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EL SISTEMA INMUNOLÓGICO

La decadencia en la población urbana.

Integrantes:
-Danier Danilo Duarte Hurtado.
-Alberto Josué Miranda Peña.
-José Manuel Meza Mendoza.

Profesora: Ligia Modestana Profesor: Rolando Enrique


Urbina Madriz. Cordero Aburto.

Pr
El sistema inmunológico es un fascinante engranaje que posee el ser humano,
siendo imprescindible para éste; mantiene al cuerpo humano en homeostasis. Por
tanto, le confiere cierta inmunidad sobre diferentes tipos de enfermedades, pero, en
las últimas tres décadas éste ha pasado por distintos cambios tratándose de adaptar
al entorno en el que vive.

El hombre, ha venido innovando y cambiando el medio geográfico en donde se


asienta, así, transformando su modo de vivir, con esto, tenemos a la urbanización
global del ser humano y la invención de tecnologías que simplifiquen el trabajo;
pasando de depender del trabajo en el campo (agricultura, ganadería etc.) a
depender del comercio internacional, del marketing, de la manipulación y
programación en computadoras y la industria (petrolera, comida rápida, entre otras).
Así, consiguiendo una metamorfosis, tanto, en el medio geográfico donde habita,
como en su constitución física (el cuerpo humano).

Por ende, cambió su trabajo y la forma de realizarlo, los labores que requerían de
un gran esfuerzo físico fueron más fáciles de hacer; hubo mayores comodidades en
la forma de vivir, dando por empezada la era de la “urbanización”, con esto, se
vendría a beneficiar al ser humano facilitando los labores que antes se consideraban
rigurosos, pero, todo lo bueno trae consigo algo malo, la siguiente generación
experimento las consecuencias; comenzaron a aparecer más enfermedades
autoinmunes, además del sobreesfuerzo físico y mental en los sectores antes
mencionados.

El debilitamiento del sistema inmunológico es el resultado de múltiples factores que


el mismo ser humano ha labrado; su forma de cómo vivir. Esta forma de vivir con
una velocidad, una rapidez, en la cual el sistema inmunológico no es capaz de
adaptarse; por esto y muchas acciones más, el ser humano está labrando su camino
a la destrucción de su propio cuerpo.

Se define como sistema inmunológico: “el conjunto de células, tejidos y moléculas


que media la resistencia a las infecciones”, (Abul K. Abbas, 2014). El sistema
inmunitario es una compleja organización que se encarga de protegernos de las
diferentes enfermedades que deambulan por el medio, este se encarga de
eliminarlos. Pero, cuando este no tiene las respuestas adecuadas con respecto a la
amenaza tiene un efecto dañino para la salud del ser humano.

“Nuestras secuencias genéticas no están cambiando con la suficiente rapidez como


para ser la causa de estos incrementos, pero nuestro medio ambiente si: tenemos
80,000 sustancias químicas cuyo uso está aprobado en el comercio, pero sobre
cuyos efectos sobre el sistema inmune sabemos muy poco. Nuestros estilos de vida
también son diferentes de cómo eran hace apenas unas cuantas décadas, y
comemos más alimentos procesados”, (Miller FW, 2007). En los últimos años, la
población urbana ha sufrido el incremento de anomalías en el sistema inmunológico
llamadas “enfermedades autoinmunes”, la secuencia genética es uno de los
factores que inciden en el desarrollo de éstas, pero el factor implicado directamente
es el medio ambiente. Por ello, las nuevas revoluciones en la forma de vivir han
afectado a nuestro cuerpo, no es tan capaz de adaptarse en poco tiempo a cambios
tan bruscos del medio ambiente, nuestra evolución tecnológica y la urbanización
avanzan más rápido que nuestro cuerpo, y esto da realce en la comparación de las
dos poblaciones: urbana y rural.

Estas dos comunidades poseen diferencias en el modo de vivir, ya que, la población


rural tiene un modo de vivir que ha venido creando desde muchos años, en el cual
se ha adaptado al trabajo riguroso y a preparar su comida tradicionalmente,
mientras que la población urbana crea nuevas formas de ser lo suficientemente
competente con las demandas que implica la evolución económica y tecnológica
entre otras, de allí, surgen las comidas procesadas, los inventos que vienen a
“facilitar” las cosas, pero en verdad, nos encierra en una torre de marfil, en la cual
nos aísla más y más de lo natural, debilitando cada vez más a nuestro cuerpo.

