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marzo de 1827) fue un compositor, director de orquesta y pianista alemán. Su legado musical abarca,
cronológicamente, desde el Clasicismo hasta los inicios del Romanticismo. Es considerado uno de los
compositores más importantes de la historia de la música y su legado ha influido de forma decisiva en
la evolución posterior de este arte.
Siendo el último gran representante del clasicismo vienés (después de Christoph Willibald
Gluck, Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart), Beethoven consiguió hacer trascender la música
del Romanticismo, influyendo en diversidad de obras musicales del siglo XIX. Su arte se expresó en
numerosos géneros y aunque las sinfonías fueron la fuente principal de su popularidad internacional, su
impacto resultó ser principalmente significativo en sus obras para piano y música de cámara.
Su producción incluye los géneros pianístico (treinta y dos sonatas para piano), de cámara (incluyendo
numerosas obras para conjuntos instrumentales de entre ocho y dos miembros), concertante (conciertos
para piano, para violín y triple), sacra (dos misas, un oratorio), lieder, música
incidental (la ópera Fidelio, un ballet, músicas para obras teatrales), y orquestal, en la que ocupan lugar
preponderante Nueve sinfonías.
Índice
1Biografía
1.1Familia
1.2Primeros años de vida
1.3El primer viaje a Viena
1.4De aprendiz a maestro
1.5Éxito y sufrimiento
1.6El incidente de Teplice
1.7Problemas económicos
1.8Últimos años en Viena
1.9Fallecimiento
2Estudios sobre las causas de su muerte
3Personalidad
4Producción musical
4.1Visión general
4.2Los tres periodos
4.3Obras
4.3.1Sinfonías
4.3.2Oberturas
4.3.3Conciertos
4.3.4Sonatas para piano
4.3.5Sonatas para piano y violín
4.3.6Ópera y música vocal
4.3.7Cuartetos de cuerda
5Beethoven en la cultura popular
5.1Filatelia y numismática
5.2Cine, teatro y televisión
6Véase también
7Notas
8Referencias
8.1Bibliografía
9Enlaces externos
Biografía
Familia
Johann van Beethoven (1740-1792) y Maria Magdalena Keverich (1746-1787), padres de Ludwig.
La familia de Beethoven vivía bajo condiciones modestas. Su abuelo paterno, llamado también
Ludwig,3 (Malinas, 1712-1773), era descendiente de una familia de campesinos y granjeros originarios
de Brabante, en la región de Flandes (Bélgica), que se trasladaron a Bonn en el siglo XVIII. La
partícula van de su nombre,4 contrario a lo que pudiera creerse, no posee orígenes nobles, mientras
que Beethoven probablemente pudo haberse derivado de Bettenhoven (Fr.: Bettincourt), una localidad
de Lieja, aunque otra hipótesis apunta a que el apellido proviene de Beeth (que en flamenco quiere
decir «remolacha») y Hoven, que es el plural de Hof («granja»). De esta forma, «Beethoven» vendría a
significar «granjas de remolachas».5
Palacio Prince-Elector (Kurfürstliches Schloss) en Bonn, donde la familia Beethoven había estado
activa desde la década de 1730
En marzo de 1733 su abuelo emigró a Bonn, en donde trabajó como director y maestro de capilla de la
orquesta del príncipe elector de Colonia. El 17 de septiembre de ese mismo año contrajo matrimonio
con María Josepha Poll, cuyos testigos fueron el organista Gilles van den Aeden y Johann Riechler.
Tuvieron tres hijos: María Bernarda Ludovica (bautizada el 28 de agosto de 1734, muerta el 17 de
octubre de 1735), Marcus Josephus (bautizado el 25 de abril de 1736, muerto poco después en una
fecha indeterminada) y Johann, de cuyo nacimiento o bautismo no se conserva registro; se supone que
nació a finales de 1739 o comienzos de 1740. El tercero fue el único que sobrevivió a la infancia y fue
el padre de Beethoven. Johann fue músico y tenor de la corte electoral.
