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HISTORIA DEL MÉTODO CIENTÍFICO_LECTURA 1_14/08/2019

I. ESTRUCTURA DEL FENÓMENO CIENTÍFICO

La ciencia es una estructura compleja compuesta por distintos elementos que integran su estructura
básica.

El primer elemento el campo temático. Se dice que toda la ciencia tiene un campo de estudio.
Anteriormente, la filosofía era considerada como la unidad original; sin embargo, esta se fue
disgregando en distintas ramas del saber. Es importante delimitar el campo temático de las disciplinas
para que cuando se pase de una a otra se empleen los métodos, técnicas y sistemas correctos.

El segundo elemento es el cuerpo de conocimientos. El saber está integrado por leyes, hechos y
principios que se expresan a través de conceptos y formulaciones. Pero pensar la ciencia como un
cuerpo de conocimiento nos hace pensar que es algo ya terminado y no una manera de hacer y de
conocer. Finalmente, ciertas circunstancias pueden acrecentar su saber.

El tercer elemento es el método científico. Aquí se indica que una afirmación científica es sostenida por
un procedimiento metodológico que permite validar su verdad y su correspondencia con el objeto al que
se refiere. El método permite constatar la verdad de lo dado por los sentidos o por otros sujetos. Además
de dar validez de los saberes obtenidos, el método también favorece que estos permanezcan vivos. Lo
anterior, es posible cuando se aplica el método para realizar demostraciones, de lo contrario solamente
se transmite un saber carente de contenido y de tipo ideológico. Se dice que es ideológico cuando no se
conocen las causas metodológicas que condujeron a la construcción del concepto.

El cuarto elemento son las formas de conocimiento. Para que un objeto se pueda conocer es necesario
contar con marcos de referencia de conciencia que permitan su construcción. Ahora bien, para que un
objeto se de en la conciencia es necesario contar con ciertas estructuras en ella. Las estructuras se
forman a través del contacto del hombre con el mundo. También hay marcos de referencia asociados
con condiciones históricas.

El quinto elemento es la ciencia como sistema cumple la función explicativa de la ciencia (¿por qué?)
pues permite constatar las interacciones de un conjunto de objetos con otros objetos. También se indica
que cada una de las ciencias construye su sistema de forma particular. Por ejemplo, se puede dar que
cuanto se cuenta con algunas leyes aplicables para objetos particulares, estas son elevadas al rango de
principios. De tal forma, que se obtienen los fundamentos que integran el sistema de una ciencia.

El sexto elemento es la técnica que está asociada con las maneras de hacer y está dirigida a la aplicación
del conocimiento obtenido durante la investigación. El texto también considera el término tecnología
que es el conjunto de instrumentos de medición y producción elaborados a partir del conocimiento
científico. Cabe señalar que el desarrollo tecnológico también se ve influenciado por la sociedad.

El séptimo elemento es las condiciones sociales y el fenómeno científico. La ciencia no es ajena a la


actividad humana. En ocasiones la sociedad influye en la ciencia al limitar el acceso a la información o
bloqueando la diseminación de los hallazgos de las investigaciones. Asimismo, es importante tener en
cuenta que la ciencia es social pues es el hombre quien la edifica.
La estructura del fenómeno científico se describe enseguida: Existe información que llega a los canales
de entrada, dicha información/requerimientos se vuelven de interés científico cuando se presenta algún
problema. El problema va acompañado de una interrogante e hipótesis. Luego las formas de pensar
sitúan al problema como un hecho científico. Enseguida, se procesa el hecho científico por medio del
método y el sistema. El producto de dicho procesamiento resulta un cuerpo de conocimientos científicos
que se incorporan al mundo. Sin embargo, este conocimiento puede retornar y proveer
retroalimentación que nuevamente es procesada por el sistema y método, transformando el saber
previo.

II. EL CONCEPTO DE MÉTODO

El método es la forma de demostrar la validez de lo que se afirma, al contrastarlo con el objeto. Se dice
que el método es un orden sistemático, lo que presupone que existe previo a la investigación. Los
métodos surgen de la mano de la investigación y de las leyes científicas. El método es diferente a las
técnicas de investigación. El método es un camino conectado a la objetividad que se desea investigar y
también tiene como fundamento la estructura necesaria de la epistemología del sujeto. Las técnicas son
dispositivos que permiten ejecutar la labor científica de forma metódica. Además, el método es un
camino, y la única orientación de éste es el acotamiento del campo temático y la problematización que se
haga de la información. Finalmente, el método asegura la validez del conocimiento científico en la
investigación, además permite mantener vivos los saberes, permitiendo al hombre tener consciencia de
las causas y formas a través de las cuales obtiene sus verdades.

