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Para otros usos de este término, véase Astronomía (desambiguación).
El Hubble: telescopio ubicado fuera de la atmósfera que observa objetos celestes. Sus maravillosas
imágenes han asombrado al mundo. Es el icono de la astronomía moderna.
Las misiones de espacio se han utilizado a localizaciones distantes de la imagen dentro del sistema
solar, como, por ejemplo, esta vista del Apolo 11. Vista del cráter Daedalus en la cara oculta de la
Luna.
La astronomía (del latín astronomĭa, y este del griego ἀστρονομία)1 es la ciencia que se
ocupa del estudio de los cuerpos celestes del universo, incluidos los planetas y
sus satélites, los cometas y meteoroides, las estrellas y la materia interestelar, los
sistemas de materia oscura, gas y polvo llamados galaxias y los cúmulos de galaxias; por
lo que estudia sus movimientos y los fenómenos ligados a ellos. La astronomía también
abarca el estudio de la formación y el desarrollo del Universo en su conjunto mediante
la cosmología, y se relaciona con la física mediante la astrofísica, la química mediante
la astroquímica y la biología con la astrobiología.
Su registro y la investigación de su origen viene a partir de la información que llega de
ellos a través de la radiación electromagnética o de cualquier otro medio. La mayoría de la
información usada por los astrónomos es recogida por la observación remota, aunque se
ha conseguido reproducir, en algunos casos, en laboratorio, la ejecución de fenómenos
celestes, como, por ejemplo, la química molecular del medio interestelar. Es una de las
pocas ciencias en las que los aficionados aún pueden desempeñar un papel activo,
especialmente en el descubrimiento y seguimiento de fenómenos como curvas
de luz de estrellas variables, descubrimiento de asteroides y cometas, etc.
La astronomía ha estado ligada al ser humano desde la antigüedad y todas las
civilizaciones han tenido contacto con esta ciencia. Personajes como Aristóteles, Tales de
Mileto, Anaxágoras, Aristarco de Samos, Hiparco de Nicea, Claudio Ptolomeo, Hipatia de
Alejandría, Nicolás Copérnico, Tycho Brahe, Johannes Kepler, Galileo Galilei, Christiaan
Huygens o Edmund Halley han sido algunos de sus cultivadores. La metodología científica
de este campo empezó a desarrollarse a mediados del siglo XVII. Un factor clave fue la
introducción del telescopio por Galileo Galilei, que permitió examinar el cielo de la noche
más detalladamente. El tratamiento matemático de la Astronomía comenzó con el
desarrollo de la mecánica celeste y con las leyes de gravitación por Isaac Newton, aunque
ya había sido puesto en marcha por el trabajo anterior de astrónomos como Johannes
Kepler. Hacia el siglo XIX, la Astronomía se había desarrollado como una ciencia formal,
con la introducción de instrumentos tales como el espectroscopio y la fotografía, que
permitieron la continua mejora de telescopios y la creación de observatorios profesionales.
Índice
1Etimología
2Historia
o 2.1Revolución científica
o 2.2Nueva Astronomía
3Astronomía observacional
o 3.1Estudio de la orientación por las estrellas
o 3.2Instrumentos de observación
3.2.1Astronomía visible
3.2.2Astronomía del espectro electromagnético o radioastronomía
3.2.2.1Astronomía infrarroja
3.2.2.2Astronomía ultravioleta
3.2.2.3Astronomía de rayos X
3.2.2.4Astronomía de rayos gamma
4Astronomía teórica
o 4.1Mecánica celeste
o 4.2Astrofísica
o 4.3Estudio de los objetos celestes
4.3.1El sistema solar desde la astronomía
4.3.1.1Astronomía del Sol
4.3.1.2Historia de la observación del Sol
4.3.1.3Manchas solares
4.3.1.4El fin del Sol: ¿el fin de la vida humana?