De aprendiz a maestro
Éxito y sufrimiento
El encuentro en Teplice. Al parecer, cuando Beethoven y Goethe paseaban por la alameda de este
balneario, se encontraron a la emperatriz con su familia. El compositor siguió su paseo sin pararse a
saludar. Esta imagen es una recreación posterior de Carl Rohling.
En 1812, Beethoven se trasladó al balneario de Teplitz (Teplice) y durante su estancia escribió la carta a
su «Amada inmortal», que provocó multitud de especulaciones sobre su destinataria aunque nunca se
ha podido averiguar con exactitud. En 1977, el musicólogo estadounidense Maynard Solomon afirmó
que la carta iba dirigida a Antonie Brentano, la esposa de un mercader de Fráncfort del Meno y madre
de cuatro hijos. Debido a su sentido ético y su miedo al matrimonio, Beethoven abandonó esta relación,
a pesar de los conflictos emocionales que le causó.11 En julio de ese año, Bettina von Arnim organizó
un encuentro entre el compositor y Johann Wolfgang von Goethe. Más tarde la condesa publicó su
correspondencia con Goethe y en una de sus cartas al conde Hermann von Pückler-Muskau relató cierto
suceso que al parecer habría ocurrido en dicho balneario ese mismo verano, cuando Beethoven y
Goethe se encontraron por primera vez. Ambos paseaban por la alameda del balneario y de pronto
apareció frente a ellos la emperatriz María Luisa de Austria-Este con su familia y la corte. Goethe, al
verlos, se hizo a un lado y se quitó el sombrero. En cambio, el compositor se lo caló todavía más y
siguió su camino sin reducir el paso, haciendo que los nobles se hicieran a un lado para saludar. Cuando
estuvieron a cierta distancia se detuvo para esperar a Goethe y decirle lo que pensaba de su
comportamiento «de lacayo».
El monumento a Beethoven en Bonn, Münsterplatz.
Según Elisabeth von Arnim, el mismo Beethoven le habría contado esta anécdota. Sin embargo, su
veracidad es muy discutida y hoy existe un cierto acuerdo en considerarla, si no por completo al menos
en buena parte, invento de Elisabeth. En su carta a von Pückler-Muskau, le pregunta si le gusta la
historia, Kannst du sie brauchen? («¿Puedes utilizarla?»). Von Arnim, sin embargo, decide utilizarla
ella misma y en 1839 publicó en la revista Athenäum una carta, supuestamente de Beethoven, en la que
este contaba la anécdota. El original de esta carta no apareció nunca, solo la copia y algunos detalles
(como la fecha) indican que Beethoven no la escribió nunca, o al menos no tal como fue transcrita.
Independientemente de su autenticidad, el incidente encantó a la sociedad vienesa, que lo creyó
verdadero durante mucho tiempo.12
Problemas económicos
La obra orquestal La victoria de Wellington fue compuesta como homenaje a la victoria sobre los
ejércitos napoleónicos en la batalla de Vitoria por parte del duque de Wellington y alcanzó gran
popularidad.
Beethoven había entablado contacto con el inventor Johann Mäzel, que le construyó varios
instrumentos para ayudarlo con sus dificultades auditivas, como cornetas acústicas o un sistema para
escuchar el piano. Su obra orquestal La victoria de Wellington fue compuesta en 1813 para ser
interpretada con un panarmónico, otro de los inventos de Mäzel. Esta obra era un homenaje a la
victoria sobre los ejércitos napoleónicos en la batalla de Vitoria por parte del duque de Wellington y
alcanzó gran popularidad, además de volver verdaderamente famoso al compositor, lo que le procuró
grandes ingresos. Sin embargo, él mismo la calificó como «basura» (algo que no dijo de ninguna otra
obra suya) y hoy está completamente olvidada. El invento de Mäzel que más impresionó al compositor
fue el metrónomo, y escribió cartas de recomendación a editores y comenzó a realizar anotaciones en
las partituras con los tiempos del metrónomo para que sus obras se interpretaran al tempo que él había
concebido. En esa época comenzaron los problemas económicos del compositor, ya que uno de sus
mecenas, el príncipe Lobkowitz, sufrió una quiebra económica y el príncipe Kinsky falleció al caerse
de su caballo, tras de lo cual sus herederos decidieron no pagar las obligaciones financieras que el
príncipe había contraído con el músico.7
Retrato de Beethoven realizado por Louis-René L'étronne en 1814
Reproducción en yeso de una máscara Ludwig van Beethoven en vida en 1812 (contrario a la creencia
convencional, esto no es una máscara mortuoria).
