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Licenciada en Fonoaudiología – Logopeda.

Especialista en trastornos del lenguaje y bilingüismo.

5 juegos para estimular el lenguaje

Hola de nuevo! Que tal vamos con la tarea de jugar, crear y divertirnos? Espero que muy
bien y que no hayáis perdido ni medio minuto!

Para esta semana he pensado que tal vez podía dejaros 5 juegos para que hagáis en el
verano. Ya veréis la de cosas que podéis estimular!

Los mas ansiosos que seguramente se saltaron todo esto y ya bajaron a leer cuales son los
juegos que propongo, estarán leyendo los títulos y diciendo “pero si estos son los juegos de
toda la vida”. Pues si señores! Lo que pasa que a veces los compramos porque están moda
o porque nos lo recomendó alguien, pero no sabemos realmente lo que estimulan. Asi que
he pensado que, en lugar de “perder” tiempo en aprender nuevos juegos con nuevas reglas,
podemos usar con cabeza lo que ya tenemos.

Y aquí voy a aprovechar para nombrar algo que tienen todos estos juegos (bueno, estos y
todos); las reglas. Y si, aún con los pequeñitos de casa, las reglas se respetan. Nada de
“hiciste trampa pero no importa”, o “bueno, como es peque le dejo ganar siempre”, o
“veenga, esta vez jugamos como tu quieras”. Y muchísimo menos cambiar las reglas sobre
la marcha porque las que ya están establecidas no le valen a quien va perdiendo.

Las reglas están por algo. Las reglas, aunque a veces no nos gusten, nos permiten
funcionar en grupo. Las reglas nos dan seguridad. Las reglas nos ayudan a manejar la
frustración. Está muy bien revelarse a veces, pero es fundamental enseñar a nuestros hijos
reglas de funcionamiento y respetar esas reglas. Y la primer manera en que aprenden los
niños (fuera de las normas de convivencia que hay en cada hogar), es, una vez más, a
través de juegos reglados. Y una de las reglas importantes que tienen los juegos, son las
que hacen a un jugador ganador.

Seamos sinceros, a quien le gusta perder? A nadie. Pero la mayoría de los adultos tenemos
herramientas para gestionar la frustración que nos genera y aún habiendo perdido,
reconocer que hemos pasado un buen rato jugando. Estas herramientas se enseñan a los
niños con el juego. Recuerdo a mi hija la primera vez que jugamos al Parchis. Ella tenia 4
años. Ganó la primer partida. Entonces se entusiasmó y quiso otra. Esa vez perdió. El grito
mas bajo se escucho a 200 metros a la redonda. Hubo llanto, pataleo, tablero en el suelo…
(tiene mucho genio jeje) y me dijo de todo menos bonita. Yo, con la penita que me daba
porque se suponía que íbamos a pasar un buen rato, respiré hondo, la deje que se
desfogue y, cuando se le pasó, le pregunté si quería jugar de nuevo. Obviamente me dijo
que si porque esa partida no había valido ya que ella había perdido. Entonces

le pregunté si se lo estaba pasando bien y que parte del juego era la que mas le gustaba.
Esto dio pie a hablar que siempre hay uno que gana y otro que pierde, y que no siempre es
el mismo el que gana, ni tampoco el que pierde. Que siempre aprendemos, por lo menos a
estar atentos, para poder jugar lo mejor que sabemos.

Ahora (solo un año mas tarde), sigue sin gustarle perder y sigue haciendo morritos, pero
esta es una forma más aceptable de manejar la frustración. Si sigue teniendo mas
experiencias, seguirá aprendiendo a manejar su frustración y esta es una herramienta
importantísima en la vida.

Y en el lenguaje también hay reglas. No solo las gramaticales, respetar los turnos de habla
y escucha también es una regla. Y, por supuesto, eso también puede aprenderse en un
juego.

Asi que, una vez dicho esto, vamos a los 5 juegos para que todos podamos disfrutar del
verano estimulando el lenguaje y desarrollo de nuestros hijos.