4.3.1.5Astronomía de los planetas, satélites y otros objetos del sistema solar
4.3.2Astronomía de los fenómenos gravitatorios
4.3.3Astronomía cercana y lejana
4.3.4Cosmología
4.3.4.1Formación y evolución de las estrellas
o 4.4Astronáutica
4.4.1Expediciones espaciales
5Hipótesis destacadas
6Apéndices
o 6.1Apéndice I - Astrónomos relevantes en la Historia
6.1.1Ampliaciones
o 6.2Apéndice II - Ramas de la astronomía
o 6.3Apéndice III - Campos de estudio de la astronomía
6.3.1Campos de estudio principales
6.3.2Otros campos de estudio
6.3.3Campos de la astronomía por la parte del espectro utilizado
o 6.4Apéndice IV - Exploraciones espaciales más relevantes
o 6.5Apéndice V - Investigaciones activas y futuras
6.5.1Investigadores relevantes
6.5.2Observatorios terrestres
6.5.3Observatorios espaciales
o 6.6Apéndice VI - Líneas de tiempo en astronomía
7Véase también
8Referencias
9Bibliografía
10Enlaces externos
Etimología[editar]
La palabra astronomía proviene del latín astrŏnŏmĭa /astronomía/ y esta del
griego ἀστρονομία /astronomía/.2 Está compuesta por las palabras άστρον /ástron/
'estrellas', que a su vez viene de ἀστῆρ /astḗr/ 'estrella', 'constelación', y νόμος /nómos/
'regla', 'norma', 'orden'.2
El lexema ἀστῆρ /astḗr/ está vinculado con las raíces protoindoeuropeas *ster~/*~stel
(sust.) 'estrella' presente en la palabra castiza «estrella» que llega desde la latina «stella».
También puede vérsele en: astrología, asteroide, asterisco, desastre, desastroso y muchas
otras.3
El lexema ~νομία /nomíā/ 'regulación', 'legislación'; viene de νέμω /némoo/ 'contar',
'asignar', 'tomar', 'distribuir', 'repartir según las normas' y está vinculado a la
raíz indoeuropea *nem~ 'contar', 'asignar', 'tomar', distribuir'; más el lexema ~ία /~íā/
'acción', 'cualidad'. Puede vérsela en: dasonomía, macrotaxonomía, tafonomía y
taxonomía.4
Etimológicamente hablando la astronomía es la ciencia que trata de la magnitud, medida y
movimiento de los cuerpos celestes.5
Historia[editar]
Lo que sigue es un extracto de Historia de la astronomía[editar]
Esfera armilar.
Durante siglos, la visión geocéntrica que consistía en que el Sol y otros planetas giraban
alrededor de la Tierra no se cuestionó. Esta visión era lo que para nuestros sentidos se
observaba. En el Renacimiento, Nicolás Copérnico propuso el modelo
heliocéntrico del sistema solar. Su trabajo De Revolutionibus Orbium Coelestium fue
defendido, divulgado y corregido por Galileo Galilei y Johannes Kepler, autor
de Harmonices Mundi, en el cual se desarrolla por primera vez la tercera ley del
movimiento planetario.
Galileo añadió la novedad del uso del telescopio para mejorar sus observaciones. La
disponibilidad de datos observacionales precisos llevó a indagar en teorías que explicasen
el comportamiento observado (véase su obra Sidereus Nuncius). Al principio solo se
obtuvieron reglas ad-hoc, como las leyes del movimiento planetario de Kepler,
descubiertas a principios del siglo XVII. Fue Isaac Newton quien extendió hacia los
cuerpos celestes las teorías de la gravedad terrestre y conformando la Ley de la
gravitación universal, inventando así la mecánica celeste, con lo que explicó el movimiento
de los planetas y consiguiendo unir el vacío entre las leyes de Kepler y la dinámica de
Galileo. Esto también supuso la primera unificación de la astronomía y la física
(véase Astrofísica).
Tras la publicación de los Principios Matemáticos de Isaac Newton (que también desarrolló
el telescopio reflector), se transformó la navegación marítima. A partir
de 1670 aproximadamente, utilizando instrumentos modernos de latitud y los mejores
relojes disponibles se ubicó cada lugar de la Tierra en un planisferio o mapa, calculando
para ello su latitud y su longitud. La determinación de la latitud fue fácil pero la
determinación de la longitud fue mucho más delicada. Los requerimientos de la
navegación supusieron un empuje para el desarrollo progresivo de observaciones
astronómicas e instrumentos más precisos, constituyendo una base de datos creciente
para los científicos.
Ilustración de la teoría del "Big Bang" o primera gran explosión y de la evolución esquemática del
universo desde entonces.