En 1814, acabó las Séptima y Octava sinfonías y reformó la ópera Fidelio, que fue un gran éxito, tanto
de afluencia de público como económico, al igual que el resto de conciertos que realizó en esa época.
Ese mismo año tuvo lugar el Congreso de Viena, que reunió en la ciudad a numerosos mandatarios que
decidían el futuro de Europa después de la derrota de Napoleón. Este fue uno de los momentos de
gloria de Beethoven, ya que fue invitado en muchas ocasiones a participar en los múltiples conciertos
que se dieron en las celebraciones y fue recibido con admiración y reconocimiento.7
Algunas fuentes apuntan a que el último concierto público de Beethoven tuvo lugar el 11 de abril de
ese mismo año (1814)13 y consistió en el estreno del Trío op. 97, junto al violinista Ignaz
Schuppanzigh y el violonchelista Joseph Lincke.14
Tras la muerte de su hermano Kaspar Karl el 15 de noviembre de 1815, tomó la decisión de acoger a su
sobrino Karl, de nueve años de edad, en contra de la voluntad de su cuñada. En los años comprendidos
entre 1815 y 1820, dedicó gran parte de sus energías y su tiempo a la batalla legal para ganar la
custodia de su sobrino Karl. Este esfuerzo le supuso dejar prácticamente de componer (lo que no le
impidió escribir seis ciclos de Lieder y la sonata Hammerklavier). En el testamento del hermano se le
establecía a él como tutor de Karl, pero en el lecho de muerte, a petición de la cuñada, se estableció una
tutoría conjunta. Ludwig, quien aborrecía a su cuñada, tuvo que llevar su causa ante la justicia. Los
tribunales ordinarios no lo conocían y le costaba hacer valer sus influencias, aunque finalmente ganó el
caso, y desde entonces se dedicó a la formación musical de Karl con falsas esperanzas, ya que el chico
no tenía dotes musicales. Uno de los profesores con los que contó su sobrino fue Carl Czerny, que
posteriormente fue profesor de Franz Liszt y antes había sido alumno del propio Beethoven. Además, la
relación con su hijo adoptivo no era excelente; constantemente tenía que encontrarle nuevos tutores, ya
que tenía conflictos con ellos, y este escapaba con su madre y peleaba constantemente con el tío. La
preocupación por el dinero, que acompañó a Beethoven desde los días de la infancia en que tuvo que
proveer para la familia, lo ocupó en este periodo como nunca. Los editores no confiaban en él, pues no
cumplía sus promesas de exclusividad y pedía constantemente más dinero por sus obras. Según su
biógrafo, Emil Ludwig, de este periodo no hay ni una sola carta en la que no se traten, al menos
tangencialmente, problemas de dinero.15
Después de 1815, Napoleón fue definitivamente derrotado y el canciller austriaco Klemens von
Metternich instauró un régimen policial para impedir rebrotes revolucionarios. Beethoven fue una voz
crítica del régimen. En esa época, su nombre era muy respetado en el Imperio y en Europa Occidental,
sobre todo en Inglaterra, en parte gracias al éxito de La victoria de Wellington. Pero el ascenso
de Gioachino Rossini y la ópera italiana, que Beethoven consideraba poco seria, lo colocó en segundo
plano.
Beethoven en 1823, año en que terminó su Novena sinfonía. Retrato de Ferdinand Georg Waldmüller.
