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OBRA DE TEATRO

CAPERUCITA… ¿AZUL?
NARRADOR: ¡Muy Buenos Días tengan todos ustedes maestra, compañeros, y personas que nos acompañan!
El equipo 1 que lo forman mis compañeros:
Naomi, como la Caperucita Roja
Roxana, como la mamá de Caperucita
Alfredo, como el lobo feroz
Gaby, como la abuelita
Esly, como la gusanita feroz
Eduardo, como el valiente cazador.
Le presentaremos la obra de teatro, “Caperucita…¿Azul?” . Que la disfruten. Empecemos.

ACTO I
Narrador: Había una vez, hace muuucho tiempo, que ya ni me acuerdo, una niña muy bonita, que vivía con
su mamá en un casita cerca de un lindo bosquecito, la niña se llamaba Caperucita Amarilla…

Caperucita: ¡Nooo! Es Roja

Narrador: ¡Ahh! Si… si Caperucita Roja. En aquel tiempo, Caperucita Roja, vivía con su mamá en un lindo
bosquecito. Un día la mamá le dijo a Caperucita Azul.

Mamá: ¡Qué, nooo! Es Caperucita Roja.

Narrador: ¡Ah, sí! Eso, eso, eso, eso, eso. Bueno… déjenme continuar con el cuento… Entonces la mamá le
pidió que le llevara a su tía…

Abuelita: ¡Qué, no era a mí! A mí que soy su abuelita.

Narrador: ¡Oohh! Pues, como sea, bueno, bueno, bueno… es igual. La mamá le pidió a Caperucita que le
llevara a la abuelita que vivía del otro lado del mismo lindo bosquecito, una canastita de dulces y galletitas… (
hmmm, ¡ya hasta me está dando hambre!), ¿en qué estábamos?... mejor, mejor veamos.

ACTO II
Mamá: Caperucita… Caperucita… vete al otro lado del bosque a llevarle a tu abuelita, una canasta de dulces
y galletitas…

Caperucita: ¡Ashh, mami! Relájate, además la abuelita se va a enfermar con diabetes, ¿no ves? Que son
muchos dulces.

Mamá: ¿Caperucita? Dime; si lo vas a hacer.

Caperucita: Está bien. Ya voy.

Mamá: ¡Ahh! Y llévate el celular, porque tiene GPS (ge pe ese), para que no te pierdas… y me mandas un
“guats” cuando llegues…

Caperucita: si, si… como tú digas.

Mamá: Y ¡cuidadito!

Caperucita: Ya mejor me apuro. Porque quiero regresar pronto para seguir en mi “feis”

ACTO III
Narrador: Y así se fue Caperucita caminando, atravesando el bosquecito… Pero. Antes… en el bosquecito
lindo, que no tenía nada de lindo, estaba… una gusanita feroz…
Gusanita: Grrr… ¡soy la gusanita feroz!

Narrador: Y el lobo, que estaba esperando pacientemente a que Caperucita pasara por ahí (como si no nos
supiéramos el cuento). Le contestó

Lobo: ¿Gusanita feroz? ¡Es una broma!

Gusanita: ¡No! Y ya sé que te quieres comer a la caperuza, yo también quiero comérmela, además quiero ser
la protagonista de esta telenovela.

Lobo: ¡si, como no!

Gusanita: Te reto a un duelo, a ver quién gana.

Lobo: Pues, éntrale.

Gusanita: Muajajajaja, cof, cof, cof


(sacan unas espadas, y pelean)

Lobo: Jajaja, ves… aquí el único William Levy soy yo.

Gusanita: ¡me muero! Yo soy tu… madre…

Lobo: ¿mamá? Nooo… ¡torito!

ACTO IV
Narrador: Entonces, la Caperucita que caminó, caminó, caminó y caminó (uff, uff, ya hasta me cansé) por el
lindo bosquecito, se encontró a una jirafa…

Lobo: ¡es un lobo! ¡Un lobo! Auuu…

Narrador: ¡Si! Tienes razón. Veamos.

Lobo: Niña, ¿A dónde vas?

Caperucita: ¿Qué se te ofrece?¿quién eres tú? ¿Eres el lobo?

Lobo: Es que… quiero regalarte una flor.

Caperucita: ¿Una flor? ¿Y cómo para qué?

