Música, espacio y mecenas: El palacio de los Condes

de Miranda en Peñaranda de Duero (c1510-c.1550)

Daniel Román Rodríguez

1.- ¿Qué espacios dedicados a la música contiene el Palacio de Peñaranda de Duero?

En el interior del palacio se aprecia el valor que tuvo la música para sus moradores.
En el “Salón de los embajadores” se distingue una galería en la parte superior del muro. Es
un espacio situado encima del dintel de la puerta que comunica con la llamada “sala de las
conchas”. Este espacio albergaba a los músicos que amenizaban banquetes y danzas. La “Sala
de la esquina” se localiza a continuación de la sala de las conchas y el techo abovedado de
esta estancia está adornado con ricos frescos con un programa iconográfico en el cual su
argumento principal es la música. El segundo cuerpo de la bóveda también presenta
referencias musicales y en uno de ellos se puede percibir un hombre con un arpa.

2.- ¿Qué instrumentos aparecen reflejados en sus frescos?

Los instrumentos mencionados son: Chirimía, Sacabuche, rabel, arpa, laúd, vihuela,
vihuela de arco, vihuela o viola de púa o mano y un salterio.

3.- ¿Podrías hablarme de alguno de estos instrumentos del siglo XVI: forma que poseían,
ejemplos de obras que interpretaban?

El salterio consiste en una caja de resonancia, construida de madera, en forma

trapezoidal; sobre dicha caja se extienden diversas hileras de cuerdas metálicas las cuales se
percuten con un macillo o se pulsan con un plectro, con uñas de marfil o también, con los
dedos1. La descripción que señala el texto de Sebastián Covarrubias describe sus dimensiones

1 http://www.musicaantigua.com/instrumentos-medievales-un-valioso-tesoro-que-debemos-cuidar/
y forma de tocarlo. Su uso se circunscribe a procesiones, bodas, bailes y danzas. El salterio
fue sobre todo un instrumento de música popular2, pero a diferencia de otros, logró
introducirse en la música culta producto de su popularidad en la clase alta. En relación con
su uso y participación, “El salterio no era más que uno de los instrumentos sugeridos para la
interpretación” así podía haber sido parte de “minues, contradanzas, guaracha, pastorela,
seguidillas, boleras, fandango, etc.”3.

2 Revista de Musicología, Vol. 8, No. 1, II Congreso Nacional de Musicología (Madrid-El Escorial, 1983)
(Enero-junio 1985), pp. 103-114. p 3.

3Revista de Musicología, Vol. 8, No. 1, II Congreso Nacional de Musicología (Madrid-El Escorial, 1983)
(Enero-junio 1985), pp. 103-114. p 3.