Beethoven pasó los últimos años de su vida casi totalmente aislado por la sordera, relacionándose
solamente con algunos de sus amigos a través de los «cuadernos de conversación», que le sirvieron
como medio de comunicación. Su último gran éxito fue la Novena sinfonía, terminada en 1823. En los
tres años finales, se dedicó a componer cuartetos de cuerda y la Missa Solemnis. El 13 de abril de ese
año conoció a Franz Liszt, que entonces tenía once años, durante un concierto del compositor húngaro
y lo felicitó por su interpretación. Años más tarde, Liszt transcribió todas las sinfonías de Beethoven
para piano y fue un destacado intérprete de su obra. El estreno de la Novena sinfonía tuvo lugar el 7 de
mayo de 1824 y fue un rotundo éxito a pesar de las dificultades técnicas que entrañaba la obra. Este
éxito no se tradujo en una ganancia financiera y los problemas económicos continuaron acuciando al
compositor, que aunque tenía el dinero que estaba ahorrando, no lo podía utilizar ya que estaba
destinado como herencia para su sobrino.7
La salud del maestro decayó inexorablemente durante su estancia en la casa de su hermano
en Gneixendorf, a pesar de los cuidados de su familia. Su hermano Nikolaus Johann recordaba: «Al
almuerzo comía únicamente huevos pasados por agua, pero después bebía más vino, y así a menudo
padecía diarrea, de modo que se le agrandó cada vez más el vientre, y durante mucho tiempo lo llevó
vendado». Tenía edemas en los pies y se quejaba continuamente de sed, dolores de vientre y pérdida de
apetito.16 En esa época, comenzó la composición de la Décima sinfonía.
El 1 de diciembre de 1826, Beethoven y Karl volvieron a Viena. La premura de la decisión determinó
que carecieran de un transporte adecuado y solamente pudieron conseguir un
viejo carromato descubierto. El viaje resulta catastrófico para una persona en el estado en que se
encontraba Beethoven, quien llevaba ropa de verano y se vio obligado a pasar la noche en una taberna
de la aldea, donde la habitación no tenía calefacción ni persianas que lo protegieran del frío. Hacia la
medianoche sufrió un escalofrío febril y comenzó una tos seca acompañada de sed intensa y fuertes
dolores en los costados. Estando así, el maestro bebió grandes cantidades de agua helada que solo
agravaron su condición. Sin embargo, logró recuperarse de su crisis gracias a la atención del doctor
Wawruch y consiguió llegar a la capital. El 20 de diciembre, se le extrajeron fluidos abdominales. Karl
permaneció durante todo el mes a su lado hasta su incorporación, en enero, a su regimiento. El joven se
había reconciliado totalmente con su tío tras el lamentable episodio del suicidio:17 «Mi querido padre:
vivo satisfecho y solo me pesa verme separado de ti».
El 29 de marzo de 1827 se ofició el funeral de Beethoven, al que acudieron más de 20 000 personas.
Anselm Hüttenbrenner.22
Algunos análisis de un mechón del cabello de Beethoven y de un fragmento de su cráneo dieron como
resultado la existencia de altas concentraciones de plomo.
A lo largo de su vida, Beethoven visitó gran cantidad de médicos para curar sus diversas dolencias
físicas, como mala digestión, dolor abdominal crónico, cirrosis hepática, nefropatía, pancreatitis
crónica, irritabilidad, depresión, así como otros síndromes sin etiología demostrada, tales como
alteraciones gastrointestinales, bronquiales, articulares y oculares.23 En una carta a un amigo, expresó
su deseo de que, después de su muerte, sus restos fueran usados para determinar la causa de su
enfermedad y evitar que otros padecieran su mismo sufrimiento.24 Desde su fallecimiento, a los
cincuenta y seis años de edad, en 1827, han existido muchas especulaciones y estudios sobre las causas
de sus múltiples dolencias y su muerte, pero no han conseguido determinar una patología sistémica
para explicar al menos gran parte de sus síndromes.2423
Estudios realizados en el Centro de Tratamiento Pfeiffer en Warrenville (Illinois) en 2005 han revelado
algunos datos sobre las causas de su muerte. Los análisis de un mechón de su cabello y de un
fragmento de su cráneo dieron como resultado la existencia de altas concentraciones de plomo, lo que
indica que el compositor podría haber padecido saturnismo. Aparentemente, Beethoven ingería agua
contaminada con plomo, que se obtenía de un arroyo campestre creyendo que tenía propiedades
curativas. Las últimas investigaciones señalan que fue por el plomo de los vasos que usaba para beber.
