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revistadeavance QUINCENAL
Año 1. Núm. 1. La Habana. Marzo 15 de 1927

30 CTS.

SUMARIO:
:1l levar el ancla, por "Los cixtco ".
Vanguardismo, por Jorge Mpñach.
Vna escuela para para inmigrantes rizos, por Luis Araquistfin.Arte-y-Ar- -.

tintas: Rafael Blanco, por Marti Caranovas.Una versión poética, por Ma-
riano Brull. EI
patriarcado, por José Rafael Pecaterra.-rftica y contra -
crítica, por Francisco Ichaso. Almanaque: Exposición Gattorno.Ilustra-
ciones de tAdia 31. Yonkers, Angelo, Rafael Blanco, Luis López Méndez y
Antonio Gattorno.

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Aàs L Kim. 1.

EDITORES:
Alejo
L: Habana, Nano 15 de 1927

Carpentier
Marti Casanovas
.

revista avance Francisco ichaso


Jorge Maliach .:.'
Juan Marinello
Apartado 2228.-La Habana

A -LEVAR EL ANCLA
lié aqui un uevo "bäfelen tosniärëá que pretendamos "tupirlos" en redes in-
de nuestra inquietud. Lleva al viento un
pallar te alto, agudo y azul. Para la emer-
gencia Asible, banderín rojo. Lo que no
va en su bagaje es la bandera blanca de
las capitulaciones.
.
es siempre una sana faena ,
telectuales. Salimos, pues, rigurosamente
a la aventura, a contemplar estrellas que
a ver, en fin,
si por azar nos topamos con algún islote,
que no tenga aire provinciano y donde uno
Pues, aunque el decirlo suene un poco se pueda erguir en toda la estatura.
enfático, zarpa esta embarcación con cier- Modestos como somos, llevamos, eso si,
to brio heroico, dispuesta a hundirse, como nuestra pequeña antena, lista para emir
tantas otras, si le soplase viento adverso; tos mensajes de otras tierras y de otros
pero negada de antemano a todo patético mares podamos interceptar en nuestra ru-
remolque. Al fin y al cabo, su tripulación ta. Los descifraremos, y hasta puede que
es escasa y todos, mal que bien, sabemos seamos alguna vez osados de contestarlos.
nadar. Ahora no embarcamos más que cinco.
¡Adónde va esta proa sencilla que dice Temimos que la navecilla pudiera zozo-
"1927"?. ... ..
brar si la cargábamos, así de buenas a pri-
Si lo supiéramos, perderla todo gusto la meras, con mucha pesadumbre letrada. Lo
aventura. El goce fecundo de la vida, di- cual no obsta para que, a cada salida, to-
cen con razón que no está en la contempla- memos a bordo algún que otro pasajero de
ción de los propósitos, sino en la gestión discreta compañía. Ni que decir tiene quo
por conseguirlos. Vamos hacia un puerto no hay en "1927" cabida ni-escondite para
imitico7 ¡inciertot ideal de plenitud; los polizones de la literatura.
hacia un espejismo tal vez de mejor ciuda- Una explicación- importante; hemos es-
danta, de hombría más cabal. cribo en la proa ese nombre, ese número:
Pero no nos hacemos demasiadas `ilusio-
nes. Lo inmediato en nuestra conciencia, es 1927
un apetito de claridad, de novedad, de mo-
vimiento. Por ahora sólo nos tienta la diá- No que creamos que 1927 signifique na-
fana pureza que se goza mar afuera, lejos da, sin embargo. El año que viene, si aún
de la playa sucia, mil veces hollada, donde seguimos navegando, pondremos en la proa
se secan, ante la ,r= 0
irúnica del mar, "1928 "; y al otro, "1929 "; y así. ¡Que-
los barcos inservibles o que ya hicieron su remos movimiento, cambio, avance, hasta
jornada. ¡Mar afuera, hasta que se sienta cn el nombre! Y una independencia absolu-
un hervor de infinito bajo lof pies!. ta ¡hasta del Tiempo!
Tampoco hay afán de pasta incidental Ya está arriba el ancla. A los que nos
en\{a excursión. Los peces están ya dema- saluden cordialmente desde otros barcos
siado apercibidos contra esta laya de bar- o desde la playa, nuestro saludo.
guileù literarios, y no somos tan ingenuos LOS CINCO.

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