Durante los siglos XVIII al XIX, se presenta el problema de los tres cuerpos,
donde Euler, Clairaut y D'Alembert llevan predicciones más precisas sobre los
movimientos de la luna y los planetas. Este trabajo es perfeccionado
por Lagrange y Laplace, permitiendo estimar las masas de los planetas y lunas a partir de
sus perturbaciones.6
Nueva Astronomía[editar]
A finales del siglo XIX se descubrió que, al descomponer la luz del Sol, se podían observar
multitud de líneas de espectro (regiones en las que había poca o ninguna luz).
Experimentos con gases calientes mostraron que las mismas líneas podían ser
observadas en el espectro de los gases, líneas específicas correspondientes a
diferentes elementos químicos. De esta manera se demostró que los elementos químicos
en el Sol (mayoritariamente hidrógeno) podían encontrarse igualmente en la Tierra. De
hecho, el helio fue descubierto primero en el espectro del Sol y solo más tarde se encontró
en la Tierra, de ahí su nombre.
Se descubrió que las estrellas eran objetos muy lejanos y con el espectroscopio se
demostró que eran similares al Sol, pero con una amplia gama de temperaturas, masas y
tamaños. La existencia de la Vía Láctea como un grupo separado de estrellas no se
demostró sino hasta el siglo XX, junto con la existencia de galaxias externas y, poco
después, la expansión del universo, observada en el efecto del corrimiento al rojo. La
astronomía moderna también ha descubierto una variedad de objetos exóticos como
los cuásares, púlsares, radiogalaxias, agujeros negros, estrellas de neutrones, y ha
utilizado estas observaciones para desarrollar teorías físicas que describen estos objetos.
La cosmología hizo grandes avances durante el siglo XX, con el modelo del Big
Bang fuertemente apoyado por la evidencia proporcionada por la astronomía y la física,
como la radiación de fondo de microondas, la ley de Hubble y la abundancia cosmológica
de los elementos químicos.
Durante el siglo XX, la espectrometría avanzó, en particular como resultado del nacimiento
de la física cuántica, necesaria para comprender las observaciones astronómicas y
experimentales.
Astronomía observacional[editar]
Artículo principal: Astronomía observacional
Estudio de la orientación por las estrellas[editar]
La Osa Mayor es una constelación tradicionalmente utilizada como punto de referencia celeste para
la orientación tanto marítima como terrestre.
Con un pequeño telescopio pueden realizarse grandes observaciones. El campo amateur es amplio
y cuenta con muchos seguidores.
Instrumentos de observación[editar]
Galileo Galilei observó gracias a su telescopio cuatro lunas del planeta Júpiter, un gran
descubrimiento que chocaba diametralmente con los postulados tradicionalistas de la Iglesia
Católica de la época.
El Very Large Array. Como muchos otros telescopios, este es un array interferométrico formado por
muchos radiotelescopios más pequeños.
Estos datos ofrecen información muy importante sobre los astros, su composición química,
temperatura, velocidad en el espacio, movimiento propio, distancia desde la Tierra y
pueden plantear hipótesis sobre su formación, desarrollo estelar y fin.
El análisis desde la Tierra de las radiaciones (infrarrojos, rayos x, rayos gamma, etc.) no
solo resulta obstaculizado por la absorción atmosférica, sino que el problema principal,
vigente también en el vacío, consiste en distinguir la señal recogida del "ruido de fondo",
es decir, de la enorme emisión infrarroja producida por la Tierra o por los propios
instrumentos. Cualquier objeto que no se halle a 0 K (-273,15 °C) emite señales
electromagnéticas y, por ello, todo lo que rodea a los instrumentos produce radiaciones de
"fondo". Hasta los propios telescopios irradian señales. Realizar una termografía de un
cuerpo celeste sin medir el calor al que se halla sometido el instrumento resulta muy difícil:
además de utilizar película fotográfica especial, los instrumentos son sometidos a una
refrigeración continua con helio o hidrógeno líquido.
La radioastronomía se basa en la observación por medio de los radiotelescopios, unos
instrumentos con forma de antena que recogen y registran las ondas de radio o radiación
electromagnética emitidas por los distintos objetos celestes.