A raíz de dichos estudios, se pudo saber que el compositor padecía problemas estomacales desde los
veinte años y que, en ocasiones, sufría crisis depresivas.25 Los problemas estomacales y el cambio de
personalidad que sufrió a los veinte años concuerdan con el diagnóstico de envenenamiento por
plomo.24 En estos estudios, también se destaca la ausencia de niveles perceptibles
de cadmio o mercurio en el mechón y el hueso, elementos a los que previamente se había identificado
como causantes de la enfermedad de Beethoven. La presencia de plomo en el cráneo confirmó que la
exposición del músico a dicho elemento no fue un hecho puntual en su vida, sino que tuvo que estar
sometido a él durante muchos años. Aunque existen algunos extraños casos de sordera provocados por
envenenamiento por plomo, no hay ninguna evidencia sólida que sustente que fuese esta la causa de la
que padeció Beethoven.24
Otro estudio afirma que Beethoven falleció a causa de una insuficiencia hepática que desencadenó
un coma hepático. Además, puede que con probabilidad padeciera una septicemia final, con el
antecedente de una ascitis fistulizada e infectada. No se puede afirmar con certeza si una insuficiencia
renal y una diabetes descompensada fueron motivo de su fallecimiento. En la medicina moderna, la
causa de su muerte sería catalogada como un fallo multisistémico, originado por su insuficiencia
hepática.23
Personalidad
Visión general
Beethoven compuso obras en una amplia variedad de géneros y para una amplia gama de
combinaciones de instrumentos musicales. Sus obras para orquesta sinfónica incluyen nueve sinfonías
(la Novena sinfonía incluye un coro) y alrededor de una docena de piezas de música «ocasional».
Compuso nueve conciertos para uno o más instrumentos solistas y orquesta, así como cuatro obras
cortas que incluyen a solistas acompañados de orquesta. Fidelio es la única ópera que escribió y entre
sus obras vocales con acompañamiento orquestal se incluyen dos misas y una serie de obras cortas.11
Compuso un amplio repertorio de obras para piano, entre ellas treinta y dos sonatas para piano y
numerosas obras cortas, incluidos los arreglos (para piano solo o dúo de piano), de algunas de sus otras
obras. Las obras en las que usa el piano como instrumento de acompañamiento incluyen diez sonatas
para violín, cinco sonatas para violonchelo y una sonata para corno francés, así como
numerosos lieder.11
La cantidad de música de cámara que produjo Beethoven fue notable. Además de los dieciséis cuartetos
de cuerda, escribió cinco obras para quinteto de cuerda, siete para trío con piano, cinco para trío de
cuerda y más de una docena de obras para gran variedad de combinaciones de instrumentos de
viento.11
Obras
Véase también: Anexo:Catálogo de obras de Beethoven
En su prolífica trayectoria musical, Beethoven dejó para la posteridad un importante legado:
nueve sinfonías, una ópera, dos misas, tres cantatas, treinta y dos sonatas para piano, cinco conciertos
para piano, un concierto para violín, un triple concierto para violín, violonchelo, piano y orquesta,
dieciséis cuartetos de cuerda, una gran fuga para cuarteto de cuerda, diez sonatas para violín y piano,
cinco sonatas para violonchelo y piano e innumerables oberturas, obras de cámara, series
de variaciones, arreglos de canciones populares y bagatelas para piano.
Sinfonías
Artículo principal: Sinfonías de Ludwig van Beethoven
Oda a la alegría
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De la Novena sinfonía de
Beethoven.