Lobo: Por qué es bonita.

Caperucita: Pues… no le veo lo bonita. Es una flor.

Lobo: Y… ¿vas a la escuela?

Caperucita: Estoy de vacaciones, ¿o te parece que mi ropa es un uniforme?

Lobo: ¿Y qué llevas en la canastita?

Caperucita: Dulces y galletitas… ¿quieres?

Lobo: sii

Caperucita: pues… compra… jajaja


Lobo: ¿Y…? ¿A dónde vas?

Caperucita: ¡Ashh! ¡cómo preguntas! Voy a llevárselos a la abuelita, pero… la verdad… no sé por donde

Lobo: Si te vas por la derecha, más rápido llegarás. Y yo por la izquierda.

Caperucita: ¡Obvi! Por que no eres un lobo normal.

Lobo: ¿Te puedo acompañar?

Caperucita: ¡Nooo! ¡Ni de broma!

ACTO V
Narrador: Y cómo Caperucita Fresita no quiso que el lobo la acompañase, se fue por la derecha que era el
camino largo, por lo que, el lobo tomó el camino de la izquierda, (que siempre ha sido el más adecuado); y
llegó rápidamente a la casa de la tía…

Abuelita: ¡De plano! Esta ya no tiene remedio.

Narrador: ¿Yo qué? Continuaré… Y el lobo tocó a la puerta…

Lobo: (toca la puerta)

Abuelita: ¿Sí? ¿Quién es?

Lobo: Soy yo… ejem… tu nietecita…

Abuelita: Pásale, pásale.

Lobo: Jajaja (risa maquiavélica)

Abuelita: Mira Lobo, a mí no me espantas. Ya sabía que eras tú…

Lobo: Pues… éste… no sé qué decir. Pues con permisito, me la tendré que comer.

Abuelita: Nada más despacito, por favorcito, para que no me duela mucho…

ACTO VI
Narrador: Y mientras el lobo se terminaba de desayunar a la abuelita. Caperucita llegó a la casa de la
Abuelita. Ella inocentemente sin saber lo que pasaba, entró a la casa hasta el cuarto de la abuelita y al ver
que se encontraba en la cama preguntó:

Caperucita: ¿Abuelita?

Lobo: ¿Sí? Aquí estoy. Acércate.

Caperucita: Abuelita, ¿Qué ojos tan grandes tienes?

Lobo: Son para verte mejor.

Caperucita: Abuelita, pero ¿Qué orejas tan grandes tienes?

Lobo: Son para oírte mejor.

Caperucita: Pero, pero… abuelita ¿Qué nariz tan grande tienes?


Lobo: Para olerte mejor.

Caperucita: Abuelita…

Lobo: Bueno, ¿A qué viniste? ¿A visitarme o a criticarme? Por qué te voy a comer…

Narrador: Y entonces la niña gritó…

Caperucita: ¡Ayyyy!
(El Lobo corretea a Caperucita por toda la casa)

ACTO VII
Narrador: Y mientras el lobo trataba de alcanzar a la caperuza azul, o como sea, un cazador pasaba
casualmente por la casa de la abuelita, un cazador de esos que siempre andan de casualidad.

Cazador: ¿Qué he oído? A una pobre niña indefensa vestida de color rojo con su caperuza y largas trenzas
gritando porque está a punto de ser devorada por un lobo feroz vestido de abuelita… iré a ver.

Narrador: Mientras tanto, en la casa de la abuelita…

Lobo: Prepárate… di tus últimas oraciones…

Caperucita: Nooo, mira que he sido una niña muy buena…

Narrador: Cuando de repente…

Cazador: ¡Déjala! (Le apunta con su escopeta)

Lobo: ¡Ya! Está bien.

Cazador: Te digo que la dejes…

Lobo: Jmmm… total que ni carnita tenía… además soy vegetariano.

Cazador: Te dispararía… pero..

Lobo: Pero… ¿qué?

Cazador: Pero me hace falta un buen perro, tenía un chihuahueño pero está muy chiquito…

Narrador: Y es aquí dónde se suponía que lo tenían que asesinar, pero pueden venir los de Protección al
Medio Ambiente y a los animales, y ese rollo… y nos pueden multar… Y todos quedaron felices y contentos,
todos menos yo… Que por andar contando este cuento me dio mucha hambre.

FIN

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