Estas ondas de radio, al ser procesadas ofrecen un espectro analizable del objeto que las
emite. La radioastronomía ha permitido un importante incremento del conocimiento
astronómico, particularmente con el descubrimiento de muchas clases de nuevos objetos,
incluyendo los púlsares (o magnétares), cuásares, las denominadas galaxias
activas, radiogalaxias y blázares. Esto es debido a que la radiación electromagnética
permite "ver" cosas que no son posibles de detectar en la astronomía óptica. Tales objetos
representan algunos de los procesos físicos más extremos y energéticos en el universo.
Este método de observación está en constante desarrollo ya que queda mucho por
avanzar en esta tecnología.
Astronomía infrarroja[editar]
Lo que sigue es un extracto de Astronomía infrarroja[editar]
Diferencia entre la luz visible e infrarroja en la Galaxia del Sombrero o Messier 104.
La Galaxia elíptica M87 emite señales electromagnéticas en todos los espectros conocidos.
El observatorio espacial Swift está específicamente diseñado para percibir señales gamma del
universo y sirve de herramienta para intentar clarificar los fenómenos observados.
Los rayos gamma son radiaciones emitidas por objetos celestes que se encuentran en un
proceso energético extremadamente violento. Algunos astros despiden brotes de rayos
gamma o también llamados BRGs. Se trata de los fenómenos físicos más luminosos del
universo produciendo una gran cantidad de energía en haces breves de rayos que pueden
durar desde unos segundos hasta unas pocas horas. La explicación de estos fenómenos
es aún objeto de controversia.
Los fenómenos emisores de rayos gamma son frecuentemente explosiones
de supernovas, su estudio también intenta clarificar el origen de la primera explosión del
universo o big bang.
El Observatorio de Rayos Gamma Compton —ya inexistente— fue el segundo de los
llamados grandes observatorios espaciales (detrás del telescopio espacial Hubble) y fue el
primer observatorio a gran escala de estos fenómenos. Ha sido reemplazado
recientemente por el satélite Fermi. El observatorio orbital INTEGRAL observa el cielo en
el rango de los rayos gamma blandos o rayos X duros.
A energías por encima de unas decenas de GeV, los rayos gamma solo se pueden
observar desde el suelo usando los llamados telescopios Cherenkov como MAGIC. A
estas energías el universo también puede estudiarse usando partículas distintas a los
fotones, tales como los rayos cósmicos o los neutrinos. Es el campo conocido como Física
de Astropartículas.
Astronomía teórica[editar]
Los astrónomos teóricos utilizan una gran variedad de herramientas como modelos
matemáticos analíticos y simulaciones numéricas por computadora. Cada uno tiene sus
ventajas. Los modelos matemáticos analíticos de un proceso por lo general, son mejores
porque llegan al corazón del problema y explican mejor lo que está sucediendo. Los
modelos numéricos, pueden revelar la existencia de fenómenos y efectos que de otra
manera no se verían.78
Los teóricos de la astronomía ponen su esfuerzo en crear modelos teóricos e imaginar las
consecuencias observacionales de estos modelos. Esto ayuda a los observadores a
buscar datos que puedan refutar un modelo o permitan elegir entre varios modelos
alternativos o incluso contradictorios.
Los teóricos, también intentan generar o modificar modelos para conseguir nuevos datos.
En el caso de una inconsistencia, la tendencia general es tratar de hacer modificaciones
mínimas al modelo para que se corresponda con los datos. En algunos casos, una gran
cantidad de datos inconsistentes a través del tiempo puede llevar al abandono total de un
modelo.
Los temas estudiados por astrónomos teóricos incluyen: dinámica estelar y evolución
estelar; formación y evolución de las galaxias; origen de los rayos cósmicos; relatividad
general y cosmología física, incluyendo teoría de cuerdas.
Mecánica celeste[editar]
Lo que sigue es un extracto de Mecánica celeste[editar]
El Sistema Solar puede ser explicado con gran aproximación mediante la mecánica clásica,
concretamente, mediante las leyes de Newton y la ley de la gravitación universal de Newton. Solo
algunas pequeñas desviaciones en el perihelio de mercurio que fueron descubiertas tardíamente no
podían ser explicadas por las teoría de Newton y solo pudieron ser explicadas mediante la teoría de
la relatividad general de Einstein.
Posición figurada de los planetas y el Sol en el sistema solar, separados por planetas interiores y
exteriores.