Obertura Coriolano
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Interpretada por la Fulda Symphonic Orchestra,
dirigida por Simon Schindler
Ludwig van Beethoven en 1815. El año anterior había terminado las Séptima y Octava sinfonías y
reformado la ópera Fidelio
Beethoven se centró sobre todo en la música orquestal, compaginándola con la música de cámara y
para piano. También desarrolló obras vocales, aunque con suerte muy diversa. Por ejemplo, su única
ópera escrita, Fidelio, revisada desde 1805 hasta 1814, fue un fracaso el día de su estreno. El músico
tuvo que esperar hasta el 23 de mayo de 1814 para ser aclamado de forma entusiasta por un público
enfervorizado. La nueva versión representaba para el público más que la recreación de los principios de
la Ilustración, como fue su primer objetivo en 1805, la celebración de las victorias sobre Napoleón y
como una alegoría de la liberación de Europa. Fue entonces cuando, ruborizado ante tales muestras de
apoyo y cariño del público, escribió en su libro de conversaciones: «Es evidente que uno compone más
bellamente cuando lo hace para el gran público». Se trataba, sin duda, del mismo compositor que había
gritado al editor, tras el desastre de su primer Fidelio: «No compongo para la galería, que se vayan
todos al infierno», nueve años antes.35
Lo cierto es que Beethoven no mostraría particular interés en escribir óperas. Un proyecto largamente
conversado con Goethe para transformar en ópera el Fausto no llegaría jamás a concretarse por razones
desconocidas hasta hoy. Sin embargo, algunos autores, basados principalmente en anotaciones del
propio Beethoven, han descrito algunas de sus sinfonías como «óperas encubiertas». Tal carácter ha
sido asignado tanto a la Sexta sinfonía como a la Tercera.
La Missa Solemnis, escrita entre 1819 y 1823, su segunda obra para la Iglesia católica, es un canto de
fe a Dios y a la naturaleza del hombre. Es una de sus obras más famosas, compuesta por encargo de su
alumno, el archiduque Rudolf, nombrado en esa época arzobispo de Olomouc. La Missa
solemnis provocó no pocos problemas a Beethoven. La obra fue estrenada parcialmente junto con
la Novena sinfonía.36
Otras obras corales de Beethoven son la Fantasía coral para piano, coro y orquesta (Op. 80), la Misa en
do mayor, Latina (Op. 86), así como numerosos lieder, arias, coros y cánones, un ciclo de melodías,
la cantata «En la Muerte del Emperador José II» (Op. 196) y el oratorio Cristo en el monte de los
Olivos, de 1803, así como el célebre presto de la Novena sinfonía.
Cuartetos de cuerda
Portada de la primera edición de Artaria del Cuarteto de cuerda n.º 13 (Op. 130)
Hay algunos críticos musicales que opinan que el género de los cuartetos de cuerda desarrollado por
Beethoven es más representativo que el de las sonatas para piano y el de las sinfonías. De hecho,
Beethoven murió componiendo cuartetos.37
En los cuartetos se puede comprobar el desarrollo de Beethoven a través de sus «tres estilos»: los
primeros cuartetos, fieles a Haydn; el segundo período dominado por los llamados Cuartetos rusos,
compuestos por encargo del aristócrata Razumovski; pero los más significativos son los seis finales,
compuestos entre 1824 y 1827, es decir, correspondientes a la última etapa, algunas veces llamada
«esotérica». La importancia del género en Beethoven rebasa los límites del Romanticismo, al grado de
que sus últimas obras son una anticipación estilística y técnica que influiría en Dmitri
Shostakóvich, Béla Bartók y en la Segunda Escuela de Viena de inicios del siglo XX. Los cuartetos
muestran al Beethoven más profundo y original.
El Op. 18 constituye el primer esfuerzo importante de Beethoven en este complejo género musical y
engloba seis obras dedicadas a su maestro, Joseph Haydn: aunque se encuentran todavía evidencias de
las obras anteriores de Mozart y Haydn, ya hay un deseo de mostrar la originalidad que se verá
plasmada en sus trabajos posteriores, como el movimiento final del Cuarteto de cuerda n.º 6 en
si♭ mayor, «La malinconia», el cual es una introducción lenta que casi rebasa los límites tonales para
luego dar paso al rondó concluyente.