Este modo de vivir tan aceleradamente, no tener una dieta balanceada, sino una
dieta a base de grasas, vivir con un estrés crónico, un trabajo excesivamente
demandante tanto física como mentalmente, son los efectos de la “urbanización”,
“modernización” que han tenido la mayoría de los pueblos, exterminando así la
rutina apacible que tiene la población rural.
El sistema inmunológico está diseñado para proteger al cuerpo humano, pero esta
manera de vivir y sumando un gran factor que es causa del excesivo trabajo de la
población urbana: el estrés; completa un solo fardo capaz de cambiar las funciones
de nuestros sistemas y destruirnos. “Todas las enfermedades autoinmunes se
presentan cuando el sistema inmune del cuerpo se vuelve contra sí mismo”
(Kathleen M. Gilbert, 2006) . El cuerpo se vuelve contra sí mismo porque no le gusta
el estilo de vida que lleva, distorsionando así su función principal “proteger”, en
cambio, con estas distorsiones no reconoce los antígenos del tejido bueno del
cuerpo, así tomando la acción de “destruir”.

“Los datos también sugieren que la diabetes tipo 1 puede estar relacionada con los
enterovirus y con los contaminantes, incluyendo la presencia de nitratos y
nitrosaminas derivadas de los nitratos en el agua utilizada para beber”. “Hay
demasiada variabilidad en lo que nos muestran los estudios; podría no tratarse de
un solo factor” (Jill M. Norris, Katherine Barriga, & Klingensmith, 2003). Por tanto,
la diabetes es una enfermedad la cual los casos se han multiplicado
exponencialmente, no está solamente vinculada con genes hereditarios, con
obesidad, sino también está vinculada con el entorno en el que uno vive, de cómo
vive, también está implicado los trastornos que puede tener el sistema inmunológico
y tiene mayor incidencia en la población urbana, pero, ¿Por qué en la población
rural los casos son pocos y la mayoría tienen que ver con cambios bruscos en su
entorno?

“Los estudios bien controlados en seres humanos son un eslabón perdido en la


investigación sobre las enfermedades autoinmunes. Estas enfermedades son poco
comunes, de modo que se requieren estudios grandes para detectar las
asociaciones, y eso cuesta mucho dinero. Tenemos fragmentos y piezas sueltas:
por ejemplo, existen varios reportes de personas expuestas en minas que tienen
algunas características de las enfermedades autoinmunes, pero esas personas
también están expuestas a muchas otras sustancias. En eso consiste el mayor
problema: necesitamos datos duros sobre poblaciones que están y que no están
expuestas, y no es fácil realizar esos estudios”. (Pollard KM 1, 2010). Si bien es
cierto estas flaquezas del sistema inmunitario aún no están debidamente detalladas
e investigadas, pero ya hay científicos e investigadores que tienen en la mira a estas
enfermedades, existe una esperanza para la población urbana. Pero, para cuando
encuentren los hallazgos suficientes para demostrar que las enfermedades
autoinmunes están estrechamente relacionadas con el estilo de vida será
demasiado tarde para darnos cuenta, como dijo Albert Schweitzer: “El hombre
difícilmente puede reconocer a los daños de su propia obra”.

El sistema inmunológico gran complejo defensivo ahora se comporta de manera


contraria destruyendo lo que debe proteger, provocando anomalías y enfermedades
cada vez más mortales y todo apunta a los factores que desencadena la revolución
y urbanización que ha tenido la civilización humana, en contraparte de los
pobladores rurales que poseen una vida apacible y tranquila, teniendo una
esperanza de vida de 100 años o más, mientras que la población urbana del sector
trabajador tiene una esperanza de vida menos de 70 años por la excesiva
sobrecarga de trabajos. Pero, aun así, la población no se da cuenta de todo esto, y
lo único que trata de hacer es: intentar alcanzar la evolución global y adaptarse a
cada una de ellas, mínimo cada evolución se da cada 6 meses, y el cuerpo es capaz
de adaptarse a una evolución cada 2 años, esta sofocante carrera de adaptación es
una carrera de muerte: te adaptas o te mueres.
Bibliografía:

Abul K. Abbas, A. H. (2014). INMUNOLOGÍA BASICA: funciones y trastornos del


sistema inmunitario. Barcelona, España: ELSEVIER.

Jill M. Norris, M. P., Katherine Barriga, M., & Klingensmith, G. (2003). Timing of
Initial Cereal Exposure in Infacy and Risk of Islet Autoimmunity. Chicago:
JAMA.

Kathleen M. Gilbert, N. R. (2006). Enviromental Contaminant Trichloroethylene


Promotes Autoimmnune Disease and Inhibits T-cell Apoptosis in MRL +/+
Mice. San Diego, California: Journal of Immunotoxicology.

Miller FW, G. M. (2007). Mechanisms of disease: Environmental factors in the


pathogenesis of rheumatic disease. NIH, Bethesda, USA.: Nat Clin Pract
Rheumatol.

Pollard KM 1, H. P. (2010). Toxicology of autoimmune diseases. La Jolla.


California, USA: Department of Molecular and Experimental Medicine, The
Scripps Research Institute.

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