El estudio del universo o cosmos y más concretamente del sistema solar ha planteado una
serie de interrogantes y cuestiones, por ejemplo cómo y cuándo se formó el sistema, por
qué y cuándo desaparecerá el Sol, por qué hay diferencias físicas entre los planetas, etc.
Es difícil precisar el origen del sistema solar. Los científicos creen que puede situarse hace
unos 4600 millones de años, cuando una inmensa nube de gas y polvo empezó a
contraerse probablemente, debido a la explosión de una supernova cercana. Alcanzada
una densidad mínima ya se autocontrajo a causa de la fuerza de la gravedad y comenzó a
girar a gran velocidad, por conservación de su momento cinético, al igual que cuando una
patinadora repliega los brazos sobre sí misma gira más rápido. La mayor parte de la
materia se acumuló en el centro. La presión era tan elevada que los átomos comenzaron a
fusionarse, liberando energía y formando una estrella. También había muchas colisiones.
Millones de objetos se acercaban y se unían o chocaban con violencia y se partían en
trozos. Algunos cuerpos pequeños (planetesimales) iban aumentando su masa mediante
colisiones y al crecer, aumentaban su gravedad y recogían más materiales con el paso del
tiempo (acreción). Los encuentros constructivos predominaron y, en solo 100 millones de
años, adquirió un aspecto semejante al actual. Después cada cuerpo continuó su propia
evolución.
Astronomía del Sol[editar]
Artículo principal: Sol
El estudio del Sol se inicia con Galileo Galilei de quien se dice que se quedó ciego por
observar los eclipses. Hace más de cien años se descubre la espectroscopia que permite
descomponer la luz en sus longitudes de onda, gracias a esto se puede conocer la
composición química, densidad, temperatura, situación los gases de su superficie, etc. En
los años 50 ya se conocía la física básica del Sol, es decir, su composición gaseosa, la
temperatura elevada de la corona, la importancia de los campos magnéticos en la
actividad solar y su ciclo magnético de 22 años.
Las primeras mediciones de la radiación solar se hicieron desde globos hace un siglo y
después fueron aviones y dirigibles para mejorar las mediciones con aparatos
radioastronómicos. En 1914, C. Abbot envió un globo para medir la constante
solar (cantidad de radiación proveniente del sol por centímetro cuadrado por segundo). En
1946 el cohete V-2 militar ascendió a 55 km con un espectrógrafo solar a bordo; este
fotografió al Sol en longitudes de onda ultravioletas. En 1948 (diez años antes de la
fundación de la NASA) ya se fotografió al Sol en rayos X. Algunos cohetes fotografiaron
ráfagas solares en 1956 en un pico de actividad solar.
En 1960 se lanza la primera sonda solar denominada Solrad. Esta sonda monitoreó al sol
en rayos x y ultravioletas, en una longitud de onda muy interesante que muestra las
emisiones de hidrógeno; este rango de longitud de onda se conoce como línea Lyman α.
Posteriormente se lanzaron ocho observatorios solares denominados OSO. El OSO 1 fue
lanzado en 1962. Los OSO apuntaron constantemente hacia el Sol durante 17 años y con
ellos se experimentaron nuevas técnicas de transmisión fotográfica a la tierra.
El mayor observatorio solar ha sido el Skylab. Estuvo en órbita durante nueve meses en
1973 y principios de 1974. Observó al Sol en rayos g, X, ultravioleta y visible, y obtuvo la
mayor cantidad de datos (y los mejor organizados) que hayamos logrado jamás para un
objeto celeste. En 1974 y 1976 las sondas Helios A y B se acercaron mucho al Sol para
medir las condiciones del viento solar. No llevaron cámaras.
En 1980 se lanzó la sonda Solar Max, para estudiar al Sol en un pico de actividad. Tuvo
una avería y los astronautas del Columbia realizaron una complicada reparación.
Manchas solares[editar]
George Ellery Hale descubrió en 1908 que las manchas solares (áreas más frías de
la fotosfera) presentan campos magnéticos fuertes. Estas manchas solares se suelen dar
en parejas, con las dos manchas con campos magnéticos que señalan sentidos opuestos.