En el periodo medio ya se aprecia a un Beethoven maduro, plenamente consciente de su poderío como
creador y artista, pero sumido en la lucha contra la sordera. La primera parte de este periodo medio se
constituye con el poderoso opus 59 Razumovski, constituido por tres cuartetos. Varios críticos
musicales han tratado de ver un ciclo en este grupo de piezas dedicadas al conde Razumovski, el cual le
proporcionó a Beethoven acceso a diversas melodías rusas como motivo de inspiración, aunque esto no
condujo a una influencia definitiva. Hay varios motivos para creer que el punto de vista cíclico es
cercano a la realidad, tomando en cuenta que el primer movimiento del primer cuarteto es una especie
de síntesis de la forma sonata y que justamente el último del tercero es una compleja fuga, la cual tiene
bastantes elementos de herencia con respecto al movimiento final de la Sinfonía «Júpiter» de Mozart,
aunque el desarrollo estilístico del cuarteto es, como es natural, mucho mayor que el de dicha sinfonía.
Sello postal de la República Federal Alemana emitido en 1970, en conmemoración del bicentenario del
nacimiento del compositor.
La presencia de Beethoven como símbolo, y no solo como músico, es un fenómeno heredado del
romanticismo. Tradicionalmente se ha difundido la visión del cuadro de Joseph Karl Stieler, cuyo
enorme impacto se dejó traslucir tras el éxito de las serigrafías de Andy Warhol en 1987. Se han dejado
de lado otras versiones, sea por que tuvieran una calidad artística considerada inferior, o que mostraran
una imagen considerada en algún aspecto «poco verídica» respecto a la imagen que ya se encuentra
establecida en el imaginario popular acerca del músico.38
Filatelia y numismática
Existen numerosos sellos postales y otros documentos filatélicos y numismáticos de países de todo el
mundo en honor a Ludwig van Beethoven. Alemania es el país más prolífico de todos, aunque existen
sellos emitidos en Francia, Mónaco, Austria, países de África y Sudamérica, entre otros. En total hay
alrededor de doscientos sellos dedicados al compositor alemán.39 Beethoven también ha aparecido en
diversas monedas y medallas, acuñadas en muchos casos con motivo de los aniversarios de su
nacimiento, de su fallecimiento o para conmemorar algún hecho destacado en su ciudad natal, Bonn.
Estas monedas o medallas han sido acuñadas en países de toda Europa, Estados Unidos o Asia.40
Véase también
Portal:Música clásica. Contenido relacionado con Música clásica.
Primera Escuela de Viena
Anexo:Catálogo de obras de Beethoven
Anexo:Retratos de Beethoven
Beethoven y do menor
Mozart y Beethoven
Guerra de los románticos
Anexo:Compositores de música clásica
Notas
1.↑ Beethoven dio a su Tercera sinfonía el sobrenombre de Eroica en italiano, que
en español sería Heroica.
Referencias
1. ↑ Pronunciado [ˈluːtvɪç fan ˈbeːthoːfn]. En realidad, el nombre que consta en su acta de bautismo
es Ludovicus van Beethoven. En las regiones germánicas de mayoría católica, era frecuente bautizar a
los neonatos con nombres en latín, en parte porque toda la liturgia católica se desenvolvía en dicha
lengua, además de que el latín era el idioma oficial del Sacro Imperio Romano Germánico; sin embargo,
nunca utilizó la versión latina de su nombre.
2. ↑ Beethoven fue bautizado el 17 de diciembre, normalmente se atribuye su fecha de nacimiento un día
antes, el 16, pero este dato no es seguro con certeza.
3. ↑ Nombre ocasionalmente referido como Louis o Lodewijk, en idioma holandés.
4. ↑ Equivalente en holandés de la preposición española de.
5. ↑ Saltar a:a b lvbeethoven.com (ed.). «Genealogía de Beethoven». Consultado el 24 de marzo de 2009.
6. ↑ «Karl van Beethoven's family tree» (en inglés). Consultado el 23 de abril de 2011.
