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Practica 06
Practica 06
Introducción
Los contratos conductuales son procedimientos de cambio
conductual consistentes en acuerdos escritos entre el psicólogo y aquella
persona que quiere llevar a cabo un cambio en su comportamiento en algún
sentido, o entre las personas que quieren producir cambios en la conducta
de otros y esos otros que se desea que cambien sus conductas, en el que se
hacen explícitas las acciones que éste o éstos están de acuerdo en llevar a
cabo y las consecuencias del cumplimiento o no cumplimiento de las
mismas. Las cláusulas hacen referencia a las conductas concretas que se
quieren modificar y a las contingencias que se establecen para conseguir el
cambio. El resultado final de un contrato conductual debe ser aceptado por
todas las partes implicadas, que deben firmar el mismo.
Objetivo
Diseñar un contrato de contingencias y ponerlo en práctica
Tareas
Escoger cada uno una conducta que se quiera implantar o modificar en
uno mismo y no lo hubiese estado haciendo hasta el momento. Con el
compañero, diseñar el contrato de contingencias para llevar a cabo el
cambio.
Desarrollo
1. Pídasele al compañero que seleccione la conducta o conductas sobre las
que se desee actuar. Debe ser una conducta que se desee implantar o
que, existiendo, se desee incrementar su frecuencia. Por ejemplo, el
tiempo de estudio, la práctica de deporte, etc. Defínase de forma
operativa y precisa, dejándose establecidos los criterios sobre
frecuencia, intensidad, duración, etc. (p.e., estudiar todos los días una
hora y media de lunes a viernes; estudiar dos horas el sábado y el
domingo)
2. Establézcanse las consecuencias, positivas o negativas, que tendrá para
el compañero la emisión de esos comportamientos. Por ejemplo, cada
día que se cumpla con la hora y media de estudio diario, uno se
concederá a sí mismo una hora de chateo en la red; cada 10 minutos o
fracción menos de la hora establecida serán 10 minutos menos de
actividad de ocio. Por debajo de una hora de estudio no habrá actividad
de ocio alguna. La dispensación de las consecuencias debe estar al
alcance de la persona, si bien ello no obsta para que alguien se encargue
de administrarlas.
3. Diséñese el sistema de registro de la conducta. Debe ser un sistema
sencillo para que la persona no tenga dificultades a la hora de
cumplimentarlo pero que permita recoger toda la información relevante
a efectos del sistema de contingencias diseñado. En el ejemplo que se
está ilustrando bastaría con una rejilla en la que figurasen los días de la
semana, la hora de inicio de estudio y la hora de finalización. El registro
debe tener un efecto incentivador a medida que se vaya comprobando
que se va ejecutando el comportamiento. Por ello, recurrir a
procedimientos gráficos da buenos resultados (en vez de anotar hora de
inicio y finalización, colorear una barra correspondiente al período de
estudio.
4. Cumpliméntese el registro a lo largo de dos semanas y entréguese.
LUNES MARTES MIÉRCOLES JUEVES VIERNES SÁBADO DOMINGO
16:00-
17:00
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