El ciclo de las manchas solares, en el que la cantidad de manchas solares varía de menos
a más y vuelve a disminuir al cabo de unos 11 años, se conoce desde principios del siglo
XVIII. Sin embargo, el complejo modelo magnético asociado con el ciclo solar solo se
comprobó tras el descubrimiento del campo magnético del Sol.
El fin del Sol: ¿el fin de la vida humana?[editar]
En el núcleo del Sol hay hidrógeno suficiente para durar otros 4500 millones de años, es
decir, se calcula que está en plenitud, en la mitad de su vida. Tal como se desprende de la
observación de otros astros parecidos, cuando se gaste este hidrógeno combustible, el Sol
cambiará: según se vayan expandiendo las capas exteriores hasta el tamaño actual de la
órbita de la Tierra, el Sol se convertirá en una gigante roja, algo más fría que hoy pero
10 000 veces más brillante a causa de su enorme tamaño. Sin embargo, la Tierra no se
consumirá porque se moverá en espiral hacia afuera, como consecuencia de la pérdida de
masa del Sol. El Sol seguirá siendo una gigante roja, con reacciones nucleares de
combustión de helio en el centro, durante solo 500 millones de años. No tiene suficiente
masa para atravesar sucesivos ciclos de combustión nuclear o un cataclismo en forma de
explosión, como les ocurre a algunas estrellas. Después de la etapa de gigante roja, se
encogerá hasta ser una enana blanca, aproximadamente del tamaño de la Tierra, y se
enfriará poco a poco durante varios millones de años.
Astronomía de los planetas, satélites y otros objetos del sistema solar[editar]
Astronomía lunar: el cráter mayor es el Dédalo, fotografiado por la tripulación del Apollo 11 mientras
orbitaba la Luna en 1969. Ubicado cerca del centro de la cara oculta de la luna, tiene un diámetro de
alrededor de 93 kilómetros.
Vista que presentó el cometa McNaught a su paso próximo a la Tierra en enero de 2007.
Una de las cosas más fáciles de observar desde la Tierra y con un telescopio simple son
los objetos de nuestro propio sistema solar y sus fenómenos, que están muy cerca en
comparación de estrellas y galaxias. De ahí que el aficionado siempre tenga a estos
objetos en sus preferencias de observación.
Los eclipses y los tránsitos astronómicos han ayudado a medir las dimensiones del
sistema solar.
Dependiendo de la distancia de un planeta al Sol, tomando la Tierra como observatorio de
base, los planetas se dividen en dos grandes grupos: planetas interiores y planetas
exteriores. Entre estos planetas encontramos que cada uno presenta condiciones
singulares: la curiosa geología de Mercurio, los movimientos retrógrados de algunos
como Venus, la vida en la Tierra, la curiosa red de antiguos ríos de Marte, el gran tamaño
y los vientos de la atmósfera de Júpiter, los anillos de Saturno, el eje de rotación inclinado
de Urano o la extraña atmósfera de Neptuno, etc. Algunos de estos planetas cuentan con
satélites que también tienen singularidades; de entre estos, el más estudiado ha sido
la Luna, el único satélite de la Tierra, dada su cercanía y simplicidad de observación,
conformándose una historia de la observación lunar. En la Luna hallamos claramente el
llamado bombardeo intenso tardío, que fue común a casi todos los planetas y satélites,
creando en algunos de ellos abruptas superficies salpicadas de impactos.
Los llamados planetas terrestres presentan similitudes con la Tierra, aumentando
su habitabilidad planetaria, es decir, su potencial posibilidad habitable para los seres vivos.
Así se delimita la ecósfera, un área del sistema solar que es propicia para la vida.
Más lejos de Neptuno encontramos otros planetoides como por ejemplo el hasta hace
poco considerado planeta Plutón, la morfología y naturaleza de este planeta menor llevó a
los astrónomos a cambiarlo de categoría en la llamada redefinición de planeta de
2006 aunque posea un satélite compañero, Caronte. Estos planetas enanos, por su
tamaño no pueden ser considerados planetas como tales, pero presentan similitudes con
estos, siendo más grandes que los asteroides. Algunos son: Eris, Sedna o 1998 WW31,
este último singularmente binario y de los denominados cubewanos. A todo este
compendio de planetoides se les denomina coloquialmente objetos o planetas
transneptunianos. También existen hipótesis sobre un planeta X que vendría a explicar
algunas incógnitas, como la ley de Titius-Bode o la concentración de objetos celestes en
el acantilado de Kuiper.