BUSCAR LAS PAREJAS: este es un clásico que se puede hacer con mil cosas y adaptar a
las edades de nuestros peques. Es un juego buenísimo para estimular la memoria y la
atención, incrementar vocabulario, perfeccionar sonidos, crear relaciones lógicas, aprender
conceptos académicos, mejorar la fluidez lectora y perfeccionar la motricidad fina. Con los
más pequeñitos usaremos pocas tarjetas y el numero de estas se irá incrementando en
función de la edad. Podemos usar animales/objetos iguales para hacer los sonidos que
emiten o decir el nombre; objetos relacionados (gallina y pollitos, cuchara y taza) animales y
su hábitat (pájaro y nido), colores, dibujos y palabras escritas, mímicas que se pueden
realizar con la cara/boca/lengua (para estimular los músculos del habla), números,
operaciones matemáticas y un largo etcétera. Y lo mejor de todo esto es que podéis crear
vuestro propio juego según lo que queréis estimular. Tan solo hace falta imprimir unos
cuantos dibujos o palabras, pegarlos sobre algún material duro que no se vea por detrás y
jugar!.
PUZZLES: los de toda la vida. Empezando por dos piezas, cuatro y así hasta hacerlos de
miles de piezas pequeñitas. Estos juegos, ademas de fomentar la atención compartida
(esencial para desarrollar el lenguaje y su función de abstracción), contribuyen a la
concentración, reconocimiento de las partes y el todo (importante para aprender a leer),
ayudan a mejorar la coordinación ojo-mano (necesaria para la escritura), fomentan la
autorregulación y el esfuerzo y, por supuesto, ayudan a mejorar las relaciones y el trabajo
en equipo si se comparte.
QUIEN ES QUIEN: Es, posiblemente, uno de los mejores juegos para desarrollar y mejorar
la parte descriptiva del lenguaje a la vez que la comprensión de los enunciados con
negaciones, la escucha activa y la toma de turnos. Si bien estas dos últimas habilidades
están presentes en muchos juegos, en este es especialmente importante, ya que si nos
perdemos algo de la descripción de nuestro contrincante, podemos cometer un error que
nos lleve a escoger el personaje inadecuado. Este juego yo lo recomendaría a partir de los
6 años, ya que puede ser algo difícil para los mas peques (claro que siempre se puede jugar
en parejas y así oficiamos de modelos). En este juego también es fundamental la escucha
activa y el respeto por la toma de turnos.
MIME TIME – MIMICAS: Estupendo para que toda la familia se eche unas risas, desde el
peque de 2 años hasta el abuelo de 100. En este juego fomentamos el trabajo en equipo, el
reconocimiento del esfuerzo del otro, la lecto-escritura (podemos escribir nosotros mismos
las tarjetas!), la conciencia léxica/fonológica (podemos indicar cuantas letras tiene la palabra
o cuántas palabras tiene la frase), la clasificación por categorías (podemos indicar a que
categoría/grupo pertenece lo que vamos a representar: es un animal, es una película, el
titulo de un libro, una profesión…), las operaciones matemáticas (vamos sumando puntos,
viendo quien tiene mas/menos), la motricidad y el análisis de la información para poder
organizar una respuesta acertada.
TABU: para mi, el jefazo de todos los juegos que estimulan el lenguaje! Con él se
desarrollan y crean más relaciones y redes semánticas. Cuando hablamos y escuchamos a
otro hablar, en nuestro cerebro van viajando las palabras en una especie de red gigante.
Esto es lo que nos permite hilar conversaciones, decir un sinónimo si no nos sale una
palabra o no queremos repetirnos, experimentar, sentir o imaginar lo que nos están
contando.
Y es que según hablamos y escuchamos, estas redes lo conectan todo. Son fundamentales!
Y este juego nos permite ejercitar esas conexiones para que cada vez se expandan más.

Como estos juegos hay muchos más. Y es que claro, como dije en el articulo anterior, todo
se estimula mediante el juego. A SEGUIR JUGANDO!

Mariana Lombardo

Licenciada en Fonoaudiología – Logopeda.


Especialista en trastornos del lenguaje y bilingüismo.

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