7. ↑ Saltar a:a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r lvbeethoven.com (ed.). «Biografía de Beethoven».
Consultado el 24 de marzo de 2009.
8. ↑ Basile, Marianna (1981). «La infancia y la educación musical». Vinicio de Lorentiis,
ed. Beethoven (René Palacios More, trad.) [Beethoven]. Protagonistas de la civilización (Especial para
Círculo de Lectores edición). Verona, Italia: Edizione Futuro. p. 10. ISBN 84-226-1491-X. Consultado
el 16 de febrero de 2019. «Gracias a testimonios posteriores de sus compañeros de clase, podemos
delinear el aspecto físico del pequeño Beethoven durante sus últimos años escolares: un niño que
revelaba ya una estatura más bien baja, con cuello corto, cabeza grande y nariz redonda. El cabello muy
oscuro, así como el color de su tez, le valieron entre los compañeros el apodo de «el Español».»
9. ↑ Buchet, 1991, p. 33.
10. ↑ Según se afirma en Solomon, Maynard (1972). New Light on Beethoven's Letter to an
Unknown Woman. Vol. 58, n.º 4 (Oct.). The Musical Quarterly. pp. 572-587. Antonie von
Birkenstock fue la destinataria de la carta a la Amada inmortal. Dicha teoría fue refutada
posteriormente por varios autores, entre los que se encuentran Goldschmidt, Tellenbach, Beahrs,
Steblin, Altman y Walden.
11. ↑ Saltar a:a b c d «Ludwig van Beethoven». epdlp.com. Consultado el 25 de marzo de 2009.
12. ↑ Beethoven, Ludwig van; Kalischer, Alfred Christlieb (1926). Arthur Eaglefield Hull,
ed. Beethoven's letters. Courier Dover Publications. p. 136. ISBN 978-0-486-22769-6.
13. ↑ Rattalino, Piero (1997). Historia del Piano. Cooper City (Florida): SpanPress
Universitaria. ISBN 1-58045-903-X.
14. ↑ mundoclasico.com (ed.). «Un par de tríos». Archivado desde el original el 11 de junio de 2008.
Consultado el 25 de marzo de 2009.
15. ↑ Ludwig y Ayala, 1994
16. ↑ Thayer et al., 1991, p. 1013.
17. ↑ El sobrino de Beethoven, Karl, intentó suicidarse en el verano de 1826, según sus propias
palabras, «Porque mi tío no me dejaba vivir». Véase Buchet, 1991, pp. 319 y sig.
18. ↑ Thayer et al., 1991, pp. 1035-1050.
19. ↑ Elisa Rapado. «Schubert y Beethoven». filomusica.com. Consultado el 26 de marzo de 2009.
20. ↑ Thayer et al., 1991, p. 306
21. ↑ Thayer et al., 1991, pp. 1049-1050.
22. ↑ Buchet, 1991, p. 351.
23. ↑ Saltar a:a b c Llanos López, Osvaldo. «Las enfermedades de Ludwig van Beethoven». Revista
de Estudios Médicos Humanísticos. Consultado el 15 de abril de 2011.
24. ↑ Saltar a:a b c d «Enfermedad de Beethoven». solociencia.com. Consultado el 26 de marzo de
2009.
25. ↑ «El veneno que mató a Ludwig van Beethoven». El Mundo. 13 de diciembre de 2005.
Consultado el 26 de marzo de 2009.
26. ↑ «Beethoven bipolar?» (en inglés). 26 de julio de 2007. Consultado el 26 de marzo de 2009.
27. ↑ Saltar a:a b c d e «Ludwig van Beethoven» (en inglés). Grove Online. Consultado el 26 de
marzo de 2009. Requiere subscripción.
28. ↑ Meyers Konversations-Lexikon 4 ed. 10 vols. Leipzig: Bibliographisches Institut. 1885-1892.
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Enlaces externos
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Ludwig van Beethoven en el Proyecto Mutopía
Beethoven: a caballo entre dos siglos y dos músicas en Sinfonía Virtual: Revista Musical