Entre los planetas Marte y Júpiter encontramos una concentración inusual
de asteroides conformando una órbita alrededor del sol denominada cinturón de
asteroides.
En órbitas dispares y heteromorfas se encuentran los cometas, que subliman su materia al
contacto con el viento solar, formando colas de apariencia luminosa; se estudiaron en sus
efímeros pasos por las cercanías de la Tierra los cometas McNaught o el Halley. Mención
especial tienen los cometas Shoemaker-Levy 9 que terminó estrellándose contra Júpiter o
el 109P/Swift-Tuttle, cuyos restos provocan las lluvias de estrellas conocidas
como Perseidas o lágrimas de San Lorenzo. Estos cuerpos celestes se concentran en
lugares como el cinturón de Kuiper, el denominado disco disperso o la nube de Oort y se
les llama en general cuerpos menores del sistema solar.
En el sistema solar también existe una amplísima red de partículas, meteoroides de
diverso tamaño y naturaleza, y polvo que en mayor o menor medida se hallan sometidos al
influjo del efecto Poynting-Robertson que los hace derivar irremediablemente hacia el Sol.
Astronomía de los fenómenos gravitatorios[editar]
Artículos principales: Gravedad, Agujero negro y Materia oscura.
El campo gravitatorio del Sol es el responsable de que los planetas giren en torno a este.
El influjo de los campos gravitatorios de las estrellas dentro de una galaxia se
denomina marea galáctica.
Tal como demostró Einstein en su obra Relatividad general, la gravedad deforma la
geometría del espacio-tiempo, es decir, la masa gravitacional de los cuerpos celestes
deforma el espacio, que se curva. Este efecto provoca distorsiones en las observaciones
del cielo por efecto de los campos gravitatorios, haciendo que se observen juntas galaxias
que están muy lejos unas de otras. Esto es debido a que existe materia que no podemos
ver que altera la gravedad. A estas masas se las denominó materia oscura.
Encontrar materia oscura no es fácil ya que no brilla ni refleja la luz, así que los
astrónomos se apoyan en la gravedad, que puede curvar la luz de estrellas distantes
cuando hay suficiente masa presente, muy parecido a cómo una lente distorsiona una
imagen tras ella, de ahí el término lente gravitacional o anillo de Einstein. Gracias a las
leyes de la física, conocer cuánta luz se curva dice a los astrónomos cuánta masa hay.
Cartografiando las huellas de la gravedad, se pueden crear imágenes de cómo está
distribuida la materia oscura en un determinado lugar del espacio. A veces se
presentan anomalías gravitatorias que impiden realizar estos estudios con exactitud, como
las ondas gravitacionales provocadas por objetos masivos muy acelerados.
Los agujeros negros son singularidades de alta concentración de masa que curva el
espacio, cuando estas acumulaciones masivas son producidas por estrellas le les
denomina agujero negro estelar; esta curva espacial es tan pronunciada que todo lo que
se acerca a su perímetro es absorbido por este, incluso la luz (de ahí el nombre). El
agujero negro Q0906+6930 es uno de los más masivos de los observados. Varios modelos
teóricos, como por ejemplo el agujero negro de Schwarzschild, aportan soluciones a los
planteamientos de Einstein.
Astronomía cercana y lejana[editar]
Artículos principales: Astronomía galáctica y Astronomía extragaláctica.
Un caso particular lo hallamos en Andrómeda que dado su grandísimo tamaño y luminiscencia es
posible apreciarla luminosa a simple vista. Llega a nosotros con una asombrosa nitidez a pesar de la
enorme distancia que nos separa de ella: dos millones y medio de años luz; es decir, si sucede
cualquier cosa en dicha galaxia, tardaremos dos millones y medio de años en percibirlo, o dicho de
otro modo, lo que vemos ahora de ella es lo que sucedió hace dos millones quinientos mil años.
Principio cosmológico
Constante cosmológica
Formación y evolución de las estrellas[editar]
Artículos principales: Formación estelar, Formación y evolución de las galaxias y Evolución
estelar.
Astronomía estelar, Evolución estelar: La nebulosa de hormiga (Mz3). La expulsión de gas de una
estrella moribunda en el centro muestra patrones simétricos diferentes de los patrones caóticos
esperados de una explosión ordinaria.