III. PRESUPUESTOS Y LIMITACIONES DEL SABER METÓDICO.

En esta sección se abordan 7 presupuestos que están detrás de una conciencia metódica.

El primer presupuesto es la objetividad, este se refiere a que se presume que el objeto de nuestra
investigación está presente para ser descubierto. De hecho, se menciona que es contradictorio aplicar
una metodología a algo que no existe objetivamente; pues no hay problema que afrontar. Es ahí donde
surge el conflicto del método por el lado del objeto y por los fundamentos epistemológicos del sujeto.

El segundo presupuesto es la conexión entre el objeto y el sujeto. Este indica que cuando se investiga
algo se presupone que lo que se va a encontrar está asociado con el objeto que se indaga. Sin embargo,
es necesario establecer el método a emplear pues este permite hallar la correspondencia entre el objeto
y el ser social. En efecto, se busca la realidad con base en la adecuación del sujeto y el objeto.

El tercer presupuesto es la problemática. En esta parte se habla sobre cómo se integra la misma. Para
ello existe una interrogación de la realidad, se llega a dicha interrogación a través de una actitud activa
del investigador ante el objeto. Posterior a ello, se arriba a generar la problemática. Ahora bien, durante
el periodo de transición de la interrogante hacia la problemática, se dice que el método es inútil pues la
situación es confusa. Por lo anterior, es conveniente apelar a la creatividad del investigador pues es
posible generar problemática a las que se les aplique algún método.

El cuarto presupuesto son las limitaciones del método. Primeramente, se cuestiona el grado en que el
objeto es influenciado por el método empleado. Pues es posible que la visión del sujeto tenga influencia
sobre los resultados que obtenemos. En efecto, los resultados obtenidos pueden ser tomados por
verdaderos, pero no absolutos; quizá la aplicación de un método distinto arroje hallazgos diferentes.
Asimismo, se habla de que los instrumentos que utilizamos o nuestra ubicación pueden influir al
problema. En consecuencia, el investigador debe estar consciente de tal influencia. Luego, se habla de
las preconcepciones que el individuo presenta ante la investigación, pues en ocasiones las ideas previas
del sujeto hacen que este aplique algún método y no obtenga los resultados esperados. En este caso, la
desviación no es atribuible al método sino más bien a las nociones que el individuo posee en su
conciencia. Finalmente, otra problemática del método es el estudio de objetos/fenómenos en
movimiento.

El quinto presupuesto es el problema del método histórico-lógico. Este método trata de poder encontrar
las novedades; de poder localizar las novedades, poder localizar los cambios. Y se trata, a la vez, de
localizar con la lógica, las estructuras fundamentales de estos cambios, es decir, las leyes de cada una
de estas fases. En la utilización de este método se parte de una categoría fundamental que incluye los
aspectos esenciales del desarrollo del objeto que se va a investigar. Cabe señalar que el estudio de los
objetos en movimiento había oscilado entre el método histórico-evolutivo y el método silogístico, que
en realidad no permiten observar los cambios.

El sexto presupuesto es la mensurabilidad cuantitativa y las ciencias de lo humano. Se habla de que se


han tratado de aplicar los métodos de las ciencias positivistas a problemáticas de las ciencias sociales y
humanas. Sin embargo, dicha aplicación no ha tenido buenos resultados. De hecho, se menciona que
las ciencias sociales tienen mayor potencial con la búsqueda de cualificaciones que con cuantificaciones.
Por lo anterior, es conveniente acotar el campo sobre el que se va a indagar, de lo contrario podemos
llegar a un conocimiento confuso y sin utilidad.

El séptimo presupuesto es la relación entre método y praxis. De acuerdo a este presupuesto para
comprender la historia es necesario dirigir nuestra atención hacia las capacidades de los hombres que
forjan la historia, es decir, la praxis es el objeto fundamental de la investigación histórica. Entonces,
desaparece la posibilidad de una historia plenamente objetiva. En adición, aquello que conocemos sobre
el objeto está relacionado con el método que utilizamos. Lo anterior, permite constatar la relación entre
el método y la praxis pues todo método presupone la construcción epistemológica del objeto desde un
cierto punto de vista.

