, indica.

Estos, llamados por Gottman: «Los 4 jinetes del Apocalipsis», son:

1. El desprecio

Mucho más grave que el disgusto, es el desprecio que se convierte más bien en
superioridad. Es mirar al otro por debajo de uno mismo y sentirse mejor que, más
inteligente que, más sensible que el otro. Cuando nos comunicamos desde el
desprecio somos sarcásticos, burlones, irrespetuosos e incluso crueles. Voltear los
ojos, imitar, poner apodos son otras formas de actuar desde la superioridad y el
desprecio.

2. Criticarle

No es lo mismo decir: «cuando no llegas a la hora que prometiste me siento muy


angustiada, me preocupa mucho que haya pasado algo malo» a «no puedo confiar
en ti, nunca cumples lo que prometes, no te importa que me preocupe, solo te
importas a ti mismo». Podemos expresar un desacuerdo, incluso una queja, pero
la crítica resulta especialmente dañina porque etiquetamos a la persona, le
juzgamos negativamente, generando un círculo vicioso donde «agresor» y
«víctima» («tú me haces») van escalando cada vez más.

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3. Estar a la defensiva

El tercer jinete del apocalipsis descrito por Gottman es estar a la defensiva. Esto
ocurre con mucha frecuencia cuando la relación ya se encuentra en una compleja
dinámica o, como Gottman describe, «en las rocas». En vez de actuar con
honestidad y amor, reaccionamos desde nuestras heridas, defendiéndonos a toda
costa. «No puedo hacerlo todo, tú estás todo el día sentado en una oficina muy
cómodo mientras yo corro, lavo, limpio, atiendo. Si quieres comer, prepara tú la
comida». Aunque puede ser válido sentirse agotado o rebasado, la estrategia de
defensa representada en este ejemplo casi nunca funciona pues, al defendernos,
atacamos al otro, generando nuevamente una dinámica negativa.

4. Cerrarse

Cerrarse o, como le llaman en inglés, stonewalling, representa al cuarto y último


jinete. Una discusión en la que uno de los dos se calla, saca el teléfono y
comienza a jugar/navegar/mirar videos. Uno de los dos o ambos se retiran de la
discusión, cerrándose en sí mismo, dejando al otro fuera. Huir de los problemas
tan solo permite que estos se acumulen, aumentando además los sentimientos
heridos de quien se ve rechazado, ignorado o despreciado. El ensimismarse
puede resultar a veces una estrategia de supervivencia cuando una relación está
demasiado viciada, y se lastiman constantemente.

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matrimonio.

En tu relación de pareja, ¿alguno de los dos se manifiesta como superior? ¿Se


critican constantemente? ¿Uno o ambos se cierran al abordar discusiones fuertes?
¿Se sienten atacados, y buscan defenderse a toda costa? El primer camino para
vencer a cualquier enemigo es reconocerle, detectar cuándo nosotros o nuestro
cónyuge usamos estas estrategias de anti comunicación.

Requerirá un ejercicio de honestidad, valentía y mucha, mucha comprensión. Se


precisa atención para detectar en qué momentos los cuatro jinetes del apocalipsis
pueden hacerse presentes en nuestra relación. Han de necesitar, especialmente:
apertura, diálogo, amor.

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