Corrimiento al rojo
Fuerzas fundamentales
Aceleración de la expansión del Universo
Inestabilidad de Jeans
Interacción nuclear fuerte
Astronáutica[editar]
Artículo principal: Astronáutica
Asistencia gravitatoria
Expediciones espaciales[editar]
Hipótesis destacadas[editar]
Aceleración de la expansión del universo
Hipótesis Némesis
Colonización de Mercurio
Teoría del Big Bang y la Nucleosíntesis primordial
Teoría del Estado Estacionario
Expansión cósmica en escala
Ambiplasma
Inflación cósmica
Forma del universo
Destino último del universo
Apéndices[editar]
Apéndice I - Astrónomos relevantes en la Historia[editar]
Artículo principal: Astrónomo
Teorizó que la Tierra era una esfera cubierta por una superficie redonda que giraba
alrededor de esta (así explicaba la noche) y que tenía algunos agujeros por los cuales se
observaba, aun en la oscuridad nocturna, un poco de la luz exterior a la tierra; la que él
llamo "fuego eterno".
Tales de Mileto
Siglo VII a. C. Aproximadamente
Sostenía que la Tierra era inmóvil y, además era el centro del Universo.
Aristóteles
del 384 a. C. - 322 a. C.
Sostenía que la Tierra giraba, que se movía y no era el centro del Universo, proponiendo
así el primer modelo heliocéntrico. Además determinó la distancia Tierra-Luna y la
distancia Tierra-Sol.
Aristarco de Samos
del 310 a. C. al 230 a. C.
Eratóstenes
del 276 a. C. al 194 a. C.
Hiparco de Nicea
Año 150 a. C.
'
Posidonio de Apamea Observó que las mareas se relacionaban con las fases de la Luna.
del 135 a. C. al 31 a. C.
Claudio Ptolomeo
Año 140.
Consideró al sol en el centro de todas las órbitas planetarias.
Nicolás Copérnico
(1473 - 1543).
Con su telescopio observó que Júpiter tenía cuatro lunas que lo circundaban.
Observó las fases de Venus y montañas en la Luna.
Demostró que los planetas no siguen una órbita circular sino elíptica respecto del Sol en
un foco del elipse derivando de esto en su primera ley.
La segunda ley de Kepler en la cual afirma que los planetas se mueven más rápidamente
cuando se acercan al Sol que cuando están en los extremos de las órbitas.
En la tercera ley de Kepler establece que los cuadrados de los tiempos que tardan los
Johannes Kepler
planetas en recorrer su órbita son proporcionales al cubo de su distancia media al Sol.
(1571 - 1630).
Isaac Newton
Probó que el Sol con su séquito de planetas viaja hacia la constelación del Cisne.
(1642 - 1727).
Albert Einstein
(1879 - 1955).
Ampliaciones[editar]
Entre otros:
Henrietta Swan Leavitt
Hipatia
Gerard Kuiper
Edwin Hubble
Milton Humason
Harlow Shapley
Alexander Friedmann
Vesto Slipher
Georges Édouard Lemaître
Herman Bondi, Thomas Gold y Fred Hoyle
George Gamow
Vera Rubin
Apéndice II - Ramas de la astronomía[editar]
Debido a la amplitud de su objeto de estudio la Astronomía se divide en cuatro grandes
ramas, que no están completamente separadas entre sí:
Astronomía extragaláctica: lente gravitacional. Esta imagen muestra varios objetos azules con forma
de anillo, los cuales son imágenes múltiples de la misma galaxia, duplicados por el efecto de lente
gravitacional del grupo de galaxias amarillas en el centro de la fotografía. La lente es producida por
el campo gravitacional del grupo que curva la luz aumentando y distorsionando la imagen de objetos
más distantes.
Arqueoastronomía
Astroquímica
Astrodinámica
Astronáutica
Campos de la astronomía por la parte del espectro utilizado[editar]
Atendiendo a la longitud de onda de la radiación electromagnética con la que se observa el
cuerpo celeste la astronomía se divide en:
NASA
ESA
Sociedad Planetaria
SpaceX
Observatorios terrestres[editar]
Observatorios espaciales[editar]
Apéndice VI - Líneas de tiempo en astronomía[editar]