IV CONDICIONES DE LA VISIÓN OBJETIVA DE LA REALIDAD

En esta sección se identifican 6 condiciones necesarias para llegar a un saber objetivo de lo investigado.

La primera condición analizada es saber para poder o saber para conocer. En esta condición se discuten
estas dos actitudes que puede tener el sujeto ante la labor de investigación. Si lo que se busca es saber
para poder se puede decir que investigamos la naturaleza para dominarla y ponerla a nuestro servicio;
sin embargo, esta actitud limita nuestra investigación. Por otro lado, si lo que se adopta es la actitud de
investigar por conocer puede ser que la investigación que se realiza sea de mayor objetividad y
profundidad; lo que en un futuro pueda resultar en un mayor beneficio para la sociedad. Cabe señalar,
que la segunda actitud, frecuentemente, es tachada de irresponsable pues se piensa que las
investigaciones deben servir al hombre en el corto plazo.

La segunda condición es partidismo y objetividad. En este punto se discute si toda posición partidaria
presupone una posición objetiva y si toda posición objetiva presupone una posición partidaria
automáticamente. En efecto, la mayoría de hallazgos científicos estás vinculados con aspectos sociales,
políticos o ideológicos. Por lo anterior, ningún científico puede ser neutral. Sin embargo, para el
científico que busca la objetividad este tipo de problemas no son de su interés. De hecho, la historia ha
demostrado que los conocimientos que son objetivos tienen valor para todos los individuos. Cabe
señalar que en el caso de las ciencias sociales la problemática es más complicada pues están dirigidas al
hombre y todo lo dicho en ellas guarda relación con la acción inmediata de los hombres. Finalmente, el
autor hace un llamado a ser científicos para poder ser partidarios; fundamentalmente de la actividad
humana.

La tercera condición es la docta ignorantia que consiste en la ignorancia que funge como punto de
partida para apreciar con calma y objetividad las cosas, que permite dudar y hallar el rumbo adecuado
para progresar. Esta se da en dos sentidos: 1) ante lo hecho, para reconocer las limitaciones de otros, y
2) respecto a lo que estamos haciendo y sus limitantes. Por lo anterior, no se debe aceptar la pureza del
investigador pues este forma parte del mundo real, el mundo al alcance de todos.

La cuarta condición es libertad y ciencia. Aquí se discute la existencia de una relación directa entre la
falta de libertad y las limitaciones científicas. En resumen, se indica que la falta de la libertad sí influye
negativamente en el desarrollo de la ciencia. Aunque lo anterior no debe justificar la incapacidad y las
limitaciones de los científicos.

La quinta condición es la objetividad. En esta condición se menciona que existe la posibilidad de que las
cosas, tal y como se muestran, pueden no ser reales. Lo anterior presupone la posibilidad de error o de
falta de adecuación entre el sujeto y el objeto. Por lo tanto, la búsqueda de lo real es la búsqueda de lo
oculto. De hecho, la ciencia se ocupa de lo que está detrás del objeto, de lo invisible, y de las relaciones
entre las cosas, es decir, de las leyes. Asimismo, se hace una descripción de los distintos tipos de objetos
que se pueden hallar; a continuación, se enlista cada uno de ellos: 1. Objetos empíricos, 2. Objetos
metafísicos, 3. Objetos científicos, 4. Objetos formales, y 5. Objetos reflexivos.

La sexta condición es el problema del sujeto investigador. En esta parte se habla del homo científicus
quien presenta 3 etapas en su desarrollo. En una primera etapa, tenemos a un individuo con una
capacidad de saber que pretende y puede conocer la cosas. Sin embargo, este sujeto conoce a través
de sus simples facultades naturales por lo no existen las garantías de que el conocimiento obtenido sea
plenamente objetivo. Luego, en una segunda etapa (inicia con Galileo), tenemos un sujeto más complejo
que integra el método y el instrumento. El método permite preparar el objeto y el instrumento permite
llegar a una visión no humana de la realidad. Finalmente, en una tercera estancia, en la que se lleva el
antropomorfismo de lo individual al nivel de lo social. Pues para investigar la realidad es necesario
comprender que el investigador requiere teoría del conocimiento, ontología, metodología,
antropología, filosofía y un conjunto de nociones que le permitan trabajar.

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